http://wiki.subtrama.net/api.php?action=feedcontributions&feedformat=atom&user=El+UniversoSubtrama - Contribuciones del usuario [es]2024-03-29T00:36:56ZContribuciones del usuarioMediaWiki 1.18.1http://wiki.subtrama.net/index.php?title=La_Prueba_del_LaberintoLa Prueba del Laberinto2020-05-23T22:05:16Z<p>El Universo: </p>
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<br />
Como un vendaval imprevisto, la Fuerza pareció zarandear su interior. <br />
Durante siglos, de forma ininterrumpida, miles de sintientes habían sentido miedo, ira y agresividad en este lugar. <br />
Ide casi podía escuchar los gritos, prácticamente podía oler la sangre. En cada metro cuadrado de este lugar ha muerto gente.<br />
<br />
De repente, notó que su corazón se había acelerado. Intentó calmarlo, cualquier padawan podría. Controlar su propia Fuerza Viva... y lo consiguió, pero no lo hubiera conseguido cualquiera. Aquí, el más mínimo empleo de la Fuerza era agotador, parecía estar constantemente intentando retorcerse hacia actos agresivos y exigía una voluntad férrea para ceñirse a lo que se le había pedido en primer lugar. <br />
<br />
“No te resistas, yo te haré poderoso”<br />
<br />
Supo en ese instante que la voz que había oído en su cabeza era su propia voz. Era la Fuerza misma la que resonaba desde su interior con el poder del Lado Oscuro.<br />
<br />
Atronador, seductor, terrible y hermoso...<br />
<br />
Tuvo visiones fugaces de Ide Kanor el Poderoso, Aquel Cuya Palabra es Cumplida. Para él, el Hak’un Shapp era un simple campo de pruebas para sus poderes recién adquiridos. Podía liberar a todos los esclavos de Nar Shaddaa, arreglar todo lo que iba mal en la galaxia. Podía, quizás, usar el poder del Lado Oscuro sólo durante un tiempo...<br />
<br />
Un pequeño núcleo en su interior observaba con escepticismo. El mismo núcleo que había observado en la distancia a Kwyna, aquella tarde aciaga en la que se escapó del Templo. Recordó estar sentado junto a Anakin, de oirle sollozar. Se había hecho más poderosa, oh, sí. Pero... ¿Merecía la pena el dolor que era necesario pagar? ¿En uno mismo? ¿En los otros?<br />
<br />
No quería ser como Darth Maul. Quería ser como Qui-Gonn Jinn. Y no lo iba a conseguir dejándose seducir por un poder barato que le sentenciaría al odio el resto de su vida.<br />
<br />
La muerte era parte del Universo. Y el odio. Y el miedo. Él no podría arreglarlo todo, era un mero instrumento de la Fuerza. Pero si se concentraba y confiaba lo suficiente en lo que sus Maestros le habían enseñado, saldría de esta. Oh, sí. Saldría de esta. Y salvaría a Arakosia. Y a Vima. La había visto por dentro, tenía amor. Aún había salvación, incluso rodeada de tanta muerte. Había salvación incluso para los malvados. Y él demostraría, en este lugar de destrucción, que ningún odio, por fuerte que estuviera grabado en todas las esquinas de este templo de muerte, podría hacer temblar a Ide Kanor, padawan de Obi-Wan Kenobi, padawan de Qui-Gonn Jinn, padawan de Dooku, padawan de Yoda.<br />
<br />
Abrió los ojos, y se dio cuenta de que se había sumido en una especie de trance por un tiempo indeterminado. Respiró hondo, volvió a cerrar los ojos y buscó.<br />
<br />
Había que buscar adversarios para salir de esto. Y empezó por lo que más sentido tenía: por los más débiles. Y los más débiles... tenían miedo. Y eso es lo que buscó.<br />
<br />
En el fondo, les estaría haciendo un favor.<br />
<br />
<br />
Caminó resueltamente hacia una salida, que se abrió despaciosamente hacia abajo. La Fuerza lo guiaba firmemente, con una fluidez que resultaba incluso desconcertante.<br />
<br />
En el centro de la nueva sala había tres humanoides hablando entre sí, y se giraron unánimemente hacia él. Hubo un instante en que intentaban ver si lo reconocían. No lo reconocieron.<br />
<br />
Sacaron sus armas. Uno de ellos llevaba un bláster. Los otros dos llevaban vibrofilos, que se activaron con un zumbido bajo.<br />
<br />
El del bláster plantó una rodilla en el suelo mientras apuntaba hacia Ide. Los otros dos se acercaron hacia Ide, uno por cada lado.<br />
<br />
Ni siquiera fue una pelea digna de tal nombre. En tres segundos, todos ellos estaban inermes en el suelo. De alguna manera, el movimiento natural del sable de luz parecía ser decapitarlos a los tres. Ide mantuvo su sable en alto y a su derecha durante un instante...<br />
<br />
Lo vio en sus ojos. Estaban aterrorizados. Pero no podían rendirse. Ide lo supo en un instante. Eran esclavos. Valoró sus opciones, en un segundo. Si los mutilaba, quedarían eliminados, y podrían irse de aquí con vida. Si los dejaba ir... probablemente llegaría otro menos piadoso. ¿Era el Lado Oscuro elegir un mal menor para evitar un mal mayor? Su propia padawan le había hecho esta pregunta no hacía mucho, y ahora mismo, envuelto en este mar de horror, no estaba muy seguro de conocer la respuesta.<br />
<br />
Cerró los ojos. No quería hacerles daño. Se intentó relajar, concentrarse en la Fuerza Viva, oir lo que pensaban, lo que querían de él en este momento aciago. <br />
<br />
Era como nadar en aguas turbulentas. Era como escuchar un instrumento en medio de una explosión. Era como mantenerse en equilibrio en medio de una tempestad. Requería fuerza y equilibrio...<br />
<br />
Pero era posible. Había una vorágine, y más allá estaba el armónico que buscaba. Se aferró...<br />
<br />
Esclavos, los tres, con historias muy parecidas. Su amo hutt les había advertido de que su rendimiento no era satisfactorio. Pero los hutt no desperdician nada. Les había inscrito en el Hak’Un Shapp. Juntos habían llegado hasta aquí... y puede que, si conseguían suficientes hak, pudieran comprar su propia libertad. O puede que no. En innumerables noches, habían hablado sobre ello. Probablemente, todo lo que gane un esclavo pertenezca a su dueño.<br />
<br />
No lo sabían. Pero sí que sabían una cosa: no querían morir. Y no sabían cómo evitarlo. Pero la esperanza de vida de un esclavo mutilado... ¿qué haría su amo hutt con tres esclavos mutilados? No querían pensarlo. La perspectiva les aterrorizaba.<br />
<br />
Ide abrió los ojos de nuevo. Uno de ellos tenía los ojos cerrados. Los otros dos lo miraban con los ojos desorbitados. Uno de ellos lloraba con la cara petrificada.<br />
<br />
-No hay honor en destruir a los indefensos - recitó, como dándose una lección a sí mismo. Dio un salto acrobático, pasó por encima de ellos y corrió por una abertura, mientras enfundaba el sable de luz.<br />
<br />
Tenía que cambiar su estrategia. Este encuentro le había abierto los ojos: no podría salvar a los que habían sido condenados a morir aquí. Pero podría buscar otras cosas, y esperar que la balanza se inclinara para los más desfavorecidos. Estaba el miedo de los débiles, estaba la determinación de los insensatos, y estaba... el odio de los poderosos. Si había algo contra lo que ir en este sitio, era contra el odio. Todo esto, mientras se encontraba con Morg. Porque por ahora, no tenía ni idea de cómo iba a encontrarlo.<br />
<br />
Corrió por un pasillo ancho, luego llegó a una habitación tan ancha como una sala de conciertos o de espectáculo deportivo, como un plato llano, levantado por los bordes. En el centro había dos figuras peleando a una velocidad que sólo podía ser alcanzada con ayuda de la Fuerza.<br />
<br />
Tras contemplarlas durante unos instantes, Ide pudo observar que una de las figuras llevaba una armadura negra y sable de luz rojo, mientras que la otra iba vestida con ropajes nobles, capa amplia y un... arma que Ide no supo reconocer. A primera vista parecía un sable de luz azulado, pero algo no parecía correcto en él. <br />
<br />
No era un sable de luz.<br />
<br />
Se acometían a toda velocidad, buscando una abertura, la hoja celeste lanzando ráfagas de golpes furiosos a su oponente blindado, que eran parados por un borrón rojo sangre que apenas podía seguirse con la vista. Uno de ellos atravesó la guardia, pero Ide no pudo comprobar si había causado algún daño real. Había habido un torrente de chispas, desde luego, pero ambos seguían moviéndose a la misma velocidad.<br />
<br />
Hubo un encontronazo violento, y ambos saltaron hacia atrás buscando distancia. Se observaron durante un par de segundos... y saltaron uno contra otro, tan rápido que apenas se les podía ver. Hubo un movimiento fugaz de luz roja y azulada... y algo saltó, algo humeante, no muy grande. <br />
<br />
-¡No! -gritó el que iba vestido de noble. Parecía que iba a decir algo más, pero el sable de luz lo atravesó limpiamente, justo en medio del pecho. Permaneció allí durante un par de segundos. Lo apagó. El cuerpo cayó.<br />
<br />
La figura blindada asintió brevemente. Luego se giró hacia Ide.<br />
<br />
Ide le devolvió el movimiento de cabeza. Descendió lentamente por el desnivel, con aire tranquilo.<br />
<br />
La figura blindada volvió a asentir brevemente, mientras conectaba su sable de luz de forma que la hoja apareció, vertical, frente a su pecho. Ide pudo comprobar que había un pequeño agujero en la armadura sobre su antebrazo izquierdo, que aún humeaba ligeramente.<br />
<br />
Ide pudo sentir el Lado Oscuro tañendo... no era muy sutil, pero era claramente poderoso... y resonaba con fuerza tras el sable de luz rojo.<br />
<br />
Algo en su interior le dijo: Úsalo. Úsalo. Tú también puedes usarlo. Úsalo, o pelearás con desventaja.<br />
<br />
Ide intentó no prestar atención. Centró su percepción de la Fuerza, afinándose a sí mismo como el instrumento de la Fuerza que reconocía ser. Envuelto en calma, parecía estar a punto de hacer un ejercicio, o una demostración. El tirón del Lado Oscuro se desvaneció en su mente, y sintió que era uno con la Galaxia.<br />
<br />
Caminó sin prisa, mientras se permitía a sí mismo captar todo su entorno con una ojeada. No parecía haber muchas rutas de escape... al margen de las puertas de acceso, claro. Sí había algunas plataformas que surgían del suelo, de entre medio metro y un metro de alto, que podían ser utilizadas para acrobacias e, incluso, llegado el caso, para serpentear agachado entre ellas mientras intentara llegar a una salida.<br />
<br />
Podía sentir la Fuerza pulsando rítmicamente. Activó su sable de luz, y lo situó despreocupadamente en la posición de guardia.<br />
<br />
La figura blindada no se movió.<br />
<br />
Ide se acercó un poco más. Lanzó un golpe tentativo, más dirigido hacia el sable rojo que hacia su oponente.<br />
<br />
En el mismo momento en el que los sables se tocaban hubo un movimiento explosivo que apartó violentamente el sable de Ide, seguido de una combinación de ataques fulgurantes, lanzados con una fuerza claramente sobrenatural, que Ide pudo a duras penas desviar. En un par de ocasiones tuvo que saltar hacia atrás, para evitar ser arrollado por la fuerza de los impactos.<br />
<br />
Ide giró sobre sí mismo como una peonza, ayudándose de la Fuerza para mejorar su velocidad y precisión, mientras seguía desviando los golpes que le llovían como granizo. Tuvo que doblarse hacia atrás para evitar que un golpe horizontal lo partiera por la mitad, y cayó en la cuenta de que su adversario podría hacer aprovechado para patearlo.<br />
<br />
Se había contenido.<br />
<br />
Ide sintió la cruda emoción de su oponente. No quería terminar tan pronto, porque quería ver cómo el jedi se desesperaba. Ide expandió su percepción unos instantes más, para ver si podía recibir algo aprovechable.<br />
<br />
La conexión se cortó de repente. La última transmisión había sido algo deliberado.<br />
<br />
Escuchó una risilla tras la máscara blindada.<br />
<br />
Ide dio un paso y medio hacia atrás, para salir de la distancia de combate. Su adversario blindado volvió a la misma posición que tenía al principio del combate, y volvió a asentir con la cabeza.<br />
<br />
Ide no acertó, en el breve tiempo del que dispuso, a elaborar un plan de emergencia. Durante unos segundos, su memoria volvió hasta su niñez...<br />
<br />
Era Metellos, y Obi-Wan y él habían ido para mediar en un conflicto complejo, entre lo político y lo religioso. En las horas de viaje desde Coruscant, vio a Obi-Wan devanarse los sesos para comprender los detalles del problema, e intentó seguir su ritmo todo el tiempo que pudo.<br />
<br />
Cuando llegaron al planeta, Ide le preguntó:<br />
<br />
-Maestro, ¿cuál es el plan?<br />
<br />
-Nos entrevistaremos con Elidor Grekus. Él es la clave para solventar este conflicto.<br />
<br />
Pero Elidor Grekus había sido secuestrado. Lo rastrearon por todo Metellos… pero cuando lo encontraron, ya había muerto. Mientras escapaban del mismo gas letal con el que lo habían asesinado, Ide volvió a preguntar:<br />
<br />
-Maestro, ¿y ahora? ¿cuál es el plan?<br />
<br />
Obi-Wan sonrió cálidamente.<br />
<br />
-No te preocupes tanto, padawan. Qui-Gon siempre dice que seguir un plan es como subirse a un transporte en marcha: si te acerca a donde quieres ir, debes continuar con él, pero si no... debes cambiarlo sin dudar. Porque lo que sí te mata es quedarte quieto en la carretera.<br />
<br />
Tres días y dos planes más tarde, volvían a Coruscant.<br />
<br />
...y de nuevo al momento presente, en un parpadeo. El ente blindado señaló al pecho de Ide con el sable de luz, e inclinó la cabeza un instante. Ide sonrió sutilmente. Hubiera sido un combate interesante, pero fuera cual fuera el desenlace, no le llevaría a ningún sitio.<br />
<br />
Realizó un salto hacia atrás, en dirección a la puerta por la que había entrado.<br />
<br />
Recibió una clara sensación de sorpresa, reprimida bruscamente. El Blindado Oscuro corrió tras él, siguiendo su trayectoria, lo bastante rápido como para acabar alcanzando a Ide en cuanto éste dudara mínimamente o encontrase un callejón sin salida. Algo en su interior le dijo que no podría escapar tan fácilmente, por lo que, de nuevo, rehizo su plan. Fintó brevemente en su trayectoria, y saltó contra un obstáculo, apoyándose para cambiar de dirección. En el aire, mientras se orientaba, activó su sable de luz mientras que, con toda determinación, lanzó un empujón de la Fuerza contra los pies de su adversario. <br />
<br />
Como si alguien le hubiera agarrado los pies desde detrás, el Blindado Oscuro cayó sobre su frente al tiempo que todo su cuerpo se veía arrastrado hacia un obstáculo bajo, que golpeó contra su entrepierna. La conmoción en los espectadores repercutió sobre Ide como una oleada emocional de comicidad imprevista.<br />
<br />
Duró sólo un instante. El Blindado Oscuro se levantó de un salto, irradiando odio, haciendo molinetes a alta velocidad con su sable de luz; claramente determinado a matar a Ide en los próximos tres segundos.<br />
<br />
Ide ya estaba encima de él, golpeando con andanadas de golpes laterales que apenas pudo parar, con movimientos circulares en nada parecidos a su técnica anterior. A Ide le resultaban extrañamente familiares... aunque por el momento no era capaz de asociarlos a una persona o lugar.<br />
<br />
Lo tenía, estaba empezando a obligarlo a abrir huecos en su guardia. Ide no supo exactamente en qué momento había comenzado a estar de nuevo en desventaja. Tuvo un momento de lucidez extrema, llevado por una ráfaga de desesperación. “Su técnica es impecable. Es sólo eso. Es un luchador excelente.”<br />
<br />
Ide giró sobre sí mismo, mientras retrocedía, protegiéndose con el sable mientras giraba, y se detuvo mientras apuntaba su mano abierta contra la figura blindada.<br />
<br />
Fue como si ésta hubiera chocado con un campo de fuerza. Voló más de tres metros hasta chocar de espaldas con una plataforma alta. Mientras caía hasta el suelo, desconectó el sable de luz a la vez que extendía los brazos. Aterrizó con un ruido sordo sobre el pie derecho y la rodilla izquierda, y rodó hacia un lado, ocultándose entre las plataformas elevadas. Fue entonces cuando Ide supo que no sería el sable de luz el que le llevaría a la victoria. Lo apagó y se rindió a la Fuerza.<br />
<br />
“El Lado Oscuro esquivo es. Difícil de percibir. Sembrar la duda y la desconfianza lejos de sí puede, y de igual manera entre las sombras esconderse. Mucho más a menudo, las emociones de los atraídos por el Lado Oscuro más fácilmente percibir podrás...”<br />
<br />
La voz de Yoda resonaba en su cabeza, mientras buscaba emociones en la Fuerza Viva, las emociones que en primer lugar le habían traído hasta este ser. Con los ojos cerrados, barrió el espacio moviendo suavemente la mano izquierda, como si fuera la aguja de una brújula que le indicaría dónde se había escondido la criatura blindada.<br />
<br />
-Ahí -pensó Ide-. Acercándose desde el lado, muy deprisa... <br />
<br />
Calculó un par de segundos antes de que se le echara encima.<br />
<br />
Saltó justo a tiempo hacia atrás y hacia arriba, con una pirueta, y aterrizó en la plataforma con el tiempo justo para poder volver a saltar en el momento en que ésta comenzó a caer, cercenada en la base por un mandoble furioso. Ide ya no tenía que esforzarse en localizarlo. Casi podía verlo a través del metal. Saltó un par de veces más, intentando coger distancia; sin éxito. Lo tenía casi encima...<br />
<br />
Ide giró, hizo lo que parecía ser un falso apoyo, se balanceó alrededor de una columna mientras esta caía, y salió propulsado en horizontal.<br />
<br />
Al fin.<br />
<br />
La figura blindada se lanzó contra él, irradiando odio en estado puro. Transmitiendo sed de sangre... Hasta que titubeó cuando se dio cuenta de que algo iba mal. Y un instante después esquivó por los pelos un trozo cercenado de columna metálica, aún caliente. Y otro más. <br />
<br />
Ide lanzaba con maestría, sin pausa, olvidado el esfuerzo extra que le suponía este ambiente hostil. Arrancaba plataformas sin esfuerzo, y las propulsaba como si lanzase migas de pan. Rápidamente el Blindado Oscuro pasó a estar a la defensiva. Apenas era lo bastante rápido para evitar ser aplastado en terreno abierto; y a medida que transcurría el tiempo, el terreno iba siendo cada vez más accidentado, de forma que cada vez evitaba los proyectiles por menos margen.<br />
<br />
Ide se dio cuenta de repente. El ambiente ya no era hostil. No le dificultaba lanzar objetos mediante la Fuerza, más bien al contrario. Se sentía... poderoso. Qué fácil era todo.<br />
<br />
Ocurrió. El Blindado esquivó por poco, y la masa de metal lo golpeó de refilón en la cadera. Salió despedido, y la siguiente pieza de metal lo golpeó de pleno en el pecho, aplastándolo contra el suelo.<br />
<br />
Gritó de rabia. Gritó de dolor y de miedo.<br />
<br />
Ide estaba congelado, aún con los brazos y manos apuntando en la dirección en la que había lanzado el último proyectil. Relajó la postura, y avanzó lentamente hacia su contrincante. Examinaba la escena mientras avanzada, intentando percibir cualquier perturbación en la Fuerza. Seguía siendo como una tempestad, como una oda al Lado Oscuro. Seguía siendo mareante y seductor... Cuando llegó a donde yacía, sintió una extraña advertencia. Un escalofrío le recorrió la espalda.<br />
<br />
Con un estallido de rabia, el Blindado se levantó de un salto. Con la ayuda de la adrenalina y a Fuerza, lo vio como a cámara lenta. La armadura ya no le ajustaba perfectamente, el casco se había agrietado, las botas cliqueaban al moverse... pero el sable de luz rojo sangre aún funcionaba perfectamente.<br />
<br />
Saltó hacia Ide como un depredador gigante, con toda la velocidad y el vigor que le podía dar el Lado Oscuro. <br />
<br />
La respuesta fue tal y como debían ser las reacciones en un Caballero Jedi: rápida como si fuese instintiva, con centenares de horas de entrenamiento detrás.<br />
<br />
Realizó un gesto brusco con ambos brazos, como un sólo y poderoso acorde en la Fuerza, y lo golpeó con una potencia que no sabía que era capaz de desencadenar. Su enemigo voló, los bloques sueltos volaron también, los bloques aún sujetos se aflojaron del suelo y se separaron al menos un par de metros, el revestimiento del suelo se onduló, las luces parpadearon durante unos segundos, mientras que todo tipo de piezas metálicas menores se estrellaban contra las paredes como metralla.<br />
<br />
No lo veía, debía de estar en alguna parte de esa enorme pila de chatarra que se había formado a medio camino de la puerta. Su presencia en la Fuerza era débil, y pronto se extinguió.<br />
<br />
Ide no supo con seguridad si estaba muerto, inconsciente o escondiéndose de nuevo. Se sentó en el suelo, despacio, sin dejar de mirar la pila de escombros, aún intentando buscarlo en la Fuerza.<br />
<br />
¿Lo había matado?<br />
<br />
¿Por qué? ¿Esto era lo que había venido a hacer? ¿A matar usuarios del lado oscuro? ¿Qué le había pasado? ¿Por qué de repente todo había sido tan fácil? Había sido un combate innecesario, e Ide empezaba a dudar de la genialidad de su plan para encontrar a Morg. El cual, por cierto, seguía en paradero desconocido.<br />
<br />
Un sonido se abrió paso hacia la conciencia de Ide. Metal retorciéndose...<br />
<br />
Corrió a buscar refugio, justo a tiempo. El suelo cedía medio segundo después de que Ide lo hubiera pisado, y consiguió llegar a la puerta justo a tiempo. Se cerró tras él, mientras que el sonido de metal aumentaba hasta hacerse ensordecedor. Probablemente la sala entera se estaba reciclando al otro lado de la puerta.<br />
<br />
Era una pena. Le hubiera venido bien ese sable de repuesto. Y además... ¿de dónde rayos había salido ese tipo? ¿Y quién era el guerrero al que había matado justo cuando él apareció en la escena?<br />
<br />
Ide intentó trazar un plan. No quería dedicarse a pelear hasta que Morg se dignara a aparecer. Por otra parte, no le interesaba seguir matando a gente, al menos sin un propósito claro. Pensó en cómo contactar con su enlace exterior. No había ninguna pantalla visible. Por otra parte, si había cámaras por todas partes... Se acercó a una de ellas, y dudó un segundo. Se llevó la mano a la barbilla, y al final consiguió enunciar lo menos estúpido que se le vino a la cabeza.<br />
<br />
- Eh... me gustaría hablar con mi contacto Keel Wolkan... y... lamentablemente desconozco el protocolo.<br />
<br />
De un lugar de la pared, no distinto de cualquier otro, se proyectó un holograma a un metro de Ide. Representaba un humanoide irguiéndose sobre otro mientras levantaba una especie de espada sobre su cabeza. Una voz femenina dijo: “Espere, por favor. Intentando establecer comunicación con su contacto.”<br />
<br />
La voz vagamente aguda, levemente susurrante de Keel precedió un par de segundos a su imagen holográfica:<br />
<br />
-¡Ide, viejo amigo, siempre me sorprendes! ¡Pensé que ese tipo iba a partirte por la mitad!<br />
<br />
-Uno hace lo que puede, estimado Keel... Y sabes que los jedi estamos llenos de recursos. La verdad es que el Hak’un Shapp me ha pillado un poco de sorpresa. Supongo que tú lo habrás estado siguiendo...<br />
<br />
-Bueno -suspiró teatralmente-, ahora realmente no tengo muchas opciones... -miró hacia arriba como si Ide pudiera ver la habitación- Sigo atrapado bajo mi casa, en mi bunker... no me falta comida, pero me temo que tardarán un par de semanas en sacarme...<br />
<br />
-Si me lo llegas a pedir, hubiera ido a ayudarte antes de entrar aquí -dijo Ide sinceramente-. Fuiste un buen anfitrión y tienes toda mi gratitud.<br />
<br />
Keel puso cara de circunstancias.<br />
<br />
-Sí, bueno, ahora no tiene remedio -alzó la vista hacia Ide-. Dime qué puedo hacer por ti, y qué gano siendo tu contacto -sonrió depredadoramente.<br />
<br />
-Oh, pensaba que te valdría con la gloria de ser amigo del futuro ganador de esta edición del Hak’un Shapp... -le devolvió una sonrisa, mucho más cándida.<br />
<br />
-He intentado pagar con gloria, amigo mío, y en todos los locales prefieren dinero -dijo Keel con tono sarcástico.<br />
<br />
-Tendrás el uno por ciento de mis ganancias en el torneo.<br />
<br />
Pareció como si Keel fuera a ahogarse de pura indignación.<br />
<br />
-¿Que qué? -gritó desagradablemente- ¿Uno por ciento? ¡Es un ultraje!<br />
<br />
-Oh, vaya, siento haberte insultado. Pensé que el uno por ciento de todas las apuestas que se mueven te resultaría atractivo...<br />
<br />
-En primer lugar -dijo mientras hinchaba el pecho- es la mitad del uno por ciento. La mitad de las apuestas se la lleva la organización -miró a Ide, ceñudo-. En segundo lugar, eso sólo sería si fueras no sólo el ganador, sino el único superviviente, y eso me parece, incluso dando un enorme salto de fe, increíblemente improbable. Y en tercer lugar -y levantó la mano izquierda enseñando tres dedos- me necesitas mucho más de lo que yo te necesito a ti- cruzó los brazos, como para resguardarse tras ellos-. Dame algo lo bastante alto como para que no me plantee la opción de apostar en tu contra y luego traicionarte.<br />
<br />
-Yo lo veía de otra forma... No tenía por qué elegirte a ti, y así lo hice. Por lo tanto, te estoy dando algo que tendrás sólo porque yo he decidido dártelo. Puedes hacerme una oferta razonable y procurar además no traicionarme, o puedes perder esta oportunidad.<br />
<br />
Ide casi podía ver los engranajes girar en la cabeza de Keel.<br />
<br />
-Hmm... dame un diez por ciento -dijo con voz calmada.<br />
<br />
-Sabía que eras un tipo razonable, amigo. Déjame que lo piense, y te volveré a llamar.<br />
<br />
-Es tu vida, amigo -dijo sonriendo a medias-. Sólo que yo de ti no estaría allí plantado durante mucho rato...<br />
<br />
-¿Ves? Todavía no hemos cerrado el trato y ya me estás siendo de ayuda. ¡Sabía que serías un buen contacto! ¡Hasta pronto!<br />
<br />
Él sonrió de una forma que Ide no supo interpretar<br />
<br />
-A la primera invita la casa, amigo...<br />
<br />
Ide cortó la comunicación, y decidió hacer caso del gratuito consejo.<br />
<br />
-Quiero comprar tiempo privado y resguardo -dijo mirando a donde había estado la proyección.<br />
<br />
Un menú holográfico se desplegó en el aire, en básico. Había un número diez, en un tipo de letra muy grande, en la esquina superior derecha, que comenzó a descender pasando a una cifra equivalente a un nueve con muchos decimales. Bajo éste, se abrió un menú. <br />
<br />
Resguardo: habitación con comida, habitación sin comida, espacio sellado sin comida, sólo comida, sólo un saco de dormir, sólo abrigo portátil... la lista continuaba hacia abajo.<br />
<br />
Ide leyó la lista, entendiendo que la diferencia entre habitación y espacio sellado era el nivel de seguridad. Como no iba a dormir, pronunció:<br />
<br />
-Habitación sin comida.<br />
<br />
El suelo comenzó a moverse instantáneamente hacia arriba, al tiempo que el techo se abría por la mitad. Acabó en un espacio de unos seis metros cuadrados, que incluía una cama y un armario. Sobre la cama se podía observar, empotrado en la pared metálica, un dispositivo del que Ide había visto innumerables variantes con anterioridad. Un despertador.<br />
<br />
En cuanto la habitación se hubo cerrado, el menú holográfico se volvió a desplegar frente a Ide. Sólo se veía un siete con muchos decimales, bajando lentamente.<br />
<br />
Debajo, en letras pequeñas, se podía leer: “Descontando Tiempo Privado”.<br />
<br />
-¿De cuántos Hak dispongo en mi cuenta?<br />
<br />
El siete con muchos decimales, en un tipo de letra bien grande, aumentó un poco su tipo de letra y se resaltó en rojo durante unos segundos. Ide arqueó una ceja. Aún no tenía claro si ese era el cronómetro de la habitación o sus Hak.<br />
<br />
-¿Tengo que llamar a un contacto para saber cuánto dinero tengo y cuánto cuesta cada cosa en este sitio? -dijo, levantando levemente el tono de voz.<br />
<br />
Los dígitos volvieron a crecer y cambiar de color. Bajo ellos, se desplegó un menú enorme en letra muy pequeña con lo que Ide entendió rápidamente como la carta de precios, con lo que además parecía una pequeña descripción de cada elemento. Puso los ojos en blanco. No sabía cuantos hak tenía pero al menos había encontrado cuánto costaba cada cosa, lo cual era definitivamente de alguna ayuda. Repasó rápidamente la lista para encontrar los precios de la comida, del tiempo privado, de las habitaciones, los espacios sellados y los otros tipos de protección.<br />
<br />
“Comida mediana - 1 hak. La comida se adaptará a la fisiología básica del participante. Comidas a medida, coste variable.<br />
“Buscar a un participante, - 2 hak<br />
“Evitar búsquedas de otros participantes - 2 hak por hora<br />
“Tiempo privado - 5 hak por hora.<br />
“Bloquear puertas - ad libitum. El coste de bloquear es también el coste de desbloquear.<br />
“Habitación - 2 hak. La habitación permanece creada durante un periodo de tiempo variable, no inferior a 24 horas.<br />
“Espacio sellado - 4 hak. Sigue siendo posible llegar al espacio sellado mediante la configuración de una nueva ruta. Por lo demás, igual que la habitación.<br />
“La comunicación con los contactos es libre durante las primeras 72 horas. Luego, tiene un coste de 3 hak por hora.<br />
<br />
Ide contempló atónito el precio del tiempo privado, pero enseguida entendió que fuera así, teniendo en cuenta que estaba en un espectáculo en directo. No quiso pues desperdiciar su tiempo privado, por lo que se dispuso rápidamente a hacer lo que se había propuesto a hacer.<br />
<br />
-Quiero hablar con mi contacto Sira Levora.<br />
<br />
-Intentando contactar co- la voz metálica se truncó repentinamente. Al parecer, Sira estaba esperando la llamada. - ¡Amo Ide! ¡No me dijo que fuera a hacer esto! -dijo, angustiada.<br />
<br />
-Querida Sira... ¿que no fuera a hacer qué? ¿Entrar a este endemoniado concurso o llamarte? -le dijo sonriendo afablemente.<br />
<br />
-¡Entrar en el Hak’Un! -dijo con el tono de voz de una adolescente preocupada.<br />
<br />
-No te preocupes por eso ahora. Esto es parte de lo que he venido a hacer a esta luna. Tengo que encontrar a Morg como sea... Pero me preocupa tu seguridad, por eso te estoy llamando en tiempo privado, para evitar exponerte ante las cámaras.<br />
<br />
Parecía como si ella supiera algo que no sabía cómo decir.<br />
<br />
-Oh -su expresión se tornó seria-. Me temo que ya he comprometido tu seguridad -.<br />
<br />
-Yo... -dijo con voz tímida- Cuando fui nombrada como enlace, la señora Da’Motta se tomó un interés personal en mí. Ahora estoy en una habitación de Extra Lujo, por cuenta de la casa. Mi cuenta de gastos es tan alta que no me la quieren decir. En gubor, claro.<br />
<br />
Ide maldijo internamente. En seguida entendió que el enlace no era seguro, y que Vima sabría todo lo que hablara con Sira. Lo cual incluía, por supuesto, cualquier información que pidiera sobre Lionel.<br />
<br />
Al ver que Ide no decía nada, ella siguió hablando.<br />
<br />
-Localizar a Morg no será nada fácil, últimamente sólo se le puede ver cuando mata a alguien... tiene acumulados un montón de hak de las preliminares.<br />
<br />
-Entiendo -dijo, casi como si no la hubiera oído-. Fíjate qué tontería, había hablado con Keel Wolkan -ella reaccionó con un escalofrío a la mención del nombre- para tener un contacto público y no tener que exponerte. Aunque ahora eso importa poco, supongo.<br />
<br />
-Em... amo... -se ruborizó levemente- Un equipo de reporteros quiere entrevistarme. Les he dicho que no, claro... no es decoroso.<br />
<br />
-Haz lo que creas procedente, pero preferiría que te expusieras lo menos posible. Ya he perdido a Arakosia, y recuperarla de manos de Vima me temo que no será fácil. <br />
<br />
-¿Arakosia, señor? -dijo con voz extrañada.<br />
<br />
-Mi aprendiz, la que llegó conmigo a casa de Keel. La cortadora de fruta.<br />
<br />
-Ah, sí -asintió con gesto ausente-. No la conocía por ese nombre.<br />
<br />
Ide miró hacia abajo unos segundos.<br />
<br />
-Como sea. ¿Sabes de cuántos hak dispongo? La maldita computadora del juego no me lo quiere decir, o yo no he encontrado la manera de hacerlo.<br />
<br />
Miró a Ide como si éste fuera de otro planeta (cosa que era, por otra parte, verdad). Cuando volvió a hablar, lo hizo, visiblemente, con todo el tacto que era capaz de utilizar.<br />
<br />
-Todo el mundo empieza con diez hak, señor... a lo que se resta lo que haya gastado en el tiempo privado y cualesquiera otras cosas que haya hecho. Deben de quedarle poco menos de ocho. Si necesita saberlo, aparecen en la parte superior del ordenador. Aún están pendientes de transferencia los de la derrota del Blindado Oscuro... no se sabe si sobrevivirá.<br />
<br />
-Oh. Pensaba que no lo había hecho, por cómo quedó la habitación. Tuve que salir corriendo de allí, parecía que se iba a reciclar y que no iba a ser agradable.<br />
<br />
-Ese “reciclado” lo provocó otro participante, y se gastó un montón de hak para ello -dijo ella<br />
<br />
-Qué cobarde de su parte -dijo, frunciendo el ceño de forma dramática-... ¿se sabe quién fue?<br />
<br />
-Claro, lo estaba viendo en directo -dijo ella, con voz cargada de emoción-. Fue Gael-Yarr, el Cazador Draethos. Creo que esperaba acabar con vosotros dos a la vez -se interrumpió, como si acabara de recordar algo-. Lo raro... es que estaba bastante lejos de allí.<br />
<br />
-No me asombraré a estas alturas de que alguien pueda percibir la Fuerza en la distancia... -no dejó mucho tiempo para responder, no era momento de dar lecciones sobre la sensibilidad a la Fuerza ahora -. ¿Sabes pues cuántos jugadores quedan, aproximadamente?<br />
<br />
-Unos cincuenta, amo. La mayor parte de los esclavos infraequipados han muerto ya -dijo con un escalofrío.<br />
<br />
-Vaya -secretamente, Ide había planeado organizar a los más indefensos y crear una especie de bastión. Rápidamente comprendió que, por otra parte, eran presa fácil para los cazarrecompensas y otros profesionales de la violencia. Rápidamente calculó que, con cincuenta participantes, y suponiendo que sólo se celebrara un combate al día por cada uno, a lo sumo quedarían cinco días... No, no podía ser tan sencillo -. Supongo que ahora viene la parte difícil -continuó-. En la que casi todos están escondidos esperando que los demás se maten entre ellos.<br />
<br />
-Los primeros días, todo el mundo se deja ver -aclaró ella-. Necesitan hak para poder permanecer escondidos después -hizo una extraña mueca con la boca-. Pero habitualmente no gana el que permanece escondido. Los precios suben poco a poco... sólo llegan al final los que han matado mucho.<br />
<br />
Junto a Ide, el holograma volvió a proyectarse. La cifra superior era de cincuenta y uno, y un montón de decimales descendentes.<br />
<br />
-Vaya. Me temo que el guerrero no consiguió sobrevivir.<br />
<br />
Sira miró hacia algo a su derecha.<br />
<br />
-Me temo que sí, amo. Le han transferido la cuarta parte de sus hak, por derrotarlo. Si lo hubiera matado, le hubieran correspondido la mitad.<br />
<br />
-Entiendo. Qué desagradable destino. Esperaba poder pasar de puntillas por este juego de la muerte -dijo Ide, algo entristecido por el panorama. Sira observaba la reacción de Ide como algo sumamente extraño -. No habrá ningún tipo de plano de este sitio, ¿verdad? Lo digo porque, visto lo visto, no quisiera tener que enfrentarme con el Guerrero Blindado en un pasillo estrecho...<br />
<br />
Ella no se rió. Lo miraba con una expresión como de pena y rabia contenida...<br />
<br />
-No te preocupes por mí -siguió él-. Incluso sin mapa, saldré de aquí.<br />
<br />
Ella sonrió tristemente, intentando animarlo y animarse a sí misma. Asintió.<br />
<br />
Se despidieron e Ide se quedó en silencio unos segundos. Pronunció “fin del tiempo privado”, e instantáneamente se detuvo la cuenta atrás. Cincuenta coma seis cuatro dos siete dos...<br />
<br />
Se sentó en el suelo, con las piernas cruzadas, y decidió descansar unos minutos. La Fuerza le ayudaría, la Fuerza lo mantendría alerta... tenía que confiar en la Fuerza...<br />
<br />
Era como una ventisca, era como una lluvia intensa, era como una orquesta con todos los instrumentos tocando una pieza distinta... Se centró, con dificultad. Intentó revivir los sucesos del pasado reciente...<br />
<br />
Lanzó piezas de metal enormes, con poco esfuerzo. Empujó a su oponente como si no fuera nada... Lo comprendió de repente. Arquitectura. Vima dijo que había erigido este edificio para que resonara con la Fuerza, con la armonía presente en Nar Shaddaa. Usar la Fuerza para hacer daño es más fácil aquí.<br />
<br />
Respiró despacio, intentando mantener el foco. Su mente buscaba frenética un nuevo asidero en la Fuerza...<br />
<br />
...Ide estaba de pie. Un instante, la terrorista suicida estaba frente a él. Otro instante… explosión. La Fuerza combándose sobre él y a su alrededor, desviando la explosión. Pero no lo suficiente.<br />
<br />
Durante la convalecencia, cada centímetro de su piel dolía. Siguió doliendo durante mucho después. Y sabía que había algo esperando en su interior, una reserva de energía inagotable, sólo con que cediera, sólo con que quisiera a cualquier coste… La figura del maestro Vodo-Siosk Baas, de voz amable y gestos incomprensibles, advirtiéndolo: <br />
<br />
-Guárdate del orgullo. Guárdate de la ira. Examínate a ti mismo. Cada noche antes de descansar, medita sobre tus acciones del día. Reflexiona si tus acciones, y las motivaciones para dichas acciones, están en consonancia con la Fuerza. Recuerda, el Lado Oscuro no es más poderoso. Más rápido, sí. Tentador. Pero también adictivo. Inestable. Peligroso para el cuerpo y la mente.<br />
<br />
Ide suspiró. Eso también dolía.<br />
<br />
-Ten paciencia, joven padawan. Sé -dijo mientras reía suavemente- que los padawan escuchan estas palabras a menudo. Pero es verdad. Mírate a ti mismo, y recuerda en todo momento quién eres y qué quieres. Si quieres caer en el Mal, nada puede impedirlo. Pero si no quieres caer en el Mal, ningún poder es capaz de obligarte.<br />
<br />
...y tuvo una sensación, como cuando una música lleva sonando muy bajito durante un rato y pasa de repente al plano consciente. Viento-metal. Kwyna.<br />
<br />
Abrió los ojos, atónito. No podía ser verdad, ella no. No aquí. Pero lo supo. <br />
<br />
Sí. En Nar Shaddaa. Muy cerca.<br />
<br />
Cuando se sintió más descansado, se irguió y estiró brevemente. Este lugar estaba impregnado del Lado Oscuro. Y todo lo relacionado con él era potenciado.<br />
<br />
Sintió un escalofrío, al recordarse a sí mismo lanzando trozos de metal como proyectiles para aplastar a aquel tipo. ¿A cuantos seres tendría que matar para poder encontrar a Morg y salir de este inmundo lugar? Por un momento dudó y se arrepintió de lo que estaba haciendo. Pero no duró mucho. Se recompuso, y esgrimió:<br />
<br />
- Quiero encontrar al robot asesino Morg.<br />
<br />
El menú holográfico volvió a resaltarse (no había desaparecido en todo este tiempo, pero se había atenuado paulatinamente al no ser usado). <br />
<br />
*Especifique cuántos hak desea dedicar a esta búsqueda*<br />
<br />
Ide comprendió. Seguramente esto funcionaba igual que las puertas. Puedes cerrarlas con tantos hak como quieras. Gastando la misma cantidad, pueden abrirse. Lo lógico, lo civilizado, sería que si la búsqueda fuera infructuosa se devolvieran los hak… Aunque, por otra parte, este sitio no es lógico ni civilizado.<br />
<br />
Seguramente Morg estaría gastando todos sus hak en esconderse. Y muy probablemente Morg era mucho más rico que Ide. Así qué tendría que intentar ser más listo.<br />
<br />
- Quiero localizar a Morg cuando salga de su escondite - dijo confiado, como si hubiera requerido la cosa más normal de este mundo.<br />
<br />
*Localización en espera hasta que Morg salga de tiempo privado. ¿Cuántos hak desea asignar a la búsqueda, cuando esta se produzca?*<br />
<br />
Ide entendió que la búsqueda era un tipo de apuesta contra el monto que el otro participante usó para protegerse.<br />
<br />
- ¿Cuál es el máximo?<br />
<br />
*5 hak equivalen a tiempo privado. Como excepción general a las reglas, si intenta una búsqueda de 5 hak contra tiempo privado, no se le descontarán de su total actual.*<br />
<br />
- Pues busca a Morg cuando salga de tiempo privado con 5 hak.<br />
<br />
*Será hecho*<br />
<br />
La pequeña habitación quedó en silencio, excepto por el suave zumbido del holoproyector.<br />
<br />
Dudó si salir de su habitación. Aunque era cómodo y evitaría confrontaciones, le restaba Hak que podría usar luego para encontrar o comunicarse con Morg.<br />
<br />
Lo cual le recordó que no había aceptado el trato de Keel Wolkan para ser su contacto.<br />
<br />
No se fiaba de él y tenía a Sira, e iba a necesitar todos los recursos de los que dispusiera para recuperar a Arakosia. Y a Lionel. Así que decidió que no iba a aceptar su oferta. Lo cual le recordó...<br />
<br />
- Hablar con mi contacto Obi-Wan Kenobi - dijo severo, como si no estuviera intentando una artimaña.<br />
<br />
*No se encuentra en el - <br />
<br />
El holo se quedó congelado un instante. Volvió a arrancar en seguida.<br />
<br />
*Estableciendo conexión*<br />
<br />
O había tenido mucha suerte, o tenía buenos amigos en algún sitio importante de este concurso. No supo decidir.<br />
<br />
La cara familiar de Obi-Wan Kenobi se materializó en el aire. Parecía preocupado.<br />
<br />
-Ide -dijo con voz sombría-. Te estamos observando. Es bueno verte ileso.<br />
<br />
-Maestro, me he metido en un pequeño lío, como has podido comprobar -respondió el con tono afable, como quitándole importancia al hecho de que estaba en un concurso letal.<br />
<br />
Y, efectivamente, Obi-Wan sonrió. Pero parecía cansado, como si llevara un gran peso encima.<br />
<br />
-Se está debatiendo si enviar una fuerza de rescate a Nar Shaddaa -dijo con voz neutra.<br />
<br />
-Maestro, yo he decidido entrar en esta sangría para contactar con el maldito robot guardián del niño. Quizá he sido temerario, pero... Espero no haberos preocupado demasiado, parecía un buen plan cuando se me...<br />
<br />
Obi-Wan interrumpió a Ide echándose a reir. Era una risa vagamente contagiosa, era una risa que mostraba mucha tensión en los días previos, era una risa en la que lo divertido y lo amargo se mezclan. Ide río con él.<br />
<br />
-Ide Kanor, sigues siendo un muchacho -dijo Obi-Wan con afecto. Parecía querer abrazarlo en la distancia- ¿Sabes qué tipo de cosa hace un jedi habitualmente antes de inscribirse en una competición mortal?<br />
<br />
-¿Pide muy fuerte a la Fuerza que lo ayude? ¡Eso ya lo he hecho! -dijo el joven jedi, sintiéndose de repente muy joven e inexperto como si fuera su primer día de padawan otra vez.<br />
<br />
-Bueno, hay varias escuelas de pensamiento al respecto (como casi para todo) -dijo, sonriendo ampliamente-. Pero, yo, a título personal, miraría la lista de participantes.<br />
<br />
-Estaba Morg. Fue lo único que pensé.<br />
<br />
-Pues está en la parte de abajo de la lista de participantes por puntos -dijo Obi-Wan, mientras movía la cabeza-. De hecho, ni de lejos es uno de los favoritos.<br />
<br />
-Vaya, parecía que era de los buenos -Ide se mostró ligeramente preocupado.<br />
<br />
-Y, amigo mío, mi antiguo padawan, ¿sabes por qué no es ni de lejos uno de los favoritos en el Hak’Un Shapp de este año?<br />
<br />
-Ilústrame, maestro.<br />
<br />
-Porque él, al contrario de la mayoría de los participantes, no puede usar la Fuerza.<br />
<br />
-Eso es algo a mi favor, por una parte. Y en mi contra, por otra. Pensaba que el tipo blindado que encontré sería algún tipo de excepción.<br />
<br />
-Este año, en cambio, parece ser más bien la norma. Esa Vima -pareció escupir el nombre- ha atraído Adeptos Oscuros de toda la Galaxia.<br />
<br />
Ide recordó que no estaba usando tiempo privado.<br />
<br />
-Activar tiempo privado -espetó al holograma de control. Luego se volvió a la proyección de Obi-Wan.<br />
<br />
Obi-Wan sonreía, un poco tenso. <br />
<br />
-Bueno, de momento no había dicho nada que no estuviera ya en las noticias. De todas formas, puedes estar seguro de que el personal del Palacio del Dolor está monitorizando esta conversación y todo lo demás que hagas.<br />
<br />
-He conocido a Vima -sentenció Ide-. No quería que esto saliera en las noticias. Cené con ella, después de que mandara a buscarme. Pasé la noche con ella. Y bajé al Hak'Un'Shapp directamente de su habitación. <br />
<br />
Espero un segundo antes de seguir hablando.<br />
<br />
-Capturaron a Arakosia, y ella la compró. No estoy en este sitio solo por Morg. Estoy para ganarme el favor de Vima para recuperar a Arakosia. Y ningún usuario de la Fuerza, ni ningún robot asesino me harán desistir de mi empeño en recuperar a mi padawan.<br />
<br />
Obi-Wan asintió. Estaba serio, pero centrado.<br />
<br />
-Le dije al Consejo que había una razón -dijo mientras asentía, aprobando el comportamiento de Ide.<br />
<br />
-Gracias, maestro. Hay algo más.<br />
<br />
-Te escucho. Recuerda que estás pagando por segundo.<br />
<br />
-Ella está aquí. La siento, maestro. En este planeta. <br />
<br />
-Kwyna -respondió él, como una sentencia de una palabra.<br />
<br />
-Habla con el Consejo. Te llamaré más tarde.<br />
<br />
-Ide, debes saber una cosa -dijo, con voz más sombría-. No podemos mandar una misión de rescate. No sólo no estás en el espacio de la República. Estás en el Espacio Hutt. Las repercusiones diplomáticas serían terribles.<br />
<br />
-No será necesario, maestro. Me las arreglaré. Siempre lo hago -dijo, risueño.<br />
<br />
-Pero hay usuarios del Lado Oscuro de toda la Galaxia. Ten mucho cuidado -compuso una media sonrisa- y que la Fuerza te acompañe.<br />
<br />
-Que la Fuerza te acompañe, querido maestro.<br />
<br />
Cortó la comunicación. Había sido increíblemente reconfortante hablar con su maestro. Se sentía llevo de vida, lleno de alegría, lleno de determinación, lleno de la Fuerza.<br />
<br />
-Gracias, Vima. Espero poder devolverte el favor -dijo, mirando al holograma mayordomo. Miro al techo un segundo, como esperando una respuesta que sabía no llegaría -. Salir del tiempo privado. Cerrar habitación.<br />
<br />
La habitación comenzó a plegarse sobre sí misma al tiempo que se abría la puerta por donde había entrado (en el suelo).<br />
<br />
Usuarios de la Fuerza... Que seguramente harían uso de ella. No creyó poder encontrar aliados aquí (quizá el caballero derrotado hubiera podido ser uno de ellos, aunque ya era tarde para contar con él). Aún así, buscó en la Fuerza.<br />
<br />
<br />
<br />
Siguió a su instinto, y se movió en dirección al usuario más cercano. A ser posible, pensó, podría pararse en un espacio grande y esperar a que llegara. Mejor tener por dónde moverse, si llegado el caso hubiera que pelear.<br />
<br />
Caminó durante pocos minutos, hasta que llegó a otra sala grande y cuadrada, con obstáculos a varias alturas. Perfecta para un combate con la Fuerza, o para una escaramuza con disparos.<br />
<br />
En el centro había una batalla bastante igualada. Por una parte, un individuo extraño, con un híbrido entre lanza y blaster (largo como una lanza, pero que disparaba con la punta), vestido con ropas como de explorador rural; paraba los ataques de su oponente con un escudo de fuerza de poco más de un palmo de extensión.<br />
<br />
Su oponente, vestido con un traje azulado con adornos metálicos y muchos bolsillos, le lanzaba discos voladores metálicos que parecía controlar con la Fuerza. <br />
<br />
Ninguno de los dos hablaba. Con total concentración, uno lanzaba discos y esquivaba disparos de blaster (o los detenía con sus discos) mientras el otro disparaba con su lanza y paraba con su escudo (o, a veces, también con la lanza). Se ocultaban entre la cobertura, se atacaban desde direcciones inusitadas.<br />
<br />
Ide dudó durante un instante. De ninguno de los dos parecía emanar particularmente el Lado Oscuro...<br />
<br />
"Qué hará esta gente aquí", pensó Ide, apostado en la entrada.<br />
<br />
Se detuvieron, ambos en sus respectivas coberturas. Ide se giró levemente hacia la derecha. Él también lo había sentido. Algo como un temblor, como un instrumento gritando notas desafinadamente…<br />
<br />
...algo cercano. <br />
<br />
La puerta se abrió. La figura que apareció en la puerta transmitía incomodidad o, directamente, miedo.<br />
<br />
Parecía humanoide. Tenía dos piernas, al menos. Y dos brazos. O puede que más. Estaba cubierto de vendajes de cuero, que colgaban desigualmente. Por debajo de ellos se veía lo que parecía carne calcinada. No se veía una abertura para los ojos, o para respirar, en la región que correspondía a la cabeza.<br />
<br />
Blandía la Fuerza como una botella rota. Permaneció inmóvil un momento en el marco de la puerta. Luego, trabajosamente, como una marioneta con varios hilos cortados, de una forma que no parecía en absoluto natural, arrastró un pie hacia adelante.<br />
<br />
Ambos oponentes huyeron, uno por cada una de las puertas sin ocupar. <br />
<br />
Ide analizó sus posibilidades. La criatura parecía lenta, pero Ide, más que nadie, sabía que no debía dejarse llevar por las apariencias. Estaba claro que este bicho no había llegado tan lejos en el Hak'un Shapp simplemente aplastando a sus adversarios con el puño. Tendría recursos en la Fuerza, seguro. La cuestión era saber cuales eran.<br />
<br />
Valoró darse la vuelta y huir, buscar aliados, crear una estrategia. Aunque...<br />
<br />
Un jedi se enfrentaba a su destino. Y su destino pasaría por esta criatura, tarde o temprano.<br />
<br />
Esperó, observando los movimientos de la momia, como esperando a que hiciera algo relevante, o revelador. U hostil, a secas.<br />
<br />
Movía la cabeza en movimientos cortos, espasmódicos, mientras buscaba con la Fuerza. Ide volvió a sentir su presencia, algo roto tocado con mucha potencia… era como una mezcla de violín y sierra mecánica.<br />
<br />
Encontró a Ide. Se sintieron mutuamente.<br />
<br />
Se giró para encararlo. Ide entendió de repente que ya lo había descubierto, y que iba a ser difícil escapar.<br />
<br />
Volvió a moverse hacia el joven jedi, esta vez con más determinación. Arrastraba los pies, y sus vendas dejaban en el suelo el rastro de algo que era casi igual a la sangre.<br />
<br />
Transmitió odio. Odio en estado puro, que parecía curvar el espacio mientras pelaba la pintura y aflojaba los remaches. Seguía acercándose despacio hacia Ide.<br />
<br />
'Me ve en la Fuerza, y yo brillo en ella como un pulsar', pensó fugazmente. 'Si hubiera aprendido a esconderme, como los usuarios del Lado Oscuro, como Arakosia, como...'<br />
<br />
Y entonces recordó la incursión al palacio presidencial, en Galmia, cuando Anakin, Kwyna y él fingieron su boda y ocultaron su poder…<br />
<br />
...se centró, intentando repetir la hazaña. Sin embargo, en aquella ocasión nadie los estaba buscando activamente, mientras que ahora ya había sido percibido. Quizá, si salía fuera del alcance de su percepción y se ocultaba, podría volver a acercarse sin ser advertido, pero ahora…<br />
<br />
...no parecía funcionar. Rayos.<br />
<br />
Se acercó lentamente, con el sable de luz en la mano, aún apagado. Se desvió ligeramente, como para acercarse de lado a la criatura, como comprobando que efectivamente le estaba siguiendo a él. Claramente, parecía ser el caso. Corrigió la trayectoria, acercándose despacio sin dejar de proyectar odio en todas direcciones.<br />
<br />
Siguió rodeándolo, despacio, y cuando estuvo a una distancia prudente... Activó el sable de luz y se lanzó sobre él, intentando acometer a uno de sus pies - objetivo que por otra parte estaba a su alcance más inmediato por la diferencia de altura - para intentar alejarse otra vez.<br />
Pero no llegó ni a acercarse. Cuando la distancia entre ellos era de unos tres metros, el Vendado alzó ambos brazos y una ondulación golpeó a Ide, elevándolo un par de palmos del suelo mientras el aire se hacía sólido a su alrededor. Tenía menos de un segundo para reaccionar...<br />
<br />
No dudó, tenía que escapar de ese área. Saltó hacia atrás, apoyándose en la Fuerza, y pronto estuvo a buena distancia. No hubo otra reacción que seguir caminando en su dirección, con el mismo paso lento y arrítmico.<br />
<br />
La maniobra que la mole había ejecutado parecía algún tipo de alteración en la Fuerza. Pero si había conseguido escapar la primera vez... Quizá podría...<br />
<br />
Corrió hacia la criatura, sable en ristre, y saltó.<br />
<br />
Levantó ambas manos con un movimiento fluido, como si lo esperase. Ide volvió a sentir el abrazo de la telequinesis, pero esta vez estaba preparado. Su mano libre articuló un poderoso acorde en la Fuerza, y ambos poderes colisionaron a unos dos metros de ambos contendientes.<br />
<br />
Durante un instante fue como dos instrumentos, intentando ver cuál podía tocar más fuerte. Pero pronto se vio que se trataba de cuál podía tocar mejor, hacer suya parte de la energía de su oponente, desmoronar las partes más débiles del oponente. Ahora no sólo era la Fuerza, era Música, era Dialéctica. <br />
<br />
Ide apenas era consciente de su entorno. A duras penas se dio cuenta de que todavía no había tocado el suelo, suspendido en el aire por la potencia que crecía entre los dos. Descartó el dato como una distracción. Dejó caer el sable, para poder tocar (debatir, programar, cocinar…) con ambas manos. El sable comenzó a levitar, igual que el propio Ide, y descartó esa variable también.<br />
<br />
Cerró los ojos. Sólo la Fuerza le proporcionaba información útil para esta batalla.<br />
<br />
Lenta, dolorosamente, fue ganando. Fue suerte, fue preparación. Durante un segundo pensó que perdería.<br />
<br />
Pero ganó.<br />
<br />
Un rugido sordo llenó la estancia, al tiempo que el poder acumulado se liberaba en una explosión dirigida, que mandó al Vendado violentamente hacia atrás. Su presencia en la Fuerza se desvaneció de repente, al tiempo que golpeaba la pared opuesta.<br />
<br />
Con un movimiento fluido, Ide cogió el sable que aún flotaba junto a su cabeza y lo activó, mientras abría los ojos y miraba alrededor. No parecía haber nadie. Miró a un lado y a otro mientras caía como a cámara lenta hasta tocar el suelo, intentando averiguar que había pasado mientras había estado sumido en el trance del combate.<br />
<br />
Peligro.<br />
<br />
Ladeó el torso antes de ser consciente de lo que estaba haciendo. Un disparo de rifle de francotirador falló por pocos centímetros, proveniente del pasillo al otro lado de la puerta en el extremo opuesto. No había sentido la presencia de su casi-asesino, sólo el disparo. El francotirador no intentó repetir el disparo. Sabiéndose percibido, huyó a una velocidad impresionante, sin duda apoyado por la Fuerza.<br />
<br />
"Qué cobarde es la gente aquí", pensó tranquilamente, como si no hubiera estado a un paso de la muerte hacia apenas unos segundos. Deliberó unos instantes, en los que evaluó su estado físico y mental.<br />
<br />
Se le ocurrió algo, pero necesitaba un lugar un poco más privado. Salió de la sala por donde había llegado la criatura vendada. Si había algún sitio tranquilo, con mayor probabilidad estaría por donde había pasado aquel ente. Torció un par de recodos, un poco al azar, un poco dejándose guiar por la Fuerza, sin detenerse.<br />
<br />
Luego habló con claridad, pero sin alzar la voz. <br />
<br />
-Tiempo privado<br />
*Descontado tiempo privado*<br />
-Quiero una habitación normal.<br />
*Aplicando*<br />
<br />
A su derecha se descorrió un panel, que daba a un pasillo estrecho (debía tener poco más de un metro de ancho por dos de largo). Al final había una habitación, en todo similar a la otra donde había estado.<br />
<br />
-Quiero hablar con mi contacto, Sira Levora.<br />
<br />
*Establecien-*<br />
<br />
-¡Amo Ide! -dijo, con voz angustiada- Pensé que iba a morir…<br />
<br />
Bajó la mirada. Parecía a punto de llorar. Pero aguantaba el tipo bastante bien. Ide aguardó a que se recompusiera. También parecía estar reflexionando. Una idea se abrió paso en su mente.<br />
<br />
-Pero ha ganado -levantó otra vez la vista. Ide había visto esa mirada antes, en Shadar IV. Cuando un adolescente aparentemente frágil sobrevivía (y triunfaba) ante enemigos terroríficos, alguna gente lo miraba así. Como si la actitud vagamente maternal que mostraba más de uno se diluyera en un torrente de incomprensión y respeto-. ¿Qué va a hacer ahora, señor? Porque verlo a usted es claramente desconcertante…<br />
<br />
¿Deconcertante? Sin duda, estaba algo perdido, dejando que los eventos llegaran a él, mientras encontraba a Morg... Pero... Estaba... ¿Disfrutando? ¿Se podía disfrutar la victoria sobre el Lado Oscuro?<br />
<br />
Descartó la idea por ahora, y se centró en Sira.<br />
<br />
-Sira. Es tan reconfortante oirte... Esto empieza a ser tedioso. Pero no tienes por qué preocuparte. Como ves guardo un par de ases en la manga -dijo, jovial, como contrarrestando un poco el aire preocupado de su interlocutora.<br />
<br />
Sira observó a Ide con la mirada perpleja, como animándolo a hablar. Al no contestar, tomó aire, demorándose deliberadamente en lo que parecía una especie de protocolo para dar al amo una ocasión de interrumpir, o de mirar mal, al esclavo que habla fuera de lugar. Al no hacer Ide nada de todo eso, comenzó a hablar de nuevo.<br />
<br />
-Eh… amo… ¿por qué no ha mirado todavía el Marcador? ¿Es que ya conoce a todos los participantes? -Su tono reverente sugería que esa era una posibilidad claramente plausible.<br />
<br />
-Eh… pues la verdad es que había pensado en que sería útil mirarlo, pero no le di la mayor importancia -dijo Ide con una sonrisa que denotaba cierta inocencia, haciéndole parecer por un momento el niño que aún era-. Espera un segundo. Te llamo pronto. O te veo pronto. <br />
<br />
Ide cortó la conexión. Dejó pasar un segundo y dijo: <br />
<br />
-Quiero ver el Marcador.<br />
<br />
Repasó la lista durante algunos instantes.<br />
<br />
<br />
<br />
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Dia 1, 2:30<br />
<br />
INDIVIDUAL<br />
<br />
373- Ilden Opress, Dama Mortal. Zabrak, de piel roja y tatuajes negros, lleva dos cimitarras retorcidas y usa “magia”.<br />
<br />
288 - Vun Fleel, el Nativo Amistoso. Dice haber crecido en Nar Shaddaa. Lleva un sable de luz verde, un rifle de francotirador y algunas granadas. Cuenta con el apoyo del público local.<br />
<br />
265 - Lekus Lekwine, Bailarina. Lleva un traje rojo ceñido y máscara blanca como de porcelana. Combate sin armas.<br />
<br />
243 - Gael-Yarr El Cazador Oscuro. Draethos. Lleva un montón de trampas, accesorios y chismes. Suele matar a distancia.<br />
<br />
129 - El Blindado Oscuro Lleva armadura negra y sable de luz rojo. Habla poco.<br />
<br />
180 - El Andrajoso. Lleva un traje de harapos grises y un sable de luz rojo. <br />
<br />
130 - Sholan Ka, la Hoja Voladora. Duros. Lleva una especie de discos metálicos voladores que lanza y guía con la Fuerza. Algunos de esos discos llevan explosivos.<br />
<br />
93 - Morg, el Droide Asesino. Droide de altura variable y habilidades múltiples.<br />
<br />
85 - Ide Kanor, El Jedi Quemado. Viste con túnica jedi y su rostro y brazos están llenos de cicatrices. Lleva un sable de luz naranja.<br />
<br />
82 - Ahurr, el Heresiarca. Viste con túnica negra y no parece llevar armas. Parece que mata místicamente a sus oponentes cuando los tiene delante. Excepto cuando no. No parece que ni él mismo sepa cuándo va a morir alguien cercano.<br />
<br />
40 - Glur, el Poder Verde, viste túnica roja con runas negras y máscara con cuernos. Lleva un bastón y lanza bolas de fuego verde.<br />
<br />
30 - Hur Wallon, El Guerrero del Amor. Lleva un escudo de mano y un híbrido de blaster gigante con bayoneta.<br />
<br />
15 - Pagda Herseek, Jedi Ladrona. Parece un pájaro gigante (bueno, de 1.3m). Lleva un sable de luz azul y huye de todo.<br />
<br />
6 - Kol Kiebes, El Lancero. Lleva una túnica similar al estilo jedi, pero en color verde oscuro; una banda blanca en la frente, y una especie de lanza con la punta retorcida.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
Equipos<br />
<br />
Hay aproximadamente cincuenta participantes que han formado equipo. Cada uno de los componentes es, o bien un cazarrecompensas, o algún tipo de trampero, o una especie de guerrero aumentado. <br />
<br />
Hay ocho equipos, de entre tres y siete participantes. <br />
El promedio de hak por componente es de 12.<br />
<br />
<br />
<br />
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------<br />
<br />
<br />
<br />
Había ganado 35 Hak al matar a la criatura vendada, pues antes tenía poco mas de cincuenta. Como le habían traspasado la mitad de los Hak del vencido, le hacía vencedor de una batalla con... Uno de los no favoritos. Parecía que el Blindado Oscuro estaba mucho mejor posicionado.<br />
<br />
Mientras pensaba, se preguntó por qué no habría hecho esto antes. Aunque claro, ahora parte del misterio se había perdido. Parte de la emoción...<br />
<br />
"Un Jedi no se deja guiar por sus emociones, sólo debe confiar en la Fuerza". La frase resonó en su cabeza como un repicar de campanas oído mil veces y grabado a fuego. Esto no era emocionante. Otra vez esa idea perturbadora de que estaba disfrutando con esto. Pero no tenía sentido, era un camino forzoso, todo parte del plan para...<br />
<br />
"Sira", recordó bruscamente.<br />
<br />
-Establecer comunicación con Sira Levora.<br />
<br />
*Estableciendo*<br />
<br />
-¿Amo? -Dijo Sira, con tono informal y respetuoso.<br />
<br />
-Vaya panorama -respondió él en tono poco serio.<br />
<br />
Sira hizo un gesto vago con las manos.<br />
<br />
-Siempre puede, ya sabe, irse -dijo con una sonrisa tímida-. Señor. En cuanto haga lo que sea que ha ido a hacer allí.<br />
<br />
De alguna manera, Ide fue consciente de que se sentía algo cansado. Miró el reloj que aparecía en la parte superior izquierda del Marcador. Las 2:30. Podía hacer una o dos cosas más, pero luego tendría que descansar. O reforzarse canalizando por su cuerpo la Fuerza Viva. <br />
<br />
Lo meditó durante unos instantes, dudando sobre si dormir o meditar. Suspiró, meditando el asunto durante unos instantes. Se sentó con las piernas cruzadas, visualizando el resonar de la Fuerza con su propio cuerpo, reforzando, guiando, dejando que se fortaleciera su conexión con la Fuerza Viva. <br />
<br />
Reparó las microrroturas musculares, alivió los tejidos cansados, eliminó los residuos celulares de toda la actividad del día. Y ahora, lo más complicado… reposar la mente. <br />
<br />
Había que mantener activa la parte de la mente que resonaba con la Fuerza, mientras el resto descansaba. Era como quitarse los anillos sin dejar de tocar una pieza sencilla. Lo había hecho muchas veces, bajo la atenta guía de Obi-Wan y Qui-Gon, pero en este entorno era ligeramente más difícil. Aunque no en la parte superior del Palacio del Dolor. Allí la Fuerza Viva resonaba vibrante, como la jungla…<br />
Un sonido, un instrumento de viento. Kwyna en el palacio, a dos mil kilómetros, se defendía de un intento de asesinato. Ide reposaba en cama, su piel cicatrizando despacio mientras Anakin acariciaba tiernamente la mejilla bajo el vendaje.<br />
<br />
Y entonces un guerrero con hacha le secciona el brazo. Están en el Laberinto Submarino. <br />
<br />
La Cámara de los Antiguos regeneró su brazo y los nervios de su piel, pero podría haberlo matado.<br />
<br />
El Consejo Jedi dijo que esa había sido su Prueba del Espíritu.<br />
<br />
La cara de Yoda, en primer plano, solemne: El Abismo contemplar, y entonces apartarse.<br />
<br />
Golpearon entre los tres al Guerrero Oscuro, en la Cámara Central. Kwyna se había recuperado tras perder brevemente la razón, poseída por la Fuerza VII<br />
<br />
Mace Windu hablaba con Cin Drallig: “La Forma VII es poderosa, pero lleva hasta la frontera con el Lado Oscuro. Exige una férrea determinación para apartarse a cada segundo de la Senda de la Destrucción.”<br />
<br />
Sira Levora vibraba con miedo bajo el vibrocuchillo. Los músculos del mercenario se agarrotaron durante un momento, y ella escapó.<br />
<br />
Vasht es mi nombre, salva a mi familia. Así habló el hombre felino. Cathar, es un cathar, se dijo Ide. <br />
<br />
Era un esclavo en casa de Keel Wolkan. Ya debe de estar muerto. La casa se derrumbó, y una columna cayó sobre su pecho.<br />
<br />
Guitarra clásica, casi sin acordes<br />
<br />
Delia limpiaba copas en la Flor Esquiva. Fijó su vista en el infinito mientras recordaba a Lionel. Amor, dolor, traición. Se acordó de Ide, de su mirada mientras le pedía que la sacara de Nar Shaddaa. <br />
<br />
Jocasta Nu, un faro de paz en los Archivos Jedi. El joven Ide, un lector tan educado, tan malherido, perdido cuatro años en un planeta salvaje, y lo mandan a Nar Shaddaa. La Fuerza todo lo puede, es cierto, pero con conocimientos todo es más fácil. Yo le daré conocimientos, dijo con la férrea determinación de una guitarra clásica.<br />
<br />
La gente a menudo olvidaba que Jocasta Nu había sido arqueóloga de campo, metiéndose en templos maléficos situados en planetas olvidados; recuperando artefactos sith y de otros grupos del Lado Oscuro. <br />
<br />
Una vez se plantó frente a seis guerreros, una joven de pelo oscuro con una banda de bibliotecario en la frente, a su espalda la mochila llena de volúmenes de sabiduría oscura sacadas de un templo krath. Tenía la mano en el sable de luz, y la voz muy tranquila. “No quiero mataros, me dais mucha pena.” <br />
<br />
Yo le daré conocimientos, repitió mientras ejecutaba una búsqueda tras otra, asistida por la Fuerza. La gente se ríe, se burla cuando piensan en un bibliotecario jedi. Me dan mucha pena. <br />
<br />
Había venido, como sabía que vendría, antes de su misión, un gesto noble para intentar recabar conocimiento antes de su misión. Y le dio el cristal, el fruto de dos días de trabajo.<br />
<br />
Está actualizado, dijo llanamente. No tenía sentido decir nada más. Excepto por lo último que dijo.<br />
<br />
Que la Fuerza te acompañe.<br />
<br />
Viento-metal<br />
<br />
Kwyna descansaba, a unos doscientos metros sobre Ide, en la misma postura. Ambos canalizaban la Fuerza de igual manera, apoyándose como antaño. Sólo que ya nada era como antes.<br />
<br />
La cara de Delia en La Flor Esquiva, hablando angustiada. Haz que Lionel cumpla su promesa, la que me hizo cuando nos separamos. Y sácanos de aquí, a Oloruu y a mí. Sácanos de Nar Shaddaa.<br />
<br />
Keel Wolkan atacado por un mercenario humanoide cubierto de blindaje y un trandoshano cubierto de cicatrices. Shawman y K'Rtahn. Keel sonríe torcidamente, mientras toca unos controles junto a su muñeca. Las esclavas junto a los atacantes tienen unos segundos de absoluto horror antes de explotar. En esos segundos, los esclavistas se ponen a cubierto. Luego, el techo cae.<br />
<br />
Fenel Fodel, hablando con voz inexpresiva. Me retienen… compromisos ineludibles. Quiero irme de Nar Shaddaa.<br />
<br />
Tu’Ala, comunicándose por correo electrónico. <br />
Letras blancas sobre fondo azulado, Ide podía escucharlas.Quiero que me prometas, por lo anteriormente dicho, que cuando vengas a verme tendremos sexo. Relaciones sexuales completas. <br />
Tendrás que decírselo en persona, antes de mañana por la tarde. El código de desactivación. Antes de mañana por la tarde. <br />
<br />
Ide y Vima en la Joya Gloriosa, hablando desapasionadamente sobre Arakosia.<br />
Esa noche Arakosia hizo cosas espectaculares. Y se deben principalmente a dos cosas. La primera es que la drogaron. <br />
Pero la droga sólo levanta inhibiciones. Es de suponer que, en principio, ella sería capaz de llevar a cabo... hazañas similares sin necesidad de sustancias añadidas.<br />
No siempre.<br />
Un diapasón<br />
<br />
Arakosia, desde la distancia: Sentí la Fuerza, maestro. Fluyendo por mi cuerpo. Pocas veces me siento tan centrada... como ahora, que peleo para salvar mi vida.<br />
<br />
<br />
Arakosia, peleando con su espada contra Ide en el jardín jedi. No se parecía en nada a la forma en la que había peleado con los hombres que habían intentado implantarla.<br />
<br />
El mejor violín de la galaxia.<br />
<br />
Anakin permanecía en trance mientras descansaba en su caza. Había estado rastreando a los Jinetes de la Tormenta durante dos días, y ahora había dado con su base. Pero estaba agotado, y había decidido meditar mientras permitía que la Fuerza Viva lo inundara con su fuerza reparadora.<br />
<br />
Ide, Ide, cómo te echo de menos. Que la Fuerza te acompañe, Ide. Que la Fuerza te acompañe, Anakin. <br />
<br />
¿Estás en peligro, Ide? ¿Va todo bien? Cuidado, Anakin. La base pirata te ha detectado. Los cazas están saliendo para matarte...<br />
<br />
Salió de la meditación en un instante, con la energía súbitamente al máximo. Una pirueta le permitió esquivar los misiles mientras ganaba el tiempo necesario. Poco más de un segundo, del que dedicó unas décimas para mandarle su amor a Ide, a través de la Galaxia.<br />
<br />
Viento-Metal<br />
<br />
La astronave era esencialmente un tetraedro alargado, de un color negro que reflejaba el espacio en todas direcciones, excepto por la parte trasera, que dejaba una estela azulada cuando rasgaba el espacio tan rápido como se podía imaginar. En su interior, oculta por la superficie reflectante, estaba Kwyna.<br />
<br />
Sólo había tardado una semana en construir la nave, sólo había tardado tres días en identificar a su presunto benefactor, sólo había tardado dos días en construir un nuevo sable de luz de color azul llameante. Sólo había tardado dos días en fabricar su nuevo brazo izquierdo, de una variante un poco más ligera del mejor ultracromo.<br />
<br />
Había hecho estas cosas con actividad febril, sin dormir, apenas comiendo, dejando que la Fuerza la guiara mientras hacía lo que más le gustaba, canturreando mientras trabajaba; inspirada, alerta, eficaz. <br />
<br />
No estaba segura de si esto era Oscuro o Luminoso, y además no le importaba lo más mínimo.<br />
<br />
<br />
Poco después, estaba en Nar Shaddaa, sobre una azotea, mirando el tráfico sin verlo mientras reflexionaba sobre los delincuentes y sus actividades ilegales. Aunque, por otra parte, en Nar Shaddaa no había leyes; ponderó mientras sostenía una bolsita de especia azul en su mano izquierda. La guardó con gesto pensativo.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
Tu’Ala, como un silencio en medio de la sinfonía.<br />
<br />
Tendrás que decírselo en persona, antes de mañana por la tarde. El código de desactivación. Antes de mañana por la tarde.<br />
<br />
Antes de mañana por la tarde.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
&& Y digamos que este es el final de la (extremadamente larga) primera parte. <br />
<br />
<br />
<br />
&& Pasamos a Las Entrañas del Palacio del Dolor :)<br />
% si hay 50 participantes en los grupos, a un promedio de 12 Hak cada uno, manejan, por definición, 600 Hak entre todos, no?<br />
&Seh, por ahí andarán. En promedio. <br />
<br />
[Dormir es más reparador, pero algo más arriesgado. Por cierto, aún está puesto el tiempo privado (que gasta 5 hak por hora) ]<br />
<br />
&satisfactorio, de momento. Quedan 8 puntos de Fatiga. Estado Emocional: calmado (código de color verde)<br />
<br />
&Oshe, en qué momento llamamos a esto “parte uno” y empezamos la dos? Digo, porque este documento ya es taco de grande… ;D<br />
<br />
% lo es. Cambiamos... Cuando lo diga el master xD por ahora descanso. O sea, intento usar la fuerza para descansar y tardar poco ^^<br />
<br />
<br />
<br />
[En la versión "libro" (esto es, cuando pasemos esto al wiki) idealmente debería ir la lista de participantes copiada, del estilo que sale en algunas novelas cuando pegan el contenido de una pantalla]<br />
<br />
&Por otra parte, tenía la intención de ir actualizando el marcador a medida que fuera muriendo gente; con lo &que no durará tal y como está ahora durante mucho tiempo. ¿Hago una copia de seguridad o algo? &¿Pegamos el marcador aquí?<br />
% Podemos incluso usar técnicas de cuando no había libros interactivos, que es copiar el marcador %TODAS LAS VECES xD<br />
&Ah, pues bien. Voy a pegarlo.</div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Ficha:Ide_KanorFicha:Ide Kanor2019-01-13T14:42:03Z<p>El Universo: </p>
<hr />
<div>{{FichaGURPSStarWars<br />
<br />
| Nombre = Ide Kanor<br />
| Fecha nacimiento = 21 de Marzo 41 aGR<br />
| Altura = 175cm<br />
| Peso = 70kg<br />
| Ojos = marrones (cambian a verdes cuando llueve)<br />
| Pelo = ~ (antes, castaño claro)<br />
| Apariencia = horrible (-4)<br />
<br />
| PdP/Disponibles = 19<br />
<br />
| Imagen = IdeKanorCoruscant.png<br />
<br />
| Fuerza/puntos = -10<br />
| Fuerza/valor = 9<br />
| Destreza/puntos = 45<br />
| Destreza/valor = 14<br />
| Inteligencia/puntos = 60<br />
| Inteligencia/valor = 15<br />
| Vigor/puntos = 20<br />
| Vigor/valor = 12<br />
<br />
| Ventaja/0/puntos = 5<br />
| Ventaja/0/nombre = Apariencia: +1 / guapo (no aplicable)<br />
| Ventaja/1/puntos = 5<br />
| Ventaja/1/nombre = Carisma: +1<br />
| Ventaja/2/nombre = Contacto: Gorgo el Hutt<br />
| Ventaja/3/nombre = Contacto: Belm Melble<br />
| Desventaja/0/nombre = Apariencia: -4 / horrible (por quemaduras masivas)<br />
| Rareza/0/puntos = -1<br />
| Rareza/0/nombre = Le gusta el silencio<br />
| Rareza/1/puntos = -1<br />
| Rareza/1/nombre = Le gusta la nieve<br />
| Rareza/2/puntos = -1<br />
| Rareza/2/nombre = Le dan miedo los depredadores grandes<br />
| Rareza/3/puntos = -1<br />
| Rareza/3/nombre = El silencio le relaja<br />
| Rareza/4/puntos = -1<br />
| Rareza/4/nombre = Los ojos cambian de marrón a verde cuando llueve<br />
| VentajaFuerza/0/puntos = 15<br />
| VentajaFuerza/0/nombre = Acrobacias<br />
| VentajaFuerza/1/puntos = 10<br />
| VentajaFuerza/1/nombre = Sable de Luz<br />
| VentajaFuerza/2/puntos = 15<br />
| VentajaFuerza/2/nombre = Diplomacia<br />
<br />
| Equipo/0/nombre = Sable láser (naranja)<br />
| Equipo/0/peso = 0.8<br />
| Equipo/1/nombre = Hololibro<br />
| Equipo/1/valor = 1190<br />
| Equipo/1/peso = 1<br />
| Equipo/2/nombre = Flauta polifónica<br />
| Equipo/2/valor = 850<br />
| Equipo/2/peso = 0.5<br />
| Equipo/3/nombre = Cinturón de Utilidades<br />
| Equipo/3/valor = 600<br />
| Equipo/3/peso = 4<br />
| Equipo/4/nombre = Comida para 3 días (concentrada)<br />
| Equipo/4/peso = 0.3<br />
| Equipo/5/nombre = Medpac<br />
| Equipo/5/valor = 100<br />
| Equipo/5/peso = 1<br />
| Equipo/6/nombre = Juego de Herramientas<br />
| Equipo/6/valor = 250<br />
| Equipo/6/peso = 1<br />
| Equipo/7/nombre = Batería de reserva<br />
| Equipo/7/valor = 20<br />
| Equipo/7/peso = 0.1<br />
| Equipo/8/nombre = Barra Luminosa<br />
| Equipo/8/valor = 10<br />
| Equipo/8/peso = 1<br />
| Equipo/9/nombre = Comunicador<br />
| Equipo/9/valor = 200<br />
| Equipo/9/peso = 0.1<br />
| Equipo/10/nombre = Respirador Aquata<br />
| Equipo/10/valor = 350<br />
| Equipo/10/peso = 0.2<br />
<br />
| CategoriaPeso = 0 (Nula)<br />
<br />
| Fuerza/percibir/fisica/puntos = 1<br />
| Fuerza/percibir/fisica/valor = 13<br />
| Fuerza/controlar/fisica/puntos = 1<br />
| Fuerza/controlar/fisica/valor = 13<br />
| Fuerza/alterar/fisica/puntos = 2<br />
| Fuerza/alterar/fisica/valor = 14<br />
<br />
| Fuerza/percibir/viva/puntos = 2<br />
| Fuerza/percibir/viva/valor = 14<br />
| Fuerza/controlar/viva/puntos = 2<br />
| Fuerza/controlar/viva/valor = 14<br />
| Fuerza/alterar/viva/puntos = 2<br />
| Fuerza/alterar/viva/valor = 14<br />
<br />
| Fuerza/percibir/unificadora/puntos = 2<br />
| Fuerza/percibir/unificadora/valor = 14<br />
| Fuerza/controlar/unificadora/puntos = 2<br />
| Fuerza/controlar/unificadora/valor = 14<br />
| Fuerza/alterar/unificadora/puntos = 2<br />
| Fuerza/alterar/unificadora/valor = 14<br />
<br />
| Habilidad/0/tipo = FN<br />
| Habilidad/0/nombre = Sable de luz<br />
| Habilidad/0/puntos = 24<br />
| Habilidad/0/valor = 18<br />
<br />
| Habilidad/1/tipo = FD<br />
| Habilidad/1/nombre = Acrobacias<br />
| Habilidad/1/puntos = 2<br />
| Habilidad/1/valor = 13<br />
<br />
| Habilidad/2/tipo = MD<br />
| Habilidad/2/nombre = Diplomacia<br />
| Habilidad/2/puntos = 2<br />
| Habilidad/2/valor = 14<br />
<br />
| Habilidad/3/tipo = FF<br />
| Habilidad/3/nombre = Pelea<br />
| Habilidad/3/puntos = 1<br />
| Habilidad/3/valor = 14<br />
<br />
| Habilidad/4/tipo = FD<br />
| Habilidad/4/nombre = Redirigir<br />
| Habilidad/4/puntos = 1<br />
| Habilidad/4/valor = 12<br />
<br />
| Habilidad/5/tipo = MN<br />
| Habilidad/5/nombre = Elocuencia<br />
| Habilidad/5/puntos = 1<br />
| Habilidad/5/valor = 14<br />
<br />
| Habilidad/6/tipo = MF<br />
| Habilidad/6/nombre = Política<br />
| Habilidad/6/puntos = 1<br />
| Habilidad/6/valor = 15<br />
<br />
| Habilidad/7/tipo = MN<br />
| Habilidad/7/nombre = Liderazgo<br />
| Habilidad/7/puntos = 1<br />
| Habilidad/7/valor = 14<br />
<br />
| Habilidad/8/tipo = MF<br />
| Habilidad/8/nombre = Buenos modales<br />
| Habilidad/8/puntos = 0.5<br />
| Habilidad/8/valor = 14<br />
<br />
| Habilidad/9/tipo = MD<br />
| Habilidad/9/nombre = Táctica<br />
| Habilidad/9/puntos = 1<br />
| Habilidad/9/valor = 13<br />
<br />
| Habilidad/10/tipo = MD<br />
| Habilidad/10/nombre = Estrategia<br />
| Habilidad/10/puntos = 0.5<br />
| Habilidad/10/valor = 12<br />
<br />
| Habilidad/11/tipo = MN<br />
| Habilidad/11/nombre = Cultura Local (República)<br />
| Habilidad/11/puntos = 0.5<br />
| Habilidad/11/valor = 13<br />
<br />
| Habilidad/12/tipo = MN<br />
| Habilidad/12/nombre = Cultura Local (Hutt)<br />
| Habilidad/12/puntos = 0.5<br />
| Habilidad/12/valor = 13<br />
<br />
| Habilidad/13/tipo = MN<br />
| Habilidad/13/nombre = Cultura Local (Galmia)<br />
| Habilidad/13/puntos = 7<br />
| Habilidad/13/valor = 18<br />
<br />
| Habilidad/14/tipo = MD<br />
| Habilidad/14/nombre = Control Emocional<br />
| Habilidad/14/puntos = 2<br />
| Habilidad/14/valor = 14<br />
<br />
| Habilidad/15/tipo = MD<br />
| Habilidad/15/nombre = Meditación<br />
| Habilidad/15/puntos = 2<br />
| Habilidad/15/valor = 14<br />
<br />
| Habilidad/16/tipo = MD<br />
| Habilidad/16/nombre = Ingeniería (NT6) (Energía)<br />
| Habilidad/16/puntos = 0.5<br />
| Habilidad/16/valor = 12<br />
<br />
| Habilidad/17/tipo = MD<br />
| Habilidad/17/nombre = Medicina (humanos)<br />
| Habilidad/17/puntos = 2<br />
| Habilidad/17/valor = 14<br />
<br />
| Habilidad/18/tipo = MD<br />
| Habilidad/18/nombre = Matemáticas<br />
| Habilidad/18/puntos = 0.5<br />
| Habilidad/18/valor = 12<br />
<br />
| Habilidad/19/tipo = MN<br />
| Habilidad/19/nombre = Xenobiología<br />
| Habilidad/19/puntos = 0.5<br />
| Habilidad/19/valor = 13<br />
<br />
| Habilidad/20/tipo = MF<br />
| Habilidad/20/nombre = Informática<br />
| Habilidad/20/puntos = 0.5<br />
| Habilidad/20/valor = 14<br />
<br />
| Habilidad/21/tipo = MD<br />
| Habilidad/21/nombre = Detectar mentiras<br />
| Habilidad/21/puntos = 1<br />
| Habilidad/21/valor = 13<br />
<br />
| Habilidad/22/tipo = MF<br />
| Habilidad/22/nombre = Cocinar<br />
| Habilidad/22/puntos = 0.5<br />
| Habilidad/22/valor = 14<br />
<br />
| Habilidad/23/tipo = MN<br />
| Habilidad/23/nombre = Escritura<br />
| Habilidad/23/puntos = 0.5<br />
| Habilidad/23/valor = 14<br />
<br />
| Habilidad/24/tipo = MD<br />
| Habilidad/24/nombre = Instrumento musical (flauta)<br />
| Habilidad/24/puntos = 1<br />
| Habilidad/24/valor = 13<br />
<br />
| Habilidad/25/tipo = MN<br />
| Habilidad/25/nombre = Armería (sable de luz)<br />
| Habilidad/25/puntos = 1<br />
| Habilidad/25/valor = 14<br />
<br />
| Habilidad/26/tipo = MN<br />
| Habilidad/26/nombre = Idioma (Shadariano)<br />
| Habilidad/26/puntos = 7<br />
| Habilidad/26/valor = 15<br />
<br />
| Habilidad/27/tipo = MN<br />
| Habilidad/27/nombre = Orientación<br />
| Habilidad/27/puntos = 0.5<br />
| Habilidad/27/valor = 13<br />
<br />
| Estilo/0/nivel = Base<br />
| Estilo/0/nombre = Forma I<br />
| Estilo/0/puntos = 15<br />
| Estilo/1/nivel = Base<br />
| Estilo/1/nombre = Forma V<br />
| Estilo/1/puntos = 15<br />
| Estilo/1/defensa = +3<br />
| Estilo/1/ventajas/0 = En lugar de AT, competición de FR o VG contra FR o VG, el que pierda no puede atacar en siguiente asalto <br />
| Estilo/1/ventajas/1 = Tras DF con éxito puede intentar Redirigir<br />
<br />
| Forma/0/nombre = Sokan <br />
| Forma/0/puntos = 10<br />
| Forma/0/ataque = +3 / +6 / +9<br />
| Forma/0/ventajas/0 = Ataque extra con SL+3 si el oponente está a más de 90 cm por debajo del usuario.<br />
| Forma/0/ventajas/1 = Ataque extra con SL+6 si el oponente carga corriendo hacia el usuario.<br />
| Forma/0/ventajas/2 = Ataque extra con SL+9 si el oponente carga saltando.<br />
<br />
| Maniobra/0/tipo = N<br />
| Maniobra/0/default = SL-4<br />
| Maniobra/0/nombre = Asalto con la Fuerza<br />
| Maniobra/0/puntos = 4<br />
| Maniobra/0/valor = 15<br />
| Maniobra/1/tipo = F<br />
| Maniobra/1/default = SL-3<br />
| Maniobra/1/nombre = Golpe localizado<br />
| Maniobra/1/puntos = 4<br />
| Maniobra/1/valor = 4<br />
| Maniobra/2/tipo = N<br />
| Maniobra/2/default = SL-3<br />
| Maniobra/2/nombre = Ataque habilidoso<br />
| Maniobra/2/puntos = 4<br />
| Maniobra/2/valor = 17<br />
| Maniobra/3/tipo = F<br />
| Maniobra/3/default = PEL-1<br />
| Maniobra/3/nombre = Rodillazo<br />
| Maniobra/3/puntos = 0.5<br />
| Maniobra/3/valor = 14<br />
<br />
}}</div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=La_Aprendiz_IILa Aprendiz II2015-07-23T18:04:47Z<p>El Universo: /* Flashback */</p>
<hr />
<div><br />
'''Coruscant, 10 de Abril, 8:30 de la mañana'''<br />
La primera que llegó a la mente de Ide cuando abrió los ojos cayó como una roca sobre él: "por la Fuerza, tengo una padawan". Esto implicaba, entre otras cosas, que su propio entrenamiento sería más complicado.<br />
<br />
Tocó en la puerta de Anakin, pues aunque quería desayunar rápido para llegar un poco más temprano a su clase de política con Jocasta Nu, le apetecía charlar un rato con él. Siempre le alegraba un poco el día.<br />
<br />
-Ayer lo resolví. Hoy se muda a estos dormitorios -comentó Ide.<br />
<br />
-Entre el tuyo y el mío, ¿eh? -dijo, con voz socarrona- La de cosas que va a escuchar tu padawan por las noches...<br />
<br />
-Esto... tendrás que gritar menos -dijo, mirando hacia los lados, como si Arakosia fuera a aparecer en cualquier momento -. Además, ahora que lo recuerdo, ¿quién era el que tenía pretensiones con Arakosia? -dijo Ide con una media sonrisa malvada-. En cualquier caso no sé dónde la asignarán, la he mandado al droide administrativo.<br />
<br />
Anakin puso cara de indignación fingida:<br />
<br />
-Oh, ''vaya''. Yo sólo dije que ''alguien'', quien sea, debería hacerle un poco de terapia sexual a esa chiquilla. No dije que pudiera ser yo. Aunque ''podría'' ser yo. Y pensé que ''sabrías'' que la habitación al lado de un caballero suele estar reservada para su padawan - levantó cuatro dedos para contar y los movió por turno-. Así que estamos tú, tu padawan; yo, mi padawan (de momento vacante); Habitación Vacía, el padawan de Habitación Vacía; Kit Fisto, Nahdar Vebb... -sus cejas se movieron mientras intentaba hacer memoria- Y así todo el tiempo. Bueno, hay excepciones, pero...<br />
<br />
-Bueno, bueno -cortó Ide, fingiendo también despecho- perdona que yo no esté taaan enterado de todo lo que pasa en el Templo. No todos somos tan populares como tú -guiñó-. Además, ni siquiera he tenido tiempo de andar por ahí cotilleando, con todo lo de Zhur Garin y luego lo de Despayre. Y en cualquier consejo, la terapia sexual no tiene por qué cancelarse.<br />
<br />
Algo llegó de repente a la mente de Anakin. Su rostro quedó serio.<br />
<br />
-Por cierto, el consejo ha decidido asignarme una misión. Esta tarde me marcho a Mantooine -sonrió levemente-. Creo que en esta misión voy a tener que pilotar mucho, me lo voy a pasar muy bien -su sonrisa se hizo más amplia. Luego, disminuyó-. Creo que tendré tiempo de venir a despedirme, pero si no...<br />
<br />
-No te preocupes -le respondió, al tiempo que le echó la mano al hombro, casi como para abrazarlo-. Yo espero salir esta noche para Nar Shaddaa.<br />
<br />
Sus ojos, llenos de amor; su corazón, henchido de ternura; su voz, cálida y firme:<br />
<br />
-Que la Fuerza te acompañe, Ide.<br />
<br />
-Que la Fuerza te acompañe, Anakin.<br />
<br />
Ide dejó a Anakin en su dormitorio, y, tras desayunar brevemente se dirigió a la biblioteca para terminar con sus clases de política a tiempo para ver a Arakosia a la hora acordada. Lo cual le recordó que necesitaba un plan de trabajo para la niña.<br />
<br />
Por la Fuerza, tenía una padawan.<br />
<br />
==Primeras lecciones==<br />
<br />
Ide llegó a la sala de entrenamiento acordada cinco minutos antes de lo previsto. Arakosia estaba sentada con las piernas cruzadas, de espaldas a la puerta. Había vaciado su mente por completo, y respiraba despacio. Su pelo estaba recogido en una especie de moño alto, a excepción de una trencilla de padawan decorada con pequeñas piedras de colores suaves.<br />
<br />
Ide miró alrededor. Era una sala de entrenamiento típica, con un holoproyector (seguramente conectado a la biblioteca) cerca de una de las paredes, algunos droides de entrenamiento cerca de otra de las paredes, un armarito en la tercera pared y los controles de la sala al lado de la puerta. El resto era espacio vacío, y la padawan se había sentado justo en medio. No se podía decir que su presencia llenara el cuarto; más bien era Arakosia la que se había integrado en la habitación, haciéndose parte de ella.<br />
<br />
La rodeó, procurando no perturbar su meditación. Se sentó en el suelo a media distancia de ella, y esperó a que terminara.<br />
<br />
Sus ojos permanecían cerrados suavemente, con la expresión serena. Una arruga apareció en su frente. Ide se supo percibido. Pudo ver que ella estaba intentando determinar la distancia a la que se encontraba su maestro. Hizo un gesto de sorpresa. Tímidamente, abrió un ojo. Luego, abrió el otro. No estaba segura de haberlo hecho bien.<br />
<br />
-Creo que vas a ser una buena Jedi -dijo Ide, cálido y solemne a la vez. No podía evitar sentirse como en una negociación con un grupo amistoso siempre que hablaba con Arakosia-. Como tu maestro, es mi responsabilidad que así sea. No me importa que estuvieras encerrada en el Lado Oscuro mucho tiempo. Esto es tu entrenamiento como Jedi, al que has venido voluntariamente y que te llevará a la Fuerza por el camino de los Jedi. <br />
<br />
Hizo una pausa.<br />
<br />
-Templanza, calma, paz. Ese es nuestro camino a la Fuerza. Hay más, no tengo que explicártelos. Pero no te dejes engañar: no son mejores, ni más fuertes, ni te hacen más poderoso. Sólo son más rápidos, y tienen el coste de tu energía vital -hizo una pausa dramática-. Y a veces, el precio que hay que pagar es tu propia vida.<br />
<br />
Ide pensó en Stam, a punto de morir en aquella cocina de la casa de Zhur Garin, y en él mismo buscando en la Fuerza su corazón, inerte por la descarga eléctrica que, pensada para atacar a Ide, había acabado por consumirle a él. Y en su calma cuando dijo "late", y el corazón latió. <br />
<br />
-Ahora que conoces el Lado Luminoso ¿cómo ves tu propio camino a la Fuerza, joven padawan?<br />
<br />
-El único camino que tiene sentido, o sea, para mí, quiero decir... -titubeaba, sin saber si esto era una prueba o qué. Pero la expresión serena de Ide disipó sus miedos- ...para mí el único camino que tiene sentido es el que trae la paz y el bien. Es... quiero decir... el universo es un sitio con muchas cosas malas, y las cosas malas se alimentan a sí mismas, y la gente sufre... -se detuvo, titubeando. Ide la animó a seguir con un asentimiento de cabeza- ...pero las cosas buenas también traen otras cosas buenas, y la gente es feliz... Tal y como yo lo veo, lo que hacen los jedi es, hum... hacer que las cosas pasen de ser malas a ser buenas.<br />
<br />
Dejó de hablar, con un poco de vergüenza. Se notaba que quería bajar la mirada, pero la mantuvo fija en Ide. <br />
<br />
-No existen las cosas buenas, ni las cosas malas, padawan.<br />
<br />
Arakosia se extrañó.<br />
<br />
-Este... ¿no?<br />
<br />
-No. Sólo existen los sentimientos y las emociones. Unas son agradables y otras menos.<br />
<br />
-Pero, este... ¿y el odio y el tráfico de esclavos y esas cosas...? ¿No son malas?<br />
<br />
-El odio hace sufrir a quien lo siente, y a los que tiene a su alrededor. El tráfico de esclavos enturbia la mente del esclavo, y le hace odiar a su dueño, y tener miedo de él, y a veces miedo de perder la vida.<br />
<br />
-Este... ¿y entonces a los jedi no les importa el tráfico de esclavos?<br />
<br />
-A los jedi les importa que la gente sufra. El tráfico de esclavos no es malo en sí, es indeseable porque genera mucho sufrimiento y mucho dolor.<br />
<br />
-Entonces, el sufrimiento y el dolor son malos -dijo, más convencida del terreno que pisaba-. Y los jedi deben impedir que la gente sufra, hum, o que le duelan las cosas.<br />
<br />
-Hasta donde podamos, sí. ¿Te gusta el dolor? ¿Te gustaría que Anakin sufriera?<br />
<br />
-Em. No -estaba un poco turbada-. Hum. Pero -pensó durante un instante-. Y si hubiera una máquina a punto de destruir una ciudad y yo pudiera pararla, pero, ehm, por ejemplo, rompiéndole una pierna a Anakin, ¿no tendría que hacerlo?<br />
<br />
-¿Harías daño a Anakin por algo que no es culpa suya? ¿Y si tuvieras que matar a Anakin, lo matarías para salvar a la ciudad? Supón que tu enemigo te obliga a matar a Anakin para desactivar la máquina de destrucción. ¿Confiarías en tu enemigo? ¿Elegirías el dolor? A veces el dolor se ofrece como una vía rápida para solucionar tus problemas, pero, recuerda lo que tú misma has dicho: el dolor suele generar más dolor. ¿O acaso romperle una pierna a Anakin no te haría sufrir a ti?<br />
<br />
-Em, pues sí, claro, pero -estaba perdiendo parte de su timidez- pero lo haría por la gente, me lo haría a mí misma si fuera necesario, yo... -parecía un poco angustiada-. Todo esto que aprendemos, que sabemos hacer, lo hacemos por la gente, ¿no? ¡Por la Galaxia! Si fuera yo la que está atada a la máquina, te diría, ¡adelante! ¡Salva a esa gente!<br />
<br />
-¿Te das cuenta de la diferencia? Tú hablas del sacrificio, de entregar tu propia vida por la gente, por la Galaxia. Matar a alguien, por la causa que sea, es sencillamente matar a alguien. <br />
<br />
-¡Pero lo hacen! ¡Los jedi a veces lo hacen! ¡Y Anakin querría que lo hiciéramos! ¡Preguntémosle!<br />
<br />
Ide levantó la mano, como indicándole que meditara sobre eso. Sondeó a Arakosia, y la encontró paradójicamente apasionada y serena. Determinada. Ide dejó que transcurrieran los segundos. Sintió un extraño flujo en la Fuerza que atravesaba Arakosia, y la mirada de ésta se volvió vidriosa durante un instante.<br />
<br />
-No confundas el sacrificio con el asesinato, padawan.<br />
<br />
-¡Pero si no lo confundo! ¿Pero acaso no tendremos que elegir? ¿Dejamos morir a toda la ciudad, entonces?<br />
<br />
-Es la Fuerza la que nos guía en cada momento. Pero tenemos que hacerle las preguntas correctas. Si la persona que está atada a la máquina no se quiere sacrificar, la pregunta es, ¿asesinarías a una persona inocente para solucionar tu problema? ¿No habría otra forma de detener la máquina? ¿No podrías, por ejemplo, destruirla?<br />
<br />
-Es parte del planteamiento del problema. Si la máquina se puede detener pulsando un botón que tengo en la mano, pues claro, no hace falta. Pero la pregunta es otra.<br />
<br />
Se quedó un momento pensando, con visible frustración en el rostro.<br />
<br />
-Nunca hay una única pregunta, padawan.<br />
<br />
-La pregunta era: ¿hay que dejar que nuestro apego por alguien nos impida hacer lo que tenemos que hacer? ¿Y si matar a uno es la única manera de salvar a millones?<br />
<br />
-No hablaba del apego, ni de los lazos sentimentales. Anakin es tan parte del universo como cualquier otro ser. Te hablaba de la muerte, y del dolor. Supón que asesinas a una persona para salvar a millones. Si esta persona era la que iba a destruir la ciudad, es evidente: tienes que detenerla, incluso aunque le cueste la vida. Si esta persona es un inocente, y quiere sacrificarse, entonces es su decisión. Si esta persona es inocente, y eres tú la que tiene que decidir... entonces será tu decisión.<br />
<br />
Ide remarcó las últimas palabras.<br />
<br />
-Los jedi defendemos la vida ante todas las cosas, y hay veces que no es fácil hacerlo.<br />
<br />
Ella parecía muy feliz. Sonrió.<br />
<br />
-Es el mejor trabajo del Universo. <br />
<br />
-Es difícil, te lo aviso. Por eso has de estar preparada.<br />
<br />
No dijo nada más, pero Ide dejó escapar una sonrisa de orgullo.<br />
<br />
<br />
El resto de la mañana la pasaron sentados el uno frente al otro, meditando, controlando sus emociones, a veces sobre conceptos abstractos como la felicidad o la pena y a veces sobre problemas concretos que Ide iba sacando de su memoria, acertijos o historias que había escuchado de Yoda, Qui-Gon u Obi-Wan.<br />
<br />
Ella se dejaba llevar, participaba de forma entusiasta en todo lo que Ide le proponía, respondió lo mejor que supo a todos los acertijos, e invocaba principios generales del Lado Luminoso cuando no sabía muy bien qué decir.<br />
<br />
Ide estaba contento con su primera mañana como maestro. Cuando fueron a comer, procuró mantener una conversación menos formal, sobre los recuerdos de Arakosia antes y después del templo submarino de Shadar IV. Arakosia debía enfrentarse a su pasado, poco a poco, e Ide quería saber más de él.<br />
<br />
Confianza. Como decía Obi-Wan: el vínculo más importante entre maestro y discípulo. Confianza.<br />
<br />
==Flashback==<br />
<br />
Sus recuerdos de después del templo submarino no se extendían más allá de algunas semanas. Había gozado de la hospitalidad del Palacio Real de Galmia, viviendo por primera vez sin miedo desde hacía años.<br />
Sus recuerdos de antes...<br />
<br />
{{flashback | Me raptaron poco después de mi sexto cumpleaños. Recuerdo la casa de mis padres... era de madera, tallada en un gran vegetal esferoide, y estaba cerca del mar. Todo estaba cerca del mar, aquello era una isla pequeña. Había otras islas cerca, en una de ellas estaban los abuelos. Mi padre decía que no había que aventurarse en el mar, porque todo el tiempo había tormentas impredecibles y horribles corrientes que podían hundir cualquier tipo de embarcación.<br />
<br />
Sólo se podía viajar cuando lo aprobaba un Sabio. El Sabio de nuestra isla se llamaba Ku-Hai-Wieth, y era un hombre robusto de unos cuarenta años, de trato afable y risa fácil. Todos los días, Ku-Hai-Wieth llamaba a las puertas de los pescadores.<br />
<br />
Todos los días, el Sabio recibía el mismo saludo:<br />
<br />
- Bienhallado el Sabio que conoce la Corriente.<br />
<br />
- Bienhallados los que en la Corriente viven.<br />
<br />
-¿Se nos permitirá hoy movernos por el mar?<br />
<br />
-La Corriente no se opone.<br />
<br />
A veces, el pescador no preguntaba si podrían moverse por el mar, sino que preguntaba cualquier otra cosa. Por ejemplo, una vez mi padre preguntó: "¿Se encuentran mis padres bien de salud?", porque había tenido un sueño en el que su padre era atacado por un rheesh salvaje. Y Ku-Hai-Wieth se marchó, y volvió un rato después con la respuesta, que mi abuelo estaba herido pero viviría. Y ese día mi padre no fue a pescar, porque no es educado hacerle a los Sabios más de una pregunta por día.<br />
<br />
Y a veces el Sabio decía: "La Corriente no lo permitirá", y todos los pescadores se quedaban en tierra. A veces, decía: "A ti no te lo permitirá", y ese hombre no salía a pescar aquel día, porque la Corriente es caprichosa a veces.<br />
<br />
Mi padre, por tanto, preguntaba al Sabio todos los días, y junto al Sabio y los otros pescadores volvía con pescado para todo el pueblo.<br />
<br />
Mi madre, mientras tanto, junto a las otras mujeres cuidaba del huerto común. No la recuerdo bien. Recuerdo que sus manos eran callosas y tiernas conmigo, y sus ojos mirándome con aprobación cuando ayudaba a andar a mi hermano pequeño. Y su sonrisa. Sonreía mucho, porque era muy feliz.<br />
<br />
Y yo. }}<br />
<br />
<br />
Ide dejó a su padawan con algunos ejercicios de meditación y de control de sus emociones para la tarde. Amén de algo de tiempo libre, pues seguro que estaba deseando ir al clan Rancor a contarle a Tally y al resto de sus amigos todo lo que había pasado.<br />
<br />
==Preparativos==<br />
<br />
Había avisado a Arakosia sobre sus planes inmediatos. Él tenía que salir de camino a Nar Shaddaa, y ella le acompañaría.<br />
<br />
Le preocupaba un poco la seguridad de la niña, pero estaba seguro de que en caso de necesitarlo sabría defenderse. Ide sabía que, en el pasado, su defensa se había apoyado en el Lado Oscuro. Pero era tal la fuerza con la que Arakosia huía del reverso tenebroso...<br />
Creía en ella. Era su padawan. Y algo le decía que podía estar tranquilo al respecto.<br />
<br />
Tras las clases de vuelo, Ide solicitó un piloto en el mostrador correspondiente. Aún no había acabado de darle los datos al droide administrativo, cuando Lionel Goran se acodó sobre el mostrador.<br />
<br />
-¿No hay ninguna misión para mí? ¡Anda, si es Ide Kanor! ¿Andas buscando piloto?<br />
<br />
Casualidad. La Fuerza. Lionel Goran mirando desde la cantina. Cualquiera sabe.<br />
<br />
Luego se acercó a la biblioteca a obtener alguna información rápida sobre la luna. No esperaba gran cosa, pero le tranquilizaba poder repasar algo sobre el sitio a donde iba durante el viaje, y tener información en su hololibro en caso de necesitarla.<br />
<br />
Jocasta Nu estaba esperando en la biblioteca. No es que estuviera sin hacer nada (esa mujer nunca estaba sin hacer nada), pero cuando Ide llegó, ya tenia un chip de datos listo para él. Antes de que abriera la boca, ella se lo señaló, mientras sonreía como una abuelita regalando un dulce.<br />
<br />
-Está actualizado.<br />
<br />
-Pero no hacía falta que...<br />
<br />
-Ts, ts. No digas nada. Y que la Fuerza te acompañe.<br />
<br />
Ide sonrió, y se marchó a buscar a su padawan.<br />
<br />
==Pruebas==<br />
<br />
Se guió por la extraña sensación que emanaba de ella. La sentía como... Ide no pudo precisarlo. Algo semiolvidado.<br />
<br />
Ide los oyó en la distancia, antes de llegar. En uno de los jardines, el clan Rancor celebraba animadamente que otro más de los suyos había sido elegido por un maestro. Un par de docenas de chicos de diversas edades rodeaba a Arakosia, quien, ruborizada, los escuchaba hablar con una sonrisa radiante.<br />
<br />
Tallisibeth se puso de puntillas y le habló al oído. Señaló a Ide, y la mirada de Arakosia lo alcanzó. Aunque parecía imposible, su sonrisa se hizo mayor.<br />
<br />
El resto del Clan Rancor lo vio segundos después. En cinco segundos, todos se habían marchado. Tallisibeth fue la única que se cruzó con Ide, los demás optaron por rutas que no se cruzaran con la suya.<br />
<br />
-Saludos, maestro -dijo mientras bajaba ligeramente la cabeza-. Arakosia está muy feliz.<br />
<br />
Ide hizo una inclinación paralela, y dedicó una sonrisa a la pequeña.<br />
<br />
-Sé que has cuidado bien de ella. Te lo agradezco.<br />
<br />
Acarició el pelo de la chiquilla, y tras sonreir a modo de despedida, siguió caminando. Arakosia lucía unas botas nuevas, y al parecer también le habían conseguido un nuevo cinturón de utilidades. Y una... hum... una ''vaina'' para su espada.<br />
<br />
Ide no entendía muy bien la utilidad de ese aparato de metal, pesado y poco manejable. Miró la vaina de la chica.<br />
<br />
-¿Seguro que quieres llevar eso? -dijo, señalando la vaina que colgaba a su espalda. Se dio cuenta de que si estuviera colgada de la cintura llegaría hasta el suelo-. ¿No estarías mejor con un sable de luz de entrenamiento?<br />
<br />
-Hum... bueno, yo pensaba que mientras tanto... ¿No puedo aprender a usar las dos cosas?<br />
<br />
Ide se llevó la mano a la barbilla, en un gesto pensativo. No se había parado a pensar en que la niña ya sabía luchar, y que probablemente se sentiría más segura con su espada.<br />
<br />
-Supongo que por ahora valdrá. ¿Y puedes deflectar disparos de bláster y parar un sable de luz con ella?<br />
<br />
-Pues no sé, nunca he probado. Pero la bibliotecaria, una señora mayor un poco seca, no sé si la conoces, me ha dicho que antiguamente todos los caballeros jedi llevaban una de estas.<br />
<br />
Ide recordó fugazmente la pelea con los antiguos compañeros de Arakosia en el templo submarino de Galmia. Claro que podía parar un sable de luz. Las armas de los chicos lo habían parado. Ide había escuchado hablar del acero mandaloriano. La pregunta era por qué ese tipo, Darth Maul, había dotado a sus discípulos con estas cosas.<br />
<br />
Claro que Ide conocía a Jocasta Nu, la bibliotecaria. ''Un poco seca...'' Con Ide era encantadora. Parece ser que no era la norma.<br />
<br />
-Está bien. Cogeré algún pequeño droide bola de entrenamiento y probaremos durante el viaje. Mucho me temo que lo vas a necesitar. Sobre lo del sable de luz... veamos lo que sabes hacer.<br />
<br />
Con una expresión serena, Ide se colocó en una posición más de meditación que de combate. Echó la mano a su sable de luz, y lo encendió, colocándose lentamente y sin florituras en la posición de ataque de Shien.<br />
<br />
El jardín se había vaciado. Los niños se habían ido para dejar solos a maestro y padawan, aunque Ide creyó percibir a Tallisibeth en una de las esquinas del claustro que lo rodeaba. El sol estaba cayendo. Con el sable naranja cogido con las dos manos, con la hoja mirando hacia atrás y la empuñadura encima de su cabeza, esperó al ataque de su padawan.<br />
<br />
Ella no se acababa de decidir. Ni siquiera extrajo la espada.<br />
<br />
-Ma... estro... ¿Y si te hago daño?<br />
<br />
-Mientras no me cortes la cabeza, Yoda no se enfadará -bromeó.<br />
<br />
-Bueno... -la resolución hizo brillar sus ojos al sol- Vale.<br />
<br />
<br />
Extrajo la espada de su vaina con un solo movimiento seco, que hizo que ambos, espada y vaina emitieran un sonido parecido al de un diapasón. Con una leve sorpresa, Ide comprendió que a eso se parecía la impronta en la Fuerza de Arakosia. Era sutil, hasta que lo tenías encima...<br />
<br />
Ella sujetaba la hoja en un angulo extraño, descendente, que apuntaba a alguna parte entre las caderas de Ide. Se notaba en la resonancia contenida que había pasado mucho tiempo aprendiendo a purgar la rabia de su forma de pelear.<br />
<br />
-Maestro. A un enemigo superior que está esperando mi ataque... -sonrió, de una forma que a Ide le pareció encantadora- no lo ataco.<br />
<br />
-Yo no ataco a mi enemigo hasta que no es estrictamente necesario. Lo cual normalmente implica que su sable se está acercando a alguna parte de mi cuerpo con la intención de cortarla en pedacitos.<br />
<br />
Ide se mantenía impasible en su posición incial.<br />
<br />
-Bien, vale. <br />
<br />
Se acercó, con un paso y medio, y un giro en el que pasó su espada de mano a mano, de forma que la punta pasó de estar incongruentemente lejos a estar casi alojada en el muslo de Ide. Sin esfuerzo, Ide giró el sable de luz como para cortar el tercio exterior de la espada.<br />
<br />
Con una nube de chispas, lo desvió. No perdió ni una molécula de metal. Algo resonaba en la Fuerza. Algo... difícil de localizar.<br />
Arakosia retrocedió dos pasos, esperando un contraataque que no llegó. Ide todavía estaba evaluando. Un segundo después, se encogió y giró sobre sí misma, con la espada extendida. Su juego de piernas era excelente, y le permitía atacar usando todo o parte del peso de su cuerpo.<br />
<br />
Su estilo, no obstante, asumía un adversario más agresivo. Se le notaba que no estaba acostumbrada a tomar la iniciativa. Pero improvisaba bien.<br />
<br />
El leve sonido de diapasón, que Ide no supo distinguir proveniente de la espada o de la propia Arakosia, invadía el jardín. A su forma, era tan hipnótico como el zumbido de un sable de luz.<br />
<br />
Las hojas se volvieron a encontrar, a la altura de la rodilla retrasada de Ide, y otra vez más a la altura de su hombro. Barrió las piernas de Arakosia con una patada giratoria, pero ella giró sobre sí misma para aterrizar sobre un hombro, mientras mantenía la punta de la espada apuntando un poco por encima del ombligo de Ide. Se levantó casi en el momento de caer, y aprovechó el movimiento para realizar una especie de corte de abajo arriba con una finalidad poco clara. Continuó el movimiento con un tajo horizontal que atravesó el chorro de agua de la fuente, mezclando el ataque con una salpicadura de agua que lo precedía y lo envolvía.<br />
<br />
A su pesar, Ide tuvo que retroceder un paso y emplearse a fondo para poder evitar el ataque, que iba dirigido...<br />
<br />
A su hombro. Se dio cuenta de que Arakosia no había lanzado ningún ataque contra un objetivo vital.<br />
<br />
Con una elegante acrobacia asistida por la fuerza, Ide saltó hacia atrás justo después de parar el último ataque. Aterrizó suavemente a unos tres metros de Arakosia, de forma que ésta habría tenido que avanzar para continuar con la pelea. No se relajó, pero dejó la guardia baja.<br />
<br />
-Sabrás cuando vas a matar a tu enemigo, tomes tú la iniciativa o la tome él. Es muy poco tiempo, pero la Fuerza nos deja un margen de decisión. Al final, eres tú la que decide si cortas una mano, una cabeza, o si apuntas con el sable a tu enemigo para pedir que claudique.<br />
<br />
Ide creyó ver trazas de la Forma I en los movimientos de Arakosia. Básicos y rudimentarios, pero se parecían lejanamente al Sii-Cho que Ide había visto tantas veces en los padawan más jóvenes, y en una expresión infinitamente más depurada y sublime cuando había visto entrenar al maestro Kit Fisto.<br />
<br />
-No tengas miedo de herirme. No sientas nada. Sólo calma, y paz -Ide cerró los ojos al pronunciar estas palabras-. Elimina tus emociones. Vacíate de ti, y llénate de la Fuerza.<br />
<br />
Aún con los ojos cerrados, y con la misma expresión serena de antes, realizó la acrobacia inversa para ponerse a distancia de combate de Arakosia, y embestir con su sable naranja, elegante y brutal a la vez según dicta la vía del dragón krayt.<br />
<br />
Esta vez Ide puso más empeño en su ataque, que llegó a la padawan desde arriba, marcado por la trayectoria del salto de su maestro. <br />
<br />
Ella no dudó ni un momento: saltó hacia arriba y hacia un lado mientras cruzaba con fuerza su espada contra el sable de luz. Sus respectivas velocidades eran tan distintas que ella salió despedida hacia uno de los parterres mientras Ide quedaba plantado donde ella había estado. Antes de que ella pudiera aterrizar, la hoja naranja ya se dirigía al lugar donde iban a acabar sus piernas.<br />
<br />
Sus ojos se abrieron con miedo y sorpresa. Ahora sí que se lo estaba tomando en serio. Giró la punta de la espada hacia abajo, de forma que todo su peso se apoyaba sobre la espada, que fue lo único que tomó contacto con el suelo. El sable de luz golpeó la espada, pero al estar recibiendo todo el peso en movimiento de la padawan, rebotó habia atrás de una forma peligrosa y sorprendente. Casi tuvo que esquivar su propio golpe.<br />
<br />
Pero a pesar de la brillante improvisación, el golpe tuvo otra consecuencia. La trayectoria de Arakosia se desvió, de forma que cayó en la fuente golpeándose la espalda y quedando parcialmente sumergida. Ide la siguió, sin darle tiempo a pensar más trucos sucios. De todas formas, Arakosia golpeó el agua con las dos piernas para crear una cortina de agua a través de la cual lanzó una estocada. Ide la detuvo sin esfuerzo, y saltó para evitar la zancadilla con la que siguió el movimiento. Golpeó oblicuamente, contra sus hombros, obligándola a parar en una posición tal que la espada saltara de sus manos al hacer fuerza.<br />
<br />
La espada saltó, y ella también, en la dirección opuesta. Ide comprendió que el propósito de la maniobra era obligarlo a elegir entre asegurar la espada o perseguirla. Era sorprendente lo que estaba costándole dominar la pelea, pero ahora ya lo tenía controlado. No había nada más en este jardín que pudiera parar un sable de luz. La siguió a ella haciendo molinetes con la hoja naranja, y ella tuvo un segundo para coger un droide de jardinería y lanzárselo. Lo partió sin esfuerzo mientras seguía avanzando hacia ella.<br />
De repente, Arakosia tenía un sable de luz en las manos, y por primera vez Ide pudo reconocer una posición de combate con sable de luz. Forma I, sin lugar a dudas. Pero, ¿de dónde...? Lo activó. Una hoja azulada se extendió al instante.<br />
<br />
La golpeó con fuerza, casi arrancándosela de las manos. Ella la sujetó a duras penas y saltó detrás del sable sin intentar contener su trayectoria, sino más bien fluyendo con él. Luego tiró con todo el peso de su cuerpo del sable, que pasó por encima de su cabeza y casi a través de la de Ide. El sable se soltó de sus manos y fue a parar a la fuente, donde se apagó. Ide la tenía ahora de espaldas a él, la hoja naranja junto a su cuello. Toda la musculatura de la chica se relajó visiblemente, marcando el final de la pelea.<br />
<br />
-Todavía no conozco muy bien -Arakosia se detuvo. Le faltaba el aliento- las limitaciones de los sables de luz -respiró más tranquilamente-. ¿Se apagan al meterlos en el agua?<br />
<br />
Ide estaba satisfecho. Seguramente esta noche al meditar sobre la pelea podría saber un montón de cosas sobre su padawan. Apagó el sable de luz, y dejó que ella recuperara un poco el aire antes de hablar.<br />
<br />
-Si no son el del Maestro Kit Fisto, sí, se apagan -dijo mientras colgaba su sable en el cinto -. Anakin tenía razón, eres buena improvisando. Dime, padawan, ¿qué has sentido durante la pelea?<br />
<br />
Además de escuchar, Ide la miró con los ojos de la Fuerza. La había presionado para esto, tenía que ponerla a prueba. Había estado atento a sus emociones durante la pelea, pero quería que ella misma se analizara.<br />
<br />
Ella había resonado armónica en la Fuerza, conteniendo las vibraciones estridentes que habían inundado su pasado. Pero no sólo tenía que huir del Lado Oscuro: tenía que confiar en el Lado Luminoso.<br />
<br />
-Ha sido... extraño -dijo, con voz introspectiva-. Al principio tenía miedo de hacerte daño sin querer, y estaba un poco nerviosa, quería hacerlo bien... -sonrió ampliamente- Y luego, al dejarme llevar, era como... como... -al recordarlo, cada vez estaba más radiante- Como si me sumergiera dentro de mí misma, y ''fuera'' de mí misma a la vez, y dentro tuviera una especie de pozo de tranquilidad... -levantó la vista, avergonzada- ¿Eso es normal?<br />
<br />
-Lo es. Estoy impresionado, la Fuerza fluye rápida en ti. No está nada mal, para llevar sólo dos semanas en el camino de los jedi.<br />
<br />
-Gracias, maestro.<br />
<br />
Refuerzo positivo. Ide estaba gratamente impresionado. La verdad es que la chica no lo hacía nada mal. Por otra parte, si la padawan sonreía un poco más, se iba a comer sin querer sus propias orejas.<br />
Se acercó a la fuente y recogió el sable azul. Tenía una ligera idea de quién era su dueño, pero quiso asegurarse. Miró alrededor, esperando que Tallisibeth saliera. Se dio cuenta de que el talento de Tallisibeth tenía una cualidad naturalmente elusiva. Si no fuera porque ''sabía'' que estaba ahí...<br />
<br />
Salió de detrás del árbol, con aire avergonzado.<br />
<br />
-Me di cuenta de que me había olvidado el sable, pero no quería interrumpir...<br />
<br />
Ide la observó durante un instante. Parecía estar diciendo la verdad. Casualidad, entonces. O la voluntad de la Fuerza. Hum.<br />
<br />
-Tu sable es tu vida, Tallisibeth -dijo con tono reprobador, aunque en seguida cambió el tono y dibujó una sonrisa-. Al menos, eso es lo que me decía el maestro Obi-Wan cuando yo perdía el mío.<br />
<br />
Entregó su sable a la chiquilla y miró a Arakosia.<br />
<br />
-Padawan, hemos de partir. Nuestro piloto nos está esperando en el hangar.<br />
<br />
==Partida==<br />
<br />
Se marchó a un almacén cercano, para coger algunos utensilios de entrenamiento y dejar que las niñas se despidieran. No quería perder el tiempo durante el viaje: si Arakosia no sabía parar disparos de bláster, más le valía aprender cuanto antes.<br />
<br />
Y no estaría de más que la chica llevara un sable de luz de entrenamiento. Aunque fuera por aparentar.<br />
<br />
Poco después los dos estaban en el hangar acordado. Lionel les estaba esperando con la nave a punto.<br />
<br />
-Lionel, esta es mi padawan, Arakosia...<br />
<br />
Al decir esto, se dio cuenta de que no conocía el apellido de su aprendiz. Dejó la frase abierta, y la miró como esperando que ella la completara, pero inmediatamente pensó que era posible que la niña no recordara su propio apellido.<br />
<br />
-Sólo Arakosia -dijo ella, con gesto animado-. En mi cultura no usamos apellidos.<br />
<br />
Subieron a la nave. Ya había caído la noche cuando partieron. Tardarían tres días y medio en llegar a Nar Shaadda, con lo cual Arakosia tendría tiempo de practicar un poco con ataques energéticos a distancia. Ide esperaba que no lo fueran a necesitar, pero era mejor estar preparados.<br />
<br />
<br />
Esa noche Ide repasó su primera jornada. La meditación de la mañana, el pasado de la chica, su destreza con el sable... Meditó con música. Se había llevado su flauta, le resultaba reconfortante saber que podría rendirse a los devenires de la Fuerza mientras producía música, música que a su vez parecía integrarse con los sonidos que la Fuerza le ofrecía durante la meditación, en un trance exótico de cientos de instrumentos tocando como una orquesta.<br />
<br />
Eran sinfonías de Fuerza, que le reconfortaban y le ofrecían imágenes genéricas del pasado, el presente y el futuro. En algunas ocasiones, se podían encaminar las visiones. Como en esta ocasión, en que Ide quiso repasar la pelea con Arakosia.<br />
<br />
Su habilidad de combate con sable era notable, pero no se beneficiaba de los beneficios de un entrenamiento sistemático. Parecía estar acostumbrada a pelear sin más ventaja que las que pudiera conseguir mediante maniobras improvisadas. Su habilidad con el sable de luz, en cambio, estaba aún en pañales. No controlaba el efecto giroscópico, y se notaba que la falta de peso de la hoja aún la confundía. Sin embargo, tenía un buen fondo atlético. Aprendería deprisa.<br />
<br />
Pero había algo más... oh, sí. No se había apoyado en la Fuerza ni una sola vez durante todo el enfrentamiento. Ni telequinesis, ni acrobacias asistidas por la Fuerza... muchos de esos usos seguramente eran absolutamente desconocidos para ella.<br />
<br />
Ide vio también la determinación de Arakosia. Cómo se había esforzado, en estas dos semanas, en eliminar el miedo cuando acudía a la Fuerza. Había encontrado otro camino para conectar con ella, y se aferraba a él con todo su empeño. Había pulido su técnica, había invertido mucho tiempo en controlar sus emociones, en mantenerse en calma y en paz cuando luchaba. Durante su meditación, Ide fue consciente de que la niña había estado seis años envuelta en el Lado Oscuro, y que no había sucumbido. Más bien al contrario: fue toda una revelación descubrir que se podía acceder a la Fuerza sin necesidad de potenciar el odio y el miedo.<br />
<br />
Ide dejó de tocar y salió del trance. Relajó la postura, bajó su flauta, y permaneció unos segundos con los ojos cerrados.<br />
<br />
Aunque ahora estaban en la disfunción temporal del viaje hiperlumínico, en el cual no había ni día ni noche, Ide empezó a sentir el cansancio. Recordó, por unos instantes, su primer viaje con Qui-Gon, Obi-Wan y Kwyna, cuando escaparon de Naboo en los días del bloqueo. Sus primeras lecciones, sus descubrimientos de lo que podía hacer con la Fuerza... Era todo un mundo nuevo, apasionante y desconocido. <br />
<br />
Para Arakosia debía ser algo parecido, puesto que prácticamente había hecho borrón y cuenta nueva. Se estaba esforzando, y se le veía convencida y determinada. <br />
<br />
Sería una buena jedi. Ide estaba seguro.<br />
<br />
<br />
<<Continúa en [[La Aprendiz III]]>></div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIHumo y Vapor II2014-02-17T09:34:41Z<p>El Universo: /* Un trayecto corto */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26 aGR; 18:30'''<br />
<br />
Volvieron a la atmósfera tan rápido como la twi'lek podía pilotar. Aunque inmerso en sus pensamientos y las sensaciones que iban y venían sobre su padawan, se paró a examinarla unos segundos. Había explotado, cuando el mercenario la tenía sujeta con el cuchillo. Que Ide supiera, sólo había una forma de estallar de esa manera, y ya la había visto antes en un usuario de la Fuerza.<br />
<br />
Ella misma seguía asustada por lo que acababa de experimentar, y parecía muy confusa. Y seguía pilotando, volcándose en la conducción como única manera de mantener la cordura. Pero Ide la veía con otros ojos.<br />
<br />
Ella estaba pilotando ''mediante la Fuerza''. Y también estaba inmersa en un shock emocional.<br />
<br />
Pero ya se encargaría de esto más tarde. Ahora tenía que ver a su padawan.<br />
<br />
==Llegada==<br />
<br />
El tiempo base para llegar era de cuarenta minutos, pero ella consiguió reducirlo a treinta mediante algunas maniobras de dudoso buen gusto, que no produjeron víctimas de puro milagro.<br />
<br />
Poco antes de llegar, Ide vio la columna de humo que surgía del techo hundido de la mansión Wolkan. Fue entonces cuando se empezó a preocupar de verdad.<br />
<br />
Aterrizaron en el mismo hangar donde Ide había aparcado al llegar allí por primera vez, y que era de las pocas partes que conservaba la estructura más o menos intacta. Nadie salió a recibirlos.<br />
<br />
Ide caminó fuera de la nave, con premura pero sin perder la precaución, con el sable de luz en la mano, aunque apagado. Agudizó el oído, no se escuchaban sonidos de combate. Con la Fuerza no podía percibir a Arakosia, pero ella siempre había sido, por naturaleza, difícil de percibir.<br />
<br />
MN-44, con un brazo menos y varias marcas de blaster sobre su torso, se acercó cojeando a Ide.<br />
<br />
-Cielos, ''Emeene''... ¿qué ha pasado aquí?<br />
<br />
-¿Señor Kanor? No puedo verlo bien, mis fotoreceptores están dañados... hemos sido atacados, señor.<br />
<br />
-¿Dónde está Keel? ¿Y Arakosia?<br />
<br />
-El amo Wolkan se ha encerrado en su búnker, y no tiene intención de salir hasta que piense que el entorno es seguro. La chica que lo acompañaba a usted desapareció en el fragor del combate.<br />
<br />
De repente, Ide se acordó de algo más. Cogió su intercomunicador y se lo llevó a la boca.<br />
<br />
-¿Lionel? Lionel, aquí Ide, contesta.<br />
<br />
Un chorro de estática fue la única respuesta. Ide no acababa de tener claro si había percibido la voz de Lionel en medio de la estática, o si había sido su mente, intentando convencerle de que así había sido.<br />
<br />
==Control de daños==<br />
<br />
Marcó en el comunicador el número de Keel. Una voz airada contestó.<br />
<br />
-¡Ahora qué!<br />
<br />
-¿Ahora qué? ¿Qué está pasando aquí? Me han intentado matar mientras estaba en el gremio de cazarrecompensas... ¿qué significa todo esto?<br />
<br />
-¡Que qué significa qué! ¡Han intentado matarme! ¡En mi propia casa!<br />
<br />
-¿Sabes quién es el responsable?<br />
<br />
-¡Mercenarios, creo! ¡No lo sé! ¡Cuando el que sea quiera reclamar el ''k'shii'', lo sabremos! ¡Mierda! ¡He perdido más de cincuenta esclavos! Por cierto, siento haberte dejado sin piloto.<br />
<br />
A Ide le dio un vuelco el corazón.<br />
<br />
-¿Perdona?<br />
<br />
-La twi'lek. Lo siento, he activado el código de su implante hace un rato. Ha sido al activar la marea de carne... pero veo que has llegado bien, así que no ha sido un gran contratiempo.<br />
<br />
La chica, de pie al lado de Ide, se puso pálida. Con la mirada aturdida, se sentó en el suelo.<br />
<br />
-Eh, bueno, ahora tenemos otros asuntos que tratar. Yo, por ejemplo, tengo que encontrar a mi aprendiz. Llámame si necesitas algo, pero por lo que veo sabes cuidarte solo. -Miró a MN-44-. Deberías hacer algo con MN, parece algo dañado.<br />
<br />
-Anda la leche, ¿sigue vivo? Estee... ya lo mandaré reparar cuando salga y tal...<br />
<br />
-Descuida. Te veo luego.<br />
<br />
Cogió a la twi'lek del brazo y se dirigió a la nave. Cuando llegó a la nave, ella se dejó caer sobre sus rodillas y comenzó a sollozar.<br />
<br />
-Disculpa la pregunta, pero... al activar Keel tu implante, ¿no debías haber muerto?<br />
<br />
Ella negó con la cabeza, sin dejar de llorar.<br />
<br />
-Pero Keel piensa que has muerto -ella asintió-. Entonces, si Keel piensa que has muerto, es porque debías haber muerto, pero que algo falló en ese instante. A no ser que algo se me escape -ella asintió-. También, en lugar de asentir sin decir nada, podrías decirme qué pasa. O podemos jugar al juego del jedi que busca la verdad sin que la twi'lek hable.<br />
<br />
==Respuestas==<br />
<br />
Ella se giró a medias, sin atreverse a mirar a Ide a los ojos. Con un hilo de voz contestó:<br />
<br />
-¿Je...di?<br />
<br />
Ide tuvo un momento de duda, pero luego creyó entender.<br />
<br />
-¿Sabes quién soy? -ella negó con la cabeza. Ide sonrió -. ¿Sabes quién es Keel? -ella asintió, con un escalofrío-. Pues te voy a dar una buena noticia: creo que eres una twi'lek libre, sobre todo porque tu amo piensa que has muerto, y tu implante ha fallado cuando él intentó activarlo.<br />
<br />
Ella se calmó un poco. Habló con la voz deformada por haber llorado, pero más calmada.<br />
<br />
-El implante no falló por eso -dijo en voz baja-. Falló porque Keel no era mi propietario.<br />
<br />
-Ahora sí que no entiendo nada. Él piensa que tú has muerto...<br />
<br />
-Porque él dio la orden de activar mi implante. Pero como él no era mi propietario, no se activó.<br />
<br />
-¿Y a quién perteneces?<br />
<br />
-A ti, amo -miró a otro lado, como si no soportara mirarlo a los ojos- Mi código está en tu cristal de pago.<br />
<br />
-Entiendo. Osea, que te compré cuando gestionaste el alquiler del carguero, por eso me salió tan caro...<br />
<br />
Ella lo miró extrañada.<br />
<br />
-No, el precio de la nave es correcto. Y es de segunda mano. Mi... coste es un porcentaje pequeño de lo que se gastó en aquella nave.<br />
<br />
-¿Segunda mano? ¿Lo he comprado? ¿Te compré a ti y a la nave? - Ide estaba sinceramente sorprendido.<br />
<br />
-Y a muy buen precio, si me permite decírselo, amo.<br />
<br />
Guardó silencio durante unos segundos.<br />
<br />
-Entonces supongo que ya me puedes decir tu nombre.<br />
<br />
-Un esclavo no tiene nombre, amo. Puede llamarme como guste...<br />
<br />
-Ya, lo que pasa es que tú no eres mi esclava. Te voy a liberar en cuanto sepa cómo quitarte esa cosa de la activación.<br />
<br />
-Es que yo no quiero ser liberada -miró a Ide, que la observaba con el desconcierto pintado en el rostro- ¿Libre? ¿Con este cuerpo? ¿En Nar Shaddaa? Ni hablar. Como propiedad, tengo mis derechos.<br />
<br />
-Oh, bueno, yo pensaba más bien que te vinieras a Coruscant.<br />
<br />
Los ojos de ella se agrandaron con sorpresa, pero no se atrevía a creer.<br />
<br />
==Los detalles después==<br />
<br />
-Bueno -siguió Ide-, los detalles podemos discutirlos después. Ahora necesitaría que me ayudaras a encontrar a mi aprendiz, y de paso a terminar la misión que tengo que hacer aquí.<br />
<br />
-Mientras tanto, y según la legislación de Nar Shaddaa, soy de tu propiedad -sonrió-. No puede ser peor que Keel Wolkan -escupió el nombre con desprecio.<br />
<br />
-Estoy seguro de que no -dijo, devolviéndole la sonrisa-.<br />
<br />
-Y, ahora, ¿cómo puedo serte de utilidad, amo?<br />
<br />
-Para empezar podrías dejar de llamarme amo.<br />
<br />
-¿Señor, quizá? ¿El nombre de pila? A algunos amos les gusta...<br />
<br />
-Ide está bien.<br />
<br />
-Ide -repitió ella en voz baja-. Es bonito. Necesitarás un apelativo para denominarme, Ide. Y ahora que soy de tu propiedad, contestaré a todas tus preguntas. ¿Quieres saber cómo me llamaba? ¿Quieres saber qué me gusta en la cama?<br />
<br />
Ide movió los ojos hacia arriba. Le encantaría charlar y animar a la chica, pero ahora tenía algo que hacer.<br />
<br />
-Vamos, me puedes contar todo eso mientras rescatamos a mi ayudante -sonrió, y subió la rampa de acceso.<br />
<br />
-Claro, si no he desconectado la energía de la nave -se encogió de hombros- por si había problemas. Pero, ¿hacia dónde vamos?<br />
<br />
-Hacia el sitio del que nunca debí alejarme. Al Palacio del Dolor.<br />
<br />
Ide vio como un escalofrío recorría la espalda de la twi'lek, pero ésta no dijo nada. Caminó hasta el puesto del piloto, y partieron dejando una estela de humo y vapor.<br />
<br />
==Un trayecto corto==<br />
<br />
La chica parecía haber pensado, inicialmente, que iban al Palacio del Dolor a alojarse. Por eso le contó brevemente lo que había venido a hacer a Nar Shadda, y los problemas que habían surgido con su piloto durante la investigación en el Palacio del Dolor. Le contó además, la sospecha que tenía de que tanto el ataque en el Gremio como la destrucción de la casa de Keel fueran obra de Vima Da'Motta.<br />
<br />
Ella asintió respetuosamente, intercalando comentarios apropiados a la historia de Ide, pero sin hacer ninguna pregunta. Cuando Ide guardó silencio, la escuchó susurrar "marea de carne".<br />
<br />
-Todavía no sé tu nombre -intervino Ide -. El que tenías antes de ser esclava.<br />
<br />
-Sira Levora -dijo ella con un tono extraño- Bueno, en realidad es Siral'evora, pero en básico se dice así. <br />
<br />
El joven no dijo nada, pero sonrió.<br />
<br />
==De nuevo en el Palacio del Dolor==<br />
<br />
La masa piramidal que era el Palacio del Dolor volvió a aparecer en la distancia. Por alguna razón, bajo el sol parcialmente eclipsado que empezaba a ponerse, bajo el cielo rojizo, a Ide le pareció aún más amenazador que la primera vez que lo vio.<br />
Una protrusión del edificio, cerca de la cima, se extendió para recibirles. Este, comprendió Ide, es un hangar de lujo.<br />
<br />
Bajaron de la nave, y un hombre enfundado en un traje formal los recibió con un ademán moderado y una sonrisa comedida.<br />
<br />
-¿Ide Kanor? -dijo educadamente.<br />
<br />
-En efecto. Cuánto honor, no sabía que tendría recepción oficial -dijo Ide, con un tono algo ambivalente entre lo formal y el sarcasmo.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Es usted un cliente importante. ¿Desea que lo conduzca a sus aposentos? El trayecto puede resultar complicado...<br />
<br />
-Entiendo.<br />
<br />
-La señora DaMot'ta lamenta no poder recibirlo en persona, pero estará encantada de cenar con usted esta noche en la Joya Gloriosa. Puede, mientras tanto, retirarse a sus aposentos, o disfrutar de nuestra muy variada oferta en ocio y restauración. Los pozos de carne, en concreto, son exquisitos.<br />
<br />
-Gracias, creo que esperaré en mi habitación. Por cierto, ¿cómo es que me esperaban? -preguntó, despreocupadamente.<br />
<br />
-Todos nuestros clientes tienen incluído un punto de desembarco con el precio de la habitación, señor. Y yo mismo tengo la labor de recibirle a usted y de proporcionarle cualquier información o servicio que pueda necesitar -sonrió enigmáticamente.<br />
<br />
Ide le devolvió la sonrisa. Aunque no tenia claro a qué venía tanto protocolo, se hacía una ligera idea. En cualquier caso, prefirió no preguntar más.<br />
<br />
El hombre, con un lenguaje corporal a medio camino entre el mayordomo y el ayuda de cámara, hizo un ademán que indicaba "sígame, por favor", y se dispuso a guiarlo hacia su habitación.<br />
<br />
El trayecto fue sorprendentemente corto y visualmente agradable. Ide reconoció los símbolos en la puerta de la habitación, aunque (reflexionó) no estaba del todo seguro de poderlos trazar si quisiera.<br />
<br />
==Indagaciones e invitaciones==<br />
<br />
En el interior, Ide se encontró de nuevo con la considerable extensión de espacio que era la habitación doble, decorada con notable buen gusto, con los hologramas de las paredes mostrando una tarde agradable en Alderaan. El selector holográfico se activó al entrar Ide por la puerta, mostrando de nuevo a la misma mascota humanoide que le había dado la bienvenida en la ocasión anterior.<br />
<br />
-¡Hola de nuevo, señor! -saludó con voz animada- ¡Me alegro mucho de volver a verle!<br />
<br />
-Hola, Kenter.<br />
<br />
-¿Hay algo que pueda hacer que su estancia resulte más agradable?<br />
<br />
-Pues me gustaría que comprobaras si la chica que me acompañaba ayer ha vuelto al hotel.<br />
<br />
-Veré lo que puedo hacer, señor -se volvió, mientras parecía concentrarse unos instantes-. Ahora se encuentra inscrita entre el personal de la Señora del Dolor. Pendiente de terminar cuidados médicos. Pendiente de evaluación física. Pendiente de asignación de destino -dijo en tono monocorde- ¿Desea alguna otra cosa, señor?<br />
<br />
-El... ¿personal, has dicho? Me gustaría verla, si fuese posible -dijo Ide, intentando mantener el tono educado.<br />
<br />
-Por supuesto, señor -dijo Kenter, servicialmente. Su imagen se difuminó, y se convirtió en la de una habitación espaciosa, llena de máquinas, donde tres droides médicos trabajaban afanosamente en Arakosia, que parecía ser la única paciente. Ella permanecía inconsciente, en el interior de una especie de cámara bañada con luz o líquido (la imagen era poco clara) de color dorado.<br />
<br />
-¿Y cuándo dices que ingresó aquí? -siguió Ide.<br />
<br />
-Me temo que esa información no la conozco, señor -reflexionó un instante- Supongo que hace poco, porque la evaluación física, asignada como tarea pendiente, es una de las primeras cosas que se realizan cuando alguien entra a formar parte de nuestra pequeña familia -sonrió.<br />
<br />
-Bueno, entonces me gustaría hablar con alguien responsable del nuevo personal. No entiendo por qué mi acompañante ha ingresado como miembro del hotel.<br />
<br />
-¿Holopresencia, señor? ¿O desea una entrevista en persona?<br />
<br />
-En persona, por favor -Ide estaba haciendo un esfuerzo por mantener la compostura-. Es un tema delicado, no entiendo qué está pasando aquí.<br />
<br />
-Comprendo -asintió el holograma animado-. Me temo que eso tardará un poco más. Nuestro hogar es un lugar grande...<br />
<br />
-Supongo que podrá ser antes de la cena.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Serán entre veinte y veinticinco minutos.<br />
<br />
-Estupendo. Esperaré aquí.<br />
<br />
Kenter no se desvaneció.<br />
<br />
-Parece contrariado, señor. ¿Hay algo que pueda hacer por usted? ¿Licor, especia, mujeres?<br />
<br />
-No, gracias, Kenter -interrumpió Ide-. Esperaré aquí hasta que pueda entrevistarme con el responsable del ingreso de Arakosia.<br />
<br />
-Como desee, señor. Permaneceré atento, por si necesita algo -se desvaneció.<br />
<br />
Ide se dirigió a la cama, y sin musitar una palabra más, adoptó postura de meditación. Necesitaba atar cabos, aunque todo apuntaba, cada vez más claramente, a que detrás de esta jugada estaba la misma Vima Da'Motta.<br />
<br />
==Espera, meditación==<br />
<br />
Ide cerró los ojos, y dejó su mente tan en calma como le fue capaz. Intuía que probablemente un jedi más experimentado lo lograría con mayor facilidad, pero al final consiguió aquietarse lo suficiente. O eso creía.<br />
<br />
Dejó vagar su percepción hacia el pasado, guiándola con suave firmeza al momento en el que creyó percibir la presencia de Arakosia, cuando estaba en aquel hangar...<br />
<br />
{{flashback| ...se vio a sí mismo, de pie junto a la nave que en aquel momento pensaba alquilada, el alienígena recién desintegrado, algunas de sus moléculas aún en el aire, y la sensación de vibrato que le llegaba desde la distancia. Ahora lo identificaba. Era la impronta de Arakosia en la Fuerza. Aun inconsciente, se había sentido en peligro. Y lo que había estado a punto de percibir no era sino el vínculo maestro-aprendiz, que él conocía tan bien... desde el lado del aprendiz.''}} Seguramente la próxima vez que lo percibiera sería capaz de identificarlo con mayor precisión.<br />
<br />
...con la facilidad de la práctica, fluyó hacia adelante para ir al punto en el que el mercenario había tomado a Sira como rehén. <br />
<br />
''Ella estaba llorando y temblando, y de repente...''<br />
<br />
Ide estudió sus recuerdos centésima a centésima.<br />
{{flashback |<br />
''...ella había cerrado los ojos con fuerza, y se había estremecido de puro pánico. Y la Fuerza había respondido. La explosión había brotado de ella. Y la expresión de su cara... no se lo esperaba, ni lo comprendía.'' Y seguía aterrorizada. Pero era una usuaria de la Fuerza, sin ningún género de dudas. O, mejor dicho, tenía el ''potencial'' para serlo.}}<br />
<br />
Justo cuando Ide iba a dirigir sus pensamientos a su aprendiz, aún en la sala de reconocimiento, llamaron a la puerta. Abrió los ojos.<br />
<br />
-Adelante -dijo, sin moverse, aún en pose de meditación.<br />
<br />
==Recursos Humanos==<br />
<br />
El que entró en la habitación había sido un hombre en otros tiempos. Ahora parecía más máquina. Tanto su ojo derecho como gran parte de su cráneo y su brazo izquierdo eran robóticos. La expresión de su cara era de hastío, pero sus modales eran impecables. Hizo un ademán pidiendo permiso antes de entrar en la habitación, y una vez dentro no se sentó hasta que Ide se lo hubo indicado. Aun así, inclinó levemente la cabeza antes de sentarse.<br />
<br />
-Cuénteme -dijo, sin más.<br />
<br />
-Entenderá -siguió Ide, con la misma claridad con la que él había empezado- que me encuentre algo extrañado por lo que ha sucedido. Mi acompañante ha sido ingresada en su hotel como miembro del equipo - enfatizó la última palabra-, según me ha podido informar el asistente holográfico.<br />
<br />
-Me temo que no comprendo de quién está hablando. ¿Podría ser un poco más específico, por favor?<br />
<br />
-Arakosia. La joven humana que tienen actualmente en observación médica.<br />
<br />
-Ah, sí. La hemos adquirido esta misma tarde a muy buen precio, a unos tratantes de esclavos de plena confianza -sus ojos se quedaron fijos un momento, como si mirara a algo muy lejano- Así es como ha entrado a formar parte de nuestro personal -su mirada recuperó parte de la viveza perdida- ¿Desea algo más?<br />
<br />
-Bueno, a ser posible, saber quién les ha vendido a mi aprendiz, la misma que era una humana libre esta misma tarde antes de que la secuestraran de donde estaba alojada.<br />
<br />
-Shawman&K'Rtahn, tratantes. Le puedo dar su dirección o su código de comunicador, si lo desea.<br />
<br />
Ide tomó aire.<br />
<br />
-Aunque claro, supongo que bajo las leyes de Nar Shadda, este individuo tendrá plena potestad sobre lo que haya ''adquirido'' al destruir y arrasar la casa Keel Wolkan, que es donde estaba Arakosia recuperándose. Y que, ahora que la ha vendido, no tiene potestad sobre ella. Y que cortarle la cabeza no anularía la transacción. ¿Me equivoco mucho? -Ide estaba considerablemente molesto por esta, por decirlo de alguna forma, ''inconveniencia''.<br />
<br />
-Su análisis de la situación es correcto, señor -su mirada se volvió reflexiva-. Aunque usted recuperaría parte del k shii perdido. Si lo desea, podemos venderle una esclava similar, de perfil guardaespaldas-concubina, un poco más joven...<br />
<br />
-No, no es sustituible. Necesito recuperar a Arakosia.<br />
<br />
-Si desea recuperar a esa chica en concreto, me temo que el asunto excede a mis competencias. Yo sólo manejo al personal existente, no tengo ningún papel en la entrada o salida de personal.<br />
<br />
-¿Tengo que hablar entonces con su superior?<br />
<br />
-Supongo que eso tendría que discutirlo con la señora Vima DaMot'Ta. Suele ser complicado, ya que no concede citas, pero... supongo es que es usted afortunado, ya que tiene una cita concertada con ella esta noche.<br />
<br />
-Me imaginaba que tendría que hablar directamente con ella. Le agradezco su ayuda.<br />
<br />
-¿Desea algún servicio que le ayude a hacer pasar el tiempo con mayor velocidad mientras espera?<br />
<br />
-No, gracias. Tengo un par de asuntos que resolver antes de la cena.<br />
<br />
-Entonces me retiro a mis quehaceres -dijo el cyborg, mientras se levantaba.<br />
<br />
-Muchas gracias por su atención.<br />
<br />
==Comunicándose con Keel==<br />
<br />
Ide se despidió del tipo, y sin dilación marcó el número de comunicador de Keel Wolkan. Tardó en contestar, y cuando lo hizo no había imagen, sólo una voz que parecía llena de dolor. O de droga.<br />
<br />
-Nnhh...-dijo la voz-que-parecía-de-Keel<br />
<br />
-Shawman&K'Rtahn. ¿Te suena ese nombre? -dijo Ide, obviando el estado de Wolkan.<br />
<br />
-¿Mmm? ¿Kanor?<br />
<br />
-Sí. Shawman&K'Rtahn. Han vendido a mi aprendiz a Vima Da'Motta. No sé si estás lo suficientemente lúcido como para atar cabos.<br />
<br />
-Una pareja de tratantes. Mi competencia más directa -suspiró-. ¿Qué quieres saber?<br />
<br />
-Cómo que qué quiero saber. Lo que te quiero decir es que deben haber sido ellos los que atacaron tu casa, si se han apoderado de mi aprendiz para venderla.<br />
<br />
-Ya... -dijo, con poca decisión- Debería haberlo supuesto -parecía dubitativo- Em... pues gracias por el dato, tio.<br />
<br />
-Lo que me gustaría saber es por qué sabían que yo estaba en Nar Shadda, y por qué me seguían. Me atacaron al mismo tiempo ocho mercenarios. ¿Tienes algo que contar, Keel?<br />
<br />
-Yo... no te comprendo... Tras la exhibición que hicísteis, supongo que bastante gente con el potencial de atacarme sabría de vuestra existencia...<br />
<br />
Ide se quedó bloqueado un momento.<br />
<br />
-Mierda -soltó.<br />
<br />
-Yo estoy intentando olvidar todo este asunto a base de especia rosa... -suspiró de nuevo- la especia rosa es buena...<br />
<br />
-Supongo que no arreglará nada que descabece a estos dos tíos. Al menos, no me devolverá a Arakosia.<br />
<br />
-Bueno, si vas y le dices a todo el mundo que lo haces de mi parte, te daré dos mil gubor. Piénsalo.<br />
<br />
-Tanto kshii por dos mil gubor... sabes negociar, Wolkan.<br />
<br />
-Bueno, me pareció una oferta justa...<br />
<br />
-Me lo pensaré, pero no me interesa el dinero. Me interesa mi aprendiz. ¿Cómo de poderosos son estos tipos?<br />
<br />
-Eh... pues más o menos como yo...<br />
<br />
-Gracias por la información. Te dejo, tengo que hacer un par de cosas antes de cenar. Cuidate, Wolkan.<br />
<br />
Miró las paredes de su habitación. Se maldijo por haber dejado sola a su aprendiz. Pero maldecirse no iba a arreglar nada, así que se fue a la Flor Esquiva. Ya que no podía hacer nada hasta hablar con Vima Da'Motta, al menos recogería toda la información que pudiera.<br />
<br />
==Regreso a la Flor Esquiva==<br />
<br />
Al parecer, en el Palacio del Dolor era tremendamente fácil llegar al lugar donde uno quisiera ir, o así se lo pareció a Ide.<br />
Llegó a la Flor Esquiva, que parecía estar bastante más animada que la otra vez. Aunque claro, la otra vez había sido por la mañana temprano. Seguía oliendo vagamente a especias, y seguía siendo rica en sofás, pero la música que tocaba Oloruu era más vivaz, y había prácticamente una persona (o pareja, o pequeño grupo) en cada sofá. También flotaba en el ambiente una cierta sensación plácida, no exenta de un extraño regusto amargo.<br />
<br />
Delia hizo un gesto de reconocimiento desde la barra. Comenzó a llenar un vaso con vino de Alderaan y esperó a que Ide y Sira se acercaran a hablar con ella.<br />
<br />
-Parece que no me voy a librar de hablar con tu jefa -dijo él, mientras tomaba asiento. Ella hizo un gesto de simpatía indeterminada.<br />
<br />
-Hablar no compromete a nada -dijo ella. Dejó pasar un par de segundos-. ¿Has encontrado al androide ese que buscabas?<br />
<br />
-No, pero tengo alguna pista. El problema es que en el camino he perdido a mi aprendiz. La han secuestrado y vendido. Adivina quién es su nueva dueña.<br />
<br />
-¿La Señora del Dolor, quizá?<br />
<br />
-Bingo. Unos tipejos atacaron la casa donde estaba... descansando. Keel Wolkan, no sé si te sonará.<br />
<br />
Se mostró levemente sorprendida.<br />
<br />
-Em... sí, es relativamente conocido.<br />
<br />
-Pues le han asestado un buen golpe.<br />
<br />
<br />
<br />
-Mala cosa... es una rata cobarde y cruel, muy capaz de usar a sus esclavos como campo de minas... pobres chicas.<br />
<br />
-Ah, a eso se refería con lo de marea de carne...<br />
<br />
-Sí, a eso. Se implanta un explosivo un poco más potente, y se hacen detonar los esclavos más cercanos a tu enemigo -comentó en un tono distante, pero asqueado- ...pobres chicas... -repitió mientras miraba a Sira con una huella de dolor compartido.<br />
<br />
-Una se salvó. La que me dejó como piloto. La compré sin querer -dijo Ide, intentando desviar el tema mientras Sira se ruborizaba en verde oscuro y apartaba la mirada.<br />
<br />
-Le salvaste la vida, tú -sonrió-. ¿No hay una tradición de cuidar de las vidas que uno salva? ¿O era al revés?<br />
<br />
-No lo sé. Mi orden nos insta a proteger a los desamparados, siempre que sea posible -el jedi sonrió, siendo consciente de lo que Delia estaba pensando.<br />
<br />
Delia le devolvió la sonrisa, con una calidez que no había visto a ningún nativo de Nar Shaddaa.<br />
<br />
-Te entiendo -no dijo nada más. Parecía tocada por sentimientos profundos, y siguió limpiando el vaso durante medio minuto, sin decir nada ni mirar a Ide directamente.<br />
<br />
<br />
<br />
Ide estuvo a punto de contarle que pensaba negociar con Vima para liberarla, y que pensaba que iba a ser difícil puesto que parecía valiosa, pero pensó que era mejor pasar por algunos temas de forma tangencial.<br />
<br />
-Creo que han cogido a Lionel -dijo, mirándola fijamente. Ella frunció el ceño.<br />
<br />
-No debió haberse quedado tanto.<br />
<br />
-Lo mandé a orbitar con la nave. Pero parece que no fue suficiente. No me contesta, y eso es mala señal -miró su vino. En cierto modo, se sentía responsable.<br />
<br />
-No sabría decir... a mí nunca me contesta -dijo con rabia.<br />
<br />
-Bueno. La gente cambia. Las cosas cambian. Hace tres horas mi aprendiz era mi aprendiz y ahora es una esclava de Vima. Esta noche puede que sea diferente.<br />
<br />
-Me pregunto para qué la querrá. ¿Ella era el objetivo de una operación completa o sólo fue un extra?<br />
<br />
-Digamos que... anoche... se hizo valer. Hizo una exhibición en casa de Keel. Llamamos la atención -ella hizo un gesto de sorpresa-. Fui un tonto. Nos siguieron la pista, y atacaron en casa de Keel. Ocho mercenarios me atacaron a mí mientras estaba en el Gremio de Cazarecompensas. Yo pude deshacerme de ellos, pero mi aprendiz no -levantó la mirada. <br />
<br />
No supo decir si estaba preocupado o la echaba de menos, pero no se permitió pensarlo mucho.<br />
<br />
<br />
<br />
Delia pareció acordarse de algo de repente. Extrajo un pequeño visor plano de un lateral de la barra y lo giró para que sólo pudieran verlo Ide y ella.<br />
<br />
-Un momento -dijo mientras manipulaba unos controles-. Apareció la imagen de Arakosia desnuda, haciendo girar su espada a gran velocidad para destrozar una oleada de fruta. Se notaba que la imagen se estaba desarrollando a cámara lenta en la velocidad a la que caían los trozos de fruta una vez cortados.- ¿Esta es ella?<br />
<br />
Ide no dijo nada durante unos momentos.<br />
<br />
-Debí habérmelo figurado -dijo con amargura-. Debo ser el jedi más tonto de toda la Orden.<br />
<br />
-Bueno, esto responde a mi pregunta anterior -dijo ella, sin hacer caso al comentario de Ide-. Ya sabemos para qué la quiere Vima.<br />
-Tiene todo el sentido.<br />
<br />
<br />
<br />
En un instante, Ide pasó de la frustración a la esperanza. "Lo que Vima no sabe es que eso no era Arakosia moviéndose, sino la droga actuando". Y justo cuando terminó la frase mental, se dio cuenta de lo que haría Vima si supiera que era la especia roja la que la hizo canalizar la Fuerza así.<br />
<br />
-Pues claro que lo tiene. La quiere para el Hak'un Shapp.<br />
<br />
Ide abrió mucho los ojos y habló con una pesada y profusa determinación.<br />
<br />
-Ya sé lo que voy a hacer. Sira, quédate aquí -ella asintió.<br />
<br />
Se despidió de Delia y se dirigió a su habitación.<br />
<br />
==Tratos con Fenel Fodel==<br />
<br />
Apenas hubo abierto la puerta, Kenter se volvió a materializar:<br />
<br />
-¡Saludos, noble señor! ¿Cómo puedo hacerlo más feliz?<br />
<br />
-Holocomunicación con el responsable de personal -dijo sin casi dejar terminar a Kenter-. El tipo que vino antes y ni siquiera se presentó.<br />
<br />
-Su nombre es Fenel Fodel. Lo llamaré en seguida.<br />
<br />
Tras unos diez segundos, la cara del ciborg apareció en el holocomunicador.<br />
<br />
-Necesito que me hagas un favor.<br />
<br />
-Dígame su problema y veré qué puedo hacer.<br />
<br />
-¿Tiene Arakosia ya el implante?<br />
<br />
-Me temo que los informes médicos relativos al personal son privados, señor.<br />
<br />
-Entiendo que es un no -se aventuró a decir-. Si oficialmente fuera una esclava, no tendrías problema en comunicarlo -hizo una pequeña pausa.<br />
<br />
-No tengo ningún problema en comunicarlo, más allá de la incomodidad que a veces supone para un cliente encontrarse a nuestro servicio a un... antiguo conocido -hizo un gesto de incomodidad-. Pero no se confunda. Es nuestra.<br />
<br />
-Necesito que postpongas la inserción. Sólo hasta esta noche, después de que negocie con Vima.<br />
<br />
-Mi deber es implantarla cuanto antes, si los informes médicos son favorables. Aunque la naturaleza de mi trabajo incluye cierta... flexibilidad a la hora de estimar parámetros intangibles, como la naturaleza favorable de un informe técnico -pareció concentrarse durante un instante-. Sin embargo, la Señora del Dolor parece haberse tomado un interés personal en este caso, y no creo que viera una... dilación intencionada por mi parte con buenos ojos. Representaría para mí un riesgo considerable.<br />
<br />
-Cuánto quieres -preguntó Ide con apenas entonación interrogativa.<br />
<br />
-No quiero dinero. Quiero irme de Nar Shaddaa.<br />
<br />
-Cuánto vales -repuso, como si la primera pregunta no hubiera existido.<br />
<br />
-Soy un agente libre, pero me retienen... compromisos ineludibles. Necesito que me saque de aquí alguien a quien no le importe la ira de Vima.<br />
<br />
-Uhm -Ide se quedó dubitativo. Algo pareció endurecerse en Fenel Fodel-. A mí no me importa, mientras consiga lo que he venido a buscar -el ciborg se relajó nuevamente, y esbozó la más mínima de las sonrisas. Asintió. <br />
<br />
-Será sólo una hora. Voy a ver a Vima en la cena, y tras la cena todo estará resuelto. De una manera u otra -sentenció.<br />
<br />
-Ten cuidado -dijo mientras asentía sobriamente.<br />
<br />
==Dinero y datos==<br />
<br />
Cuando se despidieron, Ide se dirigió a Kenter.<br />
<br />
-Kenter, ¿podrías comprobarme cuánto dinero queda en este cristal? -dijo Ide, mientras introducía el cristal en la ranura disponible.<br />
<br />
-¡Por supuesto, señor! -dijo con una cordialidad que a Ide comenzaba a cansarle- En este momento cuenta con 22714 gubor y 170 fleber.<br />
<br />
-Ahá. ¿Y sabes cómo anda el cambio medio de Gubor-Sgin?<br />
<br />
-El cambio medio oscila, señor, pero más o menos seis sgin hacen un gubor. Por supuesto, la tasa de cambio es tremendamente variable, y ya que muchos de los cambios de moneda se hacen electrónicamente, las tasas de cambio con varios decimales no son extrañas.<br />
<br />
"''Parece entonces que Sira hizo efectivamente un buen trato con la nave''", pensó Ide cuando hizo cuentas mentalmente. El carguero había costado unos 1.600 gubor. La realidad es que Ide no tenía muy claro cuánto significaba esa cantidad, pero lo que sí le pareció era que le quedaba una proporción bastante buena de dinero.<br />
<br />
De repente se acordó de Sira. Cogió su comunicador y escribió un mensaje. "Vete a la Flor Esquiva. Allí encontrarás a Delia. Dile que eres la que se salvó, y espérame allí. Lo que necesites comer y beber lo pagaré yo." <br />
<br />
Entretanto esperaba que llegara la hora de la cena decidió bajar a ver, en persona, qué era eso del Hak'un'Shap. Se quedó parado un segundo, y con decisión, salió por la puerta.<br />
<br />
No dio ni dos pasos cuando se dio cuenta de que no sabía dónde ir. Suspiró.<br />
<br />
-Kenter -dijo, con pesadumbre. Kenter tenía lo mismo de útil que de irritante.<br />
<br />
-¿Sí, señor?<br />
<br />
-¿Podrías decirme por favor dime dónde se celebra el Hak'un'Shapp?<br />
<br />
-Se celebra en los niveles 1 a 50, señor. Se pueden seguir los encuentros desde cualquier consola del hotel, y también se puede apostar desde cualquier lugar.<br />
<br />
-Gracias, pero prefiero verlo. Además, así veo si conozco a alguno de los participantes.<br />
<br />
-Nadie lo ve con sus propios ojos, señor, excepto los participantes. Los niveles 1 a 50 están llenos de cámaras para retransmitirlo todo con la mayor fidelidad. En cuanto a la identidad de los participantes... no veo en qué es diferente verlo en vivo de ver una holografía con detalle 1:1. ¿Desea rastrear a algún participante en concreto?<br />
<br />
-Pues la verdad es que conozco a Morg. No me importaría verlo.<br />
<br />
-¿Desea saber qué tal le va, señor? ¿O prefiere el holograma que se hizo al inscribirse?<br />
<br />
-Muéstrame ambos.<br />
<br />
-Por supuesto -dijo Kenter.<br />
<br />
De inmediato se activó un holoproyector en la pared opuesta a la cama, mostrando un droide bastante alto y ancho, de unos dos metros y medio. Permaneció unos segundos así, y luego sus extremidades se desplegaron, para llegar a medir tres mertos y medio. Transmitía una sensación de ser grandote e inofensivo que (como bien sabía Ide) no se correspondía con la realidad.<br />
<br />
La imagen se desvaneció, para dar paso a una representación seudobidimensional, que mostraba a Morg en una habitación. Un rótulo bajo la escena decía: "¡Momentos estelares de Morg!"<br />
<br />
La cámara giró para mostrar a un alienígena peludo y grandote, con brazaletes de esclavo, que llevaba una especie de vara, de punta energética. El alienígena fintó un par de veces, antes de que Morg consiguiera coger la vara con su articulación extendida. La retrajo con un movimiento brusco, y el alienígena chocó contra el droide. Se golpeó y cayó al suelo. Morg lo pisó sin mucho énfasis en la cabeza, que se deshizo.<br />
<br />
Corte de escena. Morg está en una posición de pelea, con un brazo extendido, y un humanoide envuelto en lo que parecen ser vendajes carga contra él, aparentemente desarmado. De repente, el homanoide extrae un sable de luz e intenta cortarle una extremidad a Morg. Éste retrae la extremidad y salta hacia atrás, mientras se extienden varios apéndices de su cuerpo metálico. Uno de los apéndices estalla, llenándolo todo de humo. La imagen cambia a termográfico. El humanoide gira sobre sí mismo para defenderse de algo, vuelve a girar. Un brazo de droide, muy frio, lo apresa de los dos brazos y se los arranca. Luego coge su cabeza y la aprieta de forma rápida y desapasionada, haciendo que estalle.<br />
<br />
Ide hizo memoria, para intentar recordar si había oído de algún Jedi que fuera a Nar'Shadda últimamente y que hubiera muerto. No le sonaba. Aunque, claro, hacía menos de un mes que había regresado al Templo.<br />
<br />
-¿Quién era el del sable, Kenter? -preguntó Ide.<br />
<br />
-Exen Nithan. Proviniente de Korriban. Profesión reconocida: asesino. Cazarrecompensas. Iba muy bien en los preliminares. Hasta ese momento, claro.<br />
<br />
-¿Cómo va Morg?<br />
<br />
-Subiendo en la clasificación, señor. No tiene demasiados fans, pero tampoco tiene demasiados enemigos. Probablemente se clasifique para el Hak'un'Shapp.<br />
<br />
-Quisiera que le dejaras un mensaje de mi parte.<br />
<br />
-Puedo ponerlo en su cuenta, señor, pero no le garantizo que lo vaya a leer. La cantidad de mensajes que reciben los participantes es astronómica. Aunque, claro, dada la naturaleza robótica de Morg...<br />
<br />
-Seguro que le interesa lo que tengo que decirle. Te dicto.<br />
<br />
==Mensajes==<br />
<br />
Sobre la nariz de Kenter aparecieron unas pequeñas gafas. En sus manos apareció un pequeño datapad.<br />
<br />
-Asunto, Garin. Remitente, Kanor, de Coruscant. Mensaje -Ide se paró unos segundos, para pensarse bien el texto-. Sé por qué estás haciendo esto. Conocí a su padre. Tuvo problemas y huyó de Coruscant. Me pidió que cuidara de él. Te busqué en Horuz, pero habían saboteado tu secuencia de emergencia y acabaste aquí. -Se paró, no sabía si seguir dando detalles o dejarlo para cuando respondiera-. Este es mi buzón. Espero tu respuesta.<br />
<br />
<br />
-Ya está enviado, señor.<br />
<br />
-¿Está luchando ahora?<br />
<br />
-No, señor. Descansando. Gasta casi todos sus hak en "tiempo privado". Eso es una mala táctica, porque sus fans preferirían verlo... Ya tenemos respuesta al mensaje.<br />
<br />
<br />
Ide sonrió. Sabía que no tardaría en responder.<br />
<br />
-Léemela.<br />
<br />
-"Introduzca código de anulación". Ni remite, ni asunto...<br />
<br />
Entonces recordó que Tu'Ala le había dado las coordenadas, pero no un código de anulación. Si había cambiado el destino, con toda probabilidad había cambiado el código. Ide sacó su hololibro, para abrir el canal seguro para hablar con el Templo.<br />
<br />
<br />
Uno de los (ya familiares para Ide) ayudantes informáticos apareció en pantalla. Era 3-Tru, el especialista en seguridad.<br />
<br />
-Saludos, 3-Tru. Necesito mandar un mensaje a la expadawan Tu'Ala.<br />
<br />
-¿Mensaje, no comunicación directa? -dijo en tono profesional.<br />
<br />
-Mensaje.<br />
<br />
-Tecléelo en su interfaz.<br />
<br />
<br />
Ide escribió. "Los he encontrado. El robot tiene un código de desactivación. Espero que se te ocurriera cambiarlo y que te acuerdes. Contactar con Garin será más complicado." Pensó unos segundos, y escribió otro párrafo. "Espero que estés bien. De verdad. Iré a verte cuando pueda." Y envió el texto.<br />
<br />
La respuesta llegó cinco minutos después:<br />
<br />
"Te daré el código a cambio de una promesa solemne, por tu vida, tu honor de jedi y la Fuerza que lo sostiene todo."<br />
<br />
Respondió. "Como pudiste ver, soy un jedi de palabra. Habla."<br />
<br />
"Quiero que me prometas, por lo anterioremente dicho, que cuando vengas a verme tendremos sexo. Relaciones sexuales completas."<br />
<br />
"Pensaba que me ibas a pedir algo complicado de hacer."<br />
<br />
"Es algo muy complicado, si el otro no quiere. No puedo tomarlo ni exigirlo, sólo pedirlo."<br />
<br />
"Por mi vida, mi honor de jedi y por la Fuerza que todo lo sostiene, tienes mi palabra, y la convicción de que no supondrá esfuerzo alguno." Ide sonrió al escribir esto, pero lo envió así.<br />
<br />
"Contaré las horas. Desde ahora me declaro en abstinencia, hasta que nos veamos :D ."<br />
<br />
<br />
<br />
Ide esperó que el canal no estuviera vigilado. Aunque, dado su historial, no era de esperar que nadie en el Templo se alarmara.<br />
Kenter permanecía erguido, alerta, en espera de más órdenes. Para variar, estaba callado. Ide se quedó pensando unos segundos. No sabía si enviar el código ahora, o hacerlo después. Y, en cualquier caso, no sabía lo que pasaría cuando introdujera el código.<br />
<br />
-Kenter, ¿sabes si Morg tiene algún combate hoy?<br />
<br />
-Nadie lo sabe, señor -repuso el hombrecillo, con cara de circunstancias-. Como ya le he dicho, gasta casi todos sus hak en "tiempo de privacidad". Y dada su naturaleza robótica, tampoco gasta mucho en mantenimiento... así que el momento de su siguiente combate es entre ahora y dentro de veintiocho horas.<br />
<br />
-Bien. Necesito que le envíes otro mensaje.<br />
<br />
-Será un placer, señor.<br />
<br />
-Mismo asunto que el anterior. Escribe. "Tengo el código, pero necesito asegurarme de que Kurel estará bien. ¿Qué harás cuando se desactive la secuencia de emergencia?".<br />
<br />
Cuando vio el mensaje escrito, tuvo la vaga impresión de que la respuesta sería "Introduzca código de anulación", sin remite, ni asunto.<br />
<br />
<br />
<br />
-Ya hay respuesta, señor. La leo: "El estado de salud de Kurel está al noventa y siete por ciento, y me encuentro en disposición de afirmar que permanecerá entre el noventa y cinco y el cien por cien; al menos en las próximas seis semanas. Introduzca código de anulación."<br />
<br />
Ide no sabía si anular la secuencia de emergencia ahora. O esperar a tener resuelto lo de Arakosia. Y lo de Delia. Y lo de Lionel. Quizás podría presionar a Vima, si tuviera control sobre Morg.<br />
<br />
-Responde, Kenter. "No has respondido a mi pregunta. Qué pasará con Kurel, y contigo, cuando introduzca el código. Y en cualquier caso, no te voy a enviar el código por una red no segura. Te lo daré en persona. Supongo que habrás sido lo suficientemente listo como para rastrear desde dónde te he enviado este mensaje."<br />
<br />
-"Remitente irrastreable debido a la configuración del sistema. Respuesta a la pregunta planteada excede parámetros de seguridad. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide dictó a Kenter de nuevo. "Habitación [...], en el Palacio del Dolor. No transferiré el código por una red privada. Si no piensas venir, proporcióname un buzón de la HoloRed donde pueda mandarte el código."<br />
<br />
"No dispongo de acceso a HoloNet. No puedo abandonar el Hak'Un Shapp."<br />
<br />
<br />
<br />
Ide no se fiaba de que alguien estuviera vigilando las comunicaciones, y que, intencionadamente podría intervenir el mensaje y no permitir que llegara a Morg. Por eso, intencionadamente, envió un código erróneo.<br />
<br />
-Kenter, envía la siguiente secuencia. -Dictó el código, errando en algunos números a propósito. Si Morg respondía, sería prueba inequívoca de que le había llegado el mensaje.<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Miró la respuesta algo atónito. No tenía ningún sentido que se bloqueara el sistema tras un intento erróneo. Aunque al menos sabía que nadie estaba interviniendo el canal.<br />
<br />
-Kenter, envía otro mensaje. -Esta vez, dictó el código correctamente, y lo repasó dos veces-. Además, crea un alias oculto en el remitente. Habrá bloqueado la anterior dirección.<br />
<br />
<br />
<br />
Cuando llegó el siguiente mensaje, Ide lo contempló, sin acabar de creérselo:<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la mente de Ide. ''A lo mejor no era Morg'' el que estaba enviando los mensajes de "Código incorrecto". Envió una tercera clave, ligeramente modificada respecto de la correcta que le había enviado Tu'Ala. Además escribió a la chica por el canal abierto en su Hololibro: "¿Estás segura de que esa es la clave?".<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
==Seguridad hutt==<br />
<br />
El mensaje de Tu'Ala tardó un poco más en llegar: "Claro, por supuesto, yo misma lo cambié. Es culpa de alguien pequeño y rojo. Tendrás que decírselo en persona, antes de mañana por la tarde."<br />
<br />
Respondió a Tu'Ala. "¿Alguien pequeño y rojo? ¿Mañana por la tarde? ¿Qué tiene que ver eso con el código que Morg ha rechazado?"<br />
<br />
<br />
"Sabes, no puedo ajustar mis visiones proféticas desde aquí. Por el ysalamiri, sabes. Hablo de memoria, esto es algo que vi una vez. Pero creo que no es Morg el que está rechazando el código."<br />
<br />
<br />
"''Estupendo''", pensó Ide, "''ahora además de alguien interfiriendo la comunicación tenemos una visión profética''".<br />
Abrió su Hololibro de nuevo. Escribió un pequeño programa, de apenas diez líneas de código, que generaba variaciones del código de seguridad. Lo conectó a la consola de Kenter.<br />
<br />
-Kenter, envía la salida de este programa a ''Morg''. Cada diez segundos. Una clave por mensaje.<br />
<br />
<br />
"''Si quieres tener la clave, vas a tener que encontrarla entre todas las que vas a recibir, y luego discutirlo con Morg''", pensó.<br />
<br />
Desde Kenter manó una especie de murmullo, al comenzar a mandar variaciones del código. Al mismo tiempo, con una voz muy suave le dijo a Ide: "Esta es una tarea infinita, señor..."<br />
<br />
<br />
-No te preocupes, no durará mucho -dijo Ide con una media sonrisa-. Envía unos cuantos mensajes más, luego aumentaremos la frecuencia. Cuando haya enviado unas cuatro mil claves, será suficiente.<br />
<br />
-Sí, señor -dijo Kenter, con voz cansada.<br />
<br />
-Si enrutas mi Hololibro al sistema de mensajería, yo mismo puedo configurar los envíos, y no tendrás que dedicar procesador a esta tarea.<br />
<br />
-No... autorizado... no se preocupe por mí, señor.<br />
<br />
Ide comenzó a escribir en su hololibro, modificando el programa.<br />
<br />
<br />
Kenter se sentó, y tenía la expresión perdida. Cuando volvió a hablar, su voz era casi inaudible:<br />
<br />
<br />
-Cuatro... mil... claves... será... suficiente...<br />
<br />
Ide cambió el límite, y la cara de Kenter se congeló en un rictus de horror. Modificó el programa para que siguiera generando claves, cada vez con más frecuencia. Si conseguía saturar el buffer de Kenter... quizá...<br />
<br />
<br />
Diez segundos más tarde, la imagen de Kenter se inmovilizó. Seguía sentado, con la mirada perdida; e Ide se dio cuenta de que estaba perfectamente inmóvil. Probablemente al saturarse el buffer había sobreescrito algún otro sector de memoria, conjeturó Ide. En cualquier caso, estaba claramente fuera de combate. Intentó entonces acceder directamente a la red privada de comunicaciones, y descubrió que la IA era responsable de la seguridad de red de la habitación, que había caído.<br />
<br />
<br />
Ide accedió sin ningún problema. Por otra parte, debía haber centenares, o miles, de IAs similares a Kenter, cada una controlando una zona específica. Probó a marcar un mensaje dirigido a Morg, con otra clave falsa, para intentar seguir la traza. Comprobó que había una dirección por la que pasaban todos los mensajes que salían de la habitación. El mensaje dirigido a Morg no volvió a salir de esa dirección. En cambio, mandó un mensaje a Ide. Ni se molestó en abrirlo. Ya sabía lo que decía.<br />
<br />
<br />
Probó a enviar un mensaje de ánimo a Morg, suplantando la dirección de otra de las habitaciones del hotel. Algo así como "Apostaré por ti, lo estás haciendo fenomenal, ¡eres extraordinario!". Lo siguió por su ruta en la red, y observó que realizaba el mismo recorrido. Salvo que el mensaje de vuelta era "Gracias, apreciado admirador. La próxima vez que le arranque los miembros a alguien, lo haré en tu honor.".<br />
<br />
<br />
"''Así que ninguno de mis mensajes ha llegado a Morg...''". Repasó la correspondencia. Pero su interlocutor sabía de Kurel, no podía ser... salvo que el interlocutor intermedio funcionara como una especie de censor... que abriera todos los mensajes y sólo dejara pasar los que viera más convenientes. Por la velocidad con la que respondía, Ide intuyó que se trataba de un filtro electrónico. Que era, probablemente, el que había repetido el mensaje de Morg en la segunda clave. Y en la tercera. Y en la cuatro mil. Si quería saltarse el filtro... tendría que enviar un mensaje que no estuviera en las reglas de bloqueo. Mencionar a Kurel había<br />
funcionado. Y a Horuz. Así que redactó un mensaje con un remitente distinto, se consignó a la Fuerza, y cruzó los dedos para que el filtro no lo retuviera.<br />
<br />
<br />
Remitente: "Ide". Asunto: "Kurel". Mensaje: "El hijo de Zhur Garin, que fue traido aquí desde Horuz, debe ser trasladado al Templo Jedi de Coruscant, por deseo expreso de él mismo." El mensaje no llegó más allá del interlocutor intermedio. El mensaje de vuelta decía: "No tengo problema con eso. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
<br />
Ide se quedó mirando su Hololibro. Tuvo otra obvia revelación. Las reglas no se limitarían a aprender los mensajes que Morg hubiera rechazado. Además, jamás dejarían pasar un mensaje que contuviera un código de desbloqueo de un droide.<br />
<br />
Aún quedaba el problema de los pocos miles de claves que había enviado. Si un observador humano decidía probarlas, probablemente podrían obtener el control de Morg en pocas horas. Siempre que el supervisor, el cual Ide estaba seguro que existía, no decidiera que era un ataque aleatorio para obtener el control de Morg...<br />
<br />
<br />
Aprovechando la brecha abierta, Ide instaló su programa en el terminal donde antes se había estado ejecutando Kenter. Lo ejecutó para que siguiera enviando claves. Observó, desde la monitorización que hacía desde su Hololibro, cómo el filtro las respondía automáticamente. Creó un pequeño filtro, que descartaba las respuestas estándar, y que avisaba y detenía el envío en caso de obtener una respuesta distinta.<br />
<br />
Cuando terminó era casi la hora de la cena. Desconectó su Hololibro y dejó su sistema funcionando.<br />
<br />
Obviamente, Kenter no sería capaz de avisarlo, así que cogió sus cosas y se dirigió a la Flor Esquiva.<br />
<br />
<br />
<<Continúa en [[Humo y Vapor III]]>></div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIHumo y Vapor II2014-02-17T09:34:23Z<p>El Universo: /* Un trayecto corto */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26 aGR; 18:30'''<br />
<br />
Volvieron a la atmósfera tan rápido como la twi'lek podía pilotar. Aunque inmerso en sus pensamientos y las sensaciones que iban y venían sobre su padawan, se paró a examinarla unos segundos. Había explotado, cuando el mercenario la tenía sujeta con el cuchillo. Que Ide supiera, sólo había una forma de estallar de esa manera, y ya la había visto antes en un usuario de la Fuerza.<br />
<br />
Ella misma seguía asustada por lo que acababa de experimentar, y parecía muy confusa. Y seguía pilotando, volcándose en la conducción como única manera de mantener la cordura. Pero Ide la veía con otros ojos.<br />
<br />
Ella estaba pilotando ''mediante la Fuerza''. Y también estaba inmersa en un shock emocional.<br />
<br />
Pero ya se encargaría de esto más tarde. Ahora tenía que ver a su padawan.<br />
<br />
==Llegada==<br />
<br />
El tiempo base para llegar era de cuarenta minutos, pero ella consiguió reducirlo a treinta mediante algunas maniobras de dudoso buen gusto, que no produjeron víctimas de puro milagro.<br />
<br />
Poco antes de llegar, Ide vio la columna de humo que surgía del techo hundido de la mansión Wolkan. Fue entonces cuando se empezó a preocupar de verdad.<br />
<br />
Aterrizaron en el mismo hangar donde Ide había aparcado al llegar allí por primera vez, y que era de las pocas partes que conservaba la estructura más o menos intacta. Nadie salió a recibirlos.<br />
<br />
Ide caminó fuera de la nave, con premura pero sin perder la precaución, con el sable de luz en la mano, aunque apagado. Agudizó el oído, no se escuchaban sonidos de combate. Con la Fuerza no podía percibir a Arakosia, pero ella siempre había sido, por naturaleza, difícil de percibir.<br />
<br />
MN-44, con un brazo menos y varias marcas de blaster sobre su torso, se acercó cojeando a Ide.<br />
<br />
-Cielos, ''Emeene''... ¿qué ha pasado aquí?<br />
<br />
-¿Señor Kanor? No puedo verlo bien, mis fotoreceptores están dañados... hemos sido atacados, señor.<br />
<br />
-¿Dónde está Keel? ¿Y Arakosia?<br />
<br />
-El amo Wolkan se ha encerrado en su búnker, y no tiene intención de salir hasta que piense que el entorno es seguro. La chica que lo acompañaba a usted desapareció en el fragor del combate.<br />
<br />
De repente, Ide se acordó de algo más. Cogió su intercomunicador y se lo llevó a la boca.<br />
<br />
-¿Lionel? Lionel, aquí Ide, contesta.<br />
<br />
Un chorro de estática fue la única respuesta. Ide no acababa de tener claro si había percibido la voz de Lionel en medio de la estática, o si había sido su mente, intentando convencerle de que así había sido.<br />
<br />
==Control de daños==<br />
<br />
Marcó en el comunicador el número de Keel. Una voz airada contestó.<br />
<br />
-¡Ahora qué!<br />
<br />
-¿Ahora qué? ¿Qué está pasando aquí? Me han intentado matar mientras estaba en el gremio de cazarrecompensas... ¿qué significa todo esto?<br />
<br />
-¡Que qué significa qué! ¡Han intentado matarme! ¡En mi propia casa!<br />
<br />
-¿Sabes quién es el responsable?<br />
<br />
-¡Mercenarios, creo! ¡No lo sé! ¡Cuando el que sea quiera reclamar el ''k'shii'', lo sabremos! ¡Mierda! ¡He perdido más de cincuenta esclavos! Por cierto, siento haberte dejado sin piloto.<br />
<br />
A Ide le dio un vuelco el corazón.<br />
<br />
-¿Perdona?<br />
<br />
-La twi'lek. Lo siento, he activado el código de su implante hace un rato. Ha sido al activar la marea de carne... pero veo que has llegado bien, así que no ha sido un gran contratiempo.<br />
<br />
La chica, de pie al lado de Ide, se puso pálida. Con la mirada aturdida, se sentó en el suelo.<br />
<br />
-Eh, bueno, ahora tenemos otros asuntos que tratar. Yo, por ejemplo, tengo que encontrar a mi aprendiz. Llámame si necesitas algo, pero por lo que veo sabes cuidarte solo. -Miró a MN-44-. Deberías hacer algo con MN, parece algo dañado.<br />
<br />
-Anda la leche, ¿sigue vivo? Estee... ya lo mandaré reparar cuando salga y tal...<br />
<br />
-Descuida. Te veo luego.<br />
<br />
Cogió a la twi'lek del brazo y se dirigió a la nave. Cuando llegó a la nave, ella se dejó caer sobre sus rodillas y comenzó a sollozar.<br />
<br />
-Disculpa la pregunta, pero... al activar Keel tu implante, ¿no debías haber muerto?<br />
<br />
Ella negó con la cabeza, sin dejar de llorar.<br />
<br />
-Pero Keel piensa que has muerto -ella asintió-. Entonces, si Keel piensa que has muerto, es porque debías haber muerto, pero que algo falló en ese instante. A no ser que algo se me escape -ella asintió-. También, en lugar de asentir sin decir nada, podrías decirme qué pasa. O podemos jugar al juego del jedi que busca la verdad sin que la twi'lek hable.<br />
<br />
==Respuestas==<br />
<br />
Ella se giró a medias, sin atreverse a mirar a Ide a los ojos. Con un hilo de voz contestó:<br />
<br />
-¿Je...di?<br />
<br />
Ide tuvo un momento de duda, pero luego creyó entender.<br />
<br />
-¿Sabes quién soy? -ella negó con la cabeza. Ide sonrió -. ¿Sabes quién es Keel? -ella asintió, con un escalofrío-. Pues te voy a dar una buena noticia: creo que eres una twi'lek libre, sobre todo porque tu amo piensa que has muerto, y tu implante ha fallado cuando él intentó activarlo.<br />
<br />
Ella se calmó un poco. Habló con la voz deformada por haber llorado, pero más calmada.<br />
<br />
-El implante no falló por eso -dijo en voz baja-. Falló porque Keel no era mi propietario.<br />
<br />
-Ahora sí que no entiendo nada. Él piensa que tú has muerto...<br />
<br />
-Porque él dio la orden de activar mi implante. Pero como él no era mi propietario, no se activó.<br />
<br />
-¿Y a quién perteneces?<br />
<br />
-A ti, amo -miró a otro lado, como si no soportara mirarlo a los ojos- Mi código está en tu cristal de pago.<br />
<br />
-Entiendo. Osea, que te compré cuando gestionaste el alquiler del carguero, por eso me salió tan caro...<br />
<br />
Ella lo miró extrañada.<br />
<br />
-No, el precio de la nave es correcto. Y es de segunda mano. Mi... coste es un porcentaje pequeño de lo que se gastó en aquella nave.<br />
<br />
-¿Segunda mano? ¿Lo he comprado? ¿Te compré a ti y a la nave? - Ide estaba sinceramente sorprendido.<br />
<br />
-Y a muy buen precio, si me permite decírselo, amo.<br />
<br />
Guardó silencio durante unos segundos.<br />
<br />
-Entonces supongo que ya me puedes decir tu nombre.<br />
<br />
-Un esclavo no tiene nombre, amo. Puede llamarme como guste...<br />
<br />
-Ya, lo que pasa es que tú no eres mi esclava. Te voy a liberar en cuanto sepa cómo quitarte esa cosa de la activación.<br />
<br />
-Es que yo no quiero ser liberada -miró a Ide, que la observaba con el desconcierto pintado en el rostro- ¿Libre? ¿Con este cuerpo? ¿En Nar Shaddaa? Ni hablar. Como propiedad, tengo mis derechos.<br />
<br />
-Oh, bueno, yo pensaba más bien que te vinieras a Coruscant.<br />
<br />
Los ojos de ella se agrandaron con sorpresa, pero no se atrevía a creer.<br />
<br />
==Los detalles después==<br />
<br />
-Bueno -siguió Ide-, los detalles podemos discutirlos después. Ahora necesitaría que me ayudaras a encontrar a mi aprendiz, y de paso a terminar la misión que tengo que hacer aquí.<br />
<br />
-Mientras tanto, y según la legislación de Nar Shaddaa, soy de tu propiedad -sonrió-. No puede ser peor que Keel Wolkan -escupió el nombre con desprecio.<br />
<br />
-Estoy seguro de que no -dijo, devolviéndole la sonrisa-.<br />
<br />
-Y, ahora, ¿cómo puedo serte de utilidad, amo?<br />
<br />
-Para empezar podrías dejar de llamarme amo.<br />
<br />
-¿Señor, quizá? ¿El nombre de pila? A algunos amos les gusta...<br />
<br />
-Ide está bien.<br />
<br />
-Ide -repitió ella en voz baja-. Es bonito. Necesitarás un apelativo para denominarme, Ide. Y ahora que soy de tu propiedad, contestaré a todas tus preguntas. ¿Quieres saber cómo me llamaba? ¿Quieres saber qué me gusta en la cama?<br />
<br />
Ide movió los ojos hacia arriba. Le encantaría charlar y animar a la chica, pero ahora tenía algo que hacer.<br />
<br />
-Vamos, me puedes contar todo eso mientras rescatamos a mi ayudante -sonrió, y subió la rampa de acceso.<br />
<br />
-Claro, si no he desconectado la energía de la nave -se encogió de hombros- por si había problemas. Pero, ¿hacia dónde vamos?<br />
<br />
-Hacia el sitio del que nunca debí alejarme. Al Palacio del Dolor.<br />
<br />
Ide vio como un escalofrío recorría la espalda de la twi'lek, pero ésta no dijo nada. Caminó hasta el puesto del piloto, y partieron dejando una estela de humo y vapor.<br />
<br />
==Un trayecto corto==<br />
<br />
La chica parecía haber pensado, inicialmente, que iban al Palacio del Dolor a alojarse. Por eso le contó brevemente lo que había venido a hacer a Nar Shadda, y los problemas que habían surgido con su piloto durante la investigación en el Palacio del Dolor. Le contó además, la sospecha que tenía de que tanto el ataque en el Gremio como la destrucción de la casa de Keel fueran obra de Vima Da'Motta.<br />
<br />
Ella asintió respetuosamente, intercalando comentarios apropiados a la historia de Ide, pero sin hacer ninguna pregunta. Cuando Ide guardó silencio, la escuchó susurrar "marea de carne".<br />
<br />
-Todavía no sé tu nombre -intervino Ide -. El que tenías antes de ser esclava.<br />
<br />
-Sira Levora -dijo ella con un tono extraño- Bueno, en realidad es Siral'evora, pero en básico se dice así. <br />
El joven no dijo nada, pero sonrió.<br />
<br />
==De nuevo en el Palacio del Dolor==<br />
<br />
La masa piramidal que era el Palacio del Dolor volvió a aparecer en la distancia. Por alguna razón, bajo el sol parcialmente eclipsado que empezaba a ponerse, bajo el cielo rojizo, a Ide le pareció aún más amenazador que la primera vez que lo vio.<br />
Una protrusión del edificio, cerca de la cima, se extendió para recibirles. Este, comprendió Ide, es un hangar de lujo.<br />
<br />
Bajaron de la nave, y un hombre enfundado en un traje formal los recibió con un ademán moderado y una sonrisa comedida.<br />
<br />
-¿Ide Kanor? -dijo educadamente.<br />
<br />
-En efecto. Cuánto honor, no sabía que tendría recepción oficial -dijo Ide, con un tono algo ambivalente entre lo formal y el sarcasmo.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Es usted un cliente importante. ¿Desea que lo conduzca a sus aposentos? El trayecto puede resultar complicado...<br />
<br />
-Entiendo.<br />
<br />
-La señora DaMot'ta lamenta no poder recibirlo en persona, pero estará encantada de cenar con usted esta noche en la Joya Gloriosa. Puede, mientras tanto, retirarse a sus aposentos, o disfrutar de nuestra muy variada oferta en ocio y restauración. Los pozos de carne, en concreto, son exquisitos.<br />
<br />
-Gracias, creo que esperaré en mi habitación. Por cierto, ¿cómo es que me esperaban? -preguntó, despreocupadamente.<br />
<br />
-Todos nuestros clientes tienen incluído un punto de desembarco con el precio de la habitación, señor. Y yo mismo tengo la labor de recibirle a usted y de proporcionarle cualquier información o servicio que pueda necesitar -sonrió enigmáticamente.<br />
<br />
Ide le devolvió la sonrisa. Aunque no tenia claro a qué venía tanto protocolo, se hacía una ligera idea. En cualquier caso, prefirió no preguntar más.<br />
<br />
El hombre, con un lenguaje corporal a medio camino entre el mayordomo y el ayuda de cámara, hizo un ademán que indicaba "sígame, por favor", y se dispuso a guiarlo hacia su habitación.<br />
<br />
El trayecto fue sorprendentemente corto y visualmente agradable. Ide reconoció los símbolos en la puerta de la habitación, aunque (reflexionó) no estaba del todo seguro de poderlos trazar si quisiera.<br />
<br />
==Indagaciones e invitaciones==<br />
<br />
En el interior, Ide se encontró de nuevo con la considerable extensión de espacio que era la habitación doble, decorada con notable buen gusto, con los hologramas de las paredes mostrando una tarde agradable en Alderaan. El selector holográfico se activó al entrar Ide por la puerta, mostrando de nuevo a la misma mascota humanoide que le había dado la bienvenida en la ocasión anterior.<br />
<br />
-¡Hola de nuevo, señor! -saludó con voz animada- ¡Me alegro mucho de volver a verle!<br />
<br />
-Hola, Kenter.<br />
<br />
-¿Hay algo que pueda hacer que su estancia resulte más agradable?<br />
<br />
-Pues me gustaría que comprobaras si la chica que me acompañaba ayer ha vuelto al hotel.<br />
<br />
-Veré lo que puedo hacer, señor -se volvió, mientras parecía concentrarse unos instantes-. Ahora se encuentra inscrita entre el personal de la Señora del Dolor. Pendiente de terminar cuidados médicos. Pendiente de evaluación física. Pendiente de asignación de destino -dijo en tono monocorde- ¿Desea alguna otra cosa, señor?<br />
<br />
-El... ¿personal, has dicho? Me gustaría verla, si fuese posible -dijo Ide, intentando mantener el tono educado.<br />
<br />
-Por supuesto, señor -dijo Kenter, servicialmente. Su imagen se difuminó, y se convirtió en la de una habitación espaciosa, llena de máquinas, donde tres droides médicos trabajaban afanosamente en Arakosia, que parecía ser la única paciente. Ella permanecía inconsciente, en el interior de una especie de cámara bañada con luz o líquido (la imagen era poco clara) de color dorado.<br />
<br />
-¿Y cuándo dices que ingresó aquí? -siguió Ide.<br />
<br />
-Me temo que esa información no la conozco, señor -reflexionó un instante- Supongo que hace poco, porque la evaluación física, asignada como tarea pendiente, es una de las primeras cosas que se realizan cuando alguien entra a formar parte de nuestra pequeña familia -sonrió.<br />
<br />
-Bueno, entonces me gustaría hablar con alguien responsable del nuevo personal. No entiendo por qué mi acompañante ha ingresado como miembro del hotel.<br />
<br />
-¿Holopresencia, señor? ¿O desea una entrevista en persona?<br />
<br />
-En persona, por favor -Ide estaba haciendo un esfuerzo por mantener la compostura-. Es un tema delicado, no entiendo qué está pasando aquí.<br />
<br />
-Comprendo -asintió el holograma animado-. Me temo que eso tardará un poco más. Nuestro hogar es un lugar grande...<br />
<br />
-Supongo que podrá ser antes de la cena.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Serán entre veinte y veinticinco minutos.<br />
<br />
-Estupendo. Esperaré aquí.<br />
<br />
Kenter no se desvaneció.<br />
<br />
-Parece contrariado, señor. ¿Hay algo que pueda hacer por usted? ¿Licor, especia, mujeres?<br />
<br />
-No, gracias, Kenter -interrumpió Ide-. Esperaré aquí hasta que pueda entrevistarme con el responsable del ingreso de Arakosia.<br />
<br />
-Como desee, señor. Permaneceré atento, por si necesita algo -se desvaneció.<br />
<br />
Ide se dirigió a la cama, y sin musitar una palabra más, adoptó postura de meditación. Necesitaba atar cabos, aunque todo apuntaba, cada vez más claramente, a que detrás de esta jugada estaba la misma Vima Da'Motta.<br />
<br />
==Espera, meditación==<br />
<br />
Ide cerró los ojos, y dejó su mente tan en calma como le fue capaz. Intuía que probablemente un jedi más experimentado lo lograría con mayor facilidad, pero al final consiguió aquietarse lo suficiente. O eso creía.<br />
<br />
Dejó vagar su percepción hacia el pasado, guiándola con suave firmeza al momento en el que creyó percibir la presencia de Arakosia, cuando estaba en aquel hangar...<br />
<br />
{{flashback| ...se vio a sí mismo, de pie junto a la nave que en aquel momento pensaba alquilada, el alienígena recién desintegrado, algunas de sus moléculas aún en el aire, y la sensación de vibrato que le llegaba desde la distancia. Ahora lo identificaba. Era la impronta de Arakosia en la Fuerza. Aun inconsciente, se había sentido en peligro. Y lo que había estado a punto de percibir no era sino el vínculo maestro-aprendiz, que él conocía tan bien... desde el lado del aprendiz.''}} Seguramente la próxima vez que lo percibiera sería capaz de identificarlo con mayor precisión.<br />
<br />
...con la facilidad de la práctica, fluyó hacia adelante para ir al punto en el que el mercenario había tomado a Sira como rehén. <br />
<br />
''Ella estaba llorando y temblando, y de repente...''<br />
<br />
Ide estudió sus recuerdos centésima a centésima.<br />
{{flashback |<br />
''...ella había cerrado los ojos con fuerza, y se había estremecido de puro pánico. Y la Fuerza había respondido. La explosión había brotado de ella. Y la expresión de su cara... no se lo esperaba, ni lo comprendía.'' Y seguía aterrorizada. Pero era una usuaria de la Fuerza, sin ningún género de dudas. O, mejor dicho, tenía el ''potencial'' para serlo.}}<br />
<br />
Justo cuando Ide iba a dirigir sus pensamientos a su aprendiz, aún en la sala de reconocimiento, llamaron a la puerta. Abrió los ojos.<br />
<br />
-Adelante -dijo, sin moverse, aún en pose de meditación.<br />
<br />
==Recursos Humanos==<br />
<br />
El que entró en la habitación había sido un hombre en otros tiempos. Ahora parecía más máquina. Tanto su ojo derecho como gran parte de su cráneo y su brazo izquierdo eran robóticos. La expresión de su cara era de hastío, pero sus modales eran impecables. Hizo un ademán pidiendo permiso antes de entrar en la habitación, y una vez dentro no se sentó hasta que Ide se lo hubo indicado. Aun así, inclinó levemente la cabeza antes de sentarse.<br />
<br />
-Cuénteme -dijo, sin más.<br />
<br />
-Entenderá -siguió Ide, con la misma claridad con la que él había empezado- que me encuentre algo extrañado por lo que ha sucedido. Mi acompañante ha sido ingresada en su hotel como miembro del equipo - enfatizó la última palabra-, según me ha podido informar el asistente holográfico.<br />
<br />
-Me temo que no comprendo de quién está hablando. ¿Podría ser un poco más específico, por favor?<br />
<br />
-Arakosia. La joven humana que tienen actualmente en observación médica.<br />
<br />
-Ah, sí. La hemos adquirido esta misma tarde a muy buen precio, a unos tratantes de esclavos de plena confianza -sus ojos se quedaron fijos un momento, como si mirara a algo muy lejano- Así es como ha entrado a formar parte de nuestro personal -su mirada recuperó parte de la viveza perdida- ¿Desea algo más?<br />
<br />
-Bueno, a ser posible, saber quién les ha vendido a mi aprendiz, la misma que era una humana libre esta misma tarde antes de que la secuestraran de donde estaba alojada.<br />
<br />
-Shawman&K'Rtahn, tratantes. Le puedo dar su dirección o su código de comunicador, si lo desea.<br />
<br />
Ide tomó aire.<br />
<br />
-Aunque claro, supongo que bajo las leyes de Nar Shadda, este individuo tendrá plena potestad sobre lo que haya ''adquirido'' al destruir y arrasar la casa Keel Wolkan, que es donde estaba Arakosia recuperándose. Y que, ahora que la ha vendido, no tiene potestad sobre ella. Y que cortarle la cabeza no anularía la transacción. ¿Me equivoco mucho? -Ide estaba considerablemente molesto por esta, por decirlo de alguna forma, ''inconveniencia''.<br />
<br />
-Su análisis de la situación es correcto, señor -su mirada se volvió reflexiva-. Aunque usted recuperaría parte del k shii perdido. Si lo desea, podemos venderle una esclava similar, de perfil guardaespaldas-concubina, un poco más joven...<br />
<br />
-No, no es sustituible. Necesito recuperar a Arakosia.<br />
<br />
-Si desea recuperar a esa chica en concreto, me temo que el asunto excede a mis competencias. Yo sólo manejo al personal existente, no tengo ningún papel en la entrada o salida de personal.<br />
<br />
-¿Tengo que hablar entonces con su superior?<br />
<br />
-Supongo que eso tendría que discutirlo con la señora Vima DaMot'Ta. Suele ser complicado, ya que no concede citas, pero... supongo es que es usted afortunado, ya que tiene una cita concertada con ella esta noche.<br />
<br />
-Me imaginaba que tendría que hablar directamente con ella. Le agradezco su ayuda.<br />
<br />
-¿Desea algún servicio que le ayude a hacer pasar el tiempo con mayor velocidad mientras espera?<br />
<br />
-No, gracias. Tengo un par de asuntos que resolver antes de la cena.<br />
<br />
-Entonces me retiro a mis quehaceres -dijo el cyborg, mientras se levantaba.<br />
<br />
-Muchas gracias por su atención.<br />
<br />
==Comunicándose con Keel==<br />
<br />
Ide se despidió del tipo, y sin dilación marcó el número de comunicador de Keel Wolkan. Tardó en contestar, y cuando lo hizo no había imagen, sólo una voz que parecía llena de dolor. O de droga.<br />
<br />
-Nnhh...-dijo la voz-que-parecía-de-Keel<br />
<br />
-Shawman&K'Rtahn. ¿Te suena ese nombre? -dijo Ide, obviando el estado de Wolkan.<br />
<br />
-¿Mmm? ¿Kanor?<br />
<br />
-Sí. Shawman&K'Rtahn. Han vendido a mi aprendiz a Vima Da'Motta. No sé si estás lo suficientemente lúcido como para atar cabos.<br />
<br />
-Una pareja de tratantes. Mi competencia más directa -suspiró-. ¿Qué quieres saber?<br />
<br />
-Cómo que qué quiero saber. Lo que te quiero decir es que deben haber sido ellos los que atacaron tu casa, si se han apoderado de mi aprendiz para venderla.<br />
<br />
-Ya... -dijo, con poca decisión- Debería haberlo supuesto -parecía dubitativo- Em... pues gracias por el dato, tio.<br />
<br />
-Lo que me gustaría saber es por qué sabían que yo estaba en Nar Shadda, y por qué me seguían. Me atacaron al mismo tiempo ocho mercenarios. ¿Tienes algo que contar, Keel?<br />
<br />
-Yo... no te comprendo... Tras la exhibición que hicísteis, supongo que bastante gente con el potencial de atacarme sabría de vuestra existencia...<br />
<br />
Ide se quedó bloqueado un momento.<br />
<br />
-Mierda -soltó.<br />
<br />
-Yo estoy intentando olvidar todo este asunto a base de especia rosa... -suspiró de nuevo- la especia rosa es buena...<br />
<br />
-Supongo que no arreglará nada que descabece a estos dos tíos. Al menos, no me devolverá a Arakosia.<br />
<br />
-Bueno, si vas y le dices a todo el mundo que lo haces de mi parte, te daré dos mil gubor. Piénsalo.<br />
<br />
-Tanto kshii por dos mil gubor... sabes negociar, Wolkan.<br />
<br />
-Bueno, me pareció una oferta justa...<br />
<br />
-Me lo pensaré, pero no me interesa el dinero. Me interesa mi aprendiz. ¿Cómo de poderosos son estos tipos?<br />
<br />
-Eh... pues más o menos como yo...<br />
<br />
-Gracias por la información. Te dejo, tengo que hacer un par de cosas antes de cenar. Cuidate, Wolkan.<br />
<br />
Miró las paredes de su habitación. Se maldijo por haber dejado sola a su aprendiz. Pero maldecirse no iba a arreglar nada, así que se fue a la Flor Esquiva. Ya que no podía hacer nada hasta hablar con Vima Da'Motta, al menos recogería toda la información que pudiera.<br />
<br />
==Regreso a la Flor Esquiva==<br />
<br />
Al parecer, en el Palacio del Dolor era tremendamente fácil llegar al lugar donde uno quisiera ir, o así se lo pareció a Ide.<br />
Llegó a la Flor Esquiva, que parecía estar bastante más animada que la otra vez. Aunque claro, la otra vez había sido por la mañana temprano. Seguía oliendo vagamente a especias, y seguía siendo rica en sofás, pero la música que tocaba Oloruu era más vivaz, y había prácticamente una persona (o pareja, o pequeño grupo) en cada sofá. También flotaba en el ambiente una cierta sensación plácida, no exenta de un extraño regusto amargo.<br />
<br />
Delia hizo un gesto de reconocimiento desde la barra. Comenzó a llenar un vaso con vino de Alderaan y esperó a que Ide y Sira se acercaran a hablar con ella.<br />
<br />
-Parece que no me voy a librar de hablar con tu jefa -dijo él, mientras tomaba asiento. Ella hizo un gesto de simpatía indeterminada.<br />
<br />
-Hablar no compromete a nada -dijo ella. Dejó pasar un par de segundos-. ¿Has encontrado al androide ese que buscabas?<br />
<br />
-No, pero tengo alguna pista. El problema es que en el camino he perdido a mi aprendiz. La han secuestrado y vendido. Adivina quién es su nueva dueña.<br />
<br />
-¿La Señora del Dolor, quizá?<br />
<br />
-Bingo. Unos tipejos atacaron la casa donde estaba... descansando. Keel Wolkan, no sé si te sonará.<br />
<br />
Se mostró levemente sorprendida.<br />
<br />
-Em... sí, es relativamente conocido.<br />
<br />
-Pues le han asestado un buen golpe.<br />
<br />
<br />
<br />
-Mala cosa... es una rata cobarde y cruel, muy capaz de usar a sus esclavos como campo de minas... pobres chicas.<br />
<br />
-Ah, a eso se refería con lo de marea de carne...<br />
<br />
-Sí, a eso. Se implanta un explosivo un poco más potente, y se hacen detonar los esclavos más cercanos a tu enemigo -comentó en un tono distante, pero asqueado- ...pobres chicas... -repitió mientras miraba a Sira con una huella de dolor compartido.<br />
<br />
-Una se salvó. La que me dejó como piloto. La compré sin querer -dijo Ide, intentando desviar el tema mientras Sira se ruborizaba en verde oscuro y apartaba la mirada.<br />
<br />
-Le salvaste la vida, tú -sonrió-. ¿No hay una tradición de cuidar de las vidas que uno salva? ¿O era al revés?<br />
<br />
-No lo sé. Mi orden nos insta a proteger a los desamparados, siempre que sea posible -el jedi sonrió, siendo consciente de lo que Delia estaba pensando.<br />
<br />
Delia le devolvió la sonrisa, con una calidez que no había visto a ningún nativo de Nar Shaddaa.<br />
<br />
-Te entiendo -no dijo nada más. Parecía tocada por sentimientos profundos, y siguió limpiando el vaso durante medio minuto, sin decir nada ni mirar a Ide directamente.<br />
<br />
<br />
<br />
Ide estuvo a punto de contarle que pensaba negociar con Vima para liberarla, y que pensaba que iba a ser difícil puesto que parecía valiosa, pero pensó que era mejor pasar por algunos temas de forma tangencial.<br />
<br />
-Creo que han cogido a Lionel -dijo, mirándola fijamente. Ella frunció el ceño.<br />
<br />
-No debió haberse quedado tanto.<br />
<br />
-Lo mandé a orbitar con la nave. Pero parece que no fue suficiente. No me contesta, y eso es mala señal -miró su vino. En cierto modo, se sentía responsable.<br />
<br />
-No sabría decir... a mí nunca me contesta -dijo con rabia.<br />
<br />
-Bueno. La gente cambia. Las cosas cambian. Hace tres horas mi aprendiz era mi aprendiz y ahora es una esclava de Vima. Esta noche puede que sea diferente.<br />
<br />
-Me pregunto para qué la querrá. ¿Ella era el objetivo de una operación completa o sólo fue un extra?<br />
<br />
-Digamos que... anoche... se hizo valer. Hizo una exhibición en casa de Keel. Llamamos la atención -ella hizo un gesto de sorpresa-. Fui un tonto. Nos siguieron la pista, y atacaron en casa de Keel. Ocho mercenarios me atacaron a mí mientras estaba en el Gremio de Cazarecompensas. Yo pude deshacerme de ellos, pero mi aprendiz no -levantó la mirada. <br />
<br />
No supo decir si estaba preocupado o la echaba de menos, pero no se permitió pensarlo mucho.<br />
<br />
<br />
<br />
Delia pareció acordarse de algo de repente. Extrajo un pequeño visor plano de un lateral de la barra y lo giró para que sólo pudieran verlo Ide y ella.<br />
<br />
-Un momento -dijo mientras manipulaba unos controles-. Apareció la imagen de Arakosia desnuda, haciendo girar su espada a gran velocidad para destrozar una oleada de fruta. Se notaba que la imagen se estaba desarrollando a cámara lenta en la velocidad a la que caían los trozos de fruta una vez cortados.- ¿Esta es ella?<br />
<br />
Ide no dijo nada durante unos momentos.<br />
<br />
-Debí habérmelo figurado -dijo con amargura-. Debo ser el jedi más tonto de toda la Orden.<br />
<br />
-Bueno, esto responde a mi pregunta anterior -dijo ella, sin hacer caso al comentario de Ide-. Ya sabemos para qué la quiere Vima.<br />
-Tiene todo el sentido.<br />
<br />
<br />
<br />
En un instante, Ide pasó de la frustración a la esperanza. "Lo que Vima no sabe es que eso no era Arakosia moviéndose, sino la droga actuando". Y justo cuando terminó la frase mental, se dio cuenta de lo que haría Vima si supiera que era la especia roja la que la hizo canalizar la Fuerza así.<br />
<br />
-Pues claro que lo tiene. La quiere para el Hak'un Shapp.<br />
<br />
Ide abrió mucho los ojos y habló con una pesada y profusa determinación.<br />
<br />
-Ya sé lo que voy a hacer. Sira, quédate aquí -ella asintió.<br />
<br />
Se despidió de Delia y se dirigió a su habitación.<br />
<br />
==Tratos con Fenel Fodel==<br />
<br />
Apenas hubo abierto la puerta, Kenter se volvió a materializar:<br />
<br />
-¡Saludos, noble señor! ¿Cómo puedo hacerlo más feliz?<br />
<br />
-Holocomunicación con el responsable de personal -dijo sin casi dejar terminar a Kenter-. El tipo que vino antes y ni siquiera se presentó.<br />
<br />
-Su nombre es Fenel Fodel. Lo llamaré en seguida.<br />
<br />
Tras unos diez segundos, la cara del ciborg apareció en el holocomunicador.<br />
<br />
-Necesito que me hagas un favor.<br />
<br />
-Dígame su problema y veré qué puedo hacer.<br />
<br />
-¿Tiene Arakosia ya el implante?<br />
<br />
-Me temo que los informes médicos relativos al personal son privados, señor.<br />
<br />
-Entiendo que es un no -se aventuró a decir-. Si oficialmente fuera una esclava, no tendrías problema en comunicarlo -hizo una pequeña pausa.<br />
<br />
-No tengo ningún problema en comunicarlo, más allá de la incomodidad que a veces supone para un cliente encontrarse a nuestro servicio a un... antiguo conocido -hizo un gesto de incomodidad-. Pero no se confunda. Es nuestra.<br />
<br />
-Necesito que postpongas la inserción. Sólo hasta esta noche, después de que negocie con Vima.<br />
<br />
-Mi deber es implantarla cuanto antes, si los informes médicos son favorables. Aunque la naturaleza de mi trabajo incluye cierta... flexibilidad a la hora de estimar parámetros intangibles, como la naturaleza favorable de un informe técnico -pareció concentrarse durante un instante-. Sin embargo, la Señora del Dolor parece haberse tomado un interés personal en este caso, y no creo que viera una... dilación intencionada por mi parte con buenos ojos. Representaría para mí un riesgo considerable.<br />
<br />
-Cuánto quieres -preguntó Ide con apenas entonación interrogativa.<br />
<br />
-No quiero dinero. Quiero irme de Nar Shaddaa.<br />
<br />
-Cuánto vales -repuso, como si la primera pregunta no hubiera existido.<br />
<br />
-Soy un agente libre, pero me retienen... compromisos ineludibles. Necesito que me saque de aquí alguien a quien no le importe la ira de Vima.<br />
<br />
-Uhm -Ide se quedó dubitativo. Algo pareció endurecerse en Fenel Fodel-. A mí no me importa, mientras consiga lo que he venido a buscar -el ciborg se relajó nuevamente, y esbozó la más mínima de las sonrisas. Asintió. <br />
<br />
-Será sólo una hora. Voy a ver a Vima en la cena, y tras la cena todo estará resuelto. De una manera u otra -sentenció.<br />
<br />
-Ten cuidado -dijo mientras asentía sobriamente.<br />
<br />
==Dinero y datos==<br />
<br />
Cuando se despidieron, Ide se dirigió a Kenter.<br />
<br />
-Kenter, ¿podrías comprobarme cuánto dinero queda en este cristal? -dijo Ide, mientras introducía el cristal en la ranura disponible.<br />
<br />
-¡Por supuesto, señor! -dijo con una cordialidad que a Ide comenzaba a cansarle- En este momento cuenta con 22714 gubor y 170 fleber.<br />
<br />
-Ahá. ¿Y sabes cómo anda el cambio medio de Gubor-Sgin?<br />
<br />
-El cambio medio oscila, señor, pero más o menos seis sgin hacen un gubor. Por supuesto, la tasa de cambio es tremendamente variable, y ya que muchos de los cambios de moneda se hacen electrónicamente, las tasas de cambio con varios decimales no son extrañas.<br />
<br />
"''Parece entonces que Sira hizo efectivamente un buen trato con la nave''", pensó Ide cuando hizo cuentas mentalmente. El carguero había costado unos 1.600 gubor. La realidad es que Ide no tenía muy claro cuánto significaba esa cantidad, pero lo que sí le pareció era que le quedaba una proporción bastante buena de dinero.<br />
<br />
De repente se acordó de Sira. Cogió su comunicador y escribió un mensaje. "Vete a la Flor Esquiva. Allí encontrarás a Delia. Dile que eres la que se salvó, y espérame allí. Lo que necesites comer y beber lo pagaré yo." <br />
<br />
Entretanto esperaba que llegara la hora de la cena decidió bajar a ver, en persona, qué era eso del Hak'un'Shap. Se quedó parado un segundo, y con decisión, salió por la puerta.<br />
<br />
No dio ni dos pasos cuando se dio cuenta de que no sabía dónde ir. Suspiró.<br />
<br />
-Kenter -dijo, con pesadumbre. Kenter tenía lo mismo de útil que de irritante.<br />
<br />
-¿Sí, señor?<br />
<br />
-¿Podrías decirme por favor dime dónde se celebra el Hak'un'Shapp?<br />
<br />
-Se celebra en los niveles 1 a 50, señor. Se pueden seguir los encuentros desde cualquier consola del hotel, y también se puede apostar desde cualquier lugar.<br />
<br />
-Gracias, pero prefiero verlo. Además, así veo si conozco a alguno de los participantes.<br />
<br />
-Nadie lo ve con sus propios ojos, señor, excepto los participantes. Los niveles 1 a 50 están llenos de cámaras para retransmitirlo todo con la mayor fidelidad. En cuanto a la identidad de los participantes... no veo en qué es diferente verlo en vivo de ver una holografía con detalle 1:1. ¿Desea rastrear a algún participante en concreto?<br />
<br />
-Pues la verdad es que conozco a Morg. No me importaría verlo.<br />
<br />
-¿Desea saber qué tal le va, señor? ¿O prefiere el holograma que se hizo al inscribirse?<br />
<br />
-Muéstrame ambos.<br />
<br />
-Por supuesto -dijo Kenter.<br />
<br />
De inmediato se activó un holoproyector en la pared opuesta a la cama, mostrando un droide bastante alto y ancho, de unos dos metros y medio. Permaneció unos segundos así, y luego sus extremidades se desplegaron, para llegar a medir tres mertos y medio. Transmitía una sensación de ser grandote e inofensivo que (como bien sabía Ide) no se correspondía con la realidad.<br />
<br />
La imagen se desvaneció, para dar paso a una representación seudobidimensional, que mostraba a Morg en una habitación. Un rótulo bajo la escena decía: "¡Momentos estelares de Morg!"<br />
<br />
La cámara giró para mostrar a un alienígena peludo y grandote, con brazaletes de esclavo, que llevaba una especie de vara, de punta energética. El alienígena fintó un par de veces, antes de que Morg consiguiera coger la vara con su articulación extendida. La retrajo con un movimiento brusco, y el alienígena chocó contra el droide. Se golpeó y cayó al suelo. Morg lo pisó sin mucho énfasis en la cabeza, que se deshizo.<br />
<br />
Corte de escena. Morg está en una posición de pelea, con un brazo extendido, y un humanoide envuelto en lo que parecen ser vendajes carga contra él, aparentemente desarmado. De repente, el homanoide extrae un sable de luz e intenta cortarle una extremidad a Morg. Éste retrae la extremidad y salta hacia atrás, mientras se extienden varios apéndices de su cuerpo metálico. Uno de los apéndices estalla, llenándolo todo de humo. La imagen cambia a termográfico. El humanoide gira sobre sí mismo para defenderse de algo, vuelve a girar. Un brazo de droide, muy frio, lo apresa de los dos brazos y se los arranca. Luego coge su cabeza y la aprieta de forma rápida y desapasionada, haciendo que estalle.<br />
<br />
Ide hizo memoria, para intentar recordar si había oído de algún Jedi que fuera a Nar'Shadda últimamente y que hubiera muerto. No le sonaba. Aunque, claro, hacía menos de un mes que había regresado al Templo.<br />
<br />
-¿Quién era el del sable, Kenter? -preguntó Ide.<br />
<br />
-Exen Nithan. Proviniente de Korriban. Profesión reconocida: asesino. Cazarrecompensas. Iba muy bien en los preliminares. Hasta ese momento, claro.<br />
<br />
-¿Cómo va Morg?<br />
<br />
-Subiendo en la clasificación, señor. No tiene demasiados fans, pero tampoco tiene demasiados enemigos. Probablemente se clasifique para el Hak'un'Shapp.<br />
<br />
-Quisiera que le dejaras un mensaje de mi parte.<br />
<br />
-Puedo ponerlo en su cuenta, señor, pero no le garantizo que lo vaya a leer. La cantidad de mensajes que reciben los participantes es astronómica. Aunque, claro, dada la naturaleza robótica de Morg...<br />
<br />
-Seguro que le interesa lo que tengo que decirle. Te dicto.<br />
<br />
==Mensajes==<br />
<br />
Sobre la nariz de Kenter aparecieron unas pequeñas gafas. En sus manos apareció un pequeño datapad.<br />
<br />
-Asunto, Garin. Remitente, Kanor, de Coruscant. Mensaje -Ide se paró unos segundos, para pensarse bien el texto-. Sé por qué estás haciendo esto. Conocí a su padre. Tuvo problemas y huyó de Coruscant. Me pidió que cuidara de él. Te busqué en Horuz, pero habían saboteado tu secuencia de emergencia y acabaste aquí. -Se paró, no sabía si seguir dando detalles o dejarlo para cuando respondiera-. Este es mi buzón. Espero tu respuesta.<br />
<br />
<br />
-Ya está enviado, señor.<br />
<br />
-¿Está luchando ahora?<br />
<br />
-No, señor. Descansando. Gasta casi todos sus hak en "tiempo privado". Eso es una mala táctica, porque sus fans preferirían verlo... Ya tenemos respuesta al mensaje.<br />
<br />
<br />
Ide sonrió. Sabía que no tardaría en responder.<br />
<br />
-Léemela.<br />
<br />
-"Introduzca código de anulación". Ni remite, ni asunto...<br />
<br />
Entonces recordó que Tu'Ala le había dado las coordenadas, pero no un código de anulación. Si había cambiado el destino, con toda probabilidad había cambiado el código. Ide sacó su hololibro, para abrir el canal seguro para hablar con el Templo.<br />
<br />
<br />
Uno de los (ya familiares para Ide) ayudantes informáticos apareció en pantalla. Era 3-Tru, el especialista en seguridad.<br />
<br />
-Saludos, 3-Tru. Necesito mandar un mensaje a la expadawan Tu'Ala.<br />
<br />
-¿Mensaje, no comunicación directa? -dijo en tono profesional.<br />
<br />
-Mensaje.<br />
<br />
-Tecléelo en su interfaz.<br />
<br />
<br />
Ide escribió. "Los he encontrado. El robot tiene un código de desactivación. Espero que se te ocurriera cambiarlo y que te acuerdes. Contactar con Garin será más complicado." Pensó unos segundos, y escribió otro párrafo. "Espero que estés bien. De verdad. Iré a verte cuando pueda." Y envió el texto.<br />
<br />
La respuesta llegó cinco minutos después:<br />
<br />
"Te daré el código a cambio de una promesa solemne, por tu vida, tu honor de jedi y la Fuerza que lo sostiene todo."<br />
<br />
Respondió. "Como pudiste ver, soy un jedi de palabra. Habla."<br />
<br />
"Quiero que me prometas, por lo anterioremente dicho, que cuando vengas a verme tendremos sexo. Relaciones sexuales completas."<br />
<br />
"Pensaba que me ibas a pedir algo complicado de hacer."<br />
<br />
"Es algo muy complicado, si el otro no quiere. No puedo tomarlo ni exigirlo, sólo pedirlo."<br />
<br />
"Por mi vida, mi honor de jedi y por la Fuerza que todo lo sostiene, tienes mi palabra, y la convicción de que no supondrá esfuerzo alguno." Ide sonrió al escribir esto, pero lo envió así.<br />
<br />
"Contaré las horas. Desde ahora me declaro en abstinencia, hasta que nos veamos :D ."<br />
<br />
<br />
<br />
Ide esperó que el canal no estuviera vigilado. Aunque, dado su historial, no era de esperar que nadie en el Templo se alarmara.<br />
Kenter permanecía erguido, alerta, en espera de más órdenes. Para variar, estaba callado. Ide se quedó pensando unos segundos. No sabía si enviar el código ahora, o hacerlo después. Y, en cualquier caso, no sabía lo que pasaría cuando introdujera el código.<br />
<br />
-Kenter, ¿sabes si Morg tiene algún combate hoy?<br />
<br />
-Nadie lo sabe, señor -repuso el hombrecillo, con cara de circunstancias-. Como ya le he dicho, gasta casi todos sus hak en "tiempo de privacidad". Y dada su naturaleza robótica, tampoco gasta mucho en mantenimiento... así que el momento de su siguiente combate es entre ahora y dentro de veintiocho horas.<br />
<br />
-Bien. Necesito que le envíes otro mensaje.<br />
<br />
-Será un placer, señor.<br />
<br />
-Mismo asunto que el anterior. Escribe. "Tengo el código, pero necesito asegurarme de que Kurel estará bien. ¿Qué harás cuando se desactive la secuencia de emergencia?".<br />
<br />
Cuando vio el mensaje escrito, tuvo la vaga impresión de que la respuesta sería "Introduzca código de anulación", sin remite, ni asunto.<br />
<br />
<br />
<br />
-Ya hay respuesta, señor. La leo: "El estado de salud de Kurel está al noventa y siete por ciento, y me encuentro en disposición de afirmar que permanecerá entre el noventa y cinco y el cien por cien; al menos en las próximas seis semanas. Introduzca código de anulación."<br />
<br />
Ide no sabía si anular la secuencia de emergencia ahora. O esperar a tener resuelto lo de Arakosia. Y lo de Delia. Y lo de Lionel. Quizás podría presionar a Vima, si tuviera control sobre Morg.<br />
<br />
-Responde, Kenter. "No has respondido a mi pregunta. Qué pasará con Kurel, y contigo, cuando introduzca el código. Y en cualquier caso, no te voy a enviar el código por una red no segura. Te lo daré en persona. Supongo que habrás sido lo suficientemente listo como para rastrear desde dónde te he enviado este mensaje."<br />
<br />
-"Remitente irrastreable debido a la configuración del sistema. Respuesta a la pregunta planteada excede parámetros de seguridad. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide dictó a Kenter de nuevo. "Habitación [...], en el Palacio del Dolor. No transferiré el código por una red privada. Si no piensas venir, proporcióname un buzón de la HoloRed donde pueda mandarte el código."<br />
<br />
"No dispongo de acceso a HoloNet. No puedo abandonar el Hak'Un Shapp."<br />
<br />
<br />
<br />
Ide no se fiaba de que alguien estuviera vigilando las comunicaciones, y que, intencionadamente podría intervenir el mensaje y no permitir que llegara a Morg. Por eso, intencionadamente, envió un código erróneo.<br />
<br />
-Kenter, envía la siguiente secuencia. -Dictó el código, errando en algunos números a propósito. Si Morg respondía, sería prueba inequívoca de que le había llegado el mensaje.<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Miró la respuesta algo atónito. No tenía ningún sentido que se bloqueara el sistema tras un intento erróneo. Aunque al menos sabía que nadie estaba interviniendo el canal.<br />
<br />
-Kenter, envía otro mensaje. -Esta vez, dictó el código correctamente, y lo repasó dos veces-. Además, crea un alias oculto en el remitente. Habrá bloqueado la anterior dirección.<br />
<br />
<br />
<br />
Cuando llegó el siguiente mensaje, Ide lo contempló, sin acabar de creérselo:<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la mente de Ide. ''A lo mejor no era Morg'' el que estaba enviando los mensajes de "Código incorrecto". Envió una tercera clave, ligeramente modificada respecto de la correcta que le había enviado Tu'Ala. Además escribió a la chica por el canal abierto en su Hololibro: "¿Estás segura de que esa es la clave?".<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
==Seguridad hutt==<br />
<br />
El mensaje de Tu'Ala tardó un poco más en llegar: "Claro, por supuesto, yo misma lo cambié. Es culpa de alguien pequeño y rojo. Tendrás que decírselo en persona, antes de mañana por la tarde."<br />
<br />
Respondió a Tu'Ala. "¿Alguien pequeño y rojo? ¿Mañana por la tarde? ¿Qué tiene que ver eso con el código que Morg ha rechazado?"<br />
<br />
<br />
"Sabes, no puedo ajustar mis visiones proféticas desde aquí. Por el ysalamiri, sabes. Hablo de memoria, esto es algo que vi una vez. Pero creo que no es Morg el que está rechazando el código."<br />
<br />
<br />
"''Estupendo''", pensó Ide, "''ahora además de alguien interfiriendo la comunicación tenemos una visión profética''".<br />
Abrió su Hololibro de nuevo. Escribió un pequeño programa, de apenas diez líneas de código, que generaba variaciones del código de seguridad. Lo conectó a la consola de Kenter.<br />
<br />
-Kenter, envía la salida de este programa a ''Morg''. Cada diez segundos. Una clave por mensaje.<br />
<br />
<br />
"''Si quieres tener la clave, vas a tener que encontrarla entre todas las que vas a recibir, y luego discutirlo con Morg''", pensó.<br />
<br />
Desde Kenter manó una especie de murmullo, al comenzar a mandar variaciones del código. Al mismo tiempo, con una voz muy suave le dijo a Ide: "Esta es una tarea infinita, señor..."<br />
<br />
<br />
-No te preocupes, no durará mucho -dijo Ide con una media sonrisa-. Envía unos cuantos mensajes más, luego aumentaremos la frecuencia. Cuando haya enviado unas cuatro mil claves, será suficiente.<br />
<br />
-Sí, señor -dijo Kenter, con voz cansada.<br />
<br />
-Si enrutas mi Hololibro al sistema de mensajería, yo mismo puedo configurar los envíos, y no tendrás que dedicar procesador a esta tarea.<br />
<br />
-No... autorizado... no se preocupe por mí, señor.<br />
<br />
Ide comenzó a escribir en su hololibro, modificando el programa.<br />
<br />
<br />
Kenter se sentó, y tenía la expresión perdida. Cuando volvió a hablar, su voz era casi inaudible:<br />
<br />
<br />
-Cuatro... mil... claves... será... suficiente...<br />
<br />
Ide cambió el límite, y la cara de Kenter se congeló en un rictus de horror. Modificó el programa para que siguiera generando claves, cada vez con más frecuencia. Si conseguía saturar el buffer de Kenter... quizá...<br />
<br />
<br />
Diez segundos más tarde, la imagen de Kenter se inmovilizó. Seguía sentado, con la mirada perdida; e Ide se dio cuenta de que estaba perfectamente inmóvil. Probablemente al saturarse el buffer había sobreescrito algún otro sector de memoria, conjeturó Ide. En cualquier caso, estaba claramente fuera de combate. Intentó entonces acceder directamente a la red privada de comunicaciones, y descubrió que la IA era responsable de la seguridad de red de la habitación, que había caído.<br />
<br />
<br />
Ide accedió sin ningún problema. Por otra parte, debía haber centenares, o miles, de IAs similares a Kenter, cada una controlando una zona específica. Probó a marcar un mensaje dirigido a Morg, con otra clave falsa, para intentar seguir la traza. Comprobó que había una dirección por la que pasaban todos los mensajes que salían de la habitación. El mensaje dirigido a Morg no volvió a salir de esa dirección. En cambio, mandó un mensaje a Ide. Ni se molestó en abrirlo. Ya sabía lo que decía.<br />
<br />
<br />
Probó a enviar un mensaje de ánimo a Morg, suplantando la dirección de otra de las habitaciones del hotel. Algo así como "Apostaré por ti, lo estás haciendo fenomenal, ¡eres extraordinario!". Lo siguió por su ruta en la red, y observó que realizaba el mismo recorrido. Salvo que el mensaje de vuelta era "Gracias, apreciado admirador. La próxima vez que le arranque los miembros a alguien, lo haré en tu honor.".<br />
<br />
<br />
"''Así que ninguno de mis mensajes ha llegado a Morg...''". Repasó la correspondencia. Pero su interlocutor sabía de Kurel, no podía ser... salvo que el interlocutor intermedio funcionara como una especie de censor... que abriera todos los mensajes y sólo dejara pasar los que viera más convenientes. Por la velocidad con la que respondía, Ide intuyó que se trataba de un filtro electrónico. Que era, probablemente, el que había repetido el mensaje de Morg en la segunda clave. Y en la tercera. Y en la cuatro mil. Si quería saltarse el filtro... tendría que enviar un mensaje que no estuviera en las reglas de bloqueo. Mencionar a Kurel había<br />
funcionado. Y a Horuz. Así que redactó un mensaje con un remitente distinto, se consignó a la Fuerza, y cruzó los dedos para que el filtro no lo retuviera.<br />
<br />
<br />
Remitente: "Ide". Asunto: "Kurel". Mensaje: "El hijo de Zhur Garin, que fue traido aquí desde Horuz, debe ser trasladado al Templo Jedi de Coruscant, por deseo expreso de él mismo." El mensaje no llegó más allá del interlocutor intermedio. El mensaje de vuelta decía: "No tengo problema con eso. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
<br />
Ide se quedó mirando su Hololibro. Tuvo otra obvia revelación. Las reglas no se limitarían a aprender los mensajes que Morg hubiera rechazado. Además, jamás dejarían pasar un mensaje que contuviera un código de desbloqueo de un droide.<br />
<br />
Aún quedaba el problema de los pocos miles de claves que había enviado. Si un observador humano decidía probarlas, probablemente podrían obtener el control de Morg en pocas horas. Siempre que el supervisor, el cual Ide estaba seguro que existía, no decidiera que era un ataque aleatorio para obtener el control de Morg...<br />
<br />
<br />
Aprovechando la brecha abierta, Ide instaló su programa en el terminal donde antes se había estado ejecutando Kenter. Lo ejecutó para que siguiera enviando claves. Observó, desde la monitorización que hacía desde su Hololibro, cómo el filtro las respondía automáticamente. Creó un pequeño filtro, que descartaba las respuestas estándar, y que avisaba y detenía el envío en caso de obtener una respuesta distinta.<br />
<br />
Cuando terminó era casi la hora de la cena. Desconectó su Hololibro y dejó su sistema funcionando.<br />
<br />
Obviamente, Kenter no sería capaz de avisarlo, así que cogió sus cosas y se dirigió a la Flor Esquiva.<br />
<br />
<br />
<<Continúa en [[Humo y Vapor III]]>></div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIHumo y Vapor II2014-02-17T09:33:54Z<p>El Universo: /* Un trayecto corto */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26 aGR; 18:30'''<br />
<br />
Volvieron a la atmósfera tan rápido como la twi'lek podía pilotar. Aunque inmerso en sus pensamientos y las sensaciones que iban y venían sobre su padawan, se paró a examinarla unos segundos. Había explotado, cuando el mercenario la tenía sujeta con el cuchillo. Que Ide supiera, sólo había una forma de estallar de esa manera, y ya la había visto antes en un usuario de la Fuerza.<br />
<br />
Ella misma seguía asustada por lo que acababa de experimentar, y parecía muy confusa. Y seguía pilotando, volcándose en la conducción como única manera de mantener la cordura. Pero Ide la veía con otros ojos.<br />
<br />
Ella estaba pilotando ''mediante la Fuerza''. Y también estaba inmersa en un shock emocional.<br />
<br />
Pero ya se encargaría de esto más tarde. Ahora tenía que ver a su padawan.<br />
<br />
==Llegada==<br />
<br />
El tiempo base para llegar era de cuarenta minutos, pero ella consiguió reducirlo a treinta mediante algunas maniobras de dudoso buen gusto, que no produjeron víctimas de puro milagro.<br />
<br />
Poco antes de llegar, Ide vio la columna de humo que surgía del techo hundido de la mansión Wolkan. Fue entonces cuando se empezó a preocupar de verdad.<br />
<br />
Aterrizaron en el mismo hangar donde Ide había aparcado al llegar allí por primera vez, y que era de las pocas partes que conservaba la estructura más o menos intacta. Nadie salió a recibirlos.<br />
<br />
Ide caminó fuera de la nave, con premura pero sin perder la precaución, con el sable de luz en la mano, aunque apagado. Agudizó el oído, no se escuchaban sonidos de combate. Con la Fuerza no podía percibir a Arakosia, pero ella siempre había sido, por naturaleza, difícil de percibir.<br />
<br />
MN-44, con un brazo menos y varias marcas de blaster sobre su torso, se acercó cojeando a Ide.<br />
<br />
-Cielos, ''Emeene''... ¿qué ha pasado aquí?<br />
<br />
-¿Señor Kanor? No puedo verlo bien, mis fotoreceptores están dañados... hemos sido atacados, señor.<br />
<br />
-¿Dónde está Keel? ¿Y Arakosia?<br />
<br />
-El amo Wolkan se ha encerrado en su búnker, y no tiene intención de salir hasta que piense que el entorno es seguro. La chica que lo acompañaba a usted desapareció en el fragor del combate.<br />
<br />
De repente, Ide se acordó de algo más. Cogió su intercomunicador y se lo llevó a la boca.<br />
<br />
-¿Lionel? Lionel, aquí Ide, contesta.<br />
<br />
Un chorro de estática fue la única respuesta. Ide no acababa de tener claro si había percibido la voz de Lionel en medio de la estática, o si había sido su mente, intentando convencerle de que así había sido.<br />
<br />
==Control de daños==<br />
<br />
Marcó en el comunicador el número de Keel. Una voz airada contestó.<br />
<br />
-¡Ahora qué!<br />
<br />
-¿Ahora qué? ¿Qué está pasando aquí? Me han intentado matar mientras estaba en el gremio de cazarrecompensas... ¿qué significa todo esto?<br />
<br />
-¡Que qué significa qué! ¡Han intentado matarme! ¡En mi propia casa!<br />
<br />
-¿Sabes quién es el responsable?<br />
<br />
-¡Mercenarios, creo! ¡No lo sé! ¡Cuando el que sea quiera reclamar el ''k'shii'', lo sabremos! ¡Mierda! ¡He perdido más de cincuenta esclavos! Por cierto, siento haberte dejado sin piloto.<br />
<br />
A Ide le dio un vuelco el corazón.<br />
<br />
-¿Perdona?<br />
<br />
-La twi'lek. Lo siento, he activado el código de su implante hace un rato. Ha sido al activar la marea de carne... pero veo que has llegado bien, así que no ha sido un gran contratiempo.<br />
<br />
La chica, de pie al lado de Ide, se puso pálida. Con la mirada aturdida, se sentó en el suelo.<br />
<br />
-Eh, bueno, ahora tenemos otros asuntos que tratar. Yo, por ejemplo, tengo que encontrar a mi aprendiz. Llámame si necesitas algo, pero por lo que veo sabes cuidarte solo. -Miró a MN-44-. Deberías hacer algo con MN, parece algo dañado.<br />
<br />
-Anda la leche, ¿sigue vivo? Estee... ya lo mandaré reparar cuando salga y tal...<br />
<br />
-Descuida. Te veo luego.<br />
<br />
Cogió a la twi'lek del brazo y se dirigió a la nave. Cuando llegó a la nave, ella se dejó caer sobre sus rodillas y comenzó a sollozar.<br />
<br />
-Disculpa la pregunta, pero... al activar Keel tu implante, ¿no debías haber muerto?<br />
<br />
Ella negó con la cabeza, sin dejar de llorar.<br />
<br />
-Pero Keel piensa que has muerto -ella asintió-. Entonces, si Keel piensa que has muerto, es porque debías haber muerto, pero que algo falló en ese instante. A no ser que algo se me escape -ella asintió-. También, en lugar de asentir sin decir nada, podrías decirme qué pasa. O podemos jugar al juego del jedi que busca la verdad sin que la twi'lek hable.<br />
<br />
==Respuestas==<br />
<br />
Ella se giró a medias, sin atreverse a mirar a Ide a los ojos. Con un hilo de voz contestó:<br />
<br />
-¿Je...di?<br />
<br />
Ide tuvo un momento de duda, pero luego creyó entender.<br />
<br />
-¿Sabes quién soy? -ella negó con la cabeza. Ide sonrió -. ¿Sabes quién es Keel? -ella asintió, con un escalofrío-. Pues te voy a dar una buena noticia: creo que eres una twi'lek libre, sobre todo porque tu amo piensa que has muerto, y tu implante ha fallado cuando él intentó activarlo.<br />
<br />
Ella se calmó un poco. Habló con la voz deformada por haber llorado, pero más calmada.<br />
<br />
-El implante no falló por eso -dijo en voz baja-. Falló porque Keel no era mi propietario.<br />
<br />
-Ahora sí que no entiendo nada. Él piensa que tú has muerto...<br />
<br />
-Porque él dio la orden de activar mi implante. Pero como él no era mi propietario, no se activó.<br />
<br />
-¿Y a quién perteneces?<br />
<br />
-A ti, amo -miró a otro lado, como si no soportara mirarlo a los ojos- Mi código está en tu cristal de pago.<br />
<br />
-Entiendo. Osea, que te compré cuando gestionaste el alquiler del carguero, por eso me salió tan caro...<br />
<br />
Ella lo miró extrañada.<br />
<br />
-No, el precio de la nave es correcto. Y es de segunda mano. Mi... coste es un porcentaje pequeño de lo que se gastó en aquella nave.<br />
<br />
-¿Segunda mano? ¿Lo he comprado? ¿Te compré a ti y a la nave? - Ide estaba sinceramente sorprendido.<br />
<br />
-Y a muy buen precio, si me permite decírselo, amo.<br />
<br />
Guardó silencio durante unos segundos.<br />
<br />
-Entonces supongo que ya me puedes decir tu nombre.<br />
<br />
-Un esclavo no tiene nombre, amo. Puede llamarme como guste...<br />
<br />
-Ya, lo que pasa es que tú no eres mi esclava. Te voy a liberar en cuanto sepa cómo quitarte esa cosa de la activación.<br />
<br />
-Es que yo no quiero ser liberada -miró a Ide, que la observaba con el desconcierto pintado en el rostro- ¿Libre? ¿Con este cuerpo? ¿En Nar Shaddaa? Ni hablar. Como propiedad, tengo mis derechos.<br />
<br />
-Oh, bueno, yo pensaba más bien que te vinieras a Coruscant.<br />
<br />
Los ojos de ella se agrandaron con sorpresa, pero no se atrevía a creer.<br />
<br />
==Los detalles después==<br />
<br />
-Bueno -siguió Ide-, los detalles podemos discutirlos después. Ahora necesitaría que me ayudaras a encontrar a mi aprendiz, y de paso a terminar la misión que tengo que hacer aquí.<br />
<br />
-Mientras tanto, y según la legislación de Nar Shaddaa, soy de tu propiedad -sonrió-. No puede ser peor que Keel Wolkan -escupió el nombre con desprecio.<br />
<br />
-Estoy seguro de que no -dijo, devolviéndole la sonrisa-.<br />
<br />
-Y, ahora, ¿cómo puedo serte de utilidad, amo?<br />
<br />
-Para empezar podrías dejar de llamarme amo.<br />
<br />
-¿Señor, quizá? ¿El nombre de pila? A algunos amos les gusta...<br />
<br />
-Ide está bien.<br />
<br />
-Ide -repitió ella en voz baja-. Es bonito. Necesitarás un apelativo para denominarme, Ide. Y ahora que soy de tu propiedad, contestaré a todas tus preguntas. ¿Quieres saber cómo me llamaba? ¿Quieres saber qué me gusta en la cama?<br />
<br />
Ide movió los ojos hacia arriba. Le encantaría charlar y animar a la chica, pero ahora tenía algo que hacer.<br />
<br />
-Vamos, me puedes contar todo eso mientras rescatamos a mi ayudante -sonrió, y subió la rampa de acceso.<br />
<br />
-Claro, si no he desconectado la energía de la nave -se encogió de hombros- por si había problemas. Pero, ¿hacia dónde vamos?<br />
<br />
-Hacia el sitio del que nunca debí alejarme. Al Palacio del Dolor.<br />
<br />
Ide vio como un escalofrío recorría la espalda de la twi'lek, pero ésta no dijo nada. Caminó hasta el puesto del piloto, y partieron dejando una estela de humo y vapor.<br />
<br />
==Un trayecto corto==<br />
<br />
La chica parecía haber pensado, inicialmente, que iban al Palacio del Dolor a alojarse. Por eso le contó brevemente lo que había venido a hacer a Nar Shadda, y los problemas que habían surgido con su piloto durante la investigación en el Palacio del Dolor. Le contó además, la sospecha que tenía de que tanto el ataque en el Gremio como la destrucción de la casa de Keel fueran obra de Vima Da'Motta.<br />
<br />
Ella asintió respetuosamente, intercalando comentarios apropiados a la historia de Ide, pero sin hacer ninguna pregunta. Cuando Ide guardó silencio, la escuchó susurrar "marea de carne".<br />
<br />
-Todavía no sé tu nombre -intervino Ide -. El que tenías antes de ser esclava.<br />
<br />
-Sira Levora -dijo ella con un tono extraño- Bueno, en realidad es Siral'evora, pero en básico se dice así.<br />
El joven no dijo nada, pero sonrió.<br />
<br />
==De nuevo en el Palacio del Dolor==<br />
<br />
La masa piramidal que era el Palacio del Dolor volvió a aparecer en la distancia. Por alguna razón, bajo el sol parcialmente eclipsado que empezaba a ponerse, bajo el cielo rojizo, a Ide le pareció aún más amenazador que la primera vez que lo vio.<br />
Una protrusión del edificio, cerca de la cima, se extendió para recibirles. Este, comprendió Ide, es un hangar de lujo.<br />
<br />
Bajaron de la nave, y un hombre enfundado en un traje formal los recibió con un ademán moderado y una sonrisa comedida.<br />
<br />
-¿Ide Kanor? -dijo educadamente.<br />
<br />
-En efecto. Cuánto honor, no sabía que tendría recepción oficial -dijo Ide, con un tono algo ambivalente entre lo formal y el sarcasmo.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Es usted un cliente importante. ¿Desea que lo conduzca a sus aposentos? El trayecto puede resultar complicado...<br />
<br />
-Entiendo.<br />
<br />
-La señora DaMot'ta lamenta no poder recibirlo en persona, pero estará encantada de cenar con usted esta noche en la Joya Gloriosa. Puede, mientras tanto, retirarse a sus aposentos, o disfrutar de nuestra muy variada oferta en ocio y restauración. Los pozos de carne, en concreto, son exquisitos.<br />
<br />
-Gracias, creo que esperaré en mi habitación. Por cierto, ¿cómo es que me esperaban? -preguntó, despreocupadamente.<br />
<br />
-Todos nuestros clientes tienen incluído un punto de desembarco con el precio de la habitación, señor. Y yo mismo tengo la labor de recibirle a usted y de proporcionarle cualquier información o servicio que pueda necesitar -sonrió enigmáticamente.<br />
<br />
Ide le devolvió la sonrisa. Aunque no tenia claro a qué venía tanto protocolo, se hacía una ligera idea. En cualquier caso, prefirió no preguntar más.<br />
<br />
El hombre, con un lenguaje corporal a medio camino entre el mayordomo y el ayuda de cámara, hizo un ademán que indicaba "sígame, por favor", y se dispuso a guiarlo hacia su habitación.<br />
<br />
El trayecto fue sorprendentemente corto y visualmente agradable. Ide reconoció los símbolos en la puerta de la habitación, aunque (reflexionó) no estaba del todo seguro de poderlos trazar si quisiera.<br />
<br />
==Indagaciones e invitaciones==<br />
<br />
En el interior, Ide se encontró de nuevo con la considerable extensión de espacio que era la habitación doble, decorada con notable buen gusto, con los hologramas de las paredes mostrando una tarde agradable en Alderaan. El selector holográfico se activó al entrar Ide por la puerta, mostrando de nuevo a la misma mascota humanoide que le había dado la bienvenida en la ocasión anterior.<br />
<br />
-¡Hola de nuevo, señor! -saludó con voz animada- ¡Me alegro mucho de volver a verle!<br />
<br />
-Hola, Kenter.<br />
<br />
-¿Hay algo que pueda hacer que su estancia resulte más agradable?<br />
<br />
-Pues me gustaría que comprobaras si la chica que me acompañaba ayer ha vuelto al hotel.<br />
<br />
-Veré lo que puedo hacer, señor -se volvió, mientras parecía concentrarse unos instantes-. Ahora se encuentra inscrita entre el personal de la Señora del Dolor. Pendiente de terminar cuidados médicos. Pendiente de evaluación física. Pendiente de asignación de destino -dijo en tono monocorde- ¿Desea alguna otra cosa, señor?<br />
<br />
-El... ¿personal, has dicho? Me gustaría verla, si fuese posible -dijo Ide, intentando mantener el tono educado.<br />
<br />
-Por supuesto, señor -dijo Kenter, servicialmente. Su imagen se difuminó, y se convirtió en la de una habitación espaciosa, llena de máquinas, donde tres droides médicos trabajaban afanosamente en Arakosia, que parecía ser la única paciente. Ella permanecía inconsciente, en el interior de una especie de cámara bañada con luz o líquido (la imagen era poco clara) de color dorado.<br />
<br />
-¿Y cuándo dices que ingresó aquí? -siguió Ide.<br />
<br />
-Me temo que esa información no la conozco, señor -reflexionó un instante- Supongo que hace poco, porque la evaluación física, asignada como tarea pendiente, es una de las primeras cosas que se realizan cuando alguien entra a formar parte de nuestra pequeña familia -sonrió.<br />
<br />
-Bueno, entonces me gustaría hablar con alguien responsable del nuevo personal. No entiendo por qué mi acompañante ha ingresado como miembro del hotel.<br />
<br />
-¿Holopresencia, señor? ¿O desea una entrevista en persona?<br />
<br />
-En persona, por favor -Ide estaba haciendo un esfuerzo por mantener la compostura-. Es un tema delicado, no entiendo qué está pasando aquí.<br />
<br />
-Comprendo -asintió el holograma animado-. Me temo que eso tardará un poco más. Nuestro hogar es un lugar grande...<br />
<br />
-Supongo que podrá ser antes de la cena.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Serán entre veinte y veinticinco minutos.<br />
<br />
-Estupendo. Esperaré aquí.<br />
<br />
Kenter no se desvaneció.<br />
<br />
-Parece contrariado, señor. ¿Hay algo que pueda hacer por usted? ¿Licor, especia, mujeres?<br />
<br />
-No, gracias, Kenter -interrumpió Ide-. Esperaré aquí hasta que pueda entrevistarme con el responsable del ingreso de Arakosia.<br />
<br />
-Como desee, señor. Permaneceré atento, por si necesita algo -se desvaneció.<br />
<br />
Ide se dirigió a la cama, y sin musitar una palabra más, adoptó postura de meditación. Necesitaba atar cabos, aunque todo apuntaba, cada vez más claramente, a que detrás de esta jugada estaba la misma Vima Da'Motta.<br />
<br />
==Espera, meditación==<br />
<br />
Ide cerró los ojos, y dejó su mente tan en calma como le fue capaz. Intuía que probablemente un jedi más experimentado lo lograría con mayor facilidad, pero al final consiguió aquietarse lo suficiente. O eso creía.<br />
<br />
Dejó vagar su percepción hacia el pasado, guiándola con suave firmeza al momento en el que creyó percibir la presencia de Arakosia, cuando estaba en aquel hangar...<br />
<br />
{{flashback| ...se vio a sí mismo, de pie junto a la nave que en aquel momento pensaba alquilada, el alienígena recién desintegrado, algunas de sus moléculas aún en el aire, y la sensación de vibrato que le llegaba desde la distancia. Ahora lo identificaba. Era la impronta de Arakosia en la Fuerza. Aun inconsciente, se había sentido en peligro. Y lo que había estado a punto de percibir no era sino el vínculo maestro-aprendiz, que él conocía tan bien... desde el lado del aprendiz.''}} Seguramente la próxima vez que lo percibiera sería capaz de identificarlo con mayor precisión.<br />
<br />
...con la facilidad de la práctica, fluyó hacia adelante para ir al punto en el que el mercenario había tomado a Sira como rehén. <br />
<br />
''Ella estaba llorando y temblando, y de repente...''<br />
<br />
Ide estudió sus recuerdos centésima a centésima.<br />
{{flashback |<br />
''...ella había cerrado los ojos con fuerza, y se había estremecido de puro pánico. Y la Fuerza había respondido. La explosión había brotado de ella. Y la expresión de su cara... no se lo esperaba, ni lo comprendía.'' Y seguía aterrorizada. Pero era una usuaria de la Fuerza, sin ningún género de dudas. O, mejor dicho, tenía el ''potencial'' para serlo.}}<br />
<br />
Justo cuando Ide iba a dirigir sus pensamientos a su aprendiz, aún en la sala de reconocimiento, llamaron a la puerta. Abrió los ojos.<br />
<br />
-Adelante -dijo, sin moverse, aún en pose de meditación.<br />
<br />
==Recursos Humanos==<br />
<br />
El que entró en la habitación había sido un hombre en otros tiempos. Ahora parecía más máquina. Tanto su ojo derecho como gran parte de su cráneo y su brazo izquierdo eran robóticos. La expresión de su cara era de hastío, pero sus modales eran impecables. Hizo un ademán pidiendo permiso antes de entrar en la habitación, y una vez dentro no se sentó hasta que Ide se lo hubo indicado. Aun así, inclinó levemente la cabeza antes de sentarse.<br />
<br />
-Cuénteme -dijo, sin más.<br />
<br />
-Entenderá -siguió Ide, con la misma claridad con la que él había empezado- que me encuentre algo extrañado por lo que ha sucedido. Mi acompañante ha sido ingresada en su hotel como miembro del equipo - enfatizó la última palabra-, según me ha podido informar el asistente holográfico.<br />
<br />
-Me temo que no comprendo de quién está hablando. ¿Podría ser un poco más específico, por favor?<br />
<br />
-Arakosia. La joven humana que tienen actualmente en observación médica.<br />
<br />
-Ah, sí. La hemos adquirido esta misma tarde a muy buen precio, a unos tratantes de esclavos de plena confianza -sus ojos se quedaron fijos un momento, como si mirara a algo muy lejano- Así es como ha entrado a formar parte de nuestro personal -su mirada recuperó parte de la viveza perdida- ¿Desea algo más?<br />
<br />
-Bueno, a ser posible, saber quién les ha vendido a mi aprendiz, la misma que era una humana libre esta misma tarde antes de que la secuestraran de donde estaba alojada.<br />
<br />
-Shawman&K'Rtahn, tratantes. Le puedo dar su dirección o su código de comunicador, si lo desea.<br />
<br />
Ide tomó aire.<br />
<br />
-Aunque claro, supongo que bajo las leyes de Nar Shadda, este individuo tendrá plena potestad sobre lo que haya ''adquirido'' al destruir y arrasar la casa Keel Wolkan, que es donde estaba Arakosia recuperándose. Y que, ahora que la ha vendido, no tiene potestad sobre ella. Y que cortarle la cabeza no anularía la transacción. ¿Me equivoco mucho? -Ide estaba considerablemente molesto por esta, por decirlo de alguna forma, ''inconveniencia''.<br />
<br />
-Su análisis de la situación es correcto, señor -su mirada se volvió reflexiva-. Aunque usted recuperaría parte del k shii perdido. Si lo desea, podemos venderle una esclava similar, de perfil guardaespaldas-concubina, un poco más joven...<br />
<br />
-No, no es sustituible. Necesito recuperar a Arakosia.<br />
<br />
-Si desea recuperar a esa chica en concreto, me temo que el asunto excede a mis competencias. Yo sólo manejo al personal existente, no tengo ningún papel en la entrada o salida de personal.<br />
<br />
-¿Tengo que hablar entonces con su superior?<br />
<br />
-Supongo que eso tendría que discutirlo con la señora Vima DaMot'Ta. Suele ser complicado, ya que no concede citas, pero... supongo es que es usted afortunado, ya que tiene una cita concertada con ella esta noche.<br />
<br />
-Me imaginaba que tendría que hablar directamente con ella. Le agradezco su ayuda.<br />
<br />
-¿Desea algún servicio que le ayude a hacer pasar el tiempo con mayor velocidad mientras espera?<br />
<br />
-No, gracias. Tengo un par de asuntos que resolver antes de la cena.<br />
<br />
-Entonces me retiro a mis quehaceres -dijo el cyborg, mientras se levantaba.<br />
<br />
-Muchas gracias por su atención.<br />
<br />
==Comunicándose con Keel==<br />
<br />
Ide se despidió del tipo, y sin dilación marcó el número de comunicador de Keel Wolkan. Tardó en contestar, y cuando lo hizo no había imagen, sólo una voz que parecía llena de dolor. O de droga.<br />
<br />
-Nnhh...-dijo la voz-que-parecía-de-Keel<br />
<br />
-Shawman&K'Rtahn. ¿Te suena ese nombre? -dijo Ide, obviando el estado de Wolkan.<br />
<br />
-¿Mmm? ¿Kanor?<br />
<br />
-Sí. Shawman&K'Rtahn. Han vendido a mi aprendiz a Vima Da'Motta. No sé si estás lo suficientemente lúcido como para atar cabos.<br />
<br />
-Una pareja de tratantes. Mi competencia más directa -suspiró-. ¿Qué quieres saber?<br />
<br />
-Cómo que qué quiero saber. Lo que te quiero decir es que deben haber sido ellos los que atacaron tu casa, si se han apoderado de mi aprendiz para venderla.<br />
<br />
-Ya... -dijo, con poca decisión- Debería haberlo supuesto -parecía dubitativo- Em... pues gracias por el dato, tio.<br />
<br />
-Lo que me gustaría saber es por qué sabían que yo estaba en Nar Shadda, y por qué me seguían. Me atacaron al mismo tiempo ocho mercenarios. ¿Tienes algo que contar, Keel?<br />
<br />
-Yo... no te comprendo... Tras la exhibición que hicísteis, supongo que bastante gente con el potencial de atacarme sabría de vuestra existencia...<br />
<br />
Ide se quedó bloqueado un momento.<br />
<br />
-Mierda -soltó.<br />
<br />
-Yo estoy intentando olvidar todo este asunto a base de especia rosa... -suspiró de nuevo- la especia rosa es buena...<br />
<br />
-Supongo que no arreglará nada que descabece a estos dos tíos. Al menos, no me devolverá a Arakosia.<br />
<br />
-Bueno, si vas y le dices a todo el mundo que lo haces de mi parte, te daré dos mil gubor. Piénsalo.<br />
<br />
-Tanto kshii por dos mil gubor... sabes negociar, Wolkan.<br />
<br />
-Bueno, me pareció una oferta justa...<br />
<br />
-Me lo pensaré, pero no me interesa el dinero. Me interesa mi aprendiz. ¿Cómo de poderosos son estos tipos?<br />
<br />
-Eh... pues más o menos como yo...<br />
<br />
-Gracias por la información. Te dejo, tengo que hacer un par de cosas antes de cenar. Cuidate, Wolkan.<br />
<br />
Miró las paredes de su habitación. Se maldijo por haber dejado sola a su aprendiz. Pero maldecirse no iba a arreglar nada, así que se fue a la Flor Esquiva. Ya que no podía hacer nada hasta hablar con Vima Da'Motta, al menos recogería toda la información que pudiera.<br />
<br />
==Regreso a la Flor Esquiva==<br />
<br />
Al parecer, en el Palacio del Dolor era tremendamente fácil llegar al lugar donde uno quisiera ir, o así se lo pareció a Ide.<br />
Llegó a la Flor Esquiva, que parecía estar bastante más animada que la otra vez. Aunque claro, la otra vez había sido por la mañana temprano. Seguía oliendo vagamente a especias, y seguía siendo rica en sofás, pero la música que tocaba Oloruu era más vivaz, y había prácticamente una persona (o pareja, o pequeño grupo) en cada sofá. También flotaba en el ambiente una cierta sensación plácida, no exenta de un extraño regusto amargo.<br />
<br />
Delia hizo un gesto de reconocimiento desde la barra. Comenzó a llenar un vaso con vino de Alderaan y esperó a que Ide y Sira se acercaran a hablar con ella.<br />
<br />
-Parece que no me voy a librar de hablar con tu jefa -dijo él, mientras tomaba asiento. Ella hizo un gesto de simpatía indeterminada.<br />
<br />
-Hablar no compromete a nada -dijo ella. Dejó pasar un par de segundos-. ¿Has encontrado al androide ese que buscabas?<br />
<br />
-No, pero tengo alguna pista. El problema es que en el camino he perdido a mi aprendiz. La han secuestrado y vendido. Adivina quién es su nueva dueña.<br />
<br />
-¿La Señora del Dolor, quizá?<br />
<br />
-Bingo. Unos tipejos atacaron la casa donde estaba... descansando. Keel Wolkan, no sé si te sonará.<br />
<br />
Se mostró levemente sorprendida.<br />
<br />
-Em... sí, es relativamente conocido.<br />
<br />
-Pues le han asestado un buen golpe.<br />
<br />
<br />
<br />
-Mala cosa... es una rata cobarde y cruel, muy capaz de usar a sus esclavos como campo de minas... pobres chicas.<br />
<br />
-Ah, a eso se refería con lo de marea de carne...<br />
<br />
-Sí, a eso. Se implanta un explosivo un poco más potente, y se hacen detonar los esclavos más cercanos a tu enemigo -comentó en un tono distante, pero asqueado- ...pobres chicas... -repitió mientras miraba a Sira con una huella de dolor compartido.<br />
<br />
-Una se salvó. La que me dejó como piloto. La compré sin querer -dijo Ide, intentando desviar el tema mientras Sira se ruborizaba en verde oscuro y apartaba la mirada.<br />
<br />
-Le salvaste la vida, tú -sonrió-. ¿No hay una tradición de cuidar de las vidas que uno salva? ¿O era al revés?<br />
<br />
-No lo sé. Mi orden nos insta a proteger a los desamparados, siempre que sea posible -el jedi sonrió, siendo consciente de lo que Delia estaba pensando.<br />
<br />
Delia le devolvió la sonrisa, con una calidez que no había visto a ningún nativo de Nar Shaddaa.<br />
<br />
-Te entiendo -no dijo nada más. Parecía tocada por sentimientos profundos, y siguió limpiando el vaso durante medio minuto, sin decir nada ni mirar a Ide directamente.<br />
<br />
<br />
<br />
Ide estuvo a punto de contarle que pensaba negociar con Vima para liberarla, y que pensaba que iba a ser difícil puesto que parecía valiosa, pero pensó que era mejor pasar por algunos temas de forma tangencial.<br />
<br />
-Creo que han cogido a Lionel -dijo, mirándola fijamente. Ella frunció el ceño.<br />
<br />
-No debió haberse quedado tanto.<br />
<br />
-Lo mandé a orbitar con la nave. Pero parece que no fue suficiente. No me contesta, y eso es mala señal -miró su vino. En cierto modo, se sentía responsable.<br />
<br />
-No sabría decir... a mí nunca me contesta -dijo con rabia.<br />
<br />
-Bueno. La gente cambia. Las cosas cambian. Hace tres horas mi aprendiz era mi aprendiz y ahora es una esclava de Vima. Esta noche puede que sea diferente.<br />
<br />
-Me pregunto para qué la querrá. ¿Ella era el objetivo de una operación completa o sólo fue un extra?<br />
<br />
-Digamos que... anoche... se hizo valer. Hizo una exhibición en casa de Keel. Llamamos la atención -ella hizo un gesto de sorpresa-. Fui un tonto. Nos siguieron la pista, y atacaron en casa de Keel. Ocho mercenarios me atacaron a mí mientras estaba en el Gremio de Cazarecompensas. Yo pude deshacerme de ellos, pero mi aprendiz no -levantó la mirada. <br />
<br />
No supo decir si estaba preocupado o la echaba de menos, pero no se permitió pensarlo mucho.<br />
<br />
<br />
<br />
Delia pareció acordarse de algo de repente. Extrajo un pequeño visor plano de un lateral de la barra y lo giró para que sólo pudieran verlo Ide y ella.<br />
<br />
-Un momento -dijo mientras manipulaba unos controles-. Apareció la imagen de Arakosia desnuda, haciendo girar su espada a gran velocidad para destrozar una oleada de fruta. Se notaba que la imagen se estaba desarrollando a cámara lenta en la velocidad a la que caían los trozos de fruta una vez cortados.- ¿Esta es ella?<br />
<br />
Ide no dijo nada durante unos momentos.<br />
<br />
-Debí habérmelo figurado -dijo con amargura-. Debo ser el jedi más tonto de toda la Orden.<br />
<br />
-Bueno, esto responde a mi pregunta anterior -dijo ella, sin hacer caso al comentario de Ide-. Ya sabemos para qué la quiere Vima.<br />
-Tiene todo el sentido.<br />
<br />
<br />
<br />
En un instante, Ide pasó de la frustración a la esperanza. "Lo que Vima no sabe es que eso no era Arakosia moviéndose, sino la droga actuando". Y justo cuando terminó la frase mental, se dio cuenta de lo que haría Vima si supiera que era la especia roja la que la hizo canalizar la Fuerza así.<br />
<br />
-Pues claro que lo tiene. La quiere para el Hak'un Shapp.<br />
<br />
Ide abrió mucho los ojos y habló con una pesada y profusa determinación.<br />
<br />
-Ya sé lo que voy a hacer. Sira, quédate aquí -ella asintió.<br />
<br />
Se despidió de Delia y se dirigió a su habitación.<br />
<br />
==Tratos con Fenel Fodel==<br />
<br />
Apenas hubo abierto la puerta, Kenter se volvió a materializar:<br />
<br />
-¡Saludos, noble señor! ¿Cómo puedo hacerlo más feliz?<br />
<br />
-Holocomunicación con el responsable de personal -dijo sin casi dejar terminar a Kenter-. El tipo que vino antes y ni siquiera se presentó.<br />
<br />
-Su nombre es Fenel Fodel. Lo llamaré en seguida.<br />
<br />
Tras unos diez segundos, la cara del ciborg apareció en el holocomunicador.<br />
<br />
-Necesito que me hagas un favor.<br />
<br />
-Dígame su problema y veré qué puedo hacer.<br />
<br />
-¿Tiene Arakosia ya el implante?<br />
<br />
-Me temo que los informes médicos relativos al personal son privados, señor.<br />
<br />
-Entiendo que es un no -se aventuró a decir-. Si oficialmente fuera una esclava, no tendrías problema en comunicarlo -hizo una pequeña pausa.<br />
<br />
-No tengo ningún problema en comunicarlo, más allá de la incomodidad que a veces supone para un cliente encontrarse a nuestro servicio a un... antiguo conocido -hizo un gesto de incomodidad-. Pero no se confunda. Es nuestra.<br />
<br />
-Necesito que postpongas la inserción. Sólo hasta esta noche, después de que negocie con Vima.<br />
<br />
-Mi deber es implantarla cuanto antes, si los informes médicos son favorables. Aunque la naturaleza de mi trabajo incluye cierta... flexibilidad a la hora de estimar parámetros intangibles, como la naturaleza favorable de un informe técnico -pareció concentrarse durante un instante-. Sin embargo, la Señora del Dolor parece haberse tomado un interés personal en este caso, y no creo que viera una... dilación intencionada por mi parte con buenos ojos. Representaría para mí un riesgo considerable.<br />
<br />
-Cuánto quieres -preguntó Ide con apenas entonación interrogativa.<br />
<br />
-No quiero dinero. Quiero irme de Nar Shaddaa.<br />
<br />
-Cuánto vales -repuso, como si la primera pregunta no hubiera existido.<br />
<br />
-Soy un agente libre, pero me retienen... compromisos ineludibles. Necesito que me saque de aquí alguien a quien no le importe la ira de Vima.<br />
<br />
-Uhm -Ide se quedó dubitativo. Algo pareció endurecerse en Fenel Fodel-. A mí no me importa, mientras consiga lo que he venido a buscar -el ciborg se relajó nuevamente, y esbozó la más mínima de las sonrisas. Asintió. <br />
<br />
-Será sólo una hora. Voy a ver a Vima en la cena, y tras la cena todo estará resuelto. De una manera u otra -sentenció.<br />
<br />
-Ten cuidado -dijo mientras asentía sobriamente.<br />
<br />
==Dinero y datos==<br />
<br />
Cuando se despidieron, Ide se dirigió a Kenter.<br />
<br />
-Kenter, ¿podrías comprobarme cuánto dinero queda en este cristal? -dijo Ide, mientras introducía el cristal en la ranura disponible.<br />
<br />
-¡Por supuesto, señor! -dijo con una cordialidad que a Ide comenzaba a cansarle- En este momento cuenta con 22714 gubor y 170 fleber.<br />
<br />
-Ahá. ¿Y sabes cómo anda el cambio medio de Gubor-Sgin?<br />
<br />
-El cambio medio oscila, señor, pero más o menos seis sgin hacen un gubor. Por supuesto, la tasa de cambio es tremendamente variable, y ya que muchos de los cambios de moneda se hacen electrónicamente, las tasas de cambio con varios decimales no son extrañas.<br />
<br />
"''Parece entonces que Sira hizo efectivamente un buen trato con la nave''", pensó Ide cuando hizo cuentas mentalmente. El carguero había costado unos 1.600 gubor. La realidad es que Ide no tenía muy claro cuánto significaba esa cantidad, pero lo que sí le pareció era que le quedaba una proporción bastante buena de dinero.<br />
<br />
De repente se acordó de Sira. Cogió su comunicador y escribió un mensaje. "Vete a la Flor Esquiva. Allí encontrarás a Delia. Dile que eres la que se salvó, y espérame allí. Lo que necesites comer y beber lo pagaré yo." <br />
<br />
Entretanto esperaba que llegara la hora de la cena decidió bajar a ver, en persona, qué era eso del Hak'un'Shap. Se quedó parado un segundo, y con decisión, salió por la puerta.<br />
<br />
No dio ni dos pasos cuando se dio cuenta de que no sabía dónde ir. Suspiró.<br />
<br />
-Kenter -dijo, con pesadumbre. Kenter tenía lo mismo de útil que de irritante.<br />
<br />
-¿Sí, señor?<br />
<br />
-¿Podrías decirme por favor dime dónde se celebra el Hak'un'Shapp?<br />
<br />
-Se celebra en los niveles 1 a 50, señor. Se pueden seguir los encuentros desde cualquier consola del hotel, y también se puede apostar desde cualquier lugar.<br />
<br />
-Gracias, pero prefiero verlo. Además, así veo si conozco a alguno de los participantes.<br />
<br />
-Nadie lo ve con sus propios ojos, señor, excepto los participantes. Los niveles 1 a 50 están llenos de cámaras para retransmitirlo todo con la mayor fidelidad. En cuanto a la identidad de los participantes... no veo en qué es diferente verlo en vivo de ver una holografía con detalle 1:1. ¿Desea rastrear a algún participante en concreto?<br />
<br />
-Pues la verdad es que conozco a Morg. No me importaría verlo.<br />
<br />
-¿Desea saber qué tal le va, señor? ¿O prefiere el holograma que se hizo al inscribirse?<br />
<br />
-Muéstrame ambos.<br />
<br />
-Por supuesto -dijo Kenter.<br />
<br />
De inmediato se activó un holoproyector en la pared opuesta a la cama, mostrando un droide bastante alto y ancho, de unos dos metros y medio. Permaneció unos segundos así, y luego sus extremidades se desplegaron, para llegar a medir tres mertos y medio. Transmitía una sensación de ser grandote e inofensivo que (como bien sabía Ide) no se correspondía con la realidad.<br />
<br />
La imagen se desvaneció, para dar paso a una representación seudobidimensional, que mostraba a Morg en una habitación. Un rótulo bajo la escena decía: "¡Momentos estelares de Morg!"<br />
<br />
La cámara giró para mostrar a un alienígena peludo y grandote, con brazaletes de esclavo, que llevaba una especie de vara, de punta energética. El alienígena fintó un par de veces, antes de que Morg consiguiera coger la vara con su articulación extendida. La retrajo con un movimiento brusco, y el alienígena chocó contra el droide. Se golpeó y cayó al suelo. Morg lo pisó sin mucho énfasis en la cabeza, que se deshizo.<br />
<br />
Corte de escena. Morg está en una posición de pelea, con un brazo extendido, y un humanoide envuelto en lo que parecen ser vendajes carga contra él, aparentemente desarmado. De repente, el homanoide extrae un sable de luz e intenta cortarle una extremidad a Morg. Éste retrae la extremidad y salta hacia atrás, mientras se extienden varios apéndices de su cuerpo metálico. Uno de los apéndices estalla, llenándolo todo de humo. La imagen cambia a termográfico. El humanoide gira sobre sí mismo para defenderse de algo, vuelve a girar. Un brazo de droide, muy frio, lo apresa de los dos brazos y se los arranca. Luego coge su cabeza y la aprieta de forma rápida y desapasionada, haciendo que estalle.<br />
<br />
Ide hizo memoria, para intentar recordar si había oído de algún Jedi que fuera a Nar'Shadda últimamente y que hubiera muerto. No le sonaba. Aunque, claro, hacía menos de un mes que había regresado al Templo.<br />
<br />
-¿Quién era el del sable, Kenter? -preguntó Ide.<br />
<br />
-Exen Nithan. Proviniente de Korriban. Profesión reconocida: asesino. Cazarrecompensas. Iba muy bien en los preliminares. Hasta ese momento, claro.<br />
<br />
-¿Cómo va Morg?<br />
<br />
-Subiendo en la clasificación, señor. No tiene demasiados fans, pero tampoco tiene demasiados enemigos. Probablemente se clasifique para el Hak'un'Shapp.<br />
<br />
-Quisiera que le dejaras un mensaje de mi parte.<br />
<br />
-Puedo ponerlo en su cuenta, señor, pero no le garantizo que lo vaya a leer. La cantidad de mensajes que reciben los participantes es astronómica. Aunque, claro, dada la naturaleza robótica de Morg...<br />
<br />
-Seguro que le interesa lo que tengo que decirle. Te dicto.<br />
<br />
==Mensajes==<br />
<br />
Sobre la nariz de Kenter aparecieron unas pequeñas gafas. En sus manos apareció un pequeño datapad.<br />
<br />
-Asunto, Garin. Remitente, Kanor, de Coruscant. Mensaje -Ide se paró unos segundos, para pensarse bien el texto-. Sé por qué estás haciendo esto. Conocí a su padre. Tuvo problemas y huyó de Coruscant. Me pidió que cuidara de él. Te busqué en Horuz, pero habían saboteado tu secuencia de emergencia y acabaste aquí. -Se paró, no sabía si seguir dando detalles o dejarlo para cuando respondiera-. Este es mi buzón. Espero tu respuesta.<br />
<br />
<br />
-Ya está enviado, señor.<br />
<br />
-¿Está luchando ahora?<br />
<br />
-No, señor. Descansando. Gasta casi todos sus hak en "tiempo privado". Eso es una mala táctica, porque sus fans preferirían verlo... Ya tenemos respuesta al mensaje.<br />
<br />
<br />
Ide sonrió. Sabía que no tardaría en responder.<br />
<br />
-Léemela.<br />
<br />
-"Introduzca código de anulación". Ni remite, ni asunto...<br />
<br />
Entonces recordó que Tu'Ala le había dado las coordenadas, pero no un código de anulación. Si había cambiado el destino, con toda probabilidad había cambiado el código. Ide sacó su hololibro, para abrir el canal seguro para hablar con el Templo.<br />
<br />
<br />
Uno de los (ya familiares para Ide) ayudantes informáticos apareció en pantalla. Era 3-Tru, el especialista en seguridad.<br />
<br />
-Saludos, 3-Tru. Necesito mandar un mensaje a la expadawan Tu'Ala.<br />
<br />
-¿Mensaje, no comunicación directa? -dijo en tono profesional.<br />
<br />
-Mensaje.<br />
<br />
-Tecléelo en su interfaz.<br />
<br />
<br />
Ide escribió. "Los he encontrado. El robot tiene un código de desactivación. Espero que se te ocurriera cambiarlo y que te acuerdes. Contactar con Garin será más complicado." Pensó unos segundos, y escribió otro párrafo. "Espero que estés bien. De verdad. Iré a verte cuando pueda." Y envió el texto.<br />
<br />
La respuesta llegó cinco minutos después:<br />
<br />
"Te daré el código a cambio de una promesa solemne, por tu vida, tu honor de jedi y la Fuerza que lo sostiene todo."<br />
<br />
Respondió. "Como pudiste ver, soy un jedi de palabra. Habla."<br />
<br />
"Quiero que me prometas, por lo anterioremente dicho, que cuando vengas a verme tendremos sexo. Relaciones sexuales completas."<br />
<br />
"Pensaba que me ibas a pedir algo complicado de hacer."<br />
<br />
"Es algo muy complicado, si el otro no quiere. No puedo tomarlo ni exigirlo, sólo pedirlo."<br />
<br />
"Por mi vida, mi honor de jedi y por la Fuerza que todo lo sostiene, tienes mi palabra, y la convicción de que no supondrá esfuerzo alguno." Ide sonrió al escribir esto, pero lo envió así.<br />
<br />
"Contaré las horas. Desde ahora me declaro en abstinencia, hasta que nos veamos :D ."<br />
<br />
<br />
<br />
Ide esperó que el canal no estuviera vigilado. Aunque, dado su historial, no era de esperar que nadie en el Templo se alarmara.<br />
Kenter permanecía erguido, alerta, en espera de más órdenes. Para variar, estaba callado. Ide se quedó pensando unos segundos. No sabía si enviar el código ahora, o hacerlo después. Y, en cualquier caso, no sabía lo que pasaría cuando introdujera el código.<br />
<br />
-Kenter, ¿sabes si Morg tiene algún combate hoy?<br />
<br />
-Nadie lo sabe, señor -repuso el hombrecillo, con cara de circunstancias-. Como ya le he dicho, gasta casi todos sus hak en "tiempo de privacidad". Y dada su naturaleza robótica, tampoco gasta mucho en mantenimiento... así que el momento de su siguiente combate es entre ahora y dentro de veintiocho horas.<br />
<br />
-Bien. Necesito que le envíes otro mensaje.<br />
<br />
-Será un placer, señor.<br />
<br />
-Mismo asunto que el anterior. Escribe. "Tengo el código, pero necesito asegurarme de que Kurel estará bien. ¿Qué harás cuando se desactive la secuencia de emergencia?".<br />
<br />
Cuando vio el mensaje escrito, tuvo la vaga impresión de que la respuesta sería "Introduzca código de anulación", sin remite, ni asunto.<br />
<br />
<br />
<br />
-Ya hay respuesta, señor. La leo: "El estado de salud de Kurel está al noventa y siete por ciento, y me encuentro en disposición de afirmar que permanecerá entre el noventa y cinco y el cien por cien; al menos en las próximas seis semanas. Introduzca código de anulación."<br />
<br />
Ide no sabía si anular la secuencia de emergencia ahora. O esperar a tener resuelto lo de Arakosia. Y lo de Delia. Y lo de Lionel. Quizás podría presionar a Vima, si tuviera control sobre Morg.<br />
<br />
-Responde, Kenter. "No has respondido a mi pregunta. Qué pasará con Kurel, y contigo, cuando introduzca el código. Y en cualquier caso, no te voy a enviar el código por una red no segura. Te lo daré en persona. Supongo que habrás sido lo suficientemente listo como para rastrear desde dónde te he enviado este mensaje."<br />
<br />
-"Remitente irrastreable debido a la configuración del sistema. Respuesta a la pregunta planteada excede parámetros de seguridad. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide dictó a Kenter de nuevo. "Habitación [...], en el Palacio del Dolor. No transferiré el código por una red privada. Si no piensas venir, proporcióname un buzón de la HoloRed donde pueda mandarte el código."<br />
<br />
"No dispongo de acceso a HoloNet. No puedo abandonar el Hak'Un Shapp."<br />
<br />
<br />
<br />
Ide no se fiaba de que alguien estuviera vigilando las comunicaciones, y que, intencionadamente podría intervenir el mensaje y no permitir que llegara a Morg. Por eso, intencionadamente, envió un código erróneo.<br />
<br />
-Kenter, envía la siguiente secuencia. -Dictó el código, errando en algunos números a propósito. Si Morg respondía, sería prueba inequívoca de que le había llegado el mensaje.<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Miró la respuesta algo atónito. No tenía ningún sentido que se bloqueara el sistema tras un intento erróneo. Aunque al menos sabía que nadie estaba interviniendo el canal.<br />
<br />
-Kenter, envía otro mensaje. -Esta vez, dictó el código correctamente, y lo repasó dos veces-. Además, crea un alias oculto en el remitente. Habrá bloqueado la anterior dirección.<br />
<br />
<br />
<br />
Cuando llegó el siguiente mensaje, Ide lo contempló, sin acabar de creérselo:<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la mente de Ide. ''A lo mejor no era Morg'' el que estaba enviando los mensajes de "Código incorrecto". Envió una tercera clave, ligeramente modificada respecto de la correcta que le había enviado Tu'Ala. Además escribió a la chica por el canal abierto en su Hololibro: "¿Estás segura de que esa es la clave?".<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
==Seguridad hutt==<br />
<br />
El mensaje de Tu'Ala tardó un poco más en llegar: "Claro, por supuesto, yo misma lo cambié. Es culpa de alguien pequeño y rojo. Tendrás que decírselo en persona, antes de mañana por la tarde."<br />
<br />
Respondió a Tu'Ala. "¿Alguien pequeño y rojo? ¿Mañana por la tarde? ¿Qué tiene que ver eso con el código que Morg ha rechazado?"<br />
<br />
<br />
"Sabes, no puedo ajustar mis visiones proféticas desde aquí. Por el ysalamiri, sabes. Hablo de memoria, esto es algo que vi una vez. Pero creo que no es Morg el que está rechazando el código."<br />
<br />
<br />
"''Estupendo''", pensó Ide, "''ahora además de alguien interfiriendo la comunicación tenemos una visión profética''".<br />
Abrió su Hololibro de nuevo. Escribió un pequeño programa, de apenas diez líneas de código, que generaba variaciones del código de seguridad. Lo conectó a la consola de Kenter.<br />
<br />
-Kenter, envía la salida de este programa a ''Morg''. Cada diez segundos. Una clave por mensaje.<br />
<br />
<br />
"''Si quieres tener la clave, vas a tener que encontrarla entre todas las que vas a recibir, y luego discutirlo con Morg''", pensó.<br />
<br />
Desde Kenter manó una especie de murmullo, al comenzar a mandar variaciones del código. Al mismo tiempo, con una voz muy suave le dijo a Ide: "Esta es una tarea infinita, señor..."<br />
<br />
<br />
-No te preocupes, no durará mucho -dijo Ide con una media sonrisa-. Envía unos cuantos mensajes más, luego aumentaremos la frecuencia. Cuando haya enviado unas cuatro mil claves, será suficiente.<br />
<br />
-Sí, señor -dijo Kenter, con voz cansada.<br />
<br />
-Si enrutas mi Hololibro al sistema de mensajería, yo mismo puedo configurar los envíos, y no tendrás que dedicar procesador a esta tarea.<br />
<br />
-No... autorizado... no se preocupe por mí, señor.<br />
<br />
Ide comenzó a escribir en su hololibro, modificando el programa.<br />
<br />
<br />
Kenter se sentó, y tenía la expresión perdida. Cuando volvió a hablar, su voz era casi inaudible:<br />
<br />
<br />
-Cuatro... mil... claves... será... suficiente...<br />
<br />
Ide cambió el límite, y la cara de Kenter se congeló en un rictus de horror. Modificó el programa para que siguiera generando claves, cada vez con más frecuencia. Si conseguía saturar el buffer de Kenter... quizá...<br />
<br />
<br />
Diez segundos más tarde, la imagen de Kenter se inmovilizó. Seguía sentado, con la mirada perdida; e Ide se dio cuenta de que estaba perfectamente inmóvil. Probablemente al saturarse el buffer había sobreescrito algún otro sector de memoria, conjeturó Ide. En cualquier caso, estaba claramente fuera de combate. Intentó entonces acceder directamente a la red privada de comunicaciones, y descubrió que la IA era responsable de la seguridad de red de la habitación, que había caído.<br />
<br />
<br />
Ide accedió sin ningún problema. Por otra parte, debía haber centenares, o miles, de IAs similares a Kenter, cada una controlando una zona específica. Probó a marcar un mensaje dirigido a Morg, con otra clave falsa, para intentar seguir la traza. Comprobó que había una dirección por la que pasaban todos los mensajes que salían de la habitación. El mensaje dirigido a Morg no volvió a salir de esa dirección. En cambio, mandó un mensaje a Ide. Ni se molestó en abrirlo. Ya sabía lo que decía.<br />
<br />
<br />
Probó a enviar un mensaje de ánimo a Morg, suplantando la dirección de otra de las habitaciones del hotel. Algo así como "Apostaré por ti, lo estás haciendo fenomenal, ¡eres extraordinario!". Lo siguió por su ruta en la red, y observó que realizaba el mismo recorrido. Salvo que el mensaje de vuelta era "Gracias, apreciado admirador. La próxima vez que le arranque los miembros a alguien, lo haré en tu honor.".<br />
<br />
<br />
"''Así que ninguno de mis mensajes ha llegado a Morg...''". Repasó la correspondencia. Pero su interlocutor sabía de Kurel, no podía ser... salvo que el interlocutor intermedio funcionara como una especie de censor... que abriera todos los mensajes y sólo dejara pasar los que viera más convenientes. Por la velocidad con la que respondía, Ide intuyó que se trataba de un filtro electrónico. Que era, probablemente, el que había repetido el mensaje de Morg en la segunda clave. Y en la tercera. Y en la cuatro mil. Si quería saltarse el filtro... tendría que enviar un mensaje que no estuviera en las reglas de bloqueo. Mencionar a Kurel había<br />
funcionado. Y a Horuz. Así que redactó un mensaje con un remitente distinto, se consignó a la Fuerza, y cruzó los dedos para que el filtro no lo retuviera.<br />
<br />
<br />
Remitente: "Ide". Asunto: "Kurel". Mensaje: "El hijo de Zhur Garin, que fue traido aquí desde Horuz, debe ser trasladado al Templo Jedi de Coruscant, por deseo expreso de él mismo." El mensaje no llegó más allá del interlocutor intermedio. El mensaje de vuelta decía: "No tengo problema con eso. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
<br />
Ide se quedó mirando su Hololibro. Tuvo otra obvia revelación. Las reglas no se limitarían a aprender los mensajes que Morg hubiera rechazado. Además, jamás dejarían pasar un mensaje que contuviera un código de desbloqueo de un droide.<br />
<br />
Aún quedaba el problema de los pocos miles de claves que había enviado. Si un observador humano decidía probarlas, probablemente podrían obtener el control de Morg en pocas horas. Siempre que el supervisor, el cual Ide estaba seguro que existía, no decidiera que era un ataque aleatorio para obtener el control de Morg...<br />
<br />
<br />
Aprovechando la brecha abierta, Ide instaló su programa en el terminal donde antes se había estado ejecutando Kenter. Lo ejecutó para que siguiera enviando claves. Observó, desde la monitorización que hacía desde su Hololibro, cómo el filtro las respondía automáticamente. Creó un pequeño filtro, que descartaba las respuestas estándar, y que avisaba y detenía el envío en caso de obtener una respuesta distinta.<br />
<br />
Cuando terminó era casi la hora de la cena. Desconectó su Hololibro y dejó su sistema funcionando.<br />
<br />
Obviamente, Kenter no sería capaz de avisarlo, así que cogió sus cosas y se dirigió a la Flor Esquiva.<br />
<br />
<br />
<<Continúa en [[Humo y Vapor III]]>></div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIIHumo y Vapor III2014-01-29T11:25:18Z<p>El Universo: </p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26aGR, 20:25 horas.'''<br />
<br />
<br />
A medida que Ide se fue acercando a la Flor Esquiva, percibió un olor apetitoso. Poco antes de llegar se hizo obvio que Delia, o quien estuviera en la cocina, no se limitaba a preparar bebidas.<br />
<br />
Casi la mitad de las mesas estaban ocupadas con sintientes cenando; y tanto Delia como Sira servían las mesas.<br />
<br />
Ide se acercó a la barra, y aprovechando un breve momento de calma, habló con Delia, la cual se había acercado a la barra.<br />
<br />
-La idea era que Sira comiera algo, no que se pusiera a trabajar... -dijo Ide con humor.<br />
<br />
-No he podido retenerla -repuso Delia con una sonrisa-. Supongo que no está acostumbrada a permanecer quieta mientras los demás trabajan a su alrededor...<br />
<br />
Sira se aproximó a la barra, e inclinó la cabeza respetuosamente cuando vio a Ide. No dijo nada.<br />
<br />
-Yo pensaba que querrías comer algo... pero parece que has decidido echarle una mano a Delia -dijo, sonriendo-. Lo que te haga más feliz. -Miró a Delia-. ¿Crees que puede quedarse contigo, o levantará sospechas? No se me ocurre un lugar seguro donde pueda estar, mientras resuelvo... lo que tengo pendiente aquí.<br />
<br />
-Puede quedarse, desde luego... todo el mundo pensará que Vima me ha puesto un refuerzo, o que pronto va a reemplazarme... pero si me voy pronto de Nar Shaddaa, nada de eso importará -dijo, mientras posaba una mirada de desesperación contenida sobre Ide.<br />
<br />
-Vima me ha invitado a cenar. De hecho, debería notificar que estoy aquí de alguna forma, creo que me iban a avisar.<br />
<br />
Los ojos de Delia se abrieron considerablemente. Un pánico primordial creció en ella, sólo para ser ahogado por una férrea fuerza de voluntad. Con voz muy controlada dijo:<br />
<br />
-Si... quieres alejar la atención de Sira, será mejor que no llames desde aquí.<br />
<br />
-Cierto, cómo he podido ser tan tonto.<br />
<br />
No lo dijo, pero intuyó que el horror de Delia no se debía sólo a la posible sospecha que podría levantar.<br />
<br />
-Me iré a una de los balcones de las zonas de descanso -apuntó, mientras se levantaba del asiento-. Espero que sigáis bien por aquí. Si te enteras de algo sobre... bueno, él, avísame. Sira tiene mi número de comunicador.<br />
<br />
-Lo haré -su expresión parecía muy angustiada-. Ten mucho cuidado.<br />
<br />
-No te preocupes, sé cuidarme -dijo con una sonrisa, y salió del bar.<br />
<br />
==Contacto==<br />
<br />
Cuando llegó a uno de las zonas de descanso de las plantas intermedias avisó a la recepción de que estaba allí mediante uno de los terminales disponibles. Cuando lo hubo hecho, se acercó a una de las ventanas de transpariacero. No debían tardar mucho en avisar, ya era casi la hora de la cena.<br />
<br />
Efectivamente, la terminal se iluminó en menos de diez segundos. Apareció una figura humanoide, que no hizo sino decir: "Espere, por favor. Alguien llegará para acompañarlo en breve."<br />
<br />
No habían transcurrido ni cinco minutos cuando apareció de nuevo el mismo hombre bien vestido que le había recibido cuando bajó de su nave la última vez. Se inclinó cortésmente a modo de saludo.<br />
<br />
-¿Desea que le indique el camino a la Joya Gloriosa, señor?<br />
<br />
-Si es tan amable -respondió educadamente Ide.<br />
<br />
-Acompáñeme, por favor.<br />
<br />
Recorrieron un camino corto y estéticamente agradable, que incluía un par de turboascensores muy bien decorados; y en breve la vista que se apreciaba por las ventanas se volvió espectacular. Desde la parte superior del Palacio del Dolor el paisaje abarcaba una porción considerable de Nar Shaddaa, que, dada su heterogeneidad arquitectónica, daba la impresión de un todo homogéneo armonioso que se rompía en millones de detalles aparentemente incongruentes; como una gigantesca escultura fractal.<br />
<br />
Al parecer, la Joya Gloriosa ocupaba la última planta del Palacio. Era una estancia relativamente íntima, de unos cuatro por cuatro metros, a la que se accedía por un ascensor de dos plazas desde la planta inmediatamente inferior. Apenas tenía mobiliario.<br />
<br />
Una mesa, y dos sillas una frente a otra. En la mesa brillaba un candelabro, con cinco velas ardiendo suavemente; y en una de las sillas había una mujer que no aparentaba más de veinte años, vestía una camisa sencilla y bebía agua de una copa de cristal; mientras miraba atentamente por la ventana.<br />
<br />
Ide esperó a que ella hablara. Cuando lo hizo, fue con una voz cristalina y bien modulada. Ide no pudo evitar pensar que era espléndida voz de soprano.<br />
<br />
-Buenas noches -dijo mientras sonreía cálidamente-. Soy Vima Da'Motta. Tome asiento, por favor, si antes no desea disfrutar de las vistas.<br />
<br />
-Gracias, señora Da'Motta. Hay que reconocer que la Joya Gloriosa ofrece una vista privilegiada de Nar Shadda. Tiene usted un hermoso hotel.<br />
<br />
-Si lo desea, puede tutearme -repuso, mientras se encogía levemente de hombros-. Francamente, nunca le he dado mucha importancia al protocolo.<br />
<br />
-La verdad es que me resulta algo extraño hablar de usted a alguien tan joven -Ide mantuvo el tono afable, pero lo que le resultaba verdaderamente extraño era pensar que Vima Da'Motta tuviera una cara amable -.Llámame Ide, pues.<br />
<br />
Sonrió aún más ampliamente. Durante unos segundos parecía que no sabía qué decir.<br />
<br />
-Excelente. ¿Tienes ganas de cenar algo ligero, o prefieres algo más consistente?<br />
<br />
-No suelo cenar mucho. Comer mucho por las noches no me deja dormir bien.<br />
<br />
-Algo ligero, entonces... ¿comida calamariana?<br />
<br />
-No he tenido el gusto antes. Confío en tu buen gusto.<br />
<br />
-Pescado, una especie de galletas de algas... espero que te guste.<br />
<br />
Una sección circular de la mesa se abrió frente a ellos dos, y apareció un plato de algo que parecía ensalada de pescado, y que olía deliciosamente.<br />
<br />
-¡Al ataque! -dijo Vima, mientras cogía el tenedor. Se detuvo de repente, mientras miraba a Ide- Ah... ¿los jedi tenéis alguna costumbre especial para antes de comer, una oración o algo?<br />
<br />
-Oh, no, en absoluto. La Fuerza no necesita alabanzas ni consagraciones -sonrió, y cogió su tenedor.<br />
<br />
Vima parecía aliviada.<br />
<br />
-Oh, bien -dijo mientras pinchaba la ensalada. Ide comió, esperando que ella hablara.<br />
<br />
==Sorpresas==<br />
<br />
Durante unos minutos, ella no hizo sino comer y observar a Ide con curiosidad. Ide pudo oir una música, en el límite de lo audible, algo parecido a ópera. Ella pareció darse cuenta al mismo tiempo que Ide.<br />
<br />
-Sabes, la música cantada sin acompañamiento instrumental es una de las artes universales -dijo con voz animada-. Junto a la pictografía y la danza, creo. Luego los eruditos debaten sobre si la percusión debería ser considerada universal... y la narrativa, claro -hizo un gesto juguetón-. Siempre están debatiendo sobre la universalidad de la narrativa, y peleándose con los lingüistas.<br />
<br />
-Soy más una persona de ciencias que de humanidades, he de reconocer. No soy tan docto en estos temas... sin embargo aprendí de pequeño a tocar. Es el único arte al cual me encuentro vinculado.<br />
<br />
Ella parecía encantada.<br />
<br />
-¡Oh, es fantástico! Yo misma también aprecio mucho la música. El baile también, claro -hizo un gesto descuidado-, pero no tengo una verdadera base teórica para poder apreciarlo apropiadamente.<br />
<br />
-¿Tocas algún instrumento?<br />
<br />
-Canto -dijo mientras sonreía pícaramente-. Lo que suena, lo canté yo -dijo mientras se ruborizaba ligeramente-. Es... un descuido por parte de mi mayordomo. Ahora parece que quiero alardear o algo...<br />
<br />
-En absoluto. No es alardear mostrar cuando es apropiado aquello que uno sabe. La humildad extrema es casi tan mala como el orgullo descarado -se paró unos segundos-. Me gustaría oirte cantar.<br />
<br />
Ella se ruborizó.<br />
<br />
-Oh, no podría... -se quedó mirando a Ide unos segundos, como pidiéndole permiso.<br />
<br />
-Si ayuda, puedo cambiarte una pieza de mi flauta por una obra cantada por ti.<br />
<br />
-Bueno, bien... Entonces voy a levantarme.<br />
<br />
Se puso en pie despacio, e Ide pudo observar que no era muy alta ni robusta. Parecía una especie de muchacho, aunque algo en su complexión le recordaba a los padawan del templo.<br />
<br />
Y de su cadera derecha colgaba un sable de luz.<br />
<br />
==Intercambios==<br />
<br />
Cerró los ojos, e inspiró profundamente dos o tres veces. Cantó una nota, como para afinarse; y luego comenzó a cantar.<br />
<br />
Espectacularmente. La pieza, cantada a capella, estaba en un idioma que Ide no reconoció, pero la complejidad técnica no le pasó desapercibida. Posteriormente, fue la expresividad de la voz lo que le llamó la atención. Algo dentro de él no estaba preparado por completo para la avalancha de ternura que se derramaba en cada nota, para la lucha que se denotaba tras cada cambio repentino de registro.<br />
<br />
Acabó, de una forma que se asemejaba mucho al principio. De alguna forma, Ide percibió al final una riqueza de matices que no había notado la primera vez.<br />
<br />
Ella suspiró profundamente. Abrió los ojos de nuevo.<br />
<br />
-¿Te ha gustado?<br />
<br />
-Ha sido... inesperadamente hermoso y emotivo. Una bella ejecución, sí señor.<br />
<br />
Sonrió de nuevo. Parecía acalorada. Parecía incapaz de hablar. Se sentó despacio.<br />
<br />
-Muchas gracias -dijo con un hilo de voz.<br />
<br />
-Ha sido toda una grata sorpresa, sí señor. Reconozco que no esperaba encontrar esto esta noche.<br />
<br />
Ella enarcó una ceja, mientras miraba divertida a Ide.<br />
<br />
-Bueno, pensaba que me querías para hablar... no sé, de negocios, o algo parecido -sonrió ligeramente-. No esperaba encontrarme hablando de arte y música contigo.<br />
<br />
-Bueno -dijo con voz jocosa-, es un poco rudo, incluso aquí en el borde medio, ponerse a hablar de negocios en cuanto se sienta uno a la mesa...<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Creo que me toca... aunque sea poco apropiado. No sé si estaré a la altura.<br />
<br />
-Por favor -dijo ella con una ternura que no parecía fuera de lugar.<br />
<br />
Ide se levantó y se separó un poco de la mesa. Sacó su flauta, guardada en el estuche. Dejó la caja sobre la silla y la montó suavemente, sin prisa. Cuando estuvo armada, miró a Vima, y sonrió otra vez. Se colocó erguido, como si estuviera en un recital de verdad. Cerró los ojos, y se rindió a las ondulaciones de la Fuerza, como siempre que hacía cuando producía música.<br />
<br />
Comenzó la ejecución con un pasaje sencillo, de poca dificultad técnica pero que transmitía mucha emotividad. De alguna forma, toda su preocupación y su sentido del deber se podían percibir tras la melodía. A medida que se relajaba, sintió como la Fuerza lo inspiraba, complicando el pasaje principal, guiándolo en trémolos y escalas que se enlazaban sin que él mismo supiera muy bien cómo enlazarlas, hasta el último momento. Y enlazaban bien. De repente, Ide se dio cuenta de que había terminado.<br />
<br />
Vima aplaudía muy contenta:<br />
<br />
-¡Eso ha estado muy bien! ¿Todos los jedi saben tocar tan bien como tú, o es un talento singular tuyo?<br />
<br />
==Charla sobre jedi==<br />
<br />
-Bueno, todos los jedi saben hacer algunas cosas bastante bien, cuando se sintonizan con la Fuerza. Yo tuve esa bendición desde pequeño. No sirve para el combate, pero me proporciona momentos muy hermosos.<br />
<br />
-El combate está sobrevalorado -dijo ella con una breve carcajada-. ¡El combate es de bárbaros! -añadió, divertida- ¿No has pensado en dedicarte exclusivamente a la música?<br />
<br />
-No soy tan bueno... y en cualquier caso, ser jedi es un trabajo muy satisfactorio. Aunque tu especialidad no sea el combate -sonrió.<br />
<br />
-Satisfactorio y sacrificado, según tengo entendido.<br />
<br />
-No es un sacrificio lo que se ofrece de buena voluntad. Si lo miras así, somos todos voluntarios.<br />
<br />
-Bueno, si le explican a uno con todo lujo de detalles lo que podría pasar, supongo que sí. No es -dijo con voz inocente- como si adoctrinaran lactantes o algo.<br />
<br />
-Entramos... bueno... se suele entrar muy joven en el Templo. Pero no se obliga a nadie. Se entrena a los seres sensibles a la Fuerza, y según su evolución se les entrena como jedis, o se les enseña otro oficio en el que sus habilidades puedan ser útiles. Supongo que no es una demostración formal, pero no debe ser tan malo: para los chicos es todo un orgullo ser seleccionados como padawan -por un corto instante, a Ide se le torció la sonrisa, al recordar la fiesta de despedida que sus compañeros dieron a Arakosia.<br />
<br />
-Comprendo -dijo con voz reflexiva-. Y, si no es molestia preguntar, ¿qué hace un jedi tan agradable en Nar Shaddaa?<br />
<br />
==La vida en Nar Shaddaa==<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la consciencia de Ide. Recordó con quién estaba hablando, y el nombre de esta persona tan amable que le había invitado a cenar.<br />
<br />
-Buscar algo que se me ha perdido -dijo afablemente-. Reconozco que no es el sitio más... compatible con nuestras creencias y principios.<br />
<br />
-Debe de ser duro -dijo ella.<br />
<br />
-No creo que vivir en Nar Shaddaa sea fácil para nadie, si me permites la observación.<br />
<br />
-No lo es -dijo, con una súbita dureza-. Para nadie. Ni para los hutt.<br />
<br />
-Estoy seguro. He tenido la oportunidad de conocer a algunos, incluso de forma algo más personal. Siempre me ha dado la impresión de que toda la crueldad de este mundo proviene de un sencillo principio... ''matar o morir''.<br />
<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-De alguna forma... o algo peor -pareció reflexionar un instante-. Un rival muerto... está simplemente muerto. Otro vendrá a ocupar su lugar, y la lucha te habrá debilitado. Si quieres sobrevivir, tienes que esclavizar a tus rivales. Así, no sólo dejan de amenazarte, sino que trabajan para ti -reflexionó un instante-. Por supuesto, sería mejor convertirlos en aliados... pero en Nar Shaddaa no existe esa posibilidad.<br />
<br />
-Es quizá eso lo que me desconcierta y desconsuela a partes iguales -dijo el jedi con una mueca-. Sin embargo...<br />
<br />
-¿Sí?<br />
<br />
-Tú... no pareces pertenecer a este mundo -dijo Ide, con un uso consciente del verbo parecer-. Esta sala, este hotel, a ratos. Esta cena.<br />
<br />
-Bueno, no soy de aquí. Llegué cuando tenía más de treinta años -escrutó la expresión de sorpresa de Ide-. Supongo que no aparento mi edad.<br />
<br />
-En absoluto. Lo mostré claramente en mi segundo comentario de esta noche.<br />
<br />
-Pensé que era una frase de cortesía -dijo mientras sonreía.<br />
<br />
-No hace falta mentir para ser cortés -añadió el.<br />
<br />
-Bueno, supongo que podría haber algunas especies en la galaxia que me consideraran joven... -su cara se volvió reflexiva- ...aunque no me imagino cuáles podrían ser.<br />
<br />
-¿Y a qué te dedicabas antes, no es mucho preguntar?<br />
<br />
-Pues, hasta los doce años fui ayudante de laboratorio de mi madre. Ella fue una científica arkaniana de bastante éxito, sabes... y un poco paranoica. En cuanto tuve edad para ello, me dediqué a asistirla.<br />
<br />
-Y acabaste en Nar Shadda dirigiendo el Palacio del Dolor. No es una carrera científica estándar, eso está claro.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
==Historia antigua==<br />
<br />
-Poco después de mi decimosegundo cumpleaños, fui secuestrada. Veinte años más tarde llegué aquí -sonrió amargamente, como recordando un pasado poco agradable-. En ese momento, sólo buscaba un sitio donde esconderme. Pensé que me iría pronto de aquí, que volvería con mi madre.<br />
<br />
No dijo nada más. Su expresión mostraba un dolor a duras penas contenido. Por un momento, Ide no supo qué decir.<br />
<br />
-Esto confirma mi teoría. Nar Shaddaa no acoge a nadie con los brazos abiertos -sonrió-. No creo que haya más bárbaros que en Coruscant. Es sólo que el sistema de aquí los beneficia, en cierto sentido.<br />
<br />
-Toda la población local, o al menos todos menos uno, de un grupo de diez mil; está dispuesta a traicionar a alguien por una mínima mejora de su calidad de vida. Y el uno restante, si lo encuentras, habrá llegado a su edad actual por pura suerte -se rio brevemente-. Eso, o se acaba de bajar de la astronave.<br />
<br />
-Que lo hagan no quiere decir que deseen hacerlo. Puede que sea el único camino que conozcan. O eso, o que yo he tenido mucha suerte.<br />
En el centro de la mesa apareció una bandeja donde se alineaban, sin orden aparente, muchos tipos distintos de dulces, calientes y fríos. Sin embarazo alguno, Vima cogió uno caliente, le sopló y devoró la mitad de un bocado.<br />
<br />
-Esta mañana -continuó Ide, acercando su mano a algo que parecía un pastelito de crema- conocí a un pequeño alienígena, un chadra-fan que se llamaba Tilikit.<br />
<br />
-Mmm... muy bien -murmuró-. Maldición, me he quemado.<br />
<br />
Ide sonrió ligeramente, como pidiendo permiso para continuar. Ella hizo un gesto con la mano, mientras bebía un sorbo de agua.<br />
<br />
-No era nadie. Salí de un negocio, y me preguntó si necesitaba ayuda. A cambio sólo me pidió que lo llevara a mi planeta -Ide se detuvo unos instantes, como rememorando aquello.<br />
<br />
-Intentaba engañarte -dijo ella rápidamente-. En Nar Shaddaa, si alguien se acerca a alguien, es para comerciar o engañarlo.<br />
<br />
-No he tenido oportunidad de comprobarlo. Murió defendiendo a la esclava que pilotaba mi nave, cuando me atacaron unos mercenarios que Shawman&K'Rtahn mandaron para secuestrarnos a mí y a Arakosia.<br />
<br />
-Oh -dijo ella. No parecía muy afectada-. Y Arakosia es... ¿alguien que yo debería conocer?<br />
<br />
-Oh, es mi padawan. Fue... vendida, al Palacio del Dolor esta tarde -dijo amargamente.<br />
<br />
Vima parecía encantada.<br />
<br />
==Entrando en materia==<br />
<br />
-¡Vaya! ¿Y ella también sabe tocar? -preguntó con voz jubilosa.<br />
<br />
-No -sonrió Ide-. Acaba de empezar su entrenamiento. Apenas sabe manejar el sable de luz, y no ha tenido tiempo de aprender muchas cosas. Yo... la rescaté hace poco. La tenían presa.<br />
<br />
-¿Presa? -su expresión se volvió meditabunda- Curioso... ¿Y qué tipo de cosas sabe hacer?<br />
<br />
-Bueno... sabe... -Ide dudó unos segundos-. La verdad es que, por sí sola, puede apenas defenderse, y poco más. Mi tarea es de hecho convertirla en jedi -sonrió amargamente, consciente de que había usado el tiempo presente en su afirmación.<br />
<br />
-Vaya... ¿y tardarías mucho en convertirla en jedi?<br />
<br />
-Años. En el mejor de los casos -Ide tuvo una extraña sensación, al recordar el sable de luz que pendía de su cinto.<br />
<br />
-Y... ¿es importante para ti hacer eso?<br />
<br />
Ide tragó saliva y calló durante un momento.<br />
<br />
-Cómo decirlo... es... una parte de mí es ella, y lo que ella pueda llegar a ser.<br />
<br />
-Bueno, puedes quedarte en Nar Shaddaa el tiempo que consideres necesario para convertirla en jedi -dijo con expresión pensativa-. A cambio, te acogeré en mi Palacio sin coste alguno para ti.<br />
<br />
Ide sonrió y permaneció pensativo, sin responder. Sabía que Arakosia era el punto de inflexión de la conversación, el momento en el que Vima dejaría de ser amable y cálida.<br />
<br />
==Ofertas==<br />
<br />
-Bueno, piénsalo -dijo mientras se encogía de hombros.<br />
<br />
-No... bueno, siento decirte que no es posible convertirse en jedi en esas circunstancias. Es un entrenamiento igualmente espiritual y físico, y no es compatible en absoluto con la vida de un esclavo.<br />
<br />
-Oh,vaya... -parecía levemente decepcionada- Y si ella estuviera, digamos, exenta de servicio mientras dure su entrenamiento, ¿entonces podrías?<br />
<br />
-No se puede servir a la Orden Jedi y a otro señor a la vez, Vima. Como bien dijiste antes, es una vida sacrificada.<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-En fin... una lástima.<br />
<br />
Permaneció en silencio unos segundos. Cogió otro pequeño postre y se lo metió entero en la boca.<br />
<br />
-Me imaginaba que te agradaría la compra de mi aprendiz. Y entiendo que no tendrás el menor interés en vendérmela -dijo Ide como si fuera algo sin importancia.<br />
<br />
Ella hizo un ligero gesto de contrariedad.<br />
<br />
-No es eso, es que todavía no sé lo que vale... podría perder k'shii fácilmente... perdón, podría perder reputación... a veces me olvido de que no todo el mundo habla hutt.<br />
<br />
-Lo entiendo, es un término muy común. Sea como sea, me interesaría recuperarla, como te podrás imaginar.<br />
<br />
-Lo comprendo, lo comprendo -hizo un gesto apaciguador con ambas manos-. Sólo digo que aún no hemos terminado de tasarla. No puedo ponerle un precio hasta entonces, ¿comprendes? Me ariesgaría mucho.<br />
<br />
-Obviamente Arakosia no es una esclava normal. Y es capaz de hacer cosas increíbles. Pero quizás haya algo que con toda seguridad sea más útil que ella.<br />
<br />
-Seguro -dijo ella con ligereza-. Todavía estará sin pulir. Debe de haber ''cientos'' de esclavos más útiles que ella.<br />
<br />
-A lo mejor yo puedo hacer algo más útil que cualquier cosa que te pueda dar ella -comentó él.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
-¡Pero eso no va así! -dijo animadamente- La cuestión es que un esclavo hará su trabajo ''indefinidamente y sin recibir nada a cambio''. Y además sabes que cualquier inversión que hagas en él la puedes recuperar en un intervalo de tiempo sólo limitado por las necesidades biológicas del esclavo.<br />
<br />
-Sí, pero a lo mejor te compensa tener a un jedi a tu servicio en tu Hak'Un Shapp al precio de un esclavo de mediana utilidad -dijo él seriamente.<br />
<br />
==Contraofertas==<br />
<br />
Ella parecía un poco sorprendida.<br />
<br />
-Bueno, sería buena publicidad... -reflexionó- Las veces anteriores funcionó bastante bien. Y los jedi participantes casi siempre sobreviven, aunque no suelen ganar -sonrió, levemente ácida-. Sin ánimo de ofender, les falta crueldad -una mínima arruga apareció en su frente-. Pero sin tasar a tu padawan, no sé si sería un trato justo. ¿Necesitas conocer mi respuesta con premura?<br />
<br />
-Prefiero saberla libre cuanto antes mejor, pero toma el tiempo que necesites, faltaría más.<br />
<br />
-Habitualmente un par de horas suelen ser suficientes, si la colaboración es buena.<br />
<br />
-Quizás... pueda ayudarte. Verás, circula por la Holored una demostración de Arakosia que probablemente te enseñarán.<br />
<br />
-...sí? -su expresión quería decir: "y respecto a ella, quieres puntualizar que..."<br />
<br />
-¿Quizá podríamos verla ahora?<br />
<br />
-Claro. Control central, buscar video en HoloNet. Rastreo de nodo local, Nar Shaddaa; fecha y hora, últimos dos días, tema: Arakosia. Ordenar por número de visitas. Ver.<br />
<br />
Sobre la mesa se hizo un cubo de luz, al principio borroso, posteriormente fue dibujándose una habitación. Sobre la cama, Arakosia estaba desnuda y drogada, e Ide estaba a su lado.<br />
<br />
==Aclaraciones==<br />
<br />
Vima parecía muy interesada.<br />
<br />
-¡Caramba! Hubiera asegurado que era demasiado joven para relaciones sexuales extensas... -miró a su enlace informático de muñeca- y ésta es una edición de hora y media, con los mejores momentos de una grabación original, ¿''de diez horas''? -miró a Ide, con expresión entusiasmada- ¡Qué maravilla! ¿Y qué deseabas comentar?<br />
<br />
Un extraño pulso de calor recorrió la espina dorsal de Ide. Se tomó un tiempo tiempo para responder, en el cual sólo se le venía a la mente una frase: "Keel, maldita rata".<br />
<br />
-Sí... eso también. Pensaba que te ibas a encontrar primero con el vídeo de la fruta.<br />
<br />
-Es por el número de visitas, supongo. Nada atrae más que el sexo y la violencia. Probablemente el otro video no incluye sangre.<br />
<br />
-Esa noche Arakosia hizo cosas espectaculares. Y se deben principalmente a dos cosas. La primera es que la drogaron.<br />
<br />
-Pero la droga sólo levanta inhibiciones. Es de suponer que, en principio, ella sería capaz de llevar a cabo... hazañas similares sin necesidad de sustancias añadidas.<br />
<br />
-No siempre. Los estupefacientes, desde el momento en el que trasladan al individuo a un estado distinto de consciencia, pueden a veces amplificar la canalización de la Fuerza. O pueden hacer todo lo contrario.<br />
<br />
Como comprenderás, si fuera tan fácil obtener superpoderes, todos iríamos siempre por ahí con una bolsita de pastillas. Depende de la ocasión, y el contexto, las drogas pueden ser muy beneficiosas, o muy peligrosas. Lo cual me lleva al segundo factor que, en conjunción con el trance de la droga, proporcionó a Arakosia semejante habilidad.<br />
<br />
-Una conjunción de factores suelen ser malas noticias. ¿De qué se trata? ¿Ira descontrolada? ¿Abandono suicida?<br />
<br />
-Yo. Ide Kanor, su maestro y mentor. Y la devoción que siente hacia él -Ide pronunciaba severamente, con orgullo, pero sin que pareciera que estaba alardeando.<br />
<br />
-Oh, mejor. Quiero decir, ese no es un factor descontrolado. Aunque, claramente, disminuye su valor para cualquier comprador potencial... -dijo con expresión ecuánime.<br />
<br />
-Quería aclararte todo esto, para que no pensaras que te he intentado engañar cuando lo vieras -terminó Ide, juntando las manos en actitud conciliadora.<br />
<br />
-De acuerdo, lo tendremos en cuenta. ¿Deseas esperar aquí mientras tanto, o hay algún otro lugar... o algo que necesites hacer?<br />
<br />
-Pues sería muy agradable poder esperar en esta sala. Es... especialmente tranquila. A no ser que me dejes bajar a dar una vuelta por el Hak'un'Shapp -en el rostro del joven emergió una sonrisa pícara-. Tengo cierta curiosidad.<br />
<br />
Ella sonrió, con coquetería.<br />
<br />
-Bueno... está claro que no sabes exactamente de qué se trata... la mayor parte del tiempo es, como la vida misma, algo gris y aburrido. Y de repente -su voz cobró una energía vibrante- se desata un vórtice de emociones, que arrastran a sus participantes al éxtasis...<br />
<br />
Era como contemplar un volcán en sus ojos. Ide no recordaba cómo había llegado a estar tan cerca de ella. Percibió su energía en la Fuerza. Poderosa, entrenada... adaptada a su entorno, en sintonía con las sensaciones que emanaba la Luna del Contrabandista.<br />
<br />
==Déjà vu==<br />
<br />
Una sensación de ''déjà vu'' invadió a Ide. Se sentía en una especie de punto de inflexión, un punto desde el cual se puede desencadenar cualquier acontecimiento.<br />
<br />
-Parece que... -intervino Ide casi con un susurro, escudriñándola en la Fuerza- encuentras cierta armonía en el Hak'un'Shapp...<br />
<br />
El tiempo parecía fluir despacio, despacio...<br />
<br />
La miró, durante un instante, con ojos que trascendían la materia física. Había poder y habilidad, entrenados hacía mucho, oxidados bajo la costumbre de no utilizar lo aprendido, sepultados tras mucho uso inconsciente e intuitivo.<br />
<br />
-Intento... -dijo ella, con voz casi inaudible- Intento disfrutar de la armonía allá donde la encuentre...<br />
<br />
-Fluyes con la Fuerza... has sido entrenada -dijo él, extendiendo la mano como para tocar los jirones de su aura sobrenatural.<br />
<br />
Ella se estremeció en su sitio, sin decir nada. Su vello se erizó antes de que Ide lo tocara. Él dudó un segundo, y luego, lentamente, acercó su mano a la de ella. Estaba de pie, al lado de la silla en la que ella permanecía. Sin tocarla, ascendió por su brazo, como un curandero buscando energía vital, dejando que la única conexión entre ellos fuera, por poco, la Fuerza.<br />
<br />
Ella no reaccionaba con una técnica definida. Se limitaba a dejar que su cuerpo fuera atravesado por la Fuerza, sin hacer nada que no pudiera hacer de forma natural. Aceptó el toque de forma pasiva, dejándose hacer.<br />
<br />
-Pero fue hace tiempo... -añadió él, con los ojos cerrados, centrándose sólo en lo que percibía por su canal sensitivo sobrenatural. Cuando llegó al hombro, posó su mano. A través de la Fuerza le llegó, abrumadora, una sensación orgásmica. Pero ella no se movió.<br />
<br />
Sólo un suspiro hubiera permitido saber, a un observador casual, por qué sus párpados vibraban y su nuca transpiraba.<br />
<br />
Ide se giró, levantó la otra mano, y la posó sobre el otro hombro. Movió los dedos lentamente, como masajeando, limpiando el incipiente sudor que había aparecido en el cuello de ella, pero de una forma sutil y precavida. Seguía con los ojos cerrados, oyendo las reverberaciones de Vima, emitiendo su propia señal en la Fuerza para oirla reflejada en ella.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
Vima reaccionaba sin pensar. Tomó aire, y lo exhaló lentamente; cerró los ojos despacio. Estaba bajando sus defensas, Ide pudo sentir algunos de sus pensamientos al azar.<br />
<br />
"Que no se detenga, por favor, que no se detenga, lo necesito, lo necesito tanto, nadie era apropiado, todos querían mi k shii, nadie podía hacerlo como un igual, si hago algo puede arrepentirse, ojalá dejara de preguntar por la Época Oscura, quiero, quiero, oh, qué bueno. En el video no salía drogándose, pero ella tampoco, ¿podrá? ¿Podrá? Oh, por favor, que no sea de los que sólo lo hacen por amor, que no haya una regla jedi absurda, que no pase nada, que lo haga, pronto, que lo haga porque lo necesito tanto..."<br />
<br />
Él se detuvo unos segundos. Después, bajó una de sus manos un poco, colocándola al principio de sus pechos, y llevó la otra detrás, a la nuca, incrustando los dedos en su pelo. Al tiempo, se giró grácilmente y se puso en frente de ella, y, con la experiencia adquirida en los años de Galmia, en un segundo que se hizo eterno, se acercó y la besó.<br />
<br />
Ella volvió a estremecerse, una vez más.<br />
<br />
"Lo ha hecho otra vez. Y todavía estamos empezando. O eso espero. Que no acabe, por favor, que no acabe..."<br />
<br />
Pero él no se detuvo. Siguió, como en otros tiempos había hecho con su Reina, con la excitación sobrenatural que sólo sentía al unirse con otros usuarios de la Fuerza, como con Anakin, como con Arakosia el día anterior. Ide perdió la noción del tiempo. Se olvidó del Hak'un'Shapp, se nubló la visión de su objetivo, de Arakosia, de Morg, de Kurel, y durante un periodo no determinado de tiempo, sólo se permitió sentir la Fuerza, y Vima Da'Motta, la cruel emperatriz del Palacio del Dolor, ahora transformada y expuesta por la letanía de placeres que se sucedieron en la habitación.<br />
<br />
El atardecer sobre Nar Shaddaa se convirtió en noche, la noche casi en amanecer. Ninguno de los dos parecía acusar el peso del cansancio. En un momento determinado, Vima cedió voluntariamente; cuando se retiró, Ide vio sangre en la cara interna de sus muslos. Se dejó caer, agotada y feliz.<br />
<br />
==Interrupciones==<br />
<br />
Suspiró.<br />
<br />
En ese momento, Ide sintió algo extraño: sobre los cristales se notaba una extraña vibración, apenas musical...<br />
<br />
<br />
"''Arakosia''", pensó instantáneamente.<br />
<br />
"''¿Maestro? Estoy despierta, y no reconozco el lugar.''"<br />
<br />
"''No te preocupes, estás a salvo, en el Palacio del Dolor. No te pasará nada. Confía en mí.''"<br />
<br />
"''¿Debo escapar? ''Puedo'' escapar.''"<br />
<br />
"''No será necesario. Puede que si intentaras escapar fuera peor. Iré a verte en cuanto pueda, te recogeré pronto.''"<br />
<br />
"''Quieren operarme. Para instalarme algo, porque... dicen que ya han esperado demasiado. Lo van a hacer en menos de dos minutos.''"<br />
<br />
Ide pensó durante unos segundos. Fue a buscar su ropa. "''Dame un minuto. Si lo intentan, escapa.''"<br />
<br />
<br />
-Cuándo te volveré a ver -preguntó a Vima, despreocupadamente.<br />
<br />
Ella esbozó una especie de media sonrisa que transmitía una sabiduría sin edad. Su manera de moverse evidenciaba que se sentía igual de cómoda desnuda que vestida.<br />
<br />
-¿Quién sabe? -dijo con voz traviesa- Espero que pronto.<br />
<br />
-Me preguntaba... si harías algo por mí -apuntó él tímidamente. Ella rió, de buen humor.<br />
<br />
-Pregunta, hombre. Haré lo que pueda -una pequeña arruga se formó en su frente- si puedo.<br />
<br />
-Es mi antigua alumna. Me preguntaba si podías retrasar su implante. Mientras la tasas y llegamos a un acuerdo.<br />
<br />
<br />
Ella pareció un poco entristecida.<br />
<br />
-Oh, lo siento. Mi personal implanta a todo el personal en menos de quince minutos tras su compra. Norma de la casa, sabes -su expresión se dulcificó-. ¡Pero no te preocupes! Los implantes se pueden retirar fácilmente, y no dejan ninguna clase de huella o secuela.<br />
<br />
Ide observó que ella no parecía tener ningún interés en vestirse. La única prenda que recogió fue el cinturón del que pendía el sable de luz, y se lo ajustó a la cintura. Pasó la mano por delante de un sensor frente a uno de los vértices, y el hueco correspondiente al ascensor se iluminó.<br />
<br />
<br />
-¿Bajas primero? ¿O prefieres esperar aquí?<br />
<br />
-¿Esperar? -Ide levantó lo que hubiera sido una ceja.<br />
<br />
-A que termine la tasación.<br />
<br />
<br />
"''Maestro, vienen'' ahora"<br />
<br />
-Vima... -dijo, mirándola fijamente-. Llama a tu equipo de implantación. Acabo de percibir algo.<br />
<br />
==Imprevistos==<br />
<br />
Ella parecía confundida.<br />
<br />
-Pero...<br />
<br />
-Confía en mí, evitará problemas. Están... implantando a Arakosia. Ha estado inconsciente y se acaba de despertar. Y está asustada.<br />
<br />
-Yo... -algo pareció cerrarse en su mente. Volvió a subir la barrera- Está bien. Pero no desde aquí.<br />
<br />
Él dio un paso adelante, aún con la ropa en la mano.<br />
<br />
-Vima... -la miró fijamente-. Gracias. Por... por todo.<br />
<br />
Ella asintió sobriamente.<br />
<br />
-Espera aquí.<br />
<br />
"''Maestro, ya he escapado. Dime cuál es el punto de encuentro.''"<br />
<br />
-Volveré tan pronto como pueda.<br />
<br />
"''Me temo que he dañado gravemente a por lo menos dos de ellos.''"<br />
<br />
Vima sonrió.<br />
<br />
-Y te haré un buen, buen descuento en todo lo que dependa de mi k'shii... esto ha valido un buen montón de gubor... incluso se podría cobrar en sgin.<br />
<br />
"''La estructura de este hotel me ha cogido por sorpresa... al principio. Pero en realidad, me beneficia. Más de la mitad del edificio está hueca. Más espacio para mí.''"<br />
<br />
"''Quédate escondida por ahora''."<br />
<br />
Se acercó a Vima, aún mirándola.<br />
<br />
-Sabes que no lo he hecho por eso -se acercó para coger su mano-.<br />
<br />
-Ya lo sé, guapo -dijo Vima mientras guiñaba un ojo-. Era un cumplido, al estilo Nar Shaddaa.<br />
<br />
Él sonrió.<br />
<br />
-Estaré aquí, si me necesitas o si hay algún problema.<br />
<br />
-Bien. Siéntete libre de pedir cualquier cosa o servicio que desees -la expresión de su cara se volvió a un tiempo salvaje y atractiva-. Cualquier cosa... la podemos compartir cuando yo regrese.<br />
<br />
Enderezó su espalda, que crujió levemente. Se quedó parada en la sección iluminada de suelo, que bajó. Su cuerpo desnudo parecía saludar a Ide mientras desaparecía por la abertura del suelo, antes de que ésta se cerrase.<br />
<br />
==Comunicaciones==<br />
<br />
"''¿Maestro?"''<br />
<br />
"''Arakosia.''"<br />
<br />
"''A lo mejor no es el momento apropiado para preguntar esto, pero... eh... a veces confundo cosas que suceden en mis sueños con cosas que suceden en la realidad, y... no tengo muy claro si algunas de las cosas que recuerdo... son ciertas.''"<br />
<br />
"''Ah, supongo que te refieres a lo de ayer.''"<br />
<br />
"''Es que... lo que recuerdo se parece mucho a los sueños que suelo tener, pero... ahora tengo agujetas, maestro, en todo el cuerpo, y..."''<br />
<br />
''"Te drogaron. La especia roja... te introduce en un éxtasis sexual. Y te produce síndrome de abstinencia. Y... lo que recuerdas es la terapia de choque para evitar la dependencia. Decidí que... era mejor así, a usar a unos extraños."''<br />
<br />
<br />
El enlace transmitió una mezcla de sensaciones difícil de analizar, algo a lo que Ide comenzaba a acostumbrarse. Supo que luego, al meditar sobre ello, podría conocer su reacción con más precisión.<br />
<br />
<br />
''"Yo... ¿lo repetiremos?"''<br />
<br />
''"Bueno... en el Templo no... aunque... espero que esto no nos lleve a ti y a mí al Lado Oscuro...''". Ide sonrió, pero no tenía claro si era posible transmitir humor mediante los enlaces telepáticos.<br />
<br />
"''No... no lo parecía... he estado allí, y esto era... sólo me había sentido así al pelear, o en meditación profunda. He aprendido mucho, lo recuerdo. Creo... que puedo utilizar lo que he aprendido.''"<br />
<br />
"''Utiliza lo que yo te he enseñado. Lo que has aprendido tendremos que... bueno. Revisarlo. No está mal que investigues tu propia conexión con la Fuerza, pero a veces...''"<br />
<br />
<br />
Ide tuvo un flash. De Galmia. De Kwyna aprendiendo sola, con el holocrón. Se fue enseguida, pero no supo discriminar si Arakosia lo había percibido o no.<br />
<br />
<br />
"''Es mejor que lo desarrollemos un poco, tranquilamente, durante el entrenamiento.''"<br />
<br />
"''Sentí la Fuerza, maestro. Fluyendo por mi cuerpo. Fui consciente de cómo el funcionamiento de mi cuerpo interaccionaba con la Fuerza. Pocas veces me siento tan centrada... como ahora, que peleo para salvar mi vida. Estoy intentando no matar a nadie, aunque ellos están intentando matarme a mí. ¿Es eso correcto?''"<br />
<br />
"''Eh... sí. Lo importante es eliminar las sensaciones. Pensar sólo en la Fuerza.''"<br />
<br />
"''Oh, sí. Ahora estoy muy bien. Me siento... en paz...''"<br />
<br />
<br />
Ide analizó a su aprendiz, en la distancia, mediante el enlace en la Fuerza que los unía. Era... como una sucesión de tonos cristalinos, como un concierto de campanas tubulares. Irradiaba tranquilidad.<br />
<br />
<br />
"''Por cierto, maestro... no sé si es importante, pero... siento...''"<br />
<br />
<br />
Ella no se atrevía a verbalizar... algo. Sintió un lejano eco de vergüenza.<br />
<br />
<br />
''"Di, Arakosia."''<br />
<br />
''"Soy consciente de una... excitación física de mi cuerpo, en estos momentos. No sé qué hacer al respecto."''<br />
<br />
''"Es parte de los efectos de la especia roja. Me temo que es algo que tendrás que solucionar tú misma en tu escondite."''<br />
<br />
''"Sí, maestro. Creo que acabo de matar a alguien, sin querer. Ha caído por un desnivel."''<br />
<br />
''"¿Que has hecho qué?"'' Ide no sabía muy bien qué estaba pasando. ''"¿No decías que estabas escondida?".''<br />
<br />
''"En los sistemas ocultos. Pero han mandado patrullas para localizarme y dañarme. Creo que la idea es que, cuando un esclavo huye, se le hace tanto daño que éste nunca vuelve a intentarlo. Muchos de estos seres... quieren hacer eso. Por eso son un poco más descuidados."''<br />
<br />
''"¿Puedes seguir oculta?" ''Ide se dio cuenta al tiempo de lo estúpido de la pregunta. Ella había pasado toda su vida ocultándose. Era su especialidad.<br />
<br />
"''Si no tienen a nadie capaz de buscarme con la Fuerza, sí. Si tienen a alguien... depende de lo bueno que sea."''<br />
<br />
"''Quédate escondida en el edificio. Sea lo que sea, lo solucionaremos. La Fuerza nos guiará. Avísame si te ves en peligro.''"<br />
<br />
''"Sí, maestro."''<br />
<br />
<br />
Ide empezó a vestirse. Se acercó a las paredes de transpariacero, y se sentó en pose de meditación.<br />
<br />
==Visiones==<br />
<br />
No pudo concentrarse, perdía el foco constantemente. Pensaba en Arakosia saltando, corriendo y ocultándose, peleando cuando una de las patrullas daba con ella; mientras se dejaba llevar por su instinto para encontrar un lugar cómodo y seguro.<br />
<br />
Y en Vima y su posible reacción. El pánico que mostraban todos los que la conocían era un referente claro de lo que era capaz.<br />
<br />
Ide suspiró, y abrió los ojos. En el exterior, el tráfico caótico de Nar Shaddaa se desparramaba en todas direcciones desde el Palacio del Dolor. En el interior de un vehículo, hubo un movimiento violento y un resplandor; y la mitad del parabrisas se volvió roja. El vehículo hizo un extraño, y luego se reincorporó al tráfico como si no hubiera pasado nada.<br />
<br />
En una de las azoteas, dos humanoides luchaban. La sensación de distancia era engañosa, e Ide se dio cuenta de que los cristales eran del tipo "ojo de águila"; hechos de un material transparente conectado a un ordenador, que reconocía dónde se estaba mirando y modificaba su forma para aumentar el grado de detalle.<br />
<br />
Uno de los humanoides le rompió un tobillo al otro, que cayó. El otro apenas se sostenía en pie. Se alejó, arrastrándose apenas, hasta el borde del tejado, y cogió una bolsa de plástico vacía. Comenzó a llenarla de cosas que parecían pequeñas y pesadas, y de vez en cuando levantaba la bolsa con un brazo, con gesto apreciativo.<br />
<br />
Renqueó hacia el humanoide caido, que había conseguido, mientras tanto, darse la vuelta para quedar boca arriba. Hablaron un poco. De repente, el que estaba de pie movió la bolsa de plástico con una trayectoria circular, por encima de su cabeza, y luego de arriba abajo sobre el caído. Y luego lo hizo de nuevo, otra vez, y otra...<br />
<br />
Ide se sintió una punzada en el estómago. Todo parecía girar en torno al dolor y la muerte en este planeta.<br />
<br />
Volvió a cerrar los ojos para volver a intentar meditar.<br />
<br />
En esta ocasión no se dejó distraer.<br />
<br />
Ella estaba desnuda y en cuclillas sobre una delgada guía de metal, por encima de un abismo insondable. Un poco por encima de ella había una pasarela por la que se alejaba una patrulla de búsqueda. Dos de ellos querían matarla rápidamente. Los otros cuatro querían hacerle sentir muchísimo dolor, y luego capturarla. Un pequeño charco de líquido transparente se había acumulado alrededor de su pie derecho, e Ide vio que había un reguero que se podía rastrear hasta la entrepierna.<br />
<br />
{{flashback | <br />
<br />
"Te drogaron. La especia roja... te introduce en un éxtasis sexual. Y te produce síndrome de abstinencia. Y... lo que recuerdas es la terapia de choque para evitar la dependencia. Decidí que... era mejor así, a usar a<br />
unos extraños."}}<br />
<br />
Ide detuvo el flujo temporal durante unos instantes. Luego lo movió lentamente hacia delante, para estar seguro de que no se perdía nada.<br />
<br />
{{flashback | Gozo. "Era verdad. Lo hemos hecho de verdad. No era el mejor de los sueños... era mejor que en los sueños. Es porque era verdad. Por eso lo sentía con tanta claridad, como ahora, que es como aire fresco, que huele tan bien... y sentí revelaciones, sentí que la Fuerza podía canalizarse por mi cuerpo sin esfuerzo, dejando que la energía se remanse; manteniendo la armonía, dejando que la Fuerza se guíe, siendo el surco por donde la Fuerza se derrama..."<br />
<br />
Duda. "¿Y si esto no es correcto? ¿Y si Ide tiene problemas por haber hecho esto? ¿Y si, por mi culpa, nos obligan a separarnos? ¿Y si lo castigan por mi culpa? ¿Y si nos expulsan? ¿Y si nos matan?"<br />
<br />
Confianza. "Ide sabrá lo que hacer. Ide hará lo correcto. Ide pensará en mí. Ide me dirá qué, Ide me dirá cómo, Ide me dirá cuándo. Ide buscará mi bien."<br />
<br />
Esperanza. "He tenido sexo, y ha sido la primera vez en mi vida que ha sido sin miedo y sin dolor. Ha estado muy bien. Ha sido maravilloso, y he aprendido mucho. ¿Podremos repetirlo? ¿Podremos repetirlo mucho? Tantas cosas que aprender, tantas cosas que demostrar... hay cosas que he experimentado, sin querer experimentarlas; y ahora me alegro de haberlas experimentado, porque puedo convertirlas en algo bueno; porque puedo aprender de ellas, y aún no sé cómo; y la respuesta está en su cuerpo y en el mío, y pronto, pronto... ojalá que pronto..."}}<br />
<br />
Ide perdió un poco de foco. "De todas formas", pensó, "creo que eso era todo".<br />
El ascensor volvió a activarse. El suelo se abrió y Vima, todavía desnuda, apareció en la Joya Gloriosa. Su rostro era impenetrable, y luego se hendió en una media sonrisa.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
-¿No has pedido nada? ¿Ni a nadie? -suspiró teatralmente. Luego, viendo el gesto levemente tenso de Ide, su tono pasó a uno más formal- Eh... tu padawan se ha escapado. Parece que tu premonición respecto al equipo de implantación era acertada.<br />
<br />
-Vaya... espero que no te esté causando muchos problemas -respondió él, aún algo tenso. Había esperado que llegara hecha una furia, así que cualquier cosa era mejor.<br />
<br />
-Eh... -sonrió, mientras hacía rodar sus ojos hacia arriba- Bueno, a mí no muchos, pero está haciendo una criba entre mis hombres más prescindibles.<br />
<br />
-Parece que sabes sacar beneficio hasta de las situaciones adversas -sonrió él, algo más tranquilo.<br />
<br />
-Cualquiera puede hacerlo -dijo ella, mientras desabrochaba de nuevo su cinturón-. La clave es saber que hay un beneficio potencial en toda situación.<br />
<br />
Ide no supo qué decir en ese momento. Arakosia estaba huyendo, y Vima no parecía darle importancia. Supuso que ella estaba segura de que tarde o temprano la iba a encontrar. La pregunta seguía siendo qué haría con su padawan después.<br />
<br />
Ella se echó a su lado. Ide notó que lo que había tomado por perfume (por lo bien que olía, por perfume caro), era en realidad el olor corporal de Vima.<br />
<br />
-Da la impresión de que no te importe que una de tus esclavas esté huyendo...<br />
<br />
Ella se rió, de buen humor. Se acurrucó junto a Ide, mientras posaba su mano sobre el pecho surcado de cicatrices.<br />
<br />
-Bueno, es un poco molesto, pero... pff... me ha pasado tantas veces...<br />
<br />
-Eso, o que tienes cosas mejores en las que pensar -respondió él, con una media sonrisa, mientras le apartaba un mechón de la frente.<br />
<br />
-Será eso -dijo ella, con humor-. Bueno, y que hay un protocolo muy probado para encontrar gente evadida. No hemos tenido fugas en más de setenta años -dijo despreocupadamente.<br />
<br />
-¿Ah sí? Pues has de saber que Arakosia tiene una habilidad especial para esconderse. Eso sí que se le da bien -rió-. Estuvo tanto tiempo haciéndolo... ¿Cuánto tiempo crees que se te resistirá?<br />
<br />
-Pues, si usa la Fuerza para esconderse... -hizo un cálculo rápido- ...en ocho horas más, reconfigurarán las habitaciones al modo "búsqueda fácil". El hotel será un poco menos... hum... hospitalario para los huéspedes, y el espacio libre estará todo junto. Y luego vienen los perros akk.<br />
<br />
-Ya veo...<br />
<br />
-Y luego... se pueden configurar las habitaciones para ir reduciendo el espacio donde es posible esconderse -dijo, con una sonrisa-. Todo lo que sea necesario. La principal ventaja con la que ella cuenta, es que la quiero viva... y que está sin tasar.<br />
<br />
-Qué despliegue de medios. También podrías pedirle ayuda a su maestro, encontrarla, tasarla, y ahorrarnos disgustos a todos -aún sonreía, aunque no estaba seguro de si Vima tenía intención de dejar pasar la irreverencia tan fácilmente.<br />
<br />
Ella se tomó un tiempo para responder, en el que acarició despacio el pecho de Ide.<br />
<br />
-No hay ningún disgusto para tomar. De momento, está cribando a mis lacayos más prescindibles. Los que queden serán mejores -dijo, despreocupadamente-. La ordalía que está atravesando también sirve para tasarla... parcialmente.<br />
<br />
-Y de paso aumentar su valor, para luego sacarle más a su pobre maestro, que la quiere de vuelta... -le rozó el brazo, y subió hasta casi el hombro. La miraba fijamente.<br />
<br />
Ella rió de nuevo.<br />
<br />
==Video de una fuga==<br />
<br />
-Mmm... sí, todo son ventajas... -dijo con voz melosa- ¿Quieres ver la grabación del video de seguridad, donde se escapa?<br />
<br />
Él sonrió ampliamente a modo de respuesta, y asintió levemt. Ella habló, con voz alta y clara:<br />
<br />
-Control Central, reproducir video. Título Dolor Arakosia Uno.<br />
<br />
<br />
La sala volvió a oscurecerse, y sobre la mesa se proyecto un holovídeo. Era una sala médica, y en ella había varios tanques de bacta. Casi todos estaban vacíos, y en uno de ellos flotaba Arakosia.<br />
<br />
Bajo los párpados cerrados, sus ojos se movieron. Se agitó levemente. Un monitor junto a su tanque comenzó a parpadear.<br />
<br />
Una especie de droide (médico, supuso Ide, aunque no reconoció el modelo, parecido a un taburete) se acercó rápidamente. Se paró frente al monitor, y se marchó por la puerta.<br />
<br />
Regresó con un grupo de tres humanoides, vestidos con ropa de trabajo. En las manos llevaban varios instrumentos, que dejaron en una pequeña bandeja junto al tanque.<br />
<br />
Manipularon el monitor, con práctica y confianza, y cierto aburrimiento.<br />
<br />
El tanque de bacta comenzó a vaciarse. Se vació. Arakosia quedó hecha un ovillo en el suelo.<br />
<br />
<br />
Abrieron el tanque, y la sujetaron para colocarla en la mesa de operaciones en el centro de la habitación. La manipulaban como un peso muerto. Uno de ellos sujetó una máquina grande, y la dirigió a la cara de Arakosia.<br />
<br />
Ella se movió tan rápido que la grabadora no lo registró. El hombre voló dos metros hacia atrás y chocó contra un tanque vacío. La máquina quedó un momento en el aire, pero ella la pateó contra otro de los técnicos.<br />
<br />
Él la sujetó con ambas manos, mientras su compañero dirigía un arma contra Arakosia.<br />
<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Si hay algo que se le da bien, es escapar -intervino.<br />
<br />
-Ya veo -dijo ella, apreciativamente.<br />
<br />
<br />
<br />
Ella sujetó el arma al mismo tiempo, y no se molestó en forcejear para arrebatársela. La desvió lejos de sí, para que no pudiera dispararle, y lanzó su mano engarfiada contra el rostro del hombre. El movimiento no se podía apreciar claramente, pero el grito del hombre fue desgarrador, y la sangre comenzó a correr a chorros por las mejillas. El segundo técnico se quedó sobrecogido por la visión, y reaccionó tarde, accionando la máquina, que lanzó una nube de gas.<br />
<br />
Ella se movió sin soltar su presa, y al moverse se podía ver cómo tenía dos dedos de la mano izquierda dentro de las cuencas de los ojos, y giró sobre sí misma para lanzar al hombre, que seguía aullando, contra la nube. La aspiró entera, y cayó al suelo inconsciente.<br />
<br />
<br />
<br />
El técnico que quedaba y Arakosia se miraron durante un momento, y él disparó el arma una vez más. Ella no se movió, y la nube impactó contra su rostro. No tuvo ningún efecto.<br />
<br />
El técnico dejó caer el anestesiador, y extrajo un arma; pero al mismo tiempo Arakosia lanzó contra la cara del hombre lo que llevaba en la mano, algo pequeño y pringoso que chocó con fuerza, cegándolo al romperse. Ella saltó justo detrás, y lo golpeó con tanta fuerza que su cuerpo se arqueó con fuerza mientras volaba por el aire.<br />
<br />
<br />
No dedicó ni un momento a ver cómo caía. Su mirada se posó brevemente por todos los objetos de la sala, y se dirigió hacia un contenedor metálico, de un metro por medio metro. Lo golpeó con la mano cerrada. No se abrió. Lo golpeó de nuevo. Observó la muesca que quedaba, y cogió el contenedor cerrado. La puerta se abrió de nuevo, y entró un hombre armado (tras él se veía más gente, pero el video estaba centrado en la sala de reanimación). <br />
<br />
<br />
Disparó dos veces, y Arakosia paró los disparos con el contenedor. Luego pateó una máquina caída en el suelo, desviando el arma mientras saltaba contra el hombre. Lo golpeó con el recipiente metálico en la cara, cayó a sus pies, lanzó un puñetazo contra la entrepierna, saltó en vertical y empujó con ambas piernas contra el pecho del guardia, que chocó contra sus compañeros. Ella saltó contra el batiburrillo de guardias.<br />
<br />
<br />
La habitación quedó vacía, excepto por el técnico dentro del tanque de bacta, el hombre anestesiado y sin ojos del suelo y el que había chocado contra la pared y el suelo de la esquina. No había movimiento en la escena, excepto por los charcos de sangre, que se extendían rápidamente.<br />
<br />
Vima sonreía.<br />
<br />
==Cosas sobre Vima==<br />
<br />
-Esa chica tiene potencial...<br />
<br />
-Sabe improvisar. Es rápida pensando. Sabía que podía llegar lejos cuando la tomé como discípula -dijo él, descansando en cada palabra.<br />
<br />
-Hm-hmm -murmuró Vima mientras asentía. Ide sintió que volvía a bajar sus defensas. La visión de la sangre extendiéndose por el suelo la había excitado.<br />
<br />
Él aprovechó para buscar en ella. Estaba preocupado por lo que podía pasarle a Arakosia, una vez fuera capturada. Y por lo que le podía pasar durante la captura.<br />
<br />
-Tienes... una afinidad especial por ciertas cosas, por lo que veo -dijo él, volviendo a mirarla y rozándole la cara.<br />
<br />
-Mi afinidad es por mi entorno. Creé el Palacio del Dolor pensando en esa afinidad.<br />
<br />
Ide comprobó, desolado, que la Fuerza le transmitía muchas sensaciones, muchos pensamientos superficiales, pero no podía acceder a las capas más profundas del pensamiento. O al menos no sin alertarla. Y los resultados de un intento fallido podían ser... desastrosos.<br />
<br />
Ahora que pensaba sobre ello, Ide no recordaba haber oído hablar de ningún jedi con una técnica semejante. Aunque los caamasi podían guardar y transferir "archivos" de recuerdo, llamados memnii, y los jedi podían recibirlos. Quizá un jedi caamasi pudiera... o probablemente no.<br />
<br />
Ide reflexionó, buscando otra vía de acción.<br />
<br />
==Pensamientos==<br />
<br />
-Espero que tu entorno no se vaya a comer a mi aprendiz... es un sitio hostil para un jedi como ella... o como yo... -dijo él. Empezó a pasarle la mano por la espalda, mientras seguía concentrado en sus pensamientos... quizá mencionar a Arakosia le hiciera pensar en ella...<br />
<br />
-Mmm... -dijo ella. Por su mente pasaron un montón de imágenes en rápida sucesión:<br />
<br />
{{flashback | Tumbada boca abajo en una camilla, levanta la vista y ve a un twi'lek azul muy atractivo, desnudo de cintura para arriba; que sonríe amablemente. Ella sabe que la odia con todo su corazón.<br />
Cuando llegó a Nar Shaddaa, llevaba todas sus posesiones atadas al cuerpo: una pequeña bolsa más pequeña que un puño y un sable de luz pegado a su zona lumbar. Intentaron violarla, matarla o esclavizarla - pequeños flashes de cada escena- seis veces antes de que cayera la noche.<br />
<br />
La primera vez que negoció con un hutt, él le ofreció un puesto. Ella le ofreció un trato. Él se rió. Ella no.<br />
<br />
La siguiente vez, habían pasado tres años. El hutt parecía más delgado. Él habló. Ella sólo sonrió sarcásticamente. Él gritó. Ella no dijo nada.<br />
<br />
Todos los años que pasó temiendo que su maestro la encontrara. Hasta que tomó la decisión de no volver a tener miedo, y fue a buscarlo.<br />
<br />
En el planeta Chelloa ya no quedaba nada. Nunca supo lo que había pasado. En su pecho, la sensación de algo inacabado sería algo a lo que acabaría por acostumbrarse.<br />
<br />
En una habitación muy brillante, un alienígena le dice que no está seguro de la especie de su padre. Al parecer, sus células no se degradan, o lo hacen tan despacio que no hay forma de saberlo con certeza. La sensación en su pecho sigue ahí, nunca se ha ido, pero la conversación con el científico hace que sea dolorosamente consciente de que probablemente no hay nadie en el universo con quien pueda identificarse.<br />
<br />
Esa chica... se parece a una que fue secuestrada hace más de quinientos años. Se parece un poco. }}<br />
<br />
La mirada de Vima parecía fija en algo lejano. Ide no modificó su postura. Siguió allí con ella, tocándola suavemente, escuchándola sin que ella lo supiera. Esperando que ella diera el siguiente paso. En cierto sentido, esa habitación, la calma, y los pensamientos de Vima, eran parte de su relación con ella. Ide no supo decir si estaba empezando a gustarle.<br />
<br />
{{flashback| Y de aquella chica... qué se había hecho de ella. Y cómo.<br />
<br />
Dolor, tortura, un entrenamiento inhumano, para volverla sobrehumana, para hacer de ella un poder en la galaxia...<br />
<br />
Abrazar el dolor, aprender la tortura, hacer de las emociones un instrumento bien afinado para aumentar la capacidad de usar la Fuerza. Hasta que se graduó...<br />
<br />
El combate contra aquel droide asesino casi la mató, pero su maestro parecía satisfecho: `Has dado tus primeros pasos en un camino infinito´ le dijo.<br />
<br />
Y tanto. Pero no conducía a donde tú querías, maestro... sino a donde quise yo. Seguro que los antiguos sith no estaban pensando en esto, precisamente.}}<br />
<br />
Vima sonrió cuando sus pensamientos la llevaron a este punto.<br />
<br />
{{flashback| A esa chica que hay abajo... nadie le ha dado la opción de tomar su propio camino. Secuestrada por unos y otros... Yo podría hacer por ella lo que mi maestro hizo por mí... no lo que quería hacer, lo que hizo. Podría hacerla poderosa y libre.<br />
<br />
Y ella, al volver la vista atrás, pensará: 'Ella evitó que me convirtiera en un instrumento en esta guerra entre sith y jedi'.<br />
Pero tengo que ver si vale para esto. Para esto sirve esta cacería. Y su maestro... }}<br />
<br />
Acarició distraídamente la nuca de Ide.<br />
<br />
{{flashback| Ojalá pueda quedarse un tiempo aquí. Al fin y al cabo, nunca he oído que los jedi tengan un límite de tiempo para sus misiones. O que tengan que volver al templo.<br />
<br />
Él también podría aprender muchas cosas aquí. Y yo de él... me pregunto qué es lo que podría enseñarme.<br />
<br />
Por lo pronto... me excita. No sé si mi maestro hubiera estado orgulloso de mí por lo que voy a hacer ahora... voy a dejarme llevar por mis emociones, pero no para hacer daño a nadie. Más bien al contrario. }}<br />
<br />
Sonrió más ampliamente, mientras se inclinaba para besar apasionadamente a Ide. Su cabeza comenzó a bajar. Ide le devolvió la sonrisa, y acto seguido se dejó también llevar por sus emociones.<br />
<br />
<br />
==Meditaciones==<br />
<br />
Un tiempo después, ella reposaba contra el hueco en el hombro de Ide. Una alarma sonó suavemente.<br />
<br />
-¿Te buscan? -inquirió él.<br />
<br />
-Vamos a ver -dijo ella, con voz divertida. Luego, con voz firme, dijo- Control central, activar ventana de comunicación entrante.<br />
<br />
El holograma de un twi'lek se reprodujo en mitad de la estancia.<br />
<br />
-Mi señora... el plazo de inscripción libre para el Hak'un Shapp está próximo a agotarse.<br />
<br />
-Bien. Has cumplido tu cometido. Fin de transmisión.<br />
<br />
El holograma desapareció.<br />
<br />
-No pueden vivir sin ti -bromeó él-.<br />
<br />
-Cuando les dejo que hagan lo que quieran, siempre acaban traicionándome -dijo con tono cansado-. Tengo que atarlos en corto...<br />
<br />
Él sonrió. Estaba buscando la forma apropiada de sacar de nuevo el tema de Arakosia, y el trato que antes él había sugerido.<br />
<br />
Su sentido de la diplomacia, acentuado por la Fuerza, le estaba avisando de un posible callejón sin salida. Si ella estaba empezando a ver que Arakosia podía más valiosa que la participación de un jedi en el Hak'un Shapp, podía interpretar la insistencia de Ide como un intento deliberado de engañarla.<br />
<br />
Pero ella tampoco se había decidido por retenerla. Era un ser poderoso y longevo, que no hacía tratos a la ligera, y que no tenía ninguna prisa.<br />
<br />
Ide se echó para atrás y se tumbó, acompañando poéticamente el retroceso en su plan. La verdad es que no estaba acostumbrado a negociar cosas para él. Su experiencia diplomática siempre había girado en torno a las necesidades de otros. Pero ahora con Arakosia... Arakosia era su aprendiz. Era algo suyo. Y la idea de perderla...<br />
<br />
Tragó saliva. Cerró los ojos, sumergiéndose en una ceguera momentánea para cambiar el rumbo de sus pensamientos. La Fuerza le ayudaría y le guiaría. Tenía que escuchar a la Fuerza. Como hacía sólo unos segundos, cuando le había insinuado que no debía apresurarse con Vima. En cualquier caso, ella no quería hacerles daño. Ni a él ni a Arakosia. Ella quería... ver libre a Arakosia, libre para elegir. <br />
<br />
No tenía muy claro por qué, pero igual una meditación posterior podría aclarar las cosas. Por otra parte y por otros motivos, también lo quería a él. No había motivo para preocuparse por ahora. Los sentimientos de Vima no podían desembocar en nada malo. O al menos eso parecía.<br />
<br />
Se quedó así, con el rostro ligeramente severo, las manos detrás de la nuca a modo de almohada improvisada, y los ojos cerrados.<br />
<br />
La sintió acercarse, por el peso sobre el suelo, por el movimiento del aire y su presencia en la Fuerza, centrada en él. La escuchó inclinarse sobre él, y calculaba que estaría a unos veinte centímetros de su cara.<br />
<br />
Luego oyó su voz, juguetona:<br />
<br />
-Qué serio -luego en tono desenvuelto, como si estuviera hablando de otra persona-. ¿Sabes? Tienes la expresión de alguien que está preocupado por algo importante...<br />
<br />
==Vima y la Fuerza==<br />
<br />
Él sonrió brevemente, como quitándole importancia, con los ojos cerrados aún. "''Maldita sea... si ese cacharro es machacado en el torneo...''", se oyó pensar.<br />
<br />
-A los jedi todo nos parece importante. Ya sabes.<br />
<br />
La escuchó respirar más despacio, como concentrándose. Luego, la escuchó hablar dubitativa:<br />
<br />
-¿Has... dicho algo en voz alta?<br />
<br />
Sintió una breve agitación en la Fuerza, como si todo desafinara brevemente...<br />
<br />
-¿Has dicho algo de un torneo? -se detuvo un momento, como considerando el sonido de sus palabras en voz alta- Un torneo. El Torneo. El Hak'un Shapp. Te interesa. -dijo cada vez con más seguridad-. Te interesa mucho.<br />
<br />
Ide mantenía los ojos cerrados, pero la escuchaba sonreir.<br />
<br />
-Quieres... quieres participar, o... no, estás interesado en uno de los participantes. Él tiene lo que buscas. O lo ha tenido. O se lo ha llevado -contuvo la respiración un instante. Luego habló de nuevo, muy despacio, emocionada-. Se-cues-tra-do. Eso es muy probable, al Hak'un Shapp se apunta la gente más peligrosa y despiadada de la Galaxia.<br />
<br />
Él se sintió un poco como la primera vez que Arakosia le escuchó pensar. No podía dejar de sentir cierto orgullo de maestro. Buscó la imagen de Morg de sus recuerdos, viéndolo luchar en las imágenes que le mostró Kenter. Y el recuerdo de la punzada en el estómago cuando fue consciente de que podía ser destruido, y que su desaparición se llevaría consigo el rastro de Kurel. Y estaba tan cerca de recuperarlo...<br />
<br />
-Morg... es uno de los favoritos de este año. No puedo sacarlo de la competición -dijo, con voz reflexiva-. Pero eso ya lo sabías, o lo intuías. Por eso... quieres participar en mi torneo. Para encontrarlo e interrogarlo en persona -sonrió-. Me parece bien.<br />
<br />
-Era una opción -abrió los ojos, y la vio tal y como la intuia, muy cerca. Enarcó una sonrisa amable-. Pero no parecías muy ilusionada al respecto. Supongo que en parte porque no querías precipitarte cambiando a Arakosia, lo cual es razonable. O a lo mejor porque no querías arriesgarte a perderme -su expresión se tornó algo más pícara, y aunque había sonado ligeramente burlón, era consciente de que su afirmación no era del todo una broma.<br />
<br />
-El Hak'un Shapp es peligroso. Está pensado para ser peligroso, de hecho -dijo con voz neutra-. Pero tú quieres participar para interrogar a ese droide antes de que lo haga pedazos cualquiera con un rifle de iones... lo cual es comprensible.<br />
<br />
Ide asintió a modo de respuesta.<br />
<br />
-Eso no tiene nada que ver con regalar un esclavo sin tasar -dijo, con una ligera dureza en la voz-. Habitualmente los participantes pagan grandes cantidades de dinero, y además se inscriben con meses de antelación. Ni siquiera tendría que dejarte participar, sabes... ya tengo un cartel bastante bueno, en realidad.<br />
<br />
Él no pudo evitar fijarse en que ella había empezado respondiendo por la parte que le concernía a él mismo. En cualquier caso, no había necesidad de seguir hablando del tema. Arakosia estaría bien por ahora, y él entraría en el Hak'un Shapp e interrogaría a Morg.<br />
<br />
Y después, la Fuerza proveería el camino.<br />
<br />
<br />
==Vima y los jedi==<br />
<br />
-Hacía mucho tiempo que no lo hacías, ¿verdad? -inquirió él.<br />
<br />
-Bueno... -dijo, con el tono de voz de a quien se le ocurren varias barbaridades en un instante<br />
<br />
-Leer a alguien.<br />
<br />
-Eh... muchísimo -hizo un gesto extraño-. No me gusta... desarrollar poderes sobrenaturales -apartó la mirada de Ide-. Llama la atención. Quiero decir... -parecía no saber cómo continuar.<br />
<br />
-No tienes por qué hablar de ello, si no quieres -intervino él rápidamente -. Es sólo que me ha sorprendido que lo hicieras.<br />
<br />
-No lo hago... conscientemente -dijo, su cara contraída con angustia-. Al principio pensé que habías dicho algo en voz alta... luego era como... intentar adivinarlo -su mirada se clavó de nuevo en Ide-. Excepto porque era verdad.<br />
<br />
-A veces pasa. Cuando dos personas... están unidas por algo. La Fuerza es así de caprichosa -bromeó.<br />
<br />
Ella parecía un poco confusa.<br />
<br />
-No... no tiene sentido... -lanzó una mirada acusadora a Ide- ¡Pero si acabamos de conocernos!<br />
<br />
-Yo empecé a escuchar a mi maestro... -miró hacia arriba, haciendo un poco de memoria- creo que el segundo día -ahora él sonreía.<br />
<br />
Parecía que a ella le molestaba un poco que le estuviera pasando algo de lo que no tenía, al menos totalmente, el control.<br />
<br />
Ella frunció el ceño.<br />
<br />
-¿Sabes? -dijo él, más cordial si cabe que antes-. Se puede controlar.<br />
<br />
Ella movió la cabeza despacio, como intentando despejarse.<br />
<br />
-No quiero entrenar estas habilidades -su mirada parecía suplicarle-. Sólo me van a complicar la vida.<br />
<br />
-Está bien -concluyó, entendiendo su súplica-. No hay por qué hacerlo. Cada uno es libre de elegir cómo desarrollar su propia vía.<br />
<br />
-Esa opinión... no es muy propia de un jedi, o eso me han dicho.<br />
<br />
-Bueno, no hablo por todo el Templo, a decir verdad. De hecho, el maestro de mi maestro era... especialmente... ''libre'', por decirlo de algún modo. También me enseñó a mí muchas cosas, entre ellas a seguir tu propio camino en la Fuerza -se paró un poco, sonriendo al recordar las explicaciones de Qui-Gon Jinn-. Los maestros son una guía, nos dirigen porque nosotros no sabemos bien cómo caminar al principio. Pero una vez aprendes a caminar, casi nunca te imponen nada que no quieras hacer. Los Jedi servimos a la República, pero, ante todas las cosas, seguimos a la Fuerza.<br />
<br />
-Hace ya unos cien años, participó en el Ka'un Shapp un... creo que era un Paladín Jedi. Creo que se habían escindido de la Orden porque ellos usaban blasters, y se lo habían prohibido.<br />
<br />
-Qué raro... -hizo un poco de memoria, no creyó haber oído hablar de los Paladines Jedi-. Mi... antigua compañera, siempre llevaba un bláster encima. Aunque nunca lo he entendido, el sable es definitivamente más práctico.<br />
<br />
-Pues, si me permites que te lo diga, no creo que los jedi permitan que avance demasiado lejos en la Orden... -dijo con aire fatalista.<br />
<br />
==Vima y la pérdida==<br />
<br />
Ide guardó silencio durante unos segundos, y se descubrió a sí mismo calmando su propia respiración. Tragó saliva, y creyó haber controlado la perturbación en la Fuerza que indagar en el tema de Kwyna podría haberle causado.<br />
<br />
-Nos... se... marchó. Por otros motivos -mantuvo la mirada firme en algún punto indeterminado del paisaje. Esperó que ella entendiera, sin necesidad de hablar mucho más.<br />
<br />
La mirada de Vima era tranquila. Su expresión se tornó atemporal, y de alguna forma aparentó, a pesar de su rostro juvenil, los cinco siglos que decía tener.<br />
<br />
-Hay dos respuestas posibles -dijo cálidamente-. Todo el mundo nos abandona, tarde o temprano, y no debes vivir en el pasado, sino nutrirte de él como una planta, para crecer hacia el futuro.<br />
<br />
Respiró profundamente. Volvió a hablar.<br />
<br />
-Nadie nos abandona nunca, porque dejan en nuestro interior las cosas que más resuenan con nuestro ser. Así que no tiene sentido mirar hacia atrás, porque lo más importante ya está dentro de ti.<br />
<br />
Miró hacia abajo. Ide tuvo la impresión de que en alguna parte había un niño, o quizá muchos, que deberían estar en este momento siendo instruidos por ella.<br />
<br />
Era una sensación extraña, que lo confundió durante unos segundos. Se recuperó, y ella miraba por el ventanal al caos de Nar Shaddaa.<br />
Quiso hablarle de eso, pero temió que ella no querría hablar de su pasado. Como ya le había dejado claro en alguna ocasión. Pero no pudo resistir la tentación.<br />
<br />
-Por cómo me lo has expuesto, parece que una vez hubieras tenido que enseñar.<br />
<br />
-Nunca he tenido a nadie a quien enseñar. Éstas son cosas que he ido aprendiendo por mí misma. Por el camino duro.<br />
<br />
O quizá no era su pasado, sino... otro presente. Ide se quedó en silencio unos segundos, inmóvil, como digiriendo la idea.<br />
<br />
==Despedida==<br />
<br />
Llevaban ya un buen rato hablando, y no había tenido noticias de Arakosia. Y tampoco habían hablado nada más del Hak'un Shapp. Se dio cuenta de que no sabía si sacar el tema, o quedarse allí con ella esperando a tener que irse.<br />
<br />
Ella extendió su mano hacia arriba.<br />
<br />
-Control Central, estado de Arakosia.<br />
<br />
La voz surgió nuevamente del centro de la habitación.<br />
<br />
-Desconocido, presumiblemente viva. Se ha perdido el contacto con seis equipos de búsqueda. Dos de ellos desaparecieron sin llegar a informar de encuentro hostil.<br />
<br />
<br />
El jedi se contuvo para no sonreír.<br />
<br />
<br />
-¿Tienes que marcharte? -preguntó. Ella le sonrió encantadoramente.<br />
<br />
-No los puedo dejar solos...<br />
<br />
-Entiendo. De todas formas... si voy a participar en tu torneo...<br />
<br />
-Comienza esta noche.<br />
<br />
-Tengo unas horas aún... de todas formas, y si no te importa, me gustaría bajar un poco antes. Para buscar a Morg, antes de tener que enfrentarme a él.<br />
<br />
<br />
"''En la final''", añadió mentalmente, pues algo le decía que Vima intentaría amañar una final entre la estrella hasta el momento y el Jedi, incorporado a última hora.<br />
<br />
<br />
-No sé yo si será posible... gasta casi todos sus hak en "tiempo privado". No es una mala táctica, porque genera expectación... y lo protege de muchas formas de ataque. Aunque dudo que alguien que no fuera un droide pudiera permitírselo.<br />
<br />
-Seguro que encuentro una manera... ayer casi lo consigo, pero la comunicación estaba bloqueada -sonrió.<br />
<br />
-Casi siempre la bloquea. Es un fanático de su intimidad.<br />
<br />
-Bueno, en este caso lo que estaba bloqueando la comunicación era el sistema de supervisión de tu hotel.<br />
<br />
<br />
Ella pareció levemente sorprendida.<br />
<br />
<br />
-Eso es raro -esbozó una mueca-. Salvo que alguno de mis segundos haya decidido tomar una iniciativa respecto al droide. A veces lo hacemos, sabes... intervenimos las comunicaciones con un participante, para obtener información valiosa -sonrió pícaramente-. A lo mejor dentro de poco soy la propietaria de ese droide... tendríamos que volver a negociar.<br />
<br />
-A este paso, dentro de poco yo mismo te perteneceré -bromeó Ide, bordeando el tema.<br />
<br />
<br />
Él sabía perfectamente que lo que ella había dicho podía ser verdad, si alguien había revisado los códigos que su programa había enviado, entre los cuales se encontraba el verdadero código.<br />
<br />
Ella sonrió con calidez, y su voz dejó claro que estaba siguiendo la broma cuando dijo:<br />
<br />
<br />
-Mmm... Propietaria de un jedi... seguro que nos lo pasaríamos muy bien... -le guiñó un ojo- Tengo que irme, guapo.<br />
<br />
-Entiendo. Yo... supongo que haré unos ejercicios y bajaré al Hak'un Shapp. Si no te importa que me quede aquí un rato...<br />
<br />
-De acuerdo. Cuando estés listo, habla con Fenel Fodel. -sonrió de nuevo- Buena suerte.<br />
<br />
-Buena suerte a ti también, con mi aprendiz.<br />
<br />
<br />
Ella no dijo nada, sólo sonrió mientras se colocaba en la sección de suelo que descendía. En un momento, desapareció mientras saludaba con la mano.</div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=El_Blues_de_Nar_Shaddaa_IEl Blues de Nar Shaddaa I2013-11-24T18:30:53Z<p>El Universo: /* En marcha */</p>
<hr />
<div><br />
<br />
'''15 de Abril, 6:30 de la mañana.'''<br />
<br />
El campo atenuador disminuyó. La luz del sol local entró por la ventana, despertando gradualmente a Ide de su trance de meditación. Se sentía fresco y descansado.<br />
<br />
Miró por la ventana. Gritos, discusiones. Alguien gemía como un animal herido, casi en el límite de lo audible. Varios vendedores callejeros pregonaban su mercancía. Y eso que estaban en la parte alta de Nar Shaddaa. Y que era primera hora.<br />
<br />
Se acercó a la cama, y observó a Arakosia dormir. Ide había hecho grandes esfuerzos por obviar las emociones que la chiquilla sentía hacia él, pero tenía que reconocer que era.... ciertamente hermosa.<br />
<br />
Su mente se paró unos segundos, como digiriendo lo que acababa de pensar.<br />
<br />
Debía ser esa dedicación y empeño que ella ponía en agradarle, montada a caballo entre su complejo por el retraso que tenía respecto de otros padawan de su edad y la atracción que sentía por él. O sus ojos, grandes y llenos de vida.<br />
<br />
==En marcha==<br />
<br />
Apartó la mente de la niña. No estaban de vacaciones, venían buscando al hijo de Zhur Garin. Rozó el tobillo de su padawan suavemente. Sintió la primera reacción de su padawan: un barrido relámpago de su entorno, hecho a un tiempo con sus sentidos y la Fuerza, súbitamente alerta. Al reconocerlo, se relajó, pero siguió totalmente alerta. Pero no se movió. Sonrió levemente.<br />
<br />
-Padawan, despierta. Tenemos que salir a buscar al niño.<br />
<br />
-Sí, maestro -dijo, sin moverse. Transmitía felicidad, como siempre que decía esas palabras.<br />
<br />
Llamó a Lionel para que se reuniera con ellos. En lo que Lionel llegaba, Ide llamó al cathar, para preguntarle si Keel los iba a requerir esa mañana, o si al contrario reanudarían la negociación por la noche. Aunque Ide sabía que Keel no tenía prisa: cuanto más tiempo disfrutaran de su hospitalidad, más grande sería la deuda de los jedi con él, por lo que el tiempo jugaba a su favor.<br />
<br />
-El amo aún descansa. El amo los recibirá a segunda hora, tras su desayuno -pareció titubear durante un momento-. Si lo desean, pueden recorrer la ciudad mientras tanto y atender sus negocios.<br />
<br />
-Gracias, cathar -respondió Ide, conciliador-. ¿Puedo saber cómo te llamas?<br />
<br />
-Vasht es mi nombre.<br />
<br />
-Entonces, gracias, Vasht.<br />
<br />
Ide le puso la mano en el brazo, amigablemente, e intentó transmitirle algo mediante la Fuerza. "''Ya lo sé. Aunque ahora no puedo ayudarte. Pero lo intentaré''".<br />
<br />
Los ojos de Vasht se abrieron durante un instante. Ide reconoció en él un talento latente para usar la Fuerza. ''Por eso es tan fácil...''<br />
En cuanto llegó Lionel se marcharon al hangar. De la nave extrajo tres aerodeslizadores monoplaza, del tamaño aproximado de un droide astromecánico, y con aspecto de haber sido usados para lavarle los dientes a un wookie.<br />
<br />
-Funcionan bien -aseguró Lionel-. Los he afeado un poco para que no nos los roben.<br />
<br />
-Eh... Lionel... -Ide dudó un poco, como temiendo perder el respeto que su piloto le tenía-. Yo no sé llevar un aerodeslizador -dijo, intentando conservar su orgullo todo lo que pudo.<br />
<br />
-No pasa nada -repuso Lionel, mientras sonreía encantadoramente-. Puedo unir los ordenadores de vuelo, para que formemos un convoy. Solo hace falta que conduzca el primero del convoy.<br />
<br />
Sonrió de otra manera, como un hombre que había visto una vez en un espectáculo de cumpleaños. A Lionel sólo le faltaba decir: "Elige una carta. Cualquiera."<br />
<br />
-Sería un detalle por tu parte. Te lo agradezco -con cada palabra, Ide deseaba con más fuerza terminar sus clases de vuelo. Aunque por otra parte, pilotar un caza era diferente de llevar un aerodeslizador. Después de las clases de vuelo debería aprender a pilotar aerodeslizadores, y luego... Suspiró para sus adentros.<br />
<br />
-Está hecho -dijo, mientras se subía a uno de los aerodeslizadores-. Y, ¿dónde vamos?<br />
<br />
==Un lugar típico de Nar Shaddaa==<br />
<br />
-Tengo una pista -hizo una pausa, para rememorar la visión-. ¿Hay en Nar Shaddaa un edificio parecido a una especie de cono truncado, rojizo y plateado?<br />
<br />
La expresión de su cara se volvió extraña, ausente.<br />
<br />
-El Palacio del Dolor de Vima DaMot'ta -dijo con voz monocorde-. A un par de horas.<br />
<br />
-¿Estás bien, Lionel? -inquirió Arakosia amablemente.<br />
<br />
-Yo... crecí allí -levantó la vista, sus ojos nublados por el peso del pasado-. No pensé que fuera a volver. Nunca.<br />
<br />
Ide miró de soslayo a Lionel levantando ligeramente una ceja, en un gesto entre la sorpresa y la llegada de una idea evidente. Así que por eso conoce tan bien este sitio... De repente entendió cómo Lionel supo decir al momento cuál era la plataforma adecuada, y por qué tenía tan claro todo el tema del k'shii. Sabía el tipo de cosas que no se aprenden en los libros.<br />
<br />
-Espero que no tengamos que pasar mucho tiempo allí. Sé que aterrizaron en sus cercanías. El droide está cuidando del niño, es probable que lo primero que haya hecho haya sido buscar un refugio. Aunque no necesariamente ha tenido que ser cerca de allí.<br />
<br />
De hecho, espero que el droide no haya sido tan tonto como para meter al niño en un sitio llamado 'El Palacio del Dolor', pensó para sus adentros.<br />
<br />
<br />
<br />
Sobrevolaron la ciudad en el convoy que organizó Lionel. Ide no dejaba de mirar a un lado y a otro. Tenía la vaga esperanza de encontrar alguna pista -a veces la suerte, o la Fuerza, te sonreían-, pero sobre todo estaba ensimismado con este tipo de forma de vida, que se alejaba tanto de todo a lo que estaba acostumbrado.<br />
<br />
Crueldad, desesperación, violencia, rabia, dolor. La luna parecía un expositor de todo lo oscuro a lo que puede llegar el espíritu. <br />
<br />
Ide no terminaba de imaginar cómo a alguien podía complacerle no sólo contemplarlo, sino provocar tal cantidad de sufrimiento. Pero los hutt se complacían en ello.<br />
<br />
-Entonces... -dijo Ide por el comunicador, mientras observaba varios metros abajo lo que creía que era una pelea entre diez o quince colicoides-. ¿Tú naciste aquí?<br />
<br />
-En el Palacio del Dolor -hizo una pausa como si no supiera muy bien por dónde continuar-. Es... bueno, para los estándares de aquí yo diría que es lujoso y violento.<br />
<br />
No dijo nada durante diez o quince segundos, como para dejar que la información calara. Luego siguió hablando con voz mucho más clara.<br />
<br />
-Mi madre era... -su voz se cortó de repente- Mi madre trabajaba allí.<br />
<br />
De nuevo, silencio por el comunicador, que contrastaba con la cacofonía que los rodeaba. Poco tiempo después, volvió a sonar.<br />
<br />
-¿Qué quieres saber exactamente?<br />
<br />
-Oh, bueno... -Ide se mostró desconcertado, no pretendía interrogar a Lionel -. Nada en concreto. Me sorprendió un poco, de alguna forma pensaba que eras nativo de Coruscant. -Dejó pasar unos segundos-. Aunque me alegra que conozcas la cultura local. Está mostrando ser algo muy conveniente.<br />
<br />
Nadie habló durante un par de minutos, como si se hubiera acabado la conversación.<br />
<br />
==Datos más concretos==<br />
<br />
-En realidad, desde que lo has dicho, tengo curiosidad por saber qué es exactamente eso del Palacio del Dolor -inqurió Ide al final.<br />
<br />
La voz de Lionel, cuando volvió a surgir del intercomunicador, volvió a ser amistosa y profesional.<br />
<br />
-Para los estándares de la República, lo podríamos considerar una mezcla entre hotel de lujo, coliseo y burdel -transcurrieron un par de segundos-. Con algunos añadidos. También es la residencia de Vima DaMot'ta, que es una de las pocas no-hutt con un kshii parecido al de un hutt.<br />
<br />
Esquivaron una especie de deslizador muy grande y lento que bloqueó todo el tráfico, causando media docena de choques menores. Varios de los accidentados dispararon contra el deslizador. Desde el deslizador respondieron al fuego.<br />
<br />
-Allí todo el mundo es cliente o esclavo, con pocas excepciones. Y estamos hablando de unos mil quinientos esclavos, cien arriba o abajo.<br />
<br />
-Cielos.<br />
<br />
-Y luego están los gladiadores. Suele haber unos doscientos a trescientos. Algunos son esclavos, otros prisioneros. Incluso hay algunos voluntarios, que son los más peligrosos. Ellos sí que quieren estar allí...<br />
<br />
-Para infligir dolor. Menudo parque temático -la ironía de Ide intentaba, sin mucho éxito, restarle crudeza al tema -. Espero no tener que pasar mucho tiempo en este sitio, con todos mis respetos a tu infancia, Lionel.<br />
<br />
-Yo preferiría no detenerme en ese sitio, si puedo evitarlo. Y no solo por los malos recuerdos.<br />
<br />
Siguieron en silencio el resto del viaje. Al cabo de un tiempo, Ide sintió una sensación de familiaridad con el paisaje, e instantáneamente supo por qué. Cuando giraron hacia la derecha, vio en la lejanía la masa rojiza del Palacio del Dolor. No parecía tan grande, hasta que comenzaron a acercarse.<br />
<br />
<br />
<<Continúa en [[El Blues de Nar Shaddaa II]]</div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=L%C3%ADnea_temporal_de_la_partida_(Star_Wars)Línea temporal de la partida (Star Wars)2013-11-24T18:12:43Z<p>El Universo: /* Línea temporal de la partida */</p>
<hr />
<div>[[Categoría:Star Wars]]<br />
El problema de las fechas es que casi todas las fuentes disponibles son referidas a la batalla de Yavin (que aún no ha sucedido ni tiene por qué suceder). Dado que la Gran Resincronización es una especie de evento raro para explicar diferencias entre fechas establecidas por diferentes fuentes, así como para contar el tiempo "in-game" antes de la batalla de Yavin, la solución parece sencilla:<br />
<br />
Hay una [[wikia:starwarsGreat_ReSynchronization | Gran Resincronización]] prevista para lo que sería (o hubiera sido) la Batalla de Yavin. La gente, por tanto, puede utilizar sus respectivos calendarios (que hay chopocientos) o el calendario Star Wars Estándar. Y, una vez hecha esta aclaración...<br />
<br />
== Línea temporal de la partida ==<br />
<br />
; Año 102 Antes de la Gran Resincronización (o año -102)<br />
: Nace Dooku.<br />
; Año 92 Antes de la Gran Resincronización (o año -92)<br />
: Nace Qui-Gon Jinn.<br />
; Año -57<br />
: Nace Obi-Wan Kenobi.<br />
; Año -42<br />
: Nace [[Kwyna Dorruk]].<br />
; Año -41<br />
: Nace [[Ide Kanor]] (21 de Marzo).<br />
: Nace Anakin Skywalker (24 de Noviembre).<br />
; Año -32<br />
: [[Crisis de Naboo]].<br />
; Año -29<br />
: Durante la [[Misión en Nar Sharía]] Ide Kanor, Kwina Dorruk, Anakin Skywalker, Obi-Wan Kenobi y Qui-Gon Jinn quedan atrapados en el planeta [[Galmia]], en lo que termina siendo la [[Misión de Shadar 4]].<br />
: Creyendo ser el único superviviente de la misión, y culpándose a sí mismo y a los sith de la muerte de sus discípulos, el Maestro Dooku revela al [[Consejo Jedi]] la identidad del segundo sith y acto seguido abandona la Orden Jedi.<br />
; Año -28<br />
: Comienza la [[Segunda Guerra de Unificación de Galmia]].<br />
; Año -27<br />
: Dooku sale de su retiro autoimpuesto.<br />
: Termina la [[Segunda Guerra de Unificación de Galmia]] y poco después Ide Kanor, Kwina Dorruk, Anakin Skywalker, Obi-Wan Kenobi y Qui-Gon Jinn escapan del planeta.<br />
; [[Línea temporal de la partida (Star Wars)/26aGR | Año -26]]<br />
: Dooku decide formar una Orden de Usuarios de la Fuerza que proteja a toda la galaxia por igual, sin afiliación por la República, los [[Guerreros de la Luz]]. Un cierto número de jedi (en su mayoría de bajo rango) se une a él.<br />
: El presente.</div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=La_AprendizLa Aprendiz2013-06-26T19:38:43Z<p>El Universo: /* La Lección del Pan */</p>
<hr />
<div>'''Coruscant, 9 de Abril, 8:30 de la mañana.'''<br />
<br />
A Ide lo despertó el sol a través de varias mamparas, que entraba por la ventana de su cuarto. Como una cálida caricia del universo en la frente, lo despertó.<br />
<br />
Ide se despertó de excelente humor. Miró por la ventana. Un grupo de pequeños, de unos seis años, caminaba por el jardín junto al maestro Kenobi.<br />
<br />
Ide y Obi-Wan sintieron mutuamente sus presencias en la Fuerza. Ide no necesitaba ver la sonrisa de Obi-Wan para saber que estaba allí.<br />
<br />
Algunos de los niños miraron hacia Ide, a pesar de que Obi-Wan no lo había hecho. Saludaron con la mano. Ide pegó la mano al cristal. Estaba tibio.<br />
<br />
Niños. El pequeño Kurel podría estar entre ellos, si él no hubiera sido lo suficientemente tonto como para dejar que Tu'Ala iniciara aquel procedimiento de emergencia en el Caparazón de Garin.<br />
<br />
Como un eco en su mente, sintió lo que diría Obi-Wan si lo escuchara.<br />
<br />
"''Tú no sabías lo que ella estaba haciendo hasta que lo hizo. No es culpa tuya.''"<br />
<br />
Cerró los ojos. No se lo acababa de creer. Cuando los abrió de nuevo, vio que Obi-Wan lo miraba directamente desde abajo.<br />
<br />
"''No es culpa tuya. Sabemos donde está gracias a ti. Tenemos el permiso de su padre gracias a ti. No sabríamos de su misma ''existencia'' si no fuera por ti.''"<br />
<br />
Ide exhaló despacio. No se había dado cuenta de la tensión que había en sus hombros hasta que ésta desapareció.<br />
<br />
Obi-Wan sonreía. Ide podía sentir su calidez, y lo orgulloso que estaba de ser su maestro.<br />
<br />
"''Estás haciendo que el Universo cambie para mejor, Ide Kanor. No te quepa la menor duda.''"<br />
<br />
A su alrededor, todos los niños miraban hacia arriba. Ellos sentían la conexión entre maestro y discípulo, tan pura y poderosa era. Permanecían absortos, fascinados; mirando a Ide, a Obi-Wan o al espacio entre<br />
ambos.<br />
<br />
Obi-Wan se dirigió a los niños en voz alta.<br />
<br />
-Confianza. El principal vínculo entre maestro y discípulo. Cuando paséis a ser padawan, tendréis que construir un vínculo de confianza con vuestro maestro. He dicho "construir". Tendréis que poner mucho de<br />
vuestra parte. Y no creáis que a vuestro maestro le costará menos. Representará una gran tarea.<br />
<br />
Dejó que los niños lo pensaran durante algunos segundos. Luego volvió a dejarles ver la conexión, brevemente.<br />
<br />
-Y esto es lo que obtendréis.<br />
<br />
Los niños asintieron, muy respetuosamente. Obi-Wan comenzó a caminar fuera del jardín, y los niños lo siguieron a corta distancia.<br />
<br />
Desaparecieron del jardín. Ide supo que ninguno de esos niños volvería a ver el jardín de igual forma. Ni él tampoco.<br />
<br />
==Poniéndose al día==<br />
<br />
<br />
Mientras bajaba al comedor, Ide organizó mentalmente sus tareas pendientes. En lo que se preparaba para salir para Nar Shadaa, podía retomar sus clases de política y de vuelo. Y sobre todo, solucionar lo de<br />
Arakosia.<br />
<br />
Arakosia estaba acercándose a la edad en la que ya no podría empezar el entrenamiento Jedi. Ide sentía, hasta cierto punto, que era su responsabilidad, puesto que él mismo la encontró. Recordó que La Mujer Oscura había pensado en tomarla, quizá siendo consciente que, como otros aprendices que había tenido, Arakosia era un caso difícil. Pero Ide estaba seguro de que esa niña tenía algo muy bueno detrás de su oscura historia. Estaría dispuesto a entrenarla él mismo, pensó, si La Mujer Osucra finalmente declinaba dicha responsabilidad.<br />
<br />
No le fue en absoluto difícil encontrar el comedor donde estaba desayunando Anakin, pues lo oía resonar en la Fuerza desde su mismo dormitorio.<br />
<br />
Sentado a la mesa con algunos de los mejores pilotos de la Orden, les estaba explicando las diferencias entre pilotar un caza y una vaina de carreras. Le lanzó una mirada a Ide, que venía a decir "estás ahí, estoy<br />
aquí, me alegro de verte". Lo escuchaban muy respetuosamente, sabiendo que cualquier día esa información les podría salvar la vida.<br />
<br />
Ide hizo tiempo a que se levantaran los demás mientras se servía el desayuno, y se sentó con él.<br />
<br />
-Venga, ponme al día. Cuéntame qué tal te ha ido con Arakosia.<br />
<br />
-¿A mí? Si yo prácticamente no he hecho nada...<br />
<br />
Aguantó un instante, en el que Ide hubiera levantado una ceja, de tener alguna. De todas formas, Anakin percibió la emoción correspondiente, y sonrió ampliamente.<br />
<br />
-Bueno... le hice un par de pruebas. Aún no maneja el sable de luz ni siquiera a nivel básico, pero por lo demás es buena. Intuitiva. Quizá un poco ansiosa de más.<br />
<br />
-Anakin, ¿seguro que estamos hablando del sable de luz? -dijo Ide, ya sonriendo descaradamente.<br />
<br />
-Oooh -Anakin se rió unos segundos-. Claro. Las pruebas sexuales son a partir del tercer día -meneó la cabeza-. Estos habitantes del núcleo son todos unos degenerados...<br />
<br />
-Está bien -desistió Ide-. Me gustaría saber qué opina la Mujer Oscura. No he tenido tiempo de hablar con ella, con todo el ajetreo de lo de Horuz.<br />
<br />
-Quieres decir, ¿con la investigación relámpago de un crimen que estaba alucinando a las autoridades locales de uno de los lugares supuestamente más seguros de la República? -su sonrisa amenazaba con<br />
despegar la parte superior de su cabeza-. Creo que te quieren sacar en un capítulo de "Investigadores de la Galaxia".<br />
<br />
-Haces que parezca algo importante... nada que no pudiera solucionar un Jedi con una mínima habilidad en percibir la Fuerza Viva. Un poco de Fuerza Unificadora aquí y allá... tampoco fue gran cosa.<br />
<br />
-Será que estoy chapado a la antigua, pero a mí solucionar asesinatos y secuestros de niños sensibles a la Fuerza me parece importante. Claro, que si no hay tres jedi oscuros intentando matarte, supongo que para<br />
ti no... -hizo un gesto obsceno con la mano por debajo de la mesa.<br />
<br />
-Anakin -le cortó, sonriendo y mirando de reojo- que hay niños aquí.<br />
<br />
-No se están fijando- dijo, poco convencido, mientras miraba alrededor para verificar su hipótesis-. Creo.<br />
<br />
Ide se aclaró la voz. Prefería dejar las intimidades con Anakin para sitios en los que no hubiera cien personas sensibles a la Fuerza alrededor. Aunque teniendo en cuenta lo intenso de la relación entre ellos, era<br />
evidente que todo el mundo sabía lo que implicaba la conexión que había entre ellos. De todas formas, en el Templo todo el mundo se comportaba con discreción. Era la única manera.<br />
<br />
-En cualquier caso -dijo mientras se recomponía-. ¿Has hablado con la Mujer Oscura o no?<br />
<br />
-No, iba a hacerlo después de comer.<br />
<br />
-Está bien, entonces te lo dejo a ti. Conoces a Arakosia casi tan bien como yo, y sé que te importa la niña. Y en última instancia es la Mujer Oscura la que tiene que tomar la decisión.<br />
<br />
-No creo. Me parece que tú eres el que tiene prioridad, según la costumbre.<br />
<br />
-Desearía que ella eligiera. No tengo muy claro que yo pueda hacerlo. En realidad, hasta he pensado cómo podría hacerlo, pero...<br />
<br />
-¿Sabes que los cuatro últimos padawan de la Mujer Oscura han muerto? No digo que sea culpa suya, pero...<br />
<br />
-No te creerás eso que cuentan de la maldición...<br />
<br />
-Ningún padawan, desde Aurra Sing -Anakin bajó la voz-. No creo que sea una maldición. Creo que es algo peor.<br />
<br />
==Decidido==<br />
<br />
En realidad Ide ya había decidido que quería entrenar a Arakosia. La idea de tal responsabilidad, era aterradora y atractiva a partes iguales. Sin embargo el hecho de que la Mujer Oscura hubiera mostrado interés en Arakosia, lejos de hacerle pensar a Ide que era otro de los típicos casos difíciles asignados a la Jedi, le confirmó que Arakosia merecía la pena. Y él creía en eso profundamente.<br />
<br />
Ide terminó de su desayuno mientras Anakin le interrogaba acerca de lo que había pasado en Despayre. A pesar de que mostraba gran interés, a Ide le seguía pareciendo muy poca cosa lo sucedido allí. Quizá es que<br />
estaba tan acostumbrado a sentir que su vida estaba en peligro, que cuando no lo estaba, todo le parecía poca cosa.<br />
<br />
Tras el desayuno, Ide se dirigió a la Biblioteca, donde le esperaba Jocasta Nu. Conocida por su carácter difícil, con Ide no se mostraba sino encantadora. Probablemente era por la combinación de edad y cicatrices, o quizá sólo porque le caía bien. Muchos bibliotecarios reconocen instintivamente a la gente a la que le gusta la lectura, como sin duda era el caso.<br />
<br />
Sin apartarse demasiado rato, lo colocó en una terminal y colocó ante sus ojos textos y más textos para su lectura, y se acercaba periódicamente para ofrecer ayuda con los pasajes más difíciles (y a veces,<br />
aparentemente contradictorios) de los registros de la historia política de la galaxia.<br />
<br />
Las clases de vuelo matutinas con Saesee Tiin eran tan emocionantes como sobrecogedoras, sobre todo en contraste con la tranquilidad de las lecciones de política. Aún no habían usado otra cosa que simuladores<br />
de vuelo (caminar antes de correr, decía el maestro Tiin. Pero no demasiado caminar), pero aun así las simulaciones requerían una atención plena y reflejos vivos, y causaban más de un sobresalto.<br />
<br />
Había sido una mañana intensa, e Ide se permitió una tarde libre. Pidió algo para llevar en un comedor, y comió en uno de los balcones, intencionadamente lejos de la actividad de los campos de entrenamiento.<br />
<br />
Necesitaba pensar un poco, y meditar. Estaba seguro de que quería tomar a Arakosia como padawan, pero dedicó unas últimas horas a la meditación y a controlar sus emociones. Lo haría a la caída de la tarde, por<br />
orden. Según le había dicho Obi Wan, lo normal era hablar primero con Yoda o algún otro miembro notable del Consejo y luego con el padawan. Aunque en primer lugar tendría unas palabras con la Mujer Oscura, para<br />
que no hubiera malentendidos.<br />
<br />
De todas formas, intuía que ella habría percibido sus intenciones. Ventajas e inconvenientes de estar en un Templo lleno de seres precognitivos y sensibles a la más mínima emoción humana.<br />
<br />
Por eso, cuando terminó de meditar, no le sorprendió descubrirla a su lado.<br />
<br />
-Supongo que ya lo sabes. Debo estar gritándolo en la Fuerza -comenzó Ide, mientras ella se sentaba a su lado.<br />
<br />
Era un acontecimiento extraño, verla sonreir.<br />
<br />
-No tanto -resonaba en la Fuerza como un arpa bien afinada. Seguía sonriendo-. Pero sí. Me alegro de que te sientas preparado. Probablemente tú seas capaz de obtener de ella resultados que nadie más conseguiría.<br />
Esa chica te idolatra.<br />
<br />
Las palabras de la Mujer Oscura animaron a Ide. Meditó en ellas durante unos segundos. Ella sonrió, y sin mediar más palabra, dejó a Ide solo de nuevo en el balcón.<br />
<br />
Se marchó hacia la sala del Consejo. Debía informar sobre las negociaciones con Tu'Ala, puesto que se habían producido en la intimidad de la celda de la niña, y tras su partida Ide se había retirado a descansar. No había recorrido más de cinco metros cuando la escuchó de nuevo, casi inaudible.<br />
<br />
-Esa chica te idolatra. Ten cuidado con eso.<br />
<br />
Ide se detuvo un momento. Luego siguió caminando.<br />
<br />
==Permiso==<br />
<br />
Subió a la Torre del Consejo. No había pedido cita, pero estaba seguro que Yoda y los demás Maestros estarían esperando su informe. Al fin y al cabo, el destino de Tu'Ala se había decidido la noche anterior, y, rumores aparte, Ide no había dado al Consejo el informe oficial.<br />
<br />
Esperó pacientemente hasta que le pudieron atender. Estaba anocheciendo cuando un maestro y su padawan salieron de la sala, al tiempo que escuchó la voz de Ki-Adi Mundi que lo requería.<br />
<br />
-Ide Kanor. Pasa, por favor.<br />
<br />
-Sí, maestro.<br />
<br />
Caminó hasta situarse en el centro de la sala. Dominando de alguna forma todo el Consejo se encontraban las personalidades de Yoda y Mace Windu, pero en conjunto podía sentir su calidez.<br />
<br />
"Aquí la Fuerza fluye con armonía"<br />
<br />
El Consejo esperó a que Ide comenzara su exposición.<br />
<br />
Ide, en medio de la sala, inspiró. Con todo el ajetreo de su posible padawan, casi había olvidado lo que había pasado el día anterior. Empezó, tranquilo, a contar brevemente su negociación con Tu'Ala. Había sido<br />
limitada, humana, al no contar con la ayuda de la Fuerza, que con tanta claridad le hacía ver las cosas en condiciones normales. Pero también le dijo al Consejo que era tal el miedo y la intensidad con la que Tu'Ala quería huir de su destino que prácticamente estaba deseando ser desterrada.<br />
<br />
Lo que para los Jedi parecía un castigo horrible, para ella significaba la salvación.<br />
<br />
También les contó su reacción al salir del campo de acción de los ysalamiri, cómo él la agarró, y cómo ella se bloqueó al entrar de nuevo en contacto con sus visiones del futuro. Y cómo le miró, a él, a Ide, casi<br />
llorando, cuando le dijo que eligiera "el frío antes que el calor cuando huela a menta", y como le pidió que no fuera a verla antes de tres meses cuando empezara todo.<br />
<br />
Cuando terminó, intentando no mostrar la inquietud que la profecía de Tu'Ala le producía, intentando no mostrarse ansioso por el tema de Arakosia, guardó silencio.<br />
<br />
El Consejo aguardó. Los segundos se apilaron pesadamente, y todos los maestros permanecieron inmoviles, meditando.<br />
<br />
Ide percibió su propia inquietud y la dominó sin esfuerzo, casi sin pensar. Todo se esta desarrollando a su ritmo...<br />
<br />
Saesee Tiin fue el primero en hablar.<br />
<br />
- El Lado Oscuro juega con las mentes de sus seguidores -frunció el ceño, no estaba seguro de estarse explicando adecuadamente- . Yo creo que se quedó cegada a muchas posibilidades por su miedo. Y que el<br />
propio Lado Oscuro hizo que se confiara en exceso en sus habilidades. Ya se habia rendido al Lado Oscuro mucho antes de encontrar ese holocrón.<br />
<br />
Yoda tomó la palabra.<br />
<br />
-Ah. Pero imposible el futuro previsto por ella no es. Precaución debemos tener. El sith con vida huyó, escondido se encuentra. Del Lado Oscuro el velo ha caido.<br />
<br />
Todo el mundo permaneció con el ceño fruncido durante un instante. Mace Windu respondió:<br />
<br />
-Y además hay otros factores que debemos tener en cuenta. Es posible que el segundo sith también siga vivo.<br />
<br />
Coleman Trebor habló a continuación.<br />
<br />
-En cualquier caso, mantendremos la comunicación con Tu'Ala, por si mejora. Y consideraremos todos los asuntos colaterales.<br />
<br />
Mace Windu se dispuso a ponerse en pie y dar por terminada la reunión, pero Yoda permaneció quieto. Todos esperaron.<br />
<br />
-¿Alguna cosa más, añadir quieres?<br />
<br />
-Bueno, a decir verdad, maestros... he estado considerando aquello que me indicásteis sobre tener un padawan...<br />
<br />
Por un momento, dudó. No es que hubiera cambiado de opinión. Estaba completamente decidido, tenía ilusión y expectativas. Pero había llegado el momento de preguntar al Consejo si era apropiado, de la decisión<br />
final, la cual podía cambiar el rumbo de la vida de Arakosia, y de la de Ide.<br />
<br />
-Había pensado en la joven Arakosia -sentenció.<br />
<br />
Los maestros intercambiaron miradas y gestos de asentimiento. No parecían sorprendidos en absoluto.<br />
<br />
-De acuerdo con su adiestramiento, el Consejo está.<br />
<br />
Hubiera querido saltar de alegría, pero se contuvo y, sencillamente, sonrió.<br />
<br />
==La Lección del Pan==<br />
<br />
Debía ser una situación típica, pensaba Ide mientras esperaba en la base de la torre del Consejo. Ningún maestro se había sorpendido ni contrariado, a pesar de que tanto sus propias dudas como la situación especial de Arakosia era obvio para cualquiera que no fuera un negado percibiendo sus emociones en la Fuerza.<br />
<br />
Por otra parte, si el Consejo lo consideraba apropiado, así debía creerlo él también.<br />
<br />
Aún así, no podía deshacerse de la idea de hablarlo con el Maestro Yoda.<br />
<br />
Cuando este apareció por el ascensor y se despidió de los últimos miembros del Consejo, Ide se acercó sonriendo, satisfecho, ilusionado.<br />
<br />
-Maestro Yoda... no quisiera empezar esto sin escuchar antes vuestra opinión. O consejo. O las dos.<br />
<br />
El joven caballero dejó pasar unos segundos, pero no pudo esperar y vomitó todas las ideas que se le habían ocurrido en tantos días de meditación.<br />
<br />
-Yo había pensado -dijo, casi atropellándose a sí mismo, como si tuviera que explicarle a Yoda muchas cosas en poco tiempo- que dado sus antecedentes debería empezar por mejorar su control emocional, y dejar el sable de luz para más adelante, aunque quizás eso la lleve a la frustración, porque de hecho ella ya se siente un poco mayor, lo sé porque me dijo que estaba pensando en que ya nadie la cogería como padawan, y fue entonces cuando pensé que...<br />
<br />
Ide se interrumpió de repente, con las manos en el aire, como si fuera un tertuliano al que el moderador corta de repente. Lo hizo al fijarse en la tranquilidad de los ojos de Yoda y su sonrisa comprensiva, que contrastaba fuertemente con la euforia y la pasión de su discurso. Permaneció en silencio mientras se alejaban de la torre del Consejo, caminando despacio bajo los últimos rayos de sol.<br />
<br />
-Como tú mismo entrenarla debes -su cara arrugada permaneció seria, para subrayar lo importante de sus palabras- . No como Yoda. Tu propio estilo pronto encontrarás. Cada maestro diferente es. A tu padawan adaptarte deberás, tanto como ella a ti. Pero cada lección más de una cosa enseña.<br />
<br />
La expresión de Yoda cambió, a una más juguetona.<br />
<br />
-¿Demasiado ocupado estás, como para cenar con un viejo maestro? Hambriento estoy...<br />
<br />
Ide se sorprendió ligeramente, aunque luego pensó que era lógico. Los maestros tienen que comer, después de todo. Yoda comenzó a mover su plataforma repulsora por un pasillo, e Ide lo siguió caminando a su<br />
misma altura.<br />
<br />
Yoda asintió. Parecía de buen humor. Comenzó a canturrear, desafinando. Ide siguió caminando a su lado, muy atento a todo. Notó que en su bolsillo había un caramelo. Sonrió, mientras se preguntaba cómo Yoda había podido...<br />
<br />
Yoda se detuvo. Señalaba al interior de una sala. En su interior había un chico humano de unos diez años y un jedi mayor, claramente su maestro, practicando con el sable de luz. El maestro hablaba, con voz cálida.<br />
<br />
"Tus movimientos deben ser fluidos, encadenarse unos con otros. Mantente en armonía con la Fuerza, y junta más las piernas. Si tus piernas están demasiado separadas..."<br />
<br />
Yoda siguió caminando, e Ide lo siguió (aunque una parte de él se preguntaba qué pasaba cuando las piernas están demasiado separadas).<br />
<br />
-Aprendiendo combate con sable de luz, el joven Sha'a está, ¿hmm? -Ide asintió-. Pero autoconfianza, también aprende. Equilibrio, posición, a no quedarse quieto en batalla aprendiendo está. Confianza en su maestro. A fluir con la voluntad de la Fuerza. Con su maestro a relacionarse.<br />
<br />
-Pero Maestro, yo no siquiera soy un gran esgrimista. ¿Cómo podría yo enseñarle a guardar la posición, el equilibrio, a fluir con la Fuerza a nadie?<br />
<br />
-No sólo una lección de esgrima es. A la diplomacia, aplicar todo esto puedes. ¿Posición, equilibrio? En una negociación importantes son. Tu plan lastrarte no debe. Tu mente abierta debe estar. Confiado en tus<br />
posibilidades, pero sin exceso.<br />
<br />
Ide miró hacia atrás, volviendo la vista de nuevo hacia el padawan Sha'a. Y entonces vio a Arakosia guardando el equilibrio, asegurando su posición, no sólo con el sable, sino en su vida entera. En su vida de Jedi, en la batalla sin tregua que es seguir el camino de la Fuerza. Y se vio a él mismo haciéndole confiar en sí misma, tal y como Obi-Wan lo había hecho tantas veces con él. Y a él mismo aprendiendo a enseñar.<br />
<br />
-Cada lección más de una cosa enseña -añadió Yoda.<br />
<br />
Era apasionante la capacidad que tenía el viejo Maestro para enseñar algo en cualquier situación.<br />
<br />
Llegaron a la puerta del comedor. Era un comedor frecuentado por los más pequeños, como podía deducirse por el griterío. Aunque sean sensibles a la Fuerza, los niños de cuatro a seis años tienden al ruido. Yoda<br />
bajó de su plataforma repulsora y entró caminando al comedor, junto a Ide. Rodeados de niños, se sentaron a una mesa.<br />
<br />
-De tu nueva padawan, ¿hablarme quieres?<br />
<br />
-A decir verdad, Maestro, tengo algunas dudas. Sobre todo con lo relacionado con su contacto con el Lado Oscuro. -Ide miró hacia arriba, como recitando algo que hubiera pensado muchas veces-. No es que me<br />
preocupe que vuelva a él. De hecho, no creo que vuelva al Lado Oscuro, puesto que ella salió de él voluntariamente al encontrarse conmigo. Huyó del odio y del miedo, cuando vio la esperanza y la paz del Lado<br />
Luminoso.<br />
<br />
Hizo una breve pausa, comió un poco de su bandeja y siguió.<br />
<br />
-Pero no sé si en el futuro, cuando no tenga tan cercano el daño que le hizo aquel templo, querrá volver a él.<br />
<br />
Miró a Yoda, como haciendo acopio de fuerzas para pronunciar lo siguiente que estaba pensando.<br />
<br />
-No sé si el apego que siente por mí podría llevarla al miedo a la pérdida, Maestro.<br />
<br />
Yoda cogió un trozo de pan y, mirando fijamente a Ide, lo lanzó hacia un niño de unos cinco años, que estaba despistado. Le acertó en mitad de la frente, se sorprendió, miró alrededor siguiendo a la inversa la<br />
trayectoria del trozo de pan. Cuando vio que llegaba hasta Yoda, miró más atrás. No estaba seguro... ¿Yoda? No puede ser...<br />
<br />
Mirando fijamente a Ide, Yoda comenzó a formar una bola de miga de pan.<br />
<br />
-Un riesgo antiguo ese es. Por nuestros enemigos conocido. A partir de ti, un serio compromiso con la Fuerza debe adquirir.<br />
<br />
-Nadie está libre de él, supongo.<br />
<br />
Hasta Yoda podía lanzar trozos de pan. Incluso él.<br />
<br />
Sonriendo, lanzó la bola al mismo niño, que seguía mirando a Yoda y sus alrededores.<br />
<br />
-Sin palabras, a ese niño y a ti al mismo tiempo enseño cosas diferentes. Él a fiarse de su primera impresión aprende. Tú, que de los peligros nadie libre está.<br />
<br />
El niño claramente dudaba de lo que debía hacer a continuación. Enzarzarse en una batalla de pan con Yoda no acababa de parecerle una opción válida. Ide, que observaba la situación, cogió un trozo de pan, y,<br />
mientras Yoda miraba al niño, se la lanzó. Con un movimiento casual, como apartando un insecto, la paró a pocos centímetros de su ceja.<br />
<br />
-Nadie está libre, Maestro -dijo, sonriendo.<br />
<br />
-A tus mayores, poco respetas -dijo con expresión ceñuda-. Quizá un severo correctivo mereces.<br />
<br />
La conversación de la mesa se apagó. Todo el mundo estaba mirando. Murmullos en voz baja...<br />
<br />
Le ha tirado una miga de pan a Yoda...<br />
<br />
A Ide se le torció la sonrisa y, por un momento, se turbó.<br />
<br />
Yoda levantó una mano extendida. Hizo un leve movimiento de muñeca, y el carro del pan se volcó encima de Ide. Los niños jalearon y golpearon las mesas.<br />
<br />
Treinta segundos más tarde, todo estaba como antes. Excepto porque de Ide sólo se veía la cabeza sobresaliendo de entre una montaña de pan.<br />
<br />
-Está bien, he aprendido algo más esta noche, Maestro Yoda...<br />
<br />
Ide salió de entre los panes, y se dispuso a recogerlos, cuando se dio cuenta de que el carro no estaba.<br />
<br />
Miró alrededor. ¿Cómo podía ser...?<br />
<br />
-Aparecen caramelos, desaparecen carros... Maestro Yoda, estoy empezando a pensar que puede usted teletransportar cosas con la Fuerza -dijo, mientras limpiaba su asiento de panes-. ¿Cómo voy a recoger esto?<br />
<br />
-Dos cuestiones diferentes planteas. Mediante la Fuerza todo posible es. Sin embargo, arduo y complicado mover las cosas sin pasar por un punto intermedio es. El esfuerzo no merece.<br />
<br />
Llegaron ocho droides de cocina, de los que surgieron un montón de tentáculos que recogieron todo el pan en un instante. Extrajeron, en un par de segundos, el carrito del pan de debajo de la mesa.<br />
<br />
-Otro enigma resuelto está, ¿hmm? Recordar debes, que los problemas para solucionarse a veces tu acción no necesitan. Yo volqué el pan, mi responsabilidad era.<br />
<br />
-Yo empecé el conflicto. Algo de culpa también tuve.<br />
<br />
Por un instante, Ide recordó los años que pasó en Shadar IV, y cómo acciones que en un principio parecían amistosas terminaban en muertes en un campo de batalla. Duró sólo un segundo, pero, por un momento,<br />
sintió lo que había hecho.<br />
<br />
-Estrechamente, la responsabilidad de cada cual debes delimitar. Bastante sobre nosotros pesa ya.<br />
<br />
-Me pesa, Maestro, saber que hay cosas que no puedo controlar, y otras en las que ni siquiera puedo ayudar. Es parte de lo que tengo que asumir, ahora que tengo una padawan.<br />
<br />
-De lo que debes asumir parte es, porque vivo estás. En un universo lleno de sufrimiento, el bien mayor buscar debemos. Nuestra misión, cumplir debemos.<br />
<br />
Ide meditó sobre eso brevemente, mientras se comía lo que quedaba de su cena mirando su bandeja.<br />
<br />
-Siento haberle estropeado la lección del pan, Maestro -dijo, levantando levemente la cabeza mientras se limpiaba con una servilleta.<br />
<br />
-Estropeada la lección sólo está cuando el aprendiz nada aprende- Yoda sonrió. Hizo un gesto con la mano, como desenvolviendo algo. Llevado por una súbita intuición, Ide metió la mano en el bolsillo. Otro caramelo-. Junto con el pan en tu bolsillo lo metí. ¿Enfadado pensabas que estaba? ¿Por un cascarrabias me tienes?<br />
<br />
Los niños se levantaron y se fueron, tras despedirse. Ide y Yoda se quedaron solos en la mesa.<br />
<br />
-¿Algo más, tu corazón perturba?<br />
<br />
Ide dudó unos segundos. No necesitó mucho tiempo para recordar lo que le afligía desde que habían vuelto de Shadar. Tenía la impresión de que Yoda ya sabía lo que él iba a contestar.<br />
<br />
-Kwyna, maestro.<br />
<br />
Acto seguido, se acordó de Anakin. Al fin y al cabo, Kwyna estaba decidiendo sobre su propio futuro, y si de algo estaba seguro Ide en su corta vida, era que no puedes ayudar a alguien que no quiere ser ayudado.<br />
Sin embargo Anakin, e incluso él, estaban expuestos a las consecuencias de la decisión de Kwyna. Ambos debían hacer un esfuerzo por no dejarse arrastrar por sus emociones, ahora que finalmente la cosa se había<br />
torcido.<br />
<br />
-De ella, aún nada sabemos. Muy pronto su entrenamiento interrumpió. Pero un comportamiento aislado no fue. Antes de que se marchara, ya preocupados estábamos. Explosiones de ira contra su nuevo maestro,<br />
sus pensamientos le ocultaba, comportamientos sospechosos tenía. Que su corazón de nosotros alejado se hubiera, ya temíamos.<br />
<br />
Esperó unos segundos. Parecía dudar ligeramente.<br />
<br />
-Una decisión difícil debimos tomar al separarla del joven Skywalker y de ti. Pero separados tarde o temprano hubiérais sido. Si en el Lado Luminoso sólo se mantenía mientras de vosotros cerca estaba, tarde o temprano a peor todo hubiera ido. Saber debíamos si en nosotros por sí misma capaz de confiar es.<br />
<br />
La cara de Yoda parecía abrumada por la pesadumbre. Las orejas estaban caídas, las arrugas marcaban tristeza por todo su rostro. Ide miró hacia abajo, como acompañando a Yoda en su tristeza.<br />
<br />
-Si volveis a encontrarla, al Lado Oscuro probablemente unido se haya.<br />
<br />
-Era algo que me venía rondando la cabeza, Maestro. Quizá sea mejor que no la veamos más. Estuve preocupado por Anakin, siempre dependió mucho de Kwyna y de mí. Pero parece que los años de guerra en Shadar le enseñaron a aceptar la pérdida, a veces de formas muy dolorosas. Estuvimos a punto de perdernos los unos a los otros muchas veces. La pregunta no es quizá si se alejará de nosotros, sino si no se había alejado ya, mucho antes de volver a Coruscant.<br />
<br />
Ide fue consciente de la crudeza de sus palabras. Pero no podía evitar ver el comportamiento de Kwyna como una pequeña traición. Una traición a todo en lo que creían, a todo por lo que lucharon en Shadar, a todo lo que les habían enseñado Qui-Gon y Obi-Wan, incluso una traición a lo que Ide y Anakin sentían por ella.<br />
<br />
-Sus propias decisiones toma. Tu responsabilidad no es.<br />
<br />
Como un rayo golpeando a Ide, comprendió lo pertinente de la lección del pan. Casi demasiado pertinente. ¿Podía ser...?<br />
<br />
¿Podía haberlo previsto todo? ¿Hasta qué punto?<br />
<br />
Alrededor de Yoda parecía haber un halo de poder y sabiduría. Era fácil olvidarse de ese poder cuando lo veías colocando un cubo de agua en una puerta. O ahora, cuando golpeaba a un droide de cocina que intentaba<br />
quitarle el plato, golpes ridículos con el bastón.<br />
<br />
-¡Mio! ¡Mio! Droide tonto, ¡terminado no he!<br />
<br />
Ide estaba relajado, incluso después de la intensa cena con Yoda, el asunto del pan y el interludio sobre Kwyna. Cuando parecía que no podía admirar más a Yoda, le volvía a sorprender. Le tranquilizaba la idea de<br />
que el anciano Maestro aprobara el entrenamiento de Arakosia, sin reticencias ni objeciones sobre su pasado. Y le consolaba saber que también sentía pena por lo que le había pasado a Kwyna.<br />
Parece ser que a los Jedi les estaba permitido sentir pena. Y le consoló un poco no ser el único en sentirla.<br />
<br />
Se despidió de Yoda con una inclinación de cabeza, y Yoda hizo un gesto leve, cariñoso, con la mano. Con la otra mano siguió tirando de su plato.<br />
<br />
Ide caminó levemente por los corredores. Ya era de noche, pero aún quedaba algo por hacer ese día.<br />
<br />
Debía anunciar a su nueva padawan que ahora él, Ide Kanor, era su maestro.<br />
<br />
Ide caminó hacia los dormitorios del clan de Arakosia. El templo empezaba a dormir. Los maestros enseñaban las últimas lecciones del día a sus padawan. Otros se dirigían diligentemente a los dormitorios, medio<br />
aliviados medio concentrados, probablemente repitiendo mentalmente alguna lección o meditando sobre algún acertijo.<br />
<br />
A cada paso, Ide se sentía más seguro de sí mismo. Podía hacerlo bien. Obi-Wan confiaba en él. Anakin confiaba en él. Yoda confiaba en él. Había pasado por mucho, había llegado a caballero, y seguro que podía enseñarle a Arakosia cómo ser una buena Jedi.<br />
<br />
==Notificación==<br />
<br />
Llegó a la puerta de su cuarto. Apenas quedaba gente por los pasillos.<br />
<br />
Se irguió, firme, para dar aire de seriedad e importancia, como hacía siempre que iniciaba una negociación oficial.<br />
<br />
Tocó a la puerta, y a los pocos segundos, Arakosia abrió.<br />
<br />
-Mañana a las nueve, dirígete al droide administrativo de tu dormitorio. Te asignarán un cuarto al lado del mío. Tienes dos horas para mudarte. Tu entrenamiento empieza a las once.<br />
Su voz era solemne, pero sonreía.<br />
<br />
Varias emociones pasaron por el rostro de Arakosia en rápida sucesión. Para un observador menos atento (o sin la capacidad de percibir la Fuerza) probablemente hubiera parecido indecisa. Pero esto fue lo que Ide<br />
vio:<br />
<br />
''Extrañeza, no suelen interrumpirme a estas horas. Alegría, sorpresa, ¡es Ide! Aprensión, ¿por qué habrá venido? Prevención, ¿y si lo han mandado para decirme que no puedo ser una jedi, para que no me ponga tan triste? Dirigirse al droide administrativo... oh, dioses, es eso. Sorpresa, ¡un cuarto al lado del suyo! ¿Pero para qué? ¿Sigo siendo del clan Rancor? ¿Dos horas? ¡Me puedo mudar en veinte segundos! ¿Por qué no me puedo ir a ese cuarto ya? ¿Mi entrenamiento? ¿Sólamente mio? ¿Luego tendré que recuperar las lecciones que me salte con el clan Rancor? ¿Y cómo va a verme un potencial maestro si estoy todo el tiempo con Ide? Aunque, bueno, si me van a echar igualmente, por lo menos, (suspiro), es tiempo pasado con Ide. ¿Tendré que dar alguna respuesta protocolaria? ¿Por qué todo el mundo piensa que sé un montón de cosas que no sé? ¿Y si lo estropeo? ¿Habrá que decir algo? Tampoco me puedo quedar aquí mirando al infinito para siempre... Tally dijo que... de abajo arriba y aunque no estés segura... Mantén la serenidad, que no se vea'' ''que estás confusa y nerviosa. Aquí nadie quiere tu mal. ¡Dioses, dioses, es Ide!''<br />
<br />
-Así lo haré, maestro.<br />
<br />
''Cara de poker. Cara de poker. Qué ojazos tiene. Cara de poker.''<br />
<br />
Ide permaneció impasible ante esta avalancha de pensamientos. "Así debe ser como Yoda nos ve a todos nosotros", pensó.<br />
<br />
-Pásate por la peluquería antes de las once, también. Sería más apropiado que tuvieras el pelo algo más corto y que tu trenza fuera visible, padawan.<br />
<br />
''Qué cosa es un padawan. Por como lo ha dicho, debe de ser algo bueno. Y además, es'' Ide. ''Vale, ahora tengo que irme a dormir. Mañana, levantarme temprano y preguntarle a Tally qué cosa es un padawan y qué significa todo esto.''<br />
<br />
-Gracias, maestro.<br />
<br />
''Una leve sonrisa. No te pases. Cara de poker sonriente. Cierra la puerta despacio para no ser descortés. Qué voz tiene. Qué ojos. Cara de poker sonriente.''<br />
<br />
Ide permaneció unos segundos ante la puerta, aún sonriente. Había intentado ser lo más conciso posible. No era hora de ponerse a dar muchas explicaciones. Mañana sus compañeros le contarían con más detalle lo<br />
que estaba pasando.<br />
<br />
"Es una buena niña", pensó Ide. Y, satisfecho, se marchó.<br />
<br />
<br />
<<Continúa en [[La Aprendiz II]] >></div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=La_AprendizLa Aprendiz2013-06-26T19:34:11Z<p>El Universo: </p>
<hr />
<div>'''Coruscant, 9 de Abril, 8:30 de la mañana.'''<br />
<br />
A Ide lo despertó el sol a través de varias mamparas, que entraba por la ventana de su cuarto. Como una cálida caricia del universo en la frente, lo despertó.<br />
<br />
Ide se despertó de excelente humor. Miró por la ventana. Un grupo de pequeños, de unos seis años, caminaba por el jardín junto al maestro Kenobi.<br />
<br />
Ide y Obi-Wan sintieron mutuamente sus presencias en la Fuerza. Ide no necesitaba ver la sonrisa de Obi-Wan para saber que estaba allí.<br />
<br />
Algunos de los niños miraron hacia Ide, a pesar de que Obi-Wan no lo había hecho. Saludaron con la mano. Ide pegó la mano al cristal. Estaba tibio.<br />
<br />
Niños. El pequeño Kurel podría estar entre ellos, si él no hubiera sido lo suficientemente tonto como para dejar que Tu'Ala iniciara aquel procedimiento de emergencia en el Caparazón de Garin.<br />
<br />
Como un eco en su mente, sintió lo que diría Obi-Wan si lo escuchara.<br />
<br />
"''Tú no sabías lo que ella estaba haciendo hasta que lo hizo. No es culpa tuya.''"<br />
<br />
Cerró los ojos. No se lo acababa de creer. Cuando los abrió de nuevo, vio que Obi-Wan lo miraba directamente desde abajo.<br />
<br />
"''No es culpa tuya. Sabemos donde está gracias a ti. Tenemos el permiso de su padre gracias a ti. No sabríamos de su misma ''existencia'' si no fuera por ti.''"<br />
<br />
Ide exhaló despacio. No se había dado cuenta de la tensión que había en sus hombros hasta que ésta desapareció.<br />
<br />
Obi-Wan sonreía. Ide podía sentir su calidez, y lo orgulloso que estaba de ser su maestro.<br />
<br />
"''Estás haciendo que el Universo cambie para mejor, Ide Kanor. No te quepa la menor duda.''"<br />
<br />
A su alrededor, todos los niños miraban hacia arriba. Ellos sentían la conexión entre maestro y discípulo, tan pura y poderosa era. Permanecían absortos, fascinados; mirando a Ide, a Obi-Wan o al espacio entre<br />
ambos.<br />
<br />
Obi-Wan se dirigió a los niños en voz alta.<br />
<br />
-Confianza. El principal vínculo entre maestro y discípulo. Cuando paséis a ser padawan, tendréis que construir un vínculo de confianza con vuestro maestro. He dicho "construir". Tendréis que poner mucho de<br />
vuestra parte. Y no creáis que a vuestro maestro le costará menos. Representará una gran tarea.<br />
<br />
Dejó que los niños lo pensaran durante algunos segundos. Luego volvió a dejarles ver la conexión, brevemente.<br />
<br />
-Y esto es lo que obtendréis.<br />
<br />
Los niños asintieron, muy respetuosamente. Obi-Wan comenzó a caminar fuera del jardín, y los niños lo siguieron a corta distancia.<br />
<br />
Desaparecieron del jardín. Ide supo que ninguno de esos niños volvería a ver el jardín de igual forma. Ni él tampoco.<br />
<br />
==Poniéndose al día==<br />
<br />
<br />
Mientras bajaba al comedor, Ide organizó mentalmente sus tareas pendientes. En lo que se preparaba para salir para Nar Shadaa, podía retomar sus clases de política y de vuelo. Y sobre todo, solucionar lo de<br />
Arakosia.<br />
<br />
Arakosia estaba acercándose a la edad en la que ya no podría empezar el entrenamiento Jedi. Ide sentía, hasta cierto punto, que era su responsabilidad, puesto que él mismo la encontró. Recordó que La Mujer Oscura había pensado en tomarla, quizá siendo consciente que, como otros aprendices que había tenido, Arakosia era un caso difícil. Pero Ide estaba seguro de que esa niña tenía algo muy bueno detrás de su oscura historia. Estaría dispuesto a entrenarla él mismo, pensó, si La Mujer Osucra finalmente declinaba dicha responsabilidad.<br />
<br />
No le fue en absoluto difícil encontrar el comedor donde estaba desayunando Anakin, pues lo oía resonar en la Fuerza desde su mismo dormitorio.<br />
<br />
Sentado a la mesa con algunos de los mejores pilotos de la Orden, les estaba explicando las diferencias entre pilotar un caza y una vaina de carreras. Le lanzó una mirada a Ide, que venía a decir "estás ahí, estoy<br />
aquí, me alegro de verte". Lo escuchaban muy respetuosamente, sabiendo que cualquier día esa información les podría salvar la vida.<br />
<br />
Ide hizo tiempo a que se levantaran los demás mientras se servía el desayuno, y se sentó con él.<br />
<br />
-Venga, ponme al día. Cuéntame qué tal te ha ido con Arakosia.<br />
<br />
-¿A mí? Si yo prácticamente no he hecho nada...<br />
<br />
Aguantó un instante, en el que Ide hubiera levantado una ceja, de tener alguna. De todas formas, Anakin percibió la emoción correspondiente, y sonrió ampliamente.<br />
<br />
-Bueno... le hice un par de pruebas. Aún no maneja el sable de luz ni siquiera a nivel básico, pero por lo demás es buena. Intuitiva. Quizá un poco ansiosa de más.<br />
<br />
-Anakin, ¿seguro que estamos hablando del sable de luz? -dijo Ide, ya sonriendo descaradamente.<br />
<br />
-Oooh -Anakin se rió unos segundos-. Claro. Las pruebas sexuales son a partir del tercer día -meneó la cabeza-. Estos habitantes del núcleo son todos unos degenerados...<br />
<br />
-Está bien -desistió Ide-. Me gustaría saber qué opina la Mujer Oscura. No he tenido tiempo de hablar con ella, con todo el ajetreo de lo de Horuz.<br />
<br />
-Quieres decir, ¿con la investigación relámpago de un crimen que estaba alucinando a las autoridades locales de uno de los lugares supuestamente más seguros de la República? -su sonrisa amenazaba con<br />
despegar la parte superior de su cabeza-. Creo que te quieren sacar en un capítulo de "Investigadores de la Galaxia".<br />
<br />
-Haces que parezca algo importante... nada que no pudiera solucionar un Jedi con una mínima habilidad en percibir la Fuerza Viva. Un poco de Fuerza Unificadora aquí y allá... tampoco fue gran cosa.<br />
<br />
-Será que estoy chapado a la antigua, pero a mí solucionar asesinatos y secuestros de niños sensibles a la Fuerza me parece importante. Claro, que si no hay tres jedi oscuros intentando matarte, supongo que para<br />
ti no... -hizo un gesto obsceno con la mano por debajo de la mesa.<br />
<br />
-Anakin -le cortó, sonriendo y mirando de reojo- que hay niños aquí.<br />
<br />
-No se están fijando- dijo, poco convencido, mientras miraba alrededor para verificar su hipótesis-. Creo.<br />
<br />
Ide se aclaró la voz. Prefería dejar las intimidades con Anakin para sitios en los que no hubiera cien personas sensibles a la Fuerza alrededor. Aunque teniendo en cuenta lo intenso de la relación entre ellos, era<br />
evidente que todo el mundo sabía lo que implicaba la conexión que había entre ellos. De todas formas, en el Templo todo el mundo se comportaba con discreción. Era la única manera.<br />
<br />
-En cualquier caso -dijo mientras se recomponía-. ¿Has hablado con la Mujer Oscura o no?<br />
<br />
-No, iba a hacerlo después de comer.<br />
<br />
-Está bien, entonces te lo dejo a ti. Conoces a Arakosia casi tan bien como yo, y sé que te importa la niña. Y en última instancia es la Mujer Oscura la que tiene que tomar la decisión.<br />
<br />
-No creo. Me parece que tú eres el que tiene prioridad, según la costumbre.<br />
<br />
-Desearía que ella eligiera. No tengo muy claro que yo pueda hacerlo. En realidad, hasta he pensado cómo podría hacerlo, pero...<br />
<br />
-¿Sabes que los cuatro últimos padawan de la Mujer Oscura han muerto? No digo que sea culpa suya, pero...<br />
<br />
-No te creerás eso que cuentan de la maldición...<br />
<br />
-Ningún padawan, desde Aurra Sing -Anakin bajó la voz-. No creo que sea una maldición. Creo que es algo peor.<br />
<br />
==Decidido==<br />
<br />
En realidad Ide ya había decidido que quería entrenar a Arakosia. La idea de tal responsabilidad, era aterradora y atractiva a partes iguales. Sin embargo el hecho de que la Mujer Oscura hubiera mostrado interés en Arakosia, lejos de hacerle pensar a Ide que era otro de los típicos casos difíciles asignados a la Jedi, le confirmó que Arakosia merecía la pena. Y él creía en eso profundamente.<br />
<br />
Ide terminó de su desayuno mientras Anakin le interrogaba acerca de lo que había pasado en Despayre. A pesar de que mostraba gran interés, a Ide le seguía pareciendo muy poca cosa lo sucedido allí. Quizá es que<br />
estaba tan acostumbrado a sentir que su vida estaba en peligro, que cuando no lo estaba, todo le parecía poca cosa.<br />
<br />
Tras el desayuno, Ide se dirigió a la Biblioteca, donde le esperaba Jocasta Nu. Conocida por su carácter difícil, con Ide no se mostraba sino encantadora. Probablemente era por la combinación de edad y cicatrices, o quizá sólo porque le caía bien. Muchos bibliotecarios reconocen instintivamente a la gente a la que le gusta la lectura, como sin duda era el caso.<br />
<br />
Sin apartarse demasiado rato, lo colocó en una terminal y colocó ante sus ojos textos y más textos para su lectura, y se acercaba periódicamente para ofrecer ayuda con los pasajes más difíciles (y a veces,<br />
aparentemente contradictorios) de los registros de la historia política de la galaxia.<br />
<br />
Las clases de vuelo matutinas con Saesee Tiin eran tan emocionantes como sobrecogedoras, sobre todo en contraste con la tranquilidad de las lecciones de política. Aún no habían usado otra cosa que simuladores<br />
de vuelo (caminar antes de correr, decía el maestro Tiin. Pero no demasiado caminar), pero aun así las simulaciones requerían una atención plena y reflejos vivos, y causaban más de un sobresalto.<br />
<br />
Había sido una mañana intensa, e Ide se permitió una tarde libre. Pidió algo para llevar en un comedor, y comió en uno de los balcones, intencionadamente lejos de la actividad de los campos de entrenamiento.<br />
<br />
Necesitaba pensar un poco, y meditar. Estaba seguro de que quería tomar a Arakosia como padawan, pero dedicó unas últimas horas a la meditación y a controlar sus emociones. Lo haría a la caída de la tarde, por<br />
orden. Según le había dicho Obi Wan, lo normal era hablar primero con Yoda o algún otro miembro notable del Consejo y luego con el padawan. Aunque en primer lugar tendría unas palabras con la Mujer Oscura, para<br />
que no hubiera malentendidos.<br />
<br />
De todas formas, intuía que ella habría percibido sus intenciones. Ventajas e inconvenientes de estar en un Templo lleno de seres precognitivos y sensibles a la más mínima emoción humana.<br />
<br />
Por eso, cuando terminó de meditar, no le sorprendió descubrirla a su lado.<br />
<br />
-Supongo que ya lo sabes. Debo estar gritándolo en la Fuerza -comenzó Ide, mientras ella se sentaba a su lado.<br />
<br />
Era un acontecimiento extraño, verla sonreir.<br />
<br />
-No tanto -resonaba en la Fuerza como un arpa bien afinada. Seguía sonriendo-. Pero sí. Me alegro de que te sientas preparado. Probablemente tú seas capaz de obtener de ella resultados que nadie más conseguiría.<br />
Esa chica te idolatra.<br />
<br />
Las palabras de la Mujer Oscura animaron a Ide. Meditó en ellas durante unos segundos. Ella sonrió, y sin mediar más palabra, dejó a Ide solo de nuevo en el balcón.<br />
<br />
Se marchó hacia la sala del Consejo. Debía informar sobre las negociaciones con Tu'Ala, puesto que se habían producido en la intimidad de la celda de la niña, y tras su partida Ide se había retirado a descansar. No había recorrido más de cinco metros cuando la escuchó de nuevo, casi inaudible.<br />
<br />
-Esa chica te idolatra. Ten cuidado con eso.<br />
<br />
Ide se detuvo un momento. Luego siguió caminando.<br />
<br />
==Permiso==<br />
<br />
Subió a la Torre del Consejo. No había pedido cita, pero estaba seguro que Yoda y los demás Maestros estarían esperando su informe. Al fin y al cabo, el destino de Tu'Ala se había decidido la noche anterior, y, rumores aparte, Ide no había dado al Consejo el informe oficial.<br />
<br />
Esperó pacientemente hasta que le pudieron atender. Estaba anocheciendo cuando un maestro y su padawan salieron de la sala, al tiempo que escuchó la voz de Ki-Adi Mundi que lo requería.<br />
<br />
-Ide Kanor. Pasa, por favor.<br />
<br />
-Sí, maestro.<br />
<br />
Caminó hasta situarse en el centro de la sala. Dominando de alguna forma todo el Consejo se encontraban las personalidades de Yoda y Mace Windu, pero en conjunto podía sentir su calidez.<br />
<br />
"Aquí la Fuerza fluye con armonía"<br />
<br />
El Consejo esperó a que Ide comenzara su exposición.<br />
<br />
Ide, en medio de la sala, inspiró. Con todo el ajetreo de su posible padawan, casi había olvidado lo que había pasado el día anterior. Empezó, tranquilo, a contar brevemente su negociación con Tu'Ala. Había sido<br />
limitada, humana, al no contar con la ayuda de la Fuerza, que con tanta claridad le hacía ver las cosas en condiciones normales. Pero también le dijo al Consejo que era tal el miedo y la intensidad con la que Tu'Ala quería huir de su destino que prácticamente estaba deseando ser desterrada.<br />
<br />
Lo que para los Jedi parecía un castigo horrible, para ella significaba la salvación.<br />
<br />
También les contó su reacción al salir del campo de acción de los ysalamiri, cómo él la agarró, y cómo ella se bloqueó al entrar de nuevo en contacto con sus visiones del futuro. Y cómo le miró, a él, a Ide, casi<br />
llorando, cuando le dijo que eligiera "el frío antes que el calor cuando huela a menta", y como le pidió que no fuera a verla antes de tres meses cuando empezara todo.<br />
<br />
Cuando terminó, intentando no mostrar la inquietud que la profecía de Tu'Ala le producía, intentando no mostrarse ansioso por el tema de Arakosia, guardó silencio.<br />
<br />
El Consejo aguardó. Los segundos se apilaron pesadamente, y todos los maestros permanecieron inmoviles, meditando.<br />
<br />
Ide percibió su propia inquietud y la dominó sin esfuerzo, casi sin pensar. Todo se esta desarrollando a su ritmo...<br />
<br />
Saesee Tiin fue el primero en hablar.<br />
<br />
- El Lado Oscuro juega con las mentes de sus seguidores -frunció el ceño, no estaba seguro de estarse explicando adecuadamente- . Yo creo que se quedó cegada a muchas posibilidades por su miedo. Y que el<br />
propio Lado Oscuro hizo que se confiara en exceso en sus habilidades. Ya se habia rendido al Lado Oscuro mucho antes de encontrar ese holocrón.<br />
<br />
Yoda tomó la palabra.<br />
<br />
-Ah. Pero imposible el futuro previsto por ella no es. Precaución debemos tener. El sith con vida huyó, escondido se encuentra. Del Lado Oscuro el velo ha caido.<br />
<br />
Todo el mundo permaneció con el ceño fruncido durante un instante. Mace Windu respondió:<br />
<br />
-Y además hay otros factores que debemos tener en cuenta. Es posible que el segundo sith también siga vivo.<br />
<br />
Coleman Trebor habló a continuación.<br />
<br />
-En cualquier caso, mantendremos la comunicación con Tu'Ala, por si mejora. Y consideraremos todos los asuntos colaterales.<br />
<br />
Mace Windu se dispuso a ponerse en pie y dar por terminada la reunión, pero Yoda permaneció quieto. Todos esperaron.<br />
<br />
-¿Alguna cosa más, añadir quieres?<br />
<br />
-Bueno, a decir verdad, maestros... he estado considerando aquello que me indicásteis sobre tener un padawan...<br />
<br />
Por un momento, dudó. No es que hubiera cambiado de opinión. Estaba completamente decidido, tenía ilusión y expectativas. Pero había llegado el momento de preguntar al Consejo si era apropiado, de la decisión<br />
final, la cual podía cambiar el rumbo de la vida de Arakosia, y de la de Ide.<br />
<br />
-Había pensado en la joven Arakosia -sentenció.<br />
<br />
Los maestros intercambiaron miradas y gestos de asentimiento. No parecían sorprendidos en absoluto.<br />
<br />
-De acuerdo con su adiestramiento, el Consejo está.<br />
<br />
Hubiera querido saltar de alegría, pero se contuvo y, sencillamente, sonrió.<br />
<br />
==La Lección del Pan==<br />
<br />
Debía ser una situación típica, pensaba Ide mientras esperaba en la base de la torre del Consejo. Ningún maestro se había sorpendido ni contrariado, a pesar de que tanto sus propias dudas como la situación especial de Arakosia era obvio para cualquiera que no fuera un negado percibiendo sus emociones en la Fuerza.<br />
<br />
Por otra parte, si el Consejo lo consideraba apropiado, así debía creerlo él también.<br />
<br />
Aún así, no podía deshacerse de la idea de hablarlo con el Maestro Yoda.<br />
<br />
Cuando este apareció por el ascensor y se despidió de los últimos miembros del Consejo, Ide se acercó sonriendo, satisfecho, ilusionado.<br />
<br />
-Maestro Yoda... no quisiera empezar esto sin escuchar antes vuestra opinión. O consejo. O las dos.<br />
<br />
El joven caballero dejó pasar unos segundos, pero no pudo esperar y vomitó todas las ideas que se le habían ocurrido en tantos días de meditación.<br />
<br />
-Yo había pensado -dijo, casi atropellándose a sí mismo, como si tuviera que explicarle a Yoda muchas cosas en poco tiempo- que dado sus antecedentes debería empezar por mejorar su control emocional, y dejar el sable de luz para más adelante, aunque quizás eso la lleve a la frustración, porque de hecho ella ya se siente un poco mayor, lo sé porque me dijo que estaba pensando en que ya nadie la cogería como padawan, y fue entonces cuando pensé que...<br />
<br />
Ide se interrumpió de repente, con las manos en el aire, como si fuera un tertuliano al que el moderador corta de repente. Lo hizo al fijarse en la tranquilidad de los ojos de Yoda y su sonrisa comprensiva, que contrastaba fuertemente con la euforia y la pasión de su discurso. Permaneció en silencio mientras se alejaban de la torre del Consejo, caminando despacio bajo los últimos rayos de sol.<br />
<br />
-Como tú mismo entrenarla debes -su cara arrugada permaneció seria, para subrayar lo importante de sus palabras- . No como Yoda. Tu propio estilo pronto encontrarás. Cada maestro diferente es. A tu padawan<br />
adaptarte deberás, tanto como ella a ti. Pero cada lección más de una cosa enseña.<br />
<br />
La expresión de Yoda cambió, a una más juguetona.<br />
<br />
-¿Demasiado ocupado estás, como para cenar con un viejo maestro? Hambriento estoy...<br />
<br />
Ide se sorprendió ligeramente, aunque luego pensó que era lógico. Los maestros tienen que comer, después de todo. Yoda comenzó a mover su plataforma repulsora por un pasillo, e Ide lo siguió caminando a su<br />
misma altura.<br />
<br />
Yoda asintió. Parecía de buen humor. Comenzó a canturrear, desafinando. Ide siguió caminando a su lado, muy atento a todo. Notó que en su bolsillo había un caramelo. Sonrió, mientras se preguntaba cómo Yoda<br />
había podido...<br />
<br />
Yoda se detuvo. Señalaba al interior de una sala. En su interior había un chico humano de unos diez años y un jedi mayor, claramente su maestro, practicando con el sable de luz. El maestro hablaba, con voz cálida.<br />
<br />
"Tus movimientos deben ser fluidos, encadenarse unos con otros. Mantente en armonía con la Fuerza, y junta más las piernas. Si tus piernas están demasiado separadas..."<br />
<br />
Yoda siguió caminando, e Ide lo siguió (aunque una parte de él se preguntaba qué pasaba cuando las piernas están demasiado separadas).<br />
<br />
-Aprendiendo combate con sable de luz, el joven Sha'a está, ¿hmm? -Ide asintió-. Pero autoconfianza, también aprende. Equilibrio, posición, a no quedarse quieto en batalla aprendiendo está. Confianza en su<br />
maestro. A fluir con la voluntad de la Fuerza. Con su maestro a relacionarse.<br />
<br />
-Pero Maestro, yo no siquiera soy un gran esgrimista. ¿Cómo podría yo enseñarle a guardar la posición, el equilibrio, a fluir con la Fuerza a nadie?<br />
<br />
-No sólo una lección de esgrima es. A la diplomacia, aplicar todo esto puedes. ¿Posición, equilibrio? En una negociación importantes son. Tu plan lastrarte no debe. Tu mente abierta debe estar. Confiado en tus<br />
posibilidades, pero sin exceso.<br />
<br />
Ide miró hacia atrás, volviendo la vista de nuevo hacia el padawan Sha'a. Y entonces vio a Arakosia guardando el equilibrio, asegurando su posición, no sólo con el sable, si no en su vida entera. En su vida de Jedi, en la batalla sin tregua que es seguir el camino de la Fuerza. Y se vio a él mismo haciéndole confiar en sí misma, tal y como Obi-Wan lo había hecho tantas veces con él. Y a él mismo aprendiendo a enseñar.<br />
<br />
-Cada lección más de una cosa enseña -añadió Yoda.<br />
<br />
Era apasionante la capacidad que tenía el viejo Maestro para enseñar algo en cualquier situación.<br />
<br />
Llegaron a la puerta del comedor. Era un comedor frecuentado por los más pequeños, como podía deducirse por el griterío. Aunque sean sensibles a la Fuerza, los niños de cuatro a seis años tienden al ruido. Yoda<br />
bajó de su plataforma repulsora y entró caminando al comedor, junto a Ide. Rodeados de niños, se sentaron a una mesa.<br />
<br />
-De tu nueva padawan, ¿hablarme quieres?<br />
<br />
-A decir verdad, Maestro, tengo algunas dudas. Sobre todo con lo relacionado con su contacto con el Lado Oscuro. -Ide miró hacia arriba, como recitando algo que hubiera pensado muchas veces-. No es que me<br />
preocupe que vuelva a él. De hecho, no creo que vuelva al Lado Oscuro, puesto que ella salió de él voluntariamente al encontrarse conmigo. Huyó del odio y del miedo, cuando vio la esperanza y la paz del Lado<br />
Luminoso.<br />
<br />
Hizo una breve pausa, comió un poco de su bandeja y siguió.<br />
<br />
-Pero no sé si en el futuro, cuando no tenga tan cercano el daño que le hizo aquel templo, querrá volver a él.<br />
<br />
Miró a Yoda, como haciendo acopio de fuerzas para pronunciar lo siguiente que estaba pensando.<br />
<br />
-No sé si el apego que siente por mí podría llevarla al miedo a la pérdida, Maestro.<br />
<br />
Yoda cogió un trozo de pan y, mirando fijamente a Ide, lo lanzó hacia un niño de unos cinco años, que estaba despistado. Le acertó en mitad de la frente, se sorprendió, miró alrededor siguiendo a la inversa la<br />
trayectoria del trozo de pan. Cuando vio que llegaba hasta Yoda, miró más atrás. No estaba seguro... ¿Yoda? No puede ser...<br />
<br />
Mirando fijamente a Ide, Yoda comenzó a formar una bola de miga de pan.<br />
<br />
-Un riesgo antiguo ese es. Por nuestros enemigos conocido. A partir de ti, un serio compromiso con la Fuerza debe adquirir.<br />
<br />
-Nadie está libre de él, supongo.<br />
<br />
Hasta Yoda podía lanzar trozos de pan. Incluso él.<br />
<br />
Sonriendo, lanzó la bola al mismo niño, que seguía mirando a Yoda y sus alrededores.<br />
<br />
-Sin palabras, a ese niño y a ti al mismo tiempo enseño cosas diferentes. Él a fiarse de su primera impresión aprende. Tú, que de los peligros nadie libre está.<br />
<br />
El niño claramente dudaba de lo que debía hacer a continuación. Enzarzarse en una batalla de pan con Yoda no acababa de parecerle una opción válida. Ide, que observaba la situación, cogió un trozo de pan, y,<br />
mientras Yoda miraba al niño, se la lanzó. Con un movimiento casual, como apartando un insecto, la paró a pocos centímetros de su ceja.<br />
<br />
-Nadie está libre, Maestro -dijo, sonriendo.<br />
<br />
-A tus mayores, poco respetas -dijo con expresión ceñuda-. Quizá un severo correctivo mereces.<br />
<br />
La conversación de la mesa se apagó. Todo el mundo estaba mirando. Murmullos en voz baja...<br />
<br />
Le ha tirado una miga de pan a Yoda...<br />
<br />
A Ide se le torció la sonrisa y, por un momento, se turbó.<br />
<br />
Yoda levantó una mano extendida. Hizo un leve movimiento de muñeca, y el carro del pan se volcó encima de Ide. Los niños jalearon y golpearon las mesas.<br />
<br />
Treinta segundos más tarde, todo estaba como antes. Excepto porque de Ide sólo se veía la cabeza sobresaliendo de entre una montaña de pan.<br />
<br />
-Está bien, he aprendido algo más esta noche, Maestro Yoda...<br />
<br />
Ide salió de entre los panes, y se dispuso a recogerlos, cuando se dio cuenta de que el carro no estaba.<br />
<br />
Miró alrededor. ¿Cómo podía ser...?<br />
<br />
-Aparecen caramelos, desaparecen carros... Maestro Yoda, estoy empezando a pensar que puede usted teletransportar cosas con la Fuerza -dijo, mientras limpiaba su asiento de panes-. ¿Cómo voy a recoger esto?<br />
<br />
-Dos cuestiones diferentes planteas. Mediante la Fuerza todo posible es. Sin embargo, arduo y complicado mover las cosas sin pasar por un punto intermedio es. El esfuerzo no merece.<br />
<br />
Llegaron ocho droides de cocina, de los que surgieron un montón de tentáculos que recogieron todo el pan en un instante. Extrajeron, en un par de segundos, el carrito del pan de debajo de la mesa.<br />
<br />
-Otro enigma resuelto está, ¿hmm? Recordar debes, que los problemas para solucionarse a veces tu acción no necesitan. Yo volqué el pan, mi responsabilidad era.<br />
<br />
-Yo empecé el conflicto. Algo de culpa también tuve.<br />
<br />
Por un instante, Ide recordó los años que pasó en Shadar IV, y cómo acciones que en un principio parecían amistosas terminaban en muertes en un campo de batalla. Duró sólo un segundo, pero, por un momento,<br />
sintió lo que había hecho.<br />
<br />
-Estrechamente, la responsabilidad de cada cual debes delimitar. Bastante sobre nosotros pesa ya.<br />
<br />
-Me pesa, Maestro, saber que hay cosas que no puedo controlar, y otras en las que ni siquiera puedo ayudar. Es parte de lo que tengo que asumir, ahora que tengo una padawan.<br />
<br />
-De lo que debes asumir parte es, porque vivo estás. En un universo lleno de sufrimiento, el bien mayor buscar debemos. Nuestra misión, cumplir debemos.<br />
<br />
Ide meditó sobre eso brevemente, mientras se comía lo que quedaba de su cena mirando su bandeja.<br />
<br />
-Siento haberle estropeado la lección del pan, Maestro -dijo, levantando levemente la cabeza mientras se limpiaba con una servilleta.<br />
<br />
-Estropeada la lección sólo está cuando el aprendiz nada aprende- Yoda sonrió. Hizo un gesto con la mano, como desenvolviendo algo. Llevado por una súbita intuición, Ide metió la mano en el bolsillo. Otro caramelo-. Junto con el pan en tu bolsillo lo metí. ¿Enfadado pensabas que estaba? ¿Por un cascarrabias me tienes?<br />
<br />
Los niños se levantaron y se fueron, tras despedirse. Ide y Yoda se quedaron solos en la mesa.<br />
<br />
-¿Algo más, tu corazón perturba?<br />
<br />
Ide dudó unos segundos. No necesitó mucho tiempo para recordar lo que le afligía desde que habían vuelto de Shadar. Tenía la impresión de que Yoda ya sabía lo que él iba a contestar.<br />
<br />
-Kwyna, maestro.<br />
<br />
Acto seguido, se acordó de Anakin. Al fin y al cabo, Kwyna estaba decidiendo sobre su propio futuro, y si de algo estaba seguro Ide en su corta vida, era que no puedes ayudar a alguien que no quiere ser ayudado.<br />
Sin embargo Anakin, e incluso él, estaban expuestos a las consecuencias de la decisión de Kwyna. Ambos debían hacer un esfuerzo por no dejarse arrastrar por sus emociones, ahora que finalmente la cosa se había<br />
torcido.<br />
<br />
-De ella, aún nada sabemos. Muy pronto su entrenamiento interrumpió. Pero un comportamiento aislado no fue. Antes de que se marchara, ya preocupados estábamos. Explosiones de ira contra su nuevo maestro,<br />
sus pensamientos le ocultaba, comportamientos sospechosos tenía. Que su corazón de nosotros alejado se hubiera, ya temíamos.<br />
<br />
Esperó unos segundos. Parecía dudar ligeramente.<br />
<br />
-Una decisión difícil debimos tomar al separarla del joven Skywalker y de ti. Pero separados tarde o temprano hubiérais sido. Si en el Lado Luminoso sólo se mantenía mientras de vosotros cerca estaba, tarde o temprano a peor todo hubiera ido. Saber debíamos si en nosotros por sí misma capaz de confiar es.<br />
<br />
La cara de Yoda parecía abrumada por la pesadumbre. Las orejas estaban caídas, las arrugas marcaban tristeza por todo su rostro. Ide miró hacia abajo, como acompañando a Yoda en su tristeza.<br />
<br />
-Si volveis a encontrarla, al Lado Oscuro probablemente unido se haya.<br />
<br />
-Era algo que me venía rondando la cabeza, Maestro. Quizá sea mejor que no la veamos más. Estuve preocupado por Anakin, siempre dependió mucho de Kwyna y de mí. Pero parece que los años de guerra en Shadar le enseñaron a aceptar la pérdida, a veces de formas muy dolorosas. Estuvimos a punto de perdernos los unos a los otros muchas veces. La pregunta no es quizá si se alejará de nosotros, sino si no se había alejado ya, mucho antes de volver a Coruscant.<br />
<br />
Ide fue consciente de la crudeza de sus palabras. Pero no podía evitar ver el comportamiento de Kwyna como una pequeña traición. Una traición a todo en lo que creían, a todo por lo que lucharon en Shadar, a todo lo que les habían enseñado Qui-Gon y Obi-Wan, incluso una traición a lo que Ide y Anakin sentían por ella.<br />
<br />
-Sus propias decisiones toma. Tu responsabilidad no es.<br />
<br />
Como un rayo golpeando a Ide, comprendió lo pertinente de la lección del pan. Casi demasiado pertinente. ¿Podía ser...?<br />
<br />
¿Podía haberlo previsto todo? ¿Hasta qué punto?<br />
<br />
Alrededor de Yoda parecía haber un halo de poder y sabiduría. Era fácil olvidarse de ese poder cuando lo veías colocando un cubo de agua en una puerta. O ahora, cuando golpeaba a un droide de cocina que intentaba<br />
quitarle el plato, golpes ridículos con el bastón.<br />
<br />
-¡Mio! ¡Mio! Droide tonto, ¡terminado no he!<br />
<br />
Ide estaba relajado, incluso después de la intensa cena con Yoda, el asunto del pan y el interludio sobre Kwyna. Cuando parecía que no podía admirar más a Yoda, le volvía a sorprender. Le tranquilizaba la idea de<br />
que el anciano Maestro aprobara el entrenamiento de Arakosia, sin reticencias ni objeciones sobre su pasado. Y le consolaba saber que también sentía pena por lo que le había pasado a Kwyna.<br />
Parece ser que a los Jedi les estaba permitido sentir pena. Y le consoló un poco no ser el único en sentirla.<br />
<br />
Se despidió de Yoda con una inclinación de cabeza, y Yoda hizo un gesto leve, cariñoso, con la mano. Con la otra mano siguió tirando de su plato.<br />
<br />
Ide caminó levemente por los corredores. Ya era de noche, pero aún quedaba algo por hacer ese día.<br />
<br />
Debía anunciar a su nueva padawan que ahora él, Ide Kanor, era su maestro.<br />
<br />
Ide caminó hacia los dormitorios del clan de Arakosia. El templo empezaba a dormir. Los maestros enseñaban las últimas lecciones del día a sus padawan. Otros se dirigían diligentemente a los dormitorios, medio<br />
aliviados medio concentrados, probablemente repitiendo mentalmente alguna lección o meditando sobre algún acertijo.<br />
<br />
A cada paso, Ide se sentía más seguro de sí mismo. Podía hacerlo bien. Obi-Wan confiaba en él. Anakin confiaba en él. Yoda confiaba en él. Había pasado por mucho, había llegado a caballero, y seguro que podía enseñarle a Arakosia cómo ser una buena Jedi.<br />
<br />
==Notificación==<br />
<br />
Llegó a la puerta de su cuarto. Apenas quedaba gente por los pasillos.<br />
<br />
Se irguió, firme, para dar aire de seriedad e importancia, como hacía siempre que iniciaba una negociación oficial.<br />
<br />
Tocó a la puerta, y a los pocos segundos, Arakosia abrió.<br />
<br />
-Mañana a las nueve, dirígete al droide administrativo de tu dormitorio. Te asignarán un cuarto al lado del mío. Tienes dos horas para mudarte. Tu entrenamiento empieza a las once.<br />
Su voz era solemne, pero sonreía.<br />
<br />
Varias emociones pasaron por el rostro de Arakosia en rápida sucesión. Para un observador menos atento (o sin la capacidad de percibir la Fuerza) probablemente hubiera parecido indecisa. Pero esto fue lo que Ide<br />
vio:<br />
<br />
''Extrañeza, no suelen interrumpirme a estas horas. Alegría, sorpresa, ¡es Ide! Aprensión, ¿por qué habrá venido? Prevención, ¿y si lo han mandado para decirme que no puedo ser una jedi, para que no me ponga tan triste? Dirigirse al droide administrativo... oh, dioses, es eso. Sorpresa, ¡un cuarto al lado del suyo! ¿Pero para qué? ¿Sigo siendo del clan Rancor? ¿Dos horas? ¡Me puedo mudar en veinte segundos! ¿Por qué no me puedo ir a ese cuarto ya? ¿Mi entrenamiento? ¿Sólamente mio? ¿Luego tendré que recuperar las lecciones que me salte con el clan Rancor? ¿Y cómo va a verme un potencial maestro si estoy todo el tiempo con Ide? Aunque, bueno, si me van a echar igualmente, por lo menos, (suspiro), es tiempo pasado con Ide. ¿Tendré que dar alguna respuesta protocolaria? ¿Por qué todo el mundo piensa que sé un montón de cosas que no sé? ¿Y si lo estropeo? ¿Habrá que decir algo? Tampoco me puedo quedar aquí mirando al infinito para siempre... Tally dijo que... de abajo arriba y aunque no estés segura... Mantén la serenidad, que no se vea'' ''que estás confusa y nerviosa. Aquí nadie quiere tu mal. ¡Dioses, dioses, es Ide!''<br />
<br />
-Así lo haré, maestro.<br />
<br />
''Cara de poker. Cara de poker. Qué ojazos tiene. Cara de poker.''<br />
<br />
Ide permaneció impasible ante esta avalancha de pensamientos. "Así debe ser como Yoda nos ve a todos nosotros", pensó.<br />
<br />
-Pásate por la peluquería antes de las once, también. Sería más apropiado que tuvieras el pelo algo más corto y que tu trenza fuera visible, padawan.<br />
<br />
''Qué cosa es un padawan. Por como lo ha dicho, debe de ser algo bueno. Y además, es'' Ide. ''Vale, ahora tengo que irme a dormir. Mañana, levantarme temprano y preguntarle a Tally qué cosa es un padawan y qué significa todo esto.''<br />
<br />
-Gracias, maestro.<br />
<br />
''Una leve sonrisa. No te pases. Cara de poker sonriente. Cierra la puerta despacio para no ser descortés. Qué voz tiene. Qué ojos. Cara de poker sonriente.''<br />
<br />
Ide permaneció unos segundos ante la puerta, aún sonriente. Había intentado ser lo más conciso posible. No era hora de ponerse a dar muchas explicaciones. Mañana sus compañeros le contarían con más detalle lo<br />
que estaba pasando.<br />
<br />
"Es una buena niña", pensó Ide. Y, satisfecho, se marchó.<br />
<br />
<br />
<<Continúa en [[La Aprendiz II]] >></div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIHumo y Vapor II2013-06-26T19:04:08Z<p>El Universo: /* Seguridad hutt */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26 aGR; 18:30'''<br />
<br />
Volvieron a la atmósfera tan rápido como la twi'lek podía pilotar. Aunque inmerso en sus pensamientos y las sensaciones que iban y venían sobre su padawan, se paró a examinarla unos segundos. Había explotado, cuando el mercenario la tenía sujeta con el cuchillo. Que Ide supiera, sólo había una forma de estallar de esa manera, y ya la había visto antes en un usuario de la Fuerza.<br />
<br />
Ella misma seguía asustada por lo que acababa de experimentar, y parecía muy confusa. Y seguía pilotando, volcándose en la conducción como única manera de mantener la cordura. Pero Ide la veía con otros ojos.<br />
<br />
Ella estaba pilotando ''mediante la Fuerza''. Y también estaba inmersa en un shock emocional.<br />
<br />
Pero ya se encargaría de esto más tarde. Ahora tenía que ver a su padawan.<br />
<br />
==Llegada==<br />
<br />
El tiempo base para llegar era de cuarenta minutos, pero ella consiguió reducirlo a treinta mediante algunas maniobras de dudoso buen gusto, que no produjeron víctimas de puro milagro.<br />
<br />
Poco antes de llegar, Ide vio la columna de humo que surgía del techo hundido de la mansión Wolkan. Fue entonces cuando se empezó a preocupar de verdad.<br />
<br />
Aterrizaron en el mismo hangar donde Ide había aparcado al llegar allí por primera vez, y que era de las pocas partes que conservaba la estructura más o menos intacta. Nadie salió a recibirlos.<br />
<br />
Ide caminó fuera de la nave, con premura pero sin perder la precaución, con el sable de luz en la mano, aunque apagado. Agudizó el oído, no se escuchaban sonidos de combate. Con la Fuerza no podía percibir a Arakosia, pero ella siempre había sido, por naturaleza, difícil de percibir.<br />
<br />
MN-44, con un brazo menos y varias marcas de blaster sobre su torso, se acercó cojeando a Ide.<br />
<br />
-Cielos, ''Emeene''... ¿qué ha pasado aquí?<br />
<br />
-¿Señor Kanor? No puedo verlo bien, mis fotoreceptores están dañados... hemos sido atacados, señor.<br />
<br />
-¿Dónde está Keel? ¿Y Arakosia?<br />
<br />
-El amo Wolkan se ha encerrado en su búnker, y no tiene intención de salir hasta que piense que el entorno es seguro. La chica que lo acompañaba a usted desapareció en el fragor del combate.<br />
<br />
De repente, Ide se acordó de algo más. Cogió su intercomunicador y se lo llevó a la boca.<br />
<br />
-¿Lionel? Lionel, aquí Ide, contesta.<br />
<br />
Un chorro de estática fue la única respuesta. Ide no acababa de tener claro si había percibido la voz de Lionel en medio de la estática, o si había sido su mente, intentando convencerle de que así había sido.<br />
<br />
==Control de daños==<br />
<br />
Marcó en el comunicador el número de Keel. Una voz airada contestó.<br />
<br />
-¡Ahora qué!<br />
<br />
-¿Ahora qué? ¿Qué está pasando aquí? Me han intentado matar mientras estaba en el gremio de cazarrecompensas... ¿qué significa todo esto?<br />
<br />
-¡Que qué significa qué! ¡Han intentado matarme! ¡En mi propia casa!<br />
<br />
-¿Sabes quién es el responsable?<br />
<br />
-¡Mercenarios, creo! ¡No lo sé! ¡Cuando el que sea quiera reclamar el ''k'shii'', lo sabremos! ¡Mierda! ¡He perdido más de cincuenta esclavos! Por cierto, siento haberte dejado sin piloto.<br />
<br />
A Ide le dio un vuelco el corazón.<br />
<br />
-¿Perdona?<br />
<br />
-La twi'lek. Lo siento, he activado el código de su implante hace un rato. Ha sido al activar la marea de carne... pero veo que has llegado bien, así que no ha sido un gran contratiempo.<br />
<br />
La chica, de pie al lado de Ide, se puso pálida. Con la mirada aturdida, se sentó en el suelo.<br />
<br />
-Eh, bueno, ahora tenemos otros asuntos que tratar. Yo, por ejemplo, tengo que encontrar a mi aprendiz. Llámame si necesitas algo, pero por lo que veo sabes cuidarte solo. -Miró a MN-44-. Deberías hacer algo con MN, parece algo dañado.<br />
<br />
-Anda la leche, ¿sigue vivo? Estee... ya lo mandaré reparar cuando salga y tal...<br />
<br />
-Descuida. Te veo luego.<br />
<br />
Cogió a la twi'lek del brazo y se dirigió a la nave. Cuando llegó a la nave, ella se dejó caer sobre sus rodillas y comenzó a sollozar.<br />
<br />
-Disculpa la pregunta, pero... al activar Keel tu implante, ¿no debías haber muerto?<br />
<br />
Ella negó con la cabeza, sin dejar de llorar.<br />
<br />
-Pero Keel piensa que has muerto -ella asintió-. Entonces, si Keel piensa que has muerto, es porque debías haber muerto, pero que algo falló en ese instante. A no ser que algo se me escape -ella asintió-. También, en lugar de asentir sin decir nada, podrías decirme qué pasa. O podemos jugar al juego del jedi que busca la verdad sin que la twi'lek hable.<br />
<br />
==Respuestas==<br />
<br />
Ella se giró a medias, sin atreverse a mirar a Ide a los ojos. Con un hilo de voz contestó:<br />
<br />
-¿Je...di?<br />
<br />
Ide tuvo un momento de duda, pero luego creyó entender.<br />
<br />
-¿Sabes quién soy? -ella negó con la cabeza. Ide sonrió -. ¿Sabes quién es Keel? -ella asintió, con un escalofrío-. Pues te voy a dar una buena noticia: creo que eres una twi'lek libre, sobre todo porque tu amo piensa que has muerto, y tu implante ha fallado cuando él intentó activarlo.<br />
<br />
Ella se calmó un poco. Habló con la voz deformada por haber llorado, pero más calmada.<br />
<br />
-El implante no falló por eso -dijo en voz baja-. Falló porque Keel no era mi propietario.<br />
<br />
-Ahora sí que no entiendo nada. Él piensa que tú has muerto...<br />
<br />
-Porque él dio la orden de activar mi implante. Pero como él no era mi propietario, no se activó.<br />
<br />
-¿Y a quién perteneces?<br />
<br />
-A ti, amo -miró a otro lado, como si no soportara mirarlo a los ojos- Mi código está en tu cristal de pago.<br />
<br />
-Entiendo. Osea, que te compré cuando gestionaste el alquiler del carguero, por eso me salió tan caro...<br />
<br />
Ella lo miró extrañada.<br />
<br />
-No, el precio de la nave es correcto. Y es de segunda mano. Mi... coste es un porcentaje pequeño de lo que se gastó en aquella nave.<br />
<br />
-¿Segunda mano? ¿Lo he comprado? ¿Te compré a ti y a la nave? - Ide estaba sinceramente sorprendido.<br />
<br />
-Y a muy buen precio, si me permite decírselo, amo.<br />
<br />
Guardó silencio durante unos segundos.<br />
<br />
-Entonces supongo que ya me puedes decir tu nombre.<br />
<br />
-Un esclavo no tiene nombre, amo. Puede llamarme como guste...<br />
<br />
-Ya, lo que pasa es que tú no eres mi esclava. Te voy a liberar en cuanto sepa cómo quitarte esa cosa de la activación.<br />
<br />
-Es que yo no quiero ser liberada -miró a Ide, que la observaba con el desconcierto pintado en el rostro- ¿Libre? ¿Con este cuerpo? ¿En Nar Shaddaa? Ni hablar. Como propiedad, tengo mis derechos.<br />
<br />
-Oh, bueno, yo pensaba más bien que te vinieras a Coruscant.<br />
<br />
Los ojos de ella se agrandaron con sorpresa, pero no se atrevía a creer.<br />
<br />
==Los detalles después==<br />
<br />
-Bueno -siguió Ide-, los detalles podemos discutirlos después. Ahora necesitaría que me ayudaras a encontrar a mi aprendiz, y de paso a terminar la misión que tengo que hacer aquí.<br />
<br />
-Mientras tanto, y según la legislación de Nar Shaddaa, soy de tu propiedad -sonrió-. No puede ser peor que Keel Wolkan -escupió el nombre con desprecio.<br />
<br />
-Estoy seguro de que no -dijo, devolviéndole la sonrisa-.<br />
<br />
-Y, ahora, ¿cómo puedo serte de utilidad, amo?<br />
<br />
-Para empezar podrías dejar de llamarme amo.<br />
<br />
-¿Señor, quizá? ¿El nombre de pila? A algunos amos les gusta...<br />
<br />
-Ide está bien.<br />
<br />
-Ide -repitió ella en voz baja-. Es bonito. Necesitarás un apelativo para denominarme, Ide. Y ahora que soy de tu propiedad, contestaré a todas tus preguntas. ¿Quieres saber cómo me llamaba? ¿Quieres saber qué me gusta en la cama?<br />
<br />
Ide movió los ojos hacia arriba. Le encantaría charlar y animar a la chica, pero ahora tenía algo que hacer.<br />
<br />
-Vamos, me puedes contar todo eso mientras rescatamos a mi ayudante -sonrió, y subió la rampa de acceso.<br />
<br />
-Claro, si no he desconectado la energía de la nave -se encogió de hombros- por si había problemas. Pero, ¿hacia dónde vamos?<br />
<br />
-Hacia el sitio del que nunca debí alejarme. Al Palacio del Dolor.<br />
<br />
Ide vio como un escalofrío recorría la espalda de la twi'lek, pero ésta no dijo nada. Caminó hasta el puesto del piloto, y partieron dejando una estela de humo y vapor.<br />
<br />
==Un trayecto corto==<br />
<br />
La chica parecía haber pensado, inicialmente, que iban al Palacio del Dolor a alojarse. Por eso le contó brevemente lo que había venido a hacer a Nar Shadda, y los problemas que habían surgido con su piloto durante la investigación en el Palacio del Dolor. Le contó además, la sospecha que tenía de que tanto el ataque en el Gremio como la destrucción de la casa de Keel fueran obra de Vima Da'Motta.<br />
<br />
Ella asintió respetuosamente, intercalando comentarios apropiados a la historia de Ide, pero sin hacer ninguna pregunta. Cuando Ide guardó silencio, la escuchó susurrar "marea de carne".<br />
<br />
-Todavía no sé tu nombre -intervino Ide -. El que tenías antes de ser esclava.<br />
-Sira Levora -dijo ella con un tono extraño- Bueno, en realidad es Siral'evora, pero en básico se dice así.<br />
El joven no dijo nada, pero sonrió.<br />
<br />
==De nuevo en el Palacio del Dolor==<br />
<br />
La masa piramidal que era el Palacio del Dolor volvió a aparecer en la distancia. Por alguna razón, bajo el sol parcialmente eclipsado que empezaba a ponerse, bajo el cielo rojizo, a Ide le pareció aún más amenazador que la primera vez que lo vio.<br />
Una protrusión del edificio, cerca de la cima, se extendió para recibirles. Este, comprendió Ide, es un hangar de lujo.<br />
<br />
Bajaron de la nave, y un hombre enfundado en un traje formal los recibió con un ademán moderado y una sonrisa comedida.<br />
<br />
-¿Ide Kanor? -dijo educadamente.<br />
<br />
-En efecto. Cuánto honor, no sabía que tendría recepción oficial -dijo Ide, con un tono algo ambivalente entre lo formal y el sarcasmo.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Es usted un cliente importante. ¿Desea que lo conduzca a sus aposentos? El trayecto puede resultar complicado...<br />
<br />
-Entiendo.<br />
<br />
-La señora DaMot'ta lamenta no poder recibirlo en persona, pero estará encantada de cenar con usted esta noche en la Joya Gloriosa. Puede, mientras tanto, retirarse a sus aposentos, o disfrutar de nuestra muy variada oferta en ocio y restauración. Los pozos de carne, en concreto, son exquisitos.<br />
<br />
-Gracias, creo que esperaré en mi habitación. Por cierto, ¿cómo es que me esperaban? -preguntó, despreocupadamente.<br />
<br />
-Todos nuestros clientes tienen incluído un punto de desembarco con el precio de la habitación, señor. Y yo mismo tengo la labor de recibirle a usted y de proporcionarle cualquier información o servicio que pueda necesitar -sonrió enigmáticamente.<br />
<br />
Ide le devolvió la sonrisa. Aunque no tenia claro a qué venía tanto protocolo, se hacía una ligera idea. En cualquier caso, prefirió no preguntar más.<br />
<br />
El hombre, con un lenguaje corporal a medio camino entre el mayordomo y el ayuda de cámara, hizo un ademán que indicaba "sígame, por favor", y se dispuso a guiarlo hacia su habitación.<br />
<br />
El trayecto fue sorprendentemente corto y visualmente agradable. Ide reconoció los símbolos en la puerta de la habitación, aunque (reflexionó) no estaba del todo seguro de poderlos trazar si quisiera.<br />
<br />
==Indagaciones e invitaciones==<br />
<br />
En el interior, Ide se encontró de nuevo con la considerable extensión de espacio que era la habitación doble, decorada con notable buen gusto, con los hologramas de las paredes mostrando una tarde agradable en Alderaan. El selector holográfico se activó al entrar Ide por la puerta, mostrando de nuevo a la misma mascota humanoide que le había dado la bienvenida en la ocasión anterior.<br />
<br />
-¡Hola de nuevo, señor! -saludó con voz animada- ¡Me alegro mucho de volver a verle!<br />
<br />
-Hola, Kenter.<br />
<br />
-¿Hay algo que pueda hacer que su estancia resulte más agradable?<br />
<br />
-Pues me gustaría que comprobaras si la chica que me acompañaba ayer ha vuelto al hotel.<br />
<br />
-Veré lo que puedo hacer, señor -se volvió, mientras parecía concentrarse unos instantes-. Ahora se encuentra inscrita entre el personal de la Señora del Dolor. Pendiente de terminar cuidados médicos. Pendiente de evaluación física. Pendiente de asignación de destino -dijo en tono monocorde- ¿Desea alguna otra cosa, señor?<br />
<br />
-El... ¿personal, has dicho? Me gustaría verla, si fuese posible -dijo Ide, intentando mantener el tono educado.<br />
<br />
-Por supuesto, señor -dijo Kenter, servicialmente. Su imagen se difuminó, y se convirtió en la de una habitación espaciosa, llena de máquinas, donde tres droides médicos trabajaban afanosamente en Arakosia, que parecía ser la única paciente. Ella permanecía inconsciente, en el interior de una especie de cámara bañada con luz o líquido (la imagen era poco clara) de color dorado.<br />
<br />
-¿Y cuándo dices que ingresó aquí? -siguió Ide.<br />
<br />
-Me temo que esa información no la conozco, señor -reflexionó un instante- Supongo que hace poco, porque la evaluación física, asignada como tarea pendiente, es una de las primeras cosas que se realizan cuando alguien entra a formar parte de nuestra pequeña familia -sonrió.<br />
<br />
-Bueno, entonces me gustaría hablar con alguien responsable del nuevo personal. No entiendo por qué mi acompañante ha ingresado como miembro del hotel.<br />
<br />
-¿Holopresencia, señor? ¿O desea una entrevista en persona?<br />
<br />
-En persona, por favor -Ide estaba haciendo un esfuerzo por mantener la compostura-. Es un tema delicado, no entiendo qué está pasando aquí.<br />
<br />
-Comprendo -asintió el holograma animado-. Me temo que eso tardará un poco más. Nuestro hogar es un lugar grande...<br />
<br />
-Supongo que podrá ser antes de la cena.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Serán entre veinte y veinticinco minutos.<br />
<br />
-Estupendo. Esperaré aquí.<br />
<br />
Kenter no se desvaneció.<br />
<br />
-Parece contrariado, señor. ¿Hay algo que pueda hacer por usted? ¿Licor, especia, mujeres?<br />
<br />
-No, gracias, Kenter -interrumpió Ide-. Esperaré aquí hasta que pueda entrevistarme con el responsable del ingreso de Arakosia.<br />
<br />
-Como desee, señor. Permaneceré atento, por si necesita algo -se desvaneció.<br />
<br />
Ide se dirigió a la cama, y sin musitar una palabra más, adoptó postura de meditación. Necesitaba atar cabos, aunque todo apuntaba, cada vez más claramente, a que detrás de esta jugada estaba la misma Vima Da'Motta.<br />
<br />
==Espera, meditación==<br />
<br />
Ide cerró los ojos, y dejó su mente tan en calma como le fue capaz. Intuía que probablemente un jedi más experimentado lo lograría con mayor facilidad, pero al final consiguió aquietarse lo suficiente. O eso creía.<br />
<br />
Dejó vagar su percepción hacia el pasado, guiándola con suave firmeza al momento en el que creyó percibir la presencia de Arakosia, cuando estaba en aquel hangar...<br />
<br />
{{flashback| ...se vio a sí mismo, de pie junto a la nave que en aquel momento pensaba alquilada, el alienígena recién desintegrado, algunas de sus moléculas aún en el aire, y la sensación de vibrato que le llegaba desde la distancia. Ahora lo identificaba. Era la impronta de Arakosia en la Fuerza. Aun inconsciente, se había sentido en peligro. Y lo que había estado a punto de percibir no era sino el vínculo maestro-aprendiz, que él conocía tan bien... desde el lado del aprendiz.''}} Seguramente la próxima vez que lo percibiera sería capaz de identificarlo con mayor precisión.<br />
<br />
...con la facilidad de la práctica, fluyó hacia adelante para ir al punto en el que el mercenario había tomado a Sira como rehén. <br />
<br />
''Ella estaba llorando y temblando, y de repente...''<br />
<br />
Ide estudió sus recuerdos centésima a centésima.<br />
{{flashback |<br />
''...ella había cerrado los ojos con fuerza, y se había estremecido de puro pánico. Y la Fuerza había respondido. La explosión había brotado de ella. Y la expresión de su cara... no se lo esperaba, ni lo comprendía.'' Y seguía aterrorizada. Pero era una usuaria de la Fuerza, sin ningún género de dudas. O, mejor dicho, tenía el ''potencial'' para serlo.}}<br />
<br />
Justo cuando Ide iba a dirigir sus pensamientos a su aprendiz, aún en la sala de reconocimiento, llamaron a la puerta. Abrió los ojos.<br />
<br />
-Adelante -dijo, sin moverse, aún en pose de meditación.<br />
<br />
==Recursos Humanos==<br />
<br />
El que entró en la habitación había sido un hombre en otros tiempos. Ahora parecía más máquina. Tanto su ojo derecho como gran parte de su cráneo y su brazo izquierdo eran robóticos. La expresión de su cara era de hastío, pero sus modales eran impecables. Hizo un ademán pidiendo permiso antes de entrar en la habitación, y una vez dentro no se sentó hasta que Ide se lo hubo indicado. Aun así, inclinó levemente la cabeza antes de sentarse.<br />
<br />
-Cuénteme -dijo, sin más.<br />
<br />
-Entenderá -siguió Ide, con la misma claridad con la que él había empezado- que me encuentre algo extrañado por lo que ha sucedido. Mi acompañante ha sido ingresada en su hotel como miembro del equipo - enfatizó la última palabra-, según me ha podido informar el asistente holográfico.<br />
<br />
-Me temo que no comprendo de quién está hablando. ¿Podría ser un poco más específico, por favor?<br />
<br />
-Arakosia. La joven humana que tienen actualmente en observación médica.<br />
<br />
-Ah, sí. La hemos adquirido esta misma tarde a muy buen precio, a unos tratantes de esclavos de plena confianza -sus ojos se quedaron fijos un momento, como si mirara a algo muy lejano- Así es como ha entrado a formar parte de nuestro personal -su mirada recuperó parte de la viveza perdida- ¿Desea algo más?<br />
<br />
-Bueno, a ser posible, saber quién les ha vendido a mi aprendiz, la misma que era una humana libre esta misma tarde antes de que la secuestraran de donde estaba alojada.<br />
<br />
-Shawman&K'Rtahn, tratantes. Le puedo dar su dirección o su código de comunicador, si lo desea.<br />
<br />
Ide tomó aire.<br />
<br />
-Aunque claro, supongo que bajo las leyes de Nar Shadda, este individuo tendrá plena potestad sobre lo que haya ''adquirido'' al destruir y arrasar la casa Keel Wolkan, que es donde estaba Arakosia recuperándose. Y que, ahora que la ha vendido, no tiene potestad sobre ella. Y que cortarle la cabeza no anularía la transacción. ¿Me equivoco mucho? -Ide estaba considerablemente molesto por esta, por decirlo de alguna forma, ''inconveniencia''.<br />
<br />
-Su análisis de la situación es correcto, señor -su mirada se volvió reflexiva-. Aunque usted recuperaría parte del k shii perdido. Si lo desea, podemos venderle una esclava similar, de perfil guardaespaldas-concubina, un poco más joven...<br />
<br />
-No, no es sustituible. Necesito recuperar a Arakosia.<br />
<br />
-Si desea recuperar a esa chica en concreto, me temo que el asunto excede a mis competencias. Yo sólo manejo al personal existente, no tengo ningún papel en la entrada o salida de personal.<br />
<br />
-¿Tengo que hablar entonces con su superior?<br />
<br />
-Supongo que eso tendría que discutirlo con la señora Vima DaMot'Ta. Suele ser complicado, ya que no concede citas, pero... supongo es que es usted afortunado, ya que tiene una cita concertada con ella esta noche.<br />
<br />
-Me imaginaba que tendría que hablar directamente con ella. Le agradezco su ayuda.<br />
<br />
-¿Desea algún servicio que le ayude a hacer pasar el tiempo con mayor velocidad mientras espera?<br />
<br />
-No, gracias. Tengo un par de asuntos que resolver antes de la cena.<br />
<br />
-Entonces me retiro a mis quehaceres -dijo el cyborg, mientras se levantaba.<br />
<br />
-Muchas gracias por su atención.<br />
<br />
==Comunicándose con Keel==<br />
<br />
Ide se despidió del tipo, y sin dilación marcó el número de comunicador de Keel Wolkan. Tardó en contestar, y cuando lo hizo no había imagen, sólo una voz que parecía llena de dolor. O de droga.<br />
<br />
-Nnhh...-dijo la voz-que-parecía-de-Keel<br />
<br />
-Shawman&K'Rtahn. ¿Te suena ese nombre? -dijo Ide, obviando el estado de Wolkan.<br />
<br />
-¿Mmm? ¿Kanor?<br />
<br />
-Sí. Shawman&K'Rtahn. Han vendido a mi aprendiz a Vima Da'Motta. No sé si estás lo suficientemente lúcido como para atar cabos.<br />
<br />
-Una pareja de tratantes. Mi competencia más directa -suspiró-. ¿Qué quieres saber?<br />
<br />
-Cómo que qué quiero saber. Lo que te quiero decir es que deben haber sido ellos los que atacaron tu casa, si se han apoderado de mi aprendiz para venderla.<br />
<br />
-Ya... -dijo, con poca decisión- Debería haberlo supuesto -parecía dubitativo- Em... pues gracias por el dato, tio.<br />
<br />
-Lo que me gustaría saber es por qué sabían que yo estaba en Nar Shadda, y por qué me seguían. Me atacaron al mismo tiempo ocho mercenarios. ¿Tienes algo que contar, Keel?<br />
<br />
-Yo... no te comprendo... Tras la exhibición que hicísteis, supongo que bastante gente con el potencial de atacarme sabría de vuestra existencia...<br />
<br />
Ide se quedó bloqueado un momento.<br />
<br />
-Mierda -soltó.<br />
<br />
-Yo estoy intentando olvidar todo este asunto a base de especia rosa... -suspiró de nuevo- la especia rosa es buena...<br />
<br />
-Supongo que no arreglará nada que descabece a estos dos tíos. Al menos, no me devolverá a Arakosia.<br />
<br />
-Bueno, si vas y le dices a todo el mundo que lo haces de mi parte, te daré dos mil gubor. Piénsalo.<br />
<br />
-Tanto kshii por dos mil gubor... sabes negociar, Wolkan.<br />
<br />
-Bueno, me pareció una oferta justa...<br />
<br />
-Me lo pensaré, pero no me interesa el dinero. Me interesa mi aprendiz. ¿Cómo de poderosos son estos tipos?<br />
<br />
-Eh... pues más o menos como yo...<br />
<br />
-Gracias por la información. Te dejo, tengo que hacer un par de cosas antes de cenar. Cuidate, Wolkan.<br />
<br />
Miró las paredes de su habitación. Se maldijo por haber dejado sola a su aprendiz. Pero maldecirse no iba a arreglar nada, así que se fue a la Flor Esquiva. Ya que no podía hacer nada hasta hablar con Vima Da'Motta, al menos recogería toda la información que pudiera.<br />
<br />
==Regreso a la Flor Esquiva==<br />
<br />
Al parecer, en el Palacio del Dolor era tremendamente fácil llegar al lugar donde uno quisiera ir, o así se lo pareció a Ide.<br />
Llegó a la Flor Esquiva, que parecía estar bastante más animada que la otra vez. Aunque claro, la otra vez había sido por la mañana temprano. Seguía oliendo vagamente a especias, y seguía siendo rica en sofás, pero la música que tocaba Oloruu era más vivaz, y había prácticamente una persona (o pareja, o pequeño grupo) en cada sofá. También flotaba en el ambiente una cierta sensación plácida, no exenta de un extraño regusto amargo.<br />
<br />
Delia hizo un gesto de reconocimiento desde la barra. Comenzó a llenar un vaso con vino de Alderaan y esperó a que Ide y Sira se acercaran a hablar con ella.<br />
<br />
-Parece que no me voy a librar de hablar con tu jefa -dijo él, mientras tomaba asiento. Ella hizo un gesto de simpatía indeterminada.<br />
<br />
-Hablar no compromete a nada -dijo ella. Dejó pasar un par de segundos-. ¿Has encontrado al androide ese que buscabas?<br />
<br />
-No, pero tengo alguna pista. El problema es que en el camino he perdido a mi aprendiz. La han secuestrado y vendido. Adivina quién es su nueva dueña.<br />
<br />
-¿La Señora del Dolor, quizá?<br />
<br />
-Bingo. Unos tipejos atacaron la casa donde estaba... descansando. Keel Wolkan, no sé si te sonará.<br />
<br />
Se mostró levemente sorprendida.<br />
<br />
-Em... sí, es relativamente conocido.<br />
<br />
-Pues le han asestado un buen golpe.<br />
<br />
<br />
<br />
-Mala cosa... es una rata cobarde y cruel, muy capaz de usar a sus esclavos como campo de minas... pobres chicas.<br />
<br />
-Ah, a eso se refería con lo de marea de carne...<br />
<br />
-Sí, a eso. Se implanta un explosivo un poco más potente, y se hacen detonar los esclavos más cercanos a tu enemigo -comentó en un tono distante, pero asqueado- ...pobres chicas... -repitió mientras miraba a Sira con una huella de dolor compartido.<br />
<br />
-Una se salvó. La que me dejó como piloto. La compré sin querer -dijo Ide, intentando desviar el tema mientras Sira se ruborizaba en verde oscuro y apartaba la mirada.<br />
<br />
-Le salvaste la vida, tú -sonrió-. ¿No hay una tradición de cuidar de las vidas que uno salva? ¿O era al revés?<br />
<br />
-No lo sé. Mi orden nos insta a proteger a los desamparados, siempre que sea posible -el jedi sonrió, siendo consciente de lo que Delia estaba pensando.<br />
<br />
Delia le devolvió la sonrisa, con una calidez que no había visto a ningún nativo de Nar Shaddaa.<br />
<br />
-Te entiendo -no dijo nada más. Parecía tocada por sentimientos profundos, y siguió limpiando el vaso durante medio minuto, sin decir nada ni mirar a Ide directamente.<br />
<br />
<br />
<br />
Ide estuvo a punto de contarle que pensaba negociar con Vima para liberarla, y que pensaba que iba a ser difícil puesto que parecía valiosa, pero pensó que era mejor pasar por algunos temas de forma tangencial.<br />
<br />
-Creo que han cogido a Lionel -dijo, mirándola fijamente. Ella frunció el ceño.<br />
<br />
-No debió haberse quedado tanto.<br />
<br />
-Lo mandé a orbitar con la nave. Pero parece que no fue suficiente. No me contesta, y eso es mala señal -miró su vino. En cierto modo, se sentía responsable.<br />
<br />
-No sabría decir... a mí nunca me contesta -dijo con rabia.<br />
<br />
-Bueno. La gente cambia. Las cosas cambian. Hace tres horas mi aprendiz era mi aprendiz y ahora es una esclava de Vima. Esta noche puede que sea diferente.<br />
<br />
-Me pregunto para qué la querrá. ¿Ella era el objetivo de una operación completa o sólo fue un extra?<br />
<br />
-Digamos que... anoche... se hizo valer. Hizo una exhibición en casa de Keel. Llamamos la atención -ella hizo un gesto de sorpresa-. Fui un tonto. Nos siguieron la pista, y atacaron en casa de Keel. Ocho mercenarios me atacaron a mí mientras estaba en el Gremio de Cazarecompensas. Yo pude deshacerme de ellos, pero mi aprendiz no -levantó la mirada. <br />
<br />
No supo decir si estaba preocupado o la echaba de menos, pero no se permitió pensarlo mucho.<br />
<br />
<br />
<br />
Delia pareció acordarse de algo de repente. Extrajo un pequeño visor plano de un lateral de la barra y lo giró para que sólo pudieran verlo Ide y ella.<br />
<br />
-Un momento -dijo mientras manipulaba unos controles-. Apareció la imagen de Arakosia desnuda, haciendo girar su espada a gran velocidad para destrozar una oleada de fruta. Se notaba que la imagen se estaba desarrollando a cámara lenta en la velocidad a la que caían los trozos de fruta una vez cortados.- ¿Esta es ella?<br />
<br />
Ide no dijo nada durante unos momentos.<br />
<br />
-Debí habérmelo figurado -dijo con amargura-. Debo ser el jedi más tonto de toda la Orden.<br />
<br />
-Bueno, esto responde a mi pregunta anterior -dijo ella, sin hacer caso al comentario de Ide-. Ya sabemos para qué la quiere Vima.<br />
-Tiene todo el sentido.<br />
<br />
<br />
<br />
En un instante, Ide pasó de la frustración a la esperanza. "Lo que Vima no sabe es que eso no era Arakosia moviéndose, sino la droga actuando". Y justo cuando terminó la frase mental, se dio cuenta de lo que haría Vima si supiera que era la especia roja la que la hizo canalizar la Fuerza así.<br />
<br />
-Pues claro que lo tiene. La quiere para el Hak'un Shapp.<br />
<br />
Ide abrió mucho los ojos y habló con una pesada y profusa determinación.<br />
<br />
-Ya sé lo que voy a hacer. Sira, quédate aquí -ella asintió.<br />
<br />
Se despidió de Delia y se dirigió a su habitación.<br />
<br />
==Tratos con Fenel Fodel==<br />
<br />
Apenas hubo abierto la puerta, Kenter se volvió a materializar:<br />
<br />
-¡Saludos, noble señor! ¿Cómo puedo hacerlo más feliz?<br />
<br />
-Holocomunicación con el responsable de personal -dijo sin casi dejar terminar a Kenter-. El tipo que vino antes y ni siquiera se presentó.<br />
<br />
-Su nombre es Fenel Fodel. Lo llamaré en seguida.<br />
<br />
Tras unos diez segundos, la cara del ciborg apareció en el holocomunicador.<br />
<br />
-Necesito que me hagas un favor.<br />
<br />
-Dígame su problema y veré qué puedo hacer.<br />
<br />
-¿Tiene Arakosia ya el implante?<br />
<br />
-Me temo que los informes médicos relativos al personal son privados, señor.<br />
<br />
-Entiendo que es un no -se aventuró a decir-. Si oficialmente fuera una esclava, no tendrías problema en comunicarlo -hizo una pequeña pausa.<br />
<br />
-No tengo ningún problema en comunicarlo, más allá de la incomodidad que a veces supone para un cliente encontrarse a nuestro servicio a un... antiguo conocido -hizo un gesto de incomodidad-. Pero no se confunda. Es nuestra.<br />
<br />
-Necesito que postpongas la inserción. Sólo hasta esta noche, después de que negocie con Vima.<br />
<br />
-Mi deber es implantarla cuanto antes, si los informes médicos son favorables. Aunque la naturaleza de mi trabajo incluye cierta... flexibilidad a la hora de estimar parámetros intangibles, como la naturaleza favorable de un informe técnico -pareció concentrarse durante un instante-. Sin embargo, la Señora del Dolor parece haberse tomado un interés personal en este caso, y no creo que viera una... dilación intencionada por mi parte con buenos ojos. Representaría para mí un riesgo considerable.<br />
<br />
-Cuánto quieres -preguntó Ide con apenas entonación interrogativa.<br />
<br />
-No quiero dinero. Quiero irme de Nar Shaddaa.<br />
<br />
-Cuánto vales -repuso, como si la primera pregunta no hubiera existido.<br />
<br />
-Soy un agente libre, pero me retienen... compromisos ineludibles. Necesito que me saque de aquí alguien a quien no le importe la ira de Vima.<br />
<br />
-Uhm -Ide se quedó dubitativo. Algo pareció endurecerse en Fenel Fodel-. A mí no me importa, mientras consiga lo que he venido a buscar -el ciborg se relajó nuevamente, y esbozó la más mínima de las sonrisas. Asintió. <br />
<br />
-Será sólo una hora. Voy a ver a Vima en la cena, y tras la cena todo estará resuelto. De una manera u otra -sentenció.<br />
<br />
-Ten cuidado -dijo mientras asentía sobriamente.<br />
<br />
==Dinero y datos==<br />
<br />
Cuando se despidieron, Ide se dirigió a Kenter.<br />
<br />
-Kenter, ¿podrías comprobarme cuánto dinero queda en este cristal? -dijo Ide, mientras introducía el cristal en la ranura disponible.<br />
<br />
-¡Por supuesto, señor! -dijo con una cordialidad que a Ide comenzaba a cansarle- En este momento cuenta con 22714 gubor y 170 fleber.<br />
<br />
-Ahá. ¿Y sabes cómo anda el cambio medio de Gubor-Sgin?<br />
<br />
-El cambio medio oscila, señor, pero más o menos seis sgin hacen un gubor. Por supuesto, la tasa de cambio es tremendamente variable, y ya que muchos de los cambios de moneda se hacen electrónicamente, las tasas de cambio con varios decimales no son extrañas.<br />
<br />
"''Parece entonces que Sira hizo efectivamente un buen trato con la nave''", pensó Ide cuando hizo cuentas mentalmente. El carguero había costado unos 1.600 gubor. La realidad es que Ide no tenía muy claro cuánto significaba esa cantidad, pero lo que sí le pareció era que le quedaba una proporción bastante buena de dinero.<br />
<br />
De repente se acordó de Sira. Cogió su comunicador y escribió un mensaje. "Vete a la Flor Esquiva. Allí encontrarás a Delia. Dile que eres la que se salvó, y espérame allí. Lo que necesites comer y beber lo pagaré yo." <br />
<br />
Entretanto esperaba que llegara la hora de la cena decidió bajar a ver, en persona, qué era eso del Hak'un'Shap. Se quedó parado un segundo, y con decisión, salió por la puerta.<br />
<br />
No dio ni dos pasos cuando se dio cuenta de que no sabía dónde ir. Suspiró.<br />
<br />
-Kenter -dijo, con pesadumbre. Kenter tenía lo mismo de útil que de irritante.<br />
<br />
-¿Sí, señor?<br />
<br />
-¿Podrías decirme por favor dime dónde se celebra el Hak'un'Shapp?<br />
<br />
-Se celebra en los niveles 1 a 50, señor. Se pueden seguir los encuentros desde cualquier consola del hotel, y también se puede apostar desde cualquier lugar.<br />
<br />
-Gracias, pero prefiero verlo. Además, así veo si conozco a alguno de los participantes.<br />
<br />
-Nadie lo ve con sus propios ojos, señor, excepto los participantes. Los niveles 1 a 50 están llenos de cámaras para retransmitirlo todo con la mayor fidelidad. En cuanto a la identidad de los participantes... no veo en qué es diferente verlo en vivo de ver una holografía con detalle 1:1. ¿Desea rastrear a algún participante en concreto?<br />
<br />
-Pues la verdad es que conozco a Morg. No me importaría verlo.<br />
<br />
-¿Desea saber qué tal le va, señor? ¿O prefiere el holograma que se hizo al inscribirse?<br />
<br />
-Muéstrame ambos.<br />
<br />
-Por supuesto -dijo Kenter.<br />
<br />
De inmediato se activó un holoproyector en la pared opuesta a la cama, mostrando un droide bastante alto y ancho, de unos dos metros y medio. Permaneció unos segundos así, y luego sus extremidades se desplegaron, para llegar a medir tres mertos y medio. Transmitía una sensación de ser grandote e inofensivo que (como bien sabía Ide) no se correspondía con la realidad.<br />
<br />
La imagen se desvaneció, para dar paso a una representación seudobidimensional, que mostraba a Morg en una habitación. Un rótulo bajo la escena decía: "¡Momentos estelares de Morg!"<br />
<br />
La cámara giró para mostrar a un alienígena peludo y grandote, con brazaletes de esclavo, que llevaba una especie de vara, de punta energética. El alienígena fintó un par de veces, antes de que Morg consiguiera coger la vara con su articulación extendida. La retrajo con un movimiento brusco, y el alienígena chocó contra el droide. Se golpeó y cayó al suelo. Morg lo pisó sin mucho énfasis en la cabeza, que se deshizo.<br />
<br />
Corte de escena. Morg está en una posición de pelea, con un brazo extendido, y un humanoide envuelto en lo que parecen ser vendajes carga contra él, aparentemente desarmado. De repente, el homanoide extrae un sable de luz e intenta cortarle una extremidad a Morg. Éste retrae la extremidad y salta hacia atrás, mientras se extienden varios apéndices de su cuerpo metálico. Uno de los apéndices estalla, llenándolo todo de humo. La imagen cambia a termográfico. El humanoide gira sobre sí mismo para defenderse de algo, vuelve a girar. Un brazo de droide, muy frio, lo apresa de los dos brazos y se los arranca. Luego coge su cabeza y la aprieta de forma rápida y desapasionada, haciendo que estalle.<br />
<br />
Ide hizo memoria, para intentar recordar si había oído de algún Jedi que fuera a Nar'Shadda últimamente y que hubiera muerto. No le sonaba. Aunque, claro, hacía menos de un mes que había regresado al Templo.<br />
<br />
-¿Quién era el del sable, Kenter? -preguntó Ide.<br />
<br />
-Exen Nithan. Proviniente de Korriban. Profesión reconocida: asesino. Cazarrecompensas. Iba muy bien en los preliminares. Hasta ese momento, claro.<br />
<br />
-¿Cómo va Morg?<br />
<br />
-Subiendo en la clasificación, señor. No tiene demasiados fans, pero tampoco tiene demasiados enemigos. Probablemente se clasifique para el Hak'un'Shapp.<br />
<br />
-Quisiera que le dejaras un mensaje de mi parte.<br />
<br />
-Puedo ponerlo en su cuenta, señor, pero no le garantizo que lo vaya a leer. La cantidad de mensajes que reciben los participantes es astronómica. Aunque, claro, dada la naturaleza robótica de Morg...<br />
<br />
-Seguro que le interesa lo que tengo que decirle. Te dicto.<br />
<br />
==Mensajes==<br />
<br />
Sobre la nariz de Kenter aparecieron unas pequeñas gafas. En sus manos apareció un pequeño datapad.<br />
<br />
-Asunto, Garin. Remitente, Kanor, de Coruscant. Mensaje -Ide se paró unos segundos, para pensarse bien el texto-. Sé por qué estás haciendo esto. Conocí a su padre. Tuvo problemas y huyó de Coruscant. Me pidió que cuidara de él. Te busqué en Horuz, pero habían saboteado tu secuencia de emergencia y acabaste aquí. -Se paró, no sabía si seguir dando detalles o dejarlo para cuando respondiera-. Este es mi buzón. Espero tu respuesta.<br />
<br />
<br />
-Ya está enviado, señor.<br />
<br />
-¿Está luchando ahora?<br />
<br />
-No, señor. Descansando. Gasta casi todos sus hak en "tiempo privado". Eso es una mala táctica, porque sus fans preferirían verlo... Ya tenemos respuesta al mensaje.<br />
<br />
<br />
Ide sonrió. Sabía que no tardaría en responder.<br />
<br />
-Léemela.<br />
<br />
-"Introduzca código de anulación". Ni remite, ni asunto...<br />
<br />
Entonces recordó que Tu'Ala le había dado las coordenadas, pero no un código de anulación. Si había cambiado el destino, con toda probabilidad había cambiado el código. Ide sacó su hololibro, para abrir el canal seguro para hablar con el Templo.<br />
<br />
<br />
Uno de los (ya familiares para Ide) ayudantes informáticos apareció en pantalla. Era 3-Tru, el especialista en seguridad.<br />
<br />
-Saludos, 3-Tru. Necesito mandar un mensaje a la expadawan Tu'Ala.<br />
<br />
-¿Mensaje, no comunicación directa? -dijo en tono profesional.<br />
<br />
-Mensaje.<br />
<br />
-Tecléelo en su interfaz.<br />
<br />
<br />
Ide escribió. "Los he encontrado. El robot tiene un código de desactivación. Espero que se te ocurriera cambiarlo y que te acuerdes. Contactar con Garin será más complicado." Pensó unos segundos, y escribió otro párrafo. "Espero que estés bien. De verdad. Iré a verte cuando pueda." Y envió el texto.<br />
<br />
La respuesta llegó cinco minutos después:<br />
<br />
"Te daré el código a cambio de una promesa solemne, por tu vida, tu honor de jedi y la Fuerza que lo sostiene todo."<br />
<br />
Respondió. "Como pudiste ver, soy un jedi de palabra. Habla."<br />
<br />
"Quiero que me prometas, por lo anterioremente dicho, que cuando vengas a verme tendremos sexo. Relaciones sexuales completas."<br />
<br />
"Pensaba que me ibas a pedir algo complicado de hacer."<br />
<br />
"Es algo muy complicado, si el otro no quiere. No puedo tomarlo ni exigirlo, sólo pedirlo."<br />
<br />
"Por mi vida, mi honor de jedi y por la Fuerza que todo lo sostiene, tienes mi palabra, y la convicción de que no supondrá esfuerzo alguno." Ide sonrió al escribir esto, pero lo envió así.<br />
<br />
"Contaré las horas. Desde ahora me declaro en abstinencia, hasta que nos veamos :D ."<br />
<br />
<br />
<br />
Ide esperó que el canal no estuviera vigilado. Aunque, dado su historial, no era de esperar que nadie en el Templo se alarmara.<br />
Kenter permanecía erguido, alerta, en espera de más órdenes. Para variar, estaba callado. Ide se quedó pensando unos segundos. No sabía si enviar el código ahora, o hacerlo después. Y, en cualquier caso, no sabía lo que pasaría cuando introdujera el código.<br />
<br />
-Kenter, ¿sabes si Morg tiene algún combate hoy?<br />
<br />
-Nadie lo sabe, señor -repuso el hombrecillo, con cara de circunstancias-. Como ya le he dicho, gasta casi todos sus hak en "tiempo de privacidad". Y dada su naturaleza robótica, tampoco gasta mucho en mantenimiento... así que el momento de su siguiente combate es entre ahora y dentro de veintiocho horas.<br />
<br />
-Bien. Necesito que le envíes otro mensaje.<br />
<br />
-Será un placer, señor.<br />
<br />
-Mismo asunto que el anterior. Escribe. "Tengo el código, pero necesito asegurarme de que Kurel estará bien. ¿Qué harás cuando se desactive la secuencia de emergencia?".<br />
<br />
Cuando vio el mensaje escrito, tuvo la vaga impresión de que la respuesta sería "Introduzca código de anulación", sin remite, ni asunto.<br />
<br />
<br />
<br />
-Ya hay respuesta, señor. La leo: "El estado de salud de Kurel está al noventa y siete por ciento, y me encuentro en disposición de afirmar que permanecerá entre el noventa y cinco y el cien por cien; al menos en las próximas seis semanas. Introduzca código de anulación."<br />
<br />
Ide no sabía si anular la secuencia de emergencia ahora. O esperar a tener resuelto lo de Arakosia. Y lo de Delia. Y lo de Lionel. Quizás podría presionar a Vima, si tuviera control sobre Morg.<br />
<br />
-Responde, Kenter. "No has respondido a mi pregunta. Qué pasará con Kurel, y contigo, cuando introduzca el código. Y en cualquier caso, no te voy a enviar el código por una red no segura. Te lo daré en persona. Supongo que habrás sido lo suficientemente listo como para rastrear desde dónde te he enviado este mensaje."<br />
<br />
-"Remitente irrastreable debido a la configuración del sistema. Respuesta a la pregunta planteada excede parámetros de seguridad. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide dictó a Kenter de nuevo. "Habitación [...], en el Palacio del Dolor. No transferiré el código por una red privada. Si no piensas venir, proporcióname un buzón de la HoloRed donde pueda mandarte el código."<br />
<br />
"No dispongo de acceso a HoloNet. No puedo abandonar el Hak'Un Shapp."<br />
<br />
<br />
<br />
Ide no se fiaba de que alguien estuviera vigilando las comunicaciones, y que, intencionadamente podría intervenir el mensaje y no permitir que llegara a Morg. Por eso, intencionadamente, envió un código erróneo.<br />
<br />
-Kenter, envía la siguiente secuencia. -Dictó el código, errando en algunos números a propósito. Si Morg respondía, sería prueba inequívoca de que le había llegado el mensaje.<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Miró la respuesta algo atónito. No tenía ningún sentido que se bloqueara el sistema tras un intento erróneo. Aunque al menos sabía que nadie estaba interviniendo el canal.<br />
<br />
-Kenter, envía otro mensaje. -Esta vez, dictó el código correctamente, y lo repasó dos veces-. Además, crea un alias oculto en el remitente. Habrá bloqueado la anterior dirección.<br />
<br />
<br />
<br />
Cuando llegó el siguiente mensaje, Ide lo contempló, sin acabar de creérselo:<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la mente de Ide. ''A lo mejor no era Morg'' el que estaba enviando los mensajes de "Código incorrecto". Envió una tercera clave, ligeramente modificada respecto de la correcta que le había enviado Tu'Ala. Además escribió a la chica por el canal abierto en su Hololibro: "¿Estás segura de que esa es la clave?".<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
==Seguridad hutt==<br />
<br />
El mensaje de Tu'Ala tardó un poco más en llegar: "Claro, por supuesto, yo misma lo cambié. Es culpa de alguien pequeño y rojo. Tendrás que decírselo en persona, antes de mañana por la tarde."<br />
<br />
Respondió a Tu'Ala. "¿Alguien pequeño y rojo? ¿Mañana por la tarde? ¿Qué tiene que ver eso con el código que Morg ha rechazado?"<br />
<br />
<br />
"Sabes, no puedo ajustar mis visiones proféticas desde aquí. Por el ysalamiri, sabes. Hablo de memoria, esto es algo que vi una vez. Pero creo que no es Morg el que está rechazando el código."<br />
<br />
<br />
"''Estupendo''", pensó Ide, "''ahora además de alguien interfiriendo la comunicación tenemos una visión profética''".<br />
Abrió su Hololibro de nuevo. Escribió un pequeño programa, de apenas diez líneas de código, que generaba variaciones del código de seguridad. Lo conectó a la consola de Kenter.<br />
<br />
-Kenter, envía la salida de este programa a ''Morg''. Cada diez segundos. Una clave por mensaje.<br />
<br />
<br />
"''Si quieres tener la clave, vas a tener que encontrarla entre todas las que vas a recibir, y luego discutirlo con Morg''", pensó.<br />
<br />
Desde Kenter manó una especie de murmullo, al comenzar a mandar variaciones del código. Al mismo tiempo, con una voz muy suave le dijo a Ide: "Esta es una tarea infinita, señor..."<br />
<br />
<br />
-No te preocupes, no durará mucho -dijo Ide con una media sonrisa-. Envía unos cuantos mensajes más, luego aumentaremos la frecuencia. Cuando haya enviado unas cuatro mil claves, será suficiente.<br />
<br />
-Sí, señor -dijo Kenter, con voz cansada.<br />
<br />
-Si enrutas mi Hololibro al sistema de mensajería, yo mismo puedo configurar los envíos, y no tendrás que dedicar procesador a esta tarea.<br />
<br />
-No... autorizado... no se preocupe por mí, señor.<br />
<br />
Ide comenzó a escribir en su hololibro, modificando el programa.<br />
<br />
<br />
Kenter se sentó, y tenía la expresión perdida. Cuando volvió a hablar, su voz era casi inaudible:<br />
<br />
<br />
-Cuatro... mil... claves... será... suficiente...<br />
<br />
Ide cambió el límite, y la cara de Kenter se congeló en un rictus de horror. Modificó el programa para que siguiera generando claves, cada vez con más frecuencia. Si conseguía saturar el buffer de Kenter... quizá...<br />
<br />
<br />
Diez segundos más tarde, la imagen de Kenter se inmovilizó. Seguía sentado, con la mirada perdida; e Ide se dio cuenta de que estaba perfectamente inmóvil. Probablemente al saturarse el buffer había sobreescrito algún otro sector de memoria, conjeturó Ide. En cualquier caso, estaba claramente fuera de combate. Intentó entonces acceder directamente a la red privada de comunicaciones, y descubrió que la IA era responsable de la seguridad de red de la habitación, que había caído.<br />
<br />
<br />
Ide accedió sin ningún problema. Por otra parte, debía haber centenares, o miles, de IAs similares a Kenter, cada una controlando una zona específica. Probó a marcar un mensaje dirigido a Morg, con otra clave falsa, para intentar seguir la traza. Comprobó que había una dirección por la que pasaban todos los mensajes que salían de la habitación. El mensaje dirigido a Morg no volvió a salir de esa dirección. En cambio, mandó un mensaje a Ide. Ni se molestó en abrirlo. Ya sabía lo que decía.<br />
<br />
<br />
Probó a enviar un mensaje de ánimo a Morg, suplantando la dirección de otra de las habitaciones del hotel. Algo así como "Apostaré por ti, lo estás haciendo fenomenal, ¡eres extraordinario!". Lo siguió por su ruta en la red, y observó que realizaba el mismo recorrido. Salvo que el mensaje de vuelta era "Gracias, apreciado admirador. La próxima vez que le arranque los miembros a alguien, lo haré en tu honor.".<br />
<br />
<br />
"''Así que ninguno de mis mensajes ha llegado a Morg...''". Repasó la correspondencia. Pero su interlocutor sabía de Kurel, no podía ser... salvo que el interlocutor intermedio funcionara como una especie de censor... que abriera todos los mensajes y sólo dejara pasar los que viera más convenientes. Por la velocidad con la que respondía, Ide intuyó que se trataba de un filtro electrónico. Que era, probablemente, el que había repetido el mensaje de Morg en la segunda clave. Y en la tercera. Y en la cuatro mil. Si quería saltarse el filtro... tendría que enviar un mensaje que no estuviera en las reglas de bloqueo. Mencionar a Kurel había<br />
funcionado. Y a Horuz. Así que redactó un mensaje con un remitente distinto, se consignó a la Fuerza, y cruzó los dedos para que el filtro no lo retuviera.<br />
<br />
<br />
Remitente: "Ide". Asunto: "Kurel". Mensaje: "El hijo de Zhur Garin, que fue traido aquí desde Horuz, debe ser trasladado al Templo Jedi de Coruscant, por deseo expreso de él mismo." El mensaje no llegó más allá del interlocutor intermedio. El mensaje de vuelta decía: "No tengo problema con eso. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
<br />
Ide se quedó mirando su Hololibro. Tuvo otra obvia revelación. Las reglas no se limitarían a aprender los mensajes que Morg hubiera rechazado. Además, jamás dejarían pasar un mensaje que contuviera un código de desbloqueo de un droide.<br />
<br />
Aún quedaba el problema de los pocos miles de claves que había enviado. Si un observador humano decidía probarlas, probablemente podrían obtener el control de Morg en pocas horas. Siempre que el supervisor, el cual Ide estaba seguro que existía, no decidiera que era un ataque aleatorio para obtener el control de Morg...<br />
<br />
<br />
Aprovechando la brecha abierta, Ide instaló su programa en el terminal donde antes se había estado ejecutando Kenter. Lo ejecutó para que siguiera enviando claves. Observó, desde la monitorización que hacía desde su Hololibro, cómo el filtro las respondía automáticamente. Creó un pequeño filtro, que descartaba las respuestas estándar, y que avisaba y detenía el envío en caso de obtener una respuesta distinta.<br />
<br />
Cuando terminó era casi la hora de la cena. Desconectó su Hololibro y dejó su sistema funcionando.<br />
<br />
Obviamente, Kenter no sería capaz de avisarlo, así que cogió sus cosas y se dirigió a la Flor Esquiva.<br />
<br />
<br />
<<Continúa en [[Humo y Vapor III]]>></div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIHumo y Vapor II2013-06-26T19:03:15Z<p>El Universo: /* Mensajes */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26 aGR; 18:30'''<br />
<br />
Volvieron a la atmósfera tan rápido como la twi'lek podía pilotar. Aunque inmerso en sus pensamientos y las sensaciones que iban y venían sobre su padawan, se paró a examinarla unos segundos. Había explotado, cuando el mercenario la tenía sujeta con el cuchillo. Que Ide supiera, sólo había una forma de estallar de esa manera, y ya la había visto antes en un usuario de la Fuerza.<br />
<br />
Ella misma seguía asustada por lo que acababa de experimentar, y parecía muy confusa. Y seguía pilotando, volcándose en la conducción como única manera de mantener la cordura. Pero Ide la veía con otros ojos.<br />
<br />
Ella estaba pilotando ''mediante la Fuerza''. Y también estaba inmersa en un shock emocional.<br />
<br />
Pero ya se encargaría de esto más tarde. Ahora tenía que ver a su padawan.<br />
<br />
==Llegada==<br />
<br />
El tiempo base para llegar era de cuarenta minutos, pero ella consiguió reducirlo a treinta mediante algunas maniobras de dudoso buen gusto, que no produjeron víctimas de puro milagro.<br />
<br />
Poco antes de llegar, Ide vio la columna de humo que surgía del techo hundido de la mansión Wolkan. Fue entonces cuando se empezó a preocupar de verdad.<br />
<br />
Aterrizaron en el mismo hangar donde Ide había aparcado al llegar allí por primera vez, y que era de las pocas partes que conservaba la estructura más o menos intacta. Nadie salió a recibirlos.<br />
<br />
Ide caminó fuera de la nave, con premura pero sin perder la precaución, con el sable de luz en la mano, aunque apagado. Agudizó el oído, no se escuchaban sonidos de combate. Con la Fuerza no podía percibir a Arakosia, pero ella siempre había sido, por naturaleza, difícil de percibir.<br />
<br />
MN-44, con un brazo menos y varias marcas de blaster sobre su torso, se acercó cojeando a Ide.<br />
<br />
-Cielos, ''Emeene''... ¿qué ha pasado aquí?<br />
<br />
-¿Señor Kanor? No puedo verlo bien, mis fotoreceptores están dañados... hemos sido atacados, señor.<br />
<br />
-¿Dónde está Keel? ¿Y Arakosia?<br />
<br />
-El amo Wolkan se ha encerrado en su búnker, y no tiene intención de salir hasta que piense que el entorno es seguro. La chica que lo acompañaba a usted desapareció en el fragor del combate.<br />
<br />
De repente, Ide se acordó de algo más. Cogió su intercomunicador y se lo llevó a la boca.<br />
<br />
-¿Lionel? Lionel, aquí Ide, contesta.<br />
<br />
Un chorro de estática fue la única respuesta. Ide no acababa de tener claro si había percibido la voz de Lionel en medio de la estática, o si había sido su mente, intentando convencerle de que así había sido.<br />
<br />
==Control de daños==<br />
<br />
Marcó en el comunicador el número de Keel. Una voz airada contestó.<br />
<br />
-¡Ahora qué!<br />
<br />
-¿Ahora qué? ¿Qué está pasando aquí? Me han intentado matar mientras estaba en el gremio de cazarrecompensas... ¿qué significa todo esto?<br />
<br />
-¡Que qué significa qué! ¡Han intentado matarme! ¡En mi propia casa!<br />
<br />
-¿Sabes quién es el responsable?<br />
<br />
-¡Mercenarios, creo! ¡No lo sé! ¡Cuando el que sea quiera reclamar el ''k'shii'', lo sabremos! ¡Mierda! ¡He perdido más de cincuenta esclavos! Por cierto, siento haberte dejado sin piloto.<br />
<br />
A Ide le dio un vuelco el corazón.<br />
<br />
-¿Perdona?<br />
<br />
-La twi'lek. Lo siento, he activado el código de su implante hace un rato. Ha sido al activar la marea de carne... pero veo que has llegado bien, así que no ha sido un gran contratiempo.<br />
<br />
La chica, de pie al lado de Ide, se puso pálida. Con la mirada aturdida, se sentó en el suelo.<br />
<br />
-Eh, bueno, ahora tenemos otros asuntos que tratar. Yo, por ejemplo, tengo que encontrar a mi aprendiz. Llámame si necesitas algo, pero por lo que veo sabes cuidarte solo. -Miró a MN-44-. Deberías hacer algo con MN, parece algo dañado.<br />
<br />
-Anda la leche, ¿sigue vivo? Estee... ya lo mandaré reparar cuando salga y tal...<br />
<br />
-Descuida. Te veo luego.<br />
<br />
Cogió a la twi'lek del brazo y se dirigió a la nave. Cuando llegó a la nave, ella se dejó caer sobre sus rodillas y comenzó a sollozar.<br />
<br />
-Disculpa la pregunta, pero... al activar Keel tu implante, ¿no debías haber muerto?<br />
<br />
Ella negó con la cabeza, sin dejar de llorar.<br />
<br />
-Pero Keel piensa que has muerto -ella asintió-. Entonces, si Keel piensa que has muerto, es porque debías haber muerto, pero que algo falló en ese instante. A no ser que algo se me escape -ella asintió-. También, en lugar de asentir sin decir nada, podrías decirme qué pasa. O podemos jugar al juego del jedi que busca la verdad sin que la twi'lek hable.<br />
<br />
==Respuestas==<br />
<br />
Ella se giró a medias, sin atreverse a mirar a Ide a los ojos. Con un hilo de voz contestó:<br />
<br />
-¿Je...di?<br />
<br />
Ide tuvo un momento de duda, pero luego creyó entender.<br />
<br />
-¿Sabes quién soy? -ella negó con la cabeza. Ide sonrió -. ¿Sabes quién es Keel? -ella asintió, con un escalofrío-. Pues te voy a dar una buena noticia: creo que eres una twi'lek libre, sobre todo porque tu amo piensa que has muerto, y tu implante ha fallado cuando él intentó activarlo.<br />
<br />
Ella se calmó un poco. Habló con la voz deformada por haber llorado, pero más calmada.<br />
<br />
-El implante no falló por eso -dijo en voz baja-. Falló porque Keel no era mi propietario.<br />
<br />
-Ahora sí que no entiendo nada. Él piensa que tú has muerto...<br />
<br />
-Porque él dio la orden de activar mi implante. Pero como él no era mi propietario, no se activó.<br />
<br />
-¿Y a quién perteneces?<br />
<br />
-A ti, amo -miró a otro lado, como si no soportara mirarlo a los ojos- Mi código está en tu cristal de pago.<br />
<br />
-Entiendo. Osea, que te compré cuando gestionaste el alquiler del carguero, por eso me salió tan caro...<br />
<br />
Ella lo miró extrañada.<br />
<br />
-No, el precio de la nave es correcto. Y es de segunda mano. Mi... coste es un porcentaje pequeño de lo que se gastó en aquella nave.<br />
<br />
-¿Segunda mano? ¿Lo he comprado? ¿Te compré a ti y a la nave? - Ide estaba sinceramente sorprendido.<br />
<br />
-Y a muy buen precio, si me permite decírselo, amo.<br />
<br />
Guardó silencio durante unos segundos.<br />
<br />
-Entonces supongo que ya me puedes decir tu nombre.<br />
<br />
-Un esclavo no tiene nombre, amo. Puede llamarme como guste...<br />
<br />
-Ya, lo que pasa es que tú no eres mi esclava. Te voy a liberar en cuanto sepa cómo quitarte esa cosa de la activación.<br />
<br />
-Es que yo no quiero ser liberada -miró a Ide, que la observaba con el desconcierto pintado en el rostro- ¿Libre? ¿Con este cuerpo? ¿En Nar Shaddaa? Ni hablar. Como propiedad, tengo mis derechos.<br />
<br />
-Oh, bueno, yo pensaba más bien que te vinieras a Coruscant.<br />
<br />
Los ojos de ella se agrandaron con sorpresa, pero no se atrevía a creer.<br />
<br />
==Los detalles después==<br />
<br />
-Bueno -siguió Ide-, los detalles podemos discutirlos después. Ahora necesitaría que me ayudaras a encontrar a mi aprendiz, y de paso a terminar la misión que tengo que hacer aquí.<br />
<br />
-Mientras tanto, y según la legislación de Nar Shaddaa, soy de tu propiedad -sonrió-. No puede ser peor que Keel Wolkan -escupió el nombre con desprecio.<br />
<br />
-Estoy seguro de que no -dijo, devolviéndole la sonrisa-.<br />
<br />
-Y, ahora, ¿cómo puedo serte de utilidad, amo?<br />
<br />
-Para empezar podrías dejar de llamarme amo.<br />
<br />
-¿Señor, quizá? ¿El nombre de pila? A algunos amos les gusta...<br />
<br />
-Ide está bien.<br />
<br />
-Ide -repitió ella en voz baja-. Es bonito. Necesitarás un apelativo para denominarme, Ide. Y ahora que soy de tu propiedad, contestaré a todas tus preguntas. ¿Quieres saber cómo me llamaba? ¿Quieres saber qué me gusta en la cama?<br />
<br />
Ide movió los ojos hacia arriba. Le encantaría charlar y animar a la chica, pero ahora tenía algo que hacer.<br />
<br />
-Vamos, me puedes contar todo eso mientras rescatamos a mi ayudante -sonrió, y subió la rampa de acceso.<br />
<br />
-Claro, si no he desconectado la energía de la nave -se encogió de hombros- por si había problemas. Pero, ¿hacia dónde vamos?<br />
<br />
-Hacia el sitio del que nunca debí alejarme. Al Palacio del Dolor.<br />
<br />
Ide vio como un escalofrío recorría la espalda de la twi'lek, pero ésta no dijo nada. Caminó hasta el puesto del piloto, y partieron dejando una estela de humo y vapor.<br />
<br />
==Un trayecto corto==<br />
<br />
La chica parecía haber pensado, inicialmente, que iban al Palacio del Dolor a alojarse. Por eso le contó brevemente lo que había venido a hacer a Nar Shadda, y los problemas que habían surgido con su piloto durante la investigación en el Palacio del Dolor. Le contó además, la sospecha que tenía de que tanto el ataque en el Gremio como la destrucción de la casa de Keel fueran obra de Vima Da'Motta.<br />
<br />
Ella asintió respetuosamente, intercalando comentarios apropiados a la historia de Ide, pero sin hacer ninguna pregunta. Cuando Ide guardó silencio, la escuchó susurrar "marea de carne".<br />
<br />
-Todavía no sé tu nombre -intervino Ide -. El que tenías antes de ser esclava.<br />
-Sira Levora -dijo ella con un tono extraño- Bueno, en realidad es Siral'evora, pero en básico se dice así.<br />
El joven no dijo nada, pero sonrió.<br />
<br />
==De nuevo en el Palacio del Dolor==<br />
<br />
La masa piramidal que era el Palacio del Dolor volvió a aparecer en la distancia. Por alguna razón, bajo el sol parcialmente eclipsado que empezaba a ponerse, bajo el cielo rojizo, a Ide le pareció aún más amenazador que la primera vez que lo vio.<br />
Una protrusión del edificio, cerca de la cima, se extendió para recibirles. Este, comprendió Ide, es un hangar de lujo.<br />
<br />
Bajaron de la nave, y un hombre enfundado en un traje formal los recibió con un ademán moderado y una sonrisa comedida.<br />
<br />
-¿Ide Kanor? -dijo educadamente.<br />
<br />
-En efecto. Cuánto honor, no sabía que tendría recepción oficial -dijo Ide, con un tono algo ambivalente entre lo formal y el sarcasmo.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Es usted un cliente importante. ¿Desea que lo conduzca a sus aposentos? El trayecto puede resultar complicado...<br />
<br />
-Entiendo.<br />
<br />
-La señora DaMot'ta lamenta no poder recibirlo en persona, pero estará encantada de cenar con usted esta noche en la Joya Gloriosa. Puede, mientras tanto, retirarse a sus aposentos, o disfrutar de nuestra muy variada oferta en ocio y restauración. Los pozos de carne, en concreto, son exquisitos.<br />
<br />
-Gracias, creo que esperaré en mi habitación. Por cierto, ¿cómo es que me esperaban? -preguntó, despreocupadamente.<br />
<br />
-Todos nuestros clientes tienen incluído un punto de desembarco con el precio de la habitación, señor. Y yo mismo tengo la labor de recibirle a usted y de proporcionarle cualquier información o servicio que pueda necesitar -sonrió enigmáticamente.<br />
<br />
Ide le devolvió la sonrisa. Aunque no tenia claro a qué venía tanto protocolo, se hacía una ligera idea. En cualquier caso, prefirió no preguntar más.<br />
<br />
El hombre, con un lenguaje corporal a medio camino entre el mayordomo y el ayuda de cámara, hizo un ademán que indicaba "sígame, por favor", y se dispuso a guiarlo hacia su habitación.<br />
<br />
El trayecto fue sorprendentemente corto y visualmente agradable. Ide reconoció los símbolos en la puerta de la habitación, aunque (reflexionó) no estaba del todo seguro de poderlos trazar si quisiera.<br />
<br />
==Indagaciones e invitaciones==<br />
<br />
En el interior, Ide se encontró de nuevo con la considerable extensión de espacio que era la habitación doble, decorada con notable buen gusto, con los hologramas de las paredes mostrando una tarde agradable en Alderaan. El selector holográfico se activó al entrar Ide por la puerta, mostrando de nuevo a la misma mascota humanoide que le había dado la bienvenida en la ocasión anterior.<br />
<br />
-¡Hola de nuevo, señor! -saludó con voz animada- ¡Me alegro mucho de volver a verle!<br />
<br />
-Hola, Kenter.<br />
<br />
-¿Hay algo que pueda hacer que su estancia resulte más agradable?<br />
<br />
-Pues me gustaría que comprobaras si la chica que me acompañaba ayer ha vuelto al hotel.<br />
<br />
-Veré lo que puedo hacer, señor -se volvió, mientras parecía concentrarse unos instantes-. Ahora se encuentra inscrita entre el personal de la Señora del Dolor. Pendiente de terminar cuidados médicos. Pendiente de evaluación física. Pendiente de asignación de destino -dijo en tono monocorde- ¿Desea alguna otra cosa, señor?<br />
<br />
-El... ¿personal, has dicho? Me gustaría verla, si fuese posible -dijo Ide, intentando mantener el tono educado.<br />
<br />
-Por supuesto, señor -dijo Kenter, servicialmente. Su imagen se difuminó, y se convirtió en la de una habitación espaciosa, llena de máquinas, donde tres droides médicos trabajaban afanosamente en Arakosia, que parecía ser la única paciente. Ella permanecía inconsciente, en el interior de una especie de cámara bañada con luz o líquido (la imagen era poco clara) de color dorado.<br />
<br />
-¿Y cuándo dices que ingresó aquí? -siguió Ide.<br />
<br />
-Me temo que esa información no la conozco, señor -reflexionó un instante- Supongo que hace poco, porque la evaluación física, asignada como tarea pendiente, es una de las primeras cosas que se realizan cuando alguien entra a formar parte de nuestra pequeña familia -sonrió.<br />
<br />
-Bueno, entonces me gustaría hablar con alguien responsable del nuevo personal. No entiendo por qué mi acompañante ha ingresado como miembro del hotel.<br />
<br />
-¿Holopresencia, señor? ¿O desea una entrevista en persona?<br />
<br />
-En persona, por favor -Ide estaba haciendo un esfuerzo por mantener la compostura-. Es un tema delicado, no entiendo qué está pasando aquí.<br />
<br />
-Comprendo -asintió el holograma animado-. Me temo que eso tardará un poco más. Nuestro hogar es un lugar grande...<br />
<br />
-Supongo que podrá ser antes de la cena.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Serán entre veinte y veinticinco minutos.<br />
<br />
-Estupendo. Esperaré aquí.<br />
<br />
Kenter no se desvaneció.<br />
<br />
-Parece contrariado, señor. ¿Hay algo que pueda hacer por usted? ¿Licor, especia, mujeres?<br />
<br />
-No, gracias, Kenter -interrumpió Ide-. Esperaré aquí hasta que pueda entrevistarme con el responsable del ingreso de Arakosia.<br />
<br />
-Como desee, señor. Permaneceré atento, por si necesita algo -se desvaneció.<br />
<br />
Ide se dirigió a la cama, y sin musitar una palabra más, adoptó postura de meditación. Necesitaba atar cabos, aunque todo apuntaba, cada vez más claramente, a que detrás de esta jugada estaba la misma Vima Da'Motta.<br />
<br />
==Espera, meditación==<br />
<br />
Ide cerró los ojos, y dejó su mente tan en calma como le fue capaz. Intuía que probablemente un jedi más experimentado lo lograría con mayor facilidad, pero al final consiguió aquietarse lo suficiente. O eso creía.<br />
<br />
Dejó vagar su percepción hacia el pasado, guiándola con suave firmeza al momento en el que creyó percibir la presencia de Arakosia, cuando estaba en aquel hangar...<br />
<br />
{{flashback| ...se vio a sí mismo, de pie junto a la nave que en aquel momento pensaba alquilada, el alienígena recién desintegrado, algunas de sus moléculas aún en el aire, y la sensación de vibrato que le llegaba desde la distancia. Ahora lo identificaba. Era la impronta de Arakosia en la Fuerza. Aun inconsciente, se había sentido en peligro. Y lo que había estado a punto de percibir no era sino el vínculo maestro-aprendiz, que él conocía tan bien... desde el lado del aprendiz.''}} Seguramente la próxima vez que lo percibiera sería capaz de identificarlo con mayor precisión.<br />
<br />
...con la facilidad de la práctica, fluyó hacia adelante para ir al punto en el que el mercenario había tomado a Sira como rehén. <br />
<br />
''Ella estaba llorando y temblando, y de repente...''<br />
<br />
Ide estudió sus recuerdos centésima a centésima.<br />
{{flashback |<br />
''...ella había cerrado los ojos con fuerza, y se había estremecido de puro pánico. Y la Fuerza había respondido. La explosión había brotado de ella. Y la expresión de su cara... no se lo esperaba, ni lo comprendía.'' Y seguía aterrorizada. Pero era una usuaria de la Fuerza, sin ningún género de dudas. O, mejor dicho, tenía el ''potencial'' para serlo.}}<br />
<br />
Justo cuando Ide iba a dirigir sus pensamientos a su aprendiz, aún en la sala de reconocimiento, llamaron a la puerta. Abrió los ojos.<br />
<br />
-Adelante -dijo, sin moverse, aún en pose de meditación.<br />
<br />
==Recursos Humanos==<br />
<br />
El que entró en la habitación había sido un hombre en otros tiempos. Ahora parecía más máquina. Tanto su ojo derecho como gran parte de su cráneo y su brazo izquierdo eran robóticos. La expresión de su cara era de hastío, pero sus modales eran impecables. Hizo un ademán pidiendo permiso antes de entrar en la habitación, y una vez dentro no se sentó hasta que Ide se lo hubo indicado. Aun así, inclinó levemente la cabeza antes de sentarse.<br />
<br />
-Cuénteme -dijo, sin más.<br />
<br />
-Entenderá -siguió Ide, con la misma claridad con la que él había empezado- que me encuentre algo extrañado por lo que ha sucedido. Mi acompañante ha sido ingresada en su hotel como miembro del equipo - enfatizó la última palabra-, según me ha podido informar el asistente holográfico.<br />
<br />
-Me temo que no comprendo de quién está hablando. ¿Podría ser un poco más específico, por favor?<br />
<br />
-Arakosia. La joven humana que tienen actualmente en observación médica.<br />
<br />
-Ah, sí. La hemos adquirido esta misma tarde a muy buen precio, a unos tratantes de esclavos de plena confianza -sus ojos se quedaron fijos un momento, como si mirara a algo muy lejano- Así es como ha entrado a formar parte de nuestro personal -su mirada recuperó parte de la viveza perdida- ¿Desea algo más?<br />
<br />
-Bueno, a ser posible, saber quién les ha vendido a mi aprendiz, la misma que era una humana libre esta misma tarde antes de que la secuestraran de donde estaba alojada.<br />
<br />
-Shawman&K'Rtahn, tratantes. Le puedo dar su dirección o su código de comunicador, si lo desea.<br />
<br />
Ide tomó aire.<br />
<br />
-Aunque claro, supongo que bajo las leyes de Nar Shadda, este individuo tendrá plena potestad sobre lo que haya ''adquirido'' al destruir y arrasar la casa Keel Wolkan, que es donde estaba Arakosia recuperándose. Y que, ahora que la ha vendido, no tiene potestad sobre ella. Y que cortarle la cabeza no anularía la transacción. ¿Me equivoco mucho? -Ide estaba considerablemente molesto por esta, por decirlo de alguna forma, ''inconveniencia''.<br />
<br />
-Su análisis de la situación es correcto, señor -su mirada se volvió reflexiva-. Aunque usted recuperaría parte del k shii perdido. Si lo desea, podemos venderle una esclava similar, de perfil guardaespaldas-concubina, un poco más joven...<br />
<br />
-No, no es sustituible. Necesito recuperar a Arakosia.<br />
<br />
-Si desea recuperar a esa chica en concreto, me temo que el asunto excede a mis competencias. Yo sólo manejo al personal existente, no tengo ningún papel en la entrada o salida de personal.<br />
<br />
-¿Tengo que hablar entonces con su superior?<br />
<br />
-Supongo que eso tendría que discutirlo con la señora Vima DaMot'Ta. Suele ser complicado, ya que no concede citas, pero... supongo es que es usted afortunado, ya que tiene una cita concertada con ella esta noche.<br />
<br />
-Me imaginaba que tendría que hablar directamente con ella. Le agradezco su ayuda.<br />
<br />
-¿Desea algún servicio que le ayude a hacer pasar el tiempo con mayor velocidad mientras espera?<br />
<br />
-No, gracias. Tengo un par de asuntos que resolver antes de la cena.<br />
<br />
-Entonces me retiro a mis quehaceres -dijo el cyborg, mientras se levantaba.<br />
<br />
-Muchas gracias por su atención.<br />
<br />
==Comunicándose con Keel==<br />
<br />
Ide se despidió del tipo, y sin dilación marcó el número de comunicador de Keel Wolkan. Tardó en contestar, y cuando lo hizo no había imagen, sólo una voz que parecía llena de dolor. O de droga.<br />
<br />
-Nnhh...-dijo la voz-que-parecía-de-Keel<br />
<br />
-Shawman&K'Rtahn. ¿Te suena ese nombre? -dijo Ide, obviando el estado de Wolkan.<br />
<br />
-¿Mmm? ¿Kanor?<br />
<br />
-Sí. Shawman&K'Rtahn. Han vendido a mi aprendiz a Vima Da'Motta. No sé si estás lo suficientemente lúcido como para atar cabos.<br />
<br />
-Una pareja de tratantes. Mi competencia más directa -suspiró-. ¿Qué quieres saber?<br />
<br />
-Cómo que qué quiero saber. Lo que te quiero decir es que deben haber sido ellos los que atacaron tu casa, si se han apoderado de mi aprendiz para venderla.<br />
<br />
-Ya... -dijo, con poca decisión- Debería haberlo supuesto -parecía dubitativo- Em... pues gracias por el dato, tio.<br />
<br />
-Lo que me gustaría saber es por qué sabían que yo estaba en Nar Shadda, y por qué me seguían. Me atacaron al mismo tiempo ocho mercenarios. ¿Tienes algo que contar, Keel?<br />
<br />
-Yo... no te comprendo... Tras la exhibición que hicísteis, supongo que bastante gente con el potencial de atacarme sabría de vuestra existencia...<br />
<br />
Ide se quedó bloqueado un momento.<br />
<br />
-Mierda -soltó.<br />
<br />
-Yo estoy intentando olvidar todo este asunto a base de especia rosa... -suspiró de nuevo- la especia rosa es buena...<br />
<br />
-Supongo que no arreglará nada que descabece a estos dos tíos. Al menos, no me devolverá a Arakosia.<br />
<br />
-Bueno, si vas y le dices a todo el mundo que lo haces de mi parte, te daré dos mil gubor. Piénsalo.<br />
<br />
-Tanto kshii por dos mil gubor... sabes negociar, Wolkan.<br />
<br />
-Bueno, me pareció una oferta justa...<br />
<br />
-Me lo pensaré, pero no me interesa el dinero. Me interesa mi aprendiz. ¿Cómo de poderosos son estos tipos?<br />
<br />
-Eh... pues más o menos como yo...<br />
<br />
-Gracias por la información. Te dejo, tengo que hacer un par de cosas antes de cenar. Cuidate, Wolkan.<br />
<br />
Miró las paredes de su habitación. Se maldijo por haber dejado sola a su aprendiz. Pero maldecirse no iba a arreglar nada, así que se fue a la Flor Esquiva. Ya que no podía hacer nada hasta hablar con Vima Da'Motta, al menos recogería toda la información que pudiera.<br />
<br />
==Regreso a la Flor Esquiva==<br />
<br />
Al parecer, en el Palacio del Dolor era tremendamente fácil llegar al lugar donde uno quisiera ir, o así se lo pareció a Ide.<br />
Llegó a la Flor Esquiva, que parecía estar bastante más animada que la otra vez. Aunque claro, la otra vez había sido por la mañana temprano. Seguía oliendo vagamente a especias, y seguía siendo rica en sofás, pero la música que tocaba Oloruu era más vivaz, y había prácticamente una persona (o pareja, o pequeño grupo) en cada sofá. También flotaba en el ambiente una cierta sensación plácida, no exenta de un extraño regusto amargo.<br />
<br />
Delia hizo un gesto de reconocimiento desde la barra. Comenzó a llenar un vaso con vino de Alderaan y esperó a que Ide y Sira se acercaran a hablar con ella.<br />
<br />
-Parece que no me voy a librar de hablar con tu jefa -dijo él, mientras tomaba asiento. Ella hizo un gesto de simpatía indeterminada.<br />
<br />
-Hablar no compromete a nada -dijo ella. Dejó pasar un par de segundos-. ¿Has encontrado al androide ese que buscabas?<br />
<br />
-No, pero tengo alguna pista. El problema es que en el camino he perdido a mi aprendiz. La han secuestrado y vendido. Adivina quién es su nueva dueña.<br />
<br />
-¿La Señora del Dolor, quizá?<br />
<br />
-Bingo. Unos tipejos atacaron la casa donde estaba... descansando. Keel Wolkan, no sé si te sonará.<br />
<br />
Se mostró levemente sorprendida.<br />
<br />
-Em... sí, es relativamente conocido.<br />
<br />
-Pues le han asestado un buen golpe.<br />
<br />
<br />
<br />
-Mala cosa... es una rata cobarde y cruel, muy capaz de usar a sus esclavos como campo de minas... pobres chicas.<br />
<br />
-Ah, a eso se refería con lo de marea de carne...<br />
<br />
-Sí, a eso. Se implanta un explosivo un poco más potente, y se hacen detonar los esclavos más cercanos a tu enemigo -comentó en un tono distante, pero asqueado- ...pobres chicas... -repitió mientras miraba a Sira con una huella de dolor compartido.<br />
<br />
-Una se salvó. La que me dejó como piloto. La compré sin querer -dijo Ide, intentando desviar el tema mientras Sira se ruborizaba en verde oscuro y apartaba la mirada.<br />
<br />
-Le salvaste la vida, tú -sonrió-. ¿No hay una tradición de cuidar de las vidas que uno salva? ¿O era al revés?<br />
<br />
-No lo sé. Mi orden nos insta a proteger a los desamparados, siempre que sea posible -el jedi sonrió, siendo consciente de lo que Delia estaba pensando.<br />
<br />
Delia le devolvió la sonrisa, con una calidez que no había visto a ningún nativo de Nar Shaddaa.<br />
<br />
-Te entiendo -no dijo nada más. Parecía tocada por sentimientos profundos, y siguió limpiando el vaso durante medio minuto, sin decir nada ni mirar a Ide directamente.<br />
<br />
<br />
<br />
Ide estuvo a punto de contarle que pensaba negociar con Vima para liberarla, y que pensaba que iba a ser difícil puesto que parecía valiosa, pero pensó que era mejor pasar por algunos temas de forma tangencial.<br />
<br />
-Creo que han cogido a Lionel -dijo, mirándola fijamente. Ella frunció el ceño.<br />
<br />
-No debió haberse quedado tanto.<br />
<br />
-Lo mandé a orbitar con la nave. Pero parece que no fue suficiente. No me contesta, y eso es mala señal -miró su vino. En cierto modo, se sentía responsable.<br />
<br />
-No sabría decir... a mí nunca me contesta -dijo con rabia.<br />
<br />
-Bueno. La gente cambia. Las cosas cambian. Hace tres horas mi aprendiz era mi aprendiz y ahora es una esclava de Vima. Esta noche puede que sea diferente.<br />
<br />
-Me pregunto para qué la querrá. ¿Ella era el objetivo de una operación completa o sólo fue un extra?<br />
<br />
-Digamos que... anoche... se hizo valer. Hizo una exhibición en casa de Keel. Llamamos la atención -ella hizo un gesto de sorpresa-. Fui un tonto. Nos siguieron la pista, y atacaron en casa de Keel. Ocho mercenarios me atacaron a mí mientras estaba en el Gremio de Cazarecompensas. Yo pude deshacerme de ellos, pero mi aprendiz no -levantó la mirada. <br />
<br />
No supo decir si estaba preocupado o la echaba de menos, pero no se permitió pensarlo mucho.<br />
<br />
<br />
<br />
Delia pareció acordarse de algo de repente. Extrajo un pequeño visor plano de un lateral de la barra y lo giró para que sólo pudieran verlo Ide y ella.<br />
<br />
-Un momento -dijo mientras manipulaba unos controles-. Apareció la imagen de Arakosia desnuda, haciendo girar su espada a gran velocidad para destrozar una oleada de fruta. Se notaba que la imagen se estaba desarrollando a cámara lenta en la velocidad a la que caían los trozos de fruta una vez cortados.- ¿Esta es ella?<br />
<br />
Ide no dijo nada durante unos momentos.<br />
<br />
-Debí habérmelo figurado -dijo con amargura-. Debo ser el jedi más tonto de toda la Orden.<br />
<br />
-Bueno, esto responde a mi pregunta anterior -dijo ella, sin hacer caso al comentario de Ide-. Ya sabemos para qué la quiere Vima.<br />
-Tiene todo el sentido.<br />
<br />
<br />
<br />
En un instante, Ide pasó de la frustración a la esperanza. "Lo que Vima no sabe es que eso no era Arakosia moviéndose, sino la droga actuando". Y justo cuando terminó la frase mental, se dio cuenta de lo que haría Vima si supiera que era la especia roja la que la hizo canalizar la Fuerza así.<br />
<br />
-Pues claro que lo tiene. La quiere para el Hak'un Shapp.<br />
<br />
Ide abrió mucho los ojos y habló con una pesada y profusa determinación.<br />
<br />
-Ya sé lo que voy a hacer. Sira, quédate aquí -ella asintió.<br />
<br />
Se despidió de Delia y se dirigió a su habitación.<br />
<br />
==Tratos con Fenel Fodel==<br />
<br />
Apenas hubo abierto la puerta, Kenter se volvió a materializar:<br />
<br />
-¡Saludos, noble señor! ¿Cómo puedo hacerlo más feliz?<br />
<br />
-Holocomunicación con el responsable de personal -dijo sin casi dejar terminar a Kenter-. El tipo que vino antes y ni siquiera se presentó.<br />
<br />
-Su nombre es Fenel Fodel. Lo llamaré en seguida.<br />
<br />
Tras unos diez segundos, la cara del ciborg apareció en el holocomunicador.<br />
<br />
-Necesito que me hagas un favor.<br />
<br />
-Dígame su problema y veré qué puedo hacer.<br />
<br />
-¿Tiene Arakosia ya el implante?<br />
<br />
-Me temo que los informes médicos relativos al personal son privados, señor.<br />
<br />
-Entiendo que es un no -se aventuró a decir-. Si oficialmente fuera una esclava, no tendrías problema en comunicarlo -hizo una pequeña pausa.<br />
<br />
-No tengo ningún problema en comunicarlo, más allá de la incomodidad que a veces supone para un cliente encontrarse a nuestro servicio a un... antiguo conocido -hizo un gesto de incomodidad-. Pero no se confunda. Es nuestra.<br />
<br />
-Necesito que postpongas la inserción. Sólo hasta esta noche, después de que negocie con Vima.<br />
<br />
-Mi deber es implantarla cuanto antes, si los informes médicos son favorables. Aunque la naturaleza de mi trabajo incluye cierta... flexibilidad a la hora de estimar parámetros intangibles, como la naturaleza favorable de un informe técnico -pareció concentrarse durante un instante-. Sin embargo, la Señora del Dolor parece haberse tomado un interés personal en este caso, y no creo que viera una... dilación intencionada por mi parte con buenos ojos. Representaría para mí un riesgo considerable.<br />
<br />
-Cuánto quieres -preguntó Ide con apenas entonación interrogativa.<br />
<br />
-No quiero dinero. Quiero irme de Nar Shaddaa.<br />
<br />
-Cuánto vales -repuso, como si la primera pregunta no hubiera existido.<br />
<br />
-Soy un agente libre, pero me retienen... compromisos ineludibles. Necesito que me saque de aquí alguien a quien no le importe la ira de Vima.<br />
<br />
-Uhm -Ide se quedó dubitativo. Algo pareció endurecerse en Fenel Fodel-. A mí no me importa, mientras consiga lo que he venido a buscar -el ciborg se relajó nuevamente, y esbozó la más mínima de las sonrisas. Asintió. <br />
<br />
-Será sólo una hora. Voy a ver a Vima en la cena, y tras la cena todo estará resuelto. De una manera u otra -sentenció.<br />
<br />
-Ten cuidado -dijo mientras asentía sobriamente.<br />
<br />
==Dinero y datos==<br />
<br />
Cuando se despidieron, Ide se dirigió a Kenter.<br />
<br />
-Kenter, ¿podrías comprobarme cuánto dinero queda en este cristal? -dijo Ide, mientras introducía el cristal en la ranura disponible.<br />
<br />
-¡Por supuesto, señor! -dijo con una cordialidad que a Ide comenzaba a cansarle- En este momento cuenta con 22714 gubor y 170 fleber.<br />
<br />
-Ahá. ¿Y sabes cómo anda el cambio medio de Gubor-Sgin?<br />
<br />
-El cambio medio oscila, señor, pero más o menos seis sgin hacen un gubor. Por supuesto, la tasa de cambio es tremendamente variable, y ya que muchos de los cambios de moneda se hacen electrónicamente, las tasas de cambio con varios decimales no son extrañas.<br />
<br />
"''Parece entonces que Sira hizo efectivamente un buen trato con la nave''", pensó Ide cuando hizo cuentas mentalmente. El carguero había costado unos 1.600 gubor. La realidad es que Ide no tenía muy claro cuánto significaba esa cantidad, pero lo que sí le pareció era que le quedaba una proporción bastante buena de dinero.<br />
<br />
De repente se acordó de Sira. Cogió su comunicador y escribió un mensaje. "Vete a la Flor Esquiva. Allí encontrarás a Delia. Dile que eres la que se salvó, y espérame allí. Lo que necesites comer y beber lo pagaré yo." <br />
<br />
Entretanto esperaba que llegara la hora de la cena decidió bajar a ver, en persona, qué era eso del Hak'un'Shap. Se quedó parado un segundo, y con decisión, salió por la puerta.<br />
<br />
No dio ni dos pasos cuando se dio cuenta de que no sabía dónde ir. Suspiró.<br />
<br />
-Kenter -dijo, con pesadumbre. Kenter tenía lo mismo de útil que de irritante.<br />
<br />
-¿Sí, señor?<br />
<br />
-¿Podrías decirme por favor dime dónde se celebra el Hak'un'Shapp?<br />
<br />
-Se celebra en los niveles 1 a 50, señor. Se pueden seguir los encuentros desde cualquier consola del hotel, y también se puede apostar desde cualquier lugar.<br />
<br />
-Gracias, pero prefiero verlo. Además, así veo si conozco a alguno de los participantes.<br />
<br />
-Nadie lo ve con sus propios ojos, señor, excepto los participantes. Los niveles 1 a 50 están llenos de cámaras para retransmitirlo todo con la mayor fidelidad. En cuanto a la identidad de los participantes... no veo en qué es diferente verlo en vivo de ver una holografía con detalle 1:1. ¿Desea rastrear a algún participante en concreto?<br />
<br />
-Pues la verdad es que conozco a Morg. No me importaría verlo.<br />
<br />
-¿Desea saber qué tal le va, señor? ¿O prefiere el holograma que se hizo al inscribirse?<br />
<br />
-Muéstrame ambos.<br />
<br />
-Por supuesto -dijo Kenter.<br />
<br />
De inmediato se activó un holoproyector en la pared opuesta a la cama, mostrando un droide bastante alto y ancho, de unos dos metros y medio. Permaneció unos segundos así, y luego sus extremidades se desplegaron, para llegar a medir tres mertos y medio. Transmitía una sensación de ser grandote e inofensivo que (como bien sabía Ide) no se correspondía con la realidad.<br />
<br />
La imagen se desvaneció, para dar paso a una representación seudobidimensional, que mostraba a Morg en una habitación. Un rótulo bajo la escena decía: "¡Momentos estelares de Morg!"<br />
<br />
La cámara giró para mostrar a un alienígena peludo y grandote, con brazaletes de esclavo, que llevaba una especie de vara, de punta energética. El alienígena fintó un par de veces, antes de que Morg consiguiera coger la vara con su articulación extendida. La retrajo con un movimiento brusco, y el alienígena chocó contra el droide. Se golpeó y cayó al suelo. Morg lo pisó sin mucho énfasis en la cabeza, que se deshizo.<br />
<br />
Corte de escena. Morg está en una posición de pelea, con un brazo extendido, y un humanoide envuelto en lo que parecen ser vendajes carga contra él, aparentemente desarmado. De repente, el homanoide extrae un sable de luz e intenta cortarle una extremidad a Morg. Éste retrae la extremidad y salta hacia atrás, mientras se extienden varios apéndices de su cuerpo metálico. Uno de los apéndices estalla, llenándolo todo de humo. La imagen cambia a termográfico. El humanoide gira sobre sí mismo para defenderse de algo, vuelve a girar. Un brazo de droide, muy frio, lo apresa de los dos brazos y se los arranca. Luego coge su cabeza y la aprieta de forma rápida y desapasionada, haciendo que estalle.<br />
<br />
Ide hizo memoria, para intentar recordar si había oído de algún Jedi que fuera a Nar'Shadda últimamente y que hubiera muerto. No le sonaba. Aunque, claro, hacía menos de un mes que había regresado al Templo.<br />
<br />
-¿Quién era el del sable, Kenter? -preguntó Ide.<br />
<br />
-Exen Nithan. Proviniente de Korriban. Profesión reconocida: asesino. Cazarrecompensas. Iba muy bien en los preliminares. Hasta ese momento, claro.<br />
<br />
-¿Cómo va Morg?<br />
<br />
-Subiendo en la clasificación, señor. No tiene demasiados fans, pero tampoco tiene demasiados enemigos. Probablemente se clasifique para el Hak'un'Shapp.<br />
<br />
-Quisiera que le dejaras un mensaje de mi parte.<br />
<br />
-Puedo ponerlo en su cuenta, señor, pero no le garantizo que lo vaya a leer. La cantidad de mensajes que reciben los participantes es astronómica. Aunque, claro, dada la naturaleza robótica de Morg...<br />
<br />
-Seguro que le interesa lo que tengo que decirle. Te dicto.<br />
<br />
==Mensajes==<br />
<br />
Sobre la nariz de Kenter aparecieron unas pequeñas gafas. En sus manos apareció un pequeño datapad.<br />
<br />
-Asunto, Garin. Remitente, Kanor, de Coruscant. Mensaje -Ide se paró unos segundos, para pensarse bien el texto-. Sé por qué estás haciendo esto. Conocí a su padre. Tuvo problemas y huyó de Coruscant. Me pidió que cuidara de él. Te busqué en Horuz, pero habían saboteado tu secuencia de emergencia y acabaste aquí. -Se paró, no sabía si seguir dando detalles o dejarlo para cuando respondiera-. Este es mi buzón. Espero tu respuesta.<br />
<br />
<br />
-Ya está enviado, señor.<br />
<br />
-¿Está luchando ahora?<br />
<br />
-No, señor. Descansando. Gasta casi todos sus hak en "tiempo privado". Eso es una mala táctica, porque sus fans preferirían verlo... Ya tenemos respuesta al mensaje.<br />
<br />
<br />
Ide sonrió. Sabía que no tardaría en responder.<br />
<br />
-Léemela.<br />
<br />
-"Introduzca código de anulación". Ni remite, ni asunto...<br />
<br />
Entonces recordó que Tu'Ala le había dado las coordenadas, pero no un código de anulación. Si había cambiado el destino, con toda probabilidad había cambiado el código. Ide sacó su hololibro, para abrir el canal seguro para hablar con el Templo.<br />
<br />
<br />
Uno de los (ya familiares para Ide) ayudantes informáticos apareció en pantalla. Era 3-Tru, el especialista en seguridad.<br />
<br />
-Saludos, 3-Tru. Necesito mandar un mensaje a la expadawan Tu'Ala.<br />
<br />
-¿Mensaje, no comunicación directa? -dijo en tono profesional.<br />
<br />
-Mensaje.<br />
<br />
-Tecléelo en su interfaz.<br />
<br />
<br />
Ide escribió. "Los he encontrado. El robot tiene un código de desactivación. Espero que se te ocurriera cambiarlo y que te acuerdes. Contactar con Garin será más complicado." Pensó unos segundos, y escribió otro párrafo. "Espero que estés bien. De verdad. Iré a verte cuando pueda." Y envió el texto.<br />
<br />
La respuesta llegó cinco minutos después:<br />
<br />
"Te daré el código a cambio de una promesa solemne, por tu vida, tu honor de jedi y la Fuerza que lo sostiene todo."<br />
<br />
Respondió. "Como pudiste ver, soy un jedi de palabra. Habla."<br />
<br />
"Quiero que me prometas, por lo anterioremente dicho, que cuando vengas a verme tendremos sexo. Relaciones sexuales completas."<br />
<br />
"Pensaba que me ibas a pedir algo complicado de hacer."<br />
<br />
"Es algo muy complicado, si el otro no quiere. No puedo tomarlo ni exigirlo, sólo pedirlo."<br />
<br />
"Por mi vida, mi honor de jedi y por la Fuerza que todo lo sostiene, tienes mi palabra, y la convicción de que no supondrá esfuerzo alguno." Ide sonrió al escribir esto, pero lo envió así.<br />
<br />
"Contaré las horas. Desde ahora me declaro en abstinencia, hasta que nos veamos :D ."<br />
<br />
<br />
<br />
Ide esperó que el canal no estuviera vigilado. Aunque, dado su historial, no era de esperar que nadie en el Templo se alarmara.<br />
Kenter permanecía erguido, alerta, en espera de más órdenes. Para variar, estaba callado. Ide se quedó pensando unos segundos. No sabía si enviar el código ahora, o hacerlo después. Y, en cualquier caso, no sabía lo que pasaría cuando introdujera el código.<br />
<br />
-Kenter, ¿sabes si Morg tiene algún combate hoy?<br />
<br />
-Nadie lo sabe, señor -repuso el hombrecillo, con cara de circunstancias-. Como ya le he dicho, gasta casi todos sus hak en "tiempo de privacidad". Y dada su naturaleza robótica, tampoco gasta mucho en mantenimiento... así que el momento de su siguiente combate es entre ahora y dentro de veintiocho horas.<br />
<br />
-Bien. Necesito que le envíes otro mensaje.<br />
<br />
-Será un placer, señor.<br />
<br />
-Mismo asunto que el anterior. Escribe. "Tengo el código, pero necesito asegurarme de que Kurel estará bien. ¿Qué harás cuando se desactive la secuencia de emergencia?".<br />
<br />
Cuando vio el mensaje escrito, tuvo la vaga impresión de que la respuesta sería "Introduzca código de anulación", sin remite, ni asunto.<br />
<br />
<br />
<br />
-Ya hay respuesta, señor. La leo: "El estado de salud de Kurel está al noventa y siete por ciento, y me encuentro en disposición de afirmar que permanecerá entre el noventa y cinco y el cien por cien; al menos en las próximas seis semanas. Introduzca código de anulación."<br />
<br />
Ide no sabía si anular la secuencia de emergencia ahora. O esperar a tener resuelto lo de Arakosia. Y lo de Delia. Y lo de Lionel. Quizás podría presionar a Vima, si tuviera control sobre Morg.<br />
<br />
-Responde, Kenter. "No has respondido a mi pregunta. Qué pasará con Kurel, y contigo, cuando introduzca el código. Y en cualquier caso, no te voy a enviar el código por una red no segura. Te lo daré en persona. Supongo que habrás sido lo suficientemente listo como para rastrear desde dónde te he enviado este mensaje."<br />
<br />
-"Remitente irrastreable debido a la configuración del sistema. Respuesta a la pregunta planteada excede parámetros de seguridad. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide dictó a Kenter de nuevo. "Habitación [...], en el Palacio del Dolor. No transferiré el código por una red privada. Si no piensas venir, proporcióname un buzón de la HoloRed donde pueda mandarte el código."<br />
<br />
"No dispongo de acceso a HoloNet. No puedo abandonar el Hak'Un Shapp."<br />
<br />
<br />
<br />
Ide no se fiaba de que alguien estuviera vigilando las comunicaciones, y que, intencionadamente podría intervenir el mensaje y no permitir que llegara a Morg. Por eso, intencionadamente, envió un código erróneo.<br />
<br />
-Kenter, envía la siguiente secuencia. -Dictó el código, errando en algunos números a propósito. Si Morg respondía, sería prueba inequívoca de que le había llegado el mensaje.<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Miró la respuesta algo atónito. No tenía ningún sentido que se bloqueara el sistema tras un intento erróneo. Aunque al menos sabía que nadie estaba interviniendo el canal.<br />
<br />
-Kenter, envía otro mensaje. -Esta vez, dictó el código correctamente, y lo repasó dos veces-. Además, crea un alias oculto en el remitente. Habrá bloqueado la anterior dirección.<br />
<br />
<br />
<br />
Cuando llegó el siguiente mensaje, Ide lo contempló, sin acabar de creérselo:<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la mente de Ide. ''A lo mejor no era Morg'' el que estaba enviando los mensajes de "Código incorrecto". Envió una tercera clave, ligeramente modificada respecto de la correcta que le había enviado Tu'Ala. Además escribió a la chica por el canal abierto en su Hololibro: "¿Estás segura de que esa es la clave?".<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
==Seguridad hutt==<br />
<br />
El mensaje de Tu'Ala tardó un poco más en llegar: "Claro, por supuesto, yo misma lo cambié. Es culpa de alguien pequeño y rojo. Tendrás que decírselo en persona, antes de mañana por la tarde."<br />
<br />
Respondió a Tu'Ala. "¿Alguien pequeño y rojo? ¿Mañana por la tarde? ¿Qué tiene que ver eso con el código que Morg ha rechazado?"<br />
<br />
"Sabes, no puedo ajustar mis visiones proféticas desde aquí. Por el ysalamiri, sabes. Hablo de memoria, esto es algo que vi una vez. Pero creo que no es Morg el que está rechazando el código."<br />
<br />
"''Estupendo''", pensó Ide, "''ahora además de alguien interfiriendo la comunicación tenemos una visión profética''".<br />
Abrió su Hololibro de nuevo. Escribió un pequeño programa, de apenas diez líneas de código, que generaba variaciones del código de seguridad. Lo conectó a la consola de Kenter.<br />
<br />
-Kenter, envía la salida de este programa a ''Morg''. Cada diez segundos. Una clave por mensaje.<br />
<br />
"''Si quieres tener la clave, vas a tener que encontrarla entre todas las que vas a recibir, y luego discutirlo con Morg''", pensó.<br />
<br />
Desde Kenter manó una especie de murmullo, al comenzar a mandar variaciones del código. Al mismo tiempo, con una voz muy suave le dijo a Ide: "Esta es una tarea infinita, señor..."<br />
<br />
-No te preocupes, no durará mucho -dijo Ide con una media sonrisa-. Envía unos cuantos mensajes más, luego aumentaremos la frecuencia. Cuando haya enviado unas cuatro mil claves, será suficiente.<br />
<br />
-Sí, señor -dijo Kenter, con voz cansada.<br />
<br />
-Si enrutas mi Hololibro al sistema de mensajería, yo mismo puedo configurar los envíos, y no tendrás que dedicar procesador a esta tarea.<br />
<br />
-No... autorizado... no se preocupe por mí, señor.<br />
<br />
Ide comenzó a escribir en su hololibro, modificando el programa.<br />
<br />
Kenter se sentó, y tenía la expresión perdida. Cuando volvió a hablar, su voz era casi inaudible:<br />
<br />
-Cuatro... mil... claves... será... suficiente...<br />
<br />
Ide cambió el límite, y la cara de Kenter se congeló en un rictus de horror. Modificó el programa para que siguiera generando claves, cada vez con más frecuencia. Si conseguía saturar el buffer de Kenter... quizá...<br />
<br />
Diez segundos más tarde, la imagen de Kenter se inmovilizó. Seguía sentado, con la mirada perdida; e Ide se dio cuenta de que estaba perfectamente inmóvil. Probablemente al saturarse el buffer había sobreescrito algún otro sector de memoria, conjeturó Ide. En cualquier caso, estaba claramente fuera de combate. Intentó entonces acceder directamente a la red privada de comunicaciones, y descubrió que la IA era responsable de la seguridad de red de la habitación, que había caído.<br />
<br />
Ide accedió sin ningún problema. Por otra parte, debía haber centenares, o miles, de IAs similares a Kenter, cada una controlando una zona específica. Probó a marcar un mensaje dirigido a Morg, con otra clave falsa, para intentar seguir la traza. Comprobó que había una dirección por la que pasaban todos los mensajes que salían de la habitación. El mensaje dirigido a Morg no volvió a salir de esa dirección. En cambio, mandó un mensaje a Ide. Ni se molestó en abrirlo. Ya sabía lo que decía.<br />
<br />
Probó a enviar un mensaje de ánimo a Morg, suplantando la dirección de otra de las habitaciones del hotel. Algo así como "Apostaré por ti, lo estás haciendo fenomenal, ¡eres extraordinario!". Lo siguió por su ruta en la red, y observó que realizaba el mismo recorrido. Salvo que el mensaje de vuelta era "Gracias, apreciado admirador. La próxima vez que le arranque los miembros a alguien, lo haré en tu honor.".<br />
<br />
"''Así que ninguno de mis mensajes ha llegado a Morg...''". Repasó la correspondencia. Pero su interlocutor sabía de Kurel, no podía ser... salvo que el interlocutor intermedio funcionara como una especie de censor... que abriera todos los mensajes y sólo dejara pasar los que viera más convenientes. Por la velocidad con la que respondía, Ide intuyó que se trataba de un filtro electrónico. Que era, probablemente, el que había repetido el mensaje de Morg en la segunda clave. Y en la tercera. Y en la cuatro mil. Si quería saltarse el filtro... tendría que enviar un mensaje que no estuviera en las reglas de bloqueo. Mencionar a Kurel había<br />
funcionado. Y a Horuz. Así que redactó un mensaje con un remitente distinto, se consignó a la Fuerza, y cruzó los dedos para que el filtro no lo retuviera.<br />
<br />
Remitente: "Ide". Asunto: "Kurel". Mensaje: "El hijo de Zhur Garin, que fue traido aquí desde Horuz, debe ser trasladado al Templo Jedi de Coruscant, por deseo expreso de él mismo." El mensaje no llegó más allá del interlocutor intermedio. El mensaje de vuelta decía: "No tengo problema con eso. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide se quedó mirando su Hololibro. Tuvo otra obvia revelación. Las reglas no se limitarían a aprender los mensajes que Morg hubiera rechazado. Además, jamás dejarían pasar un mensaje que contuviera un código de desbloqueo de un droide.<br />
<br />
Aún quedaba el problema de los pocos miles de claves que había enviado. Si un observador humano decidía probarlas, probablemente podrían obtener el control de Morg en pocas horas. Siempre que el supervisor, el cual Ide estaba seguro que existía, no decidiera que era un ataque aleatorio para obtener el control de Morg...<br />
<br />
Aprovechando la brecha abierta, Ide instaló su programa en el terminal donde antes se había estado ejecutando Kenter. Lo ejecutó para que siguiera enviando claves. Observó, desde la monitorización que hacía desde su Hololibro, cómo el filtro las respondía automáticamente. Creó un pequeño filtro, que descartaba las respuestas estándar, y que avisaba y detenía el envío en caso de obtener una respuesta distinta.<br />
<br />
Cuando terminó era casi la hora de la cena. Desconectó su Hololibro y dejó su sistema funcionando.<br />
<br />
Obviamente, Kenter no sería capaz de avisarlo, así que cogió sus cosas y se dirigió a la Flor Esquiva.<br />
<br />
<br />
<<Continúa en [[Humo y Vapor III]]>></div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIHumo y Vapor II2013-06-26T19:02:30Z<p>El Universo: /* Mensajes */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26 aGR; 18:30'''<br />
<br />
Volvieron a la atmósfera tan rápido como la twi'lek podía pilotar. Aunque inmerso en sus pensamientos y las sensaciones que iban y venían sobre su padawan, se paró a examinarla unos segundos. Había explotado, cuando el mercenario la tenía sujeta con el cuchillo. Que Ide supiera, sólo había una forma de estallar de esa manera, y ya la había visto antes en un usuario de la Fuerza.<br />
<br />
Ella misma seguía asustada por lo que acababa de experimentar, y parecía muy confusa. Y seguía pilotando, volcándose en la conducción como única manera de mantener la cordura. Pero Ide la veía con otros ojos.<br />
<br />
Ella estaba pilotando ''mediante la Fuerza''. Y también estaba inmersa en un shock emocional.<br />
<br />
Pero ya se encargaría de esto más tarde. Ahora tenía que ver a su padawan.<br />
<br />
==Llegada==<br />
<br />
El tiempo base para llegar era de cuarenta minutos, pero ella consiguió reducirlo a treinta mediante algunas maniobras de dudoso buen gusto, que no produjeron víctimas de puro milagro.<br />
<br />
Poco antes de llegar, Ide vio la columna de humo que surgía del techo hundido de la mansión Wolkan. Fue entonces cuando se empezó a preocupar de verdad.<br />
<br />
Aterrizaron en el mismo hangar donde Ide había aparcado al llegar allí por primera vez, y que era de las pocas partes que conservaba la estructura más o menos intacta. Nadie salió a recibirlos.<br />
<br />
Ide caminó fuera de la nave, con premura pero sin perder la precaución, con el sable de luz en la mano, aunque apagado. Agudizó el oído, no se escuchaban sonidos de combate. Con la Fuerza no podía percibir a Arakosia, pero ella siempre había sido, por naturaleza, difícil de percibir.<br />
<br />
MN-44, con un brazo menos y varias marcas de blaster sobre su torso, se acercó cojeando a Ide.<br />
<br />
-Cielos, ''Emeene''... ¿qué ha pasado aquí?<br />
<br />
-¿Señor Kanor? No puedo verlo bien, mis fotoreceptores están dañados... hemos sido atacados, señor.<br />
<br />
-¿Dónde está Keel? ¿Y Arakosia?<br />
<br />
-El amo Wolkan se ha encerrado en su búnker, y no tiene intención de salir hasta que piense que el entorno es seguro. La chica que lo acompañaba a usted desapareció en el fragor del combate.<br />
<br />
De repente, Ide se acordó de algo más. Cogió su intercomunicador y se lo llevó a la boca.<br />
<br />
-¿Lionel? Lionel, aquí Ide, contesta.<br />
<br />
Un chorro de estática fue la única respuesta. Ide no acababa de tener claro si había percibido la voz de Lionel en medio de la estática, o si había sido su mente, intentando convencerle de que así había sido.<br />
<br />
==Control de daños==<br />
<br />
Marcó en el comunicador el número de Keel. Una voz airada contestó.<br />
<br />
-¡Ahora qué!<br />
<br />
-¿Ahora qué? ¿Qué está pasando aquí? Me han intentado matar mientras estaba en el gremio de cazarrecompensas... ¿qué significa todo esto?<br />
<br />
-¡Que qué significa qué! ¡Han intentado matarme! ¡En mi propia casa!<br />
<br />
-¿Sabes quién es el responsable?<br />
<br />
-¡Mercenarios, creo! ¡No lo sé! ¡Cuando el que sea quiera reclamar el ''k'shii'', lo sabremos! ¡Mierda! ¡He perdido más de cincuenta esclavos! Por cierto, siento haberte dejado sin piloto.<br />
<br />
A Ide le dio un vuelco el corazón.<br />
<br />
-¿Perdona?<br />
<br />
-La twi'lek. Lo siento, he activado el código de su implante hace un rato. Ha sido al activar la marea de carne... pero veo que has llegado bien, así que no ha sido un gran contratiempo.<br />
<br />
La chica, de pie al lado de Ide, se puso pálida. Con la mirada aturdida, se sentó en el suelo.<br />
<br />
-Eh, bueno, ahora tenemos otros asuntos que tratar. Yo, por ejemplo, tengo que encontrar a mi aprendiz. Llámame si necesitas algo, pero por lo que veo sabes cuidarte solo. -Miró a MN-44-. Deberías hacer algo con MN, parece algo dañado.<br />
<br />
-Anda la leche, ¿sigue vivo? Estee... ya lo mandaré reparar cuando salga y tal...<br />
<br />
-Descuida. Te veo luego.<br />
<br />
Cogió a la twi'lek del brazo y se dirigió a la nave. Cuando llegó a la nave, ella se dejó caer sobre sus rodillas y comenzó a sollozar.<br />
<br />
-Disculpa la pregunta, pero... al activar Keel tu implante, ¿no debías haber muerto?<br />
<br />
Ella negó con la cabeza, sin dejar de llorar.<br />
<br />
-Pero Keel piensa que has muerto -ella asintió-. Entonces, si Keel piensa que has muerto, es porque debías haber muerto, pero que algo falló en ese instante. A no ser que algo se me escape -ella asintió-. También, en lugar de asentir sin decir nada, podrías decirme qué pasa. O podemos jugar al juego del jedi que busca la verdad sin que la twi'lek hable.<br />
<br />
==Respuestas==<br />
<br />
Ella se giró a medias, sin atreverse a mirar a Ide a los ojos. Con un hilo de voz contestó:<br />
<br />
-¿Je...di?<br />
<br />
Ide tuvo un momento de duda, pero luego creyó entender.<br />
<br />
-¿Sabes quién soy? -ella negó con la cabeza. Ide sonrió -. ¿Sabes quién es Keel? -ella asintió, con un escalofrío-. Pues te voy a dar una buena noticia: creo que eres una twi'lek libre, sobre todo porque tu amo piensa que has muerto, y tu implante ha fallado cuando él intentó activarlo.<br />
<br />
Ella se calmó un poco. Habló con la voz deformada por haber llorado, pero más calmada.<br />
<br />
-El implante no falló por eso -dijo en voz baja-. Falló porque Keel no era mi propietario.<br />
<br />
-Ahora sí que no entiendo nada. Él piensa que tú has muerto...<br />
<br />
-Porque él dio la orden de activar mi implante. Pero como él no era mi propietario, no se activó.<br />
<br />
-¿Y a quién perteneces?<br />
<br />
-A ti, amo -miró a otro lado, como si no soportara mirarlo a los ojos- Mi código está en tu cristal de pago.<br />
<br />
-Entiendo. Osea, que te compré cuando gestionaste el alquiler del carguero, por eso me salió tan caro...<br />
<br />
Ella lo miró extrañada.<br />
<br />
-No, el precio de la nave es correcto. Y es de segunda mano. Mi... coste es un porcentaje pequeño de lo que se gastó en aquella nave.<br />
<br />
-¿Segunda mano? ¿Lo he comprado? ¿Te compré a ti y a la nave? - Ide estaba sinceramente sorprendido.<br />
<br />
-Y a muy buen precio, si me permite decírselo, amo.<br />
<br />
Guardó silencio durante unos segundos.<br />
<br />
-Entonces supongo que ya me puedes decir tu nombre.<br />
<br />
-Un esclavo no tiene nombre, amo. Puede llamarme como guste...<br />
<br />
-Ya, lo que pasa es que tú no eres mi esclava. Te voy a liberar en cuanto sepa cómo quitarte esa cosa de la activación.<br />
<br />
-Es que yo no quiero ser liberada -miró a Ide, que la observaba con el desconcierto pintado en el rostro- ¿Libre? ¿Con este cuerpo? ¿En Nar Shaddaa? Ni hablar. Como propiedad, tengo mis derechos.<br />
<br />
-Oh, bueno, yo pensaba más bien que te vinieras a Coruscant.<br />
<br />
Los ojos de ella se agrandaron con sorpresa, pero no se atrevía a creer.<br />
<br />
==Los detalles después==<br />
<br />
-Bueno -siguió Ide-, los detalles podemos discutirlos después. Ahora necesitaría que me ayudaras a encontrar a mi aprendiz, y de paso a terminar la misión que tengo que hacer aquí.<br />
<br />
-Mientras tanto, y según la legislación de Nar Shaddaa, soy de tu propiedad -sonrió-. No puede ser peor que Keel Wolkan -escupió el nombre con desprecio.<br />
<br />
-Estoy seguro de que no -dijo, devolviéndole la sonrisa-.<br />
<br />
-Y, ahora, ¿cómo puedo serte de utilidad, amo?<br />
<br />
-Para empezar podrías dejar de llamarme amo.<br />
<br />
-¿Señor, quizá? ¿El nombre de pila? A algunos amos les gusta...<br />
<br />
-Ide está bien.<br />
<br />
-Ide -repitió ella en voz baja-. Es bonito. Necesitarás un apelativo para denominarme, Ide. Y ahora que soy de tu propiedad, contestaré a todas tus preguntas. ¿Quieres saber cómo me llamaba? ¿Quieres saber qué me gusta en la cama?<br />
<br />
Ide movió los ojos hacia arriba. Le encantaría charlar y animar a la chica, pero ahora tenía algo que hacer.<br />
<br />
-Vamos, me puedes contar todo eso mientras rescatamos a mi ayudante -sonrió, y subió la rampa de acceso.<br />
<br />
-Claro, si no he desconectado la energía de la nave -se encogió de hombros- por si había problemas. Pero, ¿hacia dónde vamos?<br />
<br />
-Hacia el sitio del que nunca debí alejarme. Al Palacio del Dolor.<br />
<br />
Ide vio como un escalofrío recorría la espalda de la twi'lek, pero ésta no dijo nada. Caminó hasta el puesto del piloto, y partieron dejando una estela de humo y vapor.<br />
<br />
==Un trayecto corto==<br />
<br />
La chica parecía haber pensado, inicialmente, que iban al Palacio del Dolor a alojarse. Por eso le contó brevemente lo que había venido a hacer a Nar Shadda, y los problemas que habían surgido con su piloto durante la investigación en el Palacio del Dolor. Le contó además, la sospecha que tenía de que tanto el ataque en el Gremio como la destrucción de la casa de Keel fueran obra de Vima Da'Motta.<br />
<br />
Ella asintió respetuosamente, intercalando comentarios apropiados a la historia de Ide, pero sin hacer ninguna pregunta. Cuando Ide guardó silencio, la escuchó susurrar "marea de carne".<br />
<br />
-Todavía no sé tu nombre -intervino Ide -. El que tenías antes de ser esclava.<br />
-Sira Levora -dijo ella con un tono extraño- Bueno, en realidad es Siral'evora, pero en básico se dice así.<br />
El joven no dijo nada, pero sonrió.<br />
<br />
==De nuevo en el Palacio del Dolor==<br />
<br />
La masa piramidal que era el Palacio del Dolor volvió a aparecer en la distancia. Por alguna razón, bajo el sol parcialmente eclipsado que empezaba a ponerse, bajo el cielo rojizo, a Ide le pareció aún más amenazador que la primera vez que lo vio.<br />
Una protrusión del edificio, cerca de la cima, se extendió para recibirles. Este, comprendió Ide, es un hangar de lujo.<br />
<br />
Bajaron de la nave, y un hombre enfundado en un traje formal los recibió con un ademán moderado y una sonrisa comedida.<br />
<br />
-¿Ide Kanor? -dijo educadamente.<br />
<br />
-En efecto. Cuánto honor, no sabía que tendría recepción oficial -dijo Ide, con un tono algo ambivalente entre lo formal y el sarcasmo.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Es usted un cliente importante. ¿Desea que lo conduzca a sus aposentos? El trayecto puede resultar complicado...<br />
<br />
-Entiendo.<br />
<br />
-La señora DaMot'ta lamenta no poder recibirlo en persona, pero estará encantada de cenar con usted esta noche en la Joya Gloriosa. Puede, mientras tanto, retirarse a sus aposentos, o disfrutar de nuestra muy variada oferta en ocio y restauración. Los pozos de carne, en concreto, son exquisitos.<br />
<br />
-Gracias, creo que esperaré en mi habitación. Por cierto, ¿cómo es que me esperaban? -preguntó, despreocupadamente.<br />
<br />
-Todos nuestros clientes tienen incluído un punto de desembarco con el precio de la habitación, señor. Y yo mismo tengo la labor de recibirle a usted y de proporcionarle cualquier información o servicio que pueda necesitar -sonrió enigmáticamente.<br />
<br />
Ide le devolvió la sonrisa. Aunque no tenia claro a qué venía tanto protocolo, se hacía una ligera idea. En cualquier caso, prefirió no preguntar más.<br />
<br />
El hombre, con un lenguaje corporal a medio camino entre el mayordomo y el ayuda de cámara, hizo un ademán que indicaba "sígame, por favor", y se dispuso a guiarlo hacia su habitación.<br />
<br />
El trayecto fue sorprendentemente corto y visualmente agradable. Ide reconoció los símbolos en la puerta de la habitación, aunque (reflexionó) no estaba del todo seguro de poderlos trazar si quisiera.<br />
<br />
==Indagaciones e invitaciones==<br />
<br />
En el interior, Ide se encontró de nuevo con la considerable extensión de espacio que era la habitación doble, decorada con notable buen gusto, con los hologramas de las paredes mostrando una tarde agradable en Alderaan. El selector holográfico se activó al entrar Ide por la puerta, mostrando de nuevo a la misma mascota humanoide que le había dado la bienvenida en la ocasión anterior.<br />
<br />
-¡Hola de nuevo, señor! -saludó con voz animada- ¡Me alegro mucho de volver a verle!<br />
<br />
-Hola, Kenter.<br />
<br />
-¿Hay algo que pueda hacer que su estancia resulte más agradable?<br />
<br />
-Pues me gustaría que comprobaras si la chica que me acompañaba ayer ha vuelto al hotel.<br />
<br />
-Veré lo que puedo hacer, señor -se volvió, mientras parecía concentrarse unos instantes-. Ahora se encuentra inscrita entre el personal de la Señora del Dolor. Pendiente de terminar cuidados médicos. Pendiente de evaluación física. Pendiente de asignación de destino -dijo en tono monocorde- ¿Desea alguna otra cosa, señor?<br />
<br />
-El... ¿personal, has dicho? Me gustaría verla, si fuese posible -dijo Ide, intentando mantener el tono educado.<br />
<br />
-Por supuesto, señor -dijo Kenter, servicialmente. Su imagen se difuminó, y se convirtió en la de una habitación espaciosa, llena de máquinas, donde tres droides médicos trabajaban afanosamente en Arakosia, que parecía ser la única paciente. Ella permanecía inconsciente, en el interior de una especie de cámara bañada con luz o líquido (la imagen era poco clara) de color dorado.<br />
<br />
-¿Y cuándo dices que ingresó aquí? -siguió Ide.<br />
<br />
-Me temo que esa información no la conozco, señor -reflexionó un instante- Supongo que hace poco, porque la evaluación física, asignada como tarea pendiente, es una de las primeras cosas que se realizan cuando alguien entra a formar parte de nuestra pequeña familia -sonrió.<br />
<br />
-Bueno, entonces me gustaría hablar con alguien responsable del nuevo personal. No entiendo por qué mi acompañante ha ingresado como miembro del hotel.<br />
<br />
-¿Holopresencia, señor? ¿O desea una entrevista en persona?<br />
<br />
-En persona, por favor -Ide estaba haciendo un esfuerzo por mantener la compostura-. Es un tema delicado, no entiendo qué está pasando aquí.<br />
<br />
-Comprendo -asintió el holograma animado-. Me temo que eso tardará un poco más. Nuestro hogar es un lugar grande...<br />
<br />
-Supongo que podrá ser antes de la cena.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Serán entre veinte y veinticinco minutos.<br />
<br />
-Estupendo. Esperaré aquí.<br />
<br />
Kenter no se desvaneció.<br />
<br />
-Parece contrariado, señor. ¿Hay algo que pueda hacer por usted? ¿Licor, especia, mujeres?<br />
<br />
-No, gracias, Kenter -interrumpió Ide-. Esperaré aquí hasta que pueda entrevistarme con el responsable del ingreso de Arakosia.<br />
<br />
-Como desee, señor. Permaneceré atento, por si necesita algo -se desvaneció.<br />
<br />
Ide se dirigió a la cama, y sin musitar una palabra más, adoptó postura de meditación. Necesitaba atar cabos, aunque todo apuntaba, cada vez más claramente, a que detrás de esta jugada estaba la misma Vima Da'Motta.<br />
<br />
==Espera, meditación==<br />
<br />
Ide cerró los ojos, y dejó su mente tan en calma como le fue capaz. Intuía que probablemente un jedi más experimentado lo lograría con mayor facilidad, pero al final consiguió aquietarse lo suficiente. O eso creía.<br />
<br />
Dejó vagar su percepción hacia el pasado, guiándola con suave firmeza al momento en el que creyó percibir la presencia de Arakosia, cuando estaba en aquel hangar...<br />
<br />
{{flashback| ...se vio a sí mismo, de pie junto a la nave que en aquel momento pensaba alquilada, el alienígena recién desintegrado, algunas de sus moléculas aún en el aire, y la sensación de vibrato que le llegaba desde la distancia. Ahora lo identificaba. Era la impronta de Arakosia en la Fuerza. Aun inconsciente, se había sentido en peligro. Y lo que había estado a punto de percibir no era sino el vínculo maestro-aprendiz, que él conocía tan bien... desde el lado del aprendiz.''}} Seguramente la próxima vez que lo percibiera sería capaz de identificarlo con mayor precisión.<br />
<br />
...con la facilidad de la práctica, fluyó hacia adelante para ir al punto en el que el mercenario había tomado a Sira como rehén. <br />
<br />
''Ella estaba llorando y temblando, y de repente...''<br />
<br />
Ide estudió sus recuerdos centésima a centésima.<br />
{{flashback |<br />
''...ella había cerrado los ojos con fuerza, y se había estremecido de puro pánico. Y la Fuerza había respondido. La explosión había brotado de ella. Y la expresión de su cara... no se lo esperaba, ni lo comprendía.'' Y seguía aterrorizada. Pero era una usuaria de la Fuerza, sin ningún género de dudas. O, mejor dicho, tenía el ''potencial'' para serlo.}}<br />
<br />
Justo cuando Ide iba a dirigir sus pensamientos a su aprendiz, aún en la sala de reconocimiento, llamaron a la puerta. Abrió los ojos.<br />
<br />
-Adelante -dijo, sin moverse, aún en pose de meditación.<br />
<br />
==Recursos Humanos==<br />
<br />
El que entró en la habitación había sido un hombre en otros tiempos. Ahora parecía más máquina. Tanto su ojo derecho como gran parte de su cráneo y su brazo izquierdo eran robóticos. La expresión de su cara era de hastío, pero sus modales eran impecables. Hizo un ademán pidiendo permiso antes de entrar en la habitación, y una vez dentro no se sentó hasta que Ide se lo hubo indicado. Aun así, inclinó levemente la cabeza antes de sentarse.<br />
<br />
-Cuénteme -dijo, sin más.<br />
<br />
-Entenderá -siguió Ide, con la misma claridad con la que él había empezado- que me encuentre algo extrañado por lo que ha sucedido. Mi acompañante ha sido ingresada en su hotel como miembro del equipo - enfatizó la última palabra-, según me ha podido informar el asistente holográfico.<br />
<br />
-Me temo que no comprendo de quién está hablando. ¿Podría ser un poco más específico, por favor?<br />
<br />
-Arakosia. La joven humana que tienen actualmente en observación médica.<br />
<br />
-Ah, sí. La hemos adquirido esta misma tarde a muy buen precio, a unos tratantes de esclavos de plena confianza -sus ojos se quedaron fijos un momento, como si mirara a algo muy lejano- Así es como ha entrado a formar parte de nuestro personal -su mirada recuperó parte de la viveza perdida- ¿Desea algo más?<br />
<br />
-Bueno, a ser posible, saber quién les ha vendido a mi aprendiz, la misma que era una humana libre esta misma tarde antes de que la secuestraran de donde estaba alojada.<br />
<br />
-Shawman&K'Rtahn, tratantes. Le puedo dar su dirección o su código de comunicador, si lo desea.<br />
<br />
Ide tomó aire.<br />
<br />
-Aunque claro, supongo que bajo las leyes de Nar Shadda, este individuo tendrá plena potestad sobre lo que haya ''adquirido'' al destruir y arrasar la casa Keel Wolkan, que es donde estaba Arakosia recuperándose. Y que, ahora que la ha vendido, no tiene potestad sobre ella. Y que cortarle la cabeza no anularía la transacción. ¿Me equivoco mucho? -Ide estaba considerablemente molesto por esta, por decirlo de alguna forma, ''inconveniencia''.<br />
<br />
-Su análisis de la situación es correcto, señor -su mirada se volvió reflexiva-. Aunque usted recuperaría parte del k shii perdido. Si lo desea, podemos venderle una esclava similar, de perfil guardaespaldas-concubina, un poco más joven...<br />
<br />
-No, no es sustituible. Necesito recuperar a Arakosia.<br />
<br />
-Si desea recuperar a esa chica en concreto, me temo que el asunto excede a mis competencias. Yo sólo manejo al personal existente, no tengo ningún papel en la entrada o salida de personal.<br />
<br />
-¿Tengo que hablar entonces con su superior?<br />
<br />
-Supongo que eso tendría que discutirlo con la señora Vima DaMot'Ta. Suele ser complicado, ya que no concede citas, pero... supongo es que es usted afortunado, ya que tiene una cita concertada con ella esta noche.<br />
<br />
-Me imaginaba que tendría que hablar directamente con ella. Le agradezco su ayuda.<br />
<br />
-¿Desea algún servicio que le ayude a hacer pasar el tiempo con mayor velocidad mientras espera?<br />
<br />
-No, gracias. Tengo un par de asuntos que resolver antes de la cena.<br />
<br />
-Entonces me retiro a mis quehaceres -dijo el cyborg, mientras se levantaba.<br />
<br />
-Muchas gracias por su atención.<br />
<br />
==Comunicándose con Keel==<br />
<br />
Ide se despidió del tipo, y sin dilación marcó el número de comunicador de Keel Wolkan. Tardó en contestar, y cuando lo hizo no había imagen, sólo una voz que parecía llena de dolor. O de droga.<br />
<br />
-Nnhh...-dijo la voz-que-parecía-de-Keel<br />
<br />
-Shawman&K'Rtahn. ¿Te suena ese nombre? -dijo Ide, obviando el estado de Wolkan.<br />
<br />
-¿Mmm? ¿Kanor?<br />
<br />
-Sí. Shawman&K'Rtahn. Han vendido a mi aprendiz a Vima Da'Motta. No sé si estás lo suficientemente lúcido como para atar cabos.<br />
<br />
-Una pareja de tratantes. Mi competencia más directa -suspiró-. ¿Qué quieres saber?<br />
<br />
-Cómo que qué quiero saber. Lo que te quiero decir es que deben haber sido ellos los que atacaron tu casa, si se han apoderado de mi aprendiz para venderla.<br />
<br />
-Ya... -dijo, con poca decisión- Debería haberlo supuesto -parecía dubitativo- Em... pues gracias por el dato, tio.<br />
<br />
-Lo que me gustaría saber es por qué sabían que yo estaba en Nar Shadda, y por qué me seguían. Me atacaron al mismo tiempo ocho mercenarios. ¿Tienes algo que contar, Keel?<br />
<br />
-Yo... no te comprendo... Tras la exhibición que hicísteis, supongo que bastante gente con el potencial de atacarme sabría de vuestra existencia...<br />
<br />
Ide se quedó bloqueado un momento.<br />
<br />
-Mierda -soltó.<br />
<br />
-Yo estoy intentando olvidar todo este asunto a base de especia rosa... -suspiró de nuevo- la especia rosa es buena...<br />
<br />
-Supongo que no arreglará nada que descabece a estos dos tíos. Al menos, no me devolverá a Arakosia.<br />
<br />
-Bueno, si vas y le dices a todo el mundo que lo haces de mi parte, te daré dos mil gubor. Piénsalo.<br />
<br />
-Tanto kshii por dos mil gubor... sabes negociar, Wolkan.<br />
<br />
-Bueno, me pareció una oferta justa...<br />
<br />
-Me lo pensaré, pero no me interesa el dinero. Me interesa mi aprendiz. ¿Cómo de poderosos son estos tipos?<br />
<br />
-Eh... pues más o menos como yo...<br />
<br />
-Gracias por la información. Te dejo, tengo que hacer un par de cosas antes de cenar. Cuidate, Wolkan.<br />
<br />
Miró las paredes de su habitación. Se maldijo por haber dejado sola a su aprendiz. Pero maldecirse no iba a arreglar nada, así que se fue a la Flor Esquiva. Ya que no podía hacer nada hasta hablar con Vima Da'Motta, al menos recogería toda la información que pudiera.<br />
<br />
==Regreso a la Flor Esquiva==<br />
<br />
Al parecer, en el Palacio del Dolor era tremendamente fácil llegar al lugar donde uno quisiera ir, o así se lo pareció a Ide.<br />
Llegó a la Flor Esquiva, que parecía estar bastante más animada que la otra vez. Aunque claro, la otra vez había sido por la mañana temprano. Seguía oliendo vagamente a especias, y seguía siendo rica en sofás, pero la música que tocaba Oloruu era más vivaz, y había prácticamente una persona (o pareja, o pequeño grupo) en cada sofá. También flotaba en el ambiente una cierta sensación plácida, no exenta de un extraño regusto amargo.<br />
<br />
Delia hizo un gesto de reconocimiento desde la barra. Comenzó a llenar un vaso con vino de Alderaan y esperó a que Ide y Sira se acercaran a hablar con ella.<br />
<br />
-Parece que no me voy a librar de hablar con tu jefa -dijo él, mientras tomaba asiento. Ella hizo un gesto de simpatía indeterminada.<br />
<br />
-Hablar no compromete a nada -dijo ella. Dejó pasar un par de segundos-. ¿Has encontrado al androide ese que buscabas?<br />
<br />
-No, pero tengo alguna pista. El problema es que en el camino he perdido a mi aprendiz. La han secuestrado y vendido. Adivina quién es su nueva dueña.<br />
<br />
-¿La Señora del Dolor, quizá?<br />
<br />
-Bingo. Unos tipejos atacaron la casa donde estaba... descansando. Keel Wolkan, no sé si te sonará.<br />
<br />
Se mostró levemente sorprendida.<br />
<br />
-Em... sí, es relativamente conocido.<br />
<br />
-Pues le han asestado un buen golpe.<br />
<br />
<br />
<br />
-Mala cosa... es una rata cobarde y cruel, muy capaz de usar a sus esclavos como campo de minas... pobres chicas.<br />
<br />
-Ah, a eso se refería con lo de marea de carne...<br />
<br />
-Sí, a eso. Se implanta un explosivo un poco más potente, y se hacen detonar los esclavos más cercanos a tu enemigo -comentó en un tono distante, pero asqueado- ...pobres chicas... -repitió mientras miraba a Sira con una huella de dolor compartido.<br />
<br />
-Una se salvó. La que me dejó como piloto. La compré sin querer -dijo Ide, intentando desviar el tema mientras Sira se ruborizaba en verde oscuro y apartaba la mirada.<br />
<br />
-Le salvaste la vida, tú -sonrió-. ¿No hay una tradición de cuidar de las vidas que uno salva? ¿O era al revés?<br />
<br />
-No lo sé. Mi orden nos insta a proteger a los desamparados, siempre que sea posible -el jedi sonrió, siendo consciente de lo que Delia estaba pensando.<br />
<br />
Delia le devolvió la sonrisa, con una calidez que no había visto a ningún nativo de Nar Shaddaa.<br />
<br />
-Te entiendo -no dijo nada más. Parecía tocada por sentimientos profundos, y siguió limpiando el vaso durante medio minuto, sin decir nada ni mirar a Ide directamente.<br />
<br />
<br />
<br />
Ide estuvo a punto de contarle que pensaba negociar con Vima para liberarla, y que pensaba que iba a ser difícil puesto que parecía valiosa, pero pensó que era mejor pasar por algunos temas de forma tangencial.<br />
<br />
-Creo que han cogido a Lionel -dijo, mirándola fijamente. Ella frunció el ceño.<br />
<br />
-No debió haberse quedado tanto.<br />
<br />
-Lo mandé a orbitar con la nave. Pero parece que no fue suficiente. No me contesta, y eso es mala señal -miró su vino. En cierto modo, se sentía responsable.<br />
<br />
-No sabría decir... a mí nunca me contesta -dijo con rabia.<br />
<br />
-Bueno. La gente cambia. Las cosas cambian. Hace tres horas mi aprendiz era mi aprendiz y ahora es una esclava de Vima. Esta noche puede que sea diferente.<br />
<br />
-Me pregunto para qué la querrá. ¿Ella era el objetivo de una operación completa o sólo fue un extra?<br />
<br />
-Digamos que... anoche... se hizo valer. Hizo una exhibición en casa de Keel. Llamamos la atención -ella hizo un gesto de sorpresa-. Fui un tonto. Nos siguieron la pista, y atacaron en casa de Keel. Ocho mercenarios me atacaron a mí mientras estaba en el Gremio de Cazarecompensas. Yo pude deshacerme de ellos, pero mi aprendiz no -levantó la mirada. <br />
<br />
No supo decir si estaba preocupado o la echaba de menos, pero no se permitió pensarlo mucho.<br />
<br />
<br />
<br />
Delia pareció acordarse de algo de repente. Extrajo un pequeño visor plano de un lateral de la barra y lo giró para que sólo pudieran verlo Ide y ella.<br />
<br />
-Un momento -dijo mientras manipulaba unos controles-. Apareció la imagen de Arakosia desnuda, haciendo girar su espada a gran velocidad para destrozar una oleada de fruta. Se notaba que la imagen se estaba desarrollando a cámara lenta en la velocidad a la que caían los trozos de fruta una vez cortados.- ¿Esta es ella?<br />
<br />
Ide no dijo nada durante unos momentos.<br />
<br />
-Debí habérmelo figurado -dijo con amargura-. Debo ser el jedi más tonto de toda la Orden.<br />
<br />
-Bueno, esto responde a mi pregunta anterior -dijo ella, sin hacer caso al comentario de Ide-. Ya sabemos para qué la quiere Vima.<br />
-Tiene todo el sentido.<br />
<br />
<br />
<br />
En un instante, Ide pasó de la frustración a la esperanza. "Lo que Vima no sabe es que eso no era Arakosia moviéndose, sino la droga actuando". Y justo cuando terminó la frase mental, se dio cuenta de lo que haría Vima si supiera que era la especia roja la que la hizo canalizar la Fuerza así.<br />
<br />
-Pues claro que lo tiene. La quiere para el Hak'un Shapp.<br />
<br />
Ide abrió mucho los ojos y habló con una pesada y profusa determinación.<br />
<br />
-Ya sé lo que voy a hacer. Sira, quédate aquí -ella asintió.<br />
<br />
Se despidió de Delia y se dirigió a su habitación.<br />
<br />
==Tratos con Fenel Fodel==<br />
<br />
Apenas hubo abierto la puerta, Kenter se volvió a materializar:<br />
<br />
-¡Saludos, noble señor! ¿Cómo puedo hacerlo más feliz?<br />
<br />
-Holocomunicación con el responsable de personal -dijo sin casi dejar terminar a Kenter-. El tipo que vino antes y ni siquiera se presentó.<br />
<br />
-Su nombre es Fenel Fodel. Lo llamaré en seguida.<br />
<br />
Tras unos diez segundos, la cara del ciborg apareció en el holocomunicador.<br />
<br />
-Necesito que me hagas un favor.<br />
<br />
-Dígame su problema y veré qué puedo hacer.<br />
<br />
-¿Tiene Arakosia ya el implante?<br />
<br />
-Me temo que los informes médicos relativos al personal son privados, señor.<br />
<br />
-Entiendo que es un no -se aventuró a decir-. Si oficialmente fuera una esclava, no tendrías problema en comunicarlo -hizo una pequeña pausa.<br />
<br />
-No tengo ningún problema en comunicarlo, más allá de la incomodidad que a veces supone para un cliente encontrarse a nuestro servicio a un... antiguo conocido -hizo un gesto de incomodidad-. Pero no se confunda. Es nuestra.<br />
<br />
-Necesito que postpongas la inserción. Sólo hasta esta noche, después de que negocie con Vima.<br />
<br />
-Mi deber es implantarla cuanto antes, si los informes médicos son favorables. Aunque la naturaleza de mi trabajo incluye cierta... flexibilidad a la hora de estimar parámetros intangibles, como la naturaleza favorable de un informe técnico -pareció concentrarse durante un instante-. Sin embargo, la Señora del Dolor parece haberse tomado un interés personal en este caso, y no creo que viera una... dilación intencionada por mi parte con buenos ojos. Representaría para mí un riesgo considerable.<br />
<br />
-Cuánto quieres -preguntó Ide con apenas entonación interrogativa.<br />
<br />
-No quiero dinero. Quiero irme de Nar Shaddaa.<br />
<br />
-Cuánto vales -repuso, como si la primera pregunta no hubiera existido.<br />
<br />
-Soy un agente libre, pero me retienen... compromisos ineludibles. Necesito que me saque de aquí alguien a quien no le importe la ira de Vima.<br />
<br />
-Uhm -Ide se quedó dubitativo. Algo pareció endurecerse en Fenel Fodel-. A mí no me importa, mientras consiga lo que he venido a buscar -el ciborg se relajó nuevamente, y esbozó la más mínima de las sonrisas. Asintió. <br />
<br />
-Será sólo una hora. Voy a ver a Vima en la cena, y tras la cena todo estará resuelto. De una manera u otra -sentenció.<br />
<br />
-Ten cuidado -dijo mientras asentía sobriamente.<br />
<br />
==Dinero y datos==<br />
<br />
Cuando se despidieron, Ide se dirigió a Kenter.<br />
<br />
-Kenter, ¿podrías comprobarme cuánto dinero queda en este cristal? -dijo Ide, mientras introducía el cristal en la ranura disponible.<br />
<br />
-¡Por supuesto, señor! -dijo con una cordialidad que a Ide comenzaba a cansarle- En este momento cuenta con 22714 gubor y 170 fleber.<br />
<br />
-Ahá. ¿Y sabes cómo anda el cambio medio de Gubor-Sgin?<br />
<br />
-El cambio medio oscila, señor, pero más o menos seis sgin hacen un gubor. Por supuesto, la tasa de cambio es tremendamente variable, y ya que muchos de los cambios de moneda se hacen electrónicamente, las tasas de cambio con varios decimales no son extrañas.<br />
<br />
"''Parece entonces que Sira hizo efectivamente un buen trato con la nave''", pensó Ide cuando hizo cuentas mentalmente. El carguero había costado unos 1.600 gubor. La realidad es que Ide no tenía muy claro cuánto significaba esa cantidad, pero lo que sí le pareció era que le quedaba una proporción bastante buena de dinero.<br />
<br />
De repente se acordó de Sira. Cogió su comunicador y escribió un mensaje. "Vete a la Flor Esquiva. Allí encontrarás a Delia. Dile que eres la que se salvó, y espérame allí. Lo que necesites comer y beber lo pagaré yo." <br />
<br />
Entretanto esperaba que llegara la hora de la cena decidió bajar a ver, en persona, qué era eso del Hak'un'Shap. Se quedó parado un segundo, y con decisión, salió por la puerta.<br />
<br />
No dio ni dos pasos cuando se dio cuenta de que no sabía dónde ir. Suspiró.<br />
<br />
-Kenter -dijo, con pesadumbre. Kenter tenía lo mismo de útil que de irritante.<br />
<br />
-¿Sí, señor?<br />
<br />
-¿Podrías decirme por favor dime dónde se celebra el Hak'un'Shapp?<br />
<br />
-Se celebra en los niveles 1 a 50, señor. Se pueden seguir los encuentros desde cualquier consola del hotel, y también se puede apostar desde cualquier lugar.<br />
<br />
-Gracias, pero prefiero verlo. Además, así veo si conozco a alguno de los participantes.<br />
<br />
-Nadie lo ve con sus propios ojos, señor, excepto los participantes. Los niveles 1 a 50 están llenos de cámaras para retransmitirlo todo con la mayor fidelidad. En cuanto a la identidad de los participantes... no veo en qué es diferente verlo en vivo de ver una holografía con detalle 1:1. ¿Desea rastrear a algún participante en concreto?<br />
<br />
-Pues la verdad es que conozco a Morg. No me importaría verlo.<br />
<br />
-¿Desea saber qué tal le va, señor? ¿O prefiere el holograma que se hizo al inscribirse?<br />
<br />
-Muéstrame ambos.<br />
<br />
-Por supuesto -dijo Kenter.<br />
<br />
De inmediato se activó un holoproyector en la pared opuesta a la cama, mostrando un droide bastante alto y ancho, de unos dos metros y medio. Permaneció unos segundos así, y luego sus extremidades se desplegaron, para llegar a medir tres mertos y medio. Transmitía una sensación de ser grandote e inofensivo que (como bien sabía Ide) no se correspondía con la realidad.<br />
<br />
La imagen se desvaneció, para dar paso a una representación seudobidimensional, que mostraba a Morg en una habitación. Un rótulo bajo la escena decía: "¡Momentos estelares de Morg!"<br />
<br />
La cámara giró para mostrar a un alienígena peludo y grandote, con brazaletes de esclavo, que llevaba una especie de vara, de punta energética. El alienígena fintó un par de veces, antes de que Morg consiguiera coger la vara con su articulación extendida. La retrajo con un movimiento brusco, y el alienígena chocó contra el droide. Se golpeó y cayó al suelo. Morg lo pisó sin mucho énfasis en la cabeza, que se deshizo.<br />
<br />
Corte de escena. Morg está en una posición de pelea, con un brazo extendido, y un humanoide envuelto en lo que parecen ser vendajes carga contra él, aparentemente desarmado. De repente, el homanoide extrae un sable de luz e intenta cortarle una extremidad a Morg. Éste retrae la extremidad y salta hacia atrás, mientras se extienden varios apéndices de su cuerpo metálico. Uno de los apéndices estalla, llenándolo todo de humo. La imagen cambia a termográfico. El humanoide gira sobre sí mismo para defenderse de algo, vuelve a girar. Un brazo de droide, muy frio, lo apresa de los dos brazos y se los arranca. Luego coge su cabeza y la aprieta de forma rápida y desapasionada, haciendo que estalle.<br />
<br />
Ide hizo memoria, para intentar recordar si había oído de algún Jedi que fuera a Nar'Shadda últimamente y que hubiera muerto. No le sonaba. Aunque, claro, hacía menos de un mes que había regresado al Templo.<br />
<br />
-¿Quién era el del sable, Kenter? -preguntó Ide.<br />
<br />
-Exen Nithan. Proviniente de Korriban. Profesión reconocida: asesino. Cazarrecompensas. Iba muy bien en los preliminares. Hasta ese momento, claro.<br />
<br />
-¿Cómo va Morg?<br />
<br />
-Subiendo en la clasificación, señor. No tiene demasiados fans, pero tampoco tiene demasiados enemigos. Probablemente se clasifique para el Hak'un'Shapp.<br />
<br />
-Quisiera que le dejaras un mensaje de mi parte.<br />
<br />
-Puedo ponerlo en su cuenta, señor, pero no le garantizo que lo vaya a leer. La cantidad de mensajes que reciben los participantes es astronómica. Aunque, claro, dada la naturaleza robótica de Morg...<br />
<br />
-Seguro que le interesa lo que tengo que decirle. Te dicto.<br />
<br />
==Mensajes==<br />
<br />
Sobre la nariz de Kenter aparecieron unas pequeñas gafas. En sus manos apareció un pequeño datapad.<br />
<br />
-Asunto, Garin. Remitente, Kanor, de Coruscant. Mensaje -Ide se paró unos segundos, para pensarse bien el texto-. Sé por qué estás haciendo esto. Conocí a su padre. Tuvo problemas y huyó de Coruscant. Me pidió que cuidara de él. Te busqué en Horuz, pero habían saboteado tu secuencia de emergencia y acabaste aquí. -Se paró, no sabía si seguir dando detalles o dejarlo para cuando respondiera-. Este es mi buzón. Espero tu respuesta.<br />
<br />
-Ya está enviado, señor.<br />
<br />
-¿Está luchando ahora?<br />
<br />
-No, señor. Descansando. Gasta casi todos sus hak en "tiempo privado". Eso es una mala táctica, porque sus fans preferirían verlo... Ya tenemos respuesta al mensaje.<br />
<br />
Ide sonrió. Sabía que no tardaría en responder.<br />
<br />
-Léemela.<br />
<br />
-"Introduzca código de anulación". Ni remite, ni asunto...<br />
<br />
Entonces recordó que Tu'Ala le había dado las coordenadas, pero no un código de anulación. Si había cambiado el destino, con toda probabilidad había cambiado el código. Ide sacó su hololibro, para abrir el canal seguro para hablar con el Templo.<br />
<br />
Uno de los (ya familiares para Ide) ayudantes informáticos apareció en pantalla. Era 3-Tru, el especialista en seguridad.<br />
<br />
-Saludos, 3-Tru. Necesito mandar un mensaje a la expadawan Tu'Ala.<br />
<br />
-¿Mensaje, no comunicación directa? -dijo en tono profesional.<br />
<br />
-Mensaje.<br />
<br />
-Tecléelo en su interfaz.<br />
<br />
Ide escribió. "Los he encontrado. El robot tiene un código de desactivación. Espero que se te ocurriera cambiarlo y que te acuerdes. Contactar con Garin será más complicado." Pensó unos segundos, y escribió otro párrafo. "Espero que estés bien. De verdad. Iré a verte cuando pueda." Y envió el texto.<br />
<br />
La respuesta llegó cinco minutos después:<br />
<br />
"Te daré el código a cambio de una promesa solemne, por tu vida, tu honor de jedi y la Fuerza que lo sostiene todo."<br />
<br />
Respondió. "Como pudiste ver, soy un jedi de palabra. Habla."<br />
<br />
"Quiero que me prometas, por lo anterioremente dicho, que cuando vengas a verme tendremos sexo. Relaciones sexuales completas."<br />
<br />
"Pensaba que me ibas a pedir algo complicado de hacer."<br />
<br />
"Es algo muy complicado, si el otro no quiere. No puedo tomarlo ni exigirlo, sólo pedirlo."<br />
<br />
"Por mi vida, mi honor de jedi y por la Fuerza que todo lo sostiene, tienes mi palabra, y la convicción de que no supondrá esfuerzo alguno." Ide sonrió al escribir esto, pero lo envió así.<br />
<br />
"Contaré las horas. Desde ahora me declaro en abstinencia, hasta que nos veamos :D ."<br />
<br />
Ide esperó que el canal no estuviera vigilado. Aunque, dado su historial, no era de esperar que nadie en el Templo se alarmara.<br />
Kenter permanecía erguido, alerta, en espera de más órdenes. Para variar, estaba callado. Ide se quedó pensando unos segundos. No sabía si enviar el código ahora, o hacerlo después. Y, en cualquier caso, no sabía lo que pasaría cuando introdujera el código.<br />
<br />
-Kenter, ¿sabes si Morg tiene algún combate hoy?<br />
<br />
-Nadie lo sabe, señor -repuso el hombrecillo, con cara de circunstancias-. Como ya le he dicho, gasta casi todos sus hak en "tiempo de privacidad". Y dada su naturaleza robótica, tampoco gasta mucho en mantenimiento... así que el momento de su siguiente combate es entre ahora y dentro de veintiocho horas.<br />
<br />
-Bien. Necesito que le envíes otro mensaje.<br />
<br />
-Será un placer, señor.<br />
<br />
-Mismo asunto que el anterior. Escribe. "Tengo el código, pero necesito asegurarme de que Kurel estará bien. ¿Qué harás cuando se desactive la secuencia de emergencia?".<br />
<br />
Cuando vio el mensaje escrito, tuvo la vaga impresión de que la respuesta sería "Introduzca código de anulación", sin remite, ni asunto.<br />
<br />
-Ya hay respuesta, señor. La leo: "El estado de salud de Kurel está al noventa y siete por ciento, y me encuentro en disposición de afirmar que permanecerá entre el noventa y cinco y el cien por cien; al menos en las próximas seis semanas. Introduzca código de anulación."<br />
<br />
Ide no sabía si anular la secuencia de emergencia ahora. O esperar a tener resuelto lo de Arakosia. Y lo de Delia. Y lo de Lionel. Quizás podría presionar a Vima, si tuviera control sobre Morg.<br />
<br />
-Responde, Kenter. "No has respondido a mi pregunta. Qué pasará con Kurel, y contigo, cuando introduzca el código. Y en cualquier caso, no te voy a enviar el código por una red no segura. Te lo daré en persona. Supongo que habrás sido lo suficientemente listo como para rastrear desde dónde te he enviado este mensaje."<br />
<br />
-"Remitente irrastreable debido a la configuración del sistema. Respuesta a la pregunta planteada excede parámetros de seguridad. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide dictó a Kenter de nuevo. "Habitación [...], en el Palacio del Dolor. No transferiré el código por una red privada. Si no piensas venir, proporcióname un buzón de la HoloRed donde pueda mandarte el código."<br />
<br />
"No dispongo de acceso a HoloNet. No puedo abandonar el Hak'Un Shapp."<br />
<br />
Ide no se fiaba de que alguien estuviera vigilando las comunicaciones, y que, intencionadamente podría intervenir el mensaje y no permitir que llegara a Morg. Por eso, intencionadamente, envió un código erróneo.<br />
<br />
-Kenter, envía la siguiente secuencia. -Dictó el código, errando en algunos números a propósito. Si Morg respondía, sería prueba inequívoca de que le había llegado el mensaje.<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Miró la respuesta algo atónito. No tenía ningún sentido que se bloqueara el sistema tras un intento erróneo. Aunque al menos sabía que nadie estaba interviniendo el canal.<br />
<br />
-Kenter, envía otro mensaje. -Esta vez, dictó el código correctamente, y lo repasó dos veces-. Además, crea un alias oculto en el remitente. Habrá bloqueado la anterior dirección.<br />
<br />
Cuando llegó el siguiente mensaje, Ide lo contempló, sin acabar de creérselo:<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la mente de Ide. ''A lo mejor no era Morg'' el que estaba enviando los mensajes de "Código incorrecto". Envió una tercera clave, ligeramente modificada respecto de la correcta que le había enviado Tu'Ala. Además escribió a la chica por el canal abierto en su Hololibro: "¿Estás segura de que esa es la clave?".<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
==Seguridad hutt==<br />
<br />
El mensaje de Tu'Ala tardó un poco más en llegar: "Claro, por supuesto, yo misma lo cambié. Es culpa de alguien pequeño y rojo. Tendrás que decírselo en persona, antes de mañana por la tarde."<br />
<br />
Respondió a Tu'Ala. "¿Alguien pequeño y rojo? ¿Mañana por la tarde? ¿Qué tiene que ver eso con el código que Morg ha rechazado?"<br />
<br />
"Sabes, no puedo ajustar mis visiones proféticas desde aquí. Por el ysalamiri, sabes. Hablo de memoria, esto es algo que vi una vez. Pero creo que no es Morg el que está rechazando el código."<br />
<br />
"''Estupendo''", pensó Ide, "''ahora además de alguien interfiriendo la comunicación tenemos una visión profética''".<br />
Abrió su Hololibro de nuevo. Escribió un pequeño programa, de apenas diez líneas de código, que generaba variaciones del código de seguridad. Lo conectó a la consola de Kenter.<br />
<br />
-Kenter, envía la salida de este programa a ''Morg''. Cada diez segundos. Una clave por mensaje.<br />
<br />
"''Si quieres tener la clave, vas a tener que encontrarla entre todas las que vas a recibir, y luego discutirlo con Morg''", pensó.<br />
<br />
Desde Kenter manó una especie de murmullo, al comenzar a mandar variaciones del código. Al mismo tiempo, con una voz muy suave le dijo a Ide: "Esta es una tarea infinita, señor..."<br />
<br />
-No te preocupes, no durará mucho -dijo Ide con una media sonrisa-. Envía unos cuantos mensajes más, luego aumentaremos la frecuencia. Cuando haya enviado unas cuatro mil claves, será suficiente.<br />
<br />
-Sí, señor -dijo Kenter, con voz cansada.<br />
<br />
-Si enrutas mi Hololibro al sistema de mensajería, yo mismo puedo configurar los envíos, y no tendrás que dedicar procesador a esta tarea.<br />
<br />
-No... autorizado... no se preocupe por mí, señor.<br />
<br />
Ide comenzó a escribir en su hololibro, modificando el programa.<br />
<br />
Kenter se sentó, y tenía la expresión perdida. Cuando volvió a hablar, su voz era casi inaudible:<br />
<br />
-Cuatro... mil... claves... será... suficiente...<br />
<br />
Ide cambió el límite, y la cara de Kenter se congeló en un rictus de horror. Modificó el programa para que siguiera generando claves, cada vez con más frecuencia. Si conseguía saturar el buffer de Kenter... quizá...<br />
<br />
Diez segundos más tarde, la imagen de Kenter se inmovilizó. Seguía sentado, con la mirada perdida; e Ide se dio cuenta de que estaba perfectamente inmóvil. Probablemente al saturarse el buffer había sobreescrito algún otro sector de memoria, conjeturó Ide. En cualquier caso, estaba claramente fuera de combate. Intentó entonces acceder directamente a la red privada de comunicaciones, y descubrió que la IA era responsable de la seguridad de red de la habitación, que había caído.<br />
<br />
Ide accedió sin ningún problema. Por otra parte, debía haber centenares, o miles, de IAs similares a Kenter, cada una controlando una zona específica. Probó a marcar un mensaje dirigido a Morg, con otra clave falsa, para intentar seguir la traza. Comprobó que había una dirección por la que pasaban todos los mensajes que salían de la habitación. El mensaje dirigido a Morg no volvió a salir de esa dirección. En cambio, mandó un mensaje a Ide. Ni se molestó en abrirlo. Ya sabía lo que decía.<br />
<br />
Probó a enviar un mensaje de ánimo a Morg, suplantando la dirección de otra de las habitaciones del hotel. Algo así como "Apostaré por ti, lo estás haciendo fenomenal, ¡eres extraordinario!". Lo siguió por su ruta en la red, y observó que realizaba el mismo recorrido. Salvo que el mensaje de vuelta era "Gracias, apreciado admirador. La próxima vez que le arranque los miembros a alguien, lo haré en tu honor.".<br />
<br />
"''Así que ninguno de mis mensajes ha llegado a Morg...''". Repasó la correspondencia. Pero su interlocutor sabía de Kurel, no podía ser... salvo que el interlocutor intermedio funcionara como una especie de censor... que abriera todos los mensajes y sólo dejara pasar los que viera más convenientes. Por la velocidad con la que respondía, Ide intuyó que se trataba de un filtro electrónico. Que era, probablemente, el que había repetido el mensaje de Morg en la segunda clave. Y en la tercera. Y en la cuatro mil. Si quería saltarse el filtro... tendría que enviar un mensaje que no estuviera en las reglas de bloqueo. Mencionar a Kurel había<br />
funcionado. Y a Horuz. Así que redactó un mensaje con un remitente distinto, se consignó a la Fuerza, y cruzó los dedos para que el filtro no lo retuviera.<br />
<br />
Remitente: "Ide". Asunto: "Kurel". Mensaje: "El hijo de Zhur Garin, que fue traido aquí desde Horuz, debe ser trasladado al Templo Jedi de Coruscant, por deseo expreso de él mismo." El mensaje no llegó más allá del interlocutor intermedio. El mensaje de vuelta decía: "No tengo problema con eso. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide se quedó mirando su Hololibro. Tuvo otra obvia revelación. Las reglas no se limitarían a aprender los mensajes que Morg hubiera rechazado. Además, jamás dejarían pasar un mensaje que contuviera un código de desbloqueo de un droide.<br />
<br />
Aún quedaba el problema de los pocos miles de claves que había enviado. Si un observador humano decidía probarlas, probablemente podrían obtener el control de Morg en pocas horas. Siempre que el supervisor, el cual Ide estaba seguro que existía, no decidiera que era un ataque aleatorio para obtener el control de Morg...<br />
<br />
Aprovechando la brecha abierta, Ide instaló su programa en el terminal donde antes se había estado ejecutando Kenter. Lo ejecutó para que siguiera enviando claves. Observó, desde la monitorización que hacía desde su Hololibro, cómo el filtro las respondía automáticamente. Creó un pequeño filtro, que descartaba las respuestas estándar, y que avisaba y detenía el envío en caso de obtener una respuesta distinta.<br />
<br />
Cuando terminó era casi la hora de la cena. Desconectó su Hololibro y dejó su sistema funcionando.<br />
<br />
Obviamente, Kenter no sería capaz de avisarlo, así que cogió sus cosas y se dirigió a la Flor Esquiva.<br />
<br />
<br />
<<Continúa en [[Humo y Vapor III]]>></div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIHumo y Vapor II2013-06-26T19:02:07Z<p>El Universo: /* Dinero y datos */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26 aGR; 18:30'''<br />
<br />
Volvieron a la atmósfera tan rápido como la twi'lek podía pilotar. Aunque inmerso en sus pensamientos y las sensaciones que iban y venían sobre su padawan, se paró a examinarla unos segundos. Había explotado, cuando el mercenario la tenía sujeta con el cuchillo. Que Ide supiera, sólo había una forma de estallar de esa manera, y ya la había visto antes en un usuario de la Fuerza.<br />
<br />
Ella misma seguía asustada por lo que acababa de experimentar, y parecía muy confusa. Y seguía pilotando, volcándose en la conducción como única manera de mantener la cordura. Pero Ide la veía con otros ojos.<br />
<br />
Ella estaba pilotando ''mediante la Fuerza''. Y también estaba inmersa en un shock emocional.<br />
<br />
Pero ya se encargaría de esto más tarde. Ahora tenía que ver a su padawan.<br />
<br />
==Llegada==<br />
<br />
El tiempo base para llegar era de cuarenta minutos, pero ella consiguió reducirlo a treinta mediante algunas maniobras de dudoso buen gusto, que no produjeron víctimas de puro milagro.<br />
<br />
Poco antes de llegar, Ide vio la columna de humo que surgía del techo hundido de la mansión Wolkan. Fue entonces cuando se empezó a preocupar de verdad.<br />
<br />
Aterrizaron en el mismo hangar donde Ide había aparcado al llegar allí por primera vez, y que era de las pocas partes que conservaba la estructura más o menos intacta. Nadie salió a recibirlos.<br />
<br />
Ide caminó fuera de la nave, con premura pero sin perder la precaución, con el sable de luz en la mano, aunque apagado. Agudizó el oído, no se escuchaban sonidos de combate. Con la Fuerza no podía percibir a Arakosia, pero ella siempre había sido, por naturaleza, difícil de percibir.<br />
<br />
MN-44, con un brazo menos y varias marcas de blaster sobre su torso, se acercó cojeando a Ide.<br />
<br />
-Cielos, ''Emeene''... ¿qué ha pasado aquí?<br />
<br />
-¿Señor Kanor? No puedo verlo bien, mis fotoreceptores están dañados... hemos sido atacados, señor.<br />
<br />
-¿Dónde está Keel? ¿Y Arakosia?<br />
<br />
-El amo Wolkan se ha encerrado en su búnker, y no tiene intención de salir hasta que piense que el entorno es seguro. La chica que lo acompañaba a usted desapareció en el fragor del combate.<br />
<br />
De repente, Ide se acordó de algo más. Cogió su intercomunicador y se lo llevó a la boca.<br />
<br />
-¿Lionel? Lionel, aquí Ide, contesta.<br />
<br />
Un chorro de estática fue la única respuesta. Ide no acababa de tener claro si había percibido la voz de Lionel en medio de la estática, o si había sido su mente, intentando convencerle de que así había sido.<br />
<br />
==Control de daños==<br />
<br />
Marcó en el comunicador el número de Keel. Una voz airada contestó.<br />
<br />
-¡Ahora qué!<br />
<br />
-¿Ahora qué? ¿Qué está pasando aquí? Me han intentado matar mientras estaba en el gremio de cazarrecompensas... ¿qué significa todo esto?<br />
<br />
-¡Que qué significa qué! ¡Han intentado matarme! ¡En mi propia casa!<br />
<br />
-¿Sabes quién es el responsable?<br />
<br />
-¡Mercenarios, creo! ¡No lo sé! ¡Cuando el que sea quiera reclamar el ''k'shii'', lo sabremos! ¡Mierda! ¡He perdido más de cincuenta esclavos! Por cierto, siento haberte dejado sin piloto.<br />
<br />
A Ide le dio un vuelco el corazón.<br />
<br />
-¿Perdona?<br />
<br />
-La twi'lek. Lo siento, he activado el código de su implante hace un rato. Ha sido al activar la marea de carne... pero veo que has llegado bien, así que no ha sido un gran contratiempo.<br />
<br />
La chica, de pie al lado de Ide, se puso pálida. Con la mirada aturdida, se sentó en el suelo.<br />
<br />
-Eh, bueno, ahora tenemos otros asuntos que tratar. Yo, por ejemplo, tengo que encontrar a mi aprendiz. Llámame si necesitas algo, pero por lo que veo sabes cuidarte solo. -Miró a MN-44-. Deberías hacer algo con MN, parece algo dañado.<br />
<br />
-Anda la leche, ¿sigue vivo? Estee... ya lo mandaré reparar cuando salga y tal...<br />
<br />
-Descuida. Te veo luego.<br />
<br />
Cogió a la twi'lek del brazo y se dirigió a la nave. Cuando llegó a la nave, ella se dejó caer sobre sus rodillas y comenzó a sollozar.<br />
<br />
-Disculpa la pregunta, pero... al activar Keel tu implante, ¿no debías haber muerto?<br />
<br />
Ella negó con la cabeza, sin dejar de llorar.<br />
<br />
-Pero Keel piensa que has muerto -ella asintió-. Entonces, si Keel piensa que has muerto, es porque debías haber muerto, pero que algo falló en ese instante. A no ser que algo se me escape -ella asintió-. También, en lugar de asentir sin decir nada, podrías decirme qué pasa. O podemos jugar al juego del jedi que busca la verdad sin que la twi'lek hable.<br />
<br />
==Respuestas==<br />
<br />
Ella se giró a medias, sin atreverse a mirar a Ide a los ojos. Con un hilo de voz contestó:<br />
<br />
-¿Je...di?<br />
<br />
Ide tuvo un momento de duda, pero luego creyó entender.<br />
<br />
-¿Sabes quién soy? -ella negó con la cabeza. Ide sonrió -. ¿Sabes quién es Keel? -ella asintió, con un escalofrío-. Pues te voy a dar una buena noticia: creo que eres una twi'lek libre, sobre todo porque tu amo piensa que has muerto, y tu implante ha fallado cuando él intentó activarlo.<br />
<br />
Ella se calmó un poco. Habló con la voz deformada por haber llorado, pero más calmada.<br />
<br />
-El implante no falló por eso -dijo en voz baja-. Falló porque Keel no era mi propietario.<br />
<br />
-Ahora sí que no entiendo nada. Él piensa que tú has muerto...<br />
<br />
-Porque él dio la orden de activar mi implante. Pero como él no era mi propietario, no se activó.<br />
<br />
-¿Y a quién perteneces?<br />
<br />
-A ti, amo -miró a otro lado, como si no soportara mirarlo a los ojos- Mi código está en tu cristal de pago.<br />
<br />
-Entiendo. Osea, que te compré cuando gestionaste el alquiler del carguero, por eso me salió tan caro...<br />
<br />
Ella lo miró extrañada.<br />
<br />
-No, el precio de la nave es correcto. Y es de segunda mano. Mi... coste es un porcentaje pequeño de lo que se gastó en aquella nave.<br />
<br />
-¿Segunda mano? ¿Lo he comprado? ¿Te compré a ti y a la nave? - Ide estaba sinceramente sorprendido.<br />
<br />
-Y a muy buen precio, si me permite decírselo, amo.<br />
<br />
Guardó silencio durante unos segundos.<br />
<br />
-Entonces supongo que ya me puedes decir tu nombre.<br />
<br />
-Un esclavo no tiene nombre, amo. Puede llamarme como guste...<br />
<br />
-Ya, lo que pasa es que tú no eres mi esclava. Te voy a liberar en cuanto sepa cómo quitarte esa cosa de la activación.<br />
<br />
-Es que yo no quiero ser liberada -miró a Ide, que la observaba con el desconcierto pintado en el rostro- ¿Libre? ¿Con este cuerpo? ¿En Nar Shaddaa? Ni hablar. Como propiedad, tengo mis derechos.<br />
<br />
-Oh, bueno, yo pensaba más bien que te vinieras a Coruscant.<br />
<br />
Los ojos de ella se agrandaron con sorpresa, pero no se atrevía a creer.<br />
<br />
==Los detalles después==<br />
<br />
-Bueno -siguió Ide-, los detalles podemos discutirlos después. Ahora necesitaría que me ayudaras a encontrar a mi aprendiz, y de paso a terminar la misión que tengo que hacer aquí.<br />
<br />
-Mientras tanto, y según la legislación de Nar Shaddaa, soy de tu propiedad -sonrió-. No puede ser peor que Keel Wolkan -escupió el nombre con desprecio.<br />
<br />
-Estoy seguro de que no -dijo, devolviéndole la sonrisa-.<br />
<br />
-Y, ahora, ¿cómo puedo serte de utilidad, amo?<br />
<br />
-Para empezar podrías dejar de llamarme amo.<br />
<br />
-¿Señor, quizá? ¿El nombre de pila? A algunos amos les gusta...<br />
<br />
-Ide está bien.<br />
<br />
-Ide -repitió ella en voz baja-. Es bonito. Necesitarás un apelativo para denominarme, Ide. Y ahora que soy de tu propiedad, contestaré a todas tus preguntas. ¿Quieres saber cómo me llamaba? ¿Quieres saber qué me gusta en la cama?<br />
<br />
Ide movió los ojos hacia arriba. Le encantaría charlar y animar a la chica, pero ahora tenía algo que hacer.<br />
<br />
-Vamos, me puedes contar todo eso mientras rescatamos a mi ayudante -sonrió, y subió la rampa de acceso.<br />
<br />
-Claro, si no he desconectado la energía de la nave -se encogió de hombros- por si había problemas. Pero, ¿hacia dónde vamos?<br />
<br />
-Hacia el sitio del que nunca debí alejarme. Al Palacio del Dolor.<br />
<br />
Ide vio como un escalofrío recorría la espalda de la twi'lek, pero ésta no dijo nada. Caminó hasta el puesto del piloto, y partieron dejando una estela de humo y vapor.<br />
<br />
==Un trayecto corto==<br />
<br />
La chica parecía haber pensado, inicialmente, que iban al Palacio del Dolor a alojarse. Por eso le contó brevemente lo que había venido a hacer a Nar Shadda, y los problemas que habían surgido con su piloto durante la investigación en el Palacio del Dolor. Le contó además, la sospecha que tenía de que tanto el ataque en el Gremio como la destrucción de la casa de Keel fueran obra de Vima Da'Motta.<br />
<br />
Ella asintió respetuosamente, intercalando comentarios apropiados a la historia de Ide, pero sin hacer ninguna pregunta. Cuando Ide guardó silencio, la escuchó susurrar "marea de carne".<br />
<br />
-Todavía no sé tu nombre -intervino Ide -. El que tenías antes de ser esclava.<br />
-Sira Levora -dijo ella con un tono extraño- Bueno, en realidad es Siral'evora, pero en básico se dice así.<br />
El joven no dijo nada, pero sonrió.<br />
<br />
==De nuevo en el Palacio del Dolor==<br />
<br />
La masa piramidal que era el Palacio del Dolor volvió a aparecer en la distancia. Por alguna razón, bajo el sol parcialmente eclipsado que empezaba a ponerse, bajo el cielo rojizo, a Ide le pareció aún más amenazador que la primera vez que lo vio.<br />
Una protrusión del edificio, cerca de la cima, se extendió para recibirles. Este, comprendió Ide, es un hangar de lujo.<br />
<br />
Bajaron de la nave, y un hombre enfundado en un traje formal los recibió con un ademán moderado y una sonrisa comedida.<br />
<br />
-¿Ide Kanor? -dijo educadamente.<br />
<br />
-En efecto. Cuánto honor, no sabía que tendría recepción oficial -dijo Ide, con un tono algo ambivalente entre lo formal y el sarcasmo.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Es usted un cliente importante. ¿Desea que lo conduzca a sus aposentos? El trayecto puede resultar complicado...<br />
<br />
-Entiendo.<br />
<br />
-La señora DaMot'ta lamenta no poder recibirlo en persona, pero estará encantada de cenar con usted esta noche en la Joya Gloriosa. Puede, mientras tanto, retirarse a sus aposentos, o disfrutar de nuestra muy variada oferta en ocio y restauración. Los pozos de carne, en concreto, son exquisitos.<br />
<br />
-Gracias, creo que esperaré en mi habitación. Por cierto, ¿cómo es que me esperaban? -preguntó, despreocupadamente.<br />
<br />
-Todos nuestros clientes tienen incluído un punto de desembarco con el precio de la habitación, señor. Y yo mismo tengo la labor de recibirle a usted y de proporcionarle cualquier información o servicio que pueda necesitar -sonrió enigmáticamente.<br />
<br />
Ide le devolvió la sonrisa. Aunque no tenia claro a qué venía tanto protocolo, se hacía una ligera idea. En cualquier caso, prefirió no preguntar más.<br />
<br />
El hombre, con un lenguaje corporal a medio camino entre el mayordomo y el ayuda de cámara, hizo un ademán que indicaba "sígame, por favor", y se dispuso a guiarlo hacia su habitación.<br />
<br />
El trayecto fue sorprendentemente corto y visualmente agradable. Ide reconoció los símbolos en la puerta de la habitación, aunque (reflexionó) no estaba del todo seguro de poderlos trazar si quisiera.<br />
<br />
==Indagaciones e invitaciones==<br />
<br />
En el interior, Ide se encontró de nuevo con la considerable extensión de espacio que era la habitación doble, decorada con notable buen gusto, con los hologramas de las paredes mostrando una tarde agradable en Alderaan. El selector holográfico se activó al entrar Ide por la puerta, mostrando de nuevo a la misma mascota humanoide que le había dado la bienvenida en la ocasión anterior.<br />
<br />
-¡Hola de nuevo, señor! -saludó con voz animada- ¡Me alegro mucho de volver a verle!<br />
<br />
-Hola, Kenter.<br />
<br />
-¿Hay algo que pueda hacer que su estancia resulte más agradable?<br />
<br />
-Pues me gustaría que comprobaras si la chica que me acompañaba ayer ha vuelto al hotel.<br />
<br />
-Veré lo que puedo hacer, señor -se volvió, mientras parecía concentrarse unos instantes-. Ahora se encuentra inscrita entre el personal de la Señora del Dolor. Pendiente de terminar cuidados médicos. Pendiente de evaluación física. Pendiente de asignación de destino -dijo en tono monocorde- ¿Desea alguna otra cosa, señor?<br />
<br />
-El... ¿personal, has dicho? Me gustaría verla, si fuese posible -dijo Ide, intentando mantener el tono educado.<br />
<br />
-Por supuesto, señor -dijo Kenter, servicialmente. Su imagen se difuminó, y se convirtió en la de una habitación espaciosa, llena de máquinas, donde tres droides médicos trabajaban afanosamente en Arakosia, que parecía ser la única paciente. Ella permanecía inconsciente, en el interior de una especie de cámara bañada con luz o líquido (la imagen era poco clara) de color dorado.<br />
<br />
-¿Y cuándo dices que ingresó aquí? -siguió Ide.<br />
<br />
-Me temo que esa información no la conozco, señor -reflexionó un instante- Supongo que hace poco, porque la evaluación física, asignada como tarea pendiente, es una de las primeras cosas que se realizan cuando alguien entra a formar parte de nuestra pequeña familia -sonrió.<br />
<br />
-Bueno, entonces me gustaría hablar con alguien responsable del nuevo personal. No entiendo por qué mi acompañante ha ingresado como miembro del hotel.<br />
<br />
-¿Holopresencia, señor? ¿O desea una entrevista en persona?<br />
<br />
-En persona, por favor -Ide estaba haciendo un esfuerzo por mantener la compostura-. Es un tema delicado, no entiendo qué está pasando aquí.<br />
<br />
-Comprendo -asintió el holograma animado-. Me temo que eso tardará un poco más. Nuestro hogar es un lugar grande...<br />
<br />
-Supongo que podrá ser antes de la cena.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Serán entre veinte y veinticinco minutos.<br />
<br />
-Estupendo. Esperaré aquí.<br />
<br />
Kenter no se desvaneció.<br />
<br />
-Parece contrariado, señor. ¿Hay algo que pueda hacer por usted? ¿Licor, especia, mujeres?<br />
<br />
-No, gracias, Kenter -interrumpió Ide-. Esperaré aquí hasta que pueda entrevistarme con el responsable del ingreso de Arakosia.<br />
<br />
-Como desee, señor. Permaneceré atento, por si necesita algo -se desvaneció.<br />
<br />
Ide se dirigió a la cama, y sin musitar una palabra más, adoptó postura de meditación. Necesitaba atar cabos, aunque todo apuntaba, cada vez más claramente, a que detrás de esta jugada estaba la misma Vima Da'Motta.<br />
<br />
==Espera, meditación==<br />
<br />
Ide cerró los ojos, y dejó su mente tan en calma como le fue capaz. Intuía que probablemente un jedi más experimentado lo lograría con mayor facilidad, pero al final consiguió aquietarse lo suficiente. O eso creía.<br />
<br />
Dejó vagar su percepción hacia el pasado, guiándola con suave firmeza al momento en el que creyó percibir la presencia de Arakosia, cuando estaba en aquel hangar...<br />
<br />
{{flashback| ...se vio a sí mismo, de pie junto a la nave que en aquel momento pensaba alquilada, el alienígena recién desintegrado, algunas de sus moléculas aún en el aire, y la sensación de vibrato que le llegaba desde la distancia. Ahora lo identificaba. Era la impronta de Arakosia en la Fuerza. Aun inconsciente, se había sentido en peligro. Y lo que había estado a punto de percibir no era sino el vínculo maestro-aprendiz, que él conocía tan bien... desde el lado del aprendiz.''}} Seguramente la próxima vez que lo percibiera sería capaz de identificarlo con mayor precisión.<br />
<br />
...con la facilidad de la práctica, fluyó hacia adelante para ir al punto en el que el mercenario había tomado a Sira como rehén. <br />
<br />
''Ella estaba llorando y temblando, y de repente...''<br />
<br />
Ide estudió sus recuerdos centésima a centésima.<br />
{{flashback |<br />
''...ella había cerrado los ojos con fuerza, y se había estremecido de puro pánico. Y la Fuerza había respondido. La explosión había brotado de ella. Y la expresión de su cara... no se lo esperaba, ni lo comprendía.'' Y seguía aterrorizada. Pero era una usuaria de la Fuerza, sin ningún género de dudas. O, mejor dicho, tenía el ''potencial'' para serlo.}}<br />
<br />
Justo cuando Ide iba a dirigir sus pensamientos a su aprendiz, aún en la sala de reconocimiento, llamaron a la puerta. Abrió los ojos.<br />
<br />
-Adelante -dijo, sin moverse, aún en pose de meditación.<br />
<br />
==Recursos Humanos==<br />
<br />
El que entró en la habitación había sido un hombre en otros tiempos. Ahora parecía más máquina. Tanto su ojo derecho como gran parte de su cráneo y su brazo izquierdo eran robóticos. La expresión de su cara era de hastío, pero sus modales eran impecables. Hizo un ademán pidiendo permiso antes de entrar en la habitación, y una vez dentro no se sentó hasta que Ide se lo hubo indicado. Aun así, inclinó levemente la cabeza antes de sentarse.<br />
<br />
-Cuénteme -dijo, sin más.<br />
<br />
-Entenderá -siguió Ide, con la misma claridad con la que él había empezado- que me encuentre algo extrañado por lo que ha sucedido. Mi acompañante ha sido ingresada en su hotel como miembro del equipo - enfatizó la última palabra-, según me ha podido informar el asistente holográfico.<br />
<br />
-Me temo que no comprendo de quién está hablando. ¿Podría ser un poco más específico, por favor?<br />
<br />
-Arakosia. La joven humana que tienen actualmente en observación médica.<br />
<br />
-Ah, sí. La hemos adquirido esta misma tarde a muy buen precio, a unos tratantes de esclavos de plena confianza -sus ojos se quedaron fijos un momento, como si mirara a algo muy lejano- Así es como ha entrado a formar parte de nuestro personal -su mirada recuperó parte de la viveza perdida- ¿Desea algo más?<br />
<br />
-Bueno, a ser posible, saber quién les ha vendido a mi aprendiz, la misma que era una humana libre esta misma tarde antes de que la secuestraran de donde estaba alojada.<br />
<br />
-Shawman&K'Rtahn, tratantes. Le puedo dar su dirección o su código de comunicador, si lo desea.<br />
<br />
Ide tomó aire.<br />
<br />
-Aunque claro, supongo que bajo las leyes de Nar Shadda, este individuo tendrá plena potestad sobre lo que haya ''adquirido'' al destruir y arrasar la casa Keel Wolkan, que es donde estaba Arakosia recuperándose. Y que, ahora que la ha vendido, no tiene potestad sobre ella. Y que cortarle la cabeza no anularía la transacción. ¿Me equivoco mucho? -Ide estaba considerablemente molesto por esta, por decirlo de alguna forma, ''inconveniencia''.<br />
<br />
-Su análisis de la situación es correcto, señor -su mirada se volvió reflexiva-. Aunque usted recuperaría parte del k shii perdido. Si lo desea, podemos venderle una esclava similar, de perfil guardaespaldas-concubina, un poco más joven...<br />
<br />
-No, no es sustituible. Necesito recuperar a Arakosia.<br />
<br />
-Si desea recuperar a esa chica en concreto, me temo que el asunto excede a mis competencias. Yo sólo manejo al personal existente, no tengo ningún papel en la entrada o salida de personal.<br />
<br />
-¿Tengo que hablar entonces con su superior?<br />
<br />
-Supongo que eso tendría que discutirlo con la señora Vima DaMot'Ta. Suele ser complicado, ya que no concede citas, pero... supongo es que es usted afortunado, ya que tiene una cita concertada con ella esta noche.<br />
<br />
-Me imaginaba que tendría que hablar directamente con ella. Le agradezco su ayuda.<br />
<br />
-¿Desea algún servicio que le ayude a hacer pasar el tiempo con mayor velocidad mientras espera?<br />
<br />
-No, gracias. Tengo un par de asuntos que resolver antes de la cena.<br />
<br />
-Entonces me retiro a mis quehaceres -dijo el cyborg, mientras se levantaba.<br />
<br />
-Muchas gracias por su atención.<br />
<br />
==Comunicándose con Keel==<br />
<br />
Ide se despidió del tipo, y sin dilación marcó el número de comunicador de Keel Wolkan. Tardó en contestar, y cuando lo hizo no había imagen, sólo una voz que parecía llena de dolor. O de droga.<br />
<br />
-Nnhh...-dijo la voz-que-parecía-de-Keel<br />
<br />
-Shawman&K'Rtahn. ¿Te suena ese nombre? -dijo Ide, obviando el estado de Wolkan.<br />
<br />
-¿Mmm? ¿Kanor?<br />
<br />
-Sí. Shawman&K'Rtahn. Han vendido a mi aprendiz a Vima Da'Motta. No sé si estás lo suficientemente lúcido como para atar cabos.<br />
<br />
-Una pareja de tratantes. Mi competencia más directa -suspiró-. ¿Qué quieres saber?<br />
<br />
-Cómo que qué quiero saber. Lo que te quiero decir es que deben haber sido ellos los que atacaron tu casa, si se han apoderado de mi aprendiz para venderla.<br />
<br />
-Ya... -dijo, con poca decisión- Debería haberlo supuesto -parecía dubitativo- Em... pues gracias por el dato, tio.<br />
<br />
-Lo que me gustaría saber es por qué sabían que yo estaba en Nar Shadda, y por qué me seguían. Me atacaron al mismo tiempo ocho mercenarios. ¿Tienes algo que contar, Keel?<br />
<br />
-Yo... no te comprendo... Tras la exhibición que hicísteis, supongo que bastante gente con el potencial de atacarme sabría de vuestra existencia...<br />
<br />
Ide se quedó bloqueado un momento.<br />
<br />
-Mierda -soltó.<br />
<br />
-Yo estoy intentando olvidar todo este asunto a base de especia rosa... -suspiró de nuevo- la especia rosa es buena...<br />
<br />
-Supongo que no arreglará nada que descabece a estos dos tíos. Al menos, no me devolverá a Arakosia.<br />
<br />
-Bueno, si vas y le dices a todo el mundo que lo haces de mi parte, te daré dos mil gubor. Piénsalo.<br />
<br />
-Tanto kshii por dos mil gubor... sabes negociar, Wolkan.<br />
<br />
-Bueno, me pareció una oferta justa...<br />
<br />
-Me lo pensaré, pero no me interesa el dinero. Me interesa mi aprendiz. ¿Cómo de poderosos son estos tipos?<br />
<br />
-Eh... pues más o menos como yo...<br />
<br />
-Gracias por la información. Te dejo, tengo que hacer un par de cosas antes de cenar. Cuidate, Wolkan.<br />
<br />
Miró las paredes de su habitación. Se maldijo por haber dejado sola a su aprendiz. Pero maldecirse no iba a arreglar nada, así que se fue a la Flor Esquiva. Ya que no podía hacer nada hasta hablar con Vima Da'Motta, al menos recogería toda la información que pudiera.<br />
<br />
==Regreso a la Flor Esquiva==<br />
<br />
Al parecer, en el Palacio del Dolor era tremendamente fácil llegar al lugar donde uno quisiera ir, o así se lo pareció a Ide.<br />
Llegó a la Flor Esquiva, que parecía estar bastante más animada que la otra vez. Aunque claro, la otra vez había sido por la mañana temprano. Seguía oliendo vagamente a especias, y seguía siendo rica en sofás, pero la música que tocaba Oloruu era más vivaz, y había prácticamente una persona (o pareja, o pequeño grupo) en cada sofá. También flotaba en el ambiente una cierta sensación plácida, no exenta de un extraño regusto amargo.<br />
<br />
Delia hizo un gesto de reconocimiento desde la barra. Comenzó a llenar un vaso con vino de Alderaan y esperó a que Ide y Sira se acercaran a hablar con ella.<br />
<br />
-Parece que no me voy a librar de hablar con tu jefa -dijo él, mientras tomaba asiento. Ella hizo un gesto de simpatía indeterminada.<br />
<br />
-Hablar no compromete a nada -dijo ella. Dejó pasar un par de segundos-. ¿Has encontrado al androide ese que buscabas?<br />
<br />
-No, pero tengo alguna pista. El problema es que en el camino he perdido a mi aprendiz. La han secuestrado y vendido. Adivina quién es su nueva dueña.<br />
<br />
-¿La Señora del Dolor, quizá?<br />
<br />
-Bingo. Unos tipejos atacaron la casa donde estaba... descansando. Keel Wolkan, no sé si te sonará.<br />
<br />
Se mostró levemente sorprendida.<br />
<br />
-Em... sí, es relativamente conocido.<br />
<br />
-Pues le han asestado un buen golpe.<br />
<br />
<br />
<br />
-Mala cosa... es una rata cobarde y cruel, muy capaz de usar a sus esclavos como campo de minas... pobres chicas.<br />
<br />
-Ah, a eso se refería con lo de marea de carne...<br />
<br />
-Sí, a eso. Se implanta un explosivo un poco más potente, y se hacen detonar los esclavos más cercanos a tu enemigo -comentó en un tono distante, pero asqueado- ...pobres chicas... -repitió mientras miraba a Sira con una huella de dolor compartido.<br />
<br />
-Una se salvó. La que me dejó como piloto. La compré sin querer -dijo Ide, intentando desviar el tema mientras Sira se ruborizaba en verde oscuro y apartaba la mirada.<br />
<br />
-Le salvaste la vida, tú -sonrió-. ¿No hay una tradición de cuidar de las vidas que uno salva? ¿O era al revés?<br />
<br />
-No lo sé. Mi orden nos insta a proteger a los desamparados, siempre que sea posible -el jedi sonrió, siendo consciente de lo que Delia estaba pensando.<br />
<br />
Delia le devolvió la sonrisa, con una calidez que no había visto a ningún nativo de Nar Shaddaa.<br />
<br />
-Te entiendo -no dijo nada más. Parecía tocada por sentimientos profundos, y siguió limpiando el vaso durante medio minuto, sin decir nada ni mirar a Ide directamente.<br />
<br />
<br />
<br />
Ide estuvo a punto de contarle que pensaba negociar con Vima para liberarla, y que pensaba que iba a ser difícil puesto que parecía valiosa, pero pensó que era mejor pasar por algunos temas de forma tangencial.<br />
<br />
-Creo que han cogido a Lionel -dijo, mirándola fijamente. Ella frunció el ceño.<br />
<br />
-No debió haberse quedado tanto.<br />
<br />
-Lo mandé a orbitar con la nave. Pero parece que no fue suficiente. No me contesta, y eso es mala señal -miró su vino. En cierto modo, se sentía responsable.<br />
<br />
-No sabría decir... a mí nunca me contesta -dijo con rabia.<br />
<br />
-Bueno. La gente cambia. Las cosas cambian. Hace tres horas mi aprendiz era mi aprendiz y ahora es una esclava de Vima. Esta noche puede que sea diferente.<br />
<br />
-Me pregunto para qué la querrá. ¿Ella era el objetivo de una operación completa o sólo fue un extra?<br />
<br />
-Digamos que... anoche... se hizo valer. Hizo una exhibición en casa de Keel. Llamamos la atención -ella hizo un gesto de sorpresa-. Fui un tonto. Nos siguieron la pista, y atacaron en casa de Keel. Ocho mercenarios me atacaron a mí mientras estaba en el Gremio de Cazarecompensas. Yo pude deshacerme de ellos, pero mi aprendiz no -levantó la mirada. <br />
<br />
No supo decir si estaba preocupado o la echaba de menos, pero no se permitió pensarlo mucho.<br />
<br />
<br />
<br />
Delia pareció acordarse de algo de repente. Extrajo un pequeño visor plano de un lateral de la barra y lo giró para que sólo pudieran verlo Ide y ella.<br />
<br />
-Un momento -dijo mientras manipulaba unos controles-. Apareció la imagen de Arakosia desnuda, haciendo girar su espada a gran velocidad para destrozar una oleada de fruta. Se notaba que la imagen se estaba desarrollando a cámara lenta en la velocidad a la que caían los trozos de fruta una vez cortados.- ¿Esta es ella?<br />
<br />
Ide no dijo nada durante unos momentos.<br />
<br />
-Debí habérmelo figurado -dijo con amargura-. Debo ser el jedi más tonto de toda la Orden.<br />
<br />
-Bueno, esto responde a mi pregunta anterior -dijo ella, sin hacer caso al comentario de Ide-. Ya sabemos para qué la quiere Vima.<br />
-Tiene todo el sentido.<br />
<br />
<br />
<br />
En un instante, Ide pasó de la frustración a la esperanza. "Lo que Vima no sabe es que eso no era Arakosia moviéndose, sino la droga actuando". Y justo cuando terminó la frase mental, se dio cuenta de lo que haría Vima si supiera que era la especia roja la que la hizo canalizar la Fuerza así.<br />
<br />
-Pues claro que lo tiene. La quiere para el Hak'un Shapp.<br />
<br />
Ide abrió mucho los ojos y habló con una pesada y profusa determinación.<br />
<br />
-Ya sé lo que voy a hacer. Sira, quédate aquí -ella asintió.<br />
<br />
Se despidió de Delia y se dirigió a su habitación.<br />
<br />
==Tratos con Fenel Fodel==<br />
<br />
Apenas hubo abierto la puerta, Kenter se volvió a materializar:<br />
<br />
-¡Saludos, noble señor! ¿Cómo puedo hacerlo más feliz?<br />
<br />
-Holocomunicación con el responsable de personal -dijo sin casi dejar terminar a Kenter-. El tipo que vino antes y ni siquiera se presentó.<br />
<br />
-Su nombre es Fenel Fodel. Lo llamaré en seguida.<br />
<br />
Tras unos diez segundos, la cara del ciborg apareció en el holocomunicador.<br />
<br />
-Necesito que me hagas un favor.<br />
<br />
-Dígame su problema y veré qué puedo hacer.<br />
<br />
-¿Tiene Arakosia ya el implante?<br />
<br />
-Me temo que los informes médicos relativos al personal son privados, señor.<br />
<br />
-Entiendo que es un no -se aventuró a decir-. Si oficialmente fuera una esclava, no tendrías problema en comunicarlo -hizo una pequeña pausa.<br />
<br />
-No tengo ningún problema en comunicarlo, más allá de la incomodidad que a veces supone para un cliente encontrarse a nuestro servicio a un... antiguo conocido -hizo un gesto de incomodidad-. Pero no se confunda. Es nuestra.<br />
<br />
-Necesito que postpongas la inserción. Sólo hasta esta noche, después de que negocie con Vima.<br />
<br />
-Mi deber es implantarla cuanto antes, si los informes médicos son favorables. Aunque la naturaleza de mi trabajo incluye cierta... flexibilidad a la hora de estimar parámetros intangibles, como la naturaleza favorable de un informe técnico -pareció concentrarse durante un instante-. Sin embargo, la Señora del Dolor parece haberse tomado un interés personal en este caso, y no creo que viera una... dilación intencionada por mi parte con buenos ojos. Representaría para mí un riesgo considerable.<br />
<br />
-Cuánto quieres -preguntó Ide con apenas entonación interrogativa.<br />
<br />
-No quiero dinero. Quiero irme de Nar Shaddaa.<br />
<br />
-Cuánto vales -repuso, como si la primera pregunta no hubiera existido.<br />
<br />
-Soy un agente libre, pero me retienen... compromisos ineludibles. Necesito que me saque de aquí alguien a quien no le importe la ira de Vima.<br />
<br />
-Uhm -Ide se quedó dubitativo. Algo pareció endurecerse en Fenel Fodel-. A mí no me importa, mientras consiga lo que he venido a buscar -el ciborg se relajó nuevamente, y esbozó la más mínima de las sonrisas. Asintió. <br />
<br />
-Será sólo una hora. Voy a ver a Vima en la cena, y tras la cena todo estará resuelto. De una manera u otra -sentenció.<br />
<br />
-Ten cuidado -dijo mientras asentía sobriamente.<br />
<br />
==Dinero y datos==<br />
<br />
Cuando se despidieron, Ide se dirigió a Kenter.<br />
<br />
-Kenter, ¿podrías comprobarme cuánto dinero queda en este cristal? -dijo Ide, mientras introducía el cristal en la ranura disponible.<br />
<br />
-¡Por supuesto, señor! -dijo con una cordialidad que a Ide comenzaba a cansarle- En este momento cuenta con 22714 gubor y 170 fleber.<br />
<br />
-Ahá. ¿Y sabes cómo anda el cambio medio de Gubor-Sgin?<br />
<br />
-El cambio medio oscila, señor, pero más o menos seis sgin hacen un gubor. Por supuesto, la tasa de cambio es tremendamente variable, y ya que muchos de los cambios de moneda se hacen electrónicamente, las tasas de cambio con varios decimales no son extrañas.<br />
<br />
"''Parece entonces que Sira hizo efectivamente un buen trato con la nave''", pensó Ide cuando hizo cuentas mentalmente. El carguero había costado unos 1.600 gubor. La realidad es que Ide no tenía muy claro cuánto significaba esa cantidad, pero lo que sí le pareció era que le quedaba una proporción bastante buena de dinero.<br />
<br />
De repente se acordó de Sira. Cogió su comunicador y escribió un mensaje. "Vete a la Flor Esquiva. Allí encontrarás a Delia. Dile que eres la que se salvó, y espérame allí. Lo que necesites comer y beber lo pagaré yo." <br />
<br />
Entretanto esperaba que llegara la hora de la cena decidió bajar a ver, en persona, qué era eso del Hak'un'Shap. Se quedó parado un segundo, y con decisión, salió por la puerta.<br />
<br />
No dio ni dos pasos cuando se dio cuenta de que no sabía dónde ir. Suspiró.<br />
<br />
-Kenter -dijo, con pesadumbre. Kenter tenía lo mismo de útil que de irritante.<br />
<br />
-¿Sí, señor?<br />
<br />
-¿Podrías decirme por favor dime dónde se celebra el Hak'un'Shapp?<br />
<br />
-Se celebra en los niveles 1 a 50, señor. Se pueden seguir los encuentros desde cualquier consola del hotel, y también se puede apostar desde cualquier lugar.<br />
<br />
-Gracias, pero prefiero verlo. Además, así veo si conozco a alguno de los participantes.<br />
<br />
-Nadie lo ve con sus propios ojos, señor, excepto los participantes. Los niveles 1 a 50 están llenos de cámaras para retransmitirlo todo con la mayor fidelidad. En cuanto a la identidad de los participantes... no veo en qué es diferente verlo en vivo de ver una holografía con detalle 1:1. ¿Desea rastrear a algún participante en concreto?<br />
<br />
-Pues la verdad es que conozco a Morg. No me importaría verlo.<br />
<br />
-¿Desea saber qué tal le va, señor? ¿O prefiere el holograma que se hizo al inscribirse?<br />
<br />
-Muéstrame ambos.<br />
<br />
-Por supuesto -dijo Kenter.<br />
<br />
De inmediato se activó un holoproyector en la pared opuesta a la cama, mostrando un droide bastante alto y ancho, de unos dos metros y medio. Permaneció unos segundos así, y luego sus extremidades se desplegaron, para llegar a medir tres mertos y medio. Transmitía una sensación de ser grandote e inofensivo que (como bien sabía Ide) no se correspondía con la realidad.<br />
<br />
La imagen se desvaneció, para dar paso a una representación seudobidimensional, que mostraba a Morg en una habitación. Un rótulo bajo la escena decía: "¡Momentos estelares de Morg!"<br />
<br />
La cámara giró para mostrar a un alienígena peludo y grandote, con brazaletes de esclavo, que llevaba una especie de vara, de punta energética. El alienígena fintó un par de veces, antes de que Morg consiguiera coger la vara con su articulación extendida. La retrajo con un movimiento brusco, y el alienígena chocó contra el droide. Se golpeó y cayó al suelo. Morg lo pisó sin mucho énfasis en la cabeza, que se deshizo.<br />
<br />
Corte de escena. Morg está en una posición de pelea, con un brazo extendido, y un humanoide envuelto en lo que parecen ser vendajes carga contra él, aparentemente desarmado. De repente, el homanoide extrae un sable de luz e intenta cortarle una extremidad a Morg. Éste retrae la extremidad y salta hacia atrás, mientras se extienden varios apéndices de su cuerpo metálico. Uno de los apéndices estalla, llenándolo todo de humo. La imagen cambia a termográfico. El humanoide gira sobre sí mismo para defenderse de algo, vuelve a girar. Un brazo de droide, muy frio, lo apresa de los dos brazos y se los arranca. Luego coge su cabeza y la aprieta de forma rápida y desapasionada, haciendo que estalle.<br />
<br />
Ide hizo memoria, para intentar recordar si había oído de algún Jedi que fuera a Nar'Shadda últimamente y que hubiera muerto. No le sonaba. Aunque, claro, hacía menos de un mes que había regresado al Templo.<br />
<br />
-¿Quién era el del sable, Kenter? -preguntó Ide.<br />
<br />
-Exen Nithan. Proviniente de Korriban. Profesión reconocida: asesino. Cazarrecompensas. Iba muy bien en los preliminares. Hasta ese momento, claro.<br />
<br />
-¿Cómo va Morg?<br />
<br />
-Subiendo en la clasificación, señor. No tiene demasiados fans, pero tampoco tiene demasiados enemigos. Probablemente se clasifique para el Hak'un'Shapp.<br />
<br />
-Quisiera que le dejaras un mensaje de mi parte.<br />
<br />
-Puedo ponerlo en su cuenta, señor, pero no le garantizo que lo vaya a leer. La cantidad de mensajes que reciben los participantes es astronómica. Aunque, claro, dada la naturaleza robótica de Morg...<br />
<br />
-Seguro que le interesa lo que tengo que decirle. Te dicto.<br />
<br />
==Mensajes==<br />
<br />
Sobre la nariz de Kenter aparecieron unas pequeñas gafas. En sus manos apareció un pequeño datapad.<br />
-Asunto, Garin. Remitente, Kanor, de Coruscant. Mensaje -Ide se paró unos segundos, para pensarse bien el texto-. Sé por qué estás haciendo esto. Conocí a su padre. Tuvo problemas y huyó de Coruscant. Me pidió que cuidara de él. Te busqué en Horuz, pero habían saboteado tu secuencia de emergencia y acabaste aquí. -Se paró, no sabía si seguir dando detalles o dejarlo para cuando respondiera-. Este es mi buzón. Espero tu respuesta.<br />
-Ya está enviado, señor.<br />
-¿Está luchando ahora?<br />
-No, señor. Descansando. Gasta casi todos sus hak en "tiempo privado". Eso es una mala táctica, porque sus fans preferirían verlo... Ya tenemos respuesta al mensaje.<br />
<br />
Ide sonrió. Sabía que no tardaría en responder.<br />
<br />
-Léemela.<br />
-"Introduzca código de anulación". Ni remite, ni asunto...<br />
<br />
Entonces recordó que Tu'Ala le había dado las coordenadas, pero no un código de anulación. Si había cambiado el destino, con toda probabilidad había cambiado el código. Ide sacó su hololibro, para abrir el canal seguro para hablar con el Templo.<br />
<br />
Uno de los (ya familiares para Ide) ayudantes informáticos apareció en pantalla. Era 3-Tru, el especialista en seguridad.<br />
<br />
-Saludos, 3-Tru. Necesito mandar un mensaje a la expadawan Tu'Ala.<br />
<br />
-¿Mensaje, no comunicación directa? -dijo en tono profesional.<br />
<br />
-Mensaje.<br />
<br />
-Tecléelo en su interfaz.<br />
<br />
Ide escribió. "Los he encontrado. El robot tiene un código de desactivación. Espero que se te ocurriera cambiarlo y que te acuerdes. Contactar con Garin será más complicado." Pensó unos segundos, y escribió otro párrafo. "Espero que estés bien. De verdad. Iré a verte cuando pueda." Y envió el texto.<br />
<br />
La respuesta llegó cinco minutos después:<br />
<br />
"Te daré el código a cambio de una promesa solemne, por tu vida, tu honor de jedi y la Fuerza que lo sostiene todo."<br />
<br />
Respondió. "Como pudiste ver, soy un jedi de palabra. Habla."<br />
<br />
"Quiero que me prometas, por lo anterioremente dicho, que cuando vengas a verme tendremos sexo. Relaciones sexuales completas."<br />
<br />
"Pensaba que me ibas a pedir algo complicado de hacer."<br />
<br />
"Es algo muy complicado, si el otro no quiere. No puedo tomarlo ni exigirlo, sólo pedirlo."<br />
<br />
"Por mi vida, mi honor de jedi y por la Fuerza que todo lo sostiene, tienes mi palabra, y la convicción de que no supondrá esfuerzo alguno." Ide sonrió al escribir esto, pero lo envió así.<br />
<br />
"Contaré las horas. Desde ahora me declaro en abstinencia, hasta que nos veamos :D ."<br />
<br />
Ide esperó que el canal no estuviera vigilado. Aunque, dado su historial, no era de esperar que nadie en el Templo se alarmara.<br />
Kenter permanecía erguido, alerta, en espera de más órdenes. Para variar, estaba callado. Ide se quedó pensando unos segundos. No sabía si enviar el código ahora, o hacerlo después. Y, en cualquier caso, no sabía lo que pasaría cuando introdujera el código.<br />
<br />
-Kenter, ¿sabes si Morg tiene algún combate hoy?<br />
<br />
-Nadie lo sabe, señor -repuso el hombrecillo, con cara de circunstancias-. Como ya le he dicho, gasta casi todos sus hak en "tiempo de privacidad". Y dada su naturaleza robótica, tampoco gasta mucho en mantenimiento... así que el momento de su siguiente combate es entre ahora y dentro de veintiocho horas.<br />
<br />
-Bien. Necesito que le envíes otro mensaje.<br />
<br />
-Será un placer, señor.<br />
<br />
-Mismo asunto que el anterior. Escribe. "Tengo el código, pero necesito asegurarme de que Kurel estará bien. ¿Qué harás cuando se desactive la secuencia de emergencia?".<br />
<br />
Cuando vio el mensaje escrito, tuvo la vaga impresión de que la respuesta sería "Introduzca código de anulación", sin remite, ni asunto.<br />
<br />
-Ya hay respuesta, señor. La leo: "El estado de salud de Kurel está al noventa y siete por ciento, y me encuentro en disposición de afirmar que permanecerá entre el noventa y cinco y el cien por cien; al menos en las próximas seis semanas. Introduzca código de anulación."<br />
<br />
Ide no sabía si anular la secuencia de emergencia ahora. O esperar a tener resuelto lo de Arakosia. Y lo de Delia. Y lo de Lionel. Quizás podría presionar a Vima, si tuviera control sobre Morg.<br />
<br />
-Responde, Kenter. "No has respondido a mi pregunta. Qué pasará con Kurel, y contigo, cuando introduzca el código. Y en cualquier caso, no te voy a enviar el código por una red no segura. Te lo daré en persona. Supongo que habrás sido lo suficientemente listo como para rastrear desde dónde te he enviado este mensaje."<br />
<br />
-"Remitente irrastreable debido a la configuración del sistema. Respuesta a la pregunta planteada excede parámetros de seguridad. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide dictó a Kenter de nuevo. "Habitación [...], en el Palacio del Dolor. No transferiré el código por una red privada. Si no piensas venir, proporcióname un buzón de la HoloRed donde pueda mandarte el código."<br />
<br />
"No dispongo de acceso a HoloNet. No puedo abandonar el Hak'Un Shapp."<br />
<br />
Ide no se fiaba de que alguien estuviera vigilando las comunicaciones, y que, intencionadamente podría intervenir el mensaje y no permitir que llegara a Morg. Por eso, intencionadamente, envió un código erróneo.<br />
<br />
-Kenter, envía la siguiente secuencia. -Dictó el código, errando en algunos números a propósito. Si Morg respondía, sería prueba inequívoca de que le había llegado el mensaje.<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Miró la respuesta algo atónito. No tenía ningún sentido que se bloqueara el sistema tras un intento erróneo. Aunque al menos sabía que nadie estaba interviniendo el canal.<br />
<br />
-Kenter, envía otro mensaje. -Esta vez, dictó el código correctamente, y lo repasó dos veces-. Además, crea un alias oculto en el remitente. Habrá bloqueado la anterior dirección.<br />
<br />
Cuando llegó el siguiente mensaje, Ide lo contempló, sin acabar de creérselo:<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la mente de Ide. ''A lo mejor no era Morg'' el que estaba enviando los mensajes de "Código incorrecto". Envió una tercera clave, ligeramente modificada respecto de la correcta que le había enviado Tu'Ala. Además escribió a la chica por el canal abierto en su Hololibro: "¿Estás segura de que esa es la clave?".<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
==Seguridad hutt==<br />
<br />
El mensaje de Tu'Ala tardó un poco más en llegar: "Claro, por supuesto, yo misma lo cambié. Es culpa de alguien pequeño y rojo. Tendrás que decírselo en persona, antes de mañana por la tarde."<br />
<br />
Respondió a Tu'Ala. "¿Alguien pequeño y rojo? ¿Mañana por la tarde? ¿Qué tiene que ver eso con el código que Morg ha rechazado?"<br />
<br />
"Sabes, no puedo ajustar mis visiones proféticas desde aquí. Por el ysalamiri, sabes. Hablo de memoria, esto es algo que vi una vez. Pero creo que no es Morg el que está rechazando el código."<br />
<br />
"''Estupendo''", pensó Ide, "''ahora además de alguien interfiriendo la comunicación tenemos una visión profética''".<br />
Abrió su Hololibro de nuevo. Escribió un pequeño programa, de apenas diez líneas de código, que generaba variaciones del código de seguridad. Lo conectó a la consola de Kenter.<br />
<br />
-Kenter, envía la salida de este programa a ''Morg''. Cada diez segundos. Una clave por mensaje.<br />
<br />
"''Si quieres tener la clave, vas a tener que encontrarla entre todas las que vas a recibir, y luego discutirlo con Morg''", pensó.<br />
<br />
Desde Kenter manó una especie de murmullo, al comenzar a mandar variaciones del código. Al mismo tiempo, con una voz muy suave le dijo a Ide: "Esta es una tarea infinita, señor..."<br />
<br />
-No te preocupes, no durará mucho -dijo Ide con una media sonrisa-. Envía unos cuantos mensajes más, luego aumentaremos la frecuencia. Cuando haya enviado unas cuatro mil claves, será suficiente.<br />
<br />
-Sí, señor -dijo Kenter, con voz cansada.<br />
<br />
-Si enrutas mi Hololibro al sistema de mensajería, yo mismo puedo configurar los envíos, y no tendrás que dedicar procesador a esta tarea.<br />
<br />
-No... autorizado... no se preocupe por mí, señor.<br />
<br />
Ide comenzó a escribir en su hololibro, modificando el programa.<br />
<br />
Kenter se sentó, y tenía la expresión perdida. Cuando volvió a hablar, su voz era casi inaudible:<br />
<br />
-Cuatro... mil... claves... será... suficiente...<br />
<br />
Ide cambió el límite, y la cara de Kenter se congeló en un rictus de horror. Modificó el programa para que siguiera generando claves, cada vez con más frecuencia. Si conseguía saturar el buffer de Kenter... quizá...<br />
<br />
Diez segundos más tarde, la imagen de Kenter se inmovilizó. Seguía sentado, con la mirada perdida; e Ide se dio cuenta de que estaba perfectamente inmóvil. Probablemente al saturarse el buffer había sobreescrito algún otro sector de memoria, conjeturó Ide. En cualquier caso, estaba claramente fuera de combate. Intentó entonces acceder directamente a la red privada de comunicaciones, y descubrió que la IA era responsable de la seguridad de red de la habitación, que había caído.<br />
<br />
Ide accedió sin ningún problema. Por otra parte, debía haber centenares, o miles, de IAs similares a Kenter, cada una controlando una zona específica. Probó a marcar un mensaje dirigido a Morg, con otra clave falsa, para intentar seguir la traza. Comprobó que había una dirección por la que pasaban todos los mensajes que salían de la habitación. El mensaje dirigido a Morg no volvió a salir de esa dirección. En cambio, mandó un mensaje a Ide. Ni se molestó en abrirlo. Ya sabía lo que decía.<br />
<br />
Probó a enviar un mensaje de ánimo a Morg, suplantando la dirección de otra de las habitaciones del hotel. Algo así como "Apostaré por ti, lo estás haciendo fenomenal, ¡eres extraordinario!". Lo siguió por su ruta en la red, y observó que realizaba el mismo recorrido. Salvo que el mensaje de vuelta era "Gracias, apreciado admirador. La próxima vez que le arranque los miembros a alguien, lo haré en tu honor.".<br />
<br />
"''Así que ninguno de mis mensajes ha llegado a Morg...''". Repasó la correspondencia. Pero su interlocutor sabía de Kurel, no podía ser... salvo que el interlocutor intermedio funcionara como una especie de censor... que abriera todos los mensajes y sólo dejara pasar los que viera más convenientes. Por la velocidad con la que respondía, Ide intuyó que se trataba de un filtro electrónico. Que era, probablemente, el que había repetido el mensaje de Morg en la segunda clave. Y en la tercera. Y en la cuatro mil. Si quería saltarse el filtro... tendría que enviar un mensaje que no estuviera en las reglas de bloqueo. Mencionar a Kurel había<br />
funcionado. Y a Horuz. Así que redactó un mensaje con un remitente distinto, se consignó a la Fuerza, y cruzó los dedos para que el filtro no lo retuviera.<br />
<br />
Remitente: "Ide". Asunto: "Kurel". Mensaje: "El hijo de Zhur Garin, que fue traido aquí desde Horuz, debe ser trasladado al Templo Jedi de Coruscant, por deseo expreso de él mismo." El mensaje no llegó más allá del interlocutor intermedio. El mensaje de vuelta decía: "No tengo problema con eso. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide se quedó mirando su Hololibro. Tuvo otra obvia revelación. Las reglas no se limitarían a aprender los mensajes que Morg hubiera rechazado. Además, jamás dejarían pasar un mensaje que contuviera un código de desbloqueo de un droide.<br />
<br />
Aún quedaba el problema de los pocos miles de claves que había enviado. Si un observador humano decidía probarlas, probablemente podrían obtener el control de Morg en pocas horas. Siempre que el supervisor, el cual Ide estaba seguro que existía, no decidiera que era un ataque aleatorio para obtener el control de Morg...<br />
<br />
Aprovechando la brecha abierta, Ide instaló su programa en el terminal donde antes se había estado ejecutando Kenter. Lo ejecutó para que siguiera enviando claves. Observó, desde la monitorización que hacía desde su Hololibro, cómo el filtro las respondía automáticamente. Creó un pequeño filtro, que descartaba las respuestas estándar, y que avisaba y detenía el envío en caso de obtener una respuesta distinta.<br />
<br />
Cuando terminó era casi la hora de la cena. Desconectó su Hololibro y dejó su sistema funcionando.<br />
<br />
Obviamente, Kenter no sería capaz de avisarlo, así que cogió sus cosas y se dirigió a la Flor Esquiva.<br />
<br />
<br />
<<Continúa en [[Humo y Vapor III]]>></div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIHumo y Vapor II2013-06-26T19:01:35Z<p>El Universo: /* Tratos con Fenel Fodel */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26 aGR; 18:30'''<br />
<br />
Volvieron a la atmósfera tan rápido como la twi'lek podía pilotar. Aunque inmerso en sus pensamientos y las sensaciones que iban y venían sobre su padawan, se paró a examinarla unos segundos. Había explotado, cuando el mercenario la tenía sujeta con el cuchillo. Que Ide supiera, sólo había una forma de estallar de esa manera, y ya la había visto antes en un usuario de la Fuerza.<br />
<br />
Ella misma seguía asustada por lo que acababa de experimentar, y parecía muy confusa. Y seguía pilotando, volcándose en la conducción como única manera de mantener la cordura. Pero Ide la veía con otros ojos.<br />
<br />
Ella estaba pilotando ''mediante la Fuerza''. Y también estaba inmersa en un shock emocional.<br />
<br />
Pero ya se encargaría de esto más tarde. Ahora tenía que ver a su padawan.<br />
<br />
==Llegada==<br />
<br />
El tiempo base para llegar era de cuarenta minutos, pero ella consiguió reducirlo a treinta mediante algunas maniobras de dudoso buen gusto, que no produjeron víctimas de puro milagro.<br />
<br />
Poco antes de llegar, Ide vio la columna de humo que surgía del techo hundido de la mansión Wolkan. Fue entonces cuando se empezó a preocupar de verdad.<br />
<br />
Aterrizaron en el mismo hangar donde Ide había aparcado al llegar allí por primera vez, y que era de las pocas partes que conservaba la estructura más o menos intacta. Nadie salió a recibirlos.<br />
<br />
Ide caminó fuera de la nave, con premura pero sin perder la precaución, con el sable de luz en la mano, aunque apagado. Agudizó el oído, no se escuchaban sonidos de combate. Con la Fuerza no podía percibir a Arakosia, pero ella siempre había sido, por naturaleza, difícil de percibir.<br />
<br />
MN-44, con un brazo menos y varias marcas de blaster sobre su torso, se acercó cojeando a Ide.<br />
<br />
-Cielos, ''Emeene''... ¿qué ha pasado aquí?<br />
<br />
-¿Señor Kanor? No puedo verlo bien, mis fotoreceptores están dañados... hemos sido atacados, señor.<br />
<br />
-¿Dónde está Keel? ¿Y Arakosia?<br />
<br />
-El amo Wolkan se ha encerrado en su búnker, y no tiene intención de salir hasta que piense que el entorno es seguro. La chica que lo acompañaba a usted desapareció en el fragor del combate.<br />
<br />
De repente, Ide se acordó de algo más. Cogió su intercomunicador y se lo llevó a la boca.<br />
<br />
-¿Lionel? Lionel, aquí Ide, contesta.<br />
<br />
Un chorro de estática fue la única respuesta. Ide no acababa de tener claro si había percibido la voz de Lionel en medio de la estática, o si había sido su mente, intentando convencerle de que así había sido.<br />
<br />
==Control de daños==<br />
<br />
Marcó en el comunicador el número de Keel. Una voz airada contestó.<br />
<br />
-¡Ahora qué!<br />
<br />
-¿Ahora qué? ¿Qué está pasando aquí? Me han intentado matar mientras estaba en el gremio de cazarrecompensas... ¿qué significa todo esto?<br />
<br />
-¡Que qué significa qué! ¡Han intentado matarme! ¡En mi propia casa!<br />
<br />
-¿Sabes quién es el responsable?<br />
<br />
-¡Mercenarios, creo! ¡No lo sé! ¡Cuando el que sea quiera reclamar el ''k'shii'', lo sabremos! ¡Mierda! ¡He perdido más de cincuenta esclavos! Por cierto, siento haberte dejado sin piloto.<br />
<br />
A Ide le dio un vuelco el corazón.<br />
<br />
-¿Perdona?<br />
<br />
-La twi'lek. Lo siento, he activado el código de su implante hace un rato. Ha sido al activar la marea de carne... pero veo que has llegado bien, así que no ha sido un gran contratiempo.<br />
<br />
La chica, de pie al lado de Ide, se puso pálida. Con la mirada aturdida, se sentó en el suelo.<br />
<br />
-Eh, bueno, ahora tenemos otros asuntos que tratar. Yo, por ejemplo, tengo que encontrar a mi aprendiz. Llámame si necesitas algo, pero por lo que veo sabes cuidarte solo. -Miró a MN-44-. Deberías hacer algo con MN, parece algo dañado.<br />
<br />
-Anda la leche, ¿sigue vivo? Estee... ya lo mandaré reparar cuando salga y tal...<br />
<br />
-Descuida. Te veo luego.<br />
<br />
Cogió a la twi'lek del brazo y se dirigió a la nave. Cuando llegó a la nave, ella se dejó caer sobre sus rodillas y comenzó a sollozar.<br />
<br />
-Disculpa la pregunta, pero... al activar Keel tu implante, ¿no debías haber muerto?<br />
<br />
Ella negó con la cabeza, sin dejar de llorar.<br />
<br />
-Pero Keel piensa que has muerto -ella asintió-. Entonces, si Keel piensa que has muerto, es porque debías haber muerto, pero que algo falló en ese instante. A no ser que algo se me escape -ella asintió-. También, en lugar de asentir sin decir nada, podrías decirme qué pasa. O podemos jugar al juego del jedi que busca la verdad sin que la twi'lek hable.<br />
<br />
==Respuestas==<br />
<br />
Ella se giró a medias, sin atreverse a mirar a Ide a los ojos. Con un hilo de voz contestó:<br />
<br />
-¿Je...di?<br />
<br />
Ide tuvo un momento de duda, pero luego creyó entender.<br />
<br />
-¿Sabes quién soy? -ella negó con la cabeza. Ide sonrió -. ¿Sabes quién es Keel? -ella asintió, con un escalofrío-. Pues te voy a dar una buena noticia: creo que eres una twi'lek libre, sobre todo porque tu amo piensa que has muerto, y tu implante ha fallado cuando él intentó activarlo.<br />
<br />
Ella se calmó un poco. Habló con la voz deformada por haber llorado, pero más calmada.<br />
<br />
-El implante no falló por eso -dijo en voz baja-. Falló porque Keel no era mi propietario.<br />
<br />
-Ahora sí que no entiendo nada. Él piensa que tú has muerto...<br />
<br />
-Porque él dio la orden de activar mi implante. Pero como él no era mi propietario, no se activó.<br />
<br />
-¿Y a quién perteneces?<br />
<br />
-A ti, amo -miró a otro lado, como si no soportara mirarlo a los ojos- Mi código está en tu cristal de pago.<br />
<br />
-Entiendo. Osea, que te compré cuando gestionaste el alquiler del carguero, por eso me salió tan caro...<br />
<br />
Ella lo miró extrañada.<br />
<br />
-No, el precio de la nave es correcto. Y es de segunda mano. Mi... coste es un porcentaje pequeño de lo que se gastó en aquella nave.<br />
<br />
-¿Segunda mano? ¿Lo he comprado? ¿Te compré a ti y a la nave? - Ide estaba sinceramente sorprendido.<br />
<br />
-Y a muy buen precio, si me permite decírselo, amo.<br />
<br />
Guardó silencio durante unos segundos.<br />
<br />
-Entonces supongo que ya me puedes decir tu nombre.<br />
<br />
-Un esclavo no tiene nombre, amo. Puede llamarme como guste...<br />
<br />
-Ya, lo que pasa es que tú no eres mi esclava. Te voy a liberar en cuanto sepa cómo quitarte esa cosa de la activación.<br />
<br />
-Es que yo no quiero ser liberada -miró a Ide, que la observaba con el desconcierto pintado en el rostro- ¿Libre? ¿Con este cuerpo? ¿En Nar Shaddaa? Ni hablar. Como propiedad, tengo mis derechos.<br />
<br />
-Oh, bueno, yo pensaba más bien que te vinieras a Coruscant.<br />
<br />
Los ojos de ella se agrandaron con sorpresa, pero no se atrevía a creer.<br />
<br />
==Los detalles después==<br />
<br />
-Bueno -siguió Ide-, los detalles podemos discutirlos después. Ahora necesitaría que me ayudaras a encontrar a mi aprendiz, y de paso a terminar la misión que tengo que hacer aquí.<br />
<br />
-Mientras tanto, y según la legislación de Nar Shaddaa, soy de tu propiedad -sonrió-. No puede ser peor que Keel Wolkan -escupió el nombre con desprecio.<br />
<br />
-Estoy seguro de que no -dijo, devolviéndole la sonrisa-.<br />
<br />
-Y, ahora, ¿cómo puedo serte de utilidad, amo?<br />
<br />
-Para empezar podrías dejar de llamarme amo.<br />
<br />
-¿Señor, quizá? ¿El nombre de pila? A algunos amos les gusta...<br />
<br />
-Ide está bien.<br />
<br />
-Ide -repitió ella en voz baja-. Es bonito. Necesitarás un apelativo para denominarme, Ide. Y ahora que soy de tu propiedad, contestaré a todas tus preguntas. ¿Quieres saber cómo me llamaba? ¿Quieres saber qué me gusta en la cama?<br />
<br />
Ide movió los ojos hacia arriba. Le encantaría charlar y animar a la chica, pero ahora tenía algo que hacer.<br />
<br />
-Vamos, me puedes contar todo eso mientras rescatamos a mi ayudante -sonrió, y subió la rampa de acceso.<br />
<br />
-Claro, si no he desconectado la energía de la nave -se encogió de hombros- por si había problemas. Pero, ¿hacia dónde vamos?<br />
<br />
-Hacia el sitio del que nunca debí alejarme. Al Palacio del Dolor.<br />
<br />
Ide vio como un escalofrío recorría la espalda de la twi'lek, pero ésta no dijo nada. Caminó hasta el puesto del piloto, y partieron dejando una estela de humo y vapor.<br />
<br />
==Un trayecto corto==<br />
<br />
La chica parecía haber pensado, inicialmente, que iban al Palacio del Dolor a alojarse. Por eso le contó brevemente lo que había venido a hacer a Nar Shadda, y los problemas que habían surgido con su piloto durante la investigación en el Palacio del Dolor. Le contó además, la sospecha que tenía de que tanto el ataque en el Gremio como la destrucción de la casa de Keel fueran obra de Vima Da'Motta.<br />
<br />
Ella asintió respetuosamente, intercalando comentarios apropiados a la historia de Ide, pero sin hacer ninguna pregunta. Cuando Ide guardó silencio, la escuchó susurrar "marea de carne".<br />
<br />
-Todavía no sé tu nombre -intervino Ide -. El que tenías antes de ser esclava.<br />
-Sira Levora -dijo ella con un tono extraño- Bueno, en realidad es Siral'evora, pero en básico se dice así.<br />
El joven no dijo nada, pero sonrió.<br />
<br />
==De nuevo en el Palacio del Dolor==<br />
<br />
La masa piramidal que era el Palacio del Dolor volvió a aparecer en la distancia. Por alguna razón, bajo el sol parcialmente eclipsado que empezaba a ponerse, bajo el cielo rojizo, a Ide le pareció aún más amenazador que la primera vez que lo vio.<br />
Una protrusión del edificio, cerca de la cima, se extendió para recibirles. Este, comprendió Ide, es un hangar de lujo.<br />
<br />
Bajaron de la nave, y un hombre enfundado en un traje formal los recibió con un ademán moderado y una sonrisa comedida.<br />
<br />
-¿Ide Kanor? -dijo educadamente.<br />
<br />
-En efecto. Cuánto honor, no sabía que tendría recepción oficial -dijo Ide, con un tono algo ambivalente entre lo formal y el sarcasmo.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Es usted un cliente importante. ¿Desea que lo conduzca a sus aposentos? El trayecto puede resultar complicado...<br />
<br />
-Entiendo.<br />
<br />
-La señora DaMot'ta lamenta no poder recibirlo en persona, pero estará encantada de cenar con usted esta noche en la Joya Gloriosa. Puede, mientras tanto, retirarse a sus aposentos, o disfrutar de nuestra muy variada oferta en ocio y restauración. Los pozos de carne, en concreto, son exquisitos.<br />
<br />
-Gracias, creo que esperaré en mi habitación. Por cierto, ¿cómo es que me esperaban? -preguntó, despreocupadamente.<br />
<br />
-Todos nuestros clientes tienen incluído un punto de desembarco con el precio de la habitación, señor. Y yo mismo tengo la labor de recibirle a usted y de proporcionarle cualquier información o servicio que pueda necesitar -sonrió enigmáticamente.<br />
<br />
Ide le devolvió la sonrisa. Aunque no tenia claro a qué venía tanto protocolo, se hacía una ligera idea. En cualquier caso, prefirió no preguntar más.<br />
<br />
El hombre, con un lenguaje corporal a medio camino entre el mayordomo y el ayuda de cámara, hizo un ademán que indicaba "sígame, por favor", y se dispuso a guiarlo hacia su habitación.<br />
<br />
El trayecto fue sorprendentemente corto y visualmente agradable. Ide reconoció los símbolos en la puerta de la habitación, aunque (reflexionó) no estaba del todo seguro de poderlos trazar si quisiera.<br />
<br />
==Indagaciones e invitaciones==<br />
<br />
En el interior, Ide se encontró de nuevo con la considerable extensión de espacio que era la habitación doble, decorada con notable buen gusto, con los hologramas de las paredes mostrando una tarde agradable en Alderaan. El selector holográfico se activó al entrar Ide por la puerta, mostrando de nuevo a la misma mascota humanoide que le había dado la bienvenida en la ocasión anterior.<br />
<br />
-¡Hola de nuevo, señor! -saludó con voz animada- ¡Me alegro mucho de volver a verle!<br />
<br />
-Hola, Kenter.<br />
<br />
-¿Hay algo que pueda hacer que su estancia resulte más agradable?<br />
<br />
-Pues me gustaría que comprobaras si la chica que me acompañaba ayer ha vuelto al hotel.<br />
<br />
-Veré lo que puedo hacer, señor -se volvió, mientras parecía concentrarse unos instantes-. Ahora se encuentra inscrita entre el personal de la Señora del Dolor. Pendiente de terminar cuidados médicos. Pendiente de evaluación física. Pendiente de asignación de destino -dijo en tono monocorde- ¿Desea alguna otra cosa, señor?<br />
<br />
-El... ¿personal, has dicho? Me gustaría verla, si fuese posible -dijo Ide, intentando mantener el tono educado.<br />
<br />
-Por supuesto, señor -dijo Kenter, servicialmente. Su imagen se difuminó, y se convirtió en la de una habitación espaciosa, llena de máquinas, donde tres droides médicos trabajaban afanosamente en Arakosia, que parecía ser la única paciente. Ella permanecía inconsciente, en el interior de una especie de cámara bañada con luz o líquido (la imagen era poco clara) de color dorado.<br />
<br />
-¿Y cuándo dices que ingresó aquí? -siguió Ide.<br />
<br />
-Me temo que esa información no la conozco, señor -reflexionó un instante- Supongo que hace poco, porque la evaluación física, asignada como tarea pendiente, es una de las primeras cosas que se realizan cuando alguien entra a formar parte de nuestra pequeña familia -sonrió.<br />
<br />
-Bueno, entonces me gustaría hablar con alguien responsable del nuevo personal. No entiendo por qué mi acompañante ha ingresado como miembro del hotel.<br />
<br />
-¿Holopresencia, señor? ¿O desea una entrevista en persona?<br />
<br />
-En persona, por favor -Ide estaba haciendo un esfuerzo por mantener la compostura-. Es un tema delicado, no entiendo qué está pasando aquí.<br />
<br />
-Comprendo -asintió el holograma animado-. Me temo que eso tardará un poco más. Nuestro hogar es un lugar grande...<br />
<br />
-Supongo que podrá ser antes de la cena.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Serán entre veinte y veinticinco minutos.<br />
<br />
-Estupendo. Esperaré aquí.<br />
<br />
Kenter no se desvaneció.<br />
<br />
-Parece contrariado, señor. ¿Hay algo que pueda hacer por usted? ¿Licor, especia, mujeres?<br />
<br />
-No, gracias, Kenter -interrumpió Ide-. Esperaré aquí hasta que pueda entrevistarme con el responsable del ingreso de Arakosia.<br />
<br />
-Como desee, señor. Permaneceré atento, por si necesita algo -se desvaneció.<br />
<br />
Ide se dirigió a la cama, y sin musitar una palabra más, adoptó postura de meditación. Necesitaba atar cabos, aunque todo apuntaba, cada vez más claramente, a que detrás de esta jugada estaba la misma Vima Da'Motta.<br />
<br />
==Espera, meditación==<br />
<br />
Ide cerró los ojos, y dejó su mente tan en calma como le fue capaz. Intuía que probablemente un jedi más experimentado lo lograría con mayor facilidad, pero al final consiguió aquietarse lo suficiente. O eso creía.<br />
<br />
Dejó vagar su percepción hacia el pasado, guiándola con suave firmeza al momento en el que creyó percibir la presencia de Arakosia, cuando estaba en aquel hangar...<br />
<br />
{{flashback| ...se vio a sí mismo, de pie junto a la nave que en aquel momento pensaba alquilada, el alienígena recién desintegrado, algunas de sus moléculas aún en el aire, y la sensación de vibrato que le llegaba desde la distancia. Ahora lo identificaba. Era la impronta de Arakosia en la Fuerza. Aun inconsciente, se había sentido en peligro. Y lo que había estado a punto de percibir no era sino el vínculo maestro-aprendiz, que él conocía tan bien... desde el lado del aprendiz.''}} Seguramente la próxima vez que lo percibiera sería capaz de identificarlo con mayor precisión.<br />
<br />
...con la facilidad de la práctica, fluyó hacia adelante para ir al punto en el que el mercenario había tomado a Sira como rehén. <br />
<br />
''Ella estaba llorando y temblando, y de repente...''<br />
<br />
Ide estudió sus recuerdos centésima a centésima.<br />
{{flashback |<br />
''...ella había cerrado los ojos con fuerza, y se había estremecido de puro pánico. Y la Fuerza había respondido. La explosión había brotado de ella. Y la expresión de su cara... no se lo esperaba, ni lo comprendía.'' Y seguía aterrorizada. Pero era una usuaria de la Fuerza, sin ningún género de dudas. O, mejor dicho, tenía el ''potencial'' para serlo.}}<br />
<br />
Justo cuando Ide iba a dirigir sus pensamientos a su aprendiz, aún en la sala de reconocimiento, llamaron a la puerta. Abrió los ojos.<br />
<br />
-Adelante -dijo, sin moverse, aún en pose de meditación.<br />
<br />
==Recursos Humanos==<br />
<br />
El que entró en la habitación había sido un hombre en otros tiempos. Ahora parecía más máquina. Tanto su ojo derecho como gran parte de su cráneo y su brazo izquierdo eran robóticos. La expresión de su cara era de hastío, pero sus modales eran impecables. Hizo un ademán pidiendo permiso antes de entrar en la habitación, y una vez dentro no se sentó hasta que Ide se lo hubo indicado. Aun así, inclinó levemente la cabeza antes de sentarse.<br />
<br />
-Cuénteme -dijo, sin más.<br />
<br />
-Entenderá -siguió Ide, con la misma claridad con la que él había empezado- que me encuentre algo extrañado por lo que ha sucedido. Mi acompañante ha sido ingresada en su hotel como miembro del equipo - enfatizó la última palabra-, según me ha podido informar el asistente holográfico.<br />
<br />
-Me temo que no comprendo de quién está hablando. ¿Podría ser un poco más específico, por favor?<br />
<br />
-Arakosia. La joven humana que tienen actualmente en observación médica.<br />
<br />
-Ah, sí. La hemos adquirido esta misma tarde a muy buen precio, a unos tratantes de esclavos de plena confianza -sus ojos se quedaron fijos un momento, como si mirara a algo muy lejano- Así es como ha entrado a formar parte de nuestro personal -su mirada recuperó parte de la viveza perdida- ¿Desea algo más?<br />
<br />
-Bueno, a ser posible, saber quién les ha vendido a mi aprendiz, la misma que era una humana libre esta misma tarde antes de que la secuestraran de donde estaba alojada.<br />
<br />
-Shawman&K'Rtahn, tratantes. Le puedo dar su dirección o su código de comunicador, si lo desea.<br />
<br />
Ide tomó aire.<br />
<br />
-Aunque claro, supongo que bajo las leyes de Nar Shadda, este individuo tendrá plena potestad sobre lo que haya ''adquirido'' al destruir y arrasar la casa Keel Wolkan, que es donde estaba Arakosia recuperándose. Y que, ahora que la ha vendido, no tiene potestad sobre ella. Y que cortarle la cabeza no anularía la transacción. ¿Me equivoco mucho? -Ide estaba considerablemente molesto por esta, por decirlo de alguna forma, ''inconveniencia''.<br />
<br />
-Su análisis de la situación es correcto, señor -su mirada se volvió reflexiva-. Aunque usted recuperaría parte del k shii perdido. Si lo desea, podemos venderle una esclava similar, de perfil guardaespaldas-concubina, un poco más joven...<br />
<br />
-No, no es sustituible. Necesito recuperar a Arakosia.<br />
<br />
-Si desea recuperar a esa chica en concreto, me temo que el asunto excede a mis competencias. Yo sólo manejo al personal existente, no tengo ningún papel en la entrada o salida de personal.<br />
<br />
-¿Tengo que hablar entonces con su superior?<br />
<br />
-Supongo que eso tendría que discutirlo con la señora Vima DaMot'Ta. Suele ser complicado, ya que no concede citas, pero... supongo es que es usted afortunado, ya que tiene una cita concertada con ella esta noche.<br />
<br />
-Me imaginaba que tendría que hablar directamente con ella. Le agradezco su ayuda.<br />
<br />
-¿Desea algún servicio que le ayude a hacer pasar el tiempo con mayor velocidad mientras espera?<br />
<br />
-No, gracias. Tengo un par de asuntos que resolver antes de la cena.<br />
<br />
-Entonces me retiro a mis quehaceres -dijo el cyborg, mientras se levantaba.<br />
<br />
-Muchas gracias por su atención.<br />
<br />
==Comunicándose con Keel==<br />
<br />
Ide se despidió del tipo, y sin dilación marcó el número de comunicador de Keel Wolkan. Tardó en contestar, y cuando lo hizo no había imagen, sólo una voz que parecía llena de dolor. O de droga.<br />
<br />
-Nnhh...-dijo la voz-que-parecía-de-Keel<br />
<br />
-Shawman&K'Rtahn. ¿Te suena ese nombre? -dijo Ide, obviando el estado de Wolkan.<br />
<br />
-¿Mmm? ¿Kanor?<br />
<br />
-Sí. Shawman&K'Rtahn. Han vendido a mi aprendiz a Vima Da'Motta. No sé si estás lo suficientemente lúcido como para atar cabos.<br />
<br />
-Una pareja de tratantes. Mi competencia más directa -suspiró-. ¿Qué quieres saber?<br />
<br />
-Cómo que qué quiero saber. Lo que te quiero decir es que deben haber sido ellos los que atacaron tu casa, si se han apoderado de mi aprendiz para venderla.<br />
<br />
-Ya... -dijo, con poca decisión- Debería haberlo supuesto -parecía dubitativo- Em... pues gracias por el dato, tio.<br />
<br />
-Lo que me gustaría saber es por qué sabían que yo estaba en Nar Shadda, y por qué me seguían. Me atacaron al mismo tiempo ocho mercenarios. ¿Tienes algo que contar, Keel?<br />
<br />
-Yo... no te comprendo... Tras la exhibición que hicísteis, supongo que bastante gente con el potencial de atacarme sabría de vuestra existencia...<br />
<br />
Ide se quedó bloqueado un momento.<br />
<br />
-Mierda -soltó.<br />
<br />
-Yo estoy intentando olvidar todo este asunto a base de especia rosa... -suspiró de nuevo- la especia rosa es buena...<br />
<br />
-Supongo que no arreglará nada que descabece a estos dos tíos. Al menos, no me devolverá a Arakosia.<br />
<br />
-Bueno, si vas y le dices a todo el mundo que lo haces de mi parte, te daré dos mil gubor. Piénsalo.<br />
<br />
-Tanto kshii por dos mil gubor... sabes negociar, Wolkan.<br />
<br />
-Bueno, me pareció una oferta justa...<br />
<br />
-Me lo pensaré, pero no me interesa el dinero. Me interesa mi aprendiz. ¿Cómo de poderosos son estos tipos?<br />
<br />
-Eh... pues más o menos como yo...<br />
<br />
-Gracias por la información. Te dejo, tengo que hacer un par de cosas antes de cenar. Cuidate, Wolkan.<br />
<br />
Miró las paredes de su habitación. Se maldijo por haber dejado sola a su aprendiz. Pero maldecirse no iba a arreglar nada, así que se fue a la Flor Esquiva. Ya que no podía hacer nada hasta hablar con Vima Da'Motta, al menos recogería toda la información que pudiera.<br />
<br />
==Regreso a la Flor Esquiva==<br />
<br />
Al parecer, en el Palacio del Dolor era tremendamente fácil llegar al lugar donde uno quisiera ir, o así se lo pareció a Ide.<br />
Llegó a la Flor Esquiva, que parecía estar bastante más animada que la otra vez. Aunque claro, la otra vez había sido por la mañana temprano. Seguía oliendo vagamente a especias, y seguía siendo rica en sofás, pero la música que tocaba Oloruu era más vivaz, y había prácticamente una persona (o pareja, o pequeño grupo) en cada sofá. También flotaba en el ambiente una cierta sensación plácida, no exenta de un extraño regusto amargo.<br />
<br />
Delia hizo un gesto de reconocimiento desde la barra. Comenzó a llenar un vaso con vino de Alderaan y esperó a que Ide y Sira se acercaran a hablar con ella.<br />
<br />
-Parece que no me voy a librar de hablar con tu jefa -dijo él, mientras tomaba asiento. Ella hizo un gesto de simpatía indeterminada.<br />
<br />
-Hablar no compromete a nada -dijo ella. Dejó pasar un par de segundos-. ¿Has encontrado al androide ese que buscabas?<br />
<br />
-No, pero tengo alguna pista. El problema es que en el camino he perdido a mi aprendiz. La han secuestrado y vendido. Adivina quién es su nueva dueña.<br />
<br />
-¿La Señora del Dolor, quizá?<br />
<br />
-Bingo. Unos tipejos atacaron la casa donde estaba... descansando. Keel Wolkan, no sé si te sonará.<br />
<br />
Se mostró levemente sorprendida.<br />
<br />
-Em... sí, es relativamente conocido.<br />
<br />
-Pues le han asestado un buen golpe.<br />
<br />
<br />
<br />
-Mala cosa... es una rata cobarde y cruel, muy capaz de usar a sus esclavos como campo de minas... pobres chicas.<br />
<br />
-Ah, a eso se refería con lo de marea de carne...<br />
<br />
-Sí, a eso. Se implanta un explosivo un poco más potente, y se hacen detonar los esclavos más cercanos a tu enemigo -comentó en un tono distante, pero asqueado- ...pobres chicas... -repitió mientras miraba a Sira con una huella de dolor compartido.<br />
<br />
-Una se salvó. La que me dejó como piloto. La compré sin querer -dijo Ide, intentando desviar el tema mientras Sira se ruborizaba en verde oscuro y apartaba la mirada.<br />
<br />
-Le salvaste la vida, tú -sonrió-. ¿No hay una tradición de cuidar de las vidas que uno salva? ¿O era al revés?<br />
<br />
-No lo sé. Mi orden nos insta a proteger a los desamparados, siempre que sea posible -el jedi sonrió, siendo consciente de lo que Delia estaba pensando.<br />
<br />
Delia le devolvió la sonrisa, con una calidez que no había visto a ningún nativo de Nar Shaddaa.<br />
<br />
-Te entiendo -no dijo nada más. Parecía tocada por sentimientos profundos, y siguió limpiando el vaso durante medio minuto, sin decir nada ni mirar a Ide directamente.<br />
<br />
<br />
<br />
Ide estuvo a punto de contarle que pensaba negociar con Vima para liberarla, y que pensaba que iba a ser difícil puesto que parecía valiosa, pero pensó que era mejor pasar por algunos temas de forma tangencial.<br />
<br />
-Creo que han cogido a Lionel -dijo, mirándola fijamente. Ella frunció el ceño.<br />
<br />
-No debió haberse quedado tanto.<br />
<br />
-Lo mandé a orbitar con la nave. Pero parece que no fue suficiente. No me contesta, y eso es mala señal -miró su vino. En cierto modo, se sentía responsable.<br />
<br />
-No sabría decir... a mí nunca me contesta -dijo con rabia.<br />
<br />
-Bueno. La gente cambia. Las cosas cambian. Hace tres horas mi aprendiz era mi aprendiz y ahora es una esclava de Vima. Esta noche puede que sea diferente.<br />
<br />
-Me pregunto para qué la querrá. ¿Ella era el objetivo de una operación completa o sólo fue un extra?<br />
<br />
-Digamos que... anoche... se hizo valer. Hizo una exhibición en casa de Keel. Llamamos la atención -ella hizo un gesto de sorpresa-. Fui un tonto. Nos siguieron la pista, y atacaron en casa de Keel. Ocho mercenarios me atacaron a mí mientras estaba en el Gremio de Cazarecompensas. Yo pude deshacerme de ellos, pero mi aprendiz no -levantó la mirada. <br />
<br />
No supo decir si estaba preocupado o la echaba de menos, pero no se permitió pensarlo mucho.<br />
<br />
<br />
<br />
Delia pareció acordarse de algo de repente. Extrajo un pequeño visor plano de un lateral de la barra y lo giró para que sólo pudieran verlo Ide y ella.<br />
<br />
-Un momento -dijo mientras manipulaba unos controles-. Apareció la imagen de Arakosia desnuda, haciendo girar su espada a gran velocidad para destrozar una oleada de fruta. Se notaba que la imagen se estaba desarrollando a cámara lenta en la velocidad a la que caían los trozos de fruta una vez cortados.- ¿Esta es ella?<br />
<br />
Ide no dijo nada durante unos momentos.<br />
<br />
-Debí habérmelo figurado -dijo con amargura-. Debo ser el jedi más tonto de toda la Orden.<br />
<br />
-Bueno, esto responde a mi pregunta anterior -dijo ella, sin hacer caso al comentario de Ide-. Ya sabemos para qué la quiere Vima.<br />
-Tiene todo el sentido.<br />
<br />
<br />
<br />
En un instante, Ide pasó de la frustración a la esperanza. "Lo que Vima no sabe es que eso no era Arakosia moviéndose, sino la droga actuando". Y justo cuando terminó la frase mental, se dio cuenta de lo que haría Vima si supiera que era la especia roja la que la hizo canalizar la Fuerza así.<br />
<br />
-Pues claro que lo tiene. La quiere para el Hak'un Shapp.<br />
<br />
Ide abrió mucho los ojos y habló con una pesada y profusa determinación.<br />
<br />
-Ya sé lo que voy a hacer. Sira, quédate aquí -ella asintió.<br />
<br />
Se despidió de Delia y se dirigió a su habitación.<br />
<br />
==Tratos con Fenel Fodel==<br />
<br />
Apenas hubo abierto la puerta, Kenter se volvió a materializar:<br />
<br />
-¡Saludos, noble señor! ¿Cómo puedo hacerlo más feliz?<br />
<br />
-Holocomunicación con el responsable de personal -dijo sin casi dejar terminar a Kenter-. El tipo que vino antes y ni siquiera se presentó.<br />
<br />
-Su nombre es Fenel Fodel. Lo llamaré en seguida.<br />
<br />
Tras unos diez segundos, la cara del ciborg apareció en el holocomunicador.<br />
<br />
-Necesito que me hagas un favor.<br />
<br />
-Dígame su problema y veré qué puedo hacer.<br />
<br />
-¿Tiene Arakosia ya el implante?<br />
<br />
-Me temo que los informes médicos relativos al personal son privados, señor.<br />
<br />
-Entiendo que es un no -se aventuró a decir-. Si oficialmente fuera una esclava, no tendrías problema en comunicarlo -hizo una pequeña pausa.<br />
<br />
-No tengo ningún problema en comunicarlo, más allá de la incomodidad que a veces supone para un cliente encontrarse a nuestro servicio a un... antiguo conocido -hizo un gesto de incomodidad-. Pero no se confunda. Es nuestra.<br />
<br />
-Necesito que postpongas la inserción. Sólo hasta esta noche, después de que negocie con Vima.<br />
<br />
-Mi deber es implantarla cuanto antes, si los informes médicos son favorables. Aunque la naturaleza de mi trabajo incluye cierta... flexibilidad a la hora de estimar parámetros intangibles, como la naturaleza favorable de un informe técnico -pareció concentrarse durante un instante-. Sin embargo, la Señora del Dolor parece haberse tomado un interés personal en este caso, y no creo que viera una... dilación intencionada por mi parte con buenos ojos. Representaría para mí un riesgo considerable.<br />
<br />
-Cuánto quieres -preguntó Ide con apenas entonación interrogativa.<br />
<br />
-No quiero dinero. Quiero irme de Nar Shaddaa.<br />
<br />
-Cuánto vales -repuso, como si la primera pregunta no hubiera existido.<br />
<br />
-Soy un agente libre, pero me retienen... compromisos ineludibles. Necesito que me saque de aquí alguien a quien no le importe la ira de Vima.<br />
<br />
-Uhm -Ide se quedó dubitativo. Algo pareció endurecerse en Fenel Fodel-. A mí no me importa, mientras consiga lo que he venido a buscar -el ciborg se relajó nuevamente, y esbozó la más mínima de las sonrisas. Asintió. <br />
<br />
-Será sólo una hora. Voy a ver a Vima en la cena, y tras la cena todo estará resuelto. De una manera u otra -sentenció.<br />
<br />
-Ten cuidado -dijo mientras asentía sobriamente.<br />
<br />
==Dinero y datos==<br />
<br />
Cuando se despidieron, Ide se dirigió a Kenter.<br />
<br />
-Kenter, ¿podrías comprobarme cuánto dinero queda en este cristal? -dijo Ide, mientras introducía el cristal en la ranura disponible.<br />
-¡Por supuesto, señor! -dijo con una cordialidad que a Ide comenzaba a cansarle- En este momento cuenta con 22714 gubor y 170 fleber.<br />
-Ahá. ¿Y sabes cómo anda el cambio medio de Gubor-Sgin?<br />
-El cambio medio oscila, señor, pero más o menos seis sgin hacen un gubor. Por supuesto, la tasa de cambio es tremendamente variable, y ya que muchos de los cambios de moneda se hacen electrónicamente, las tasas de cambio con varios decimales no son extrañas.<br />
<br />
"''Parece entonces que Sira hizo efectivamente un buen trato con la nave''", pensó Ide cuando hizo cuentas mentalmente. El carguero había costado unos 1.600 gubor. La realidad es que Ide no tenía muy claro cuánto significaba esa cantidad, pero lo que sí le pareció era que le quedaba una proporción bastante buena de dinero.<br />
<br />
De repente se acordó de Sira. Cogió su comunicador y escribió un mensaje. "Vete a la Flor Esquiva. Allí encontrarás a Delia. Dile que eres la que se salvó, y espérame allí. Lo que necesites comer y beber lo pagaré yo." <br />
Entretanto esperaba que llegara la hora de la cena decidió bajar a ver, en persona, qué era eso del Hak'un'Shap. Se quedó parado un segundo, y con decisión, salió por la puerta.<br />
No dio ni dos pasos cuando se dio cuenta de que no sabía dónde ir. Suspiró.<br />
<br />
-Kenter -dijo, con pesadumbre. Kenter tenía lo mismo de útil que de irritante.<br />
<br />
-¿Sí, señor?<br />
<br />
-¿Podrías decirme por favor dime dónde se celebra el Hak'un'Shapp?<br />
<br />
-Se celebra en los niveles 1 a 50, señor. Se pueden seguir los encuentros desde cualquier consola del hotel, y también se puede apostar desde cualquier lugar.<br />
<br />
-Gracias, pero prefiero verlo. Además, así veo si conozco a alguno de los participantes.<br />
<br />
-Nadie lo ve con sus propios ojos, señor, excepto los participantes. Los niveles 1 a 50 están llenos de cámaras para retransmitirlo todo con la mayor fidelidad. En cuanto a la identidad de los participantes... no veo en qué es diferente verlo en vivo de ver una holografía con detalle 1:1. ¿Desea rastrear a algún participante en concreto?<br />
<br />
-Pues la verdad es que conozco a Morg. No me importaría verlo.<br />
<br />
-¿Desea saber qué tal le va, señor? ¿O prefiere el holograma que se hizo al inscribirse?<br />
<br />
-Muéstrame ambos.<br />
<br />
-Por supuesto -dijo Kenter.<br />
<br />
De inmediato se activó un holoproyector en la pared opuesta a la cama, mostrando un droide bastante alto y ancho, de unos dos metros y medio. Permaneció unos segundos así, y luego sus extremidades se desplegaron, para llegar a medir tres mertos y medio. Transmitía una sensación de ser grandote e inofensivo que (como bien sabía Ide) no se correspondía con la realidad.<br />
<br />
La imagen se desvaneció, para dar paso a una representación seudobidimensional, que mostraba a Morg en una habitación. Un rótulo bajo la escena decía: "¡Momentos estelares de Morg!"<br />
<br />
La cámara giró para mostrar a un alienígena peludo y grandote, con brazaletes de esclavo, que llevaba una especie de vara, de punta energética. El alienígena fintó un par de veces, antes de que Morg consiguiera coger la vara con su articulación extendida. La retrajo con un movimiento brusco, y el alienígena chocó contra el droide. Se golpeó y cayó al suelo. Morg lo pisó sin mucho énfasis en la cabeza, que se deshizo.<br />
<br />
Corte de escena. Morg está en una posición de pelea, con un brazo extendido, y un humanoide envuelto en lo que parecen ser vendajes carga contra él, aparentemente desarmado. De repente, el homanoide extrae un sable de luz e intenta cortarle una extremidad a Morg. Éste retrae la extremidad y salta hacia atrás, mientras se extienden varios apéndices de su cuerpo metálico. Uno de los apéndices estalla, llenándolo todo de humo. La imagen cambia a termográfico. El humanoide gira sobre sí mismo para defenderse de algo, vuelve a girar. Un brazo de droide, muy frio, lo apresa de los dos brazos y se los arranca. Luego coge su cabeza y la aprieta de forma rápida y desapasionada, haciendo que estalle.<br />
<br />
Ide hizo memoria, para intentar recordar si había oído de algún Jedi que fuera a Nar'Shadda últimamente y que hubiera muerto. No le sonaba. Aunque, claro, hacía menos de un mes que había regresado al Templo.<br />
<br />
-¿Quién era el del sable, Kenter? -preguntó Ide.<br />
-Exen Nithan. Proviniente de Korriban. Profesión reconocida: asesino. Cazarrecompensas. Iba muy bien en los preliminares. Hasta ese momento, claro.<br />
-¿Cómo va Morg?<br />
-Subiendo en la clasificación, señor. No tiene demasiados fans, pero tampoco tiene demasiados enemigos. Probablemente se clasifique para el Hak'un'Shapp.<br />
-Quisiera que le dejaras un mensaje de mi parte.<br />
-Puedo ponerlo en su cuenta, señor, pero no le garantizo que lo vaya a leer. La cantidad de mensajes que reciben los participantes es astronómica. Aunque, claro, dada la naturaleza robótica de Morg...<br />
-Seguro que le interesa lo que tengo que decirle. Te dicto.<br />
<br />
==Mensajes==<br />
<br />
Sobre la nariz de Kenter aparecieron unas pequeñas gafas. En sus manos apareció un pequeño datapad.<br />
-Asunto, Garin. Remitente, Kanor, de Coruscant. Mensaje -Ide se paró unos segundos, para pensarse bien el texto-. Sé por qué estás haciendo esto. Conocí a su padre. Tuvo problemas y huyó de Coruscant. Me pidió que cuidara de él. Te busqué en Horuz, pero habían saboteado tu secuencia de emergencia y acabaste aquí. -Se paró, no sabía si seguir dando detalles o dejarlo para cuando respondiera-. Este es mi buzón. Espero tu respuesta.<br />
-Ya está enviado, señor.<br />
-¿Está luchando ahora?<br />
-No, señor. Descansando. Gasta casi todos sus hak en "tiempo privado". Eso es una mala táctica, porque sus fans preferirían verlo... Ya tenemos respuesta al mensaje.<br />
<br />
Ide sonrió. Sabía que no tardaría en responder.<br />
<br />
-Léemela.<br />
-"Introduzca código de anulación". Ni remite, ni asunto...<br />
<br />
Entonces recordó que Tu'Ala le había dado las coordenadas, pero no un código de anulación. Si había cambiado el destino, con toda probabilidad había cambiado el código. Ide sacó su hololibro, para abrir el canal seguro para hablar con el Templo.<br />
<br />
Uno de los (ya familiares para Ide) ayudantes informáticos apareció en pantalla. Era 3-Tru, el especialista en seguridad.<br />
<br />
-Saludos, 3-Tru. Necesito mandar un mensaje a la expadawan Tu'Ala.<br />
<br />
-¿Mensaje, no comunicación directa? -dijo en tono profesional.<br />
<br />
-Mensaje.<br />
<br />
-Tecléelo en su interfaz.<br />
<br />
Ide escribió. "Los he encontrado. El robot tiene un código de desactivación. Espero que se te ocurriera cambiarlo y que te acuerdes. Contactar con Garin será más complicado." Pensó unos segundos, y escribió otro párrafo. "Espero que estés bien. De verdad. Iré a verte cuando pueda." Y envió el texto.<br />
<br />
La respuesta llegó cinco minutos después:<br />
<br />
"Te daré el código a cambio de una promesa solemne, por tu vida, tu honor de jedi y la Fuerza que lo sostiene todo."<br />
<br />
Respondió. "Como pudiste ver, soy un jedi de palabra. Habla."<br />
<br />
"Quiero que me prometas, por lo anterioremente dicho, que cuando vengas a verme tendremos sexo. Relaciones sexuales completas."<br />
<br />
"Pensaba que me ibas a pedir algo complicado de hacer."<br />
<br />
"Es algo muy complicado, si el otro no quiere. No puedo tomarlo ni exigirlo, sólo pedirlo."<br />
<br />
"Por mi vida, mi honor de jedi y por la Fuerza que todo lo sostiene, tienes mi palabra, y la convicción de que no supondrá esfuerzo alguno." Ide sonrió al escribir esto, pero lo envió así.<br />
<br />
"Contaré las horas. Desde ahora me declaro en abstinencia, hasta que nos veamos :D ."<br />
<br />
Ide esperó que el canal no estuviera vigilado. Aunque, dado su historial, no era de esperar que nadie en el Templo se alarmara.<br />
Kenter permanecía erguido, alerta, en espera de más órdenes. Para variar, estaba callado. Ide se quedó pensando unos segundos. No sabía si enviar el código ahora, o hacerlo después. Y, en cualquier caso, no sabía lo que pasaría cuando introdujera el código.<br />
<br />
-Kenter, ¿sabes si Morg tiene algún combate hoy?<br />
<br />
-Nadie lo sabe, señor -repuso el hombrecillo, con cara de circunstancias-. Como ya le he dicho, gasta casi todos sus hak en "tiempo de privacidad". Y dada su naturaleza robótica, tampoco gasta mucho en mantenimiento... así que el momento de su siguiente combate es entre ahora y dentro de veintiocho horas.<br />
<br />
-Bien. Necesito que le envíes otro mensaje.<br />
<br />
-Será un placer, señor.<br />
<br />
-Mismo asunto que el anterior. Escribe. "Tengo el código, pero necesito asegurarme de que Kurel estará bien. ¿Qué harás cuando se desactive la secuencia de emergencia?".<br />
<br />
Cuando vio el mensaje escrito, tuvo la vaga impresión de que la respuesta sería "Introduzca código de anulación", sin remite, ni asunto.<br />
<br />
-Ya hay respuesta, señor. La leo: "El estado de salud de Kurel está al noventa y siete por ciento, y me encuentro en disposición de afirmar que permanecerá entre el noventa y cinco y el cien por cien; al menos en las próximas seis semanas. Introduzca código de anulación."<br />
<br />
Ide no sabía si anular la secuencia de emergencia ahora. O esperar a tener resuelto lo de Arakosia. Y lo de Delia. Y lo de Lionel. Quizás podría presionar a Vima, si tuviera control sobre Morg.<br />
<br />
-Responde, Kenter. "No has respondido a mi pregunta. Qué pasará con Kurel, y contigo, cuando introduzca el código. Y en cualquier caso, no te voy a enviar el código por una red no segura. Te lo daré en persona. Supongo que habrás sido lo suficientemente listo como para rastrear desde dónde te he enviado este mensaje."<br />
<br />
-"Remitente irrastreable debido a la configuración del sistema. Respuesta a la pregunta planteada excede parámetros de seguridad. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide dictó a Kenter de nuevo. "Habitación [...], en el Palacio del Dolor. No transferiré el código por una red privada. Si no piensas venir, proporcióname un buzón de la HoloRed donde pueda mandarte el código."<br />
<br />
"No dispongo de acceso a HoloNet. No puedo abandonar el Hak'Un Shapp."<br />
<br />
Ide no se fiaba de que alguien estuviera vigilando las comunicaciones, y que, intencionadamente podría intervenir el mensaje y no permitir que llegara a Morg. Por eso, intencionadamente, envió un código erróneo.<br />
<br />
-Kenter, envía la siguiente secuencia. -Dictó el código, errando en algunos números a propósito. Si Morg respondía, sería prueba inequívoca de que le había llegado el mensaje.<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Miró la respuesta algo atónito. No tenía ningún sentido que se bloqueara el sistema tras un intento erróneo. Aunque al menos sabía que nadie estaba interviniendo el canal.<br />
<br />
-Kenter, envía otro mensaje. -Esta vez, dictó el código correctamente, y lo repasó dos veces-. Además, crea un alias oculto en el remitente. Habrá bloqueado la anterior dirección.<br />
<br />
Cuando llegó el siguiente mensaje, Ide lo contempló, sin acabar de creérselo:<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la mente de Ide. ''A lo mejor no era Morg'' el que estaba enviando los mensajes de "Código incorrecto". Envió una tercera clave, ligeramente modificada respecto de la correcta que le había enviado Tu'Ala. Además escribió a la chica por el canal abierto en su Hololibro: "¿Estás segura de que esa es la clave?".<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
==Seguridad hutt==<br />
<br />
El mensaje de Tu'Ala tardó un poco más en llegar: "Claro, por supuesto, yo misma lo cambié. Es culpa de alguien pequeño y rojo. Tendrás que decírselo en persona, antes de mañana por la tarde."<br />
<br />
Respondió a Tu'Ala. "¿Alguien pequeño y rojo? ¿Mañana por la tarde? ¿Qué tiene que ver eso con el código que Morg ha rechazado?"<br />
<br />
"Sabes, no puedo ajustar mis visiones proféticas desde aquí. Por el ysalamiri, sabes. Hablo de memoria, esto es algo que vi una vez. Pero creo que no es Morg el que está rechazando el código."<br />
<br />
"''Estupendo''", pensó Ide, "''ahora además de alguien interfiriendo la comunicación tenemos una visión profética''".<br />
Abrió su Hololibro de nuevo. Escribió un pequeño programa, de apenas diez líneas de código, que generaba variaciones del código de seguridad. Lo conectó a la consola de Kenter.<br />
<br />
-Kenter, envía la salida de este programa a ''Morg''. Cada diez segundos. Una clave por mensaje.<br />
<br />
"''Si quieres tener la clave, vas a tener que encontrarla entre todas las que vas a recibir, y luego discutirlo con Morg''", pensó.<br />
<br />
Desde Kenter manó una especie de murmullo, al comenzar a mandar variaciones del código. Al mismo tiempo, con una voz muy suave le dijo a Ide: "Esta es una tarea infinita, señor..."<br />
<br />
-No te preocupes, no durará mucho -dijo Ide con una media sonrisa-. Envía unos cuantos mensajes más, luego aumentaremos la frecuencia. Cuando haya enviado unas cuatro mil claves, será suficiente.<br />
<br />
-Sí, señor -dijo Kenter, con voz cansada.<br />
<br />
-Si enrutas mi Hololibro al sistema de mensajería, yo mismo puedo configurar los envíos, y no tendrás que dedicar procesador a esta tarea.<br />
<br />
-No... autorizado... no se preocupe por mí, señor.<br />
<br />
Ide comenzó a escribir en su hololibro, modificando el programa.<br />
<br />
Kenter se sentó, y tenía la expresión perdida. Cuando volvió a hablar, su voz era casi inaudible:<br />
<br />
-Cuatro... mil... claves... será... suficiente...<br />
<br />
Ide cambió el límite, y la cara de Kenter se congeló en un rictus de horror. Modificó el programa para que siguiera generando claves, cada vez con más frecuencia. Si conseguía saturar el buffer de Kenter... quizá...<br />
<br />
Diez segundos más tarde, la imagen de Kenter se inmovilizó. Seguía sentado, con la mirada perdida; e Ide se dio cuenta de que estaba perfectamente inmóvil. Probablemente al saturarse el buffer había sobreescrito algún otro sector de memoria, conjeturó Ide. En cualquier caso, estaba claramente fuera de combate. Intentó entonces acceder directamente a la red privada de comunicaciones, y descubrió que la IA era responsable de la seguridad de red de la habitación, que había caído.<br />
<br />
Ide accedió sin ningún problema. Por otra parte, debía haber centenares, o miles, de IAs similares a Kenter, cada una controlando una zona específica. Probó a marcar un mensaje dirigido a Morg, con otra clave falsa, para intentar seguir la traza. Comprobó que había una dirección por la que pasaban todos los mensajes que salían de la habitación. El mensaje dirigido a Morg no volvió a salir de esa dirección. En cambio, mandó un mensaje a Ide. Ni se molestó en abrirlo. Ya sabía lo que decía.<br />
<br />
Probó a enviar un mensaje de ánimo a Morg, suplantando la dirección de otra de las habitaciones del hotel. Algo así como "Apostaré por ti, lo estás haciendo fenomenal, ¡eres extraordinario!". Lo siguió por su ruta en la red, y observó que realizaba el mismo recorrido. Salvo que el mensaje de vuelta era "Gracias, apreciado admirador. La próxima vez que le arranque los miembros a alguien, lo haré en tu honor.".<br />
<br />
"''Así que ninguno de mis mensajes ha llegado a Morg...''". Repasó la correspondencia. Pero su interlocutor sabía de Kurel, no podía ser... salvo que el interlocutor intermedio funcionara como una especie de censor... que abriera todos los mensajes y sólo dejara pasar los que viera más convenientes. Por la velocidad con la que respondía, Ide intuyó que se trataba de un filtro electrónico. Que era, probablemente, el que había repetido el mensaje de Morg en la segunda clave. Y en la tercera. Y en la cuatro mil. Si quería saltarse el filtro... tendría que enviar un mensaje que no estuviera en las reglas de bloqueo. Mencionar a Kurel había<br />
funcionado. Y a Horuz. Así que redactó un mensaje con un remitente distinto, se consignó a la Fuerza, y cruzó los dedos para que el filtro no lo retuviera.<br />
<br />
Remitente: "Ide". Asunto: "Kurel". Mensaje: "El hijo de Zhur Garin, que fue traido aquí desde Horuz, debe ser trasladado al Templo Jedi de Coruscant, por deseo expreso de él mismo." El mensaje no llegó más allá del interlocutor intermedio. El mensaje de vuelta decía: "No tengo problema con eso. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide se quedó mirando su Hololibro. Tuvo otra obvia revelación. Las reglas no se limitarían a aprender los mensajes que Morg hubiera rechazado. Además, jamás dejarían pasar un mensaje que contuviera un código de desbloqueo de un droide.<br />
<br />
Aún quedaba el problema de los pocos miles de claves que había enviado. Si un observador humano decidía probarlas, probablemente podrían obtener el control de Morg en pocas horas. Siempre que el supervisor, el cual Ide estaba seguro que existía, no decidiera que era un ataque aleatorio para obtener el control de Morg...<br />
<br />
Aprovechando la brecha abierta, Ide instaló su programa en el terminal donde antes se había estado ejecutando Kenter. Lo ejecutó para que siguiera enviando claves. Observó, desde la monitorización que hacía desde su Hololibro, cómo el filtro las respondía automáticamente. Creó un pequeño filtro, que descartaba las respuestas estándar, y que avisaba y detenía el envío en caso de obtener una respuesta distinta.<br />
<br />
Cuando terminó era casi la hora de la cena. Desconectó su Hololibro y dejó su sistema funcionando.<br />
<br />
Obviamente, Kenter no sería capaz de avisarlo, así que cogió sus cosas y se dirigió a la Flor Esquiva.<br />
<br />
<br />
<<Continúa en [[Humo y Vapor III]]>></div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIHumo y Vapor II2013-06-26T19:00:42Z<p>El Universo: /* Regreso a la Flor Esquiva */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26 aGR; 18:30'''<br />
<br />
Volvieron a la atmósfera tan rápido como la twi'lek podía pilotar. Aunque inmerso en sus pensamientos y las sensaciones que iban y venían sobre su padawan, se paró a examinarla unos segundos. Había explotado, cuando el mercenario la tenía sujeta con el cuchillo. Que Ide supiera, sólo había una forma de estallar de esa manera, y ya la había visto antes en un usuario de la Fuerza.<br />
<br />
Ella misma seguía asustada por lo que acababa de experimentar, y parecía muy confusa. Y seguía pilotando, volcándose en la conducción como única manera de mantener la cordura. Pero Ide la veía con otros ojos.<br />
<br />
Ella estaba pilotando ''mediante la Fuerza''. Y también estaba inmersa en un shock emocional.<br />
<br />
Pero ya se encargaría de esto más tarde. Ahora tenía que ver a su padawan.<br />
<br />
==Llegada==<br />
<br />
El tiempo base para llegar era de cuarenta minutos, pero ella consiguió reducirlo a treinta mediante algunas maniobras de dudoso buen gusto, que no produjeron víctimas de puro milagro.<br />
<br />
Poco antes de llegar, Ide vio la columna de humo que surgía del techo hundido de la mansión Wolkan. Fue entonces cuando se empezó a preocupar de verdad.<br />
<br />
Aterrizaron en el mismo hangar donde Ide había aparcado al llegar allí por primera vez, y que era de las pocas partes que conservaba la estructura más o menos intacta. Nadie salió a recibirlos.<br />
<br />
Ide caminó fuera de la nave, con premura pero sin perder la precaución, con el sable de luz en la mano, aunque apagado. Agudizó el oído, no se escuchaban sonidos de combate. Con la Fuerza no podía percibir a Arakosia, pero ella siempre había sido, por naturaleza, difícil de percibir.<br />
<br />
MN-44, con un brazo menos y varias marcas de blaster sobre su torso, se acercó cojeando a Ide.<br />
<br />
-Cielos, ''Emeene''... ¿qué ha pasado aquí?<br />
<br />
-¿Señor Kanor? No puedo verlo bien, mis fotoreceptores están dañados... hemos sido atacados, señor.<br />
<br />
-¿Dónde está Keel? ¿Y Arakosia?<br />
<br />
-El amo Wolkan se ha encerrado en su búnker, y no tiene intención de salir hasta que piense que el entorno es seguro. La chica que lo acompañaba a usted desapareció en el fragor del combate.<br />
<br />
De repente, Ide se acordó de algo más. Cogió su intercomunicador y se lo llevó a la boca.<br />
<br />
-¿Lionel? Lionel, aquí Ide, contesta.<br />
<br />
Un chorro de estática fue la única respuesta. Ide no acababa de tener claro si había percibido la voz de Lionel en medio de la estática, o si había sido su mente, intentando convencerle de que así había sido.<br />
<br />
==Control de daños==<br />
<br />
Marcó en el comunicador el número de Keel. Una voz airada contestó.<br />
<br />
-¡Ahora qué!<br />
<br />
-¿Ahora qué? ¿Qué está pasando aquí? Me han intentado matar mientras estaba en el gremio de cazarrecompensas... ¿qué significa todo esto?<br />
<br />
-¡Que qué significa qué! ¡Han intentado matarme! ¡En mi propia casa!<br />
<br />
-¿Sabes quién es el responsable?<br />
<br />
-¡Mercenarios, creo! ¡No lo sé! ¡Cuando el que sea quiera reclamar el ''k'shii'', lo sabremos! ¡Mierda! ¡He perdido más de cincuenta esclavos! Por cierto, siento haberte dejado sin piloto.<br />
<br />
A Ide le dio un vuelco el corazón.<br />
<br />
-¿Perdona?<br />
<br />
-La twi'lek. Lo siento, he activado el código de su implante hace un rato. Ha sido al activar la marea de carne... pero veo que has llegado bien, así que no ha sido un gran contratiempo.<br />
<br />
La chica, de pie al lado de Ide, se puso pálida. Con la mirada aturdida, se sentó en el suelo.<br />
<br />
-Eh, bueno, ahora tenemos otros asuntos que tratar. Yo, por ejemplo, tengo que encontrar a mi aprendiz. Llámame si necesitas algo, pero por lo que veo sabes cuidarte solo. -Miró a MN-44-. Deberías hacer algo con MN, parece algo dañado.<br />
<br />
-Anda la leche, ¿sigue vivo? Estee... ya lo mandaré reparar cuando salga y tal...<br />
<br />
-Descuida. Te veo luego.<br />
<br />
Cogió a la twi'lek del brazo y se dirigió a la nave. Cuando llegó a la nave, ella se dejó caer sobre sus rodillas y comenzó a sollozar.<br />
<br />
-Disculpa la pregunta, pero... al activar Keel tu implante, ¿no debías haber muerto?<br />
<br />
Ella negó con la cabeza, sin dejar de llorar.<br />
<br />
-Pero Keel piensa que has muerto -ella asintió-. Entonces, si Keel piensa que has muerto, es porque debías haber muerto, pero que algo falló en ese instante. A no ser que algo se me escape -ella asintió-. También, en lugar de asentir sin decir nada, podrías decirme qué pasa. O podemos jugar al juego del jedi que busca la verdad sin que la twi'lek hable.<br />
<br />
==Respuestas==<br />
<br />
Ella se giró a medias, sin atreverse a mirar a Ide a los ojos. Con un hilo de voz contestó:<br />
<br />
-¿Je...di?<br />
<br />
Ide tuvo un momento de duda, pero luego creyó entender.<br />
<br />
-¿Sabes quién soy? -ella negó con la cabeza. Ide sonrió -. ¿Sabes quién es Keel? -ella asintió, con un escalofrío-. Pues te voy a dar una buena noticia: creo que eres una twi'lek libre, sobre todo porque tu amo piensa que has muerto, y tu implante ha fallado cuando él intentó activarlo.<br />
<br />
Ella se calmó un poco. Habló con la voz deformada por haber llorado, pero más calmada.<br />
<br />
-El implante no falló por eso -dijo en voz baja-. Falló porque Keel no era mi propietario.<br />
<br />
-Ahora sí que no entiendo nada. Él piensa que tú has muerto...<br />
<br />
-Porque él dio la orden de activar mi implante. Pero como él no era mi propietario, no se activó.<br />
<br />
-¿Y a quién perteneces?<br />
<br />
-A ti, amo -miró a otro lado, como si no soportara mirarlo a los ojos- Mi código está en tu cristal de pago.<br />
<br />
-Entiendo. Osea, que te compré cuando gestionaste el alquiler del carguero, por eso me salió tan caro...<br />
<br />
Ella lo miró extrañada.<br />
<br />
-No, el precio de la nave es correcto. Y es de segunda mano. Mi... coste es un porcentaje pequeño de lo que se gastó en aquella nave.<br />
<br />
-¿Segunda mano? ¿Lo he comprado? ¿Te compré a ti y a la nave? - Ide estaba sinceramente sorprendido.<br />
<br />
-Y a muy buen precio, si me permite decírselo, amo.<br />
<br />
Guardó silencio durante unos segundos.<br />
<br />
-Entonces supongo que ya me puedes decir tu nombre.<br />
<br />
-Un esclavo no tiene nombre, amo. Puede llamarme como guste...<br />
<br />
-Ya, lo que pasa es que tú no eres mi esclava. Te voy a liberar en cuanto sepa cómo quitarte esa cosa de la activación.<br />
<br />
-Es que yo no quiero ser liberada -miró a Ide, que la observaba con el desconcierto pintado en el rostro- ¿Libre? ¿Con este cuerpo? ¿En Nar Shaddaa? Ni hablar. Como propiedad, tengo mis derechos.<br />
<br />
-Oh, bueno, yo pensaba más bien que te vinieras a Coruscant.<br />
<br />
Los ojos de ella se agrandaron con sorpresa, pero no se atrevía a creer.<br />
<br />
==Los detalles después==<br />
<br />
-Bueno -siguió Ide-, los detalles podemos discutirlos después. Ahora necesitaría que me ayudaras a encontrar a mi aprendiz, y de paso a terminar la misión que tengo que hacer aquí.<br />
<br />
-Mientras tanto, y según la legislación de Nar Shaddaa, soy de tu propiedad -sonrió-. No puede ser peor que Keel Wolkan -escupió el nombre con desprecio.<br />
<br />
-Estoy seguro de que no -dijo, devolviéndole la sonrisa-.<br />
<br />
-Y, ahora, ¿cómo puedo serte de utilidad, amo?<br />
<br />
-Para empezar podrías dejar de llamarme amo.<br />
<br />
-¿Señor, quizá? ¿El nombre de pila? A algunos amos les gusta...<br />
<br />
-Ide está bien.<br />
<br />
-Ide -repitió ella en voz baja-. Es bonito. Necesitarás un apelativo para denominarme, Ide. Y ahora que soy de tu propiedad, contestaré a todas tus preguntas. ¿Quieres saber cómo me llamaba? ¿Quieres saber qué me gusta en la cama?<br />
<br />
Ide movió los ojos hacia arriba. Le encantaría charlar y animar a la chica, pero ahora tenía algo que hacer.<br />
<br />
-Vamos, me puedes contar todo eso mientras rescatamos a mi ayudante -sonrió, y subió la rampa de acceso.<br />
<br />
-Claro, si no he desconectado la energía de la nave -se encogió de hombros- por si había problemas. Pero, ¿hacia dónde vamos?<br />
<br />
-Hacia el sitio del que nunca debí alejarme. Al Palacio del Dolor.<br />
<br />
Ide vio como un escalofrío recorría la espalda de la twi'lek, pero ésta no dijo nada. Caminó hasta el puesto del piloto, y partieron dejando una estela de humo y vapor.<br />
<br />
==Un trayecto corto==<br />
<br />
La chica parecía haber pensado, inicialmente, que iban al Palacio del Dolor a alojarse. Por eso le contó brevemente lo que había venido a hacer a Nar Shadda, y los problemas que habían surgido con su piloto durante la investigación en el Palacio del Dolor. Le contó además, la sospecha que tenía de que tanto el ataque en el Gremio como la destrucción de la casa de Keel fueran obra de Vima Da'Motta.<br />
<br />
Ella asintió respetuosamente, intercalando comentarios apropiados a la historia de Ide, pero sin hacer ninguna pregunta. Cuando Ide guardó silencio, la escuchó susurrar "marea de carne".<br />
<br />
-Todavía no sé tu nombre -intervino Ide -. El que tenías antes de ser esclava.<br />
-Sira Levora -dijo ella con un tono extraño- Bueno, en realidad es Siral'evora, pero en básico se dice así.<br />
El joven no dijo nada, pero sonrió.<br />
<br />
==De nuevo en el Palacio del Dolor==<br />
<br />
La masa piramidal que era el Palacio del Dolor volvió a aparecer en la distancia. Por alguna razón, bajo el sol parcialmente eclipsado que empezaba a ponerse, bajo el cielo rojizo, a Ide le pareció aún más amenazador que la primera vez que lo vio.<br />
Una protrusión del edificio, cerca de la cima, se extendió para recibirles. Este, comprendió Ide, es un hangar de lujo.<br />
<br />
Bajaron de la nave, y un hombre enfundado en un traje formal los recibió con un ademán moderado y una sonrisa comedida.<br />
<br />
-¿Ide Kanor? -dijo educadamente.<br />
<br />
-En efecto. Cuánto honor, no sabía que tendría recepción oficial -dijo Ide, con un tono algo ambivalente entre lo formal y el sarcasmo.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Es usted un cliente importante. ¿Desea que lo conduzca a sus aposentos? El trayecto puede resultar complicado...<br />
<br />
-Entiendo.<br />
<br />
-La señora DaMot'ta lamenta no poder recibirlo en persona, pero estará encantada de cenar con usted esta noche en la Joya Gloriosa. Puede, mientras tanto, retirarse a sus aposentos, o disfrutar de nuestra muy variada oferta en ocio y restauración. Los pozos de carne, en concreto, son exquisitos.<br />
<br />
-Gracias, creo que esperaré en mi habitación. Por cierto, ¿cómo es que me esperaban? -preguntó, despreocupadamente.<br />
<br />
-Todos nuestros clientes tienen incluído un punto de desembarco con el precio de la habitación, señor. Y yo mismo tengo la labor de recibirle a usted y de proporcionarle cualquier información o servicio que pueda necesitar -sonrió enigmáticamente.<br />
<br />
Ide le devolvió la sonrisa. Aunque no tenia claro a qué venía tanto protocolo, se hacía una ligera idea. En cualquier caso, prefirió no preguntar más.<br />
<br />
El hombre, con un lenguaje corporal a medio camino entre el mayordomo y el ayuda de cámara, hizo un ademán que indicaba "sígame, por favor", y se dispuso a guiarlo hacia su habitación.<br />
<br />
El trayecto fue sorprendentemente corto y visualmente agradable. Ide reconoció los símbolos en la puerta de la habitación, aunque (reflexionó) no estaba del todo seguro de poderlos trazar si quisiera.<br />
<br />
==Indagaciones e invitaciones==<br />
<br />
En el interior, Ide se encontró de nuevo con la considerable extensión de espacio que era la habitación doble, decorada con notable buen gusto, con los hologramas de las paredes mostrando una tarde agradable en Alderaan. El selector holográfico se activó al entrar Ide por la puerta, mostrando de nuevo a la misma mascota humanoide que le había dado la bienvenida en la ocasión anterior.<br />
<br />
-¡Hola de nuevo, señor! -saludó con voz animada- ¡Me alegro mucho de volver a verle!<br />
<br />
-Hola, Kenter.<br />
<br />
-¿Hay algo que pueda hacer que su estancia resulte más agradable?<br />
<br />
-Pues me gustaría que comprobaras si la chica que me acompañaba ayer ha vuelto al hotel.<br />
<br />
-Veré lo que puedo hacer, señor -se volvió, mientras parecía concentrarse unos instantes-. Ahora se encuentra inscrita entre el personal de la Señora del Dolor. Pendiente de terminar cuidados médicos. Pendiente de evaluación física. Pendiente de asignación de destino -dijo en tono monocorde- ¿Desea alguna otra cosa, señor?<br />
<br />
-El... ¿personal, has dicho? Me gustaría verla, si fuese posible -dijo Ide, intentando mantener el tono educado.<br />
<br />
-Por supuesto, señor -dijo Kenter, servicialmente. Su imagen se difuminó, y se convirtió en la de una habitación espaciosa, llena de máquinas, donde tres droides médicos trabajaban afanosamente en Arakosia, que parecía ser la única paciente. Ella permanecía inconsciente, en el interior de una especie de cámara bañada con luz o líquido (la imagen era poco clara) de color dorado.<br />
<br />
-¿Y cuándo dices que ingresó aquí? -siguió Ide.<br />
<br />
-Me temo que esa información no la conozco, señor -reflexionó un instante- Supongo que hace poco, porque la evaluación física, asignada como tarea pendiente, es una de las primeras cosas que se realizan cuando alguien entra a formar parte de nuestra pequeña familia -sonrió.<br />
<br />
-Bueno, entonces me gustaría hablar con alguien responsable del nuevo personal. No entiendo por qué mi acompañante ha ingresado como miembro del hotel.<br />
<br />
-¿Holopresencia, señor? ¿O desea una entrevista en persona?<br />
<br />
-En persona, por favor -Ide estaba haciendo un esfuerzo por mantener la compostura-. Es un tema delicado, no entiendo qué está pasando aquí.<br />
<br />
-Comprendo -asintió el holograma animado-. Me temo que eso tardará un poco más. Nuestro hogar es un lugar grande...<br />
<br />
-Supongo que podrá ser antes de la cena.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Serán entre veinte y veinticinco minutos.<br />
<br />
-Estupendo. Esperaré aquí.<br />
<br />
Kenter no se desvaneció.<br />
<br />
-Parece contrariado, señor. ¿Hay algo que pueda hacer por usted? ¿Licor, especia, mujeres?<br />
<br />
-No, gracias, Kenter -interrumpió Ide-. Esperaré aquí hasta que pueda entrevistarme con el responsable del ingreso de Arakosia.<br />
<br />
-Como desee, señor. Permaneceré atento, por si necesita algo -se desvaneció.<br />
<br />
Ide se dirigió a la cama, y sin musitar una palabra más, adoptó postura de meditación. Necesitaba atar cabos, aunque todo apuntaba, cada vez más claramente, a que detrás de esta jugada estaba la misma Vima Da'Motta.<br />
<br />
==Espera, meditación==<br />
<br />
Ide cerró los ojos, y dejó su mente tan en calma como le fue capaz. Intuía que probablemente un jedi más experimentado lo lograría con mayor facilidad, pero al final consiguió aquietarse lo suficiente. O eso creía.<br />
<br />
Dejó vagar su percepción hacia el pasado, guiándola con suave firmeza al momento en el que creyó percibir la presencia de Arakosia, cuando estaba en aquel hangar...<br />
<br />
{{flashback| ...se vio a sí mismo, de pie junto a la nave que en aquel momento pensaba alquilada, el alienígena recién desintegrado, algunas de sus moléculas aún en el aire, y la sensación de vibrato que le llegaba desde la distancia. Ahora lo identificaba. Era la impronta de Arakosia en la Fuerza. Aun inconsciente, se había sentido en peligro. Y lo que había estado a punto de percibir no era sino el vínculo maestro-aprendiz, que él conocía tan bien... desde el lado del aprendiz.''}} Seguramente la próxima vez que lo percibiera sería capaz de identificarlo con mayor precisión.<br />
<br />
...con la facilidad de la práctica, fluyó hacia adelante para ir al punto en el que el mercenario había tomado a Sira como rehén. <br />
<br />
''Ella estaba llorando y temblando, y de repente...''<br />
<br />
Ide estudió sus recuerdos centésima a centésima.<br />
{{flashback |<br />
''...ella había cerrado los ojos con fuerza, y se había estremecido de puro pánico. Y la Fuerza había respondido. La explosión había brotado de ella. Y la expresión de su cara... no se lo esperaba, ni lo comprendía.'' Y seguía aterrorizada. Pero era una usuaria de la Fuerza, sin ningún género de dudas. O, mejor dicho, tenía el ''potencial'' para serlo.}}<br />
<br />
Justo cuando Ide iba a dirigir sus pensamientos a su aprendiz, aún en la sala de reconocimiento, llamaron a la puerta. Abrió los ojos.<br />
<br />
-Adelante -dijo, sin moverse, aún en pose de meditación.<br />
<br />
==Recursos Humanos==<br />
<br />
El que entró en la habitación había sido un hombre en otros tiempos. Ahora parecía más máquina. Tanto su ojo derecho como gran parte de su cráneo y su brazo izquierdo eran robóticos. La expresión de su cara era de hastío, pero sus modales eran impecables. Hizo un ademán pidiendo permiso antes de entrar en la habitación, y una vez dentro no se sentó hasta que Ide se lo hubo indicado. Aun así, inclinó levemente la cabeza antes de sentarse.<br />
<br />
-Cuénteme -dijo, sin más.<br />
<br />
-Entenderá -siguió Ide, con la misma claridad con la que él había empezado- que me encuentre algo extrañado por lo que ha sucedido. Mi acompañante ha sido ingresada en su hotel como miembro del equipo - enfatizó la última palabra-, según me ha podido informar el asistente holográfico.<br />
<br />
-Me temo que no comprendo de quién está hablando. ¿Podría ser un poco más específico, por favor?<br />
<br />
-Arakosia. La joven humana que tienen actualmente en observación médica.<br />
<br />
-Ah, sí. La hemos adquirido esta misma tarde a muy buen precio, a unos tratantes de esclavos de plena confianza -sus ojos se quedaron fijos un momento, como si mirara a algo muy lejano- Así es como ha entrado a formar parte de nuestro personal -su mirada recuperó parte de la viveza perdida- ¿Desea algo más?<br />
<br />
-Bueno, a ser posible, saber quién les ha vendido a mi aprendiz, la misma que era una humana libre esta misma tarde antes de que la secuestraran de donde estaba alojada.<br />
<br />
-Shawman&K'Rtahn, tratantes. Le puedo dar su dirección o su código de comunicador, si lo desea.<br />
<br />
Ide tomó aire.<br />
<br />
-Aunque claro, supongo que bajo las leyes de Nar Shadda, este individuo tendrá plena potestad sobre lo que haya ''adquirido'' al destruir y arrasar la casa Keel Wolkan, que es donde estaba Arakosia recuperándose. Y que, ahora que la ha vendido, no tiene potestad sobre ella. Y que cortarle la cabeza no anularía la transacción. ¿Me equivoco mucho? -Ide estaba considerablemente molesto por esta, por decirlo de alguna forma, ''inconveniencia''.<br />
<br />
-Su análisis de la situación es correcto, señor -su mirada se volvió reflexiva-. Aunque usted recuperaría parte del k shii perdido. Si lo desea, podemos venderle una esclava similar, de perfil guardaespaldas-concubina, un poco más joven...<br />
<br />
-No, no es sustituible. Necesito recuperar a Arakosia.<br />
<br />
-Si desea recuperar a esa chica en concreto, me temo que el asunto excede a mis competencias. Yo sólo manejo al personal existente, no tengo ningún papel en la entrada o salida de personal.<br />
<br />
-¿Tengo que hablar entonces con su superior?<br />
<br />
-Supongo que eso tendría que discutirlo con la señora Vima DaMot'Ta. Suele ser complicado, ya que no concede citas, pero... supongo es que es usted afortunado, ya que tiene una cita concertada con ella esta noche.<br />
<br />
-Me imaginaba que tendría que hablar directamente con ella. Le agradezco su ayuda.<br />
<br />
-¿Desea algún servicio que le ayude a hacer pasar el tiempo con mayor velocidad mientras espera?<br />
<br />
-No, gracias. Tengo un par de asuntos que resolver antes de la cena.<br />
<br />
-Entonces me retiro a mis quehaceres -dijo el cyborg, mientras se levantaba.<br />
<br />
-Muchas gracias por su atención.<br />
<br />
==Comunicándose con Keel==<br />
<br />
Ide se despidió del tipo, y sin dilación marcó el número de comunicador de Keel Wolkan. Tardó en contestar, y cuando lo hizo no había imagen, sólo una voz que parecía llena de dolor. O de droga.<br />
<br />
-Nnhh...-dijo la voz-que-parecía-de-Keel<br />
<br />
-Shawman&K'Rtahn. ¿Te suena ese nombre? -dijo Ide, obviando el estado de Wolkan.<br />
<br />
-¿Mmm? ¿Kanor?<br />
<br />
-Sí. Shawman&K'Rtahn. Han vendido a mi aprendiz a Vima Da'Motta. No sé si estás lo suficientemente lúcido como para atar cabos.<br />
<br />
-Una pareja de tratantes. Mi competencia más directa -suspiró-. ¿Qué quieres saber?<br />
<br />
-Cómo que qué quiero saber. Lo que te quiero decir es que deben haber sido ellos los que atacaron tu casa, si se han apoderado de mi aprendiz para venderla.<br />
<br />
-Ya... -dijo, con poca decisión- Debería haberlo supuesto -parecía dubitativo- Em... pues gracias por el dato, tio.<br />
<br />
-Lo que me gustaría saber es por qué sabían que yo estaba en Nar Shadda, y por qué me seguían. Me atacaron al mismo tiempo ocho mercenarios. ¿Tienes algo que contar, Keel?<br />
<br />
-Yo... no te comprendo... Tras la exhibición que hicísteis, supongo que bastante gente con el potencial de atacarme sabría de vuestra existencia...<br />
<br />
Ide se quedó bloqueado un momento.<br />
<br />
-Mierda -soltó.<br />
<br />
-Yo estoy intentando olvidar todo este asunto a base de especia rosa... -suspiró de nuevo- la especia rosa es buena...<br />
<br />
-Supongo que no arreglará nada que descabece a estos dos tíos. Al menos, no me devolverá a Arakosia.<br />
<br />
-Bueno, si vas y le dices a todo el mundo que lo haces de mi parte, te daré dos mil gubor. Piénsalo.<br />
<br />
-Tanto kshii por dos mil gubor... sabes negociar, Wolkan.<br />
<br />
-Bueno, me pareció una oferta justa...<br />
<br />
-Me lo pensaré, pero no me interesa el dinero. Me interesa mi aprendiz. ¿Cómo de poderosos son estos tipos?<br />
<br />
-Eh... pues más o menos como yo...<br />
<br />
-Gracias por la información. Te dejo, tengo que hacer un par de cosas antes de cenar. Cuidate, Wolkan.<br />
<br />
Miró las paredes de su habitación. Se maldijo por haber dejado sola a su aprendiz. Pero maldecirse no iba a arreglar nada, así que se fue a la Flor Esquiva. Ya que no podía hacer nada hasta hablar con Vima Da'Motta, al menos recogería toda la información que pudiera.<br />
<br />
==Regreso a la Flor Esquiva==<br />
<br />
Al parecer, en el Palacio del Dolor era tremendamente fácil llegar al lugar donde uno quisiera ir, o así se lo pareció a Ide.<br />
Llegó a la Flor Esquiva, que parecía estar bastante más animada que la otra vez. Aunque claro, la otra vez había sido por la mañana temprano. Seguía oliendo vagamente a especias, y seguía siendo rica en sofás, pero la música que tocaba Oloruu era más vivaz, y había prácticamente una persona (o pareja, o pequeño grupo) en cada sofá. También flotaba en el ambiente una cierta sensación plácida, no exenta de un extraño regusto amargo.<br />
<br />
Delia hizo un gesto de reconocimiento desde la barra. Comenzó a llenar un vaso con vino de Alderaan y esperó a que Ide y Sira se acercaran a hablar con ella.<br />
<br />
-Parece que no me voy a librar de hablar con tu jefa -dijo él, mientras tomaba asiento. Ella hizo un gesto de simpatía indeterminada.<br />
<br />
-Hablar no compromete a nada -dijo ella. Dejó pasar un par de segundos-. ¿Has encontrado al androide ese que buscabas?<br />
<br />
-No, pero tengo alguna pista. El problema es que en el camino he perdido a mi aprendiz. La han secuestrado y vendido. Adivina quién es su nueva dueña.<br />
<br />
-¿La Señora del Dolor, quizá?<br />
<br />
-Bingo. Unos tipejos atacaron la casa donde estaba... descansando. Keel Wolkan, no sé si te sonará.<br />
<br />
Se mostró levemente sorprendida.<br />
<br />
-Em... sí, es relativamente conocido.<br />
<br />
-Pues le han asestado un buen golpe.<br />
<br />
<br />
<br />
-Mala cosa... es una rata cobarde y cruel, muy capaz de usar a sus esclavos como campo de minas... pobres chicas.<br />
<br />
-Ah, a eso se refería con lo de marea de carne...<br />
<br />
-Sí, a eso. Se implanta un explosivo un poco más potente, y se hacen detonar los esclavos más cercanos a tu enemigo -comentó en un tono distante, pero asqueado- ...pobres chicas... -repitió mientras miraba a Sira con una huella de dolor compartido.<br />
<br />
-Una se salvó. La que me dejó como piloto. La compré sin querer -dijo Ide, intentando desviar el tema mientras Sira se ruborizaba en verde oscuro y apartaba la mirada.<br />
<br />
-Le salvaste la vida, tú -sonrió-. ¿No hay una tradición de cuidar de las vidas que uno salva? ¿O era al revés?<br />
<br />
-No lo sé. Mi orden nos insta a proteger a los desamparados, siempre que sea posible -el jedi sonrió, siendo consciente de lo que Delia estaba pensando.<br />
<br />
Delia le devolvió la sonrisa, con una calidez que no había visto a ningún nativo de Nar Shaddaa.<br />
<br />
-Te entiendo -no dijo nada más. Parecía tocada por sentimientos profundos, y siguió limpiando el vaso durante medio minuto, sin decir nada ni mirar a Ide directamente.<br />
<br />
<br />
<br />
Ide estuvo a punto de contarle que pensaba negociar con Vima para liberarla, y que pensaba que iba a ser difícil puesto que parecía valiosa, pero pensó que era mejor pasar por algunos temas de forma tangencial.<br />
<br />
-Creo que han cogido a Lionel -dijo, mirándola fijamente. Ella frunció el ceño.<br />
<br />
-No debió haberse quedado tanto.<br />
<br />
-Lo mandé a orbitar con la nave. Pero parece que no fue suficiente. No me contesta, y eso es mala señal -miró su vino. En cierto modo, se sentía responsable.<br />
<br />
-No sabría decir... a mí nunca me contesta -dijo con rabia.<br />
<br />
-Bueno. La gente cambia. Las cosas cambian. Hace tres horas mi aprendiz era mi aprendiz y ahora es una esclava de Vima. Esta noche puede que sea diferente.<br />
<br />
-Me pregunto para qué la querrá. ¿Ella era el objetivo de una operación completa o sólo fue un extra?<br />
<br />
-Digamos que... anoche... se hizo valer. Hizo una exhibición en casa de Keel. Llamamos la atención -ella hizo un gesto de sorpresa-. Fui un tonto. Nos siguieron la pista, y atacaron en casa de Keel. Ocho mercenarios me atacaron a mí mientras estaba en el Gremio de Cazarecompensas. Yo pude deshacerme de ellos, pero mi aprendiz no -levantó la mirada. <br />
<br />
No supo decir si estaba preocupado o la echaba de menos, pero no se permitió pensarlo mucho.<br />
<br />
<br />
<br />
Delia pareció acordarse de algo de repente. Extrajo un pequeño visor plano de un lateral de la barra y lo giró para que sólo pudieran verlo Ide y ella.<br />
<br />
-Un momento -dijo mientras manipulaba unos controles-. Apareció la imagen de Arakosia desnuda, haciendo girar su espada a gran velocidad para destrozar una oleada de fruta. Se notaba que la imagen se estaba desarrollando a cámara lenta en la velocidad a la que caían los trozos de fruta una vez cortados.- ¿Esta es ella?<br />
<br />
Ide no dijo nada durante unos momentos.<br />
<br />
-Debí habérmelo figurado -dijo con amargura-. Debo ser el jedi más tonto de toda la Orden.<br />
<br />
-Bueno, esto responde a mi pregunta anterior -dijo ella, sin hacer caso al comentario de Ide-. Ya sabemos para qué la quiere Vima.<br />
-Tiene todo el sentido.<br />
<br />
<br />
<br />
En un instante, Ide pasó de la frustración a la esperanza. "Lo que Vima no sabe es que eso no era Arakosia moviéndose, sino la droga actuando". Y justo cuando terminó la frase mental, se dio cuenta de lo que haría Vima si supiera que era la especia roja la que la hizo canalizar la Fuerza así.<br />
<br />
-Pues claro que lo tiene. La quiere para el Hak'un Shapp.<br />
<br />
Ide abrió mucho los ojos y habló con una pesada y profusa determinación.<br />
<br />
-Ya sé lo que voy a hacer. Sira, quédate aquí -ella asintió.<br />
<br />
Se despidió de Delia y se dirigió a su habitación.<br />
<br />
==Tratos con Fenel Fodel==<br />
<br />
Apenas hubo abierto la puerta, Kenter se volvió a materializar:<br />
-¡Saludos, noble señor! ¿Cómo puedo hacerlo más feliz?<br />
-Holocomunicación con el responsable de personal -dijo sin casi dejar terminar a Kenter-. El tipo que vino antes y ni siquiera se presentó.<br />
-Su nombre es Fenel Fodel. Lo llamaré en seguida.<br />
<br />
Tras unos diez segundos, la cara del ciborg apareció en el holocomunicador.<br />
<br />
-Necesito que me hagas un favor.<br />
-Dígame su problema y veré qué puedo hacer.<br />
-¿Tiene Arakosia ya el implante?<br />
-Me temo que los informes médicos relativos al personal son privados, señor.<br />
-Entiendo que es un no -se aventuró a decir-. Si oficialmente fuera una esclava, no tendrías problema en comunicarlo -hizo una pequeña pausa.<br />
-No tengo ningún problema en comunicarlo, más allá de la incomodidad que a veces supone para un cliente encontrarse a nuestro servicio a un... antiguo conocido -hizo un gesto de incomodidad-. Pero no se confunda. Es nuestra.<br />
-Necesito que postpongas la inserción. Sólo hasta esta noche, después de que negocie con Vima.<br />
-Mi deber es implantarla cuanto antes, si los informes médicos son favorables. Aunque la naturaleza de mi trabajo incluye cierta... flexibilidad a la hora de estimar parámetros intangibles, como la naturaleza favorable de un informe técnico -pareció concentrarse durante un instante-. Sin embargo, la Señora del Dolor parece haberse tomado un interés personal en este caso, y no creo que viera una... dilación intencionada por mi parte con buenos ojos. Representaría para mí un riesgo considerable.<br />
-Cuánto quieres -preguntó Ide con apenas entonación interrogativa.<br />
-No quiero dinero. Quiero irme de Nar Shaddaa.<br />
-Cuánto vales -repuso, como si la primera pregunta no hubiera existido.<br />
-Soy un agente libre, pero me retienen... compromisos ineludibles. Necesito que me saque de aquí alguien a quien no le importe la ira de Vima.<br />
-Uhm -Ide se quedó dubitativo. Algo pareció endurecerse en Fenel Fodel-. A mí no me importa, mientras consiga lo que he venido a buscar -el ciborg se relajó nuevamente, y esbozó la más mínima de las sonrisas. Asintió. -Será sólo una hora. Voy a ver a Vima en la cena, y tras la cena todo estará resuelto. De una manera u otra -sentenció.<br />
-Ten cuidado -dijo mientras asentía sobriamente.<br />
<br />
==Dinero y datos==<br />
<br />
Cuando se despidieron, Ide se dirigió a Kenter.<br />
<br />
-Kenter, ¿podrías comprobarme cuánto dinero queda en este cristal? -dijo Ide, mientras introducía el cristal en la ranura disponible.<br />
-¡Por supuesto, señor! -dijo con una cordialidad que a Ide comenzaba a cansarle- En este momento cuenta con 22714 gubor y 170 fleber.<br />
-Ahá. ¿Y sabes cómo anda el cambio medio de Gubor-Sgin?<br />
-El cambio medio oscila, señor, pero más o menos seis sgin hacen un gubor. Por supuesto, la tasa de cambio es tremendamente variable, y ya que muchos de los cambios de moneda se hacen electrónicamente, las tasas de cambio con varios decimales no son extrañas.<br />
<br />
"''Parece entonces que Sira hizo efectivamente un buen trato con la nave''", pensó Ide cuando hizo cuentas mentalmente. El carguero había costado unos 1.600 gubor. La realidad es que Ide no tenía muy claro cuánto significaba esa cantidad, pero lo que sí le pareció era que le quedaba una proporción bastante buena de dinero.<br />
<br />
De repente se acordó de Sira. Cogió su comunicador y escribió un mensaje. "Vete a la Flor Esquiva. Allí encontrarás a Delia. Dile que eres la que se salvó, y espérame allí. Lo que necesites comer y beber lo pagaré yo." <br />
Entretanto esperaba que llegara la hora de la cena decidió bajar a ver, en persona, qué era eso del Hak'un'Shap. Se quedó parado un segundo, y con decisión, salió por la puerta.<br />
No dio ni dos pasos cuando se dio cuenta de que no sabía dónde ir. Suspiró.<br />
<br />
-Kenter -dijo, con pesadumbre. Kenter tenía lo mismo de útil que de irritante.<br />
<br />
-¿Sí, señor?<br />
<br />
-¿Podrías decirme por favor dime dónde se celebra el Hak'un'Shapp?<br />
<br />
-Se celebra en los niveles 1 a 50, señor. Se pueden seguir los encuentros desde cualquier consola del hotel, y también se puede apostar desde cualquier lugar.<br />
<br />
-Gracias, pero prefiero verlo. Además, así veo si conozco a alguno de los participantes.<br />
<br />
-Nadie lo ve con sus propios ojos, señor, excepto los participantes. Los niveles 1 a 50 están llenos de cámaras para retransmitirlo todo con la mayor fidelidad. En cuanto a la identidad de los participantes... no veo en qué es diferente verlo en vivo de ver una holografía con detalle 1:1. ¿Desea rastrear a algún participante en concreto?<br />
<br />
-Pues la verdad es que conozco a Morg. No me importaría verlo.<br />
<br />
-¿Desea saber qué tal le va, señor? ¿O prefiere el holograma que se hizo al inscribirse?<br />
<br />
-Muéstrame ambos.<br />
<br />
-Por supuesto -dijo Kenter.<br />
<br />
De inmediato se activó un holoproyector en la pared opuesta a la cama, mostrando un droide bastante alto y ancho, de unos dos metros y medio. Permaneció unos segundos así, y luego sus extremidades se desplegaron, para llegar a medir tres mertos y medio. Transmitía una sensación de ser grandote e inofensivo que (como bien sabía Ide) no se correspondía con la realidad.<br />
<br />
La imagen se desvaneció, para dar paso a una representación seudobidimensional, que mostraba a Morg en una habitación. Un rótulo bajo la escena decía: "¡Momentos estelares de Morg!"<br />
<br />
La cámara giró para mostrar a un alienígena peludo y grandote, con brazaletes de esclavo, que llevaba una especie de vara, de punta energética. El alienígena fintó un par de veces, antes de que Morg consiguiera coger la vara con su articulación extendida. La retrajo con un movimiento brusco, y el alienígena chocó contra el droide. Se golpeó y cayó al suelo. Morg lo pisó sin mucho énfasis en la cabeza, que se deshizo.<br />
<br />
Corte de escena. Morg está en una posición de pelea, con un brazo extendido, y un humanoide envuelto en lo que parecen ser vendajes carga contra él, aparentemente desarmado. De repente, el homanoide extrae un sable de luz e intenta cortarle una extremidad a Morg. Éste retrae la extremidad y salta hacia atrás, mientras se extienden varios apéndices de su cuerpo metálico. Uno de los apéndices estalla, llenándolo todo de humo. La imagen cambia a termográfico. El humanoide gira sobre sí mismo para defenderse de algo, vuelve a girar. Un brazo de droide, muy frio, lo apresa de los dos brazos y se los arranca. Luego coge su cabeza y la aprieta de forma rápida y desapasionada, haciendo que estalle.<br />
<br />
Ide hizo memoria, para intentar recordar si había oído de algún Jedi que fuera a Nar'Shadda últimamente y que hubiera muerto. No le sonaba. Aunque, claro, hacía menos de un mes que había regresado al Templo.<br />
<br />
-¿Quién era el del sable, Kenter? -preguntó Ide.<br />
-Exen Nithan. Proviniente de Korriban. Profesión reconocida: asesino. Cazarrecompensas. Iba muy bien en los preliminares. Hasta ese momento, claro.<br />
-¿Cómo va Morg?<br />
-Subiendo en la clasificación, señor. No tiene demasiados fans, pero tampoco tiene demasiados enemigos. Probablemente se clasifique para el Hak'un'Shapp.<br />
-Quisiera que le dejaras un mensaje de mi parte.<br />
-Puedo ponerlo en su cuenta, señor, pero no le garantizo que lo vaya a leer. La cantidad de mensajes que reciben los participantes es astronómica. Aunque, claro, dada la naturaleza robótica de Morg...<br />
-Seguro que le interesa lo que tengo que decirle. Te dicto.<br />
<br />
==Mensajes==<br />
<br />
Sobre la nariz de Kenter aparecieron unas pequeñas gafas. En sus manos apareció un pequeño datapad.<br />
-Asunto, Garin. Remitente, Kanor, de Coruscant. Mensaje -Ide se paró unos segundos, para pensarse bien el texto-. Sé por qué estás haciendo esto. Conocí a su padre. Tuvo problemas y huyó de Coruscant. Me pidió que cuidara de él. Te busqué en Horuz, pero habían saboteado tu secuencia de emergencia y acabaste aquí. -Se paró, no sabía si seguir dando detalles o dejarlo para cuando respondiera-. Este es mi buzón. Espero tu respuesta.<br />
-Ya está enviado, señor.<br />
-¿Está luchando ahora?<br />
-No, señor. Descansando. Gasta casi todos sus hak en "tiempo privado". Eso es una mala táctica, porque sus fans preferirían verlo... Ya tenemos respuesta al mensaje.<br />
<br />
Ide sonrió. Sabía que no tardaría en responder.<br />
<br />
-Léemela.<br />
-"Introduzca código de anulación". Ni remite, ni asunto...<br />
<br />
Entonces recordó que Tu'Ala le había dado las coordenadas, pero no un código de anulación. Si había cambiado el destino, con toda probabilidad había cambiado el código. Ide sacó su hololibro, para abrir el canal seguro para hablar con el Templo.<br />
<br />
Uno de los (ya familiares para Ide) ayudantes informáticos apareció en pantalla. Era 3-Tru, el especialista en seguridad.<br />
<br />
-Saludos, 3-Tru. Necesito mandar un mensaje a la expadawan Tu'Ala.<br />
<br />
-¿Mensaje, no comunicación directa? -dijo en tono profesional.<br />
<br />
-Mensaje.<br />
<br />
-Tecléelo en su interfaz.<br />
<br />
Ide escribió. "Los he encontrado. El robot tiene un código de desactivación. Espero que se te ocurriera cambiarlo y que te acuerdes. Contactar con Garin será más complicado." Pensó unos segundos, y escribió otro párrafo. "Espero que estés bien. De verdad. Iré a verte cuando pueda." Y envió el texto.<br />
<br />
La respuesta llegó cinco minutos después:<br />
<br />
"Te daré el código a cambio de una promesa solemne, por tu vida, tu honor de jedi y la Fuerza que lo sostiene todo."<br />
<br />
Respondió. "Como pudiste ver, soy un jedi de palabra. Habla."<br />
<br />
"Quiero que me prometas, por lo anterioremente dicho, que cuando vengas a verme tendremos sexo. Relaciones sexuales completas."<br />
<br />
"Pensaba que me ibas a pedir algo complicado de hacer."<br />
<br />
"Es algo muy complicado, si el otro no quiere. No puedo tomarlo ni exigirlo, sólo pedirlo."<br />
<br />
"Por mi vida, mi honor de jedi y por la Fuerza que todo lo sostiene, tienes mi palabra, y la convicción de que no supondrá esfuerzo alguno." Ide sonrió al escribir esto, pero lo envió así.<br />
<br />
"Contaré las horas. Desde ahora me declaro en abstinencia, hasta que nos veamos :D ."<br />
<br />
Ide esperó que el canal no estuviera vigilado. Aunque, dado su historial, no era de esperar que nadie en el Templo se alarmara.<br />
Kenter permanecía erguido, alerta, en espera de más órdenes. Para variar, estaba callado. Ide se quedó pensando unos segundos. No sabía si enviar el código ahora, o hacerlo después. Y, en cualquier caso, no sabía lo que pasaría cuando introdujera el código.<br />
<br />
-Kenter, ¿sabes si Morg tiene algún combate hoy?<br />
<br />
-Nadie lo sabe, señor -repuso el hombrecillo, con cara de circunstancias-. Como ya le he dicho, gasta casi todos sus hak en "tiempo de privacidad". Y dada su naturaleza robótica, tampoco gasta mucho en mantenimiento... así que el momento de su siguiente combate es entre ahora y dentro de veintiocho horas.<br />
<br />
-Bien. Necesito que le envíes otro mensaje.<br />
<br />
-Será un placer, señor.<br />
<br />
-Mismo asunto que el anterior. Escribe. "Tengo el código, pero necesito asegurarme de que Kurel estará bien. ¿Qué harás cuando se desactive la secuencia de emergencia?".<br />
<br />
Cuando vio el mensaje escrito, tuvo la vaga impresión de que la respuesta sería "Introduzca código de anulación", sin remite, ni asunto.<br />
<br />
-Ya hay respuesta, señor. La leo: "El estado de salud de Kurel está al noventa y siete por ciento, y me encuentro en disposición de afirmar que permanecerá entre el noventa y cinco y el cien por cien; al menos en las próximas seis semanas. Introduzca código de anulación."<br />
<br />
Ide no sabía si anular la secuencia de emergencia ahora. O esperar a tener resuelto lo de Arakosia. Y lo de Delia. Y lo de Lionel. Quizás podría presionar a Vima, si tuviera control sobre Morg.<br />
<br />
-Responde, Kenter. "No has respondido a mi pregunta. Qué pasará con Kurel, y contigo, cuando introduzca el código. Y en cualquier caso, no te voy a enviar el código por una red no segura. Te lo daré en persona. Supongo que habrás sido lo suficientemente listo como para rastrear desde dónde te he enviado este mensaje."<br />
<br />
-"Remitente irrastreable debido a la configuración del sistema. Respuesta a la pregunta planteada excede parámetros de seguridad. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide dictó a Kenter de nuevo. "Habitación [...], en el Palacio del Dolor. No transferiré el código por una red privada. Si no piensas venir, proporcióname un buzón de la HoloRed donde pueda mandarte el código."<br />
<br />
"No dispongo de acceso a HoloNet. No puedo abandonar el Hak'Un Shapp."<br />
<br />
Ide no se fiaba de que alguien estuviera vigilando las comunicaciones, y que, intencionadamente podría intervenir el mensaje y no permitir que llegara a Morg. Por eso, intencionadamente, envió un código erróneo.<br />
<br />
-Kenter, envía la siguiente secuencia. -Dictó el código, errando en algunos números a propósito. Si Morg respondía, sería prueba inequívoca de que le había llegado el mensaje.<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Miró la respuesta algo atónito. No tenía ningún sentido que se bloqueara el sistema tras un intento erróneo. Aunque al menos sabía que nadie estaba interviniendo el canal.<br />
<br />
-Kenter, envía otro mensaje. -Esta vez, dictó el código correctamente, y lo repasó dos veces-. Además, crea un alias oculto en el remitente. Habrá bloqueado la anterior dirección.<br />
<br />
Cuando llegó el siguiente mensaje, Ide lo contempló, sin acabar de creérselo:<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la mente de Ide. ''A lo mejor no era Morg'' el que estaba enviando los mensajes de "Código incorrecto". Envió una tercera clave, ligeramente modificada respecto de la correcta que le había enviado Tu'Ala. Además escribió a la chica por el canal abierto en su Hololibro: "¿Estás segura de que esa es la clave?".<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
==Seguridad hutt==<br />
<br />
El mensaje de Tu'Ala tardó un poco más en llegar: "Claro, por supuesto, yo misma lo cambié. Es culpa de alguien pequeño y rojo. Tendrás que decírselo en persona, antes de mañana por la tarde."<br />
<br />
Respondió a Tu'Ala. "¿Alguien pequeño y rojo? ¿Mañana por la tarde? ¿Qué tiene que ver eso con el código que Morg ha rechazado?"<br />
<br />
"Sabes, no puedo ajustar mis visiones proféticas desde aquí. Por el ysalamiri, sabes. Hablo de memoria, esto es algo que vi una vez. Pero creo que no es Morg el que está rechazando el código."<br />
<br />
"''Estupendo''", pensó Ide, "''ahora además de alguien interfiriendo la comunicación tenemos una visión profética''".<br />
Abrió su Hololibro de nuevo. Escribió un pequeño programa, de apenas diez líneas de código, que generaba variaciones del código de seguridad. Lo conectó a la consola de Kenter.<br />
<br />
-Kenter, envía la salida de este programa a ''Morg''. Cada diez segundos. Una clave por mensaje.<br />
<br />
"''Si quieres tener la clave, vas a tener que encontrarla entre todas las que vas a recibir, y luego discutirlo con Morg''", pensó.<br />
<br />
Desde Kenter manó una especie de murmullo, al comenzar a mandar variaciones del código. Al mismo tiempo, con una voz muy suave le dijo a Ide: "Esta es una tarea infinita, señor..."<br />
<br />
-No te preocupes, no durará mucho -dijo Ide con una media sonrisa-. Envía unos cuantos mensajes más, luego aumentaremos la frecuencia. Cuando haya enviado unas cuatro mil claves, será suficiente.<br />
<br />
-Sí, señor -dijo Kenter, con voz cansada.<br />
<br />
-Si enrutas mi Hololibro al sistema de mensajería, yo mismo puedo configurar los envíos, y no tendrás que dedicar procesador a esta tarea.<br />
<br />
-No... autorizado... no se preocupe por mí, señor.<br />
<br />
Ide comenzó a escribir en su hololibro, modificando el programa.<br />
<br />
Kenter se sentó, y tenía la expresión perdida. Cuando volvió a hablar, su voz era casi inaudible:<br />
<br />
-Cuatro... mil... claves... será... suficiente...<br />
<br />
Ide cambió el límite, y la cara de Kenter se congeló en un rictus de horror. Modificó el programa para que siguiera generando claves, cada vez con más frecuencia. Si conseguía saturar el buffer de Kenter... quizá...<br />
<br />
Diez segundos más tarde, la imagen de Kenter se inmovilizó. Seguía sentado, con la mirada perdida; e Ide se dio cuenta de que estaba perfectamente inmóvil. Probablemente al saturarse el buffer había sobreescrito algún otro sector de memoria, conjeturó Ide. En cualquier caso, estaba claramente fuera de combate. Intentó entonces acceder directamente a la red privada de comunicaciones, y descubrió que la IA era responsable de la seguridad de red de la habitación, que había caído.<br />
<br />
Ide accedió sin ningún problema. Por otra parte, debía haber centenares, o miles, de IAs similares a Kenter, cada una controlando una zona específica. Probó a marcar un mensaje dirigido a Morg, con otra clave falsa, para intentar seguir la traza. Comprobó que había una dirección por la que pasaban todos los mensajes que salían de la habitación. El mensaje dirigido a Morg no volvió a salir de esa dirección. En cambio, mandó un mensaje a Ide. Ni se molestó en abrirlo. Ya sabía lo que decía.<br />
<br />
Probó a enviar un mensaje de ánimo a Morg, suplantando la dirección de otra de las habitaciones del hotel. Algo así como "Apostaré por ti, lo estás haciendo fenomenal, ¡eres extraordinario!". Lo siguió por su ruta en la red, y observó que realizaba el mismo recorrido. Salvo que el mensaje de vuelta era "Gracias, apreciado admirador. La próxima vez que le arranque los miembros a alguien, lo haré en tu honor.".<br />
<br />
"''Así que ninguno de mis mensajes ha llegado a Morg...''". Repasó la correspondencia. Pero su interlocutor sabía de Kurel, no podía ser... salvo que el interlocutor intermedio funcionara como una especie de censor... que abriera todos los mensajes y sólo dejara pasar los que viera más convenientes. Por la velocidad con la que respondía, Ide intuyó que se trataba de un filtro electrónico. Que era, probablemente, el que había repetido el mensaje de Morg en la segunda clave. Y en la tercera. Y en la cuatro mil. Si quería saltarse el filtro... tendría que enviar un mensaje que no estuviera en las reglas de bloqueo. Mencionar a Kurel había<br />
funcionado. Y a Horuz. Así que redactó un mensaje con un remitente distinto, se consignó a la Fuerza, y cruzó los dedos para que el filtro no lo retuviera.<br />
<br />
Remitente: "Ide". Asunto: "Kurel". Mensaje: "El hijo de Zhur Garin, que fue traido aquí desde Horuz, debe ser trasladado al Templo Jedi de Coruscant, por deseo expreso de él mismo." El mensaje no llegó más allá del interlocutor intermedio. El mensaje de vuelta decía: "No tengo problema con eso. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide se quedó mirando su Hololibro. Tuvo otra obvia revelación. Las reglas no se limitarían a aprender los mensajes que Morg hubiera rechazado. Además, jamás dejarían pasar un mensaje que contuviera un código de desbloqueo de un droide.<br />
<br />
Aún quedaba el problema de los pocos miles de claves que había enviado. Si un observador humano decidía probarlas, probablemente podrían obtener el control de Morg en pocas horas. Siempre que el supervisor, el cual Ide estaba seguro que existía, no decidiera que era un ataque aleatorio para obtener el control de Morg...<br />
<br />
Aprovechando la brecha abierta, Ide instaló su programa en el terminal donde antes se había estado ejecutando Kenter. Lo ejecutó para que siguiera enviando claves. Observó, desde la monitorización que hacía desde su Hololibro, cómo el filtro las respondía automáticamente. Creó un pequeño filtro, que descartaba las respuestas estándar, y que avisaba y detenía el envío en caso de obtener una respuesta distinta.<br />
<br />
Cuando terminó era casi la hora de la cena. Desconectó su Hololibro y dejó su sistema funcionando.<br />
<br />
Obviamente, Kenter no sería capaz de avisarlo, así que cogió sus cosas y se dirigió a la Flor Esquiva.<br />
<br />
<br />
<<Continúa en [[Humo y Vapor III]]>></div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIHumo y Vapor II2013-06-26T19:00:03Z<p>El Universo: /* Regreso a la Flor Esquiva */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26 aGR; 18:30'''<br />
<br />
Volvieron a la atmósfera tan rápido como la twi'lek podía pilotar. Aunque inmerso en sus pensamientos y las sensaciones que iban y venían sobre su padawan, se paró a examinarla unos segundos. Había explotado, cuando el mercenario la tenía sujeta con el cuchillo. Que Ide supiera, sólo había una forma de estallar de esa manera, y ya la había visto antes en un usuario de la Fuerza.<br />
<br />
Ella misma seguía asustada por lo que acababa de experimentar, y parecía muy confusa. Y seguía pilotando, volcándose en la conducción como única manera de mantener la cordura. Pero Ide la veía con otros ojos.<br />
<br />
Ella estaba pilotando ''mediante la Fuerza''. Y también estaba inmersa en un shock emocional.<br />
<br />
Pero ya se encargaría de esto más tarde. Ahora tenía que ver a su padawan.<br />
<br />
==Llegada==<br />
<br />
El tiempo base para llegar era de cuarenta minutos, pero ella consiguió reducirlo a treinta mediante algunas maniobras de dudoso buen gusto, que no produjeron víctimas de puro milagro.<br />
<br />
Poco antes de llegar, Ide vio la columna de humo que surgía del techo hundido de la mansión Wolkan. Fue entonces cuando se empezó a preocupar de verdad.<br />
<br />
Aterrizaron en el mismo hangar donde Ide había aparcado al llegar allí por primera vez, y que era de las pocas partes que conservaba la estructura más o menos intacta. Nadie salió a recibirlos.<br />
<br />
Ide caminó fuera de la nave, con premura pero sin perder la precaución, con el sable de luz en la mano, aunque apagado. Agudizó el oído, no se escuchaban sonidos de combate. Con la Fuerza no podía percibir a Arakosia, pero ella siempre había sido, por naturaleza, difícil de percibir.<br />
<br />
MN-44, con un brazo menos y varias marcas de blaster sobre su torso, se acercó cojeando a Ide.<br />
<br />
-Cielos, ''Emeene''... ¿qué ha pasado aquí?<br />
<br />
-¿Señor Kanor? No puedo verlo bien, mis fotoreceptores están dañados... hemos sido atacados, señor.<br />
<br />
-¿Dónde está Keel? ¿Y Arakosia?<br />
<br />
-El amo Wolkan se ha encerrado en su búnker, y no tiene intención de salir hasta que piense que el entorno es seguro. La chica que lo acompañaba a usted desapareció en el fragor del combate.<br />
<br />
De repente, Ide se acordó de algo más. Cogió su intercomunicador y se lo llevó a la boca.<br />
<br />
-¿Lionel? Lionel, aquí Ide, contesta.<br />
<br />
Un chorro de estática fue la única respuesta. Ide no acababa de tener claro si había percibido la voz de Lionel en medio de la estática, o si había sido su mente, intentando convencerle de que así había sido.<br />
<br />
==Control de daños==<br />
<br />
Marcó en el comunicador el número de Keel. Una voz airada contestó.<br />
<br />
-¡Ahora qué!<br />
<br />
-¿Ahora qué? ¿Qué está pasando aquí? Me han intentado matar mientras estaba en el gremio de cazarrecompensas... ¿qué significa todo esto?<br />
<br />
-¡Que qué significa qué! ¡Han intentado matarme! ¡En mi propia casa!<br />
<br />
-¿Sabes quién es el responsable?<br />
<br />
-¡Mercenarios, creo! ¡No lo sé! ¡Cuando el que sea quiera reclamar el ''k'shii'', lo sabremos! ¡Mierda! ¡He perdido más de cincuenta esclavos! Por cierto, siento haberte dejado sin piloto.<br />
<br />
A Ide le dio un vuelco el corazón.<br />
<br />
-¿Perdona?<br />
<br />
-La twi'lek. Lo siento, he activado el código de su implante hace un rato. Ha sido al activar la marea de carne... pero veo que has llegado bien, así que no ha sido un gran contratiempo.<br />
<br />
La chica, de pie al lado de Ide, se puso pálida. Con la mirada aturdida, se sentó en el suelo.<br />
<br />
-Eh, bueno, ahora tenemos otros asuntos que tratar. Yo, por ejemplo, tengo que encontrar a mi aprendiz. Llámame si necesitas algo, pero por lo que veo sabes cuidarte solo. -Miró a MN-44-. Deberías hacer algo con MN, parece algo dañado.<br />
<br />
-Anda la leche, ¿sigue vivo? Estee... ya lo mandaré reparar cuando salga y tal...<br />
<br />
-Descuida. Te veo luego.<br />
<br />
Cogió a la twi'lek del brazo y se dirigió a la nave. Cuando llegó a la nave, ella se dejó caer sobre sus rodillas y comenzó a sollozar.<br />
<br />
-Disculpa la pregunta, pero... al activar Keel tu implante, ¿no debías haber muerto?<br />
<br />
Ella negó con la cabeza, sin dejar de llorar.<br />
<br />
-Pero Keel piensa que has muerto -ella asintió-. Entonces, si Keel piensa que has muerto, es porque debías haber muerto, pero que algo falló en ese instante. A no ser que algo se me escape -ella asintió-. También, en lugar de asentir sin decir nada, podrías decirme qué pasa. O podemos jugar al juego del jedi que busca la verdad sin que la twi'lek hable.<br />
<br />
==Respuestas==<br />
<br />
Ella se giró a medias, sin atreverse a mirar a Ide a los ojos. Con un hilo de voz contestó:<br />
<br />
-¿Je...di?<br />
<br />
Ide tuvo un momento de duda, pero luego creyó entender.<br />
<br />
-¿Sabes quién soy? -ella negó con la cabeza. Ide sonrió -. ¿Sabes quién es Keel? -ella asintió, con un escalofrío-. Pues te voy a dar una buena noticia: creo que eres una twi'lek libre, sobre todo porque tu amo piensa que has muerto, y tu implante ha fallado cuando él intentó activarlo.<br />
<br />
Ella se calmó un poco. Habló con la voz deformada por haber llorado, pero más calmada.<br />
<br />
-El implante no falló por eso -dijo en voz baja-. Falló porque Keel no era mi propietario.<br />
<br />
-Ahora sí que no entiendo nada. Él piensa que tú has muerto...<br />
<br />
-Porque él dio la orden de activar mi implante. Pero como él no era mi propietario, no se activó.<br />
<br />
-¿Y a quién perteneces?<br />
<br />
-A ti, amo -miró a otro lado, como si no soportara mirarlo a los ojos- Mi código está en tu cristal de pago.<br />
<br />
-Entiendo. Osea, que te compré cuando gestionaste el alquiler del carguero, por eso me salió tan caro...<br />
<br />
Ella lo miró extrañada.<br />
<br />
-No, el precio de la nave es correcto. Y es de segunda mano. Mi... coste es un porcentaje pequeño de lo que se gastó en aquella nave.<br />
<br />
-¿Segunda mano? ¿Lo he comprado? ¿Te compré a ti y a la nave? - Ide estaba sinceramente sorprendido.<br />
<br />
-Y a muy buen precio, si me permite decírselo, amo.<br />
<br />
Guardó silencio durante unos segundos.<br />
<br />
-Entonces supongo que ya me puedes decir tu nombre.<br />
<br />
-Un esclavo no tiene nombre, amo. Puede llamarme como guste...<br />
<br />
-Ya, lo que pasa es que tú no eres mi esclava. Te voy a liberar en cuanto sepa cómo quitarte esa cosa de la activación.<br />
<br />
-Es que yo no quiero ser liberada -miró a Ide, que la observaba con el desconcierto pintado en el rostro- ¿Libre? ¿Con este cuerpo? ¿En Nar Shaddaa? Ni hablar. Como propiedad, tengo mis derechos.<br />
<br />
-Oh, bueno, yo pensaba más bien que te vinieras a Coruscant.<br />
<br />
Los ojos de ella se agrandaron con sorpresa, pero no se atrevía a creer.<br />
<br />
==Los detalles después==<br />
<br />
-Bueno -siguió Ide-, los detalles podemos discutirlos después. Ahora necesitaría que me ayudaras a encontrar a mi aprendiz, y de paso a terminar la misión que tengo que hacer aquí.<br />
<br />
-Mientras tanto, y según la legislación de Nar Shaddaa, soy de tu propiedad -sonrió-. No puede ser peor que Keel Wolkan -escupió el nombre con desprecio.<br />
<br />
-Estoy seguro de que no -dijo, devolviéndole la sonrisa-.<br />
<br />
-Y, ahora, ¿cómo puedo serte de utilidad, amo?<br />
<br />
-Para empezar podrías dejar de llamarme amo.<br />
<br />
-¿Señor, quizá? ¿El nombre de pila? A algunos amos les gusta...<br />
<br />
-Ide está bien.<br />
<br />
-Ide -repitió ella en voz baja-. Es bonito. Necesitarás un apelativo para denominarme, Ide. Y ahora que soy de tu propiedad, contestaré a todas tus preguntas. ¿Quieres saber cómo me llamaba? ¿Quieres saber qué me gusta en la cama?<br />
<br />
Ide movió los ojos hacia arriba. Le encantaría charlar y animar a la chica, pero ahora tenía algo que hacer.<br />
<br />
-Vamos, me puedes contar todo eso mientras rescatamos a mi ayudante -sonrió, y subió la rampa de acceso.<br />
<br />
-Claro, si no he desconectado la energía de la nave -se encogió de hombros- por si había problemas. Pero, ¿hacia dónde vamos?<br />
<br />
-Hacia el sitio del que nunca debí alejarme. Al Palacio del Dolor.<br />
<br />
Ide vio como un escalofrío recorría la espalda de la twi'lek, pero ésta no dijo nada. Caminó hasta el puesto del piloto, y partieron dejando una estela de humo y vapor.<br />
<br />
==Un trayecto corto==<br />
<br />
La chica parecía haber pensado, inicialmente, que iban al Palacio del Dolor a alojarse. Por eso le contó brevemente lo que había venido a hacer a Nar Shadda, y los problemas que habían surgido con su piloto durante la investigación en el Palacio del Dolor. Le contó además, la sospecha que tenía de que tanto el ataque en el Gremio como la destrucción de la casa de Keel fueran obra de Vima Da'Motta.<br />
<br />
Ella asintió respetuosamente, intercalando comentarios apropiados a la historia de Ide, pero sin hacer ninguna pregunta. Cuando Ide guardó silencio, la escuchó susurrar "marea de carne".<br />
<br />
-Todavía no sé tu nombre -intervino Ide -. El que tenías antes de ser esclava.<br />
-Sira Levora -dijo ella con un tono extraño- Bueno, en realidad es Siral'evora, pero en básico se dice así.<br />
El joven no dijo nada, pero sonrió.<br />
<br />
==De nuevo en el Palacio del Dolor==<br />
<br />
La masa piramidal que era el Palacio del Dolor volvió a aparecer en la distancia. Por alguna razón, bajo el sol parcialmente eclipsado que empezaba a ponerse, bajo el cielo rojizo, a Ide le pareció aún más amenazador que la primera vez que lo vio.<br />
Una protrusión del edificio, cerca de la cima, se extendió para recibirles. Este, comprendió Ide, es un hangar de lujo.<br />
<br />
Bajaron de la nave, y un hombre enfundado en un traje formal los recibió con un ademán moderado y una sonrisa comedida.<br />
<br />
-¿Ide Kanor? -dijo educadamente.<br />
<br />
-En efecto. Cuánto honor, no sabía que tendría recepción oficial -dijo Ide, con un tono algo ambivalente entre lo formal y el sarcasmo.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Es usted un cliente importante. ¿Desea que lo conduzca a sus aposentos? El trayecto puede resultar complicado...<br />
<br />
-Entiendo.<br />
<br />
-La señora DaMot'ta lamenta no poder recibirlo en persona, pero estará encantada de cenar con usted esta noche en la Joya Gloriosa. Puede, mientras tanto, retirarse a sus aposentos, o disfrutar de nuestra muy variada oferta en ocio y restauración. Los pozos de carne, en concreto, son exquisitos.<br />
<br />
-Gracias, creo que esperaré en mi habitación. Por cierto, ¿cómo es que me esperaban? -preguntó, despreocupadamente.<br />
<br />
-Todos nuestros clientes tienen incluído un punto de desembarco con el precio de la habitación, señor. Y yo mismo tengo la labor de recibirle a usted y de proporcionarle cualquier información o servicio que pueda necesitar -sonrió enigmáticamente.<br />
<br />
Ide le devolvió la sonrisa. Aunque no tenia claro a qué venía tanto protocolo, se hacía una ligera idea. En cualquier caso, prefirió no preguntar más.<br />
<br />
El hombre, con un lenguaje corporal a medio camino entre el mayordomo y el ayuda de cámara, hizo un ademán que indicaba "sígame, por favor", y se dispuso a guiarlo hacia su habitación.<br />
<br />
El trayecto fue sorprendentemente corto y visualmente agradable. Ide reconoció los símbolos en la puerta de la habitación, aunque (reflexionó) no estaba del todo seguro de poderlos trazar si quisiera.<br />
<br />
==Indagaciones e invitaciones==<br />
<br />
En el interior, Ide se encontró de nuevo con la considerable extensión de espacio que era la habitación doble, decorada con notable buen gusto, con los hologramas de las paredes mostrando una tarde agradable en Alderaan. El selector holográfico se activó al entrar Ide por la puerta, mostrando de nuevo a la misma mascota humanoide que le había dado la bienvenida en la ocasión anterior.<br />
<br />
-¡Hola de nuevo, señor! -saludó con voz animada- ¡Me alegro mucho de volver a verle!<br />
<br />
-Hola, Kenter.<br />
<br />
-¿Hay algo que pueda hacer que su estancia resulte más agradable?<br />
<br />
-Pues me gustaría que comprobaras si la chica que me acompañaba ayer ha vuelto al hotel.<br />
<br />
-Veré lo que puedo hacer, señor -se volvió, mientras parecía concentrarse unos instantes-. Ahora se encuentra inscrita entre el personal de la Señora del Dolor. Pendiente de terminar cuidados médicos. Pendiente de evaluación física. Pendiente de asignación de destino -dijo en tono monocorde- ¿Desea alguna otra cosa, señor?<br />
<br />
-El... ¿personal, has dicho? Me gustaría verla, si fuese posible -dijo Ide, intentando mantener el tono educado.<br />
<br />
-Por supuesto, señor -dijo Kenter, servicialmente. Su imagen se difuminó, y se convirtió en la de una habitación espaciosa, llena de máquinas, donde tres droides médicos trabajaban afanosamente en Arakosia, que parecía ser la única paciente. Ella permanecía inconsciente, en el interior de una especie de cámara bañada con luz o líquido (la imagen era poco clara) de color dorado.<br />
<br />
-¿Y cuándo dices que ingresó aquí? -siguió Ide.<br />
<br />
-Me temo que esa información no la conozco, señor -reflexionó un instante- Supongo que hace poco, porque la evaluación física, asignada como tarea pendiente, es una de las primeras cosas que se realizan cuando alguien entra a formar parte de nuestra pequeña familia -sonrió.<br />
<br />
-Bueno, entonces me gustaría hablar con alguien responsable del nuevo personal. No entiendo por qué mi acompañante ha ingresado como miembro del hotel.<br />
<br />
-¿Holopresencia, señor? ¿O desea una entrevista en persona?<br />
<br />
-En persona, por favor -Ide estaba haciendo un esfuerzo por mantener la compostura-. Es un tema delicado, no entiendo qué está pasando aquí.<br />
<br />
-Comprendo -asintió el holograma animado-. Me temo que eso tardará un poco más. Nuestro hogar es un lugar grande...<br />
<br />
-Supongo que podrá ser antes de la cena.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Serán entre veinte y veinticinco minutos.<br />
<br />
-Estupendo. Esperaré aquí.<br />
<br />
Kenter no se desvaneció.<br />
<br />
-Parece contrariado, señor. ¿Hay algo que pueda hacer por usted? ¿Licor, especia, mujeres?<br />
<br />
-No, gracias, Kenter -interrumpió Ide-. Esperaré aquí hasta que pueda entrevistarme con el responsable del ingreso de Arakosia.<br />
<br />
-Como desee, señor. Permaneceré atento, por si necesita algo -se desvaneció.<br />
<br />
Ide se dirigió a la cama, y sin musitar una palabra más, adoptó postura de meditación. Necesitaba atar cabos, aunque todo apuntaba, cada vez más claramente, a que detrás de esta jugada estaba la misma Vima Da'Motta.<br />
<br />
==Espera, meditación==<br />
<br />
Ide cerró los ojos, y dejó su mente tan en calma como le fue capaz. Intuía que probablemente un jedi más experimentado lo lograría con mayor facilidad, pero al final consiguió aquietarse lo suficiente. O eso creía.<br />
<br />
Dejó vagar su percepción hacia el pasado, guiándola con suave firmeza al momento en el que creyó percibir la presencia de Arakosia, cuando estaba en aquel hangar...<br />
<br />
{{flashback| ...se vio a sí mismo, de pie junto a la nave que en aquel momento pensaba alquilada, el alienígena recién desintegrado, algunas de sus moléculas aún en el aire, y la sensación de vibrato que le llegaba desde la distancia. Ahora lo identificaba. Era la impronta de Arakosia en la Fuerza. Aun inconsciente, se había sentido en peligro. Y lo que había estado a punto de percibir no era sino el vínculo maestro-aprendiz, que él conocía tan bien... desde el lado del aprendiz.''}} Seguramente la próxima vez que lo percibiera sería capaz de identificarlo con mayor precisión.<br />
<br />
...con la facilidad de la práctica, fluyó hacia adelante para ir al punto en el que el mercenario había tomado a Sira como rehén. <br />
<br />
''Ella estaba llorando y temblando, y de repente...''<br />
<br />
Ide estudió sus recuerdos centésima a centésima.<br />
{{flashback |<br />
''...ella había cerrado los ojos con fuerza, y se había estremecido de puro pánico. Y la Fuerza había respondido. La explosión había brotado de ella. Y la expresión de su cara... no se lo esperaba, ni lo comprendía.'' Y seguía aterrorizada. Pero era una usuaria de la Fuerza, sin ningún género de dudas. O, mejor dicho, tenía el ''potencial'' para serlo.}}<br />
<br />
Justo cuando Ide iba a dirigir sus pensamientos a su aprendiz, aún en la sala de reconocimiento, llamaron a la puerta. Abrió los ojos.<br />
<br />
-Adelante -dijo, sin moverse, aún en pose de meditación.<br />
<br />
==Recursos Humanos==<br />
<br />
El que entró en la habitación había sido un hombre en otros tiempos. Ahora parecía más máquina. Tanto su ojo derecho como gran parte de su cráneo y su brazo izquierdo eran robóticos. La expresión de su cara era de hastío, pero sus modales eran impecables. Hizo un ademán pidiendo permiso antes de entrar en la habitación, y una vez dentro no se sentó hasta que Ide se lo hubo indicado. Aun así, inclinó levemente la cabeza antes de sentarse.<br />
<br />
-Cuénteme -dijo, sin más.<br />
<br />
-Entenderá -siguió Ide, con la misma claridad con la que él había empezado- que me encuentre algo extrañado por lo que ha sucedido. Mi acompañante ha sido ingresada en su hotel como miembro del equipo - enfatizó la última palabra-, según me ha podido informar el asistente holográfico.<br />
<br />
-Me temo que no comprendo de quién está hablando. ¿Podría ser un poco más específico, por favor?<br />
<br />
-Arakosia. La joven humana que tienen actualmente en observación médica.<br />
<br />
-Ah, sí. La hemos adquirido esta misma tarde a muy buen precio, a unos tratantes de esclavos de plena confianza -sus ojos se quedaron fijos un momento, como si mirara a algo muy lejano- Así es como ha entrado a formar parte de nuestro personal -su mirada recuperó parte de la viveza perdida- ¿Desea algo más?<br />
<br />
-Bueno, a ser posible, saber quién les ha vendido a mi aprendiz, la misma que era una humana libre esta misma tarde antes de que la secuestraran de donde estaba alojada.<br />
<br />
-Shawman&K'Rtahn, tratantes. Le puedo dar su dirección o su código de comunicador, si lo desea.<br />
<br />
Ide tomó aire.<br />
<br />
-Aunque claro, supongo que bajo las leyes de Nar Shadda, este individuo tendrá plena potestad sobre lo que haya ''adquirido'' al destruir y arrasar la casa Keel Wolkan, que es donde estaba Arakosia recuperándose. Y que, ahora que la ha vendido, no tiene potestad sobre ella. Y que cortarle la cabeza no anularía la transacción. ¿Me equivoco mucho? -Ide estaba considerablemente molesto por esta, por decirlo de alguna forma, ''inconveniencia''.<br />
<br />
-Su análisis de la situación es correcto, señor -su mirada se volvió reflexiva-. Aunque usted recuperaría parte del k shii perdido. Si lo desea, podemos venderle una esclava similar, de perfil guardaespaldas-concubina, un poco más joven...<br />
<br />
-No, no es sustituible. Necesito recuperar a Arakosia.<br />
<br />
-Si desea recuperar a esa chica en concreto, me temo que el asunto excede a mis competencias. Yo sólo manejo al personal existente, no tengo ningún papel en la entrada o salida de personal.<br />
<br />
-¿Tengo que hablar entonces con su superior?<br />
<br />
-Supongo que eso tendría que discutirlo con la señora Vima DaMot'Ta. Suele ser complicado, ya que no concede citas, pero... supongo es que es usted afortunado, ya que tiene una cita concertada con ella esta noche.<br />
<br />
-Me imaginaba que tendría que hablar directamente con ella. Le agradezco su ayuda.<br />
<br />
-¿Desea algún servicio que le ayude a hacer pasar el tiempo con mayor velocidad mientras espera?<br />
<br />
-No, gracias. Tengo un par de asuntos que resolver antes de la cena.<br />
<br />
-Entonces me retiro a mis quehaceres -dijo el cyborg, mientras se levantaba.<br />
<br />
-Muchas gracias por su atención.<br />
<br />
==Comunicándose con Keel==<br />
<br />
Ide se despidió del tipo, y sin dilación marcó el número de comunicador de Keel Wolkan. Tardó en contestar, y cuando lo hizo no había imagen, sólo una voz que parecía llena de dolor. O de droga.<br />
<br />
-Nnhh...-dijo la voz-que-parecía-de-Keel<br />
<br />
-Shawman&K'Rtahn. ¿Te suena ese nombre? -dijo Ide, obviando el estado de Wolkan.<br />
<br />
-¿Mmm? ¿Kanor?<br />
<br />
-Sí. Shawman&K'Rtahn. Han vendido a mi aprendiz a Vima Da'Motta. No sé si estás lo suficientemente lúcido como para atar cabos.<br />
<br />
-Una pareja de tratantes. Mi competencia más directa -suspiró-. ¿Qué quieres saber?<br />
<br />
-Cómo que qué quiero saber. Lo que te quiero decir es que deben haber sido ellos los que atacaron tu casa, si se han apoderado de mi aprendiz para venderla.<br />
<br />
-Ya... -dijo, con poca decisión- Debería haberlo supuesto -parecía dubitativo- Em... pues gracias por el dato, tio.<br />
<br />
-Lo que me gustaría saber es por qué sabían que yo estaba en Nar Shadda, y por qué me seguían. Me atacaron al mismo tiempo ocho mercenarios. ¿Tienes algo que contar, Keel?<br />
<br />
-Yo... no te comprendo... Tras la exhibición que hicísteis, supongo que bastante gente con el potencial de atacarme sabría de vuestra existencia...<br />
<br />
Ide se quedó bloqueado un momento.<br />
<br />
-Mierda -soltó.<br />
<br />
-Yo estoy intentando olvidar todo este asunto a base de especia rosa... -suspiró de nuevo- la especia rosa es buena...<br />
<br />
-Supongo que no arreglará nada que descabece a estos dos tíos. Al menos, no me devolverá a Arakosia.<br />
<br />
-Bueno, si vas y le dices a todo el mundo que lo haces de mi parte, te daré dos mil gubor. Piénsalo.<br />
<br />
-Tanto kshii por dos mil gubor... sabes negociar, Wolkan.<br />
<br />
-Bueno, me pareció una oferta justa...<br />
<br />
-Me lo pensaré, pero no me interesa el dinero. Me interesa mi aprendiz. ¿Cómo de poderosos son estos tipos?<br />
<br />
-Eh... pues más o menos como yo...<br />
<br />
-Gracias por la información. Te dejo, tengo que hacer un par de cosas antes de cenar. Cuidate, Wolkan.<br />
<br />
Miró las paredes de su habitación. Se maldijo por haber dejado sola a su aprendiz. Pero maldecirse no iba a arreglar nada, así que se fue a la Flor Esquiva. Ya que no podía hacer nada hasta hablar con Vima Da'Motta, al menos recogería toda la información que pudiera.<br />
<br />
==Regreso a la Flor Esquiva==<br />
<br />
Al parecer, en el Palacio del Dolor era tremendamente fácil llegar al lugar donde uno quisiera ir, o así se lo pareció a Ide.<br />
Llegó a la Flor Esquiva, que parecía estar bastante más animada que la otra vez. Aunque claro, la otra vez había sido por la mañana temprano. Seguía oliendo vagamente a especias, y seguía siendo rica en sofás, pero la música que tocaba Oloruu era más vivaz, y había prácticamente una persona (o pareja, o pequeño grupo) en cada sofá. También flotaba en el ambiente una cierta sensación plácida, no exenta de un extraño regusto amargo.<br />
<br />
Delia hizo un gesto de reconocimiento desde la barra. Comenzó a llenar un vaso con vino de Alderaan y esperó a que Ide y Sira se acercaran a hablar con ella.<br />
<br />
-Parece que no me voy a librar de hablar con tu jefa -dijo él, mientras tomaba asiento. Ella hizo un gesto de simpatía indeterminada.<br />
<br />
-Hablar no compromete a nada -dijo ella. Dejó pasar un par de segundos-. ¿Has encontrado al androide ese que buscabas?<br />
<br />
-No, pero tengo alguna pista. El problema es que en el camino he perdido a mi aprendiz. La han secuestrado y vendido. Adivina quién es su nueva dueña.<br />
<br />
-¿La Señora del Dolor, quizá?<br />
<br />
-Bingo. Unos tipejos atacaron la casa donde estaba... descansando. Keel Wolkan, no sé si te sonará.<br />
<br />
Se mostró levemente sorprendida.<br />
<br />
-Em... sí, es relativamente conocido.<br />
<br />
-Pues le han asestado un buen golpe.<br />
<br />
-Mala cosa... es una rata cobarde y cruel, muy capaz de usar a sus esclavos como campo de minas... pobres chicas.<br />
<br />
-Ah, a eso se refería con lo de marea de carne...<br />
<br />
-Sí, a eso. Se implanta un explosivo un poco más potente, y se hacen detonar los esclavos más cercanos a tu enemigo -comentó en un tono distante, pero asqueado- ...pobres chicas... -repitió mientras miraba a Sira con una huella de dolor compartido.<br />
<br />
-Una se salvó. La que me dejó como piloto. La compré sin querer -dijo Ide, intentando desviar el tema mientras Sira se ruborizaba en verde oscuro y apartaba la mirada.<br />
<br />
-Le salvaste la vida, tú -sonrió-. ¿No hay una tradición de cuidar de las vidas que uno salva? ¿O era al revés?<br />
<br />
-No lo sé. Mi orden nos insta a proteger a los desamparados, siempre que sea posible -el jedi sonrió, siendo consciente de lo que Delia estaba pensando.<br />
<br />
Delia le devolvió la sonrisa, con una calidez que no había visto a ningún nativo de Nar Shaddaa.<br />
<br />
-Te entiendo -no dijo nada más. Parecía tocada por sentimientos profundos, y siguió limpiando el vaso durante medio minuto, sin decir nada ni mirar a Ide directamente.<br />
<br />
Ide estuvo a punto de contarle que pensaba negociar con Vima para liberarla, y que pensaba que iba a ser difícil puesto que parecía valiosa, pero pensó que era mejor pasar por algunos temas de forma tangencial.<br />
<br />
-Creo que han cogido a Lionel -dijo, mirándola fijamente. Ella frunció el ceño.<br />
<br />
-No debió haberse quedado tanto.<br />
<br />
-Lo mandé a orbitar con la nave. Pero parece que no fue suficiente. No me contesta, y eso es mala señal -miró su vino. En cierto modo, se sentía responsable.<br />
<br />
-No sabría decir... a mí nunca me contesta -dijo con rabia.<br />
<br />
-Bueno. La gente cambia. Las cosas cambian. Hace tres horas mi aprendiz era mi aprendiz y ahora es una esclava de Vima. Esta noche puede que sea diferente.<br />
<br />
-Me pregunto para qué la querrá. ¿Ella era el objetivo de una operación completa o sólo fue un extra?<br />
<br />
-Digamos que... anoche... se hizo valer. Hizo una exhibición en casa de Keel. Llamamos la atención -ella hizo un gesto de sorpresa-. Fui un tonto. Nos siguieron la pista, y atacaron en casa de Keel. Ocho mercenarios me atacaron a mí mientras estaba en el Gremio de Cazarecompensas. Yo pude deshacerme de ellos, pero mi aprendiz no -levantó la mirada. <br />
<br />
No supo decir si estaba preocupado o la echaba de menos, pero no se permitió pensarlo mucho.<br />
<br />
Delia pareció acordarse de algo de repente. Extrajo un pequeño visor plano de un lateral de la barra y lo giró para que sólo pudieran verlo Ide y ella.<br />
<br />
-Un momento -dijo mientras manipulaba unos controles-. Apareció la imagen de Arakosia desnuda, haciendo girar su espada a gran velocidad para destrozar una oleada de fruta. Se notaba que la imagen se estaba desarrollando a cámara lenta en la velocidad a la que caían los trozos de fruta una vez cortados.- ¿Esta es ella?<br />
<br />
Ide no dijo nada durante unos momentos.<br />
<br />
-Debí habérmelo figurado -dijo con amargura-. Debo ser el jedi más tonto de toda la Orden.<br />
<br />
-Bueno, esto responde a mi pregunta anterior -dijo ella, sin hacer caso al comentario de Ide-. Ya sabemos para qué la quiere Vima.<br />
-Tiene todo el sentido.<br />
<br />
En un instante, Ide pasó de la frustración a la esperanza. "Lo que Vima no sabe es que eso no era Arakosia moviéndose, sino la droga actuando". Y justo cuando terminó la frase mental, se dio cuenta de lo que haría Vima si supiera que era la especia roja la que la hizo canalizar la Fuerza así.<br />
<br />
-Pues claro que lo tiene. La quiere para el Hak'un Shapp.<br />
<br />
Ide abrió mucho los ojos y habló con una pesada y profusa determinación.<br />
<br />
-Ya sé lo que voy a hacer. Sira, quédate aquí -ella asintió.<br />
<br />
Se despidió de Delia y se dirigió a su habitación.<br />
<br />
==Tratos con Fenel Fodel==<br />
<br />
Apenas hubo abierto la puerta, Kenter se volvió a materializar:<br />
-¡Saludos, noble señor! ¿Cómo puedo hacerlo más feliz?<br />
-Holocomunicación con el responsable de personal -dijo sin casi dejar terminar a Kenter-. El tipo que vino antes y ni siquiera se presentó.<br />
-Su nombre es Fenel Fodel. Lo llamaré en seguida.<br />
<br />
Tras unos diez segundos, la cara del ciborg apareció en el holocomunicador.<br />
<br />
-Necesito que me hagas un favor.<br />
-Dígame su problema y veré qué puedo hacer.<br />
-¿Tiene Arakosia ya el implante?<br />
-Me temo que los informes médicos relativos al personal son privados, señor.<br />
-Entiendo que es un no -se aventuró a decir-. Si oficialmente fuera una esclava, no tendrías problema en comunicarlo -hizo una pequeña pausa.<br />
-No tengo ningún problema en comunicarlo, más allá de la incomodidad que a veces supone para un cliente encontrarse a nuestro servicio a un... antiguo conocido -hizo un gesto de incomodidad-. Pero no se confunda. Es nuestra.<br />
-Necesito que postpongas la inserción. Sólo hasta esta noche, después de que negocie con Vima.<br />
-Mi deber es implantarla cuanto antes, si los informes médicos son favorables. Aunque la naturaleza de mi trabajo incluye cierta... flexibilidad a la hora de estimar parámetros intangibles, como la naturaleza favorable de un informe técnico -pareció concentrarse durante un instante-. Sin embargo, la Señora del Dolor parece haberse tomado un interés personal en este caso, y no creo que viera una... dilación intencionada por mi parte con buenos ojos. Representaría para mí un riesgo considerable.<br />
-Cuánto quieres -preguntó Ide con apenas entonación interrogativa.<br />
-No quiero dinero. Quiero irme de Nar Shaddaa.<br />
-Cuánto vales -repuso, como si la primera pregunta no hubiera existido.<br />
-Soy un agente libre, pero me retienen... compromisos ineludibles. Necesito que me saque de aquí alguien a quien no le importe la ira de Vima.<br />
-Uhm -Ide se quedó dubitativo. Algo pareció endurecerse en Fenel Fodel-. A mí no me importa, mientras consiga lo que he venido a buscar -el ciborg se relajó nuevamente, y esbozó la más mínima de las sonrisas. Asintió. -Será sólo una hora. Voy a ver a Vima en la cena, y tras la cena todo estará resuelto. De una manera u otra -sentenció.<br />
-Ten cuidado -dijo mientras asentía sobriamente.<br />
<br />
==Dinero y datos==<br />
<br />
Cuando se despidieron, Ide se dirigió a Kenter.<br />
<br />
-Kenter, ¿podrías comprobarme cuánto dinero queda en este cristal? -dijo Ide, mientras introducía el cristal en la ranura disponible.<br />
-¡Por supuesto, señor! -dijo con una cordialidad que a Ide comenzaba a cansarle- En este momento cuenta con 22714 gubor y 170 fleber.<br />
-Ahá. ¿Y sabes cómo anda el cambio medio de Gubor-Sgin?<br />
-El cambio medio oscila, señor, pero más o menos seis sgin hacen un gubor. Por supuesto, la tasa de cambio es tremendamente variable, y ya que muchos de los cambios de moneda se hacen electrónicamente, las tasas de cambio con varios decimales no son extrañas.<br />
<br />
"''Parece entonces que Sira hizo efectivamente un buen trato con la nave''", pensó Ide cuando hizo cuentas mentalmente. El carguero había costado unos 1.600 gubor. La realidad es que Ide no tenía muy claro cuánto significaba esa cantidad, pero lo que sí le pareció era que le quedaba una proporción bastante buena de dinero.<br />
<br />
De repente se acordó de Sira. Cogió su comunicador y escribió un mensaje. "Vete a la Flor Esquiva. Allí encontrarás a Delia. Dile que eres la que se salvó, y espérame allí. Lo que necesites comer y beber lo pagaré yo." <br />
Entretanto esperaba que llegara la hora de la cena decidió bajar a ver, en persona, qué era eso del Hak'un'Shap. Se quedó parado un segundo, y con decisión, salió por la puerta.<br />
No dio ni dos pasos cuando se dio cuenta de que no sabía dónde ir. Suspiró.<br />
<br />
-Kenter -dijo, con pesadumbre. Kenter tenía lo mismo de útil que de irritante.<br />
<br />
-¿Sí, señor?<br />
<br />
-¿Podrías decirme por favor dime dónde se celebra el Hak'un'Shapp?<br />
<br />
-Se celebra en los niveles 1 a 50, señor. Se pueden seguir los encuentros desde cualquier consola del hotel, y también se puede apostar desde cualquier lugar.<br />
<br />
-Gracias, pero prefiero verlo. Además, así veo si conozco a alguno de los participantes.<br />
<br />
-Nadie lo ve con sus propios ojos, señor, excepto los participantes. Los niveles 1 a 50 están llenos de cámaras para retransmitirlo todo con la mayor fidelidad. En cuanto a la identidad de los participantes... no veo en qué es diferente verlo en vivo de ver una holografía con detalle 1:1. ¿Desea rastrear a algún participante en concreto?<br />
<br />
-Pues la verdad es que conozco a Morg. No me importaría verlo.<br />
<br />
-¿Desea saber qué tal le va, señor? ¿O prefiere el holograma que se hizo al inscribirse?<br />
<br />
-Muéstrame ambos.<br />
<br />
-Por supuesto -dijo Kenter.<br />
<br />
De inmediato se activó un holoproyector en la pared opuesta a la cama, mostrando un droide bastante alto y ancho, de unos dos metros y medio. Permaneció unos segundos así, y luego sus extremidades se desplegaron, para llegar a medir tres mertos y medio. Transmitía una sensación de ser grandote e inofensivo que (como bien sabía Ide) no se correspondía con la realidad.<br />
<br />
La imagen se desvaneció, para dar paso a una representación seudobidimensional, que mostraba a Morg en una habitación. Un rótulo bajo la escena decía: "¡Momentos estelares de Morg!"<br />
<br />
La cámara giró para mostrar a un alienígena peludo y grandote, con brazaletes de esclavo, que llevaba una especie de vara, de punta energética. El alienígena fintó un par de veces, antes de que Morg consiguiera coger la vara con su articulación extendida. La retrajo con un movimiento brusco, y el alienígena chocó contra el droide. Se golpeó y cayó al suelo. Morg lo pisó sin mucho énfasis en la cabeza, que se deshizo.<br />
<br />
Corte de escena. Morg está en una posición de pelea, con un brazo extendido, y un humanoide envuelto en lo que parecen ser vendajes carga contra él, aparentemente desarmado. De repente, el homanoide extrae un sable de luz e intenta cortarle una extremidad a Morg. Éste retrae la extremidad y salta hacia atrás, mientras se extienden varios apéndices de su cuerpo metálico. Uno de los apéndices estalla, llenándolo todo de humo. La imagen cambia a termográfico. El humanoide gira sobre sí mismo para defenderse de algo, vuelve a girar. Un brazo de droide, muy frio, lo apresa de los dos brazos y se los arranca. Luego coge su cabeza y la aprieta de forma rápida y desapasionada, haciendo que estalle.<br />
<br />
Ide hizo memoria, para intentar recordar si había oído de algún Jedi que fuera a Nar'Shadda últimamente y que hubiera muerto. No le sonaba. Aunque, claro, hacía menos de un mes que había regresado al Templo.<br />
<br />
-¿Quién era el del sable, Kenter? -preguntó Ide.<br />
-Exen Nithan. Proviniente de Korriban. Profesión reconocida: asesino. Cazarrecompensas. Iba muy bien en los preliminares. Hasta ese momento, claro.<br />
-¿Cómo va Morg?<br />
-Subiendo en la clasificación, señor. No tiene demasiados fans, pero tampoco tiene demasiados enemigos. Probablemente se clasifique para el Hak'un'Shapp.<br />
-Quisiera que le dejaras un mensaje de mi parte.<br />
-Puedo ponerlo en su cuenta, señor, pero no le garantizo que lo vaya a leer. La cantidad de mensajes que reciben los participantes es astronómica. Aunque, claro, dada la naturaleza robótica de Morg...<br />
-Seguro que le interesa lo que tengo que decirle. Te dicto.<br />
<br />
==Mensajes==<br />
<br />
Sobre la nariz de Kenter aparecieron unas pequeñas gafas. En sus manos apareció un pequeño datapad.<br />
-Asunto, Garin. Remitente, Kanor, de Coruscant. Mensaje -Ide se paró unos segundos, para pensarse bien el texto-. Sé por qué estás haciendo esto. Conocí a su padre. Tuvo problemas y huyó de Coruscant. Me pidió que cuidara de él. Te busqué en Horuz, pero habían saboteado tu secuencia de emergencia y acabaste aquí. -Se paró, no sabía si seguir dando detalles o dejarlo para cuando respondiera-. Este es mi buzón. Espero tu respuesta.<br />
-Ya está enviado, señor.<br />
-¿Está luchando ahora?<br />
-No, señor. Descansando. Gasta casi todos sus hak en "tiempo privado". Eso es una mala táctica, porque sus fans preferirían verlo... Ya tenemos respuesta al mensaje.<br />
<br />
Ide sonrió. Sabía que no tardaría en responder.<br />
<br />
-Léemela.<br />
-"Introduzca código de anulación". Ni remite, ni asunto...<br />
<br />
Entonces recordó que Tu'Ala le había dado las coordenadas, pero no un código de anulación. Si había cambiado el destino, con toda probabilidad había cambiado el código. Ide sacó su hololibro, para abrir el canal seguro para hablar con el Templo.<br />
<br />
Uno de los (ya familiares para Ide) ayudantes informáticos apareció en pantalla. Era 3-Tru, el especialista en seguridad.<br />
<br />
-Saludos, 3-Tru. Necesito mandar un mensaje a la expadawan Tu'Ala.<br />
<br />
-¿Mensaje, no comunicación directa? -dijo en tono profesional.<br />
<br />
-Mensaje.<br />
<br />
-Tecléelo en su interfaz.<br />
<br />
Ide escribió. "Los he encontrado. El robot tiene un código de desactivación. Espero que se te ocurriera cambiarlo y que te acuerdes. Contactar con Garin será más complicado." Pensó unos segundos, y escribió otro párrafo. "Espero que estés bien. De verdad. Iré a verte cuando pueda." Y envió el texto.<br />
<br />
La respuesta llegó cinco minutos después:<br />
<br />
"Te daré el código a cambio de una promesa solemne, por tu vida, tu honor de jedi y la Fuerza que lo sostiene todo."<br />
<br />
Respondió. "Como pudiste ver, soy un jedi de palabra. Habla."<br />
<br />
"Quiero que me prometas, por lo anterioremente dicho, que cuando vengas a verme tendremos sexo. Relaciones sexuales completas."<br />
<br />
"Pensaba que me ibas a pedir algo complicado de hacer."<br />
<br />
"Es algo muy complicado, si el otro no quiere. No puedo tomarlo ni exigirlo, sólo pedirlo."<br />
<br />
"Por mi vida, mi honor de jedi y por la Fuerza que todo lo sostiene, tienes mi palabra, y la convicción de que no supondrá esfuerzo alguno." Ide sonrió al escribir esto, pero lo envió así.<br />
<br />
"Contaré las horas. Desde ahora me declaro en abstinencia, hasta que nos veamos :D ."<br />
<br />
Ide esperó que el canal no estuviera vigilado. Aunque, dado su historial, no era de esperar que nadie en el Templo se alarmara.<br />
Kenter permanecía erguido, alerta, en espera de más órdenes. Para variar, estaba callado. Ide se quedó pensando unos segundos. No sabía si enviar el código ahora, o hacerlo después. Y, en cualquier caso, no sabía lo que pasaría cuando introdujera el código.<br />
<br />
-Kenter, ¿sabes si Morg tiene algún combate hoy?<br />
<br />
-Nadie lo sabe, señor -repuso el hombrecillo, con cara de circunstancias-. Como ya le he dicho, gasta casi todos sus hak en "tiempo de privacidad". Y dada su naturaleza robótica, tampoco gasta mucho en mantenimiento... así que el momento de su siguiente combate es entre ahora y dentro de veintiocho horas.<br />
<br />
-Bien. Necesito que le envíes otro mensaje.<br />
<br />
-Será un placer, señor.<br />
<br />
-Mismo asunto que el anterior. Escribe. "Tengo el código, pero necesito asegurarme de que Kurel estará bien. ¿Qué harás cuando se desactive la secuencia de emergencia?".<br />
<br />
Cuando vio el mensaje escrito, tuvo la vaga impresión de que la respuesta sería "Introduzca código de anulación", sin remite, ni asunto.<br />
<br />
-Ya hay respuesta, señor. La leo: "El estado de salud de Kurel está al noventa y siete por ciento, y me encuentro en disposición de afirmar que permanecerá entre el noventa y cinco y el cien por cien; al menos en las próximas seis semanas. Introduzca código de anulación."<br />
<br />
Ide no sabía si anular la secuencia de emergencia ahora. O esperar a tener resuelto lo de Arakosia. Y lo de Delia. Y lo de Lionel. Quizás podría presionar a Vima, si tuviera control sobre Morg.<br />
<br />
-Responde, Kenter. "No has respondido a mi pregunta. Qué pasará con Kurel, y contigo, cuando introduzca el código. Y en cualquier caso, no te voy a enviar el código por una red no segura. Te lo daré en persona. Supongo que habrás sido lo suficientemente listo como para rastrear desde dónde te he enviado este mensaje."<br />
<br />
-"Remitente irrastreable debido a la configuración del sistema. Respuesta a la pregunta planteada excede parámetros de seguridad. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide dictó a Kenter de nuevo. "Habitación [...], en el Palacio del Dolor. No transferiré el código por una red privada. Si no piensas venir, proporcióname un buzón de la HoloRed donde pueda mandarte el código."<br />
<br />
"No dispongo de acceso a HoloNet. No puedo abandonar el Hak'Un Shapp."<br />
<br />
Ide no se fiaba de que alguien estuviera vigilando las comunicaciones, y que, intencionadamente podría intervenir el mensaje y no permitir que llegara a Morg. Por eso, intencionadamente, envió un código erróneo.<br />
<br />
-Kenter, envía la siguiente secuencia. -Dictó el código, errando en algunos números a propósito. Si Morg respondía, sería prueba inequívoca de que le había llegado el mensaje.<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Miró la respuesta algo atónito. No tenía ningún sentido que se bloqueara el sistema tras un intento erróneo. Aunque al menos sabía que nadie estaba interviniendo el canal.<br />
<br />
-Kenter, envía otro mensaje. -Esta vez, dictó el código correctamente, y lo repasó dos veces-. Además, crea un alias oculto en el remitente. Habrá bloqueado la anterior dirección.<br />
<br />
Cuando llegó el siguiente mensaje, Ide lo contempló, sin acabar de creérselo:<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la mente de Ide. ''A lo mejor no era Morg'' el que estaba enviando los mensajes de "Código incorrecto". Envió una tercera clave, ligeramente modificada respecto de la correcta que le había enviado Tu'Ala. Además escribió a la chica por el canal abierto en su Hololibro: "¿Estás segura de que esa es la clave?".<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
==Seguridad hutt==<br />
<br />
El mensaje de Tu'Ala tardó un poco más en llegar: "Claro, por supuesto, yo misma lo cambié. Es culpa de alguien pequeño y rojo. Tendrás que decírselo en persona, antes de mañana por la tarde."<br />
<br />
Respondió a Tu'Ala. "¿Alguien pequeño y rojo? ¿Mañana por la tarde? ¿Qué tiene que ver eso con el código que Morg ha rechazado?"<br />
<br />
"Sabes, no puedo ajustar mis visiones proféticas desde aquí. Por el ysalamiri, sabes. Hablo de memoria, esto es algo que vi una vez. Pero creo que no es Morg el que está rechazando el código."<br />
<br />
"''Estupendo''", pensó Ide, "''ahora además de alguien interfiriendo la comunicación tenemos una visión profética''".<br />
Abrió su Hololibro de nuevo. Escribió un pequeño programa, de apenas diez líneas de código, que generaba variaciones del código de seguridad. Lo conectó a la consola de Kenter.<br />
<br />
-Kenter, envía la salida de este programa a ''Morg''. Cada diez segundos. Una clave por mensaje.<br />
<br />
"''Si quieres tener la clave, vas a tener que encontrarla entre todas las que vas a recibir, y luego discutirlo con Morg''", pensó.<br />
<br />
Desde Kenter manó una especie de murmullo, al comenzar a mandar variaciones del código. Al mismo tiempo, con una voz muy suave le dijo a Ide: "Esta es una tarea infinita, señor..."<br />
<br />
-No te preocupes, no durará mucho -dijo Ide con una media sonrisa-. Envía unos cuantos mensajes más, luego aumentaremos la frecuencia. Cuando haya enviado unas cuatro mil claves, será suficiente.<br />
<br />
-Sí, señor -dijo Kenter, con voz cansada.<br />
<br />
-Si enrutas mi Hololibro al sistema de mensajería, yo mismo puedo configurar los envíos, y no tendrás que dedicar procesador a esta tarea.<br />
<br />
-No... autorizado... no se preocupe por mí, señor.<br />
<br />
Ide comenzó a escribir en su hololibro, modificando el programa.<br />
<br />
Kenter se sentó, y tenía la expresión perdida. Cuando volvió a hablar, su voz era casi inaudible:<br />
<br />
-Cuatro... mil... claves... será... suficiente...<br />
<br />
Ide cambió el límite, y la cara de Kenter se congeló en un rictus de horror. Modificó el programa para que siguiera generando claves, cada vez con más frecuencia. Si conseguía saturar el buffer de Kenter... quizá...<br />
<br />
Diez segundos más tarde, la imagen de Kenter se inmovilizó. Seguía sentado, con la mirada perdida; e Ide se dio cuenta de que estaba perfectamente inmóvil. Probablemente al saturarse el buffer había sobreescrito algún otro sector de memoria, conjeturó Ide. En cualquier caso, estaba claramente fuera de combate. Intentó entonces acceder directamente a la red privada de comunicaciones, y descubrió que la IA era responsable de la seguridad de red de la habitación, que había caído.<br />
<br />
Ide accedió sin ningún problema. Por otra parte, debía haber centenares, o miles, de IAs similares a Kenter, cada una controlando una zona específica. Probó a marcar un mensaje dirigido a Morg, con otra clave falsa, para intentar seguir la traza. Comprobó que había una dirección por la que pasaban todos los mensajes que salían de la habitación. El mensaje dirigido a Morg no volvió a salir de esa dirección. En cambio, mandó un mensaje a Ide. Ni se molestó en abrirlo. Ya sabía lo que decía.<br />
<br />
Probó a enviar un mensaje de ánimo a Morg, suplantando la dirección de otra de las habitaciones del hotel. Algo así como "Apostaré por ti, lo estás haciendo fenomenal, ¡eres extraordinario!". Lo siguió por su ruta en la red, y observó que realizaba el mismo recorrido. Salvo que el mensaje de vuelta era "Gracias, apreciado admirador. La próxima vez que le arranque los miembros a alguien, lo haré en tu honor.".<br />
<br />
"''Así que ninguno de mis mensajes ha llegado a Morg...''". Repasó la correspondencia. Pero su interlocutor sabía de Kurel, no podía ser... salvo que el interlocutor intermedio funcionara como una especie de censor... que abriera todos los mensajes y sólo dejara pasar los que viera más convenientes. Por la velocidad con la que respondía, Ide intuyó que se trataba de un filtro electrónico. Que era, probablemente, el que había repetido el mensaje de Morg en la segunda clave. Y en la tercera. Y en la cuatro mil. Si quería saltarse el filtro... tendría que enviar un mensaje que no estuviera en las reglas de bloqueo. Mencionar a Kurel había<br />
funcionado. Y a Horuz. Así que redactó un mensaje con un remitente distinto, se consignó a la Fuerza, y cruzó los dedos para que el filtro no lo retuviera.<br />
<br />
Remitente: "Ide". Asunto: "Kurel". Mensaje: "El hijo de Zhur Garin, que fue traido aquí desde Horuz, debe ser trasladado al Templo Jedi de Coruscant, por deseo expreso de él mismo." El mensaje no llegó más allá del interlocutor intermedio. El mensaje de vuelta decía: "No tengo problema con eso. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide se quedó mirando su Hololibro. Tuvo otra obvia revelación. Las reglas no se limitarían a aprender los mensajes que Morg hubiera rechazado. Además, jamás dejarían pasar un mensaje que contuviera un código de desbloqueo de un droide.<br />
<br />
Aún quedaba el problema de los pocos miles de claves que había enviado. Si un observador humano decidía probarlas, probablemente podrían obtener el control de Morg en pocas horas. Siempre que el supervisor, el cual Ide estaba seguro que existía, no decidiera que era un ataque aleatorio para obtener el control de Morg...<br />
<br />
Aprovechando la brecha abierta, Ide instaló su programa en el terminal donde antes se había estado ejecutando Kenter. Lo ejecutó para que siguiera enviando claves. Observó, desde la monitorización que hacía desde su Hololibro, cómo el filtro las respondía automáticamente. Creó un pequeño filtro, que descartaba las respuestas estándar, y que avisaba y detenía el envío en caso de obtener una respuesta distinta.<br />
<br />
Cuando terminó era casi la hora de la cena. Desconectó su Hololibro y dejó su sistema funcionando.<br />
<br />
Obviamente, Kenter no sería capaz de avisarlo, así que cogió sus cosas y se dirigió a la Flor Esquiva.<br />
<br />
<br />
<<Continúa en [[Humo y Vapor III]]>></div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIHumo y Vapor II2013-06-26T18:58:56Z<p>El Universo: /* Comunicándose con Keel */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26 aGR; 18:30'''<br />
<br />
Volvieron a la atmósfera tan rápido como la twi'lek podía pilotar. Aunque inmerso en sus pensamientos y las sensaciones que iban y venían sobre su padawan, se paró a examinarla unos segundos. Había explotado, cuando el mercenario la tenía sujeta con el cuchillo. Que Ide supiera, sólo había una forma de estallar de esa manera, y ya la había visto antes en un usuario de la Fuerza.<br />
<br />
Ella misma seguía asustada por lo que acababa de experimentar, y parecía muy confusa. Y seguía pilotando, volcándose en la conducción como única manera de mantener la cordura. Pero Ide la veía con otros ojos.<br />
<br />
Ella estaba pilotando ''mediante la Fuerza''. Y también estaba inmersa en un shock emocional.<br />
<br />
Pero ya se encargaría de esto más tarde. Ahora tenía que ver a su padawan.<br />
<br />
==Llegada==<br />
<br />
El tiempo base para llegar era de cuarenta minutos, pero ella consiguió reducirlo a treinta mediante algunas maniobras de dudoso buen gusto, que no produjeron víctimas de puro milagro.<br />
<br />
Poco antes de llegar, Ide vio la columna de humo que surgía del techo hundido de la mansión Wolkan. Fue entonces cuando se empezó a preocupar de verdad.<br />
<br />
Aterrizaron en el mismo hangar donde Ide había aparcado al llegar allí por primera vez, y que era de las pocas partes que conservaba la estructura más o menos intacta. Nadie salió a recibirlos.<br />
<br />
Ide caminó fuera de la nave, con premura pero sin perder la precaución, con el sable de luz en la mano, aunque apagado. Agudizó el oído, no se escuchaban sonidos de combate. Con la Fuerza no podía percibir a Arakosia, pero ella siempre había sido, por naturaleza, difícil de percibir.<br />
<br />
MN-44, con un brazo menos y varias marcas de blaster sobre su torso, se acercó cojeando a Ide.<br />
<br />
-Cielos, ''Emeene''... ¿qué ha pasado aquí?<br />
<br />
-¿Señor Kanor? No puedo verlo bien, mis fotoreceptores están dañados... hemos sido atacados, señor.<br />
<br />
-¿Dónde está Keel? ¿Y Arakosia?<br />
<br />
-El amo Wolkan se ha encerrado en su búnker, y no tiene intención de salir hasta que piense que el entorno es seguro. La chica que lo acompañaba a usted desapareció en el fragor del combate.<br />
<br />
De repente, Ide se acordó de algo más. Cogió su intercomunicador y se lo llevó a la boca.<br />
<br />
-¿Lionel? Lionel, aquí Ide, contesta.<br />
<br />
Un chorro de estática fue la única respuesta. Ide no acababa de tener claro si había percibido la voz de Lionel en medio de la estática, o si había sido su mente, intentando convencerle de que así había sido.<br />
<br />
==Control de daños==<br />
<br />
Marcó en el comunicador el número de Keel. Una voz airada contestó.<br />
<br />
-¡Ahora qué!<br />
<br />
-¿Ahora qué? ¿Qué está pasando aquí? Me han intentado matar mientras estaba en el gremio de cazarrecompensas... ¿qué significa todo esto?<br />
<br />
-¡Que qué significa qué! ¡Han intentado matarme! ¡En mi propia casa!<br />
<br />
-¿Sabes quién es el responsable?<br />
<br />
-¡Mercenarios, creo! ¡No lo sé! ¡Cuando el que sea quiera reclamar el ''k'shii'', lo sabremos! ¡Mierda! ¡He perdido más de cincuenta esclavos! Por cierto, siento haberte dejado sin piloto.<br />
<br />
A Ide le dio un vuelco el corazón.<br />
<br />
-¿Perdona?<br />
<br />
-La twi'lek. Lo siento, he activado el código de su implante hace un rato. Ha sido al activar la marea de carne... pero veo que has llegado bien, así que no ha sido un gran contratiempo.<br />
<br />
La chica, de pie al lado de Ide, se puso pálida. Con la mirada aturdida, se sentó en el suelo.<br />
<br />
-Eh, bueno, ahora tenemos otros asuntos que tratar. Yo, por ejemplo, tengo que encontrar a mi aprendiz. Llámame si necesitas algo, pero por lo que veo sabes cuidarte solo. -Miró a MN-44-. Deberías hacer algo con MN, parece algo dañado.<br />
<br />
-Anda la leche, ¿sigue vivo? Estee... ya lo mandaré reparar cuando salga y tal...<br />
<br />
-Descuida. Te veo luego.<br />
<br />
Cogió a la twi'lek del brazo y se dirigió a la nave. Cuando llegó a la nave, ella se dejó caer sobre sus rodillas y comenzó a sollozar.<br />
<br />
-Disculpa la pregunta, pero... al activar Keel tu implante, ¿no debías haber muerto?<br />
<br />
Ella negó con la cabeza, sin dejar de llorar.<br />
<br />
-Pero Keel piensa que has muerto -ella asintió-. Entonces, si Keel piensa que has muerto, es porque debías haber muerto, pero que algo falló en ese instante. A no ser que algo se me escape -ella asintió-. También, en lugar de asentir sin decir nada, podrías decirme qué pasa. O podemos jugar al juego del jedi que busca la verdad sin que la twi'lek hable.<br />
<br />
==Respuestas==<br />
<br />
Ella se giró a medias, sin atreverse a mirar a Ide a los ojos. Con un hilo de voz contestó:<br />
<br />
-¿Je...di?<br />
<br />
Ide tuvo un momento de duda, pero luego creyó entender.<br />
<br />
-¿Sabes quién soy? -ella negó con la cabeza. Ide sonrió -. ¿Sabes quién es Keel? -ella asintió, con un escalofrío-. Pues te voy a dar una buena noticia: creo que eres una twi'lek libre, sobre todo porque tu amo piensa que has muerto, y tu implante ha fallado cuando él intentó activarlo.<br />
<br />
Ella se calmó un poco. Habló con la voz deformada por haber llorado, pero más calmada.<br />
<br />
-El implante no falló por eso -dijo en voz baja-. Falló porque Keel no era mi propietario.<br />
<br />
-Ahora sí que no entiendo nada. Él piensa que tú has muerto...<br />
<br />
-Porque él dio la orden de activar mi implante. Pero como él no era mi propietario, no se activó.<br />
<br />
-¿Y a quién perteneces?<br />
<br />
-A ti, amo -miró a otro lado, como si no soportara mirarlo a los ojos- Mi código está en tu cristal de pago.<br />
<br />
-Entiendo. Osea, que te compré cuando gestionaste el alquiler del carguero, por eso me salió tan caro...<br />
<br />
Ella lo miró extrañada.<br />
<br />
-No, el precio de la nave es correcto. Y es de segunda mano. Mi... coste es un porcentaje pequeño de lo que se gastó en aquella nave.<br />
<br />
-¿Segunda mano? ¿Lo he comprado? ¿Te compré a ti y a la nave? - Ide estaba sinceramente sorprendido.<br />
<br />
-Y a muy buen precio, si me permite decírselo, amo.<br />
<br />
Guardó silencio durante unos segundos.<br />
<br />
-Entonces supongo que ya me puedes decir tu nombre.<br />
<br />
-Un esclavo no tiene nombre, amo. Puede llamarme como guste...<br />
<br />
-Ya, lo que pasa es que tú no eres mi esclava. Te voy a liberar en cuanto sepa cómo quitarte esa cosa de la activación.<br />
<br />
-Es que yo no quiero ser liberada -miró a Ide, que la observaba con el desconcierto pintado en el rostro- ¿Libre? ¿Con este cuerpo? ¿En Nar Shaddaa? Ni hablar. Como propiedad, tengo mis derechos.<br />
<br />
-Oh, bueno, yo pensaba más bien que te vinieras a Coruscant.<br />
<br />
Los ojos de ella se agrandaron con sorpresa, pero no se atrevía a creer.<br />
<br />
==Los detalles después==<br />
<br />
-Bueno -siguió Ide-, los detalles podemos discutirlos después. Ahora necesitaría que me ayudaras a encontrar a mi aprendiz, y de paso a terminar la misión que tengo que hacer aquí.<br />
<br />
-Mientras tanto, y según la legislación de Nar Shaddaa, soy de tu propiedad -sonrió-. No puede ser peor que Keel Wolkan -escupió el nombre con desprecio.<br />
<br />
-Estoy seguro de que no -dijo, devolviéndole la sonrisa-.<br />
<br />
-Y, ahora, ¿cómo puedo serte de utilidad, amo?<br />
<br />
-Para empezar podrías dejar de llamarme amo.<br />
<br />
-¿Señor, quizá? ¿El nombre de pila? A algunos amos les gusta...<br />
<br />
-Ide está bien.<br />
<br />
-Ide -repitió ella en voz baja-. Es bonito. Necesitarás un apelativo para denominarme, Ide. Y ahora que soy de tu propiedad, contestaré a todas tus preguntas. ¿Quieres saber cómo me llamaba? ¿Quieres saber qué me gusta en la cama?<br />
<br />
Ide movió los ojos hacia arriba. Le encantaría charlar y animar a la chica, pero ahora tenía algo que hacer.<br />
<br />
-Vamos, me puedes contar todo eso mientras rescatamos a mi ayudante -sonrió, y subió la rampa de acceso.<br />
<br />
-Claro, si no he desconectado la energía de la nave -se encogió de hombros- por si había problemas. Pero, ¿hacia dónde vamos?<br />
<br />
-Hacia el sitio del que nunca debí alejarme. Al Palacio del Dolor.<br />
<br />
Ide vio como un escalofrío recorría la espalda de la twi'lek, pero ésta no dijo nada. Caminó hasta el puesto del piloto, y partieron dejando una estela de humo y vapor.<br />
<br />
==Un trayecto corto==<br />
<br />
La chica parecía haber pensado, inicialmente, que iban al Palacio del Dolor a alojarse. Por eso le contó brevemente lo que había venido a hacer a Nar Shadda, y los problemas que habían surgido con su piloto durante la investigación en el Palacio del Dolor. Le contó además, la sospecha que tenía de que tanto el ataque en el Gremio como la destrucción de la casa de Keel fueran obra de Vima Da'Motta.<br />
<br />
Ella asintió respetuosamente, intercalando comentarios apropiados a la historia de Ide, pero sin hacer ninguna pregunta. Cuando Ide guardó silencio, la escuchó susurrar "marea de carne".<br />
<br />
-Todavía no sé tu nombre -intervino Ide -. El que tenías antes de ser esclava.<br />
-Sira Levora -dijo ella con un tono extraño- Bueno, en realidad es Siral'evora, pero en básico se dice así.<br />
El joven no dijo nada, pero sonrió.<br />
<br />
==De nuevo en el Palacio del Dolor==<br />
<br />
La masa piramidal que era el Palacio del Dolor volvió a aparecer en la distancia. Por alguna razón, bajo el sol parcialmente eclipsado que empezaba a ponerse, bajo el cielo rojizo, a Ide le pareció aún más amenazador que la primera vez que lo vio.<br />
Una protrusión del edificio, cerca de la cima, se extendió para recibirles. Este, comprendió Ide, es un hangar de lujo.<br />
<br />
Bajaron de la nave, y un hombre enfundado en un traje formal los recibió con un ademán moderado y una sonrisa comedida.<br />
<br />
-¿Ide Kanor? -dijo educadamente.<br />
<br />
-En efecto. Cuánto honor, no sabía que tendría recepción oficial -dijo Ide, con un tono algo ambivalente entre lo formal y el sarcasmo.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Es usted un cliente importante. ¿Desea que lo conduzca a sus aposentos? El trayecto puede resultar complicado...<br />
<br />
-Entiendo.<br />
<br />
-La señora DaMot'ta lamenta no poder recibirlo en persona, pero estará encantada de cenar con usted esta noche en la Joya Gloriosa. Puede, mientras tanto, retirarse a sus aposentos, o disfrutar de nuestra muy variada oferta en ocio y restauración. Los pozos de carne, en concreto, son exquisitos.<br />
<br />
-Gracias, creo que esperaré en mi habitación. Por cierto, ¿cómo es que me esperaban? -preguntó, despreocupadamente.<br />
<br />
-Todos nuestros clientes tienen incluído un punto de desembarco con el precio de la habitación, señor. Y yo mismo tengo la labor de recibirle a usted y de proporcionarle cualquier información o servicio que pueda necesitar -sonrió enigmáticamente.<br />
<br />
Ide le devolvió la sonrisa. Aunque no tenia claro a qué venía tanto protocolo, se hacía una ligera idea. En cualquier caso, prefirió no preguntar más.<br />
<br />
El hombre, con un lenguaje corporal a medio camino entre el mayordomo y el ayuda de cámara, hizo un ademán que indicaba "sígame, por favor", y se dispuso a guiarlo hacia su habitación.<br />
<br />
El trayecto fue sorprendentemente corto y visualmente agradable. Ide reconoció los símbolos en la puerta de la habitación, aunque (reflexionó) no estaba del todo seguro de poderlos trazar si quisiera.<br />
<br />
==Indagaciones e invitaciones==<br />
<br />
En el interior, Ide se encontró de nuevo con la considerable extensión de espacio que era la habitación doble, decorada con notable buen gusto, con los hologramas de las paredes mostrando una tarde agradable en Alderaan. El selector holográfico se activó al entrar Ide por la puerta, mostrando de nuevo a la misma mascota humanoide que le había dado la bienvenida en la ocasión anterior.<br />
<br />
-¡Hola de nuevo, señor! -saludó con voz animada- ¡Me alegro mucho de volver a verle!<br />
<br />
-Hola, Kenter.<br />
<br />
-¿Hay algo que pueda hacer que su estancia resulte más agradable?<br />
<br />
-Pues me gustaría que comprobaras si la chica que me acompañaba ayer ha vuelto al hotel.<br />
<br />
-Veré lo que puedo hacer, señor -se volvió, mientras parecía concentrarse unos instantes-. Ahora se encuentra inscrita entre el personal de la Señora del Dolor. Pendiente de terminar cuidados médicos. Pendiente de evaluación física. Pendiente de asignación de destino -dijo en tono monocorde- ¿Desea alguna otra cosa, señor?<br />
<br />
-El... ¿personal, has dicho? Me gustaría verla, si fuese posible -dijo Ide, intentando mantener el tono educado.<br />
<br />
-Por supuesto, señor -dijo Kenter, servicialmente. Su imagen se difuminó, y se convirtió en la de una habitación espaciosa, llena de máquinas, donde tres droides médicos trabajaban afanosamente en Arakosia, que parecía ser la única paciente. Ella permanecía inconsciente, en el interior de una especie de cámara bañada con luz o líquido (la imagen era poco clara) de color dorado.<br />
<br />
-¿Y cuándo dices que ingresó aquí? -siguió Ide.<br />
<br />
-Me temo que esa información no la conozco, señor -reflexionó un instante- Supongo que hace poco, porque la evaluación física, asignada como tarea pendiente, es una de las primeras cosas que se realizan cuando alguien entra a formar parte de nuestra pequeña familia -sonrió.<br />
<br />
-Bueno, entonces me gustaría hablar con alguien responsable del nuevo personal. No entiendo por qué mi acompañante ha ingresado como miembro del hotel.<br />
<br />
-¿Holopresencia, señor? ¿O desea una entrevista en persona?<br />
<br />
-En persona, por favor -Ide estaba haciendo un esfuerzo por mantener la compostura-. Es un tema delicado, no entiendo qué está pasando aquí.<br />
<br />
-Comprendo -asintió el holograma animado-. Me temo que eso tardará un poco más. Nuestro hogar es un lugar grande...<br />
<br />
-Supongo que podrá ser antes de la cena.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Serán entre veinte y veinticinco minutos.<br />
<br />
-Estupendo. Esperaré aquí.<br />
<br />
Kenter no se desvaneció.<br />
<br />
-Parece contrariado, señor. ¿Hay algo que pueda hacer por usted? ¿Licor, especia, mujeres?<br />
<br />
-No, gracias, Kenter -interrumpió Ide-. Esperaré aquí hasta que pueda entrevistarme con el responsable del ingreso de Arakosia.<br />
<br />
-Como desee, señor. Permaneceré atento, por si necesita algo -se desvaneció.<br />
<br />
Ide se dirigió a la cama, y sin musitar una palabra más, adoptó postura de meditación. Necesitaba atar cabos, aunque todo apuntaba, cada vez más claramente, a que detrás de esta jugada estaba la misma Vima Da'Motta.<br />
<br />
==Espera, meditación==<br />
<br />
Ide cerró los ojos, y dejó su mente tan en calma como le fue capaz. Intuía que probablemente un jedi más experimentado lo lograría con mayor facilidad, pero al final consiguió aquietarse lo suficiente. O eso creía.<br />
<br />
Dejó vagar su percepción hacia el pasado, guiándola con suave firmeza al momento en el que creyó percibir la presencia de Arakosia, cuando estaba en aquel hangar...<br />
<br />
{{flashback| ...se vio a sí mismo, de pie junto a la nave que en aquel momento pensaba alquilada, el alienígena recién desintegrado, algunas de sus moléculas aún en el aire, y la sensación de vibrato que le llegaba desde la distancia. Ahora lo identificaba. Era la impronta de Arakosia en la Fuerza. Aun inconsciente, se había sentido en peligro. Y lo que había estado a punto de percibir no era sino el vínculo maestro-aprendiz, que él conocía tan bien... desde el lado del aprendiz.''}} Seguramente la próxima vez que lo percibiera sería capaz de identificarlo con mayor precisión.<br />
<br />
...con la facilidad de la práctica, fluyó hacia adelante para ir al punto en el que el mercenario había tomado a Sira como rehén. <br />
<br />
''Ella estaba llorando y temblando, y de repente...''<br />
<br />
Ide estudió sus recuerdos centésima a centésima.<br />
{{flashback |<br />
''...ella había cerrado los ojos con fuerza, y se había estremecido de puro pánico. Y la Fuerza había respondido. La explosión había brotado de ella. Y la expresión de su cara... no se lo esperaba, ni lo comprendía.'' Y seguía aterrorizada. Pero era una usuaria de la Fuerza, sin ningún género de dudas. O, mejor dicho, tenía el ''potencial'' para serlo.}}<br />
<br />
Justo cuando Ide iba a dirigir sus pensamientos a su aprendiz, aún en la sala de reconocimiento, llamaron a la puerta. Abrió los ojos.<br />
<br />
-Adelante -dijo, sin moverse, aún en pose de meditación.<br />
<br />
==Recursos Humanos==<br />
<br />
El que entró en la habitación había sido un hombre en otros tiempos. Ahora parecía más máquina. Tanto su ojo derecho como gran parte de su cráneo y su brazo izquierdo eran robóticos. La expresión de su cara era de hastío, pero sus modales eran impecables. Hizo un ademán pidiendo permiso antes de entrar en la habitación, y una vez dentro no se sentó hasta que Ide se lo hubo indicado. Aun así, inclinó levemente la cabeza antes de sentarse.<br />
<br />
-Cuénteme -dijo, sin más.<br />
<br />
-Entenderá -siguió Ide, con la misma claridad con la que él había empezado- que me encuentre algo extrañado por lo que ha sucedido. Mi acompañante ha sido ingresada en su hotel como miembro del equipo - enfatizó la última palabra-, según me ha podido informar el asistente holográfico.<br />
<br />
-Me temo que no comprendo de quién está hablando. ¿Podría ser un poco más específico, por favor?<br />
<br />
-Arakosia. La joven humana que tienen actualmente en observación médica.<br />
<br />
-Ah, sí. La hemos adquirido esta misma tarde a muy buen precio, a unos tratantes de esclavos de plena confianza -sus ojos se quedaron fijos un momento, como si mirara a algo muy lejano- Así es como ha entrado a formar parte de nuestro personal -su mirada recuperó parte de la viveza perdida- ¿Desea algo más?<br />
<br />
-Bueno, a ser posible, saber quién les ha vendido a mi aprendiz, la misma que era una humana libre esta misma tarde antes de que la secuestraran de donde estaba alojada.<br />
<br />
-Shawman&K'Rtahn, tratantes. Le puedo dar su dirección o su código de comunicador, si lo desea.<br />
<br />
Ide tomó aire.<br />
<br />
-Aunque claro, supongo que bajo las leyes de Nar Shadda, este individuo tendrá plena potestad sobre lo que haya ''adquirido'' al destruir y arrasar la casa Keel Wolkan, que es donde estaba Arakosia recuperándose. Y que, ahora que la ha vendido, no tiene potestad sobre ella. Y que cortarle la cabeza no anularía la transacción. ¿Me equivoco mucho? -Ide estaba considerablemente molesto por esta, por decirlo de alguna forma, ''inconveniencia''.<br />
<br />
-Su análisis de la situación es correcto, señor -su mirada se volvió reflexiva-. Aunque usted recuperaría parte del k shii perdido. Si lo desea, podemos venderle una esclava similar, de perfil guardaespaldas-concubina, un poco más joven...<br />
<br />
-No, no es sustituible. Necesito recuperar a Arakosia.<br />
<br />
-Si desea recuperar a esa chica en concreto, me temo que el asunto excede a mis competencias. Yo sólo manejo al personal existente, no tengo ningún papel en la entrada o salida de personal.<br />
<br />
-¿Tengo que hablar entonces con su superior?<br />
<br />
-Supongo que eso tendría que discutirlo con la señora Vima DaMot'Ta. Suele ser complicado, ya que no concede citas, pero... supongo es que es usted afortunado, ya que tiene una cita concertada con ella esta noche.<br />
<br />
-Me imaginaba que tendría que hablar directamente con ella. Le agradezco su ayuda.<br />
<br />
-¿Desea algún servicio que le ayude a hacer pasar el tiempo con mayor velocidad mientras espera?<br />
<br />
-No, gracias. Tengo un par de asuntos que resolver antes de la cena.<br />
<br />
-Entonces me retiro a mis quehaceres -dijo el cyborg, mientras se levantaba.<br />
<br />
-Muchas gracias por su atención.<br />
<br />
==Comunicándose con Keel==<br />
<br />
Ide se despidió del tipo, y sin dilación marcó el número de comunicador de Keel Wolkan. Tardó en contestar, y cuando lo hizo no había imagen, sólo una voz que parecía llena de dolor. O de droga.<br />
<br />
-Nnhh...-dijo la voz-que-parecía-de-Keel<br />
<br />
-Shawman&K'Rtahn. ¿Te suena ese nombre? -dijo Ide, obviando el estado de Wolkan.<br />
<br />
-¿Mmm? ¿Kanor?<br />
<br />
-Sí. Shawman&K'Rtahn. Han vendido a mi aprendiz a Vima Da'Motta. No sé si estás lo suficientemente lúcido como para atar cabos.<br />
<br />
-Una pareja de tratantes. Mi competencia más directa -suspiró-. ¿Qué quieres saber?<br />
<br />
-Cómo que qué quiero saber. Lo que te quiero decir es que deben haber sido ellos los que atacaron tu casa, si se han apoderado de mi aprendiz para venderla.<br />
<br />
-Ya... -dijo, con poca decisión- Debería haberlo supuesto -parecía dubitativo- Em... pues gracias por el dato, tio.<br />
<br />
-Lo que me gustaría saber es por qué sabían que yo estaba en Nar Shadda, y por qué me seguían. Me atacaron al mismo tiempo ocho mercenarios. ¿Tienes algo que contar, Keel?<br />
<br />
-Yo... no te comprendo... Tras la exhibición que hicísteis, supongo que bastante gente con el potencial de atacarme sabría de vuestra existencia...<br />
<br />
Ide se quedó bloqueado un momento.<br />
<br />
-Mierda -soltó.<br />
<br />
-Yo estoy intentando olvidar todo este asunto a base de especia rosa... -suspiró de nuevo- la especia rosa es buena...<br />
<br />
-Supongo que no arreglará nada que descabece a estos dos tíos. Al menos, no me devolverá a Arakosia.<br />
<br />
-Bueno, si vas y le dices a todo el mundo que lo haces de mi parte, te daré dos mil gubor. Piénsalo.<br />
<br />
-Tanto kshii por dos mil gubor... sabes negociar, Wolkan.<br />
<br />
-Bueno, me pareció una oferta justa...<br />
<br />
-Me lo pensaré, pero no me interesa el dinero. Me interesa mi aprendiz. ¿Cómo de poderosos son estos tipos?<br />
<br />
-Eh... pues más o menos como yo...<br />
<br />
-Gracias por la información. Te dejo, tengo que hacer un par de cosas antes de cenar. Cuidate, Wolkan.<br />
<br />
Miró las paredes de su habitación. Se maldijo por haber dejado sola a su aprendiz. Pero maldecirse no iba a arreglar nada, así que se fue a la Flor Esquiva. Ya que no podía hacer nada hasta hablar con Vima Da'Motta, al menos recogería toda la información que pudiera.<br />
<br />
==Regreso a la Flor Esquiva==<br />
<br />
Al parecer, en el Palacio del Dolor era tremendamente fácil llegar al lugar donde uno quisiera ir, o así se lo pareció a Ide.<br />
Llegó a la Flor Esquiva, que parecía estar bastante más animada que la otra vez. Aunque claro, la otra vez había sido por la mañana temprano. Seguía oliendo vagamente a especias, y seguía siendo rica en sofás, pero la música que tocaba Oloruu era más vivaz, y había prácticamente una persona (o pareja, o pequeño grupo) en cada sofá. También flotaba en el ambiente una cierta sensación plácida, no exenta de un extraño regusto amargo.<br />
<br />
Delia hizo un gesto de reconocimiento desde la barra. Comenzó a llenar un vaso con vino de Alderaan y esperó a que Ide y Sira se acercaran a hablar con ella.<br />
<br />
-Parece que no me voy a librar de hablar con tu jefa -dijo él, mientras tomaba asiento. Ella hizo un gesto de simpatía indeterminada.<br />
-Hablar no compromete a nada -dijo ella. Dejó pasar un par de segundos-. ¿Has encontrado al androide ese que buscabas?<br />
-No, pero tengo alguna pista. El problema es que en el camino he perdido a mi aprendiz. La han secuestrado y vendido. Adivina quién es su nueva dueña.<br />
-¿La Señora del Dolor, quizá?<br />
-Bingo. Unos tipejos atacaron la casa donde estaba... descansando. Keel Wolkan, no sé si te sonará.<br />
<br />
Se mostró levemente sorprendida.<br />
<br />
-Em... sí, es relativamente conocido.<br />
-Pues le han asestado un buen golpe.<br />
-Mala cosa... es una rata cobarde y cruel, muy capaz de usar a sus esclavos como campo de minas... pobres chicas.<br />
-Ah, a eso se refería con lo de marea de carne...<br />
-Sí, a eso. Se implanta un explosivo un poco más potente, y se hacen detonar los esclavos más cercanos a tu enemigo -comentó en un tono distante, pero asqueado- ...pobres chicas... -repitió mientras miraba a Sira con una huella de dolor compartido.<br />
-Una se salvó. La que me dejó como piloto. La compré sin querer -dijo Ide, intentando desviar el tema mientras Sira se ruborizaba en verde oscuro y apartaba la mirada.<br />
-Le salvaste la vida, tú -sonrió-. ¿No hay una tradición de cuidar de las vidas que uno salva? ¿O era al revés?<br />
-No lo sé. Mi orden nos insta a proteger a los desamparados, siempre que sea posible -el jedi sonrió, siendo consciente de lo que Delia estaba pensando.<br />
Delia le devolvió la sonrisa, con una calidez que no había visto a ningún nativo de Nar Shaddaa.<br />
-Te entiendo -no dijo nada más. Parecía tocada por sentimientos profundos, y siguió limpiando el vaso durante medio minuto, sin decir nada ni mirar a Ide directamente.<br />
<br />
Ide estuvo a punto de contarle que pensaba negociar con Vima para liberarla, y que pensaba que iba a ser difícil puesto que parecía valiosa, pero pensó que era mejor pasar por algunos temas de forma tangencial.<br />
<br />
-Creo que han cogido a Lionel -dijo, mirándola fijamente.<br />
Ella frunció el ceño.<br />
-No debió haberse quedado tanto.<br />
-Lo mandé a orbitar con la nave. Pero parece que no fue suficiente. No me contesta, y eso es mala señal -miró su vino. En cierto modo, se sentía responsable.<br />
-No sabría decir... a mí nunca me contesta -dijo con rabia.<br />
-Bueno. La gente cambia. Las cosas cambian. Hace tres horas mi aprendiz era mi aprendiz y ahora es una esclava de Vima. Esta noche puede que sea diferente.<br />
-Me pregunto para qué la querrá. ¿Ella era el objetivo de una operación completa o sólo fue un extra?<br />
-Digamos que... anoche... se hizo valer. Hizo una exhibición en casa de Keel. Llamamos la atención -ella hizo un gesto de sorpresa-. Fui un tonto. Nos siguieron la pista, y atacaron en casa de Keel. Ocho<br />
mercenarios me atacaron a mí mientras estaba en el Gremio de Cazarecompensas. Yo pude deshacerme de ellos, pero mi aprendiz no -levantó la mirada. No supo decir si estaba preocupado o la echaba de menos,<br />
pero no se permitió pensarlo mucho.<br />
Delia pareció acordarse de algo de repente. Extrajo un pequeño visor plano de un lateral de la barra y lo giró para que sólo pudieran verlo Ide y ella.<br />
-Un momento -dijo mientras manipulaba unos controles-. Apareció la imagen de Arakosia desnuda, haciendo girar su espada a gran velocidad para destrozar una oleada de fruta. Se notaba que la imagen se estaba desarrollando a cámara lenta en la velocidad a la que caían los trozos de fruta una vez cortados.- ¿Esta es ella?<br />
<br />
Ide no dijo nada durante unos momentos.<br />
<br />
-Debí habérmelo figurado -dijo con amargura-. Debo ser el jedi más tonto de toda la Orden.<br />
<br />
-Bueno, esto responde a mi pregunta anterior -dijo ella, sin hacer caso al comentario de Ide-. Ya sabemos para qué la quiere Vima.<br />
-Tiene todo el sentido.<br />
<br />
En un instante, Ide pasó de la frustración a la esperanza. "Lo que Vima no sabe es que eso no era Arakosia moviéndose, sino la droga actuando". Y justo cuando terminó la frase mental, se dio cuenta de lo que haría Vima si supiera que era la especia roja la que la hizo canalizar la Fuerza así.<br />
<br />
-Pues claro que lo tiene. La quiere para el Hak'un Shapp.<br />
<br />
Ide abrió mucho los ojos y habló con una pesada y profusa determinación.<br />
<br />
-Ya sé lo que voy a hacer. Sira, quédate aquí -ella asintió.<br />
<br />
Se despidió de Delia y se dirigió a su habitación.<br />
<br />
==Tratos con Fenel Fodel==<br />
<br />
Apenas hubo abierto la puerta, Kenter se volvió a materializar:<br />
-¡Saludos, noble señor! ¿Cómo puedo hacerlo más feliz?<br />
-Holocomunicación con el responsable de personal -dijo sin casi dejar terminar a Kenter-. El tipo que vino antes y ni siquiera se presentó.<br />
-Su nombre es Fenel Fodel. Lo llamaré en seguida.<br />
<br />
Tras unos diez segundos, la cara del ciborg apareció en el holocomunicador.<br />
<br />
-Necesito que me hagas un favor.<br />
-Dígame su problema y veré qué puedo hacer.<br />
-¿Tiene Arakosia ya el implante?<br />
-Me temo que los informes médicos relativos al personal son privados, señor.<br />
-Entiendo que es un no -se aventuró a decir-. Si oficialmente fuera una esclava, no tendrías problema en comunicarlo -hizo una pequeña pausa.<br />
-No tengo ningún problema en comunicarlo, más allá de la incomodidad que a veces supone para un cliente encontrarse a nuestro servicio a un... antiguo conocido -hizo un gesto de incomodidad-. Pero no se confunda. Es nuestra.<br />
-Necesito que postpongas la inserción. Sólo hasta esta noche, después de que negocie con Vima.<br />
-Mi deber es implantarla cuanto antes, si los informes médicos son favorables. Aunque la naturaleza de mi trabajo incluye cierta... flexibilidad a la hora de estimar parámetros intangibles, como la naturaleza favorable de un informe técnico -pareció concentrarse durante un instante-. Sin embargo, la Señora del Dolor parece haberse tomado un interés personal en este caso, y no creo que viera una... dilación intencionada por mi parte con buenos ojos. Representaría para mí un riesgo considerable.<br />
-Cuánto quieres -preguntó Ide con apenas entonación interrogativa.<br />
-No quiero dinero. Quiero irme de Nar Shaddaa.<br />
-Cuánto vales -repuso, como si la primera pregunta no hubiera existido.<br />
-Soy un agente libre, pero me retienen... compromisos ineludibles. Necesito que me saque de aquí alguien a quien no le importe la ira de Vima.<br />
-Uhm -Ide se quedó dubitativo. Algo pareció endurecerse en Fenel Fodel-. A mí no me importa, mientras consiga lo que he venido a buscar -el ciborg se relajó nuevamente, y esbozó la más mínima de las sonrisas. Asintió. -Será sólo una hora. Voy a ver a Vima en la cena, y tras la cena todo estará resuelto. De una manera u otra -sentenció.<br />
-Ten cuidado -dijo mientras asentía sobriamente.<br />
<br />
==Dinero y datos==<br />
<br />
Cuando se despidieron, Ide se dirigió a Kenter.<br />
<br />
-Kenter, ¿podrías comprobarme cuánto dinero queda en este cristal? -dijo Ide, mientras introducía el cristal en la ranura disponible.<br />
-¡Por supuesto, señor! -dijo con una cordialidad que a Ide comenzaba a cansarle- En este momento cuenta con 22714 gubor y 170 fleber.<br />
-Ahá. ¿Y sabes cómo anda el cambio medio de Gubor-Sgin?<br />
-El cambio medio oscila, señor, pero más o menos seis sgin hacen un gubor. Por supuesto, la tasa de cambio es tremendamente variable, y ya que muchos de los cambios de moneda se hacen electrónicamente, las tasas de cambio con varios decimales no son extrañas.<br />
<br />
"''Parece entonces que Sira hizo efectivamente un buen trato con la nave''", pensó Ide cuando hizo cuentas mentalmente. El carguero había costado unos 1.600 gubor. La realidad es que Ide no tenía muy claro cuánto significaba esa cantidad, pero lo que sí le pareció era que le quedaba una proporción bastante buena de dinero.<br />
<br />
De repente se acordó de Sira. Cogió su comunicador y escribió un mensaje. "Vete a la Flor Esquiva. Allí encontrarás a Delia. Dile que eres la que se salvó, y espérame allí. Lo que necesites comer y beber lo pagaré yo." <br />
Entretanto esperaba que llegara la hora de la cena decidió bajar a ver, en persona, qué era eso del Hak'un'Shap. Se quedó parado un segundo, y con decisión, salió por la puerta.<br />
No dio ni dos pasos cuando se dio cuenta de que no sabía dónde ir. Suspiró.<br />
<br />
-Kenter -dijo, con pesadumbre. Kenter tenía lo mismo de útil que de irritante.<br />
<br />
-¿Sí, señor?<br />
<br />
-¿Podrías decirme por favor dime dónde se celebra el Hak'un'Shapp?<br />
<br />
-Se celebra en los niveles 1 a 50, señor. Se pueden seguir los encuentros desde cualquier consola del hotel, y también se puede apostar desde cualquier lugar.<br />
<br />
-Gracias, pero prefiero verlo. Además, así veo si conozco a alguno de los participantes.<br />
<br />
-Nadie lo ve con sus propios ojos, señor, excepto los participantes. Los niveles 1 a 50 están llenos de cámaras para retransmitirlo todo con la mayor fidelidad. En cuanto a la identidad de los participantes... no veo en qué es diferente verlo en vivo de ver una holografía con detalle 1:1. ¿Desea rastrear a algún participante en concreto?<br />
<br />
-Pues la verdad es que conozco a Morg. No me importaría verlo.<br />
<br />
-¿Desea saber qué tal le va, señor? ¿O prefiere el holograma que se hizo al inscribirse?<br />
<br />
-Muéstrame ambos.<br />
<br />
-Por supuesto -dijo Kenter.<br />
<br />
De inmediato se activó un holoproyector en la pared opuesta a la cama, mostrando un droide bastante alto y ancho, de unos dos metros y medio. Permaneció unos segundos así, y luego sus extremidades se desplegaron, para llegar a medir tres mertos y medio. Transmitía una sensación de ser grandote e inofensivo que (como bien sabía Ide) no se correspondía con la realidad.<br />
<br />
La imagen se desvaneció, para dar paso a una representación seudobidimensional, que mostraba a Morg en una habitación. Un rótulo bajo la escena decía: "¡Momentos estelares de Morg!"<br />
<br />
La cámara giró para mostrar a un alienígena peludo y grandote, con brazaletes de esclavo, que llevaba una especie de vara, de punta energética. El alienígena fintó un par de veces, antes de que Morg consiguiera coger la vara con su articulación extendida. La retrajo con un movimiento brusco, y el alienígena chocó contra el droide. Se golpeó y cayó al suelo. Morg lo pisó sin mucho énfasis en la cabeza, que se deshizo.<br />
<br />
Corte de escena. Morg está en una posición de pelea, con un brazo extendido, y un humanoide envuelto en lo que parecen ser vendajes carga contra él, aparentemente desarmado. De repente, el homanoide extrae un sable de luz e intenta cortarle una extremidad a Morg. Éste retrae la extremidad y salta hacia atrás, mientras se extienden varios apéndices de su cuerpo metálico. Uno de los apéndices estalla, llenándolo todo de humo. La imagen cambia a termográfico. El humanoide gira sobre sí mismo para defenderse de algo, vuelve a girar. Un brazo de droide, muy frio, lo apresa de los dos brazos y se los arranca. Luego coge su cabeza y la aprieta de forma rápida y desapasionada, haciendo que estalle.<br />
<br />
Ide hizo memoria, para intentar recordar si había oído de algún Jedi que fuera a Nar'Shadda últimamente y que hubiera muerto. No le sonaba. Aunque, claro, hacía menos de un mes que había regresado al Templo.<br />
<br />
-¿Quién era el del sable, Kenter? -preguntó Ide.<br />
-Exen Nithan. Proviniente de Korriban. Profesión reconocida: asesino. Cazarrecompensas. Iba muy bien en los preliminares. Hasta ese momento, claro.<br />
-¿Cómo va Morg?<br />
-Subiendo en la clasificación, señor. No tiene demasiados fans, pero tampoco tiene demasiados enemigos. Probablemente se clasifique para el Hak'un'Shapp.<br />
-Quisiera que le dejaras un mensaje de mi parte.<br />
-Puedo ponerlo en su cuenta, señor, pero no le garantizo que lo vaya a leer. La cantidad de mensajes que reciben los participantes es astronómica. Aunque, claro, dada la naturaleza robótica de Morg...<br />
-Seguro que le interesa lo que tengo que decirle. Te dicto.<br />
<br />
==Mensajes==<br />
<br />
Sobre la nariz de Kenter aparecieron unas pequeñas gafas. En sus manos apareció un pequeño datapad.<br />
-Asunto, Garin. Remitente, Kanor, de Coruscant. Mensaje -Ide se paró unos segundos, para pensarse bien el texto-. Sé por qué estás haciendo esto. Conocí a su padre. Tuvo problemas y huyó de Coruscant. Me pidió que cuidara de él. Te busqué en Horuz, pero habían saboteado tu secuencia de emergencia y acabaste aquí. -Se paró, no sabía si seguir dando detalles o dejarlo para cuando respondiera-. Este es mi buzón. Espero tu respuesta.<br />
-Ya está enviado, señor.<br />
-¿Está luchando ahora?<br />
-No, señor. Descansando. Gasta casi todos sus hak en "tiempo privado". Eso es una mala táctica, porque sus fans preferirían verlo... Ya tenemos respuesta al mensaje.<br />
<br />
Ide sonrió. Sabía que no tardaría en responder.<br />
<br />
-Léemela.<br />
-"Introduzca código de anulación". Ni remite, ni asunto...<br />
<br />
Entonces recordó que Tu'Ala le había dado las coordenadas, pero no un código de anulación. Si había cambiado el destino, con toda probabilidad había cambiado el código. Ide sacó su hololibro, para abrir el canal seguro para hablar con el Templo.<br />
<br />
Uno de los (ya familiares para Ide) ayudantes informáticos apareció en pantalla. Era 3-Tru, el especialista en seguridad.<br />
<br />
-Saludos, 3-Tru. Necesito mandar un mensaje a la expadawan Tu'Ala.<br />
<br />
-¿Mensaje, no comunicación directa? -dijo en tono profesional.<br />
<br />
-Mensaje.<br />
<br />
-Tecléelo en su interfaz.<br />
<br />
Ide escribió. "Los he encontrado. El robot tiene un código de desactivación. Espero que se te ocurriera cambiarlo y que te acuerdes. Contactar con Garin será más complicado." Pensó unos segundos, y escribió otro párrafo. "Espero que estés bien. De verdad. Iré a verte cuando pueda." Y envió el texto.<br />
<br />
La respuesta llegó cinco minutos después:<br />
<br />
"Te daré el código a cambio de una promesa solemne, por tu vida, tu honor de jedi y la Fuerza que lo sostiene todo."<br />
<br />
Respondió. "Como pudiste ver, soy un jedi de palabra. Habla."<br />
<br />
"Quiero que me prometas, por lo anterioremente dicho, que cuando vengas a verme tendremos sexo. Relaciones sexuales completas."<br />
<br />
"Pensaba que me ibas a pedir algo complicado de hacer."<br />
<br />
"Es algo muy complicado, si el otro no quiere. No puedo tomarlo ni exigirlo, sólo pedirlo."<br />
<br />
"Por mi vida, mi honor de jedi y por la Fuerza que todo lo sostiene, tienes mi palabra, y la convicción de que no supondrá esfuerzo alguno." Ide sonrió al escribir esto, pero lo envió así.<br />
<br />
"Contaré las horas. Desde ahora me declaro en abstinencia, hasta que nos veamos :D ."<br />
<br />
Ide esperó que el canal no estuviera vigilado. Aunque, dado su historial, no era de esperar que nadie en el Templo se alarmara.<br />
Kenter permanecía erguido, alerta, en espera de más órdenes. Para variar, estaba callado. Ide se quedó pensando unos segundos. No sabía si enviar el código ahora, o hacerlo después. Y, en cualquier caso, no sabía lo que pasaría cuando introdujera el código.<br />
<br />
-Kenter, ¿sabes si Morg tiene algún combate hoy?<br />
<br />
-Nadie lo sabe, señor -repuso el hombrecillo, con cara de circunstancias-. Como ya le he dicho, gasta casi todos sus hak en "tiempo de privacidad". Y dada su naturaleza robótica, tampoco gasta mucho en mantenimiento... así que el momento de su siguiente combate es entre ahora y dentro de veintiocho horas.<br />
<br />
-Bien. Necesito que le envíes otro mensaje.<br />
<br />
-Será un placer, señor.<br />
<br />
-Mismo asunto que el anterior. Escribe. "Tengo el código, pero necesito asegurarme de que Kurel estará bien. ¿Qué harás cuando se desactive la secuencia de emergencia?".<br />
<br />
Cuando vio el mensaje escrito, tuvo la vaga impresión de que la respuesta sería "Introduzca código de anulación", sin remite, ni asunto.<br />
<br />
-Ya hay respuesta, señor. La leo: "El estado de salud de Kurel está al noventa y siete por ciento, y me encuentro en disposición de afirmar que permanecerá entre el noventa y cinco y el cien por cien; al menos en las próximas seis semanas. Introduzca código de anulación."<br />
<br />
Ide no sabía si anular la secuencia de emergencia ahora. O esperar a tener resuelto lo de Arakosia. Y lo de Delia. Y lo de Lionel. Quizás podría presionar a Vima, si tuviera control sobre Morg.<br />
<br />
-Responde, Kenter. "No has respondido a mi pregunta. Qué pasará con Kurel, y contigo, cuando introduzca el código. Y en cualquier caso, no te voy a enviar el código por una red no segura. Te lo daré en persona. Supongo que habrás sido lo suficientemente listo como para rastrear desde dónde te he enviado este mensaje."<br />
<br />
-"Remitente irrastreable debido a la configuración del sistema. Respuesta a la pregunta planteada excede parámetros de seguridad. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide dictó a Kenter de nuevo. "Habitación [...], en el Palacio del Dolor. No transferiré el código por una red privada. Si no piensas venir, proporcióname un buzón de la HoloRed donde pueda mandarte el código."<br />
<br />
"No dispongo de acceso a HoloNet. No puedo abandonar el Hak'Un Shapp."<br />
<br />
Ide no se fiaba de que alguien estuviera vigilando las comunicaciones, y que, intencionadamente podría intervenir el mensaje y no permitir que llegara a Morg. Por eso, intencionadamente, envió un código erróneo.<br />
<br />
-Kenter, envía la siguiente secuencia. -Dictó el código, errando en algunos números a propósito. Si Morg respondía, sería prueba inequívoca de que le había llegado el mensaje.<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Miró la respuesta algo atónito. No tenía ningún sentido que se bloqueara el sistema tras un intento erróneo. Aunque al menos sabía que nadie estaba interviniendo el canal.<br />
<br />
-Kenter, envía otro mensaje. -Esta vez, dictó el código correctamente, y lo repasó dos veces-. Además, crea un alias oculto en el remitente. Habrá bloqueado la anterior dirección.<br />
<br />
Cuando llegó el siguiente mensaje, Ide lo contempló, sin acabar de creérselo:<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la mente de Ide. ''A lo mejor no era Morg'' el que estaba enviando los mensajes de "Código incorrecto". Envió una tercera clave, ligeramente modificada respecto de la correcta que le había enviado Tu'Ala. Además escribió a la chica por el canal abierto en su Hololibro: "¿Estás segura de que esa es la clave?".<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
==Seguridad hutt==<br />
<br />
El mensaje de Tu'Ala tardó un poco más en llegar: "Claro, por supuesto, yo misma lo cambié. Es culpa de alguien pequeño y rojo. Tendrás que decírselo en persona, antes de mañana por la tarde."<br />
<br />
Respondió a Tu'Ala. "¿Alguien pequeño y rojo? ¿Mañana por la tarde? ¿Qué tiene que ver eso con el código que Morg ha rechazado?"<br />
<br />
"Sabes, no puedo ajustar mis visiones proféticas desde aquí. Por el ysalamiri, sabes. Hablo de memoria, esto es algo que vi una vez. Pero creo que no es Morg el que está rechazando el código."<br />
<br />
"''Estupendo''", pensó Ide, "''ahora además de alguien interfiriendo la comunicación tenemos una visión profética''".<br />
Abrió su Hololibro de nuevo. Escribió un pequeño programa, de apenas diez líneas de código, que generaba variaciones del código de seguridad. Lo conectó a la consola de Kenter.<br />
<br />
-Kenter, envía la salida de este programa a ''Morg''. Cada diez segundos. Una clave por mensaje.<br />
<br />
"''Si quieres tener la clave, vas a tener que encontrarla entre todas las que vas a recibir, y luego discutirlo con Morg''", pensó.<br />
<br />
Desde Kenter manó una especie de murmullo, al comenzar a mandar variaciones del código. Al mismo tiempo, con una voz muy suave le dijo a Ide: "Esta es una tarea infinita, señor..."<br />
<br />
-No te preocupes, no durará mucho -dijo Ide con una media sonrisa-. Envía unos cuantos mensajes más, luego aumentaremos la frecuencia. Cuando haya enviado unas cuatro mil claves, será suficiente.<br />
<br />
-Sí, señor -dijo Kenter, con voz cansada.<br />
<br />
-Si enrutas mi Hololibro al sistema de mensajería, yo mismo puedo configurar los envíos, y no tendrás que dedicar procesador a esta tarea.<br />
<br />
-No... autorizado... no se preocupe por mí, señor.<br />
<br />
Ide comenzó a escribir en su hololibro, modificando el programa.<br />
<br />
Kenter se sentó, y tenía la expresión perdida. Cuando volvió a hablar, su voz era casi inaudible:<br />
<br />
-Cuatro... mil... claves... será... suficiente...<br />
<br />
Ide cambió el límite, y la cara de Kenter se congeló en un rictus de horror. Modificó el programa para que siguiera generando claves, cada vez con más frecuencia. Si conseguía saturar el buffer de Kenter... quizá...<br />
<br />
Diez segundos más tarde, la imagen de Kenter se inmovilizó. Seguía sentado, con la mirada perdida; e Ide se dio cuenta de que estaba perfectamente inmóvil. Probablemente al saturarse el buffer había sobreescrito algún otro sector de memoria, conjeturó Ide. En cualquier caso, estaba claramente fuera de combate. Intentó entonces acceder directamente a la red privada de comunicaciones, y descubrió que la IA era responsable de la seguridad de red de la habitación, que había caído.<br />
<br />
Ide accedió sin ningún problema. Por otra parte, debía haber centenares, o miles, de IAs similares a Kenter, cada una controlando una zona específica. Probó a marcar un mensaje dirigido a Morg, con otra clave falsa, para intentar seguir la traza. Comprobó que había una dirección por la que pasaban todos los mensajes que salían de la habitación. El mensaje dirigido a Morg no volvió a salir de esa dirección. En cambio, mandó un mensaje a Ide. Ni se molestó en abrirlo. Ya sabía lo que decía.<br />
<br />
Probó a enviar un mensaje de ánimo a Morg, suplantando la dirección de otra de las habitaciones del hotel. Algo así como "Apostaré por ti, lo estás haciendo fenomenal, ¡eres extraordinario!". Lo siguió por su ruta en la red, y observó que realizaba el mismo recorrido. Salvo que el mensaje de vuelta era "Gracias, apreciado admirador. La próxima vez que le arranque los miembros a alguien, lo haré en tu honor.".<br />
<br />
"''Así que ninguno de mis mensajes ha llegado a Morg...''". Repasó la correspondencia. Pero su interlocutor sabía de Kurel, no podía ser... salvo que el interlocutor intermedio funcionara como una especie de censor... que abriera todos los mensajes y sólo dejara pasar los que viera más convenientes. Por la velocidad con la que respondía, Ide intuyó que se trataba de un filtro electrónico. Que era, probablemente, el que había repetido el mensaje de Morg en la segunda clave. Y en la tercera. Y en la cuatro mil. Si quería saltarse el filtro... tendría que enviar un mensaje que no estuviera en las reglas de bloqueo. Mencionar a Kurel había<br />
funcionado. Y a Horuz. Así que redactó un mensaje con un remitente distinto, se consignó a la Fuerza, y cruzó los dedos para que el filtro no lo retuviera.<br />
<br />
Remitente: "Ide". Asunto: "Kurel". Mensaje: "El hijo de Zhur Garin, que fue traido aquí desde Horuz, debe ser trasladado al Templo Jedi de Coruscant, por deseo expreso de él mismo." El mensaje no llegó más allá del interlocutor intermedio. El mensaje de vuelta decía: "No tengo problema con eso. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide se quedó mirando su Hololibro. Tuvo otra obvia revelación. Las reglas no se limitarían a aprender los mensajes que Morg hubiera rechazado. Además, jamás dejarían pasar un mensaje que contuviera un código de desbloqueo de un droide.<br />
<br />
Aún quedaba el problema de los pocos miles de claves que había enviado. Si un observador humano decidía probarlas, probablemente podrían obtener el control de Morg en pocas horas. Siempre que el supervisor, el cual Ide estaba seguro que existía, no decidiera que era un ataque aleatorio para obtener el control de Morg...<br />
<br />
Aprovechando la brecha abierta, Ide instaló su programa en el terminal donde antes se había estado ejecutando Kenter. Lo ejecutó para que siguiera enviando claves. Observó, desde la monitorización que hacía desde su Hololibro, cómo el filtro las respondía automáticamente. Creó un pequeño filtro, que descartaba las respuestas estándar, y que avisaba y detenía el envío en caso de obtener una respuesta distinta.<br />
<br />
Cuando terminó era casi la hora de la cena. Desconectó su Hololibro y dejó su sistema funcionando.<br />
<br />
Obviamente, Kenter no sería capaz de avisarlo, así que cogió sus cosas y se dirigió a la Flor Esquiva.<br />
<br />
<br />
<<Continúa en [[Humo y Vapor III]]>></div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIHumo y Vapor II2013-06-26T18:58:18Z<p>El Universo: /* Recursos Humanos */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26 aGR; 18:30'''<br />
<br />
Volvieron a la atmósfera tan rápido como la twi'lek podía pilotar. Aunque inmerso en sus pensamientos y las sensaciones que iban y venían sobre su padawan, se paró a examinarla unos segundos. Había explotado, cuando el mercenario la tenía sujeta con el cuchillo. Que Ide supiera, sólo había una forma de estallar de esa manera, y ya la había visto antes en un usuario de la Fuerza.<br />
<br />
Ella misma seguía asustada por lo que acababa de experimentar, y parecía muy confusa. Y seguía pilotando, volcándose en la conducción como única manera de mantener la cordura. Pero Ide la veía con otros ojos.<br />
<br />
Ella estaba pilotando ''mediante la Fuerza''. Y también estaba inmersa en un shock emocional.<br />
<br />
Pero ya se encargaría de esto más tarde. Ahora tenía que ver a su padawan.<br />
<br />
==Llegada==<br />
<br />
El tiempo base para llegar era de cuarenta minutos, pero ella consiguió reducirlo a treinta mediante algunas maniobras de dudoso buen gusto, que no produjeron víctimas de puro milagro.<br />
<br />
Poco antes de llegar, Ide vio la columna de humo que surgía del techo hundido de la mansión Wolkan. Fue entonces cuando se empezó a preocupar de verdad.<br />
<br />
Aterrizaron en el mismo hangar donde Ide había aparcado al llegar allí por primera vez, y que era de las pocas partes que conservaba la estructura más o menos intacta. Nadie salió a recibirlos.<br />
<br />
Ide caminó fuera de la nave, con premura pero sin perder la precaución, con el sable de luz en la mano, aunque apagado. Agudizó el oído, no se escuchaban sonidos de combate. Con la Fuerza no podía percibir a Arakosia, pero ella siempre había sido, por naturaleza, difícil de percibir.<br />
<br />
MN-44, con un brazo menos y varias marcas de blaster sobre su torso, se acercó cojeando a Ide.<br />
<br />
-Cielos, ''Emeene''... ¿qué ha pasado aquí?<br />
<br />
-¿Señor Kanor? No puedo verlo bien, mis fotoreceptores están dañados... hemos sido atacados, señor.<br />
<br />
-¿Dónde está Keel? ¿Y Arakosia?<br />
<br />
-El amo Wolkan se ha encerrado en su búnker, y no tiene intención de salir hasta que piense que el entorno es seguro. La chica que lo acompañaba a usted desapareció en el fragor del combate.<br />
<br />
De repente, Ide se acordó de algo más. Cogió su intercomunicador y se lo llevó a la boca.<br />
<br />
-¿Lionel? Lionel, aquí Ide, contesta.<br />
<br />
Un chorro de estática fue la única respuesta. Ide no acababa de tener claro si había percibido la voz de Lionel en medio de la estática, o si había sido su mente, intentando convencerle de que así había sido.<br />
<br />
==Control de daños==<br />
<br />
Marcó en el comunicador el número de Keel. Una voz airada contestó.<br />
<br />
-¡Ahora qué!<br />
<br />
-¿Ahora qué? ¿Qué está pasando aquí? Me han intentado matar mientras estaba en el gremio de cazarrecompensas... ¿qué significa todo esto?<br />
<br />
-¡Que qué significa qué! ¡Han intentado matarme! ¡En mi propia casa!<br />
<br />
-¿Sabes quién es el responsable?<br />
<br />
-¡Mercenarios, creo! ¡No lo sé! ¡Cuando el que sea quiera reclamar el ''k'shii'', lo sabremos! ¡Mierda! ¡He perdido más de cincuenta esclavos! Por cierto, siento haberte dejado sin piloto.<br />
<br />
A Ide le dio un vuelco el corazón.<br />
<br />
-¿Perdona?<br />
<br />
-La twi'lek. Lo siento, he activado el código de su implante hace un rato. Ha sido al activar la marea de carne... pero veo que has llegado bien, así que no ha sido un gran contratiempo.<br />
<br />
La chica, de pie al lado de Ide, se puso pálida. Con la mirada aturdida, se sentó en el suelo.<br />
<br />
-Eh, bueno, ahora tenemos otros asuntos que tratar. Yo, por ejemplo, tengo que encontrar a mi aprendiz. Llámame si necesitas algo, pero por lo que veo sabes cuidarte solo. -Miró a MN-44-. Deberías hacer algo con MN, parece algo dañado.<br />
<br />
-Anda la leche, ¿sigue vivo? Estee... ya lo mandaré reparar cuando salga y tal...<br />
<br />
-Descuida. Te veo luego.<br />
<br />
Cogió a la twi'lek del brazo y se dirigió a la nave. Cuando llegó a la nave, ella se dejó caer sobre sus rodillas y comenzó a sollozar.<br />
<br />
-Disculpa la pregunta, pero... al activar Keel tu implante, ¿no debías haber muerto?<br />
<br />
Ella negó con la cabeza, sin dejar de llorar.<br />
<br />
-Pero Keel piensa que has muerto -ella asintió-. Entonces, si Keel piensa que has muerto, es porque debías haber muerto, pero que algo falló en ese instante. A no ser que algo se me escape -ella asintió-. También, en lugar de asentir sin decir nada, podrías decirme qué pasa. O podemos jugar al juego del jedi que busca la verdad sin que la twi'lek hable.<br />
<br />
==Respuestas==<br />
<br />
Ella se giró a medias, sin atreverse a mirar a Ide a los ojos. Con un hilo de voz contestó:<br />
<br />
-¿Je...di?<br />
<br />
Ide tuvo un momento de duda, pero luego creyó entender.<br />
<br />
-¿Sabes quién soy? -ella negó con la cabeza. Ide sonrió -. ¿Sabes quién es Keel? -ella asintió, con un escalofrío-. Pues te voy a dar una buena noticia: creo que eres una twi'lek libre, sobre todo porque tu amo piensa que has muerto, y tu implante ha fallado cuando él intentó activarlo.<br />
<br />
Ella se calmó un poco. Habló con la voz deformada por haber llorado, pero más calmada.<br />
<br />
-El implante no falló por eso -dijo en voz baja-. Falló porque Keel no era mi propietario.<br />
<br />
-Ahora sí que no entiendo nada. Él piensa que tú has muerto...<br />
<br />
-Porque él dio la orden de activar mi implante. Pero como él no era mi propietario, no se activó.<br />
<br />
-¿Y a quién perteneces?<br />
<br />
-A ti, amo -miró a otro lado, como si no soportara mirarlo a los ojos- Mi código está en tu cristal de pago.<br />
<br />
-Entiendo. Osea, que te compré cuando gestionaste el alquiler del carguero, por eso me salió tan caro...<br />
<br />
Ella lo miró extrañada.<br />
<br />
-No, el precio de la nave es correcto. Y es de segunda mano. Mi... coste es un porcentaje pequeño de lo que se gastó en aquella nave.<br />
<br />
-¿Segunda mano? ¿Lo he comprado? ¿Te compré a ti y a la nave? - Ide estaba sinceramente sorprendido.<br />
<br />
-Y a muy buen precio, si me permite decírselo, amo.<br />
<br />
Guardó silencio durante unos segundos.<br />
<br />
-Entonces supongo que ya me puedes decir tu nombre.<br />
<br />
-Un esclavo no tiene nombre, amo. Puede llamarme como guste...<br />
<br />
-Ya, lo que pasa es que tú no eres mi esclava. Te voy a liberar en cuanto sepa cómo quitarte esa cosa de la activación.<br />
<br />
-Es que yo no quiero ser liberada -miró a Ide, que la observaba con el desconcierto pintado en el rostro- ¿Libre? ¿Con este cuerpo? ¿En Nar Shaddaa? Ni hablar. Como propiedad, tengo mis derechos.<br />
<br />
-Oh, bueno, yo pensaba más bien que te vinieras a Coruscant.<br />
<br />
Los ojos de ella se agrandaron con sorpresa, pero no se atrevía a creer.<br />
<br />
==Los detalles después==<br />
<br />
-Bueno -siguió Ide-, los detalles podemos discutirlos después. Ahora necesitaría que me ayudaras a encontrar a mi aprendiz, y de paso a terminar la misión que tengo que hacer aquí.<br />
<br />
-Mientras tanto, y según la legislación de Nar Shaddaa, soy de tu propiedad -sonrió-. No puede ser peor que Keel Wolkan -escupió el nombre con desprecio.<br />
<br />
-Estoy seguro de que no -dijo, devolviéndole la sonrisa-.<br />
<br />
-Y, ahora, ¿cómo puedo serte de utilidad, amo?<br />
<br />
-Para empezar podrías dejar de llamarme amo.<br />
<br />
-¿Señor, quizá? ¿El nombre de pila? A algunos amos les gusta...<br />
<br />
-Ide está bien.<br />
<br />
-Ide -repitió ella en voz baja-. Es bonito. Necesitarás un apelativo para denominarme, Ide. Y ahora que soy de tu propiedad, contestaré a todas tus preguntas. ¿Quieres saber cómo me llamaba? ¿Quieres saber qué me gusta en la cama?<br />
<br />
Ide movió los ojos hacia arriba. Le encantaría charlar y animar a la chica, pero ahora tenía algo que hacer.<br />
<br />
-Vamos, me puedes contar todo eso mientras rescatamos a mi ayudante -sonrió, y subió la rampa de acceso.<br />
<br />
-Claro, si no he desconectado la energía de la nave -se encogió de hombros- por si había problemas. Pero, ¿hacia dónde vamos?<br />
<br />
-Hacia el sitio del que nunca debí alejarme. Al Palacio del Dolor.<br />
<br />
Ide vio como un escalofrío recorría la espalda de la twi'lek, pero ésta no dijo nada. Caminó hasta el puesto del piloto, y partieron dejando una estela de humo y vapor.<br />
<br />
==Un trayecto corto==<br />
<br />
La chica parecía haber pensado, inicialmente, que iban al Palacio del Dolor a alojarse. Por eso le contó brevemente lo que había venido a hacer a Nar Shadda, y los problemas que habían surgido con su piloto durante la investigación en el Palacio del Dolor. Le contó además, la sospecha que tenía de que tanto el ataque en el Gremio como la destrucción de la casa de Keel fueran obra de Vima Da'Motta.<br />
<br />
Ella asintió respetuosamente, intercalando comentarios apropiados a la historia de Ide, pero sin hacer ninguna pregunta. Cuando Ide guardó silencio, la escuchó susurrar "marea de carne".<br />
<br />
-Todavía no sé tu nombre -intervino Ide -. El que tenías antes de ser esclava.<br />
-Sira Levora -dijo ella con un tono extraño- Bueno, en realidad es Siral'evora, pero en básico se dice así.<br />
El joven no dijo nada, pero sonrió.<br />
<br />
==De nuevo en el Palacio del Dolor==<br />
<br />
La masa piramidal que era el Palacio del Dolor volvió a aparecer en la distancia. Por alguna razón, bajo el sol parcialmente eclipsado que empezaba a ponerse, bajo el cielo rojizo, a Ide le pareció aún más amenazador que la primera vez que lo vio.<br />
Una protrusión del edificio, cerca de la cima, se extendió para recibirles. Este, comprendió Ide, es un hangar de lujo.<br />
<br />
Bajaron de la nave, y un hombre enfundado en un traje formal los recibió con un ademán moderado y una sonrisa comedida.<br />
<br />
-¿Ide Kanor? -dijo educadamente.<br />
<br />
-En efecto. Cuánto honor, no sabía que tendría recepción oficial -dijo Ide, con un tono algo ambivalente entre lo formal y el sarcasmo.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Es usted un cliente importante. ¿Desea que lo conduzca a sus aposentos? El trayecto puede resultar complicado...<br />
<br />
-Entiendo.<br />
<br />
-La señora DaMot'ta lamenta no poder recibirlo en persona, pero estará encantada de cenar con usted esta noche en la Joya Gloriosa. Puede, mientras tanto, retirarse a sus aposentos, o disfrutar de nuestra muy variada oferta en ocio y restauración. Los pozos de carne, en concreto, son exquisitos.<br />
<br />
-Gracias, creo que esperaré en mi habitación. Por cierto, ¿cómo es que me esperaban? -preguntó, despreocupadamente.<br />
<br />
-Todos nuestros clientes tienen incluído un punto de desembarco con el precio de la habitación, señor. Y yo mismo tengo la labor de recibirle a usted y de proporcionarle cualquier información o servicio que pueda necesitar -sonrió enigmáticamente.<br />
<br />
Ide le devolvió la sonrisa. Aunque no tenia claro a qué venía tanto protocolo, se hacía una ligera idea. En cualquier caso, prefirió no preguntar más.<br />
<br />
El hombre, con un lenguaje corporal a medio camino entre el mayordomo y el ayuda de cámara, hizo un ademán que indicaba "sígame, por favor", y se dispuso a guiarlo hacia su habitación.<br />
<br />
El trayecto fue sorprendentemente corto y visualmente agradable. Ide reconoció los símbolos en la puerta de la habitación, aunque (reflexionó) no estaba del todo seguro de poderlos trazar si quisiera.<br />
<br />
==Indagaciones e invitaciones==<br />
<br />
En el interior, Ide se encontró de nuevo con la considerable extensión de espacio que era la habitación doble, decorada con notable buen gusto, con los hologramas de las paredes mostrando una tarde agradable en Alderaan. El selector holográfico se activó al entrar Ide por la puerta, mostrando de nuevo a la misma mascota humanoide que le había dado la bienvenida en la ocasión anterior.<br />
<br />
-¡Hola de nuevo, señor! -saludó con voz animada- ¡Me alegro mucho de volver a verle!<br />
<br />
-Hola, Kenter.<br />
<br />
-¿Hay algo que pueda hacer que su estancia resulte más agradable?<br />
<br />
-Pues me gustaría que comprobaras si la chica que me acompañaba ayer ha vuelto al hotel.<br />
<br />
-Veré lo que puedo hacer, señor -se volvió, mientras parecía concentrarse unos instantes-. Ahora se encuentra inscrita entre el personal de la Señora del Dolor. Pendiente de terminar cuidados médicos. Pendiente de evaluación física. Pendiente de asignación de destino -dijo en tono monocorde- ¿Desea alguna otra cosa, señor?<br />
<br />
-El... ¿personal, has dicho? Me gustaría verla, si fuese posible -dijo Ide, intentando mantener el tono educado.<br />
<br />
-Por supuesto, señor -dijo Kenter, servicialmente. Su imagen se difuminó, y se convirtió en la de una habitación espaciosa, llena de máquinas, donde tres droides médicos trabajaban afanosamente en Arakosia, que parecía ser la única paciente. Ella permanecía inconsciente, en el interior de una especie de cámara bañada con luz o líquido (la imagen era poco clara) de color dorado.<br />
<br />
-¿Y cuándo dices que ingresó aquí? -siguió Ide.<br />
<br />
-Me temo que esa información no la conozco, señor -reflexionó un instante- Supongo que hace poco, porque la evaluación física, asignada como tarea pendiente, es una de las primeras cosas que se realizan cuando alguien entra a formar parte de nuestra pequeña familia -sonrió.<br />
<br />
-Bueno, entonces me gustaría hablar con alguien responsable del nuevo personal. No entiendo por qué mi acompañante ha ingresado como miembro del hotel.<br />
<br />
-¿Holopresencia, señor? ¿O desea una entrevista en persona?<br />
<br />
-En persona, por favor -Ide estaba haciendo un esfuerzo por mantener la compostura-. Es un tema delicado, no entiendo qué está pasando aquí.<br />
<br />
-Comprendo -asintió el holograma animado-. Me temo que eso tardará un poco más. Nuestro hogar es un lugar grande...<br />
<br />
-Supongo que podrá ser antes de la cena.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Serán entre veinte y veinticinco minutos.<br />
<br />
-Estupendo. Esperaré aquí.<br />
<br />
Kenter no se desvaneció.<br />
<br />
-Parece contrariado, señor. ¿Hay algo que pueda hacer por usted? ¿Licor, especia, mujeres?<br />
<br />
-No, gracias, Kenter -interrumpió Ide-. Esperaré aquí hasta que pueda entrevistarme con el responsable del ingreso de Arakosia.<br />
<br />
-Como desee, señor. Permaneceré atento, por si necesita algo -se desvaneció.<br />
<br />
Ide se dirigió a la cama, y sin musitar una palabra más, adoptó postura de meditación. Necesitaba atar cabos, aunque todo apuntaba, cada vez más claramente, a que detrás de esta jugada estaba la misma Vima Da'Motta.<br />
<br />
==Espera, meditación==<br />
<br />
Ide cerró los ojos, y dejó su mente tan en calma como le fue capaz. Intuía que probablemente un jedi más experimentado lo lograría con mayor facilidad, pero al final consiguió aquietarse lo suficiente. O eso creía.<br />
<br />
Dejó vagar su percepción hacia el pasado, guiándola con suave firmeza al momento en el que creyó percibir la presencia de Arakosia, cuando estaba en aquel hangar...<br />
<br />
{{flashback| ...se vio a sí mismo, de pie junto a la nave que en aquel momento pensaba alquilada, el alienígena recién desintegrado, algunas de sus moléculas aún en el aire, y la sensación de vibrato que le llegaba desde la distancia. Ahora lo identificaba. Era la impronta de Arakosia en la Fuerza. Aun inconsciente, se había sentido en peligro. Y lo que había estado a punto de percibir no era sino el vínculo maestro-aprendiz, que él conocía tan bien... desde el lado del aprendiz.''}} Seguramente la próxima vez que lo percibiera sería capaz de identificarlo con mayor precisión.<br />
<br />
...con la facilidad de la práctica, fluyó hacia adelante para ir al punto en el que el mercenario había tomado a Sira como rehén. <br />
<br />
''Ella estaba llorando y temblando, y de repente...''<br />
<br />
Ide estudió sus recuerdos centésima a centésima.<br />
{{flashback |<br />
''...ella había cerrado los ojos con fuerza, y se había estremecido de puro pánico. Y la Fuerza había respondido. La explosión había brotado de ella. Y la expresión de su cara... no se lo esperaba, ni lo comprendía.'' Y seguía aterrorizada. Pero era una usuaria de la Fuerza, sin ningún género de dudas. O, mejor dicho, tenía el ''potencial'' para serlo.}}<br />
<br />
Justo cuando Ide iba a dirigir sus pensamientos a su aprendiz, aún en la sala de reconocimiento, llamaron a la puerta. Abrió los ojos.<br />
<br />
-Adelante -dijo, sin moverse, aún en pose de meditación.<br />
<br />
==Recursos Humanos==<br />
<br />
El que entró en la habitación había sido un hombre en otros tiempos. Ahora parecía más máquina. Tanto su ojo derecho como gran parte de su cráneo y su brazo izquierdo eran robóticos. La expresión de su cara era de hastío, pero sus modales eran impecables. Hizo un ademán pidiendo permiso antes de entrar en la habitación, y una vez dentro no se sentó hasta que Ide se lo hubo indicado. Aun así, inclinó levemente la cabeza antes de sentarse.<br />
<br />
-Cuénteme -dijo, sin más.<br />
<br />
-Entenderá -siguió Ide, con la misma claridad con la que él había empezado- que me encuentre algo extrañado por lo que ha sucedido. Mi acompañante ha sido ingresada en su hotel como miembro del equipo - enfatizó la última palabra-, según me ha podido informar el asistente holográfico.<br />
<br />
-Me temo que no comprendo de quién está hablando. ¿Podría ser un poco más específico, por favor?<br />
<br />
-Arakosia. La joven humana que tienen actualmente en observación médica.<br />
<br />
-Ah, sí. La hemos adquirido esta misma tarde a muy buen precio, a unos tratantes de esclavos de plena confianza -sus ojos se quedaron fijos un momento, como si mirara a algo muy lejano- Así es como ha entrado a formar parte de nuestro personal -su mirada recuperó parte de la viveza perdida- ¿Desea algo más?<br />
<br />
-Bueno, a ser posible, saber quién les ha vendido a mi aprendiz, la misma que era una humana libre esta misma tarde antes de que la secuestraran de donde estaba alojada.<br />
<br />
-Shawman&K'Rtahn, tratantes. Le puedo dar su dirección o su código de comunicador, si lo desea.<br />
<br />
Ide tomó aire.<br />
<br />
-Aunque claro, supongo que bajo las leyes de Nar Shadda, este individuo tendrá plena potestad sobre lo que haya ''adquirido'' al destruir y arrasar la casa Keel Wolkan, que es donde estaba Arakosia recuperándose. Y que, ahora que la ha vendido, no tiene potestad sobre ella. Y que cortarle la cabeza no anularía la transacción. ¿Me equivoco mucho? -Ide estaba considerablemente molesto por esta, por decirlo de alguna forma, ''inconveniencia''.<br />
<br />
-Su análisis de la situación es correcto, señor -su mirada se volvió reflexiva-. Aunque usted recuperaría parte del k shii perdido. Si lo desea, podemos venderle una esclava similar, de perfil guardaespaldas-concubina, un poco más joven...<br />
<br />
-No, no es sustituible. Necesito recuperar a Arakosia.<br />
<br />
-Si desea recuperar a esa chica en concreto, me temo que el asunto excede a mis competencias. Yo sólo manejo al personal existente, no tengo ningún papel en la entrada o salida de personal.<br />
<br />
-¿Tengo que hablar entonces con su superior?<br />
<br />
-Supongo que eso tendría que discutirlo con la señora Vima DaMot'Ta. Suele ser complicado, ya que no concede citas, pero... supongo es que es usted afortunado, ya que tiene una cita concertada con ella esta noche.<br />
<br />
-Me imaginaba que tendría que hablar directamente con ella. Le agradezco su ayuda.<br />
<br />
-¿Desea algún servicio que le ayude a hacer pasar el tiempo con mayor velocidad mientras espera?<br />
<br />
-No, gracias. Tengo un par de asuntos que resolver antes de la cena.<br />
<br />
-Entonces me retiro a mis quehaceres -dijo el cyborg, mientras se levantaba.<br />
<br />
-Muchas gracias por su atención.<br />
<br />
==Comunicándose con Keel==<br />
<br />
Ide se despidió del tipo, y sin dilación marcó el número de comunicador de Keel Wolkan. Tardó en contestar, y cuando lo hizo no había imagen, sólo una voz que parecía llena de dolor. O de droga.<br />
-Nnhh...-dijo la voz-que-parecía-de-Keel<br />
-Shawman&K'Rtahn. ¿Te suena ese nombre? -dijo Ide, obviando el estado de Wolkan.<br />
-¿Mmm? ¿Kanor?<br />
-Sí. Shawman&K'Rtahn. Han vendido a mi aprendiz a Vima Da'Motta. No sé si estás lo suficientemente lúcido como para atar cabos.<br />
-Una pareja de tratantes. Mi competencia más directa -suspiró-. ¿Qué quieres saber?<br />
-Cómo que qué quiero saber. Lo que te quiero decir es que deben haber sido ellos los que atacaron tu casa, si se han apoderado de mi aprendiz para venderla.<br />
-Ya... -dijo, con poca decisión- Debería haberlo supuesto -parecía dubitativo- Em... pues gracias por el dato, tio.<br />
-Lo que me gustaría saber es por qué sabían que yo estaba en Nar Shadda, y por qué me seguían. Me atacaron al mismo tiempo ocho mercenarios. ¿Tienes algo que contar, Keel?<br />
-Yo... no te comprendo... Tras la exhibición que hicísteis, supongo que bastante gente con el potencial de atacarme sabría de vuestra existencia...<br />
<br />
Ide se quedó bloqueado un momento.<br />
<br />
-Mierda -soltó.<br />
-Yo estoy intentando olvidar todo este asunto a base de especia rosa... -suspiró de nuevo- la especia rosa es buena...<br />
-Supongo que no arreglará nada que descabece a estos dos tíos. Al menos, no me devolverá a Arakosia.<br />
-Bueno, si vas y le dices a todo el mundo que lo haces de mi parte, te daré dos mil gubor. Piénsalo.<br />
-Tanto kshii por dos mil gubor... sabes negociar, Wolkan.<br />
-Bueno, me pareció una oferta justa...<br />
-Me lo pensaré, pero no me interesa el dinero. Me interesa mi aprendiz. ¿Cómo de poderosos son estos tipos?<br />
-Eh... pues más o menos como yo...<br />
-Gracias por la información. Te dejo, tengo que hacer un par de cosas antes de cenar. Cuidate, Wolkan.<br />
<br />
Miró las paredes de su habitación. Se maldijo por haber dejado sola a su aprendiz. Pero maldecirse no iba a arreglar nada, así que se fue a la Flor Esquiva. Ya que no podía hacer nada hasta hablar con Vima Da'Motta, al menos recogería toda la información que pudiera.<br />
<br />
==Regreso a la Flor Esquiva==<br />
<br />
Al parecer, en el Palacio del Dolor era tremendamente fácil llegar al lugar donde uno quisiera ir, o así se lo pareció a Ide.<br />
Llegó a la Flor Esquiva, que parecía estar bastante más animada que la otra vez. Aunque claro, la otra vez había sido por la mañana temprano. Seguía oliendo vagamente a especias, y seguía siendo rica en sofás, pero la música que tocaba Oloruu era más vivaz, y había prácticamente una persona (o pareja, o pequeño grupo) en cada sofá. También flotaba en el ambiente una cierta sensación plácida, no exenta de un extraño regusto amargo.<br />
<br />
Delia hizo un gesto de reconocimiento desde la barra. Comenzó a llenar un vaso con vino de Alderaan y esperó a que Ide y Sira se acercaran a hablar con ella.<br />
<br />
-Parece que no me voy a librar de hablar con tu jefa -dijo él, mientras tomaba asiento. Ella hizo un gesto de simpatía indeterminada.<br />
-Hablar no compromete a nada -dijo ella. Dejó pasar un par de segundos-. ¿Has encontrado al androide ese que buscabas?<br />
-No, pero tengo alguna pista. El problema es que en el camino he perdido a mi aprendiz. La han secuestrado y vendido. Adivina quién es su nueva dueña.<br />
-¿La Señora del Dolor, quizá?<br />
-Bingo. Unos tipejos atacaron la casa donde estaba... descansando. Keel Wolkan, no sé si te sonará.<br />
<br />
Se mostró levemente sorprendida.<br />
<br />
-Em... sí, es relativamente conocido.<br />
-Pues le han asestado un buen golpe.<br />
-Mala cosa... es una rata cobarde y cruel, muy capaz de usar a sus esclavos como campo de minas... pobres chicas.<br />
-Ah, a eso se refería con lo de marea de carne...<br />
-Sí, a eso. Se implanta un explosivo un poco más potente, y se hacen detonar los esclavos más cercanos a tu enemigo -comentó en un tono distante, pero asqueado- ...pobres chicas... -repitió mientras miraba a Sira con una huella de dolor compartido.<br />
-Una se salvó. La que me dejó como piloto. La compré sin querer -dijo Ide, intentando desviar el tema mientras Sira se ruborizaba en verde oscuro y apartaba la mirada.<br />
-Le salvaste la vida, tú -sonrió-. ¿No hay una tradición de cuidar de las vidas que uno salva? ¿O era al revés?<br />
-No lo sé. Mi orden nos insta a proteger a los desamparados, siempre que sea posible -el jedi sonrió, siendo consciente de lo que Delia estaba pensando.<br />
Delia le devolvió la sonrisa, con una calidez que no había visto a ningún nativo de Nar Shaddaa.<br />
-Te entiendo -no dijo nada más. Parecía tocada por sentimientos profundos, y siguió limpiando el vaso durante medio minuto, sin decir nada ni mirar a Ide directamente.<br />
<br />
Ide estuvo a punto de contarle que pensaba negociar con Vima para liberarla, y que pensaba que iba a ser difícil puesto que parecía valiosa, pero pensó que era mejor pasar por algunos temas de forma tangencial.<br />
<br />
-Creo que han cogido a Lionel -dijo, mirándola fijamente.<br />
Ella frunció el ceño.<br />
-No debió haberse quedado tanto.<br />
-Lo mandé a orbitar con la nave. Pero parece que no fue suficiente. No me contesta, y eso es mala señal -miró su vino. En cierto modo, se sentía responsable.<br />
-No sabría decir... a mí nunca me contesta -dijo con rabia.<br />
-Bueno. La gente cambia. Las cosas cambian. Hace tres horas mi aprendiz era mi aprendiz y ahora es una esclava de Vima. Esta noche puede que sea diferente.<br />
-Me pregunto para qué la querrá. ¿Ella era el objetivo de una operación completa o sólo fue un extra?<br />
-Digamos que... anoche... se hizo valer. Hizo una exhibición en casa de Keel. Llamamos la atención -ella hizo un gesto de sorpresa-. Fui un tonto. Nos siguieron la pista, y atacaron en casa de Keel. Ocho<br />
mercenarios me atacaron a mí mientras estaba en el Gremio de Cazarecompensas. Yo pude deshacerme de ellos, pero mi aprendiz no -levantó la mirada. No supo decir si estaba preocupado o la echaba de menos,<br />
pero no se permitió pensarlo mucho.<br />
Delia pareció acordarse de algo de repente. Extrajo un pequeño visor plano de un lateral de la barra y lo giró para que sólo pudieran verlo Ide y ella.<br />
-Un momento -dijo mientras manipulaba unos controles-. Apareció la imagen de Arakosia desnuda, haciendo girar su espada a gran velocidad para destrozar una oleada de fruta. Se notaba que la imagen se estaba desarrollando a cámara lenta en la velocidad a la que caían los trozos de fruta una vez cortados.- ¿Esta es ella?<br />
<br />
Ide no dijo nada durante unos momentos.<br />
<br />
-Debí habérmelo figurado -dijo con amargura-. Debo ser el jedi más tonto de toda la Orden.<br />
<br />
-Bueno, esto responde a mi pregunta anterior -dijo ella, sin hacer caso al comentario de Ide-. Ya sabemos para qué la quiere Vima.<br />
-Tiene todo el sentido.<br />
<br />
En un instante, Ide pasó de la frustración a la esperanza. "Lo que Vima no sabe es que eso no era Arakosia moviéndose, sino la droga actuando". Y justo cuando terminó la frase mental, se dio cuenta de lo que haría Vima si supiera que era la especia roja la que la hizo canalizar la Fuerza así.<br />
<br />
-Pues claro que lo tiene. La quiere para el Hak'un Shapp.<br />
<br />
Ide abrió mucho los ojos y habló con una pesada y profusa determinación.<br />
<br />
-Ya sé lo que voy a hacer. Sira, quédate aquí -ella asintió.<br />
<br />
Se despidió de Delia y se dirigió a su habitación.<br />
<br />
==Tratos con Fenel Fodel==<br />
<br />
Apenas hubo abierto la puerta, Kenter se volvió a materializar:<br />
-¡Saludos, noble señor! ¿Cómo puedo hacerlo más feliz?<br />
-Holocomunicación con el responsable de personal -dijo sin casi dejar terminar a Kenter-. El tipo que vino antes y ni siquiera se presentó.<br />
-Su nombre es Fenel Fodel. Lo llamaré en seguida.<br />
<br />
Tras unos diez segundos, la cara del ciborg apareció en el holocomunicador.<br />
<br />
-Necesito que me hagas un favor.<br />
-Dígame su problema y veré qué puedo hacer.<br />
-¿Tiene Arakosia ya el implante?<br />
-Me temo que los informes médicos relativos al personal son privados, señor.<br />
-Entiendo que es un no -se aventuró a decir-. Si oficialmente fuera una esclava, no tendrías problema en comunicarlo -hizo una pequeña pausa.<br />
-No tengo ningún problema en comunicarlo, más allá de la incomodidad que a veces supone para un cliente encontrarse a nuestro servicio a un... antiguo conocido -hizo un gesto de incomodidad-. Pero no se confunda. Es nuestra.<br />
-Necesito que postpongas la inserción. Sólo hasta esta noche, después de que negocie con Vima.<br />
-Mi deber es implantarla cuanto antes, si los informes médicos son favorables. Aunque la naturaleza de mi trabajo incluye cierta... flexibilidad a la hora de estimar parámetros intangibles, como la naturaleza favorable de un informe técnico -pareció concentrarse durante un instante-. Sin embargo, la Señora del Dolor parece haberse tomado un interés personal en este caso, y no creo que viera una... dilación intencionada por mi parte con buenos ojos. Representaría para mí un riesgo considerable.<br />
-Cuánto quieres -preguntó Ide con apenas entonación interrogativa.<br />
-No quiero dinero. Quiero irme de Nar Shaddaa.<br />
-Cuánto vales -repuso, como si la primera pregunta no hubiera existido.<br />
-Soy un agente libre, pero me retienen... compromisos ineludibles. Necesito que me saque de aquí alguien a quien no le importe la ira de Vima.<br />
-Uhm -Ide se quedó dubitativo. Algo pareció endurecerse en Fenel Fodel-. A mí no me importa, mientras consiga lo que he venido a buscar -el ciborg se relajó nuevamente, y esbozó la más mínima de las sonrisas. Asintió. -Será sólo una hora. Voy a ver a Vima en la cena, y tras la cena todo estará resuelto. De una manera u otra -sentenció.<br />
-Ten cuidado -dijo mientras asentía sobriamente.<br />
<br />
==Dinero y datos==<br />
<br />
Cuando se despidieron, Ide se dirigió a Kenter.<br />
<br />
-Kenter, ¿podrías comprobarme cuánto dinero queda en este cristal? -dijo Ide, mientras introducía el cristal en la ranura disponible.<br />
-¡Por supuesto, señor! -dijo con una cordialidad que a Ide comenzaba a cansarle- En este momento cuenta con 22714 gubor y 170 fleber.<br />
-Ahá. ¿Y sabes cómo anda el cambio medio de Gubor-Sgin?<br />
-El cambio medio oscila, señor, pero más o menos seis sgin hacen un gubor. Por supuesto, la tasa de cambio es tremendamente variable, y ya que muchos de los cambios de moneda se hacen electrónicamente, las tasas de cambio con varios decimales no son extrañas.<br />
<br />
"''Parece entonces que Sira hizo efectivamente un buen trato con la nave''", pensó Ide cuando hizo cuentas mentalmente. El carguero había costado unos 1.600 gubor. La realidad es que Ide no tenía muy claro cuánto significaba esa cantidad, pero lo que sí le pareció era que le quedaba una proporción bastante buena de dinero.<br />
<br />
De repente se acordó de Sira. Cogió su comunicador y escribió un mensaje. "Vete a la Flor Esquiva. Allí encontrarás a Delia. Dile que eres la que se salvó, y espérame allí. Lo que necesites comer y beber lo pagaré yo." <br />
Entretanto esperaba que llegara la hora de la cena decidió bajar a ver, en persona, qué era eso del Hak'un'Shap. Se quedó parado un segundo, y con decisión, salió por la puerta.<br />
No dio ni dos pasos cuando se dio cuenta de que no sabía dónde ir. Suspiró.<br />
<br />
-Kenter -dijo, con pesadumbre. Kenter tenía lo mismo de útil que de irritante.<br />
<br />
-¿Sí, señor?<br />
<br />
-¿Podrías decirme por favor dime dónde se celebra el Hak'un'Shapp?<br />
<br />
-Se celebra en los niveles 1 a 50, señor. Se pueden seguir los encuentros desde cualquier consola del hotel, y también se puede apostar desde cualquier lugar.<br />
<br />
-Gracias, pero prefiero verlo. Además, así veo si conozco a alguno de los participantes.<br />
<br />
-Nadie lo ve con sus propios ojos, señor, excepto los participantes. Los niveles 1 a 50 están llenos de cámaras para retransmitirlo todo con la mayor fidelidad. En cuanto a la identidad de los participantes... no veo en qué es diferente verlo en vivo de ver una holografía con detalle 1:1. ¿Desea rastrear a algún participante en concreto?<br />
<br />
-Pues la verdad es que conozco a Morg. No me importaría verlo.<br />
<br />
-¿Desea saber qué tal le va, señor? ¿O prefiere el holograma que se hizo al inscribirse?<br />
<br />
-Muéstrame ambos.<br />
<br />
-Por supuesto -dijo Kenter.<br />
<br />
De inmediato se activó un holoproyector en la pared opuesta a la cama, mostrando un droide bastante alto y ancho, de unos dos metros y medio. Permaneció unos segundos así, y luego sus extremidades se desplegaron, para llegar a medir tres mertos y medio. Transmitía una sensación de ser grandote e inofensivo que (como bien sabía Ide) no se correspondía con la realidad.<br />
<br />
La imagen se desvaneció, para dar paso a una representación seudobidimensional, que mostraba a Morg en una habitación. Un rótulo bajo la escena decía: "¡Momentos estelares de Morg!"<br />
<br />
La cámara giró para mostrar a un alienígena peludo y grandote, con brazaletes de esclavo, que llevaba una especie de vara, de punta energética. El alienígena fintó un par de veces, antes de que Morg consiguiera coger la vara con su articulación extendida. La retrajo con un movimiento brusco, y el alienígena chocó contra el droide. Se golpeó y cayó al suelo. Morg lo pisó sin mucho énfasis en la cabeza, que se deshizo.<br />
<br />
Corte de escena. Morg está en una posición de pelea, con un brazo extendido, y un humanoide envuelto en lo que parecen ser vendajes carga contra él, aparentemente desarmado. De repente, el homanoide extrae un sable de luz e intenta cortarle una extremidad a Morg. Éste retrae la extremidad y salta hacia atrás, mientras se extienden varios apéndices de su cuerpo metálico. Uno de los apéndices estalla, llenándolo todo de humo. La imagen cambia a termográfico. El humanoide gira sobre sí mismo para defenderse de algo, vuelve a girar. Un brazo de droide, muy frio, lo apresa de los dos brazos y se los arranca. Luego coge su cabeza y la aprieta de forma rápida y desapasionada, haciendo que estalle.<br />
<br />
Ide hizo memoria, para intentar recordar si había oído de algún Jedi que fuera a Nar'Shadda últimamente y que hubiera muerto. No le sonaba. Aunque, claro, hacía menos de un mes que había regresado al Templo.<br />
<br />
-¿Quién era el del sable, Kenter? -preguntó Ide.<br />
-Exen Nithan. Proviniente de Korriban. Profesión reconocida: asesino. Cazarrecompensas. Iba muy bien en los preliminares. Hasta ese momento, claro.<br />
-¿Cómo va Morg?<br />
-Subiendo en la clasificación, señor. No tiene demasiados fans, pero tampoco tiene demasiados enemigos. Probablemente se clasifique para el Hak'un'Shapp.<br />
-Quisiera que le dejaras un mensaje de mi parte.<br />
-Puedo ponerlo en su cuenta, señor, pero no le garantizo que lo vaya a leer. La cantidad de mensajes que reciben los participantes es astronómica. Aunque, claro, dada la naturaleza robótica de Morg...<br />
-Seguro que le interesa lo que tengo que decirle. Te dicto.<br />
<br />
==Mensajes==<br />
<br />
Sobre la nariz de Kenter aparecieron unas pequeñas gafas. En sus manos apareció un pequeño datapad.<br />
-Asunto, Garin. Remitente, Kanor, de Coruscant. Mensaje -Ide se paró unos segundos, para pensarse bien el texto-. Sé por qué estás haciendo esto. Conocí a su padre. Tuvo problemas y huyó de Coruscant. Me pidió que cuidara de él. Te busqué en Horuz, pero habían saboteado tu secuencia de emergencia y acabaste aquí. -Se paró, no sabía si seguir dando detalles o dejarlo para cuando respondiera-. Este es mi buzón. Espero tu respuesta.<br />
-Ya está enviado, señor.<br />
-¿Está luchando ahora?<br />
-No, señor. Descansando. Gasta casi todos sus hak en "tiempo privado". Eso es una mala táctica, porque sus fans preferirían verlo... Ya tenemos respuesta al mensaje.<br />
<br />
Ide sonrió. Sabía que no tardaría en responder.<br />
<br />
-Léemela.<br />
-"Introduzca código de anulación". Ni remite, ni asunto...<br />
<br />
Entonces recordó que Tu'Ala le había dado las coordenadas, pero no un código de anulación. Si había cambiado el destino, con toda probabilidad había cambiado el código. Ide sacó su hololibro, para abrir el canal seguro para hablar con el Templo.<br />
<br />
Uno de los (ya familiares para Ide) ayudantes informáticos apareció en pantalla. Era 3-Tru, el especialista en seguridad.<br />
<br />
-Saludos, 3-Tru. Necesito mandar un mensaje a la expadawan Tu'Ala.<br />
<br />
-¿Mensaje, no comunicación directa? -dijo en tono profesional.<br />
<br />
-Mensaje.<br />
<br />
-Tecléelo en su interfaz.<br />
<br />
Ide escribió. "Los he encontrado. El robot tiene un código de desactivación. Espero que se te ocurriera cambiarlo y que te acuerdes. Contactar con Garin será más complicado." Pensó unos segundos, y escribió otro párrafo. "Espero que estés bien. De verdad. Iré a verte cuando pueda." Y envió el texto.<br />
<br />
La respuesta llegó cinco minutos después:<br />
<br />
"Te daré el código a cambio de una promesa solemne, por tu vida, tu honor de jedi y la Fuerza que lo sostiene todo."<br />
<br />
Respondió. "Como pudiste ver, soy un jedi de palabra. Habla."<br />
<br />
"Quiero que me prometas, por lo anterioremente dicho, que cuando vengas a verme tendremos sexo. Relaciones sexuales completas."<br />
<br />
"Pensaba que me ibas a pedir algo complicado de hacer."<br />
<br />
"Es algo muy complicado, si el otro no quiere. No puedo tomarlo ni exigirlo, sólo pedirlo."<br />
<br />
"Por mi vida, mi honor de jedi y por la Fuerza que todo lo sostiene, tienes mi palabra, y la convicción de que no supondrá esfuerzo alguno." Ide sonrió al escribir esto, pero lo envió así.<br />
<br />
"Contaré las horas. Desde ahora me declaro en abstinencia, hasta que nos veamos :D ."<br />
<br />
Ide esperó que el canal no estuviera vigilado. Aunque, dado su historial, no era de esperar que nadie en el Templo se alarmara.<br />
Kenter permanecía erguido, alerta, en espera de más órdenes. Para variar, estaba callado. Ide se quedó pensando unos segundos. No sabía si enviar el código ahora, o hacerlo después. Y, en cualquier caso, no sabía lo que pasaría cuando introdujera el código.<br />
<br />
-Kenter, ¿sabes si Morg tiene algún combate hoy?<br />
<br />
-Nadie lo sabe, señor -repuso el hombrecillo, con cara de circunstancias-. Como ya le he dicho, gasta casi todos sus hak en "tiempo de privacidad". Y dada su naturaleza robótica, tampoco gasta mucho en mantenimiento... así que el momento de su siguiente combate es entre ahora y dentro de veintiocho horas.<br />
<br />
-Bien. Necesito que le envíes otro mensaje.<br />
<br />
-Será un placer, señor.<br />
<br />
-Mismo asunto que el anterior. Escribe. "Tengo el código, pero necesito asegurarme de que Kurel estará bien. ¿Qué harás cuando se desactive la secuencia de emergencia?".<br />
<br />
Cuando vio el mensaje escrito, tuvo la vaga impresión de que la respuesta sería "Introduzca código de anulación", sin remite, ni asunto.<br />
<br />
-Ya hay respuesta, señor. La leo: "El estado de salud de Kurel está al noventa y siete por ciento, y me encuentro en disposición de afirmar que permanecerá entre el noventa y cinco y el cien por cien; al menos en las próximas seis semanas. Introduzca código de anulación."<br />
<br />
Ide no sabía si anular la secuencia de emergencia ahora. O esperar a tener resuelto lo de Arakosia. Y lo de Delia. Y lo de Lionel. Quizás podría presionar a Vima, si tuviera control sobre Morg.<br />
<br />
-Responde, Kenter. "No has respondido a mi pregunta. Qué pasará con Kurel, y contigo, cuando introduzca el código. Y en cualquier caso, no te voy a enviar el código por una red no segura. Te lo daré en persona. Supongo que habrás sido lo suficientemente listo como para rastrear desde dónde te he enviado este mensaje."<br />
<br />
-"Remitente irrastreable debido a la configuración del sistema. Respuesta a la pregunta planteada excede parámetros de seguridad. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide dictó a Kenter de nuevo. "Habitación [...], en el Palacio del Dolor. No transferiré el código por una red privada. Si no piensas venir, proporcióname un buzón de la HoloRed donde pueda mandarte el código."<br />
<br />
"No dispongo de acceso a HoloNet. No puedo abandonar el Hak'Un Shapp."<br />
<br />
Ide no se fiaba de que alguien estuviera vigilando las comunicaciones, y que, intencionadamente podría intervenir el mensaje y no permitir que llegara a Morg. Por eso, intencionadamente, envió un código erróneo.<br />
<br />
-Kenter, envía la siguiente secuencia. -Dictó el código, errando en algunos números a propósito. Si Morg respondía, sería prueba inequívoca de que le había llegado el mensaje.<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Miró la respuesta algo atónito. No tenía ningún sentido que se bloqueara el sistema tras un intento erróneo. Aunque al menos sabía que nadie estaba interviniendo el canal.<br />
<br />
-Kenter, envía otro mensaje. -Esta vez, dictó el código correctamente, y lo repasó dos veces-. Además, crea un alias oculto en el remitente. Habrá bloqueado la anterior dirección.<br />
<br />
Cuando llegó el siguiente mensaje, Ide lo contempló, sin acabar de creérselo:<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la mente de Ide. ''A lo mejor no era Morg'' el que estaba enviando los mensajes de "Código incorrecto". Envió una tercera clave, ligeramente modificada respecto de la correcta que le había enviado Tu'Ala. Además escribió a la chica por el canal abierto en su Hololibro: "¿Estás segura de que esa es la clave?".<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
==Seguridad hutt==<br />
<br />
El mensaje de Tu'Ala tardó un poco más en llegar: "Claro, por supuesto, yo misma lo cambié. Es culpa de alguien pequeño y rojo. Tendrás que decírselo en persona, antes de mañana por la tarde."<br />
<br />
Respondió a Tu'Ala. "¿Alguien pequeño y rojo? ¿Mañana por la tarde? ¿Qué tiene que ver eso con el código que Morg ha rechazado?"<br />
<br />
"Sabes, no puedo ajustar mis visiones proféticas desde aquí. Por el ysalamiri, sabes. Hablo de memoria, esto es algo que vi una vez. Pero creo que no es Morg el que está rechazando el código."<br />
<br />
"''Estupendo''", pensó Ide, "''ahora además de alguien interfiriendo la comunicación tenemos una visión profética''".<br />
Abrió su Hololibro de nuevo. Escribió un pequeño programa, de apenas diez líneas de código, que generaba variaciones del código de seguridad. Lo conectó a la consola de Kenter.<br />
<br />
-Kenter, envía la salida de este programa a ''Morg''. Cada diez segundos. Una clave por mensaje.<br />
<br />
"''Si quieres tener la clave, vas a tener que encontrarla entre todas las que vas a recibir, y luego discutirlo con Morg''", pensó.<br />
<br />
Desde Kenter manó una especie de murmullo, al comenzar a mandar variaciones del código. Al mismo tiempo, con una voz muy suave le dijo a Ide: "Esta es una tarea infinita, señor..."<br />
<br />
-No te preocupes, no durará mucho -dijo Ide con una media sonrisa-. Envía unos cuantos mensajes más, luego aumentaremos la frecuencia. Cuando haya enviado unas cuatro mil claves, será suficiente.<br />
<br />
-Sí, señor -dijo Kenter, con voz cansada.<br />
<br />
-Si enrutas mi Hololibro al sistema de mensajería, yo mismo puedo configurar los envíos, y no tendrás que dedicar procesador a esta tarea.<br />
<br />
-No... autorizado... no se preocupe por mí, señor.<br />
<br />
Ide comenzó a escribir en su hololibro, modificando el programa.<br />
<br />
Kenter se sentó, y tenía la expresión perdida. Cuando volvió a hablar, su voz era casi inaudible:<br />
<br />
-Cuatro... mil... claves... será... suficiente...<br />
<br />
Ide cambió el límite, y la cara de Kenter se congeló en un rictus de horror. Modificó el programa para que siguiera generando claves, cada vez con más frecuencia. Si conseguía saturar el buffer de Kenter... quizá...<br />
<br />
Diez segundos más tarde, la imagen de Kenter se inmovilizó. Seguía sentado, con la mirada perdida; e Ide se dio cuenta de que estaba perfectamente inmóvil. Probablemente al saturarse el buffer había sobreescrito algún otro sector de memoria, conjeturó Ide. En cualquier caso, estaba claramente fuera de combate. Intentó entonces acceder directamente a la red privada de comunicaciones, y descubrió que la IA era responsable de la seguridad de red de la habitación, que había caído.<br />
<br />
Ide accedió sin ningún problema. Por otra parte, debía haber centenares, o miles, de IAs similares a Kenter, cada una controlando una zona específica. Probó a marcar un mensaje dirigido a Morg, con otra clave falsa, para intentar seguir la traza. Comprobó que había una dirección por la que pasaban todos los mensajes que salían de la habitación. El mensaje dirigido a Morg no volvió a salir de esa dirección. En cambio, mandó un mensaje a Ide. Ni se molestó en abrirlo. Ya sabía lo que decía.<br />
<br />
Probó a enviar un mensaje de ánimo a Morg, suplantando la dirección de otra de las habitaciones del hotel. Algo así como "Apostaré por ti, lo estás haciendo fenomenal, ¡eres extraordinario!". Lo siguió por su ruta en la red, y observó que realizaba el mismo recorrido. Salvo que el mensaje de vuelta era "Gracias, apreciado admirador. La próxima vez que le arranque los miembros a alguien, lo haré en tu honor.".<br />
<br />
"''Así que ninguno de mis mensajes ha llegado a Morg...''". Repasó la correspondencia. Pero su interlocutor sabía de Kurel, no podía ser... salvo que el interlocutor intermedio funcionara como una especie de censor... que abriera todos los mensajes y sólo dejara pasar los que viera más convenientes. Por la velocidad con la que respondía, Ide intuyó que se trataba de un filtro electrónico. Que era, probablemente, el que había repetido el mensaje de Morg en la segunda clave. Y en la tercera. Y en la cuatro mil. Si quería saltarse el filtro... tendría que enviar un mensaje que no estuviera en las reglas de bloqueo. Mencionar a Kurel había<br />
funcionado. Y a Horuz. Así que redactó un mensaje con un remitente distinto, se consignó a la Fuerza, y cruzó los dedos para que el filtro no lo retuviera.<br />
<br />
Remitente: "Ide". Asunto: "Kurel". Mensaje: "El hijo de Zhur Garin, que fue traido aquí desde Horuz, debe ser trasladado al Templo Jedi de Coruscant, por deseo expreso de él mismo." El mensaje no llegó más allá del interlocutor intermedio. El mensaje de vuelta decía: "No tengo problema con eso. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide se quedó mirando su Hololibro. Tuvo otra obvia revelación. Las reglas no se limitarían a aprender los mensajes que Morg hubiera rechazado. Además, jamás dejarían pasar un mensaje que contuviera un código de desbloqueo de un droide.<br />
<br />
Aún quedaba el problema de los pocos miles de claves que había enviado. Si un observador humano decidía probarlas, probablemente podrían obtener el control de Morg en pocas horas. Siempre que el supervisor, el cual Ide estaba seguro que existía, no decidiera que era un ataque aleatorio para obtener el control de Morg...<br />
<br />
Aprovechando la brecha abierta, Ide instaló su programa en el terminal donde antes se había estado ejecutando Kenter. Lo ejecutó para que siguiera enviando claves. Observó, desde la monitorización que hacía desde su Hololibro, cómo el filtro las respondía automáticamente. Creó un pequeño filtro, que descartaba las respuestas estándar, y que avisaba y detenía el envío en caso de obtener una respuesta distinta.<br />
<br />
Cuando terminó era casi la hora de la cena. Desconectó su Hololibro y dejó su sistema funcionando.<br />
<br />
Obviamente, Kenter no sería capaz de avisarlo, así que cogió sus cosas y se dirigió a la Flor Esquiva.<br />
<br />
<br />
<<Continúa en [[Humo y Vapor III]]>></div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIHumo y Vapor II2013-06-26T18:57:16Z<p>El Universo: /* Espera, meditación */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26 aGR; 18:30'''<br />
<br />
Volvieron a la atmósfera tan rápido como la twi'lek podía pilotar. Aunque inmerso en sus pensamientos y las sensaciones que iban y venían sobre su padawan, se paró a examinarla unos segundos. Había explotado, cuando el mercenario la tenía sujeta con el cuchillo. Que Ide supiera, sólo había una forma de estallar de esa manera, y ya la había visto antes en un usuario de la Fuerza.<br />
<br />
Ella misma seguía asustada por lo que acababa de experimentar, y parecía muy confusa. Y seguía pilotando, volcándose en la conducción como única manera de mantener la cordura. Pero Ide la veía con otros ojos.<br />
<br />
Ella estaba pilotando ''mediante la Fuerza''. Y también estaba inmersa en un shock emocional.<br />
<br />
Pero ya se encargaría de esto más tarde. Ahora tenía que ver a su padawan.<br />
<br />
==Llegada==<br />
<br />
El tiempo base para llegar era de cuarenta minutos, pero ella consiguió reducirlo a treinta mediante algunas maniobras de dudoso buen gusto, que no produjeron víctimas de puro milagro.<br />
<br />
Poco antes de llegar, Ide vio la columna de humo que surgía del techo hundido de la mansión Wolkan. Fue entonces cuando se empezó a preocupar de verdad.<br />
<br />
Aterrizaron en el mismo hangar donde Ide había aparcado al llegar allí por primera vez, y que era de las pocas partes que conservaba la estructura más o menos intacta. Nadie salió a recibirlos.<br />
<br />
Ide caminó fuera de la nave, con premura pero sin perder la precaución, con el sable de luz en la mano, aunque apagado. Agudizó el oído, no se escuchaban sonidos de combate. Con la Fuerza no podía percibir a Arakosia, pero ella siempre había sido, por naturaleza, difícil de percibir.<br />
<br />
MN-44, con un brazo menos y varias marcas de blaster sobre su torso, se acercó cojeando a Ide.<br />
<br />
-Cielos, ''Emeene''... ¿qué ha pasado aquí?<br />
<br />
-¿Señor Kanor? No puedo verlo bien, mis fotoreceptores están dañados... hemos sido atacados, señor.<br />
<br />
-¿Dónde está Keel? ¿Y Arakosia?<br />
<br />
-El amo Wolkan se ha encerrado en su búnker, y no tiene intención de salir hasta que piense que el entorno es seguro. La chica que lo acompañaba a usted desapareció en el fragor del combate.<br />
<br />
De repente, Ide se acordó de algo más. Cogió su intercomunicador y se lo llevó a la boca.<br />
<br />
-¿Lionel? Lionel, aquí Ide, contesta.<br />
<br />
Un chorro de estática fue la única respuesta. Ide no acababa de tener claro si había percibido la voz de Lionel en medio de la estática, o si había sido su mente, intentando convencerle de que así había sido.<br />
<br />
==Control de daños==<br />
<br />
Marcó en el comunicador el número de Keel. Una voz airada contestó.<br />
<br />
-¡Ahora qué!<br />
<br />
-¿Ahora qué? ¿Qué está pasando aquí? Me han intentado matar mientras estaba en el gremio de cazarrecompensas... ¿qué significa todo esto?<br />
<br />
-¡Que qué significa qué! ¡Han intentado matarme! ¡En mi propia casa!<br />
<br />
-¿Sabes quién es el responsable?<br />
<br />
-¡Mercenarios, creo! ¡No lo sé! ¡Cuando el que sea quiera reclamar el ''k'shii'', lo sabremos! ¡Mierda! ¡He perdido más de cincuenta esclavos! Por cierto, siento haberte dejado sin piloto.<br />
<br />
A Ide le dio un vuelco el corazón.<br />
<br />
-¿Perdona?<br />
<br />
-La twi'lek. Lo siento, he activado el código de su implante hace un rato. Ha sido al activar la marea de carne... pero veo que has llegado bien, así que no ha sido un gran contratiempo.<br />
<br />
La chica, de pie al lado de Ide, se puso pálida. Con la mirada aturdida, se sentó en el suelo.<br />
<br />
-Eh, bueno, ahora tenemos otros asuntos que tratar. Yo, por ejemplo, tengo que encontrar a mi aprendiz. Llámame si necesitas algo, pero por lo que veo sabes cuidarte solo. -Miró a MN-44-. Deberías hacer algo con MN, parece algo dañado.<br />
<br />
-Anda la leche, ¿sigue vivo? Estee... ya lo mandaré reparar cuando salga y tal...<br />
<br />
-Descuida. Te veo luego.<br />
<br />
Cogió a la twi'lek del brazo y se dirigió a la nave. Cuando llegó a la nave, ella se dejó caer sobre sus rodillas y comenzó a sollozar.<br />
<br />
-Disculpa la pregunta, pero... al activar Keel tu implante, ¿no debías haber muerto?<br />
<br />
Ella negó con la cabeza, sin dejar de llorar.<br />
<br />
-Pero Keel piensa que has muerto -ella asintió-. Entonces, si Keel piensa que has muerto, es porque debías haber muerto, pero que algo falló en ese instante. A no ser que algo se me escape -ella asintió-. También, en lugar de asentir sin decir nada, podrías decirme qué pasa. O podemos jugar al juego del jedi que busca la verdad sin que la twi'lek hable.<br />
<br />
==Respuestas==<br />
<br />
Ella se giró a medias, sin atreverse a mirar a Ide a los ojos. Con un hilo de voz contestó:<br />
<br />
-¿Je...di?<br />
<br />
Ide tuvo un momento de duda, pero luego creyó entender.<br />
<br />
-¿Sabes quién soy? -ella negó con la cabeza. Ide sonrió -. ¿Sabes quién es Keel? -ella asintió, con un escalofrío-. Pues te voy a dar una buena noticia: creo que eres una twi'lek libre, sobre todo porque tu amo piensa que has muerto, y tu implante ha fallado cuando él intentó activarlo.<br />
<br />
Ella se calmó un poco. Habló con la voz deformada por haber llorado, pero más calmada.<br />
<br />
-El implante no falló por eso -dijo en voz baja-. Falló porque Keel no era mi propietario.<br />
<br />
-Ahora sí que no entiendo nada. Él piensa que tú has muerto...<br />
<br />
-Porque él dio la orden de activar mi implante. Pero como él no era mi propietario, no se activó.<br />
<br />
-¿Y a quién perteneces?<br />
<br />
-A ti, amo -miró a otro lado, como si no soportara mirarlo a los ojos- Mi código está en tu cristal de pago.<br />
<br />
-Entiendo. Osea, que te compré cuando gestionaste el alquiler del carguero, por eso me salió tan caro...<br />
<br />
Ella lo miró extrañada.<br />
<br />
-No, el precio de la nave es correcto. Y es de segunda mano. Mi... coste es un porcentaje pequeño de lo que se gastó en aquella nave.<br />
<br />
-¿Segunda mano? ¿Lo he comprado? ¿Te compré a ti y a la nave? - Ide estaba sinceramente sorprendido.<br />
<br />
-Y a muy buen precio, si me permite decírselo, amo.<br />
<br />
Guardó silencio durante unos segundos.<br />
<br />
-Entonces supongo que ya me puedes decir tu nombre.<br />
<br />
-Un esclavo no tiene nombre, amo. Puede llamarme como guste...<br />
<br />
-Ya, lo que pasa es que tú no eres mi esclava. Te voy a liberar en cuanto sepa cómo quitarte esa cosa de la activación.<br />
<br />
-Es que yo no quiero ser liberada -miró a Ide, que la observaba con el desconcierto pintado en el rostro- ¿Libre? ¿Con este cuerpo? ¿En Nar Shaddaa? Ni hablar. Como propiedad, tengo mis derechos.<br />
<br />
-Oh, bueno, yo pensaba más bien que te vinieras a Coruscant.<br />
<br />
Los ojos de ella se agrandaron con sorpresa, pero no se atrevía a creer.<br />
<br />
==Los detalles después==<br />
<br />
-Bueno -siguió Ide-, los detalles podemos discutirlos después. Ahora necesitaría que me ayudaras a encontrar a mi aprendiz, y de paso a terminar la misión que tengo que hacer aquí.<br />
<br />
-Mientras tanto, y según la legislación de Nar Shaddaa, soy de tu propiedad -sonrió-. No puede ser peor que Keel Wolkan -escupió el nombre con desprecio.<br />
<br />
-Estoy seguro de que no -dijo, devolviéndole la sonrisa-.<br />
<br />
-Y, ahora, ¿cómo puedo serte de utilidad, amo?<br />
<br />
-Para empezar podrías dejar de llamarme amo.<br />
<br />
-¿Señor, quizá? ¿El nombre de pila? A algunos amos les gusta...<br />
<br />
-Ide está bien.<br />
<br />
-Ide -repitió ella en voz baja-. Es bonito. Necesitarás un apelativo para denominarme, Ide. Y ahora que soy de tu propiedad, contestaré a todas tus preguntas. ¿Quieres saber cómo me llamaba? ¿Quieres saber qué me gusta en la cama?<br />
<br />
Ide movió los ojos hacia arriba. Le encantaría charlar y animar a la chica, pero ahora tenía algo que hacer.<br />
<br />
-Vamos, me puedes contar todo eso mientras rescatamos a mi ayudante -sonrió, y subió la rampa de acceso.<br />
<br />
-Claro, si no he desconectado la energía de la nave -se encogió de hombros- por si había problemas. Pero, ¿hacia dónde vamos?<br />
<br />
-Hacia el sitio del que nunca debí alejarme. Al Palacio del Dolor.<br />
<br />
Ide vio como un escalofrío recorría la espalda de la twi'lek, pero ésta no dijo nada. Caminó hasta el puesto del piloto, y partieron dejando una estela de humo y vapor.<br />
<br />
==Un trayecto corto==<br />
<br />
La chica parecía haber pensado, inicialmente, que iban al Palacio del Dolor a alojarse. Por eso le contó brevemente lo que había venido a hacer a Nar Shadda, y los problemas que habían surgido con su piloto durante la investigación en el Palacio del Dolor. Le contó además, la sospecha que tenía de que tanto el ataque en el Gremio como la destrucción de la casa de Keel fueran obra de Vima Da'Motta.<br />
<br />
Ella asintió respetuosamente, intercalando comentarios apropiados a la historia de Ide, pero sin hacer ninguna pregunta. Cuando Ide guardó silencio, la escuchó susurrar "marea de carne".<br />
<br />
-Todavía no sé tu nombre -intervino Ide -. El que tenías antes de ser esclava.<br />
-Sira Levora -dijo ella con un tono extraño- Bueno, en realidad es Siral'evora, pero en básico se dice así.<br />
El joven no dijo nada, pero sonrió.<br />
<br />
==De nuevo en el Palacio del Dolor==<br />
<br />
La masa piramidal que era el Palacio del Dolor volvió a aparecer en la distancia. Por alguna razón, bajo el sol parcialmente eclipsado que empezaba a ponerse, bajo el cielo rojizo, a Ide le pareció aún más amenazador que la primera vez que lo vio.<br />
Una protrusión del edificio, cerca de la cima, se extendió para recibirles. Este, comprendió Ide, es un hangar de lujo.<br />
<br />
Bajaron de la nave, y un hombre enfundado en un traje formal los recibió con un ademán moderado y una sonrisa comedida.<br />
<br />
-¿Ide Kanor? -dijo educadamente.<br />
<br />
-En efecto. Cuánto honor, no sabía que tendría recepción oficial -dijo Ide, con un tono algo ambivalente entre lo formal y el sarcasmo.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Es usted un cliente importante. ¿Desea que lo conduzca a sus aposentos? El trayecto puede resultar complicado...<br />
<br />
-Entiendo.<br />
<br />
-La señora DaMot'ta lamenta no poder recibirlo en persona, pero estará encantada de cenar con usted esta noche en la Joya Gloriosa. Puede, mientras tanto, retirarse a sus aposentos, o disfrutar de nuestra muy variada oferta en ocio y restauración. Los pozos de carne, en concreto, son exquisitos.<br />
<br />
-Gracias, creo que esperaré en mi habitación. Por cierto, ¿cómo es que me esperaban? -preguntó, despreocupadamente.<br />
<br />
-Todos nuestros clientes tienen incluído un punto de desembarco con el precio de la habitación, señor. Y yo mismo tengo la labor de recibirle a usted y de proporcionarle cualquier información o servicio que pueda necesitar -sonrió enigmáticamente.<br />
<br />
Ide le devolvió la sonrisa. Aunque no tenia claro a qué venía tanto protocolo, se hacía una ligera idea. En cualquier caso, prefirió no preguntar más.<br />
<br />
El hombre, con un lenguaje corporal a medio camino entre el mayordomo y el ayuda de cámara, hizo un ademán que indicaba "sígame, por favor", y se dispuso a guiarlo hacia su habitación.<br />
<br />
El trayecto fue sorprendentemente corto y visualmente agradable. Ide reconoció los símbolos en la puerta de la habitación, aunque (reflexionó) no estaba del todo seguro de poderlos trazar si quisiera.<br />
<br />
==Indagaciones e invitaciones==<br />
<br />
En el interior, Ide se encontró de nuevo con la considerable extensión de espacio que era la habitación doble, decorada con notable buen gusto, con los hologramas de las paredes mostrando una tarde agradable en Alderaan. El selector holográfico se activó al entrar Ide por la puerta, mostrando de nuevo a la misma mascota humanoide que le había dado la bienvenida en la ocasión anterior.<br />
<br />
-¡Hola de nuevo, señor! -saludó con voz animada- ¡Me alegro mucho de volver a verle!<br />
<br />
-Hola, Kenter.<br />
<br />
-¿Hay algo que pueda hacer que su estancia resulte más agradable?<br />
<br />
-Pues me gustaría que comprobaras si la chica que me acompañaba ayer ha vuelto al hotel.<br />
<br />
-Veré lo que puedo hacer, señor -se volvió, mientras parecía concentrarse unos instantes-. Ahora se encuentra inscrita entre el personal de la Señora del Dolor. Pendiente de terminar cuidados médicos. Pendiente de evaluación física. Pendiente de asignación de destino -dijo en tono monocorde- ¿Desea alguna otra cosa, señor?<br />
<br />
-El... ¿personal, has dicho? Me gustaría verla, si fuese posible -dijo Ide, intentando mantener el tono educado.<br />
<br />
-Por supuesto, señor -dijo Kenter, servicialmente. Su imagen se difuminó, y se convirtió en la de una habitación espaciosa, llena de máquinas, donde tres droides médicos trabajaban afanosamente en Arakosia, que parecía ser la única paciente. Ella permanecía inconsciente, en el interior de una especie de cámara bañada con luz o líquido (la imagen era poco clara) de color dorado.<br />
<br />
-¿Y cuándo dices que ingresó aquí? -siguió Ide.<br />
<br />
-Me temo que esa información no la conozco, señor -reflexionó un instante- Supongo que hace poco, porque la evaluación física, asignada como tarea pendiente, es una de las primeras cosas que se realizan cuando alguien entra a formar parte de nuestra pequeña familia -sonrió.<br />
<br />
-Bueno, entonces me gustaría hablar con alguien responsable del nuevo personal. No entiendo por qué mi acompañante ha ingresado como miembro del hotel.<br />
<br />
-¿Holopresencia, señor? ¿O desea una entrevista en persona?<br />
<br />
-En persona, por favor -Ide estaba haciendo un esfuerzo por mantener la compostura-. Es un tema delicado, no entiendo qué está pasando aquí.<br />
<br />
-Comprendo -asintió el holograma animado-. Me temo que eso tardará un poco más. Nuestro hogar es un lugar grande...<br />
<br />
-Supongo que podrá ser antes de la cena.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Serán entre veinte y veinticinco minutos.<br />
<br />
-Estupendo. Esperaré aquí.<br />
<br />
Kenter no se desvaneció.<br />
<br />
-Parece contrariado, señor. ¿Hay algo que pueda hacer por usted? ¿Licor, especia, mujeres?<br />
<br />
-No, gracias, Kenter -interrumpió Ide-. Esperaré aquí hasta que pueda entrevistarme con el responsable del ingreso de Arakosia.<br />
<br />
-Como desee, señor. Permaneceré atento, por si necesita algo -se desvaneció.<br />
<br />
Ide se dirigió a la cama, y sin musitar una palabra más, adoptó postura de meditación. Necesitaba atar cabos, aunque todo apuntaba, cada vez más claramente, a que detrás de esta jugada estaba la misma Vima Da'Motta.<br />
<br />
==Espera, meditación==<br />
<br />
Ide cerró los ojos, y dejó su mente tan en calma como le fue capaz. Intuía que probablemente un jedi más experimentado lo lograría con mayor facilidad, pero al final consiguió aquietarse lo suficiente. O eso creía.<br />
<br />
Dejó vagar su percepción hacia el pasado, guiándola con suave firmeza al momento en el que creyó percibir la presencia de Arakosia, cuando estaba en aquel hangar...<br />
<br />
{{flashback| ...se vio a sí mismo, de pie junto a la nave que en aquel momento pensaba alquilada, el alienígena recién desintegrado, algunas de sus moléculas aún en el aire, y la sensación de vibrato que le llegaba desde la distancia. Ahora lo identificaba. Era la impronta de Arakosia en la Fuerza. Aun inconsciente, se había sentido en peligro. Y lo que había estado a punto de percibir no era sino el vínculo maestro-aprendiz, que él conocía tan bien... desde el lado del aprendiz.''}} Seguramente la próxima vez que lo percibiera sería capaz de identificarlo con mayor precisión.<br />
<br />
...con la facilidad de la práctica, fluyó hacia adelante para ir al punto en el que el mercenario había tomado a Sira como rehén. <br />
<br />
''Ella estaba llorando y temblando, y de repente...''<br />
<br />
Ide estudió sus recuerdos centésima a centésima.<br />
{{flashback |<br />
''...ella había cerrado los ojos con fuerza, y se había estremecido de puro pánico. Y la Fuerza había respondido. La explosión había brotado de ella. Y la expresión de su cara... no se lo esperaba, ni lo comprendía.'' Y seguía aterrorizada. Pero era una usuaria de la Fuerza, sin ningún género de dudas. O, mejor dicho, tenía el ''potencial'' para serlo.}}<br />
<br />
Justo cuando Ide iba a dirigir sus pensamientos a su aprendiz, aún en la sala de reconocimiento, llamaron a la puerta. Abrió los ojos.<br />
<br />
-Adelante -dijo, sin moverse, aún en pose de meditación.<br />
<br />
==Recursos Humanos==<br />
<br />
El que entró en la habitación había sido un hombre en otros tiempos. Ahora parecía más máquina. Tanto su ojo derecho como gran parte de su cráneo y su brazo izquierdo eran robóticos. La expresión de su cara era de hastío, pero sus modales eran impecables. Hizo un ademán pidiendo permiso antes de entrar en la habitación, y una vez dentro no se sentó hasta que Ide se lo hubo indicado. Aun así, inclinó levemente la cabeza antes de sentarse.<br />
<br />
-Cuénteme -dijo, sin más.<br />
-Entenderá -siguió Ide, con la misma claridad con la que él había empezado- que me encuentre algo extrañado por lo que ha sucedido. Mi acompañante ha sido ingresada en su hotel como miembro del equipo - enfatizó la última palabra-, según me ha podido informar el asistente holográfico.<br />
-Me temo que no comprendo de quién está hablando. ¿Podría ser un poco más específico, por favor?<br />
-Arakosia. La joven humana que tienen actualmente en observación médica.<br />
-Ah, sí. La hemos adquirido esta misma tarde a muy buen precio, a unos tratantes de esclavos de plena confianza -sus ojos se quedaron fijos un momento, como si mirara a algo muy lejano- Así es como ha entrado a<br />
formar parte de nuestro personal -su mirada recuperó parte de la viveza perdida- ¿Desea algo más?<br />
-Bueno, a ser posible, saber quién les ha vendido a mi aprendiz, la misma que era una humana libre esta misma tarde antes de que la secuestraran de donde estaba alojada.<br />
-Shawman&K'Rtahn, tratantes. Le puedo dar su dirección o su código de comunicador, si lo desea.<br />
Ide tomó aire.<br />
-Aunque claro, supongo que bajo las leyes de Nar Shadda, este individuo tendrá plena potestad sobre lo que haya ''adquirido'' al destruir y arrasar la casa Keel Wolkan, que es donde estaba Arakosia recuperándose. Y que, ahora que la ha vendido, no tiene potestad sobre ella. Y que cortarle la cabeza no anularía la transacción. ¿Me equivoco mucho? -Ide estaba considerablemente molesto por esta, por decirlo de alguna forma, ''inconveniencia''.<br />
-Su análisis de la situación es correcto, señor -su mirada se volvió reflexiva-. Aunque usted recuperaría parte del k shii perdido. Si lo desea, podemos venderle una esclava similar, de perfil guardaespaldas-concubina, un poco más joven...<br />
-No, no es sustituible. Necesito recuperar a Arakosia.<br />
-Si desea recuperar a esa chica en concreto, me temo que el asunto excede a mis competencias. Yo sólo manejo al personal existente, no tengo ningún papel en la entrada o salida de personal.<br />
-¿Tengo que hablar entonces con su superior?<br />
-Supongo que eso tendría que discutirlo con la señora Vima DaMot'Ta. Suele ser complicado, ya que no concede citas, pero... supongo es que es usted afortunado, ya que tiene una cita concertada con ella esta<br />
noche.<br />
-Me imaginaba que tendría que hablar directamente con ella. Le agradezco su ayuda.<br />
-¿Desea algún servicio que le ayude a hacer pasar el tiempo con mayor velocidad mientras espera?<br />
-No, gracias. Tengo un par de asuntos que resolver antes de la cena.<br />
-Entonces me retiro a mis quehaceres -dijo el cyborg, mientras se levantaba.<br />
-Muchas gracias por su atención.<br />
<br />
==Comunicándose con Keel==<br />
<br />
Ide se despidió del tipo, y sin dilación marcó el número de comunicador de Keel Wolkan. Tardó en contestar, y cuando lo hizo no había imagen, sólo una voz que parecía llena de dolor. O de droga.<br />
-Nnhh...-dijo la voz-que-parecía-de-Keel<br />
-Shawman&K'Rtahn. ¿Te suena ese nombre? -dijo Ide, obviando el estado de Wolkan.<br />
-¿Mmm? ¿Kanor?<br />
-Sí. Shawman&K'Rtahn. Han vendido a mi aprendiz a Vima Da'Motta. No sé si estás lo suficientemente lúcido como para atar cabos.<br />
-Una pareja de tratantes. Mi competencia más directa -suspiró-. ¿Qué quieres saber?<br />
-Cómo que qué quiero saber. Lo que te quiero decir es que deben haber sido ellos los que atacaron tu casa, si se han apoderado de mi aprendiz para venderla.<br />
-Ya... -dijo, con poca decisión- Debería haberlo supuesto -parecía dubitativo- Em... pues gracias por el dato, tio.<br />
-Lo que me gustaría saber es por qué sabían que yo estaba en Nar Shadda, y por qué me seguían. Me atacaron al mismo tiempo ocho mercenarios. ¿Tienes algo que contar, Keel?<br />
-Yo... no te comprendo... Tras la exhibición que hicísteis, supongo que bastante gente con el potencial de atacarme sabría de vuestra existencia...<br />
<br />
Ide se quedó bloqueado un momento.<br />
<br />
-Mierda -soltó.<br />
-Yo estoy intentando olvidar todo este asunto a base de especia rosa... -suspiró de nuevo- la especia rosa es buena...<br />
-Supongo que no arreglará nada que descabece a estos dos tíos. Al menos, no me devolverá a Arakosia.<br />
-Bueno, si vas y le dices a todo el mundo que lo haces de mi parte, te daré dos mil gubor. Piénsalo.<br />
-Tanto kshii por dos mil gubor... sabes negociar, Wolkan.<br />
-Bueno, me pareció una oferta justa...<br />
-Me lo pensaré, pero no me interesa el dinero. Me interesa mi aprendiz. ¿Cómo de poderosos son estos tipos?<br />
-Eh... pues más o menos como yo...<br />
-Gracias por la información. Te dejo, tengo que hacer un par de cosas antes de cenar. Cuidate, Wolkan.<br />
<br />
Miró las paredes de su habitación. Se maldijo por haber dejado sola a su aprendiz. Pero maldecirse no iba a arreglar nada, así que se fue a la Flor Esquiva. Ya que no podía hacer nada hasta hablar con Vima Da'Motta, al menos recogería toda la información que pudiera.<br />
<br />
==Regreso a la Flor Esquiva==<br />
<br />
Al parecer, en el Palacio del Dolor era tremendamente fácil llegar al lugar donde uno quisiera ir, o así se lo pareció a Ide.<br />
Llegó a la Flor Esquiva, que parecía estar bastante más animada que la otra vez. Aunque claro, la otra vez había sido por la mañana temprano. Seguía oliendo vagamente a especias, y seguía siendo rica en sofás, pero la música que tocaba Oloruu era más vivaz, y había prácticamente una persona (o pareja, o pequeño grupo) en cada sofá. También flotaba en el ambiente una cierta sensación plácida, no exenta de un extraño regusto amargo.<br />
<br />
Delia hizo un gesto de reconocimiento desde la barra. Comenzó a llenar un vaso con vino de Alderaan y esperó a que Ide y Sira se acercaran a hablar con ella.<br />
<br />
-Parece que no me voy a librar de hablar con tu jefa -dijo él, mientras tomaba asiento. Ella hizo un gesto de simpatía indeterminada.<br />
-Hablar no compromete a nada -dijo ella. Dejó pasar un par de segundos-. ¿Has encontrado al androide ese que buscabas?<br />
-No, pero tengo alguna pista. El problema es que en el camino he perdido a mi aprendiz. La han secuestrado y vendido. Adivina quién es su nueva dueña.<br />
-¿La Señora del Dolor, quizá?<br />
-Bingo. Unos tipejos atacaron la casa donde estaba... descansando. Keel Wolkan, no sé si te sonará.<br />
<br />
Se mostró levemente sorprendida.<br />
<br />
-Em... sí, es relativamente conocido.<br />
-Pues le han asestado un buen golpe.<br />
-Mala cosa... es una rata cobarde y cruel, muy capaz de usar a sus esclavos como campo de minas... pobres chicas.<br />
-Ah, a eso se refería con lo de marea de carne...<br />
-Sí, a eso. Se implanta un explosivo un poco más potente, y se hacen detonar los esclavos más cercanos a tu enemigo -comentó en un tono distante, pero asqueado- ...pobres chicas... -repitió mientras miraba a Sira con una huella de dolor compartido.<br />
-Una se salvó. La que me dejó como piloto. La compré sin querer -dijo Ide, intentando desviar el tema mientras Sira se ruborizaba en verde oscuro y apartaba la mirada.<br />
-Le salvaste la vida, tú -sonrió-. ¿No hay una tradición de cuidar de las vidas que uno salva? ¿O era al revés?<br />
-No lo sé. Mi orden nos insta a proteger a los desamparados, siempre que sea posible -el jedi sonrió, siendo consciente de lo que Delia estaba pensando.<br />
Delia le devolvió la sonrisa, con una calidez que no había visto a ningún nativo de Nar Shaddaa.<br />
-Te entiendo -no dijo nada más. Parecía tocada por sentimientos profundos, y siguió limpiando el vaso durante medio minuto, sin decir nada ni mirar a Ide directamente.<br />
<br />
Ide estuvo a punto de contarle que pensaba negociar con Vima para liberarla, y que pensaba que iba a ser difícil puesto que parecía valiosa, pero pensó que era mejor pasar por algunos temas de forma tangencial.<br />
<br />
-Creo que han cogido a Lionel -dijo, mirándola fijamente.<br />
Ella frunció el ceño.<br />
-No debió haberse quedado tanto.<br />
-Lo mandé a orbitar con la nave. Pero parece que no fue suficiente. No me contesta, y eso es mala señal -miró su vino. En cierto modo, se sentía responsable.<br />
-No sabría decir... a mí nunca me contesta -dijo con rabia.<br />
-Bueno. La gente cambia. Las cosas cambian. Hace tres horas mi aprendiz era mi aprendiz y ahora es una esclava de Vima. Esta noche puede que sea diferente.<br />
-Me pregunto para qué la querrá. ¿Ella era el objetivo de una operación completa o sólo fue un extra?<br />
-Digamos que... anoche... se hizo valer. Hizo una exhibición en casa de Keel. Llamamos la atención -ella hizo un gesto de sorpresa-. Fui un tonto. Nos siguieron la pista, y atacaron en casa de Keel. Ocho<br />
mercenarios me atacaron a mí mientras estaba en el Gremio de Cazarecompensas. Yo pude deshacerme de ellos, pero mi aprendiz no -levantó la mirada. No supo decir si estaba preocupado o la echaba de menos,<br />
pero no se permitió pensarlo mucho.<br />
Delia pareció acordarse de algo de repente. Extrajo un pequeño visor plano de un lateral de la barra y lo giró para que sólo pudieran verlo Ide y ella.<br />
-Un momento -dijo mientras manipulaba unos controles-. Apareció la imagen de Arakosia desnuda, haciendo girar su espada a gran velocidad para destrozar una oleada de fruta. Se notaba que la imagen se estaba desarrollando a cámara lenta en la velocidad a la que caían los trozos de fruta una vez cortados.- ¿Esta es ella?<br />
<br />
Ide no dijo nada durante unos momentos.<br />
<br />
-Debí habérmelo figurado -dijo con amargura-. Debo ser el jedi más tonto de toda la Orden.<br />
<br />
-Bueno, esto responde a mi pregunta anterior -dijo ella, sin hacer caso al comentario de Ide-. Ya sabemos para qué la quiere Vima.<br />
-Tiene todo el sentido.<br />
<br />
En un instante, Ide pasó de la frustración a la esperanza. "Lo que Vima no sabe es que eso no era Arakosia moviéndose, sino la droga actuando". Y justo cuando terminó la frase mental, se dio cuenta de lo que haría Vima si supiera que era la especia roja la que la hizo canalizar la Fuerza así.<br />
<br />
-Pues claro que lo tiene. La quiere para el Hak'un Shapp.<br />
<br />
Ide abrió mucho los ojos y habló con una pesada y profusa determinación.<br />
<br />
-Ya sé lo que voy a hacer. Sira, quédate aquí -ella asintió.<br />
<br />
Se despidió de Delia y se dirigió a su habitación.<br />
<br />
==Tratos con Fenel Fodel==<br />
<br />
Apenas hubo abierto la puerta, Kenter se volvió a materializar:<br />
-¡Saludos, noble señor! ¿Cómo puedo hacerlo más feliz?<br />
-Holocomunicación con el responsable de personal -dijo sin casi dejar terminar a Kenter-. El tipo que vino antes y ni siquiera se presentó.<br />
-Su nombre es Fenel Fodel. Lo llamaré en seguida.<br />
<br />
Tras unos diez segundos, la cara del ciborg apareció en el holocomunicador.<br />
<br />
-Necesito que me hagas un favor.<br />
-Dígame su problema y veré qué puedo hacer.<br />
-¿Tiene Arakosia ya el implante?<br />
-Me temo que los informes médicos relativos al personal son privados, señor.<br />
-Entiendo que es un no -se aventuró a decir-. Si oficialmente fuera una esclava, no tendrías problema en comunicarlo -hizo una pequeña pausa.<br />
-No tengo ningún problema en comunicarlo, más allá de la incomodidad que a veces supone para un cliente encontrarse a nuestro servicio a un... antiguo conocido -hizo un gesto de incomodidad-. Pero no se confunda. Es nuestra.<br />
-Necesito que postpongas la inserción. Sólo hasta esta noche, después de que negocie con Vima.<br />
-Mi deber es implantarla cuanto antes, si los informes médicos son favorables. Aunque la naturaleza de mi trabajo incluye cierta... flexibilidad a la hora de estimar parámetros intangibles, como la naturaleza favorable de un informe técnico -pareció concentrarse durante un instante-. Sin embargo, la Señora del Dolor parece haberse tomado un interés personal en este caso, y no creo que viera una... dilación intencionada por mi parte con buenos ojos. Representaría para mí un riesgo considerable.<br />
-Cuánto quieres -preguntó Ide con apenas entonación interrogativa.<br />
-No quiero dinero. Quiero irme de Nar Shaddaa.<br />
-Cuánto vales -repuso, como si la primera pregunta no hubiera existido.<br />
-Soy un agente libre, pero me retienen... compromisos ineludibles. Necesito que me saque de aquí alguien a quien no le importe la ira de Vima.<br />
-Uhm -Ide se quedó dubitativo. Algo pareció endurecerse en Fenel Fodel-. A mí no me importa, mientras consiga lo que he venido a buscar -el ciborg se relajó nuevamente, y esbozó la más mínima de las sonrisas. Asintió. -Será sólo una hora. Voy a ver a Vima en la cena, y tras la cena todo estará resuelto. De una manera u otra -sentenció.<br />
-Ten cuidado -dijo mientras asentía sobriamente.<br />
<br />
==Dinero y datos==<br />
<br />
Cuando se despidieron, Ide se dirigió a Kenter.<br />
<br />
-Kenter, ¿podrías comprobarme cuánto dinero queda en este cristal? -dijo Ide, mientras introducía el cristal en la ranura disponible.<br />
-¡Por supuesto, señor! -dijo con una cordialidad que a Ide comenzaba a cansarle- En este momento cuenta con 22714 gubor y 170 fleber.<br />
-Ahá. ¿Y sabes cómo anda el cambio medio de Gubor-Sgin?<br />
-El cambio medio oscila, señor, pero más o menos seis sgin hacen un gubor. Por supuesto, la tasa de cambio es tremendamente variable, y ya que muchos de los cambios de moneda se hacen electrónicamente, las tasas de cambio con varios decimales no son extrañas.<br />
<br />
"''Parece entonces que Sira hizo efectivamente un buen trato con la nave''", pensó Ide cuando hizo cuentas mentalmente. El carguero había costado unos 1.600 gubor. La realidad es que Ide no tenía muy claro cuánto significaba esa cantidad, pero lo que sí le pareció era que le quedaba una proporción bastante buena de dinero.<br />
<br />
De repente se acordó de Sira. Cogió su comunicador y escribió un mensaje. "Vete a la Flor Esquiva. Allí encontrarás a Delia. Dile que eres la que se salvó, y espérame allí. Lo que necesites comer y beber lo pagaré yo." <br />
Entretanto esperaba que llegara la hora de la cena decidió bajar a ver, en persona, qué era eso del Hak'un'Shap. Se quedó parado un segundo, y con decisión, salió por la puerta.<br />
No dio ni dos pasos cuando se dio cuenta de que no sabía dónde ir. Suspiró.<br />
<br />
-Kenter -dijo, con pesadumbre. Kenter tenía lo mismo de útil que de irritante.<br />
<br />
-¿Sí, señor?<br />
<br />
-¿Podrías decirme por favor dime dónde se celebra el Hak'un'Shapp?<br />
<br />
-Se celebra en los niveles 1 a 50, señor. Se pueden seguir los encuentros desde cualquier consola del hotel, y también se puede apostar desde cualquier lugar.<br />
<br />
-Gracias, pero prefiero verlo. Además, así veo si conozco a alguno de los participantes.<br />
<br />
-Nadie lo ve con sus propios ojos, señor, excepto los participantes. Los niveles 1 a 50 están llenos de cámaras para retransmitirlo todo con la mayor fidelidad. En cuanto a la identidad de los participantes... no veo en qué es diferente verlo en vivo de ver una holografía con detalle 1:1. ¿Desea rastrear a algún participante en concreto?<br />
<br />
-Pues la verdad es que conozco a Morg. No me importaría verlo.<br />
<br />
-¿Desea saber qué tal le va, señor? ¿O prefiere el holograma que se hizo al inscribirse?<br />
<br />
-Muéstrame ambos.<br />
<br />
-Por supuesto -dijo Kenter.<br />
<br />
De inmediato se activó un holoproyector en la pared opuesta a la cama, mostrando un droide bastante alto y ancho, de unos dos metros y medio. Permaneció unos segundos así, y luego sus extremidades se desplegaron, para llegar a medir tres mertos y medio. Transmitía una sensación de ser grandote e inofensivo que (como bien sabía Ide) no se correspondía con la realidad.<br />
<br />
La imagen se desvaneció, para dar paso a una representación seudobidimensional, que mostraba a Morg en una habitación. Un rótulo bajo la escena decía: "¡Momentos estelares de Morg!"<br />
<br />
La cámara giró para mostrar a un alienígena peludo y grandote, con brazaletes de esclavo, que llevaba una especie de vara, de punta energética. El alienígena fintó un par de veces, antes de que Morg consiguiera coger la vara con su articulación extendida. La retrajo con un movimiento brusco, y el alienígena chocó contra el droide. Se golpeó y cayó al suelo. Morg lo pisó sin mucho énfasis en la cabeza, que se deshizo.<br />
<br />
Corte de escena. Morg está en una posición de pelea, con un brazo extendido, y un humanoide envuelto en lo que parecen ser vendajes carga contra él, aparentemente desarmado. De repente, el homanoide extrae un sable de luz e intenta cortarle una extremidad a Morg. Éste retrae la extremidad y salta hacia atrás, mientras se extienden varios apéndices de su cuerpo metálico. Uno de los apéndices estalla, llenándolo todo de humo. La imagen cambia a termográfico. El humanoide gira sobre sí mismo para defenderse de algo, vuelve a girar. Un brazo de droide, muy frio, lo apresa de los dos brazos y se los arranca. Luego coge su cabeza y la aprieta de forma rápida y desapasionada, haciendo que estalle.<br />
<br />
Ide hizo memoria, para intentar recordar si había oído de algún Jedi que fuera a Nar'Shadda últimamente y que hubiera muerto. No le sonaba. Aunque, claro, hacía menos de un mes que había regresado al Templo.<br />
<br />
-¿Quién era el del sable, Kenter? -preguntó Ide.<br />
-Exen Nithan. Proviniente de Korriban. Profesión reconocida: asesino. Cazarrecompensas. Iba muy bien en los preliminares. Hasta ese momento, claro.<br />
-¿Cómo va Morg?<br />
-Subiendo en la clasificación, señor. No tiene demasiados fans, pero tampoco tiene demasiados enemigos. Probablemente se clasifique para el Hak'un'Shapp.<br />
-Quisiera que le dejaras un mensaje de mi parte.<br />
-Puedo ponerlo en su cuenta, señor, pero no le garantizo que lo vaya a leer. La cantidad de mensajes que reciben los participantes es astronómica. Aunque, claro, dada la naturaleza robótica de Morg...<br />
-Seguro que le interesa lo que tengo que decirle. Te dicto.<br />
<br />
==Mensajes==<br />
<br />
Sobre la nariz de Kenter aparecieron unas pequeñas gafas. En sus manos apareció un pequeño datapad.<br />
-Asunto, Garin. Remitente, Kanor, de Coruscant. Mensaje -Ide se paró unos segundos, para pensarse bien el texto-. Sé por qué estás haciendo esto. Conocí a su padre. Tuvo problemas y huyó de Coruscant. Me pidió que cuidara de él. Te busqué en Horuz, pero habían saboteado tu secuencia de emergencia y acabaste aquí. -Se paró, no sabía si seguir dando detalles o dejarlo para cuando respondiera-. Este es mi buzón. Espero tu respuesta.<br />
-Ya está enviado, señor.<br />
-¿Está luchando ahora?<br />
-No, señor. Descansando. Gasta casi todos sus hak en "tiempo privado". Eso es una mala táctica, porque sus fans preferirían verlo... Ya tenemos respuesta al mensaje.<br />
<br />
Ide sonrió. Sabía que no tardaría en responder.<br />
<br />
-Léemela.<br />
-"Introduzca código de anulación". Ni remite, ni asunto...<br />
<br />
Entonces recordó que Tu'Ala le había dado las coordenadas, pero no un código de anulación. Si había cambiado el destino, con toda probabilidad había cambiado el código. Ide sacó su hololibro, para abrir el canal seguro para hablar con el Templo.<br />
<br />
Uno de los (ya familiares para Ide) ayudantes informáticos apareció en pantalla. Era 3-Tru, el especialista en seguridad.<br />
<br />
-Saludos, 3-Tru. Necesito mandar un mensaje a la expadawan Tu'Ala.<br />
<br />
-¿Mensaje, no comunicación directa? -dijo en tono profesional.<br />
<br />
-Mensaje.<br />
<br />
-Tecléelo en su interfaz.<br />
<br />
Ide escribió. "Los he encontrado. El robot tiene un código de desactivación. Espero que se te ocurriera cambiarlo y que te acuerdes. Contactar con Garin será más complicado." Pensó unos segundos, y escribió otro párrafo. "Espero que estés bien. De verdad. Iré a verte cuando pueda." Y envió el texto.<br />
<br />
La respuesta llegó cinco minutos después:<br />
<br />
"Te daré el código a cambio de una promesa solemne, por tu vida, tu honor de jedi y la Fuerza que lo sostiene todo."<br />
<br />
Respondió. "Como pudiste ver, soy un jedi de palabra. Habla."<br />
<br />
"Quiero que me prometas, por lo anterioremente dicho, que cuando vengas a verme tendremos sexo. Relaciones sexuales completas."<br />
<br />
"Pensaba que me ibas a pedir algo complicado de hacer."<br />
<br />
"Es algo muy complicado, si el otro no quiere. No puedo tomarlo ni exigirlo, sólo pedirlo."<br />
<br />
"Por mi vida, mi honor de jedi y por la Fuerza que todo lo sostiene, tienes mi palabra, y la convicción de que no supondrá esfuerzo alguno." Ide sonrió al escribir esto, pero lo envió así.<br />
<br />
"Contaré las horas. Desde ahora me declaro en abstinencia, hasta que nos veamos :D ."<br />
<br />
Ide esperó que el canal no estuviera vigilado. Aunque, dado su historial, no era de esperar que nadie en el Templo se alarmara.<br />
Kenter permanecía erguido, alerta, en espera de más órdenes. Para variar, estaba callado. Ide se quedó pensando unos segundos. No sabía si enviar el código ahora, o hacerlo después. Y, en cualquier caso, no sabía lo que pasaría cuando introdujera el código.<br />
<br />
-Kenter, ¿sabes si Morg tiene algún combate hoy?<br />
<br />
-Nadie lo sabe, señor -repuso el hombrecillo, con cara de circunstancias-. Como ya le he dicho, gasta casi todos sus hak en "tiempo de privacidad". Y dada su naturaleza robótica, tampoco gasta mucho en mantenimiento... así que el momento de su siguiente combate es entre ahora y dentro de veintiocho horas.<br />
<br />
-Bien. Necesito que le envíes otro mensaje.<br />
<br />
-Será un placer, señor.<br />
<br />
-Mismo asunto que el anterior. Escribe. "Tengo el código, pero necesito asegurarme de que Kurel estará bien. ¿Qué harás cuando se desactive la secuencia de emergencia?".<br />
<br />
Cuando vio el mensaje escrito, tuvo la vaga impresión de que la respuesta sería "Introduzca código de anulación", sin remite, ni asunto.<br />
<br />
-Ya hay respuesta, señor. La leo: "El estado de salud de Kurel está al noventa y siete por ciento, y me encuentro en disposición de afirmar que permanecerá entre el noventa y cinco y el cien por cien; al menos en las próximas seis semanas. Introduzca código de anulación."<br />
<br />
Ide no sabía si anular la secuencia de emergencia ahora. O esperar a tener resuelto lo de Arakosia. Y lo de Delia. Y lo de Lionel. Quizás podría presionar a Vima, si tuviera control sobre Morg.<br />
<br />
-Responde, Kenter. "No has respondido a mi pregunta. Qué pasará con Kurel, y contigo, cuando introduzca el código. Y en cualquier caso, no te voy a enviar el código por una red no segura. Te lo daré en persona. Supongo que habrás sido lo suficientemente listo como para rastrear desde dónde te he enviado este mensaje."<br />
<br />
-"Remitente irrastreable debido a la configuración del sistema. Respuesta a la pregunta planteada excede parámetros de seguridad. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide dictó a Kenter de nuevo. "Habitación [...], en el Palacio del Dolor. No transferiré el código por una red privada. Si no piensas venir, proporcióname un buzón de la HoloRed donde pueda mandarte el código."<br />
<br />
"No dispongo de acceso a HoloNet. No puedo abandonar el Hak'Un Shapp."<br />
<br />
Ide no se fiaba de que alguien estuviera vigilando las comunicaciones, y que, intencionadamente podría intervenir el mensaje y no permitir que llegara a Morg. Por eso, intencionadamente, envió un código erróneo.<br />
<br />
-Kenter, envía la siguiente secuencia. -Dictó el código, errando en algunos números a propósito. Si Morg respondía, sería prueba inequívoca de que le había llegado el mensaje.<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Miró la respuesta algo atónito. No tenía ningún sentido que se bloqueara el sistema tras un intento erróneo. Aunque al menos sabía que nadie estaba interviniendo el canal.<br />
<br />
-Kenter, envía otro mensaje. -Esta vez, dictó el código correctamente, y lo repasó dos veces-. Además, crea un alias oculto en el remitente. Habrá bloqueado la anterior dirección.<br />
<br />
Cuando llegó el siguiente mensaje, Ide lo contempló, sin acabar de creérselo:<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la mente de Ide. ''A lo mejor no era Morg'' el que estaba enviando los mensajes de "Código incorrecto". Envió una tercera clave, ligeramente modificada respecto de la correcta que le había enviado Tu'Ala. Además escribió a la chica por el canal abierto en su Hololibro: "¿Estás segura de que esa es la clave?".<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
==Seguridad hutt==<br />
<br />
El mensaje de Tu'Ala tardó un poco más en llegar: "Claro, por supuesto, yo misma lo cambié. Es culpa de alguien pequeño y rojo. Tendrás que decírselo en persona, antes de mañana por la tarde."<br />
<br />
Respondió a Tu'Ala. "¿Alguien pequeño y rojo? ¿Mañana por la tarde? ¿Qué tiene que ver eso con el código que Morg ha rechazado?"<br />
<br />
"Sabes, no puedo ajustar mis visiones proféticas desde aquí. Por el ysalamiri, sabes. Hablo de memoria, esto es algo que vi una vez. Pero creo que no es Morg el que está rechazando el código."<br />
<br />
"''Estupendo''", pensó Ide, "''ahora además de alguien interfiriendo la comunicación tenemos una visión profética''".<br />
Abrió su Hololibro de nuevo. Escribió un pequeño programa, de apenas diez líneas de código, que generaba variaciones del código de seguridad. Lo conectó a la consola de Kenter.<br />
<br />
-Kenter, envía la salida de este programa a ''Morg''. Cada diez segundos. Una clave por mensaje.<br />
<br />
"''Si quieres tener la clave, vas a tener que encontrarla entre todas las que vas a recibir, y luego discutirlo con Morg''", pensó.<br />
<br />
Desde Kenter manó una especie de murmullo, al comenzar a mandar variaciones del código. Al mismo tiempo, con una voz muy suave le dijo a Ide: "Esta es una tarea infinita, señor..."<br />
<br />
-No te preocupes, no durará mucho -dijo Ide con una media sonrisa-. Envía unos cuantos mensajes más, luego aumentaremos la frecuencia. Cuando haya enviado unas cuatro mil claves, será suficiente.<br />
<br />
-Sí, señor -dijo Kenter, con voz cansada.<br />
<br />
-Si enrutas mi Hololibro al sistema de mensajería, yo mismo puedo configurar los envíos, y no tendrás que dedicar procesador a esta tarea.<br />
<br />
-No... autorizado... no se preocupe por mí, señor.<br />
<br />
Ide comenzó a escribir en su hololibro, modificando el programa.<br />
<br />
Kenter se sentó, y tenía la expresión perdida. Cuando volvió a hablar, su voz era casi inaudible:<br />
<br />
-Cuatro... mil... claves... será... suficiente...<br />
<br />
Ide cambió el límite, y la cara de Kenter se congeló en un rictus de horror. Modificó el programa para que siguiera generando claves, cada vez con más frecuencia. Si conseguía saturar el buffer de Kenter... quizá...<br />
<br />
Diez segundos más tarde, la imagen de Kenter se inmovilizó. Seguía sentado, con la mirada perdida; e Ide se dio cuenta de que estaba perfectamente inmóvil. Probablemente al saturarse el buffer había sobreescrito algún otro sector de memoria, conjeturó Ide. En cualquier caso, estaba claramente fuera de combate. Intentó entonces acceder directamente a la red privada de comunicaciones, y descubrió que la IA era responsable de la seguridad de red de la habitación, que había caído.<br />
<br />
Ide accedió sin ningún problema. Por otra parte, debía haber centenares, o miles, de IAs similares a Kenter, cada una controlando una zona específica. Probó a marcar un mensaje dirigido a Morg, con otra clave falsa, para intentar seguir la traza. Comprobó que había una dirección por la que pasaban todos los mensajes que salían de la habitación. El mensaje dirigido a Morg no volvió a salir de esa dirección. En cambio, mandó un mensaje a Ide. Ni se molestó en abrirlo. Ya sabía lo que decía.<br />
<br />
Probó a enviar un mensaje de ánimo a Morg, suplantando la dirección de otra de las habitaciones del hotel. Algo así como "Apostaré por ti, lo estás haciendo fenomenal, ¡eres extraordinario!". Lo siguió por su ruta en la red, y observó que realizaba el mismo recorrido. Salvo que el mensaje de vuelta era "Gracias, apreciado admirador. La próxima vez que le arranque los miembros a alguien, lo haré en tu honor.".<br />
<br />
"''Así que ninguno de mis mensajes ha llegado a Morg...''". Repasó la correspondencia. Pero su interlocutor sabía de Kurel, no podía ser... salvo que el interlocutor intermedio funcionara como una especie de censor... que abriera todos los mensajes y sólo dejara pasar los que viera más convenientes. Por la velocidad con la que respondía, Ide intuyó que se trataba de un filtro electrónico. Que era, probablemente, el que había repetido el mensaje de Morg en la segunda clave. Y en la tercera. Y en la cuatro mil. Si quería saltarse el filtro... tendría que enviar un mensaje que no estuviera en las reglas de bloqueo. Mencionar a Kurel había<br />
funcionado. Y a Horuz. Así que redactó un mensaje con un remitente distinto, se consignó a la Fuerza, y cruzó los dedos para que el filtro no lo retuviera.<br />
<br />
Remitente: "Ide". Asunto: "Kurel". Mensaje: "El hijo de Zhur Garin, que fue traido aquí desde Horuz, debe ser trasladado al Templo Jedi de Coruscant, por deseo expreso de él mismo." El mensaje no llegó más allá del interlocutor intermedio. El mensaje de vuelta decía: "No tengo problema con eso. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide se quedó mirando su Hololibro. Tuvo otra obvia revelación. Las reglas no se limitarían a aprender los mensajes que Morg hubiera rechazado. Además, jamás dejarían pasar un mensaje que contuviera un código de desbloqueo de un droide.<br />
<br />
Aún quedaba el problema de los pocos miles de claves que había enviado. Si un observador humano decidía probarlas, probablemente podrían obtener el control de Morg en pocas horas. Siempre que el supervisor, el cual Ide estaba seguro que existía, no decidiera que era un ataque aleatorio para obtener el control de Morg...<br />
<br />
Aprovechando la brecha abierta, Ide instaló su programa en el terminal donde antes se había estado ejecutando Kenter. Lo ejecutó para que siguiera enviando claves. Observó, desde la monitorización que hacía desde su Hololibro, cómo el filtro las respondía automáticamente. Creó un pequeño filtro, que descartaba las respuestas estándar, y que avisaba y detenía el envío en caso de obtener una respuesta distinta.<br />
<br />
Cuando terminó era casi la hora de la cena. Desconectó su Hololibro y dejó su sistema funcionando.<br />
<br />
Obviamente, Kenter no sería capaz de avisarlo, así que cogió sus cosas y se dirigió a la Flor Esquiva.<br />
<br />
<br />
<<Continúa en [[Humo y Vapor III]]>></div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIHumo y Vapor II2013-06-26T18:56:07Z<p>El Universo: /* Indagaciones e invitaciones */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26 aGR; 18:30'''<br />
<br />
Volvieron a la atmósfera tan rápido como la twi'lek podía pilotar. Aunque inmerso en sus pensamientos y las sensaciones que iban y venían sobre su padawan, se paró a examinarla unos segundos. Había explotado, cuando el mercenario la tenía sujeta con el cuchillo. Que Ide supiera, sólo había una forma de estallar de esa manera, y ya la había visto antes en un usuario de la Fuerza.<br />
<br />
Ella misma seguía asustada por lo que acababa de experimentar, y parecía muy confusa. Y seguía pilotando, volcándose en la conducción como única manera de mantener la cordura. Pero Ide la veía con otros ojos.<br />
<br />
Ella estaba pilotando ''mediante la Fuerza''. Y también estaba inmersa en un shock emocional.<br />
<br />
Pero ya se encargaría de esto más tarde. Ahora tenía que ver a su padawan.<br />
<br />
==Llegada==<br />
<br />
El tiempo base para llegar era de cuarenta minutos, pero ella consiguió reducirlo a treinta mediante algunas maniobras de dudoso buen gusto, que no produjeron víctimas de puro milagro.<br />
<br />
Poco antes de llegar, Ide vio la columna de humo que surgía del techo hundido de la mansión Wolkan. Fue entonces cuando se empezó a preocupar de verdad.<br />
<br />
Aterrizaron en el mismo hangar donde Ide había aparcado al llegar allí por primera vez, y que era de las pocas partes que conservaba la estructura más o menos intacta. Nadie salió a recibirlos.<br />
<br />
Ide caminó fuera de la nave, con premura pero sin perder la precaución, con el sable de luz en la mano, aunque apagado. Agudizó el oído, no se escuchaban sonidos de combate. Con la Fuerza no podía percibir a Arakosia, pero ella siempre había sido, por naturaleza, difícil de percibir.<br />
<br />
MN-44, con un brazo menos y varias marcas de blaster sobre su torso, se acercó cojeando a Ide.<br />
<br />
-Cielos, ''Emeene''... ¿qué ha pasado aquí?<br />
<br />
-¿Señor Kanor? No puedo verlo bien, mis fotoreceptores están dañados... hemos sido atacados, señor.<br />
<br />
-¿Dónde está Keel? ¿Y Arakosia?<br />
<br />
-El amo Wolkan se ha encerrado en su búnker, y no tiene intención de salir hasta que piense que el entorno es seguro. La chica que lo acompañaba a usted desapareció en el fragor del combate.<br />
<br />
De repente, Ide se acordó de algo más. Cogió su intercomunicador y se lo llevó a la boca.<br />
<br />
-¿Lionel? Lionel, aquí Ide, contesta.<br />
<br />
Un chorro de estática fue la única respuesta. Ide no acababa de tener claro si había percibido la voz de Lionel en medio de la estática, o si había sido su mente, intentando convencerle de que así había sido.<br />
<br />
==Control de daños==<br />
<br />
Marcó en el comunicador el número de Keel. Una voz airada contestó.<br />
<br />
-¡Ahora qué!<br />
<br />
-¿Ahora qué? ¿Qué está pasando aquí? Me han intentado matar mientras estaba en el gremio de cazarrecompensas... ¿qué significa todo esto?<br />
<br />
-¡Que qué significa qué! ¡Han intentado matarme! ¡En mi propia casa!<br />
<br />
-¿Sabes quién es el responsable?<br />
<br />
-¡Mercenarios, creo! ¡No lo sé! ¡Cuando el que sea quiera reclamar el ''k'shii'', lo sabremos! ¡Mierda! ¡He perdido más de cincuenta esclavos! Por cierto, siento haberte dejado sin piloto.<br />
<br />
A Ide le dio un vuelco el corazón.<br />
<br />
-¿Perdona?<br />
<br />
-La twi'lek. Lo siento, he activado el código de su implante hace un rato. Ha sido al activar la marea de carne... pero veo que has llegado bien, así que no ha sido un gran contratiempo.<br />
<br />
La chica, de pie al lado de Ide, se puso pálida. Con la mirada aturdida, se sentó en el suelo.<br />
<br />
-Eh, bueno, ahora tenemos otros asuntos que tratar. Yo, por ejemplo, tengo que encontrar a mi aprendiz. Llámame si necesitas algo, pero por lo que veo sabes cuidarte solo. -Miró a MN-44-. Deberías hacer algo con MN, parece algo dañado.<br />
<br />
-Anda la leche, ¿sigue vivo? Estee... ya lo mandaré reparar cuando salga y tal...<br />
<br />
-Descuida. Te veo luego.<br />
<br />
Cogió a la twi'lek del brazo y se dirigió a la nave. Cuando llegó a la nave, ella se dejó caer sobre sus rodillas y comenzó a sollozar.<br />
<br />
-Disculpa la pregunta, pero... al activar Keel tu implante, ¿no debías haber muerto?<br />
<br />
Ella negó con la cabeza, sin dejar de llorar.<br />
<br />
-Pero Keel piensa que has muerto -ella asintió-. Entonces, si Keel piensa que has muerto, es porque debías haber muerto, pero que algo falló en ese instante. A no ser que algo se me escape -ella asintió-. También, en lugar de asentir sin decir nada, podrías decirme qué pasa. O podemos jugar al juego del jedi que busca la verdad sin que la twi'lek hable.<br />
<br />
==Respuestas==<br />
<br />
Ella se giró a medias, sin atreverse a mirar a Ide a los ojos. Con un hilo de voz contestó:<br />
<br />
-¿Je...di?<br />
<br />
Ide tuvo un momento de duda, pero luego creyó entender.<br />
<br />
-¿Sabes quién soy? -ella negó con la cabeza. Ide sonrió -. ¿Sabes quién es Keel? -ella asintió, con un escalofrío-. Pues te voy a dar una buena noticia: creo que eres una twi'lek libre, sobre todo porque tu amo piensa que has muerto, y tu implante ha fallado cuando él intentó activarlo.<br />
<br />
Ella se calmó un poco. Habló con la voz deformada por haber llorado, pero más calmada.<br />
<br />
-El implante no falló por eso -dijo en voz baja-. Falló porque Keel no era mi propietario.<br />
<br />
-Ahora sí que no entiendo nada. Él piensa que tú has muerto...<br />
<br />
-Porque él dio la orden de activar mi implante. Pero como él no era mi propietario, no se activó.<br />
<br />
-¿Y a quién perteneces?<br />
<br />
-A ti, amo -miró a otro lado, como si no soportara mirarlo a los ojos- Mi código está en tu cristal de pago.<br />
<br />
-Entiendo. Osea, que te compré cuando gestionaste el alquiler del carguero, por eso me salió tan caro...<br />
<br />
Ella lo miró extrañada.<br />
<br />
-No, el precio de la nave es correcto. Y es de segunda mano. Mi... coste es un porcentaje pequeño de lo que se gastó en aquella nave.<br />
<br />
-¿Segunda mano? ¿Lo he comprado? ¿Te compré a ti y a la nave? - Ide estaba sinceramente sorprendido.<br />
<br />
-Y a muy buen precio, si me permite decírselo, amo.<br />
<br />
Guardó silencio durante unos segundos.<br />
<br />
-Entonces supongo que ya me puedes decir tu nombre.<br />
<br />
-Un esclavo no tiene nombre, amo. Puede llamarme como guste...<br />
<br />
-Ya, lo que pasa es que tú no eres mi esclava. Te voy a liberar en cuanto sepa cómo quitarte esa cosa de la activación.<br />
<br />
-Es que yo no quiero ser liberada -miró a Ide, que la observaba con el desconcierto pintado en el rostro- ¿Libre? ¿Con este cuerpo? ¿En Nar Shaddaa? Ni hablar. Como propiedad, tengo mis derechos.<br />
<br />
-Oh, bueno, yo pensaba más bien que te vinieras a Coruscant.<br />
<br />
Los ojos de ella se agrandaron con sorpresa, pero no se atrevía a creer.<br />
<br />
==Los detalles después==<br />
<br />
-Bueno -siguió Ide-, los detalles podemos discutirlos después. Ahora necesitaría que me ayudaras a encontrar a mi aprendiz, y de paso a terminar la misión que tengo que hacer aquí.<br />
<br />
-Mientras tanto, y según la legislación de Nar Shaddaa, soy de tu propiedad -sonrió-. No puede ser peor que Keel Wolkan -escupió el nombre con desprecio.<br />
<br />
-Estoy seguro de que no -dijo, devolviéndole la sonrisa-.<br />
<br />
-Y, ahora, ¿cómo puedo serte de utilidad, amo?<br />
<br />
-Para empezar podrías dejar de llamarme amo.<br />
<br />
-¿Señor, quizá? ¿El nombre de pila? A algunos amos les gusta...<br />
<br />
-Ide está bien.<br />
<br />
-Ide -repitió ella en voz baja-. Es bonito. Necesitarás un apelativo para denominarme, Ide. Y ahora que soy de tu propiedad, contestaré a todas tus preguntas. ¿Quieres saber cómo me llamaba? ¿Quieres saber qué me gusta en la cama?<br />
<br />
Ide movió los ojos hacia arriba. Le encantaría charlar y animar a la chica, pero ahora tenía algo que hacer.<br />
<br />
-Vamos, me puedes contar todo eso mientras rescatamos a mi ayudante -sonrió, y subió la rampa de acceso.<br />
<br />
-Claro, si no he desconectado la energía de la nave -se encogió de hombros- por si había problemas. Pero, ¿hacia dónde vamos?<br />
<br />
-Hacia el sitio del que nunca debí alejarme. Al Palacio del Dolor.<br />
<br />
Ide vio como un escalofrío recorría la espalda de la twi'lek, pero ésta no dijo nada. Caminó hasta el puesto del piloto, y partieron dejando una estela de humo y vapor.<br />
<br />
==Un trayecto corto==<br />
<br />
La chica parecía haber pensado, inicialmente, que iban al Palacio del Dolor a alojarse. Por eso le contó brevemente lo que había venido a hacer a Nar Shadda, y los problemas que habían surgido con su piloto durante la investigación en el Palacio del Dolor. Le contó además, la sospecha que tenía de que tanto el ataque en el Gremio como la destrucción de la casa de Keel fueran obra de Vima Da'Motta.<br />
<br />
Ella asintió respetuosamente, intercalando comentarios apropiados a la historia de Ide, pero sin hacer ninguna pregunta. Cuando Ide guardó silencio, la escuchó susurrar "marea de carne".<br />
<br />
-Todavía no sé tu nombre -intervino Ide -. El que tenías antes de ser esclava.<br />
-Sira Levora -dijo ella con un tono extraño- Bueno, en realidad es Siral'evora, pero en básico se dice así.<br />
El joven no dijo nada, pero sonrió.<br />
<br />
==De nuevo en el Palacio del Dolor==<br />
<br />
La masa piramidal que era el Palacio del Dolor volvió a aparecer en la distancia. Por alguna razón, bajo el sol parcialmente eclipsado que empezaba a ponerse, bajo el cielo rojizo, a Ide le pareció aún más amenazador que la primera vez que lo vio.<br />
Una protrusión del edificio, cerca de la cima, se extendió para recibirles. Este, comprendió Ide, es un hangar de lujo.<br />
<br />
Bajaron de la nave, y un hombre enfundado en un traje formal los recibió con un ademán moderado y una sonrisa comedida.<br />
<br />
-¿Ide Kanor? -dijo educadamente.<br />
<br />
-En efecto. Cuánto honor, no sabía que tendría recepción oficial -dijo Ide, con un tono algo ambivalente entre lo formal y el sarcasmo.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Es usted un cliente importante. ¿Desea que lo conduzca a sus aposentos? El trayecto puede resultar complicado...<br />
<br />
-Entiendo.<br />
<br />
-La señora DaMot'ta lamenta no poder recibirlo en persona, pero estará encantada de cenar con usted esta noche en la Joya Gloriosa. Puede, mientras tanto, retirarse a sus aposentos, o disfrutar de nuestra muy variada oferta en ocio y restauración. Los pozos de carne, en concreto, son exquisitos.<br />
<br />
-Gracias, creo que esperaré en mi habitación. Por cierto, ¿cómo es que me esperaban? -preguntó, despreocupadamente.<br />
<br />
-Todos nuestros clientes tienen incluído un punto de desembarco con el precio de la habitación, señor. Y yo mismo tengo la labor de recibirle a usted y de proporcionarle cualquier información o servicio que pueda necesitar -sonrió enigmáticamente.<br />
<br />
Ide le devolvió la sonrisa. Aunque no tenia claro a qué venía tanto protocolo, se hacía una ligera idea. En cualquier caso, prefirió no preguntar más.<br />
<br />
El hombre, con un lenguaje corporal a medio camino entre el mayordomo y el ayuda de cámara, hizo un ademán que indicaba "sígame, por favor", y se dispuso a guiarlo hacia su habitación.<br />
<br />
El trayecto fue sorprendentemente corto y visualmente agradable. Ide reconoció los símbolos en la puerta de la habitación, aunque (reflexionó) no estaba del todo seguro de poderlos trazar si quisiera.<br />
<br />
==Indagaciones e invitaciones==<br />
<br />
En el interior, Ide se encontró de nuevo con la considerable extensión de espacio que era la habitación doble, decorada con notable buen gusto, con los hologramas de las paredes mostrando una tarde agradable en Alderaan. El selector holográfico se activó al entrar Ide por la puerta, mostrando de nuevo a la misma mascota humanoide que le había dado la bienvenida en la ocasión anterior.<br />
<br />
-¡Hola de nuevo, señor! -saludó con voz animada- ¡Me alegro mucho de volver a verle!<br />
<br />
-Hola, Kenter.<br />
<br />
-¿Hay algo que pueda hacer que su estancia resulte más agradable?<br />
<br />
-Pues me gustaría que comprobaras si la chica que me acompañaba ayer ha vuelto al hotel.<br />
<br />
-Veré lo que puedo hacer, señor -se volvió, mientras parecía concentrarse unos instantes-. Ahora se encuentra inscrita entre el personal de la Señora del Dolor. Pendiente de terminar cuidados médicos. Pendiente de evaluación física. Pendiente de asignación de destino -dijo en tono monocorde- ¿Desea alguna otra cosa, señor?<br />
<br />
-El... ¿personal, has dicho? Me gustaría verla, si fuese posible -dijo Ide, intentando mantener el tono educado.<br />
<br />
-Por supuesto, señor -dijo Kenter, servicialmente. Su imagen se difuminó, y se convirtió en la de una habitación espaciosa, llena de máquinas, donde tres droides médicos trabajaban afanosamente en Arakosia, que parecía ser la única paciente. Ella permanecía inconsciente, en el interior de una especie de cámara bañada con luz o líquido (la imagen era poco clara) de color dorado.<br />
<br />
-¿Y cuándo dices que ingresó aquí? -siguió Ide.<br />
<br />
-Me temo que esa información no la conozco, señor -reflexionó un instante- Supongo que hace poco, porque la evaluación física, asignada como tarea pendiente, es una de las primeras cosas que se realizan cuando alguien entra a formar parte de nuestra pequeña familia -sonrió.<br />
<br />
-Bueno, entonces me gustaría hablar con alguien responsable del nuevo personal. No entiendo por qué mi acompañante ha ingresado como miembro del hotel.<br />
<br />
-¿Holopresencia, señor? ¿O desea una entrevista en persona?<br />
<br />
-En persona, por favor -Ide estaba haciendo un esfuerzo por mantener la compostura-. Es un tema delicado, no entiendo qué está pasando aquí.<br />
<br />
-Comprendo -asintió el holograma animado-. Me temo que eso tardará un poco más. Nuestro hogar es un lugar grande...<br />
<br />
-Supongo que podrá ser antes de la cena.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Serán entre veinte y veinticinco minutos.<br />
<br />
-Estupendo. Esperaré aquí.<br />
<br />
Kenter no se desvaneció.<br />
<br />
-Parece contrariado, señor. ¿Hay algo que pueda hacer por usted? ¿Licor, especia, mujeres?<br />
<br />
-No, gracias, Kenter -interrumpió Ide-. Esperaré aquí hasta que pueda entrevistarme con el responsable del ingreso de Arakosia.<br />
<br />
-Como desee, señor. Permaneceré atento, por si necesita algo -se desvaneció.<br />
<br />
Ide se dirigió a la cama, y sin musitar una palabra más, adoptó postura de meditación. Necesitaba atar cabos, aunque todo apuntaba, cada vez más claramente, a que detrás de esta jugada estaba la misma Vima Da'Motta.<br />
<br />
==Espera, meditación==<br />
<br />
Ide cerró los ojos, y dejó su mente tan en calma como le fue capaz. Intuía que probablemente un jedi más experimentado lo lograría con mayor facilidad, pero al final consiguió aquietarse lo suficiente. O eso creía.<br />
Dejó vagar su percepción hacia el pasado, guiándola con suave firmeza al momento en el que creyó percibir la presencia de Arakosia, cuando estaba en aquel hangar...<br />
''...se vio a sí mismo, de pie junto a la nave que en aquel momento pensaba alquilada, el alienígena recién desintegrado, algunas de sus moléculas aún en el aire, y la sensación de vibrato que le llegaba desde la distancia. Ahora lo identificaba. Era la impronta de Arakosia en la Fuerza. Aun inconsciente, se había sentido en peligro. Y lo que había estado a punto de percibir no era sino el vínculo maestro-aprendiz, que él conocía tan bien... desde el lado del aprendiz.'' Seguramente la próxima vez que lo percibiera sería capaz de identificarlo con mayor precisión.<br />
...con la facilidad de la práctica, fluyó hacia adelante para ir al punto en el que el mercenario había tomado a Sira como rehén. ''Ella estaba llorando y temblando, y de repente...''<br />
Ide estudió sus recuerdos centésima a centésima.<br />
''...ella había cerrado los ojos con fuerza, y se había estremecido de puro pánico. Y la Fuerza había respondido. La explosión había brotado de ella. Y la expresión de su cara... no se lo esperaba, ni lo comprendía.'' Y seguía aterrorizada. Pero era una usuaria de la Fuerza, sin ningún género de dudas. O, mejor dicho, tenía el ''potencial'' para serlo.<br />
Justo cuando Ide iba a dirigir sus pensamientos a su aprendiz, aún en la sala de reconocimiento, llamaron a la puerta. Abrió los ojos.<br />
-Adelante -dijo, sin moverse, aún en pose de meditación.<br />
<br />
==Recursos Humanos==<br />
<br />
El que entró en la habitación había sido un hombre en otros tiempos. Ahora parecía más máquina. Tanto su ojo derecho como gran parte de su cráneo y su brazo izquierdo eran robóticos. La expresión de su cara era de hastío, pero sus modales eran impecables. Hizo un ademán pidiendo permiso antes de entrar en la habitación, y una vez dentro no se sentó hasta que Ide se lo hubo indicado. Aun así, inclinó levemente la cabeza antes de sentarse.<br />
<br />
-Cuénteme -dijo, sin más.<br />
-Entenderá -siguió Ide, con la misma claridad con la que él había empezado- que me encuentre algo extrañado por lo que ha sucedido. Mi acompañante ha sido ingresada en su hotel como miembro del equipo - enfatizó la última palabra-, según me ha podido informar el asistente holográfico.<br />
-Me temo que no comprendo de quién está hablando. ¿Podría ser un poco más específico, por favor?<br />
-Arakosia. La joven humana que tienen actualmente en observación médica.<br />
-Ah, sí. La hemos adquirido esta misma tarde a muy buen precio, a unos tratantes de esclavos de plena confianza -sus ojos se quedaron fijos un momento, como si mirara a algo muy lejano- Así es como ha entrado a<br />
formar parte de nuestro personal -su mirada recuperó parte de la viveza perdida- ¿Desea algo más?<br />
-Bueno, a ser posible, saber quién les ha vendido a mi aprendiz, la misma que era una humana libre esta misma tarde antes de que la secuestraran de donde estaba alojada.<br />
-Shawman&K'Rtahn, tratantes. Le puedo dar su dirección o su código de comunicador, si lo desea.<br />
Ide tomó aire.<br />
-Aunque claro, supongo que bajo las leyes de Nar Shadda, este individuo tendrá plena potestad sobre lo que haya ''adquirido'' al destruir y arrasar la casa Keel Wolkan, que es donde estaba Arakosia recuperándose. Y que, ahora que la ha vendido, no tiene potestad sobre ella. Y que cortarle la cabeza no anularía la transacción. ¿Me equivoco mucho? -Ide estaba considerablemente molesto por esta, por decirlo de alguna forma, ''inconveniencia''.<br />
-Su análisis de la situación es correcto, señor -su mirada se volvió reflexiva-. Aunque usted recuperaría parte del k shii perdido. Si lo desea, podemos venderle una esclava similar, de perfil guardaespaldas-concubina, un poco más joven...<br />
-No, no es sustituible. Necesito recuperar a Arakosia.<br />
-Si desea recuperar a esa chica en concreto, me temo que el asunto excede a mis competencias. Yo sólo manejo al personal existente, no tengo ningún papel en la entrada o salida de personal.<br />
-¿Tengo que hablar entonces con su superior?<br />
-Supongo que eso tendría que discutirlo con la señora Vima DaMot'Ta. Suele ser complicado, ya que no concede citas, pero... supongo es que es usted afortunado, ya que tiene una cita concertada con ella esta<br />
noche.<br />
-Me imaginaba que tendría que hablar directamente con ella. Le agradezco su ayuda.<br />
-¿Desea algún servicio que le ayude a hacer pasar el tiempo con mayor velocidad mientras espera?<br />
-No, gracias. Tengo un par de asuntos que resolver antes de la cena.<br />
-Entonces me retiro a mis quehaceres -dijo el cyborg, mientras se levantaba.<br />
-Muchas gracias por su atención.<br />
<br />
==Comunicándose con Keel==<br />
<br />
Ide se despidió del tipo, y sin dilación marcó el número de comunicador de Keel Wolkan. Tardó en contestar, y cuando lo hizo no había imagen, sólo una voz que parecía llena de dolor. O de droga.<br />
-Nnhh...-dijo la voz-que-parecía-de-Keel<br />
-Shawman&K'Rtahn. ¿Te suena ese nombre? -dijo Ide, obviando el estado de Wolkan.<br />
-¿Mmm? ¿Kanor?<br />
-Sí. Shawman&K'Rtahn. Han vendido a mi aprendiz a Vima Da'Motta. No sé si estás lo suficientemente lúcido como para atar cabos.<br />
-Una pareja de tratantes. Mi competencia más directa -suspiró-. ¿Qué quieres saber?<br />
-Cómo que qué quiero saber. Lo que te quiero decir es que deben haber sido ellos los que atacaron tu casa, si se han apoderado de mi aprendiz para venderla.<br />
-Ya... -dijo, con poca decisión- Debería haberlo supuesto -parecía dubitativo- Em... pues gracias por el dato, tio.<br />
-Lo que me gustaría saber es por qué sabían que yo estaba en Nar Shadda, y por qué me seguían. Me atacaron al mismo tiempo ocho mercenarios. ¿Tienes algo que contar, Keel?<br />
-Yo... no te comprendo... Tras la exhibición que hicísteis, supongo que bastante gente con el potencial de atacarme sabría de vuestra existencia...<br />
<br />
Ide se quedó bloqueado un momento.<br />
<br />
-Mierda -soltó.<br />
-Yo estoy intentando olvidar todo este asunto a base de especia rosa... -suspiró de nuevo- la especia rosa es buena...<br />
-Supongo que no arreglará nada que descabece a estos dos tíos. Al menos, no me devolverá a Arakosia.<br />
-Bueno, si vas y le dices a todo el mundo que lo haces de mi parte, te daré dos mil gubor. Piénsalo.<br />
-Tanto kshii por dos mil gubor... sabes negociar, Wolkan.<br />
-Bueno, me pareció una oferta justa...<br />
-Me lo pensaré, pero no me interesa el dinero. Me interesa mi aprendiz. ¿Cómo de poderosos son estos tipos?<br />
-Eh... pues más o menos como yo...<br />
-Gracias por la información. Te dejo, tengo que hacer un par de cosas antes de cenar. Cuidate, Wolkan.<br />
<br />
Miró las paredes de su habitación. Se maldijo por haber dejado sola a su aprendiz. Pero maldecirse no iba a arreglar nada, así que se fue a la Flor Esquiva. Ya que no podía hacer nada hasta hablar con Vima Da'Motta, al menos recogería toda la información que pudiera.<br />
<br />
==Regreso a la Flor Esquiva==<br />
<br />
Al parecer, en el Palacio del Dolor era tremendamente fácil llegar al lugar donde uno quisiera ir, o así se lo pareció a Ide.<br />
Llegó a la Flor Esquiva, que parecía estar bastante más animada que la otra vez. Aunque claro, la otra vez había sido por la mañana temprano. Seguía oliendo vagamente a especias, y seguía siendo rica en sofás, pero la música que tocaba Oloruu era más vivaz, y había prácticamente una persona (o pareja, o pequeño grupo) en cada sofá. También flotaba en el ambiente una cierta sensación plácida, no exenta de un extraño regusto amargo.<br />
<br />
Delia hizo un gesto de reconocimiento desde la barra. Comenzó a llenar un vaso con vino de Alderaan y esperó a que Ide y Sira se acercaran a hablar con ella.<br />
<br />
-Parece que no me voy a librar de hablar con tu jefa -dijo él, mientras tomaba asiento. Ella hizo un gesto de simpatía indeterminada.<br />
-Hablar no compromete a nada -dijo ella. Dejó pasar un par de segundos-. ¿Has encontrado al androide ese que buscabas?<br />
-No, pero tengo alguna pista. El problema es que en el camino he perdido a mi aprendiz. La han secuestrado y vendido. Adivina quién es su nueva dueña.<br />
-¿La Señora del Dolor, quizá?<br />
-Bingo. Unos tipejos atacaron la casa donde estaba... descansando. Keel Wolkan, no sé si te sonará.<br />
<br />
Se mostró levemente sorprendida.<br />
<br />
-Em... sí, es relativamente conocido.<br />
-Pues le han asestado un buen golpe.<br />
-Mala cosa... es una rata cobarde y cruel, muy capaz de usar a sus esclavos como campo de minas... pobres chicas.<br />
-Ah, a eso se refería con lo de marea de carne...<br />
-Sí, a eso. Se implanta un explosivo un poco más potente, y se hacen detonar los esclavos más cercanos a tu enemigo -comentó en un tono distante, pero asqueado- ...pobres chicas... -repitió mientras miraba a Sira con una huella de dolor compartido.<br />
-Una se salvó. La que me dejó como piloto. La compré sin querer -dijo Ide, intentando desviar el tema mientras Sira se ruborizaba en verde oscuro y apartaba la mirada.<br />
-Le salvaste la vida, tú -sonrió-. ¿No hay una tradición de cuidar de las vidas que uno salva? ¿O era al revés?<br />
-No lo sé. Mi orden nos insta a proteger a los desamparados, siempre que sea posible -el jedi sonrió, siendo consciente de lo que Delia estaba pensando.<br />
Delia le devolvió la sonrisa, con una calidez que no había visto a ningún nativo de Nar Shaddaa.<br />
-Te entiendo -no dijo nada más. Parecía tocada por sentimientos profundos, y siguió limpiando el vaso durante medio minuto, sin decir nada ni mirar a Ide directamente.<br />
<br />
Ide estuvo a punto de contarle que pensaba negociar con Vima para liberarla, y que pensaba que iba a ser difícil puesto que parecía valiosa, pero pensó que era mejor pasar por algunos temas de forma tangencial.<br />
<br />
-Creo que han cogido a Lionel -dijo, mirándola fijamente.<br />
Ella frunció el ceño.<br />
-No debió haberse quedado tanto.<br />
-Lo mandé a orbitar con la nave. Pero parece que no fue suficiente. No me contesta, y eso es mala señal -miró su vino. En cierto modo, se sentía responsable.<br />
-No sabría decir... a mí nunca me contesta -dijo con rabia.<br />
-Bueno. La gente cambia. Las cosas cambian. Hace tres horas mi aprendiz era mi aprendiz y ahora es una esclava de Vima. Esta noche puede que sea diferente.<br />
-Me pregunto para qué la querrá. ¿Ella era el objetivo de una operación completa o sólo fue un extra?<br />
-Digamos que... anoche... se hizo valer. Hizo una exhibición en casa de Keel. Llamamos la atención -ella hizo un gesto de sorpresa-. Fui un tonto. Nos siguieron la pista, y atacaron en casa de Keel. Ocho<br />
mercenarios me atacaron a mí mientras estaba en el Gremio de Cazarecompensas. Yo pude deshacerme de ellos, pero mi aprendiz no -levantó la mirada. No supo decir si estaba preocupado o la echaba de menos,<br />
pero no se permitió pensarlo mucho.<br />
Delia pareció acordarse de algo de repente. Extrajo un pequeño visor plano de un lateral de la barra y lo giró para que sólo pudieran verlo Ide y ella.<br />
-Un momento -dijo mientras manipulaba unos controles-. Apareció la imagen de Arakosia desnuda, haciendo girar su espada a gran velocidad para destrozar una oleada de fruta. Se notaba que la imagen se estaba desarrollando a cámara lenta en la velocidad a la que caían los trozos de fruta una vez cortados.- ¿Esta es ella?<br />
<br />
Ide no dijo nada durante unos momentos.<br />
<br />
-Debí habérmelo figurado -dijo con amargura-. Debo ser el jedi más tonto de toda la Orden.<br />
<br />
-Bueno, esto responde a mi pregunta anterior -dijo ella, sin hacer caso al comentario de Ide-. Ya sabemos para qué la quiere Vima.<br />
-Tiene todo el sentido.<br />
<br />
En un instante, Ide pasó de la frustración a la esperanza. "Lo que Vima no sabe es que eso no era Arakosia moviéndose, sino la droga actuando". Y justo cuando terminó la frase mental, se dio cuenta de lo que haría Vima si supiera que era la especia roja la que la hizo canalizar la Fuerza así.<br />
<br />
-Pues claro que lo tiene. La quiere para el Hak'un Shapp.<br />
<br />
Ide abrió mucho los ojos y habló con una pesada y profusa determinación.<br />
<br />
-Ya sé lo que voy a hacer. Sira, quédate aquí -ella asintió.<br />
<br />
Se despidió de Delia y se dirigió a su habitación.<br />
<br />
==Tratos con Fenel Fodel==<br />
<br />
Apenas hubo abierto la puerta, Kenter se volvió a materializar:<br />
-¡Saludos, noble señor! ¿Cómo puedo hacerlo más feliz?<br />
-Holocomunicación con el responsable de personal -dijo sin casi dejar terminar a Kenter-. El tipo que vino antes y ni siquiera se presentó.<br />
-Su nombre es Fenel Fodel. Lo llamaré en seguida.<br />
<br />
Tras unos diez segundos, la cara del ciborg apareció en el holocomunicador.<br />
<br />
-Necesito que me hagas un favor.<br />
-Dígame su problema y veré qué puedo hacer.<br />
-¿Tiene Arakosia ya el implante?<br />
-Me temo que los informes médicos relativos al personal son privados, señor.<br />
-Entiendo que es un no -se aventuró a decir-. Si oficialmente fuera una esclava, no tendrías problema en comunicarlo -hizo una pequeña pausa.<br />
-No tengo ningún problema en comunicarlo, más allá de la incomodidad que a veces supone para un cliente encontrarse a nuestro servicio a un... antiguo conocido -hizo un gesto de incomodidad-. Pero no se confunda. Es nuestra.<br />
-Necesito que postpongas la inserción. Sólo hasta esta noche, después de que negocie con Vima.<br />
-Mi deber es implantarla cuanto antes, si los informes médicos son favorables. Aunque la naturaleza de mi trabajo incluye cierta... flexibilidad a la hora de estimar parámetros intangibles, como la naturaleza favorable de un informe técnico -pareció concentrarse durante un instante-. Sin embargo, la Señora del Dolor parece haberse tomado un interés personal en este caso, y no creo que viera una... dilación intencionada por mi parte con buenos ojos. Representaría para mí un riesgo considerable.<br />
-Cuánto quieres -preguntó Ide con apenas entonación interrogativa.<br />
-No quiero dinero. Quiero irme de Nar Shaddaa.<br />
-Cuánto vales -repuso, como si la primera pregunta no hubiera existido.<br />
-Soy un agente libre, pero me retienen... compromisos ineludibles. Necesito que me saque de aquí alguien a quien no le importe la ira de Vima.<br />
-Uhm -Ide se quedó dubitativo. Algo pareció endurecerse en Fenel Fodel-. A mí no me importa, mientras consiga lo que he venido a buscar -el ciborg se relajó nuevamente, y esbozó la más mínima de las sonrisas. Asintió. -Será sólo una hora. Voy a ver a Vima en la cena, y tras la cena todo estará resuelto. De una manera u otra -sentenció.<br />
-Ten cuidado -dijo mientras asentía sobriamente.<br />
<br />
==Dinero y datos==<br />
<br />
Cuando se despidieron, Ide se dirigió a Kenter.<br />
<br />
-Kenter, ¿podrías comprobarme cuánto dinero queda en este cristal? -dijo Ide, mientras introducía el cristal en la ranura disponible.<br />
-¡Por supuesto, señor! -dijo con una cordialidad que a Ide comenzaba a cansarle- En este momento cuenta con 22714 gubor y 170 fleber.<br />
-Ahá. ¿Y sabes cómo anda el cambio medio de Gubor-Sgin?<br />
-El cambio medio oscila, señor, pero más o menos seis sgin hacen un gubor. Por supuesto, la tasa de cambio es tremendamente variable, y ya que muchos de los cambios de moneda se hacen electrónicamente, las tasas de cambio con varios decimales no son extrañas.<br />
<br />
"''Parece entonces que Sira hizo efectivamente un buen trato con la nave''", pensó Ide cuando hizo cuentas mentalmente. El carguero había costado unos 1.600 gubor. La realidad es que Ide no tenía muy claro cuánto significaba esa cantidad, pero lo que sí le pareció era que le quedaba una proporción bastante buena de dinero.<br />
<br />
De repente se acordó de Sira. Cogió su comunicador y escribió un mensaje. "Vete a la Flor Esquiva. Allí encontrarás a Delia. Dile que eres la que se salvó, y espérame allí. Lo que necesites comer y beber lo pagaré yo." <br />
Entretanto esperaba que llegara la hora de la cena decidió bajar a ver, en persona, qué era eso del Hak'un'Shap. Se quedó parado un segundo, y con decisión, salió por la puerta.<br />
No dio ni dos pasos cuando se dio cuenta de que no sabía dónde ir. Suspiró.<br />
<br />
-Kenter -dijo, con pesadumbre. Kenter tenía lo mismo de útil que de irritante.<br />
<br />
-¿Sí, señor?<br />
<br />
-¿Podrías decirme por favor dime dónde se celebra el Hak'un'Shapp?<br />
<br />
-Se celebra en los niveles 1 a 50, señor. Se pueden seguir los encuentros desde cualquier consola del hotel, y también se puede apostar desde cualquier lugar.<br />
<br />
-Gracias, pero prefiero verlo. Además, así veo si conozco a alguno de los participantes.<br />
<br />
-Nadie lo ve con sus propios ojos, señor, excepto los participantes. Los niveles 1 a 50 están llenos de cámaras para retransmitirlo todo con la mayor fidelidad. En cuanto a la identidad de los participantes... no veo en qué es diferente verlo en vivo de ver una holografía con detalle 1:1. ¿Desea rastrear a algún participante en concreto?<br />
<br />
-Pues la verdad es que conozco a Morg. No me importaría verlo.<br />
<br />
-¿Desea saber qué tal le va, señor? ¿O prefiere el holograma que se hizo al inscribirse?<br />
<br />
-Muéstrame ambos.<br />
<br />
-Por supuesto -dijo Kenter.<br />
<br />
De inmediato se activó un holoproyector en la pared opuesta a la cama, mostrando un droide bastante alto y ancho, de unos dos metros y medio. Permaneció unos segundos así, y luego sus extremidades se desplegaron, para llegar a medir tres mertos y medio. Transmitía una sensación de ser grandote e inofensivo que (como bien sabía Ide) no se correspondía con la realidad.<br />
<br />
La imagen se desvaneció, para dar paso a una representación seudobidimensional, que mostraba a Morg en una habitación. Un rótulo bajo la escena decía: "¡Momentos estelares de Morg!"<br />
<br />
La cámara giró para mostrar a un alienígena peludo y grandote, con brazaletes de esclavo, que llevaba una especie de vara, de punta energética. El alienígena fintó un par de veces, antes de que Morg consiguiera coger la vara con su articulación extendida. La retrajo con un movimiento brusco, y el alienígena chocó contra el droide. Se golpeó y cayó al suelo. Morg lo pisó sin mucho énfasis en la cabeza, que se deshizo.<br />
<br />
Corte de escena. Morg está en una posición de pelea, con un brazo extendido, y un humanoide envuelto en lo que parecen ser vendajes carga contra él, aparentemente desarmado. De repente, el homanoide extrae un sable de luz e intenta cortarle una extremidad a Morg. Éste retrae la extremidad y salta hacia atrás, mientras se extienden varios apéndices de su cuerpo metálico. Uno de los apéndices estalla, llenándolo todo de humo. La imagen cambia a termográfico. El humanoide gira sobre sí mismo para defenderse de algo, vuelve a girar. Un brazo de droide, muy frio, lo apresa de los dos brazos y se los arranca. Luego coge su cabeza y la aprieta de forma rápida y desapasionada, haciendo que estalle.<br />
<br />
Ide hizo memoria, para intentar recordar si había oído de algún Jedi que fuera a Nar'Shadda últimamente y que hubiera muerto. No le sonaba. Aunque, claro, hacía menos de un mes que había regresado al Templo.<br />
<br />
-¿Quién era el del sable, Kenter? -preguntó Ide.<br />
-Exen Nithan. Proviniente de Korriban. Profesión reconocida: asesino. Cazarrecompensas. Iba muy bien en los preliminares. Hasta ese momento, claro.<br />
-¿Cómo va Morg?<br />
-Subiendo en la clasificación, señor. No tiene demasiados fans, pero tampoco tiene demasiados enemigos. Probablemente se clasifique para el Hak'un'Shapp.<br />
-Quisiera que le dejaras un mensaje de mi parte.<br />
-Puedo ponerlo en su cuenta, señor, pero no le garantizo que lo vaya a leer. La cantidad de mensajes que reciben los participantes es astronómica. Aunque, claro, dada la naturaleza robótica de Morg...<br />
-Seguro que le interesa lo que tengo que decirle. Te dicto.<br />
<br />
==Mensajes==<br />
<br />
Sobre la nariz de Kenter aparecieron unas pequeñas gafas. En sus manos apareció un pequeño datapad.<br />
-Asunto, Garin. Remitente, Kanor, de Coruscant. Mensaje -Ide se paró unos segundos, para pensarse bien el texto-. Sé por qué estás haciendo esto. Conocí a su padre. Tuvo problemas y huyó de Coruscant. Me pidió que cuidara de él. Te busqué en Horuz, pero habían saboteado tu secuencia de emergencia y acabaste aquí. -Se paró, no sabía si seguir dando detalles o dejarlo para cuando respondiera-. Este es mi buzón. Espero tu respuesta.<br />
-Ya está enviado, señor.<br />
-¿Está luchando ahora?<br />
-No, señor. Descansando. Gasta casi todos sus hak en "tiempo privado". Eso es una mala táctica, porque sus fans preferirían verlo... Ya tenemos respuesta al mensaje.<br />
<br />
Ide sonrió. Sabía que no tardaría en responder.<br />
<br />
-Léemela.<br />
-"Introduzca código de anulación". Ni remite, ni asunto...<br />
<br />
Entonces recordó que Tu'Ala le había dado las coordenadas, pero no un código de anulación. Si había cambiado el destino, con toda probabilidad había cambiado el código. Ide sacó su hololibro, para abrir el canal seguro para hablar con el Templo.<br />
<br />
Uno de los (ya familiares para Ide) ayudantes informáticos apareció en pantalla. Era 3-Tru, el especialista en seguridad.<br />
<br />
-Saludos, 3-Tru. Necesito mandar un mensaje a la expadawan Tu'Ala.<br />
<br />
-¿Mensaje, no comunicación directa? -dijo en tono profesional.<br />
<br />
-Mensaje.<br />
<br />
-Tecléelo en su interfaz.<br />
<br />
Ide escribió. "Los he encontrado. El robot tiene un código de desactivación. Espero que se te ocurriera cambiarlo y que te acuerdes. Contactar con Garin será más complicado." Pensó unos segundos, y escribió otro párrafo. "Espero que estés bien. De verdad. Iré a verte cuando pueda." Y envió el texto.<br />
<br />
La respuesta llegó cinco minutos después:<br />
<br />
"Te daré el código a cambio de una promesa solemne, por tu vida, tu honor de jedi y la Fuerza que lo sostiene todo."<br />
<br />
Respondió. "Como pudiste ver, soy un jedi de palabra. Habla."<br />
<br />
"Quiero que me prometas, por lo anterioremente dicho, que cuando vengas a verme tendremos sexo. Relaciones sexuales completas."<br />
<br />
"Pensaba que me ibas a pedir algo complicado de hacer."<br />
<br />
"Es algo muy complicado, si el otro no quiere. No puedo tomarlo ni exigirlo, sólo pedirlo."<br />
<br />
"Por mi vida, mi honor de jedi y por la Fuerza que todo lo sostiene, tienes mi palabra, y la convicción de que no supondrá esfuerzo alguno." Ide sonrió al escribir esto, pero lo envió así.<br />
<br />
"Contaré las horas. Desde ahora me declaro en abstinencia, hasta que nos veamos :D ."<br />
<br />
Ide esperó que el canal no estuviera vigilado. Aunque, dado su historial, no era de esperar que nadie en el Templo se alarmara.<br />
Kenter permanecía erguido, alerta, en espera de más órdenes. Para variar, estaba callado. Ide se quedó pensando unos segundos. No sabía si enviar el código ahora, o hacerlo después. Y, en cualquier caso, no sabía lo que pasaría cuando introdujera el código.<br />
<br />
-Kenter, ¿sabes si Morg tiene algún combate hoy?<br />
<br />
-Nadie lo sabe, señor -repuso el hombrecillo, con cara de circunstancias-. Como ya le he dicho, gasta casi todos sus hak en "tiempo de privacidad". Y dada su naturaleza robótica, tampoco gasta mucho en mantenimiento... así que el momento de su siguiente combate es entre ahora y dentro de veintiocho horas.<br />
<br />
-Bien. Necesito que le envíes otro mensaje.<br />
<br />
-Será un placer, señor.<br />
<br />
-Mismo asunto que el anterior. Escribe. "Tengo el código, pero necesito asegurarme de que Kurel estará bien. ¿Qué harás cuando se desactive la secuencia de emergencia?".<br />
<br />
Cuando vio el mensaje escrito, tuvo la vaga impresión de que la respuesta sería "Introduzca código de anulación", sin remite, ni asunto.<br />
<br />
-Ya hay respuesta, señor. La leo: "El estado de salud de Kurel está al noventa y siete por ciento, y me encuentro en disposición de afirmar que permanecerá entre el noventa y cinco y el cien por cien; al menos en las próximas seis semanas. Introduzca código de anulación."<br />
<br />
Ide no sabía si anular la secuencia de emergencia ahora. O esperar a tener resuelto lo de Arakosia. Y lo de Delia. Y lo de Lionel. Quizás podría presionar a Vima, si tuviera control sobre Morg.<br />
<br />
-Responde, Kenter. "No has respondido a mi pregunta. Qué pasará con Kurel, y contigo, cuando introduzca el código. Y en cualquier caso, no te voy a enviar el código por una red no segura. Te lo daré en persona. Supongo que habrás sido lo suficientemente listo como para rastrear desde dónde te he enviado este mensaje."<br />
<br />
-"Remitente irrastreable debido a la configuración del sistema. Respuesta a la pregunta planteada excede parámetros de seguridad. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide dictó a Kenter de nuevo. "Habitación [...], en el Palacio del Dolor. No transferiré el código por una red privada. Si no piensas venir, proporcióname un buzón de la HoloRed donde pueda mandarte el código."<br />
<br />
"No dispongo de acceso a HoloNet. No puedo abandonar el Hak'Un Shapp."<br />
<br />
Ide no se fiaba de que alguien estuviera vigilando las comunicaciones, y que, intencionadamente podría intervenir el mensaje y no permitir que llegara a Morg. Por eso, intencionadamente, envió un código erróneo.<br />
<br />
-Kenter, envía la siguiente secuencia. -Dictó el código, errando en algunos números a propósito. Si Morg respondía, sería prueba inequívoca de que le había llegado el mensaje.<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Miró la respuesta algo atónito. No tenía ningún sentido que se bloqueara el sistema tras un intento erróneo. Aunque al menos sabía que nadie estaba interviniendo el canal.<br />
<br />
-Kenter, envía otro mensaje. -Esta vez, dictó el código correctamente, y lo repasó dos veces-. Además, crea un alias oculto en el remitente. Habrá bloqueado la anterior dirección.<br />
<br />
Cuando llegó el siguiente mensaje, Ide lo contempló, sin acabar de creérselo:<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la mente de Ide. ''A lo mejor no era Morg'' el que estaba enviando los mensajes de "Código incorrecto". Envió una tercera clave, ligeramente modificada respecto de la correcta que le había enviado Tu'Ala. Además escribió a la chica por el canal abierto en su Hololibro: "¿Estás segura de que esa es la clave?".<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
==Seguridad hutt==<br />
<br />
El mensaje de Tu'Ala tardó un poco más en llegar: "Claro, por supuesto, yo misma lo cambié. Es culpa de alguien pequeño y rojo. Tendrás que decírselo en persona, antes de mañana por la tarde."<br />
<br />
Respondió a Tu'Ala. "¿Alguien pequeño y rojo? ¿Mañana por la tarde? ¿Qué tiene que ver eso con el código que Morg ha rechazado?"<br />
<br />
"Sabes, no puedo ajustar mis visiones proféticas desde aquí. Por el ysalamiri, sabes. Hablo de memoria, esto es algo que vi una vez. Pero creo que no es Morg el que está rechazando el código."<br />
<br />
"''Estupendo''", pensó Ide, "''ahora además de alguien interfiriendo la comunicación tenemos una visión profética''".<br />
Abrió su Hololibro de nuevo. Escribió un pequeño programa, de apenas diez líneas de código, que generaba variaciones del código de seguridad. Lo conectó a la consola de Kenter.<br />
<br />
-Kenter, envía la salida de este programa a ''Morg''. Cada diez segundos. Una clave por mensaje.<br />
<br />
"''Si quieres tener la clave, vas a tener que encontrarla entre todas las que vas a recibir, y luego discutirlo con Morg''", pensó.<br />
<br />
Desde Kenter manó una especie de murmullo, al comenzar a mandar variaciones del código. Al mismo tiempo, con una voz muy suave le dijo a Ide: "Esta es una tarea infinita, señor..."<br />
<br />
-No te preocupes, no durará mucho -dijo Ide con una media sonrisa-. Envía unos cuantos mensajes más, luego aumentaremos la frecuencia. Cuando haya enviado unas cuatro mil claves, será suficiente.<br />
<br />
-Sí, señor -dijo Kenter, con voz cansada.<br />
<br />
-Si enrutas mi Hololibro al sistema de mensajería, yo mismo puedo configurar los envíos, y no tendrás que dedicar procesador a esta tarea.<br />
<br />
-No... autorizado... no se preocupe por mí, señor.<br />
<br />
Ide comenzó a escribir en su hololibro, modificando el programa.<br />
<br />
Kenter se sentó, y tenía la expresión perdida. Cuando volvió a hablar, su voz era casi inaudible:<br />
<br />
-Cuatro... mil... claves... será... suficiente...<br />
<br />
Ide cambió el límite, y la cara de Kenter se congeló en un rictus de horror. Modificó el programa para que siguiera generando claves, cada vez con más frecuencia. Si conseguía saturar el buffer de Kenter... quizá...<br />
<br />
Diez segundos más tarde, la imagen de Kenter se inmovilizó. Seguía sentado, con la mirada perdida; e Ide se dio cuenta de que estaba perfectamente inmóvil. Probablemente al saturarse el buffer había sobreescrito algún otro sector de memoria, conjeturó Ide. En cualquier caso, estaba claramente fuera de combate. Intentó entonces acceder directamente a la red privada de comunicaciones, y descubrió que la IA era responsable de la seguridad de red de la habitación, que había caído.<br />
<br />
Ide accedió sin ningún problema. Por otra parte, debía haber centenares, o miles, de IAs similares a Kenter, cada una controlando una zona específica. Probó a marcar un mensaje dirigido a Morg, con otra clave falsa, para intentar seguir la traza. Comprobó que había una dirección por la que pasaban todos los mensajes que salían de la habitación. El mensaje dirigido a Morg no volvió a salir de esa dirección. En cambio, mandó un mensaje a Ide. Ni se molestó en abrirlo. Ya sabía lo que decía.<br />
<br />
Probó a enviar un mensaje de ánimo a Morg, suplantando la dirección de otra de las habitaciones del hotel. Algo así como "Apostaré por ti, lo estás haciendo fenomenal, ¡eres extraordinario!". Lo siguió por su ruta en la red, y observó que realizaba el mismo recorrido. Salvo que el mensaje de vuelta era "Gracias, apreciado admirador. La próxima vez que le arranque los miembros a alguien, lo haré en tu honor.".<br />
<br />
"''Así que ninguno de mis mensajes ha llegado a Morg...''". Repasó la correspondencia. Pero su interlocutor sabía de Kurel, no podía ser... salvo que el interlocutor intermedio funcionara como una especie de censor... que abriera todos los mensajes y sólo dejara pasar los que viera más convenientes. Por la velocidad con la que respondía, Ide intuyó que se trataba de un filtro electrónico. Que era, probablemente, el que había repetido el mensaje de Morg en la segunda clave. Y en la tercera. Y en la cuatro mil. Si quería saltarse el filtro... tendría que enviar un mensaje que no estuviera en las reglas de bloqueo. Mencionar a Kurel había<br />
funcionado. Y a Horuz. Así que redactó un mensaje con un remitente distinto, se consignó a la Fuerza, y cruzó los dedos para que el filtro no lo retuviera.<br />
<br />
Remitente: "Ide". Asunto: "Kurel". Mensaje: "El hijo de Zhur Garin, que fue traido aquí desde Horuz, debe ser trasladado al Templo Jedi de Coruscant, por deseo expreso de él mismo." El mensaje no llegó más allá del interlocutor intermedio. El mensaje de vuelta decía: "No tengo problema con eso. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide se quedó mirando su Hololibro. Tuvo otra obvia revelación. Las reglas no se limitarían a aprender los mensajes que Morg hubiera rechazado. Además, jamás dejarían pasar un mensaje que contuviera un código de desbloqueo de un droide.<br />
<br />
Aún quedaba el problema de los pocos miles de claves que había enviado. Si un observador humano decidía probarlas, probablemente podrían obtener el control de Morg en pocas horas. Siempre que el supervisor, el cual Ide estaba seguro que existía, no decidiera que era un ataque aleatorio para obtener el control de Morg...<br />
<br />
Aprovechando la brecha abierta, Ide instaló su programa en el terminal donde antes se había estado ejecutando Kenter. Lo ejecutó para que siguiera enviando claves. Observó, desde la monitorización que hacía desde su Hololibro, cómo el filtro las respondía automáticamente. Creó un pequeño filtro, que descartaba las respuestas estándar, y que avisaba y detenía el envío en caso de obtener una respuesta distinta.<br />
<br />
Cuando terminó era casi la hora de la cena. Desconectó su Hololibro y dejó su sistema funcionando.<br />
<br />
Obviamente, Kenter no sería capaz de avisarlo, así que cogió sus cosas y se dirigió a la Flor Esquiva.<br />
<br />
<br />
<<Continúa en [[Humo y Vapor III]]>></div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIHumo y Vapor II2013-06-26T18:54:58Z<p>El Universo: /* De nuevo en el Palacio del Dolor */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26 aGR; 18:30'''<br />
<br />
Volvieron a la atmósfera tan rápido como la twi'lek podía pilotar. Aunque inmerso en sus pensamientos y las sensaciones que iban y venían sobre su padawan, se paró a examinarla unos segundos. Había explotado, cuando el mercenario la tenía sujeta con el cuchillo. Que Ide supiera, sólo había una forma de estallar de esa manera, y ya la había visto antes en un usuario de la Fuerza.<br />
<br />
Ella misma seguía asustada por lo que acababa de experimentar, y parecía muy confusa. Y seguía pilotando, volcándose en la conducción como única manera de mantener la cordura. Pero Ide la veía con otros ojos.<br />
<br />
Ella estaba pilotando ''mediante la Fuerza''. Y también estaba inmersa en un shock emocional.<br />
<br />
Pero ya se encargaría de esto más tarde. Ahora tenía que ver a su padawan.<br />
<br />
==Llegada==<br />
<br />
El tiempo base para llegar era de cuarenta minutos, pero ella consiguió reducirlo a treinta mediante algunas maniobras de dudoso buen gusto, que no produjeron víctimas de puro milagro.<br />
<br />
Poco antes de llegar, Ide vio la columna de humo que surgía del techo hundido de la mansión Wolkan. Fue entonces cuando se empezó a preocupar de verdad.<br />
<br />
Aterrizaron en el mismo hangar donde Ide había aparcado al llegar allí por primera vez, y que era de las pocas partes que conservaba la estructura más o menos intacta. Nadie salió a recibirlos.<br />
<br />
Ide caminó fuera de la nave, con premura pero sin perder la precaución, con el sable de luz en la mano, aunque apagado. Agudizó el oído, no se escuchaban sonidos de combate. Con la Fuerza no podía percibir a Arakosia, pero ella siempre había sido, por naturaleza, difícil de percibir.<br />
<br />
MN-44, con un brazo menos y varias marcas de blaster sobre su torso, se acercó cojeando a Ide.<br />
<br />
-Cielos, ''Emeene''... ¿qué ha pasado aquí?<br />
<br />
-¿Señor Kanor? No puedo verlo bien, mis fotoreceptores están dañados... hemos sido atacados, señor.<br />
<br />
-¿Dónde está Keel? ¿Y Arakosia?<br />
<br />
-El amo Wolkan se ha encerrado en su búnker, y no tiene intención de salir hasta que piense que el entorno es seguro. La chica que lo acompañaba a usted desapareció en el fragor del combate.<br />
<br />
De repente, Ide se acordó de algo más. Cogió su intercomunicador y se lo llevó a la boca.<br />
<br />
-¿Lionel? Lionel, aquí Ide, contesta.<br />
<br />
Un chorro de estática fue la única respuesta. Ide no acababa de tener claro si había percibido la voz de Lionel en medio de la estática, o si había sido su mente, intentando convencerle de que así había sido.<br />
<br />
==Control de daños==<br />
<br />
Marcó en el comunicador el número de Keel. Una voz airada contestó.<br />
<br />
-¡Ahora qué!<br />
<br />
-¿Ahora qué? ¿Qué está pasando aquí? Me han intentado matar mientras estaba en el gremio de cazarrecompensas... ¿qué significa todo esto?<br />
<br />
-¡Que qué significa qué! ¡Han intentado matarme! ¡En mi propia casa!<br />
<br />
-¿Sabes quién es el responsable?<br />
<br />
-¡Mercenarios, creo! ¡No lo sé! ¡Cuando el que sea quiera reclamar el ''k'shii'', lo sabremos! ¡Mierda! ¡He perdido más de cincuenta esclavos! Por cierto, siento haberte dejado sin piloto.<br />
<br />
A Ide le dio un vuelco el corazón.<br />
<br />
-¿Perdona?<br />
<br />
-La twi'lek. Lo siento, he activado el código de su implante hace un rato. Ha sido al activar la marea de carne... pero veo que has llegado bien, así que no ha sido un gran contratiempo.<br />
<br />
La chica, de pie al lado de Ide, se puso pálida. Con la mirada aturdida, se sentó en el suelo.<br />
<br />
-Eh, bueno, ahora tenemos otros asuntos que tratar. Yo, por ejemplo, tengo que encontrar a mi aprendiz. Llámame si necesitas algo, pero por lo que veo sabes cuidarte solo. -Miró a MN-44-. Deberías hacer algo con MN, parece algo dañado.<br />
<br />
-Anda la leche, ¿sigue vivo? Estee... ya lo mandaré reparar cuando salga y tal...<br />
<br />
-Descuida. Te veo luego.<br />
<br />
Cogió a la twi'lek del brazo y se dirigió a la nave. Cuando llegó a la nave, ella se dejó caer sobre sus rodillas y comenzó a sollozar.<br />
<br />
-Disculpa la pregunta, pero... al activar Keel tu implante, ¿no debías haber muerto?<br />
<br />
Ella negó con la cabeza, sin dejar de llorar.<br />
<br />
-Pero Keel piensa que has muerto -ella asintió-. Entonces, si Keel piensa que has muerto, es porque debías haber muerto, pero que algo falló en ese instante. A no ser que algo se me escape -ella asintió-. También, en lugar de asentir sin decir nada, podrías decirme qué pasa. O podemos jugar al juego del jedi que busca la verdad sin que la twi'lek hable.<br />
<br />
==Respuestas==<br />
<br />
Ella se giró a medias, sin atreverse a mirar a Ide a los ojos. Con un hilo de voz contestó:<br />
<br />
-¿Je...di?<br />
<br />
Ide tuvo un momento de duda, pero luego creyó entender.<br />
<br />
-¿Sabes quién soy? -ella negó con la cabeza. Ide sonrió -. ¿Sabes quién es Keel? -ella asintió, con un escalofrío-. Pues te voy a dar una buena noticia: creo que eres una twi'lek libre, sobre todo porque tu amo piensa que has muerto, y tu implante ha fallado cuando él intentó activarlo.<br />
<br />
Ella se calmó un poco. Habló con la voz deformada por haber llorado, pero más calmada.<br />
<br />
-El implante no falló por eso -dijo en voz baja-. Falló porque Keel no era mi propietario.<br />
<br />
-Ahora sí que no entiendo nada. Él piensa que tú has muerto...<br />
<br />
-Porque él dio la orden de activar mi implante. Pero como él no era mi propietario, no se activó.<br />
<br />
-¿Y a quién perteneces?<br />
<br />
-A ti, amo -miró a otro lado, como si no soportara mirarlo a los ojos- Mi código está en tu cristal de pago.<br />
<br />
-Entiendo. Osea, que te compré cuando gestionaste el alquiler del carguero, por eso me salió tan caro...<br />
<br />
Ella lo miró extrañada.<br />
<br />
-No, el precio de la nave es correcto. Y es de segunda mano. Mi... coste es un porcentaje pequeño de lo que se gastó en aquella nave.<br />
<br />
-¿Segunda mano? ¿Lo he comprado? ¿Te compré a ti y a la nave? - Ide estaba sinceramente sorprendido.<br />
<br />
-Y a muy buen precio, si me permite decírselo, amo.<br />
<br />
Guardó silencio durante unos segundos.<br />
<br />
-Entonces supongo que ya me puedes decir tu nombre.<br />
<br />
-Un esclavo no tiene nombre, amo. Puede llamarme como guste...<br />
<br />
-Ya, lo que pasa es que tú no eres mi esclava. Te voy a liberar en cuanto sepa cómo quitarte esa cosa de la activación.<br />
<br />
-Es que yo no quiero ser liberada -miró a Ide, que la observaba con el desconcierto pintado en el rostro- ¿Libre? ¿Con este cuerpo? ¿En Nar Shaddaa? Ni hablar. Como propiedad, tengo mis derechos.<br />
<br />
-Oh, bueno, yo pensaba más bien que te vinieras a Coruscant.<br />
<br />
Los ojos de ella se agrandaron con sorpresa, pero no se atrevía a creer.<br />
<br />
==Los detalles después==<br />
<br />
-Bueno -siguió Ide-, los detalles podemos discutirlos después. Ahora necesitaría que me ayudaras a encontrar a mi aprendiz, y de paso a terminar la misión que tengo que hacer aquí.<br />
<br />
-Mientras tanto, y según la legislación de Nar Shaddaa, soy de tu propiedad -sonrió-. No puede ser peor que Keel Wolkan -escupió el nombre con desprecio.<br />
<br />
-Estoy seguro de que no -dijo, devolviéndole la sonrisa-.<br />
<br />
-Y, ahora, ¿cómo puedo serte de utilidad, amo?<br />
<br />
-Para empezar podrías dejar de llamarme amo.<br />
<br />
-¿Señor, quizá? ¿El nombre de pila? A algunos amos les gusta...<br />
<br />
-Ide está bien.<br />
<br />
-Ide -repitió ella en voz baja-. Es bonito. Necesitarás un apelativo para denominarme, Ide. Y ahora que soy de tu propiedad, contestaré a todas tus preguntas. ¿Quieres saber cómo me llamaba? ¿Quieres saber qué me gusta en la cama?<br />
<br />
Ide movió los ojos hacia arriba. Le encantaría charlar y animar a la chica, pero ahora tenía algo que hacer.<br />
<br />
-Vamos, me puedes contar todo eso mientras rescatamos a mi ayudante -sonrió, y subió la rampa de acceso.<br />
<br />
-Claro, si no he desconectado la energía de la nave -se encogió de hombros- por si había problemas. Pero, ¿hacia dónde vamos?<br />
<br />
-Hacia el sitio del que nunca debí alejarme. Al Palacio del Dolor.<br />
<br />
Ide vio como un escalofrío recorría la espalda de la twi'lek, pero ésta no dijo nada. Caminó hasta el puesto del piloto, y partieron dejando una estela de humo y vapor.<br />
<br />
==Un trayecto corto==<br />
<br />
La chica parecía haber pensado, inicialmente, que iban al Palacio del Dolor a alojarse. Por eso le contó brevemente lo que había venido a hacer a Nar Shadda, y los problemas que habían surgido con su piloto durante la investigación en el Palacio del Dolor. Le contó además, la sospecha que tenía de que tanto el ataque en el Gremio como la destrucción de la casa de Keel fueran obra de Vima Da'Motta.<br />
<br />
Ella asintió respetuosamente, intercalando comentarios apropiados a la historia de Ide, pero sin hacer ninguna pregunta. Cuando Ide guardó silencio, la escuchó susurrar "marea de carne".<br />
<br />
-Todavía no sé tu nombre -intervino Ide -. El que tenías antes de ser esclava.<br />
-Sira Levora -dijo ella con un tono extraño- Bueno, en realidad es Siral'evora, pero en básico se dice así.<br />
El joven no dijo nada, pero sonrió.<br />
<br />
==De nuevo en el Palacio del Dolor==<br />
<br />
La masa piramidal que era el Palacio del Dolor volvió a aparecer en la distancia. Por alguna razón, bajo el sol parcialmente eclipsado que empezaba a ponerse, bajo el cielo rojizo, a Ide le pareció aún más amenazador que la primera vez que lo vio.<br />
Una protrusión del edificio, cerca de la cima, se extendió para recibirles. Este, comprendió Ide, es un hangar de lujo.<br />
<br />
Bajaron de la nave, y un hombre enfundado en un traje formal los recibió con un ademán moderado y una sonrisa comedida.<br />
<br />
-¿Ide Kanor? -dijo educadamente.<br />
<br />
-En efecto. Cuánto honor, no sabía que tendría recepción oficial -dijo Ide, con un tono algo ambivalente entre lo formal y el sarcasmo.<br />
<br />
-Por supuesto, señor. Es usted un cliente importante. ¿Desea que lo conduzca a sus aposentos? El trayecto puede resultar complicado...<br />
<br />
-Entiendo.<br />
<br />
-La señora DaMot'ta lamenta no poder recibirlo en persona, pero estará encantada de cenar con usted esta noche en la Joya Gloriosa. Puede, mientras tanto, retirarse a sus aposentos, o disfrutar de nuestra muy variada oferta en ocio y restauración. Los pozos de carne, en concreto, son exquisitos.<br />
<br />
-Gracias, creo que esperaré en mi habitación. Por cierto, ¿cómo es que me esperaban? -preguntó, despreocupadamente.<br />
<br />
-Todos nuestros clientes tienen incluído un punto de desembarco con el precio de la habitación, señor. Y yo mismo tengo la labor de recibirle a usted y de proporcionarle cualquier información o servicio que pueda necesitar -sonrió enigmáticamente.<br />
<br />
Ide le devolvió la sonrisa. Aunque no tenia claro a qué venía tanto protocolo, se hacía una ligera idea. En cualquier caso, prefirió no preguntar más.<br />
<br />
El hombre, con un lenguaje corporal a medio camino entre el mayordomo y el ayuda de cámara, hizo un ademán que indicaba "sígame, por favor", y se dispuso a guiarlo hacia su habitación.<br />
<br />
El trayecto fue sorprendentemente corto y visualmente agradable. Ide reconoció los símbolos en la puerta de la habitación, aunque (reflexionó) no estaba del todo seguro de poderlos trazar si quisiera.<br />
<br />
==Indagaciones e invitaciones==<br />
<br />
En el interior, Ide se encontró de nuevo con la considerable extensión de espacio que era la habitación doble, decorada con notable buen gusto, con los hologramas de las paredes mostrando una tarde agradable en Alderaan. El selector holográfico se activó al entrar Ide por la puerta, mostrando de nuevo a la misma mascota humanoide que le había dado la bienvenida en la ocasión anterior.<br />
<br />
-¡Hola de nuevo, señor! -saludó con voz animada- ¡Me alegro mucho de volver a verle!<br />
-Hola, Kenter.<br />
-¿Hay algo que pueda hacer que su estancia resulte más agradable?<br />
-Pues me gustaría que comprobaras si la chica que me acompañaba ayer ha vuelto al hotel.<br />
-Veré lo que puedo hacer, señor -se volvió, mientras parecía concentrarse unos instantes-. Ahora se encuentra inscrita entre el personal de la Señora del Dolor. Pendiente de terminar cuidados médicos. Pendiente de evaluación física. Pendiente de asignación de destino -dijo en tono monocorde- ¿Desea alguna otra cosa, señor?<br />
-El... ¿personal, has dicho? Me gustaría verla, si fuese posible -dijo Ide, intentando mantener el tono educado.<br />
-Por supuesto, señor -dijo Kenter, servicialmente. Su imagen se difuminó, y se convirtió en la de una habitación espaciosa, llena de máquinas, donde tres droides médicos trabajaban afanosamente en Arakosia, que parecía ser la única paciente. Ella permanecía inconsciente, en el interior de una especie de cámara bañada con luz o líquido (la imagen era poco clara) de color dorado.<br />
<br />
-¿Y cuándo dices que ingresó aquí? -siguió Ide.<br />
-Me temo que esa información no la conozco, señor -reflexionó un instante- Supongo que hace poco, porque la evaluación física, asignada como tarea pendiente, es una de las primeras cosas que se realizan cuando alguien entra a formar parte de nuestra pequeña familia -sonrió.<br />
-Bueno, entonces me gustaría hablar con alguien responsable del nuevo personal. No entiendo por qué mi acompañante ha ingresado como miembro del hotel.<br />
-¿Holopresencia, señor? ¿O desea una entrevista en persona?<br />
-En persona, por favor -Ide estaba haciendo un esfuerzo por mantener la compostura-. Es un tema delicado, no entiendo qué está pasando aquí.<br />
-Comprendo -asintió el holograma animado-. Me temo que eso tardará un poco más. Nuestro hogar es un lugar grande...<br />
-Supongo que podrá ser antes de la cena.<br />
-Por supuesto, señor. Serán entre veinte y veinticinco minutos.<br />
-Estupendo. Esperaré aquí.<br />
<br />
Kenter no se desvaneció.<br />
<br />
-Parece contrariado, señor. ¿Hay algo que pueda hacer por usted? ¿Licor, especia, mujeres?<br />
-No, gracias, Kenter -interrumpió Ide-. Esperaré aquí hasta que pueda entrevistarme con el responsable del ingreso de Arakosia.<br />
-Como desee, señor. Permaneceré atento, por si necesita algo -se desvaneció.<br />
Ide se dirigió a la cama, y sin musitar una palabra más, adoptó postura de meditación. Necesitaba atar cabos, aunque todo apuntaba, cada vez más claramente, a que detrás de esta jugada estaba la misma Vima Da'Motta.<br />
<br />
==Espera, meditación==<br />
<br />
Ide cerró los ojos, y dejó su mente tan en calma como le fue capaz. Intuía que probablemente un jedi más experimentado lo lograría con mayor facilidad, pero al final consiguió aquietarse lo suficiente. O eso creía.<br />
Dejó vagar su percepción hacia el pasado, guiándola con suave firmeza al momento en el que creyó percibir la presencia de Arakosia, cuando estaba en aquel hangar...<br />
''...se vio a sí mismo, de pie junto a la nave que en aquel momento pensaba alquilada, el alienígena recién desintegrado, algunas de sus moléculas aún en el aire, y la sensación de vibrato que le llegaba desde la distancia. Ahora lo identificaba. Era la impronta de Arakosia en la Fuerza. Aun inconsciente, se había sentido en peligro. Y lo que había estado a punto de percibir no era sino el vínculo maestro-aprendiz, que él conocía tan bien... desde el lado del aprendiz.'' Seguramente la próxima vez que lo percibiera sería capaz de identificarlo con mayor precisión.<br />
...con la facilidad de la práctica, fluyó hacia adelante para ir al punto en el que el mercenario había tomado a Sira como rehén. ''Ella estaba llorando y temblando, y de repente...''<br />
Ide estudió sus recuerdos centésima a centésima.<br />
''...ella había cerrado los ojos con fuerza, y se había estremecido de puro pánico. Y la Fuerza había respondido. La explosión había brotado de ella. Y la expresión de su cara... no se lo esperaba, ni lo comprendía.'' Y seguía aterrorizada. Pero era una usuaria de la Fuerza, sin ningún género de dudas. O, mejor dicho, tenía el ''potencial'' para serlo.<br />
Justo cuando Ide iba a dirigir sus pensamientos a su aprendiz, aún en la sala de reconocimiento, llamaron a la puerta. Abrió los ojos.<br />
-Adelante -dijo, sin moverse, aún en pose de meditación.<br />
<br />
==Recursos Humanos==<br />
<br />
El que entró en la habitación había sido un hombre en otros tiempos. Ahora parecía más máquina. Tanto su ojo derecho como gran parte de su cráneo y su brazo izquierdo eran robóticos. La expresión de su cara era de hastío, pero sus modales eran impecables. Hizo un ademán pidiendo permiso antes de entrar en la habitación, y una vez dentro no se sentó hasta que Ide se lo hubo indicado. Aun así, inclinó levemente la cabeza antes de sentarse.<br />
<br />
-Cuénteme -dijo, sin más.<br />
-Entenderá -siguió Ide, con la misma claridad con la que él había empezado- que me encuentre algo extrañado por lo que ha sucedido. Mi acompañante ha sido ingresada en su hotel como miembro del equipo - enfatizó la última palabra-, según me ha podido informar el asistente holográfico.<br />
-Me temo que no comprendo de quién está hablando. ¿Podría ser un poco más específico, por favor?<br />
-Arakosia. La joven humana que tienen actualmente en observación médica.<br />
-Ah, sí. La hemos adquirido esta misma tarde a muy buen precio, a unos tratantes de esclavos de plena confianza -sus ojos se quedaron fijos un momento, como si mirara a algo muy lejano- Así es como ha entrado a<br />
formar parte de nuestro personal -su mirada recuperó parte de la viveza perdida- ¿Desea algo más?<br />
-Bueno, a ser posible, saber quién les ha vendido a mi aprendiz, la misma que era una humana libre esta misma tarde antes de que la secuestraran de donde estaba alojada.<br />
-Shawman&K'Rtahn, tratantes. Le puedo dar su dirección o su código de comunicador, si lo desea.<br />
Ide tomó aire.<br />
-Aunque claro, supongo que bajo las leyes de Nar Shadda, este individuo tendrá plena potestad sobre lo que haya ''adquirido'' al destruir y arrasar la casa Keel Wolkan, que es donde estaba Arakosia recuperándose. Y que, ahora que la ha vendido, no tiene potestad sobre ella. Y que cortarle la cabeza no anularía la transacción. ¿Me equivoco mucho? -Ide estaba considerablemente molesto por esta, por decirlo de alguna forma, ''inconveniencia''.<br />
-Su análisis de la situación es correcto, señor -su mirada se volvió reflexiva-. Aunque usted recuperaría parte del k shii perdido. Si lo desea, podemos venderle una esclava similar, de perfil guardaespaldas-concubina, un poco más joven...<br />
-No, no es sustituible. Necesito recuperar a Arakosia.<br />
-Si desea recuperar a esa chica en concreto, me temo que el asunto excede a mis competencias. Yo sólo manejo al personal existente, no tengo ningún papel en la entrada o salida de personal.<br />
-¿Tengo que hablar entonces con su superior?<br />
-Supongo que eso tendría que discutirlo con la señora Vima DaMot'Ta. Suele ser complicado, ya que no concede citas, pero... supongo es que es usted afortunado, ya que tiene una cita concertada con ella esta<br />
noche.<br />
-Me imaginaba que tendría que hablar directamente con ella. Le agradezco su ayuda.<br />
-¿Desea algún servicio que le ayude a hacer pasar el tiempo con mayor velocidad mientras espera?<br />
-No, gracias. Tengo un par de asuntos que resolver antes de la cena.<br />
-Entonces me retiro a mis quehaceres -dijo el cyborg, mientras se levantaba.<br />
-Muchas gracias por su atención.<br />
<br />
==Comunicándose con Keel==<br />
<br />
Ide se despidió del tipo, y sin dilación marcó el número de comunicador de Keel Wolkan. Tardó en contestar, y cuando lo hizo no había imagen, sólo una voz que parecía llena de dolor. O de droga.<br />
-Nnhh...-dijo la voz-que-parecía-de-Keel<br />
-Shawman&K'Rtahn. ¿Te suena ese nombre? -dijo Ide, obviando el estado de Wolkan.<br />
-¿Mmm? ¿Kanor?<br />
-Sí. Shawman&K'Rtahn. Han vendido a mi aprendiz a Vima Da'Motta. No sé si estás lo suficientemente lúcido como para atar cabos.<br />
-Una pareja de tratantes. Mi competencia más directa -suspiró-. ¿Qué quieres saber?<br />
-Cómo que qué quiero saber. Lo que te quiero decir es que deben haber sido ellos los que atacaron tu casa, si se han apoderado de mi aprendiz para venderla.<br />
-Ya... -dijo, con poca decisión- Debería haberlo supuesto -parecía dubitativo- Em... pues gracias por el dato, tio.<br />
-Lo que me gustaría saber es por qué sabían que yo estaba en Nar Shadda, y por qué me seguían. Me atacaron al mismo tiempo ocho mercenarios. ¿Tienes algo que contar, Keel?<br />
-Yo... no te comprendo... Tras la exhibición que hicísteis, supongo que bastante gente con el potencial de atacarme sabría de vuestra existencia...<br />
<br />
Ide se quedó bloqueado un momento.<br />
<br />
-Mierda -soltó.<br />
-Yo estoy intentando olvidar todo este asunto a base de especia rosa... -suspiró de nuevo- la especia rosa es buena...<br />
-Supongo que no arreglará nada que descabece a estos dos tíos. Al menos, no me devolverá a Arakosia.<br />
-Bueno, si vas y le dices a todo el mundo que lo haces de mi parte, te daré dos mil gubor. Piénsalo.<br />
-Tanto kshii por dos mil gubor... sabes negociar, Wolkan.<br />
-Bueno, me pareció una oferta justa...<br />
-Me lo pensaré, pero no me interesa el dinero. Me interesa mi aprendiz. ¿Cómo de poderosos son estos tipos?<br />
-Eh... pues más o menos como yo...<br />
-Gracias por la información. Te dejo, tengo que hacer un par de cosas antes de cenar. Cuidate, Wolkan.<br />
<br />
Miró las paredes de su habitación. Se maldijo por haber dejado sola a su aprendiz. Pero maldecirse no iba a arreglar nada, así que se fue a la Flor Esquiva. Ya que no podía hacer nada hasta hablar con Vima Da'Motta, al menos recogería toda la información que pudiera.<br />
<br />
==Regreso a la Flor Esquiva==<br />
<br />
Al parecer, en el Palacio del Dolor era tremendamente fácil llegar al lugar donde uno quisiera ir, o así se lo pareció a Ide.<br />
Llegó a la Flor Esquiva, que parecía estar bastante más animada que la otra vez. Aunque claro, la otra vez había sido por la mañana temprano. Seguía oliendo vagamente a especias, y seguía siendo rica en sofás, pero la música que tocaba Oloruu era más vivaz, y había prácticamente una persona (o pareja, o pequeño grupo) en cada sofá. También flotaba en el ambiente una cierta sensación plácida, no exenta de un extraño regusto amargo.<br />
<br />
Delia hizo un gesto de reconocimiento desde la barra. Comenzó a llenar un vaso con vino de Alderaan y esperó a que Ide y Sira se acercaran a hablar con ella.<br />
<br />
-Parece que no me voy a librar de hablar con tu jefa -dijo él, mientras tomaba asiento. Ella hizo un gesto de simpatía indeterminada.<br />
-Hablar no compromete a nada -dijo ella. Dejó pasar un par de segundos-. ¿Has encontrado al androide ese que buscabas?<br />
-No, pero tengo alguna pista. El problema es que en el camino he perdido a mi aprendiz. La han secuestrado y vendido. Adivina quién es su nueva dueña.<br />
-¿La Señora del Dolor, quizá?<br />
-Bingo. Unos tipejos atacaron la casa donde estaba... descansando. Keel Wolkan, no sé si te sonará.<br />
<br />
Se mostró levemente sorprendida.<br />
<br />
-Em... sí, es relativamente conocido.<br />
-Pues le han asestado un buen golpe.<br />
-Mala cosa... es una rata cobarde y cruel, muy capaz de usar a sus esclavos como campo de minas... pobres chicas.<br />
-Ah, a eso se refería con lo de marea de carne...<br />
-Sí, a eso. Se implanta un explosivo un poco más potente, y se hacen detonar los esclavos más cercanos a tu enemigo -comentó en un tono distante, pero asqueado- ...pobres chicas... -repitió mientras miraba a Sira con una huella de dolor compartido.<br />
-Una se salvó. La que me dejó como piloto. La compré sin querer -dijo Ide, intentando desviar el tema mientras Sira se ruborizaba en verde oscuro y apartaba la mirada.<br />
-Le salvaste la vida, tú -sonrió-. ¿No hay una tradición de cuidar de las vidas que uno salva? ¿O era al revés?<br />
-No lo sé. Mi orden nos insta a proteger a los desamparados, siempre que sea posible -el jedi sonrió, siendo consciente de lo que Delia estaba pensando.<br />
Delia le devolvió la sonrisa, con una calidez que no había visto a ningún nativo de Nar Shaddaa.<br />
-Te entiendo -no dijo nada más. Parecía tocada por sentimientos profundos, y siguió limpiando el vaso durante medio minuto, sin decir nada ni mirar a Ide directamente.<br />
<br />
Ide estuvo a punto de contarle que pensaba negociar con Vima para liberarla, y que pensaba que iba a ser difícil puesto que parecía valiosa, pero pensó que era mejor pasar por algunos temas de forma tangencial.<br />
<br />
-Creo que han cogido a Lionel -dijo, mirándola fijamente.<br />
Ella frunció el ceño.<br />
-No debió haberse quedado tanto.<br />
-Lo mandé a orbitar con la nave. Pero parece que no fue suficiente. No me contesta, y eso es mala señal -miró su vino. En cierto modo, se sentía responsable.<br />
-No sabría decir... a mí nunca me contesta -dijo con rabia.<br />
-Bueno. La gente cambia. Las cosas cambian. Hace tres horas mi aprendiz era mi aprendiz y ahora es una esclava de Vima. Esta noche puede que sea diferente.<br />
-Me pregunto para qué la querrá. ¿Ella era el objetivo de una operación completa o sólo fue un extra?<br />
-Digamos que... anoche... se hizo valer. Hizo una exhibición en casa de Keel. Llamamos la atención -ella hizo un gesto de sorpresa-. Fui un tonto. Nos siguieron la pista, y atacaron en casa de Keel. Ocho<br />
mercenarios me atacaron a mí mientras estaba en el Gremio de Cazarecompensas. Yo pude deshacerme de ellos, pero mi aprendiz no -levantó la mirada. No supo decir si estaba preocupado o la echaba de menos,<br />
pero no se permitió pensarlo mucho.<br />
Delia pareció acordarse de algo de repente. Extrajo un pequeño visor plano de un lateral de la barra y lo giró para que sólo pudieran verlo Ide y ella.<br />
-Un momento -dijo mientras manipulaba unos controles-. Apareció la imagen de Arakosia desnuda, haciendo girar su espada a gran velocidad para destrozar una oleada de fruta. Se notaba que la imagen se estaba desarrollando a cámara lenta en la velocidad a la que caían los trozos de fruta una vez cortados.- ¿Esta es ella?<br />
<br />
Ide no dijo nada durante unos momentos.<br />
<br />
-Debí habérmelo figurado -dijo con amargura-. Debo ser el jedi más tonto de toda la Orden.<br />
<br />
-Bueno, esto responde a mi pregunta anterior -dijo ella, sin hacer caso al comentario de Ide-. Ya sabemos para qué la quiere Vima.<br />
-Tiene todo el sentido.<br />
<br />
En un instante, Ide pasó de la frustración a la esperanza. "Lo que Vima no sabe es que eso no era Arakosia moviéndose, sino la droga actuando". Y justo cuando terminó la frase mental, se dio cuenta de lo que haría Vima si supiera que era la especia roja la que la hizo canalizar la Fuerza así.<br />
<br />
-Pues claro que lo tiene. La quiere para el Hak'un Shapp.<br />
<br />
Ide abrió mucho los ojos y habló con una pesada y profusa determinación.<br />
<br />
-Ya sé lo que voy a hacer. Sira, quédate aquí -ella asintió.<br />
<br />
Se despidió de Delia y se dirigió a su habitación.<br />
<br />
==Tratos con Fenel Fodel==<br />
<br />
Apenas hubo abierto la puerta, Kenter se volvió a materializar:<br />
-¡Saludos, noble señor! ¿Cómo puedo hacerlo más feliz?<br />
-Holocomunicación con el responsable de personal -dijo sin casi dejar terminar a Kenter-. El tipo que vino antes y ni siquiera se presentó.<br />
-Su nombre es Fenel Fodel. Lo llamaré en seguida.<br />
<br />
Tras unos diez segundos, la cara del ciborg apareció en el holocomunicador.<br />
<br />
-Necesito que me hagas un favor.<br />
-Dígame su problema y veré qué puedo hacer.<br />
-¿Tiene Arakosia ya el implante?<br />
-Me temo que los informes médicos relativos al personal son privados, señor.<br />
-Entiendo que es un no -se aventuró a decir-. Si oficialmente fuera una esclava, no tendrías problema en comunicarlo -hizo una pequeña pausa.<br />
-No tengo ningún problema en comunicarlo, más allá de la incomodidad que a veces supone para un cliente encontrarse a nuestro servicio a un... antiguo conocido -hizo un gesto de incomodidad-. Pero no se confunda. Es nuestra.<br />
-Necesito que postpongas la inserción. Sólo hasta esta noche, después de que negocie con Vima.<br />
-Mi deber es implantarla cuanto antes, si los informes médicos son favorables. Aunque la naturaleza de mi trabajo incluye cierta... flexibilidad a la hora de estimar parámetros intangibles, como la naturaleza favorable de un informe técnico -pareció concentrarse durante un instante-. Sin embargo, la Señora del Dolor parece haberse tomado un interés personal en este caso, y no creo que viera una... dilación intencionada por mi parte con buenos ojos. Representaría para mí un riesgo considerable.<br />
-Cuánto quieres -preguntó Ide con apenas entonación interrogativa.<br />
-No quiero dinero. Quiero irme de Nar Shaddaa.<br />
-Cuánto vales -repuso, como si la primera pregunta no hubiera existido.<br />
-Soy un agente libre, pero me retienen... compromisos ineludibles. Necesito que me saque de aquí alguien a quien no le importe la ira de Vima.<br />
-Uhm -Ide se quedó dubitativo. Algo pareció endurecerse en Fenel Fodel-. A mí no me importa, mientras consiga lo que he venido a buscar -el ciborg se relajó nuevamente, y esbozó la más mínima de las sonrisas. Asintió. -Será sólo una hora. Voy a ver a Vima en la cena, y tras la cena todo estará resuelto. De una manera u otra -sentenció.<br />
-Ten cuidado -dijo mientras asentía sobriamente.<br />
<br />
==Dinero y datos==<br />
<br />
Cuando se despidieron, Ide se dirigió a Kenter.<br />
<br />
-Kenter, ¿podrías comprobarme cuánto dinero queda en este cristal? -dijo Ide, mientras introducía el cristal en la ranura disponible.<br />
-¡Por supuesto, señor! -dijo con una cordialidad que a Ide comenzaba a cansarle- En este momento cuenta con 22714 gubor y 170 fleber.<br />
-Ahá. ¿Y sabes cómo anda el cambio medio de Gubor-Sgin?<br />
-El cambio medio oscila, señor, pero más o menos seis sgin hacen un gubor. Por supuesto, la tasa de cambio es tremendamente variable, y ya que muchos de los cambios de moneda se hacen electrónicamente, las tasas de cambio con varios decimales no son extrañas.<br />
<br />
"''Parece entonces que Sira hizo efectivamente un buen trato con la nave''", pensó Ide cuando hizo cuentas mentalmente. El carguero había costado unos 1.600 gubor. La realidad es que Ide no tenía muy claro cuánto significaba esa cantidad, pero lo que sí le pareció era que le quedaba una proporción bastante buena de dinero.<br />
<br />
De repente se acordó de Sira. Cogió su comunicador y escribió un mensaje. "Vete a la Flor Esquiva. Allí encontrarás a Delia. Dile que eres la que se salvó, y espérame allí. Lo que necesites comer y beber lo pagaré yo." <br />
Entretanto esperaba que llegara la hora de la cena decidió bajar a ver, en persona, qué era eso del Hak'un'Shap. Se quedó parado un segundo, y con decisión, salió por la puerta.<br />
No dio ni dos pasos cuando se dio cuenta de que no sabía dónde ir. Suspiró.<br />
<br />
-Kenter -dijo, con pesadumbre. Kenter tenía lo mismo de útil que de irritante.<br />
<br />
-¿Sí, señor?<br />
<br />
-¿Podrías decirme por favor dime dónde se celebra el Hak'un'Shapp?<br />
<br />
-Se celebra en los niveles 1 a 50, señor. Se pueden seguir los encuentros desde cualquier consola del hotel, y también se puede apostar desde cualquier lugar.<br />
<br />
-Gracias, pero prefiero verlo. Además, así veo si conozco a alguno de los participantes.<br />
<br />
-Nadie lo ve con sus propios ojos, señor, excepto los participantes. Los niveles 1 a 50 están llenos de cámaras para retransmitirlo todo con la mayor fidelidad. En cuanto a la identidad de los participantes... no veo en qué es diferente verlo en vivo de ver una holografía con detalle 1:1. ¿Desea rastrear a algún participante en concreto?<br />
<br />
-Pues la verdad es que conozco a Morg. No me importaría verlo.<br />
<br />
-¿Desea saber qué tal le va, señor? ¿O prefiere el holograma que se hizo al inscribirse?<br />
<br />
-Muéstrame ambos.<br />
<br />
-Por supuesto -dijo Kenter.<br />
<br />
De inmediato se activó un holoproyector en la pared opuesta a la cama, mostrando un droide bastante alto y ancho, de unos dos metros y medio. Permaneció unos segundos así, y luego sus extremidades se desplegaron, para llegar a medir tres mertos y medio. Transmitía una sensación de ser grandote e inofensivo que (como bien sabía Ide) no se correspondía con la realidad.<br />
<br />
La imagen se desvaneció, para dar paso a una representación seudobidimensional, que mostraba a Morg en una habitación. Un rótulo bajo la escena decía: "¡Momentos estelares de Morg!"<br />
<br />
La cámara giró para mostrar a un alienígena peludo y grandote, con brazaletes de esclavo, que llevaba una especie de vara, de punta energética. El alienígena fintó un par de veces, antes de que Morg consiguiera coger la vara con su articulación extendida. La retrajo con un movimiento brusco, y el alienígena chocó contra el droide. Se golpeó y cayó al suelo. Morg lo pisó sin mucho énfasis en la cabeza, que se deshizo.<br />
<br />
Corte de escena. Morg está en una posición de pelea, con un brazo extendido, y un humanoide envuelto en lo que parecen ser vendajes carga contra él, aparentemente desarmado. De repente, el homanoide extrae un sable de luz e intenta cortarle una extremidad a Morg. Éste retrae la extremidad y salta hacia atrás, mientras se extienden varios apéndices de su cuerpo metálico. Uno de los apéndices estalla, llenándolo todo de humo. La imagen cambia a termográfico. El humanoide gira sobre sí mismo para defenderse de algo, vuelve a girar. Un brazo de droide, muy frio, lo apresa de los dos brazos y se los arranca. Luego coge su cabeza y la aprieta de forma rápida y desapasionada, haciendo que estalle.<br />
<br />
Ide hizo memoria, para intentar recordar si había oído de algún Jedi que fuera a Nar'Shadda últimamente y que hubiera muerto. No le sonaba. Aunque, claro, hacía menos de un mes que había regresado al Templo.<br />
<br />
-¿Quién era el del sable, Kenter? -preguntó Ide.<br />
-Exen Nithan. Proviniente de Korriban. Profesión reconocida: asesino. Cazarrecompensas. Iba muy bien en los preliminares. Hasta ese momento, claro.<br />
-¿Cómo va Morg?<br />
-Subiendo en la clasificación, señor. No tiene demasiados fans, pero tampoco tiene demasiados enemigos. Probablemente se clasifique para el Hak'un'Shapp.<br />
-Quisiera que le dejaras un mensaje de mi parte.<br />
-Puedo ponerlo en su cuenta, señor, pero no le garantizo que lo vaya a leer. La cantidad de mensajes que reciben los participantes es astronómica. Aunque, claro, dada la naturaleza robótica de Morg...<br />
-Seguro que le interesa lo que tengo que decirle. Te dicto.<br />
<br />
==Mensajes==<br />
<br />
Sobre la nariz de Kenter aparecieron unas pequeñas gafas. En sus manos apareció un pequeño datapad.<br />
-Asunto, Garin. Remitente, Kanor, de Coruscant. Mensaje -Ide se paró unos segundos, para pensarse bien el texto-. Sé por qué estás haciendo esto. Conocí a su padre. Tuvo problemas y huyó de Coruscant. Me pidió que cuidara de él. Te busqué en Horuz, pero habían saboteado tu secuencia de emergencia y acabaste aquí. -Se paró, no sabía si seguir dando detalles o dejarlo para cuando respondiera-. Este es mi buzón. Espero tu respuesta.<br />
-Ya está enviado, señor.<br />
-¿Está luchando ahora?<br />
-No, señor. Descansando. Gasta casi todos sus hak en "tiempo privado". Eso es una mala táctica, porque sus fans preferirían verlo... Ya tenemos respuesta al mensaje.<br />
<br />
Ide sonrió. Sabía que no tardaría en responder.<br />
<br />
-Léemela.<br />
-"Introduzca código de anulación". Ni remite, ni asunto...<br />
<br />
Entonces recordó que Tu'Ala le había dado las coordenadas, pero no un código de anulación. Si había cambiado el destino, con toda probabilidad había cambiado el código. Ide sacó su hololibro, para abrir el canal seguro para hablar con el Templo.<br />
<br />
Uno de los (ya familiares para Ide) ayudantes informáticos apareció en pantalla. Era 3-Tru, el especialista en seguridad.<br />
<br />
-Saludos, 3-Tru. Necesito mandar un mensaje a la expadawan Tu'Ala.<br />
<br />
-¿Mensaje, no comunicación directa? -dijo en tono profesional.<br />
<br />
-Mensaje.<br />
<br />
-Tecléelo en su interfaz.<br />
<br />
Ide escribió. "Los he encontrado. El robot tiene un código de desactivación. Espero que se te ocurriera cambiarlo y que te acuerdes. Contactar con Garin será más complicado." Pensó unos segundos, y escribió otro párrafo. "Espero que estés bien. De verdad. Iré a verte cuando pueda." Y envió el texto.<br />
<br />
La respuesta llegó cinco minutos después:<br />
<br />
"Te daré el código a cambio de una promesa solemne, por tu vida, tu honor de jedi y la Fuerza que lo sostiene todo."<br />
<br />
Respondió. "Como pudiste ver, soy un jedi de palabra. Habla."<br />
<br />
"Quiero que me prometas, por lo anterioremente dicho, que cuando vengas a verme tendremos sexo. Relaciones sexuales completas."<br />
<br />
"Pensaba que me ibas a pedir algo complicado de hacer."<br />
<br />
"Es algo muy complicado, si el otro no quiere. No puedo tomarlo ni exigirlo, sólo pedirlo."<br />
<br />
"Por mi vida, mi honor de jedi y por la Fuerza que todo lo sostiene, tienes mi palabra, y la convicción de que no supondrá esfuerzo alguno." Ide sonrió al escribir esto, pero lo envió así.<br />
<br />
"Contaré las horas. Desde ahora me declaro en abstinencia, hasta que nos veamos :D ."<br />
<br />
Ide esperó que el canal no estuviera vigilado. Aunque, dado su historial, no era de esperar que nadie en el Templo se alarmara.<br />
Kenter permanecía erguido, alerta, en espera de más órdenes. Para variar, estaba callado. Ide se quedó pensando unos segundos. No sabía si enviar el código ahora, o hacerlo después. Y, en cualquier caso, no sabía lo que pasaría cuando introdujera el código.<br />
<br />
-Kenter, ¿sabes si Morg tiene algún combate hoy?<br />
<br />
-Nadie lo sabe, señor -repuso el hombrecillo, con cara de circunstancias-. Como ya le he dicho, gasta casi todos sus hak en "tiempo de privacidad". Y dada su naturaleza robótica, tampoco gasta mucho en mantenimiento... así que el momento de su siguiente combate es entre ahora y dentro de veintiocho horas.<br />
<br />
-Bien. Necesito que le envíes otro mensaje.<br />
<br />
-Será un placer, señor.<br />
<br />
-Mismo asunto que el anterior. Escribe. "Tengo el código, pero necesito asegurarme de que Kurel estará bien. ¿Qué harás cuando se desactive la secuencia de emergencia?".<br />
<br />
Cuando vio el mensaje escrito, tuvo la vaga impresión de que la respuesta sería "Introduzca código de anulación", sin remite, ni asunto.<br />
<br />
-Ya hay respuesta, señor. La leo: "El estado de salud de Kurel está al noventa y siete por ciento, y me encuentro en disposición de afirmar que permanecerá entre el noventa y cinco y el cien por cien; al menos en las próximas seis semanas. Introduzca código de anulación."<br />
<br />
Ide no sabía si anular la secuencia de emergencia ahora. O esperar a tener resuelto lo de Arakosia. Y lo de Delia. Y lo de Lionel. Quizás podría presionar a Vima, si tuviera control sobre Morg.<br />
<br />
-Responde, Kenter. "No has respondido a mi pregunta. Qué pasará con Kurel, y contigo, cuando introduzca el código. Y en cualquier caso, no te voy a enviar el código por una red no segura. Te lo daré en persona. Supongo que habrás sido lo suficientemente listo como para rastrear desde dónde te he enviado este mensaje."<br />
<br />
-"Remitente irrastreable debido a la configuración del sistema. Respuesta a la pregunta planteada excede parámetros de seguridad. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide dictó a Kenter de nuevo. "Habitación [...], en el Palacio del Dolor. No transferiré el código por una red privada. Si no piensas venir, proporcióname un buzón de la HoloRed donde pueda mandarte el código."<br />
<br />
"No dispongo de acceso a HoloNet. No puedo abandonar el Hak'Un Shapp."<br />
<br />
Ide no se fiaba de que alguien estuviera vigilando las comunicaciones, y que, intencionadamente podría intervenir el mensaje y no permitir que llegara a Morg. Por eso, intencionadamente, envió un código erróneo.<br />
<br />
-Kenter, envía la siguiente secuencia. -Dictó el código, errando en algunos números a propósito. Si Morg respondía, sería prueba inequívoca de que le había llegado el mensaje.<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Miró la respuesta algo atónito. No tenía ningún sentido que se bloqueara el sistema tras un intento erróneo. Aunque al menos sabía que nadie estaba interviniendo el canal.<br />
<br />
-Kenter, envía otro mensaje. -Esta vez, dictó el código correctamente, y lo repasó dos veces-. Además, crea un alias oculto en el remitente. Habrá bloqueado la anterior dirección.<br />
<br />
Cuando llegó el siguiente mensaje, Ide lo contempló, sin acabar de creérselo:<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la mente de Ide. ''A lo mejor no era Morg'' el que estaba enviando los mensajes de "Código incorrecto". Envió una tercera clave, ligeramente modificada respecto de la correcta que le había enviado Tu'Ala. Además escribió a la chica por el canal abierto en su Hololibro: "¿Estás segura de que esa es la clave?".<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
==Seguridad hutt==<br />
<br />
El mensaje de Tu'Ala tardó un poco más en llegar: "Claro, por supuesto, yo misma lo cambié. Es culpa de alguien pequeño y rojo. Tendrás que decírselo en persona, antes de mañana por la tarde."<br />
<br />
Respondió a Tu'Ala. "¿Alguien pequeño y rojo? ¿Mañana por la tarde? ¿Qué tiene que ver eso con el código que Morg ha rechazado?"<br />
<br />
"Sabes, no puedo ajustar mis visiones proféticas desde aquí. Por el ysalamiri, sabes. Hablo de memoria, esto es algo que vi una vez. Pero creo que no es Morg el que está rechazando el código."<br />
<br />
"''Estupendo''", pensó Ide, "''ahora además de alguien interfiriendo la comunicación tenemos una visión profética''".<br />
Abrió su Hololibro de nuevo. Escribió un pequeño programa, de apenas diez líneas de código, que generaba variaciones del código de seguridad. Lo conectó a la consola de Kenter.<br />
<br />
-Kenter, envía la salida de este programa a ''Morg''. Cada diez segundos. Una clave por mensaje.<br />
<br />
"''Si quieres tener la clave, vas a tener que encontrarla entre todas las que vas a recibir, y luego discutirlo con Morg''", pensó.<br />
<br />
Desde Kenter manó una especie de murmullo, al comenzar a mandar variaciones del código. Al mismo tiempo, con una voz muy suave le dijo a Ide: "Esta es una tarea infinita, señor..."<br />
<br />
-No te preocupes, no durará mucho -dijo Ide con una media sonrisa-. Envía unos cuantos mensajes más, luego aumentaremos la frecuencia. Cuando haya enviado unas cuatro mil claves, será suficiente.<br />
<br />
-Sí, señor -dijo Kenter, con voz cansada.<br />
<br />
-Si enrutas mi Hololibro al sistema de mensajería, yo mismo puedo configurar los envíos, y no tendrás que dedicar procesador a esta tarea.<br />
<br />
-No... autorizado... no se preocupe por mí, señor.<br />
<br />
Ide comenzó a escribir en su hololibro, modificando el programa.<br />
<br />
Kenter se sentó, y tenía la expresión perdida. Cuando volvió a hablar, su voz era casi inaudible:<br />
<br />
-Cuatro... mil... claves... será... suficiente...<br />
<br />
Ide cambió el límite, y la cara de Kenter se congeló en un rictus de horror. Modificó el programa para que siguiera generando claves, cada vez con más frecuencia. Si conseguía saturar el buffer de Kenter... quizá...<br />
<br />
Diez segundos más tarde, la imagen de Kenter se inmovilizó. Seguía sentado, con la mirada perdida; e Ide se dio cuenta de que estaba perfectamente inmóvil. Probablemente al saturarse el buffer había sobreescrito algún otro sector de memoria, conjeturó Ide. En cualquier caso, estaba claramente fuera de combate. Intentó entonces acceder directamente a la red privada de comunicaciones, y descubrió que la IA era responsable de la seguridad de red de la habitación, que había caído.<br />
<br />
Ide accedió sin ningún problema. Por otra parte, debía haber centenares, o miles, de IAs similares a Kenter, cada una controlando una zona específica. Probó a marcar un mensaje dirigido a Morg, con otra clave falsa, para intentar seguir la traza. Comprobó que había una dirección por la que pasaban todos los mensajes que salían de la habitación. El mensaje dirigido a Morg no volvió a salir de esa dirección. En cambio, mandó un mensaje a Ide. Ni se molestó en abrirlo. Ya sabía lo que decía.<br />
<br />
Probó a enviar un mensaje de ánimo a Morg, suplantando la dirección de otra de las habitaciones del hotel. Algo así como "Apostaré por ti, lo estás haciendo fenomenal, ¡eres extraordinario!". Lo siguió por su ruta en la red, y observó que realizaba el mismo recorrido. Salvo que el mensaje de vuelta era "Gracias, apreciado admirador. La próxima vez que le arranque los miembros a alguien, lo haré en tu honor.".<br />
<br />
"''Así que ninguno de mis mensajes ha llegado a Morg...''". Repasó la correspondencia. Pero su interlocutor sabía de Kurel, no podía ser... salvo que el interlocutor intermedio funcionara como una especie de censor... que abriera todos los mensajes y sólo dejara pasar los que viera más convenientes. Por la velocidad con la que respondía, Ide intuyó que se trataba de un filtro electrónico. Que era, probablemente, el que había repetido el mensaje de Morg en la segunda clave. Y en la tercera. Y en la cuatro mil. Si quería saltarse el filtro... tendría que enviar un mensaje que no estuviera en las reglas de bloqueo. Mencionar a Kurel había<br />
funcionado. Y a Horuz. Así que redactó un mensaje con un remitente distinto, se consignó a la Fuerza, y cruzó los dedos para que el filtro no lo retuviera.<br />
<br />
Remitente: "Ide". Asunto: "Kurel". Mensaje: "El hijo de Zhur Garin, que fue traido aquí desde Horuz, debe ser trasladado al Templo Jedi de Coruscant, por deseo expreso de él mismo." El mensaje no llegó más allá del interlocutor intermedio. El mensaje de vuelta decía: "No tengo problema con eso. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide se quedó mirando su Hololibro. Tuvo otra obvia revelación. Las reglas no se limitarían a aprender los mensajes que Morg hubiera rechazado. Además, jamás dejarían pasar un mensaje que contuviera un código de desbloqueo de un droide.<br />
<br />
Aún quedaba el problema de los pocos miles de claves que había enviado. Si un observador humano decidía probarlas, probablemente podrían obtener el control de Morg en pocas horas. Siempre que el supervisor, el cual Ide estaba seguro que existía, no decidiera que era un ataque aleatorio para obtener el control de Morg...<br />
<br />
Aprovechando la brecha abierta, Ide instaló su programa en el terminal donde antes se había estado ejecutando Kenter. Lo ejecutó para que siguiera enviando claves. Observó, desde la monitorización que hacía desde su Hololibro, cómo el filtro las respondía automáticamente. Creó un pequeño filtro, que descartaba las respuestas estándar, y que avisaba y detenía el envío en caso de obtener una respuesta distinta.<br />
<br />
Cuando terminó era casi la hora de la cena. Desconectó su Hololibro y dejó su sistema funcionando.<br />
<br />
Obviamente, Kenter no sería capaz de avisarlo, así que cogió sus cosas y se dirigió a la Flor Esquiva.<br />
<br />
<br />
<<Continúa en [[Humo y Vapor III]]>></div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIHumo y Vapor II2013-06-26T18:54:29Z<p>El Universo: /* Los detalles después */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26 aGR; 18:30'''<br />
<br />
Volvieron a la atmósfera tan rápido como la twi'lek podía pilotar. Aunque inmerso en sus pensamientos y las sensaciones que iban y venían sobre su padawan, se paró a examinarla unos segundos. Había explotado, cuando el mercenario la tenía sujeta con el cuchillo. Que Ide supiera, sólo había una forma de estallar de esa manera, y ya la había visto antes en un usuario de la Fuerza.<br />
<br />
Ella misma seguía asustada por lo que acababa de experimentar, y parecía muy confusa. Y seguía pilotando, volcándose en la conducción como única manera de mantener la cordura. Pero Ide la veía con otros ojos.<br />
<br />
Ella estaba pilotando ''mediante la Fuerza''. Y también estaba inmersa en un shock emocional.<br />
<br />
Pero ya se encargaría de esto más tarde. Ahora tenía que ver a su padawan.<br />
<br />
==Llegada==<br />
<br />
El tiempo base para llegar era de cuarenta minutos, pero ella consiguió reducirlo a treinta mediante algunas maniobras de dudoso buen gusto, que no produjeron víctimas de puro milagro.<br />
<br />
Poco antes de llegar, Ide vio la columna de humo que surgía del techo hundido de la mansión Wolkan. Fue entonces cuando se empezó a preocupar de verdad.<br />
<br />
Aterrizaron en el mismo hangar donde Ide había aparcado al llegar allí por primera vez, y que era de las pocas partes que conservaba la estructura más o menos intacta. Nadie salió a recibirlos.<br />
<br />
Ide caminó fuera de la nave, con premura pero sin perder la precaución, con el sable de luz en la mano, aunque apagado. Agudizó el oído, no se escuchaban sonidos de combate. Con la Fuerza no podía percibir a Arakosia, pero ella siempre había sido, por naturaleza, difícil de percibir.<br />
<br />
MN-44, con un brazo menos y varias marcas de blaster sobre su torso, se acercó cojeando a Ide.<br />
<br />
-Cielos, ''Emeene''... ¿qué ha pasado aquí?<br />
<br />
-¿Señor Kanor? No puedo verlo bien, mis fotoreceptores están dañados... hemos sido atacados, señor.<br />
<br />
-¿Dónde está Keel? ¿Y Arakosia?<br />
<br />
-El amo Wolkan se ha encerrado en su búnker, y no tiene intención de salir hasta que piense que el entorno es seguro. La chica que lo acompañaba a usted desapareció en el fragor del combate.<br />
<br />
De repente, Ide se acordó de algo más. Cogió su intercomunicador y se lo llevó a la boca.<br />
<br />
-¿Lionel? Lionel, aquí Ide, contesta.<br />
<br />
Un chorro de estática fue la única respuesta. Ide no acababa de tener claro si había percibido la voz de Lionel en medio de la estática, o si había sido su mente, intentando convencerle de que así había sido.<br />
<br />
==Control de daños==<br />
<br />
Marcó en el comunicador el número de Keel. Una voz airada contestó.<br />
<br />
-¡Ahora qué!<br />
<br />
-¿Ahora qué? ¿Qué está pasando aquí? Me han intentado matar mientras estaba en el gremio de cazarrecompensas... ¿qué significa todo esto?<br />
<br />
-¡Que qué significa qué! ¡Han intentado matarme! ¡En mi propia casa!<br />
<br />
-¿Sabes quién es el responsable?<br />
<br />
-¡Mercenarios, creo! ¡No lo sé! ¡Cuando el que sea quiera reclamar el ''k'shii'', lo sabremos! ¡Mierda! ¡He perdido más de cincuenta esclavos! Por cierto, siento haberte dejado sin piloto.<br />
<br />
A Ide le dio un vuelco el corazón.<br />
<br />
-¿Perdona?<br />
<br />
-La twi'lek. Lo siento, he activado el código de su implante hace un rato. Ha sido al activar la marea de carne... pero veo que has llegado bien, así que no ha sido un gran contratiempo.<br />
<br />
La chica, de pie al lado de Ide, se puso pálida. Con la mirada aturdida, se sentó en el suelo.<br />
<br />
-Eh, bueno, ahora tenemos otros asuntos que tratar. Yo, por ejemplo, tengo que encontrar a mi aprendiz. Llámame si necesitas algo, pero por lo que veo sabes cuidarte solo. -Miró a MN-44-. Deberías hacer algo con MN, parece algo dañado.<br />
<br />
-Anda la leche, ¿sigue vivo? Estee... ya lo mandaré reparar cuando salga y tal...<br />
<br />
-Descuida. Te veo luego.<br />
<br />
Cogió a la twi'lek del brazo y se dirigió a la nave. Cuando llegó a la nave, ella se dejó caer sobre sus rodillas y comenzó a sollozar.<br />
<br />
-Disculpa la pregunta, pero... al activar Keel tu implante, ¿no debías haber muerto?<br />
<br />
Ella negó con la cabeza, sin dejar de llorar.<br />
<br />
-Pero Keel piensa que has muerto -ella asintió-. Entonces, si Keel piensa que has muerto, es porque debías haber muerto, pero que algo falló en ese instante. A no ser que algo se me escape -ella asintió-. También, en lugar de asentir sin decir nada, podrías decirme qué pasa. O podemos jugar al juego del jedi que busca la verdad sin que la twi'lek hable.<br />
<br />
==Respuestas==<br />
<br />
Ella se giró a medias, sin atreverse a mirar a Ide a los ojos. Con un hilo de voz contestó:<br />
<br />
-¿Je...di?<br />
<br />
Ide tuvo un momento de duda, pero luego creyó entender.<br />
<br />
-¿Sabes quién soy? -ella negó con la cabeza. Ide sonrió -. ¿Sabes quién es Keel? -ella asintió, con un escalofrío-. Pues te voy a dar una buena noticia: creo que eres una twi'lek libre, sobre todo porque tu amo piensa que has muerto, y tu implante ha fallado cuando él intentó activarlo.<br />
<br />
Ella se calmó un poco. Habló con la voz deformada por haber llorado, pero más calmada.<br />
<br />
-El implante no falló por eso -dijo en voz baja-. Falló porque Keel no era mi propietario.<br />
<br />
-Ahora sí que no entiendo nada. Él piensa que tú has muerto...<br />
<br />
-Porque él dio la orden de activar mi implante. Pero como él no era mi propietario, no se activó.<br />
<br />
-¿Y a quién perteneces?<br />
<br />
-A ti, amo -miró a otro lado, como si no soportara mirarlo a los ojos- Mi código está en tu cristal de pago.<br />
<br />
-Entiendo. Osea, que te compré cuando gestionaste el alquiler del carguero, por eso me salió tan caro...<br />
<br />
Ella lo miró extrañada.<br />
<br />
-No, el precio de la nave es correcto. Y es de segunda mano. Mi... coste es un porcentaje pequeño de lo que se gastó en aquella nave.<br />
<br />
-¿Segunda mano? ¿Lo he comprado? ¿Te compré a ti y a la nave? - Ide estaba sinceramente sorprendido.<br />
<br />
-Y a muy buen precio, si me permite decírselo, amo.<br />
<br />
Guardó silencio durante unos segundos.<br />
<br />
-Entonces supongo que ya me puedes decir tu nombre.<br />
<br />
-Un esclavo no tiene nombre, amo. Puede llamarme como guste...<br />
<br />
-Ya, lo que pasa es que tú no eres mi esclava. Te voy a liberar en cuanto sepa cómo quitarte esa cosa de la activación.<br />
<br />
-Es que yo no quiero ser liberada -miró a Ide, que la observaba con el desconcierto pintado en el rostro- ¿Libre? ¿Con este cuerpo? ¿En Nar Shaddaa? Ni hablar. Como propiedad, tengo mis derechos.<br />
<br />
-Oh, bueno, yo pensaba más bien que te vinieras a Coruscant.<br />
<br />
Los ojos de ella se agrandaron con sorpresa, pero no se atrevía a creer.<br />
<br />
==Los detalles después==<br />
<br />
-Bueno -siguió Ide-, los detalles podemos discutirlos después. Ahora necesitaría que me ayudaras a encontrar a mi aprendiz, y de paso a terminar la misión que tengo que hacer aquí.<br />
<br />
-Mientras tanto, y según la legislación de Nar Shaddaa, soy de tu propiedad -sonrió-. No puede ser peor que Keel Wolkan -escupió el nombre con desprecio.<br />
<br />
-Estoy seguro de que no -dijo, devolviéndole la sonrisa-.<br />
<br />
-Y, ahora, ¿cómo puedo serte de utilidad, amo?<br />
<br />
-Para empezar podrías dejar de llamarme amo.<br />
<br />
-¿Señor, quizá? ¿El nombre de pila? A algunos amos les gusta...<br />
<br />
-Ide está bien.<br />
<br />
-Ide -repitió ella en voz baja-. Es bonito. Necesitarás un apelativo para denominarme, Ide. Y ahora que soy de tu propiedad, contestaré a todas tus preguntas. ¿Quieres saber cómo me llamaba? ¿Quieres saber qué me gusta en la cama?<br />
<br />
Ide movió los ojos hacia arriba. Le encantaría charlar y animar a la chica, pero ahora tenía algo que hacer.<br />
<br />
-Vamos, me puedes contar todo eso mientras rescatamos a mi ayudante -sonrió, y subió la rampa de acceso.<br />
<br />
-Claro, si no he desconectado la energía de la nave -se encogió de hombros- por si había problemas. Pero, ¿hacia dónde vamos?<br />
<br />
-Hacia el sitio del que nunca debí alejarme. Al Palacio del Dolor.<br />
<br />
Ide vio como un escalofrío recorría la espalda de la twi'lek, pero ésta no dijo nada. Caminó hasta el puesto del piloto, y partieron dejando una estela de humo y vapor.<br />
<br />
==Un trayecto corto==<br />
<br />
La chica parecía haber pensado, inicialmente, que iban al Palacio del Dolor a alojarse. Por eso le contó brevemente lo que había venido a hacer a Nar Shadda, y los problemas que habían surgido con su piloto durante la investigación en el Palacio del Dolor. Le contó además, la sospecha que tenía de que tanto el ataque en el Gremio como la destrucción de la casa de Keel fueran obra de Vima Da'Motta.<br />
<br />
Ella asintió respetuosamente, intercalando comentarios apropiados a la historia de Ide, pero sin hacer ninguna pregunta. Cuando Ide guardó silencio, la escuchó susurrar "marea de carne".<br />
<br />
-Todavía no sé tu nombre -intervino Ide -. El que tenías antes de ser esclava.<br />
-Sira Levora -dijo ella con un tono extraño- Bueno, en realidad es Siral'evora, pero en básico se dice así.<br />
El joven no dijo nada, pero sonrió.<br />
<br />
==De nuevo en el Palacio del Dolor==<br />
<br />
La masa piramidal que era el Palacio del Dolor volvió a aparecer en la distancia. Por alguna razón, bajo el sol parcialmente eclipsado que empezaba a ponerse, bajo el cielo rojizo, a Ide le pareció aún más amenazador que la primera vez que lo vio.<br />
Una protrusión del edificio, cerca de la cima, se extendió para recibirles. Este, comprendió Ide, es un hangar de lujo.<br />
<br />
Bajaron de la nave, y un hombre enfundado en un traje formal los recibió con un ademán moderado y una sonrisa comedida.<br />
-¿Ide Kanor? -dijo educadamente.<br />
-En efecto. Cuánto honor, no sabía que tendría recepción oficial -dijo Ide, con un tono algo ambivalente entre lo formal y el sarcasmo.<br />
-Por supuesto, señor. Es usted un cliente importante. ¿Desea que lo conduzca a sus aposentos? El trayecto puede resultar complicado...<br />
-Entiendo.<br />
-La señora DaMot'ta lamenta no poder recibirlo en persona, pero estará encantada de cenar con usted esta noche en la Joya Gloriosa. Puede, mientras tanto, retirarse a sus aposentos, o disfrutar de nuestra muy variada oferta en ocio y restauración. Los pozos de carne, en concreto, son exquisitos.<br />
-Gracias, creo que esperaré en mi habitación. Por cierto, ¿cómo es que me esperaban? -preguntó, despreocupadamente.<br />
-Todos nuestros clientes tienen incluído un punto de desembarco con el precio de la habitación, señor. Y yo mismo tengo la labor de recibirle a usted y de proporcionarle cualquier información o servicio que pueda necesitar -sonrió enigmáticamente.<br />
<br />
Ide le devolvió la sonrisa. Aunque no tenia claro a qué venía tanto protocolo, se hacía una ligera idea. En cualquier caso, prefirió no preguntar más.<br />
<br />
El hombre, con un lenguaje corporal a medio camino entre el mayordomo y el ayuda de cámara, hizo un ademán que indicaba "sígame, por favor", y se dispuso a guiarlo hacia su habitación.<br />
<br />
El trayecto fue sorprendentemente corto y visualmente agradable. Ide reconoció los símbolos en la puerta de la habitación, aunque (reflexionó) no estaba del todo seguro de poderlos trazar si quisiera.<br />
<br />
==Indagaciones e invitaciones==<br />
<br />
En el interior, Ide se encontró de nuevo con la considerable extensión de espacio que era la habitación doble, decorada con notable buen gusto, con los hologramas de las paredes mostrando una tarde agradable en Alderaan. El selector holográfico se activó al entrar Ide por la puerta, mostrando de nuevo a la misma mascota humanoide que le había dado la bienvenida en la ocasión anterior.<br />
<br />
-¡Hola de nuevo, señor! -saludó con voz animada- ¡Me alegro mucho de volver a verle!<br />
-Hola, Kenter.<br />
-¿Hay algo que pueda hacer que su estancia resulte más agradable?<br />
-Pues me gustaría que comprobaras si la chica que me acompañaba ayer ha vuelto al hotel.<br />
-Veré lo que puedo hacer, señor -se volvió, mientras parecía concentrarse unos instantes-. Ahora se encuentra inscrita entre el personal de la Señora del Dolor. Pendiente de terminar cuidados médicos. Pendiente de evaluación física. Pendiente de asignación de destino -dijo en tono monocorde- ¿Desea alguna otra cosa, señor?<br />
-El... ¿personal, has dicho? Me gustaría verla, si fuese posible -dijo Ide, intentando mantener el tono educado.<br />
-Por supuesto, señor -dijo Kenter, servicialmente. Su imagen se difuminó, y se convirtió en la de una habitación espaciosa, llena de máquinas, donde tres droides médicos trabajaban afanosamente en Arakosia, que parecía ser la única paciente. Ella permanecía inconsciente, en el interior de una especie de cámara bañada con luz o líquido (la imagen era poco clara) de color dorado.<br />
<br />
-¿Y cuándo dices que ingresó aquí? -siguió Ide.<br />
-Me temo que esa información no la conozco, señor -reflexionó un instante- Supongo que hace poco, porque la evaluación física, asignada como tarea pendiente, es una de las primeras cosas que se realizan cuando alguien entra a formar parte de nuestra pequeña familia -sonrió.<br />
-Bueno, entonces me gustaría hablar con alguien responsable del nuevo personal. No entiendo por qué mi acompañante ha ingresado como miembro del hotel.<br />
-¿Holopresencia, señor? ¿O desea una entrevista en persona?<br />
-En persona, por favor -Ide estaba haciendo un esfuerzo por mantener la compostura-. Es un tema delicado, no entiendo qué está pasando aquí.<br />
-Comprendo -asintió el holograma animado-. Me temo que eso tardará un poco más. Nuestro hogar es un lugar grande...<br />
-Supongo que podrá ser antes de la cena.<br />
-Por supuesto, señor. Serán entre veinte y veinticinco minutos.<br />
-Estupendo. Esperaré aquí.<br />
<br />
Kenter no se desvaneció.<br />
<br />
-Parece contrariado, señor. ¿Hay algo que pueda hacer por usted? ¿Licor, especia, mujeres?<br />
-No, gracias, Kenter -interrumpió Ide-. Esperaré aquí hasta que pueda entrevistarme con el responsable del ingreso de Arakosia.<br />
-Como desee, señor. Permaneceré atento, por si necesita algo -se desvaneció.<br />
Ide se dirigió a la cama, y sin musitar una palabra más, adoptó postura de meditación. Necesitaba atar cabos, aunque todo apuntaba, cada vez más claramente, a que detrás de esta jugada estaba la misma Vima Da'Motta.<br />
<br />
==Espera, meditación==<br />
<br />
Ide cerró los ojos, y dejó su mente tan en calma como le fue capaz. Intuía que probablemente un jedi más experimentado lo lograría con mayor facilidad, pero al final consiguió aquietarse lo suficiente. O eso creía.<br />
Dejó vagar su percepción hacia el pasado, guiándola con suave firmeza al momento en el que creyó percibir la presencia de Arakosia, cuando estaba en aquel hangar...<br />
''...se vio a sí mismo, de pie junto a la nave que en aquel momento pensaba alquilada, el alienígena recién desintegrado, algunas de sus moléculas aún en el aire, y la sensación de vibrato que le llegaba desde la distancia. Ahora lo identificaba. Era la impronta de Arakosia en la Fuerza. Aun inconsciente, se había sentido en peligro. Y lo que había estado a punto de percibir no era sino el vínculo maestro-aprendiz, que él conocía tan bien... desde el lado del aprendiz.'' Seguramente la próxima vez que lo percibiera sería capaz de identificarlo con mayor precisión.<br />
...con la facilidad de la práctica, fluyó hacia adelante para ir al punto en el que el mercenario había tomado a Sira como rehén. ''Ella estaba llorando y temblando, y de repente...''<br />
Ide estudió sus recuerdos centésima a centésima.<br />
''...ella había cerrado los ojos con fuerza, y se había estremecido de puro pánico. Y la Fuerza había respondido. La explosión había brotado de ella. Y la expresión de su cara... no se lo esperaba, ni lo comprendía.'' Y seguía aterrorizada. Pero era una usuaria de la Fuerza, sin ningún género de dudas. O, mejor dicho, tenía el ''potencial'' para serlo.<br />
Justo cuando Ide iba a dirigir sus pensamientos a su aprendiz, aún en la sala de reconocimiento, llamaron a la puerta. Abrió los ojos.<br />
-Adelante -dijo, sin moverse, aún en pose de meditación.<br />
<br />
==Recursos Humanos==<br />
<br />
El que entró en la habitación había sido un hombre en otros tiempos. Ahora parecía más máquina. Tanto su ojo derecho como gran parte de su cráneo y su brazo izquierdo eran robóticos. La expresión de su cara era de hastío, pero sus modales eran impecables. Hizo un ademán pidiendo permiso antes de entrar en la habitación, y una vez dentro no se sentó hasta que Ide se lo hubo indicado. Aun así, inclinó levemente la cabeza antes de sentarse.<br />
<br />
-Cuénteme -dijo, sin más.<br />
-Entenderá -siguió Ide, con la misma claridad con la que él había empezado- que me encuentre algo extrañado por lo que ha sucedido. Mi acompañante ha sido ingresada en su hotel como miembro del equipo - enfatizó la última palabra-, según me ha podido informar el asistente holográfico.<br />
-Me temo que no comprendo de quién está hablando. ¿Podría ser un poco más específico, por favor?<br />
-Arakosia. La joven humana que tienen actualmente en observación médica.<br />
-Ah, sí. La hemos adquirido esta misma tarde a muy buen precio, a unos tratantes de esclavos de plena confianza -sus ojos se quedaron fijos un momento, como si mirara a algo muy lejano- Así es como ha entrado a<br />
formar parte de nuestro personal -su mirada recuperó parte de la viveza perdida- ¿Desea algo más?<br />
-Bueno, a ser posible, saber quién les ha vendido a mi aprendiz, la misma que era una humana libre esta misma tarde antes de que la secuestraran de donde estaba alojada.<br />
-Shawman&K'Rtahn, tratantes. Le puedo dar su dirección o su código de comunicador, si lo desea.<br />
Ide tomó aire.<br />
-Aunque claro, supongo que bajo las leyes de Nar Shadda, este individuo tendrá plena potestad sobre lo que haya ''adquirido'' al destruir y arrasar la casa Keel Wolkan, que es donde estaba Arakosia recuperándose. Y que, ahora que la ha vendido, no tiene potestad sobre ella. Y que cortarle la cabeza no anularía la transacción. ¿Me equivoco mucho? -Ide estaba considerablemente molesto por esta, por decirlo de alguna forma, ''inconveniencia''.<br />
-Su análisis de la situación es correcto, señor -su mirada se volvió reflexiva-. Aunque usted recuperaría parte del k shii perdido. Si lo desea, podemos venderle una esclava similar, de perfil guardaespaldas-concubina, un poco más joven...<br />
-No, no es sustituible. Necesito recuperar a Arakosia.<br />
-Si desea recuperar a esa chica en concreto, me temo que el asunto excede a mis competencias. Yo sólo manejo al personal existente, no tengo ningún papel en la entrada o salida de personal.<br />
-¿Tengo que hablar entonces con su superior?<br />
-Supongo que eso tendría que discutirlo con la señora Vima DaMot'Ta. Suele ser complicado, ya que no concede citas, pero... supongo es que es usted afortunado, ya que tiene una cita concertada con ella esta<br />
noche.<br />
-Me imaginaba que tendría que hablar directamente con ella. Le agradezco su ayuda.<br />
-¿Desea algún servicio que le ayude a hacer pasar el tiempo con mayor velocidad mientras espera?<br />
-No, gracias. Tengo un par de asuntos que resolver antes de la cena.<br />
-Entonces me retiro a mis quehaceres -dijo el cyborg, mientras se levantaba.<br />
-Muchas gracias por su atención.<br />
<br />
==Comunicándose con Keel==<br />
<br />
Ide se despidió del tipo, y sin dilación marcó el número de comunicador de Keel Wolkan. Tardó en contestar, y cuando lo hizo no había imagen, sólo una voz que parecía llena de dolor. O de droga.<br />
-Nnhh...-dijo la voz-que-parecía-de-Keel<br />
-Shawman&K'Rtahn. ¿Te suena ese nombre? -dijo Ide, obviando el estado de Wolkan.<br />
-¿Mmm? ¿Kanor?<br />
-Sí. Shawman&K'Rtahn. Han vendido a mi aprendiz a Vima Da'Motta. No sé si estás lo suficientemente lúcido como para atar cabos.<br />
-Una pareja de tratantes. Mi competencia más directa -suspiró-. ¿Qué quieres saber?<br />
-Cómo que qué quiero saber. Lo que te quiero decir es que deben haber sido ellos los que atacaron tu casa, si se han apoderado de mi aprendiz para venderla.<br />
-Ya... -dijo, con poca decisión- Debería haberlo supuesto -parecía dubitativo- Em... pues gracias por el dato, tio.<br />
-Lo que me gustaría saber es por qué sabían que yo estaba en Nar Shadda, y por qué me seguían. Me atacaron al mismo tiempo ocho mercenarios. ¿Tienes algo que contar, Keel?<br />
-Yo... no te comprendo... Tras la exhibición que hicísteis, supongo que bastante gente con el potencial de atacarme sabría de vuestra existencia...<br />
<br />
Ide se quedó bloqueado un momento.<br />
<br />
-Mierda -soltó.<br />
-Yo estoy intentando olvidar todo este asunto a base de especia rosa... -suspiró de nuevo- la especia rosa es buena...<br />
-Supongo que no arreglará nada que descabece a estos dos tíos. Al menos, no me devolverá a Arakosia.<br />
-Bueno, si vas y le dices a todo el mundo que lo haces de mi parte, te daré dos mil gubor. Piénsalo.<br />
-Tanto kshii por dos mil gubor... sabes negociar, Wolkan.<br />
-Bueno, me pareció una oferta justa...<br />
-Me lo pensaré, pero no me interesa el dinero. Me interesa mi aprendiz. ¿Cómo de poderosos son estos tipos?<br />
-Eh... pues más o menos como yo...<br />
-Gracias por la información. Te dejo, tengo que hacer un par de cosas antes de cenar. Cuidate, Wolkan.<br />
<br />
Miró las paredes de su habitación. Se maldijo por haber dejado sola a su aprendiz. Pero maldecirse no iba a arreglar nada, así que se fue a la Flor Esquiva. Ya que no podía hacer nada hasta hablar con Vima Da'Motta, al menos recogería toda la información que pudiera.<br />
<br />
==Regreso a la Flor Esquiva==<br />
<br />
Al parecer, en el Palacio del Dolor era tremendamente fácil llegar al lugar donde uno quisiera ir, o así se lo pareció a Ide.<br />
Llegó a la Flor Esquiva, que parecía estar bastante más animada que la otra vez. Aunque claro, la otra vez había sido por la mañana temprano. Seguía oliendo vagamente a especias, y seguía siendo rica en sofás, pero la música que tocaba Oloruu era más vivaz, y había prácticamente una persona (o pareja, o pequeño grupo) en cada sofá. También flotaba en el ambiente una cierta sensación plácida, no exenta de un extraño regusto amargo.<br />
<br />
Delia hizo un gesto de reconocimiento desde la barra. Comenzó a llenar un vaso con vino de Alderaan y esperó a que Ide y Sira se acercaran a hablar con ella.<br />
<br />
-Parece que no me voy a librar de hablar con tu jefa -dijo él, mientras tomaba asiento. Ella hizo un gesto de simpatía indeterminada.<br />
-Hablar no compromete a nada -dijo ella. Dejó pasar un par de segundos-. ¿Has encontrado al androide ese que buscabas?<br />
-No, pero tengo alguna pista. El problema es que en el camino he perdido a mi aprendiz. La han secuestrado y vendido. Adivina quién es su nueva dueña.<br />
-¿La Señora del Dolor, quizá?<br />
-Bingo. Unos tipejos atacaron la casa donde estaba... descansando. Keel Wolkan, no sé si te sonará.<br />
<br />
Se mostró levemente sorprendida.<br />
<br />
-Em... sí, es relativamente conocido.<br />
-Pues le han asestado un buen golpe.<br />
-Mala cosa... es una rata cobarde y cruel, muy capaz de usar a sus esclavos como campo de minas... pobres chicas.<br />
-Ah, a eso se refería con lo de marea de carne...<br />
-Sí, a eso. Se implanta un explosivo un poco más potente, y se hacen detonar los esclavos más cercanos a tu enemigo -comentó en un tono distante, pero asqueado- ...pobres chicas... -repitió mientras miraba a Sira con una huella de dolor compartido.<br />
-Una se salvó. La que me dejó como piloto. La compré sin querer -dijo Ide, intentando desviar el tema mientras Sira se ruborizaba en verde oscuro y apartaba la mirada.<br />
-Le salvaste la vida, tú -sonrió-. ¿No hay una tradición de cuidar de las vidas que uno salva? ¿O era al revés?<br />
-No lo sé. Mi orden nos insta a proteger a los desamparados, siempre que sea posible -el jedi sonrió, siendo consciente de lo que Delia estaba pensando.<br />
Delia le devolvió la sonrisa, con una calidez que no había visto a ningún nativo de Nar Shaddaa.<br />
-Te entiendo -no dijo nada más. Parecía tocada por sentimientos profundos, y siguió limpiando el vaso durante medio minuto, sin decir nada ni mirar a Ide directamente.<br />
<br />
Ide estuvo a punto de contarle que pensaba negociar con Vima para liberarla, y que pensaba que iba a ser difícil puesto que parecía valiosa, pero pensó que era mejor pasar por algunos temas de forma tangencial.<br />
<br />
-Creo que han cogido a Lionel -dijo, mirándola fijamente.<br />
Ella frunció el ceño.<br />
-No debió haberse quedado tanto.<br />
-Lo mandé a orbitar con la nave. Pero parece que no fue suficiente. No me contesta, y eso es mala señal -miró su vino. En cierto modo, se sentía responsable.<br />
-No sabría decir... a mí nunca me contesta -dijo con rabia.<br />
-Bueno. La gente cambia. Las cosas cambian. Hace tres horas mi aprendiz era mi aprendiz y ahora es una esclava de Vima. Esta noche puede que sea diferente.<br />
-Me pregunto para qué la querrá. ¿Ella era el objetivo de una operación completa o sólo fue un extra?<br />
-Digamos que... anoche... se hizo valer. Hizo una exhibición en casa de Keel. Llamamos la atención -ella hizo un gesto de sorpresa-. Fui un tonto. Nos siguieron la pista, y atacaron en casa de Keel. Ocho<br />
mercenarios me atacaron a mí mientras estaba en el Gremio de Cazarecompensas. Yo pude deshacerme de ellos, pero mi aprendiz no -levantó la mirada. No supo decir si estaba preocupado o la echaba de menos,<br />
pero no se permitió pensarlo mucho.<br />
Delia pareció acordarse de algo de repente. Extrajo un pequeño visor plano de un lateral de la barra y lo giró para que sólo pudieran verlo Ide y ella.<br />
-Un momento -dijo mientras manipulaba unos controles-. Apareció la imagen de Arakosia desnuda, haciendo girar su espada a gran velocidad para destrozar una oleada de fruta. Se notaba que la imagen se estaba desarrollando a cámara lenta en la velocidad a la que caían los trozos de fruta una vez cortados.- ¿Esta es ella?<br />
<br />
Ide no dijo nada durante unos momentos.<br />
<br />
-Debí habérmelo figurado -dijo con amargura-. Debo ser el jedi más tonto de toda la Orden.<br />
<br />
-Bueno, esto responde a mi pregunta anterior -dijo ella, sin hacer caso al comentario de Ide-. Ya sabemos para qué la quiere Vima.<br />
-Tiene todo el sentido.<br />
<br />
En un instante, Ide pasó de la frustración a la esperanza. "Lo que Vima no sabe es que eso no era Arakosia moviéndose, sino la droga actuando". Y justo cuando terminó la frase mental, se dio cuenta de lo que haría Vima si supiera que era la especia roja la que la hizo canalizar la Fuerza así.<br />
<br />
-Pues claro que lo tiene. La quiere para el Hak'un Shapp.<br />
<br />
Ide abrió mucho los ojos y habló con una pesada y profusa determinación.<br />
<br />
-Ya sé lo que voy a hacer. Sira, quédate aquí -ella asintió.<br />
<br />
Se despidió de Delia y se dirigió a su habitación.<br />
<br />
==Tratos con Fenel Fodel==<br />
<br />
Apenas hubo abierto la puerta, Kenter se volvió a materializar:<br />
-¡Saludos, noble señor! ¿Cómo puedo hacerlo más feliz?<br />
-Holocomunicación con el responsable de personal -dijo sin casi dejar terminar a Kenter-. El tipo que vino antes y ni siquiera se presentó.<br />
-Su nombre es Fenel Fodel. Lo llamaré en seguida.<br />
<br />
Tras unos diez segundos, la cara del ciborg apareció en el holocomunicador.<br />
<br />
-Necesito que me hagas un favor.<br />
-Dígame su problema y veré qué puedo hacer.<br />
-¿Tiene Arakosia ya el implante?<br />
-Me temo que los informes médicos relativos al personal son privados, señor.<br />
-Entiendo que es un no -se aventuró a decir-. Si oficialmente fuera una esclava, no tendrías problema en comunicarlo -hizo una pequeña pausa.<br />
-No tengo ningún problema en comunicarlo, más allá de la incomodidad que a veces supone para un cliente encontrarse a nuestro servicio a un... antiguo conocido -hizo un gesto de incomodidad-. Pero no se confunda. Es nuestra.<br />
-Necesito que postpongas la inserción. Sólo hasta esta noche, después de que negocie con Vima.<br />
-Mi deber es implantarla cuanto antes, si los informes médicos son favorables. Aunque la naturaleza de mi trabajo incluye cierta... flexibilidad a la hora de estimar parámetros intangibles, como la naturaleza favorable de un informe técnico -pareció concentrarse durante un instante-. Sin embargo, la Señora del Dolor parece haberse tomado un interés personal en este caso, y no creo que viera una... dilación intencionada por mi parte con buenos ojos. Representaría para mí un riesgo considerable.<br />
-Cuánto quieres -preguntó Ide con apenas entonación interrogativa.<br />
-No quiero dinero. Quiero irme de Nar Shaddaa.<br />
-Cuánto vales -repuso, como si la primera pregunta no hubiera existido.<br />
-Soy un agente libre, pero me retienen... compromisos ineludibles. Necesito que me saque de aquí alguien a quien no le importe la ira de Vima.<br />
-Uhm -Ide se quedó dubitativo. Algo pareció endurecerse en Fenel Fodel-. A mí no me importa, mientras consiga lo que he venido a buscar -el ciborg se relajó nuevamente, y esbozó la más mínima de las sonrisas. Asintió. -Será sólo una hora. Voy a ver a Vima en la cena, y tras la cena todo estará resuelto. De una manera u otra -sentenció.<br />
-Ten cuidado -dijo mientras asentía sobriamente.<br />
<br />
==Dinero y datos==<br />
<br />
Cuando se despidieron, Ide se dirigió a Kenter.<br />
<br />
-Kenter, ¿podrías comprobarme cuánto dinero queda en este cristal? -dijo Ide, mientras introducía el cristal en la ranura disponible.<br />
-¡Por supuesto, señor! -dijo con una cordialidad que a Ide comenzaba a cansarle- En este momento cuenta con 22714 gubor y 170 fleber.<br />
-Ahá. ¿Y sabes cómo anda el cambio medio de Gubor-Sgin?<br />
-El cambio medio oscila, señor, pero más o menos seis sgin hacen un gubor. Por supuesto, la tasa de cambio es tremendamente variable, y ya que muchos de los cambios de moneda se hacen electrónicamente, las tasas de cambio con varios decimales no son extrañas.<br />
<br />
"''Parece entonces que Sira hizo efectivamente un buen trato con la nave''", pensó Ide cuando hizo cuentas mentalmente. El carguero había costado unos 1.600 gubor. La realidad es que Ide no tenía muy claro cuánto significaba esa cantidad, pero lo que sí le pareció era que le quedaba una proporción bastante buena de dinero.<br />
<br />
De repente se acordó de Sira. Cogió su comunicador y escribió un mensaje. "Vete a la Flor Esquiva. Allí encontrarás a Delia. Dile que eres la que se salvó, y espérame allí. Lo que necesites comer y beber lo pagaré yo." <br />
Entretanto esperaba que llegara la hora de la cena decidió bajar a ver, en persona, qué era eso del Hak'un'Shap. Se quedó parado un segundo, y con decisión, salió por la puerta.<br />
No dio ni dos pasos cuando se dio cuenta de que no sabía dónde ir. Suspiró.<br />
<br />
-Kenter -dijo, con pesadumbre. Kenter tenía lo mismo de útil que de irritante.<br />
<br />
-¿Sí, señor?<br />
<br />
-¿Podrías decirme por favor dime dónde se celebra el Hak'un'Shapp?<br />
<br />
-Se celebra en los niveles 1 a 50, señor. Se pueden seguir los encuentros desde cualquier consola del hotel, y también se puede apostar desde cualquier lugar.<br />
<br />
-Gracias, pero prefiero verlo. Además, así veo si conozco a alguno de los participantes.<br />
<br />
-Nadie lo ve con sus propios ojos, señor, excepto los participantes. Los niveles 1 a 50 están llenos de cámaras para retransmitirlo todo con la mayor fidelidad. En cuanto a la identidad de los participantes... no veo en qué es diferente verlo en vivo de ver una holografía con detalle 1:1. ¿Desea rastrear a algún participante en concreto?<br />
<br />
-Pues la verdad es que conozco a Morg. No me importaría verlo.<br />
<br />
-¿Desea saber qué tal le va, señor? ¿O prefiere el holograma que se hizo al inscribirse?<br />
<br />
-Muéstrame ambos.<br />
<br />
-Por supuesto -dijo Kenter.<br />
<br />
De inmediato se activó un holoproyector en la pared opuesta a la cama, mostrando un droide bastante alto y ancho, de unos dos metros y medio. Permaneció unos segundos así, y luego sus extremidades se desplegaron, para llegar a medir tres mertos y medio. Transmitía una sensación de ser grandote e inofensivo que (como bien sabía Ide) no se correspondía con la realidad.<br />
<br />
La imagen se desvaneció, para dar paso a una representación seudobidimensional, que mostraba a Morg en una habitación. Un rótulo bajo la escena decía: "¡Momentos estelares de Morg!"<br />
<br />
La cámara giró para mostrar a un alienígena peludo y grandote, con brazaletes de esclavo, que llevaba una especie de vara, de punta energética. El alienígena fintó un par de veces, antes de que Morg consiguiera coger la vara con su articulación extendida. La retrajo con un movimiento brusco, y el alienígena chocó contra el droide. Se golpeó y cayó al suelo. Morg lo pisó sin mucho énfasis en la cabeza, que se deshizo.<br />
<br />
Corte de escena. Morg está en una posición de pelea, con un brazo extendido, y un humanoide envuelto en lo que parecen ser vendajes carga contra él, aparentemente desarmado. De repente, el homanoide extrae un sable de luz e intenta cortarle una extremidad a Morg. Éste retrae la extremidad y salta hacia atrás, mientras se extienden varios apéndices de su cuerpo metálico. Uno de los apéndices estalla, llenándolo todo de humo. La imagen cambia a termográfico. El humanoide gira sobre sí mismo para defenderse de algo, vuelve a girar. Un brazo de droide, muy frio, lo apresa de los dos brazos y se los arranca. Luego coge su cabeza y la aprieta de forma rápida y desapasionada, haciendo que estalle.<br />
<br />
Ide hizo memoria, para intentar recordar si había oído de algún Jedi que fuera a Nar'Shadda últimamente y que hubiera muerto. No le sonaba. Aunque, claro, hacía menos de un mes que había regresado al Templo.<br />
<br />
-¿Quién era el del sable, Kenter? -preguntó Ide.<br />
-Exen Nithan. Proviniente de Korriban. Profesión reconocida: asesino. Cazarrecompensas. Iba muy bien en los preliminares. Hasta ese momento, claro.<br />
-¿Cómo va Morg?<br />
-Subiendo en la clasificación, señor. No tiene demasiados fans, pero tampoco tiene demasiados enemigos. Probablemente se clasifique para el Hak'un'Shapp.<br />
-Quisiera que le dejaras un mensaje de mi parte.<br />
-Puedo ponerlo en su cuenta, señor, pero no le garantizo que lo vaya a leer. La cantidad de mensajes que reciben los participantes es astronómica. Aunque, claro, dada la naturaleza robótica de Morg...<br />
-Seguro que le interesa lo que tengo que decirle. Te dicto.<br />
<br />
==Mensajes==<br />
<br />
Sobre la nariz de Kenter aparecieron unas pequeñas gafas. En sus manos apareció un pequeño datapad.<br />
-Asunto, Garin. Remitente, Kanor, de Coruscant. Mensaje -Ide se paró unos segundos, para pensarse bien el texto-. Sé por qué estás haciendo esto. Conocí a su padre. Tuvo problemas y huyó de Coruscant. Me pidió que cuidara de él. Te busqué en Horuz, pero habían saboteado tu secuencia de emergencia y acabaste aquí. -Se paró, no sabía si seguir dando detalles o dejarlo para cuando respondiera-. Este es mi buzón. Espero tu respuesta.<br />
-Ya está enviado, señor.<br />
-¿Está luchando ahora?<br />
-No, señor. Descansando. Gasta casi todos sus hak en "tiempo privado". Eso es una mala táctica, porque sus fans preferirían verlo... Ya tenemos respuesta al mensaje.<br />
<br />
Ide sonrió. Sabía que no tardaría en responder.<br />
<br />
-Léemela.<br />
-"Introduzca código de anulación". Ni remite, ni asunto...<br />
<br />
Entonces recordó que Tu'Ala le había dado las coordenadas, pero no un código de anulación. Si había cambiado el destino, con toda probabilidad había cambiado el código. Ide sacó su hololibro, para abrir el canal seguro para hablar con el Templo.<br />
<br />
Uno de los (ya familiares para Ide) ayudantes informáticos apareció en pantalla. Era 3-Tru, el especialista en seguridad.<br />
<br />
-Saludos, 3-Tru. Necesito mandar un mensaje a la expadawan Tu'Ala.<br />
<br />
-¿Mensaje, no comunicación directa? -dijo en tono profesional.<br />
<br />
-Mensaje.<br />
<br />
-Tecléelo en su interfaz.<br />
<br />
Ide escribió. "Los he encontrado. El robot tiene un código de desactivación. Espero que se te ocurriera cambiarlo y que te acuerdes. Contactar con Garin será más complicado." Pensó unos segundos, y escribió otro párrafo. "Espero que estés bien. De verdad. Iré a verte cuando pueda." Y envió el texto.<br />
<br />
La respuesta llegó cinco minutos después:<br />
<br />
"Te daré el código a cambio de una promesa solemne, por tu vida, tu honor de jedi y la Fuerza que lo sostiene todo."<br />
<br />
Respondió. "Como pudiste ver, soy un jedi de palabra. Habla."<br />
<br />
"Quiero que me prometas, por lo anterioremente dicho, que cuando vengas a verme tendremos sexo. Relaciones sexuales completas."<br />
<br />
"Pensaba que me ibas a pedir algo complicado de hacer."<br />
<br />
"Es algo muy complicado, si el otro no quiere. No puedo tomarlo ni exigirlo, sólo pedirlo."<br />
<br />
"Por mi vida, mi honor de jedi y por la Fuerza que todo lo sostiene, tienes mi palabra, y la convicción de que no supondrá esfuerzo alguno." Ide sonrió al escribir esto, pero lo envió así.<br />
<br />
"Contaré las horas. Desde ahora me declaro en abstinencia, hasta que nos veamos :D ."<br />
<br />
Ide esperó que el canal no estuviera vigilado. Aunque, dado su historial, no era de esperar que nadie en el Templo se alarmara.<br />
Kenter permanecía erguido, alerta, en espera de más órdenes. Para variar, estaba callado. Ide se quedó pensando unos segundos. No sabía si enviar el código ahora, o hacerlo después. Y, en cualquier caso, no sabía lo que pasaría cuando introdujera el código.<br />
<br />
-Kenter, ¿sabes si Morg tiene algún combate hoy?<br />
<br />
-Nadie lo sabe, señor -repuso el hombrecillo, con cara de circunstancias-. Como ya le he dicho, gasta casi todos sus hak en "tiempo de privacidad". Y dada su naturaleza robótica, tampoco gasta mucho en mantenimiento... así que el momento de su siguiente combate es entre ahora y dentro de veintiocho horas.<br />
<br />
-Bien. Necesito que le envíes otro mensaje.<br />
<br />
-Será un placer, señor.<br />
<br />
-Mismo asunto que el anterior. Escribe. "Tengo el código, pero necesito asegurarme de que Kurel estará bien. ¿Qué harás cuando se desactive la secuencia de emergencia?".<br />
<br />
Cuando vio el mensaje escrito, tuvo la vaga impresión de que la respuesta sería "Introduzca código de anulación", sin remite, ni asunto.<br />
<br />
-Ya hay respuesta, señor. La leo: "El estado de salud de Kurel está al noventa y siete por ciento, y me encuentro en disposición de afirmar que permanecerá entre el noventa y cinco y el cien por cien; al menos en las próximas seis semanas. Introduzca código de anulación."<br />
<br />
Ide no sabía si anular la secuencia de emergencia ahora. O esperar a tener resuelto lo de Arakosia. Y lo de Delia. Y lo de Lionel. Quizás podría presionar a Vima, si tuviera control sobre Morg.<br />
<br />
-Responde, Kenter. "No has respondido a mi pregunta. Qué pasará con Kurel, y contigo, cuando introduzca el código. Y en cualquier caso, no te voy a enviar el código por una red no segura. Te lo daré en persona. Supongo que habrás sido lo suficientemente listo como para rastrear desde dónde te he enviado este mensaje."<br />
<br />
-"Remitente irrastreable debido a la configuración del sistema. Respuesta a la pregunta planteada excede parámetros de seguridad. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide dictó a Kenter de nuevo. "Habitación [...], en el Palacio del Dolor. No transferiré el código por una red privada. Si no piensas venir, proporcióname un buzón de la HoloRed donde pueda mandarte el código."<br />
<br />
"No dispongo de acceso a HoloNet. No puedo abandonar el Hak'Un Shapp."<br />
<br />
Ide no se fiaba de que alguien estuviera vigilando las comunicaciones, y que, intencionadamente podría intervenir el mensaje y no permitir que llegara a Morg. Por eso, intencionadamente, envió un código erróneo.<br />
<br />
-Kenter, envía la siguiente secuencia. -Dictó el código, errando en algunos números a propósito. Si Morg respondía, sería prueba inequívoca de que le había llegado el mensaje.<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Miró la respuesta algo atónito. No tenía ningún sentido que se bloqueara el sistema tras un intento erróneo. Aunque al menos sabía que nadie estaba interviniendo el canal.<br />
<br />
-Kenter, envía otro mensaje. -Esta vez, dictó el código correctamente, y lo repasó dos veces-. Además, crea un alias oculto en el remitente. Habrá bloqueado la anterior dirección.<br />
<br />
Cuando llegó el siguiente mensaje, Ide lo contempló, sin acabar de creérselo:<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la mente de Ide. ''A lo mejor no era Morg'' el que estaba enviando los mensajes de "Código incorrecto". Envió una tercera clave, ligeramente modificada respecto de la correcta que le había enviado Tu'Ala. Además escribió a la chica por el canal abierto en su Hololibro: "¿Estás segura de que esa es la clave?".<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
==Seguridad hutt==<br />
<br />
El mensaje de Tu'Ala tardó un poco más en llegar: "Claro, por supuesto, yo misma lo cambié. Es culpa de alguien pequeño y rojo. Tendrás que decírselo en persona, antes de mañana por la tarde."<br />
<br />
Respondió a Tu'Ala. "¿Alguien pequeño y rojo? ¿Mañana por la tarde? ¿Qué tiene que ver eso con el código que Morg ha rechazado?"<br />
<br />
"Sabes, no puedo ajustar mis visiones proféticas desde aquí. Por el ysalamiri, sabes. Hablo de memoria, esto es algo que vi una vez. Pero creo que no es Morg el que está rechazando el código."<br />
<br />
"''Estupendo''", pensó Ide, "''ahora además de alguien interfiriendo la comunicación tenemos una visión profética''".<br />
Abrió su Hololibro de nuevo. Escribió un pequeño programa, de apenas diez líneas de código, que generaba variaciones del código de seguridad. Lo conectó a la consola de Kenter.<br />
<br />
-Kenter, envía la salida de este programa a ''Morg''. Cada diez segundos. Una clave por mensaje.<br />
<br />
"''Si quieres tener la clave, vas a tener que encontrarla entre todas las que vas a recibir, y luego discutirlo con Morg''", pensó.<br />
<br />
Desde Kenter manó una especie de murmullo, al comenzar a mandar variaciones del código. Al mismo tiempo, con una voz muy suave le dijo a Ide: "Esta es una tarea infinita, señor..."<br />
<br />
-No te preocupes, no durará mucho -dijo Ide con una media sonrisa-. Envía unos cuantos mensajes más, luego aumentaremos la frecuencia. Cuando haya enviado unas cuatro mil claves, será suficiente.<br />
<br />
-Sí, señor -dijo Kenter, con voz cansada.<br />
<br />
-Si enrutas mi Hololibro al sistema de mensajería, yo mismo puedo configurar los envíos, y no tendrás que dedicar procesador a esta tarea.<br />
<br />
-No... autorizado... no se preocupe por mí, señor.<br />
<br />
Ide comenzó a escribir en su hololibro, modificando el programa.<br />
<br />
Kenter se sentó, y tenía la expresión perdida. Cuando volvió a hablar, su voz era casi inaudible:<br />
<br />
-Cuatro... mil... claves... será... suficiente...<br />
<br />
Ide cambió el límite, y la cara de Kenter se congeló en un rictus de horror. Modificó el programa para que siguiera generando claves, cada vez con más frecuencia. Si conseguía saturar el buffer de Kenter... quizá...<br />
<br />
Diez segundos más tarde, la imagen de Kenter se inmovilizó. Seguía sentado, con la mirada perdida; e Ide se dio cuenta de que estaba perfectamente inmóvil. Probablemente al saturarse el buffer había sobreescrito algún otro sector de memoria, conjeturó Ide. En cualquier caso, estaba claramente fuera de combate. Intentó entonces acceder directamente a la red privada de comunicaciones, y descubrió que la IA era responsable de la seguridad de red de la habitación, que había caído.<br />
<br />
Ide accedió sin ningún problema. Por otra parte, debía haber centenares, o miles, de IAs similares a Kenter, cada una controlando una zona específica. Probó a marcar un mensaje dirigido a Morg, con otra clave falsa, para intentar seguir la traza. Comprobó que había una dirección por la que pasaban todos los mensajes que salían de la habitación. El mensaje dirigido a Morg no volvió a salir de esa dirección. En cambio, mandó un mensaje a Ide. Ni se molestó en abrirlo. Ya sabía lo que decía.<br />
<br />
Probó a enviar un mensaje de ánimo a Morg, suplantando la dirección de otra de las habitaciones del hotel. Algo así como "Apostaré por ti, lo estás haciendo fenomenal, ¡eres extraordinario!". Lo siguió por su ruta en la red, y observó que realizaba el mismo recorrido. Salvo que el mensaje de vuelta era "Gracias, apreciado admirador. La próxima vez que le arranque los miembros a alguien, lo haré en tu honor.".<br />
<br />
"''Así que ninguno de mis mensajes ha llegado a Morg...''". Repasó la correspondencia. Pero su interlocutor sabía de Kurel, no podía ser... salvo que el interlocutor intermedio funcionara como una especie de censor... que abriera todos los mensajes y sólo dejara pasar los que viera más convenientes. Por la velocidad con la que respondía, Ide intuyó que se trataba de un filtro electrónico. Que era, probablemente, el que había repetido el mensaje de Morg en la segunda clave. Y en la tercera. Y en la cuatro mil. Si quería saltarse el filtro... tendría que enviar un mensaje que no estuviera en las reglas de bloqueo. Mencionar a Kurel había<br />
funcionado. Y a Horuz. Así que redactó un mensaje con un remitente distinto, se consignó a la Fuerza, y cruzó los dedos para que el filtro no lo retuviera.<br />
<br />
Remitente: "Ide". Asunto: "Kurel". Mensaje: "El hijo de Zhur Garin, que fue traido aquí desde Horuz, debe ser trasladado al Templo Jedi de Coruscant, por deseo expreso de él mismo." El mensaje no llegó más allá del interlocutor intermedio. El mensaje de vuelta decía: "No tengo problema con eso. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide se quedó mirando su Hololibro. Tuvo otra obvia revelación. Las reglas no se limitarían a aprender los mensajes que Morg hubiera rechazado. Además, jamás dejarían pasar un mensaje que contuviera un código de desbloqueo de un droide.<br />
<br />
Aún quedaba el problema de los pocos miles de claves que había enviado. Si un observador humano decidía probarlas, probablemente podrían obtener el control de Morg en pocas horas. Siempre que el supervisor, el cual Ide estaba seguro que existía, no decidiera que era un ataque aleatorio para obtener el control de Morg...<br />
<br />
Aprovechando la brecha abierta, Ide instaló su programa en el terminal donde antes se había estado ejecutando Kenter. Lo ejecutó para que siguiera enviando claves. Observó, desde la monitorización que hacía desde su Hololibro, cómo el filtro las respondía automáticamente. Creó un pequeño filtro, que descartaba las respuestas estándar, y que avisaba y detenía el envío en caso de obtener una respuesta distinta.<br />
<br />
Cuando terminó era casi la hora de la cena. Desconectó su Hololibro y dejó su sistema funcionando.<br />
<br />
Obviamente, Kenter no sería capaz de avisarlo, así que cogió sus cosas y se dirigió a la Flor Esquiva.<br />
<br />
<br />
<<Continúa en [[Humo y Vapor III]]>></div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIHumo y Vapor II2013-06-26T18:53:29Z<p>El Universo: /* Respuestas */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26 aGR; 18:30'''<br />
<br />
Volvieron a la atmósfera tan rápido como la twi'lek podía pilotar. Aunque inmerso en sus pensamientos y las sensaciones que iban y venían sobre su padawan, se paró a examinarla unos segundos. Había explotado, cuando el mercenario la tenía sujeta con el cuchillo. Que Ide supiera, sólo había una forma de estallar de esa manera, y ya la había visto antes en un usuario de la Fuerza.<br />
<br />
Ella misma seguía asustada por lo que acababa de experimentar, y parecía muy confusa. Y seguía pilotando, volcándose en la conducción como única manera de mantener la cordura. Pero Ide la veía con otros ojos.<br />
<br />
Ella estaba pilotando ''mediante la Fuerza''. Y también estaba inmersa en un shock emocional.<br />
<br />
Pero ya se encargaría de esto más tarde. Ahora tenía que ver a su padawan.<br />
<br />
==Llegada==<br />
<br />
El tiempo base para llegar era de cuarenta minutos, pero ella consiguió reducirlo a treinta mediante algunas maniobras de dudoso buen gusto, que no produjeron víctimas de puro milagro.<br />
<br />
Poco antes de llegar, Ide vio la columna de humo que surgía del techo hundido de la mansión Wolkan. Fue entonces cuando se empezó a preocupar de verdad.<br />
<br />
Aterrizaron en el mismo hangar donde Ide había aparcado al llegar allí por primera vez, y que era de las pocas partes que conservaba la estructura más o menos intacta. Nadie salió a recibirlos.<br />
<br />
Ide caminó fuera de la nave, con premura pero sin perder la precaución, con el sable de luz en la mano, aunque apagado. Agudizó el oído, no se escuchaban sonidos de combate. Con la Fuerza no podía percibir a Arakosia, pero ella siempre había sido, por naturaleza, difícil de percibir.<br />
<br />
MN-44, con un brazo menos y varias marcas de blaster sobre su torso, se acercó cojeando a Ide.<br />
<br />
-Cielos, ''Emeene''... ¿qué ha pasado aquí?<br />
<br />
-¿Señor Kanor? No puedo verlo bien, mis fotoreceptores están dañados... hemos sido atacados, señor.<br />
<br />
-¿Dónde está Keel? ¿Y Arakosia?<br />
<br />
-El amo Wolkan se ha encerrado en su búnker, y no tiene intención de salir hasta que piense que el entorno es seguro. La chica que lo acompañaba a usted desapareció en el fragor del combate.<br />
<br />
De repente, Ide se acordó de algo más. Cogió su intercomunicador y se lo llevó a la boca.<br />
<br />
-¿Lionel? Lionel, aquí Ide, contesta.<br />
<br />
Un chorro de estática fue la única respuesta. Ide no acababa de tener claro si había percibido la voz de Lionel en medio de la estática, o si había sido su mente, intentando convencerle de que así había sido.<br />
<br />
==Control de daños==<br />
<br />
Marcó en el comunicador el número de Keel. Una voz airada contestó.<br />
<br />
-¡Ahora qué!<br />
<br />
-¿Ahora qué? ¿Qué está pasando aquí? Me han intentado matar mientras estaba en el gremio de cazarrecompensas... ¿qué significa todo esto?<br />
<br />
-¡Que qué significa qué! ¡Han intentado matarme! ¡En mi propia casa!<br />
<br />
-¿Sabes quién es el responsable?<br />
<br />
-¡Mercenarios, creo! ¡No lo sé! ¡Cuando el que sea quiera reclamar el ''k'shii'', lo sabremos! ¡Mierda! ¡He perdido más de cincuenta esclavos! Por cierto, siento haberte dejado sin piloto.<br />
<br />
A Ide le dio un vuelco el corazón.<br />
<br />
-¿Perdona?<br />
<br />
-La twi'lek. Lo siento, he activado el código de su implante hace un rato. Ha sido al activar la marea de carne... pero veo que has llegado bien, así que no ha sido un gran contratiempo.<br />
<br />
La chica, de pie al lado de Ide, se puso pálida. Con la mirada aturdida, se sentó en el suelo.<br />
<br />
-Eh, bueno, ahora tenemos otros asuntos que tratar. Yo, por ejemplo, tengo que encontrar a mi aprendiz. Llámame si necesitas algo, pero por lo que veo sabes cuidarte solo. -Miró a MN-44-. Deberías hacer algo con MN, parece algo dañado.<br />
<br />
-Anda la leche, ¿sigue vivo? Estee... ya lo mandaré reparar cuando salga y tal...<br />
<br />
-Descuida. Te veo luego.<br />
<br />
Cogió a la twi'lek del brazo y se dirigió a la nave. Cuando llegó a la nave, ella se dejó caer sobre sus rodillas y comenzó a sollozar.<br />
<br />
-Disculpa la pregunta, pero... al activar Keel tu implante, ¿no debías haber muerto?<br />
<br />
Ella negó con la cabeza, sin dejar de llorar.<br />
<br />
-Pero Keel piensa que has muerto -ella asintió-. Entonces, si Keel piensa que has muerto, es porque debías haber muerto, pero que algo falló en ese instante. A no ser que algo se me escape -ella asintió-. También, en lugar de asentir sin decir nada, podrías decirme qué pasa. O podemos jugar al juego del jedi que busca la verdad sin que la twi'lek hable.<br />
<br />
==Respuestas==<br />
<br />
Ella se giró a medias, sin atreverse a mirar a Ide a los ojos. Con un hilo de voz contestó:<br />
<br />
-¿Je...di?<br />
<br />
Ide tuvo un momento de duda, pero luego creyó entender.<br />
<br />
-¿Sabes quién soy? -ella negó con la cabeza. Ide sonrió -. ¿Sabes quién es Keel? -ella asintió, con un escalofrío-. Pues te voy a dar una buena noticia: creo que eres una twi'lek libre, sobre todo porque tu amo piensa que has muerto, y tu implante ha fallado cuando él intentó activarlo.<br />
<br />
Ella se calmó un poco. Habló con la voz deformada por haber llorado, pero más calmada.<br />
<br />
-El implante no falló por eso -dijo en voz baja-. Falló porque Keel no era mi propietario.<br />
<br />
-Ahora sí que no entiendo nada. Él piensa que tú has muerto...<br />
<br />
-Porque él dio la orden de activar mi implante. Pero como él no era mi propietario, no se activó.<br />
<br />
-¿Y a quién perteneces?<br />
<br />
-A ti, amo -miró a otro lado, como si no soportara mirarlo a los ojos- Mi código está en tu cristal de pago.<br />
<br />
-Entiendo. Osea, que te compré cuando gestionaste el alquiler del carguero, por eso me salió tan caro...<br />
<br />
Ella lo miró extrañada.<br />
<br />
-No, el precio de la nave es correcto. Y es de segunda mano. Mi... coste es un porcentaje pequeño de lo que se gastó en aquella nave.<br />
<br />
-¿Segunda mano? ¿Lo he comprado? ¿Te compré a ti y a la nave? - Ide estaba sinceramente sorprendido.<br />
<br />
-Y a muy buen precio, si me permite decírselo, amo.<br />
<br />
Guardó silencio durante unos segundos.<br />
<br />
-Entonces supongo que ya me puedes decir tu nombre.<br />
<br />
-Un esclavo no tiene nombre, amo. Puede llamarme como guste...<br />
<br />
-Ya, lo que pasa es que tú no eres mi esclava. Te voy a liberar en cuanto sepa cómo quitarte esa cosa de la activación.<br />
<br />
-Es que yo no quiero ser liberada -miró a Ide, que la observaba con el desconcierto pintado en el rostro- ¿Libre? ¿Con este cuerpo? ¿En Nar Shaddaa? Ni hablar. Como propiedad, tengo mis derechos.<br />
<br />
-Oh, bueno, yo pensaba más bien que te vinieras a Coruscant.<br />
<br />
Los ojos de ella se agrandaron con sorpresa, pero no se atrevía a creer.<br />
<br />
==Los detalles después==<br />
<br />
-Bueno -siguió Ide-, los detalles podemos discutirlos después. Ahora necesitaría que me ayudaras a encontrar a mi aprendiz, y de paso a terminar la misión que tengo que hacer aquí.<br />
-Mientras tanto, y según la legislación de Nar Shaddaa, soy de tu propiedad -sonrió-. No puede ser peor que Keel Wolkan -escupió el nombre con desprecio.<br />
-Estoy seguro de que no -dijo, devolviéndole la sonrisa-.<br />
-Y, ahora, ¿cómo puedo serte de utilidad, amo?<br />
-Para empezar podrías dejar de llamarme amo.<br />
-¿Señor, quizá? ¿El nombre de pila? A algunos amos les gusta...<br />
-Ide está bien.<br />
-Ide -repitió ella en voz baja-. Es bonito. Necesitarás un apelativo para denominarme, Ide. Y ahora que soy de tu propiedad, contestaré a todas tus preguntas. ¿Quieres saber cómo me llamaba? ¿Quieres saber qué me gusta en la cama?<br />
<br />
Ide movió los ojos hacia arriba. Le encantaría charlar y animar a la chica, pero ahora tenía algo que hacer.<br />
<br />
-Vamos, me puedes contar todo eso mientras rescatamos a mi ayudante -sonrió, y subió la rampa de acceso.<br />
-Claro, si no he desconectado la energía de la nave -se encogió de hombros- por si había problemas. Pero, ¿hacia dónde vamos?<br />
-Hacia el sitio del que nunca debí alejarme. Al Palacio del Dolor.<br />
Ide vio como un escalofrío recorría la espalda de la twi'lek, pero ésta no dijo nada. Caminó hasta el puesto del piloto, y partieron dejando una estela de humo y vapor.<br />
<br />
==Un trayecto corto==<br />
<br />
La chica parecía haber pensado, inicialmente, que iban al Palacio del Dolor a alojarse. Por eso le contó brevemente lo que había venido a hacer a Nar Shadda, y los problemas que habían surgido con su piloto durante la investigación en el Palacio del Dolor. Le contó además, la sospecha que tenía de que tanto el ataque en el Gremio como la destrucción de la casa de Keel fueran obra de Vima Da'Motta.<br />
<br />
Ella asintió respetuosamente, intercalando comentarios apropiados a la historia de Ide, pero sin hacer ninguna pregunta. Cuando Ide guardó silencio, la escuchó susurrar "marea de carne".<br />
<br />
-Todavía no sé tu nombre -intervino Ide -. El que tenías antes de ser esclava.<br />
-Sira Levora -dijo ella con un tono extraño- Bueno, en realidad es Siral'evora, pero en básico se dice así.<br />
El joven no dijo nada, pero sonrió.<br />
<br />
==De nuevo en el Palacio del Dolor==<br />
<br />
La masa piramidal que era el Palacio del Dolor volvió a aparecer en la distancia. Por alguna razón, bajo el sol parcialmente eclipsado que empezaba a ponerse, bajo el cielo rojizo, a Ide le pareció aún más amenazador que la primera vez que lo vio.<br />
Una protrusión del edificio, cerca de la cima, se extendió para recibirles. Este, comprendió Ide, es un hangar de lujo.<br />
<br />
Bajaron de la nave, y un hombre enfundado en un traje formal los recibió con un ademán moderado y una sonrisa comedida.<br />
-¿Ide Kanor? -dijo educadamente.<br />
-En efecto. Cuánto honor, no sabía que tendría recepción oficial -dijo Ide, con un tono algo ambivalente entre lo formal y el sarcasmo.<br />
-Por supuesto, señor. Es usted un cliente importante. ¿Desea que lo conduzca a sus aposentos? El trayecto puede resultar complicado...<br />
-Entiendo.<br />
-La señora DaMot'ta lamenta no poder recibirlo en persona, pero estará encantada de cenar con usted esta noche en la Joya Gloriosa. Puede, mientras tanto, retirarse a sus aposentos, o disfrutar de nuestra muy variada oferta en ocio y restauración. Los pozos de carne, en concreto, son exquisitos.<br />
-Gracias, creo que esperaré en mi habitación. Por cierto, ¿cómo es que me esperaban? -preguntó, despreocupadamente.<br />
-Todos nuestros clientes tienen incluído un punto de desembarco con el precio de la habitación, señor. Y yo mismo tengo la labor de recibirle a usted y de proporcionarle cualquier información o servicio que pueda necesitar -sonrió enigmáticamente.<br />
<br />
Ide le devolvió la sonrisa. Aunque no tenia claro a qué venía tanto protocolo, se hacía una ligera idea. En cualquier caso, prefirió no preguntar más.<br />
<br />
El hombre, con un lenguaje corporal a medio camino entre el mayordomo y el ayuda de cámara, hizo un ademán que indicaba "sígame, por favor", y se dispuso a guiarlo hacia su habitación.<br />
<br />
El trayecto fue sorprendentemente corto y visualmente agradable. Ide reconoció los símbolos en la puerta de la habitación, aunque (reflexionó) no estaba del todo seguro de poderlos trazar si quisiera.<br />
<br />
==Indagaciones e invitaciones==<br />
<br />
En el interior, Ide se encontró de nuevo con la considerable extensión de espacio que era la habitación doble, decorada con notable buen gusto, con los hologramas de las paredes mostrando una tarde agradable en Alderaan. El selector holográfico se activó al entrar Ide por la puerta, mostrando de nuevo a la misma mascota humanoide que le había dado la bienvenida en la ocasión anterior.<br />
<br />
-¡Hola de nuevo, señor! -saludó con voz animada- ¡Me alegro mucho de volver a verle!<br />
-Hola, Kenter.<br />
-¿Hay algo que pueda hacer que su estancia resulte más agradable?<br />
-Pues me gustaría que comprobaras si la chica que me acompañaba ayer ha vuelto al hotel.<br />
-Veré lo que puedo hacer, señor -se volvió, mientras parecía concentrarse unos instantes-. Ahora se encuentra inscrita entre el personal de la Señora del Dolor. Pendiente de terminar cuidados médicos. Pendiente de evaluación física. Pendiente de asignación de destino -dijo en tono monocorde- ¿Desea alguna otra cosa, señor?<br />
-El... ¿personal, has dicho? Me gustaría verla, si fuese posible -dijo Ide, intentando mantener el tono educado.<br />
-Por supuesto, señor -dijo Kenter, servicialmente. Su imagen se difuminó, y se convirtió en la de una habitación espaciosa, llena de máquinas, donde tres droides médicos trabajaban afanosamente en Arakosia, que parecía ser la única paciente. Ella permanecía inconsciente, en el interior de una especie de cámara bañada con luz o líquido (la imagen era poco clara) de color dorado.<br />
<br />
-¿Y cuándo dices que ingresó aquí? -siguió Ide.<br />
-Me temo que esa información no la conozco, señor -reflexionó un instante- Supongo que hace poco, porque la evaluación física, asignada como tarea pendiente, es una de las primeras cosas que se realizan cuando alguien entra a formar parte de nuestra pequeña familia -sonrió.<br />
-Bueno, entonces me gustaría hablar con alguien responsable del nuevo personal. No entiendo por qué mi acompañante ha ingresado como miembro del hotel.<br />
-¿Holopresencia, señor? ¿O desea una entrevista en persona?<br />
-En persona, por favor -Ide estaba haciendo un esfuerzo por mantener la compostura-. Es un tema delicado, no entiendo qué está pasando aquí.<br />
-Comprendo -asintió el holograma animado-. Me temo que eso tardará un poco más. Nuestro hogar es un lugar grande...<br />
-Supongo que podrá ser antes de la cena.<br />
-Por supuesto, señor. Serán entre veinte y veinticinco minutos.<br />
-Estupendo. Esperaré aquí.<br />
<br />
Kenter no se desvaneció.<br />
<br />
-Parece contrariado, señor. ¿Hay algo que pueda hacer por usted? ¿Licor, especia, mujeres?<br />
-No, gracias, Kenter -interrumpió Ide-. Esperaré aquí hasta que pueda entrevistarme con el responsable del ingreso de Arakosia.<br />
-Como desee, señor. Permaneceré atento, por si necesita algo -se desvaneció.<br />
Ide se dirigió a la cama, y sin musitar una palabra más, adoptó postura de meditación. Necesitaba atar cabos, aunque todo apuntaba, cada vez más claramente, a que detrás de esta jugada estaba la misma Vima Da'Motta.<br />
<br />
==Espera, meditación==<br />
<br />
Ide cerró los ojos, y dejó su mente tan en calma como le fue capaz. Intuía que probablemente un jedi más experimentado lo lograría con mayor facilidad, pero al final consiguió aquietarse lo suficiente. O eso creía.<br />
Dejó vagar su percepción hacia el pasado, guiándola con suave firmeza al momento en el que creyó percibir la presencia de Arakosia, cuando estaba en aquel hangar...<br />
''...se vio a sí mismo, de pie junto a la nave que en aquel momento pensaba alquilada, el alienígena recién desintegrado, algunas de sus moléculas aún en el aire, y la sensación de vibrato que le llegaba desde la distancia. Ahora lo identificaba. Era la impronta de Arakosia en la Fuerza. Aun inconsciente, se había sentido en peligro. Y lo que había estado a punto de percibir no era sino el vínculo maestro-aprendiz, que él conocía tan bien... desde el lado del aprendiz.'' Seguramente la próxima vez que lo percibiera sería capaz de identificarlo con mayor precisión.<br />
...con la facilidad de la práctica, fluyó hacia adelante para ir al punto en el que el mercenario había tomado a Sira como rehén. ''Ella estaba llorando y temblando, y de repente...''<br />
Ide estudió sus recuerdos centésima a centésima.<br />
''...ella había cerrado los ojos con fuerza, y se había estremecido de puro pánico. Y la Fuerza había respondido. La explosión había brotado de ella. Y la expresión de su cara... no se lo esperaba, ni lo comprendía.'' Y seguía aterrorizada. Pero era una usuaria de la Fuerza, sin ningún género de dudas. O, mejor dicho, tenía el ''potencial'' para serlo.<br />
Justo cuando Ide iba a dirigir sus pensamientos a su aprendiz, aún en la sala de reconocimiento, llamaron a la puerta. Abrió los ojos.<br />
-Adelante -dijo, sin moverse, aún en pose de meditación.<br />
<br />
==Recursos Humanos==<br />
<br />
El que entró en la habitación había sido un hombre en otros tiempos. Ahora parecía más máquina. Tanto su ojo derecho como gran parte de su cráneo y su brazo izquierdo eran robóticos. La expresión de su cara era de hastío, pero sus modales eran impecables. Hizo un ademán pidiendo permiso antes de entrar en la habitación, y una vez dentro no se sentó hasta que Ide se lo hubo indicado. Aun así, inclinó levemente la cabeza antes de sentarse.<br />
<br />
-Cuénteme -dijo, sin más.<br />
-Entenderá -siguió Ide, con la misma claridad con la que él había empezado- que me encuentre algo extrañado por lo que ha sucedido. Mi acompañante ha sido ingresada en su hotel como miembro del equipo - enfatizó la última palabra-, según me ha podido informar el asistente holográfico.<br />
-Me temo que no comprendo de quién está hablando. ¿Podría ser un poco más específico, por favor?<br />
-Arakosia. La joven humana que tienen actualmente en observación médica.<br />
-Ah, sí. La hemos adquirido esta misma tarde a muy buen precio, a unos tratantes de esclavos de plena confianza -sus ojos se quedaron fijos un momento, como si mirara a algo muy lejano- Así es como ha entrado a<br />
formar parte de nuestro personal -su mirada recuperó parte de la viveza perdida- ¿Desea algo más?<br />
-Bueno, a ser posible, saber quién les ha vendido a mi aprendiz, la misma que era una humana libre esta misma tarde antes de que la secuestraran de donde estaba alojada.<br />
-Shawman&K'Rtahn, tratantes. Le puedo dar su dirección o su código de comunicador, si lo desea.<br />
Ide tomó aire.<br />
-Aunque claro, supongo que bajo las leyes de Nar Shadda, este individuo tendrá plena potestad sobre lo que haya ''adquirido'' al destruir y arrasar la casa Keel Wolkan, que es donde estaba Arakosia recuperándose. Y que, ahora que la ha vendido, no tiene potestad sobre ella. Y que cortarle la cabeza no anularía la transacción. ¿Me equivoco mucho? -Ide estaba considerablemente molesto por esta, por decirlo de alguna forma, ''inconveniencia''.<br />
-Su análisis de la situación es correcto, señor -su mirada se volvió reflexiva-. Aunque usted recuperaría parte del k shii perdido. Si lo desea, podemos venderle una esclava similar, de perfil guardaespaldas-concubina, un poco más joven...<br />
-No, no es sustituible. Necesito recuperar a Arakosia.<br />
-Si desea recuperar a esa chica en concreto, me temo que el asunto excede a mis competencias. Yo sólo manejo al personal existente, no tengo ningún papel en la entrada o salida de personal.<br />
-¿Tengo que hablar entonces con su superior?<br />
-Supongo que eso tendría que discutirlo con la señora Vima DaMot'Ta. Suele ser complicado, ya que no concede citas, pero... supongo es que es usted afortunado, ya que tiene una cita concertada con ella esta<br />
noche.<br />
-Me imaginaba que tendría que hablar directamente con ella. Le agradezco su ayuda.<br />
-¿Desea algún servicio que le ayude a hacer pasar el tiempo con mayor velocidad mientras espera?<br />
-No, gracias. Tengo un par de asuntos que resolver antes de la cena.<br />
-Entonces me retiro a mis quehaceres -dijo el cyborg, mientras se levantaba.<br />
-Muchas gracias por su atención.<br />
<br />
==Comunicándose con Keel==<br />
<br />
Ide se despidió del tipo, y sin dilación marcó el número de comunicador de Keel Wolkan. Tardó en contestar, y cuando lo hizo no había imagen, sólo una voz que parecía llena de dolor. O de droga.<br />
-Nnhh...-dijo la voz-que-parecía-de-Keel<br />
-Shawman&K'Rtahn. ¿Te suena ese nombre? -dijo Ide, obviando el estado de Wolkan.<br />
-¿Mmm? ¿Kanor?<br />
-Sí. Shawman&K'Rtahn. Han vendido a mi aprendiz a Vima Da'Motta. No sé si estás lo suficientemente lúcido como para atar cabos.<br />
-Una pareja de tratantes. Mi competencia más directa -suspiró-. ¿Qué quieres saber?<br />
-Cómo que qué quiero saber. Lo que te quiero decir es que deben haber sido ellos los que atacaron tu casa, si se han apoderado de mi aprendiz para venderla.<br />
-Ya... -dijo, con poca decisión- Debería haberlo supuesto -parecía dubitativo- Em... pues gracias por el dato, tio.<br />
-Lo que me gustaría saber es por qué sabían que yo estaba en Nar Shadda, y por qué me seguían. Me atacaron al mismo tiempo ocho mercenarios. ¿Tienes algo que contar, Keel?<br />
-Yo... no te comprendo... Tras la exhibición que hicísteis, supongo que bastante gente con el potencial de atacarme sabría de vuestra existencia...<br />
<br />
Ide se quedó bloqueado un momento.<br />
<br />
-Mierda -soltó.<br />
-Yo estoy intentando olvidar todo este asunto a base de especia rosa... -suspiró de nuevo- la especia rosa es buena...<br />
-Supongo que no arreglará nada que descabece a estos dos tíos. Al menos, no me devolverá a Arakosia.<br />
-Bueno, si vas y le dices a todo el mundo que lo haces de mi parte, te daré dos mil gubor. Piénsalo.<br />
-Tanto kshii por dos mil gubor... sabes negociar, Wolkan.<br />
-Bueno, me pareció una oferta justa...<br />
-Me lo pensaré, pero no me interesa el dinero. Me interesa mi aprendiz. ¿Cómo de poderosos son estos tipos?<br />
-Eh... pues más o menos como yo...<br />
-Gracias por la información. Te dejo, tengo que hacer un par de cosas antes de cenar. Cuidate, Wolkan.<br />
<br />
Miró las paredes de su habitación. Se maldijo por haber dejado sola a su aprendiz. Pero maldecirse no iba a arreglar nada, así que se fue a la Flor Esquiva. Ya que no podía hacer nada hasta hablar con Vima Da'Motta, al menos recogería toda la información que pudiera.<br />
<br />
==Regreso a la Flor Esquiva==<br />
<br />
Al parecer, en el Palacio del Dolor era tremendamente fácil llegar al lugar donde uno quisiera ir, o así se lo pareció a Ide.<br />
Llegó a la Flor Esquiva, que parecía estar bastante más animada que la otra vez. Aunque claro, la otra vez había sido por la mañana temprano. Seguía oliendo vagamente a especias, y seguía siendo rica en sofás, pero la música que tocaba Oloruu era más vivaz, y había prácticamente una persona (o pareja, o pequeño grupo) en cada sofá. También flotaba en el ambiente una cierta sensación plácida, no exenta de un extraño regusto amargo.<br />
<br />
Delia hizo un gesto de reconocimiento desde la barra. Comenzó a llenar un vaso con vino de Alderaan y esperó a que Ide y Sira se acercaran a hablar con ella.<br />
<br />
-Parece que no me voy a librar de hablar con tu jefa -dijo él, mientras tomaba asiento. Ella hizo un gesto de simpatía indeterminada.<br />
-Hablar no compromete a nada -dijo ella. Dejó pasar un par de segundos-. ¿Has encontrado al androide ese que buscabas?<br />
-No, pero tengo alguna pista. El problema es que en el camino he perdido a mi aprendiz. La han secuestrado y vendido. Adivina quién es su nueva dueña.<br />
-¿La Señora del Dolor, quizá?<br />
-Bingo. Unos tipejos atacaron la casa donde estaba... descansando. Keel Wolkan, no sé si te sonará.<br />
<br />
Se mostró levemente sorprendida.<br />
<br />
-Em... sí, es relativamente conocido.<br />
-Pues le han asestado un buen golpe.<br />
-Mala cosa... es una rata cobarde y cruel, muy capaz de usar a sus esclavos como campo de minas... pobres chicas.<br />
-Ah, a eso se refería con lo de marea de carne...<br />
-Sí, a eso. Se implanta un explosivo un poco más potente, y se hacen detonar los esclavos más cercanos a tu enemigo -comentó en un tono distante, pero asqueado- ...pobres chicas... -repitió mientras miraba a Sira con una huella de dolor compartido.<br />
-Una se salvó. La que me dejó como piloto. La compré sin querer -dijo Ide, intentando desviar el tema mientras Sira se ruborizaba en verde oscuro y apartaba la mirada.<br />
-Le salvaste la vida, tú -sonrió-. ¿No hay una tradición de cuidar de las vidas que uno salva? ¿O era al revés?<br />
-No lo sé. Mi orden nos insta a proteger a los desamparados, siempre que sea posible -el jedi sonrió, siendo consciente de lo que Delia estaba pensando.<br />
Delia le devolvió la sonrisa, con una calidez que no había visto a ningún nativo de Nar Shaddaa.<br />
-Te entiendo -no dijo nada más. Parecía tocada por sentimientos profundos, y siguió limpiando el vaso durante medio minuto, sin decir nada ni mirar a Ide directamente.<br />
<br />
Ide estuvo a punto de contarle que pensaba negociar con Vima para liberarla, y que pensaba que iba a ser difícil puesto que parecía valiosa, pero pensó que era mejor pasar por algunos temas de forma tangencial.<br />
<br />
-Creo que han cogido a Lionel -dijo, mirándola fijamente.<br />
Ella frunció el ceño.<br />
-No debió haberse quedado tanto.<br />
-Lo mandé a orbitar con la nave. Pero parece que no fue suficiente. No me contesta, y eso es mala señal -miró su vino. En cierto modo, se sentía responsable.<br />
-No sabría decir... a mí nunca me contesta -dijo con rabia.<br />
-Bueno. La gente cambia. Las cosas cambian. Hace tres horas mi aprendiz era mi aprendiz y ahora es una esclava de Vima. Esta noche puede que sea diferente.<br />
-Me pregunto para qué la querrá. ¿Ella era el objetivo de una operación completa o sólo fue un extra?<br />
-Digamos que... anoche... se hizo valer. Hizo una exhibición en casa de Keel. Llamamos la atención -ella hizo un gesto de sorpresa-. Fui un tonto. Nos siguieron la pista, y atacaron en casa de Keel. Ocho<br />
mercenarios me atacaron a mí mientras estaba en el Gremio de Cazarecompensas. Yo pude deshacerme de ellos, pero mi aprendiz no -levantó la mirada. No supo decir si estaba preocupado o la echaba de menos,<br />
pero no se permitió pensarlo mucho.<br />
Delia pareció acordarse de algo de repente. Extrajo un pequeño visor plano de un lateral de la barra y lo giró para que sólo pudieran verlo Ide y ella.<br />
-Un momento -dijo mientras manipulaba unos controles-. Apareció la imagen de Arakosia desnuda, haciendo girar su espada a gran velocidad para destrozar una oleada de fruta. Se notaba que la imagen se estaba desarrollando a cámara lenta en la velocidad a la que caían los trozos de fruta una vez cortados.- ¿Esta es ella?<br />
<br />
Ide no dijo nada durante unos momentos.<br />
<br />
-Debí habérmelo figurado -dijo con amargura-. Debo ser el jedi más tonto de toda la Orden.<br />
<br />
-Bueno, esto responde a mi pregunta anterior -dijo ella, sin hacer caso al comentario de Ide-. Ya sabemos para qué la quiere Vima.<br />
-Tiene todo el sentido.<br />
<br />
En un instante, Ide pasó de la frustración a la esperanza. "Lo que Vima no sabe es que eso no era Arakosia moviéndose, sino la droga actuando". Y justo cuando terminó la frase mental, se dio cuenta de lo que haría Vima si supiera que era la especia roja la que la hizo canalizar la Fuerza así.<br />
<br />
-Pues claro que lo tiene. La quiere para el Hak'un Shapp.<br />
<br />
Ide abrió mucho los ojos y habló con una pesada y profusa determinación.<br />
<br />
-Ya sé lo que voy a hacer. Sira, quédate aquí -ella asintió.<br />
<br />
Se despidió de Delia y se dirigió a su habitación.<br />
<br />
==Tratos con Fenel Fodel==<br />
<br />
Apenas hubo abierto la puerta, Kenter se volvió a materializar:<br />
-¡Saludos, noble señor! ¿Cómo puedo hacerlo más feliz?<br />
-Holocomunicación con el responsable de personal -dijo sin casi dejar terminar a Kenter-. El tipo que vino antes y ni siquiera se presentó.<br />
-Su nombre es Fenel Fodel. Lo llamaré en seguida.<br />
<br />
Tras unos diez segundos, la cara del ciborg apareció en el holocomunicador.<br />
<br />
-Necesito que me hagas un favor.<br />
-Dígame su problema y veré qué puedo hacer.<br />
-¿Tiene Arakosia ya el implante?<br />
-Me temo que los informes médicos relativos al personal son privados, señor.<br />
-Entiendo que es un no -se aventuró a decir-. Si oficialmente fuera una esclava, no tendrías problema en comunicarlo -hizo una pequeña pausa.<br />
-No tengo ningún problema en comunicarlo, más allá de la incomodidad que a veces supone para un cliente encontrarse a nuestro servicio a un... antiguo conocido -hizo un gesto de incomodidad-. Pero no se confunda. Es nuestra.<br />
-Necesito que postpongas la inserción. Sólo hasta esta noche, después de que negocie con Vima.<br />
-Mi deber es implantarla cuanto antes, si los informes médicos son favorables. Aunque la naturaleza de mi trabajo incluye cierta... flexibilidad a la hora de estimar parámetros intangibles, como la naturaleza favorable de un informe técnico -pareció concentrarse durante un instante-. Sin embargo, la Señora del Dolor parece haberse tomado un interés personal en este caso, y no creo que viera una... dilación intencionada por mi parte con buenos ojos. Representaría para mí un riesgo considerable.<br />
-Cuánto quieres -preguntó Ide con apenas entonación interrogativa.<br />
-No quiero dinero. Quiero irme de Nar Shaddaa.<br />
-Cuánto vales -repuso, como si la primera pregunta no hubiera existido.<br />
-Soy un agente libre, pero me retienen... compromisos ineludibles. Necesito que me saque de aquí alguien a quien no le importe la ira de Vima.<br />
-Uhm -Ide se quedó dubitativo. Algo pareció endurecerse en Fenel Fodel-. A mí no me importa, mientras consiga lo que he venido a buscar -el ciborg se relajó nuevamente, y esbozó la más mínima de las sonrisas. Asintió. -Será sólo una hora. Voy a ver a Vima en la cena, y tras la cena todo estará resuelto. De una manera u otra -sentenció.<br />
-Ten cuidado -dijo mientras asentía sobriamente.<br />
<br />
==Dinero y datos==<br />
<br />
Cuando se despidieron, Ide se dirigió a Kenter.<br />
<br />
-Kenter, ¿podrías comprobarme cuánto dinero queda en este cristal? -dijo Ide, mientras introducía el cristal en la ranura disponible.<br />
-¡Por supuesto, señor! -dijo con una cordialidad que a Ide comenzaba a cansarle- En este momento cuenta con 22714 gubor y 170 fleber.<br />
-Ahá. ¿Y sabes cómo anda el cambio medio de Gubor-Sgin?<br />
-El cambio medio oscila, señor, pero más o menos seis sgin hacen un gubor. Por supuesto, la tasa de cambio es tremendamente variable, y ya que muchos de los cambios de moneda se hacen electrónicamente, las tasas de cambio con varios decimales no son extrañas.<br />
<br />
"''Parece entonces que Sira hizo efectivamente un buen trato con la nave''", pensó Ide cuando hizo cuentas mentalmente. El carguero había costado unos 1.600 gubor. La realidad es que Ide no tenía muy claro cuánto significaba esa cantidad, pero lo que sí le pareció era que le quedaba una proporción bastante buena de dinero.<br />
<br />
De repente se acordó de Sira. Cogió su comunicador y escribió un mensaje. "Vete a la Flor Esquiva. Allí encontrarás a Delia. Dile que eres la que se salvó, y espérame allí. Lo que necesites comer y beber lo pagaré yo." <br />
Entretanto esperaba que llegara la hora de la cena decidió bajar a ver, en persona, qué era eso del Hak'un'Shap. Se quedó parado un segundo, y con decisión, salió por la puerta.<br />
No dio ni dos pasos cuando se dio cuenta de que no sabía dónde ir. Suspiró.<br />
<br />
-Kenter -dijo, con pesadumbre. Kenter tenía lo mismo de útil que de irritante.<br />
<br />
-¿Sí, señor?<br />
<br />
-¿Podrías decirme por favor dime dónde se celebra el Hak'un'Shapp?<br />
<br />
-Se celebra en los niveles 1 a 50, señor. Se pueden seguir los encuentros desde cualquier consola del hotel, y también se puede apostar desde cualquier lugar.<br />
<br />
-Gracias, pero prefiero verlo. Además, así veo si conozco a alguno de los participantes.<br />
<br />
-Nadie lo ve con sus propios ojos, señor, excepto los participantes. Los niveles 1 a 50 están llenos de cámaras para retransmitirlo todo con la mayor fidelidad. En cuanto a la identidad de los participantes... no veo en qué es diferente verlo en vivo de ver una holografía con detalle 1:1. ¿Desea rastrear a algún participante en concreto?<br />
<br />
-Pues la verdad es que conozco a Morg. No me importaría verlo.<br />
<br />
-¿Desea saber qué tal le va, señor? ¿O prefiere el holograma que se hizo al inscribirse?<br />
<br />
-Muéstrame ambos.<br />
<br />
-Por supuesto -dijo Kenter.<br />
<br />
De inmediato se activó un holoproyector en la pared opuesta a la cama, mostrando un droide bastante alto y ancho, de unos dos metros y medio. Permaneció unos segundos así, y luego sus extremidades se desplegaron, para llegar a medir tres mertos y medio. Transmitía una sensación de ser grandote e inofensivo que (como bien sabía Ide) no se correspondía con la realidad.<br />
<br />
La imagen se desvaneció, para dar paso a una representación seudobidimensional, que mostraba a Morg en una habitación. Un rótulo bajo la escena decía: "¡Momentos estelares de Morg!"<br />
<br />
La cámara giró para mostrar a un alienígena peludo y grandote, con brazaletes de esclavo, que llevaba una especie de vara, de punta energética. El alienígena fintó un par de veces, antes de que Morg consiguiera coger la vara con su articulación extendida. La retrajo con un movimiento brusco, y el alienígena chocó contra el droide. Se golpeó y cayó al suelo. Morg lo pisó sin mucho énfasis en la cabeza, que se deshizo.<br />
<br />
Corte de escena. Morg está en una posición de pelea, con un brazo extendido, y un humanoide envuelto en lo que parecen ser vendajes carga contra él, aparentemente desarmado. De repente, el homanoide extrae un sable de luz e intenta cortarle una extremidad a Morg. Éste retrae la extremidad y salta hacia atrás, mientras se extienden varios apéndices de su cuerpo metálico. Uno de los apéndices estalla, llenándolo todo de humo. La imagen cambia a termográfico. El humanoide gira sobre sí mismo para defenderse de algo, vuelve a girar. Un brazo de droide, muy frio, lo apresa de los dos brazos y se los arranca. Luego coge su cabeza y la aprieta de forma rápida y desapasionada, haciendo que estalle.<br />
<br />
Ide hizo memoria, para intentar recordar si había oído de algún Jedi que fuera a Nar'Shadda últimamente y que hubiera muerto. No le sonaba. Aunque, claro, hacía menos de un mes que había regresado al Templo.<br />
<br />
-¿Quién era el del sable, Kenter? -preguntó Ide.<br />
-Exen Nithan. Proviniente de Korriban. Profesión reconocida: asesino. Cazarrecompensas. Iba muy bien en los preliminares. Hasta ese momento, claro.<br />
-¿Cómo va Morg?<br />
-Subiendo en la clasificación, señor. No tiene demasiados fans, pero tampoco tiene demasiados enemigos. Probablemente se clasifique para el Hak'un'Shapp.<br />
-Quisiera que le dejaras un mensaje de mi parte.<br />
-Puedo ponerlo en su cuenta, señor, pero no le garantizo que lo vaya a leer. La cantidad de mensajes que reciben los participantes es astronómica. Aunque, claro, dada la naturaleza robótica de Morg...<br />
-Seguro que le interesa lo que tengo que decirle. Te dicto.<br />
<br />
==Mensajes==<br />
<br />
Sobre la nariz de Kenter aparecieron unas pequeñas gafas. En sus manos apareció un pequeño datapad.<br />
-Asunto, Garin. Remitente, Kanor, de Coruscant. Mensaje -Ide se paró unos segundos, para pensarse bien el texto-. Sé por qué estás haciendo esto. Conocí a su padre. Tuvo problemas y huyó de Coruscant. Me pidió que cuidara de él. Te busqué en Horuz, pero habían saboteado tu secuencia de emergencia y acabaste aquí. -Se paró, no sabía si seguir dando detalles o dejarlo para cuando respondiera-. Este es mi buzón. Espero tu respuesta.<br />
-Ya está enviado, señor.<br />
-¿Está luchando ahora?<br />
-No, señor. Descansando. Gasta casi todos sus hak en "tiempo privado". Eso es una mala táctica, porque sus fans preferirían verlo... Ya tenemos respuesta al mensaje.<br />
<br />
Ide sonrió. Sabía que no tardaría en responder.<br />
<br />
-Léemela.<br />
-"Introduzca código de anulación". Ni remite, ni asunto...<br />
<br />
Entonces recordó que Tu'Ala le había dado las coordenadas, pero no un código de anulación. Si había cambiado el destino, con toda probabilidad había cambiado el código. Ide sacó su hololibro, para abrir el canal seguro para hablar con el Templo.<br />
<br />
Uno de los (ya familiares para Ide) ayudantes informáticos apareció en pantalla. Era 3-Tru, el especialista en seguridad.<br />
<br />
-Saludos, 3-Tru. Necesito mandar un mensaje a la expadawan Tu'Ala.<br />
<br />
-¿Mensaje, no comunicación directa? -dijo en tono profesional.<br />
<br />
-Mensaje.<br />
<br />
-Tecléelo en su interfaz.<br />
<br />
Ide escribió. "Los he encontrado. El robot tiene un código de desactivación. Espero que se te ocurriera cambiarlo y que te acuerdes. Contactar con Garin será más complicado." Pensó unos segundos, y escribió otro párrafo. "Espero que estés bien. De verdad. Iré a verte cuando pueda." Y envió el texto.<br />
<br />
La respuesta llegó cinco minutos después:<br />
<br />
"Te daré el código a cambio de una promesa solemne, por tu vida, tu honor de jedi y la Fuerza que lo sostiene todo."<br />
<br />
Respondió. "Como pudiste ver, soy un jedi de palabra. Habla."<br />
<br />
"Quiero que me prometas, por lo anterioremente dicho, que cuando vengas a verme tendremos sexo. Relaciones sexuales completas."<br />
<br />
"Pensaba que me ibas a pedir algo complicado de hacer."<br />
<br />
"Es algo muy complicado, si el otro no quiere. No puedo tomarlo ni exigirlo, sólo pedirlo."<br />
<br />
"Por mi vida, mi honor de jedi y por la Fuerza que todo lo sostiene, tienes mi palabra, y la convicción de que no supondrá esfuerzo alguno." Ide sonrió al escribir esto, pero lo envió así.<br />
<br />
"Contaré las horas. Desde ahora me declaro en abstinencia, hasta que nos veamos :D ."<br />
<br />
Ide esperó que el canal no estuviera vigilado. Aunque, dado su historial, no era de esperar que nadie en el Templo se alarmara.<br />
Kenter permanecía erguido, alerta, en espera de más órdenes. Para variar, estaba callado. Ide se quedó pensando unos segundos. No sabía si enviar el código ahora, o hacerlo después. Y, en cualquier caso, no sabía lo que pasaría cuando introdujera el código.<br />
<br />
-Kenter, ¿sabes si Morg tiene algún combate hoy?<br />
<br />
-Nadie lo sabe, señor -repuso el hombrecillo, con cara de circunstancias-. Como ya le he dicho, gasta casi todos sus hak en "tiempo de privacidad". Y dada su naturaleza robótica, tampoco gasta mucho en mantenimiento... así que el momento de su siguiente combate es entre ahora y dentro de veintiocho horas.<br />
<br />
-Bien. Necesito que le envíes otro mensaje.<br />
<br />
-Será un placer, señor.<br />
<br />
-Mismo asunto que el anterior. Escribe. "Tengo el código, pero necesito asegurarme de que Kurel estará bien. ¿Qué harás cuando se desactive la secuencia de emergencia?".<br />
<br />
Cuando vio el mensaje escrito, tuvo la vaga impresión de que la respuesta sería "Introduzca código de anulación", sin remite, ni asunto.<br />
<br />
-Ya hay respuesta, señor. La leo: "El estado de salud de Kurel está al noventa y siete por ciento, y me encuentro en disposición de afirmar que permanecerá entre el noventa y cinco y el cien por cien; al menos en las próximas seis semanas. Introduzca código de anulación."<br />
<br />
Ide no sabía si anular la secuencia de emergencia ahora. O esperar a tener resuelto lo de Arakosia. Y lo de Delia. Y lo de Lionel. Quizás podría presionar a Vima, si tuviera control sobre Morg.<br />
<br />
-Responde, Kenter. "No has respondido a mi pregunta. Qué pasará con Kurel, y contigo, cuando introduzca el código. Y en cualquier caso, no te voy a enviar el código por una red no segura. Te lo daré en persona. Supongo que habrás sido lo suficientemente listo como para rastrear desde dónde te he enviado este mensaje."<br />
<br />
-"Remitente irrastreable debido a la configuración del sistema. Respuesta a la pregunta planteada excede parámetros de seguridad. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide dictó a Kenter de nuevo. "Habitación [...], en el Palacio del Dolor. No transferiré el código por una red privada. Si no piensas venir, proporcióname un buzón de la HoloRed donde pueda mandarte el código."<br />
<br />
"No dispongo de acceso a HoloNet. No puedo abandonar el Hak'Un Shapp."<br />
<br />
Ide no se fiaba de que alguien estuviera vigilando las comunicaciones, y que, intencionadamente podría intervenir el mensaje y no permitir que llegara a Morg. Por eso, intencionadamente, envió un código erróneo.<br />
<br />
-Kenter, envía la siguiente secuencia. -Dictó el código, errando en algunos números a propósito. Si Morg respondía, sería prueba inequívoca de que le había llegado el mensaje.<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Miró la respuesta algo atónito. No tenía ningún sentido que se bloqueara el sistema tras un intento erróneo. Aunque al menos sabía que nadie estaba interviniendo el canal.<br />
<br />
-Kenter, envía otro mensaje. -Esta vez, dictó el código correctamente, y lo repasó dos veces-. Además, crea un alias oculto en el remitente. Habrá bloqueado la anterior dirección.<br />
<br />
Cuando llegó el siguiente mensaje, Ide lo contempló, sin acabar de creérselo:<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la mente de Ide. ''A lo mejor no era Morg'' el que estaba enviando los mensajes de "Código incorrecto". Envió una tercera clave, ligeramente modificada respecto de la correcta que le había enviado Tu'Ala. Además escribió a la chica por el canal abierto en su Hololibro: "¿Estás segura de que esa es la clave?".<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
==Seguridad hutt==<br />
<br />
El mensaje de Tu'Ala tardó un poco más en llegar: "Claro, por supuesto, yo misma lo cambié. Es culpa de alguien pequeño y rojo. Tendrás que decírselo en persona, antes de mañana por la tarde."<br />
<br />
Respondió a Tu'Ala. "¿Alguien pequeño y rojo? ¿Mañana por la tarde? ¿Qué tiene que ver eso con el código que Morg ha rechazado?"<br />
<br />
"Sabes, no puedo ajustar mis visiones proféticas desde aquí. Por el ysalamiri, sabes. Hablo de memoria, esto es algo que vi una vez. Pero creo que no es Morg el que está rechazando el código."<br />
<br />
"''Estupendo''", pensó Ide, "''ahora además de alguien interfiriendo la comunicación tenemos una visión profética''".<br />
Abrió su Hololibro de nuevo. Escribió un pequeño programa, de apenas diez líneas de código, que generaba variaciones del código de seguridad. Lo conectó a la consola de Kenter.<br />
<br />
-Kenter, envía la salida de este programa a ''Morg''. Cada diez segundos. Una clave por mensaje.<br />
<br />
"''Si quieres tener la clave, vas a tener que encontrarla entre todas las que vas a recibir, y luego discutirlo con Morg''", pensó.<br />
<br />
Desde Kenter manó una especie de murmullo, al comenzar a mandar variaciones del código. Al mismo tiempo, con una voz muy suave le dijo a Ide: "Esta es una tarea infinita, señor..."<br />
<br />
-No te preocupes, no durará mucho -dijo Ide con una media sonrisa-. Envía unos cuantos mensajes más, luego aumentaremos la frecuencia. Cuando haya enviado unas cuatro mil claves, será suficiente.<br />
<br />
-Sí, señor -dijo Kenter, con voz cansada.<br />
<br />
-Si enrutas mi Hololibro al sistema de mensajería, yo mismo puedo configurar los envíos, y no tendrás que dedicar procesador a esta tarea.<br />
<br />
-No... autorizado... no se preocupe por mí, señor.<br />
<br />
Ide comenzó a escribir en su hololibro, modificando el programa.<br />
<br />
Kenter se sentó, y tenía la expresión perdida. Cuando volvió a hablar, su voz era casi inaudible:<br />
<br />
-Cuatro... mil... claves... será... suficiente...<br />
<br />
Ide cambió el límite, y la cara de Kenter se congeló en un rictus de horror. Modificó el programa para que siguiera generando claves, cada vez con más frecuencia. Si conseguía saturar el buffer de Kenter... quizá...<br />
<br />
Diez segundos más tarde, la imagen de Kenter se inmovilizó. Seguía sentado, con la mirada perdida; e Ide se dio cuenta de que estaba perfectamente inmóvil. Probablemente al saturarse el buffer había sobreescrito algún otro sector de memoria, conjeturó Ide. En cualquier caso, estaba claramente fuera de combate. Intentó entonces acceder directamente a la red privada de comunicaciones, y descubrió que la IA era responsable de la seguridad de red de la habitación, que había caído.<br />
<br />
Ide accedió sin ningún problema. Por otra parte, debía haber centenares, o miles, de IAs similares a Kenter, cada una controlando una zona específica. Probó a marcar un mensaje dirigido a Morg, con otra clave falsa, para intentar seguir la traza. Comprobó que había una dirección por la que pasaban todos los mensajes que salían de la habitación. El mensaje dirigido a Morg no volvió a salir de esa dirección. En cambio, mandó un mensaje a Ide. Ni se molestó en abrirlo. Ya sabía lo que decía.<br />
<br />
Probó a enviar un mensaje de ánimo a Morg, suplantando la dirección de otra de las habitaciones del hotel. Algo así como "Apostaré por ti, lo estás haciendo fenomenal, ¡eres extraordinario!". Lo siguió por su ruta en la red, y observó que realizaba el mismo recorrido. Salvo que el mensaje de vuelta era "Gracias, apreciado admirador. La próxima vez que le arranque los miembros a alguien, lo haré en tu honor.".<br />
<br />
"''Así que ninguno de mis mensajes ha llegado a Morg...''". Repasó la correspondencia. Pero su interlocutor sabía de Kurel, no podía ser... salvo que el interlocutor intermedio funcionara como una especie de censor... que abriera todos los mensajes y sólo dejara pasar los que viera más convenientes. Por la velocidad con la que respondía, Ide intuyó que se trataba de un filtro electrónico. Que era, probablemente, el que había repetido el mensaje de Morg en la segunda clave. Y en la tercera. Y en la cuatro mil. Si quería saltarse el filtro... tendría que enviar un mensaje que no estuviera en las reglas de bloqueo. Mencionar a Kurel había<br />
funcionado. Y a Horuz. Así que redactó un mensaje con un remitente distinto, se consignó a la Fuerza, y cruzó los dedos para que el filtro no lo retuviera.<br />
<br />
Remitente: "Ide". Asunto: "Kurel". Mensaje: "El hijo de Zhur Garin, que fue traido aquí desde Horuz, debe ser trasladado al Templo Jedi de Coruscant, por deseo expreso de él mismo." El mensaje no llegó más allá del interlocutor intermedio. El mensaje de vuelta decía: "No tengo problema con eso. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide se quedó mirando su Hololibro. Tuvo otra obvia revelación. Las reglas no se limitarían a aprender los mensajes que Morg hubiera rechazado. Además, jamás dejarían pasar un mensaje que contuviera un código de desbloqueo de un droide.<br />
<br />
Aún quedaba el problema de los pocos miles de claves que había enviado. Si un observador humano decidía probarlas, probablemente podrían obtener el control de Morg en pocas horas. Siempre que el supervisor, el cual Ide estaba seguro que existía, no decidiera que era un ataque aleatorio para obtener el control de Morg...<br />
<br />
Aprovechando la brecha abierta, Ide instaló su programa en el terminal donde antes se había estado ejecutando Kenter. Lo ejecutó para que siguiera enviando claves. Observó, desde la monitorización que hacía desde su Hololibro, cómo el filtro las respondía automáticamente. Creó un pequeño filtro, que descartaba las respuestas estándar, y que avisaba y detenía el envío en caso de obtener una respuesta distinta.<br />
<br />
Cuando terminó era casi la hora de la cena. Desconectó su Hololibro y dejó su sistema funcionando.<br />
<br />
Obviamente, Kenter no sería capaz de avisarlo, así que cogió sus cosas y se dirigió a la Flor Esquiva.<br />
<br />
<br />
<<Continúa en [[Humo y Vapor III]]>></div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIHumo y Vapor II2013-06-26T18:52:02Z<p>El Universo: /* Control de daños */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26 aGR; 18:30'''<br />
<br />
Volvieron a la atmósfera tan rápido como la twi'lek podía pilotar. Aunque inmerso en sus pensamientos y las sensaciones que iban y venían sobre su padawan, se paró a examinarla unos segundos. Había explotado, cuando el mercenario la tenía sujeta con el cuchillo. Que Ide supiera, sólo había una forma de estallar de esa manera, y ya la había visto antes en un usuario de la Fuerza.<br />
<br />
Ella misma seguía asustada por lo que acababa de experimentar, y parecía muy confusa. Y seguía pilotando, volcándose en la conducción como única manera de mantener la cordura. Pero Ide la veía con otros ojos.<br />
<br />
Ella estaba pilotando ''mediante la Fuerza''. Y también estaba inmersa en un shock emocional.<br />
<br />
Pero ya se encargaría de esto más tarde. Ahora tenía que ver a su padawan.<br />
<br />
==Llegada==<br />
<br />
El tiempo base para llegar era de cuarenta minutos, pero ella consiguió reducirlo a treinta mediante algunas maniobras de dudoso buen gusto, que no produjeron víctimas de puro milagro.<br />
<br />
Poco antes de llegar, Ide vio la columna de humo que surgía del techo hundido de la mansión Wolkan. Fue entonces cuando se empezó a preocupar de verdad.<br />
<br />
Aterrizaron en el mismo hangar donde Ide había aparcado al llegar allí por primera vez, y que era de las pocas partes que conservaba la estructura más o menos intacta. Nadie salió a recibirlos.<br />
<br />
Ide caminó fuera de la nave, con premura pero sin perder la precaución, con el sable de luz en la mano, aunque apagado. Agudizó el oído, no se escuchaban sonidos de combate. Con la Fuerza no podía percibir a Arakosia, pero ella siempre había sido, por naturaleza, difícil de percibir.<br />
<br />
MN-44, con un brazo menos y varias marcas de blaster sobre su torso, se acercó cojeando a Ide.<br />
<br />
-Cielos, ''Emeene''... ¿qué ha pasado aquí?<br />
<br />
-¿Señor Kanor? No puedo verlo bien, mis fotoreceptores están dañados... hemos sido atacados, señor.<br />
<br />
-¿Dónde está Keel? ¿Y Arakosia?<br />
<br />
-El amo Wolkan se ha encerrado en su búnker, y no tiene intención de salir hasta que piense que el entorno es seguro. La chica que lo acompañaba a usted desapareció en el fragor del combate.<br />
<br />
De repente, Ide se acordó de algo más. Cogió su intercomunicador y se lo llevó a la boca.<br />
<br />
-¿Lionel? Lionel, aquí Ide, contesta.<br />
<br />
Un chorro de estática fue la única respuesta. Ide no acababa de tener claro si había percibido la voz de Lionel en medio de la estática, o si había sido su mente, intentando convencerle de que así había sido.<br />
<br />
==Control de daños==<br />
<br />
Marcó en el comunicador el número de Keel. Una voz airada contestó.<br />
<br />
-¡Ahora qué!<br />
<br />
-¿Ahora qué? ¿Qué está pasando aquí? Me han intentado matar mientras estaba en el gremio de cazarrecompensas... ¿qué significa todo esto?<br />
<br />
-¡Que qué significa qué! ¡Han intentado matarme! ¡En mi propia casa!<br />
<br />
-¿Sabes quién es el responsable?<br />
<br />
-¡Mercenarios, creo! ¡No lo sé! ¡Cuando el que sea quiera reclamar el ''k'shii'', lo sabremos! ¡Mierda! ¡He perdido más de cincuenta esclavos! Por cierto, siento haberte dejado sin piloto.<br />
<br />
A Ide le dio un vuelco el corazón.<br />
<br />
-¿Perdona?<br />
<br />
-La twi'lek. Lo siento, he activado el código de su implante hace un rato. Ha sido al activar la marea de carne... pero veo que has llegado bien, así que no ha sido un gran contratiempo.<br />
<br />
La chica, de pie al lado de Ide, se puso pálida. Con la mirada aturdida, se sentó en el suelo.<br />
<br />
-Eh, bueno, ahora tenemos otros asuntos que tratar. Yo, por ejemplo, tengo que encontrar a mi aprendiz. Llámame si necesitas algo, pero por lo que veo sabes cuidarte solo. -Miró a MN-44-. Deberías hacer algo con MN, parece algo dañado.<br />
<br />
-Anda la leche, ¿sigue vivo? Estee... ya lo mandaré reparar cuando salga y tal...<br />
<br />
-Descuida. Te veo luego.<br />
<br />
Cogió a la twi'lek del brazo y se dirigió a la nave. Cuando llegó a la nave, ella se dejó caer sobre sus rodillas y comenzó a sollozar.<br />
<br />
-Disculpa la pregunta, pero... al activar Keel tu implante, ¿no debías haber muerto?<br />
<br />
Ella negó con la cabeza, sin dejar de llorar.<br />
<br />
-Pero Keel piensa que has muerto -ella asintió-. Entonces, si Keel piensa que has muerto, es porque debías haber muerto, pero que algo falló en ese instante. A no ser que algo se me escape -ella asintió-. También, en lugar de asentir sin decir nada, podrías decirme qué pasa. O podemos jugar al juego del jedi que busca la verdad sin que la twi'lek hable.<br />
<br />
==Respuestas==<br />
<br />
Ella se giró a medias, sin atreverse a mirar a Ide a los ojos. Con un hilo de voz contestó:<br />
-¿Je...di?<br />
Ide tuvo un momento de duda, pero luego creyó entender.<br />
-¿Sabes quién soy? -ella negó con la cabeza. Ide sonrió -. ¿Sabes quién es Keel? -ella asintió, con un escalofrío-. Pues te voy a dar una buena noticia: creo que eres una twi'lek libre, sobre todo porque tu amo piensa que has muerto, y tu implante ha fallado cuando él intentó activarlo.<br />
Ella se calmó un poco. Habló con la voz deformada por haber llorado, pero más calmada.<br />
-El implante no falló por eso -dijo en voz baja-. Falló porque Keel no era mi propietario.<br />
-Ahora sí que no entiendo nada. Él piensa que tú has muerto...<br />
-Porque él dio la orden de activar mi implante. Pero como él no era mi propietario, no se activó.<br />
-¿Y a quién perteneces?<br />
-A ti, amo -miró a otro lado, como si no soportara mirarlo a los ojos- Mi código está en tu cristal de pago.<br />
-Entiendo. Osea, que te compré cuando gestionaste el alquiler del carguero, por eso me salió tan caro...<br />
<br />
Ella lo miró extrañada.<br />
<br />
-No, el precio de la nave es correcto. Y es de segunda mano. Mi... coste es un porcentaje pequeño de lo que se gastó en aquella nave.<br />
-¿Segunda mano? ¿Lo he comprado? ¿Te compré a ti y a la nave? - Ide estaba sinceramente sorprendido.<br />
-Y a muy buen precio, si me permite decírselo, amo.<br />
Guardó silencio durante unos segundos.<br />
-Entonces supongo que ya me puedes decir tu nombre.<br />
-Un esclavo no tiene nombre, amo. Puede llamarme como guste...<br />
-Ya, lo que pasa es que tú no eres mi esclava. Te voy a liberar en cuanto sepa cómo quitarte esa cosa de la activación.<br />
-Es que yo no quiero ser liberada -miró a Ide, que la observaba con el desconcierto pintado en el rostro- ¿Libre? ¿Con este cuerpo? ¿En Nar Shaddaa? Ni hablar. Como propiedad, tengo mis derechos.<br />
-Oh, bueno, yo pensaba más bien que te vinieras a Coruscant.<br />
Los ojos de ella se agrandaron con sorpresa, pero no se atrevía a creer.<br />
<br />
==Los detalles después==<br />
<br />
-Bueno -siguió Ide-, los detalles podemos discutirlos después. Ahora necesitaría que me ayudaras a encontrar a mi aprendiz, y de paso a terminar la misión que tengo que hacer aquí.<br />
-Mientras tanto, y según la legislación de Nar Shaddaa, soy de tu propiedad -sonrió-. No puede ser peor que Keel Wolkan -escupió el nombre con desprecio.<br />
-Estoy seguro de que no -dijo, devolviéndole la sonrisa-.<br />
-Y, ahora, ¿cómo puedo serte de utilidad, amo?<br />
-Para empezar podrías dejar de llamarme amo.<br />
-¿Señor, quizá? ¿El nombre de pila? A algunos amos les gusta...<br />
-Ide está bien.<br />
-Ide -repitió ella en voz baja-. Es bonito. Necesitarás un apelativo para denominarme, Ide. Y ahora que soy de tu propiedad, contestaré a todas tus preguntas. ¿Quieres saber cómo me llamaba? ¿Quieres saber qué me gusta en la cama?<br />
<br />
Ide movió los ojos hacia arriba. Le encantaría charlar y animar a la chica, pero ahora tenía algo que hacer.<br />
<br />
-Vamos, me puedes contar todo eso mientras rescatamos a mi ayudante -sonrió, y subió la rampa de acceso.<br />
-Claro, si no he desconectado la energía de la nave -se encogió de hombros- por si había problemas. Pero, ¿hacia dónde vamos?<br />
-Hacia el sitio del que nunca debí alejarme. Al Palacio del Dolor.<br />
Ide vio como un escalofrío recorría la espalda de la twi'lek, pero ésta no dijo nada. Caminó hasta el puesto del piloto, y partieron dejando una estela de humo y vapor.<br />
<br />
==Un trayecto corto==<br />
<br />
La chica parecía haber pensado, inicialmente, que iban al Palacio del Dolor a alojarse. Por eso le contó brevemente lo que había venido a hacer a Nar Shadda, y los problemas que habían surgido con su piloto durante la investigación en el Palacio del Dolor. Le contó además, la sospecha que tenía de que tanto el ataque en el Gremio como la destrucción de la casa de Keel fueran obra de Vima Da'Motta.<br />
<br />
Ella asintió respetuosamente, intercalando comentarios apropiados a la historia de Ide, pero sin hacer ninguna pregunta. Cuando Ide guardó silencio, la escuchó susurrar "marea de carne".<br />
<br />
-Todavía no sé tu nombre -intervino Ide -. El que tenías antes de ser esclava.<br />
-Sira Levora -dijo ella con un tono extraño- Bueno, en realidad es Siral'evora, pero en básico se dice así.<br />
El joven no dijo nada, pero sonrió.<br />
<br />
==De nuevo en el Palacio del Dolor==<br />
<br />
La masa piramidal que era el Palacio del Dolor volvió a aparecer en la distancia. Por alguna razón, bajo el sol parcialmente eclipsado que empezaba a ponerse, bajo el cielo rojizo, a Ide le pareció aún más amenazador que la primera vez que lo vio.<br />
Una protrusión del edificio, cerca de la cima, se extendió para recibirles. Este, comprendió Ide, es un hangar de lujo.<br />
<br />
Bajaron de la nave, y un hombre enfundado en un traje formal los recibió con un ademán moderado y una sonrisa comedida.<br />
-¿Ide Kanor? -dijo educadamente.<br />
-En efecto. Cuánto honor, no sabía que tendría recepción oficial -dijo Ide, con un tono algo ambivalente entre lo formal y el sarcasmo.<br />
-Por supuesto, señor. Es usted un cliente importante. ¿Desea que lo conduzca a sus aposentos? El trayecto puede resultar complicado...<br />
-Entiendo.<br />
-La señora DaMot'ta lamenta no poder recibirlo en persona, pero estará encantada de cenar con usted esta noche en la Joya Gloriosa. Puede, mientras tanto, retirarse a sus aposentos, o disfrutar de nuestra muy variada oferta en ocio y restauración. Los pozos de carne, en concreto, son exquisitos.<br />
-Gracias, creo que esperaré en mi habitación. Por cierto, ¿cómo es que me esperaban? -preguntó, despreocupadamente.<br />
-Todos nuestros clientes tienen incluído un punto de desembarco con el precio de la habitación, señor. Y yo mismo tengo la labor de recibirle a usted y de proporcionarle cualquier información o servicio que pueda necesitar -sonrió enigmáticamente.<br />
<br />
Ide le devolvió la sonrisa. Aunque no tenia claro a qué venía tanto protocolo, se hacía una ligera idea. En cualquier caso, prefirió no preguntar más.<br />
<br />
El hombre, con un lenguaje corporal a medio camino entre el mayordomo y el ayuda de cámara, hizo un ademán que indicaba "sígame, por favor", y se dispuso a guiarlo hacia su habitación.<br />
<br />
El trayecto fue sorprendentemente corto y visualmente agradable. Ide reconoció los símbolos en la puerta de la habitación, aunque (reflexionó) no estaba del todo seguro de poderlos trazar si quisiera.<br />
<br />
==Indagaciones e invitaciones==<br />
<br />
En el interior, Ide se encontró de nuevo con la considerable extensión de espacio que era la habitación doble, decorada con notable buen gusto, con los hologramas de las paredes mostrando una tarde agradable en Alderaan. El selector holográfico se activó al entrar Ide por la puerta, mostrando de nuevo a la misma mascota humanoide que le había dado la bienvenida en la ocasión anterior.<br />
<br />
-¡Hola de nuevo, señor! -saludó con voz animada- ¡Me alegro mucho de volver a verle!<br />
-Hola, Kenter.<br />
-¿Hay algo que pueda hacer que su estancia resulte más agradable?<br />
-Pues me gustaría que comprobaras si la chica que me acompañaba ayer ha vuelto al hotel.<br />
-Veré lo que puedo hacer, señor -se volvió, mientras parecía concentrarse unos instantes-. Ahora se encuentra inscrita entre el personal de la Señora del Dolor. Pendiente de terminar cuidados médicos. Pendiente de evaluación física. Pendiente de asignación de destino -dijo en tono monocorde- ¿Desea alguna otra cosa, señor?<br />
-El... ¿personal, has dicho? Me gustaría verla, si fuese posible -dijo Ide, intentando mantener el tono educado.<br />
-Por supuesto, señor -dijo Kenter, servicialmente. Su imagen se difuminó, y se convirtió en la de una habitación espaciosa, llena de máquinas, donde tres droides médicos trabajaban afanosamente en Arakosia, que parecía ser la única paciente. Ella permanecía inconsciente, en el interior de una especie de cámara bañada con luz o líquido (la imagen era poco clara) de color dorado.<br />
<br />
-¿Y cuándo dices que ingresó aquí? -siguió Ide.<br />
-Me temo que esa información no la conozco, señor -reflexionó un instante- Supongo que hace poco, porque la evaluación física, asignada como tarea pendiente, es una de las primeras cosas que se realizan cuando alguien entra a formar parte de nuestra pequeña familia -sonrió.<br />
-Bueno, entonces me gustaría hablar con alguien responsable del nuevo personal. No entiendo por qué mi acompañante ha ingresado como miembro del hotel.<br />
-¿Holopresencia, señor? ¿O desea una entrevista en persona?<br />
-En persona, por favor -Ide estaba haciendo un esfuerzo por mantener la compostura-. Es un tema delicado, no entiendo qué está pasando aquí.<br />
-Comprendo -asintió el holograma animado-. Me temo que eso tardará un poco más. Nuestro hogar es un lugar grande...<br />
-Supongo que podrá ser antes de la cena.<br />
-Por supuesto, señor. Serán entre veinte y veinticinco minutos.<br />
-Estupendo. Esperaré aquí.<br />
<br />
Kenter no se desvaneció.<br />
<br />
-Parece contrariado, señor. ¿Hay algo que pueda hacer por usted? ¿Licor, especia, mujeres?<br />
-No, gracias, Kenter -interrumpió Ide-. Esperaré aquí hasta que pueda entrevistarme con el responsable del ingreso de Arakosia.<br />
-Como desee, señor. Permaneceré atento, por si necesita algo -se desvaneció.<br />
Ide se dirigió a la cama, y sin musitar una palabra más, adoptó postura de meditación. Necesitaba atar cabos, aunque todo apuntaba, cada vez más claramente, a que detrás de esta jugada estaba la misma Vima Da'Motta.<br />
<br />
==Espera, meditación==<br />
<br />
Ide cerró los ojos, y dejó su mente tan en calma como le fue capaz. Intuía que probablemente un jedi más experimentado lo lograría con mayor facilidad, pero al final consiguió aquietarse lo suficiente. O eso creía.<br />
Dejó vagar su percepción hacia el pasado, guiándola con suave firmeza al momento en el que creyó percibir la presencia de Arakosia, cuando estaba en aquel hangar...<br />
''...se vio a sí mismo, de pie junto a la nave que en aquel momento pensaba alquilada, el alienígena recién desintegrado, algunas de sus moléculas aún en el aire, y la sensación de vibrato que le llegaba desde la distancia. Ahora lo identificaba. Era la impronta de Arakosia en la Fuerza. Aun inconsciente, se había sentido en peligro. Y lo que había estado a punto de percibir no era sino el vínculo maestro-aprendiz, que él conocía tan bien... desde el lado del aprendiz.'' Seguramente la próxima vez que lo percibiera sería capaz de identificarlo con mayor precisión.<br />
...con la facilidad de la práctica, fluyó hacia adelante para ir al punto en el que el mercenario había tomado a Sira como rehén. ''Ella estaba llorando y temblando, y de repente...''<br />
Ide estudió sus recuerdos centésima a centésima.<br />
''...ella había cerrado los ojos con fuerza, y se había estremecido de puro pánico. Y la Fuerza había respondido. La explosión había brotado de ella. Y la expresión de su cara... no se lo esperaba, ni lo comprendía.'' Y seguía aterrorizada. Pero era una usuaria de la Fuerza, sin ningún género de dudas. O, mejor dicho, tenía el ''potencial'' para serlo.<br />
Justo cuando Ide iba a dirigir sus pensamientos a su aprendiz, aún en la sala de reconocimiento, llamaron a la puerta. Abrió los ojos.<br />
-Adelante -dijo, sin moverse, aún en pose de meditación.<br />
<br />
==Recursos Humanos==<br />
<br />
El que entró en la habitación había sido un hombre en otros tiempos. Ahora parecía más máquina. Tanto su ojo derecho como gran parte de su cráneo y su brazo izquierdo eran robóticos. La expresión de su cara era de hastío, pero sus modales eran impecables. Hizo un ademán pidiendo permiso antes de entrar en la habitación, y una vez dentro no se sentó hasta que Ide se lo hubo indicado. Aun así, inclinó levemente la cabeza antes de sentarse.<br />
<br />
-Cuénteme -dijo, sin más.<br />
-Entenderá -siguió Ide, con la misma claridad con la que él había empezado- que me encuentre algo extrañado por lo que ha sucedido. Mi acompañante ha sido ingresada en su hotel como miembro del equipo - enfatizó la última palabra-, según me ha podido informar el asistente holográfico.<br />
-Me temo que no comprendo de quién está hablando. ¿Podría ser un poco más específico, por favor?<br />
-Arakosia. La joven humana que tienen actualmente en observación médica.<br />
-Ah, sí. La hemos adquirido esta misma tarde a muy buen precio, a unos tratantes de esclavos de plena confianza -sus ojos se quedaron fijos un momento, como si mirara a algo muy lejano- Así es como ha entrado a<br />
formar parte de nuestro personal -su mirada recuperó parte de la viveza perdida- ¿Desea algo más?<br />
-Bueno, a ser posible, saber quién les ha vendido a mi aprendiz, la misma que era una humana libre esta misma tarde antes de que la secuestraran de donde estaba alojada.<br />
-Shawman&K'Rtahn, tratantes. Le puedo dar su dirección o su código de comunicador, si lo desea.<br />
Ide tomó aire.<br />
-Aunque claro, supongo que bajo las leyes de Nar Shadda, este individuo tendrá plena potestad sobre lo que haya ''adquirido'' al destruir y arrasar la casa Keel Wolkan, que es donde estaba Arakosia recuperándose. Y que, ahora que la ha vendido, no tiene potestad sobre ella. Y que cortarle la cabeza no anularía la transacción. ¿Me equivoco mucho? -Ide estaba considerablemente molesto por esta, por decirlo de alguna forma, ''inconveniencia''.<br />
-Su análisis de la situación es correcto, señor -su mirada se volvió reflexiva-. Aunque usted recuperaría parte del k shii perdido. Si lo desea, podemos venderle una esclava similar, de perfil guardaespaldas-concubina, un poco más joven...<br />
-No, no es sustituible. Necesito recuperar a Arakosia.<br />
-Si desea recuperar a esa chica en concreto, me temo que el asunto excede a mis competencias. Yo sólo manejo al personal existente, no tengo ningún papel en la entrada o salida de personal.<br />
-¿Tengo que hablar entonces con su superior?<br />
-Supongo que eso tendría que discutirlo con la señora Vima DaMot'Ta. Suele ser complicado, ya que no concede citas, pero... supongo es que es usted afortunado, ya que tiene una cita concertada con ella esta<br />
noche.<br />
-Me imaginaba que tendría que hablar directamente con ella. Le agradezco su ayuda.<br />
-¿Desea algún servicio que le ayude a hacer pasar el tiempo con mayor velocidad mientras espera?<br />
-No, gracias. Tengo un par de asuntos que resolver antes de la cena.<br />
-Entonces me retiro a mis quehaceres -dijo el cyborg, mientras se levantaba.<br />
-Muchas gracias por su atención.<br />
<br />
==Comunicándose con Keel==<br />
<br />
Ide se despidió del tipo, y sin dilación marcó el número de comunicador de Keel Wolkan. Tardó en contestar, y cuando lo hizo no había imagen, sólo una voz que parecía llena de dolor. O de droga.<br />
-Nnhh...-dijo la voz-que-parecía-de-Keel<br />
-Shawman&K'Rtahn. ¿Te suena ese nombre? -dijo Ide, obviando el estado de Wolkan.<br />
-¿Mmm? ¿Kanor?<br />
-Sí. Shawman&K'Rtahn. Han vendido a mi aprendiz a Vima Da'Motta. No sé si estás lo suficientemente lúcido como para atar cabos.<br />
-Una pareja de tratantes. Mi competencia más directa -suspiró-. ¿Qué quieres saber?<br />
-Cómo que qué quiero saber. Lo que te quiero decir es que deben haber sido ellos los que atacaron tu casa, si se han apoderado de mi aprendiz para venderla.<br />
-Ya... -dijo, con poca decisión- Debería haberlo supuesto -parecía dubitativo- Em... pues gracias por el dato, tio.<br />
-Lo que me gustaría saber es por qué sabían que yo estaba en Nar Shadda, y por qué me seguían. Me atacaron al mismo tiempo ocho mercenarios. ¿Tienes algo que contar, Keel?<br />
-Yo... no te comprendo... Tras la exhibición que hicísteis, supongo que bastante gente con el potencial de atacarme sabría de vuestra existencia...<br />
<br />
Ide se quedó bloqueado un momento.<br />
<br />
-Mierda -soltó.<br />
-Yo estoy intentando olvidar todo este asunto a base de especia rosa... -suspiró de nuevo- la especia rosa es buena...<br />
-Supongo que no arreglará nada que descabece a estos dos tíos. Al menos, no me devolverá a Arakosia.<br />
-Bueno, si vas y le dices a todo el mundo que lo haces de mi parte, te daré dos mil gubor. Piénsalo.<br />
-Tanto kshii por dos mil gubor... sabes negociar, Wolkan.<br />
-Bueno, me pareció una oferta justa...<br />
-Me lo pensaré, pero no me interesa el dinero. Me interesa mi aprendiz. ¿Cómo de poderosos son estos tipos?<br />
-Eh... pues más o menos como yo...<br />
-Gracias por la información. Te dejo, tengo que hacer un par de cosas antes de cenar. Cuidate, Wolkan.<br />
<br />
Miró las paredes de su habitación. Se maldijo por haber dejado sola a su aprendiz. Pero maldecirse no iba a arreglar nada, así que se fue a la Flor Esquiva. Ya que no podía hacer nada hasta hablar con Vima Da'Motta, al menos recogería toda la información que pudiera.<br />
<br />
==Regreso a la Flor Esquiva==<br />
<br />
Al parecer, en el Palacio del Dolor era tremendamente fácil llegar al lugar donde uno quisiera ir, o así se lo pareció a Ide.<br />
Llegó a la Flor Esquiva, que parecía estar bastante más animada que la otra vez. Aunque claro, la otra vez había sido por la mañana temprano. Seguía oliendo vagamente a especias, y seguía siendo rica en sofás, pero la música que tocaba Oloruu era más vivaz, y había prácticamente una persona (o pareja, o pequeño grupo) en cada sofá. También flotaba en el ambiente una cierta sensación plácida, no exenta de un extraño regusto amargo.<br />
<br />
Delia hizo un gesto de reconocimiento desde la barra. Comenzó a llenar un vaso con vino de Alderaan y esperó a que Ide y Sira se acercaran a hablar con ella.<br />
<br />
-Parece que no me voy a librar de hablar con tu jefa -dijo él, mientras tomaba asiento. Ella hizo un gesto de simpatía indeterminada.<br />
-Hablar no compromete a nada -dijo ella. Dejó pasar un par de segundos-. ¿Has encontrado al androide ese que buscabas?<br />
-No, pero tengo alguna pista. El problema es que en el camino he perdido a mi aprendiz. La han secuestrado y vendido. Adivina quién es su nueva dueña.<br />
-¿La Señora del Dolor, quizá?<br />
-Bingo. Unos tipejos atacaron la casa donde estaba... descansando. Keel Wolkan, no sé si te sonará.<br />
<br />
Se mostró levemente sorprendida.<br />
<br />
-Em... sí, es relativamente conocido.<br />
-Pues le han asestado un buen golpe.<br />
-Mala cosa... es una rata cobarde y cruel, muy capaz de usar a sus esclavos como campo de minas... pobres chicas.<br />
-Ah, a eso se refería con lo de marea de carne...<br />
-Sí, a eso. Se implanta un explosivo un poco más potente, y se hacen detonar los esclavos más cercanos a tu enemigo -comentó en un tono distante, pero asqueado- ...pobres chicas... -repitió mientras miraba a Sira con una huella de dolor compartido.<br />
-Una se salvó. La que me dejó como piloto. La compré sin querer -dijo Ide, intentando desviar el tema mientras Sira se ruborizaba en verde oscuro y apartaba la mirada.<br />
-Le salvaste la vida, tú -sonrió-. ¿No hay una tradición de cuidar de las vidas que uno salva? ¿O era al revés?<br />
-No lo sé. Mi orden nos insta a proteger a los desamparados, siempre que sea posible -el jedi sonrió, siendo consciente de lo que Delia estaba pensando.<br />
Delia le devolvió la sonrisa, con una calidez que no había visto a ningún nativo de Nar Shaddaa.<br />
-Te entiendo -no dijo nada más. Parecía tocada por sentimientos profundos, y siguió limpiando el vaso durante medio minuto, sin decir nada ni mirar a Ide directamente.<br />
<br />
Ide estuvo a punto de contarle que pensaba negociar con Vima para liberarla, y que pensaba que iba a ser difícil puesto que parecía valiosa, pero pensó que era mejor pasar por algunos temas de forma tangencial.<br />
<br />
-Creo que han cogido a Lionel -dijo, mirándola fijamente.<br />
Ella frunció el ceño.<br />
-No debió haberse quedado tanto.<br />
-Lo mandé a orbitar con la nave. Pero parece que no fue suficiente. No me contesta, y eso es mala señal -miró su vino. En cierto modo, se sentía responsable.<br />
-No sabría decir... a mí nunca me contesta -dijo con rabia.<br />
-Bueno. La gente cambia. Las cosas cambian. Hace tres horas mi aprendiz era mi aprendiz y ahora es una esclava de Vima. Esta noche puede que sea diferente.<br />
-Me pregunto para qué la querrá. ¿Ella era el objetivo de una operación completa o sólo fue un extra?<br />
-Digamos que... anoche... se hizo valer. Hizo una exhibición en casa de Keel. Llamamos la atención -ella hizo un gesto de sorpresa-. Fui un tonto. Nos siguieron la pista, y atacaron en casa de Keel. Ocho<br />
mercenarios me atacaron a mí mientras estaba en el Gremio de Cazarecompensas. Yo pude deshacerme de ellos, pero mi aprendiz no -levantó la mirada. No supo decir si estaba preocupado o la echaba de menos,<br />
pero no se permitió pensarlo mucho.<br />
Delia pareció acordarse de algo de repente. Extrajo un pequeño visor plano de un lateral de la barra y lo giró para que sólo pudieran verlo Ide y ella.<br />
-Un momento -dijo mientras manipulaba unos controles-. Apareció la imagen de Arakosia desnuda, haciendo girar su espada a gran velocidad para destrozar una oleada de fruta. Se notaba que la imagen se estaba desarrollando a cámara lenta en la velocidad a la que caían los trozos de fruta una vez cortados.- ¿Esta es ella?<br />
<br />
Ide no dijo nada durante unos momentos.<br />
<br />
-Debí habérmelo figurado -dijo con amargura-. Debo ser el jedi más tonto de toda la Orden.<br />
<br />
-Bueno, esto responde a mi pregunta anterior -dijo ella, sin hacer caso al comentario de Ide-. Ya sabemos para qué la quiere Vima.<br />
-Tiene todo el sentido.<br />
<br />
En un instante, Ide pasó de la frustración a la esperanza. "Lo que Vima no sabe es que eso no era Arakosia moviéndose, sino la droga actuando". Y justo cuando terminó la frase mental, se dio cuenta de lo que haría Vima si supiera que era la especia roja la que la hizo canalizar la Fuerza así.<br />
<br />
-Pues claro que lo tiene. La quiere para el Hak'un Shapp.<br />
<br />
Ide abrió mucho los ojos y habló con una pesada y profusa determinación.<br />
<br />
-Ya sé lo que voy a hacer. Sira, quédate aquí -ella asintió.<br />
<br />
Se despidió de Delia y se dirigió a su habitación.<br />
<br />
==Tratos con Fenel Fodel==<br />
<br />
Apenas hubo abierto la puerta, Kenter se volvió a materializar:<br />
-¡Saludos, noble señor! ¿Cómo puedo hacerlo más feliz?<br />
-Holocomunicación con el responsable de personal -dijo sin casi dejar terminar a Kenter-. El tipo que vino antes y ni siquiera se presentó.<br />
-Su nombre es Fenel Fodel. Lo llamaré en seguida.<br />
<br />
Tras unos diez segundos, la cara del ciborg apareció en el holocomunicador.<br />
<br />
-Necesito que me hagas un favor.<br />
-Dígame su problema y veré qué puedo hacer.<br />
-¿Tiene Arakosia ya el implante?<br />
-Me temo que los informes médicos relativos al personal son privados, señor.<br />
-Entiendo que es un no -se aventuró a decir-. Si oficialmente fuera una esclava, no tendrías problema en comunicarlo -hizo una pequeña pausa.<br />
-No tengo ningún problema en comunicarlo, más allá de la incomodidad que a veces supone para un cliente encontrarse a nuestro servicio a un... antiguo conocido -hizo un gesto de incomodidad-. Pero no se confunda. Es nuestra.<br />
-Necesito que postpongas la inserción. Sólo hasta esta noche, después de que negocie con Vima.<br />
-Mi deber es implantarla cuanto antes, si los informes médicos son favorables. Aunque la naturaleza de mi trabajo incluye cierta... flexibilidad a la hora de estimar parámetros intangibles, como la naturaleza favorable de un informe técnico -pareció concentrarse durante un instante-. Sin embargo, la Señora del Dolor parece haberse tomado un interés personal en este caso, y no creo que viera una... dilación intencionada por mi parte con buenos ojos. Representaría para mí un riesgo considerable.<br />
-Cuánto quieres -preguntó Ide con apenas entonación interrogativa.<br />
-No quiero dinero. Quiero irme de Nar Shaddaa.<br />
-Cuánto vales -repuso, como si la primera pregunta no hubiera existido.<br />
-Soy un agente libre, pero me retienen... compromisos ineludibles. Necesito que me saque de aquí alguien a quien no le importe la ira de Vima.<br />
-Uhm -Ide se quedó dubitativo. Algo pareció endurecerse en Fenel Fodel-. A mí no me importa, mientras consiga lo que he venido a buscar -el ciborg se relajó nuevamente, y esbozó la más mínima de las sonrisas. Asintió. -Será sólo una hora. Voy a ver a Vima en la cena, y tras la cena todo estará resuelto. De una manera u otra -sentenció.<br />
-Ten cuidado -dijo mientras asentía sobriamente.<br />
<br />
==Dinero y datos==<br />
<br />
Cuando se despidieron, Ide se dirigió a Kenter.<br />
<br />
-Kenter, ¿podrías comprobarme cuánto dinero queda en este cristal? -dijo Ide, mientras introducía el cristal en la ranura disponible.<br />
-¡Por supuesto, señor! -dijo con una cordialidad que a Ide comenzaba a cansarle- En este momento cuenta con 22714 gubor y 170 fleber.<br />
-Ahá. ¿Y sabes cómo anda el cambio medio de Gubor-Sgin?<br />
-El cambio medio oscila, señor, pero más o menos seis sgin hacen un gubor. Por supuesto, la tasa de cambio es tremendamente variable, y ya que muchos de los cambios de moneda se hacen electrónicamente, las tasas de cambio con varios decimales no son extrañas.<br />
<br />
"''Parece entonces que Sira hizo efectivamente un buen trato con la nave''", pensó Ide cuando hizo cuentas mentalmente. El carguero había costado unos 1.600 gubor. La realidad es que Ide no tenía muy claro cuánto significaba esa cantidad, pero lo que sí le pareció era que le quedaba una proporción bastante buena de dinero.<br />
<br />
De repente se acordó de Sira. Cogió su comunicador y escribió un mensaje. "Vete a la Flor Esquiva. Allí encontrarás a Delia. Dile que eres la que se salvó, y espérame allí. Lo que necesites comer y beber lo pagaré yo." <br />
Entretanto esperaba que llegara la hora de la cena decidió bajar a ver, en persona, qué era eso del Hak'un'Shap. Se quedó parado un segundo, y con decisión, salió por la puerta.<br />
No dio ni dos pasos cuando se dio cuenta de que no sabía dónde ir. Suspiró.<br />
<br />
-Kenter -dijo, con pesadumbre. Kenter tenía lo mismo de útil que de irritante.<br />
<br />
-¿Sí, señor?<br />
<br />
-¿Podrías decirme por favor dime dónde se celebra el Hak'un'Shapp?<br />
<br />
-Se celebra en los niveles 1 a 50, señor. Se pueden seguir los encuentros desde cualquier consola del hotel, y también se puede apostar desde cualquier lugar.<br />
<br />
-Gracias, pero prefiero verlo. Además, así veo si conozco a alguno de los participantes.<br />
<br />
-Nadie lo ve con sus propios ojos, señor, excepto los participantes. Los niveles 1 a 50 están llenos de cámaras para retransmitirlo todo con la mayor fidelidad. En cuanto a la identidad de los participantes... no veo en qué es diferente verlo en vivo de ver una holografía con detalle 1:1. ¿Desea rastrear a algún participante en concreto?<br />
<br />
-Pues la verdad es que conozco a Morg. No me importaría verlo.<br />
<br />
-¿Desea saber qué tal le va, señor? ¿O prefiere el holograma que se hizo al inscribirse?<br />
<br />
-Muéstrame ambos.<br />
<br />
-Por supuesto -dijo Kenter.<br />
<br />
De inmediato se activó un holoproyector en la pared opuesta a la cama, mostrando un droide bastante alto y ancho, de unos dos metros y medio. Permaneció unos segundos así, y luego sus extremidades se desplegaron, para llegar a medir tres mertos y medio. Transmitía una sensación de ser grandote e inofensivo que (como bien sabía Ide) no se correspondía con la realidad.<br />
<br />
La imagen se desvaneció, para dar paso a una representación seudobidimensional, que mostraba a Morg en una habitación. Un rótulo bajo la escena decía: "¡Momentos estelares de Morg!"<br />
<br />
La cámara giró para mostrar a un alienígena peludo y grandote, con brazaletes de esclavo, que llevaba una especie de vara, de punta energética. El alienígena fintó un par de veces, antes de que Morg consiguiera coger la vara con su articulación extendida. La retrajo con un movimiento brusco, y el alienígena chocó contra el droide. Se golpeó y cayó al suelo. Morg lo pisó sin mucho énfasis en la cabeza, que se deshizo.<br />
<br />
Corte de escena. Morg está en una posición de pelea, con un brazo extendido, y un humanoide envuelto en lo que parecen ser vendajes carga contra él, aparentemente desarmado. De repente, el homanoide extrae un sable de luz e intenta cortarle una extremidad a Morg. Éste retrae la extremidad y salta hacia atrás, mientras se extienden varios apéndices de su cuerpo metálico. Uno de los apéndices estalla, llenándolo todo de humo. La imagen cambia a termográfico. El humanoide gira sobre sí mismo para defenderse de algo, vuelve a girar. Un brazo de droide, muy frio, lo apresa de los dos brazos y se los arranca. Luego coge su cabeza y la aprieta de forma rápida y desapasionada, haciendo que estalle.<br />
<br />
Ide hizo memoria, para intentar recordar si había oído de algún Jedi que fuera a Nar'Shadda últimamente y que hubiera muerto. No le sonaba. Aunque, claro, hacía menos de un mes que había regresado al Templo.<br />
<br />
-¿Quién era el del sable, Kenter? -preguntó Ide.<br />
-Exen Nithan. Proviniente de Korriban. Profesión reconocida: asesino. Cazarrecompensas. Iba muy bien en los preliminares. Hasta ese momento, claro.<br />
-¿Cómo va Morg?<br />
-Subiendo en la clasificación, señor. No tiene demasiados fans, pero tampoco tiene demasiados enemigos. Probablemente se clasifique para el Hak'un'Shapp.<br />
-Quisiera que le dejaras un mensaje de mi parte.<br />
-Puedo ponerlo en su cuenta, señor, pero no le garantizo que lo vaya a leer. La cantidad de mensajes que reciben los participantes es astronómica. Aunque, claro, dada la naturaleza robótica de Morg...<br />
-Seguro que le interesa lo que tengo que decirle. Te dicto.<br />
<br />
==Mensajes==<br />
<br />
Sobre la nariz de Kenter aparecieron unas pequeñas gafas. En sus manos apareció un pequeño datapad.<br />
-Asunto, Garin. Remitente, Kanor, de Coruscant. Mensaje -Ide se paró unos segundos, para pensarse bien el texto-. Sé por qué estás haciendo esto. Conocí a su padre. Tuvo problemas y huyó de Coruscant. Me pidió que cuidara de él. Te busqué en Horuz, pero habían saboteado tu secuencia de emergencia y acabaste aquí. -Se paró, no sabía si seguir dando detalles o dejarlo para cuando respondiera-. Este es mi buzón. Espero tu respuesta.<br />
-Ya está enviado, señor.<br />
-¿Está luchando ahora?<br />
-No, señor. Descansando. Gasta casi todos sus hak en "tiempo privado". Eso es una mala táctica, porque sus fans preferirían verlo... Ya tenemos respuesta al mensaje.<br />
<br />
Ide sonrió. Sabía que no tardaría en responder.<br />
<br />
-Léemela.<br />
-"Introduzca código de anulación". Ni remite, ni asunto...<br />
<br />
Entonces recordó que Tu'Ala le había dado las coordenadas, pero no un código de anulación. Si había cambiado el destino, con toda probabilidad había cambiado el código. Ide sacó su hololibro, para abrir el canal seguro para hablar con el Templo.<br />
<br />
Uno de los (ya familiares para Ide) ayudantes informáticos apareció en pantalla. Era 3-Tru, el especialista en seguridad.<br />
<br />
-Saludos, 3-Tru. Necesito mandar un mensaje a la expadawan Tu'Ala.<br />
<br />
-¿Mensaje, no comunicación directa? -dijo en tono profesional.<br />
<br />
-Mensaje.<br />
<br />
-Tecléelo en su interfaz.<br />
<br />
Ide escribió. "Los he encontrado. El robot tiene un código de desactivación. Espero que se te ocurriera cambiarlo y que te acuerdes. Contactar con Garin será más complicado." Pensó unos segundos, y escribió otro párrafo. "Espero que estés bien. De verdad. Iré a verte cuando pueda." Y envió el texto.<br />
<br />
La respuesta llegó cinco minutos después:<br />
<br />
"Te daré el código a cambio de una promesa solemne, por tu vida, tu honor de jedi y la Fuerza que lo sostiene todo."<br />
<br />
Respondió. "Como pudiste ver, soy un jedi de palabra. Habla."<br />
<br />
"Quiero que me prometas, por lo anterioremente dicho, que cuando vengas a verme tendremos sexo. Relaciones sexuales completas."<br />
<br />
"Pensaba que me ibas a pedir algo complicado de hacer."<br />
<br />
"Es algo muy complicado, si el otro no quiere. No puedo tomarlo ni exigirlo, sólo pedirlo."<br />
<br />
"Por mi vida, mi honor de jedi y por la Fuerza que todo lo sostiene, tienes mi palabra, y la convicción de que no supondrá esfuerzo alguno." Ide sonrió al escribir esto, pero lo envió así.<br />
<br />
"Contaré las horas. Desde ahora me declaro en abstinencia, hasta que nos veamos :D ."<br />
<br />
Ide esperó que el canal no estuviera vigilado. Aunque, dado su historial, no era de esperar que nadie en el Templo se alarmara.<br />
Kenter permanecía erguido, alerta, en espera de más órdenes. Para variar, estaba callado. Ide se quedó pensando unos segundos. No sabía si enviar el código ahora, o hacerlo después. Y, en cualquier caso, no sabía lo que pasaría cuando introdujera el código.<br />
<br />
-Kenter, ¿sabes si Morg tiene algún combate hoy?<br />
<br />
-Nadie lo sabe, señor -repuso el hombrecillo, con cara de circunstancias-. Como ya le he dicho, gasta casi todos sus hak en "tiempo de privacidad". Y dada su naturaleza robótica, tampoco gasta mucho en mantenimiento... así que el momento de su siguiente combate es entre ahora y dentro de veintiocho horas.<br />
<br />
-Bien. Necesito que le envíes otro mensaje.<br />
<br />
-Será un placer, señor.<br />
<br />
-Mismo asunto que el anterior. Escribe. "Tengo el código, pero necesito asegurarme de que Kurel estará bien. ¿Qué harás cuando se desactive la secuencia de emergencia?".<br />
<br />
Cuando vio el mensaje escrito, tuvo la vaga impresión de que la respuesta sería "Introduzca código de anulación", sin remite, ni asunto.<br />
<br />
-Ya hay respuesta, señor. La leo: "El estado de salud de Kurel está al noventa y siete por ciento, y me encuentro en disposición de afirmar que permanecerá entre el noventa y cinco y el cien por cien; al menos en las próximas seis semanas. Introduzca código de anulación."<br />
<br />
Ide no sabía si anular la secuencia de emergencia ahora. O esperar a tener resuelto lo de Arakosia. Y lo de Delia. Y lo de Lionel. Quizás podría presionar a Vima, si tuviera control sobre Morg.<br />
<br />
-Responde, Kenter. "No has respondido a mi pregunta. Qué pasará con Kurel, y contigo, cuando introduzca el código. Y en cualquier caso, no te voy a enviar el código por una red no segura. Te lo daré en persona. Supongo que habrás sido lo suficientemente listo como para rastrear desde dónde te he enviado este mensaje."<br />
<br />
-"Remitente irrastreable debido a la configuración del sistema. Respuesta a la pregunta planteada excede parámetros de seguridad. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide dictó a Kenter de nuevo. "Habitación [...], en el Palacio del Dolor. No transferiré el código por una red privada. Si no piensas venir, proporcióname un buzón de la HoloRed donde pueda mandarte el código."<br />
<br />
"No dispongo de acceso a HoloNet. No puedo abandonar el Hak'Un Shapp."<br />
<br />
Ide no se fiaba de que alguien estuviera vigilando las comunicaciones, y que, intencionadamente podría intervenir el mensaje y no permitir que llegara a Morg. Por eso, intencionadamente, envió un código erróneo.<br />
<br />
-Kenter, envía la siguiente secuencia. -Dictó el código, errando en algunos números a propósito. Si Morg respondía, sería prueba inequívoca de que le había llegado el mensaje.<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Miró la respuesta algo atónito. No tenía ningún sentido que se bloqueara el sistema tras un intento erróneo. Aunque al menos sabía que nadie estaba interviniendo el canal.<br />
<br />
-Kenter, envía otro mensaje. -Esta vez, dictó el código correctamente, y lo repasó dos veces-. Además, crea un alias oculto en el remitente. Habrá bloqueado la anterior dirección.<br />
<br />
Cuando llegó el siguiente mensaje, Ide lo contempló, sin acabar de creérselo:<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la mente de Ide. ''A lo mejor no era Morg'' el que estaba enviando los mensajes de "Código incorrecto". Envió una tercera clave, ligeramente modificada respecto de la correcta que le había enviado Tu'Ala. Además escribió a la chica por el canal abierto en su Hololibro: "¿Estás segura de que esa es la clave?".<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
==Seguridad hutt==<br />
<br />
El mensaje de Tu'Ala tardó un poco más en llegar: "Claro, por supuesto, yo misma lo cambié. Es culpa de alguien pequeño y rojo. Tendrás que decírselo en persona, antes de mañana por la tarde."<br />
<br />
Respondió a Tu'Ala. "¿Alguien pequeño y rojo? ¿Mañana por la tarde? ¿Qué tiene que ver eso con el código que Morg ha rechazado?"<br />
<br />
"Sabes, no puedo ajustar mis visiones proféticas desde aquí. Por el ysalamiri, sabes. Hablo de memoria, esto es algo que vi una vez. Pero creo que no es Morg el que está rechazando el código."<br />
<br />
"''Estupendo''", pensó Ide, "''ahora además de alguien interfiriendo la comunicación tenemos una visión profética''".<br />
Abrió su Hololibro de nuevo. Escribió un pequeño programa, de apenas diez líneas de código, que generaba variaciones del código de seguridad. Lo conectó a la consola de Kenter.<br />
<br />
-Kenter, envía la salida de este programa a ''Morg''. Cada diez segundos. Una clave por mensaje.<br />
<br />
"''Si quieres tener la clave, vas a tener que encontrarla entre todas las que vas a recibir, y luego discutirlo con Morg''", pensó.<br />
<br />
Desde Kenter manó una especie de murmullo, al comenzar a mandar variaciones del código. Al mismo tiempo, con una voz muy suave le dijo a Ide: "Esta es una tarea infinita, señor..."<br />
<br />
-No te preocupes, no durará mucho -dijo Ide con una media sonrisa-. Envía unos cuantos mensajes más, luego aumentaremos la frecuencia. Cuando haya enviado unas cuatro mil claves, será suficiente.<br />
<br />
-Sí, señor -dijo Kenter, con voz cansada.<br />
<br />
-Si enrutas mi Hololibro al sistema de mensajería, yo mismo puedo configurar los envíos, y no tendrás que dedicar procesador a esta tarea.<br />
<br />
-No... autorizado... no se preocupe por mí, señor.<br />
<br />
Ide comenzó a escribir en su hololibro, modificando el programa.<br />
<br />
Kenter se sentó, y tenía la expresión perdida. Cuando volvió a hablar, su voz era casi inaudible:<br />
<br />
-Cuatro... mil... claves... será... suficiente...<br />
<br />
Ide cambió el límite, y la cara de Kenter se congeló en un rictus de horror. Modificó el programa para que siguiera generando claves, cada vez con más frecuencia. Si conseguía saturar el buffer de Kenter... quizá...<br />
<br />
Diez segundos más tarde, la imagen de Kenter se inmovilizó. Seguía sentado, con la mirada perdida; e Ide se dio cuenta de que estaba perfectamente inmóvil. Probablemente al saturarse el buffer había sobreescrito algún otro sector de memoria, conjeturó Ide. En cualquier caso, estaba claramente fuera de combate. Intentó entonces acceder directamente a la red privada de comunicaciones, y descubrió que la IA era responsable de la seguridad de red de la habitación, que había caído.<br />
<br />
Ide accedió sin ningún problema. Por otra parte, debía haber centenares, o miles, de IAs similares a Kenter, cada una controlando una zona específica. Probó a marcar un mensaje dirigido a Morg, con otra clave falsa, para intentar seguir la traza. Comprobó que había una dirección por la que pasaban todos los mensajes que salían de la habitación. El mensaje dirigido a Morg no volvió a salir de esa dirección. En cambio, mandó un mensaje a Ide. Ni se molestó en abrirlo. Ya sabía lo que decía.<br />
<br />
Probó a enviar un mensaje de ánimo a Morg, suplantando la dirección de otra de las habitaciones del hotel. Algo así como "Apostaré por ti, lo estás haciendo fenomenal, ¡eres extraordinario!". Lo siguió por su ruta en la red, y observó que realizaba el mismo recorrido. Salvo que el mensaje de vuelta era "Gracias, apreciado admirador. La próxima vez que le arranque los miembros a alguien, lo haré en tu honor.".<br />
<br />
"''Así que ninguno de mis mensajes ha llegado a Morg...''". Repasó la correspondencia. Pero su interlocutor sabía de Kurel, no podía ser... salvo que el interlocutor intermedio funcionara como una especie de censor... que abriera todos los mensajes y sólo dejara pasar los que viera más convenientes. Por la velocidad con la que respondía, Ide intuyó que se trataba de un filtro electrónico. Que era, probablemente, el que había repetido el mensaje de Morg en la segunda clave. Y en la tercera. Y en la cuatro mil. Si quería saltarse el filtro... tendría que enviar un mensaje que no estuviera en las reglas de bloqueo. Mencionar a Kurel había<br />
funcionado. Y a Horuz. Así que redactó un mensaje con un remitente distinto, se consignó a la Fuerza, y cruzó los dedos para que el filtro no lo retuviera.<br />
<br />
Remitente: "Ide". Asunto: "Kurel". Mensaje: "El hijo de Zhur Garin, que fue traido aquí desde Horuz, debe ser trasladado al Templo Jedi de Coruscant, por deseo expreso de él mismo." El mensaje no llegó más allá del interlocutor intermedio. El mensaje de vuelta decía: "No tengo problema con eso. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide se quedó mirando su Hololibro. Tuvo otra obvia revelación. Las reglas no se limitarían a aprender los mensajes que Morg hubiera rechazado. Además, jamás dejarían pasar un mensaje que contuviera un código de desbloqueo de un droide.<br />
<br />
Aún quedaba el problema de los pocos miles de claves que había enviado. Si un observador humano decidía probarlas, probablemente podrían obtener el control de Morg en pocas horas. Siempre que el supervisor, el cual Ide estaba seguro que existía, no decidiera que era un ataque aleatorio para obtener el control de Morg...<br />
<br />
Aprovechando la brecha abierta, Ide instaló su programa en el terminal donde antes se había estado ejecutando Kenter. Lo ejecutó para que siguiera enviando claves. Observó, desde la monitorización que hacía desde su Hololibro, cómo el filtro las respondía automáticamente. Creó un pequeño filtro, que descartaba las respuestas estándar, y que avisaba y detenía el envío en caso de obtener una respuesta distinta.<br />
<br />
Cuando terminó era casi la hora de la cena. Desconectó su Hololibro y dejó su sistema funcionando.<br />
<br />
Obviamente, Kenter no sería capaz de avisarlo, así que cogió sus cosas y se dirigió a la Flor Esquiva.<br />
<br />
<br />
<<Continúa en [[Humo y Vapor III]]>></div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIHumo y Vapor II2013-06-26T18:51:18Z<p>El Universo: /* Llegada */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26 aGR; 18:30'''<br />
<br />
Volvieron a la atmósfera tan rápido como la twi'lek podía pilotar. Aunque inmerso en sus pensamientos y las sensaciones que iban y venían sobre su padawan, se paró a examinarla unos segundos. Había explotado, cuando el mercenario la tenía sujeta con el cuchillo. Que Ide supiera, sólo había una forma de estallar de esa manera, y ya la había visto antes en un usuario de la Fuerza.<br />
<br />
Ella misma seguía asustada por lo que acababa de experimentar, y parecía muy confusa. Y seguía pilotando, volcándose en la conducción como única manera de mantener la cordura. Pero Ide la veía con otros ojos.<br />
<br />
Ella estaba pilotando ''mediante la Fuerza''. Y también estaba inmersa en un shock emocional.<br />
<br />
Pero ya se encargaría de esto más tarde. Ahora tenía que ver a su padawan.<br />
<br />
==Llegada==<br />
<br />
El tiempo base para llegar era de cuarenta minutos, pero ella consiguió reducirlo a treinta mediante algunas maniobras de dudoso buen gusto, que no produjeron víctimas de puro milagro.<br />
<br />
Poco antes de llegar, Ide vio la columna de humo que surgía del techo hundido de la mansión Wolkan. Fue entonces cuando se empezó a preocupar de verdad.<br />
<br />
Aterrizaron en el mismo hangar donde Ide había aparcado al llegar allí por primera vez, y que era de las pocas partes que conservaba la estructura más o menos intacta. Nadie salió a recibirlos.<br />
<br />
Ide caminó fuera de la nave, con premura pero sin perder la precaución, con el sable de luz en la mano, aunque apagado. Agudizó el oído, no se escuchaban sonidos de combate. Con la Fuerza no podía percibir a Arakosia, pero ella siempre había sido, por naturaleza, difícil de percibir.<br />
<br />
MN-44, con un brazo menos y varias marcas de blaster sobre su torso, se acercó cojeando a Ide.<br />
<br />
-Cielos, ''Emeene''... ¿qué ha pasado aquí?<br />
<br />
-¿Señor Kanor? No puedo verlo bien, mis fotoreceptores están dañados... hemos sido atacados, señor.<br />
<br />
-¿Dónde está Keel? ¿Y Arakosia?<br />
<br />
-El amo Wolkan se ha encerrado en su búnker, y no tiene intención de salir hasta que piense que el entorno es seguro. La chica que lo acompañaba a usted desapareció en el fragor del combate.<br />
<br />
De repente, Ide se acordó de algo más. Cogió su intercomunicador y se lo llevó a la boca.<br />
<br />
-¿Lionel? Lionel, aquí Ide, contesta.<br />
<br />
Un chorro de estática fue la única respuesta. Ide no acababa de tener claro si había percibido la voz de Lionel en medio de la estática, o si había sido su mente, intentando convencerle de que así había sido.<br />
<br />
==Control de daños==<br />
<br />
Marcó en el comunicador el número de Keel. Una voz airada contestó.<br />
-¡Ahora qué!<br />
-¿Ahora qué? ¿Qué está pasando aquí? Me han intentado matar mientras estaba en el gremio de cazarrecompensas... ¿qué significa todo esto?<br />
-¡Que qué significa qué! ¡Han intentado matarme! ¡En mi propia casa!<br />
-¿Sabes quién es el responsable?<br />
-¡Mercenarios, creo! ¡No lo sé! ¡Cuando el que sea quiera reclamar el ''k'shii'', lo sabremos! ¡Mierda! ¡He perdido más de cincuenta esclavos! Por cierto, siento haberte dejado sin piloto.<br />
<br />
A Ide le dio un vuelco el corazón.<br />
-¿Perdona?<br />
-La twi'lek. Lo siento, he activado el código de su implante hace un rato. Ha sido al activar la marea de carne... pero veo que has llegado bien, así que no ha sido un gran contratiempo.<br />
La chica, de pie al lado de Ide, se puso pálida. Con la mirada aturdida, se sentó en el suelo.<br />
-Eh, bueno, ahora tenemos otros asuntos que tratar. Yo, por ejemplo, tengo que encontrar a mi aprendiz. Llámame si necesitas algo, pero por lo que veo sabes cuidarte solo. -Miró a MN-44-. Deberías hacer algo con MN, parece algo dañado.<br />
<br />
-Anda la leche, ¿sigue vivo? Estee... ya lo mandaré reparar cuando salga y tal...<br />
-Descuida. Te veo luego.<br />
Cogió a la twi'lek del brazo y se dirigió a la nave. Cuando llegó a la nave, ella se dejó caer sobre sus rodillas y comenzó a sollozar.<br />
-Disculpa la pregunta, pero... al activar Keel tu implante, ¿no debías haber muerto?<br />
<br />
Ella negó con la cabeza, sin dejar de llorar.<br />
<br />
-Pero Keel piensa que has muerto -ella asintió-. Entonces, si Keel piensa que has muerto, es porque debías haber muerto, pero que algo falló en ese instante. A no ser que algo se me escape -ella asintió-. También, en lugar de asentir sin decir nada, podrías decirme qué pasa. O podemos jugar al juego del jedi que busca la verdad sin que la twi'lek hable.<br />
<br />
==Respuestas==<br />
<br />
Ella se giró a medias, sin atreverse a mirar a Ide a los ojos. Con un hilo de voz contestó:<br />
-¿Je...di?<br />
Ide tuvo un momento de duda, pero luego creyó entender.<br />
-¿Sabes quién soy? -ella negó con la cabeza. Ide sonrió -. ¿Sabes quién es Keel? -ella asintió, con un escalofrío-. Pues te voy a dar una buena noticia: creo que eres una twi'lek libre, sobre todo porque tu amo piensa que has muerto, y tu implante ha fallado cuando él intentó activarlo.<br />
Ella se calmó un poco. Habló con la voz deformada por haber llorado, pero más calmada.<br />
-El implante no falló por eso -dijo en voz baja-. Falló porque Keel no era mi propietario.<br />
-Ahora sí que no entiendo nada. Él piensa que tú has muerto...<br />
-Porque él dio la orden de activar mi implante. Pero como él no era mi propietario, no se activó.<br />
-¿Y a quién perteneces?<br />
-A ti, amo -miró a otro lado, como si no soportara mirarlo a los ojos- Mi código está en tu cristal de pago.<br />
-Entiendo. Osea, que te compré cuando gestionaste el alquiler del carguero, por eso me salió tan caro...<br />
<br />
Ella lo miró extrañada.<br />
<br />
-No, el precio de la nave es correcto. Y es de segunda mano. Mi... coste es un porcentaje pequeño de lo que se gastó en aquella nave.<br />
-¿Segunda mano? ¿Lo he comprado? ¿Te compré a ti y a la nave? - Ide estaba sinceramente sorprendido.<br />
-Y a muy buen precio, si me permite decírselo, amo.<br />
Guardó silencio durante unos segundos.<br />
-Entonces supongo que ya me puedes decir tu nombre.<br />
-Un esclavo no tiene nombre, amo. Puede llamarme como guste...<br />
-Ya, lo que pasa es que tú no eres mi esclava. Te voy a liberar en cuanto sepa cómo quitarte esa cosa de la activación.<br />
-Es que yo no quiero ser liberada -miró a Ide, que la observaba con el desconcierto pintado en el rostro- ¿Libre? ¿Con este cuerpo? ¿En Nar Shaddaa? Ni hablar. Como propiedad, tengo mis derechos.<br />
-Oh, bueno, yo pensaba más bien que te vinieras a Coruscant.<br />
Los ojos de ella se agrandaron con sorpresa, pero no se atrevía a creer.<br />
<br />
==Los detalles después==<br />
<br />
-Bueno -siguió Ide-, los detalles podemos discutirlos después. Ahora necesitaría que me ayudaras a encontrar a mi aprendiz, y de paso a terminar la misión que tengo que hacer aquí.<br />
-Mientras tanto, y según la legislación de Nar Shaddaa, soy de tu propiedad -sonrió-. No puede ser peor que Keel Wolkan -escupió el nombre con desprecio.<br />
-Estoy seguro de que no -dijo, devolviéndole la sonrisa-.<br />
-Y, ahora, ¿cómo puedo serte de utilidad, amo?<br />
-Para empezar podrías dejar de llamarme amo.<br />
-¿Señor, quizá? ¿El nombre de pila? A algunos amos les gusta...<br />
-Ide está bien.<br />
-Ide -repitió ella en voz baja-. Es bonito. Necesitarás un apelativo para denominarme, Ide. Y ahora que soy de tu propiedad, contestaré a todas tus preguntas. ¿Quieres saber cómo me llamaba? ¿Quieres saber qué me gusta en la cama?<br />
<br />
Ide movió los ojos hacia arriba. Le encantaría charlar y animar a la chica, pero ahora tenía algo que hacer.<br />
<br />
-Vamos, me puedes contar todo eso mientras rescatamos a mi ayudante -sonrió, y subió la rampa de acceso.<br />
-Claro, si no he desconectado la energía de la nave -se encogió de hombros- por si había problemas. Pero, ¿hacia dónde vamos?<br />
-Hacia el sitio del que nunca debí alejarme. Al Palacio del Dolor.<br />
Ide vio como un escalofrío recorría la espalda de la twi'lek, pero ésta no dijo nada. Caminó hasta el puesto del piloto, y partieron dejando una estela de humo y vapor.<br />
<br />
==Un trayecto corto==<br />
<br />
La chica parecía haber pensado, inicialmente, que iban al Palacio del Dolor a alojarse. Por eso le contó brevemente lo que había venido a hacer a Nar Shadda, y los problemas que habían surgido con su piloto durante la investigación en el Palacio del Dolor. Le contó además, la sospecha que tenía de que tanto el ataque en el Gremio como la destrucción de la casa de Keel fueran obra de Vima Da'Motta.<br />
<br />
Ella asintió respetuosamente, intercalando comentarios apropiados a la historia de Ide, pero sin hacer ninguna pregunta. Cuando Ide guardó silencio, la escuchó susurrar "marea de carne".<br />
<br />
-Todavía no sé tu nombre -intervino Ide -. El que tenías antes de ser esclava.<br />
-Sira Levora -dijo ella con un tono extraño- Bueno, en realidad es Siral'evora, pero en básico se dice así.<br />
El joven no dijo nada, pero sonrió.<br />
<br />
==De nuevo en el Palacio del Dolor==<br />
<br />
La masa piramidal que era el Palacio del Dolor volvió a aparecer en la distancia. Por alguna razón, bajo el sol parcialmente eclipsado que empezaba a ponerse, bajo el cielo rojizo, a Ide le pareció aún más amenazador que la primera vez que lo vio.<br />
Una protrusión del edificio, cerca de la cima, se extendió para recibirles. Este, comprendió Ide, es un hangar de lujo.<br />
<br />
Bajaron de la nave, y un hombre enfundado en un traje formal los recibió con un ademán moderado y una sonrisa comedida.<br />
-¿Ide Kanor? -dijo educadamente.<br />
-En efecto. Cuánto honor, no sabía que tendría recepción oficial -dijo Ide, con un tono algo ambivalente entre lo formal y el sarcasmo.<br />
-Por supuesto, señor. Es usted un cliente importante. ¿Desea que lo conduzca a sus aposentos? El trayecto puede resultar complicado...<br />
-Entiendo.<br />
-La señora DaMot'ta lamenta no poder recibirlo en persona, pero estará encantada de cenar con usted esta noche en la Joya Gloriosa. Puede, mientras tanto, retirarse a sus aposentos, o disfrutar de nuestra muy variada oferta en ocio y restauración. Los pozos de carne, en concreto, son exquisitos.<br />
-Gracias, creo que esperaré en mi habitación. Por cierto, ¿cómo es que me esperaban? -preguntó, despreocupadamente.<br />
-Todos nuestros clientes tienen incluído un punto de desembarco con el precio de la habitación, señor. Y yo mismo tengo la labor de recibirle a usted y de proporcionarle cualquier información o servicio que pueda necesitar -sonrió enigmáticamente.<br />
<br />
Ide le devolvió la sonrisa. Aunque no tenia claro a qué venía tanto protocolo, se hacía una ligera idea. En cualquier caso, prefirió no preguntar más.<br />
<br />
El hombre, con un lenguaje corporal a medio camino entre el mayordomo y el ayuda de cámara, hizo un ademán que indicaba "sígame, por favor", y se dispuso a guiarlo hacia su habitación.<br />
<br />
El trayecto fue sorprendentemente corto y visualmente agradable. Ide reconoció los símbolos en la puerta de la habitación, aunque (reflexionó) no estaba del todo seguro de poderlos trazar si quisiera.<br />
<br />
==Indagaciones e invitaciones==<br />
<br />
En el interior, Ide se encontró de nuevo con la considerable extensión de espacio que era la habitación doble, decorada con notable buen gusto, con los hologramas de las paredes mostrando una tarde agradable en Alderaan. El selector holográfico se activó al entrar Ide por la puerta, mostrando de nuevo a la misma mascota humanoide que le había dado la bienvenida en la ocasión anterior.<br />
<br />
-¡Hola de nuevo, señor! -saludó con voz animada- ¡Me alegro mucho de volver a verle!<br />
-Hola, Kenter.<br />
-¿Hay algo que pueda hacer que su estancia resulte más agradable?<br />
-Pues me gustaría que comprobaras si la chica que me acompañaba ayer ha vuelto al hotel.<br />
-Veré lo que puedo hacer, señor -se volvió, mientras parecía concentrarse unos instantes-. Ahora se encuentra inscrita entre el personal de la Señora del Dolor. Pendiente de terminar cuidados médicos. Pendiente de evaluación física. Pendiente de asignación de destino -dijo en tono monocorde- ¿Desea alguna otra cosa, señor?<br />
-El... ¿personal, has dicho? Me gustaría verla, si fuese posible -dijo Ide, intentando mantener el tono educado.<br />
-Por supuesto, señor -dijo Kenter, servicialmente. Su imagen se difuminó, y se convirtió en la de una habitación espaciosa, llena de máquinas, donde tres droides médicos trabajaban afanosamente en Arakosia, que parecía ser la única paciente. Ella permanecía inconsciente, en el interior de una especie de cámara bañada con luz o líquido (la imagen era poco clara) de color dorado.<br />
<br />
-¿Y cuándo dices que ingresó aquí? -siguió Ide.<br />
-Me temo que esa información no la conozco, señor -reflexionó un instante- Supongo que hace poco, porque la evaluación física, asignada como tarea pendiente, es una de las primeras cosas que se realizan cuando alguien entra a formar parte de nuestra pequeña familia -sonrió.<br />
-Bueno, entonces me gustaría hablar con alguien responsable del nuevo personal. No entiendo por qué mi acompañante ha ingresado como miembro del hotel.<br />
-¿Holopresencia, señor? ¿O desea una entrevista en persona?<br />
-En persona, por favor -Ide estaba haciendo un esfuerzo por mantener la compostura-. Es un tema delicado, no entiendo qué está pasando aquí.<br />
-Comprendo -asintió el holograma animado-. Me temo que eso tardará un poco más. Nuestro hogar es un lugar grande...<br />
-Supongo que podrá ser antes de la cena.<br />
-Por supuesto, señor. Serán entre veinte y veinticinco minutos.<br />
-Estupendo. Esperaré aquí.<br />
<br />
Kenter no se desvaneció.<br />
<br />
-Parece contrariado, señor. ¿Hay algo que pueda hacer por usted? ¿Licor, especia, mujeres?<br />
-No, gracias, Kenter -interrumpió Ide-. Esperaré aquí hasta que pueda entrevistarme con el responsable del ingreso de Arakosia.<br />
-Como desee, señor. Permaneceré atento, por si necesita algo -se desvaneció.<br />
Ide se dirigió a la cama, y sin musitar una palabra más, adoptó postura de meditación. Necesitaba atar cabos, aunque todo apuntaba, cada vez más claramente, a que detrás de esta jugada estaba la misma Vima Da'Motta.<br />
<br />
==Espera, meditación==<br />
<br />
Ide cerró los ojos, y dejó su mente tan en calma como le fue capaz. Intuía que probablemente un jedi más experimentado lo lograría con mayor facilidad, pero al final consiguió aquietarse lo suficiente. O eso creía.<br />
Dejó vagar su percepción hacia el pasado, guiándola con suave firmeza al momento en el que creyó percibir la presencia de Arakosia, cuando estaba en aquel hangar...<br />
''...se vio a sí mismo, de pie junto a la nave que en aquel momento pensaba alquilada, el alienígena recién desintegrado, algunas de sus moléculas aún en el aire, y la sensación de vibrato que le llegaba desde la distancia. Ahora lo identificaba. Era la impronta de Arakosia en la Fuerza. Aun inconsciente, se había sentido en peligro. Y lo que había estado a punto de percibir no era sino el vínculo maestro-aprendiz, que él conocía tan bien... desde el lado del aprendiz.'' Seguramente la próxima vez que lo percibiera sería capaz de identificarlo con mayor precisión.<br />
...con la facilidad de la práctica, fluyó hacia adelante para ir al punto en el que el mercenario había tomado a Sira como rehén. ''Ella estaba llorando y temblando, y de repente...''<br />
Ide estudió sus recuerdos centésima a centésima.<br />
''...ella había cerrado los ojos con fuerza, y se había estremecido de puro pánico. Y la Fuerza había respondido. La explosión había brotado de ella. Y la expresión de su cara... no se lo esperaba, ni lo comprendía.'' Y seguía aterrorizada. Pero era una usuaria de la Fuerza, sin ningún género de dudas. O, mejor dicho, tenía el ''potencial'' para serlo.<br />
Justo cuando Ide iba a dirigir sus pensamientos a su aprendiz, aún en la sala de reconocimiento, llamaron a la puerta. Abrió los ojos.<br />
-Adelante -dijo, sin moverse, aún en pose de meditación.<br />
<br />
==Recursos Humanos==<br />
<br />
El que entró en la habitación había sido un hombre en otros tiempos. Ahora parecía más máquina. Tanto su ojo derecho como gran parte de su cráneo y su brazo izquierdo eran robóticos. La expresión de su cara era de hastío, pero sus modales eran impecables. Hizo un ademán pidiendo permiso antes de entrar en la habitación, y una vez dentro no se sentó hasta que Ide se lo hubo indicado. Aun así, inclinó levemente la cabeza antes de sentarse.<br />
<br />
-Cuénteme -dijo, sin más.<br />
-Entenderá -siguió Ide, con la misma claridad con la que él había empezado- que me encuentre algo extrañado por lo que ha sucedido. Mi acompañante ha sido ingresada en su hotel como miembro del equipo - enfatizó la última palabra-, según me ha podido informar el asistente holográfico.<br />
-Me temo que no comprendo de quién está hablando. ¿Podría ser un poco más específico, por favor?<br />
-Arakosia. La joven humana que tienen actualmente en observación médica.<br />
-Ah, sí. La hemos adquirido esta misma tarde a muy buen precio, a unos tratantes de esclavos de plena confianza -sus ojos se quedaron fijos un momento, como si mirara a algo muy lejano- Así es como ha entrado a<br />
formar parte de nuestro personal -su mirada recuperó parte de la viveza perdida- ¿Desea algo más?<br />
-Bueno, a ser posible, saber quién les ha vendido a mi aprendiz, la misma que era una humana libre esta misma tarde antes de que la secuestraran de donde estaba alojada.<br />
-Shawman&K'Rtahn, tratantes. Le puedo dar su dirección o su código de comunicador, si lo desea.<br />
Ide tomó aire.<br />
-Aunque claro, supongo que bajo las leyes de Nar Shadda, este individuo tendrá plena potestad sobre lo que haya ''adquirido'' al destruir y arrasar la casa Keel Wolkan, que es donde estaba Arakosia recuperándose. Y que, ahora que la ha vendido, no tiene potestad sobre ella. Y que cortarle la cabeza no anularía la transacción. ¿Me equivoco mucho? -Ide estaba considerablemente molesto por esta, por decirlo de alguna forma, ''inconveniencia''.<br />
-Su análisis de la situación es correcto, señor -su mirada se volvió reflexiva-. Aunque usted recuperaría parte del k shii perdido. Si lo desea, podemos venderle una esclava similar, de perfil guardaespaldas-concubina, un poco más joven...<br />
-No, no es sustituible. Necesito recuperar a Arakosia.<br />
-Si desea recuperar a esa chica en concreto, me temo que el asunto excede a mis competencias. Yo sólo manejo al personal existente, no tengo ningún papel en la entrada o salida de personal.<br />
-¿Tengo que hablar entonces con su superior?<br />
-Supongo que eso tendría que discutirlo con la señora Vima DaMot'Ta. Suele ser complicado, ya que no concede citas, pero... supongo es que es usted afortunado, ya que tiene una cita concertada con ella esta<br />
noche.<br />
-Me imaginaba que tendría que hablar directamente con ella. Le agradezco su ayuda.<br />
-¿Desea algún servicio que le ayude a hacer pasar el tiempo con mayor velocidad mientras espera?<br />
-No, gracias. Tengo un par de asuntos que resolver antes de la cena.<br />
-Entonces me retiro a mis quehaceres -dijo el cyborg, mientras se levantaba.<br />
-Muchas gracias por su atención.<br />
<br />
==Comunicándose con Keel==<br />
<br />
Ide se despidió del tipo, y sin dilación marcó el número de comunicador de Keel Wolkan. Tardó en contestar, y cuando lo hizo no había imagen, sólo una voz que parecía llena de dolor. O de droga.<br />
-Nnhh...-dijo la voz-que-parecía-de-Keel<br />
-Shawman&K'Rtahn. ¿Te suena ese nombre? -dijo Ide, obviando el estado de Wolkan.<br />
-¿Mmm? ¿Kanor?<br />
-Sí. Shawman&K'Rtahn. Han vendido a mi aprendiz a Vima Da'Motta. No sé si estás lo suficientemente lúcido como para atar cabos.<br />
-Una pareja de tratantes. Mi competencia más directa -suspiró-. ¿Qué quieres saber?<br />
-Cómo que qué quiero saber. Lo que te quiero decir es que deben haber sido ellos los que atacaron tu casa, si se han apoderado de mi aprendiz para venderla.<br />
-Ya... -dijo, con poca decisión- Debería haberlo supuesto -parecía dubitativo- Em... pues gracias por el dato, tio.<br />
-Lo que me gustaría saber es por qué sabían que yo estaba en Nar Shadda, y por qué me seguían. Me atacaron al mismo tiempo ocho mercenarios. ¿Tienes algo que contar, Keel?<br />
-Yo... no te comprendo... Tras la exhibición que hicísteis, supongo que bastante gente con el potencial de atacarme sabría de vuestra existencia...<br />
<br />
Ide se quedó bloqueado un momento.<br />
<br />
-Mierda -soltó.<br />
-Yo estoy intentando olvidar todo este asunto a base de especia rosa... -suspiró de nuevo- la especia rosa es buena...<br />
-Supongo que no arreglará nada que descabece a estos dos tíos. Al menos, no me devolverá a Arakosia.<br />
-Bueno, si vas y le dices a todo el mundo que lo haces de mi parte, te daré dos mil gubor. Piénsalo.<br />
-Tanto kshii por dos mil gubor... sabes negociar, Wolkan.<br />
-Bueno, me pareció una oferta justa...<br />
-Me lo pensaré, pero no me interesa el dinero. Me interesa mi aprendiz. ¿Cómo de poderosos son estos tipos?<br />
-Eh... pues más o menos como yo...<br />
-Gracias por la información. Te dejo, tengo que hacer un par de cosas antes de cenar. Cuidate, Wolkan.<br />
<br />
Miró las paredes de su habitación. Se maldijo por haber dejado sola a su aprendiz. Pero maldecirse no iba a arreglar nada, así que se fue a la Flor Esquiva. Ya que no podía hacer nada hasta hablar con Vima Da'Motta, al menos recogería toda la información que pudiera.<br />
<br />
==Regreso a la Flor Esquiva==<br />
<br />
Al parecer, en el Palacio del Dolor era tremendamente fácil llegar al lugar donde uno quisiera ir, o así se lo pareció a Ide.<br />
Llegó a la Flor Esquiva, que parecía estar bastante más animada que la otra vez. Aunque claro, la otra vez había sido por la mañana temprano. Seguía oliendo vagamente a especias, y seguía siendo rica en sofás, pero la música que tocaba Oloruu era más vivaz, y había prácticamente una persona (o pareja, o pequeño grupo) en cada sofá. También flotaba en el ambiente una cierta sensación plácida, no exenta de un extraño regusto amargo.<br />
<br />
Delia hizo un gesto de reconocimiento desde la barra. Comenzó a llenar un vaso con vino de Alderaan y esperó a que Ide y Sira se acercaran a hablar con ella.<br />
<br />
-Parece que no me voy a librar de hablar con tu jefa -dijo él, mientras tomaba asiento. Ella hizo un gesto de simpatía indeterminada.<br />
-Hablar no compromete a nada -dijo ella. Dejó pasar un par de segundos-. ¿Has encontrado al androide ese que buscabas?<br />
-No, pero tengo alguna pista. El problema es que en el camino he perdido a mi aprendiz. La han secuestrado y vendido. Adivina quién es su nueva dueña.<br />
-¿La Señora del Dolor, quizá?<br />
-Bingo. Unos tipejos atacaron la casa donde estaba... descansando. Keel Wolkan, no sé si te sonará.<br />
<br />
Se mostró levemente sorprendida.<br />
<br />
-Em... sí, es relativamente conocido.<br />
-Pues le han asestado un buen golpe.<br />
-Mala cosa... es una rata cobarde y cruel, muy capaz de usar a sus esclavos como campo de minas... pobres chicas.<br />
-Ah, a eso se refería con lo de marea de carne...<br />
-Sí, a eso. Se implanta un explosivo un poco más potente, y se hacen detonar los esclavos más cercanos a tu enemigo -comentó en un tono distante, pero asqueado- ...pobres chicas... -repitió mientras miraba a Sira con una huella de dolor compartido.<br />
-Una se salvó. La que me dejó como piloto. La compré sin querer -dijo Ide, intentando desviar el tema mientras Sira se ruborizaba en verde oscuro y apartaba la mirada.<br />
-Le salvaste la vida, tú -sonrió-. ¿No hay una tradición de cuidar de las vidas que uno salva? ¿O era al revés?<br />
-No lo sé. Mi orden nos insta a proteger a los desamparados, siempre que sea posible -el jedi sonrió, siendo consciente de lo que Delia estaba pensando.<br />
Delia le devolvió la sonrisa, con una calidez que no había visto a ningún nativo de Nar Shaddaa.<br />
-Te entiendo -no dijo nada más. Parecía tocada por sentimientos profundos, y siguió limpiando el vaso durante medio minuto, sin decir nada ni mirar a Ide directamente.<br />
<br />
Ide estuvo a punto de contarle que pensaba negociar con Vima para liberarla, y que pensaba que iba a ser difícil puesto que parecía valiosa, pero pensó que era mejor pasar por algunos temas de forma tangencial.<br />
<br />
-Creo que han cogido a Lionel -dijo, mirándola fijamente.<br />
Ella frunció el ceño.<br />
-No debió haberse quedado tanto.<br />
-Lo mandé a orbitar con la nave. Pero parece que no fue suficiente. No me contesta, y eso es mala señal -miró su vino. En cierto modo, se sentía responsable.<br />
-No sabría decir... a mí nunca me contesta -dijo con rabia.<br />
-Bueno. La gente cambia. Las cosas cambian. Hace tres horas mi aprendiz era mi aprendiz y ahora es una esclava de Vima. Esta noche puede que sea diferente.<br />
-Me pregunto para qué la querrá. ¿Ella era el objetivo de una operación completa o sólo fue un extra?<br />
-Digamos que... anoche... se hizo valer. Hizo una exhibición en casa de Keel. Llamamos la atención -ella hizo un gesto de sorpresa-. Fui un tonto. Nos siguieron la pista, y atacaron en casa de Keel. Ocho<br />
mercenarios me atacaron a mí mientras estaba en el Gremio de Cazarecompensas. Yo pude deshacerme de ellos, pero mi aprendiz no -levantó la mirada. No supo decir si estaba preocupado o la echaba de menos,<br />
pero no se permitió pensarlo mucho.<br />
Delia pareció acordarse de algo de repente. Extrajo un pequeño visor plano de un lateral de la barra y lo giró para que sólo pudieran verlo Ide y ella.<br />
-Un momento -dijo mientras manipulaba unos controles-. Apareció la imagen de Arakosia desnuda, haciendo girar su espada a gran velocidad para destrozar una oleada de fruta. Se notaba que la imagen se estaba desarrollando a cámara lenta en la velocidad a la que caían los trozos de fruta una vez cortados.- ¿Esta es ella?<br />
<br />
Ide no dijo nada durante unos momentos.<br />
<br />
-Debí habérmelo figurado -dijo con amargura-. Debo ser el jedi más tonto de toda la Orden.<br />
<br />
-Bueno, esto responde a mi pregunta anterior -dijo ella, sin hacer caso al comentario de Ide-. Ya sabemos para qué la quiere Vima.<br />
-Tiene todo el sentido.<br />
<br />
En un instante, Ide pasó de la frustración a la esperanza. "Lo que Vima no sabe es que eso no era Arakosia moviéndose, sino la droga actuando". Y justo cuando terminó la frase mental, se dio cuenta de lo que haría Vima si supiera que era la especia roja la que la hizo canalizar la Fuerza así.<br />
<br />
-Pues claro que lo tiene. La quiere para el Hak'un Shapp.<br />
<br />
Ide abrió mucho los ojos y habló con una pesada y profusa determinación.<br />
<br />
-Ya sé lo que voy a hacer. Sira, quédate aquí -ella asintió.<br />
<br />
Se despidió de Delia y se dirigió a su habitación.<br />
<br />
==Tratos con Fenel Fodel==<br />
<br />
Apenas hubo abierto la puerta, Kenter se volvió a materializar:<br />
-¡Saludos, noble señor! ¿Cómo puedo hacerlo más feliz?<br />
-Holocomunicación con el responsable de personal -dijo sin casi dejar terminar a Kenter-. El tipo que vino antes y ni siquiera se presentó.<br />
-Su nombre es Fenel Fodel. Lo llamaré en seguida.<br />
<br />
Tras unos diez segundos, la cara del ciborg apareció en el holocomunicador.<br />
<br />
-Necesito que me hagas un favor.<br />
-Dígame su problema y veré qué puedo hacer.<br />
-¿Tiene Arakosia ya el implante?<br />
-Me temo que los informes médicos relativos al personal son privados, señor.<br />
-Entiendo que es un no -se aventuró a decir-. Si oficialmente fuera una esclava, no tendrías problema en comunicarlo -hizo una pequeña pausa.<br />
-No tengo ningún problema en comunicarlo, más allá de la incomodidad que a veces supone para un cliente encontrarse a nuestro servicio a un... antiguo conocido -hizo un gesto de incomodidad-. Pero no se confunda. Es nuestra.<br />
-Necesito que postpongas la inserción. Sólo hasta esta noche, después de que negocie con Vima.<br />
-Mi deber es implantarla cuanto antes, si los informes médicos son favorables. Aunque la naturaleza de mi trabajo incluye cierta... flexibilidad a la hora de estimar parámetros intangibles, como la naturaleza favorable de un informe técnico -pareció concentrarse durante un instante-. Sin embargo, la Señora del Dolor parece haberse tomado un interés personal en este caso, y no creo que viera una... dilación intencionada por mi parte con buenos ojos. Representaría para mí un riesgo considerable.<br />
-Cuánto quieres -preguntó Ide con apenas entonación interrogativa.<br />
-No quiero dinero. Quiero irme de Nar Shaddaa.<br />
-Cuánto vales -repuso, como si la primera pregunta no hubiera existido.<br />
-Soy un agente libre, pero me retienen... compromisos ineludibles. Necesito que me saque de aquí alguien a quien no le importe la ira de Vima.<br />
-Uhm -Ide se quedó dubitativo. Algo pareció endurecerse en Fenel Fodel-. A mí no me importa, mientras consiga lo que he venido a buscar -el ciborg se relajó nuevamente, y esbozó la más mínima de las sonrisas. Asintió. -Será sólo una hora. Voy a ver a Vima en la cena, y tras la cena todo estará resuelto. De una manera u otra -sentenció.<br />
-Ten cuidado -dijo mientras asentía sobriamente.<br />
<br />
==Dinero y datos==<br />
<br />
Cuando se despidieron, Ide se dirigió a Kenter.<br />
<br />
-Kenter, ¿podrías comprobarme cuánto dinero queda en este cristal? -dijo Ide, mientras introducía el cristal en la ranura disponible.<br />
-¡Por supuesto, señor! -dijo con una cordialidad que a Ide comenzaba a cansarle- En este momento cuenta con 22714 gubor y 170 fleber.<br />
-Ahá. ¿Y sabes cómo anda el cambio medio de Gubor-Sgin?<br />
-El cambio medio oscila, señor, pero más o menos seis sgin hacen un gubor. Por supuesto, la tasa de cambio es tremendamente variable, y ya que muchos de los cambios de moneda se hacen electrónicamente, las tasas de cambio con varios decimales no son extrañas.<br />
<br />
"''Parece entonces que Sira hizo efectivamente un buen trato con la nave''", pensó Ide cuando hizo cuentas mentalmente. El carguero había costado unos 1.600 gubor. La realidad es que Ide no tenía muy claro cuánto significaba esa cantidad, pero lo que sí le pareció era que le quedaba una proporción bastante buena de dinero.<br />
<br />
De repente se acordó de Sira. Cogió su comunicador y escribió un mensaje. "Vete a la Flor Esquiva. Allí encontrarás a Delia. Dile que eres la que se salvó, y espérame allí. Lo que necesites comer y beber lo pagaré yo." <br />
Entretanto esperaba que llegara la hora de la cena decidió bajar a ver, en persona, qué era eso del Hak'un'Shap. Se quedó parado un segundo, y con decisión, salió por la puerta.<br />
No dio ni dos pasos cuando se dio cuenta de que no sabía dónde ir. Suspiró.<br />
<br />
-Kenter -dijo, con pesadumbre. Kenter tenía lo mismo de útil que de irritante.<br />
<br />
-¿Sí, señor?<br />
<br />
-¿Podrías decirme por favor dime dónde se celebra el Hak'un'Shapp?<br />
<br />
-Se celebra en los niveles 1 a 50, señor. Se pueden seguir los encuentros desde cualquier consola del hotel, y también se puede apostar desde cualquier lugar.<br />
<br />
-Gracias, pero prefiero verlo. Además, así veo si conozco a alguno de los participantes.<br />
<br />
-Nadie lo ve con sus propios ojos, señor, excepto los participantes. Los niveles 1 a 50 están llenos de cámaras para retransmitirlo todo con la mayor fidelidad. En cuanto a la identidad de los participantes... no veo en qué es diferente verlo en vivo de ver una holografía con detalle 1:1. ¿Desea rastrear a algún participante en concreto?<br />
<br />
-Pues la verdad es que conozco a Morg. No me importaría verlo.<br />
<br />
-¿Desea saber qué tal le va, señor? ¿O prefiere el holograma que se hizo al inscribirse?<br />
<br />
-Muéstrame ambos.<br />
<br />
-Por supuesto -dijo Kenter.<br />
<br />
De inmediato se activó un holoproyector en la pared opuesta a la cama, mostrando un droide bastante alto y ancho, de unos dos metros y medio. Permaneció unos segundos así, y luego sus extremidades se desplegaron, para llegar a medir tres mertos y medio. Transmitía una sensación de ser grandote e inofensivo que (como bien sabía Ide) no se correspondía con la realidad.<br />
<br />
La imagen se desvaneció, para dar paso a una representación seudobidimensional, que mostraba a Morg en una habitación. Un rótulo bajo la escena decía: "¡Momentos estelares de Morg!"<br />
<br />
La cámara giró para mostrar a un alienígena peludo y grandote, con brazaletes de esclavo, que llevaba una especie de vara, de punta energética. El alienígena fintó un par de veces, antes de que Morg consiguiera coger la vara con su articulación extendida. La retrajo con un movimiento brusco, y el alienígena chocó contra el droide. Se golpeó y cayó al suelo. Morg lo pisó sin mucho énfasis en la cabeza, que se deshizo.<br />
<br />
Corte de escena. Morg está en una posición de pelea, con un brazo extendido, y un humanoide envuelto en lo que parecen ser vendajes carga contra él, aparentemente desarmado. De repente, el homanoide extrae un sable de luz e intenta cortarle una extremidad a Morg. Éste retrae la extremidad y salta hacia atrás, mientras se extienden varios apéndices de su cuerpo metálico. Uno de los apéndices estalla, llenándolo todo de humo. La imagen cambia a termográfico. El humanoide gira sobre sí mismo para defenderse de algo, vuelve a girar. Un brazo de droide, muy frio, lo apresa de los dos brazos y se los arranca. Luego coge su cabeza y la aprieta de forma rápida y desapasionada, haciendo que estalle.<br />
<br />
Ide hizo memoria, para intentar recordar si había oído de algún Jedi que fuera a Nar'Shadda últimamente y que hubiera muerto. No le sonaba. Aunque, claro, hacía menos de un mes que había regresado al Templo.<br />
<br />
-¿Quién era el del sable, Kenter? -preguntó Ide.<br />
-Exen Nithan. Proviniente de Korriban. Profesión reconocida: asesino. Cazarrecompensas. Iba muy bien en los preliminares. Hasta ese momento, claro.<br />
-¿Cómo va Morg?<br />
-Subiendo en la clasificación, señor. No tiene demasiados fans, pero tampoco tiene demasiados enemigos. Probablemente se clasifique para el Hak'un'Shapp.<br />
-Quisiera que le dejaras un mensaje de mi parte.<br />
-Puedo ponerlo en su cuenta, señor, pero no le garantizo que lo vaya a leer. La cantidad de mensajes que reciben los participantes es astronómica. Aunque, claro, dada la naturaleza robótica de Morg...<br />
-Seguro que le interesa lo que tengo que decirle. Te dicto.<br />
<br />
==Mensajes==<br />
<br />
Sobre la nariz de Kenter aparecieron unas pequeñas gafas. En sus manos apareció un pequeño datapad.<br />
-Asunto, Garin. Remitente, Kanor, de Coruscant. Mensaje -Ide se paró unos segundos, para pensarse bien el texto-. Sé por qué estás haciendo esto. Conocí a su padre. Tuvo problemas y huyó de Coruscant. Me pidió que cuidara de él. Te busqué en Horuz, pero habían saboteado tu secuencia de emergencia y acabaste aquí. -Se paró, no sabía si seguir dando detalles o dejarlo para cuando respondiera-. Este es mi buzón. Espero tu respuesta.<br />
-Ya está enviado, señor.<br />
-¿Está luchando ahora?<br />
-No, señor. Descansando. Gasta casi todos sus hak en "tiempo privado". Eso es una mala táctica, porque sus fans preferirían verlo... Ya tenemos respuesta al mensaje.<br />
<br />
Ide sonrió. Sabía que no tardaría en responder.<br />
<br />
-Léemela.<br />
-"Introduzca código de anulación". Ni remite, ni asunto...<br />
<br />
Entonces recordó que Tu'Ala le había dado las coordenadas, pero no un código de anulación. Si había cambiado el destino, con toda probabilidad había cambiado el código. Ide sacó su hololibro, para abrir el canal seguro para hablar con el Templo.<br />
<br />
Uno de los (ya familiares para Ide) ayudantes informáticos apareció en pantalla. Era 3-Tru, el especialista en seguridad.<br />
<br />
-Saludos, 3-Tru. Necesito mandar un mensaje a la expadawan Tu'Ala.<br />
<br />
-¿Mensaje, no comunicación directa? -dijo en tono profesional.<br />
<br />
-Mensaje.<br />
<br />
-Tecléelo en su interfaz.<br />
<br />
Ide escribió. "Los he encontrado. El robot tiene un código de desactivación. Espero que se te ocurriera cambiarlo y que te acuerdes. Contactar con Garin será más complicado." Pensó unos segundos, y escribió otro párrafo. "Espero que estés bien. De verdad. Iré a verte cuando pueda." Y envió el texto.<br />
<br />
La respuesta llegó cinco minutos después:<br />
<br />
"Te daré el código a cambio de una promesa solemne, por tu vida, tu honor de jedi y la Fuerza que lo sostiene todo."<br />
<br />
Respondió. "Como pudiste ver, soy un jedi de palabra. Habla."<br />
<br />
"Quiero que me prometas, por lo anterioremente dicho, que cuando vengas a verme tendremos sexo. Relaciones sexuales completas."<br />
<br />
"Pensaba que me ibas a pedir algo complicado de hacer."<br />
<br />
"Es algo muy complicado, si el otro no quiere. No puedo tomarlo ni exigirlo, sólo pedirlo."<br />
<br />
"Por mi vida, mi honor de jedi y por la Fuerza que todo lo sostiene, tienes mi palabra, y la convicción de que no supondrá esfuerzo alguno." Ide sonrió al escribir esto, pero lo envió así.<br />
<br />
"Contaré las horas. Desde ahora me declaro en abstinencia, hasta que nos veamos :D ."<br />
<br />
Ide esperó que el canal no estuviera vigilado. Aunque, dado su historial, no era de esperar que nadie en el Templo se alarmara.<br />
Kenter permanecía erguido, alerta, en espera de más órdenes. Para variar, estaba callado. Ide se quedó pensando unos segundos. No sabía si enviar el código ahora, o hacerlo después. Y, en cualquier caso, no sabía lo que pasaría cuando introdujera el código.<br />
<br />
-Kenter, ¿sabes si Morg tiene algún combate hoy?<br />
<br />
-Nadie lo sabe, señor -repuso el hombrecillo, con cara de circunstancias-. Como ya le he dicho, gasta casi todos sus hak en "tiempo de privacidad". Y dada su naturaleza robótica, tampoco gasta mucho en mantenimiento... así que el momento de su siguiente combate es entre ahora y dentro de veintiocho horas.<br />
<br />
-Bien. Necesito que le envíes otro mensaje.<br />
<br />
-Será un placer, señor.<br />
<br />
-Mismo asunto que el anterior. Escribe. "Tengo el código, pero necesito asegurarme de que Kurel estará bien. ¿Qué harás cuando se desactive la secuencia de emergencia?".<br />
<br />
Cuando vio el mensaje escrito, tuvo la vaga impresión de que la respuesta sería "Introduzca código de anulación", sin remite, ni asunto.<br />
<br />
-Ya hay respuesta, señor. La leo: "El estado de salud de Kurel está al noventa y siete por ciento, y me encuentro en disposición de afirmar que permanecerá entre el noventa y cinco y el cien por cien; al menos en las próximas seis semanas. Introduzca código de anulación."<br />
<br />
Ide no sabía si anular la secuencia de emergencia ahora. O esperar a tener resuelto lo de Arakosia. Y lo de Delia. Y lo de Lionel. Quizás podría presionar a Vima, si tuviera control sobre Morg.<br />
<br />
-Responde, Kenter. "No has respondido a mi pregunta. Qué pasará con Kurel, y contigo, cuando introduzca el código. Y en cualquier caso, no te voy a enviar el código por una red no segura. Te lo daré en persona. Supongo que habrás sido lo suficientemente listo como para rastrear desde dónde te he enviado este mensaje."<br />
<br />
-"Remitente irrastreable debido a la configuración del sistema. Respuesta a la pregunta planteada excede parámetros de seguridad. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide dictó a Kenter de nuevo. "Habitación [...], en el Palacio del Dolor. No transferiré el código por una red privada. Si no piensas venir, proporcióname un buzón de la HoloRed donde pueda mandarte el código."<br />
<br />
"No dispongo de acceso a HoloNet. No puedo abandonar el Hak'Un Shapp."<br />
<br />
Ide no se fiaba de que alguien estuviera vigilando las comunicaciones, y que, intencionadamente podría intervenir el mensaje y no permitir que llegara a Morg. Por eso, intencionadamente, envió un código erróneo.<br />
<br />
-Kenter, envía la siguiente secuencia. -Dictó el código, errando en algunos números a propósito. Si Morg respondía, sería prueba inequívoca de que le había llegado el mensaje.<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Miró la respuesta algo atónito. No tenía ningún sentido que se bloqueara el sistema tras un intento erróneo. Aunque al menos sabía que nadie estaba interviniendo el canal.<br />
<br />
-Kenter, envía otro mensaje. -Esta vez, dictó el código correctamente, y lo repasó dos veces-. Además, crea un alias oculto en el remitente. Habrá bloqueado la anterior dirección.<br />
<br />
Cuando llegó el siguiente mensaje, Ide lo contempló, sin acabar de creérselo:<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la mente de Ide. ''A lo mejor no era Morg'' el que estaba enviando los mensajes de "Código incorrecto". Envió una tercera clave, ligeramente modificada respecto de la correcta que le había enviado Tu'Ala. Además escribió a la chica por el canal abierto en su Hololibro: "¿Estás segura de que esa es la clave?".<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
==Seguridad hutt==<br />
<br />
El mensaje de Tu'Ala tardó un poco más en llegar: "Claro, por supuesto, yo misma lo cambié. Es culpa de alguien pequeño y rojo. Tendrás que decírselo en persona, antes de mañana por la tarde."<br />
<br />
Respondió a Tu'Ala. "¿Alguien pequeño y rojo? ¿Mañana por la tarde? ¿Qué tiene que ver eso con el código que Morg ha rechazado?"<br />
<br />
"Sabes, no puedo ajustar mis visiones proféticas desde aquí. Por el ysalamiri, sabes. Hablo de memoria, esto es algo que vi una vez. Pero creo que no es Morg el que está rechazando el código."<br />
<br />
"''Estupendo''", pensó Ide, "''ahora además de alguien interfiriendo la comunicación tenemos una visión profética''".<br />
Abrió su Hololibro de nuevo. Escribió un pequeño programa, de apenas diez líneas de código, que generaba variaciones del código de seguridad. Lo conectó a la consola de Kenter.<br />
<br />
-Kenter, envía la salida de este programa a ''Morg''. Cada diez segundos. Una clave por mensaje.<br />
<br />
"''Si quieres tener la clave, vas a tener que encontrarla entre todas las que vas a recibir, y luego discutirlo con Morg''", pensó.<br />
<br />
Desde Kenter manó una especie de murmullo, al comenzar a mandar variaciones del código. Al mismo tiempo, con una voz muy suave le dijo a Ide: "Esta es una tarea infinita, señor..."<br />
<br />
-No te preocupes, no durará mucho -dijo Ide con una media sonrisa-. Envía unos cuantos mensajes más, luego aumentaremos la frecuencia. Cuando haya enviado unas cuatro mil claves, será suficiente.<br />
<br />
-Sí, señor -dijo Kenter, con voz cansada.<br />
<br />
-Si enrutas mi Hololibro al sistema de mensajería, yo mismo puedo configurar los envíos, y no tendrás que dedicar procesador a esta tarea.<br />
<br />
-No... autorizado... no se preocupe por mí, señor.<br />
<br />
Ide comenzó a escribir en su hololibro, modificando el programa.<br />
<br />
Kenter se sentó, y tenía la expresión perdida. Cuando volvió a hablar, su voz era casi inaudible:<br />
<br />
-Cuatro... mil... claves... será... suficiente...<br />
<br />
Ide cambió el límite, y la cara de Kenter se congeló en un rictus de horror. Modificó el programa para que siguiera generando claves, cada vez con más frecuencia. Si conseguía saturar el buffer de Kenter... quizá...<br />
<br />
Diez segundos más tarde, la imagen de Kenter se inmovilizó. Seguía sentado, con la mirada perdida; e Ide se dio cuenta de que estaba perfectamente inmóvil. Probablemente al saturarse el buffer había sobreescrito algún otro sector de memoria, conjeturó Ide. En cualquier caso, estaba claramente fuera de combate. Intentó entonces acceder directamente a la red privada de comunicaciones, y descubrió que la IA era responsable de la seguridad de red de la habitación, que había caído.<br />
<br />
Ide accedió sin ningún problema. Por otra parte, debía haber centenares, o miles, de IAs similares a Kenter, cada una controlando una zona específica. Probó a marcar un mensaje dirigido a Morg, con otra clave falsa, para intentar seguir la traza. Comprobó que había una dirección por la que pasaban todos los mensajes que salían de la habitación. El mensaje dirigido a Morg no volvió a salir de esa dirección. En cambio, mandó un mensaje a Ide. Ni se molestó en abrirlo. Ya sabía lo que decía.<br />
<br />
Probó a enviar un mensaje de ánimo a Morg, suplantando la dirección de otra de las habitaciones del hotel. Algo así como "Apostaré por ti, lo estás haciendo fenomenal, ¡eres extraordinario!". Lo siguió por su ruta en la red, y observó que realizaba el mismo recorrido. Salvo que el mensaje de vuelta era "Gracias, apreciado admirador. La próxima vez que le arranque los miembros a alguien, lo haré en tu honor.".<br />
<br />
"''Así que ninguno de mis mensajes ha llegado a Morg...''". Repasó la correspondencia. Pero su interlocutor sabía de Kurel, no podía ser... salvo que el interlocutor intermedio funcionara como una especie de censor... que abriera todos los mensajes y sólo dejara pasar los que viera más convenientes. Por la velocidad con la que respondía, Ide intuyó que se trataba de un filtro electrónico. Que era, probablemente, el que había repetido el mensaje de Morg en la segunda clave. Y en la tercera. Y en la cuatro mil. Si quería saltarse el filtro... tendría que enviar un mensaje que no estuviera en las reglas de bloqueo. Mencionar a Kurel había<br />
funcionado. Y a Horuz. Así que redactó un mensaje con un remitente distinto, se consignó a la Fuerza, y cruzó los dedos para que el filtro no lo retuviera.<br />
<br />
Remitente: "Ide". Asunto: "Kurel". Mensaje: "El hijo de Zhur Garin, que fue traido aquí desde Horuz, debe ser trasladado al Templo Jedi de Coruscant, por deseo expreso de él mismo." El mensaje no llegó más allá del interlocutor intermedio. El mensaje de vuelta decía: "No tengo problema con eso. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide se quedó mirando su Hololibro. Tuvo otra obvia revelación. Las reglas no se limitarían a aprender los mensajes que Morg hubiera rechazado. Además, jamás dejarían pasar un mensaje que contuviera un código de desbloqueo de un droide.<br />
<br />
Aún quedaba el problema de los pocos miles de claves que había enviado. Si un observador humano decidía probarlas, probablemente podrían obtener el control de Morg en pocas horas. Siempre que el supervisor, el cual Ide estaba seguro que existía, no decidiera que era un ataque aleatorio para obtener el control de Morg...<br />
<br />
Aprovechando la brecha abierta, Ide instaló su programa en el terminal donde antes se había estado ejecutando Kenter. Lo ejecutó para que siguiera enviando claves. Observó, desde la monitorización que hacía desde su Hololibro, cómo el filtro las respondía automáticamente. Creó un pequeño filtro, que descartaba las respuestas estándar, y que avisaba y detenía el envío en caso de obtener una respuesta distinta.<br />
<br />
Cuando terminó era casi la hora de la cena. Desconectó su Hololibro y dejó su sistema funcionando.<br />
<br />
Obviamente, Kenter no sería capaz de avisarlo, así que cogió sus cosas y se dirigió a la Flor Esquiva.<br />
<br />
<br />
<<Continúa en [[Humo y Vapor III]]>></div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIHumo y Vapor II2013-06-26T18:50:53Z<p>El Universo: </p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26 aGR; 18:30'''<br />
<br />
Volvieron a la atmósfera tan rápido como la twi'lek podía pilotar. Aunque inmerso en sus pensamientos y las sensaciones que iban y venían sobre su padawan, se paró a examinarla unos segundos. Había explotado, cuando el mercenario la tenía sujeta con el cuchillo. Que Ide supiera, sólo había una forma de estallar de esa manera, y ya la había visto antes en un usuario de la Fuerza.<br />
<br />
Ella misma seguía asustada por lo que acababa de experimentar, y parecía muy confusa. Y seguía pilotando, volcándose en la conducción como única manera de mantener la cordura. Pero Ide la veía con otros ojos.<br />
<br />
Ella estaba pilotando ''mediante la Fuerza''. Y también estaba inmersa en un shock emocional.<br />
<br />
Pero ya se encargaría de esto más tarde. Ahora tenía que ver a su padawan.<br />
<br />
==Llegada==<br />
<br />
El tiempo base para llegar era de cuarenta minutos, pero ella consiguió reducirlo a treinta mediante algunas maniobras de dudoso buen gusto, que no produjeron víctimas de puro milagro.<br />
Poco antes de llegar, Ide vio la columna de humo que surgía del techo hundido de la mansión Wolkan. Fue entonces cuando se empezó a preocupar de verdad.<br />
Aterrizaron en el mismo hangar donde Ide había aparcado al llegar allí por primera vez, y que era de las pocas partes que conservaba la estructura más o menos intacta. Nadie salió a recibirlos.<br />
Ide caminó fuera de la nave, con premura pero sin perder la precaución, con el sable de luz en la mano, aunque apagado. Agudizó el oído, no se escuchaban sonidos de combate. Con la Fuerza no podía percibir a Arakosia, pero ella siempre había sido, por naturaleza, difícil de percibir.<br />
MN-44, con un brazo menos y varias marcas de blaster sobre su torso, se acercó cojeando a Ide.<br />
-Cielos, ''Emeene''... ¿qué ha pasado aquí?<br />
-¿Señor Kanor? No puedo verlo bien, mis fotoreceptores están dañados... hemos sido atacados, señor.<br />
-¿Dónde está Keel? ¿Y Arakosia?<br />
-El amo Wolkan se ha encerrado en su búnker, y no tiene intención de salir hasta que piense que el entorno es seguro. La chica que lo acompañaba a usted desapareció en el fragor del combate.<br />
De repente, Ide se acordó de algo más. Cogió su intercomunicador y se lo llevó a la boca.<br />
-¿Lionel? Lionel, aquí Ide, contesta.<br />
Un chorro de estática fue la única respuesta. Ide no acababa de tener claro si había percibido la voz de Lionel en medio de la estática, o si había sido su mente, intentando convencerle de que así había sido.<br />
<br />
==Control de daños==<br />
<br />
Marcó en el comunicador el número de Keel. Una voz airada contestó.<br />
-¡Ahora qué!<br />
-¿Ahora qué? ¿Qué está pasando aquí? Me han intentado matar mientras estaba en el gremio de cazarrecompensas... ¿qué significa todo esto?<br />
-¡Que qué significa qué! ¡Han intentado matarme! ¡En mi propia casa!<br />
-¿Sabes quién es el responsable?<br />
-¡Mercenarios, creo! ¡No lo sé! ¡Cuando el que sea quiera reclamar el ''k'shii'', lo sabremos! ¡Mierda! ¡He perdido más de cincuenta esclavos! Por cierto, siento haberte dejado sin piloto.<br />
<br />
A Ide le dio un vuelco el corazón.<br />
-¿Perdona?<br />
-La twi'lek. Lo siento, he activado el código de su implante hace un rato. Ha sido al activar la marea de carne... pero veo que has llegado bien, así que no ha sido un gran contratiempo.<br />
La chica, de pie al lado de Ide, se puso pálida. Con la mirada aturdida, se sentó en el suelo.<br />
-Eh, bueno, ahora tenemos otros asuntos que tratar. Yo, por ejemplo, tengo que encontrar a mi aprendiz. Llámame si necesitas algo, pero por lo que veo sabes cuidarte solo. -Miró a MN-44-. Deberías hacer algo con MN, parece algo dañado.<br />
<br />
-Anda la leche, ¿sigue vivo? Estee... ya lo mandaré reparar cuando salga y tal...<br />
-Descuida. Te veo luego.<br />
Cogió a la twi'lek del brazo y se dirigió a la nave. Cuando llegó a la nave, ella se dejó caer sobre sus rodillas y comenzó a sollozar.<br />
-Disculpa la pregunta, pero... al activar Keel tu implante, ¿no debías haber muerto?<br />
<br />
Ella negó con la cabeza, sin dejar de llorar.<br />
<br />
-Pero Keel piensa que has muerto -ella asintió-. Entonces, si Keel piensa que has muerto, es porque debías haber muerto, pero que algo falló en ese instante. A no ser que algo se me escape -ella asintió-. También, en lugar de asentir sin decir nada, podrías decirme qué pasa. O podemos jugar al juego del jedi que busca la verdad sin que la twi'lek hable.<br />
<br />
==Respuestas==<br />
<br />
Ella se giró a medias, sin atreverse a mirar a Ide a los ojos. Con un hilo de voz contestó:<br />
-¿Je...di?<br />
Ide tuvo un momento de duda, pero luego creyó entender.<br />
-¿Sabes quién soy? -ella negó con la cabeza. Ide sonrió -. ¿Sabes quién es Keel? -ella asintió, con un escalofrío-. Pues te voy a dar una buena noticia: creo que eres una twi'lek libre, sobre todo porque tu amo piensa que has muerto, y tu implante ha fallado cuando él intentó activarlo.<br />
Ella se calmó un poco. Habló con la voz deformada por haber llorado, pero más calmada.<br />
-El implante no falló por eso -dijo en voz baja-. Falló porque Keel no era mi propietario.<br />
-Ahora sí que no entiendo nada. Él piensa que tú has muerto...<br />
-Porque él dio la orden de activar mi implante. Pero como él no era mi propietario, no se activó.<br />
-¿Y a quién perteneces?<br />
-A ti, amo -miró a otro lado, como si no soportara mirarlo a los ojos- Mi código está en tu cristal de pago.<br />
-Entiendo. Osea, que te compré cuando gestionaste el alquiler del carguero, por eso me salió tan caro...<br />
<br />
Ella lo miró extrañada.<br />
<br />
-No, el precio de la nave es correcto. Y es de segunda mano. Mi... coste es un porcentaje pequeño de lo que se gastó en aquella nave.<br />
-¿Segunda mano? ¿Lo he comprado? ¿Te compré a ti y a la nave? - Ide estaba sinceramente sorprendido.<br />
-Y a muy buen precio, si me permite decírselo, amo.<br />
Guardó silencio durante unos segundos.<br />
-Entonces supongo que ya me puedes decir tu nombre.<br />
-Un esclavo no tiene nombre, amo. Puede llamarme como guste...<br />
-Ya, lo que pasa es que tú no eres mi esclava. Te voy a liberar en cuanto sepa cómo quitarte esa cosa de la activación.<br />
-Es que yo no quiero ser liberada -miró a Ide, que la observaba con el desconcierto pintado en el rostro- ¿Libre? ¿Con este cuerpo? ¿En Nar Shaddaa? Ni hablar. Como propiedad, tengo mis derechos.<br />
-Oh, bueno, yo pensaba más bien que te vinieras a Coruscant.<br />
Los ojos de ella se agrandaron con sorpresa, pero no se atrevía a creer.<br />
<br />
==Los detalles después==<br />
<br />
-Bueno -siguió Ide-, los detalles podemos discutirlos después. Ahora necesitaría que me ayudaras a encontrar a mi aprendiz, y de paso a terminar la misión que tengo que hacer aquí.<br />
-Mientras tanto, y según la legislación de Nar Shaddaa, soy de tu propiedad -sonrió-. No puede ser peor que Keel Wolkan -escupió el nombre con desprecio.<br />
-Estoy seguro de que no -dijo, devolviéndole la sonrisa-.<br />
-Y, ahora, ¿cómo puedo serte de utilidad, amo?<br />
-Para empezar podrías dejar de llamarme amo.<br />
-¿Señor, quizá? ¿El nombre de pila? A algunos amos les gusta...<br />
-Ide está bien.<br />
-Ide -repitió ella en voz baja-. Es bonito. Necesitarás un apelativo para denominarme, Ide. Y ahora que soy de tu propiedad, contestaré a todas tus preguntas. ¿Quieres saber cómo me llamaba? ¿Quieres saber qué me gusta en la cama?<br />
<br />
Ide movió los ojos hacia arriba. Le encantaría charlar y animar a la chica, pero ahora tenía algo que hacer.<br />
<br />
-Vamos, me puedes contar todo eso mientras rescatamos a mi ayudante -sonrió, y subió la rampa de acceso.<br />
-Claro, si no he desconectado la energía de la nave -se encogió de hombros- por si había problemas. Pero, ¿hacia dónde vamos?<br />
-Hacia el sitio del que nunca debí alejarme. Al Palacio del Dolor.<br />
Ide vio como un escalofrío recorría la espalda de la twi'lek, pero ésta no dijo nada. Caminó hasta el puesto del piloto, y partieron dejando una estela de humo y vapor.<br />
<br />
==Un trayecto corto==<br />
<br />
La chica parecía haber pensado, inicialmente, que iban al Palacio del Dolor a alojarse. Por eso le contó brevemente lo que había venido a hacer a Nar Shadda, y los problemas que habían surgido con su piloto durante la investigación en el Palacio del Dolor. Le contó además, la sospecha que tenía de que tanto el ataque en el Gremio como la destrucción de la casa de Keel fueran obra de Vima Da'Motta.<br />
<br />
Ella asintió respetuosamente, intercalando comentarios apropiados a la historia de Ide, pero sin hacer ninguna pregunta. Cuando Ide guardó silencio, la escuchó susurrar "marea de carne".<br />
<br />
-Todavía no sé tu nombre -intervino Ide -. El que tenías antes de ser esclava.<br />
-Sira Levora -dijo ella con un tono extraño- Bueno, en realidad es Siral'evora, pero en básico se dice así.<br />
El joven no dijo nada, pero sonrió.<br />
<br />
==De nuevo en el Palacio del Dolor==<br />
<br />
La masa piramidal que era el Palacio del Dolor volvió a aparecer en la distancia. Por alguna razón, bajo el sol parcialmente eclipsado que empezaba a ponerse, bajo el cielo rojizo, a Ide le pareció aún más amenazador que la primera vez que lo vio.<br />
Una protrusión del edificio, cerca de la cima, se extendió para recibirles. Este, comprendió Ide, es un hangar de lujo.<br />
<br />
Bajaron de la nave, y un hombre enfundado en un traje formal los recibió con un ademán moderado y una sonrisa comedida.<br />
-¿Ide Kanor? -dijo educadamente.<br />
-En efecto. Cuánto honor, no sabía que tendría recepción oficial -dijo Ide, con un tono algo ambivalente entre lo formal y el sarcasmo.<br />
-Por supuesto, señor. Es usted un cliente importante. ¿Desea que lo conduzca a sus aposentos? El trayecto puede resultar complicado...<br />
-Entiendo.<br />
-La señora DaMot'ta lamenta no poder recibirlo en persona, pero estará encantada de cenar con usted esta noche en la Joya Gloriosa. Puede, mientras tanto, retirarse a sus aposentos, o disfrutar de nuestra muy variada oferta en ocio y restauración. Los pozos de carne, en concreto, son exquisitos.<br />
-Gracias, creo que esperaré en mi habitación. Por cierto, ¿cómo es que me esperaban? -preguntó, despreocupadamente.<br />
-Todos nuestros clientes tienen incluído un punto de desembarco con el precio de la habitación, señor. Y yo mismo tengo la labor de recibirle a usted y de proporcionarle cualquier información o servicio que pueda necesitar -sonrió enigmáticamente.<br />
<br />
Ide le devolvió la sonrisa. Aunque no tenia claro a qué venía tanto protocolo, se hacía una ligera idea. En cualquier caso, prefirió no preguntar más.<br />
<br />
El hombre, con un lenguaje corporal a medio camino entre el mayordomo y el ayuda de cámara, hizo un ademán que indicaba "sígame, por favor", y se dispuso a guiarlo hacia su habitación.<br />
<br />
El trayecto fue sorprendentemente corto y visualmente agradable. Ide reconoció los símbolos en la puerta de la habitación, aunque (reflexionó) no estaba del todo seguro de poderlos trazar si quisiera.<br />
<br />
==Indagaciones e invitaciones==<br />
<br />
En el interior, Ide se encontró de nuevo con la considerable extensión de espacio que era la habitación doble, decorada con notable buen gusto, con los hologramas de las paredes mostrando una tarde agradable en Alderaan. El selector holográfico se activó al entrar Ide por la puerta, mostrando de nuevo a la misma mascota humanoide que le había dado la bienvenida en la ocasión anterior.<br />
<br />
-¡Hola de nuevo, señor! -saludó con voz animada- ¡Me alegro mucho de volver a verle!<br />
-Hola, Kenter.<br />
-¿Hay algo que pueda hacer que su estancia resulte más agradable?<br />
-Pues me gustaría que comprobaras si la chica que me acompañaba ayer ha vuelto al hotel.<br />
-Veré lo que puedo hacer, señor -se volvió, mientras parecía concentrarse unos instantes-. Ahora se encuentra inscrita entre el personal de la Señora del Dolor. Pendiente de terminar cuidados médicos. Pendiente de evaluación física. Pendiente de asignación de destino -dijo en tono monocorde- ¿Desea alguna otra cosa, señor?<br />
-El... ¿personal, has dicho? Me gustaría verla, si fuese posible -dijo Ide, intentando mantener el tono educado.<br />
-Por supuesto, señor -dijo Kenter, servicialmente. Su imagen se difuminó, y se convirtió en la de una habitación espaciosa, llena de máquinas, donde tres droides médicos trabajaban afanosamente en Arakosia, que parecía ser la única paciente. Ella permanecía inconsciente, en el interior de una especie de cámara bañada con luz o líquido (la imagen era poco clara) de color dorado.<br />
<br />
-¿Y cuándo dices que ingresó aquí? -siguió Ide.<br />
-Me temo que esa información no la conozco, señor -reflexionó un instante- Supongo que hace poco, porque la evaluación física, asignada como tarea pendiente, es una de las primeras cosas que se realizan cuando alguien entra a formar parte de nuestra pequeña familia -sonrió.<br />
-Bueno, entonces me gustaría hablar con alguien responsable del nuevo personal. No entiendo por qué mi acompañante ha ingresado como miembro del hotel.<br />
-¿Holopresencia, señor? ¿O desea una entrevista en persona?<br />
-En persona, por favor -Ide estaba haciendo un esfuerzo por mantener la compostura-. Es un tema delicado, no entiendo qué está pasando aquí.<br />
-Comprendo -asintió el holograma animado-. Me temo que eso tardará un poco más. Nuestro hogar es un lugar grande...<br />
-Supongo que podrá ser antes de la cena.<br />
-Por supuesto, señor. Serán entre veinte y veinticinco minutos.<br />
-Estupendo. Esperaré aquí.<br />
<br />
Kenter no se desvaneció.<br />
<br />
-Parece contrariado, señor. ¿Hay algo que pueda hacer por usted? ¿Licor, especia, mujeres?<br />
-No, gracias, Kenter -interrumpió Ide-. Esperaré aquí hasta que pueda entrevistarme con el responsable del ingreso de Arakosia.<br />
-Como desee, señor. Permaneceré atento, por si necesita algo -se desvaneció.<br />
Ide se dirigió a la cama, y sin musitar una palabra más, adoptó postura de meditación. Necesitaba atar cabos, aunque todo apuntaba, cada vez más claramente, a que detrás de esta jugada estaba la misma Vima Da'Motta.<br />
<br />
==Espera, meditación==<br />
<br />
Ide cerró los ojos, y dejó su mente tan en calma como le fue capaz. Intuía que probablemente un jedi más experimentado lo lograría con mayor facilidad, pero al final consiguió aquietarse lo suficiente. O eso creía.<br />
Dejó vagar su percepción hacia el pasado, guiándola con suave firmeza al momento en el que creyó percibir la presencia de Arakosia, cuando estaba en aquel hangar...<br />
''...se vio a sí mismo, de pie junto a la nave que en aquel momento pensaba alquilada, el alienígena recién desintegrado, algunas de sus moléculas aún en el aire, y la sensación de vibrato que le llegaba desde la distancia. Ahora lo identificaba. Era la impronta de Arakosia en la Fuerza. Aun inconsciente, se había sentido en peligro. Y lo que había estado a punto de percibir no era sino el vínculo maestro-aprendiz, que él conocía tan bien... desde el lado del aprendiz.'' Seguramente la próxima vez que lo percibiera sería capaz de identificarlo con mayor precisión.<br />
...con la facilidad de la práctica, fluyó hacia adelante para ir al punto en el que el mercenario había tomado a Sira como rehén. ''Ella estaba llorando y temblando, y de repente...''<br />
Ide estudió sus recuerdos centésima a centésima.<br />
''...ella había cerrado los ojos con fuerza, y se había estremecido de puro pánico. Y la Fuerza había respondido. La explosión había brotado de ella. Y la expresión de su cara... no se lo esperaba, ni lo comprendía.'' Y seguía aterrorizada. Pero era una usuaria de la Fuerza, sin ningún género de dudas. O, mejor dicho, tenía el ''potencial'' para serlo.<br />
Justo cuando Ide iba a dirigir sus pensamientos a su aprendiz, aún en la sala de reconocimiento, llamaron a la puerta. Abrió los ojos.<br />
-Adelante -dijo, sin moverse, aún en pose de meditación.<br />
<br />
==Recursos Humanos==<br />
<br />
El que entró en la habitación había sido un hombre en otros tiempos. Ahora parecía más máquina. Tanto su ojo derecho como gran parte de su cráneo y su brazo izquierdo eran robóticos. La expresión de su cara era de hastío, pero sus modales eran impecables. Hizo un ademán pidiendo permiso antes de entrar en la habitación, y una vez dentro no se sentó hasta que Ide se lo hubo indicado. Aun así, inclinó levemente la cabeza antes de sentarse.<br />
<br />
-Cuénteme -dijo, sin más.<br />
-Entenderá -siguió Ide, con la misma claridad con la que él había empezado- que me encuentre algo extrañado por lo que ha sucedido. Mi acompañante ha sido ingresada en su hotel como miembro del equipo - enfatizó la última palabra-, según me ha podido informar el asistente holográfico.<br />
-Me temo que no comprendo de quién está hablando. ¿Podría ser un poco más específico, por favor?<br />
-Arakosia. La joven humana que tienen actualmente en observación médica.<br />
-Ah, sí. La hemos adquirido esta misma tarde a muy buen precio, a unos tratantes de esclavos de plena confianza -sus ojos se quedaron fijos un momento, como si mirara a algo muy lejano- Así es como ha entrado a<br />
formar parte de nuestro personal -su mirada recuperó parte de la viveza perdida- ¿Desea algo más?<br />
-Bueno, a ser posible, saber quién les ha vendido a mi aprendiz, la misma que era una humana libre esta misma tarde antes de que la secuestraran de donde estaba alojada.<br />
-Shawman&K'Rtahn, tratantes. Le puedo dar su dirección o su código de comunicador, si lo desea.<br />
Ide tomó aire.<br />
-Aunque claro, supongo que bajo las leyes de Nar Shadda, este individuo tendrá plena potestad sobre lo que haya ''adquirido'' al destruir y arrasar la casa Keel Wolkan, que es donde estaba Arakosia recuperándose. Y que, ahora que la ha vendido, no tiene potestad sobre ella. Y que cortarle la cabeza no anularía la transacción. ¿Me equivoco mucho? -Ide estaba considerablemente molesto por esta, por decirlo de alguna forma, ''inconveniencia''.<br />
-Su análisis de la situación es correcto, señor -su mirada se volvió reflexiva-. Aunque usted recuperaría parte del k shii perdido. Si lo desea, podemos venderle una esclava similar, de perfil guardaespaldas-concubina, un poco más joven...<br />
-No, no es sustituible. Necesito recuperar a Arakosia.<br />
-Si desea recuperar a esa chica en concreto, me temo que el asunto excede a mis competencias. Yo sólo manejo al personal existente, no tengo ningún papel en la entrada o salida de personal.<br />
-¿Tengo que hablar entonces con su superior?<br />
-Supongo que eso tendría que discutirlo con la señora Vima DaMot'Ta. Suele ser complicado, ya que no concede citas, pero... supongo es que es usted afortunado, ya que tiene una cita concertada con ella esta<br />
noche.<br />
-Me imaginaba que tendría que hablar directamente con ella. Le agradezco su ayuda.<br />
-¿Desea algún servicio que le ayude a hacer pasar el tiempo con mayor velocidad mientras espera?<br />
-No, gracias. Tengo un par de asuntos que resolver antes de la cena.<br />
-Entonces me retiro a mis quehaceres -dijo el cyborg, mientras se levantaba.<br />
-Muchas gracias por su atención.<br />
<br />
==Comunicándose con Keel==<br />
<br />
Ide se despidió del tipo, y sin dilación marcó el número de comunicador de Keel Wolkan. Tardó en contestar, y cuando lo hizo no había imagen, sólo una voz que parecía llena de dolor. O de droga.<br />
-Nnhh...-dijo la voz-que-parecía-de-Keel<br />
-Shawman&K'Rtahn. ¿Te suena ese nombre? -dijo Ide, obviando el estado de Wolkan.<br />
-¿Mmm? ¿Kanor?<br />
-Sí. Shawman&K'Rtahn. Han vendido a mi aprendiz a Vima Da'Motta. No sé si estás lo suficientemente lúcido como para atar cabos.<br />
-Una pareja de tratantes. Mi competencia más directa -suspiró-. ¿Qué quieres saber?<br />
-Cómo que qué quiero saber. Lo que te quiero decir es que deben haber sido ellos los que atacaron tu casa, si se han apoderado de mi aprendiz para venderla.<br />
-Ya... -dijo, con poca decisión- Debería haberlo supuesto -parecía dubitativo- Em... pues gracias por el dato, tio.<br />
-Lo que me gustaría saber es por qué sabían que yo estaba en Nar Shadda, y por qué me seguían. Me atacaron al mismo tiempo ocho mercenarios. ¿Tienes algo que contar, Keel?<br />
-Yo... no te comprendo... Tras la exhibición que hicísteis, supongo que bastante gente con el potencial de atacarme sabría de vuestra existencia...<br />
<br />
Ide se quedó bloqueado un momento.<br />
<br />
-Mierda -soltó.<br />
-Yo estoy intentando olvidar todo este asunto a base de especia rosa... -suspiró de nuevo- la especia rosa es buena...<br />
-Supongo que no arreglará nada que descabece a estos dos tíos. Al menos, no me devolverá a Arakosia.<br />
-Bueno, si vas y le dices a todo el mundo que lo haces de mi parte, te daré dos mil gubor. Piénsalo.<br />
-Tanto kshii por dos mil gubor... sabes negociar, Wolkan.<br />
-Bueno, me pareció una oferta justa...<br />
-Me lo pensaré, pero no me interesa el dinero. Me interesa mi aprendiz. ¿Cómo de poderosos son estos tipos?<br />
-Eh... pues más o menos como yo...<br />
-Gracias por la información. Te dejo, tengo que hacer un par de cosas antes de cenar. Cuidate, Wolkan.<br />
<br />
Miró las paredes de su habitación. Se maldijo por haber dejado sola a su aprendiz. Pero maldecirse no iba a arreglar nada, así que se fue a la Flor Esquiva. Ya que no podía hacer nada hasta hablar con Vima Da'Motta, al menos recogería toda la información que pudiera.<br />
<br />
==Regreso a la Flor Esquiva==<br />
<br />
Al parecer, en el Palacio del Dolor era tremendamente fácil llegar al lugar donde uno quisiera ir, o así se lo pareció a Ide.<br />
Llegó a la Flor Esquiva, que parecía estar bastante más animada que la otra vez. Aunque claro, la otra vez había sido por la mañana temprano. Seguía oliendo vagamente a especias, y seguía siendo rica en sofás, pero la música que tocaba Oloruu era más vivaz, y había prácticamente una persona (o pareja, o pequeño grupo) en cada sofá. También flotaba en el ambiente una cierta sensación plácida, no exenta de un extraño regusto amargo.<br />
<br />
Delia hizo un gesto de reconocimiento desde la barra. Comenzó a llenar un vaso con vino de Alderaan y esperó a que Ide y Sira se acercaran a hablar con ella.<br />
<br />
-Parece que no me voy a librar de hablar con tu jefa -dijo él, mientras tomaba asiento. Ella hizo un gesto de simpatía indeterminada.<br />
-Hablar no compromete a nada -dijo ella. Dejó pasar un par de segundos-. ¿Has encontrado al androide ese que buscabas?<br />
-No, pero tengo alguna pista. El problema es que en el camino he perdido a mi aprendiz. La han secuestrado y vendido. Adivina quién es su nueva dueña.<br />
-¿La Señora del Dolor, quizá?<br />
-Bingo. Unos tipejos atacaron la casa donde estaba... descansando. Keel Wolkan, no sé si te sonará.<br />
<br />
Se mostró levemente sorprendida.<br />
<br />
-Em... sí, es relativamente conocido.<br />
-Pues le han asestado un buen golpe.<br />
-Mala cosa... es una rata cobarde y cruel, muy capaz de usar a sus esclavos como campo de minas... pobres chicas.<br />
-Ah, a eso se refería con lo de marea de carne...<br />
-Sí, a eso. Se implanta un explosivo un poco más potente, y se hacen detonar los esclavos más cercanos a tu enemigo -comentó en un tono distante, pero asqueado- ...pobres chicas... -repitió mientras miraba a Sira con una huella de dolor compartido.<br />
-Una se salvó. La que me dejó como piloto. La compré sin querer -dijo Ide, intentando desviar el tema mientras Sira se ruborizaba en verde oscuro y apartaba la mirada.<br />
-Le salvaste la vida, tú -sonrió-. ¿No hay una tradición de cuidar de las vidas que uno salva? ¿O era al revés?<br />
-No lo sé. Mi orden nos insta a proteger a los desamparados, siempre que sea posible -el jedi sonrió, siendo consciente de lo que Delia estaba pensando.<br />
Delia le devolvió la sonrisa, con una calidez que no había visto a ningún nativo de Nar Shaddaa.<br />
-Te entiendo -no dijo nada más. Parecía tocada por sentimientos profundos, y siguió limpiando el vaso durante medio minuto, sin decir nada ni mirar a Ide directamente.<br />
<br />
Ide estuvo a punto de contarle que pensaba negociar con Vima para liberarla, y que pensaba que iba a ser difícil puesto que parecía valiosa, pero pensó que era mejor pasar por algunos temas de forma tangencial.<br />
<br />
-Creo que han cogido a Lionel -dijo, mirándola fijamente.<br />
Ella frunció el ceño.<br />
-No debió haberse quedado tanto.<br />
-Lo mandé a orbitar con la nave. Pero parece que no fue suficiente. No me contesta, y eso es mala señal -miró su vino. En cierto modo, se sentía responsable.<br />
-No sabría decir... a mí nunca me contesta -dijo con rabia.<br />
-Bueno. La gente cambia. Las cosas cambian. Hace tres horas mi aprendiz era mi aprendiz y ahora es una esclava de Vima. Esta noche puede que sea diferente.<br />
-Me pregunto para qué la querrá. ¿Ella era el objetivo de una operación completa o sólo fue un extra?<br />
-Digamos que... anoche... se hizo valer. Hizo una exhibición en casa de Keel. Llamamos la atención -ella hizo un gesto de sorpresa-. Fui un tonto. Nos siguieron la pista, y atacaron en casa de Keel. Ocho<br />
mercenarios me atacaron a mí mientras estaba en el Gremio de Cazarecompensas. Yo pude deshacerme de ellos, pero mi aprendiz no -levantó la mirada. No supo decir si estaba preocupado o la echaba de menos,<br />
pero no se permitió pensarlo mucho.<br />
Delia pareció acordarse de algo de repente. Extrajo un pequeño visor plano de un lateral de la barra y lo giró para que sólo pudieran verlo Ide y ella.<br />
-Un momento -dijo mientras manipulaba unos controles-. Apareció la imagen de Arakosia desnuda, haciendo girar su espada a gran velocidad para destrozar una oleada de fruta. Se notaba que la imagen se estaba desarrollando a cámara lenta en la velocidad a la que caían los trozos de fruta una vez cortados.- ¿Esta es ella?<br />
<br />
Ide no dijo nada durante unos momentos.<br />
<br />
-Debí habérmelo figurado -dijo con amargura-. Debo ser el jedi más tonto de toda la Orden.<br />
<br />
-Bueno, esto responde a mi pregunta anterior -dijo ella, sin hacer caso al comentario de Ide-. Ya sabemos para qué la quiere Vima.<br />
-Tiene todo el sentido.<br />
<br />
En un instante, Ide pasó de la frustración a la esperanza. "Lo que Vima no sabe es que eso no era Arakosia moviéndose, sino la droga actuando". Y justo cuando terminó la frase mental, se dio cuenta de lo que haría Vima si supiera que era la especia roja la que la hizo canalizar la Fuerza así.<br />
<br />
-Pues claro que lo tiene. La quiere para el Hak'un Shapp.<br />
<br />
Ide abrió mucho los ojos y habló con una pesada y profusa determinación.<br />
<br />
-Ya sé lo que voy a hacer. Sira, quédate aquí -ella asintió.<br />
<br />
Se despidió de Delia y se dirigió a su habitación.<br />
<br />
==Tratos con Fenel Fodel==<br />
<br />
Apenas hubo abierto la puerta, Kenter se volvió a materializar:<br />
-¡Saludos, noble señor! ¿Cómo puedo hacerlo más feliz?<br />
-Holocomunicación con el responsable de personal -dijo sin casi dejar terminar a Kenter-. El tipo que vino antes y ni siquiera se presentó.<br />
-Su nombre es Fenel Fodel. Lo llamaré en seguida.<br />
<br />
Tras unos diez segundos, la cara del ciborg apareció en el holocomunicador.<br />
<br />
-Necesito que me hagas un favor.<br />
-Dígame su problema y veré qué puedo hacer.<br />
-¿Tiene Arakosia ya el implante?<br />
-Me temo que los informes médicos relativos al personal son privados, señor.<br />
-Entiendo que es un no -se aventuró a decir-. Si oficialmente fuera una esclava, no tendrías problema en comunicarlo -hizo una pequeña pausa.<br />
-No tengo ningún problema en comunicarlo, más allá de la incomodidad que a veces supone para un cliente encontrarse a nuestro servicio a un... antiguo conocido -hizo un gesto de incomodidad-. Pero no se confunda. Es nuestra.<br />
-Necesito que postpongas la inserción. Sólo hasta esta noche, después de que negocie con Vima.<br />
-Mi deber es implantarla cuanto antes, si los informes médicos son favorables. Aunque la naturaleza de mi trabajo incluye cierta... flexibilidad a la hora de estimar parámetros intangibles, como la naturaleza favorable de un informe técnico -pareció concentrarse durante un instante-. Sin embargo, la Señora del Dolor parece haberse tomado un interés personal en este caso, y no creo que viera una... dilación intencionada por mi parte con buenos ojos. Representaría para mí un riesgo considerable.<br />
-Cuánto quieres -preguntó Ide con apenas entonación interrogativa.<br />
-No quiero dinero. Quiero irme de Nar Shaddaa.<br />
-Cuánto vales -repuso, como si la primera pregunta no hubiera existido.<br />
-Soy un agente libre, pero me retienen... compromisos ineludibles. Necesito que me saque de aquí alguien a quien no le importe la ira de Vima.<br />
-Uhm -Ide se quedó dubitativo. Algo pareció endurecerse en Fenel Fodel-. A mí no me importa, mientras consiga lo que he venido a buscar -el ciborg se relajó nuevamente, y esbozó la más mínima de las sonrisas. Asintió. -Será sólo una hora. Voy a ver a Vima en la cena, y tras la cena todo estará resuelto. De una manera u otra -sentenció.<br />
-Ten cuidado -dijo mientras asentía sobriamente.<br />
<br />
==Dinero y datos==<br />
<br />
Cuando se despidieron, Ide se dirigió a Kenter.<br />
<br />
-Kenter, ¿podrías comprobarme cuánto dinero queda en este cristal? -dijo Ide, mientras introducía el cristal en la ranura disponible.<br />
-¡Por supuesto, señor! -dijo con una cordialidad que a Ide comenzaba a cansarle- En este momento cuenta con 22714 gubor y 170 fleber.<br />
-Ahá. ¿Y sabes cómo anda el cambio medio de Gubor-Sgin?<br />
-El cambio medio oscila, señor, pero más o menos seis sgin hacen un gubor. Por supuesto, la tasa de cambio es tremendamente variable, y ya que muchos de los cambios de moneda se hacen electrónicamente, las tasas de cambio con varios decimales no son extrañas.<br />
<br />
"''Parece entonces que Sira hizo efectivamente un buen trato con la nave''", pensó Ide cuando hizo cuentas mentalmente. El carguero había costado unos 1.600 gubor. La realidad es que Ide no tenía muy claro cuánto significaba esa cantidad, pero lo que sí le pareció era que le quedaba una proporción bastante buena de dinero.<br />
<br />
De repente se acordó de Sira. Cogió su comunicador y escribió un mensaje. "Vete a la Flor Esquiva. Allí encontrarás a Delia. Dile que eres la que se salvó, y espérame allí. Lo que necesites comer y beber lo pagaré yo." <br />
Entretanto esperaba que llegara la hora de la cena decidió bajar a ver, en persona, qué era eso del Hak'un'Shap. Se quedó parado un segundo, y con decisión, salió por la puerta.<br />
No dio ni dos pasos cuando se dio cuenta de que no sabía dónde ir. Suspiró.<br />
<br />
-Kenter -dijo, con pesadumbre. Kenter tenía lo mismo de útil que de irritante.<br />
<br />
-¿Sí, señor?<br />
<br />
-¿Podrías decirme por favor dime dónde se celebra el Hak'un'Shapp?<br />
<br />
-Se celebra en los niveles 1 a 50, señor. Se pueden seguir los encuentros desde cualquier consola del hotel, y también se puede apostar desde cualquier lugar.<br />
<br />
-Gracias, pero prefiero verlo. Además, así veo si conozco a alguno de los participantes.<br />
<br />
-Nadie lo ve con sus propios ojos, señor, excepto los participantes. Los niveles 1 a 50 están llenos de cámaras para retransmitirlo todo con la mayor fidelidad. En cuanto a la identidad de los participantes... no veo en qué es diferente verlo en vivo de ver una holografía con detalle 1:1. ¿Desea rastrear a algún participante en concreto?<br />
<br />
-Pues la verdad es que conozco a Morg. No me importaría verlo.<br />
<br />
-¿Desea saber qué tal le va, señor? ¿O prefiere el holograma que se hizo al inscribirse?<br />
<br />
-Muéstrame ambos.<br />
<br />
-Por supuesto -dijo Kenter.<br />
<br />
De inmediato se activó un holoproyector en la pared opuesta a la cama, mostrando un droide bastante alto y ancho, de unos dos metros y medio. Permaneció unos segundos así, y luego sus extremidades se desplegaron, para llegar a medir tres mertos y medio. Transmitía una sensación de ser grandote e inofensivo que (como bien sabía Ide) no se correspondía con la realidad.<br />
<br />
La imagen se desvaneció, para dar paso a una representación seudobidimensional, que mostraba a Morg en una habitación. Un rótulo bajo la escena decía: "¡Momentos estelares de Morg!"<br />
<br />
La cámara giró para mostrar a un alienígena peludo y grandote, con brazaletes de esclavo, que llevaba una especie de vara, de punta energética. El alienígena fintó un par de veces, antes de que Morg consiguiera coger la vara con su articulación extendida. La retrajo con un movimiento brusco, y el alienígena chocó contra el droide. Se golpeó y cayó al suelo. Morg lo pisó sin mucho énfasis en la cabeza, que se deshizo.<br />
<br />
Corte de escena. Morg está en una posición de pelea, con un brazo extendido, y un humanoide envuelto en lo que parecen ser vendajes carga contra él, aparentemente desarmado. De repente, el homanoide extrae un sable de luz e intenta cortarle una extremidad a Morg. Éste retrae la extremidad y salta hacia atrás, mientras se extienden varios apéndices de su cuerpo metálico. Uno de los apéndices estalla, llenándolo todo de humo. La imagen cambia a termográfico. El humanoide gira sobre sí mismo para defenderse de algo, vuelve a girar. Un brazo de droide, muy frio, lo apresa de los dos brazos y se los arranca. Luego coge su cabeza y la aprieta de forma rápida y desapasionada, haciendo que estalle.<br />
<br />
Ide hizo memoria, para intentar recordar si había oído de algún Jedi que fuera a Nar'Shadda últimamente y que hubiera muerto. No le sonaba. Aunque, claro, hacía menos de un mes que había regresado al Templo.<br />
<br />
-¿Quién era el del sable, Kenter? -preguntó Ide.<br />
-Exen Nithan. Proviniente de Korriban. Profesión reconocida: asesino. Cazarrecompensas. Iba muy bien en los preliminares. Hasta ese momento, claro.<br />
-¿Cómo va Morg?<br />
-Subiendo en la clasificación, señor. No tiene demasiados fans, pero tampoco tiene demasiados enemigos. Probablemente se clasifique para el Hak'un'Shapp.<br />
-Quisiera que le dejaras un mensaje de mi parte.<br />
-Puedo ponerlo en su cuenta, señor, pero no le garantizo que lo vaya a leer. La cantidad de mensajes que reciben los participantes es astronómica. Aunque, claro, dada la naturaleza robótica de Morg...<br />
-Seguro que le interesa lo que tengo que decirle. Te dicto.<br />
<br />
==Mensajes==<br />
<br />
Sobre la nariz de Kenter aparecieron unas pequeñas gafas. En sus manos apareció un pequeño datapad.<br />
-Asunto, Garin. Remitente, Kanor, de Coruscant. Mensaje -Ide se paró unos segundos, para pensarse bien el texto-. Sé por qué estás haciendo esto. Conocí a su padre. Tuvo problemas y huyó de Coruscant. Me pidió que cuidara de él. Te busqué en Horuz, pero habían saboteado tu secuencia de emergencia y acabaste aquí. -Se paró, no sabía si seguir dando detalles o dejarlo para cuando respondiera-. Este es mi buzón. Espero tu respuesta.<br />
-Ya está enviado, señor.<br />
-¿Está luchando ahora?<br />
-No, señor. Descansando. Gasta casi todos sus hak en "tiempo privado". Eso es una mala táctica, porque sus fans preferirían verlo... Ya tenemos respuesta al mensaje.<br />
<br />
Ide sonrió. Sabía que no tardaría en responder.<br />
<br />
-Léemela.<br />
-"Introduzca código de anulación". Ni remite, ni asunto...<br />
<br />
Entonces recordó que Tu'Ala le había dado las coordenadas, pero no un código de anulación. Si había cambiado el destino, con toda probabilidad había cambiado el código. Ide sacó su hololibro, para abrir el canal seguro para hablar con el Templo.<br />
<br />
Uno de los (ya familiares para Ide) ayudantes informáticos apareció en pantalla. Era 3-Tru, el especialista en seguridad.<br />
<br />
-Saludos, 3-Tru. Necesito mandar un mensaje a la expadawan Tu'Ala.<br />
<br />
-¿Mensaje, no comunicación directa? -dijo en tono profesional.<br />
<br />
-Mensaje.<br />
<br />
-Tecléelo en su interfaz.<br />
<br />
Ide escribió. "Los he encontrado. El robot tiene un código de desactivación. Espero que se te ocurriera cambiarlo y que te acuerdes. Contactar con Garin será más complicado." Pensó unos segundos, y escribió otro párrafo. "Espero que estés bien. De verdad. Iré a verte cuando pueda." Y envió el texto.<br />
<br />
La respuesta llegó cinco minutos después:<br />
<br />
"Te daré el código a cambio de una promesa solemne, por tu vida, tu honor de jedi y la Fuerza que lo sostiene todo."<br />
<br />
Respondió. "Como pudiste ver, soy un jedi de palabra. Habla."<br />
<br />
"Quiero que me prometas, por lo anterioremente dicho, que cuando vengas a verme tendremos sexo. Relaciones sexuales completas."<br />
<br />
"Pensaba que me ibas a pedir algo complicado de hacer."<br />
<br />
"Es algo muy complicado, si el otro no quiere. No puedo tomarlo ni exigirlo, sólo pedirlo."<br />
<br />
"Por mi vida, mi honor de jedi y por la Fuerza que todo lo sostiene, tienes mi palabra, y la convicción de que no supondrá esfuerzo alguno." Ide sonrió al escribir esto, pero lo envió así.<br />
<br />
"Contaré las horas. Desde ahora me declaro en abstinencia, hasta que nos veamos :D ."<br />
<br />
Ide esperó que el canal no estuviera vigilado. Aunque, dado su historial, no era de esperar que nadie en el Templo se alarmara.<br />
Kenter permanecía erguido, alerta, en espera de más órdenes. Para variar, estaba callado. Ide se quedó pensando unos segundos. No sabía si enviar el código ahora, o hacerlo después. Y, en cualquier caso, no sabía lo que pasaría cuando introdujera el código.<br />
<br />
-Kenter, ¿sabes si Morg tiene algún combate hoy?<br />
<br />
-Nadie lo sabe, señor -repuso el hombrecillo, con cara de circunstancias-. Como ya le he dicho, gasta casi todos sus hak en "tiempo de privacidad". Y dada su naturaleza robótica, tampoco gasta mucho en mantenimiento... así que el momento de su siguiente combate es entre ahora y dentro de veintiocho horas.<br />
<br />
-Bien. Necesito que le envíes otro mensaje.<br />
<br />
-Será un placer, señor.<br />
<br />
-Mismo asunto que el anterior. Escribe. "Tengo el código, pero necesito asegurarme de que Kurel estará bien. ¿Qué harás cuando se desactive la secuencia de emergencia?".<br />
<br />
Cuando vio el mensaje escrito, tuvo la vaga impresión de que la respuesta sería "Introduzca código de anulación", sin remite, ni asunto.<br />
<br />
-Ya hay respuesta, señor. La leo: "El estado de salud de Kurel está al noventa y siete por ciento, y me encuentro en disposición de afirmar que permanecerá entre el noventa y cinco y el cien por cien; al menos en las próximas seis semanas. Introduzca código de anulación."<br />
<br />
Ide no sabía si anular la secuencia de emergencia ahora. O esperar a tener resuelto lo de Arakosia. Y lo de Delia. Y lo de Lionel. Quizás podría presionar a Vima, si tuviera control sobre Morg.<br />
<br />
-Responde, Kenter. "No has respondido a mi pregunta. Qué pasará con Kurel, y contigo, cuando introduzca el código. Y en cualquier caso, no te voy a enviar el código por una red no segura. Te lo daré en persona. Supongo que habrás sido lo suficientemente listo como para rastrear desde dónde te he enviado este mensaje."<br />
<br />
-"Remitente irrastreable debido a la configuración del sistema. Respuesta a la pregunta planteada excede parámetros de seguridad. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide dictó a Kenter de nuevo. "Habitación [...], en el Palacio del Dolor. No transferiré el código por una red privada. Si no piensas venir, proporcióname un buzón de la HoloRed donde pueda mandarte el código."<br />
<br />
"No dispongo de acceso a HoloNet. No puedo abandonar el Hak'Un Shapp."<br />
<br />
Ide no se fiaba de que alguien estuviera vigilando las comunicaciones, y que, intencionadamente podría intervenir el mensaje y no permitir que llegara a Morg. Por eso, intencionadamente, envió un código erróneo.<br />
<br />
-Kenter, envía la siguiente secuencia. -Dictó el código, errando en algunos números a propósito. Si Morg respondía, sería prueba inequívoca de que le había llegado el mensaje.<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Miró la respuesta algo atónito. No tenía ningún sentido que se bloqueara el sistema tras un intento erróneo. Aunque al menos sabía que nadie estaba interviniendo el canal.<br />
<br />
-Kenter, envía otro mensaje. -Esta vez, dictó el código correctamente, y lo repasó dos veces-. Además, crea un alias oculto en el remitente. Habrá bloqueado la anterior dirección.<br />
<br />
Cuando llegó el siguiente mensaje, Ide lo contempló, sin acabar de creérselo:<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la mente de Ide. ''A lo mejor no era Morg'' el que estaba enviando los mensajes de "Código incorrecto". Envió una tercera clave, ligeramente modificada respecto de la correcta que le había enviado Tu'Ala. Además escribió a la chica por el canal abierto en su Hololibro: "¿Estás segura de que esa es la clave?".<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
==Seguridad hutt==<br />
<br />
El mensaje de Tu'Ala tardó un poco más en llegar: "Claro, por supuesto, yo misma lo cambié. Es culpa de alguien pequeño y rojo. Tendrás que decírselo en persona, antes de mañana por la tarde."<br />
<br />
Respondió a Tu'Ala. "¿Alguien pequeño y rojo? ¿Mañana por la tarde? ¿Qué tiene que ver eso con el código que Morg ha rechazado?"<br />
<br />
"Sabes, no puedo ajustar mis visiones proféticas desde aquí. Por el ysalamiri, sabes. Hablo de memoria, esto es algo que vi una vez. Pero creo que no es Morg el que está rechazando el código."<br />
<br />
"''Estupendo''", pensó Ide, "''ahora además de alguien interfiriendo la comunicación tenemos una visión profética''".<br />
Abrió su Hololibro de nuevo. Escribió un pequeño programa, de apenas diez líneas de código, que generaba variaciones del código de seguridad. Lo conectó a la consola de Kenter.<br />
<br />
-Kenter, envía la salida de este programa a ''Morg''. Cada diez segundos. Una clave por mensaje.<br />
<br />
"''Si quieres tener la clave, vas a tener que encontrarla entre todas las que vas a recibir, y luego discutirlo con Morg''", pensó.<br />
<br />
Desde Kenter manó una especie de murmullo, al comenzar a mandar variaciones del código. Al mismo tiempo, con una voz muy suave le dijo a Ide: "Esta es una tarea infinita, señor..."<br />
<br />
-No te preocupes, no durará mucho -dijo Ide con una media sonrisa-. Envía unos cuantos mensajes más, luego aumentaremos la frecuencia. Cuando haya enviado unas cuatro mil claves, será suficiente.<br />
<br />
-Sí, señor -dijo Kenter, con voz cansada.<br />
<br />
-Si enrutas mi Hololibro al sistema de mensajería, yo mismo puedo configurar los envíos, y no tendrás que dedicar procesador a esta tarea.<br />
<br />
-No... autorizado... no se preocupe por mí, señor.<br />
<br />
Ide comenzó a escribir en su hololibro, modificando el programa.<br />
<br />
Kenter se sentó, y tenía la expresión perdida. Cuando volvió a hablar, su voz era casi inaudible:<br />
<br />
-Cuatro... mil... claves... será... suficiente...<br />
<br />
Ide cambió el límite, y la cara de Kenter se congeló en un rictus de horror. Modificó el programa para que siguiera generando claves, cada vez con más frecuencia. Si conseguía saturar el buffer de Kenter... quizá...<br />
<br />
Diez segundos más tarde, la imagen de Kenter se inmovilizó. Seguía sentado, con la mirada perdida; e Ide se dio cuenta de que estaba perfectamente inmóvil. Probablemente al saturarse el buffer había sobreescrito algún otro sector de memoria, conjeturó Ide. En cualquier caso, estaba claramente fuera de combate. Intentó entonces acceder directamente a la red privada de comunicaciones, y descubrió que la IA era responsable de la seguridad de red de la habitación, que había caído.<br />
<br />
Ide accedió sin ningún problema. Por otra parte, debía haber centenares, o miles, de IAs similares a Kenter, cada una controlando una zona específica. Probó a marcar un mensaje dirigido a Morg, con otra clave falsa, para intentar seguir la traza. Comprobó que había una dirección por la que pasaban todos los mensajes que salían de la habitación. El mensaje dirigido a Morg no volvió a salir de esa dirección. En cambio, mandó un mensaje a Ide. Ni se molestó en abrirlo. Ya sabía lo que decía.<br />
<br />
Probó a enviar un mensaje de ánimo a Morg, suplantando la dirección de otra de las habitaciones del hotel. Algo así como "Apostaré por ti, lo estás haciendo fenomenal, ¡eres extraordinario!". Lo siguió por su ruta en la red, y observó que realizaba el mismo recorrido. Salvo que el mensaje de vuelta era "Gracias, apreciado admirador. La próxima vez que le arranque los miembros a alguien, lo haré en tu honor.".<br />
<br />
"''Así que ninguno de mis mensajes ha llegado a Morg...''". Repasó la correspondencia. Pero su interlocutor sabía de Kurel, no podía ser... salvo que el interlocutor intermedio funcionara como una especie de censor... que abriera todos los mensajes y sólo dejara pasar los que viera más convenientes. Por la velocidad con la que respondía, Ide intuyó que se trataba de un filtro electrónico. Que era, probablemente, el que había repetido el mensaje de Morg en la segunda clave. Y en la tercera. Y en la cuatro mil. Si quería saltarse el filtro... tendría que enviar un mensaje que no estuviera en las reglas de bloqueo. Mencionar a Kurel había<br />
funcionado. Y a Horuz. Así que redactó un mensaje con un remitente distinto, se consignó a la Fuerza, y cruzó los dedos para que el filtro no lo retuviera.<br />
<br />
Remitente: "Ide". Asunto: "Kurel". Mensaje: "El hijo de Zhur Garin, que fue traido aquí desde Horuz, debe ser trasladado al Templo Jedi de Coruscant, por deseo expreso de él mismo." El mensaje no llegó más allá del interlocutor intermedio. El mensaje de vuelta decía: "No tengo problema con eso. Introduzca código de seguridad."<br />
<br />
Ide se quedó mirando su Hololibro. Tuvo otra obvia revelación. Las reglas no se limitarían a aprender los mensajes que Morg hubiera rechazado. Además, jamás dejarían pasar un mensaje que contuviera un código de desbloqueo de un droide.<br />
<br />
Aún quedaba el problema de los pocos miles de claves que había enviado. Si un observador humano decidía probarlas, probablemente podrían obtener el control de Morg en pocas horas. Siempre que el supervisor, el cual Ide estaba seguro que existía, no decidiera que era un ataque aleatorio para obtener el control de Morg...<br />
<br />
Aprovechando la brecha abierta, Ide instaló su programa en el terminal donde antes se había estado ejecutando Kenter. Lo ejecutó para que siguiera enviando claves. Observó, desde la monitorización que hacía desde su Hololibro, cómo el filtro las respondía automáticamente. Creó un pequeño filtro, que descartaba las respuestas estándar, y que avisaba y detenía el envío en caso de obtener una respuesta distinta.<br />
<br />
Cuando terminó era casi la hora de la cena. Desconectó su Hololibro y dejó su sistema funcionando.<br />
<br />
Obviamente, Kenter no sería capaz de avisarlo, así que cogió sus cosas y se dirigió a la Flor Esquiva.<br />
<br />
<br />
<<Continúa en [[Humo y Vapor III]]>></div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=La_Prueba_del_LaberintoLa Prueba del Laberinto2013-06-26T18:50:14Z<p>El Universo: Página creada con « Continuará en breve ^ ^ .»</p>
<hr />
<div><br />
Continuará en breve ^ ^ .</div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Senderos_OscurosSenderos Oscuros2013-06-26T18:49:23Z<p>El Universo: </p>
<hr />
<div><br />
<br />
Esta es la aventura actualmente en curso, en la que Ide Kanor se enfrenta a una difícil misión en uno de los lugares más depravados de la galaxia: Nar Shaddaa<br />
<br />
Ha sido dividida en partes para una lectura más cómoda (y probablemente debería meterle asterisquillos o algo, para hacer la lectura aún más cómoda):<br />
<br />
<br />
<br />
Preludio: [[La huida de la Reina]]<br />
<br />
[[La Aprendiz]]<br />
<br />
[[La Aprendiz II]]<br />
<br />
[[La Aprendiz III]]<br />
<br />
[[El Blues de Nar Shaddaa I]]<br />
<br />
[[El Blues de Nar Shaddaa II]]<br />
<br />
[[El Blues de Nar Shaddaa III]]<br />
<br />
[[El Blues de Nar Shaddaa IV]]<br />
<br />
[[El Blues de Nar Shaddaa V]]<br />
<br />
[[Humo y Vapor I]]<br />
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[[Humo y Vapor II]]<br />
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[[Humo y Vapor III]]<br />
<br />
[[La Prueba del Laberinto]]</div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Senderos_OscurosSenderos Oscuros2013-06-26T18:48:17Z<p>El Universo: </p>
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<div><br />
<br />
Esta es la aventura actualmente en curso, en la que Ide Kanor se enfrenta a una difícil misión en uno de los lugares más depravados de la galaxia: Nar Shaddaa<br />
<br />
Ha sido dividida en partes para una lectura más cómoda (y probablemente debería meterle asterisquillos o algo, para hacer la lectura aún más cómoda):<br />
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Preludio: [[La huida de la Reina]]<br />
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[[La Aprendiz]]<br />
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[[La Aprendiz II]]<br />
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[[La Aprendiz III]]<br />
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[[El Blues de Nar Shaddaa I]]<br />
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[[El Blues de Nar Shaddaa II]]<br />
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[[El Blues de Nar Shaddaa IV]]<br />
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[[El Blues de Nar Shaddaa V]]<br />
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[[Humo y Vapor I]]<br />
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[[Humo y Vapor II]]<br />
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[[Humo y Vapor III]]</div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIIHumo y Vapor III2013-06-26T18:46:49Z<p>El Universo: /* Despedida */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26aGR, 20:25 horas.'''<br />
<br />
<br />
A medida que Ide se fue acercando a la Flor Esquiva, percibió un olor apetitoso. Poco antes de llegar se hizo obvio que Delia, o quien estuviera en la cocina, no se limitaba a preparar bebidas.<br />
<br />
Casi la mitad de las mesas estaban ocupadas con sintientes cenando; y tanto Delia como Sira servían las mesas.<br />
<br />
Ide se acercó a la barra, y aprovechando un breve momento de calma, habló con Delia, la cual se había acercado a la barra.<br />
<br />
-La idea era que Sira comiera algo, no que se pusiera a trabajar... -dijo Ide con humor.<br />
<br />
-No he podido retenerla -repuso Delia con una sonrisa-. Supongo que no está acostumbrada a permanecer quieta mientras los demás trabajan a su alrededor...<br />
<br />
Sira se aproximó a la barra, e inclinó la cabeza respetuosamente cuando vio a Ide. No dijo nada.<br />
<br />
-Yo pensaba que querrías comer algo... pero parece que has decidido echarle una mano a Delia -dijo, sonriendo-. Lo que te haga más feliz. -Miró a Delia-. ¿Crees que puede quedarse contigo, o levantará sospechas? No se me ocurre un lugar seguro donde pueda estar, mientras resuelvo... lo que tengo pendiente aquí.<br />
<br />
-Puede quedarse, desde luego... todo el mundo pensará que Vima me ha puesto un refuerzo, o que pronto va a reemplazarme... pero si me voy pronto de Nar Shaddaa, nada de eso importará -dijo, mientras posaba una mirada de desesperación contenida sobre Ide.<br />
<br />
-Vima me ha invitado a cenar. De hecho, debería notificar que estoy aquí de alguna forma, creo que me iban a avisar.<br />
<br />
Los ojos de Delia se abrieron considerablemente. Un pánico primordial creció en ella, sólo para ser ahogado por una férrea fuerza de voluntad. Con voz muy controlada dijo:<br />
<br />
-Si... quieres alejar la atención de Sira, será mejor que no llames desde aquí.<br />
<br />
-Cierto, cómo he podido ser tan tonto.<br />
<br />
No lo dijo, pero intuyó que el horror de Delia no se debía sólo a la posible sospecha que podría levantar.<br />
<br />
-Me iré a una de los balcones de las zonas de descanso -apuntó, mientras se levantaba del asiento-. Espero que sigáis bien por aquí. Si te enteras de algo sobre... bueno, él, avísame. Sira tiene mi número de comunicador.<br />
<br />
-Lo haré -su expresión parecía muy angustiada-. Ten mucho cuidado.<br />
<br />
-No te preocupes, sé cuidarme -dijo con una sonrisa, y salió del bar.<br />
<br />
==Contacto==<br />
<br />
Cuando llegó a uno de las zonas de descanso de las plantas intermedias avisó a la recepción de que estaba allí mediante uno de los terminales disponibles. Cuando lo hubo hecho, se acercó a una de las ventanas de transpariacero. No debían tardar mucho en avisar, ya era casi la hora de la cena.<br />
<br />
Efectivamente, la terminal se iluminó en menos de diez segundos. Apareció una figura humanoide, que no hizo sino decir: "Espere, por favor. Alguien llegará para acompañarlo en breve."<br />
<br />
No habían transcurrido ni cinco minutos cuando apareció de nuevo el mismo hombre bien vestido que le había recibido cuando bajó de su nave la última vez. Se inclinó cortésmente a modo de saludo.<br />
<br />
-¿Desea que le indique el camino a la Joya Gloriosa, señor?<br />
<br />
-Si es tan amable -respondió educadamente Ide.<br />
<br />
-Acompáñeme, por favor.<br />
<br />
Recorrieron un camino corto y estéticamente agradable, que incluía un par de turboascensores muy bien decorados; y en breve la vista que se apreciaba por las ventanas se volvió espectacular. Desde la parte superior del Palacio del Dolor el paisaje abarcaba una porción considerable de Nar Shaddaa, que, dada su heterogeneidad arquitectónica, daba la impresión de un todo homogéneo armonioso que se rompía en millones de detalles aparentemente incongruentes; como una gigantesca escultura fractal.<br />
<br />
Al parecer, la Joya Gloriosa ocupaba la última planta del Palacio. Era una estancia relativamente íntima, de unos cuatro por cuatro metros, a la que se accedía por un ascensor de dos plazas desde la planta inmediatamente inferior. Apenas tenía mobiliario.<br />
<br />
Una mesa, y dos sillas una frente a otra. En la mesa brillaba un candelabro, con cinco velas ardiendo suavemente; y en una de las sillas había una mujer que no aparentaba más de veinte años, vestía una camisa sencilla y bebía agua de una copa de cristal; mientras miraba atentamente por la ventana.<br />
<br />
Ide esperó a que ella hablara. Cuando lo hizo, fue con una voz cristalina y bien modulada. Ide no pudo evitar pensar que era espléndida voz de soprano.<br />
<br />
-Buenas noches -dijo mientras sonreía cálidamente-. Soy Vima Da'Motta. Tome asiento, por favor, si antes no desea disfrutar de las vistas.<br />
<br />
-Gracias, señora Da'Motta. Hay que reconocer que la Joya Gloriosa ofrece una vista privilegiada de Nar Shadda. Tiene usted un hermoso hotel.<br />
<br />
-Si lo desea, puede tutearme -repuso, mientras se encogía levemente de hombros-. Francamente, nunca le he dado mucha importancia al protocolo.<br />
<br />
-La verdad es que me resulta algo extraño hablar de usted a alguien tan joven -Ide mantuvo el tono afable, pero lo que le resultaba verdaderamente extraño era pensar que Vima Da'Motta tuviera una cara amable -.Llámame Ide, pues.<br />
<br />
Sonrió aún más ampliamente. Durante unos segundos parecía que no sabía qué decir.<br />
<br />
-Excelente. ¿Tienes ganas de cenar algo ligero, o prefieres algo más consistente?<br />
<br />
-No suelo cenar mucho. Comer mucho por las noches no me deja dormir bien.<br />
<br />
-Algo ligero, entonces... ¿comida calamariana?<br />
<br />
-No he tenido el gusto antes. Confío en tu buen gusto.<br />
<br />
-Pescado, una especie de galletas de algas... espero que te guste.<br />
<br />
Una sección circular de la mesa se abrió frente a ellos dos, y apareció un plato de algo que parecía ensalada de pescado, y que olía deliciosamente.<br />
<br />
-¡Al ataque! -dijo Vima, mientras cogía el tenedor. Se detuvo de repente, mientras miraba a Ide- Ah... ¿los jedi tenéis alguna costumbre especial para antes de comer, una oración o algo?<br />
<br />
-Oh, no, en absoluto. La Fuerza no necesita alabanzas ni consagraciones -sonrió, y cogió su tenedor.<br />
<br />
Vima parecía aliviada.<br />
<br />
-Oh, bien -dijo mientras pinchaba la ensalada. Ide comió, esperando que ella hablara.<br />
<br />
==Sorpresas==<br />
<br />
Durante unos minutos, ella no hizo sino comer y observar a Ide con curiosidad. Ide pudo oir una música, en el límite de lo audible, algo parecido a ópera. Ella pareció darse cuenta al mismo tiempo que Ide.<br />
<br />
-Sabes, la música cantada sin acompañamiento musical es una de las artes universales -dijo con voz animada-. Junto a la pictografía y la danza, creo. Luego los eruditos debaten sobre si la percusión debería ser considerada universal... y la narrativa, claro -hizo un gesto juguetón-. Siempre están debatiendo sobre la universalidad de la narrativa, y peleándose con los lingüistas.<br />
<br />
-Soy más una persona de ciencias que de humanidades, he de reconocer. No soy tan docto en estos temas... sin embargo aprendí de pequeño a tocar. Es el único arte al cual me encuentro vinculado.<br />
<br />
Ella parecía encantada.<br />
<br />
-¡Oh, es fantástico! Yo misma también aprecio mucho la música. El baile también, claro -hizo un gesto descuidado-, pero no tengo una verdadera base teórica para poder apreciarlo apropiadamente.<br />
<br />
-¿Tocas algún instrumento?<br />
<br />
-Canto -dijo mientras sonreía pícaramente-. Lo que suena, lo canté yo -dijo mientras se ruborizaba ligeramente-. Es... un descuido por parte de mi mayordomo. Ahora parece que quiero alardear o algo...<br />
<br />
-En absoluto. No es alardear mostrar cuando es apropiado aquello que uno sabe. La humildad extrema es casi tan mala como el orgullo descarado -se paró unos segundos-. Me gustaría oirte cantar.<br />
<br />
Ella se ruborizó.<br />
<br />
-Oh, no podría... -se quedó mirando a Ide unos segundos, como pidiéndole permiso.<br />
<br />
-Si ayuda, puedo cambiarte una pieza de mi flauta por una obra cantada por ti.<br />
<br />
-Bueno, bien... Entonces voy a levantarme.<br />
<br />
Se puso en pie despacio, e Ide pudo observar que no era muy alta ni robusta. Parecía una especie de muchacho, aunque algo en su complexión le recordaba a los padawan del templo.<br />
<br />
Y de su cadera derecha colgaba un sable de luz.<br />
<br />
==Intercambios==<br />
<br />
Cerró los ojos, e inspiró profundamente dos o tres veces. Cantó una nota, como para afinarse; y luego comenzó a cantar.<br />
<br />
Espectacularmente. La pieza, cantada a capella, estaba en un idioma que Ide no reconoció, pero la complejidad técnica no le pasó desapercibida. Posteriormente, fue la expresividad de la voz lo que le llamó la atención. Algo dentro de él no estaba preparado por completo para la avalancha de ternura que se derramaba en cada nota, para la lucha que se denotaba tras cada cambio repentino de registro.<br />
<br />
Acabó, de una forma que se asemejaba mucho al principio. De alguna forma, Ide percibió al final una riqueza de matices que no había notado la primera vez.<br />
<br />
Ella suspiró profundamente. Abrió los ojos de nuevo.<br />
<br />
-¿Te ha gustado?<br />
<br />
-Ha sido... inesperadamente hermoso y emotivo. Una bella ejecución, sí señor.<br />
<br />
Sonrió de nuevo. Parecía acalorada. Parecía incapaz de hablar. Se sentó despacio.<br />
<br />
-Muchas gracias -dijo con un hilo de voz.<br />
<br />
-Ha sido toda una grata sorpresa, sí señor. Reconozco que no esperaba encontrar esto esta noche.<br />
<br />
Ella enarcó una ceja, mientras miraba divertida a Ide.<br />
<br />
-Bueno, pensaba que me querías para hablar... no sé, de negocios, o algo parecido -sonrió ligeramente-. No esperaba encontrarme hablando de arte y música contigo.<br />
<br />
-Bueno -dijo con voz jocosa-, es un poco rudo, incluso aquí en el borde medio, ponerse a hablar de negocios en cuanto se sienta uno a la mesa...<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Creo que me toca... aunque sea poco apropiado. No sé si estaré a la altura.<br />
<br />
-Por favor -dijo ella con una ternura que no parecía fuera de lugar.<br />
<br />
Ide se levantó y se separó un poco de la mesa. Sacó su flauta, guardada en el estuche. Dejó la caja sobre la silla y la montó suavemente, sin prisa. Cuando estuvo armada, miró a Vima, y sonrió otra vez. Se colocó erguido, como si estuviera en un recital de verdad. Cerró los ojos, y se rindió a las ondulaciones de la Fuerza, como siempre que hacía cuando producía música.<br />
<br />
Comenzó la ejecución con un pasaje sencillo, de poca dificultad técnica pero que transmitía mucha emotividad. De alguna forma, toda su preocupación y su sentido del deber se podían percibir tras la melodía. A medida que se relajaba, sintió como la Fuerza lo inspiraba, complicando el pasaje principal, guiándolo en trémolos y escalas que se enlazaban sin que él mismo supiera muy bien cómo enlazarlas, hasta el último momento. Y enlazaban bien. De repente, Ide se dio cuenta de que había terminado.<br />
<br />
Vima aplaudía muy contenta:<br />
<br />
-¡Eso ha estado muy bien! ¿Todos los jedi saben tocar tan bien como tú, o es un talento singular tuyo?<br />
<br />
==Charla sobre jedi==<br />
<br />
-Bueno, todos los jedi saben hacer algunas cosas bastante bien, cuando se sintonizan con la Fuerza. Yo tuve esa bendición desde pequeño. No sirve para el combate, pero me proporciona momentos muy hermosos.<br />
<br />
-El combate está sobrevalorado -dijo ella con una breve carcajada-. ¡El combate es de bárbaros! -añadió, divertida- ¿No has pensado en dedicarte exclusivamente a la música?<br />
<br />
-No soy tan bueno... y en cualquier caso, ser jedi es un trabajo muy satisfactorio. Aunque tu especialidad no sea el combate -sonrió.<br />
<br />
-Satisfactorio y sacrificado, según tengo entendido.<br />
<br />
-No es un sacrificio lo que se ofrece de buena voluntad. Si lo miras así, somos todos voluntarios.<br />
<br />
-Bueno, si le explican a uno con todo lujo de detalles lo que podría pasar, supongo que sí. No es -dijo con voz inocente- como si adoctrinaran lactantes o algo.<br />
<br />
-Entramos... bueno... se suele entrar muy joven en el Templo. Pero no se obliga a nadie. Se entrena a los seres sensibles a la Fuerza, y según su evolución se les entrena como jedis, o se les enseña otro oficio en el que sus habilidades puedan ser útiles. Supongo que no es una demostración formal, pero no debe ser tan malo: para los chicos es todo un orgullo ser seleccionados como padawan -por un corto instante, a Ide se le torció la sonrisa, al recordar la fiesta de despedida que sus compañeros dieron a Arakosia.<br />
<br />
-Comprendo -dijo con voz reflexiva-. Y, si no es molestia preguntar, ¿qué hace un jedi tan agradable en Nar Shaddaa?<br />
<br />
==La vida en Nar Shaddaa==<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la consciencia de Ide. Recordó con quién estaba hablando, y el nombre de esta persona tan amable que le había invitado a cenar.<br />
<br />
-Buscar algo que se me ha perdido -dijo afablemente-. Reconozco que no es el sitio más... compatible con nuestras creencias y principios.<br />
<br />
-Debe de ser duro -dijo ella.<br />
<br />
-No creo que vivir en Nar Shaddaa sea fácil para nadie, si me permites la observación.<br />
<br />
-No lo es -dijo, con una súbita dureza-. Para nadie. Ni para los hutt.<br />
<br />
-Estoy seguro. He tenido la oportunidad de conocer a algunos, incluso de forma algo más personal. Siempre me ha dado la impresión de que toda la crueldad de este mundo proviene de un sencillo principio... ''matar o morir''.<br />
<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-De alguna forma... o algo peor -pareció reflexionar un instante-. Un rival muerto... está simplemente muerto. Otro vendrá a ocupar su lugar, y la lucha te habrá debilitado. Si quieres sobrevivir, tienes que esclavizar a tus rivales. Así, no sólo dejan de amenazarte, sino que trabajan para ti -reflexionó un instante-. Por supuesto, sería mejor convertirlos en aliados... pero en Nar Shaddaa no existe esa posibilidad.<br />
<br />
-Es quizá eso lo que me desconcierta y desconsuela a partes iguales -dijo el jedi con una mueca-. Sin embargo...<br />
<br />
-¿Sí?<br />
<br />
-Tú... no pareces pertenecer a este mundo -dijo Ide, con un uso consciente del verbo parecer-. Esta sala, este hotel, a ratos. Esta cena.<br />
<br />
-Bueno, no soy de aquí. Llegué cuando tenía más de treinta años -escrutó la expresión de sorpresa de Ide-. Supongo que no aparento mi edad.<br />
<br />
-En absoluto. Lo mostré claramente en mi segundo comentario de esta noche.<br />
<br />
-Pensé que era una frase de cortesía -dijo mientras sonreía.<br />
<br />
-No hace falta mentir para ser cortés -añadió el.<br />
<br />
-Bueno, supongo que podría haber algunas especies en la galaxia que me consideraran joven... -su cara se volvió reflexiva- ...aunque no me imagino cuáles podrían ser.<br />
<br />
-¿Y a qué te dedicabas antes, no es mucho preguntar?<br />
<br />
-Pues, hasta los doce años fui ayudante de laboratorio de mi madre. Ella fue una científica arkaniana de bastante éxito, sabes... y un poco paranoica. En cuanto tuve edad para ello, me dediqué a asistirla.<br />
<br />
-Y acabaste en Nar Shadda dirigiendo el Palacio del Dolor. No es una carrera científica estándar, eso está claro.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
==Historia antigua==<br />
<br />
-Poco después de mi decimosegundo cumpleaños, fui secuestrada. Veinte años más tarde llegué aquí -sonrió amargamente, como recordando un pasado poco agradable-. En ese momento, sólo buscaba un sitio donde esconderme. Pensé que me iría pronto de aquí, que volvería con mi madre.<br />
<br />
No dijo nada más. Su expresión mostraba un dolor a duras penas contenido. Por un momento, Ide no supo qué decir.<br />
<br />
-Esto confirma mi teoría. Nar Shaddaa no acoge a nadie con los brazos abiertos -sonrió-. No creo que haya más bárbaros que en Coruscant. Es sólo que el sistema de aquí los beneficia, en cierto sentido.<br />
<br />
-Toda la población local, o al menos todos menos uno, de un grupo de diez mil; está dispuesta a traicionar a alguien por una mínima mejora de su calidad de vida. Y el uno restante, si lo encuentras, habrá llegado a su edad actual por pura suerte -se rio brevemente-. Eso, o se acaba de bajar de la astronave.<br />
<br />
-Que lo hagan no quiere decir que deseen hacerlo. Puede que sea el único camino que conozcan. O eso, o que yo he tenido mucha suerte.<br />
En el centro de la mesa apareció una bandeja donde se alineaban, sin orden aparente, muchos tipos distintos de dulces, calientes y fríos. Sin embarazo alguno, Vima cogió uno caliente, le sopló y devoró la mitad de un bocado.<br />
<br />
-Esta mañana -continuó Ide, acercando su mano a algo que parecía un pastelito de crema- conocí a un pequeño alienígena, un chadra-fan que se llamaba Tilikit.<br />
<br />
-Mmm... muy bien -murmuró-. Maldición, me he quemado.<br />
<br />
Ide sonrió ligeramente, como pidiendo permiso para continuar. Ella hizo un gesto con la mano, mientras bebía un sorbo de agua.<br />
<br />
-No era nadie. Salí de un negocio, y me preguntó si necesitaba ayuda. A cambio sólo me pidió que lo llevara a mi planeta -Ide se detuvo unos instantes, como rememorando aquello.<br />
<br />
-Intentaba engañarte -dijo ella rápidamente-. En Nar Shaddaa, si alguien se acerca a alguien, es para comerciar o engañarlo.<br />
<br />
-No he tenido oportunidad de comprobarlo. Murió defendiendo a la esclava que pilotaba mi nave, cuando me atacaron unos mercenarios que Shawman&K'Rtahn mandaron para secuestrarnos a mí y a Arakosia.<br />
<br />
-Oh -dijo ella. No parecía muy afectada-. Y Arakosia es... ¿alguien que yo debería conocer?<br />
<br />
-Oh, es mi padawan. Fue... vendida, al Palacio del Dolor esta tarde -dijo amargamente.<br />
<br />
Vima parecía encantada.<br />
<br />
==Entrando en materia==<br />
<br />
-¡Vaya! ¿Y ella también sabe tocar? -preguntó con voz jubilosa.<br />
<br />
-No -sonrió Ide-. Acaba de empezar su entrenamiento. Apenas sabe manejar el sable de luz, y no ha tenido tiempo de aprender muchas cosas. Yo... la rescaté hace poco. La tenían presa.<br />
<br />
-¿Presa? -su expresión se volvió meditabunda- Curioso... ¿Y qué tipo de cosas sabe hacer?<br />
<br />
-Bueno... sabe... -Ide dudó unos segundos-. La verdad es que, por sí sola, puede apenas defenderse, y poco más. Mi tarea es de hecho convertirla en jedi -sonrió amargamente, consciente de que había usado el tiempo presente en su afirmación.<br />
<br />
-Vaya... ¿y tardarías mucho en convertirla en jedi?<br />
<br />
-Años. En el mejor de los casos -Ide tuvo una extraña sensación, al recordar el sable de luz que pendía de su cinto.<br />
<br />
-Y... ¿es importante para ti hacer eso?<br />
<br />
Ide tragó saliva y calló durante un momento.<br />
<br />
-Cómo decirlo... es... una parte de mí es ella, y lo que ella pueda llegar a ser.<br />
<br />
-Bueno, puedes quedarte en Nar Shaddaa el tiempo que consideres necesario para convertirla en jedi -dijo con expresión pensativa-. A cambio, te acogeré en mi Palacio sin coste alguno para ti.<br />
<br />
Ide sonrió y permaneció pensativo, sin responder. Sabía que Arakosia era el punto de inflexión de la conversación, el momento en el que Vima dejaría de ser amable y cálida.<br />
<br />
==Ofertas==<br />
<br />
-Bueno, piénsalo -dijo mientras se encogía de hombros.<br />
<br />
-No... bueno, siento decirte que no es posible convertirse en jedi en esas circunstancias. Es un entrenamiento igualmente espiritual y físico, y no es compatible en absoluto con la vida de un esclavo.<br />
<br />
-Oh,vaya... -parecía levemente decepcionada- Y si ella estuviera, digamos, exenta de servicio mientras dure su entrenamiento, ¿entonces podrías?<br />
<br />
-No se puede servir a la Orden Jedi y a otro señor a la vez, Vima. Como bien dijiste antes, es una vida sacrificada.<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-En fin... una lástima.<br />
<br />
Permaneció en silencio unos segundos. Cogió otro pequeño postre y se lo metió entero en la boca.<br />
<br />
-Me imaginaba que te agradaría la compra de mi aprendiz. Y entiendo que no tendrás el menor interés en vendérmela -dijo Ide como si fuera algo sin importancia.<br />
<br />
Ella hizo un ligero gesto de contrariedad.<br />
<br />
-No es eso, es que todavía no sé lo que vale... podría perder k'shii fácilmente... perdón, podría perder reputación... a veces me olvido de que no todo el mundo habla hutt.<br />
<br />
-Lo entiendo, es un término muy común. Sea como sea, me interesaría recuperarla, como te podrás imaginar.<br />
<br />
-Lo comprendo, lo comprendo -hizo un gesto apaciguador con ambas manos-. Sólo digo que aún no hemos terminado de tasarla. No puedo ponerle un precio hasta entonces, ¿comprendes? Me ariesgaría mucho.<br />
<br />
-Obviamente Arakosia no es una esclava normal. Y es capaz de hacer cosas increíbles. Pero quizás haya algo que con toda seguridad sea más útil que ella.<br />
<br />
-Seguro -dijo ella con ligereza-. Todavía estará sin pulir. Debe de haber ''cientos'' de esclavos más útiles que ella.<br />
<br />
-A lo mejor yo puedo hacer algo más útil que cualquier cosa que te pueda dar ella -comentó él.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
-¡Pero eso no va así! -dijo animadamente- La cuestión es que un esclavo hará su trabajo ''indefinidamente y sin recibir nada a cambio''. Y además sabes que cualquier inversión que hagas en él la puedes recuperar en un intervalo de tiempo sólo limitado por las necesidades biológicas del esclavo.<br />
<br />
-Sí, pero a lo mejor te compensa tener a un jedi a tu servicio en tu Hak'Un Shapp al precio de un esclavo de mediana utilidad -dijo él seriamente.<br />
<br />
==Contraofertas==<br />
<br />
Ella parecía un poco sorprendida.<br />
<br />
-Bueno, sería buena publicidad... -reflexionó- Las veces anteriores funcionó bastante bien. Y los jedi participantes casi siempre sobreviven, aunque no suelen ganar -sonrió, levemente ácida-. Sin ánimo de ofender, les falta crueldad -una mínima arruga apareció en su frente-. Pero sin tasar a tu padawan, no sé si sería un trato justo. ¿Necesitas conocer mi respuesta con premura?<br />
<br />
-Prefiero saberla libre cuanto antes mejor, pero toma el tiempo que necesites, faltaría más.<br />
<br />
-Habitualmente un par de horas suelen ser suficientes, si la colaboración es buena.<br />
<br />
-Quizás... pueda ayudarte. Verás, circula por la Holored una demostración de Arakosia que probablemente te enseñarán.<br />
<br />
-...sí? -su expresión quería decir: "y respecto a ella, quieres puntualizar que..."<br />
<br />
-¿Quizá podríamos verla ahora?<br />
<br />
-Claro. Control central, buscar video en HoloNet. Rastreo de nodo local, Nar Shaddaa; fecha y hora, últimos dos días, tema: Arakosia. Ordenar por número de visitas. Ver.<br />
<br />
Sobre la mesa se hizo un cubo de luz, al principio borroso, posteriormente fue dibujándose una habitación. Sobre la cama, Arakosia estaba desnuda y drogada, e Ide estaba a su lado.<br />
<br />
==Aclaraciones==<br />
<br />
Vima parecía muy interesada.<br />
<br />
-¡Caramba! Hubiera asegurado que era demasiado joven para relaciones sexuales extensas... -miró a su enlace informático de muñeca- y ésta es una edición de hora y media, con los mejores momentos de una grabación original, ¿''de diez horas''? -miró a Ide, con expresión entusiasmada- ¡Qué maravilla! ¿Y qué deseabas comentar?<br />
<br />
Un extraño pulso de calor recorrió la espina dorsal de Ide. Se tomó un tiempo tiempo para responder, en el cual sólo se le venía a la mente una frase: "Keel, maldita rata".<br />
<br />
-Sí... eso también. Pensaba que te ibas a encontrar primero con el vídeo de la fruta.<br />
<br />
-Es por el número de visitas, supongo. Nada atrae más que el sexo y la violencia. Probablemente el otro video no incluye sangre.<br />
<br />
-Esa noche Arakosia hizo cosas espectaculares. Y se deben principalmente a dos cosas. La primera es que la drogaron.<br />
<br />
-Pero la droga sólo levanta inhibiciones. Es de suponer que, en principio, ella sería capaz de llevar a cabo... hazañas similares sin necesidad de sustancias añadidas.<br />
<br />
-No siempre. Los estupefacientes, desde el momento en el que trasladan al individuo a un estado distinto de consciencia, pueden a veces amplificar la canalización de la Fuerza. O pueden hacer todo lo contrario.<br />
<br />
Como comprenderás, si fuera tan fácil obtener superpoderes, todos iríamos siempre por ahí con una bolsita de pastillas. Depende de la ocasión, y el contexto, las drogas pueden ser muy beneficiosas, o muy peligrosas. Lo cual me lleva al segundo factor que, en conjunción con el trance de la droga, proporcionó a Arakosia semejante habilidad.<br />
<br />
-Una conjunción de factores suelen ser malas noticias. ¿De qué se trata? ¿Ira descontrolada? ¿Abandono suicida?<br />
<br />
-Yo. Ide Kanor, su maestro y mentor. Y la devoción que siente hacia él -Ide pronunciaba severamente, con orgullo, pero sin que pareciera que estaba alardeando.<br />
<br />
-Oh, mejor. Quiero decir, ese no es un factor descontrolado. Aunque, claramente, disminuye su valor para cualquier comprador potencial... -dijo con expresión ecuánime.<br />
<br />
-Quería aclararte todo esto, para que no pensaras que te he intentado engañar cuando lo vieras -terminó Ide, juntando las manos en actitud conciliadora.<br />
<br />
-De acuerdo, lo tendremos en cuenta. ¿Deseas esperar aquí mientras tanto, o hay algún otro lugar... o algo que necesites hacer?<br />
<br />
-Pues sería muy agradable poder esperar en esta sala. Es... especialmente tranquila. A no ser que me dejes bajar a dar una vuelta por el Hak'un'Shapp -en el rostro del joven emergió una sonrisa pícara-. Tengo cierta curiosidad.<br />
<br />
Ella sonrió, con coquetería.<br />
<br />
-Bueno... está claro que no sabes exactamente de qué se trata... la mayor parte del tiempo es, como la vida misma, algo gris y aburrido. Y de repente -su voz cobró una energía vibrante- se desata un vórtice de emociones, que arrastran a sus participantes al éxtasis...<br />
<br />
Era como contemplar un volcán en sus ojos. Ide no recordaba cómo había llegado a estar tan cerca de ella. Percibió su energía en la Fuerza. Poderosa, entrenada... adaptada a su entorno, en sintonía con las sensaciones que emanaba la Luna del Contrabandista.<br />
<br />
==Déjà vu==<br />
<br />
Una sensación de ''déjà vu'' invadió a Ide. Se sentía en una especie de punto de inflexión, un punto desde el cual se puede desencadenar cualquier acontecimiento.<br />
<br />
-Parece que... -intervino Ide casi con un susurro, escudriñándola en la Fuerza- encuentras cierta armonía en el Hak'un'Shapp...<br />
<br />
El tiempo parecía fluir despacio, despacio...<br />
<br />
La miró, durante un instante, con ojos que trascendían la materia física. Había poder y habilidad, entrenados hacía mucho, oxidados bajo la costumbre de no utilizar lo aprendido, sepultados tras mucho uso inconsciente e intuitivo.<br />
<br />
-Intento... -dijo ella, con voz casi inaudible- Intento disfrutar de la armonía allá donde la encuentre...<br />
<br />
-Fluyes con la Fuerza... has sido entrenada -dijo él, extendiendo la mano como para tocar los jirones de su aura sobrenatural.<br />
<br />
Ella se estremeció en su sitio, sin decir nada. Su vello se erizó antes de que Ide lo tocara. Él dudó un segundo, y luego, lentamente, acercó su mano a la de ella. Estaba de pie, al lado de la silla en la que ella permanecía. Sin tocarla, ascendió por su brazo, como un curandero buscando energía vital, dejando que la única conexión entre ellos fuera, por poco, la Fuerza.<br />
<br />
Ella no reaccionaba con una técnica definida. Se limitaba a dejar que su cuerpo fuera atravesado por la Fuerza, sin hacer nada que no pudiera hacer de forma natural. Aceptó el toque de forma pasiva, dejándose hacer.<br />
<br />
-Pero fue hace tiempo... -añadió él, con los ojos cerrados, centrándose sólo en lo que percibía por su canal sensitivo sobrenatural. Cuando llegó al hombro, posó su mano. A través de la Fuerza le llegó, abrumadora, una sensación orgásmica. Pero ella no se movió.<br />
<br />
Sólo un suspiro hubiera permitido saber, a un observador casual, por qué sus párpados vibraban y su nuca transpiraba.<br />
<br />
Ide se giró, levantó la otra mano, y la posó sobre el otro hombro. Movió los dedos lentamente, como masajeando, limpiando el incipiente sudor que había aparecido en el cuello de ella, pero de una forma sutil y precavida. Seguía con los ojos cerrados, oyendo las reverberaciones de Vima, emitiendo su propia señal en la Fuerza para oirla reflejada en ella.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
Vima reaccionaba sin pensar. Tomó aire, y lo exhaló lentamente; cerró los ojos despacio. Estaba bajando sus defensas, Ide pudo sentir algunos de sus pensamientos al azar.<br />
<br />
"Que no se detenga, por favor, que no se detenga, lo necesito, lo necesito tanto, nadie era apropiado, todos querían mi k shii, nadie podía hacerlo como un igual, si hago algo puede arrepentirse, ojalá dejara de preguntar por la Época Oscura, quiero, quiero, oh, qué bueno. En el video no salía drogándose, pero ella tampoco, ¿podrá? ¿Podrá? Oh, por favor, que no sea de los que sólo lo hacen por amor, que no haya una regla jedi absurda, que no pase nada, que lo haga, pronto, que lo haga porque lo necesito tanto..."<br />
<br />
Él se detuvo unos segundos. Después, bajó una de sus manos un poco, colocándola al principio de sus pechos, y llevó la otra detrás, a la nuca, incrustando los dedos en su pelo. Al tiempo, se giró grácilmente y se puso en frente de ella, y, con la experiencia adquirida en los años de Galmia, en un segundo que se hizo eterno, se acercó y la besó.<br />
<br />
Ella volvió a estremecerse, una vez más.<br />
<br />
"Lo ha hecho otra vez. Y todavía estamos empezando. O eso espero. Que no acabe, por favor, que no acabe..."<br />
<br />
Pero él no se detuvo. Siguió, como en otros tiempos había hecho con su Reina, con la excitación sobrenatural que sólo sentía al unirse con otros usuarios de la Fuerza, como con Anakin, como con Arakosia el día anterior. Ide perdió la noción del tiempo. Se olvidó del Hak'un'Shapp, se nubló la visión de su objetivo, de Arakosia, de Morg, de Kurel, y durante un periodo no determinado de tiempo, sólo se permitió sentir la Fuerza, y Vima Da'Motta, la cruel emperatriz del Palacio del Dolor, ahora transformada y expuesta por la letanía de placeres que se sucedieron en la habitación.<br />
<br />
El atardecer sobre Nar Shaddaa se convirtió en noche, la noche casi en amanecer. Ninguno de los dos parecía acusar el peso del cansancio. En un momento determinado, Vima cedió voluntariamente; cuando se retiró, Ide vio sangre en la cara interna de sus muslos. Se dejó caer, agotada y feliz.<br />
<br />
==Interrupciones==<br />
<br />
Suspiró.<br />
<br />
En ese momento, Ide sintió algo extraño: sobre los cristales se notaba una extraña vibración, apenas musical...<br />
<br />
<br />
"''Arakosia''", pensó instantáneamente.<br />
<br />
"''¿Maestro? Estoy despierta, y no reconozco el lugar.''"<br />
<br />
"''No te preocupes, estás a salvo, en el Palacio del Dolor. No te pasará nada. Confía en mí.''"<br />
<br />
"''¿Debo escapar? ''Puedo'' escapar.''"<br />
<br />
"''No será necesario. Puede que si intentaras escapar fuera peor. Iré a verte en cuanto pueda, te recogeré pronto.''"<br />
<br />
"''Quieren operarme. Para instalarme algo, porque... dicen que ya han esperado demasiado. Lo van a hacer en menos de dos minutos.''"<br />
<br />
Ide pensó durante unos segundos. Fue a buscar su ropa. "''Dame un minuto. Si lo intentan, escapa.''"<br />
<br />
<br />
-Cuándo te volveré a ver -preguntó a Vima, despreocupadamente.<br />
<br />
Ella esbozó una especie de media sonrisa que transmitía una sabiduría sin edad. Su manera de moverse evidenciaba que se sentía igual de cómoda desnuda que vestida.<br />
<br />
-¿Quién sabe? -dijo con voz traviesa- Espero que pronto.<br />
<br />
-Me preguntaba... si harías algo por mí -apuntó él tímidamente. Ella rió, de buen humor.<br />
<br />
-Pregunta, hombre. Haré lo que pueda -una pequeña arruga se formó en su frente- si puedo.<br />
<br />
-Es mi antigua alumna. Me preguntaba si podías retrasar su implante. Mientras la tasas y llegamos a un acuerdo.<br />
<br />
<br />
Ella pareció un poco entristecida.<br />
<br />
-Oh, lo siento. Mi personal implanta a todo el personal en menos de quince minutos tras su compra. Norma de la casa, sabes -su expresión se dulcificó-. ¡Pero no te preocupes! Los implantes se pueden retirar fácilmente, y no dejan ninguna clase de huella o secuela.<br />
<br />
Ide observó que ella no parecía tener ningún interés en vestirse. La única prenda que recogió fue el cinturón del que pendía el sable de luz, y se lo ajustó a la cintura. Pasó la mano por delante de un sensor frente a uno de los vértices, y el hueco correspondiente al ascensor se iluminó.<br />
<br />
<br />
-¿Bajas primero? ¿O prefieres esperar aquí?<br />
<br />
-¿Esperar? -Ide levantó lo que hubiera sido una ceja.<br />
<br />
-A que termine la tasación.<br />
<br />
<br />
"''Maestro, vienen'' ahora"<br />
<br />
-Vima... -dijo, mirándola fijamente-. Llama a tu equipo de implantación. Acabo de percibir algo.<br />
<br />
==Imprevistos==<br />
<br />
Ella parecía confundida.<br />
<br />
-Pero...<br />
<br />
-Confía en mí, evitará problemas. Están... implantando a Arakosia. Ha estado inconsciente y se acaba de despertar. Y está asustada.<br />
<br />
-Yo... -algo pareció cerrarse en su mente. Volvió a subir la barrera- Está bien. Pero no desde aquí.<br />
<br />
Él dio un paso adelante, aún con la ropa en la mano.<br />
<br />
-Vima... -la miró fijamente-. Gracias. Por... por todo.<br />
<br />
Ella asintió sobriamente.<br />
<br />
-Espera aquí.<br />
<br />
"''Maestro, ya he escapado. Dime cuál es el punto de encuentro.''"<br />
<br />
-Volveré tan pronto como pueda.<br />
<br />
"''Me temo que he dañado gravemente a por lo menos dos de ellos.''"<br />
<br />
Vima sonrió.<br />
<br />
-Y te haré un buen, buen descuento en todo lo que dependa de mi k'shii... esto ha valido un buen montón de gubor... incluso se podría cobrar en sgin.<br />
<br />
"''La estructura de este hotel me ha cogido por sorpresa... al principio. Pero en realidad, me beneficia. Más de la mitad del edificio está hueca. Más espacio para mí.''"<br />
<br />
"''Quédate escondida por ahora''."<br />
<br />
Se acercó a Vima, aún mirándola.<br />
<br />
-Sabes que no lo he hecho por eso -se acercó para coger su mano-.<br />
<br />
-Ya lo sé, guapo -dijo Vima mientras guiñaba un ojo-. Era un cumplido, al estilo Nar Shaddaa.<br />
<br />
Él sonrió.<br />
<br />
-Estaré aquí, si me necesitas o si hay algún problema.<br />
<br />
-Bien. Siéntete libre de pedir cualquier cosa o servicio que desees -la expresión de su cara se volvió a un tiempo salvaje y atractiva-. Cualquier cosa... la podemos compartir cuando yo regrese.<br />
<br />
Enderezó su espalda, que crujió levemente. Se quedó parada en la sección iluminada de suelo, que bajó. Su cuerpo desnudo parecía saludar a Ide mientras desaparecía por la abertura del suelo, antes de que ésta se cerrase.<br />
<br />
==Comunicaciones==<br />
<br />
"''¿Maestro?"''<br />
<br />
"''Arakosia.''"<br />
<br />
"''A lo mejor no es el momento apropiado para preguntar esto, pero... eh... a veces confundo cosas que suceden en mis sueños con cosas que suceden en la realidad, y... no tengo muy claro si algunas de las cosas que recuerdo... son ciertas.''"<br />
<br />
"''Ah, supongo que te refieres a lo de ayer.''"<br />
<br />
"''Es que... lo que recuerdo se parece mucho a los sueños que suelo tener, pero... ahora tengo agujetas, maestro, en todo el cuerpo, y..."''<br />
<br />
''"Te drogaron. La especia roja... te introduce en un éxtasis sexual. Y te produce síndrome de abstinencia. Y... lo que recuerdas es la terapia de choque para evitar la dependencia. Decidí que... era mejor así, a usar a unos extraños."''<br />
<br />
<br />
El enlace transmitió una mezcla de sensaciones difícil de analizar, algo a lo que Ide comenzaba a acostumbrarse. Supo que luego, al meditar sobre ello, podría conocer su reacción con más precisión.<br />
<br />
<br />
''"Yo... ¿lo repetiremos?"''<br />
<br />
''"Bueno... en el Templo no... aunque... espero que esto no nos lleve a ti y a mí al Lado Oscuro...''". Ide sonrió, pero no tenía claro si era posible transmitir humor mediante los enlaces telepáticos.<br />
<br />
"''No... no lo parecía... he estado allí, y esto era... sólo me había sentido así al pelear, o en meditación profunda. He aprendido mucho, lo recuerdo. Creo... que puedo utilizar lo que he aprendido.''"<br />
<br />
"''Utiliza lo que yo te he enseñado. Lo que has aprendido tendremos que... bueno. Revisarlo. No está mal que investigues tu propia conexión con la Fuerza, pero a veces...''"<br />
<br />
<br />
Ide tuvo un flash. De Galmia. De Kwyna aprendiendo sola, con el holocrón. Se fue enseguida, pero no supo discriminar si Arakosia lo había percibido o no.<br />
<br />
<br />
"''Es mejor que lo desarrollemos un poco, tranquilamente, durante el entrenamiento.''"<br />
<br />
"''Sentí la Fuerza, maestro. Fluyendo por mi cuerpo. Fui consciente de cómo el funcionamiento de mi cuerpo interaccionaba con la Fuerza. Pocas veces me siento tan centrada... como ahora, que peleo para salvar mi vida. Estoy intentando no matar a nadie, aunque ellos están intentando matarme a mí. ¿Es eso correcto?''"<br />
<br />
"''Eh... sí. Lo importante es eliminar las sensaciones. Pensar sólo en la Fuerza.''"<br />
<br />
"''Oh, sí. Ahora estoy muy bien. Me siento... en paz...''"<br />
<br />
<br />
Ide analizó a su aprendiz, en la distancia, mediante el enlace en la Fuerza que los unía. Era... como una sucesión de tonos cristalinos, como un concierto de campanas tubulares. Irradiaba tranquilidad.<br />
<br />
<br />
"''Por cierto, maestro... no sé si es importante, pero... siento...''"<br />
<br />
<br />
Ella no se atrevía a verbalizar... algo. Sintió un lejano eco de vergüenza.<br />
<br />
<br />
''"Di, Arakosia."''<br />
<br />
''"Soy consciente de una... excitación física de mi cuerpo, en estos momentos. No sé qué hacer al respecto."''<br />
<br />
''"Es parte de los efectos de la especia roja. Me temo que es algo que tendrás que solucionar tú misma en tu escondite."''<br />
<br />
''"Sí, maestro. Creo que acabo de matar a alguien, sin querer. Ha caído por un desnivel."''<br />
<br />
''"¿Que has hecho qué?"'' Ide no sabía muy bien qué estaba pasando. ''"¿No decías que estabas escondida?".''<br />
<br />
''"En los sistemas ocultos. Pero han mandado patrullas para localizarme y dañarme. Creo que la idea es que, cuando un esclavo huye, se le hace tanto daño que éste nunca vuelve a intentarlo. Muchos de estos seres... quieren hacer eso. Por eso son un poco más descuidados."''<br />
<br />
''"¿Puedes seguir oculta?" ''Ide se dio cuenta al tiempo de lo estúpido de la pregunta. Ella había pasado toda su vida ocultándose. Era su especialidad.<br />
<br />
"''Si no tienen a nadie capaz de buscarme con la Fuerza, sí. Si tienen a alguien... depende de lo bueno que sea."''<br />
<br />
"''Quédate escondida en el edificio. Sea lo que sea, lo solucionaremos. La Fuerza nos guiará. Avísame si te ves en peligro.''"<br />
<br />
''"Sí, maestro."''<br />
<br />
<br />
Ide empezó a vestirse. Se acercó a las paredes de transpariacero, y se sentó en pose de meditación.<br />
<br />
==Visiones==<br />
<br />
No pudo concentrarse, perdía el foco constantemente. Pensaba en Arakosia saltando, corriendo y ocultándose, peleando cuando una de las patrullas daba con ella; mientras se dejaba llevar por su instinto para encontrar un lugar cómodo y seguro.<br />
<br />
Y en Vima y su posible reacción. El pánico que mostraban todos los que la conocían era un referente claro de lo que era capaz.<br />
<br />
Ide suspiró, y abrió los ojos. En el exterior, el tráfico caótico de Nar Shaddaa se desparramaba en todas direcciones desde el Palacio del Dolor. En el interior de un vehículo, hubo un movimiento violento y un resplandor; y la mitad del parabrisas se volvió roja. El vehículo hizo un extraño, y luego se reincorporó al tráfico como si no hubiera pasado nada.<br />
<br />
En una de las azoteas, dos humanoides luchaban. La sensación de distancia era engañosa, e Ide se dio cuenta de que los cristales eran del tipo "ojo de águila"; hechos de un material transparente conectado a un ordenador, que reconocía dónde se estaba mirando y modificaba su forma para aumentar el grado de detalle.<br />
<br />
Uno de los humanoides le rompió un tobillo al otro, que cayó. El otro apenas se sostenía en pie. Se alejó, arrastrándose apenas, hasta el borde del tejado, y cogió una bolsa de plástico vacía. Comenzó a llenarla de cosas que parecían pequeñas y pesadas, y de vez en cuando levantaba la bolsa con un brazo, con gesto apreciativo.<br />
<br />
Renqueó hacia el humanoide caido, que había conseguido, mientras tanto, darse la vuelta para quedar boca arriba. Hablaron un poco. De repente, el que estaba de pie movió la bolsa de plástico con una trayectoria circular, por encima de su cabeza, y luego de arriba abajo sobre el caído. Y luego lo hizo de nuevo, otra vez, y otra...<br />
<br />
Ide se sintió una punzada en el estómago. Todo parecía girar en torno al dolor y la muerte en este planeta.<br />
<br />
Volvió a cerrar los ojos para volver a intentar meditar.<br />
<br />
En esta ocasión no se dejó distraer.<br />
<br />
Ella estaba desnuda y en cuclillas sobre una delgada guía de metal, por encima de un abismo insondable. Un poco por encima de ella había una pasarela por la que se alejaba una patrulla de búsqueda. Dos de ellos querían matarla rápidamente. Los otros cuatro querían hacerle sentir muchísimo dolor, y luego capturarla. Un pequeño charco de líquido transparente se había acumulado alrededor de su pie derecho, e Ide vio que había un reguero que se podía rastrear hasta la entrepierna.<br />
<br />
{{flashback | <br />
<br />
"Te drogaron. La especia roja... te introduce en un éxtasis sexual. Y te produce síndrome de abstinencia. Y... lo que recuerdas es la terapia de choque para evitar la dependencia. Decidí que... era mejor así, a usar a<br />
unos extraños."}}<br />
<br />
Ide detuvo el flujo temporal durante unos instantes. Luego lo movió lentamente hacia delante, para estar seguro de que no se perdía nada.<br />
<br />
{{flashback | Gozo. "Era verdad. Lo hemos hecho de verdad. No era el mejor de los sueños... era mejor que en los sueños. Es porque era verdad. Por eso lo sentía con tanta claridad, como ahora, que es como aire fresco, que huele tan bien... y sentí revelaciones, sentí que la Fuerza podía canalizarse por mi cuerpo sin esfuerzo, dejando que la energía se remanse; manteniendo la armonía, dejando que la Fuerza se guíe, siendo el surco por donde la Fuerza se derrama..."<br />
<br />
Duda. "¿Y si esto no es correcto? ¿Y si Ide tiene problemas por haber hecho esto? ¿Y si, por mi culpa, nos obligan a separarnos? ¿Y si lo castigan por mi culpa? ¿Y si nos expulsan? ¿Y si nos matan?"<br />
<br />
Confianza. "Ide sabrá lo que hacer. Ide hará lo correcto. Ide pensará en mí. Ide me dirá qué, Ide me dirá cómo, Ide me dirá cuándo. Ide buscará mi bien."<br />
<br />
Esperanza. "He tenido sexo, y ha sido la primera vez en mi vida que ha sido sin miedo y sin dolor. Ha estado muy bien. Ha sido maravilloso, y he aprendido mucho. ¿Podremos repetirlo? ¿Podremos repetirlo mucho? Tantas cosas que aprender, tantas cosas que demostrar... hay cosas que he experimentado, sin querer experimentarlas; y ahora me alegro de haberlas experimentado, porque puedo convertirlas en algo bueno; porque puedo aprender de ellas, y aún no sé cómo; y la respuesta está en su cuerpo y en el mío, y pronto, pronto... ojalá que pronto..."}}<br />
<br />
Ide perdió un poco de foco. "De todas formas", pensó, "creo que eso era todo".<br />
El ascensor volvió a activarse. El suelo se abrió y Vima, todavía desnuda, apareció en la Joya Gloriosa. Su rostro era impenetrable, y luego se hendió en una media sonrisa.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
-¿No has pedido nada? ¿Ni a nadie? -suspiró teatralmente. Luego, viendo el gesto levemente tenso de Ide, su tono pasó a uno más formal- Eh... tu padawan se ha escapado. Parece que tu premonición respecto al equipo de implantación era acertada.<br />
<br />
-Vaya... espero que no te esté causando muchos problemas -respondió él, aún algo tenso. Había esperado que llegara hecha una furia, así que cualquier cosa era mejor.<br />
<br />
-Eh... -sonrió, mientras hacía rodar sus ojos hacia arriba- Bueno, a mí no muchos, pero está haciendo una criba entre mis hombres más prescindibles.<br />
<br />
-Parece que sabes sacar beneficio hasta de las situaciones adversas -sonrió él, algo más tranquilo.<br />
<br />
-Cualquiera puede hacerlo -dijo ella, mientras desabrochaba de nuevo su cinturón-. La clave es saber que hay un beneficio potencial en toda situación.<br />
<br />
Ide no supo qué decir en ese momento. Arakosia estaba huyendo, y Vima no parecía darle importancia. Supuso que ella estaba segura de que tarde o temprano la iba a encontrar. La pregunta seguía siendo qué haría con su padawan después.<br />
<br />
Ella se echó a su lado. Ide notó que lo que había tomado por perfume (por lo bien que olía, por perfume caro), era en realidad el olor corporal de Vima.<br />
<br />
-Da la impresión de que no te importe que una de tus esclavas esté huyendo...<br />
<br />
Ella se rió, de buen humor. Se acurrucó junto a Ide, mientras posaba su mano sobre el pecho surcado de cicatrices.<br />
<br />
-Bueno, es un poco molesto, pero... pff... me ha pasado tantas veces...<br />
<br />
-Eso, o que tienes cosas mejores en las que pensar -respondió él, con una media sonrisa, mientras le apartaba un mechón de la frente.<br />
<br />
-Será eso -dijo ella, con humor-. Bueno, y que hay un protocolo muy probado para encontrar gente evadida. No hemos tenido fugas en más de setenta años -dijo despreocupadamente.<br />
<br />
-¿Ah sí? Pues has de saber que Arakosia tiene una habilidad especial para esconderse. Eso sí que se le da bien -rió-. Estuvo tanto tiempo haciéndolo... ¿Cuánto tiempo crees que se te resistirá?<br />
<br />
-Pues, si usa la Fuerza para esconderse... -hizo un cálculo rápido- ...en ocho horas más, reconfigurarán las habitaciones al modo "búsqueda fácil". El hotel será un poco menos... hum... hospitalario para los huéspedes, y el espacio libre estará todo junto. Y luego vienen los perros akk.<br />
<br />
-Ya veo...<br />
<br />
-Y luego... se pueden configurar las habitaciones para ir reduciendo el espacio donde es posible esconderse -dijo, con una sonrisa-. Todo lo que sea necesario. La principal ventaja con la que ella cuenta, es que la quiero viva... y que está sin tasar.<br />
<br />
-Qué despliegue de medios. También podrías pedirle ayuda a su maestro, encontrarla, tasarla, y ahorrarnos disgustos a todos -aún sonreía, aunque no estaba seguro de si Vima tenía intención de dejar pasar la irreverencia tan fácilmente.<br />
<br />
Ella se tomó un tiempo para responder, en el que acarició despacio el pecho de Ide.<br />
<br />
-No hay ningún disgusto para tomar. De momento, está cribando a mis lacayos más prescindibles. Los que queden serán mejores -dijo, despreocupadamente-. La ordalía que está atravesando también sirve para tasarla... parcialmente.<br />
<br />
-Y de paso aumentar su valor, para luego sacarle más a su pobre maestro, que la quiere de vuelta... -le rozó el brazo, y subió hasta casi el hombro. La miraba fijamente.<br />
<br />
Ella rió de nuevo.<br />
<br />
==Video de una fuga==<br />
<br />
-Mmm... sí, todo son ventajas... -dijo con voz melosa- ¿Quieres ver la grabación del video de seguridad, donde se escapa?<br />
<br />
Él sonrió ampliamente a modo de respuesta, y asintió levemt. Ella habló, con voz alta y clara:<br />
<br />
-Control Central, reproducir video. Título Dolor Arakosia Uno.<br />
<br />
<br />
La sala volvió a oscurecerse, y sobre la mesa se proyecto un holovídeo. Era una sala médica, y en ella había varios tanques de bacta. Casi todos estaban vacíos, y en uno de ellos flotaba Arakosia.<br />
<br />
Bajo los párpados cerrados, sus ojos se movieron. Se agitó levemente. Un monitor junto a su tanque comenzó a parpadear.<br />
<br />
Una especie de droide (médico, supuso Ide, aunque no reconoció el modelo, parecido a un taburete) se acercó rápidamente. Se paró frente al monitor, y se marchó por la puerta.<br />
<br />
Regresó con un grupo de tres humanoides, vestidos con ropa de trabajo. En las manos llevaban varios instrumentos, que dejaron en una pequeña bandeja junto al tanque.<br />
<br />
Manipularon el monitor, con práctica y confianza, y cierto aburrimiento.<br />
<br />
El tanque de bacta comenzó a vaciarse. Se vació. Arakosia quedó hecha un ovillo en el suelo.<br />
<br />
<br />
Abrieron el tanque, y la sujetaron para colocarla en la mesa de operaciones en el centro de la habitación. La manipulaban como un peso muerto. Uno de ellos sujetó una máquina grande, y la dirigió a la cara de Arakosia.<br />
<br />
Ella se movió tan rápido que la grabadora no lo registró. El hombre voló dos metros hacia atrás y chocó contra un tanque vacío. La máquina quedó un momento en el aire, pero ella la pateó contra otro de los técnicos.<br />
<br />
Él la sujetó con ambas manos, mientras su compañero dirigía un arma contra Arakosia.<br />
<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Si hay algo que se le da bien, es escapar -intervino.<br />
<br />
-Ya veo -dijo ella, apreciativamente.<br />
<br />
<br />
<br />
Ella sujetó el arma al mismo tiempo, y no se molestó en forcejear para arrebatársela. La desvió lejos de sí, para que no pudiera dispararle, y lanzó su mano engarfiada contra el rostro del hombre. El movimiento no se podía apreciar claramente, pero el grito del hombre fue desgarrador, y la sangre comenzó a correr a chorros por las mejillas. El segundo técnico se quedó sobrecogido por la visión, y reaccionó tarde, accionando la máquina, que lanzó una nube de gas.<br />
<br />
Ella se movió sin soltar su presa, y al moverse se podía ver cómo tenía dos dedos de la mano izquierda dentro de las cuencas de los ojos, y giró sobre sí misma para lanzar al hombre, que seguía aullando, contra la nube. La aspiró entera, y cayó al suelo inconsciente.<br />
<br />
<br />
<br />
El técnico que quedaba y Arakosia se miraron durante un momento, y él disparó el arma una vez más. Ella no se movió, y la nube impactó contra su rostro. No tuvo ningún efecto.<br />
<br />
El técnico dejó caer el anestesiador, y extrajo un arma; pero al mismo tiempo Arakosia lanzó contra la cara del hombre lo que llevaba en la mano, algo pequeño y pringoso que chocó con fuerza, cegándolo al romperse. Ella saltó justo detrás, y lo golpeó con tanta fuerza que su cuerpo se arqueó con fuerza mientras volaba por el aire.<br />
<br />
<br />
No dedicó ni un momento a ver cómo caía. Su mirada se posó brevemente por todos los objetos de la sala, y se dirigió hacia un contenedor metálico, de un metro por medio metro. Lo golpeó con la mano cerrada. No se abrió. Lo golpeó de nuevo. Observó la muesca que quedaba, y cogió el contenedor cerrado. La puerta se abrió de nuevo, y entró un hombre armado (tras él se veía más gente, pero el video estaba centrado en la sala de reanimación). <br />
<br />
<br />
Disparó dos veces, y Arakosia paró los disparos con el contenedor. Luego pateó una máquina caída en el suelo, desviando el arma mientras saltaba contra el hombre. Lo golpeó con el recipiente metálico en la cara, cayó a sus pies, lanzó un puñetazo contra la entrepierna, saltó en vertical y empujó con ambas piernas contra el pecho del guardia, que chocó contra sus compañeros. Ella saltó contra el batiburrillo de guardias.<br />
<br />
<br />
La habitación quedó vacía, excepto por el técnico dentro del tanque de bacta, el hombre anestesiado y sin ojos del suelo y el que había chocado contra la pared y el suelo de la esquina. No había movimiento en la escena, excepto por los charcos de sangre, que se extendían rápidamente.<br />
<br />
Vima sonreía.<br />
<br />
==Cosas sobre Vima==<br />
<br />
-Esa chica tiene potencial...<br />
<br />
-Sabe improvisar. Es rápida pensando. Sabía que podía llegar lejos cuando la tomé como discípula -dijo él, descansando en cada palabra.<br />
<br />
-Hm-hmm -murmuró Vima mientras asentía. Ide sintió que volvía a bajar sus defensas. La visión de la sangre extendiéndose por el suelo la había excitado.<br />
<br />
Él aprovechó para buscar en ella. Estaba preocupado por lo que podía pasarle a Arakosia, una vez fuera capturada. Y por lo que le podía pasar durante la captura.<br />
<br />
-Tienes... una afinidad especial por ciertas cosas, por lo que veo -dijo él, volviendo a mirarla y rozándole la cara.<br />
<br />
-Mi afinidad es por mi entorno. Creé el Palacio del Dolor pensando en esa afinidad.<br />
<br />
Ide comprobó, desolado, que la Fuerza le transmitía muchas sensaciones, muchos pensamientos superficiales, pero no podía acceder a las capas más profundas del pensamiento. O al menos no sin alertarla. Y los resultados de un intento fallido podían ser... desastrosos.<br />
<br />
Ahora que pensaba sobre ello, Ide no recordaba haber oído hablar de ningún jedi con una técnica semejante. Aunque los caamasi podían guardar y transferir "archivos" de recuerdo, llamados memnii, y los jedi podían recibirlos. Quizá un jedi caamasi pudiera... o probablemente no.<br />
<br />
Ide reflexionó, buscando otra vía de acción.<br />
<br />
==Pensamientos==<br />
<br />
-Espero que tu entorno no se vaya a comer a mi aprendiz... es un sitio hostil para un jedi como ella... o como yo... -dijo él. Empezó a pasarle la mano por la espalda, mientras seguía concentrado en sus pensamientos... quizá mencionar a Arakosia le hiciera pensar en ella...<br />
<br />
-Mmm... -dijo ella. Por su mente pasaron un montón de imágenes en rápida sucesión:<br />
<br />
{{flashback | Tumbada boca abajo en una camilla, levanta la vista y ve a un twi'lek azul muy atractivo, desnudo de cintura para arriba; que sonríe amablemente. Ella sabe que la odia con todo su corazón.<br />
Cuando llegó a Nar Shaddaa, llevaba todas sus posesiones atadas al cuerpo: una pequeña bolsa más pequeña que un puño y un sable de luz pegado a su zona lumbar. Intentaron violarla, matarla o esclavizarla - pequeños flashes de cada escena- seis veces antes de que cayera la noche.<br />
<br />
La primera vez que negoció con un hutt, él le ofreció un puesto. Ella le ofreció un trato. Él se rió. Ella no.<br />
<br />
La siguiente vez, habían pasado tres años. El hutt parecía más delgado. Él habló. Ella sólo sonrió sarcásticamente. Él gritó. Ella no dijo nada.<br />
<br />
Todos los años que pasó temiendo que su maestro la encontrara. Hasta que tomó la decisión de no volver a tener miedo, y fue a buscarlo.<br />
<br />
En el planeta Chelloa ya no quedaba nada. Nunca supo lo que había pasado. En su pecho, la sensación de algo inacabado sería algo a lo que acabaría por acostumbrarse.<br />
<br />
En una habitación muy brillante, un alienígena le dice que no está seguro de la especie de su padre. Al parecer, sus células no se degradan, o lo hacen tan despacio que no hay forma de saberlo con certeza. La sensación en su pecho sigue ahí, nunca se ha ido, pero la conversación con el científico hace que sea dolorosamente consciente de que probablemente no hay nadie en el universo con quien pueda identificarse.<br />
<br />
Esa chica... se parece a una que fue secuestrada hace más de quinientos años. Se parece un poco. }}<br />
<br />
La mirada de Vima parecía fija en algo lejano. Ide no modificó su postura. Siguió allí con ella, tocándola suavemente, escuchándola sin que ella lo supiera. Esperando que ella diera el siguiente paso. En cierto sentido, esa habitación, la calma, y los pensamientos de Vima, eran parte de su relación con ella. Ide no supo decir si estaba empezando a gustarle.<br />
<br />
{{flashback| Y de aquella chica... qué se había hecho de ella. Y cómo.<br />
<br />
Dolor, tortura, un entrenamiento inhumano, para volverla sobrehumana, para hacer de ella un poder en la galaxia...<br />
<br />
Abrazar el dolor, aprender la tortura, hacer de las emociones un instrumento bien afinado para aumentar la capacidad de usar la Fuerza. Hasta que se graduó...<br />
<br />
El combate contra aquel droide asesino casi la mató, pero su maestro parecía satisfecho: `Has dado tus primeros pasos en un camino infinito´ le dijo.<br />
<br />
Y tanto. Pero no conducía a donde tú querías, maestro... sino a donde quise yo. Seguro que los antiguos sith no estaban pensando en esto, precisamente.}}<br />
<br />
Vima sonrió cuando sus pensamientos la llevaron a este punto.<br />
<br />
{{flashback| A esa chica que hay abajo... nadie le ha dado la opción de tomar su propio camino. Secuestrada por unos y otros... Yo podría hacer por ella lo que mi maestro hizo por mí... no lo que quería hacer, lo que hizo. Podría hacerla poderosa y libre.<br />
<br />
Y ella, al volver la vista atrás, pensará: 'Ella evitó que me convirtiera en un instrumento en esta guerra entre sith y jedi'.<br />
Pero tengo que ver si vale para esto. Para esto sirve esta cacería. Y su maestro... }}<br />
<br />
Acarició distraídamente la nuca de Ide.<br />
<br />
{{flashback| Ojalá pueda quedarse un tiempo aquí. Al fin y al cabo, nunca he oído que los jedi tengan un límite de tiempo para sus misiones. O que tengan que volver al templo.<br />
<br />
Él también podría aprender muchas cosas aquí. Y yo de él... me pregunto qué es lo que podría enseñarme.<br />
<br />
Por lo pronto... me excita. No sé si mi maestro hubiera estado orgulloso de mí por lo que voy a hacer ahora... voy a dejarme llevar por mis emociones, pero no para hacer daño a nadie. Más bien al contrario. }}<br />
<br />
Sonrió más ampliamente, mientras se inclinaba para besar apasionadamente a Ide. Su cabeza comenzó a bajar. Ide le devolvió la sonrisa, y acto seguido se dejó también llevar por sus emociones.<br />
<br />
<br />
==Meditaciones==<br />
<br />
Un tiempo después, ella reposaba contra el hueco en el hombro de Ide. Una alarma sonó suavemente.<br />
<br />
-¿Te buscan? -inquirió él.<br />
<br />
-Vamos a ver -dijo ella, con voz divertida. Luego, con voz firme, dijo- Control central, activar ventana de comunicación entrante.<br />
<br />
El holograma de un twi'lek se reprodujo en mitad de la estancia.<br />
<br />
-Mi señora... el plazo de inscripción libre para el Hak'un Shapp está próximo a agotarse.<br />
<br />
-Bien. Has cumplido tu cometido. Fin de transmisión.<br />
<br />
El holograma desapareció.<br />
<br />
-No pueden vivir sin ti -bromeó él-.<br />
<br />
-Cuando les dejo que hagan lo que quieran, siempre acaban traicionándome -dijo con tono cansado-. Tengo que atarlos en corto...<br />
<br />
Él sonrió. Estaba buscando la forma apropiada de sacar de nuevo el tema de Arakosia, y el trato que antes él había sugerido.<br />
<br />
Su sentido de la diplomacia, acentuado por la Fuerza, le estaba avisando de un posible callejón sin salida. Si ella estaba empezando a ver que Arakosia podía más valiosa que la participación de un jedi en el Hak'un Shapp, podía interpretar la insistencia de Ide como un intento deliberado de engañarla.<br />
<br />
Pero ella tampoco se había decidido por retenerla. Era un ser poderoso y longevo, que no hacía tratos a la ligera, y que no tenía ninguna prisa.<br />
<br />
Ide se echó para atrás y se tumbó, acompañando poéticamente el retroceso en su plan. La verdad es que no estaba acostumbrado a negociar cosas para él. Su experiencia diplomática siempre había girado en torno a las necesidades de otros. Pero ahora con Arakosia... Arakosia era su aprendiz. Era algo suyo. Y la idea de perderla...<br />
<br />
Tragó saliva. Cerró los ojos, sumergiéndose en una ceguera momentánea para cambiar el rumbo de sus pensamientos. La Fuerza le ayudaría y le guiaría. Tenía que escuchar a la Fuerza. Como hacía sólo unos segundos, cuando le había insinuado que no debía apresurarse con Vima. En cualquier caso, ella no quería hacerles daño. Ni a él ni a Arakosia. Ella quería... ver libre a Arakosia, libre para elegir. <br />
<br />
No tenía muy claro por qué, pero igual una meditación posterior podría aclarar las cosas. Por otra parte y por otros motivos, también lo quería a él. No había motivo para preocuparse por ahora. Los sentimientos de Vima no podían desembocar en nada malo. O al menos eso parecía.<br />
<br />
Se quedó así, con el rostro ligeramente severo, las manos detrás de la nuca a modo de almohada improvisada, y los ojos cerrados.<br />
<br />
La sintió acercarse, por el peso sobre el suelo, por el movimiento del aire y su presencia en la Fuerza, centrada en él. La escuchó inclinarse sobre él, y calculaba que estaría a unos veinte centímetros de su cara.<br />
<br />
Luego oyó su voz, juguetona:<br />
<br />
-Qué serio -luego en tono desenvuelto, como si estuviera hablando de otra persona-. ¿Sabes? Tienes la expresión de alguien que está preocupado por algo importante...<br />
<br />
==Vima y la Fuerza==<br />
<br />
Él sonrió brevemente, como quitándole importancia, con los ojos cerrados aún. "''Maldita sea... si ese cacharro es machacado en el torneo...''", se oyó pensar.<br />
<br />
-A los jedi todo nos parece importante. Ya sabes.<br />
<br />
La escuchó respirar más despacio, como concentrándose. Luego, la escuchó hablar dubitativa:<br />
<br />
-¿Has... dicho algo en voz alta?<br />
<br />
Sintió una breve agitación en la Fuerza, como si todo desafinara brevemente...<br />
<br />
-¿Has dicho algo de un torneo? -se detuvo un momento, como considerando el sonido de sus palabras en voz alta- Un torneo. El Torneo. El Hak'un Shapp. Te interesa. -dijo cada vez con más seguridad-. Te interesa mucho.<br />
<br />
Ide mantenía los ojos cerrados, pero la escuchaba sonreir.<br />
<br />
-Quieres... quieres participar, o... no, estás interesado en uno de los participantes. Él tiene lo que buscas. O lo ha tenido. O se lo ha llevado -contuvo la respiración un instante. Luego habló de nuevo, muy despacio, emocionada-. Se-cues-tra-do. Eso es muy probable, al Hak'un Shapp se apunta la gente más peligrosa y despiadada de la Galaxia.<br />
<br />
Él se sintió un poco como la primera vez que Arakosia le escuchó pensar. No podía dejar de sentir cierto orgullo de maestro. Buscó la imagen de Morg de sus recuerdos, viéndolo luchar en las imágenes que le mostró Kenter. Y el recuerdo de la punzada en el estómago cuando fue consciente de que podía ser destruido, y que su desaparición se llevaría consigo el rastro de Kurel. Y estaba tan cerca de recuperarlo...<br />
<br />
-Morg... es uno de los favoritos de este año. No puedo sacarlo de la competición -dijo, con voz reflexiva-. Pero eso ya lo sabías, o lo intuías. Por eso... quieres participar en mi torneo. Para encontrarlo e interrogarlo en persona -sonrió-. Me parece bien.<br />
<br />
-Era una opción -abrió los ojos, y la vio tal y como la intuia, muy cerca. Enarcó una sonrisa amable-. Pero no parecías muy ilusionada al respecto. Supongo que en parte porque no querías precipitarte cambiando a Arakosia, lo cual es razonable. O a lo mejor porque no querías arriesgarte a perderme -su expresión se tornó algo más pícara, y aunque había sonado ligeramente burlón, era consciente de que su afirmación no era del todo una broma.<br />
<br />
-El Hak'un Shapp es peligroso. Está pensado para ser peligroso, de hecho -dijo con voz neutra-. Pero tú quieres participar para interrogar a ese droide antes de que lo haga pedazos cualquiera con un rifle de iones... lo cual es comprensible.<br />
<br />
Ide asintió a modo de respuesta.<br />
<br />
-Eso no tiene nada que ver con regalar un esclavo sin tasar -dijo, con una ligera dureza en la voz-. Habitualmente los participantes pagan grandes cantidades de dinero, y además se inscriben con meses de antelación. Ni siquiera tendría que dejarte participar, sabes... ya tengo un cartel bastante bueno, en realidad.<br />
<br />
Él no pudo evitar fijarse en que ella había empezado respondiendo por la parte que le concernía a él mismo. En cualquier caso, no había necesidad de seguir hablando del tema. Arakosia estaría bien por ahora, y él entraría en el Hak'un Shapp e interrogaría a Morg.<br />
<br />
Y después, la Fuerza proveería el camino.<br />
<br />
<br />
==Vima y los jedi==<br />
<br />
-Hacía mucho tiempo que no lo hacías, ¿verdad? -inquirió él.<br />
<br />
-Bueno... -dijo, con el tono de voz de a quien se le ocurren varias barbaridades en un instante<br />
<br />
-Leer a alguien.<br />
<br />
-Eh... muchísimo -hizo un gesto extraño-. No me gusta... desarrollar poderes sobrenaturales -apartó la mirada de Ide-. Llama la atención. Quiero decir... -parecía no saber cómo continuar.<br />
<br />
-No tienes por qué hablar de ello, si no quieres -intervino él rápidamente -. Es sólo que me ha sorprendido que lo hicieras.<br />
<br />
-No lo hago... conscientemente -dijo, su cara contraída con angustia-. Al principio pensé que habías dicho algo en voz alta... luego era como... intentar adivinarlo -su mirada se clavó de nuevo en Ide-. Excepto porque era verdad.<br />
<br />
-A veces pasa. Cuando dos personas... están unidas por algo. La Fuerza es así de caprichosa -bromeó.<br />
<br />
Ella parecía un poco confusa.<br />
<br />
-No... no tiene sentido... -lanzó una mirada acusadora a Ide- ¡Pero si acabamos de conocernos!<br />
<br />
-Yo empecé a escuchar a mi maestro... -miró hacia arriba, haciendo un poco de memoria- creo que el segundo día -ahora él sonreía.<br />
<br />
Parecía que a ella le molestaba un poco que le estuviera pasando algo de lo que no tenía, al menos totalmente, el control.<br />
<br />
Ella frunció el ceño.<br />
<br />
-¿Sabes? -dijo él, más cordial si cabe que antes-. Se puede controlar.<br />
<br />
Ella movió la cabeza despacio, como intentando despejarse.<br />
<br />
-No quiero entrenar estas habilidades -su mirada parecía suplicarle-. Sólo me van a complicar la vida.<br />
<br />
-Está bien -concluyó, entendiendo su súplica-. No hay por qué hacerlo. Cada uno es libre de elegir cómo desarrollar su propia vía.<br />
<br />
-Esa opinión... no es muy propia de un jedi, o eso me han dicho.<br />
<br />
-Bueno, no hablo por todo el Templo, a decir verdad. De hecho, el maestro de mi maestro era... especialmente... ''libre'', por decirlo de algún modo. También me enseñó a mí muchas cosas, entre ellas a seguir tu propio camino en la Fuerza -se paró un poco, sonriendo al recordar las explicaciones de Qui-Gon Jinn-. Los maestros son una guía, nos dirigen porque nosotros no sabemos bien cómo caminar al principio. Pero una vez aprendes a caminar, casi nunca te imponen nada que no quieras hacer. Los Jedi servimos a la República, pero, ante todas las cosas, seguimos a la Fuerza.<br />
<br />
-Hace ya unos cien años, participó en el Ka'un Shapp un... creo que era un Paladín Jedi. Creo que se habían escindido de la Orden porque ellos usaban blasters, y se lo habían prohibido.<br />
<br />
-Qué raro... -hizo un poco de memoria, no creyó haber oído hablar de los Paladines Jedi-. Mi... antigua compañera, siempre llevaba un bláster encima. Aunque nunca lo he entendido, el sable es definitivamente más práctico.<br />
<br />
-Pues, si me permites que te lo diga, no creo que los jedi permitan que avance demasiado lejos en la Orden... -dijo con aire fatalista.<br />
<br />
==Vima y la pérdida==<br />
<br />
Ide guardó silencio durante unos segundos, y se descubrió a sí mismo calmando su propia respiración. Tragó saliva, y creyó haber controlado la perturbación en la Fuerza que indagar en el tema de Kwyna podría haberle causado.<br />
<br />
-Nos... se... marchó. Por otros motivos -mantuvo la mirada firme en algún punto indeterminado del paisaje. Esperó que ella entendiera, sin necesidad de hablar mucho más.<br />
<br />
La mirada de Vima era tranquila. Su expresión se tornó atemporal, y de alguna forma aparentó, a pesar de su rostro juvenil, los cinco siglos que decía tener.<br />
<br />
-Hay dos respuestas posibles -dijo cálidamente-. Todo el mundo nos abandona, tarde o temprano, y no debes vivir en el pasado, sino nutrirte de él como una planta, para crecer hacia el futuro.<br />
<br />
Respiró profundamente. Volvió a hablar.<br />
<br />
-Nadie nos abandona nunca, porque dejan en nuestro interior las cosas que más resuenan con nuestro ser. Así que no tiene sentido mirar hacia atrás, porque lo más importante ya está dentro de ti.<br />
<br />
Miró hacia abajo. Ide tuvo la impresión de que en alguna parte había un niño, o quizá muchos, que deberían estar en este momento siendo instruidos por ella.<br />
<br />
Era una sensación extraña, que lo confundió durante unos segundos. Se recuperó, y ella miraba por el ventanal al caos de Nar Shaddaa.<br />
Quiso hablarle de eso, pero temió que ella no querría hablar de su pasado. Como ya le había dejado claro en alguna ocasión. Pero no pudo resistir la tentación.<br />
<br />
-Por cómo me lo has expuesto, parece que una vez hubieras tenido que enseñar.<br />
<br />
-Nunca he tenido a nadie a quien enseñar. Éstas son cosas que he ido aprendiendo por mí misma. Por el camino duro.<br />
<br />
O quizá no era su pasado, sino... otro presente. Ide se quedó en silencio unos segundos, inmóvil, como digiriendo la idea.<br />
<br />
==Despedida==<br />
<br />
Llevaban ya un buen rato hablando, y no había tenido noticias de Arakosia. Y tampoco habían hablado nada más del Hak'un Shapp. Se dio cuenta de que no sabía si sacar el tema, o quedarse allí con ella esperando a tener que irse.<br />
<br />
Ella extendió su mano hacia arriba.<br />
<br />
-Control Central, estado de Arakosia.<br />
<br />
La voz surgió nuevamente del centro de la habitación.<br />
<br />
-Desconocido, presumiblemente viva. Se ha perdido el contacto con seis equipos de búsqueda. Dos de ellos desaparecieron sin llegar a informar de encuentro hostil.<br />
<br />
<br />
El jedi se contuvo para no sonreír.<br />
<br />
<br />
-¿Tienes que marcharte? -preguntó. Ella le sonrió encantadoramente.<br />
<br />
-No los puedo dejar solos...<br />
<br />
-Entiendo. De todas formas... si voy a participar en tu torneo...<br />
<br />
-Comienza esta noche.<br />
<br />
-Tengo unas horas aún... de todas formas, y si no te importa, me gustaría bajar un poco antes. Para buscar a Morg, antes de tener que enfrentarme a él.<br />
<br />
<br />
"''En la final''", añadió mentalmente, pues algo le decía que Vima intentaría amañar una final entre la estrella hasta el momento y el Jedi, incorporado a última hora.<br />
<br />
<br />
-No sé yo si será posible... gasta casi todos sus hak en "tiempo privado". No es una mala táctica, porque genera expectación... y lo protege de muchas formas de ataque. Aunque dudo que alguien que no fuera un droide pudiera permitírselo.<br />
<br />
-Seguro que encuentro una manera... ayer casi lo consigo, pero la comunicación estaba bloqueada -sonrió.<br />
<br />
-Casi siempre la bloquea. Es un fanático de su intimidad.<br />
<br />
-Bueno, en este caso lo que estaba bloqueando la comunicación era el sistema de supervisión de tu hotel.<br />
<br />
<br />
Ella pareció levemente sorprendida.<br />
<br />
<br />
-Eso es raro -esbozó una mueca-. Salvo que alguno de mis segundos haya decidido tomar una iniciativa respecto al droide. A veces lo hacemos, sabes... intervenimos las comunicaciones con un participante, para obtener información valiosa -sonrió pícaramente-. A lo mejor dentro de poco soy la propietaria de ese droide... tendríamos que volver a negociar.<br />
<br />
-A este paso, dentro de poco yo mismo te perteneceré -bromeó Ide, bordeando el tema.<br />
<br />
<br />
Él sabía perfectamente que lo que ella había dicho podía ser verdad, si alguien había revisado los códigos que su programa había enviado, entre los cuales se encontraba el verdadero código.<br />
<br />
Ella sonrió con calidez, y su voz dejó claro que estaba siguiendo la broma cuando dijo:<br />
<br />
<br />
-Mmm... Propietaria de un jedi... seguro que nos lo pasaríamos muy bien... -le guiñó un ojo- Tengo que irme, guapo.<br />
<br />
-Entiendo. Yo... supongo que haré unos ejercicios y bajaré al Hak'un Shapp. Si no te importa que me quede aquí un rato...<br />
<br />
-De acuerdo. Cuando estés listo, habla con Fenel Fodel. -sonrió de nuevo- Buena suerte.<br />
<br />
-Buena suerte a ti también, con mi aprendiz.<br />
<br />
<br />
Ella no dijo nada, sólo sonrió mientras se colocaba en la sección de suelo que descendía. En un momento, desapareció mientras saludaba con la mano.</div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIIHumo y Vapor III2013-06-26T18:46:29Z<p>El Universo: /* Despedida */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26aGR, 20:25 horas.'''<br />
<br />
<br />
A medida que Ide se fue acercando a la Flor Esquiva, percibió un olor apetitoso. Poco antes de llegar se hizo obvio que Delia, o quien estuviera en la cocina, no se limitaba a preparar bebidas.<br />
<br />
Casi la mitad de las mesas estaban ocupadas con sintientes cenando; y tanto Delia como Sira servían las mesas.<br />
<br />
Ide se acercó a la barra, y aprovechando un breve momento de calma, habló con Delia, la cual se había acercado a la barra.<br />
<br />
-La idea era que Sira comiera algo, no que se pusiera a trabajar... -dijo Ide con humor.<br />
<br />
-No he podido retenerla -repuso Delia con una sonrisa-. Supongo que no está acostumbrada a permanecer quieta mientras los demás trabajan a su alrededor...<br />
<br />
Sira se aproximó a la barra, e inclinó la cabeza respetuosamente cuando vio a Ide. No dijo nada.<br />
<br />
-Yo pensaba que querrías comer algo... pero parece que has decidido echarle una mano a Delia -dijo, sonriendo-. Lo que te haga más feliz. -Miró a Delia-. ¿Crees que puede quedarse contigo, o levantará sospechas? No se me ocurre un lugar seguro donde pueda estar, mientras resuelvo... lo que tengo pendiente aquí.<br />
<br />
-Puede quedarse, desde luego... todo el mundo pensará que Vima me ha puesto un refuerzo, o que pronto va a reemplazarme... pero si me voy pronto de Nar Shaddaa, nada de eso importará -dijo, mientras posaba una mirada de desesperación contenida sobre Ide.<br />
<br />
-Vima me ha invitado a cenar. De hecho, debería notificar que estoy aquí de alguna forma, creo que me iban a avisar.<br />
<br />
Los ojos de Delia se abrieron considerablemente. Un pánico primordial creció en ella, sólo para ser ahogado por una férrea fuerza de voluntad. Con voz muy controlada dijo:<br />
<br />
-Si... quieres alejar la atención de Sira, será mejor que no llames desde aquí.<br />
<br />
-Cierto, cómo he podido ser tan tonto.<br />
<br />
No lo dijo, pero intuyó que el horror de Delia no se debía sólo a la posible sospecha que podría levantar.<br />
<br />
-Me iré a una de los balcones de las zonas de descanso -apuntó, mientras se levantaba del asiento-. Espero que sigáis bien por aquí. Si te enteras de algo sobre... bueno, él, avísame. Sira tiene mi número de comunicador.<br />
<br />
-Lo haré -su expresión parecía muy angustiada-. Ten mucho cuidado.<br />
<br />
-No te preocupes, sé cuidarme -dijo con una sonrisa, y salió del bar.<br />
<br />
==Contacto==<br />
<br />
Cuando llegó a uno de las zonas de descanso de las plantas intermedias avisó a la recepción de que estaba allí mediante uno de los terminales disponibles. Cuando lo hubo hecho, se acercó a una de las ventanas de transpariacero. No debían tardar mucho en avisar, ya era casi la hora de la cena.<br />
<br />
Efectivamente, la terminal se iluminó en menos de diez segundos. Apareció una figura humanoide, que no hizo sino decir: "Espere, por favor. Alguien llegará para acompañarlo en breve."<br />
<br />
No habían transcurrido ni cinco minutos cuando apareció de nuevo el mismo hombre bien vestido que le había recibido cuando bajó de su nave la última vez. Se inclinó cortésmente a modo de saludo.<br />
<br />
-¿Desea que le indique el camino a la Joya Gloriosa, señor?<br />
<br />
-Si es tan amable -respondió educadamente Ide.<br />
<br />
-Acompáñeme, por favor.<br />
<br />
Recorrieron un camino corto y estéticamente agradable, que incluía un par de turboascensores muy bien decorados; y en breve la vista que se apreciaba por las ventanas se volvió espectacular. Desde la parte superior del Palacio del Dolor el paisaje abarcaba una porción considerable de Nar Shaddaa, que, dada su heterogeneidad arquitectónica, daba la impresión de un todo homogéneo armonioso que se rompía en millones de detalles aparentemente incongruentes; como una gigantesca escultura fractal.<br />
<br />
Al parecer, la Joya Gloriosa ocupaba la última planta del Palacio. Era una estancia relativamente íntima, de unos cuatro por cuatro metros, a la que se accedía por un ascensor de dos plazas desde la planta inmediatamente inferior. Apenas tenía mobiliario.<br />
<br />
Una mesa, y dos sillas una frente a otra. En la mesa brillaba un candelabro, con cinco velas ardiendo suavemente; y en una de las sillas había una mujer que no aparentaba más de veinte años, vestía una camisa sencilla y bebía agua de una copa de cristal; mientras miraba atentamente por la ventana.<br />
<br />
Ide esperó a que ella hablara. Cuando lo hizo, fue con una voz cristalina y bien modulada. Ide no pudo evitar pensar que era espléndida voz de soprano.<br />
<br />
-Buenas noches -dijo mientras sonreía cálidamente-. Soy Vima Da'Motta. Tome asiento, por favor, si antes no desea disfrutar de las vistas.<br />
<br />
-Gracias, señora Da'Motta. Hay que reconocer que la Joya Gloriosa ofrece una vista privilegiada de Nar Shadda. Tiene usted un hermoso hotel.<br />
<br />
-Si lo desea, puede tutearme -repuso, mientras se encogía levemente de hombros-. Francamente, nunca le he dado mucha importancia al protocolo.<br />
<br />
-La verdad es que me resulta algo extraño hablar de usted a alguien tan joven -Ide mantuvo el tono afable, pero lo que le resultaba verdaderamente extraño era pensar que Vima Da'Motta tuviera una cara amable -.Llámame Ide, pues.<br />
<br />
Sonrió aún más ampliamente. Durante unos segundos parecía que no sabía qué decir.<br />
<br />
-Excelente. ¿Tienes ganas de cenar algo ligero, o prefieres algo más consistente?<br />
<br />
-No suelo cenar mucho. Comer mucho por las noches no me deja dormir bien.<br />
<br />
-Algo ligero, entonces... ¿comida calamariana?<br />
<br />
-No he tenido el gusto antes. Confío en tu buen gusto.<br />
<br />
-Pescado, una especie de galletas de algas... espero que te guste.<br />
<br />
Una sección circular de la mesa se abrió frente a ellos dos, y apareció un plato de algo que parecía ensalada de pescado, y que olía deliciosamente.<br />
<br />
-¡Al ataque! -dijo Vima, mientras cogía el tenedor. Se detuvo de repente, mientras miraba a Ide- Ah... ¿los jedi tenéis alguna costumbre especial para antes de comer, una oración o algo?<br />
<br />
-Oh, no, en absoluto. La Fuerza no necesita alabanzas ni consagraciones -sonrió, y cogió su tenedor.<br />
<br />
Vima parecía aliviada.<br />
<br />
-Oh, bien -dijo mientras pinchaba la ensalada. Ide comió, esperando que ella hablara.<br />
<br />
==Sorpresas==<br />
<br />
Durante unos minutos, ella no hizo sino comer y observar a Ide con curiosidad. Ide pudo oir una música, en el límite de lo audible, algo parecido a ópera. Ella pareció darse cuenta al mismo tiempo que Ide.<br />
<br />
-Sabes, la música cantada sin acompañamiento musical es una de las artes universales -dijo con voz animada-. Junto a la pictografía y la danza, creo. Luego los eruditos debaten sobre si la percusión debería ser considerada universal... y la narrativa, claro -hizo un gesto juguetón-. Siempre están debatiendo sobre la universalidad de la narrativa, y peleándose con los lingüistas.<br />
<br />
-Soy más una persona de ciencias que de humanidades, he de reconocer. No soy tan docto en estos temas... sin embargo aprendí de pequeño a tocar. Es el único arte al cual me encuentro vinculado.<br />
<br />
Ella parecía encantada.<br />
<br />
-¡Oh, es fantástico! Yo misma también aprecio mucho la música. El baile también, claro -hizo un gesto descuidado-, pero no tengo una verdadera base teórica para poder apreciarlo apropiadamente.<br />
<br />
-¿Tocas algún instrumento?<br />
<br />
-Canto -dijo mientras sonreía pícaramente-. Lo que suena, lo canté yo -dijo mientras se ruborizaba ligeramente-. Es... un descuido por parte de mi mayordomo. Ahora parece que quiero alardear o algo...<br />
<br />
-En absoluto. No es alardear mostrar cuando es apropiado aquello que uno sabe. La humildad extrema es casi tan mala como el orgullo descarado -se paró unos segundos-. Me gustaría oirte cantar.<br />
<br />
Ella se ruborizó.<br />
<br />
-Oh, no podría... -se quedó mirando a Ide unos segundos, como pidiéndole permiso.<br />
<br />
-Si ayuda, puedo cambiarte una pieza de mi flauta por una obra cantada por ti.<br />
<br />
-Bueno, bien... Entonces voy a levantarme.<br />
<br />
Se puso en pie despacio, e Ide pudo observar que no era muy alta ni robusta. Parecía una especie de muchacho, aunque algo en su complexión le recordaba a los padawan del templo.<br />
<br />
Y de su cadera derecha colgaba un sable de luz.<br />
<br />
==Intercambios==<br />
<br />
Cerró los ojos, e inspiró profundamente dos o tres veces. Cantó una nota, como para afinarse; y luego comenzó a cantar.<br />
<br />
Espectacularmente. La pieza, cantada a capella, estaba en un idioma que Ide no reconoció, pero la complejidad técnica no le pasó desapercibida. Posteriormente, fue la expresividad de la voz lo que le llamó la atención. Algo dentro de él no estaba preparado por completo para la avalancha de ternura que se derramaba en cada nota, para la lucha que se denotaba tras cada cambio repentino de registro.<br />
<br />
Acabó, de una forma que se asemejaba mucho al principio. De alguna forma, Ide percibió al final una riqueza de matices que no había notado la primera vez.<br />
<br />
Ella suspiró profundamente. Abrió los ojos de nuevo.<br />
<br />
-¿Te ha gustado?<br />
<br />
-Ha sido... inesperadamente hermoso y emotivo. Una bella ejecución, sí señor.<br />
<br />
Sonrió de nuevo. Parecía acalorada. Parecía incapaz de hablar. Se sentó despacio.<br />
<br />
-Muchas gracias -dijo con un hilo de voz.<br />
<br />
-Ha sido toda una grata sorpresa, sí señor. Reconozco que no esperaba encontrar esto esta noche.<br />
<br />
Ella enarcó una ceja, mientras miraba divertida a Ide.<br />
<br />
-Bueno, pensaba que me querías para hablar... no sé, de negocios, o algo parecido -sonrió ligeramente-. No esperaba encontrarme hablando de arte y música contigo.<br />
<br />
-Bueno -dijo con voz jocosa-, es un poco rudo, incluso aquí en el borde medio, ponerse a hablar de negocios en cuanto se sienta uno a la mesa...<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Creo que me toca... aunque sea poco apropiado. No sé si estaré a la altura.<br />
<br />
-Por favor -dijo ella con una ternura que no parecía fuera de lugar.<br />
<br />
Ide se levantó y se separó un poco de la mesa. Sacó su flauta, guardada en el estuche. Dejó la caja sobre la silla y la montó suavemente, sin prisa. Cuando estuvo armada, miró a Vima, y sonrió otra vez. Se colocó erguido, como si estuviera en un recital de verdad. Cerró los ojos, y se rindió a las ondulaciones de la Fuerza, como siempre que hacía cuando producía música.<br />
<br />
Comenzó la ejecución con un pasaje sencillo, de poca dificultad técnica pero que transmitía mucha emotividad. De alguna forma, toda su preocupación y su sentido del deber se podían percibir tras la melodía. A medida que se relajaba, sintió como la Fuerza lo inspiraba, complicando el pasaje principal, guiándolo en trémolos y escalas que se enlazaban sin que él mismo supiera muy bien cómo enlazarlas, hasta el último momento. Y enlazaban bien. De repente, Ide se dio cuenta de que había terminado.<br />
<br />
Vima aplaudía muy contenta:<br />
<br />
-¡Eso ha estado muy bien! ¿Todos los jedi saben tocar tan bien como tú, o es un talento singular tuyo?<br />
<br />
==Charla sobre jedi==<br />
<br />
-Bueno, todos los jedi saben hacer algunas cosas bastante bien, cuando se sintonizan con la Fuerza. Yo tuve esa bendición desde pequeño. No sirve para el combate, pero me proporciona momentos muy hermosos.<br />
<br />
-El combate está sobrevalorado -dijo ella con una breve carcajada-. ¡El combate es de bárbaros! -añadió, divertida- ¿No has pensado en dedicarte exclusivamente a la música?<br />
<br />
-No soy tan bueno... y en cualquier caso, ser jedi es un trabajo muy satisfactorio. Aunque tu especialidad no sea el combate -sonrió.<br />
<br />
-Satisfactorio y sacrificado, según tengo entendido.<br />
<br />
-No es un sacrificio lo que se ofrece de buena voluntad. Si lo miras así, somos todos voluntarios.<br />
<br />
-Bueno, si le explican a uno con todo lujo de detalles lo que podría pasar, supongo que sí. No es -dijo con voz inocente- como si adoctrinaran lactantes o algo.<br />
<br />
-Entramos... bueno... se suele entrar muy joven en el Templo. Pero no se obliga a nadie. Se entrena a los seres sensibles a la Fuerza, y según su evolución se les entrena como jedis, o se les enseña otro oficio en el que sus habilidades puedan ser útiles. Supongo que no es una demostración formal, pero no debe ser tan malo: para los chicos es todo un orgullo ser seleccionados como padawan -por un corto instante, a Ide se le torció la sonrisa, al recordar la fiesta de despedida que sus compañeros dieron a Arakosia.<br />
<br />
-Comprendo -dijo con voz reflexiva-. Y, si no es molestia preguntar, ¿qué hace un jedi tan agradable en Nar Shaddaa?<br />
<br />
==La vida en Nar Shaddaa==<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la consciencia de Ide. Recordó con quién estaba hablando, y el nombre de esta persona tan amable que le había invitado a cenar.<br />
<br />
-Buscar algo que se me ha perdido -dijo afablemente-. Reconozco que no es el sitio más... compatible con nuestras creencias y principios.<br />
<br />
-Debe de ser duro -dijo ella.<br />
<br />
-No creo que vivir en Nar Shaddaa sea fácil para nadie, si me permites la observación.<br />
<br />
-No lo es -dijo, con una súbita dureza-. Para nadie. Ni para los hutt.<br />
<br />
-Estoy seguro. He tenido la oportunidad de conocer a algunos, incluso de forma algo más personal. Siempre me ha dado la impresión de que toda la crueldad de este mundo proviene de un sencillo principio... ''matar o morir''.<br />
<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-De alguna forma... o algo peor -pareció reflexionar un instante-. Un rival muerto... está simplemente muerto. Otro vendrá a ocupar su lugar, y la lucha te habrá debilitado. Si quieres sobrevivir, tienes que esclavizar a tus rivales. Así, no sólo dejan de amenazarte, sino que trabajan para ti -reflexionó un instante-. Por supuesto, sería mejor convertirlos en aliados... pero en Nar Shaddaa no existe esa posibilidad.<br />
<br />
-Es quizá eso lo que me desconcierta y desconsuela a partes iguales -dijo el jedi con una mueca-. Sin embargo...<br />
<br />
-¿Sí?<br />
<br />
-Tú... no pareces pertenecer a este mundo -dijo Ide, con un uso consciente del verbo parecer-. Esta sala, este hotel, a ratos. Esta cena.<br />
<br />
-Bueno, no soy de aquí. Llegué cuando tenía más de treinta años -escrutó la expresión de sorpresa de Ide-. Supongo que no aparento mi edad.<br />
<br />
-En absoluto. Lo mostré claramente en mi segundo comentario de esta noche.<br />
<br />
-Pensé que era una frase de cortesía -dijo mientras sonreía.<br />
<br />
-No hace falta mentir para ser cortés -añadió el.<br />
<br />
-Bueno, supongo que podría haber algunas especies en la galaxia que me consideraran joven... -su cara se volvió reflexiva- ...aunque no me imagino cuáles podrían ser.<br />
<br />
-¿Y a qué te dedicabas antes, no es mucho preguntar?<br />
<br />
-Pues, hasta los doce años fui ayudante de laboratorio de mi madre. Ella fue una científica arkaniana de bastante éxito, sabes... y un poco paranoica. En cuanto tuve edad para ello, me dediqué a asistirla.<br />
<br />
-Y acabaste en Nar Shadda dirigiendo el Palacio del Dolor. No es una carrera científica estándar, eso está claro.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
==Historia antigua==<br />
<br />
-Poco después de mi decimosegundo cumpleaños, fui secuestrada. Veinte años más tarde llegué aquí -sonrió amargamente, como recordando un pasado poco agradable-. En ese momento, sólo buscaba un sitio donde esconderme. Pensé que me iría pronto de aquí, que volvería con mi madre.<br />
<br />
No dijo nada más. Su expresión mostraba un dolor a duras penas contenido. Por un momento, Ide no supo qué decir.<br />
<br />
-Esto confirma mi teoría. Nar Shaddaa no acoge a nadie con los brazos abiertos -sonrió-. No creo que haya más bárbaros que en Coruscant. Es sólo que el sistema de aquí los beneficia, en cierto sentido.<br />
<br />
-Toda la población local, o al menos todos menos uno, de un grupo de diez mil; está dispuesta a traicionar a alguien por una mínima mejora de su calidad de vida. Y el uno restante, si lo encuentras, habrá llegado a su edad actual por pura suerte -se rio brevemente-. Eso, o se acaba de bajar de la astronave.<br />
<br />
-Que lo hagan no quiere decir que deseen hacerlo. Puede que sea el único camino que conozcan. O eso, o que yo he tenido mucha suerte.<br />
En el centro de la mesa apareció una bandeja donde se alineaban, sin orden aparente, muchos tipos distintos de dulces, calientes y fríos. Sin embarazo alguno, Vima cogió uno caliente, le sopló y devoró la mitad de un bocado.<br />
<br />
-Esta mañana -continuó Ide, acercando su mano a algo que parecía un pastelito de crema- conocí a un pequeño alienígena, un chadra-fan que se llamaba Tilikit.<br />
<br />
-Mmm... muy bien -murmuró-. Maldición, me he quemado.<br />
<br />
Ide sonrió ligeramente, como pidiendo permiso para continuar. Ella hizo un gesto con la mano, mientras bebía un sorbo de agua.<br />
<br />
-No era nadie. Salí de un negocio, y me preguntó si necesitaba ayuda. A cambio sólo me pidió que lo llevara a mi planeta -Ide se detuvo unos instantes, como rememorando aquello.<br />
<br />
-Intentaba engañarte -dijo ella rápidamente-. En Nar Shaddaa, si alguien se acerca a alguien, es para comerciar o engañarlo.<br />
<br />
-No he tenido oportunidad de comprobarlo. Murió defendiendo a la esclava que pilotaba mi nave, cuando me atacaron unos mercenarios que Shawman&K'Rtahn mandaron para secuestrarnos a mí y a Arakosia.<br />
<br />
-Oh -dijo ella. No parecía muy afectada-. Y Arakosia es... ¿alguien que yo debería conocer?<br />
<br />
-Oh, es mi padawan. Fue... vendida, al Palacio del Dolor esta tarde -dijo amargamente.<br />
<br />
Vima parecía encantada.<br />
<br />
==Entrando en materia==<br />
<br />
-¡Vaya! ¿Y ella también sabe tocar? -preguntó con voz jubilosa.<br />
<br />
-No -sonrió Ide-. Acaba de empezar su entrenamiento. Apenas sabe manejar el sable de luz, y no ha tenido tiempo de aprender muchas cosas. Yo... la rescaté hace poco. La tenían presa.<br />
<br />
-¿Presa? -su expresión se volvió meditabunda- Curioso... ¿Y qué tipo de cosas sabe hacer?<br />
<br />
-Bueno... sabe... -Ide dudó unos segundos-. La verdad es que, por sí sola, puede apenas defenderse, y poco más. Mi tarea es de hecho convertirla en jedi -sonrió amargamente, consciente de que había usado el tiempo presente en su afirmación.<br />
<br />
-Vaya... ¿y tardarías mucho en convertirla en jedi?<br />
<br />
-Años. En el mejor de los casos -Ide tuvo una extraña sensación, al recordar el sable de luz que pendía de su cinto.<br />
<br />
-Y... ¿es importante para ti hacer eso?<br />
<br />
Ide tragó saliva y calló durante un momento.<br />
<br />
-Cómo decirlo... es... una parte de mí es ella, y lo que ella pueda llegar a ser.<br />
<br />
-Bueno, puedes quedarte en Nar Shaddaa el tiempo que consideres necesario para convertirla en jedi -dijo con expresión pensativa-. A cambio, te acogeré en mi Palacio sin coste alguno para ti.<br />
<br />
Ide sonrió y permaneció pensativo, sin responder. Sabía que Arakosia era el punto de inflexión de la conversación, el momento en el que Vima dejaría de ser amable y cálida.<br />
<br />
==Ofertas==<br />
<br />
-Bueno, piénsalo -dijo mientras se encogía de hombros.<br />
<br />
-No... bueno, siento decirte que no es posible convertirse en jedi en esas circunstancias. Es un entrenamiento igualmente espiritual y físico, y no es compatible en absoluto con la vida de un esclavo.<br />
<br />
-Oh,vaya... -parecía levemente decepcionada- Y si ella estuviera, digamos, exenta de servicio mientras dure su entrenamiento, ¿entonces podrías?<br />
<br />
-No se puede servir a la Orden Jedi y a otro señor a la vez, Vima. Como bien dijiste antes, es una vida sacrificada.<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-En fin... una lástima.<br />
<br />
Permaneció en silencio unos segundos. Cogió otro pequeño postre y se lo metió entero en la boca.<br />
<br />
-Me imaginaba que te agradaría la compra de mi aprendiz. Y entiendo que no tendrás el menor interés en vendérmela -dijo Ide como si fuera algo sin importancia.<br />
<br />
Ella hizo un ligero gesto de contrariedad.<br />
<br />
-No es eso, es que todavía no sé lo que vale... podría perder k'shii fácilmente... perdón, podría perder reputación... a veces me olvido de que no todo el mundo habla hutt.<br />
<br />
-Lo entiendo, es un término muy común. Sea como sea, me interesaría recuperarla, como te podrás imaginar.<br />
<br />
-Lo comprendo, lo comprendo -hizo un gesto apaciguador con ambas manos-. Sólo digo que aún no hemos terminado de tasarla. No puedo ponerle un precio hasta entonces, ¿comprendes? Me ariesgaría mucho.<br />
<br />
-Obviamente Arakosia no es una esclava normal. Y es capaz de hacer cosas increíbles. Pero quizás haya algo que con toda seguridad sea más útil que ella.<br />
<br />
-Seguro -dijo ella con ligereza-. Todavía estará sin pulir. Debe de haber ''cientos'' de esclavos más útiles que ella.<br />
<br />
-A lo mejor yo puedo hacer algo más útil que cualquier cosa que te pueda dar ella -comentó él.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
-¡Pero eso no va así! -dijo animadamente- La cuestión es que un esclavo hará su trabajo ''indefinidamente y sin recibir nada a cambio''. Y además sabes que cualquier inversión que hagas en él la puedes recuperar en un intervalo de tiempo sólo limitado por las necesidades biológicas del esclavo.<br />
<br />
-Sí, pero a lo mejor te compensa tener a un jedi a tu servicio en tu Hak'Un Shapp al precio de un esclavo de mediana utilidad -dijo él seriamente.<br />
<br />
==Contraofertas==<br />
<br />
Ella parecía un poco sorprendida.<br />
<br />
-Bueno, sería buena publicidad... -reflexionó- Las veces anteriores funcionó bastante bien. Y los jedi participantes casi siempre sobreviven, aunque no suelen ganar -sonrió, levemente ácida-. Sin ánimo de ofender, les falta crueldad -una mínima arruga apareció en su frente-. Pero sin tasar a tu padawan, no sé si sería un trato justo. ¿Necesitas conocer mi respuesta con premura?<br />
<br />
-Prefiero saberla libre cuanto antes mejor, pero toma el tiempo que necesites, faltaría más.<br />
<br />
-Habitualmente un par de horas suelen ser suficientes, si la colaboración es buena.<br />
<br />
-Quizás... pueda ayudarte. Verás, circula por la Holored una demostración de Arakosia que probablemente te enseñarán.<br />
<br />
-...sí? -su expresión quería decir: "y respecto a ella, quieres puntualizar que..."<br />
<br />
-¿Quizá podríamos verla ahora?<br />
<br />
-Claro. Control central, buscar video en HoloNet. Rastreo de nodo local, Nar Shaddaa; fecha y hora, últimos dos días, tema: Arakosia. Ordenar por número de visitas. Ver.<br />
<br />
Sobre la mesa se hizo un cubo de luz, al principio borroso, posteriormente fue dibujándose una habitación. Sobre la cama, Arakosia estaba desnuda y drogada, e Ide estaba a su lado.<br />
<br />
==Aclaraciones==<br />
<br />
Vima parecía muy interesada.<br />
<br />
-¡Caramba! Hubiera asegurado que era demasiado joven para relaciones sexuales extensas... -miró a su enlace informático de muñeca- y ésta es una edición de hora y media, con los mejores momentos de una grabación original, ¿''de diez horas''? -miró a Ide, con expresión entusiasmada- ¡Qué maravilla! ¿Y qué deseabas comentar?<br />
<br />
Un extraño pulso de calor recorrió la espina dorsal de Ide. Se tomó un tiempo tiempo para responder, en el cual sólo se le venía a la mente una frase: "Keel, maldita rata".<br />
<br />
-Sí... eso también. Pensaba que te ibas a encontrar primero con el vídeo de la fruta.<br />
<br />
-Es por el número de visitas, supongo. Nada atrae más que el sexo y la violencia. Probablemente el otro video no incluye sangre.<br />
<br />
-Esa noche Arakosia hizo cosas espectaculares. Y se deben principalmente a dos cosas. La primera es que la drogaron.<br />
<br />
-Pero la droga sólo levanta inhibiciones. Es de suponer que, en principio, ella sería capaz de llevar a cabo... hazañas similares sin necesidad de sustancias añadidas.<br />
<br />
-No siempre. Los estupefacientes, desde el momento en el que trasladan al individuo a un estado distinto de consciencia, pueden a veces amplificar la canalización de la Fuerza. O pueden hacer todo lo contrario.<br />
<br />
Como comprenderás, si fuera tan fácil obtener superpoderes, todos iríamos siempre por ahí con una bolsita de pastillas. Depende de la ocasión, y el contexto, las drogas pueden ser muy beneficiosas, o muy peligrosas. Lo cual me lleva al segundo factor que, en conjunción con el trance de la droga, proporcionó a Arakosia semejante habilidad.<br />
<br />
-Una conjunción de factores suelen ser malas noticias. ¿De qué se trata? ¿Ira descontrolada? ¿Abandono suicida?<br />
<br />
-Yo. Ide Kanor, su maestro y mentor. Y la devoción que siente hacia él -Ide pronunciaba severamente, con orgullo, pero sin que pareciera que estaba alardeando.<br />
<br />
-Oh, mejor. Quiero decir, ese no es un factor descontrolado. Aunque, claramente, disminuye su valor para cualquier comprador potencial... -dijo con expresión ecuánime.<br />
<br />
-Quería aclararte todo esto, para que no pensaras que te he intentado engañar cuando lo vieras -terminó Ide, juntando las manos en actitud conciliadora.<br />
<br />
-De acuerdo, lo tendremos en cuenta. ¿Deseas esperar aquí mientras tanto, o hay algún otro lugar... o algo que necesites hacer?<br />
<br />
-Pues sería muy agradable poder esperar en esta sala. Es... especialmente tranquila. A no ser que me dejes bajar a dar una vuelta por el Hak'un'Shapp -en el rostro del joven emergió una sonrisa pícara-. Tengo cierta curiosidad.<br />
<br />
Ella sonrió, con coquetería.<br />
<br />
-Bueno... está claro que no sabes exactamente de qué se trata... la mayor parte del tiempo es, como la vida misma, algo gris y aburrido. Y de repente -su voz cobró una energía vibrante- se desata un vórtice de emociones, que arrastran a sus participantes al éxtasis...<br />
<br />
Era como contemplar un volcán en sus ojos. Ide no recordaba cómo había llegado a estar tan cerca de ella. Percibió su energía en la Fuerza. Poderosa, entrenada... adaptada a su entorno, en sintonía con las sensaciones que emanaba la Luna del Contrabandista.<br />
<br />
==Déjà vu==<br />
<br />
Una sensación de ''déjà vu'' invadió a Ide. Se sentía en una especie de punto de inflexión, un punto desde el cual se puede desencadenar cualquier acontecimiento.<br />
<br />
-Parece que... -intervino Ide casi con un susurro, escudriñándola en la Fuerza- encuentras cierta armonía en el Hak'un'Shapp...<br />
<br />
El tiempo parecía fluir despacio, despacio...<br />
<br />
La miró, durante un instante, con ojos que trascendían la materia física. Había poder y habilidad, entrenados hacía mucho, oxidados bajo la costumbre de no utilizar lo aprendido, sepultados tras mucho uso inconsciente e intuitivo.<br />
<br />
-Intento... -dijo ella, con voz casi inaudible- Intento disfrutar de la armonía allá donde la encuentre...<br />
<br />
-Fluyes con la Fuerza... has sido entrenada -dijo él, extendiendo la mano como para tocar los jirones de su aura sobrenatural.<br />
<br />
Ella se estremeció en su sitio, sin decir nada. Su vello se erizó antes de que Ide lo tocara. Él dudó un segundo, y luego, lentamente, acercó su mano a la de ella. Estaba de pie, al lado de la silla en la que ella permanecía. Sin tocarla, ascendió por su brazo, como un curandero buscando energía vital, dejando que la única conexión entre ellos fuera, por poco, la Fuerza.<br />
<br />
Ella no reaccionaba con una técnica definida. Se limitaba a dejar que su cuerpo fuera atravesado por la Fuerza, sin hacer nada que no pudiera hacer de forma natural. Aceptó el toque de forma pasiva, dejándose hacer.<br />
<br />
-Pero fue hace tiempo... -añadió él, con los ojos cerrados, centrándose sólo en lo que percibía por su canal sensitivo sobrenatural. Cuando llegó al hombro, posó su mano. A través de la Fuerza le llegó, abrumadora, una sensación orgásmica. Pero ella no se movió.<br />
<br />
Sólo un suspiro hubiera permitido saber, a un observador casual, por qué sus párpados vibraban y su nuca transpiraba.<br />
<br />
Ide se giró, levantó la otra mano, y la posó sobre el otro hombro. Movió los dedos lentamente, como masajeando, limpiando el incipiente sudor que había aparecido en el cuello de ella, pero de una forma sutil y precavida. Seguía con los ojos cerrados, oyendo las reverberaciones de Vima, emitiendo su propia señal en la Fuerza para oirla reflejada en ella.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
Vima reaccionaba sin pensar. Tomó aire, y lo exhaló lentamente; cerró los ojos despacio. Estaba bajando sus defensas, Ide pudo sentir algunos de sus pensamientos al azar.<br />
<br />
"Que no se detenga, por favor, que no se detenga, lo necesito, lo necesito tanto, nadie era apropiado, todos querían mi k shii, nadie podía hacerlo como un igual, si hago algo puede arrepentirse, ojalá dejara de preguntar por la Época Oscura, quiero, quiero, oh, qué bueno. En el video no salía drogándose, pero ella tampoco, ¿podrá? ¿Podrá? Oh, por favor, que no sea de los que sólo lo hacen por amor, que no haya una regla jedi absurda, que no pase nada, que lo haga, pronto, que lo haga porque lo necesito tanto..."<br />
<br />
Él se detuvo unos segundos. Después, bajó una de sus manos un poco, colocándola al principio de sus pechos, y llevó la otra detrás, a la nuca, incrustando los dedos en su pelo. Al tiempo, se giró grácilmente y se puso en frente de ella, y, con la experiencia adquirida en los años de Galmia, en un segundo que se hizo eterno, se acercó y la besó.<br />
<br />
Ella volvió a estremecerse, una vez más.<br />
<br />
"Lo ha hecho otra vez. Y todavía estamos empezando. O eso espero. Que no acabe, por favor, que no acabe..."<br />
<br />
Pero él no se detuvo. Siguió, como en otros tiempos había hecho con su Reina, con la excitación sobrenatural que sólo sentía al unirse con otros usuarios de la Fuerza, como con Anakin, como con Arakosia el día anterior. Ide perdió la noción del tiempo. Se olvidó del Hak'un'Shapp, se nubló la visión de su objetivo, de Arakosia, de Morg, de Kurel, y durante un periodo no determinado de tiempo, sólo se permitió sentir la Fuerza, y Vima Da'Motta, la cruel emperatriz del Palacio del Dolor, ahora transformada y expuesta por la letanía de placeres que se sucedieron en la habitación.<br />
<br />
El atardecer sobre Nar Shaddaa se convirtió en noche, la noche casi en amanecer. Ninguno de los dos parecía acusar el peso del cansancio. En un momento determinado, Vima cedió voluntariamente; cuando se retiró, Ide vio sangre en la cara interna de sus muslos. Se dejó caer, agotada y feliz.<br />
<br />
==Interrupciones==<br />
<br />
Suspiró.<br />
<br />
En ese momento, Ide sintió algo extraño: sobre los cristales se notaba una extraña vibración, apenas musical...<br />
<br />
<br />
"''Arakosia''", pensó instantáneamente.<br />
<br />
"''¿Maestro? Estoy despierta, y no reconozco el lugar.''"<br />
<br />
"''No te preocupes, estás a salvo, en el Palacio del Dolor. No te pasará nada. Confía en mí.''"<br />
<br />
"''¿Debo escapar? ''Puedo'' escapar.''"<br />
<br />
"''No será necesario. Puede que si intentaras escapar fuera peor. Iré a verte en cuanto pueda, te recogeré pronto.''"<br />
<br />
"''Quieren operarme. Para instalarme algo, porque... dicen que ya han esperado demasiado. Lo van a hacer en menos de dos minutos.''"<br />
<br />
Ide pensó durante unos segundos. Fue a buscar su ropa. "''Dame un minuto. Si lo intentan, escapa.''"<br />
<br />
<br />
-Cuándo te volveré a ver -preguntó a Vima, despreocupadamente.<br />
<br />
Ella esbozó una especie de media sonrisa que transmitía una sabiduría sin edad. Su manera de moverse evidenciaba que se sentía igual de cómoda desnuda que vestida.<br />
<br />
-¿Quién sabe? -dijo con voz traviesa- Espero que pronto.<br />
<br />
-Me preguntaba... si harías algo por mí -apuntó él tímidamente. Ella rió, de buen humor.<br />
<br />
-Pregunta, hombre. Haré lo que pueda -una pequeña arruga se formó en su frente- si puedo.<br />
<br />
-Es mi antigua alumna. Me preguntaba si podías retrasar su implante. Mientras la tasas y llegamos a un acuerdo.<br />
<br />
<br />
Ella pareció un poco entristecida.<br />
<br />
-Oh, lo siento. Mi personal implanta a todo el personal en menos de quince minutos tras su compra. Norma de la casa, sabes -su expresión se dulcificó-. ¡Pero no te preocupes! Los implantes se pueden retirar fácilmente, y no dejan ninguna clase de huella o secuela.<br />
<br />
Ide observó que ella no parecía tener ningún interés en vestirse. La única prenda que recogió fue el cinturón del que pendía el sable de luz, y se lo ajustó a la cintura. Pasó la mano por delante de un sensor frente a uno de los vértices, y el hueco correspondiente al ascensor se iluminó.<br />
<br />
<br />
-¿Bajas primero? ¿O prefieres esperar aquí?<br />
<br />
-¿Esperar? -Ide levantó lo que hubiera sido una ceja.<br />
<br />
-A que termine la tasación.<br />
<br />
<br />
"''Maestro, vienen'' ahora"<br />
<br />
-Vima... -dijo, mirándola fijamente-. Llama a tu equipo de implantación. Acabo de percibir algo.<br />
<br />
==Imprevistos==<br />
<br />
Ella parecía confundida.<br />
<br />
-Pero...<br />
<br />
-Confía en mí, evitará problemas. Están... implantando a Arakosia. Ha estado inconsciente y se acaba de despertar. Y está asustada.<br />
<br />
-Yo... -algo pareció cerrarse en su mente. Volvió a subir la barrera- Está bien. Pero no desde aquí.<br />
<br />
Él dio un paso adelante, aún con la ropa en la mano.<br />
<br />
-Vima... -la miró fijamente-. Gracias. Por... por todo.<br />
<br />
Ella asintió sobriamente.<br />
<br />
-Espera aquí.<br />
<br />
"''Maestro, ya he escapado. Dime cuál es el punto de encuentro.''"<br />
<br />
-Volveré tan pronto como pueda.<br />
<br />
"''Me temo que he dañado gravemente a por lo menos dos de ellos.''"<br />
<br />
Vima sonrió.<br />
<br />
-Y te haré un buen, buen descuento en todo lo que dependa de mi k'shii... esto ha valido un buen montón de gubor... incluso se podría cobrar en sgin.<br />
<br />
"''La estructura de este hotel me ha cogido por sorpresa... al principio. Pero en realidad, me beneficia. Más de la mitad del edificio está hueca. Más espacio para mí.''"<br />
<br />
"''Quédate escondida por ahora''."<br />
<br />
Se acercó a Vima, aún mirándola.<br />
<br />
-Sabes que no lo he hecho por eso -se acercó para coger su mano-.<br />
<br />
-Ya lo sé, guapo -dijo Vima mientras guiñaba un ojo-. Era un cumplido, al estilo Nar Shaddaa.<br />
<br />
Él sonrió.<br />
<br />
-Estaré aquí, si me necesitas o si hay algún problema.<br />
<br />
-Bien. Siéntete libre de pedir cualquier cosa o servicio que desees -la expresión de su cara se volvió a un tiempo salvaje y atractiva-. Cualquier cosa... la podemos compartir cuando yo regrese.<br />
<br />
Enderezó su espalda, que crujió levemente. Se quedó parada en la sección iluminada de suelo, que bajó. Su cuerpo desnudo parecía saludar a Ide mientras desaparecía por la abertura del suelo, antes de que ésta se cerrase.<br />
<br />
==Comunicaciones==<br />
<br />
"''¿Maestro?"''<br />
<br />
"''Arakosia.''"<br />
<br />
"''A lo mejor no es el momento apropiado para preguntar esto, pero... eh... a veces confundo cosas que suceden en mis sueños con cosas que suceden en la realidad, y... no tengo muy claro si algunas de las cosas que recuerdo... son ciertas.''"<br />
<br />
"''Ah, supongo que te refieres a lo de ayer.''"<br />
<br />
"''Es que... lo que recuerdo se parece mucho a los sueños que suelo tener, pero... ahora tengo agujetas, maestro, en todo el cuerpo, y..."''<br />
<br />
''"Te drogaron. La especia roja... te introduce en un éxtasis sexual. Y te produce síndrome de abstinencia. Y... lo que recuerdas es la terapia de choque para evitar la dependencia. Decidí que... era mejor así, a usar a unos extraños."''<br />
<br />
<br />
El enlace transmitió una mezcla de sensaciones difícil de analizar, algo a lo que Ide comenzaba a acostumbrarse. Supo que luego, al meditar sobre ello, podría conocer su reacción con más precisión.<br />
<br />
<br />
''"Yo... ¿lo repetiremos?"''<br />
<br />
''"Bueno... en el Templo no... aunque... espero que esto no nos lleve a ti y a mí al Lado Oscuro...''". Ide sonrió, pero no tenía claro si era posible transmitir humor mediante los enlaces telepáticos.<br />
<br />
"''No... no lo parecía... he estado allí, y esto era... sólo me había sentido así al pelear, o en meditación profunda. He aprendido mucho, lo recuerdo. Creo... que puedo utilizar lo que he aprendido.''"<br />
<br />
"''Utiliza lo que yo te he enseñado. Lo que has aprendido tendremos que... bueno. Revisarlo. No está mal que investigues tu propia conexión con la Fuerza, pero a veces...''"<br />
<br />
<br />
Ide tuvo un flash. De Galmia. De Kwyna aprendiendo sola, con el holocrón. Se fue enseguida, pero no supo discriminar si Arakosia lo había percibido o no.<br />
<br />
<br />
"''Es mejor que lo desarrollemos un poco, tranquilamente, durante el entrenamiento.''"<br />
<br />
"''Sentí la Fuerza, maestro. Fluyendo por mi cuerpo. Fui consciente de cómo el funcionamiento de mi cuerpo interaccionaba con la Fuerza. Pocas veces me siento tan centrada... como ahora, que peleo para salvar mi vida. Estoy intentando no matar a nadie, aunque ellos están intentando matarme a mí. ¿Es eso correcto?''"<br />
<br />
"''Eh... sí. Lo importante es eliminar las sensaciones. Pensar sólo en la Fuerza.''"<br />
<br />
"''Oh, sí. Ahora estoy muy bien. Me siento... en paz...''"<br />
<br />
<br />
Ide analizó a su aprendiz, en la distancia, mediante el enlace en la Fuerza que los unía. Era... como una sucesión de tonos cristalinos, como un concierto de campanas tubulares. Irradiaba tranquilidad.<br />
<br />
<br />
"''Por cierto, maestro... no sé si es importante, pero... siento...''"<br />
<br />
<br />
Ella no se atrevía a verbalizar... algo. Sintió un lejano eco de vergüenza.<br />
<br />
<br />
''"Di, Arakosia."''<br />
<br />
''"Soy consciente de una... excitación física de mi cuerpo, en estos momentos. No sé qué hacer al respecto."''<br />
<br />
''"Es parte de los efectos de la especia roja. Me temo que es algo que tendrás que solucionar tú misma en tu escondite."''<br />
<br />
''"Sí, maestro. Creo que acabo de matar a alguien, sin querer. Ha caído por un desnivel."''<br />
<br />
''"¿Que has hecho qué?"'' Ide no sabía muy bien qué estaba pasando. ''"¿No decías que estabas escondida?".''<br />
<br />
''"En los sistemas ocultos. Pero han mandado patrullas para localizarme y dañarme. Creo que la idea es que, cuando un esclavo huye, se le hace tanto daño que éste nunca vuelve a intentarlo. Muchos de estos seres... quieren hacer eso. Por eso son un poco más descuidados."''<br />
<br />
''"¿Puedes seguir oculta?" ''Ide se dio cuenta al tiempo de lo estúpido de la pregunta. Ella había pasado toda su vida ocultándose. Era su especialidad.<br />
<br />
"''Si no tienen a nadie capaz de buscarme con la Fuerza, sí. Si tienen a alguien... depende de lo bueno que sea."''<br />
<br />
"''Quédate escondida en el edificio. Sea lo que sea, lo solucionaremos. La Fuerza nos guiará. Avísame si te ves en peligro.''"<br />
<br />
''"Sí, maestro."''<br />
<br />
<br />
Ide empezó a vestirse. Se acercó a las paredes de transpariacero, y se sentó en pose de meditación.<br />
<br />
==Visiones==<br />
<br />
No pudo concentrarse, perdía el foco constantemente. Pensaba en Arakosia saltando, corriendo y ocultándose, peleando cuando una de las patrullas daba con ella; mientras se dejaba llevar por su instinto para encontrar un lugar cómodo y seguro.<br />
<br />
Y en Vima y su posible reacción. El pánico que mostraban todos los que la conocían era un referente claro de lo que era capaz.<br />
<br />
Ide suspiró, y abrió los ojos. En el exterior, el tráfico caótico de Nar Shaddaa se desparramaba en todas direcciones desde el Palacio del Dolor. En el interior de un vehículo, hubo un movimiento violento y un resplandor; y la mitad del parabrisas se volvió roja. El vehículo hizo un extraño, y luego se reincorporó al tráfico como si no hubiera pasado nada.<br />
<br />
En una de las azoteas, dos humanoides luchaban. La sensación de distancia era engañosa, e Ide se dio cuenta de que los cristales eran del tipo "ojo de águila"; hechos de un material transparente conectado a un ordenador, que reconocía dónde se estaba mirando y modificaba su forma para aumentar el grado de detalle.<br />
<br />
Uno de los humanoides le rompió un tobillo al otro, que cayó. El otro apenas se sostenía en pie. Se alejó, arrastrándose apenas, hasta el borde del tejado, y cogió una bolsa de plástico vacía. Comenzó a llenarla de cosas que parecían pequeñas y pesadas, y de vez en cuando levantaba la bolsa con un brazo, con gesto apreciativo.<br />
<br />
Renqueó hacia el humanoide caido, que había conseguido, mientras tanto, darse la vuelta para quedar boca arriba. Hablaron un poco. De repente, el que estaba de pie movió la bolsa de plástico con una trayectoria circular, por encima de su cabeza, y luego de arriba abajo sobre el caído. Y luego lo hizo de nuevo, otra vez, y otra...<br />
<br />
Ide se sintió una punzada en el estómago. Todo parecía girar en torno al dolor y la muerte en este planeta.<br />
<br />
Volvió a cerrar los ojos para volver a intentar meditar.<br />
<br />
En esta ocasión no se dejó distraer.<br />
<br />
Ella estaba desnuda y en cuclillas sobre una delgada guía de metal, por encima de un abismo insondable. Un poco por encima de ella había una pasarela por la que se alejaba una patrulla de búsqueda. Dos de ellos querían matarla rápidamente. Los otros cuatro querían hacerle sentir muchísimo dolor, y luego capturarla. Un pequeño charco de líquido transparente se había acumulado alrededor de su pie derecho, e Ide vio que había un reguero que se podía rastrear hasta la entrepierna.<br />
<br />
{{flashback | <br />
<br />
"Te drogaron. La especia roja... te introduce en un éxtasis sexual. Y te produce síndrome de abstinencia. Y... lo que recuerdas es la terapia de choque para evitar la dependencia. Decidí que... era mejor así, a usar a<br />
unos extraños."}}<br />
<br />
Ide detuvo el flujo temporal durante unos instantes. Luego lo movió lentamente hacia delante, para estar seguro de que no se perdía nada.<br />
<br />
{{flashback | Gozo. "Era verdad. Lo hemos hecho de verdad. No era el mejor de los sueños... era mejor que en los sueños. Es porque era verdad. Por eso lo sentía con tanta claridad, como ahora, que es como aire fresco, que huele tan bien... y sentí revelaciones, sentí que la Fuerza podía canalizarse por mi cuerpo sin esfuerzo, dejando que la energía se remanse; manteniendo la armonía, dejando que la Fuerza se guíe, siendo el surco por donde la Fuerza se derrama..."<br />
<br />
Duda. "¿Y si esto no es correcto? ¿Y si Ide tiene problemas por haber hecho esto? ¿Y si, por mi culpa, nos obligan a separarnos? ¿Y si lo castigan por mi culpa? ¿Y si nos expulsan? ¿Y si nos matan?"<br />
<br />
Confianza. "Ide sabrá lo que hacer. Ide hará lo correcto. Ide pensará en mí. Ide me dirá qué, Ide me dirá cómo, Ide me dirá cuándo. Ide buscará mi bien."<br />
<br />
Esperanza. "He tenido sexo, y ha sido la primera vez en mi vida que ha sido sin miedo y sin dolor. Ha estado muy bien. Ha sido maravilloso, y he aprendido mucho. ¿Podremos repetirlo? ¿Podremos repetirlo mucho? Tantas cosas que aprender, tantas cosas que demostrar... hay cosas que he experimentado, sin querer experimentarlas; y ahora me alegro de haberlas experimentado, porque puedo convertirlas en algo bueno; porque puedo aprender de ellas, y aún no sé cómo; y la respuesta está en su cuerpo y en el mío, y pronto, pronto... ojalá que pronto..."}}<br />
<br />
Ide perdió un poco de foco. "De todas formas", pensó, "creo que eso era todo".<br />
El ascensor volvió a activarse. El suelo se abrió y Vima, todavía desnuda, apareció en la Joya Gloriosa. Su rostro era impenetrable, y luego se hendió en una media sonrisa.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
-¿No has pedido nada? ¿Ni a nadie? -suspiró teatralmente. Luego, viendo el gesto levemente tenso de Ide, su tono pasó a uno más formal- Eh... tu padawan se ha escapado. Parece que tu premonición respecto al equipo de implantación era acertada.<br />
<br />
-Vaya... espero que no te esté causando muchos problemas -respondió él, aún algo tenso. Había esperado que llegara hecha una furia, así que cualquier cosa era mejor.<br />
<br />
-Eh... -sonrió, mientras hacía rodar sus ojos hacia arriba- Bueno, a mí no muchos, pero está haciendo una criba entre mis hombres más prescindibles.<br />
<br />
-Parece que sabes sacar beneficio hasta de las situaciones adversas -sonrió él, algo más tranquilo.<br />
<br />
-Cualquiera puede hacerlo -dijo ella, mientras desabrochaba de nuevo su cinturón-. La clave es saber que hay un beneficio potencial en toda situación.<br />
<br />
Ide no supo qué decir en ese momento. Arakosia estaba huyendo, y Vima no parecía darle importancia. Supuso que ella estaba segura de que tarde o temprano la iba a encontrar. La pregunta seguía siendo qué haría con su padawan después.<br />
<br />
Ella se echó a su lado. Ide notó que lo que había tomado por perfume (por lo bien que olía, por perfume caro), era en realidad el olor corporal de Vima.<br />
<br />
-Da la impresión de que no te importe que una de tus esclavas esté huyendo...<br />
<br />
Ella se rió, de buen humor. Se acurrucó junto a Ide, mientras posaba su mano sobre el pecho surcado de cicatrices.<br />
<br />
-Bueno, es un poco molesto, pero... pff... me ha pasado tantas veces...<br />
<br />
-Eso, o que tienes cosas mejores en las que pensar -respondió él, con una media sonrisa, mientras le apartaba un mechón de la frente.<br />
<br />
-Será eso -dijo ella, con humor-. Bueno, y que hay un protocolo muy probado para encontrar gente evadida. No hemos tenido fugas en más de setenta años -dijo despreocupadamente.<br />
<br />
-¿Ah sí? Pues has de saber que Arakosia tiene una habilidad especial para esconderse. Eso sí que se le da bien -rió-. Estuvo tanto tiempo haciéndolo... ¿Cuánto tiempo crees que se te resistirá?<br />
<br />
-Pues, si usa la Fuerza para esconderse... -hizo un cálculo rápido- ...en ocho horas más, reconfigurarán las habitaciones al modo "búsqueda fácil". El hotel será un poco menos... hum... hospitalario para los huéspedes, y el espacio libre estará todo junto. Y luego vienen los perros akk.<br />
<br />
-Ya veo...<br />
<br />
-Y luego... se pueden configurar las habitaciones para ir reduciendo el espacio donde es posible esconderse -dijo, con una sonrisa-. Todo lo que sea necesario. La principal ventaja con la que ella cuenta, es que la quiero viva... y que está sin tasar.<br />
<br />
-Qué despliegue de medios. También podrías pedirle ayuda a su maestro, encontrarla, tasarla, y ahorrarnos disgustos a todos -aún sonreía, aunque no estaba seguro de si Vima tenía intención de dejar pasar la irreverencia tan fácilmente.<br />
<br />
Ella se tomó un tiempo para responder, en el que acarició despacio el pecho de Ide.<br />
<br />
-No hay ningún disgusto para tomar. De momento, está cribando a mis lacayos más prescindibles. Los que queden serán mejores -dijo, despreocupadamente-. La ordalía que está atravesando también sirve para tasarla... parcialmente.<br />
<br />
-Y de paso aumentar su valor, para luego sacarle más a su pobre maestro, que la quiere de vuelta... -le rozó el brazo, y subió hasta casi el hombro. La miraba fijamente.<br />
<br />
Ella rió de nuevo.<br />
<br />
==Video de una fuga==<br />
<br />
-Mmm... sí, todo son ventajas... -dijo con voz melosa- ¿Quieres ver la grabación del video de seguridad, donde se escapa?<br />
<br />
Él sonrió ampliamente a modo de respuesta, y asintió levemt. Ella habló, con voz alta y clara:<br />
<br />
-Control Central, reproducir video. Título Dolor Arakosia Uno.<br />
<br />
<br />
La sala volvió a oscurecerse, y sobre la mesa se proyecto un holovídeo. Era una sala médica, y en ella había varios tanques de bacta. Casi todos estaban vacíos, y en uno de ellos flotaba Arakosia.<br />
<br />
Bajo los párpados cerrados, sus ojos se movieron. Se agitó levemente. Un monitor junto a su tanque comenzó a parpadear.<br />
<br />
Una especie de droide (médico, supuso Ide, aunque no reconoció el modelo, parecido a un taburete) se acercó rápidamente. Se paró frente al monitor, y se marchó por la puerta.<br />
<br />
Regresó con un grupo de tres humanoides, vestidos con ropa de trabajo. En las manos llevaban varios instrumentos, que dejaron en una pequeña bandeja junto al tanque.<br />
<br />
Manipularon el monitor, con práctica y confianza, y cierto aburrimiento.<br />
<br />
El tanque de bacta comenzó a vaciarse. Se vació. Arakosia quedó hecha un ovillo en el suelo.<br />
<br />
<br />
Abrieron el tanque, y la sujetaron para colocarla en la mesa de operaciones en el centro de la habitación. La manipulaban como un peso muerto. Uno de ellos sujetó una máquina grande, y la dirigió a la cara de Arakosia.<br />
<br />
Ella se movió tan rápido que la grabadora no lo registró. El hombre voló dos metros hacia atrás y chocó contra un tanque vacío. La máquina quedó un momento en el aire, pero ella la pateó contra otro de los técnicos.<br />
<br />
Él la sujetó con ambas manos, mientras su compañero dirigía un arma contra Arakosia.<br />
<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Si hay algo que se le da bien, es escapar -intervino.<br />
<br />
-Ya veo -dijo ella, apreciativamente.<br />
<br />
<br />
<br />
Ella sujetó el arma al mismo tiempo, y no se molestó en forcejear para arrebatársela. La desvió lejos de sí, para que no pudiera dispararle, y lanzó su mano engarfiada contra el rostro del hombre. El movimiento no se podía apreciar claramente, pero el grito del hombre fue desgarrador, y la sangre comenzó a correr a chorros por las mejillas. El segundo técnico se quedó sobrecogido por la visión, y reaccionó tarde, accionando la máquina, que lanzó una nube de gas.<br />
<br />
Ella se movió sin soltar su presa, y al moverse se podía ver cómo tenía dos dedos de la mano izquierda dentro de las cuencas de los ojos, y giró sobre sí misma para lanzar al hombre, que seguía aullando, contra la nube. La aspiró entera, y cayó al suelo inconsciente.<br />
<br />
<br />
<br />
El técnico que quedaba y Arakosia se miraron durante un momento, y él disparó el arma una vez más. Ella no se movió, y la nube impactó contra su rostro. No tuvo ningún efecto.<br />
<br />
El técnico dejó caer el anestesiador, y extrajo un arma; pero al mismo tiempo Arakosia lanzó contra la cara del hombre lo que llevaba en la mano, algo pequeño y pringoso que chocó con fuerza, cegándolo al romperse. Ella saltó justo detrás, y lo golpeó con tanta fuerza que su cuerpo se arqueó con fuerza mientras volaba por el aire.<br />
<br />
<br />
No dedicó ni un momento a ver cómo caía. Su mirada se posó brevemente por todos los objetos de la sala, y se dirigió hacia un contenedor metálico, de un metro por medio metro. Lo golpeó con la mano cerrada. No se abrió. Lo golpeó de nuevo. Observó la muesca que quedaba, y cogió el contenedor cerrado. La puerta se abrió de nuevo, y entró un hombre armado (tras él se veía más gente, pero el video estaba centrado en la sala de reanimación). <br />
<br />
<br />
Disparó dos veces, y Arakosia paró los disparos con el contenedor. Luego pateó una máquina caída en el suelo, desviando el arma mientras saltaba contra el hombre. Lo golpeó con el recipiente metálico en la cara, cayó a sus pies, lanzó un puñetazo contra la entrepierna, saltó en vertical y empujó con ambas piernas contra el pecho del guardia, que chocó contra sus compañeros. Ella saltó contra el batiburrillo de guardias.<br />
<br />
<br />
La habitación quedó vacía, excepto por el técnico dentro del tanque de bacta, el hombre anestesiado y sin ojos del suelo y el que había chocado contra la pared y el suelo de la esquina. No había movimiento en la escena, excepto por los charcos de sangre, que se extendían rápidamente.<br />
<br />
Vima sonreía.<br />
<br />
==Cosas sobre Vima==<br />
<br />
-Esa chica tiene potencial...<br />
<br />
-Sabe improvisar. Es rápida pensando. Sabía que podía llegar lejos cuando la tomé como discípula -dijo él, descansando en cada palabra.<br />
<br />
-Hm-hmm -murmuró Vima mientras asentía. Ide sintió que volvía a bajar sus defensas. La visión de la sangre extendiéndose por el suelo la había excitado.<br />
<br />
Él aprovechó para buscar en ella. Estaba preocupado por lo que podía pasarle a Arakosia, una vez fuera capturada. Y por lo que le podía pasar durante la captura.<br />
<br />
-Tienes... una afinidad especial por ciertas cosas, por lo que veo -dijo él, volviendo a mirarla y rozándole la cara.<br />
<br />
-Mi afinidad es por mi entorno. Creé el Palacio del Dolor pensando en esa afinidad.<br />
<br />
Ide comprobó, desolado, que la Fuerza le transmitía muchas sensaciones, muchos pensamientos superficiales, pero no podía acceder a las capas más profundas del pensamiento. O al menos no sin alertarla. Y los resultados de un intento fallido podían ser... desastrosos.<br />
<br />
Ahora que pensaba sobre ello, Ide no recordaba haber oído hablar de ningún jedi con una técnica semejante. Aunque los caamasi podían guardar y transferir "archivos" de recuerdo, llamados memnii, y los jedi podían recibirlos. Quizá un jedi caamasi pudiera... o probablemente no.<br />
<br />
Ide reflexionó, buscando otra vía de acción.<br />
<br />
==Pensamientos==<br />
<br />
-Espero que tu entorno no se vaya a comer a mi aprendiz... es un sitio hostil para un jedi como ella... o como yo... -dijo él. Empezó a pasarle la mano por la espalda, mientras seguía concentrado en sus pensamientos... quizá mencionar a Arakosia le hiciera pensar en ella...<br />
<br />
-Mmm... -dijo ella. Por su mente pasaron un montón de imágenes en rápida sucesión:<br />
<br />
{{flashback | Tumbada boca abajo en una camilla, levanta la vista y ve a un twi'lek azul muy atractivo, desnudo de cintura para arriba; que sonríe amablemente. Ella sabe que la odia con todo su corazón.<br />
Cuando llegó a Nar Shaddaa, llevaba todas sus posesiones atadas al cuerpo: una pequeña bolsa más pequeña que un puño y un sable de luz pegado a su zona lumbar. Intentaron violarla, matarla o esclavizarla - pequeños flashes de cada escena- seis veces antes de que cayera la noche.<br />
<br />
La primera vez que negoció con un hutt, él le ofreció un puesto. Ella le ofreció un trato. Él se rió. Ella no.<br />
<br />
La siguiente vez, habían pasado tres años. El hutt parecía más delgado. Él habló. Ella sólo sonrió sarcásticamente. Él gritó. Ella no dijo nada.<br />
<br />
Todos los años que pasó temiendo que su maestro la encontrara. Hasta que tomó la decisión de no volver a tener miedo, y fue a buscarlo.<br />
<br />
En el planeta Chelloa ya no quedaba nada. Nunca supo lo que había pasado. En su pecho, la sensación de algo inacabado sería algo a lo que acabaría por acostumbrarse.<br />
<br />
En una habitación muy brillante, un alienígena le dice que no está seguro de la especie de su padre. Al parecer, sus células no se degradan, o lo hacen tan despacio que no hay forma de saberlo con certeza. La sensación en su pecho sigue ahí, nunca se ha ido, pero la conversación con el científico hace que sea dolorosamente consciente de que probablemente no hay nadie en el universo con quien pueda identificarse.<br />
<br />
Esa chica... se parece a una que fue secuestrada hace más de quinientos años. Se parece un poco. }}<br />
<br />
La mirada de Vima parecía fija en algo lejano. Ide no modificó su postura. Siguió allí con ella, tocándola suavemente, escuchándola sin que ella lo supiera. Esperando que ella diera el siguiente paso. En cierto sentido, esa habitación, la calma, y los pensamientos de Vima, eran parte de su relación con ella. Ide no supo decir si estaba empezando a gustarle.<br />
<br />
{{flashback| Y de aquella chica... qué se había hecho de ella. Y cómo.<br />
<br />
Dolor, tortura, un entrenamiento inhumano, para volverla sobrehumana, para hacer de ella un poder en la galaxia...<br />
<br />
Abrazar el dolor, aprender la tortura, hacer de las emociones un instrumento bien afinado para aumentar la capacidad de usar la Fuerza. Hasta que se graduó...<br />
<br />
El combate contra aquel droide asesino casi la mató, pero su maestro parecía satisfecho: `Has dado tus primeros pasos en un camino infinito´ le dijo.<br />
<br />
Y tanto. Pero no conducía a donde tú querías, maestro... sino a donde quise yo. Seguro que los antiguos sith no estaban pensando en esto, precisamente.}}<br />
<br />
Vima sonrió cuando sus pensamientos la llevaron a este punto.<br />
<br />
{{flashback| A esa chica que hay abajo... nadie le ha dado la opción de tomar su propio camino. Secuestrada por unos y otros... Yo podría hacer por ella lo que mi maestro hizo por mí... no lo que quería hacer, lo que hizo. Podría hacerla poderosa y libre.<br />
<br />
Y ella, al volver la vista atrás, pensará: 'Ella evitó que me convirtiera en un instrumento en esta guerra entre sith y jedi'.<br />
Pero tengo que ver si vale para esto. Para esto sirve esta cacería. Y su maestro... }}<br />
<br />
Acarició distraídamente la nuca de Ide.<br />
<br />
{{flashback| Ojalá pueda quedarse un tiempo aquí. Al fin y al cabo, nunca he oído que los jedi tengan un límite de tiempo para sus misiones. O que tengan que volver al templo.<br />
<br />
Él también podría aprender muchas cosas aquí. Y yo de él... me pregunto qué es lo que podría enseñarme.<br />
<br />
Por lo pronto... me excita. No sé si mi maestro hubiera estado orgulloso de mí por lo que voy a hacer ahora... voy a dejarme llevar por mis emociones, pero no para hacer daño a nadie. Más bien al contrario. }}<br />
<br />
Sonrió más ampliamente, mientras se inclinaba para besar apasionadamente a Ide. Su cabeza comenzó a bajar. Ide le devolvió la sonrisa, y acto seguido se dejó también llevar por sus emociones.<br />
<br />
<br />
==Meditaciones==<br />
<br />
Un tiempo después, ella reposaba contra el hueco en el hombro de Ide. Una alarma sonó suavemente.<br />
<br />
-¿Te buscan? -inquirió él.<br />
<br />
-Vamos a ver -dijo ella, con voz divertida. Luego, con voz firme, dijo- Control central, activar ventana de comunicación entrante.<br />
<br />
El holograma de un twi'lek se reprodujo en mitad de la estancia.<br />
<br />
-Mi señora... el plazo de inscripción libre para el Hak'un Shapp está próximo a agotarse.<br />
<br />
-Bien. Has cumplido tu cometido. Fin de transmisión.<br />
<br />
El holograma desapareció.<br />
<br />
-No pueden vivir sin ti -bromeó él-.<br />
<br />
-Cuando les dejo que hagan lo que quieran, siempre acaban traicionándome -dijo con tono cansado-. Tengo que atarlos en corto...<br />
<br />
Él sonrió. Estaba buscando la forma apropiada de sacar de nuevo el tema de Arakosia, y el trato que antes él había sugerido.<br />
<br />
Su sentido de la diplomacia, acentuado por la Fuerza, le estaba avisando de un posible callejón sin salida. Si ella estaba empezando a ver que Arakosia podía más valiosa que la participación de un jedi en el Hak'un Shapp, podía interpretar la insistencia de Ide como un intento deliberado de engañarla.<br />
<br />
Pero ella tampoco se había decidido por retenerla. Era un ser poderoso y longevo, que no hacía tratos a la ligera, y que no tenía ninguna prisa.<br />
<br />
Ide se echó para atrás y se tumbó, acompañando poéticamente el retroceso en su plan. La verdad es que no estaba acostumbrado a negociar cosas para él. Su experiencia diplomática siempre había girado en torno a las necesidades de otros. Pero ahora con Arakosia... Arakosia era su aprendiz. Era algo suyo. Y la idea de perderla...<br />
<br />
Tragó saliva. Cerró los ojos, sumergiéndose en una ceguera momentánea para cambiar el rumbo de sus pensamientos. La Fuerza le ayudaría y le guiaría. Tenía que escuchar a la Fuerza. Como hacía sólo unos segundos, cuando le había insinuado que no debía apresurarse con Vima. En cualquier caso, ella no quería hacerles daño. Ni a él ni a Arakosia. Ella quería... ver libre a Arakosia, libre para elegir. <br />
<br />
No tenía muy claro por qué, pero igual una meditación posterior podría aclarar las cosas. Por otra parte y por otros motivos, también lo quería a él. No había motivo para preocuparse por ahora. Los sentimientos de Vima no podían desembocar en nada malo. O al menos eso parecía.<br />
<br />
Se quedó así, con el rostro ligeramente severo, las manos detrás de la nuca a modo de almohada improvisada, y los ojos cerrados.<br />
<br />
La sintió acercarse, por el peso sobre el suelo, por el movimiento del aire y su presencia en la Fuerza, centrada en él. La escuchó inclinarse sobre él, y calculaba que estaría a unos veinte centímetros de su cara.<br />
<br />
Luego oyó su voz, juguetona:<br />
<br />
-Qué serio -luego en tono desenvuelto, como si estuviera hablando de otra persona-. ¿Sabes? Tienes la expresión de alguien que está preocupado por algo importante...<br />
<br />
==Vima y la Fuerza==<br />
<br />
Él sonrió brevemente, como quitándole importancia, con los ojos cerrados aún. "''Maldita sea... si ese cacharro es machacado en el torneo...''", se oyó pensar.<br />
<br />
-A los jedi todo nos parece importante. Ya sabes.<br />
<br />
La escuchó respirar más despacio, como concentrándose. Luego, la escuchó hablar dubitativa:<br />
<br />
-¿Has... dicho algo en voz alta?<br />
<br />
Sintió una breve agitación en la Fuerza, como si todo desafinara brevemente...<br />
<br />
-¿Has dicho algo de un torneo? -se detuvo un momento, como considerando el sonido de sus palabras en voz alta- Un torneo. El Torneo. El Hak'un Shapp. Te interesa. -dijo cada vez con más seguridad-. Te interesa mucho.<br />
<br />
Ide mantenía los ojos cerrados, pero la escuchaba sonreir.<br />
<br />
-Quieres... quieres participar, o... no, estás interesado en uno de los participantes. Él tiene lo que buscas. O lo ha tenido. O se lo ha llevado -contuvo la respiración un instante. Luego habló de nuevo, muy despacio, emocionada-. Se-cues-tra-do. Eso es muy probable, al Hak'un Shapp se apunta la gente más peligrosa y despiadada de la Galaxia.<br />
<br />
Él se sintió un poco como la primera vez que Arakosia le escuchó pensar. No podía dejar de sentir cierto orgullo de maestro. Buscó la imagen de Morg de sus recuerdos, viéndolo luchar en las imágenes que le mostró Kenter. Y el recuerdo de la punzada en el estómago cuando fue consciente de que podía ser destruido, y que su desaparición se llevaría consigo el rastro de Kurel. Y estaba tan cerca de recuperarlo...<br />
<br />
-Morg... es uno de los favoritos de este año. No puedo sacarlo de la competición -dijo, con voz reflexiva-. Pero eso ya lo sabías, o lo intuías. Por eso... quieres participar en mi torneo. Para encontrarlo e interrogarlo en persona -sonrió-. Me parece bien.<br />
<br />
-Era una opción -abrió los ojos, y la vio tal y como la intuia, muy cerca. Enarcó una sonrisa amable-. Pero no parecías muy ilusionada al respecto. Supongo que en parte porque no querías precipitarte cambiando a Arakosia, lo cual es razonable. O a lo mejor porque no querías arriesgarte a perderme -su expresión se tornó algo más pícara, y aunque había sonado ligeramente burlón, era consciente de que su afirmación no era del todo una broma.<br />
<br />
-El Hak'un Shapp es peligroso. Está pensado para ser peligroso, de hecho -dijo con voz neutra-. Pero tú quieres participar para interrogar a ese droide antes de que lo haga pedazos cualquiera con un rifle de iones... lo cual es comprensible.<br />
<br />
Ide asintió a modo de respuesta.<br />
<br />
-Eso no tiene nada que ver con regalar un esclavo sin tasar -dijo, con una ligera dureza en la voz-. Habitualmente los participantes pagan grandes cantidades de dinero, y además se inscriben con meses de antelación. Ni siquiera tendría que dejarte participar, sabes... ya tengo un cartel bastante bueno, en realidad.<br />
<br />
Él no pudo evitar fijarse en que ella había empezado respondiendo por la parte que le concernía a él mismo. En cualquier caso, no había necesidad de seguir hablando del tema. Arakosia estaría bien por ahora, y él entraría en el Hak'un Shapp e interrogaría a Morg.<br />
<br />
Y después, la Fuerza proveería el camino.<br />
<br />
<br />
==Vima y los jedi==<br />
<br />
-Hacía mucho tiempo que no lo hacías, ¿verdad? -inquirió él.<br />
<br />
-Bueno... -dijo, con el tono de voz de a quien se le ocurren varias barbaridades en un instante<br />
<br />
-Leer a alguien.<br />
<br />
-Eh... muchísimo -hizo un gesto extraño-. No me gusta... desarrollar poderes sobrenaturales -apartó la mirada de Ide-. Llama la atención. Quiero decir... -parecía no saber cómo continuar.<br />
<br />
-No tienes por qué hablar de ello, si no quieres -intervino él rápidamente -. Es sólo que me ha sorprendido que lo hicieras.<br />
<br />
-No lo hago... conscientemente -dijo, su cara contraída con angustia-. Al principio pensé que habías dicho algo en voz alta... luego era como... intentar adivinarlo -su mirada se clavó de nuevo en Ide-. Excepto porque era verdad.<br />
<br />
-A veces pasa. Cuando dos personas... están unidas por algo. La Fuerza es así de caprichosa -bromeó.<br />
<br />
Ella parecía un poco confusa.<br />
<br />
-No... no tiene sentido... -lanzó una mirada acusadora a Ide- ¡Pero si acabamos de conocernos!<br />
<br />
-Yo empecé a escuchar a mi maestro... -miró hacia arriba, haciendo un poco de memoria- creo que el segundo día -ahora él sonreía.<br />
<br />
Parecía que a ella le molestaba un poco que le estuviera pasando algo de lo que no tenía, al menos totalmente, el control.<br />
<br />
Ella frunció el ceño.<br />
<br />
-¿Sabes? -dijo él, más cordial si cabe que antes-. Se puede controlar.<br />
<br />
Ella movió la cabeza despacio, como intentando despejarse.<br />
<br />
-No quiero entrenar estas habilidades -su mirada parecía suplicarle-. Sólo me van a complicar la vida.<br />
<br />
-Está bien -concluyó, entendiendo su súplica-. No hay por qué hacerlo. Cada uno es libre de elegir cómo desarrollar su propia vía.<br />
<br />
-Esa opinión... no es muy propia de un jedi, o eso me han dicho.<br />
<br />
-Bueno, no hablo por todo el Templo, a decir verdad. De hecho, el maestro de mi maestro era... especialmente... ''libre'', por decirlo de algún modo. También me enseñó a mí muchas cosas, entre ellas a seguir tu propio camino en la Fuerza -se paró un poco, sonriendo al recordar las explicaciones de Qui-Gon Jinn-. Los maestros son una guía, nos dirigen porque nosotros no sabemos bien cómo caminar al principio. Pero una vez aprendes a caminar, casi nunca te imponen nada que no quieras hacer. Los Jedi servimos a la República, pero, ante todas las cosas, seguimos a la Fuerza.<br />
<br />
-Hace ya unos cien años, participó en el Ka'un Shapp un... creo que era un Paladín Jedi. Creo que se habían escindido de la Orden porque ellos usaban blasters, y se lo habían prohibido.<br />
<br />
-Qué raro... -hizo un poco de memoria, no creyó haber oído hablar de los Paladines Jedi-. Mi... antigua compañera, siempre llevaba un bláster encima. Aunque nunca lo he entendido, el sable es definitivamente más práctico.<br />
<br />
-Pues, si me permites que te lo diga, no creo que los jedi permitan que avance demasiado lejos en la Orden... -dijo con aire fatalista.<br />
<br />
==Vima y la pérdida==<br />
<br />
Ide guardó silencio durante unos segundos, y se descubrió a sí mismo calmando su propia respiración. Tragó saliva, y creyó haber controlado la perturbación en la Fuerza que indagar en el tema de Kwyna podría haberle causado.<br />
<br />
-Nos... se... marchó. Por otros motivos -mantuvo la mirada firme en algún punto indeterminado del paisaje. Esperó que ella entendiera, sin necesidad de hablar mucho más.<br />
<br />
La mirada de Vima era tranquila. Su expresión se tornó atemporal, y de alguna forma aparentó, a pesar de su rostro juvenil, los cinco siglos que decía tener.<br />
<br />
-Hay dos respuestas posibles -dijo cálidamente-. Todo el mundo nos abandona, tarde o temprano, y no debes vivir en el pasado, sino nutrirte de él como una planta, para crecer hacia el futuro.<br />
<br />
Respiró profundamente. Volvió a hablar.<br />
<br />
-Nadie nos abandona nunca, porque dejan en nuestro interior las cosas que más resuenan con nuestro ser. Así que no tiene sentido mirar hacia atrás, porque lo más importante ya está dentro de ti.<br />
<br />
Miró hacia abajo. Ide tuvo la impresión de que en alguna parte había un niño, o quizá muchos, que deberían estar en este momento siendo instruidos por ella.<br />
<br />
Era una sensación extraña, que lo confundió durante unos segundos. Se recuperó, y ella miraba por el ventanal al caos de Nar Shaddaa.<br />
Quiso hablarle de eso, pero temió que ella no querría hablar de su pasado. Como ya le había dejado claro en alguna ocasión. Pero no pudo resistir la tentación.<br />
<br />
-Por cómo me lo has expuesto, parece que una vez hubieras tenido que enseñar.<br />
<br />
-Nunca he tenido a nadie a quien enseñar. Éstas son cosas que he ido aprendiendo por mí misma. Por el camino duro.<br />
<br />
O quizá no era su pasado, sino... otro presente. Ide se quedó en silencio unos segundos, inmóvil, como digiriendo la idea.<br />
<br />
==Despedida==<br />
<br />
Llevaban ya un buen rato hablando, y no había tenido noticias de Arakosia. Y tampoco habían hablado nada más del Hak'un Shapp. Se dio cuenta de que no sabía si sacar el tema, o quedarse allí con ella esperando a tener que irse.<br />
<br />
Ella extendió su mano hacia arriba.<br />
<br />
-Control Central, estado de Arakosia.<br />
<br />
La voz surgió nuevamente del centro de la habitación.<br />
<br />
-Desconocido, presumiblemente viva. Se ha perdido el contacto con seis equipos de búsqueda. Dos de ellos desaparecieron sin llegar a informar de encuentro hostil.<br />
<br />
<br />
El jedi se contuvo para no sonreír.<br />
<br />
<br />
-¿Tienes que marcharte? -preguntó.<br />
<br />
Ella le sonrió encantadoramente.<br />
<br />
<br />
-No los puedo dejar solos...<br />
<br />
-Entiendo. De todas formas... si voy a participar en tu torneo...<br />
<br />
-Comienza esta noche.<br />
<br />
-Tengo unas horas aún... de todas formas, y si no te importa, me gustaría bajar un poco antes. Para buscar a Morg, antes de tener que enfrentarme a él.<br />
<br />
<br />
"''En la final''", añadió mentalmente, pues algo le decía que Vima intentaría amañar una final entre la estrella hasta el momento y el Jedi, incorporado a última hora.<br />
<br />
<br />
-No sé yo si será posible... gasta casi todos sus hak en "tiempo privado". No es una mala táctica, porque genera expectación... y lo protege de muchas formas de ataque. Aunque dudo que alguien que no fuera un droide pudiera permitírselo.<br />
<br />
-Seguro que encuentro una manera... ayer casi lo consigo, pero la comunicación estaba bloqueada -sonrió.<br />
<br />
-Casi siempre la bloquea. Es un fanático de su intimidad.<br />
<br />
-Bueno, en este caso lo que estaba bloqueando la comunicación era el sistema de supervisión de tu hotel.<br />
<br />
<br />
Ella pareció levemente sorprendida.<br />
<br />
<br />
-Eso es raro -esbozó una mueca-. Salvo que alguno de mis segundos haya decidido tomar una iniciativa respecto al droide. A veces lo hacemos, sabes... intervenimos las comunicaciones con un participante, para obtener información valiosa -sonrió pícaramente-. A lo mejor dentro de poco soy la propietaria de ese droide... tendríamos que volver a negociar.<br />
<br />
-A este paso, dentro de poco yo mismo te perteneceré -bromeó Ide, bordeando el tema.<br />
<br />
<br />
Él sabía perfectamente que lo que ella había dicho podía ser verdad, si alguien había revisado los códigos que su programa había enviado, entre los cuales se encontraba el verdadero código.<br />
<br />
Ella sonrió con calidez, y su voz dejó claro que estaba siguiendo la broma cuando dijo:<br />
<br />
<br />
-Mmm... Propietaria de un jedi... seguro que nos lo pasaríamos muy bien... -le guiñó un ojo- Tengo que irme, guapo.<br />
<br />
-Entiendo. Yo... supongo que haré unos ejercicios y bajaré al Hak'un Shapp. Si no te importa que me quede aquí un rato...<br />
<br />
-De acuerdo. Cuando estés listo, habla con Fenel Fodel. -sonrió de nuevo- Buena suerte.<br />
<br />
-Buena suerte a ti también, con mi aprendiz.<br />
<br />
<br />
Ella no dijo nada, sólo sonrió mientras se colocaba en la sección de suelo que descendía. En un momento, desapareció mientras saludaba con la mano.</div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIIHumo y Vapor III2013-06-26T18:45:45Z<p>El Universo: /* Vima intuyendo */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26aGR, 20:25 horas.'''<br />
<br />
<br />
A medida que Ide se fue acercando a la Flor Esquiva, percibió un olor apetitoso. Poco antes de llegar se hizo obvio que Delia, o quien estuviera en la cocina, no se limitaba a preparar bebidas.<br />
<br />
Casi la mitad de las mesas estaban ocupadas con sintientes cenando; y tanto Delia como Sira servían las mesas.<br />
<br />
Ide se acercó a la barra, y aprovechando un breve momento de calma, habló con Delia, la cual se había acercado a la barra.<br />
<br />
-La idea era que Sira comiera algo, no que se pusiera a trabajar... -dijo Ide con humor.<br />
<br />
-No he podido retenerla -repuso Delia con una sonrisa-. Supongo que no está acostumbrada a permanecer quieta mientras los demás trabajan a su alrededor...<br />
<br />
Sira se aproximó a la barra, e inclinó la cabeza respetuosamente cuando vio a Ide. No dijo nada.<br />
<br />
-Yo pensaba que querrías comer algo... pero parece que has decidido echarle una mano a Delia -dijo, sonriendo-. Lo que te haga más feliz. -Miró a Delia-. ¿Crees que puede quedarse contigo, o levantará sospechas? No se me ocurre un lugar seguro donde pueda estar, mientras resuelvo... lo que tengo pendiente aquí.<br />
<br />
-Puede quedarse, desde luego... todo el mundo pensará que Vima me ha puesto un refuerzo, o que pronto va a reemplazarme... pero si me voy pronto de Nar Shaddaa, nada de eso importará -dijo, mientras posaba una mirada de desesperación contenida sobre Ide.<br />
<br />
-Vima me ha invitado a cenar. De hecho, debería notificar que estoy aquí de alguna forma, creo que me iban a avisar.<br />
<br />
Los ojos de Delia se abrieron considerablemente. Un pánico primordial creció en ella, sólo para ser ahogado por una férrea fuerza de voluntad. Con voz muy controlada dijo:<br />
<br />
-Si... quieres alejar la atención de Sira, será mejor que no llames desde aquí.<br />
<br />
-Cierto, cómo he podido ser tan tonto.<br />
<br />
No lo dijo, pero intuyó que el horror de Delia no se debía sólo a la posible sospecha que podría levantar.<br />
<br />
-Me iré a una de los balcones de las zonas de descanso -apuntó, mientras se levantaba del asiento-. Espero que sigáis bien por aquí. Si te enteras de algo sobre... bueno, él, avísame. Sira tiene mi número de comunicador.<br />
<br />
-Lo haré -su expresión parecía muy angustiada-. Ten mucho cuidado.<br />
<br />
-No te preocupes, sé cuidarme -dijo con una sonrisa, y salió del bar.<br />
<br />
==Contacto==<br />
<br />
Cuando llegó a uno de las zonas de descanso de las plantas intermedias avisó a la recepción de que estaba allí mediante uno de los terminales disponibles. Cuando lo hubo hecho, se acercó a una de las ventanas de transpariacero. No debían tardar mucho en avisar, ya era casi la hora de la cena.<br />
<br />
Efectivamente, la terminal se iluminó en menos de diez segundos. Apareció una figura humanoide, que no hizo sino decir: "Espere, por favor. Alguien llegará para acompañarlo en breve."<br />
<br />
No habían transcurrido ni cinco minutos cuando apareció de nuevo el mismo hombre bien vestido que le había recibido cuando bajó de su nave la última vez. Se inclinó cortésmente a modo de saludo.<br />
<br />
-¿Desea que le indique el camino a la Joya Gloriosa, señor?<br />
<br />
-Si es tan amable -respondió educadamente Ide.<br />
<br />
-Acompáñeme, por favor.<br />
<br />
Recorrieron un camino corto y estéticamente agradable, que incluía un par de turboascensores muy bien decorados; y en breve la vista que se apreciaba por las ventanas se volvió espectacular. Desde la parte superior del Palacio del Dolor el paisaje abarcaba una porción considerable de Nar Shaddaa, que, dada su heterogeneidad arquitectónica, daba la impresión de un todo homogéneo armonioso que se rompía en millones de detalles aparentemente incongruentes; como una gigantesca escultura fractal.<br />
<br />
Al parecer, la Joya Gloriosa ocupaba la última planta del Palacio. Era una estancia relativamente íntima, de unos cuatro por cuatro metros, a la que se accedía por un ascensor de dos plazas desde la planta inmediatamente inferior. Apenas tenía mobiliario.<br />
<br />
Una mesa, y dos sillas una frente a otra. En la mesa brillaba un candelabro, con cinco velas ardiendo suavemente; y en una de las sillas había una mujer que no aparentaba más de veinte años, vestía una camisa sencilla y bebía agua de una copa de cristal; mientras miraba atentamente por la ventana.<br />
<br />
Ide esperó a que ella hablara. Cuando lo hizo, fue con una voz cristalina y bien modulada. Ide no pudo evitar pensar que era espléndida voz de soprano.<br />
<br />
-Buenas noches -dijo mientras sonreía cálidamente-. Soy Vima Da'Motta. Tome asiento, por favor, si antes no desea disfrutar de las vistas.<br />
<br />
-Gracias, señora Da'Motta. Hay que reconocer que la Joya Gloriosa ofrece una vista privilegiada de Nar Shadda. Tiene usted un hermoso hotel.<br />
<br />
-Si lo desea, puede tutearme -repuso, mientras se encogía levemente de hombros-. Francamente, nunca le he dado mucha importancia al protocolo.<br />
<br />
-La verdad es que me resulta algo extraño hablar de usted a alguien tan joven -Ide mantuvo el tono afable, pero lo que le resultaba verdaderamente extraño era pensar que Vima Da'Motta tuviera una cara amable -.Llámame Ide, pues.<br />
<br />
Sonrió aún más ampliamente. Durante unos segundos parecía que no sabía qué decir.<br />
<br />
-Excelente. ¿Tienes ganas de cenar algo ligero, o prefieres algo más consistente?<br />
<br />
-No suelo cenar mucho. Comer mucho por las noches no me deja dormir bien.<br />
<br />
-Algo ligero, entonces... ¿comida calamariana?<br />
<br />
-No he tenido el gusto antes. Confío en tu buen gusto.<br />
<br />
-Pescado, una especie de galletas de algas... espero que te guste.<br />
<br />
Una sección circular de la mesa se abrió frente a ellos dos, y apareció un plato de algo que parecía ensalada de pescado, y que olía deliciosamente.<br />
<br />
-¡Al ataque! -dijo Vima, mientras cogía el tenedor. Se detuvo de repente, mientras miraba a Ide- Ah... ¿los jedi tenéis alguna costumbre especial para antes de comer, una oración o algo?<br />
<br />
-Oh, no, en absoluto. La Fuerza no necesita alabanzas ni consagraciones -sonrió, y cogió su tenedor.<br />
<br />
Vima parecía aliviada.<br />
<br />
-Oh, bien -dijo mientras pinchaba la ensalada. Ide comió, esperando que ella hablara.<br />
<br />
==Sorpresas==<br />
<br />
Durante unos minutos, ella no hizo sino comer y observar a Ide con curiosidad. Ide pudo oir una música, en el límite de lo audible, algo parecido a ópera. Ella pareció darse cuenta al mismo tiempo que Ide.<br />
<br />
-Sabes, la música cantada sin acompañamiento musical es una de las artes universales -dijo con voz animada-. Junto a la pictografía y la danza, creo. Luego los eruditos debaten sobre si la percusión debería ser considerada universal... y la narrativa, claro -hizo un gesto juguetón-. Siempre están debatiendo sobre la universalidad de la narrativa, y peleándose con los lingüistas.<br />
<br />
-Soy más una persona de ciencias que de humanidades, he de reconocer. No soy tan docto en estos temas... sin embargo aprendí de pequeño a tocar. Es el único arte al cual me encuentro vinculado.<br />
<br />
Ella parecía encantada.<br />
<br />
-¡Oh, es fantástico! Yo misma también aprecio mucho la música. El baile también, claro -hizo un gesto descuidado-, pero no tengo una verdadera base teórica para poder apreciarlo apropiadamente.<br />
<br />
-¿Tocas algún instrumento?<br />
<br />
-Canto -dijo mientras sonreía pícaramente-. Lo que suena, lo canté yo -dijo mientras se ruborizaba ligeramente-. Es... un descuido por parte de mi mayordomo. Ahora parece que quiero alardear o algo...<br />
<br />
-En absoluto. No es alardear mostrar cuando es apropiado aquello que uno sabe. La humildad extrema es casi tan mala como el orgullo descarado -se paró unos segundos-. Me gustaría oirte cantar.<br />
<br />
Ella se ruborizó.<br />
<br />
-Oh, no podría... -se quedó mirando a Ide unos segundos, como pidiéndole permiso.<br />
<br />
-Si ayuda, puedo cambiarte una pieza de mi flauta por una obra cantada por ti.<br />
<br />
-Bueno, bien... Entonces voy a levantarme.<br />
<br />
Se puso en pie despacio, e Ide pudo observar que no era muy alta ni robusta. Parecía una especie de muchacho, aunque algo en su complexión le recordaba a los padawan del templo.<br />
<br />
Y de su cadera derecha colgaba un sable de luz.<br />
<br />
==Intercambios==<br />
<br />
Cerró los ojos, e inspiró profundamente dos o tres veces. Cantó una nota, como para afinarse; y luego comenzó a cantar.<br />
<br />
Espectacularmente. La pieza, cantada a capella, estaba en un idioma que Ide no reconoció, pero la complejidad técnica no le pasó desapercibida. Posteriormente, fue la expresividad de la voz lo que le llamó la atención. Algo dentro de él no estaba preparado por completo para la avalancha de ternura que se derramaba en cada nota, para la lucha que se denotaba tras cada cambio repentino de registro.<br />
<br />
Acabó, de una forma que se asemejaba mucho al principio. De alguna forma, Ide percibió al final una riqueza de matices que no había notado la primera vez.<br />
<br />
Ella suspiró profundamente. Abrió los ojos de nuevo.<br />
<br />
-¿Te ha gustado?<br />
<br />
-Ha sido... inesperadamente hermoso y emotivo. Una bella ejecución, sí señor.<br />
<br />
Sonrió de nuevo. Parecía acalorada. Parecía incapaz de hablar. Se sentó despacio.<br />
<br />
-Muchas gracias -dijo con un hilo de voz.<br />
<br />
-Ha sido toda una grata sorpresa, sí señor. Reconozco que no esperaba encontrar esto esta noche.<br />
<br />
Ella enarcó una ceja, mientras miraba divertida a Ide.<br />
<br />
-Bueno, pensaba que me querías para hablar... no sé, de negocios, o algo parecido -sonrió ligeramente-. No esperaba encontrarme hablando de arte y música contigo.<br />
<br />
-Bueno -dijo con voz jocosa-, es un poco rudo, incluso aquí en el borde medio, ponerse a hablar de negocios en cuanto se sienta uno a la mesa...<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Creo que me toca... aunque sea poco apropiado. No sé si estaré a la altura.<br />
<br />
-Por favor -dijo ella con una ternura que no parecía fuera de lugar.<br />
<br />
Ide se levantó y se separó un poco de la mesa. Sacó su flauta, guardada en el estuche. Dejó la caja sobre la silla y la montó suavemente, sin prisa. Cuando estuvo armada, miró a Vima, y sonrió otra vez. Se colocó erguido, como si estuviera en un recital de verdad. Cerró los ojos, y se rindió a las ondulaciones de la Fuerza, como siempre que hacía cuando producía música.<br />
<br />
Comenzó la ejecución con un pasaje sencillo, de poca dificultad técnica pero que transmitía mucha emotividad. De alguna forma, toda su preocupación y su sentido del deber se podían percibir tras la melodía. A medida que se relajaba, sintió como la Fuerza lo inspiraba, complicando el pasaje principal, guiándolo en trémolos y escalas que se enlazaban sin que él mismo supiera muy bien cómo enlazarlas, hasta el último momento. Y enlazaban bien. De repente, Ide se dio cuenta de que había terminado.<br />
<br />
Vima aplaudía muy contenta:<br />
<br />
-¡Eso ha estado muy bien! ¿Todos los jedi saben tocar tan bien como tú, o es un talento singular tuyo?<br />
<br />
==Charla sobre jedi==<br />
<br />
-Bueno, todos los jedi saben hacer algunas cosas bastante bien, cuando se sintonizan con la Fuerza. Yo tuve esa bendición desde pequeño. No sirve para el combate, pero me proporciona momentos muy hermosos.<br />
<br />
-El combate está sobrevalorado -dijo ella con una breve carcajada-. ¡El combate es de bárbaros! -añadió, divertida- ¿No has pensado en dedicarte exclusivamente a la música?<br />
<br />
-No soy tan bueno... y en cualquier caso, ser jedi es un trabajo muy satisfactorio. Aunque tu especialidad no sea el combate -sonrió.<br />
<br />
-Satisfactorio y sacrificado, según tengo entendido.<br />
<br />
-No es un sacrificio lo que se ofrece de buena voluntad. Si lo miras así, somos todos voluntarios.<br />
<br />
-Bueno, si le explican a uno con todo lujo de detalles lo que podría pasar, supongo que sí. No es -dijo con voz inocente- como si adoctrinaran lactantes o algo.<br />
<br />
-Entramos... bueno... se suele entrar muy joven en el Templo. Pero no se obliga a nadie. Se entrena a los seres sensibles a la Fuerza, y según su evolución se les entrena como jedis, o se les enseña otro oficio en el que sus habilidades puedan ser útiles. Supongo que no es una demostración formal, pero no debe ser tan malo: para los chicos es todo un orgullo ser seleccionados como padawan -por un corto instante, a Ide se le torció la sonrisa, al recordar la fiesta de despedida que sus compañeros dieron a Arakosia.<br />
<br />
-Comprendo -dijo con voz reflexiva-. Y, si no es molestia preguntar, ¿qué hace un jedi tan agradable en Nar Shaddaa?<br />
<br />
==La vida en Nar Shaddaa==<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la consciencia de Ide. Recordó con quién estaba hablando, y el nombre de esta persona tan amable que le había invitado a cenar.<br />
<br />
-Buscar algo que se me ha perdido -dijo afablemente-. Reconozco que no es el sitio más... compatible con nuestras creencias y principios.<br />
<br />
-Debe de ser duro -dijo ella.<br />
<br />
-No creo que vivir en Nar Shaddaa sea fácil para nadie, si me permites la observación.<br />
<br />
-No lo es -dijo, con una súbita dureza-. Para nadie. Ni para los hutt.<br />
<br />
-Estoy seguro. He tenido la oportunidad de conocer a algunos, incluso de forma algo más personal. Siempre me ha dado la impresión de que toda la crueldad de este mundo proviene de un sencillo principio... ''matar o morir''.<br />
<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-De alguna forma... o algo peor -pareció reflexionar un instante-. Un rival muerto... está simplemente muerto. Otro vendrá a ocupar su lugar, y la lucha te habrá debilitado. Si quieres sobrevivir, tienes que esclavizar a tus rivales. Así, no sólo dejan de amenazarte, sino que trabajan para ti -reflexionó un instante-. Por supuesto, sería mejor convertirlos en aliados... pero en Nar Shaddaa no existe esa posibilidad.<br />
<br />
-Es quizá eso lo que me desconcierta y desconsuela a partes iguales -dijo el jedi con una mueca-. Sin embargo...<br />
<br />
-¿Sí?<br />
<br />
-Tú... no pareces pertenecer a este mundo -dijo Ide, con un uso consciente del verbo parecer-. Esta sala, este hotel, a ratos. Esta cena.<br />
<br />
-Bueno, no soy de aquí. Llegué cuando tenía más de treinta años -escrutó la expresión de sorpresa de Ide-. Supongo que no aparento mi edad.<br />
<br />
-En absoluto. Lo mostré claramente en mi segundo comentario de esta noche.<br />
<br />
-Pensé que era una frase de cortesía -dijo mientras sonreía.<br />
<br />
-No hace falta mentir para ser cortés -añadió el.<br />
<br />
-Bueno, supongo que podría haber algunas especies en la galaxia que me consideraran joven... -su cara se volvió reflexiva- ...aunque no me imagino cuáles podrían ser.<br />
<br />
-¿Y a qué te dedicabas antes, no es mucho preguntar?<br />
<br />
-Pues, hasta los doce años fui ayudante de laboratorio de mi madre. Ella fue una científica arkaniana de bastante éxito, sabes... y un poco paranoica. En cuanto tuve edad para ello, me dediqué a asistirla.<br />
<br />
-Y acabaste en Nar Shadda dirigiendo el Palacio del Dolor. No es una carrera científica estándar, eso está claro.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
==Historia antigua==<br />
<br />
-Poco después de mi decimosegundo cumpleaños, fui secuestrada. Veinte años más tarde llegué aquí -sonrió amargamente, como recordando un pasado poco agradable-. En ese momento, sólo buscaba un sitio donde esconderme. Pensé que me iría pronto de aquí, que volvería con mi madre.<br />
<br />
No dijo nada más. Su expresión mostraba un dolor a duras penas contenido. Por un momento, Ide no supo qué decir.<br />
<br />
-Esto confirma mi teoría. Nar Shaddaa no acoge a nadie con los brazos abiertos -sonrió-. No creo que haya más bárbaros que en Coruscant. Es sólo que el sistema de aquí los beneficia, en cierto sentido.<br />
<br />
-Toda la población local, o al menos todos menos uno, de un grupo de diez mil; está dispuesta a traicionar a alguien por una mínima mejora de su calidad de vida. Y el uno restante, si lo encuentras, habrá llegado a su edad actual por pura suerte -se rio brevemente-. Eso, o se acaba de bajar de la astronave.<br />
<br />
-Que lo hagan no quiere decir que deseen hacerlo. Puede que sea el único camino que conozcan. O eso, o que yo he tenido mucha suerte.<br />
En el centro de la mesa apareció una bandeja donde se alineaban, sin orden aparente, muchos tipos distintos de dulces, calientes y fríos. Sin embarazo alguno, Vima cogió uno caliente, le sopló y devoró la mitad de un bocado.<br />
<br />
-Esta mañana -continuó Ide, acercando su mano a algo que parecía un pastelito de crema- conocí a un pequeño alienígena, un chadra-fan que se llamaba Tilikit.<br />
<br />
-Mmm... muy bien -murmuró-. Maldición, me he quemado.<br />
<br />
Ide sonrió ligeramente, como pidiendo permiso para continuar. Ella hizo un gesto con la mano, mientras bebía un sorbo de agua.<br />
<br />
-No era nadie. Salí de un negocio, y me preguntó si necesitaba ayuda. A cambio sólo me pidió que lo llevara a mi planeta -Ide se detuvo unos instantes, como rememorando aquello.<br />
<br />
-Intentaba engañarte -dijo ella rápidamente-. En Nar Shaddaa, si alguien se acerca a alguien, es para comerciar o engañarlo.<br />
<br />
-No he tenido oportunidad de comprobarlo. Murió defendiendo a la esclava que pilotaba mi nave, cuando me atacaron unos mercenarios que Shawman&K'Rtahn mandaron para secuestrarnos a mí y a Arakosia.<br />
<br />
-Oh -dijo ella. No parecía muy afectada-. Y Arakosia es... ¿alguien que yo debería conocer?<br />
<br />
-Oh, es mi padawan. Fue... vendida, al Palacio del Dolor esta tarde -dijo amargamente.<br />
<br />
Vima parecía encantada.<br />
<br />
==Entrando en materia==<br />
<br />
-¡Vaya! ¿Y ella también sabe tocar? -preguntó con voz jubilosa.<br />
<br />
-No -sonrió Ide-. Acaba de empezar su entrenamiento. Apenas sabe manejar el sable de luz, y no ha tenido tiempo de aprender muchas cosas. Yo... la rescaté hace poco. La tenían presa.<br />
<br />
-¿Presa? -su expresión se volvió meditabunda- Curioso... ¿Y qué tipo de cosas sabe hacer?<br />
<br />
-Bueno... sabe... -Ide dudó unos segundos-. La verdad es que, por sí sola, puede apenas defenderse, y poco más. Mi tarea es de hecho convertirla en jedi -sonrió amargamente, consciente de que había usado el tiempo presente en su afirmación.<br />
<br />
-Vaya... ¿y tardarías mucho en convertirla en jedi?<br />
<br />
-Años. En el mejor de los casos -Ide tuvo una extraña sensación, al recordar el sable de luz que pendía de su cinto.<br />
<br />
-Y... ¿es importante para ti hacer eso?<br />
<br />
Ide tragó saliva y calló durante un momento.<br />
<br />
-Cómo decirlo... es... una parte de mí es ella, y lo que ella pueda llegar a ser.<br />
<br />
-Bueno, puedes quedarte en Nar Shaddaa el tiempo que consideres necesario para convertirla en jedi -dijo con expresión pensativa-. A cambio, te acogeré en mi Palacio sin coste alguno para ti.<br />
<br />
Ide sonrió y permaneció pensativo, sin responder. Sabía que Arakosia era el punto de inflexión de la conversación, el momento en el que Vima dejaría de ser amable y cálida.<br />
<br />
==Ofertas==<br />
<br />
-Bueno, piénsalo -dijo mientras se encogía de hombros.<br />
<br />
-No... bueno, siento decirte que no es posible convertirse en jedi en esas circunstancias. Es un entrenamiento igualmente espiritual y físico, y no es compatible en absoluto con la vida de un esclavo.<br />
<br />
-Oh,vaya... -parecía levemente decepcionada- Y si ella estuviera, digamos, exenta de servicio mientras dure su entrenamiento, ¿entonces podrías?<br />
<br />
-No se puede servir a la Orden Jedi y a otro señor a la vez, Vima. Como bien dijiste antes, es una vida sacrificada.<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-En fin... una lástima.<br />
<br />
Permaneció en silencio unos segundos. Cogió otro pequeño postre y se lo metió entero en la boca.<br />
<br />
-Me imaginaba que te agradaría la compra de mi aprendiz. Y entiendo que no tendrás el menor interés en vendérmela -dijo Ide como si fuera algo sin importancia.<br />
<br />
Ella hizo un ligero gesto de contrariedad.<br />
<br />
-No es eso, es que todavía no sé lo que vale... podría perder k'shii fácilmente... perdón, podría perder reputación... a veces me olvido de que no todo el mundo habla hutt.<br />
<br />
-Lo entiendo, es un término muy común. Sea como sea, me interesaría recuperarla, como te podrás imaginar.<br />
<br />
-Lo comprendo, lo comprendo -hizo un gesto apaciguador con ambas manos-. Sólo digo que aún no hemos terminado de tasarla. No puedo ponerle un precio hasta entonces, ¿comprendes? Me ariesgaría mucho.<br />
<br />
-Obviamente Arakosia no es una esclava normal. Y es capaz de hacer cosas increíbles. Pero quizás haya algo que con toda seguridad sea más útil que ella.<br />
<br />
-Seguro -dijo ella con ligereza-. Todavía estará sin pulir. Debe de haber ''cientos'' de esclavos más útiles que ella.<br />
<br />
-A lo mejor yo puedo hacer algo más útil que cualquier cosa que te pueda dar ella -comentó él.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
-¡Pero eso no va así! -dijo animadamente- La cuestión es que un esclavo hará su trabajo ''indefinidamente y sin recibir nada a cambio''. Y además sabes que cualquier inversión que hagas en él la puedes recuperar en un intervalo de tiempo sólo limitado por las necesidades biológicas del esclavo.<br />
<br />
-Sí, pero a lo mejor te compensa tener a un jedi a tu servicio en tu Hak'Un Shapp al precio de un esclavo de mediana utilidad -dijo él seriamente.<br />
<br />
==Contraofertas==<br />
<br />
Ella parecía un poco sorprendida.<br />
<br />
-Bueno, sería buena publicidad... -reflexionó- Las veces anteriores funcionó bastante bien. Y los jedi participantes casi siempre sobreviven, aunque no suelen ganar -sonrió, levemente ácida-. Sin ánimo de ofender, les falta crueldad -una mínima arruga apareció en su frente-. Pero sin tasar a tu padawan, no sé si sería un trato justo. ¿Necesitas conocer mi respuesta con premura?<br />
<br />
-Prefiero saberla libre cuanto antes mejor, pero toma el tiempo que necesites, faltaría más.<br />
<br />
-Habitualmente un par de horas suelen ser suficientes, si la colaboración es buena.<br />
<br />
-Quizás... pueda ayudarte. Verás, circula por la Holored una demostración de Arakosia que probablemente te enseñarán.<br />
<br />
-...sí? -su expresión quería decir: "y respecto a ella, quieres puntualizar que..."<br />
<br />
-¿Quizá podríamos verla ahora?<br />
<br />
-Claro. Control central, buscar video en HoloNet. Rastreo de nodo local, Nar Shaddaa; fecha y hora, últimos dos días, tema: Arakosia. Ordenar por número de visitas. Ver.<br />
<br />
Sobre la mesa se hizo un cubo de luz, al principio borroso, posteriormente fue dibujándose una habitación. Sobre la cama, Arakosia estaba desnuda y drogada, e Ide estaba a su lado.<br />
<br />
==Aclaraciones==<br />
<br />
Vima parecía muy interesada.<br />
<br />
-¡Caramba! Hubiera asegurado que era demasiado joven para relaciones sexuales extensas... -miró a su enlace informático de muñeca- y ésta es una edición de hora y media, con los mejores momentos de una grabación original, ¿''de diez horas''? -miró a Ide, con expresión entusiasmada- ¡Qué maravilla! ¿Y qué deseabas comentar?<br />
<br />
Un extraño pulso de calor recorrió la espina dorsal de Ide. Se tomó un tiempo tiempo para responder, en el cual sólo se le venía a la mente una frase: "Keel, maldita rata".<br />
<br />
-Sí... eso también. Pensaba que te ibas a encontrar primero con el vídeo de la fruta.<br />
<br />
-Es por el número de visitas, supongo. Nada atrae más que el sexo y la violencia. Probablemente el otro video no incluye sangre.<br />
<br />
-Esa noche Arakosia hizo cosas espectaculares. Y se deben principalmente a dos cosas. La primera es que la drogaron.<br />
<br />
-Pero la droga sólo levanta inhibiciones. Es de suponer que, en principio, ella sería capaz de llevar a cabo... hazañas similares sin necesidad de sustancias añadidas.<br />
<br />
-No siempre. Los estupefacientes, desde el momento en el que trasladan al individuo a un estado distinto de consciencia, pueden a veces amplificar la canalización de la Fuerza. O pueden hacer todo lo contrario.<br />
<br />
Como comprenderás, si fuera tan fácil obtener superpoderes, todos iríamos siempre por ahí con una bolsita de pastillas. Depende de la ocasión, y el contexto, las drogas pueden ser muy beneficiosas, o muy peligrosas. Lo cual me lleva al segundo factor que, en conjunción con el trance de la droga, proporcionó a Arakosia semejante habilidad.<br />
<br />
-Una conjunción de factores suelen ser malas noticias. ¿De qué se trata? ¿Ira descontrolada? ¿Abandono suicida?<br />
<br />
-Yo. Ide Kanor, su maestro y mentor. Y la devoción que siente hacia él -Ide pronunciaba severamente, con orgullo, pero sin que pareciera que estaba alardeando.<br />
<br />
-Oh, mejor. Quiero decir, ese no es un factor descontrolado. Aunque, claramente, disminuye su valor para cualquier comprador potencial... -dijo con expresión ecuánime.<br />
<br />
-Quería aclararte todo esto, para que no pensaras que te he intentado engañar cuando lo vieras -terminó Ide, juntando las manos en actitud conciliadora.<br />
<br />
-De acuerdo, lo tendremos en cuenta. ¿Deseas esperar aquí mientras tanto, o hay algún otro lugar... o algo que necesites hacer?<br />
<br />
-Pues sería muy agradable poder esperar en esta sala. Es... especialmente tranquila. A no ser que me dejes bajar a dar una vuelta por el Hak'un'Shapp -en el rostro del joven emergió una sonrisa pícara-. Tengo cierta curiosidad.<br />
<br />
Ella sonrió, con coquetería.<br />
<br />
-Bueno... está claro que no sabes exactamente de qué se trata... la mayor parte del tiempo es, como la vida misma, algo gris y aburrido. Y de repente -su voz cobró una energía vibrante- se desata un vórtice de emociones, que arrastran a sus participantes al éxtasis...<br />
<br />
Era como contemplar un volcán en sus ojos. Ide no recordaba cómo había llegado a estar tan cerca de ella. Percibió su energía en la Fuerza. Poderosa, entrenada... adaptada a su entorno, en sintonía con las sensaciones que emanaba la Luna del Contrabandista.<br />
<br />
==Déjà vu==<br />
<br />
Una sensación de ''déjà vu'' invadió a Ide. Se sentía en una especie de punto de inflexión, un punto desde el cual se puede desencadenar cualquier acontecimiento.<br />
<br />
-Parece que... -intervino Ide casi con un susurro, escudriñándola en la Fuerza- encuentras cierta armonía en el Hak'un'Shapp...<br />
<br />
El tiempo parecía fluir despacio, despacio...<br />
<br />
La miró, durante un instante, con ojos que trascendían la materia física. Había poder y habilidad, entrenados hacía mucho, oxidados bajo la costumbre de no utilizar lo aprendido, sepultados tras mucho uso inconsciente e intuitivo.<br />
<br />
-Intento... -dijo ella, con voz casi inaudible- Intento disfrutar de la armonía allá donde la encuentre...<br />
<br />
-Fluyes con la Fuerza... has sido entrenada -dijo él, extendiendo la mano como para tocar los jirones de su aura sobrenatural.<br />
<br />
Ella se estremeció en su sitio, sin decir nada. Su vello se erizó antes de que Ide lo tocara. Él dudó un segundo, y luego, lentamente, acercó su mano a la de ella. Estaba de pie, al lado de la silla en la que ella permanecía. Sin tocarla, ascendió por su brazo, como un curandero buscando energía vital, dejando que la única conexión entre ellos fuera, por poco, la Fuerza.<br />
<br />
Ella no reaccionaba con una técnica definida. Se limitaba a dejar que su cuerpo fuera atravesado por la Fuerza, sin hacer nada que no pudiera hacer de forma natural. Aceptó el toque de forma pasiva, dejándose hacer.<br />
<br />
-Pero fue hace tiempo... -añadió él, con los ojos cerrados, centrándose sólo en lo que percibía por su canal sensitivo sobrenatural. Cuando llegó al hombro, posó su mano. A través de la Fuerza le llegó, abrumadora, una sensación orgásmica. Pero ella no se movió.<br />
<br />
Sólo un suspiro hubiera permitido saber, a un observador casual, por qué sus párpados vibraban y su nuca transpiraba.<br />
<br />
Ide se giró, levantó la otra mano, y la posó sobre el otro hombro. Movió los dedos lentamente, como masajeando, limpiando el incipiente sudor que había aparecido en el cuello de ella, pero de una forma sutil y precavida. Seguía con los ojos cerrados, oyendo las reverberaciones de Vima, emitiendo su propia señal en la Fuerza para oirla reflejada en ella.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
Vima reaccionaba sin pensar. Tomó aire, y lo exhaló lentamente; cerró los ojos despacio. Estaba bajando sus defensas, Ide pudo sentir algunos de sus pensamientos al azar.<br />
<br />
"Que no se detenga, por favor, que no se detenga, lo necesito, lo necesito tanto, nadie era apropiado, todos querían mi k shii, nadie podía hacerlo como un igual, si hago algo puede arrepentirse, ojalá dejara de preguntar por la Época Oscura, quiero, quiero, oh, qué bueno. En el video no salía drogándose, pero ella tampoco, ¿podrá? ¿Podrá? Oh, por favor, que no sea de los que sólo lo hacen por amor, que no haya una regla jedi absurda, que no pase nada, que lo haga, pronto, que lo haga porque lo necesito tanto..."<br />
<br />
Él se detuvo unos segundos. Después, bajó una de sus manos un poco, colocándola al principio de sus pechos, y llevó la otra detrás, a la nuca, incrustando los dedos en su pelo. Al tiempo, se giró grácilmente y se puso en frente de ella, y, con la experiencia adquirida en los años de Galmia, en un segundo que se hizo eterno, se acercó y la besó.<br />
<br />
Ella volvió a estremecerse, una vez más.<br />
<br />
"Lo ha hecho otra vez. Y todavía estamos empezando. O eso espero. Que no acabe, por favor, que no acabe..."<br />
<br />
Pero él no se detuvo. Siguió, como en otros tiempos había hecho con su Reina, con la excitación sobrenatural que sólo sentía al unirse con otros usuarios de la Fuerza, como con Anakin, como con Arakosia el día anterior. Ide perdió la noción del tiempo. Se olvidó del Hak'un'Shapp, se nubló la visión de su objetivo, de Arakosia, de Morg, de Kurel, y durante un periodo no determinado de tiempo, sólo se permitió sentir la Fuerza, y Vima Da'Motta, la cruel emperatriz del Palacio del Dolor, ahora transformada y expuesta por la letanía de placeres que se sucedieron en la habitación.<br />
<br />
El atardecer sobre Nar Shaddaa se convirtió en noche, la noche casi en amanecer. Ninguno de los dos parecía acusar el peso del cansancio. En un momento determinado, Vima cedió voluntariamente; cuando se retiró, Ide vio sangre en la cara interna de sus muslos. Se dejó caer, agotada y feliz.<br />
<br />
==Interrupciones==<br />
<br />
Suspiró.<br />
<br />
En ese momento, Ide sintió algo extraño: sobre los cristales se notaba una extraña vibración, apenas musical...<br />
<br />
<br />
"''Arakosia''", pensó instantáneamente.<br />
<br />
"''¿Maestro? Estoy despierta, y no reconozco el lugar.''"<br />
<br />
"''No te preocupes, estás a salvo, en el Palacio del Dolor. No te pasará nada. Confía en mí.''"<br />
<br />
"''¿Debo escapar? ''Puedo'' escapar.''"<br />
<br />
"''No será necesario. Puede que si intentaras escapar fuera peor. Iré a verte en cuanto pueda, te recogeré pronto.''"<br />
<br />
"''Quieren operarme. Para instalarme algo, porque... dicen que ya han esperado demasiado. Lo van a hacer en menos de dos minutos.''"<br />
<br />
Ide pensó durante unos segundos. Fue a buscar su ropa. "''Dame un minuto. Si lo intentan, escapa.''"<br />
<br />
<br />
-Cuándo te volveré a ver -preguntó a Vima, despreocupadamente.<br />
<br />
Ella esbozó una especie de media sonrisa que transmitía una sabiduría sin edad. Su manera de moverse evidenciaba que se sentía igual de cómoda desnuda que vestida.<br />
<br />
-¿Quién sabe? -dijo con voz traviesa- Espero que pronto.<br />
<br />
-Me preguntaba... si harías algo por mí -apuntó él tímidamente. Ella rió, de buen humor.<br />
<br />
-Pregunta, hombre. Haré lo que pueda -una pequeña arruga se formó en su frente- si puedo.<br />
<br />
-Es mi antigua alumna. Me preguntaba si podías retrasar su implante. Mientras la tasas y llegamos a un acuerdo.<br />
<br />
<br />
Ella pareció un poco entristecida.<br />
<br />
-Oh, lo siento. Mi personal implanta a todo el personal en menos de quince minutos tras su compra. Norma de la casa, sabes -su expresión se dulcificó-. ¡Pero no te preocupes! Los implantes se pueden retirar fácilmente, y no dejan ninguna clase de huella o secuela.<br />
<br />
Ide observó que ella no parecía tener ningún interés en vestirse. La única prenda que recogió fue el cinturón del que pendía el sable de luz, y se lo ajustó a la cintura. Pasó la mano por delante de un sensor frente a uno de los vértices, y el hueco correspondiente al ascensor se iluminó.<br />
<br />
<br />
-¿Bajas primero? ¿O prefieres esperar aquí?<br />
<br />
-¿Esperar? -Ide levantó lo que hubiera sido una ceja.<br />
<br />
-A que termine la tasación.<br />
<br />
<br />
"''Maestro, vienen'' ahora"<br />
<br />
-Vima... -dijo, mirándola fijamente-. Llama a tu equipo de implantación. Acabo de percibir algo.<br />
<br />
==Imprevistos==<br />
<br />
Ella parecía confundida.<br />
<br />
-Pero...<br />
<br />
-Confía en mí, evitará problemas. Están... implantando a Arakosia. Ha estado inconsciente y se acaba de despertar. Y está asustada.<br />
<br />
-Yo... -algo pareció cerrarse en su mente. Volvió a subir la barrera- Está bien. Pero no desde aquí.<br />
<br />
Él dio un paso adelante, aún con la ropa en la mano.<br />
<br />
-Vima... -la miró fijamente-. Gracias. Por... por todo.<br />
<br />
Ella asintió sobriamente.<br />
<br />
-Espera aquí.<br />
<br />
"''Maestro, ya he escapado. Dime cuál es el punto de encuentro.''"<br />
<br />
-Volveré tan pronto como pueda.<br />
<br />
"''Me temo que he dañado gravemente a por lo menos dos de ellos.''"<br />
<br />
Vima sonrió.<br />
<br />
-Y te haré un buen, buen descuento en todo lo que dependa de mi k'shii... esto ha valido un buen montón de gubor... incluso se podría cobrar en sgin.<br />
<br />
"''La estructura de este hotel me ha cogido por sorpresa... al principio. Pero en realidad, me beneficia. Más de la mitad del edificio está hueca. Más espacio para mí.''"<br />
<br />
"''Quédate escondida por ahora''."<br />
<br />
Se acercó a Vima, aún mirándola.<br />
<br />
-Sabes que no lo he hecho por eso -se acercó para coger su mano-.<br />
<br />
-Ya lo sé, guapo -dijo Vima mientras guiñaba un ojo-. Era un cumplido, al estilo Nar Shaddaa.<br />
<br />
Él sonrió.<br />
<br />
-Estaré aquí, si me necesitas o si hay algún problema.<br />
<br />
-Bien. Siéntete libre de pedir cualquier cosa o servicio que desees -la expresión de su cara se volvió a un tiempo salvaje y atractiva-. Cualquier cosa... la podemos compartir cuando yo regrese.<br />
<br />
Enderezó su espalda, que crujió levemente. Se quedó parada en la sección iluminada de suelo, que bajó. Su cuerpo desnudo parecía saludar a Ide mientras desaparecía por la abertura del suelo, antes de que ésta se cerrase.<br />
<br />
==Comunicaciones==<br />
<br />
"''¿Maestro?"''<br />
<br />
"''Arakosia.''"<br />
<br />
"''A lo mejor no es el momento apropiado para preguntar esto, pero... eh... a veces confundo cosas que suceden en mis sueños con cosas que suceden en la realidad, y... no tengo muy claro si algunas de las cosas que recuerdo... son ciertas.''"<br />
<br />
"''Ah, supongo que te refieres a lo de ayer.''"<br />
<br />
"''Es que... lo que recuerdo se parece mucho a los sueños que suelo tener, pero... ahora tengo agujetas, maestro, en todo el cuerpo, y..."''<br />
<br />
''"Te drogaron. La especia roja... te introduce en un éxtasis sexual. Y te produce síndrome de abstinencia. Y... lo que recuerdas es la terapia de choque para evitar la dependencia. Decidí que... era mejor así, a usar a unos extraños."''<br />
<br />
<br />
El enlace transmitió una mezcla de sensaciones difícil de analizar, algo a lo que Ide comenzaba a acostumbrarse. Supo que luego, al meditar sobre ello, podría conocer su reacción con más precisión.<br />
<br />
<br />
''"Yo... ¿lo repetiremos?"''<br />
<br />
''"Bueno... en el Templo no... aunque... espero que esto no nos lleve a ti y a mí al Lado Oscuro...''". Ide sonrió, pero no tenía claro si era posible transmitir humor mediante los enlaces telepáticos.<br />
<br />
"''No... no lo parecía... he estado allí, y esto era... sólo me había sentido así al pelear, o en meditación profunda. He aprendido mucho, lo recuerdo. Creo... que puedo utilizar lo que he aprendido.''"<br />
<br />
"''Utiliza lo que yo te he enseñado. Lo que has aprendido tendremos que... bueno. Revisarlo. No está mal que investigues tu propia conexión con la Fuerza, pero a veces...''"<br />
<br />
<br />
Ide tuvo un flash. De Galmia. De Kwyna aprendiendo sola, con el holocrón. Se fue enseguida, pero no supo discriminar si Arakosia lo había percibido o no.<br />
<br />
<br />
"''Es mejor que lo desarrollemos un poco, tranquilamente, durante el entrenamiento.''"<br />
<br />
"''Sentí la Fuerza, maestro. Fluyendo por mi cuerpo. Fui consciente de cómo el funcionamiento de mi cuerpo interaccionaba con la Fuerza. Pocas veces me siento tan centrada... como ahora, que peleo para salvar mi vida. Estoy intentando no matar a nadie, aunque ellos están intentando matarme a mí. ¿Es eso correcto?''"<br />
<br />
"''Eh... sí. Lo importante es eliminar las sensaciones. Pensar sólo en la Fuerza.''"<br />
<br />
"''Oh, sí. Ahora estoy muy bien. Me siento... en paz...''"<br />
<br />
<br />
Ide analizó a su aprendiz, en la distancia, mediante el enlace en la Fuerza que los unía. Era... como una sucesión de tonos cristalinos, como un concierto de campanas tubulares. Irradiaba tranquilidad.<br />
<br />
<br />
"''Por cierto, maestro... no sé si es importante, pero... siento...''"<br />
<br />
<br />
Ella no se atrevía a verbalizar... algo. Sintió un lejano eco de vergüenza.<br />
<br />
<br />
''"Di, Arakosia."''<br />
<br />
''"Soy consciente de una... excitación física de mi cuerpo, en estos momentos. No sé qué hacer al respecto."''<br />
<br />
''"Es parte de los efectos de la especia roja. Me temo que es algo que tendrás que solucionar tú misma en tu escondite."''<br />
<br />
''"Sí, maestro. Creo que acabo de matar a alguien, sin querer. Ha caído por un desnivel."''<br />
<br />
''"¿Que has hecho qué?"'' Ide no sabía muy bien qué estaba pasando. ''"¿No decías que estabas escondida?".''<br />
<br />
''"En los sistemas ocultos. Pero han mandado patrullas para localizarme y dañarme. Creo que la idea es que, cuando un esclavo huye, se le hace tanto daño que éste nunca vuelve a intentarlo. Muchos de estos seres... quieren hacer eso. Por eso son un poco más descuidados."''<br />
<br />
''"¿Puedes seguir oculta?" ''Ide se dio cuenta al tiempo de lo estúpido de la pregunta. Ella había pasado toda su vida ocultándose. Era su especialidad.<br />
<br />
"''Si no tienen a nadie capaz de buscarme con la Fuerza, sí. Si tienen a alguien... depende de lo bueno que sea."''<br />
<br />
"''Quédate escondida en el edificio. Sea lo que sea, lo solucionaremos. La Fuerza nos guiará. Avísame si te ves en peligro.''"<br />
<br />
''"Sí, maestro."''<br />
<br />
<br />
Ide empezó a vestirse. Se acercó a las paredes de transpariacero, y se sentó en pose de meditación.<br />
<br />
==Visiones==<br />
<br />
No pudo concentrarse, perdía el foco constantemente. Pensaba en Arakosia saltando, corriendo y ocultándose, peleando cuando una de las patrullas daba con ella; mientras se dejaba llevar por su instinto para encontrar un lugar cómodo y seguro.<br />
<br />
Y en Vima y su posible reacción. El pánico que mostraban todos los que la conocían era un referente claro de lo que era capaz.<br />
<br />
Ide suspiró, y abrió los ojos. En el exterior, el tráfico caótico de Nar Shaddaa se desparramaba en todas direcciones desde el Palacio del Dolor. En el interior de un vehículo, hubo un movimiento violento y un resplandor; y la mitad del parabrisas se volvió roja. El vehículo hizo un extraño, y luego se reincorporó al tráfico como si no hubiera pasado nada.<br />
<br />
En una de las azoteas, dos humanoides luchaban. La sensación de distancia era engañosa, e Ide se dio cuenta de que los cristales eran del tipo "ojo de águila"; hechos de un material transparente conectado a un ordenador, que reconocía dónde se estaba mirando y modificaba su forma para aumentar el grado de detalle.<br />
<br />
Uno de los humanoides le rompió un tobillo al otro, que cayó. El otro apenas se sostenía en pie. Se alejó, arrastrándose apenas, hasta el borde del tejado, y cogió una bolsa de plástico vacía. Comenzó a llenarla de cosas que parecían pequeñas y pesadas, y de vez en cuando levantaba la bolsa con un brazo, con gesto apreciativo.<br />
<br />
Renqueó hacia el humanoide caido, que había conseguido, mientras tanto, darse la vuelta para quedar boca arriba. Hablaron un poco. De repente, el que estaba de pie movió la bolsa de plástico con una trayectoria circular, por encima de su cabeza, y luego de arriba abajo sobre el caído. Y luego lo hizo de nuevo, otra vez, y otra...<br />
<br />
Ide se sintió una punzada en el estómago. Todo parecía girar en torno al dolor y la muerte en este planeta.<br />
<br />
Volvió a cerrar los ojos para volver a intentar meditar.<br />
<br />
En esta ocasión no se dejó distraer.<br />
<br />
Ella estaba desnuda y en cuclillas sobre una delgada guía de metal, por encima de un abismo insondable. Un poco por encima de ella había una pasarela por la que se alejaba una patrulla de búsqueda. Dos de ellos querían matarla rápidamente. Los otros cuatro querían hacerle sentir muchísimo dolor, y luego capturarla. Un pequeño charco de líquido transparente se había acumulado alrededor de su pie derecho, e Ide vio que había un reguero que se podía rastrear hasta la entrepierna.<br />
<br />
{{flashback | <br />
<br />
"Te drogaron. La especia roja... te introduce en un éxtasis sexual. Y te produce síndrome de abstinencia. Y... lo que recuerdas es la terapia de choque para evitar la dependencia. Decidí que... era mejor así, a usar a<br />
unos extraños."}}<br />
<br />
Ide detuvo el flujo temporal durante unos instantes. Luego lo movió lentamente hacia delante, para estar seguro de que no se perdía nada.<br />
<br />
{{flashback | Gozo. "Era verdad. Lo hemos hecho de verdad. No era el mejor de los sueños... era mejor que en los sueños. Es porque era verdad. Por eso lo sentía con tanta claridad, como ahora, que es como aire fresco, que huele tan bien... y sentí revelaciones, sentí que la Fuerza podía canalizarse por mi cuerpo sin esfuerzo, dejando que la energía se remanse; manteniendo la armonía, dejando que la Fuerza se guíe, siendo el surco por donde la Fuerza se derrama..."<br />
<br />
Duda. "¿Y si esto no es correcto? ¿Y si Ide tiene problemas por haber hecho esto? ¿Y si, por mi culpa, nos obligan a separarnos? ¿Y si lo castigan por mi culpa? ¿Y si nos expulsan? ¿Y si nos matan?"<br />
<br />
Confianza. "Ide sabrá lo que hacer. Ide hará lo correcto. Ide pensará en mí. Ide me dirá qué, Ide me dirá cómo, Ide me dirá cuándo. Ide buscará mi bien."<br />
<br />
Esperanza. "He tenido sexo, y ha sido la primera vez en mi vida que ha sido sin miedo y sin dolor. Ha estado muy bien. Ha sido maravilloso, y he aprendido mucho. ¿Podremos repetirlo? ¿Podremos repetirlo mucho? Tantas cosas que aprender, tantas cosas que demostrar... hay cosas que he experimentado, sin querer experimentarlas; y ahora me alegro de haberlas experimentado, porque puedo convertirlas en algo bueno; porque puedo aprender de ellas, y aún no sé cómo; y la respuesta está en su cuerpo y en el mío, y pronto, pronto... ojalá que pronto..."}}<br />
<br />
Ide perdió un poco de foco. "De todas formas", pensó, "creo que eso era todo".<br />
El ascensor volvió a activarse. El suelo se abrió y Vima, todavía desnuda, apareció en la Joya Gloriosa. Su rostro era impenetrable, y luego se hendió en una media sonrisa.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
-¿No has pedido nada? ¿Ni a nadie? -suspiró teatralmente. Luego, viendo el gesto levemente tenso de Ide, su tono pasó a uno más formal- Eh... tu padawan se ha escapado. Parece que tu premonición respecto al equipo de implantación era acertada.<br />
<br />
-Vaya... espero que no te esté causando muchos problemas -respondió él, aún algo tenso. Había esperado que llegara hecha una furia, así que cualquier cosa era mejor.<br />
<br />
-Eh... -sonrió, mientras hacía rodar sus ojos hacia arriba- Bueno, a mí no muchos, pero está haciendo una criba entre mis hombres más prescindibles.<br />
<br />
-Parece que sabes sacar beneficio hasta de las situaciones adversas -sonrió él, algo más tranquilo.<br />
<br />
-Cualquiera puede hacerlo -dijo ella, mientras desabrochaba de nuevo su cinturón-. La clave es saber que hay un beneficio potencial en toda situación.<br />
<br />
Ide no supo qué decir en ese momento. Arakosia estaba huyendo, y Vima no parecía darle importancia. Supuso que ella estaba segura de que tarde o temprano la iba a encontrar. La pregunta seguía siendo qué haría con su padawan después.<br />
<br />
Ella se echó a su lado. Ide notó que lo que había tomado por perfume (por lo bien que olía, por perfume caro), era en realidad el olor corporal de Vima.<br />
<br />
-Da la impresión de que no te importe que una de tus esclavas esté huyendo...<br />
<br />
Ella se rió, de buen humor. Se acurrucó junto a Ide, mientras posaba su mano sobre el pecho surcado de cicatrices.<br />
<br />
-Bueno, es un poco molesto, pero... pff... me ha pasado tantas veces...<br />
<br />
-Eso, o que tienes cosas mejores en las que pensar -respondió él, con una media sonrisa, mientras le apartaba un mechón de la frente.<br />
<br />
-Será eso -dijo ella, con humor-. Bueno, y que hay un protocolo muy probado para encontrar gente evadida. No hemos tenido fugas en más de setenta años -dijo despreocupadamente.<br />
<br />
-¿Ah sí? Pues has de saber que Arakosia tiene una habilidad especial para esconderse. Eso sí que se le da bien -rió-. Estuvo tanto tiempo haciéndolo... ¿Cuánto tiempo crees que se te resistirá?<br />
<br />
-Pues, si usa la Fuerza para esconderse... -hizo un cálculo rápido- ...en ocho horas más, reconfigurarán las habitaciones al modo "búsqueda fácil". El hotel será un poco menos... hum... hospitalario para los huéspedes, y el espacio libre estará todo junto. Y luego vienen los perros akk.<br />
<br />
-Ya veo...<br />
<br />
-Y luego... se pueden configurar las habitaciones para ir reduciendo el espacio donde es posible esconderse -dijo, con una sonrisa-. Todo lo que sea necesario. La principal ventaja con la que ella cuenta, es que la quiero viva... y que está sin tasar.<br />
<br />
-Qué despliegue de medios. También podrías pedirle ayuda a su maestro, encontrarla, tasarla, y ahorrarnos disgustos a todos -aún sonreía, aunque no estaba seguro de si Vima tenía intención de dejar pasar la irreverencia tan fácilmente.<br />
<br />
Ella se tomó un tiempo para responder, en el que acarició despacio el pecho de Ide.<br />
<br />
-No hay ningún disgusto para tomar. De momento, está cribando a mis lacayos más prescindibles. Los que queden serán mejores -dijo, despreocupadamente-. La ordalía que está atravesando también sirve para tasarla... parcialmente.<br />
<br />
-Y de paso aumentar su valor, para luego sacarle más a su pobre maestro, que la quiere de vuelta... -le rozó el brazo, y subió hasta casi el hombro. La miraba fijamente.<br />
<br />
Ella rió de nuevo.<br />
<br />
==Video de una fuga==<br />
<br />
-Mmm... sí, todo son ventajas... -dijo con voz melosa- ¿Quieres ver la grabación del video de seguridad, donde se escapa?<br />
<br />
Él sonrió ampliamente a modo de respuesta, y asintió levemt. Ella habló, con voz alta y clara:<br />
<br />
-Control Central, reproducir video. Título Dolor Arakosia Uno.<br />
<br />
<br />
La sala volvió a oscurecerse, y sobre la mesa se proyecto un holovídeo. Era una sala médica, y en ella había varios tanques de bacta. Casi todos estaban vacíos, y en uno de ellos flotaba Arakosia.<br />
<br />
Bajo los párpados cerrados, sus ojos se movieron. Se agitó levemente. Un monitor junto a su tanque comenzó a parpadear.<br />
<br />
Una especie de droide (médico, supuso Ide, aunque no reconoció el modelo, parecido a un taburete) se acercó rápidamente. Se paró frente al monitor, y se marchó por la puerta.<br />
<br />
Regresó con un grupo de tres humanoides, vestidos con ropa de trabajo. En las manos llevaban varios instrumentos, que dejaron en una pequeña bandeja junto al tanque.<br />
<br />
Manipularon el monitor, con práctica y confianza, y cierto aburrimiento.<br />
<br />
El tanque de bacta comenzó a vaciarse. Se vació. Arakosia quedó hecha un ovillo en el suelo.<br />
<br />
<br />
Abrieron el tanque, y la sujetaron para colocarla en la mesa de operaciones en el centro de la habitación. La manipulaban como un peso muerto. Uno de ellos sujetó una máquina grande, y la dirigió a la cara de Arakosia.<br />
<br />
Ella se movió tan rápido que la grabadora no lo registró. El hombre voló dos metros hacia atrás y chocó contra un tanque vacío. La máquina quedó un momento en el aire, pero ella la pateó contra otro de los técnicos.<br />
<br />
Él la sujetó con ambas manos, mientras su compañero dirigía un arma contra Arakosia.<br />
<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Si hay algo que se le da bien, es escapar -intervino.<br />
<br />
-Ya veo -dijo ella, apreciativamente.<br />
<br />
<br />
<br />
Ella sujetó el arma al mismo tiempo, y no se molestó en forcejear para arrebatársela. La desvió lejos de sí, para que no pudiera dispararle, y lanzó su mano engarfiada contra el rostro del hombre. El movimiento no se podía apreciar claramente, pero el grito del hombre fue desgarrador, y la sangre comenzó a correr a chorros por las mejillas. El segundo técnico se quedó sobrecogido por la visión, y reaccionó tarde, accionando la máquina, que lanzó una nube de gas.<br />
<br />
Ella se movió sin soltar su presa, y al moverse se podía ver cómo tenía dos dedos de la mano izquierda dentro de las cuencas de los ojos, y giró sobre sí misma para lanzar al hombre, que seguía aullando, contra la nube. La aspiró entera, y cayó al suelo inconsciente.<br />
<br />
<br />
<br />
El técnico que quedaba y Arakosia se miraron durante un momento, y él disparó el arma una vez más. Ella no se movió, y la nube impactó contra su rostro. No tuvo ningún efecto.<br />
<br />
El técnico dejó caer el anestesiador, y extrajo un arma; pero al mismo tiempo Arakosia lanzó contra la cara del hombre lo que llevaba en la mano, algo pequeño y pringoso que chocó con fuerza, cegándolo al romperse. Ella saltó justo detrás, y lo golpeó con tanta fuerza que su cuerpo se arqueó con fuerza mientras volaba por el aire.<br />
<br />
<br />
No dedicó ni un momento a ver cómo caía. Su mirada se posó brevemente por todos los objetos de la sala, y se dirigió hacia un contenedor metálico, de un metro por medio metro. Lo golpeó con la mano cerrada. No se abrió. Lo golpeó de nuevo. Observó la muesca que quedaba, y cogió el contenedor cerrado. La puerta se abrió de nuevo, y entró un hombre armado (tras él se veía más gente, pero el video estaba centrado en la sala de reanimación). <br />
<br />
<br />
Disparó dos veces, y Arakosia paró los disparos con el contenedor. Luego pateó una máquina caída en el suelo, desviando el arma mientras saltaba contra el hombre. Lo golpeó con el recipiente metálico en la cara, cayó a sus pies, lanzó un puñetazo contra la entrepierna, saltó en vertical y empujó con ambas piernas contra el pecho del guardia, que chocó contra sus compañeros. Ella saltó contra el batiburrillo de guardias.<br />
<br />
<br />
La habitación quedó vacía, excepto por el técnico dentro del tanque de bacta, el hombre anestesiado y sin ojos del suelo y el que había chocado contra la pared y el suelo de la esquina. No había movimiento en la escena, excepto por los charcos de sangre, que se extendían rápidamente.<br />
<br />
Vima sonreía.<br />
<br />
==Cosas sobre Vima==<br />
<br />
-Esa chica tiene potencial...<br />
<br />
-Sabe improvisar. Es rápida pensando. Sabía que podía llegar lejos cuando la tomé como discípula -dijo él, descansando en cada palabra.<br />
<br />
-Hm-hmm -murmuró Vima mientras asentía. Ide sintió que volvía a bajar sus defensas. La visión de la sangre extendiéndose por el suelo la había excitado.<br />
<br />
Él aprovechó para buscar en ella. Estaba preocupado por lo que podía pasarle a Arakosia, una vez fuera capturada. Y por lo que le podía pasar durante la captura.<br />
<br />
-Tienes... una afinidad especial por ciertas cosas, por lo que veo -dijo él, volviendo a mirarla y rozándole la cara.<br />
<br />
-Mi afinidad es por mi entorno. Creé el Palacio del Dolor pensando en esa afinidad.<br />
<br />
Ide comprobó, desolado, que la Fuerza le transmitía muchas sensaciones, muchos pensamientos superficiales, pero no podía acceder a las capas más profundas del pensamiento. O al menos no sin alertarla. Y los resultados de un intento fallido podían ser... desastrosos.<br />
<br />
Ahora que pensaba sobre ello, Ide no recordaba haber oído hablar de ningún jedi con una técnica semejante. Aunque los caamasi podían guardar y transferir "archivos" de recuerdo, llamados memnii, y los jedi podían recibirlos. Quizá un jedi caamasi pudiera... o probablemente no.<br />
<br />
Ide reflexionó, buscando otra vía de acción.<br />
<br />
==Pensamientos==<br />
<br />
-Espero que tu entorno no se vaya a comer a mi aprendiz... es un sitio hostil para un jedi como ella... o como yo... -dijo él. Empezó a pasarle la mano por la espalda, mientras seguía concentrado en sus pensamientos... quizá mencionar a Arakosia le hiciera pensar en ella...<br />
<br />
-Mmm... -dijo ella. Por su mente pasaron un montón de imágenes en rápida sucesión:<br />
<br />
{{flashback | Tumbada boca abajo en una camilla, levanta la vista y ve a un twi'lek azul muy atractivo, desnudo de cintura para arriba; que sonríe amablemente. Ella sabe que la odia con todo su corazón.<br />
Cuando llegó a Nar Shaddaa, llevaba todas sus posesiones atadas al cuerpo: una pequeña bolsa más pequeña que un puño y un sable de luz pegado a su zona lumbar. Intentaron violarla, matarla o esclavizarla - pequeños flashes de cada escena- seis veces antes de que cayera la noche.<br />
<br />
La primera vez que negoció con un hutt, él le ofreció un puesto. Ella le ofreció un trato. Él se rió. Ella no.<br />
<br />
La siguiente vez, habían pasado tres años. El hutt parecía más delgado. Él habló. Ella sólo sonrió sarcásticamente. Él gritó. Ella no dijo nada.<br />
<br />
Todos los años que pasó temiendo que su maestro la encontrara. Hasta que tomó la decisión de no volver a tener miedo, y fue a buscarlo.<br />
<br />
En el planeta Chelloa ya no quedaba nada. Nunca supo lo que había pasado. En su pecho, la sensación de algo inacabado sería algo a lo que acabaría por acostumbrarse.<br />
<br />
En una habitación muy brillante, un alienígena le dice que no está seguro de la especie de su padre. Al parecer, sus células no se degradan, o lo hacen tan despacio que no hay forma de saberlo con certeza. La sensación en su pecho sigue ahí, nunca se ha ido, pero la conversación con el científico hace que sea dolorosamente consciente de que probablemente no hay nadie en el universo con quien pueda identificarse.<br />
<br />
Esa chica... se parece a una que fue secuestrada hace más de quinientos años. Se parece un poco. }}<br />
<br />
La mirada de Vima parecía fija en algo lejano. Ide no modificó su postura. Siguió allí con ella, tocándola suavemente, escuchándola sin que ella lo supiera. Esperando que ella diera el siguiente paso. En cierto sentido, esa habitación, la calma, y los pensamientos de Vima, eran parte de su relación con ella. Ide no supo decir si estaba empezando a gustarle.<br />
<br />
{{flashback| Y de aquella chica... qué se había hecho de ella. Y cómo.<br />
<br />
Dolor, tortura, un entrenamiento inhumano, para volverla sobrehumana, para hacer de ella un poder en la galaxia...<br />
<br />
Abrazar el dolor, aprender la tortura, hacer de las emociones un instrumento bien afinado para aumentar la capacidad de usar la Fuerza. Hasta que se graduó...<br />
<br />
El combate contra aquel droide asesino casi la mató, pero su maestro parecía satisfecho: `Has dado tus primeros pasos en un camino infinito´ le dijo.<br />
<br />
Y tanto. Pero no conducía a donde tú querías, maestro... sino a donde quise yo. Seguro que los antiguos sith no estaban pensando en esto, precisamente.}}<br />
<br />
Vima sonrió cuando sus pensamientos la llevaron a este punto.<br />
<br />
{{flashback| A esa chica que hay abajo... nadie le ha dado la opción de tomar su propio camino. Secuestrada por unos y otros... Yo podría hacer por ella lo que mi maestro hizo por mí... no lo que quería hacer, lo que hizo. Podría hacerla poderosa y libre.<br />
<br />
Y ella, al volver la vista atrás, pensará: 'Ella evitó que me convirtiera en un instrumento en esta guerra entre sith y jedi'.<br />
Pero tengo que ver si vale para esto. Para esto sirve esta cacería. Y su maestro... }}<br />
<br />
Acarició distraídamente la nuca de Ide.<br />
<br />
{{flashback| Ojalá pueda quedarse un tiempo aquí. Al fin y al cabo, nunca he oído que los jedi tengan un límite de tiempo para sus misiones. O que tengan que volver al templo.<br />
<br />
Él también podría aprender muchas cosas aquí. Y yo de él... me pregunto qué es lo que podría enseñarme.<br />
<br />
Por lo pronto... me excita. No sé si mi maestro hubiera estado orgulloso de mí por lo que voy a hacer ahora... voy a dejarme llevar por mis emociones, pero no para hacer daño a nadie. Más bien al contrario. }}<br />
<br />
Sonrió más ampliamente, mientras se inclinaba para besar apasionadamente a Ide. Su cabeza comenzó a bajar. Ide le devolvió la sonrisa, y acto seguido se dejó también llevar por sus emociones.<br />
<br />
<br />
==Meditaciones==<br />
<br />
Un tiempo después, ella reposaba contra el hueco en el hombro de Ide. Una alarma sonó suavemente.<br />
<br />
-¿Te buscan? -inquirió él.<br />
<br />
-Vamos a ver -dijo ella, con voz divertida. Luego, con voz firme, dijo- Control central, activar ventana de comunicación entrante.<br />
<br />
El holograma de un twi'lek se reprodujo en mitad de la estancia.<br />
<br />
-Mi señora... el plazo de inscripción libre para el Hak'un Shapp está próximo a agotarse.<br />
<br />
-Bien. Has cumplido tu cometido. Fin de transmisión.<br />
<br />
El holograma desapareció.<br />
<br />
-No pueden vivir sin ti -bromeó él-.<br />
<br />
-Cuando les dejo que hagan lo que quieran, siempre acaban traicionándome -dijo con tono cansado-. Tengo que atarlos en corto...<br />
<br />
Él sonrió. Estaba buscando la forma apropiada de sacar de nuevo el tema de Arakosia, y el trato que antes él había sugerido.<br />
<br />
Su sentido de la diplomacia, acentuado por la Fuerza, le estaba avisando de un posible callejón sin salida. Si ella estaba empezando a ver que Arakosia podía más valiosa que la participación de un jedi en el Hak'un Shapp, podía interpretar la insistencia de Ide como un intento deliberado de engañarla.<br />
<br />
Pero ella tampoco se había decidido por retenerla. Era un ser poderoso y longevo, que no hacía tratos a la ligera, y que no tenía ninguna prisa.<br />
<br />
Ide se echó para atrás y se tumbó, acompañando poéticamente el retroceso en su plan. La verdad es que no estaba acostumbrado a negociar cosas para él. Su experiencia diplomática siempre había girado en torno a las necesidades de otros. Pero ahora con Arakosia... Arakosia era su aprendiz. Era algo suyo. Y la idea de perderla...<br />
<br />
Tragó saliva. Cerró los ojos, sumergiéndose en una ceguera momentánea para cambiar el rumbo de sus pensamientos. La Fuerza le ayudaría y le guiaría. Tenía que escuchar a la Fuerza. Como hacía sólo unos segundos, cuando le había insinuado que no debía apresurarse con Vima. En cualquier caso, ella no quería hacerles daño. Ni a él ni a Arakosia. Ella quería... ver libre a Arakosia, libre para elegir. <br />
<br />
No tenía muy claro por qué, pero igual una meditación posterior podría aclarar las cosas. Por otra parte y por otros motivos, también lo quería a él. No había motivo para preocuparse por ahora. Los sentimientos de Vima no podían desembocar en nada malo. O al menos eso parecía.<br />
<br />
Se quedó así, con el rostro ligeramente severo, las manos detrás de la nuca a modo de almohada improvisada, y los ojos cerrados.<br />
<br />
La sintió acercarse, por el peso sobre el suelo, por el movimiento del aire y su presencia en la Fuerza, centrada en él. La escuchó inclinarse sobre él, y calculaba que estaría a unos veinte centímetros de su cara.<br />
<br />
Luego oyó su voz, juguetona:<br />
<br />
-Qué serio -luego en tono desenvuelto, como si estuviera hablando de otra persona-. ¿Sabes? Tienes la expresión de alguien que está preocupado por algo importante...<br />
<br />
==Vima y la Fuerza==<br />
<br />
Él sonrió brevemente, como quitándole importancia, con los ojos cerrados aún. "''Maldita sea... si ese cacharro es machacado en el torneo...''", se oyó pensar.<br />
<br />
-A los jedi todo nos parece importante. Ya sabes.<br />
<br />
La escuchó respirar más despacio, como concentrándose. Luego, la escuchó hablar dubitativa:<br />
<br />
-¿Has... dicho algo en voz alta?<br />
<br />
Sintió una breve agitación en la Fuerza, como si todo desafinara brevemente...<br />
<br />
-¿Has dicho algo de un torneo? -se detuvo un momento, como considerando el sonido de sus palabras en voz alta- Un torneo. El Torneo. El Hak'un Shapp. Te interesa. -dijo cada vez con más seguridad-. Te interesa mucho.<br />
<br />
Ide mantenía los ojos cerrados, pero la escuchaba sonreir.<br />
<br />
-Quieres... quieres participar, o... no, estás interesado en uno de los participantes. Él tiene lo que buscas. O lo ha tenido. O se lo ha llevado -contuvo la respiración un instante. Luego habló de nuevo, muy despacio, emocionada-. Se-cues-tra-do. Eso es muy probable, al Hak'un Shapp se apunta la gente más peligrosa y despiadada de la Galaxia.<br />
<br />
Él se sintió un poco como la primera vez que Arakosia le escuchó pensar. No podía dejar de sentir cierto orgullo de maestro. Buscó la imagen de Morg de sus recuerdos, viéndolo luchar en las imágenes que le mostró Kenter. Y el recuerdo de la punzada en el estómago cuando fue consciente de que podía ser destruido, y que su desaparición se llevaría consigo el rastro de Kurel. Y estaba tan cerca de recuperarlo...<br />
<br />
-Morg... es uno de los favoritos de este año. No puedo sacarlo de la competición -dijo, con voz reflexiva-. Pero eso ya lo sabías, o lo intuías. Por eso... quieres participar en mi torneo. Para encontrarlo e interrogarlo en persona -sonrió-. Me parece bien.<br />
<br />
-Era una opción -abrió los ojos, y la vio tal y como la intuia, muy cerca. Enarcó una sonrisa amable-. Pero no parecías muy ilusionada al respecto. Supongo que en parte porque no querías precipitarte cambiando a Arakosia, lo cual es razonable. O a lo mejor porque no querías arriesgarte a perderme -su expresión se tornó algo más pícara, y aunque había sonado ligeramente burlón, era consciente de que su afirmación no era del todo una broma.<br />
<br />
-El Hak'un Shapp es peligroso. Está pensado para ser peligroso, de hecho -dijo con voz neutra-. Pero tú quieres participar para interrogar a ese droide antes de que lo haga pedazos cualquiera con un rifle de iones... lo cual es comprensible.<br />
<br />
Ide asintió a modo de respuesta.<br />
<br />
-Eso no tiene nada que ver con regalar un esclavo sin tasar -dijo, con una ligera dureza en la voz-. Habitualmente los participantes pagan grandes cantidades de dinero, y además se inscriben con meses de antelación. Ni siquiera tendría que dejarte participar, sabes... ya tengo un cartel bastante bueno, en realidad.<br />
<br />
Él no pudo evitar fijarse en que ella había empezado respondiendo por la parte que le concernía a él mismo. En cualquier caso, no había necesidad de seguir hablando del tema. Arakosia estaría bien por ahora, y él entraría en el Hak'un Shapp e interrogaría a Morg.<br />
<br />
Y después, la Fuerza proveería el camino.<br />
<br />
<br />
==Vima y los jedi==<br />
<br />
-Hacía mucho tiempo que no lo hacías, ¿verdad? -inquirió él.<br />
<br />
-Bueno... -dijo, con el tono de voz de a quien se le ocurren varias barbaridades en un instante<br />
<br />
-Leer a alguien.<br />
<br />
-Eh... muchísimo -hizo un gesto extraño-. No me gusta... desarrollar poderes sobrenaturales -apartó la mirada de Ide-. Llama la atención. Quiero decir... -parecía no saber cómo continuar.<br />
<br />
-No tienes por qué hablar de ello, si no quieres -intervino él rápidamente -. Es sólo que me ha sorprendido que lo hicieras.<br />
<br />
-No lo hago... conscientemente -dijo, su cara contraída con angustia-. Al principio pensé que habías dicho algo en voz alta... luego era como... intentar adivinarlo -su mirada se clavó de nuevo en Ide-. Excepto porque era verdad.<br />
<br />
-A veces pasa. Cuando dos personas... están unidas por algo. La Fuerza es así de caprichosa -bromeó.<br />
<br />
Ella parecía un poco confusa.<br />
<br />
-No... no tiene sentido... -lanzó una mirada acusadora a Ide- ¡Pero si acabamos de conocernos!<br />
<br />
-Yo empecé a escuchar a mi maestro... -miró hacia arriba, haciendo un poco de memoria- creo que el segundo día -ahora él sonreía.<br />
<br />
Parecía que a ella le molestaba un poco que le estuviera pasando algo de lo que no tenía, al menos totalmente, el control.<br />
<br />
Ella frunció el ceño.<br />
<br />
-¿Sabes? -dijo él, más cordial si cabe que antes-. Se puede controlar.<br />
<br />
Ella movió la cabeza despacio, como intentando despejarse.<br />
<br />
-No quiero entrenar estas habilidades -su mirada parecía suplicarle-. Sólo me van a complicar la vida.<br />
<br />
-Está bien -concluyó, entendiendo su súplica-. No hay por qué hacerlo. Cada uno es libre de elegir cómo desarrollar su propia vía.<br />
<br />
-Esa opinión... no es muy propia de un jedi, o eso me han dicho.<br />
<br />
-Bueno, no hablo por todo el Templo, a decir verdad. De hecho, el maestro de mi maestro era... especialmente... ''libre'', por decirlo de algún modo. También me enseñó a mí muchas cosas, entre ellas a seguir tu propio camino en la Fuerza -se paró un poco, sonriendo al recordar las explicaciones de Qui-Gon Jinn-. Los maestros son una guía, nos dirigen porque nosotros no sabemos bien cómo caminar al principio. Pero una vez aprendes a caminar, casi nunca te imponen nada que no quieras hacer. Los Jedi servimos a la República, pero, ante todas las cosas, seguimos a la Fuerza.<br />
<br />
-Hace ya unos cien años, participó en el Ka'un Shapp un... creo que era un Paladín Jedi. Creo que se habían escindido de la Orden porque ellos usaban blasters, y se lo habían prohibido.<br />
<br />
-Qué raro... -hizo un poco de memoria, no creyó haber oído hablar de los Paladines Jedi-. Mi... antigua compañera, siempre llevaba un bláster encima. Aunque nunca lo he entendido, el sable es definitivamente más práctico.<br />
<br />
-Pues, si me permites que te lo diga, no creo que los jedi permitan que avance demasiado lejos en la Orden... -dijo con aire fatalista.<br />
<br />
==Vima y la pérdida==<br />
<br />
Ide guardó silencio durante unos segundos, y se descubrió a sí mismo calmando su propia respiración. Tragó saliva, y creyó haber controlado la perturbación en la Fuerza que indagar en el tema de Kwyna podría haberle causado.<br />
<br />
-Nos... se... marchó. Por otros motivos -mantuvo la mirada firme en algún punto indeterminado del paisaje. Esperó que ella entendiera, sin necesidad de hablar mucho más.<br />
<br />
La mirada de Vima era tranquila. Su expresión se tornó atemporal, y de alguna forma aparentó, a pesar de su rostro juvenil, los cinco siglos que decía tener.<br />
<br />
-Hay dos respuestas posibles -dijo cálidamente-. Todo el mundo nos abandona, tarde o temprano, y no debes vivir en el pasado, sino nutrirte de él como una planta, para crecer hacia el futuro.<br />
<br />
Respiró profundamente. Volvió a hablar.<br />
<br />
-Nadie nos abandona nunca, porque dejan en nuestro interior las cosas que más resuenan con nuestro ser. Así que no tiene sentido mirar hacia atrás, porque lo más importante ya está dentro de ti.<br />
<br />
Miró hacia abajo. Ide tuvo la impresión de que en alguna parte había un niño, o quizá muchos, que deberían estar en este momento siendo instruidos por ella.<br />
<br />
Era una sensación extraña, que lo confundió durante unos segundos. Se recuperó, y ella miraba por el ventanal al caos de Nar Shaddaa.<br />
Quiso hablarle de eso, pero temió que ella no querría hablar de su pasado. Como ya le había dejado claro en alguna ocasión. Pero no pudo resistir la tentación.<br />
<br />
-Por cómo me lo has expuesto, parece que una vez hubieras tenido que enseñar.<br />
<br />
-Nunca he tenido a nadie a quien enseñar. Éstas son cosas que he ido aprendiendo por mí misma. Por el camino duro.<br />
<br />
O quizá no era su pasado, sino... otro presente. Ide se quedó en silencio unos segundos, inmóvil, como digiriendo la idea.<br />
<br />
==Despedida==<br />
<br />
Llevaban ya un buen rato hablando, y no había tenido noticias de Arakosia. Y tampoco habían hablado nada más del Hak'un Shapp. Se dio cuenta de que no sabía si sacar el tema, o quedarse allí con ella esperando a tener que irse.<br />
<br />
Ella extendió su mano hacia arriba.<br />
<br />
-Control Central, estado de Arakosia.<br />
<br />
La voz surgió nuevamente del centro de la habitación.<br />
<br />
-Desconocido, presumiblemente viva. Se ha perdido el contacto con seis equipos de búsqueda. Dos de ellos desaparecieron sin llegar a informar de encuentro hostil.<br />
<br />
El jedi se contuvo, para no sonreír.<br />
<br />
-¿Tienes que marcharte? -preguntó.<br />
<br />
Ella le sonrió encantadoramente.<br />
<br />
-No los puedo dejar solos...<br />
<br />
-Entiendo. De todas formas... si voy a participar en tu torneo...<br />
<br />
-Comienza esta noche.<br />
<br />
-Tengo unas horas aún... de todas formas, y si no te importa, me gustaría bajar un poco antes. Para buscar a Morg, antes de tener que enfrentarme a él.<br />
<br />
"''En la final''", añadió mentalmente, pues algo le decía que Vima intentaría amañar una final entre la estrella hasta el momento y el Jedi, incorporado a última hora.<br />
<br />
-No sé yo si será posible... gasta casi todos sus hak en "tiempo privado". No es una mala táctica, porque genera expectación... y lo protege de muchas formas de ataque. Aunque dudo que alguien que no fuera un droide pudiera permitírselo.<br />
<br />
-Seguro que encuentro una manera... ayer casi lo consigo, pero la comunicación estaba bloqueada -sonrió.<br />
<br />
-Casi siempre la bloquea. Es un fanático de su intimidad.<br />
<br />
-Bueno, en este caso lo que estaba bloqueando la comunicación era el sistema de supervisión de tu hotel.<br />
<br />
Ella pareció levemente sorprendida.<br />
<br />
-Eso es raro -esbozó una mueca-. Salvo que alguno de mis segundos haya decidido tomar una iniciativa respecto al droide. A veces lo hacemos, sabes... intervenimos las comunicaciones con un participante, para obtener información valiosa -sonrió pícaramente-. A lo mejor dentro de poco soy la propietaria de ese droide... tendríamos que volver a negociar.<br />
<br />
-A este paso, dentro de poco yo mismo te perteneceré -bromeó Ide, bordeando el tema.<br />
<br />
Él sabía perfectamente que lo que ella había dicho podía ser verdad, si alguien había revisado los códigos que su programa había enviado, entre los cuales se encontraba el verdadero código.<br />
<br />
Ella sonrió con calidez, y su voz dejó claro que estaba siguiendo la broma cuando dijo:<br />
<br />
-Mmm... Propietaria de un jedi... seguro que nos lo pasaríamos muy bien... -le guiñó un ojo- Tengo que irme, guapo.<br />
<br />
-Entiendo. Yo... supongo que haré unos ejercicios y bajaré al Hak'un Shapp. Si no te importa que me quede aquí un rato...<br />
<br />
-De acuerdo. Cuando estés listo, habla con Fenel Fodel. -sonrió de nuevo- Buena suerte.<br />
<br />
-Buena suerte a ti también, con mi aprendiz.<br />
<br />
Ella no dijo nada, sólo sonrió mientras se colocaba en la sección de suelo que descendía. En un momento, desapareció mientras saludaba con la mano.</div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIIHumo y Vapor III2013-06-26T18:39:31Z<p>El Universo: /* Vima lo sabe */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26aGR, 20:25 horas.'''<br />
<br />
<br />
A medida que Ide se fue acercando a la Flor Esquiva, percibió un olor apetitoso. Poco antes de llegar se hizo obvio que Delia, o quien estuviera en la cocina, no se limitaba a preparar bebidas.<br />
<br />
Casi la mitad de las mesas estaban ocupadas con sintientes cenando; y tanto Delia como Sira servían las mesas.<br />
<br />
Ide se acercó a la barra, y aprovechando un breve momento de calma, habló con Delia, la cual se había acercado a la barra.<br />
<br />
-La idea era que Sira comiera algo, no que se pusiera a trabajar... -dijo Ide con humor.<br />
<br />
-No he podido retenerla -repuso Delia con una sonrisa-. Supongo que no está acostumbrada a permanecer quieta mientras los demás trabajan a su alrededor...<br />
<br />
Sira se aproximó a la barra, e inclinó la cabeza respetuosamente cuando vio a Ide. No dijo nada.<br />
<br />
-Yo pensaba que querrías comer algo... pero parece que has decidido echarle una mano a Delia -dijo, sonriendo-. Lo que te haga más feliz. -Miró a Delia-. ¿Crees que puede quedarse contigo, o levantará sospechas? No se me ocurre un lugar seguro donde pueda estar, mientras resuelvo... lo que tengo pendiente aquí.<br />
<br />
-Puede quedarse, desde luego... todo el mundo pensará que Vima me ha puesto un refuerzo, o que pronto va a reemplazarme... pero si me voy pronto de Nar Shaddaa, nada de eso importará -dijo, mientras posaba una mirada de desesperación contenida sobre Ide.<br />
<br />
-Vima me ha invitado a cenar. De hecho, debería notificar que estoy aquí de alguna forma, creo que me iban a avisar.<br />
<br />
Los ojos de Delia se abrieron considerablemente. Un pánico primordial creció en ella, sólo para ser ahogado por una férrea fuerza de voluntad. Con voz muy controlada dijo:<br />
<br />
-Si... quieres alejar la atención de Sira, será mejor que no llames desde aquí.<br />
<br />
-Cierto, cómo he podido ser tan tonto.<br />
<br />
No lo dijo, pero intuyó que el horror de Delia no se debía sólo a la posible sospecha que podría levantar.<br />
<br />
-Me iré a una de los balcones de las zonas de descanso -apuntó, mientras se levantaba del asiento-. Espero que sigáis bien por aquí. Si te enteras de algo sobre... bueno, él, avísame. Sira tiene mi número de comunicador.<br />
<br />
-Lo haré -su expresión parecía muy angustiada-. Ten mucho cuidado.<br />
<br />
-No te preocupes, sé cuidarme -dijo con una sonrisa, y salió del bar.<br />
<br />
==Contacto==<br />
<br />
Cuando llegó a uno de las zonas de descanso de las plantas intermedias avisó a la recepción de que estaba allí mediante uno de los terminales disponibles. Cuando lo hubo hecho, se acercó a una de las ventanas de transpariacero. No debían tardar mucho en avisar, ya era casi la hora de la cena.<br />
<br />
Efectivamente, la terminal se iluminó en menos de diez segundos. Apareció una figura humanoide, que no hizo sino decir: "Espere, por favor. Alguien llegará para acompañarlo en breve."<br />
<br />
No habían transcurrido ni cinco minutos cuando apareció de nuevo el mismo hombre bien vestido que le había recibido cuando bajó de su nave la última vez. Se inclinó cortésmente a modo de saludo.<br />
<br />
-¿Desea que le indique el camino a la Joya Gloriosa, señor?<br />
<br />
-Si es tan amable -respondió educadamente Ide.<br />
<br />
-Acompáñeme, por favor.<br />
<br />
Recorrieron un camino corto y estéticamente agradable, que incluía un par de turboascensores muy bien decorados; y en breve la vista que se apreciaba por las ventanas se volvió espectacular. Desde la parte superior del Palacio del Dolor el paisaje abarcaba una porción considerable de Nar Shaddaa, que, dada su heterogeneidad arquitectónica, daba la impresión de un todo homogéneo armonioso que se rompía en millones de detalles aparentemente incongruentes; como una gigantesca escultura fractal.<br />
<br />
Al parecer, la Joya Gloriosa ocupaba la última planta del Palacio. Era una estancia relativamente íntima, de unos cuatro por cuatro metros, a la que se accedía por un ascensor de dos plazas desde la planta inmediatamente inferior. Apenas tenía mobiliario.<br />
<br />
Una mesa, y dos sillas una frente a otra. En la mesa brillaba un candelabro, con cinco velas ardiendo suavemente; y en una de las sillas había una mujer que no aparentaba más de veinte años, vestía una camisa sencilla y bebía agua de una copa de cristal; mientras miraba atentamente por la ventana.<br />
<br />
Ide esperó a que ella hablara. Cuando lo hizo, fue con una voz cristalina y bien modulada. Ide no pudo evitar pensar que era espléndida voz de soprano.<br />
<br />
-Buenas noches -dijo mientras sonreía cálidamente-. Soy Vima Da'Motta. Tome asiento, por favor, si antes no desea disfrutar de las vistas.<br />
<br />
-Gracias, señora Da'Motta. Hay que reconocer que la Joya Gloriosa ofrece una vista privilegiada de Nar Shadda. Tiene usted un hermoso hotel.<br />
<br />
-Si lo desea, puede tutearme -repuso, mientras se encogía levemente de hombros-. Francamente, nunca le he dado mucha importancia al protocolo.<br />
<br />
-La verdad es que me resulta algo extraño hablar de usted a alguien tan joven -Ide mantuvo el tono afable, pero lo que le resultaba verdaderamente extraño era pensar que Vima Da'Motta tuviera una cara amable -.Llámame Ide, pues.<br />
<br />
Sonrió aún más ampliamente. Durante unos segundos parecía que no sabía qué decir.<br />
<br />
-Excelente. ¿Tienes ganas de cenar algo ligero, o prefieres algo más consistente?<br />
<br />
-No suelo cenar mucho. Comer mucho por las noches no me deja dormir bien.<br />
<br />
-Algo ligero, entonces... ¿comida calamariana?<br />
<br />
-No he tenido el gusto antes. Confío en tu buen gusto.<br />
<br />
-Pescado, una especie de galletas de algas... espero que te guste.<br />
<br />
Una sección circular de la mesa se abrió frente a ellos dos, y apareció un plato de algo que parecía ensalada de pescado, y que olía deliciosamente.<br />
<br />
-¡Al ataque! -dijo Vima, mientras cogía el tenedor. Se detuvo de repente, mientras miraba a Ide- Ah... ¿los jedi tenéis alguna costumbre especial para antes de comer, una oración o algo?<br />
<br />
-Oh, no, en absoluto. La Fuerza no necesita alabanzas ni consagraciones -sonrió, y cogió su tenedor.<br />
<br />
Vima parecía aliviada.<br />
<br />
-Oh, bien -dijo mientras pinchaba la ensalada. Ide comió, esperando que ella hablara.<br />
<br />
==Sorpresas==<br />
<br />
Durante unos minutos, ella no hizo sino comer y observar a Ide con curiosidad. Ide pudo oir una música, en el límite de lo audible, algo parecido a ópera. Ella pareció darse cuenta al mismo tiempo que Ide.<br />
<br />
-Sabes, la música cantada sin acompañamiento musical es una de las artes universales -dijo con voz animada-. Junto a la pictografía y la danza, creo. Luego los eruditos debaten sobre si la percusión debería ser considerada universal... y la narrativa, claro -hizo un gesto juguetón-. Siempre están debatiendo sobre la universalidad de la narrativa, y peleándose con los lingüistas.<br />
<br />
-Soy más una persona de ciencias que de humanidades, he de reconocer. No soy tan docto en estos temas... sin embargo aprendí de pequeño a tocar. Es el único arte al cual me encuentro vinculado.<br />
<br />
Ella parecía encantada.<br />
<br />
-¡Oh, es fantástico! Yo misma también aprecio mucho la música. El baile también, claro -hizo un gesto descuidado-, pero no tengo una verdadera base teórica para poder apreciarlo apropiadamente.<br />
<br />
-¿Tocas algún instrumento?<br />
<br />
-Canto -dijo mientras sonreía pícaramente-. Lo que suena, lo canté yo -dijo mientras se ruborizaba ligeramente-. Es... un descuido por parte de mi mayordomo. Ahora parece que quiero alardear o algo...<br />
<br />
-En absoluto. No es alardear mostrar cuando es apropiado aquello que uno sabe. La humildad extrema es casi tan mala como el orgullo descarado -se paró unos segundos-. Me gustaría oirte cantar.<br />
<br />
Ella se ruborizó.<br />
<br />
-Oh, no podría... -se quedó mirando a Ide unos segundos, como pidiéndole permiso.<br />
<br />
-Si ayuda, puedo cambiarte una pieza de mi flauta por una obra cantada por ti.<br />
<br />
-Bueno, bien... Entonces voy a levantarme.<br />
<br />
Se puso en pie despacio, e Ide pudo observar que no era muy alta ni robusta. Parecía una especie de muchacho, aunque algo en su complexión le recordaba a los padawan del templo.<br />
<br />
Y de su cadera derecha colgaba un sable de luz.<br />
<br />
==Intercambios==<br />
<br />
Cerró los ojos, e inspiró profundamente dos o tres veces. Cantó una nota, como para afinarse; y luego comenzó a cantar.<br />
<br />
Espectacularmente. La pieza, cantada a capella, estaba en un idioma que Ide no reconoció, pero la complejidad técnica no le pasó desapercibida. Posteriormente, fue la expresividad de la voz lo que le llamó la atención. Algo dentro de él no estaba preparado por completo para la avalancha de ternura que se derramaba en cada nota, para la lucha que se denotaba tras cada cambio repentino de registro.<br />
<br />
Acabó, de una forma que se asemejaba mucho al principio. De alguna forma, Ide percibió al final una riqueza de matices que no había notado la primera vez.<br />
<br />
Ella suspiró profundamente. Abrió los ojos de nuevo.<br />
<br />
-¿Te ha gustado?<br />
<br />
-Ha sido... inesperadamente hermoso y emotivo. Una bella ejecución, sí señor.<br />
<br />
Sonrió de nuevo. Parecía acalorada. Parecía incapaz de hablar. Se sentó despacio.<br />
<br />
-Muchas gracias -dijo con un hilo de voz.<br />
<br />
-Ha sido toda una grata sorpresa, sí señor. Reconozco que no esperaba encontrar esto esta noche.<br />
<br />
Ella enarcó una ceja, mientras miraba divertida a Ide.<br />
<br />
-Bueno, pensaba que me querías para hablar... no sé, de negocios, o algo parecido -sonrió ligeramente-. No esperaba encontrarme hablando de arte y música contigo.<br />
<br />
-Bueno -dijo con voz jocosa-, es un poco rudo, incluso aquí en el borde medio, ponerse a hablar de negocios en cuanto se sienta uno a la mesa...<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Creo que me toca... aunque sea poco apropiado. No sé si estaré a la altura.<br />
<br />
-Por favor -dijo ella con una ternura que no parecía fuera de lugar.<br />
<br />
Ide se levantó y se separó un poco de la mesa. Sacó su flauta, guardada en el estuche. Dejó la caja sobre la silla y la montó suavemente, sin prisa. Cuando estuvo armada, miró a Vima, y sonrió otra vez. Se colocó erguido, como si estuviera en un recital de verdad. Cerró los ojos, y se rindió a las ondulaciones de la Fuerza, como siempre que hacía cuando producía música.<br />
<br />
Comenzó la ejecución con un pasaje sencillo, de poca dificultad técnica pero que transmitía mucha emotividad. De alguna forma, toda su preocupación y su sentido del deber se podían percibir tras la melodía. A medida que se relajaba, sintió como la Fuerza lo inspiraba, complicando el pasaje principal, guiándolo en trémolos y escalas que se enlazaban sin que él mismo supiera muy bien cómo enlazarlas, hasta el último momento. Y enlazaban bien. De repente, Ide se dio cuenta de que había terminado.<br />
<br />
Vima aplaudía muy contenta:<br />
<br />
-¡Eso ha estado muy bien! ¿Todos los jedi saben tocar tan bien como tú, o es un talento singular tuyo?<br />
<br />
==Charla sobre jedi==<br />
<br />
-Bueno, todos los jedi saben hacer algunas cosas bastante bien, cuando se sintonizan con la Fuerza. Yo tuve esa bendición desde pequeño. No sirve para el combate, pero me proporciona momentos muy hermosos.<br />
<br />
-El combate está sobrevalorado -dijo ella con una breve carcajada-. ¡El combate es de bárbaros! -añadió, divertida- ¿No has pensado en dedicarte exclusivamente a la música?<br />
<br />
-No soy tan bueno... y en cualquier caso, ser jedi es un trabajo muy satisfactorio. Aunque tu especialidad no sea el combate -sonrió.<br />
<br />
-Satisfactorio y sacrificado, según tengo entendido.<br />
<br />
-No es un sacrificio lo que se ofrece de buena voluntad. Si lo miras así, somos todos voluntarios.<br />
<br />
-Bueno, si le explican a uno con todo lujo de detalles lo que podría pasar, supongo que sí. No es -dijo con voz inocente- como si adoctrinaran lactantes o algo.<br />
<br />
-Entramos... bueno... se suele entrar muy joven en el Templo. Pero no se obliga a nadie. Se entrena a los seres sensibles a la Fuerza, y según su evolución se les entrena como jedis, o se les enseña otro oficio en el que sus habilidades puedan ser útiles. Supongo que no es una demostración formal, pero no debe ser tan malo: para los chicos es todo un orgullo ser seleccionados como padawan -por un corto instante, a Ide se le torció la sonrisa, al recordar la fiesta de despedida que sus compañeros dieron a Arakosia.<br />
<br />
-Comprendo -dijo con voz reflexiva-. Y, si no es molestia preguntar, ¿qué hace un jedi tan agradable en Nar Shaddaa?<br />
<br />
==La vida en Nar Shaddaa==<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la consciencia de Ide. Recordó con quién estaba hablando, y el nombre de esta persona tan amable que le había invitado a cenar.<br />
<br />
-Buscar algo que se me ha perdido -dijo afablemente-. Reconozco que no es el sitio más... compatible con nuestras creencias y principios.<br />
<br />
-Debe de ser duro -dijo ella.<br />
<br />
-No creo que vivir en Nar Shaddaa sea fácil para nadie, si me permites la observación.<br />
<br />
-No lo es -dijo, con una súbita dureza-. Para nadie. Ni para los hutt.<br />
<br />
-Estoy seguro. He tenido la oportunidad de conocer a algunos, incluso de forma algo más personal. Siempre me ha dado la impresión de que toda la crueldad de este mundo proviene de un sencillo principio... ''matar o morir''.<br />
<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-De alguna forma... o algo peor -pareció reflexionar un instante-. Un rival muerto... está simplemente muerto. Otro vendrá a ocupar su lugar, y la lucha te habrá debilitado. Si quieres sobrevivir, tienes que esclavizar a tus rivales. Así, no sólo dejan de amenazarte, sino que trabajan para ti -reflexionó un instante-. Por supuesto, sería mejor convertirlos en aliados... pero en Nar Shaddaa no existe esa posibilidad.<br />
<br />
-Es quizá eso lo que me desconcierta y desconsuela a partes iguales -dijo el jedi con una mueca-. Sin embargo...<br />
<br />
-¿Sí?<br />
<br />
-Tú... no pareces pertenecer a este mundo -dijo Ide, con un uso consciente del verbo parecer-. Esta sala, este hotel, a ratos. Esta cena.<br />
<br />
-Bueno, no soy de aquí. Llegué cuando tenía más de treinta años -escrutó la expresión de sorpresa de Ide-. Supongo que no aparento mi edad.<br />
<br />
-En absoluto. Lo mostré claramente en mi segundo comentario de esta noche.<br />
<br />
-Pensé que era una frase de cortesía -dijo mientras sonreía.<br />
<br />
-No hace falta mentir para ser cortés -añadió el.<br />
<br />
-Bueno, supongo que podría haber algunas especies en la galaxia que me consideraran joven... -su cara se volvió reflexiva- ...aunque no me imagino cuáles podrían ser.<br />
<br />
-¿Y a qué te dedicabas antes, no es mucho preguntar?<br />
<br />
-Pues, hasta los doce años fui ayudante de laboratorio de mi madre. Ella fue una científica arkaniana de bastante éxito, sabes... y un poco paranoica. En cuanto tuve edad para ello, me dediqué a asistirla.<br />
<br />
-Y acabaste en Nar Shadda dirigiendo el Palacio del Dolor. No es una carrera científica estándar, eso está claro.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
==Historia antigua==<br />
<br />
-Poco después de mi decimosegundo cumpleaños, fui secuestrada. Veinte años más tarde llegué aquí -sonrió amargamente, como recordando un pasado poco agradable-. En ese momento, sólo buscaba un sitio donde esconderme. Pensé que me iría pronto de aquí, que volvería con mi madre.<br />
<br />
No dijo nada más. Su expresión mostraba un dolor a duras penas contenido. Por un momento, Ide no supo qué decir.<br />
<br />
-Esto confirma mi teoría. Nar Shaddaa no acoge a nadie con los brazos abiertos -sonrió-. No creo que haya más bárbaros que en Coruscant. Es sólo que el sistema de aquí los beneficia, en cierto sentido.<br />
<br />
-Toda la población local, o al menos todos menos uno, de un grupo de diez mil; está dispuesta a traicionar a alguien por una mínima mejora de su calidad de vida. Y el uno restante, si lo encuentras, habrá llegado a su edad actual por pura suerte -se rio brevemente-. Eso, o se acaba de bajar de la astronave.<br />
<br />
-Que lo hagan no quiere decir que deseen hacerlo. Puede que sea el único camino que conozcan. O eso, o que yo he tenido mucha suerte.<br />
En el centro de la mesa apareció una bandeja donde se alineaban, sin orden aparente, muchos tipos distintos de dulces, calientes y fríos. Sin embarazo alguno, Vima cogió uno caliente, le sopló y devoró la mitad de un bocado.<br />
<br />
-Esta mañana -continuó Ide, acercando su mano a algo que parecía un pastelito de crema- conocí a un pequeño alienígena, un chadra-fan que se llamaba Tilikit.<br />
<br />
-Mmm... muy bien -murmuró-. Maldición, me he quemado.<br />
<br />
Ide sonrió ligeramente, como pidiendo permiso para continuar. Ella hizo un gesto con la mano, mientras bebía un sorbo de agua.<br />
<br />
-No era nadie. Salí de un negocio, y me preguntó si necesitaba ayuda. A cambio sólo me pidió que lo llevara a mi planeta -Ide se detuvo unos instantes, como rememorando aquello.<br />
<br />
-Intentaba engañarte -dijo ella rápidamente-. En Nar Shaddaa, si alguien se acerca a alguien, es para comerciar o engañarlo.<br />
<br />
-No he tenido oportunidad de comprobarlo. Murió defendiendo a la esclava que pilotaba mi nave, cuando me atacaron unos mercenarios que Shawman&K'Rtahn mandaron para secuestrarnos a mí y a Arakosia.<br />
<br />
-Oh -dijo ella. No parecía muy afectada-. Y Arakosia es... ¿alguien que yo debería conocer?<br />
<br />
-Oh, es mi padawan. Fue... vendida, al Palacio del Dolor esta tarde -dijo amargamente.<br />
<br />
Vima parecía encantada.<br />
<br />
==Entrando en materia==<br />
<br />
-¡Vaya! ¿Y ella también sabe tocar? -preguntó con voz jubilosa.<br />
<br />
-No -sonrió Ide-. Acaba de empezar su entrenamiento. Apenas sabe manejar el sable de luz, y no ha tenido tiempo de aprender muchas cosas. Yo... la rescaté hace poco. La tenían presa.<br />
<br />
-¿Presa? -su expresión se volvió meditabunda- Curioso... ¿Y qué tipo de cosas sabe hacer?<br />
<br />
-Bueno... sabe... -Ide dudó unos segundos-. La verdad es que, por sí sola, puede apenas defenderse, y poco más. Mi tarea es de hecho convertirla en jedi -sonrió amargamente, consciente de que había usado el tiempo presente en su afirmación.<br />
<br />
-Vaya... ¿y tardarías mucho en convertirla en jedi?<br />
<br />
-Años. En el mejor de los casos -Ide tuvo una extraña sensación, al recordar el sable de luz que pendía de su cinto.<br />
<br />
-Y... ¿es importante para ti hacer eso?<br />
<br />
Ide tragó saliva y calló durante un momento.<br />
<br />
-Cómo decirlo... es... una parte de mí es ella, y lo que ella pueda llegar a ser.<br />
<br />
-Bueno, puedes quedarte en Nar Shaddaa el tiempo que consideres necesario para convertirla en jedi -dijo con expresión pensativa-. A cambio, te acogeré en mi Palacio sin coste alguno para ti.<br />
<br />
Ide sonrió y permaneció pensativo, sin responder. Sabía que Arakosia era el punto de inflexión de la conversación, el momento en el que Vima dejaría de ser amable y cálida.<br />
<br />
==Ofertas==<br />
<br />
-Bueno, piénsalo -dijo mientras se encogía de hombros.<br />
<br />
-No... bueno, siento decirte que no es posible convertirse en jedi en esas circunstancias. Es un entrenamiento igualmente espiritual y físico, y no es compatible en absoluto con la vida de un esclavo.<br />
<br />
-Oh,vaya... -parecía levemente decepcionada- Y si ella estuviera, digamos, exenta de servicio mientras dure su entrenamiento, ¿entonces podrías?<br />
<br />
-No se puede servir a la Orden Jedi y a otro señor a la vez, Vima. Como bien dijiste antes, es una vida sacrificada.<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-En fin... una lástima.<br />
<br />
Permaneció en silencio unos segundos. Cogió otro pequeño postre y se lo metió entero en la boca.<br />
<br />
-Me imaginaba que te agradaría la compra de mi aprendiz. Y entiendo que no tendrás el menor interés en vendérmela -dijo Ide como si fuera algo sin importancia.<br />
<br />
Ella hizo un ligero gesto de contrariedad.<br />
<br />
-No es eso, es que todavía no sé lo que vale... podría perder k'shii fácilmente... perdón, podría perder reputación... a veces me olvido de que no todo el mundo habla hutt.<br />
<br />
-Lo entiendo, es un término muy común. Sea como sea, me interesaría recuperarla, como te podrás imaginar.<br />
<br />
-Lo comprendo, lo comprendo -hizo un gesto apaciguador con ambas manos-. Sólo digo que aún no hemos terminado de tasarla. No puedo ponerle un precio hasta entonces, ¿comprendes? Me ariesgaría mucho.<br />
<br />
-Obviamente Arakosia no es una esclava normal. Y es capaz de hacer cosas increíbles. Pero quizás haya algo que con toda seguridad sea más útil que ella.<br />
<br />
-Seguro -dijo ella con ligereza-. Todavía estará sin pulir. Debe de haber ''cientos'' de esclavos más útiles que ella.<br />
<br />
-A lo mejor yo puedo hacer algo más útil que cualquier cosa que te pueda dar ella -comentó él.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
-¡Pero eso no va así! -dijo animadamente- La cuestión es que un esclavo hará su trabajo ''indefinidamente y sin recibir nada a cambio''. Y además sabes que cualquier inversión que hagas en él la puedes recuperar en un intervalo de tiempo sólo limitado por las necesidades biológicas del esclavo.<br />
<br />
-Sí, pero a lo mejor te compensa tener a un jedi a tu servicio en tu Hak'Un Shapp al precio de un esclavo de mediana utilidad -dijo él seriamente.<br />
<br />
==Contraofertas==<br />
<br />
Ella parecía un poco sorprendida.<br />
<br />
-Bueno, sería buena publicidad... -reflexionó- Las veces anteriores funcionó bastante bien. Y los jedi participantes casi siempre sobreviven, aunque no suelen ganar -sonrió, levemente ácida-. Sin ánimo de ofender, les falta crueldad -una mínima arruga apareció en su frente-. Pero sin tasar a tu padawan, no sé si sería un trato justo. ¿Necesitas conocer mi respuesta con premura?<br />
<br />
-Prefiero saberla libre cuanto antes mejor, pero toma el tiempo que necesites, faltaría más.<br />
<br />
-Habitualmente un par de horas suelen ser suficientes, si la colaboración es buena.<br />
<br />
-Quizás... pueda ayudarte. Verás, circula por la Holored una demostración de Arakosia que probablemente te enseñarán.<br />
<br />
-...sí? -su expresión quería decir: "y respecto a ella, quieres puntualizar que..."<br />
<br />
-¿Quizá podríamos verla ahora?<br />
<br />
-Claro. Control central, buscar video en HoloNet. Rastreo de nodo local, Nar Shaddaa; fecha y hora, últimos dos días, tema: Arakosia. Ordenar por número de visitas. Ver.<br />
<br />
Sobre la mesa se hizo un cubo de luz, al principio borroso, posteriormente fue dibujándose una habitación. Sobre la cama, Arakosia estaba desnuda y drogada, e Ide estaba a su lado.<br />
<br />
==Aclaraciones==<br />
<br />
Vima parecía muy interesada.<br />
<br />
-¡Caramba! Hubiera asegurado que era demasiado joven para relaciones sexuales extensas... -miró a su enlace informático de muñeca- y ésta es una edición de hora y media, con los mejores momentos de una grabación original, ¿''de diez horas''? -miró a Ide, con expresión entusiasmada- ¡Qué maravilla! ¿Y qué deseabas comentar?<br />
<br />
Un extraño pulso de calor recorrió la espina dorsal de Ide. Se tomó un tiempo tiempo para responder, en el cual sólo se le venía a la mente una frase: "Keel, maldita rata".<br />
<br />
-Sí... eso también. Pensaba que te ibas a encontrar primero con el vídeo de la fruta.<br />
<br />
-Es por el número de visitas, supongo. Nada atrae más que el sexo y la violencia. Probablemente el otro video no incluye sangre.<br />
<br />
-Esa noche Arakosia hizo cosas espectaculares. Y se deben principalmente a dos cosas. La primera es que la drogaron.<br />
<br />
-Pero la droga sólo levanta inhibiciones. Es de suponer que, en principio, ella sería capaz de llevar a cabo... hazañas similares sin necesidad de sustancias añadidas.<br />
<br />
-No siempre. Los estupefacientes, desde el momento en el que trasladan al individuo a un estado distinto de consciencia, pueden a veces amplificar la canalización de la Fuerza. O pueden hacer todo lo contrario.<br />
<br />
Como comprenderás, si fuera tan fácil obtener superpoderes, todos iríamos siempre por ahí con una bolsita de pastillas. Depende de la ocasión, y el contexto, las drogas pueden ser muy beneficiosas, o muy peligrosas. Lo cual me lleva al segundo factor que, en conjunción con el trance de la droga, proporcionó a Arakosia semejante habilidad.<br />
<br />
-Una conjunción de factores suelen ser malas noticias. ¿De qué se trata? ¿Ira descontrolada? ¿Abandono suicida?<br />
<br />
-Yo. Ide Kanor, su maestro y mentor. Y la devoción que siente hacia él -Ide pronunciaba severamente, con orgullo, pero sin que pareciera que estaba alardeando.<br />
<br />
-Oh, mejor. Quiero decir, ese no es un factor descontrolado. Aunque, claramente, disminuye su valor para cualquier comprador potencial... -dijo con expresión ecuánime.<br />
<br />
-Quería aclararte todo esto, para que no pensaras que te he intentado engañar cuando lo vieras -terminó Ide, juntando las manos en actitud conciliadora.<br />
<br />
-De acuerdo, lo tendremos en cuenta. ¿Deseas esperar aquí mientras tanto, o hay algún otro lugar... o algo que necesites hacer?<br />
<br />
-Pues sería muy agradable poder esperar en esta sala. Es... especialmente tranquila. A no ser que me dejes bajar a dar una vuelta por el Hak'un'Shapp -en el rostro del joven emergió una sonrisa pícara-. Tengo cierta curiosidad.<br />
<br />
Ella sonrió, con coquetería.<br />
<br />
-Bueno... está claro que no sabes exactamente de qué se trata... la mayor parte del tiempo es, como la vida misma, algo gris y aburrido. Y de repente -su voz cobró una energía vibrante- se desata un vórtice de emociones, que arrastran a sus participantes al éxtasis...<br />
<br />
Era como contemplar un volcán en sus ojos. Ide no recordaba cómo había llegado a estar tan cerca de ella. Percibió su energía en la Fuerza. Poderosa, entrenada... adaptada a su entorno, en sintonía con las sensaciones que emanaba la Luna del Contrabandista.<br />
<br />
==Déjà vu==<br />
<br />
Una sensación de ''déjà vu'' invadió a Ide. Se sentía en una especie de punto de inflexión, un punto desde el cual se puede desencadenar cualquier acontecimiento.<br />
<br />
-Parece que... -intervino Ide casi con un susurro, escudriñándola en la Fuerza- encuentras cierta armonía en el Hak'un'Shapp...<br />
<br />
El tiempo parecía fluir despacio, despacio...<br />
<br />
La miró, durante un instante, con ojos que trascendían la materia física. Había poder y habilidad, entrenados hacía mucho, oxidados bajo la costumbre de no utilizar lo aprendido, sepultados tras mucho uso inconsciente e intuitivo.<br />
<br />
-Intento... -dijo ella, con voz casi inaudible- Intento disfrutar de la armonía allá donde la encuentre...<br />
<br />
-Fluyes con la Fuerza... has sido entrenada -dijo él, extendiendo la mano como para tocar los jirones de su aura sobrenatural.<br />
<br />
Ella se estremeció en su sitio, sin decir nada. Su vello se erizó antes de que Ide lo tocara. Él dudó un segundo, y luego, lentamente, acercó su mano a la de ella. Estaba de pie, al lado de la silla en la que ella permanecía. Sin tocarla, ascendió por su brazo, como un curandero buscando energía vital, dejando que la única conexión entre ellos fuera, por poco, la Fuerza.<br />
<br />
Ella no reaccionaba con una técnica definida. Se limitaba a dejar que su cuerpo fuera atravesado por la Fuerza, sin hacer nada que no pudiera hacer de forma natural. Aceptó el toque de forma pasiva, dejándose hacer.<br />
<br />
-Pero fue hace tiempo... -añadió él, con los ojos cerrados, centrándose sólo en lo que percibía por su canal sensitivo sobrenatural. Cuando llegó al hombro, posó su mano. A través de la Fuerza le llegó, abrumadora, una sensación orgásmica. Pero ella no se movió.<br />
<br />
Sólo un suspiro hubiera permitido saber, a un observador casual, por qué sus párpados vibraban y su nuca transpiraba.<br />
<br />
Ide se giró, levantó la otra mano, y la posó sobre el otro hombro. Movió los dedos lentamente, como masajeando, limpiando el incipiente sudor que había aparecido en el cuello de ella, pero de una forma sutil y precavida. Seguía con los ojos cerrados, oyendo las reverberaciones de Vima, emitiendo su propia señal en la Fuerza para oirla reflejada en ella.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
Vima reaccionaba sin pensar. Tomó aire, y lo exhaló lentamente; cerró los ojos despacio. Estaba bajando sus defensas, Ide pudo sentir algunos de sus pensamientos al azar.<br />
<br />
"Que no se detenga, por favor, que no se detenga, lo necesito, lo necesito tanto, nadie era apropiado, todos querían mi k shii, nadie podía hacerlo como un igual, si hago algo puede arrepentirse, ojalá dejara de preguntar por la Época Oscura, quiero, quiero, oh, qué bueno. En el video no salía drogándose, pero ella tampoco, ¿podrá? ¿Podrá? Oh, por favor, que no sea de los que sólo lo hacen por amor, que no haya una regla jedi absurda, que no pase nada, que lo haga, pronto, que lo haga porque lo necesito tanto..."<br />
<br />
Él se detuvo unos segundos. Después, bajó una de sus manos un poco, colocándola al principio de sus pechos, y llevó la otra detrás, a la nuca, incrustando los dedos en su pelo. Al tiempo, se giró grácilmente y se puso en frente de ella, y, con la experiencia adquirida en los años de Galmia, en un segundo que se hizo eterno, se acercó y la besó.<br />
<br />
Ella volvió a estremecerse, una vez más.<br />
<br />
"Lo ha hecho otra vez. Y todavía estamos empezando. O eso espero. Que no acabe, por favor, que no acabe..."<br />
<br />
Pero él no se detuvo. Siguió, como en otros tiempos había hecho con su Reina, con la excitación sobrenatural que sólo sentía al unirse con otros usuarios de la Fuerza, como con Anakin, como con Arakosia el día anterior. Ide perdió la noción del tiempo. Se olvidó del Hak'un'Shapp, se nubló la visión de su objetivo, de Arakosia, de Morg, de Kurel, y durante un periodo no determinado de tiempo, sólo se permitió sentir la Fuerza, y Vima Da'Motta, la cruel emperatriz del Palacio del Dolor, ahora transformada y expuesta por la letanía de placeres que se sucedieron en la habitación.<br />
<br />
El atardecer sobre Nar Shaddaa se convirtió en noche, la noche casi en amanecer. Ninguno de los dos parecía acusar el peso del cansancio. En un momento determinado, Vima cedió voluntariamente; cuando se retiró, Ide vio sangre en la cara interna de sus muslos. Se dejó caer, agotada y feliz.<br />
<br />
==Interrupciones==<br />
<br />
Suspiró.<br />
<br />
En ese momento, Ide sintió algo extraño: sobre los cristales se notaba una extraña vibración, apenas musical...<br />
<br />
<br />
"''Arakosia''", pensó instantáneamente.<br />
<br />
"''¿Maestro? Estoy despierta, y no reconozco el lugar.''"<br />
<br />
"''No te preocupes, estás a salvo, en el Palacio del Dolor. No te pasará nada. Confía en mí.''"<br />
<br />
"''¿Debo escapar? ''Puedo'' escapar.''"<br />
<br />
"''No será necesario. Puede que si intentaras escapar fuera peor. Iré a verte en cuanto pueda, te recogeré pronto.''"<br />
<br />
"''Quieren operarme. Para instalarme algo, porque... dicen que ya han esperado demasiado. Lo van a hacer en menos de dos minutos.''"<br />
<br />
Ide pensó durante unos segundos. Fue a buscar su ropa. "''Dame un minuto. Si lo intentan, escapa.''"<br />
<br />
<br />
-Cuándo te volveré a ver -preguntó a Vima, despreocupadamente.<br />
<br />
Ella esbozó una especie de media sonrisa que transmitía una sabiduría sin edad. Su manera de moverse evidenciaba que se sentía igual de cómoda desnuda que vestida.<br />
<br />
-¿Quién sabe? -dijo con voz traviesa- Espero que pronto.<br />
<br />
-Me preguntaba... si harías algo por mí -apuntó él tímidamente. Ella rió, de buen humor.<br />
<br />
-Pregunta, hombre. Haré lo que pueda -una pequeña arruga se formó en su frente- si puedo.<br />
<br />
-Es mi antigua alumna. Me preguntaba si podías retrasar su implante. Mientras la tasas y llegamos a un acuerdo.<br />
<br />
<br />
Ella pareció un poco entristecida.<br />
<br />
-Oh, lo siento. Mi personal implanta a todo el personal en menos de quince minutos tras su compra. Norma de la casa, sabes -su expresión se dulcificó-. ¡Pero no te preocupes! Los implantes se pueden retirar fácilmente, y no dejan ninguna clase de huella o secuela.<br />
<br />
Ide observó que ella no parecía tener ningún interés en vestirse. La única prenda que recogió fue el cinturón del que pendía el sable de luz, y se lo ajustó a la cintura. Pasó la mano por delante de un sensor frente a uno de los vértices, y el hueco correspondiente al ascensor se iluminó.<br />
<br />
<br />
-¿Bajas primero? ¿O prefieres esperar aquí?<br />
<br />
-¿Esperar? -Ide levantó lo que hubiera sido una ceja.<br />
<br />
-A que termine la tasación.<br />
<br />
<br />
"''Maestro, vienen'' ahora"<br />
<br />
-Vima... -dijo, mirándola fijamente-. Llama a tu equipo de implantación. Acabo de percibir algo.<br />
<br />
==Imprevistos==<br />
<br />
Ella parecía confundida.<br />
<br />
-Pero...<br />
<br />
-Confía en mí, evitará problemas. Están... implantando a Arakosia. Ha estado inconsciente y se acaba de despertar. Y está asustada.<br />
<br />
-Yo... -algo pareció cerrarse en su mente. Volvió a subir la barrera- Está bien. Pero no desde aquí.<br />
<br />
Él dio un paso adelante, aún con la ropa en la mano.<br />
<br />
-Vima... -la miró fijamente-. Gracias. Por... por todo.<br />
<br />
Ella asintió sobriamente.<br />
<br />
-Espera aquí.<br />
<br />
"''Maestro, ya he escapado. Dime cuál es el punto de encuentro.''"<br />
<br />
-Volveré tan pronto como pueda.<br />
<br />
"''Me temo que he dañado gravemente a por lo menos dos de ellos.''"<br />
<br />
Vima sonrió.<br />
<br />
-Y te haré un buen, buen descuento en todo lo que dependa de mi k'shii... esto ha valido un buen montón de gubor... incluso se podría cobrar en sgin.<br />
<br />
"''La estructura de este hotel me ha cogido por sorpresa... al principio. Pero en realidad, me beneficia. Más de la mitad del edificio está hueca. Más espacio para mí.''"<br />
<br />
"''Quédate escondida por ahora''."<br />
<br />
Se acercó a Vima, aún mirándola.<br />
<br />
-Sabes que no lo he hecho por eso -se acercó para coger su mano-.<br />
<br />
-Ya lo sé, guapo -dijo Vima mientras guiñaba un ojo-. Era un cumplido, al estilo Nar Shaddaa.<br />
<br />
Él sonrió.<br />
<br />
-Estaré aquí, si me necesitas o si hay algún problema.<br />
<br />
-Bien. Siéntete libre de pedir cualquier cosa o servicio que desees -la expresión de su cara se volvió a un tiempo salvaje y atractiva-. Cualquier cosa... la podemos compartir cuando yo regrese.<br />
<br />
Enderezó su espalda, que crujió levemente. Se quedó parada en la sección iluminada de suelo, que bajó. Su cuerpo desnudo parecía saludar a Ide mientras desaparecía por la abertura del suelo, antes de que ésta se cerrase.<br />
<br />
==Comunicaciones==<br />
<br />
"''¿Maestro?"''<br />
<br />
"''Arakosia.''"<br />
<br />
"''A lo mejor no es el momento apropiado para preguntar esto, pero... eh... a veces confundo cosas que suceden en mis sueños con cosas que suceden en la realidad, y... no tengo muy claro si algunas de las cosas que recuerdo... son ciertas.''"<br />
<br />
"''Ah, supongo que te refieres a lo de ayer.''"<br />
<br />
"''Es que... lo que recuerdo se parece mucho a los sueños que suelo tener, pero... ahora tengo agujetas, maestro, en todo el cuerpo, y..."''<br />
<br />
''"Te drogaron. La especia roja... te introduce en un éxtasis sexual. Y te produce síndrome de abstinencia. Y... lo que recuerdas es la terapia de choque para evitar la dependencia. Decidí que... era mejor así, a usar a unos extraños."''<br />
<br />
<br />
El enlace transmitió una mezcla de sensaciones difícil de analizar, algo a lo que Ide comenzaba a acostumbrarse. Supo que luego, al meditar sobre ello, podría conocer su reacción con más precisión.<br />
<br />
<br />
''"Yo... ¿lo repetiremos?"''<br />
<br />
''"Bueno... en el Templo no... aunque... espero que esto no nos lleve a ti y a mí al Lado Oscuro...''". Ide sonrió, pero no tenía claro si era posible transmitir humor mediante los enlaces telepáticos.<br />
<br />
"''No... no lo parecía... he estado allí, y esto era... sólo me había sentido así al pelear, o en meditación profunda. He aprendido mucho, lo recuerdo. Creo... que puedo utilizar lo que he aprendido.''"<br />
<br />
"''Utiliza lo que yo te he enseñado. Lo que has aprendido tendremos que... bueno. Revisarlo. No está mal que investigues tu propia conexión con la Fuerza, pero a veces...''"<br />
<br />
<br />
Ide tuvo un flash. De Galmia. De Kwyna aprendiendo sola, con el holocrón. Se fue enseguida, pero no supo discriminar si Arakosia lo había percibido o no.<br />
<br />
<br />
"''Es mejor que lo desarrollemos un poco, tranquilamente, durante el entrenamiento.''"<br />
<br />
"''Sentí la Fuerza, maestro. Fluyendo por mi cuerpo. Fui consciente de cómo el funcionamiento de mi cuerpo interaccionaba con la Fuerza. Pocas veces me siento tan centrada... como ahora, que peleo para salvar mi vida. Estoy intentando no matar a nadie, aunque ellos están intentando matarme a mí. ¿Es eso correcto?''"<br />
<br />
"''Eh... sí. Lo importante es eliminar las sensaciones. Pensar sólo en la Fuerza.''"<br />
<br />
"''Oh, sí. Ahora estoy muy bien. Me siento... en paz...''"<br />
<br />
<br />
Ide analizó a su aprendiz, en la distancia, mediante el enlace en la Fuerza que los unía. Era... como una sucesión de tonos cristalinos, como un concierto de campanas tubulares. Irradiaba tranquilidad.<br />
<br />
<br />
"''Por cierto, maestro... no sé si es importante, pero... siento...''"<br />
<br />
<br />
Ella no se atrevía a verbalizar... algo. Sintió un lejano eco de vergüenza.<br />
<br />
<br />
''"Di, Arakosia."''<br />
<br />
''"Soy consciente de una... excitación física de mi cuerpo, en estos momentos. No sé qué hacer al respecto."''<br />
<br />
''"Es parte de los efectos de la especia roja. Me temo que es algo que tendrás que solucionar tú misma en tu escondite."''<br />
<br />
''"Sí, maestro. Creo que acabo de matar a alguien, sin querer. Ha caído por un desnivel."''<br />
<br />
''"¿Que has hecho qué?"'' Ide no sabía muy bien qué estaba pasando. ''"¿No decías que estabas escondida?".''<br />
<br />
''"En los sistemas ocultos. Pero han mandado patrullas para localizarme y dañarme. Creo que la idea es que, cuando un esclavo huye, se le hace tanto daño que éste nunca vuelve a intentarlo. Muchos de estos seres... quieren hacer eso. Por eso son un poco más descuidados."''<br />
<br />
''"¿Puedes seguir oculta?" ''Ide se dio cuenta al tiempo de lo estúpido de la pregunta. Ella había pasado toda su vida ocultándose. Era su especialidad.<br />
<br />
"''Si no tienen a nadie capaz de buscarme con la Fuerza, sí. Si tienen a alguien... depende de lo bueno que sea."''<br />
<br />
"''Quédate escondida en el edificio. Sea lo que sea, lo solucionaremos. La Fuerza nos guiará. Avísame si te ves en peligro.''"<br />
<br />
''"Sí, maestro."''<br />
<br />
<br />
Ide empezó a vestirse. Se acercó a las paredes de transpariacero, y se sentó en pose de meditación.<br />
<br />
==Visiones==<br />
<br />
No pudo concentrarse, perdía el foco constantemente. Pensaba en Arakosia saltando, corriendo y ocultándose, peleando cuando una de las patrullas daba con ella; mientras se dejaba llevar por su instinto para encontrar un lugar cómodo y seguro.<br />
<br />
Y en Vima y su posible reacción. El pánico que mostraban todos los que la conocían era un referente claro de lo que era capaz.<br />
<br />
Ide suspiró, y abrió los ojos. En el exterior, el tráfico caótico de Nar Shaddaa se desparramaba en todas direcciones desde el Palacio del Dolor. En el interior de un vehículo, hubo un movimiento violento y un resplandor; y la mitad del parabrisas se volvió roja. El vehículo hizo un extraño, y luego se reincorporó al tráfico como si no hubiera pasado nada.<br />
<br />
En una de las azoteas, dos humanoides luchaban. La sensación de distancia era engañosa, e Ide se dio cuenta de que los cristales eran del tipo "ojo de águila"; hechos de un material transparente conectado a un ordenador, que reconocía dónde se estaba mirando y modificaba su forma para aumentar el grado de detalle.<br />
<br />
Uno de los humanoides le rompió un tobillo al otro, que cayó. El otro apenas se sostenía en pie. Se alejó, arrastrándose apenas, hasta el borde del tejado, y cogió una bolsa de plástico vacía. Comenzó a llenarla de cosas que parecían pequeñas y pesadas, y de vez en cuando levantaba la bolsa con un brazo, con gesto apreciativo.<br />
<br />
Renqueó hacia el humanoide caido, que había conseguido, mientras tanto, darse la vuelta para quedar boca arriba. Hablaron un poco. De repente, el que estaba de pie movió la bolsa de plástico con una trayectoria circular, por encima de su cabeza, y luego de arriba abajo sobre el caído. Y luego lo hizo de nuevo, otra vez, y otra...<br />
<br />
Ide se sintió una punzada en el estómago. Todo parecía girar en torno al dolor y la muerte en este planeta.<br />
<br />
Volvió a cerrar los ojos para volver a intentar meditar.<br />
<br />
En esta ocasión no se dejó distraer.<br />
<br />
Ella estaba desnuda y en cuclillas sobre una delgada guía de metal, por encima de un abismo insondable. Un poco por encima de ella había una pasarela por la que se alejaba una patrulla de búsqueda. Dos de ellos querían matarla rápidamente. Los otros cuatro querían hacerle sentir muchísimo dolor, y luego capturarla. Un pequeño charco de líquido transparente se había acumulado alrededor de su pie derecho, e Ide vio que había un reguero que se podía rastrear hasta la entrepierna.<br />
<br />
{{flashback | <br />
<br />
"Te drogaron. La especia roja... te introduce en un éxtasis sexual. Y te produce síndrome de abstinencia. Y... lo que recuerdas es la terapia de choque para evitar la dependencia. Decidí que... era mejor así, a usar a<br />
unos extraños."}}<br />
<br />
Ide detuvo el flujo temporal durante unos instantes. Luego lo movió lentamente hacia delante, para estar seguro de que no se perdía nada.<br />
<br />
{{flashback | Gozo. "Era verdad. Lo hemos hecho de verdad. No era el mejor de los sueños... era mejor que en los sueños. Es porque era verdad. Por eso lo sentía con tanta claridad, como ahora, que es como aire fresco, que huele tan bien... y sentí revelaciones, sentí que la Fuerza podía canalizarse por mi cuerpo sin esfuerzo, dejando que la energía se remanse; manteniendo la armonía, dejando que la Fuerza se guíe, siendo el surco por donde la Fuerza se derrama..."<br />
<br />
Duda. "¿Y si esto no es correcto? ¿Y si Ide tiene problemas por haber hecho esto? ¿Y si, por mi culpa, nos obligan a separarnos? ¿Y si lo castigan por mi culpa? ¿Y si nos expulsan? ¿Y si nos matan?"<br />
<br />
Confianza. "Ide sabrá lo que hacer. Ide hará lo correcto. Ide pensará en mí. Ide me dirá qué, Ide me dirá cómo, Ide me dirá cuándo. Ide buscará mi bien."<br />
<br />
Esperanza. "He tenido sexo, y ha sido la primera vez en mi vida que ha sido sin miedo y sin dolor. Ha estado muy bien. Ha sido maravilloso, y he aprendido mucho. ¿Podremos repetirlo? ¿Podremos repetirlo mucho? Tantas cosas que aprender, tantas cosas que demostrar... hay cosas que he experimentado, sin querer experimentarlas; y ahora me alegro de haberlas experimentado, porque puedo convertirlas en algo bueno; porque puedo aprender de ellas, y aún no sé cómo; y la respuesta está en su cuerpo y en el mío, y pronto, pronto... ojalá que pronto..."}}<br />
<br />
Ide perdió un poco de foco. "De todas formas", pensó, "creo que eso era todo".<br />
El ascensor volvió a activarse. El suelo se abrió y Vima, todavía desnuda, apareció en la Joya Gloriosa. Su rostro era impenetrable, y luego se hendió en una media sonrisa.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
-¿No has pedido nada? ¿Ni a nadie? -suspiró teatralmente. Luego, viendo el gesto levemente tenso de Ide, su tono pasó a uno más formal- Eh... tu padawan se ha escapado. Parece que tu premonición respecto al equipo de implantación era acertada.<br />
<br />
-Vaya... espero que no te esté causando muchos problemas -respondió él, aún algo tenso. Había esperado que llegara hecha una furia, así que cualquier cosa era mejor.<br />
<br />
-Eh... -sonrió, mientras hacía rodar sus ojos hacia arriba- Bueno, a mí no muchos, pero está haciendo una criba entre mis hombres más prescindibles.<br />
<br />
-Parece que sabes sacar beneficio hasta de las situaciones adversas -sonrió él, algo más tranquilo.<br />
<br />
-Cualquiera puede hacerlo -dijo ella, mientras desabrochaba de nuevo su cinturón-. La clave es saber que hay un beneficio potencial en toda situación.<br />
<br />
Ide no supo qué decir en ese momento. Arakosia estaba huyendo, y Vima no parecía darle importancia. Supuso que ella estaba segura de que tarde o temprano la iba a encontrar. La pregunta seguía siendo qué haría con su padawan después.<br />
<br />
Ella se echó a su lado. Ide notó que lo que había tomado por perfume (por lo bien que olía, por perfume caro), era en realidad el olor corporal de Vima.<br />
<br />
-Da la impresión de que no te importe que una de tus esclavas esté huyendo...<br />
<br />
Ella se rió, de buen humor. Se acurrucó junto a Ide, mientras posaba su mano sobre el pecho surcado de cicatrices.<br />
<br />
-Bueno, es un poco molesto, pero... pff... me ha pasado tantas veces...<br />
<br />
-Eso, o que tienes cosas mejores en las que pensar -respondió él, con una media sonrisa, mientras le apartaba un mechón de la frente.<br />
<br />
-Será eso -dijo ella, con humor-. Bueno, y que hay un protocolo muy probado para encontrar gente evadida. No hemos tenido fugas en más de setenta años -dijo despreocupadamente.<br />
<br />
-¿Ah sí? Pues has de saber que Arakosia tiene una habilidad especial para esconderse. Eso sí que se le da bien -rió-. Estuvo tanto tiempo haciéndolo... ¿Cuánto tiempo crees que se te resistirá?<br />
<br />
-Pues, si usa la Fuerza para esconderse... -hizo un cálculo rápido- ...en ocho horas más, reconfigurarán las habitaciones al modo "búsqueda fácil". El hotel será un poco menos... hum... hospitalario para los huéspedes, y el espacio libre estará todo junto. Y luego vienen los perros akk.<br />
<br />
-Ya veo...<br />
<br />
-Y luego... se pueden configurar las habitaciones para ir reduciendo el espacio donde es posible esconderse -dijo, con una sonrisa-. Todo lo que sea necesario. La principal ventaja con la que ella cuenta, es que la quiero viva... y que está sin tasar.<br />
<br />
-Qué despliegue de medios. También podrías pedirle ayuda a su maestro, encontrarla, tasarla, y ahorrarnos disgustos a todos -aún sonreía, aunque no estaba seguro de si Vima tenía intención de dejar pasar la irreverencia tan fácilmente.<br />
<br />
Ella se tomó un tiempo para responder, en el que acarició despacio el pecho de Ide.<br />
<br />
-No hay ningún disgusto para tomar. De momento, está cribando a mis lacayos más prescindibles. Los que queden serán mejores -dijo, despreocupadamente-. La ordalía que está atravesando también sirve para tasarla... parcialmente.<br />
<br />
-Y de paso aumentar su valor, para luego sacarle más a su pobre maestro, que la quiere de vuelta... -le rozó el brazo, y subió hasta casi el hombro. La miraba fijamente.<br />
<br />
Ella rió de nuevo.<br />
<br />
==Video de una fuga==<br />
<br />
-Mmm... sí, todo son ventajas... -dijo con voz melosa- ¿Quieres ver la grabación del video de seguridad, donde se escapa?<br />
<br />
Él sonrió ampliamente a modo de respuesta, y asintió levemt. Ella habló, con voz alta y clara:<br />
<br />
-Control Central, reproducir video. Título Dolor Arakosia Uno.<br />
<br />
<br />
La sala volvió a oscurecerse, y sobre la mesa se proyecto un holovídeo. Era una sala médica, y en ella había varios tanques de bacta. Casi todos estaban vacíos, y en uno de ellos flotaba Arakosia.<br />
<br />
Bajo los párpados cerrados, sus ojos se movieron. Se agitó levemente. Un monitor junto a su tanque comenzó a parpadear.<br />
<br />
Una especie de droide (médico, supuso Ide, aunque no reconoció el modelo, parecido a un taburete) se acercó rápidamente. Se paró frente al monitor, y se marchó por la puerta.<br />
<br />
Regresó con un grupo de tres humanoides, vestidos con ropa de trabajo. En las manos llevaban varios instrumentos, que dejaron en una pequeña bandeja junto al tanque.<br />
<br />
Manipularon el monitor, con práctica y confianza, y cierto aburrimiento.<br />
<br />
El tanque de bacta comenzó a vaciarse. Se vació. Arakosia quedó hecha un ovillo en el suelo.<br />
<br />
<br />
Abrieron el tanque, y la sujetaron para colocarla en la mesa de operaciones en el centro de la habitación. La manipulaban como un peso muerto. Uno de ellos sujetó una máquina grande, y la dirigió a la cara de Arakosia.<br />
<br />
Ella se movió tan rápido que la grabadora no lo registró. El hombre voló dos metros hacia atrás y chocó contra un tanque vacío. La máquina quedó un momento en el aire, pero ella la pateó contra otro de los técnicos.<br />
<br />
Él la sujetó con ambas manos, mientras su compañero dirigía un arma contra Arakosia.<br />
<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Si hay algo que se le da bien, es escapar -intervino.<br />
<br />
-Ya veo -dijo ella, apreciativamente.<br />
<br />
<br />
<br />
Ella sujetó el arma al mismo tiempo, y no se molestó en forcejear para arrebatársela. La desvió lejos de sí, para que no pudiera dispararle, y lanzó su mano engarfiada contra el rostro del hombre. El movimiento no se podía apreciar claramente, pero el grito del hombre fue desgarrador, y la sangre comenzó a correr a chorros por las mejillas. El segundo técnico se quedó sobrecogido por la visión, y reaccionó tarde, accionando la máquina, que lanzó una nube de gas.<br />
<br />
Ella se movió sin soltar su presa, y al moverse se podía ver cómo tenía dos dedos de la mano izquierda dentro de las cuencas de los ojos, y giró sobre sí misma para lanzar al hombre, que seguía aullando, contra la nube. La aspiró entera, y cayó al suelo inconsciente.<br />
<br />
<br />
<br />
El técnico que quedaba y Arakosia se miraron durante un momento, y él disparó el arma una vez más. Ella no se movió, y la nube impactó contra su rostro. No tuvo ningún efecto.<br />
<br />
El técnico dejó caer el anestesiador, y extrajo un arma; pero al mismo tiempo Arakosia lanzó contra la cara del hombre lo que llevaba en la mano, algo pequeño y pringoso que chocó con fuerza, cegándolo al romperse. Ella saltó justo detrás, y lo golpeó con tanta fuerza que su cuerpo se arqueó con fuerza mientras volaba por el aire.<br />
<br />
<br />
No dedicó ni un momento a ver cómo caía. Su mirada se posó brevemente por todos los objetos de la sala, y se dirigió hacia un contenedor metálico, de un metro por medio metro. Lo golpeó con la mano cerrada. No se abrió. Lo golpeó de nuevo. Observó la muesca que quedaba, y cogió el contenedor cerrado. La puerta se abrió de nuevo, y entró un hombre armado (tras él se veía más gente, pero el video estaba centrado en la sala de reanimación). <br />
<br />
<br />
Disparó dos veces, y Arakosia paró los disparos con el contenedor. Luego pateó una máquina caída en el suelo, desviando el arma mientras saltaba contra el hombre. Lo golpeó con el recipiente metálico en la cara, cayó a sus pies, lanzó un puñetazo contra la entrepierna, saltó en vertical y empujó con ambas piernas contra el pecho del guardia, que chocó contra sus compañeros. Ella saltó contra el batiburrillo de guardias.<br />
<br />
<br />
La habitación quedó vacía, excepto por el técnico dentro del tanque de bacta, el hombre anestesiado y sin ojos del suelo y el que había chocado contra la pared y el suelo de la esquina. No había movimiento en la escena, excepto por los charcos de sangre, que se extendían rápidamente.<br />
<br />
Vima sonreía.<br />
<br />
==Cosas sobre Vima==<br />
<br />
-Esa chica tiene potencial...<br />
<br />
-Sabe improvisar. Es rápida pensando. Sabía que podía llegar lejos cuando la tomé como discípula -dijo él, descansando en cada palabra.<br />
<br />
-Hm-hmm -murmuró Vima mientras asentía. Ide sintió que volvía a bajar sus defensas. La visión de la sangre extendiéndose por el suelo la había excitado.<br />
<br />
Él aprovechó para buscar en ella. Estaba preocupado por lo que podía pasarle a Arakosia, una vez fuera capturada. Y por lo que le podía pasar durante la captura.<br />
<br />
-Tienes... una afinidad especial por ciertas cosas, por lo que veo -dijo él, volviendo a mirarla y rozándole la cara.<br />
<br />
-Mi afinidad es por mi entorno. Creé el Palacio del Dolor pensando en esa afinidad.<br />
<br />
Ide comprobó, desolado, que la Fuerza le transmitía muchas sensaciones, muchos pensamientos superficiales, pero no podía acceder a las capas más profundas del pensamiento. O al menos no sin alertarla. Y los resultados de un intento fallido podían ser... desastrosos.<br />
<br />
Ahora que pensaba sobre ello, Ide no recordaba haber oído hablar de ningún jedi con una técnica semejante. Aunque los caamasi podían guardar y transferir "archivos" de recuerdo, llamados memnii, y los jedi podían recibirlos. Quizá un jedi caamasi pudiera... o probablemente no.<br />
<br />
Ide reflexionó, buscando otra vía de acción.<br />
<br />
==Pensamientos==<br />
<br />
-Espero que tu entorno no se vaya a comer a mi aprendiz... es un sitio hostil para un jedi como ella... o como yo... -dijo él. Empezó a pasarle la mano por la espalda, mientras seguía concentrado en sus pensamientos... quizá mencionar a Arakosia le hiciera pensar en ella...<br />
<br />
-Mmm... -dijo ella. Por su mente pasaron un montón de imágenes en rápida sucesión:<br />
<br />
{{flashback | Tumbada boca abajo en una camilla, levanta la vista y ve a un twi'lek azul muy atractivo, desnudo de cintura para arriba; que sonríe amablemente. Ella sabe que la odia con todo su corazón.<br />
Cuando llegó a Nar Shaddaa, llevaba todas sus posesiones atadas al cuerpo: una pequeña bolsa más pequeña que un puño y un sable de luz pegado a su zona lumbar. Intentaron violarla, matarla o esclavizarla - pequeños flashes de cada escena- seis veces antes de que cayera la noche.<br />
<br />
La primera vez que negoció con un hutt, él le ofreció un puesto. Ella le ofreció un trato. Él se rió. Ella no.<br />
<br />
La siguiente vez, habían pasado tres años. El hutt parecía más delgado. Él habló. Ella sólo sonrió sarcásticamente. Él gritó. Ella no dijo nada.<br />
<br />
Todos los años que pasó temiendo que su maestro la encontrara. Hasta que tomó la decisión de no volver a tener miedo, y fue a buscarlo.<br />
<br />
En el planeta Chelloa ya no quedaba nada. Nunca supo lo que había pasado. En su pecho, la sensación de algo inacabado sería algo a lo que acabaría por acostumbrarse.<br />
<br />
En una habitación muy brillante, un alienígena le dice que no está seguro de la especie de su padre. Al parecer, sus células no se degradan, o lo hacen tan despacio que no hay forma de saberlo con certeza. La sensación en su pecho sigue ahí, nunca se ha ido, pero la conversación con el científico hace que sea dolorosamente consciente de que probablemente no hay nadie en el universo con quien pueda identificarse.<br />
<br />
Esa chica... se parece a una que fue secuestrada hace más de quinientos años. Se parece un poco. }}<br />
<br />
La mirada de Vima parecía fija en algo lejano. Ide no modificó su postura. Siguió allí con ella, tocándola suavemente, escuchándola sin que ella lo supiera. Esperando que ella diera el siguiente paso. En cierto sentido, esa habitación, la calma, y los pensamientos de Vima, eran parte de su relación con ella. Ide no supo decir si estaba empezando a gustarle.<br />
<br />
{{flashback| Y de aquella chica... qué se había hecho de ella. Y cómo.<br />
<br />
Dolor, tortura, un entrenamiento inhumano, para volverla sobrehumana, para hacer de ella un poder en la galaxia...<br />
<br />
Abrazar el dolor, aprender la tortura, hacer de las emociones un instrumento bien afinado para aumentar la capacidad de usar la Fuerza. Hasta que se graduó...<br />
<br />
El combate contra aquel droide asesino casi la mató, pero su maestro parecía satisfecho: `Has dado tus primeros pasos en un camino infinito´ le dijo.<br />
<br />
Y tanto. Pero no conducía a donde tú querías, maestro... sino a donde quise yo. Seguro que los antiguos sith no estaban pensando en esto, precisamente.}}<br />
<br />
Vima sonrió cuando sus pensamientos la llevaron a este punto.<br />
<br />
{{flashback| A esa chica que hay abajo... nadie le ha dado la opción de tomar su propio camino. Secuestrada por unos y otros... Yo podría hacer por ella lo que mi maestro hizo por mí... no lo que quería hacer, lo que hizo. Podría hacerla poderosa y libre.<br />
<br />
Y ella, al volver la vista atrás, pensará: 'Ella evitó que me convirtiera en un instrumento en esta guerra entre sith y jedi'.<br />
Pero tengo que ver si vale para esto. Para esto sirve esta cacería. Y su maestro... }}<br />
<br />
Acarició distraídamente la nuca de Ide.<br />
<br />
{{flashback| Ojalá pueda quedarse un tiempo aquí. Al fin y al cabo, nunca he oído que los jedi tengan un límite de tiempo para sus misiones. O que tengan que volver al templo.<br />
<br />
Él también podría aprender muchas cosas aquí. Y yo de él... me pregunto qué es lo que podría enseñarme.<br />
<br />
Por lo pronto... me excita. No sé si mi maestro hubiera estado orgulloso de mí por lo que voy a hacer ahora... voy a dejarme llevar por mis emociones, pero no para hacer daño a nadie. Más bien al contrario. }}<br />
<br />
Sonrió más ampliamente, mientras se inclinaba para besar apasionadamente a Ide. Su cabeza comenzó a bajar. Ide le devolvió la sonrisa, y acto seguido se dejó también llevar por sus emociones.<br />
<br />
<br />
==Meditaciones==<br />
<br />
Un tiempo después, ella reposaba contra el hueco en el hombro de Ide. Una alarma sonó suavemente.<br />
<br />
-¿Te buscan? -inquirió él.<br />
<br />
-Vamos a ver -dijo ella, con voz divertida. Luego, con voz firme, dijo- Control central, activar ventana de comunicación entrante.<br />
<br />
El holograma de un twi'lek se reprodujo en mitad de la estancia.<br />
<br />
-Mi señora... el plazo de inscripción libre para el Hak'un Shapp está próximo a agotarse.<br />
<br />
-Bien. Has cumplido tu cometido. Fin de transmisión.<br />
<br />
El holograma desapareció.<br />
<br />
-No pueden vivir sin ti -bromeó él-.<br />
<br />
-Cuando les dejo que hagan lo que quieran, siempre acaban traicionándome -dijo con tono cansado-. Tengo que atarlos en corto...<br />
<br />
Él sonrió. Estaba buscando la forma apropiada de sacar de nuevo el tema de Arakosia, y el trato que antes él había sugerido.<br />
<br />
Su sentido de la diplomacia, acentuado por la Fuerza, le estaba avisando de un posible callejón sin salida. Si ella estaba empezando a ver que Arakosia podía más valiosa que la participación de un jedi en el Hak'un Shapp, podía interpretar la insistencia de Ide como un intento deliberado de engañarla.<br />
<br />
Pero ella tampoco se había decidido por retenerla. Era un ser poderoso y longevo, que no hacía tratos a la ligera, y que no tenía ninguna prisa.<br />
<br />
Ide se echó para atrás y se tumbó, acompañando poéticamente el retroceso en su plan. La verdad es que no estaba acostumbrado a negociar cosas para él. Su experiencia diplomática siempre había girado en torno a las necesidades de otros. Pero ahora con Arakosia... Arakosia era su aprendiz. Era algo suyo. Y la idea de perderla...<br />
<br />
Tragó saliva. Cerró los ojos, sumergiéndose en una ceguera momentánea para cambiar el rumbo de sus pensamientos. La Fuerza le ayudaría y le guiaría. Tenía que escuchar a la Fuerza. Como hacía sólo unos segundos, cuando le había insinuado que no debía apresurarse con Vima. En cualquier caso, ella no quería hacerles daño. Ni a él ni a Arakosia. Ella quería... ver libre a Arakosia, libre para elegir. <br />
<br />
No tenía muy claro por qué, pero igual una meditación posterior podría aclarar las cosas. Por otra parte y por otros motivos, también lo quería a él. No había motivo para preocuparse por ahora. Los sentimientos de Vima no podían desembocar en nada malo. O al menos eso parecía.<br />
<br />
Se quedó así, con el rostro ligeramente severo, las manos detrás de la nuca a modo de almohada improvisada, y los ojos cerrados.<br />
<br />
La sintió acercarse, por el peso sobre el suelo, por el movimiento del aire y su presencia en la Fuerza, centrada en él. La escuchó inclinarse sobre él, y calculaba que estaría a unos veinte centímetros de su cara.<br />
<br />
Luego oyó su voz, juguetona:<br />
<br />
-Qué serio -luego en tono desenvuelto, como si estuviera hablando de otra persona-. ¿Sabes? Tienes la expresión de alguien que está preocupado por algo importante...<br />
<br />
==Vima intuyendo==<br />
<br />
Él sonrió brevemente, como quitándole importancia, con los ojos cerrados aún. "''Maldita sea... si ese cacharro es machacado en el torneo...''", se oyó pensar.<br />
<br />
-A los jedi todo nos parece importante. Ya sabes.<br />
<br />
La escuchó respirar más despacio, como concentrándose. Luego, la escuchó hablar dubitativa:<br />
<br />
-¿Has... dicho algo en voz alta?<br />
<br />
Sintió una breve agitación en la Fuerza, como si todo desafinara brevemente...<br />
<br />
-¿Has dicho algo de un torneo? -se detuvo un momento, como considerando el sonido de sus palabras en voz alta- Un torneo. El Torneo. El Hak'un Shapp. Te interesa. -dijo cada vez con más seguridad-. Te interesa mucho.<br />
<br />
Ide mantenía los ojos cerrados, pero la escuchaba sonreir.<br />
<br />
-Quieres... quieres participar, o... no, estás interesado en uno de los participantes. Él tiene lo que buscas. O lo ha tenido. O se lo ha llevado -contuvo la respiración un instante. Luego habló de nuevo, muy despacio, emocionada-. Se-cues-tra-do. Eso es muy probable, al Hak'un Shapp se apunta la gente más peligrosa y despiadada de la Galaxia.<br />
<br />
Él se sintió un poco como la primera vez que Arakosia le escuchó pensar. No podía dejar de sentir cierto orgullo de maestro. Buscó la imagen de Morg de sus recuerdos, viéndolo luchar en las imágenes que le mostró Kenter. Y el recuerdo de la punzada en el estómago cuando fue consciente de que podía ser destruido, y que su desaparición se llevaría consigo el rastro de Kurel. Y estaba tan cerca de recuperarlo...<br />
<br />
-Morg... es uno de los favoritos de este año. No puedo sacarlo de la competición -dijo, con voz reflexiva-. Pero eso ya lo sabías, o lo intuías. Por eso... quieres participar en mi torneo. Para encontrarlo e interrogarlo en persona -sonrió-. Me parece bien.<br />
<br />
-Era una opción -abrió los ojos, y la vio tal y como la intuia, muy cerca. Enarcó una sonrisa amable-. Pero no parecías muy ilusionada al respecto. Supongo que en parte porque no querías precipitarte cambiando a Arakosia, lo cual es razonable. O a lo mejor porque no querías arriesgarte a perderme -su expresión se tornó algo más pícara, y aunque había sonado ligeramente burlón, era consciente de que su afirmación no era del todo una broma.<br />
<br />
-El Hak'un Shapp es peligroso. Está pensado para ser peligroso, de hecho -dijo con voz neutra-. Pero tú quieres participar para interrogar a ese droide antes de que lo haga pedazos cualquiera con un rifle de iones... lo cual es comprensible.<br />
<br />
Ide asintió a modo de respuesta.<br />
<br />
-Eso no tiene nada que ver con regalar un esclavo sin tasar -dijo, con una ligera dureza en la voz-. Habitualmente los participantes pagan grandes cantidades de dinero, y además se inscriben con meses de antelación. Ni siquiera tendría que dejarte participar, sabes... ya tengo un cartel bastante bueno, en realidad.<br />
<br />
Él no pudo evitar fijarse en que ella había empezado respondiendo por la parte que le concernía a él mismo. En cualquier caso, no había necesidad de seguir hablando del tema. Arakosia estaría bien por ahora, y él entraría en el Hak'un Shapp e interrogaría a Morg.<br />
<br />
Y después, la Fuerza proveería el camino.</div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIIHumo y Vapor III2013-06-26T18:36:29Z<p>El Universo: /* Meditaciones */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26aGR, 20:25 horas.'''<br />
<br />
<br />
A medida que Ide se fue acercando a la Flor Esquiva, percibió un olor apetitoso. Poco antes de llegar se hizo obvio que Delia, o quien estuviera en la cocina, no se limitaba a preparar bebidas.<br />
<br />
Casi la mitad de las mesas estaban ocupadas con sintientes cenando; y tanto Delia como Sira servían las mesas.<br />
<br />
Ide se acercó a la barra, y aprovechando un breve momento de calma, habló con Delia, la cual se había acercado a la barra.<br />
<br />
-La idea era que Sira comiera algo, no que se pusiera a trabajar... -dijo Ide con humor.<br />
<br />
-No he podido retenerla -repuso Delia con una sonrisa-. Supongo que no está acostumbrada a permanecer quieta mientras los demás trabajan a su alrededor...<br />
<br />
Sira se aproximó a la barra, e inclinó la cabeza respetuosamente cuando vio a Ide. No dijo nada.<br />
<br />
-Yo pensaba que querrías comer algo... pero parece que has decidido echarle una mano a Delia -dijo, sonriendo-. Lo que te haga más feliz. -Miró a Delia-. ¿Crees que puede quedarse contigo, o levantará sospechas? No se me ocurre un lugar seguro donde pueda estar, mientras resuelvo... lo que tengo pendiente aquí.<br />
<br />
-Puede quedarse, desde luego... todo el mundo pensará que Vima me ha puesto un refuerzo, o que pronto va a reemplazarme... pero si me voy pronto de Nar Shaddaa, nada de eso importará -dijo, mientras posaba una mirada de desesperación contenida sobre Ide.<br />
<br />
-Vima me ha invitado a cenar. De hecho, debería notificar que estoy aquí de alguna forma, creo que me iban a avisar.<br />
<br />
Los ojos de Delia se abrieron considerablemente. Un pánico primordial creció en ella, sólo para ser ahogado por una férrea fuerza de voluntad. Con voz muy controlada dijo:<br />
<br />
-Si... quieres alejar la atención de Sira, será mejor que no llames desde aquí.<br />
<br />
-Cierto, cómo he podido ser tan tonto.<br />
<br />
No lo dijo, pero intuyó que el horror de Delia no se debía sólo a la posible sospecha que podría levantar.<br />
<br />
-Me iré a una de los balcones de las zonas de descanso -apuntó, mientras se levantaba del asiento-. Espero que sigáis bien por aquí. Si te enteras de algo sobre... bueno, él, avísame. Sira tiene mi número de comunicador.<br />
<br />
-Lo haré -su expresión parecía muy angustiada-. Ten mucho cuidado.<br />
<br />
-No te preocupes, sé cuidarme -dijo con una sonrisa, y salió del bar.<br />
<br />
==Contacto==<br />
<br />
Cuando llegó a uno de las zonas de descanso de las plantas intermedias avisó a la recepción de que estaba allí mediante uno de los terminales disponibles. Cuando lo hubo hecho, se acercó a una de las ventanas de transpariacero. No debían tardar mucho en avisar, ya era casi la hora de la cena.<br />
<br />
Efectivamente, la terminal se iluminó en menos de diez segundos. Apareció una figura humanoide, que no hizo sino decir: "Espere, por favor. Alguien llegará para acompañarlo en breve."<br />
<br />
No habían transcurrido ni cinco minutos cuando apareció de nuevo el mismo hombre bien vestido que le había recibido cuando bajó de su nave la última vez. Se inclinó cortésmente a modo de saludo.<br />
<br />
-¿Desea que le indique el camino a la Joya Gloriosa, señor?<br />
<br />
-Si es tan amable -respondió educadamente Ide.<br />
<br />
-Acompáñeme, por favor.<br />
<br />
Recorrieron un camino corto y estéticamente agradable, que incluía un par de turboascensores muy bien decorados; y en breve la vista que se apreciaba por las ventanas se volvió espectacular. Desde la parte superior del Palacio del Dolor el paisaje abarcaba una porción considerable de Nar Shaddaa, que, dada su heterogeneidad arquitectónica, daba la impresión de un todo homogéneo armonioso que se rompía en millones de detalles aparentemente incongruentes; como una gigantesca escultura fractal.<br />
<br />
Al parecer, la Joya Gloriosa ocupaba la última planta del Palacio. Era una estancia relativamente íntima, de unos cuatro por cuatro metros, a la que se accedía por un ascensor de dos plazas desde la planta inmediatamente inferior. Apenas tenía mobiliario.<br />
<br />
Una mesa, y dos sillas una frente a otra. En la mesa brillaba un candelabro, con cinco velas ardiendo suavemente; y en una de las sillas había una mujer que no aparentaba más de veinte años, vestía una camisa sencilla y bebía agua de una copa de cristal; mientras miraba atentamente por la ventana.<br />
<br />
Ide esperó a que ella hablara. Cuando lo hizo, fue con una voz cristalina y bien modulada. Ide no pudo evitar pensar que era espléndida voz de soprano.<br />
<br />
-Buenas noches -dijo mientras sonreía cálidamente-. Soy Vima Da'Motta. Tome asiento, por favor, si antes no desea disfrutar de las vistas.<br />
<br />
-Gracias, señora Da'Motta. Hay que reconocer que la Joya Gloriosa ofrece una vista privilegiada de Nar Shadda. Tiene usted un hermoso hotel.<br />
<br />
-Si lo desea, puede tutearme -repuso, mientras se encogía levemente de hombros-. Francamente, nunca le he dado mucha importancia al protocolo.<br />
<br />
-La verdad es que me resulta algo extraño hablar de usted a alguien tan joven -Ide mantuvo el tono afable, pero lo que le resultaba verdaderamente extraño era pensar que Vima Da'Motta tuviera una cara amable -.Llámame Ide, pues.<br />
<br />
Sonrió aún más ampliamente. Durante unos segundos parecía que no sabía qué decir.<br />
<br />
-Excelente. ¿Tienes ganas de cenar algo ligero, o prefieres algo más consistente?<br />
<br />
-No suelo cenar mucho. Comer mucho por las noches no me deja dormir bien.<br />
<br />
-Algo ligero, entonces... ¿comida calamariana?<br />
<br />
-No he tenido el gusto antes. Confío en tu buen gusto.<br />
<br />
-Pescado, una especie de galletas de algas... espero que te guste.<br />
<br />
Una sección circular de la mesa se abrió frente a ellos dos, y apareció un plato de algo que parecía ensalada de pescado, y que olía deliciosamente.<br />
<br />
-¡Al ataque! -dijo Vima, mientras cogía el tenedor. Se detuvo de repente, mientras miraba a Ide- Ah... ¿los jedi tenéis alguna costumbre especial para antes de comer, una oración o algo?<br />
<br />
-Oh, no, en absoluto. La Fuerza no necesita alabanzas ni consagraciones -sonrió, y cogió su tenedor.<br />
<br />
Vima parecía aliviada.<br />
<br />
-Oh, bien -dijo mientras pinchaba la ensalada. Ide comió, esperando que ella hablara.<br />
<br />
==Sorpresas==<br />
<br />
Durante unos minutos, ella no hizo sino comer y observar a Ide con curiosidad. Ide pudo oir una música, en el límite de lo audible, algo parecido a ópera. Ella pareció darse cuenta al mismo tiempo que Ide.<br />
<br />
-Sabes, la música cantada sin acompañamiento musical es una de las artes universales -dijo con voz animada-. Junto a la pictografía y la danza, creo. Luego los eruditos debaten sobre si la percusión debería ser considerada universal... y la narrativa, claro -hizo un gesto juguetón-. Siempre están debatiendo sobre la universalidad de la narrativa, y peleándose con los lingüistas.<br />
<br />
-Soy más una persona de ciencias que de humanidades, he de reconocer. No soy tan docto en estos temas... sin embargo aprendí de pequeño a tocar. Es el único arte al cual me encuentro vinculado.<br />
<br />
Ella parecía encantada.<br />
<br />
-¡Oh, es fantástico! Yo misma también aprecio mucho la música. El baile también, claro -hizo un gesto descuidado-, pero no tengo una verdadera base teórica para poder apreciarlo apropiadamente.<br />
<br />
-¿Tocas algún instrumento?<br />
<br />
-Canto -dijo mientras sonreía pícaramente-. Lo que suena, lo canté yo -dijo mientras se ruborizaba ligeramente-. Es... un descuido por parte de mi mayordomo. Ahora parece que quiero alardear o algo...<br />
<br />
-En absoluto. No es alardear mostrar cuando es apropiado aquello que uno sabe. La humildad extrema es casi tan mala como el orgullo descarado -se paró unos segundos-. Me gustaría oirte cantar.<br />
<br />
Ella se ruborizó.<br />
<br />
-Oh, no podría... -se quedó mirando a Ide unos segundos, como pidiéndole permiso.<br />
<br />
-Si ayuda, puedo cambiarte una pieza de mi flauta por una obra cantada por ti.<br />
<br />
-Bueno, bien... Entonces voy a levantarme.<br />
<br />
Se puso en pie despacio, e Ide pudo observar que no era muy alta ni robusta. Parecía una especie de muchacho, aunque algo en su complexión le recordaba a los padawan del templo.<br />
<br />
Y de su cadera derecha colgaba un sable de luz.<br />
<br />
==Intercambios==<br />
<br />
Cerró los ojos, e inspiró profundamente dos o tres veces. Cantó una nota, como para afinarse; y luego comenzó a cantar.<br />
<br />
Espectacularmente. La pieza, cantada a capella, estaba en un idioma que Ide no reconoció, pero la complejidad técnica no le pasó desapercibida. Posteriormente, fue la expresividad de la voz lo que le llamó la atención. Algo dentro de él no estaba preparado por completo para la avalancha de ternura que se derramaba en cada nota, para la lucha que se denotaba tras cada cambio repentino de registro.<br />
<br />
Acabó, de una forma que se asemejaba mucho al principio. De alguna forma, Ide percibió al final una riqueza de matices que no había notado la primera vez.<br />
<br />
Ella suspiró profundamente. Abrió los ojos de nuevo.<br />
<br />
-¿Te ha gustado?<br />
<br />
-Ha sido... inesperadamente hermoso y emotivo. Una bella ejecución, sí señor.<br />
<br />
Sonrió de nuevo. Parecía acalorada. Parecía incapaz de hablar. Se sentó despacio.<br />
<br />
-Muchas gracias -dijo con un hilo de voz.<br />
<br />
-Ha sido toda una grata sorpresa, sí señor. Reconozco que no esperaba encontrar esto esta noche.<br />
<br />
Ella enarcó una ceja, mientras miraba divertida a Ide.<br />
<br />
-Bueno, pensaba que me querías para hablar... no sé, de negocios, o algo parecido -sonrió ligeramente-. No esperaba encontrarme hablando de arte y música contigo.<br />
<br />
-Bueno -dijo con voz jocosa-, es un poco rudo, incluso aquí en el borde medio, ponerse a hablar de negocios en cuanto se sienta uno a la mesa...<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Creo que me toca... aunque sea poco apropiado. No sé si estaré a la altura.<br />
<br />
-Por favor -dijo ella con una ternura que no parecía fuera de lugar.<br />
<br />
Ide se levantó y se separó un poco de la mesa. Sacó su flauta, guardada en el estuche. Dejó la caja sobre la silla y la montó suavemente, sin prisa. Cuando estuvo armada, miró a Vima, y sonrió otra vez. Se colocó erguido, como si estuviera en un recital de verdad. Cerró los ojos, y se rindió a las ondulaciones de la Fuerza, como siempre que hacía cuando producía música.<br />
<br />
Comenzó la ejecución con un pasaje sencillo, de poca dificultad técnica pero que transmitía mucha emotividad. De alguna forma, toda su preocupación y su sentido del deber se podían percibir tras la melodía. A medida que se relajaba, sintió como la Fuerza lo inspiraba, complicando el pasaje principal, guiándolo en trémolos y escalas que se enlazaban sin que él mismo supiera muy bien cómo enlazarlas, hasta el último momento. Y enlazaban bien. De repente, Ide se dio cuenta de que había terminado.<br />
<br />
Vima aplaudía muy contenta:<br />
<br />
-¡Eso ha estado muy bien! ¿Todos los jedi saben tocar tan bien como tú, o es un talento singular tuyo?<br />
<br />
==Charla sobre jedi==<br />
<br />
-Bueno, todos los jedi saben hacer algunas cosas bastante bien, cuando se sintonizan con la Fuerza. Yo tuve esa bendición desde pequeño. No sirve para el combate, pero me proporciona momentos muy hermosos.<br />
<br />
-El combate está sobrevalorado -dijo ella con una breve carcajada-. ¡El combate es de bárbaros! -añadió, divertida- ¿No has pensado en dedicarte exclusivamente a la música?<br />
<br />
-No soy tan bueno... y en cualquier caso, ser jedi es un trabajo muy satisfactorio. Aunque tu especialidad no sea el combate -sonrió.<br />
<br />
-Satisfactorio y sacrificado, según tengo entendido.<br />
<br />
-No es un sacrificio lo que se ofrece de buena voluntad. Si lo miras así, somos todos voluntarios.<br />
<br />
-Bueno, si le explican a uno con todo lujo de detalles lo que podría pasar, supongo que sí. No es -dijo con voz inocente- como si adoctrinaran lactantes o algo.<br />
<br />
-Entramos... bueno... se suele entrar muy joven en el Templo. Pero no se obliga a nadie. Se entrena a los seres sensibles a la Fuerza, y según su evolución se les entrena como jedis, o se les enseña otro oficio en el que sus habilidades puedan ser útiles. Supongo que no es una demostración formal, pero no debe ser tan malo: para los chicos es todo un orgullo ser seleccionados como padawan -por un corto instante, a Ide se le torció la sonrisa, al recordar la fiesta de despedida que sus compañeros dieron a Arakosia.<br />
<br />
-Comprendo -dijo con voz reflexiva-. Y, si no es molestia preguntar, ¿qué hace un jedi tan agradable en Nar Shaddaa?<br />
<br />
==La vida en Nar Shaddaa==<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la consciencia de Ide. Recordó con quién estaba hablando, y el nombre de esta persona tan amable que le había invitado a cenar.<br />
<br />
-Buscar algo que se me ha perdido -dijo afablemente-. Reconozco que no es el sitio más... compatible con nuestras creencias y principios.<br />
<br />
-Debe de ser duro -dijo ella.<br />
<br />
-No creo que vivir en Nar Shaddaa sea fácil para nadie, si me permites la observación.<br />
<br />
-No lo es -dijo, con una súbita dureza-. Para nadie. Ni para los hutt.<br />
<br />
-Estoy seguro. He tenido la oportunidad de conocer a algunos, incluso de forma algo más personal. Siempre me ha dado la impresión de que toda la crueldad de este mundo proviene de un sencillo principio... ''matar o morir''.<br />
<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-De alguna forma... o algo peor -pareció reflexionar un instante-. Un rival muerto... está simplemente muerto. Otro vendrá a ocupar su lugar, y la lucha te habrá debilitado. Si quieres sobrevivir, tienes que esclavizar a tus rivales. Así, no sólo dejan de amenazarte, sino que trabajan para ti -reflexionó un instante-. Por supuesto, sería mejor convertirlos en aliados... pero en Nar Shaddaa no existe esa posibilidad.<br />
<br />
-Es quizá eso lo que me desconcierta y desconsuela a partes iguales -dijo el jedi con una mueca-. Sin embargo...<br />
<br />
-¿Sí?<br />
<br />
-Tú... no pareces pertenecer a este mundo -dijo Ide, con un uso consciente del verbo parecer-. Esta sala, este hotel, a ratos. Esta cena.<br />
<br />
-Bueno, no soy de aquí. Llegué cuando tenía más de treinta años -escrutó la expresión de sorpresa de Ide-. Supongo que no aparento mi edad.<br />
<br />
-En absoluto. Lo mostré claramente en mi segundo comentario de esta noche.<br />
<br />
-Pensé que era una frase de cortesía -dijo mientras sonreía.<br />
<br />
-No hace falta mentir para ser cortés -añadió el.<br />
<br />
-Bueno, supongo que podría haber algunas especies en la galaxia que me consideraran joven... -su cara se volvió reflexiva- ...aunque no me imagino cuáles podrían ser.<br />
<br />
-¿Y a qué te dedicabas antes, no es mucho preguntar?<br />
<br />
-Pues, hasta los doce años fui ayudante de laboratorio de mi madre. Ella fue una científica arkaniana de bastante éxito, sabes... y un poco paranoica. En cuanto tuve edad para ello, me dediqué a asistirla.<br />
<br />
-Y acabaste en Nar Shadda dirigiendo el Palacio del Dolor. No es una carrera científica estándar, eso está claro.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
==Historia antigua==<br />
<br />
-Poco después de mi decimosegundo cumpleaños, fui secuestrada. Veinte años más tarde llegué aquí -sonrió amargamente, como recordando un pasado poco agradable-. En ese momento, sólo buscaba un sitio donde esconderme. Pensé que me iría pronto de aquí, que volvería con mi madre.<br />
<br />
No dijo nada más. Su expresión mostraba un dolor a duras penas contenido. Por un momento, Ide no supo qué decir.<br />
<br />
-Esto confirma mi teoría. Nar Shaddaa no acoge a nadie con los brazos abiertos -sonrió-. No creo que haya más bárbaros que en Coruscant. Es sólo que el sistema de aquí los beneficia, en cierto sentido.<br />
<br />
-Toda la población local, o al menos todos menos uno, de un grupo de diez mil; está dispuesta a traicionar a alguien por una mínima mejora de su calidad de vida. Y el uno restante, si lo encuentras, habrá llegado a su edad actual por pura suerte -se rio brevemente-. Eso, o se acaba de bajar de la astronave.<br />
<br />
-Que lo hagan no quiere decir que deseen hacerlo. Puede que sea el único camino que conozcan. O eso, o que yo he tenido mucha suerte.<br />
En el centro de la mesa apareció una bandeja donde se alineaban, sin orden aparente, muchos tipos distintos de dulces, calientes y fríos. Sin embarazo alguno, Vima cogió uno caliente, le sopló y devoró la mitad de un bocado.<br />
<br />
-Esta mañana -continuó Ide, acercando su mano a algo que parecía un pastelito de crema- conocí a un pequeño alienígena, un chadra-fan que se llamaba Tilikit.<br />
<br />
-Mmm... muy bien -murmuró-. Maldición, me he quemado.<br />
<br />
Ide sonrió ligeramente, como pidiendo permiso para continuar. Ella hizo un gesto con la mano, mientras bebía un sorbo de agua.<br />
<br />
-No era nadie. Salí de un negocio, y me preguntó si necesitaba ayuda. A cambio sólo me pidió que lo llevara a mi planeta -Ide se detuvo unos instantes, como rememorando aquello.<br />
<br />
-Intentaba engañarte -dijo ella rápidamente-. En Nar Shaddaa, si alguien se acerca a alguien, es para comerciar o engañarlo.<br />
<br />
-No he tenido oportunidad de comprobarlo. Murió defendiendo a la esclava que pilotaba mi nave, cuando me atacaron unos mercenarios que Shawman&K'Rtahn mandaron para secuestrarnos a mí y a Arakosia.<br />
<br />
-Oh -dijo ella. No parecía muy afectada-. Y Arakosia es... ¿alguien que yo debería conocer?<br />
<br />
-Oh, es mi padawan. Fue... vendida, al Palacio del Dolor esta tarde -dijo amargamente.<br />
<br />
Vima parecía encantada.<br />
<br />
==Entrando en materia==<br />
<br />
-¡Vaya! ¿Y ella también sabe tocar? -preguntó con voz jubilosa.<br />
<br />
-No -sonrió Ide-. Acaba de empezar su entrenamiento. Apenas sabe manejar el sable de luz, y no ha tenido tiempo de aprender muchas cosas. Yo... la rescaté hace poco. La tenían presa.<br />
<br />
-¿Presa? -su expresión se volvió meditabunda- Curioso... ¿Y qué tipo de cosas sabe hacer?<br />
<br />
-Bueno... sabe... -Ide dudó unos segundos-. La verdad es que, por sí sola, puede apenas defenderse, y poco más. Mi tarea es de hecho convertirla en jedi -sonrió amargamente, consciente de que había usado el tiempo presente en su afirmación.<br />
<br />
-Vaya... ¿y tardarías mucho en convertirla en jedi?<br />
<br />
-Años. En el mejor de los casos -Ide tuvo una extraña sensación, al recordar el sable de luz que pendía de su cinto.<br />
<br />
-Y... ¿es importante para ti hacer eso?<br />
<br />
Ide tragó saliva y calló durante un momento.<br />
<br />
-Cómo decirlo... es... una parte de mí es ella, y lo que ella pueda llegar a ser.<br />
<br />
-Bueno, puedes quedarte en Nar Shaddaa el tiempo que consideres necesario para convertirla en jedi -dijo con expresión pensativa-. A cambio, te acogeré en mi Palacio sin coste alguno para ti.<br />
<br />
Ide sonrió y permaneció pensativo, sin responder. Sabía que Arakosia era el punto de inflexión de la conversación, el momento en el que Vima dejaría de ser amable y cálida.<br />
<br />
==Ofertas==<br />
<br />
-Bueno, piénsalo -dijo mientras se encogía de hombros.<br />
<br />
-No... bueno, siento decirte que no es posible convertirse en jedi en esas circunstancias. Es un entrenamiento igualmente espiritual y físico, y no es compatible en absoluto con la vida de un esclavo.<br />
<br />
-Oh,vaya... -parecía levemente decepcionada- Y si ella estuviera, digamos, exenta de servicio mientras dure su entrenamiento, ¿entonces podrías?<br />
<br />
-No se puede servir a la Orden Jedi y a otro señor a la vez, Vima. Como bien dijiste antes, es una vida sacrificada.<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-En fin... una lástima.<br />
<br />
Permaneció en silencio unos segundos. Cogió otro pequeño postre y se lo metió entero en la boca.<br />
<br />
-Me imaginaba que te agradaría la compra de mi aprendiz. Y entiendo que no tendrás el menor interés en vendérmela -dijo Ide como si fuera algo sin importancia.<br />
<br />
Ella hizo un ligero gesto de contrariedad.<br />
<br />
-No es eso, es que todavía no sé lo que vale... podría perder k'shii fácilmente... perdón, podría perder reputación... a veces me olvido de que no todo el mundo habla hutt.<br />
<br />
-Lo entiendo, es un término muy común. Sea como sea, me interesaría recuperarla, como te podrás imaginar.<br />
<br />
-Lo comprendo, lo comprendo -hizo un gesto apaciguador con ambas manos-. Sólo digo que aún no hemos terminado de tasarla. No puedo ponerle un precio hasta entonces, ¿comprendes? Me ariesgaría mucho.<br />
<br />
-Obviamente Arakosia no es una esclava normal. Y es capaz de hacer cosas increíbles. Pero quizás haya algo que con toda seguridad sea más útil que ella.<br />
<br />
-Seguro -dijo ella con ligereza-. Todavía estará sin pulir. Debe de haber ''cientos'' de esclavos más útiles que ella.<br />
<br />
-A lo mejor yo puedo hacer algo más útil que cualquier cosa que te pueda dar ella -comentó él.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
-¡Pero eso no va así! -dijo animadamente- La cuestión es que un esclavo hará su trabajo ''indefinidamente y sin recibir nada a cambio''. Y además sabes que cualquier inversión que hagas en él la puedes recuperar en un intervalo de tiempo sólo limitado por las necesidades biológicas del esclavo.<br />
<br />
-Sí, pero a lo mejor te compensa tener a un jedi a tu servicio en tu Hak'Un Shapp al precio de un esclavo de mediana utilidad -dijo él seriamente.<br />
<br />
==Contraofertas==<br />
<br />
Ella parecía un poco sorprendida.<br />
<br />
-Bueno, sería buena publicidad... -reflexionó- Las veces anteriores funcionó bastante bien. Y los jedi participantes casi siempre sobreviven, aunque no suelen ganar -sonrió, levemente ácida-. Sin ánimo de ofender, les falta crueldad -una mínima arruga apareció en su frente-. Pero sin tasar a tu padawan, no sé si sería un trato justo. ¿Necesitas conocer mi respuesta con premura?<br />
<br />
-Prefiero saberla libre cuanto antes mejor, pero toma el tiempo que necesites, faltaría más.<br />
<br />
-Habitualmente un par de horas suelen ser suficientes, si la colaboración es buena.<br />
<br />
-Quizás... pueda ayudarte. Verás, circula por la Holored una demostración de Arakosia que probablemente te enseñarán.<br />
<br />
-...sí? -su expresión quería decir: "y respecto a ella, quieres puntualizar que..."<br />
<br />
-¿Quizá podríamos verla ahora?<br />
<br />
-Claro. Control central, buscar video en HoloNet. Rastreo de nodo local, Nar Shaddaa; fecha y hora, últimos dos días, tema: Arakosia. Ordenar por número de visitas. Ver.<br />
<br />
Sobre la mesa se hizo un cubo de luz, al principio borroso, posteriormente fue dibujándose una habitación. Sobre la cama, Arakosia estaba desnuda y drogada, e Ide estaba a su lado.<br />
<br />
==Aclaraciones==<br />
<br />
Vima parecía muy interesada.<br />
<br />
-¡Caramba! Hubiera asegurado que era demasiado joven para relaciones sexuales extensas... -miró a su enlace informático de muñeca- y ésta es una edición de hora y media, con los mejores momentos de una grabación original, ¿''de diez horas''? -miró a Ide, con expresión entusiasmada- ¡Qué maravilla! ¿Y qué deseabas comentar?<br />
<br />
Un extraño pulso de calor recorrió la espina dorsal de Ide. Se tomó un tiempo tiempo para responder, en el cual sólo se le venía a la mente una frase: "Keel, maldita rata".<br />
<br />
-Sí... eso también. Pensaba que te ibas a encontrar primero con el vídeo de la fruta.<br />
<br />
-Es por el número de visitas, supongo. Nada atrae más que el sexo y la violencia. Probablemente el otro video no incluye sangre.<br />
<br />
-Esa noche Arakosia hizo cosas espectaculares. Y se deben principalmente a dos cosas. La primera es que la drogaron.<br />
<br />
-Pero la droga sólo levanta inhibiciones. Es de suponer que, en principio, ella sería capaz de llevar a cabo... hazañas similares sin necesidad de sustancias añadidas.<br />
<br />
-No siempre. Los estupefacientes, desde el momento en el que trasladan al individuo a un estado distinto de consciencia, pueden a veces amplificar la canalización de la Fuerza. O pueden hacer todo lo contrario.<br />
<br />
Como comprenderás, si fuera tan fácil obtener superpoderes, todos iríamos siempre por ahí con una bolsita de pastillas. Depende de la ocasión, y el contexto, las drogas pueden ser muy beneficiosas, o muy peligrosas. Lo cual me lleva al segundo factor que, en conjunción con el trance de la droga, proporcionó a Arakosia semejante habilidad.<br />
<br />
-Una conjunción de factores suelen ser malas noticias. ¿De qué se trata? ¿Ira descontrolada? ¿Abandono suicida?<br />
<br />
-Yo. Ide Kanor, su maestro y mentor. Y la devoción que siente hacia él -Ide pronunciaba severamente, con orgullo, pero sin que pareciera que estaba alardeando.<br />
<br />
-Oh, mejor. Quiero decir, ese no es un factor descontrolado. Aunque, claramente, disminuye su valor para cualquier comprador potencial... -dijo con expresión ecuánime.<br />
<br />
-Quería aclararte todo esto, para que no pensaras que te he intentado engañar cuando lo vieras -terminó Ide, juntando las manos en actitud conciliadora.<br />
<br />
-De acuerdo, lo tendremos en cuenta. ¿Deseas esperar aquí mientras tanto, o hay algún otro lugar... o algo que necesites hacer?<br />
<br />
-Pues sería muy agradable poder esperar en esta sala. Es... especialmente tranquila. A no ser que me dejes bajar a dar una vuelta por el Hak'un'Shapp -en el rostro del joven emergió una sonrisa pícara-. Tengo cierta curiosidad.<br />
<br />
Ella sonrió, con coquetería.<br />
<br />
-Bueno... está claro que no sabes exactamente de qué se trata... la mayor parte del tiempo es, como la vida misma, algo gris y aburrido. Y de repente -su voz cobró una energía vibrante- se desata un vórtice de emociones, que arrastran a sus participantes al éxtasis...<br />
<br />
Era como contemplar un volcán en sus ojos. Ide no recordaba cómo había llegado a estar tan cerca de ella. Percibió su energía en la Fuerza. Poderosa, entrenada... adaptada a su entorno, en sintonía con las sensaciones que emanaba la Luna del Contrabandista.<br />
<br />
==Déjà vu==<br />
<br />
Una sensación de ''déjà vu'' invadió a Ide. Se sentía en una especie de punto de inflexión, un punto desde el cual se puede desencadenar cualquier acontecimiento.<br />
<br />
-Parece que... -intervino Ide casi con un susurro, escudriñándola en la Fuerza- encuentras cierta armonía en el Hak'un'Shapp...<br />
<br />
El tiempo parecía fluir despacio, despacio...<br />
<br />
La miró, durante un instante, con ojos que trascendían la materia física. Había poder y habilidad, entrenados hacía mucho, oxidados bajo la costumbre de no utilizar lo aprendido, sepultados tras mucho uso inconsciente e intuitivo.<br />
<br />
-Intento... -dijo ella, con voz casi inaudible- Intento disfrutar de la armonía allá donde la encuentre...<br />
<br />
-Fluyes con la Fuerza... has sido entrenada -dijo él, extendiendo la mano como para tocar los jirones de su aura sobrenatural.<br />
<br />
Ella se estremeció en su sitio, sin decir nada. Su vello se erizó antes de que Ide lo tocara. Él dudó un segundo, y luego, lentamente, acercó su mano a la de ella. Estaba de pie, al lado de la silla en la que ella permanecía. Sin tocarla, ascendió por su brazo, como un curandero buscando energía vital, dejando que la única conexión entre ellos fuera, por poco, la Fuerza.<br />
<br />
Ella no reaccionaba con una técnica definida. Se limitaba a dejar que su cuerpo fuera atravesado por la Fuerza, sin hacer nada que no pudiera hacer de forma natural. Aceptó el toque de forma pasiva, dejándose hacer.<br />
<br />
-Pero fue hace tiempo... -añadió él, con los ojos cerrados, centrándose sólo en lo que percibía por su canal sensitivo sobrenatural. Cuando llegó al hombro, posó su mano. A través de la Fuerza le llegó, abrumadora, una sensación orgásmica. Pero ella no se movió.<br />
<br />
Sólo un suspiro hubiera permitido saber, a un observador casual, por qué sus párpados vibraban y su nuca transpiraba.<br />
<br />
Ide se giró, levantó la otra mano, y la posó sobre el otro hombro. Movió los dedos lentamente, como masajeando, limpiando el incipiente sudor que había aparecido en el cuello de ella, pero de una forma sutil y precavida. Seguía con los ojos cerrados, oyendo las reverberaciones de Vima, emitiendo su propia señal en la Fuerza para oirla reflejada en ella.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
Vima reaccionaba sin pensar. Tomó aire, y lo exhaló lentamente; cerró los ojos despacio. Estaba bajando sus defensas, Ide pudo sentir algunos de sus pensamientos al azar.<br />
<br />
"Que no se detenga, por favor, que no se detenga, lo necesito, lo necesito tanto, nadie era apropiado, todos querían mi k shii, nadie podía hacerlo como un igual, si hago algo puede arrepentirse, ojalá dejara de preguntar por la Época Oscura, quiero, quiero, oh, qué bueno. En el video no salía drogándose, pero ella tampoco, ¿podrá? ¿Podrá? Oh, por favor, que no sea de los que sólo lo hacen por amor, que no haya una regla jedi absurda, que no pase nada, que lo haga, pronto, que lo haga porque lo necesito tanto..."<br />
<br />
Él se detuvo unos segundos. Después, bajó una de sus manos un poco, colocándola al principio de sus pechos, y llevó la otra detrás, a la nuca, incrustando los dedos en su pelo. Al tiempo, se giró grácilmente y se puso en frente de ella, y, con la experiencia adquirida en los años de Galmia, en un segundo que se hizo eterno, se acercó y la besó.<br />
<br />
Ella volvió a estremecerse, una vez más.<br />
<br />
"Lo ha hecho otra vez. Y todavía estamos empezando. O eso espero. Que no acabe, por favor, que no acabe..."<br />
<br />
Pero él no se detuvo. Siguió, como en otros tiempos había hecho con su Reina, con la excitación sobrenatural que sólo sentía al unirse con otros usuarios de la Fuerza, como con Anakin, como con Arakosia el día anterior. Ide perdió la noción del tiempo. Se olvidó del Hak'un'Shapp, se nubló la visión de su objetivo, de Arakosia, de Morg, de Kurel, y durante un periodo no determinado de tiempo, sólo se permitió sentir la Fuerza, y Vima Da'Motta, la cruel emperatriz del Palacio del Dolor, ahora transformada y expuesta por la letanía de placeres que se sucedieron en la habitación.<br />
<br />
El atardecer sobre Nar Shaddaa se convirtió en noche, la noche casi en amanecer. Ninguno de los dos parecía acusar el peso del cansancio. En un momento determinado, Vima cedió voluntariamente; cuando se retiró, Ide vio sangre en la cara interna de sus muslos. Se dejó caer, agotada y feliz.<br />
<br />
==Interrupciones==<br />
<br />
Suspiró.<br />
<br />
En ese momento, Ide sintió algo extraño: sobre los cristales se notaba una extraña vibración, apenas musical...<br />
<br />
<br />
"''Arakosia''", pensó instantáneamente.<br />
<br />
"''¿Maestro? Estoy despierta, y no reconozco el lugar.''"<br />
<br />
"''No te preocupes, estás a salvo, en el Palacio del Dolor. No te pasará nada. Confía en mí.''"<br />
<br />
"''¿Debo escapar? ''Puedo'' escapar.''"<br />
<br />
"''No será necesario. Puede que si intentaras escapar fuera peor. Iré a verte en cuanto pueda, te recogeré pronto.''"<br />
<br />
"''Quieren operarme. Para instalarme algo, porque... dicen que ya han esperado demasiado. Lo van a hacer en menos de dos minutos.''"<br />
<br />
Ide pensó durante unos segundos. Fue a buscar su ropa. "''Dame un minuto. Si lo intentan, escapa.''"<br />
<br />
<br />
-Cuándo te volveré a ver -preguntó a Vima, despreocupadamente.<br />
<br />
Ella esbozó una especie de media sonrisa que transmitía una sabiduría sin edad. Su manera de moverse evidenciaba que se sentía igual de cómoda desnuda que vestida.<br />
<br />
-¿Quién sabe? -dijo con voz traviesa- Espero que pronto.<br />
<br />
-Me preguntaba... si harías algo por mí -apuntó él tímidamente. Ella rió, de buen humor.<br />
<br />
-Pregunta, hombre. Haré lo que pueda -una pequeña arruga se formó en su frente- si puedo.<br />
<br />
-Es mi antigua alumna. Me preguntaba si podías retrasar su implante. Mientras la tasas y llegamos a un acuerdo.<br />
<br />
<br />
Ella pareció un poco entristecida.<br />
<br />
-Oh, lo siento. Mi personal implanta a todo el personal en menos de quince minutos tras su compra. Norma de la casa, sabes -su expresión se dulcificó-. ¡Pero no te preocupes! Los implantes se pueden retirar fácilmente, y no dejan ninguna clase de huella o secuela.<br />
<br />
Ide observó que ella no parecía tener ningún interés en vestirse. La única prenda que recogió fue el cinturón del que pendía el sable de luz, y se lo ajustó a la cintura. Pasó la mano por delante de un sensor frente a uno de los vértices, y el hueco correspondiente al ascensor se iluminó.<br />
<br />
<br />
-¿Bajas primero? ¿O prefieres esperar aquí?<br />
<br />
-¿Esperar? -Ide levantó lo que hubiera sido una ceja.<br />
<br />
-A que termine la tasación.<br />
<br />
<br />
"''Maestro, vienen'' ahora"<br />
<br />
-Vima... -dijo, mirándola fijamente-. Llama a tu equipo de implantación. Acabo de percibir algo.<br />
<br />
==Imprevistos==<br />
<br />
Ella parecía confundida.<br />
<br />
-Pero...<br />
<br />
-Confía en mí, evitará problemas. Están... implantando a Arakosia. Ha estado inconsciente y se acaba de despertar. Y está asustada.<br />
<br />
-Yo... -algo pareció cerrarse en su mente. Volvió a subir la barrera- Está bien. Pero no desde aquí.<br />
<br />
Él dio un paso adelante, aún con la ropa en la mano.<br />
<br />
-Vima... -la miró fijamente-. Gracias. Por... por todo.<br />
<br />
Ella asintió sobriamente.<br />
<br />
-Espera aquí.<br />
<br />
"''Maestro, ya he escapado. Dime cuál es el punto de encuentro.''"<br />
<br />
-Volveré tan pronto como pueda.<br />
<br />
"''Me temo que he dañado gravemente a por lo menos dos de ellos.''"<br />
<br />
Vima sonrió.<br />
<br />
-Y te haré un buen, buen descuento en todo lo que dependa de mi k'shii... esto ha valido un buen montón de gubor... incluso se podría cobrar en sgin.<br />
<br />
"''La estructura de este hotel me ha cogido por sorpresa... al principio. Pero en realidad, me beneficia. Más de la mitad del edificio está hueca. Más espacio para mí.''"<br />
<br />
"''Quédate escondida por ahora''."<br />
<br />
Se acercó a Vima, aún mirándola.<br />
<br />
-Sabes que no lo he hecho por eso -se acercó para coger su mano-.<br />
<br />
-Ya lo sé, guapo -dijo Vima mientras guiñaba un ojo-. Era un cumplido, al estilo Nar Shaddaa.<br />
<br />
Él sonrió.<br />
<br />
-Estaré aquí, si me necesitas o si hay algún problema.<br />
<br />
-Bien. Siéntete libre de pedir cualquier cosa o servicio que desees -la expresión de su cara se volvió a un tiempo salvaje y atractiva-. Cualquier cosa... la podemos compartir cuando yo regrese.<br />
<br />
Enderezó su espalda, que crujió levemente. Se quedó parada en la sección iluminada de suelo, que bajó. Su cuerpo desnudo parecía saludar a Ide mientras desaparecía por la abertura del suelo, antes de que ésta se cerrase.<br />
<br />
==Comunicaciones==<br />
<br />
"''¿Maestro?"''<br />
<br />
"''Arakosia.''"<br />
<br />
"''A lo mejor no es el momento apropiado para preguntar esto, pero... eh... a veces confundo cosas que suceden en mis sueños con cosas que suceden en la realidad, y... no tengo muy claro si algunas de las cosas que recuerdo... son ciertas.''"<br />
<br />
"''Ah, supongo que te refieres a lo de ayer.''"<br />
<br />
"''Es que... lo que recuerdo se parece mucho a los sueños que suelo tener, pero... ahora tengo agujetas, maestro, en todo el cuerpo, y..."''<br />
<br />
''"Te drogaron. La especia roja... te introduce en un éxtasis sexual. Y te produce síndrome de abstinencia. Y... lo que recuerdas es la terapia de choque para evitar la dependencia. Decidí que... era mejor así, a usar a unos extraños."''<br />
<br />
<br />
El enlace transmitió una mezcla de sensaciones difícil de analizar, algo a lo que Ide comenzaba a acostumbrarse. Supo que luego, al meditar sobre ello, podría conocer su reacción con más precisión.<br />
<br />
<br />
''"Yo... ¿lo repetiremos?"''<br />
<br />
''"Bueno... en el Templo no... aunque... espero que esto no nos lleve a ti y a mí al Lado Oscuro...''". Ide sonrió, pero no tenía claro si era posible transmitir humor mediante los enlaces telepáticos.<br />
<br />
"''No... no lo parecía... he estado allí, y esto era... sólo me había sentido así al pelear, o en meditación profunda. He aprendido mucho, lo recuerdo. Creo... que puedo utilizar lo que he aprendido.''"<br />
<br />
"''Utiliza lo que yo te he enseñado. Lo que has aprendido tendremos que... bueno. Revisarlo. No está mal que investigues tu propia conexión con la Fuerza, pero a veces...''"<br />
<br />
<br />
Ide tuvo un flash. De Galmia. De Kwyna aprendiendo sola, con el holocrón. Se fue enseguida, pero no supo discriminar si Arakosia lo había percibido o no.<br />
<br />
<br />
"''Es mejor que lo desarrollemos un poco, tranquilamente, durante el entrenamiento.''"<br />
<br />
"''Sentí la Fuerza, maestro. Fluyendo por mi cuerpo. Fui consciente de cómo el funcionamiento de mi cuerpo interaccionaba con la Fuerza. Pocas veces me siento tan centrada... como ahora, que peleo para salvar mi vida. Estoy intentando no matar a nadie, aunque ellos están intentando matarme a mí. ¿Es eso correcto?''"<br />
<br />
"''Eh... sí. Lo importante es eliminar las sensaciones. Pensar sólo en la Fuerza.''"<br />
<br />
"''Oh, sí. Ahora estoy muy bien. Me siento... en paz...''"<br />
<br />
<br />
Ide analizó a su aprendiz, en la distancia, mediante el enlace en la Fuerza que los unía. Era... como una sucesión de tonos cristalinos, como un concierto de campanas tubulares. Irradiaba tranquilidad.<br />
<br />
<br />
"''Por cierto, maestro... no sé si es importante, pero... siento...''"<br />
<br />
<br />
Ella no se atrevía a verbalizar... algo. Sintió un lejano eco de vergüenza.<br />
<br />
<br />
''"Di, Arakosia."''<br />
<br />
''"Soy consciente de una... excitación física de mi cuerpo, en estos momentos. No sé qué hacer al respecto."''<br />
<br />
''"Es parte de los efectos de la especia roja. Me temo que es algo que tendrás que solucionar tú misma en tu escondite."''<br />
<br />
''"Sí, maestro. Creo que acabo de matar a alguien, sin querer. Ha caído por un desnivel."''<br />
<br />
''"¿Que has hecho qué?"'' Ide no sabía muy bien qué estaba pasando. ''"¿No decías que estabas escondida?".''<br />
<br />
''"En los sistemas ocultos. Pero han mandado patrullas para localizarme y dañarme. Creo que la idea es que, cuando un esclavo huye, se le hace tanto daño que éste nunca vuelve a intentarlo. Muchos de estos seres... quieren hacer eso. Por eso son un poco más descuidados."''<br />
<br />
''"¿Puedes seguir oculta?" ''Ide se dio cuenta al tiempo de lo estúpido de la pregunta. Ella había pasado toda su vida ocultándose. Era su especialidad.<br />
<br />
"''Si no tienen a nadie capaz de buscarme con la Fuerza, sí. Si tienen a alguien... depende de lo bueno que sea."''<br />
<br />
"''Quédate escondida en el edificio. Sea lo que sea, lo solucionaremos. La Fuerza nos guiará. Avísame si te ves en peligro.''"<br />
<br />
''"Sí, maestro."''<br />
<br />
<br />
Ide empezó a vestirse. Se acercó a las paredes de transpariacero, y se sentó en pose de meditación.<br />
<br />
==Visiones==<br />
<br />
No pudo concentrarse, perdía el foco constantemente. Pensaba en Arakosia saltando, corriendo y ocultándose, peleando cuando una de las patrullas daba con ella; mientras se dejaba llevar por su instinto para encontrar un lugar cómodo y seguro.<br />
<br />
Y en Vima y su posible reacción. El pánico que mostraban todos los que la conocían era un referente claro de lo que era capaz.<br />
<br />
Ide suspiró, y abrió los ojos. En el exterior, el tráfico caótico de Nar Shaddaa se desparramaba en todas direcciones desde el Palacio del Dolor. En el interior de un vehículo, hubo un movimiento violento y un resplandor; y la mitad del parabrisas se volvió roja. El vehículo hizo un extraño, y luego se reincorporó al tráfico como si no hubiera pasado nada.<br />
<br />
En una de las azoteas, dos humanoides luchaban. La sensación de distancia era engañosa, e Ide se dio cuenta de que los cristales eran del tipo "ojo de águila"; hechos de un material transparente conectado a un ordenador, que reconocía dónde se estaba mirando y modificaba su forma para aumentar el grado de detalle.<br />
<br />
Uno de los humanoides le rompió un tobillo al otro, que cayó. El otro apenas se sostenía en pie. Se alejó, arrastrándose apenas, hasta el borde del tejado, y cogió una bolsa de plástico vacía. Comenzó a llenarla de cosas que parecían pequeñas y pesadas, y de vez en cuando levantaba la bolsa con un brazo, con gesto apreciativo.<br />
<br />
Renqueó hacia el humanoide caido, que había conseguido, mientras tanto, darse la vuelta para quedar boca arriba. Hablaron un poco. De repente, el que estaba de pie movió la bolsa de plástico con una trayectoria circular, por encima de su cabeza, y luego de arriba abajo sobre el caído. Y luego lo hizo de nuevo, otra vez, y otra...<br />
<br />
Ide se sintió una punzada en el estómago. Todo parecía girar en torno al dolor y la muerte en este planeta.<br />
<br />
Volvió a cerrar los ojos para volver a intentar meditar.<br />
<br />
En esta ocasión no se dejó distraer.<br />
<br />
Ella estaba desnuda y en cuclillas sobre una delgada guía de metal, por encima de un abismo insondable. Un poco por encima de ella había una pasarela por la que se alejaba una patrulla de búsqueda. Dos de ellos querían matarla rápidamente. Los otros cuatro querían hacerle sentir muchísimo dolor, y luego capturarla. Un pequeño charco de líquido transparente se había acumulado alrededor de su pie derecho, e Ide vio que había un reguero que se podía rastrear hasta la entrepierna.<br />
<br />
{{flashback | <br />
<br />
"Te drogaron. La especia roja... te introduce en un éxtasis sexual. Y te produce síndrome de abstinencia. Y... lo que recuerdas es la terapia de choque para evitar la dependencia. Decidí que... era mejor así, a usar a<br />
unos extraños."}}<br />
<br />
Ide detuvo el flujo temporal durante unos instantes. Luego lo movió lentamente hacia delante, para estar seguro de que no se perdía nada.<br />
<br />
{{flashback | Gozo. "Era verdad. Lo hemos hecho de verdad. No era el mejor de los sueños... era mejor que en los sueños. Es porque era verdad. Por eso lo sentía con tanta claridad, como ahora, que es como aire fresco, que huele tan bien... y sentí revelaciones, sentí que la Fuerza podía canalizarse por mi cuerpo sin esfuerzo, dejando que la energía se remanse; manteniendo la armonía, dejando que la Fuerza se guíe, siendo el surco por donde la Fuerza se derrama..."<br />
<br />
Duda. "¿Y si esto no es correcto? ¿Y si Ide tiene problemas por haber hecho esto? ¿Y si, por mi culpa, nos obligan a separarnos? ¿Y si lo castigan por mi culpa? ¿Y si nos expulsan? ¿Y si nos matan?"<br />
<br />
Confianza. "Ide sabrá lo que hacer. Ide hará lo correcto. Ide pensará en mí. Ide me dirá qué, Ide me dirá cómo, Ide me dirá cuándo. Ide buscará mi bien."<br />
<br />
Esperanza. "He tenido sexo, y ha sido la primera vez en mi vida que ha sido sin miedo y sin dolor. Ha estado muy bien. Ha sido maravilloso, y he aprendido mucho. ¿Podremos repetirlo? ¿Podremos repetirlo mucho? Tantas cosas que aprender, tantas cosas que demostrar... hay cosas que he experimentado, sin querer experimentarlas; y ahora me alegro de haberlas experimentado, porque puedo convertirlas en algo bueno; porque puedo aprender de ellas, y aún no sé cómo; y la respuesta está en su cuerpo y en el mío, y pronto, pronto... ojalá que pronto..."}}<br />
<br />
Ide perdió un poco de foco. "De todas formas", pensó, "creo que eso era todo".<br />
El ascensor volvió a activarse. El suelo se abrió y Vima, todavía desnuda, apareció en la Joya Gloriosa. Su rostro era impenetrable, y luego se hendió en una media sonrisa.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
-¿No has pedido nada? ¿Ni a nadie? -suspiró teatralmente. Luego, viendo el gesto levemente tenso de Ide, su tono pasó a uno más formal- Eh... tu padawan se ha escapado. Parece que tu premonición respecto al equipo de implantación era acertada.<br />
<br />
-Vaya... espero que no te esté causando muchos problemas -respondió él, aún algo tenso. Había esperado que llegara hecha una furia, así que cualquier cosa era mejor.<br />
<br />
-Eh... -sonrió, mientras hacía rodar sus ojos hacia arriba- Bueno, a mí no muchos, pero está haciendo una criba entre mis hombres más prescindibles.<br />
<br />
-Parece que sabes sacar beneficio hasta de las situaciones adversas -sonrió él, algo más tranquilo.<br />
<br />
-Cualquiera puede hacerlo -dijo ella, mientras desabrochaba de nuevo su cinturón-. La clave es saber que hay un beneficio potencial en toda situación.<br />
<br />
Ide no supo qué decir en ese momento. Arakosia estaba huyendo, y Vima no parecía darle importancia. Supuso que ella estaba segura de que tarde o temprano la iba a encontrar. La pregunta seguía siendo qué haría con su padawan después.<br />
<br />
Ella se echó a su lado. Ide notó que lo que había tomado por perfume (por lo bien que olía, por perfume caro), era en realidad el olor corporal de Vima.<br />
<br />
-Da la impresión de que no te importe que una de tus esclavas esté huyendo...<br />
<br />
Ella se rió, de buen humor. Se acurrucó junto a Ide, mientras posaba su mano sobre el pecho surcado de cicatrices.<br />
<br />
-Bueno, es un poco molesto, pero... pff... me ha pasado tantas veces...<br />
<br />
-Eso, o que tienes cosas mejores en las que pensar -respondió él, con una media sonrisa, mientras le apartaba un mechón de la frente.<br />
<br />
-Será eso -dijo ella, con humor-. Bueno, y que hay un protocolo muy probado para encontrar gente evadida. No hemos tenido fugas en más de setenta años -dijo despreocupadamente.<br />
<br />
-¿Ah sí? Pues has de saber que Arakosia tiene una habilidad especial para esconderse. Eso sí que se le da bien -rió-. Estuvo tanto tiempo haciéndolo... ¿Cuánto tiempo crees que se te resistirá?<br />
<br />
-Pues, si usa la Fuerza para esconderse... -hizo un cálculo rápido- ...en ocho horas más, reconfigurarán las habitaciones al modo "búsqueda fácil". El hotel será un poco menos... hum... hospitalario para los huéspedes, y el espacio libre estará todo junto. Y luego vienen los perros akk.<br />
<br />
-Ya veo...<br />
<br />
-Y luego... se pueden configurar las habitaciones para ir reduciendo el espacio donde es posible esconderse -dijo, con una sonrisa-. Todo lo que sea necesario. La principal ventaja con la que ella cuenta, es que la quiero viva... y que está sin tasar.<br />
<br />
-Qué despliegue de medios. También podrías pedirle ayuda a su maestro, encontrarla, tasarla, y ahorrarnos disgustos a todos -aún sonreía, aunque no estaba seguro de si Vima tenía intención de dejar pasar la irreverencia tan fácilmente.<br />
<br />
Ella se tomó un tiempo para responder, en el que acarició despacio el pecho de Ide.<br />
<br />
-No hay ningún disgusto para tomar. De momento, está cribando a mis lacayos más prescindibles. Los que queden serán mejores -dijo, despreocupadamente-. La ordalía que está atravesando también sirve para tasarla... parcialmente.<br />
<br />
-Y de paso aumentar su valor, para luego sacarle más a su pobre maestro, que la quiere de vuelta... -le rozó el brazo, y subió hasta casi el hombro. La miraba fijamente.<br />
<br />
Ella rió de nuevo.<br />
<br />
==Video de una fuga==<br />
<br />
-Mmm... sí, todo son ventajas... -dijo con voz melosa- ¿Quieres ver la grabación del video de seguridad, donde se escapa?<br />
<br />
Él sonrió ampliamente a modo de respuesta, y asintió levemt. Ella habló, con voz alta y clara:<br />
<br />
-Control Central, reproducir video. Título Dolor Arakosia Uno.<br />
<br />
<br />
La sala volvió a oscurecerse, y sobre la mesa se proyecto un holovídeo. Era una sala médica, y en ella había varios tanques de bacta. Casi todos estaban vacíos, y en uno de ellos flotaba Arakosia.<br />
<br />
Bajo los párpados cerrados, sus ojos se movieron. Se agitó levemente. Un monitor junto a su tanque comenzó a parpadear.<br />
<br />
Una especie de droide (médico, supuso Ide, aunque no reconoció el modelo, parecido a un taburete) se acercó rápidamente. Se paró frente al monitor, y se marchó por la puerta.<br />
<br />
Regresó con un grupo de tres humanoides, vestidos con ropa de trabajo. En las manos llevaban varios instrumentos, que dejaron en una pequeña bandeja junto al tanque.<br />
<br />
Manipularon el monitor, con práctica y confianza, y cierto aburrimiento.<br />
<br />
El tanque de bacta comenzó a vaciarse. Se vació. Arakosia quedó hecha un ovillo en el suelo.<br />
<br />
<br />
Abrieron el tanque, y la sujetaron para colocarla en la mesa de operaciones en el centro de la habitación. La manipulaban como un peso muerto. Uno de ellos sujetó una máquina grande, y la dirigió a la cara de Arakosia.<br />
<br />
Ella se movió tan rápido que la grabadora no lo registró. El hombre voló dos metros hacia atrás y chocó contra un tanque vacío. La máquina quedó un momento en el aire, pero ella la pateó contra otro de los técnicos.<br />
<br />
Él la sujetó con ambas manos, mientras su compañero dirigía un arma contra Arakosia.<br />
<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Si hay algo que se le da bien, es escapar -intervino.<br />
<br />
-Ya veo -dijo ella, apreciativamente.<br />
<br />
<br />
<br />
Ella sujetó el arma al mismo tiempo, y no se molestó en forcejear para arrebatársela. La desvió lejos de sí, para que no pudiera dispararle, y lanzó su mano engarfiada contra el rostro del hombre. El movimiento no se podía apreciar claramente, pero el grito del hombre fue desgarrador, y la sangre comenzó a correr a chorros por las mejillas. El segundo técnico se quedó sobrecogido por la visión, y reaccionó tarde, accionando la máquina, que lanzó una nube de gas.<br />
<br />
Ella se movió sin soltar su presa, y al moverse se podía ver cómo tenía dos dedos de la mano izquierda dentro de las cuencas de los ojos, y giró sobre sí misma para lanzar al hombre, que seguía aullando, contra la nube. La aspiró entera, y cayó al suelo inconsciente.<br />
<br />
<br />
<br />
El técnico que quedaba y Arakosia se miraron durante un momento, y él disparó el arma una vez más. Ella no se movió, y la nube impactó contra su rostro. No tuvo ningún efecto.<br />
<br />
El técnico dejó caer el anestesiador, y extrajo un arma; pero al mismo tiempo Arakosia lanzó contra la cara del hombre lo que llevaba en la mano, algo pequeño y pringoso que chocó con fuerza, cegándolo al romperse. Ella saltó justo detrás, y lo golpeó con tanta fuerza que su cuerpo se arqueó con fuerza mientras volaba por el aire.<br />
<br />
<br />
No dedicó ni un momento a ver cómo caía. Su mirada se posó brevemente por todos los objetos de la sala, y se dirigió hacia un contenedor metálico, de un metro por medio metro. Lo golpeó con la mano cerrada. No se abrió. Lo golpeó de nuevo. Observó la muesca que quedaba, y cogió el contenedor cerrado. La puerta se abrió de nuevo, y entró un hombre armado (tras él se veía más gente, pero el video estaba centrado en la sala de reanimación). <br />
<br />
<br />
Disparó dos veces, y Arakosia paró los disparos con el contenedor. Luego pateó una máquina caída en el suelo, desviando el arma mientras saltaba contra el hombre. Lo golpeó con el recipiente metálico en la cara, cayó a sus pies, lanzó un puñetazo contra la entrepierna, saltó en vertical y empujó con ambas piernas contra el pecho del guardia, que chocó contra sus compañeros. Ella saltó contra el batiburrillo de guardias.<br />
<br />
<br />
La habitación quedó vacía, excepto por el técnico dentro del tanque de bacta, el hombre anestesiado y sin ojos del suelo y el que había chocado contra la pared y el suelo de la esquina. No había movimiento en la escena, excepto por los charcos de sangre, que se extendían rápidamente.<br />
<br />
Vima sonreía.<br />
<br />
==Cosas sobre Vima==<br />
<br />
-Esa chica tiene potencial...<br />
<br />
-Sabe improvisar. Es rápida pensando. Sabía que podía llegar lejos cuando la tomé como discípula -dijo él, descansando en cada palabra.<br />
<br />
-Hm-hmm -murmuró Vima mientras asentía. Ide sintió que volvía a bajar sus defensas. La visión de la sangre extendiéndose por el suelo la había excitado.<br />
<br />
Él aprovechó para buscar en ella. Estaba preocupado por lo que podía pasarle a Arakosia, una vez fuera capturada. Y por lo que le podía pasar durante la captura.<br />
<br />
-Tienes... una afinidad especial por ciertas cosas, por lo que veo -dijo él, volviendo a mirarla y rozándole la cara.<br />
<br />
-Mi afinidad es por mi entorno. Creé el Palacio del Dolor pensando en esa afinidad.<br />
<br />
Ide comprobó, desolado, que la Fuerza le transmitía muchas sensaciones, muchos pensamientos superficiales, pero no podía acceder a las capas más profundas del pensamiento. O al menos no sin alertarla. Y los resultados de un intento fallido podían ser... desastrosos.<br />
<br />
Ahora que pensaba sobre ello, Ide no recordaba haber oído hablar de ningún jedi con una técnica semejante. Aunque los caamasi podían guardar y transferir "archivos" de recuerdo, llamados memnii, y los jedi podían recibirlos. Quizá un jedi caamasi pudiera... o probablemente no.<br />
<br />
Ide reflexionó, buscando otra vía de acción.<br />
<br />
==Pensamientos==<br />
<br />
-Espero que tu entorno no se vaya a comer a mi aprendiz... es un sitio hostil para un jedi como ella... o como yo... -dijo él. Empezó a pasarle la mano por la espalda, mientras seguía concentrado en sus pensamientos... quizá mencionar a Arakosia le hiciera pensar en ella...<br />
<br />
-Mmm... -dijo ella. Por su mente pasaron un montón de imágenes en rápida sucesión:<br />
<br />
{{flashback | Tumbada boca abajo en una camilla, levanta la vista y ve a un twi'lek azul muy atractivo, desnudo de cintura para arriba; que sonríe amablemente. Ella sabe que la odia con todo su corazón.<br />
Cuando llegó a Nar Shaddaa, llevaba todas sus posesiones atadas al cuerpo: una pequeña bolsa más pequeña que un puño y un sable de luz pegado a su zona lumbar. Intentaron violarla, matarla o esclavizarla - pequeños flashes de cada escena- seis veces antes de que cayera la noche.<br />
<br />
La primera vez que negoció con un hutt, él le ofreció un puesto. Ella le ofreció un trato. Él se rió. Ella no.<br />
<br />
La siguiente vez, habían pasado tres años. El hutt parecía más delgado. Él habló. Ella sólo sonrió sarcásticamente. Él gritó. Ella no dijo nada.<br />
<br />
Todos los años que pasó temiendo que su maestro la encontrara. Hasta que tomó la decisión de no volver a tener miedo, y fue a buscarlo.<br />
<br />
En el planeta Chelloa ya no quedaba nada. Nunca supo lo que había pasado. En su pecho, la sensación de algo inacabado sería algo a lo que acabaría por acostumbrarse.<br />
<br />
En una habitación muy brillante, un alienígena le dice que no está seguro de la especie de su padre. Al parecer, sus células no se degradan, o lo hacen tan despacio que no hay forma de saberlo con certeza. La sensación en su pecho sigue ahí, nunca se ha ido, pero la conversación con el científico hace que sea dolorosamente consciente de que probablemente no hay nadie en el universo con quien pueda identificarse.<br />
<br />
Esa chica... se parece a una que fue secuestrada hace más de quinientos años. Se parece un poco. }}<br />
<br />
La mirada de Vima parecía fija en algo lejano. Ide no modificó su postura. Siguió allí con ella, tocándola suavemente, escuchándola sin que ella lo supiera. Esperando que ella diera el siguiente paso. En cierto sentido, esa habitación, la calma, y los pensamientos de Vima, eran parte de su relación con ella. Ide no supo decir si estaba empezando a gustarle.<br />
<br />
{{flashback| Y de aquella chica... qué se había hecho de ella. Y cómo.<br />
<br />
Dolor, tortura, un entrenamiento inhumano, para volverla sobrehumana, para hacer de ella un poder en la galaxia...<br />
<br />
Abrazar el dolor, aprender la tortura, hacer de las emociones un instrumento bien afinado para aumentar la capacidad de usar la Fuerza. Hasta que se graduó...<br />
<br />
El combate contra aquel droide asesino casi la mató, pero su maestro parecía satisfecho: `Has dado tus primeros pasos en un camino infinito´ le dijo.<br />
<br />
Y tanto. Pero no conducía a donde tú querías, maestro... sino a donde quise yo. Seguro que los antiguos sith no estaban pensando en esto, precisamente.}}<br />
<br />
Vima sonrió cuando sus pensamientos la llevaron a este punto.<br />
<br />
{{flashback| A esa chica que hay abajo... nadie le ha dado la opción de tomar su propio camino. Secuestrada por unos y otros... Yo podría hacer por ella lo que mi maestro hizo por mí... no lo que quería hacer, lo que hizo. Podría hacerla poderosa y libre.<br />
<br />
Y ella, al volver la vista atrás, pensará: 'Ella evitó que me convirtiera en un instrumento en esta guerra entre sith y jedi'.<br />
Pero tengo que ver si vale para esto. Para esto sirve esta cacería. Y su maestro... }}<br />
<br />
Acarició distraídamente la nuca de Ide.<br />
<br />
{{flashback| Ojalá pueda quedarse un tiempo aquí. Al fin y al cabo, nunca he oído que los jedi tengan un límite de tiempo para sus misiones. O que tengan que volver al templo.<br />
<br />
Él también podría aprender muchas cosas aquí. Y yo de él... me pregunto qué es lo que podría enseñarme.<br />
<br />
Por lo pronto... me excita. No sé si mi maestro hubiera estado orgulloso de mí por lo que voy a hacer ahora... voy a dejarme llevar por mis emociones, pero no para hacer daño a nadie. Más bien al contrario. }}<br />
<br />
Sonrió más ampliamente, mientras se inclinaba para besar apasionadamente a Ide. Su cabeza comenzó a bajar. Ide le devolvió la sonrisa, y acto seguido se dejó también llevar por sus emociones.<br />
<br />
<br />
==Meditaciones==<br />
<br />
Un tiempo después, ella reposaba contra el hueco en el hombro de Ide. Una alarma sonó suavemente.<br />
<br />
-¿Te buscan? -inquirió él.<br />
<br />
-Vamos a ver -dijo ella, con voz divertida. Luego, con voz firme, dijo- Control central, activar ventana de comunicación entrante.<br />
<br />
El holograma de un twi'lek se reprodujo en mitad de la estancia.<br />
<br />
-Mi señora... el plazo de inscripción libre para el Hak'un Shapp está próximo a agotarse.<br />
<br />
-Bien. Has cumplido tu cometido. Fin de transmisión.<br />
<br />
El holograma desapareció.<br />
<br />
-No pueden vivir sin ti -bromeó él-.<br />
<br />
-Cuando les dejo que hagan lo que quieran, siempre acaban traicionándome -dijo con tono cansado-. Tengo que atarlos en corto...<br />
<br />
Él sonrió. Estaba buscando la forma apropiada de sacar de nuevo el tema de Arakosia, y el trato que antes él había sugerido.<br />
<br />
Su sentido de la diplomacia, acentuado por la Fuerza, le estaba avisando de un posible callejón sin salida. Si ella estaba empezando a ver que Arakosia podía más valiosa que la participación de un jedi en el Hak'un Shapp, podía interpretar la insistencia de Ide como un intento deliberado de engañarla.<br />
<br />
Pero ella tampoco se había decidido por retenerla. Era un ser poderoso y longevo, que no hacía tratos a la ligera, y que no tenía ninguna prisa.<br />
<br />
Ide se echó para atrás y se tumbó, acompañando poéticamente el retroceso en su plan. La verdad es que no estaba acostumbrado a negociar cosas para él. Su experiencia diplomática siempre había girado en torno a las necesidades de otros. Pero ahora con Arakosia... Arakosia era su aprendiz. Era algo suyo. Y la idea de perderla...<br />
<br />
Tragó saliva. Cerró los ojos, sumergiéndose en una ceguera momentánea para cambiar el rumbo de sus pensamientos. La Fuerza le ayudaría y le guiaría. Tenía que escuchar a la Fuerza. Como hacía sólo unos segundos, cuando le había insinuado que no debía apresurarse con Vima. En cualquier caso, ella no quería hacerles daño. Ni a él ni a Arakosia. Ella quería... ver libre a Arakosia, libre para elegir. <br />
<br />
No tenía muy claro por qué, pero igual una meditación posterior podría aclarar las cosas. Por otra parte y por otros motivos, también lo quería a él. No había motivo para preocuparse por ahora. Los sentimientos de Vima no podían desembocar en nada malo. O al menos eso parecía.<br />
<br />
Se quedó así, con el rostro ligeramente severo, las manos detrás de la nuca a modo de almohada improvisada, y los ojos cerrados.<br />
<br />
La sintió acercarse, por el peso sobre el suelo, por el movimiento del aire y su presencia en la Fuerza, centrada en él. La escuchó inclinarse sobre él, y calculaba que estaría a unos veinte centímetros de su cara.<br />
<br />
Luego oyó su voz, juguetona:<br />
<br />
-Qué serio -luego en tono desenvuelto, como si estuviera hablando de otra persona-. ¿Sabes? Tienes la expresión de alguien que está preocupado por algo importante...<br />
<br />
==Vima lo sabe==</div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIIHumo y Vapor III2013-06-26T18:34:51Z<p>El Universo: /* Cosas sobre Vima */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26aGR, 20:25 horas.'''<br />
<br />
<br />
A medida que Ide se fue acercando a la Flor Esquiva, percibió un olor apetitoso. Poco antes de llegar se hizo obvio que Delia, o quien estuviera en la cocina, no se limitaba a preparar bebidas.<br />
<br />
Casi la mitad de las mesas estaban ocupadas con sintientes cenando; y tanto Delia como Sira servían las mesas.<br />
<br />
Ide se acercó a la barra, y aprovechando un breve momento de calma, habló con Delia, la cual se había acercado a la barra.<br />
<br />
-La idea era que Sira comiera algo, no que se pusiera a trabajar... -dijo Ide con humor.<br />
<br />
-No he podido retenerla -repuso Delia con una sonrisa-. Supongo que no está acostumbrada a permanecer quieta mientras los demás trabajan a su alrededor...<br />
<br />
Sira se aproximó a la barra, e inclinó la cabeza respetuosamente cuando vio a Ide. No dijo nada.<br />
<br />
-Yo pensaba que querrías comer algo... pero parece que has decidido echarle una mano a Delia -dijo, sonriendo-. Lo que te haga más feliz. -Miró a Delia-. ¿Crees que puede quedarse contigo, o levantará sospechas? No se me ocurre un lugar seguro donde pueda estar, mientras resuelvo... lo que tengo pendiente aquí.<br />
<br />
-Puede quedarse, desde luego... todo el mundo pensará que Vima me ha puesto un refuerzo, o que pronto va a reemplazarme... pero si me voy pronto de Nar Shaddaa, nada de eso importará -dijo, mientras posaba una mirada de desesperación contenida sobre Ide.<br />
<br />
-Vima me ha invitado a cenar. De hecho, debería notificar que estoy aquí de alguna forma, creo que me iban a avisar.<br />
<br />
Los ojos de Delia se abrieron considerablemente. Un pánico primordial creció en ella, sólo para ser ahogado por una férrea fuerza de voluntad. Con voz muy controlada dijo:<br />
<br />
-Si... quieres alejar la atención de Sira, será mejor que no llames desde aquí.<br />
<br />
-Cierto, cómo he podido ser tan tonto.<br />
<br />
No lo dijo, pero intuyó que el horror de Delia no se debía sólo a la posible sospecha que podría levantar.<br />
<br />
-Me iré a una de los balcones de las zonas de descanso -apuntó, mientras se levantaba del asiento-. Espero que sigáis bien por aquí. Si te enteras de algo sobre... bueno, él, avísame. Sira tiene mi número de comunicador.<br />
<br />
-Lo haré -su expresión parecía muy angustiada-. Ten mucho cuidado.<br />
<br />
-No te preocupes, sé cuidarme -dijo con una sonrisa, y salió del bar.<br />
<br />
==Contacto==<br />
<br />
Cuando llegó a uno de las zonas de descanso de las plantas intermedias avisó a la recepción de que estaba allí mediante uno de los terminales disponibles. Cuando lo hubo hecho, se acercó a una de las ventanas de transpariacero. No debían tardar mucho en avisar, ya era casi la hora de la cena.<br />
<br />
Efectivamente, la terminal se iluminó en menos de diez segundos. Apareció una figura humanoide, que no hizo sino decir: "Espere, por favor. Alguien llegará para acompañarlo en breve."<br />
<br />
No habían transcurrido ni cinco minutos cuando apareció de nuevo el mismo hombre bien vestido que le había recibido cuando bajó de su nave la última vez. Se inclinó cortésmente a modo de saludo.<br />
<br />
-¿Desea que le indique el camino a la Joya Gloriosa, señor?<br />
<br />
-Si es tan amable -respondió educadamente Ide.<br />
<br />
-Acompáñeme, por favor.<br />
<br />
Recorrieron un camino corto y estéticamente agradable, que incluía un par de turboascensores muy bien decorados; y en breve la vista que se apreciaba por las ventanas se volvió espectacular. Desde la parte superior del Palacio del Dolor el paisaje abarcaba una porción considerable de Nar Shaddaa, que, dada su heterogeneidad arquitectónica, daba la impresión de un todo homogéneo armonioso que se rompía en millones de detalles aparentemente incongruentes; como una gigantesca escultura fractal.<br />
<br />
Al parecer, la Joya Gloriosa ocupaba la última planta del Palacio. Era una estancia relativamente íntima, de unos cuatro por cuatro metros, a la que se accedía por un ascensor de dos plazas desde la planta inmediatamente inferior. Apenas tenía mobiliario.<br />
<br />
Una mesa, y dos sillas una frente a otra. En la mesa brillaba un candelabro, con cinco velas ardiendo suavemente; y en una de las sillas había una mujer que no aparentaba más de veinte años, vestía una camisa sencilla y bebía agua de una copa de cristal; mientras miraba atentamente por la ventana.<br />
<br />
Ide esperó a que ella hablara. Cuando lo hizo, fue con una voz cristalina y bien modulada. Ide no pudo evitar pensar que era espléndida voz de soprano.<br />
<br />
-Buenas noches -dijo mientras sonreía cálidamente-. Soy Vima Da'Motta. Tome asiento, por favor, si antes no desea disfrutar de las vistas.<br />
<br />
-Gracias, señora Da'Motta. Hay que reconocer que la Joya Gloriosa ofrece una vista privilegiada de Nar Shadda. Tiene usted un hermoso hotel.<br />
<br />
-Si lo desea, puede tutearme -repuso, mientras se encogía levemente de hombros-. Francamente, nunca le he dado mucha importancia al protocolo.<br />
<br />
-La verdad es que me resulta algo extraño hablar de usted a alguien tan joven -Ide mantuvo el tono afable, pero lo que le resultaba verdaderamente extraño era pensar que Vima Da'Motta tuviera una cara amable -.Llámame Ide, pues.<br />
<br />
Sonrió aún más ampliamente. Durante unos segundos parecía que no sabía qué decir.<br />
<br />
-Excelente. ¿Tienes ganas de cenar algo ligero, o prefieres algo más consistente?<br />
<br />
-No suelo cenar mucho. Comer mucho por las noches no me deja dormir bien.<br />
<br />
-Algo ligero, entonces... ¿comida calamariana?<br />
<br />
-No he tenido el gusto antes. Confío en tu buen gusto.<br />
<br />
-Pescado, una especie de galletas de algas... espero que te guste.<br />
<br />
Una sección circular de la mesa se abrió frente a ellos dos, y apareció un plato de algo que parecía ensalada de pescado, y que olía deliciosamente.<br />
<br />
-¡Al ataque! -dijo Vima, mientras cogía el tenedor. Se detuvo de repente, mientras miraba a Ide- Ah... ¿los jedi tenéis alguna costumbre especial para antes de comer, una oración o algo?<br />
<br />
-Oh, no, en absoluto. La Fuerza no necesita alabanzas ni consagraciones -sonrió, y cogió su tenedor.<br />
<br />
Vima parecía aliviada.<br />
<br />
-Oh, bien -dijo mientras pinchaba la ensalada. Ide comió, esperando que ella hablara.<br />
<br />
==Sorpresas==<br />
<br />
Durante unos minutos, ella no hizo sino comer y observar a Ide con curiosidad. Ide pudo oir una música, en el límite de lo audible, algo parecido a ópera. Ella pareció darse cuenta al mismo tiempo que Ide.<br />
<br />
-Sabes, la música cantada sin acompañamiento musical es una de las artes universales -dijo con voz animada-. Junto a la pictografía y la danza, creo. Luego los eruditos debaten sobre si la percusión debería ser considerada universal... y la narrativa, claro -hizo un gesto juguetón-. Siempre están debatiendo sobre la universalidad de la narrativa, y peleándose con los lingüistas.<br />
<br />
-Soy más una persona de ciencias que de humanidades, he de reconocer. No soy tan docto en estos temas... sin embargo aprendí de pequeño a tocar. Es el único arte al cual me encuentro vinculado.<br />
<br />
Ella parecía encantada.<br />
<br />
-¡Oh, es fantástico! Yo misma también aprecio mucho la música. El baile también, claro -hizo un gesto descuidado-, pero no tengo una verdadera base teórica para poder apreciarlo apropiadamente.<br />
<br />
-¿Tocas algún instrumento?<br />
<br />
-Canto -dijo mientras sonreía pícaramente-. Lo que suena, lo canté yo -dijo mientras se ruborizaba ligeramente-. Es... un descuido por parte de mi mayordomo. Ahora parece que quiero alardear o algo...<br />
<br />
-En absoluto. No es alardear mostrar cuando es apropiado aquello que uno sabe. La humildad extrema es casi tan mala como el orgullo descarado -se paró unos segundos-. Me gustaría oirte cantar.<br />
<br />
Ella se ruborizó.<br />
<br />
-Oh, no podría... -se quedó mirando a Ide unos segundos, como pidiéndole permiso.<br />
<br />
-Si ayuda, puedo cambiarte una pieza de mi flauta por una obra cantada por ti.<br />
<br />
-Bueno, bien... Entonces voy a levantarme.<br />
<br />
Se puso en pie despacio, e Ide pudo observar que no era muy alta ni robusta. Parecía una especie de muchacho, aunque algo en su complexión le recordaba a los padawan del templo.<br />
<br />
Y de su cadera derecha colgaba un sable de luz.<br />
<br />
==Intercambios==<br />
<br />
Cerró los ojos, e inspiró profundamente dos o tres veces. Cantó una nota, como para afinarse; y luego comenzó a cantar.<br />
<br />
Espectacularmente. La pieza, cantada a capella, estaba en un idioma que Ide no reconoció, pero la complejidad técnica no le pasó desapercibida. Posteriormente, fue la expresividad de la voz lo que le llamó la atención. Algo dentro de él no estaba preparado por completo para la avalancha de ternura que se derramaba en cada nota, para la lucha que se denotaba tras cada cambio repentino de registro.<br />
<br />
Acabó, de una forma que se asemejaba mucho al principio. De alguna forma, Ide percibió al final una riqueza de matices que no había notado la primera vez.<br />
<br />
Ella suspiró profundamente. Abrió los ojos de nuevo.<br />
<br />
-¿Te ha gustado?<br />
<br />
-Ha sido... inesperadamente hermoso y emotivo. Una bella ejecución, sí señor.<br />
<br />
Sonrió de nuevo. Parecía acalorada. Parecía incapaz de hablar. Se sentó despacio.<br />
<br />
-Muchas gracias -dijo con un hilo de voz.<br />
<br />
-Ha sido toda una grata sorpresa, sí señor. Reconozco que no esperaba encontrar esto esta noche.<br />
<br />
Ella enarcó una ceja, mientras miraba divertida a Ide.<br />
<br />
-Bueno, pensaba que me querías para hablar... no sé, de negocios, o algo parecido -sonrió ligeramente-. No esperaba encontrarme hablando de arte y música contigo.<br />
<br />
-Bueno -dijo con voz jocosa-, es un poco rudo, incluso aquí en el borde medio, ponerse a hablar de negocios en cuanto se sienta uno a la mesa...<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Creo que me toca... aunque sea poco apropiado. No sé si estaré a la altura.<br />
<br />
-Por favor -dijo ella con una ternura que no parecía fuera de lugar.<br />
<br />
Ide se levantó y se separó un poco de la mesa. Sacó su flauta, guardada en el estuche. Dejó la caja sobre la silla y la montó suavemente, sin prisa. Cuando estuvo armada, miró a Vima, y sonrió otra vez. Se colocó erguido, como si estuviera en un recital de verdad. Cerró los ojos, y se rindió a las ondulaciones de la Fuerza, como siempre que hacía cuando producía música.<br />
<br />
Comenzó la ejecución con un pasaje sencillo, de poca dificultad técnica pero que transmitía mucha emotividad. De alguna forma, toda su preocupación y su sentido del deber se podían percibir tras la melodía. A medida que se relajaba, sintió como la Fuerza lo inspiraba, complicando el pasaje principal, guiándolo en trémolos y escalas que se enlazaban sin que él mismo supiera muy bien cómo enlazarlas, hasta el último momento. Y enlazaban bien. De repente, Ide se dio cuenta de que había terminado.<br />
<br />
Vima aplaudía muy contenta:<br />
<br />
-¡Eso ha estado muy bien! ¿Todos los jedi saben tocar tan bien como tú, o es un talento singular tuyo?<br />
<br />
==Charla sobre jedi==<br />
<br />
-Bueno, todos los jedi saben hacer algunas cosas bastante bien, cuando se sintonizan con la Fuerza. Yo tuve esa bendición desde pequeño. No sirve para el combate, pero me proporciona momentos muy hermosos.<br />
<br />
-El combate está sobrevalorado -dijo ella con una breve carcajada-. ¡El combate es de bárbaros! -añadió, divertida- ¿No has pensado en dedicarte exclusivamente a la música?<br />
<br />
-No soy tan bueno... y en cualquier caso, ser jedi es un trabajo muy satisfactorio. Aunque tu especialidad no sea el combate -sonrió.<br />
<br />
-Satisfactorio y sacrificado, según tengo entendido.<br />
<br />
-No es un sacrificio lo que se ofrece de buena voluntad. Si lo miras así, somos todos voluntarios.<br />
<br />
-Bueno, si le explican a uno con todo lujo de detalles lo que podría pasar, supongo que sí. No es -dijo con voz inocente- como si adoctrinaran lactantes o algo.<br />
<br />
-Entramos... bueno... se suele entrar muy joven en el Templo. Pero no se obliga a nadie. Se entrena a los seres sensibles a la Fuerza, y según su evolución se les entrena como jedis, o se les enseña otro oficio en el que sus habilidades puedan ser útiles. Supongo que no es una demostración formal, pero no debe ser tan malo: para los chicos es todo un orgullo ser seleccionados como padawan -por un corto instante, a Ide se le torció la sonrisa, al recordar la fiesta de despedida que sus compañeros dieron a Arakosia.<br />
<br />
-Comprendo -dijo con voz reflexiva-. Y, si no es molestia preguntar, ¿qué hace un jedi tan agradable en Nar Shaddaa?<br />
<br />
==La vida en Nar Shaddaa==<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la consciencia de Ide. Recordó con quién estaba hablando, y el nombre de esta persona tan amable que le había invitado a cenar.<br />
<br />
-Buscar algo que se me ha perdido -dijo afablemente-. Reconozco que no es el sitio más... compatible con nuestras creencias y principios.<br />
<br />
-Debe de ser duro -dijo ella.<br />
<br />
-No creo que vivir en Nar Shaddaa sea fácil para nadie, si me permites la observación.<br />
<br />
-No lo es -dijo, con una súbita dureza-. Para nadie. Ni para los hutt.<br />
<br />
-Estoy seguro. He tenido la oportunidad de conocer a algunos, incluso de forma algo más personal. Siempre me ha dado la impresión de que toda la crueldad de este mundo proviene de un sencillo principio... ''matar o morir''.<br />
<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-De alguna forma... o algo peor -pareció reflexionar un instante-. Un rival muerto... está simplemente muerto. Otro vendrá a ocupar su lugar, y la lucha te habrá debilitado. Si quieres sobrevivir, tienes que esclavizar a tus rivales. Así, no sólo dejan de amenazarte, sino que trabajan para ti -reflexionó un instante-. Por supuesto, sería mejor convertirlos en aliados... pero en Nar Shaddaa no existe esa posibilidad.<br />
<br />
-Es quizá eso lo que me desconcierta y desconsuela a partes iguales -dijo el jedi con una mueca-. Sin embargo...<br />
<br />
-¿Sí?<br />
<br />
-Tú... no pareces pertenecer a este mundo -dijo Ide, con un uso consciente del verbo parecer-. Esta sala, este hotel, a ratos. Esta cena.<br />
<br />
-Bueno, no soy de aquí. Llegué cuando tenía más de treinta años -escrutó la expresión de sorpresa de Ide-. Supongo que no aparento mi edad.<br />
<br />
-En absoluto. Lo mostré claramente en mi segundo comentario de esta noche.<br />
<br />
-Pensé que era una frase de cortesía -dijo mientras sonreía.<br />
<br />
-No hace falta mentir para ser cortés -añadió el.<br />
<br />
-Bueno, supongo que podría haber algunas especies en la galaxia que me consideraran joven... -su cara se volvió reflexiva- ...aunque no me imagino cuáles podrían ser.<br />
<br />
-¿Y a qué te dedicabas antes, no es mucho preguntar?<br />
<br />
-Pues, hasta los doce años fui ayudante de laboratorio de mi madre. Ella fue una científica arkaniana de bastante éxito, sabes... y un poco paranoica. En cuanto tuve edad para ello, me dediqué a asistirla.<br />
<br />
-Y acabaste en Nar Shadda dirigiendo el Palacio del Dolor. No es una carrera científica estándar, eso está claro.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
==Historia antigua==<br />
<br />
-Poco después de mi decimosegundo cumpleaños, fui secuestrada. Veinte años más tarde llegué aquí -sonrió amargamente, como recordando un pasado poco agradable-. En ese momento, sólo buscaba un sitio donde esconderme. Pensé que me iría pronto de aquí, que volvería con mi madre.<br />
<br />
No dijo nada más. Su expresión mostraba un dolor a duras penas contenido. Por un momento, Ide no supo qué decir.<br />
<br />
-Esto confirma mi teoría. Nar Shaddaa no acoge a nadie con los brazos abiertos -sonrió-. No creo que haya más bárbaros que en Coruscant. Es sólo que el sistema de aquí los beneficia, en cierto sentido.<br />
<br />
-Toda la población local, o al menos todos menos uno, de un grupo de diez mil; está dispuesta a traicionar a alguien por una mínima mejora de su calidad de vida. Y el uno restante, si lo encuentras, habrá llegado a su edad actual por pura suerte -se rio brevemente-. Eso, o se acaba de bajar de la astronave.<br />
<br />
-Que lo hagan no quiere decir que deseen hacerlo. Puede que sea el único camino que conozcan. O eso, o que yo he tenido mucha suerte.<br />
En el centro de la mesa apareció una bandeja donde se alineaban, sin orden aparente, muchos tipos distintos de dulces, calientes y fríos. Sin embarazo alguno, Vima cogió uno caliente, le sopló y devoró la mitad de un bocado.<br />
<br />
-Esta mañana -continuó Ide, acercando su mano a algo que parecía un pastelito de crema- conocí a un pequeño alienígena, un chadra-fan que se llamaba Tilikit.<br />
<br />
-Mmm... muy bien -murmuró-. Maldición, me he quemado.<br />
<br />
Ide sonrió ligeramente, como pidiendo permiso para continuar. Ella hizo un gesto con la mano, mientras bebía un sorbo de agua.<br />
<br />
-No era nadie. Salí de un negocio, y me preguntó si necesitaba ayuda. A cambio sólo me pidió que lo llevara a mi planeta -Ide se detuvo unos instantes, como rememorando aquello.<br />
<br />
-Intentaba engañarte -dijo ella rápidamente-. En Nar Shaddaa, si alguien se acerca a alguien, es para comerciar o engañarlo.<br />
<br />
-No he tenido oportunidad de comprobarlo. Murió defendiendo a la esclava que pilotaba mi nave, cuando me atacaron unos mercenarios que Shawman&K'Rtahn mandaron para secuestrarnos a mí y a Arakosia.<br />
<br />
-Oh -dijo ella. No parecía muy afectada-. Y Arakosia es... ¿alguien que yo debería conocer?<br />
<br />
-Oh, es mi padawan. Fue... vendida, al Palacio del Dolor esta tarde -dijo amargamente.<br />
<br />
Vima parecía encantada.<br />
<br />
==Entrando en materia==<br />
<br />
-¡Vaya! ¿Y ella también sabe tocar? -preguntó con voz jubilosa.<br />
<br />
-No -sonrió Ide-. Acaba de empezar su entrenamiento. Apenas sabe manejar el sable de luz, y no ha tenido tiempo de aprender muchas cosas. Yo... la rescaté hace poco. La tenían presa.<br />
<br />
-¿Presa? -su expresión se volvió meditabunda- Curioso... ¿Y qué tipo de cosas sabe hacer?<br />
<br />
-Bueno... sabe... -Ide dudó unos segundos-. La verdad es que, por sí sola, puede apenas defenderse, y poco más. Mi tarea es de hecho convertirla en jedi -sonrió amargamente, consciente de que había usado el tiempo presente en su afirmación.<br />
<br />
-Vaya... ¿y tardarías mucho en convertirla en jedi?<br />
<br />
-Años. En el mejor de los casos -Ide tuvo una extraña sensación, al recordar el sable de luz que pendía de su cinto.<br />
<br />
-Y... ¿es importante para ti hacer eso?<br />
<br />
Ide tragó saliva y calló durante un momento.<br />
<br />
-Cómo decirlo... es... una parte de mí es ella, y lo que ella pueda llegar a ser.<br />
<br />
-Bueno, puedes quedarte en Nar Shaddaa el tiempo que consideres necesario para convertirla en jedi -dijo con expresión pensativa-. A cambio, te acogeré en mi Palacio sin coste alguno para ti.<br />
<br />
Ide sonrió y permaneció pensativo, sin responder. Sabía que Arakosia era el punto de inflexión de la conversación, el momento en el que Vima dejaría de ser amable y cálida.<br />
<br />
==Ofertas==<br />
<br />
-Bueno, piénsalo -dijo mientras se encogía de hombros.<br />
<br />
-No... bueno, siento decirte que no es posible convertirse en jedi en esas circunstancias. Es un entrenamiento igualmente espiritual y físico, y no es compatible en absoluto con la vida de un esclavo.<br />
<br />
-Oh,vaya... -parecía levemente decepcionada- Y si ella estuviera, digamos, exenta de servicio mientras dure su entrenamiento, ¿entonces podrías?<br />
<br />
-No se puede servir a la Orden Jedi y a otro señor a la vez, Vima. Como bien dijiste antes, es una vida sacrificada.<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-En fin... una lástima.<br />
<br />
Permaneció en silencio unos segundos. Cogió otro pequeño postre y se lo metió entero en la boca.<br />
<br />
-Me imaginaba que te agradaría la compra de mi aprendiz. Y entiendo que no tendrás el menor interés en vendérmela -dijo Ide como si fuera algo sin importancia.<br />
<br />
Ella hizo un ligero gesto de contrariedad.<br />
<br />
-No es eso, es que todavía no sé lo que vale... podría perder k'shii fácilmente... perdón, podría perder reputación... a veces me olvido de que no todo el mundo habla hutt.<br />
<br />
-Lo entiendo, es un término muy común. Sea como sea, me interesaría recuperarla, como te podrás imaginar.<br />
<br />
-Lo comprendo, lo comprendo -hizo un gesto apaciguador con ambas manos-. Sólo digo que aún no hemos terminado de tasarla. No puedo ponerle un precio hasta entonces, ¿comprendes? Me ariesgaría mucho.<br />
<br />
-Obviamente Arakosia no es una esclava normal. Y es capaz de hacer cosas increíbles. Pero quizás haya algo que con toda seguridad sea más útil que ella.<br />
<br />
-Seguro -dijo ella con ligereza-. Todavía estará sin pulir. Debe de haber ''cientos'' de esclavos más útiles que ella.<br />
<br />
-A lo mejor yo puedo hacer algo más útil que cualquier cosa que te pueda dar ella -comentó él.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
-¡Pero eso no va así! -dijo animadamente- La cuestión es que un esclavo hará su trabajo ''indefinidamente y sin recibir nada a cambio''. Y además sabes que cualquier inversión que hagas en él la puedes recuperar en un intervalo de tiempo sólo limitado por las necesidades biológicas del esclavo.<br />
<br />
-Sí, pero a lo mejor te compensa tener a un jedi a tu servicio en tu Hak'Un Shapp al precio de un esclavo de mediana utilidad -dijo él seriamente.<br />
<br />
==Contraofertas==<br />
<br />
Ella parecía un poco sorprendida.<br />
<br />
-Bueno, sería buena publicidad... -reflexionó- Las veces anteriores funcionó bastante bien. Y los jedi participantes casi siempre sobreviven, aunque no suelen ganar -sonrió, levemente ácida-. Sin ánimo de ofender, les falta crueldad -una mínima arruga apareció en su frente-. Pero sin tasar a tu padawan, no sé si sería un trato justo. ¿Necesitas conocer mi respuesta con premura?<br />
<br />
-Prefiero saberla libre cuanto antes mejor, pero toma el tiempo que necesites, faltaría más.<br />
<br />
-Habitualmente un par de horas suelen ser suficientes, si la colaboración es buena.<br />
<br />
-Quizás... pueda ayudarte. Verás, circula por la Holored una demostración de Arakosia que probablemente te enseñarán.<br />
<br />
-...sí? -su expresión quería decir: "y respecto a ella, quieres puntualizar que..."<br />
<br />
-¿Quizá podríamos verla ahora?<br />
<br />
-Claro. Control central, buscar video en HoloNet. Rastreo de nodo local, Nar Shaddaa; fecha y hora, últimos dos días, tema: Arakosia. Ordenar por número de visitas. Ver.<br />
<br />
Sobre la mesa se hizo un cubo de luz, al principio borroso, posteriormente fue dibujándose una habitación. Sobre la cama, Arakosia estaba desnuda y drogada, e Ide estaba a su lado.<br />
<br />
==Aclaraciones==<br />
<br />
Vima parecía muy interesada.<br />
<br />
-¡Caramba! Hubiera asegurado que era demasiado joven para relaciones sexuales extensas... -miró a su enlace informático de muñeca- y ésta es una edición de hora y media, con los mejores momentos de una grabación original, ¿''de diez horas''? -miró a Ide, con expresión entusiasmada- ¡Qué maravilla! ¿Y qué deseabas comentar?<br />
<br />
Un extraño pulso de calor recorrió la espina dorsal de Ide. Se tomó un tiempo tiempo para responder, en el cual sólo se le venía a la mente una frase: "Keel, maldita rata".<br />
<br />
-Sí... eso también. Pensaba que te ibas a encontrar primero con el vídeo de la fruta.<br />
<br />
-Es por el número de visitas, supongo. Nada atrae más que el sexo y la violencia. Probablemente el otro video no incluye sangre.<br />
<br />
-Esa noche Arakosia hizo cosas espectaculares. Y se deben principalmente a dos cosas. La primera es que la drogaron.<br />
<br />
-Pero la droga sólo levanta inhibiciones. Es de suponer que, en principio, ella sería capaz de llevar a cabo... hazañas similares sin necesidad de sustancias añadidas.<br />
<br />
-No siempre. Los estupefacientes, desde el momento en el que trasladan al individuo a un estado distinto de consciencia, pueden a veces amplificar la canalización de la Fuerza. O pueden hacer todo lo contrario.<br />
<br />
Como comprenderás, si fuera tan fácil obtener superpoderes, todos iríamos siempre por ahí con una bolsita de pastillas. Depende de la ocasión, y el contexto, las drogas pueden ser muy beneficiosas, o muy peligrosas. Lo cual me lleva al segundo factor que, en conjunción con el trance de la droga, proporcionó a Arakosia semejante habilidad.<br />
<br />
-Una conjunción de factores suelen ser malas noticias. ¿De qué se trata? ¿Ira descontrolada? ¿Abandono suicida?<br />
<br />
-Yo. Ide Kanor, su maestro y mentor. Y la devoción que siente hacia él -Ide pronunciaba severamente, con orgullo, pero sin que pareciera que estaba alardeando.<br />
<br />
-Oh, mejor. Quiero decir, ese no es un factor descontrolado. Aunque, claramente, disminuye su valor para cualquier comprador potencial... -dijo con expresión ecuánime.<br />
<br />
-Quería aclararte todo esto, para que no pensaras que te he intentado engañar cuando lo vieras -terminó Ide, juntando las manos en actitud conciliadora.<br />
<br />
-De acuerdo, lo tendremos en cuenta. ¿Deseas esperar aquí mientras tanto, o hay algún otro lugar... o algo que necesites hacer?<br />
<br />
-Pues sería muy agradable poder esperar en esta sala. Es... especialmente tranquila. A no ser que me dejes bajar a dar una vuelta por el Hak'un'Shapp -en el rostro del joven emergió una sonrisa pícara-. Tengo cierta curiosidad.<br />
<br />
Ella sonrió, con coquetería.<br />
<br />
-Bueno... está claro que no sabes exactamente de qué se trata... la mayor parte del tiempo es, como la vida misma, algo gris y aburrido. Y de repente -su voz cobró una energía vibrante- se desata un vórtice de emociones, que arrastran a sus participantes al éxtasis...<br />
<br />
Era como contemplar un volcán en sus ojos. Ide no recordaba cómo había llegado a estar tan cerca de ella. Percibió su energía en la Fuerza. Poderosa, entrenada... adaptada a su entorno, en sintonía con las sensaciones que emanaba la Luna del Contrabandista.<br />
<br />
==Déjà vu==<br />
<br />
Una sensación de ''déjà vu'' invadió a Ide. Se sentía en una especie de punto de inflexión, un punto desde el cual se puede desencadenar cualquier acontecimiento.<br />
<br />
-Parece que... -intervino Ide casi con un susurro, escudriñándola en la Fuerza- encuentras cierta armonía en el Hak'un'Shapp...<br />
<br />
El tiempo parecía fluir despacio, despacio...<br />
<br />
La miró, durante un instante, con ojos que trascendían la materia física. Había poder y habilidad, entrenados hacía mucho, oxidados bajo la costumbre de no utilizar lo aprendido, sepultados tras mucho uso inconsciente e intuitivo.<br />
<br />
-Intento... -dijo ella, con voz casi inaudible- Intento disfrutar de la armonía allá donde la encuentre...<br />
<br />
-Fluyes con la Fuerza... has sido entrenada -dijo él, extendiendo la mano como para tocar los jirones de su aura sobrenatural.<br />
<br />
Ella se estremeció en su sitio, sin decir nada. Su vello se erizó antes de que Ide lo tocara. Él dudó un segundo, y luego, lentamente, acercó su mano a la de ella. Estaba de pie, al lado de la silla en la que ella permanecía. Sin tocarla, ascendió por su brazo, como un curandero buscando energía vital, dejando que la única conexión entre ellos fuera, por poco, la Fuerza.<br />
<br />
Ella no reaccionaba con una técnica definida. Se limitaba a dejar que su cuerpo fuera atravesado por la Fuerza, sin hacer nada que no pudiera hacer de forma natural. Aceptó el toque de forma pasiva, dejándose hacer.<br />
<br />
-Pero fue hace tiempo... -añadió él, con los ojos cerrados, centrándose sólo en lo que percibía por su canal sensitivo sobrenatural. Cuando llegó al hombro, posó su mano. A través de la Fuerza le llegó, abrumadora, una sensación orgásmica. Pero ella no se movió.<br />
<br />
Sólo un suspiro hubiera permitido saber, a un observador casual, por qué sus párpados vibraban y su nuca transpiraba.<br />
<br />
Ide se giró, levantó la otra mano, y la posó sobre el otro hombro. Movió los dedos lentamente, como masajeando, limpiando el incipiente sudor que había aparecido en el cuello de ella, pero de una forma sutil y precavida. Seguía con los ojos cerrados, oyendo las reverberaciones de Vima, emitiendo su propia señal en la Fuerza para oirla reflejada en ella.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
Vima reaccionaba sin pensar. Tomó aire, y lo exhaló lentamente; cerró los ojos despacio. Estaba bajando sus defensas, Ide pudo sentir algunos de sus pensamientos al azar.<br />
<br />
"Que no se detenga, por favor, que no se detenga, lo necesito, lo necesito tanto, nadie era apropiado, todos querían mi k shii, nadie podía hacerlo como un igual, si hago algo puede arrepentirse, ojalá dejara de preguntar por la Época Oscura, quiero, quiero, oh, qué bueno. En el video no salía drogándose, pero ella tampoco, ¿podrá? ¿Podrá? Oh, por favor, que no sea de los que sólo lo hacen por amor, que no haya una regla jedi absurda, que no pase nada, que lo haga, pronto, que lo haga porque lo necesito tanto..."<br />
<br />
Él se detuvo unos segundos. Después, bajó una de sus manos un poco, colocándola al principio de sus pechos, y llevó la otra detrás, a la nuca, incrustando los dedos en su pelo. Al tiempo, se giró grácilmente y se puso en frente de ella, y, con la experiencia adquirida en los años de Galmia, en un segundo que se hizo eterno, se acercó y la besó.<br />
<br />
Ella volvió a estremecerse, una vez más.<br />
<br />
"Lo ha hecho otra vez. Y todavía estamos empezando. O eso espero. Que no acabe, por favor, que no acabe..."<br />
<br />
Pero él no se detuvo. Siguió, como en otros tiempos había hecho con su Reina, con la excitación sobrenatural que sólo sentía al unirse con otros usuarios de la Fuerza, como con Anakin, como con Arakosia el día anterior. Ide perdió la noción del tiempo. Se olvidó del Hak'un'Shapp, se nubló la visión de su objetivo, de Arakosia, de Morg, de Kurel, y durante un periodo no determinado de tiempo, sólo se permitió sentir la Fuerza, y Vima Da'Motta, la cruel emperatriz del Palacio del Dolor, ahora transformada y expuesta por la letanía de placeres que se sucedieron en la habitación.<br />
<br />
El atardecer sobre Nar Shaddaa se convirtió en noche, la noche casi en amanecer. Ninguno de los dos parecía acusar el peso del cansancio. En un momento determinado, Vima cedió voluntariamente; cuando se retiró, Ide vio sangre en la cara interna de sus muslos. Se dejó caer, agotada y feliz.<br />
<br />
==Interrupciones==<br />
<br />
Suspiró.<br />
<br />
En ese momento, Ide sintió algo extraño: sobre los cristales se notaba una extraña vibración, apenas musical...<br />
<br />
<br />
"''Arakosia''", pensó instantáneamente.<br />
<br />
"''¿Maestro? Estoy despierta, y no reconozco el lugar.''"<br />
<br />
"''No te preocupes, estás a salvo, en el Palacio del Dolor. No te pasará nada. Confía en mí.''"<br />
<br />
"''¿Debo escapar? ''Puedo'' escapar.''"<br />
<br />
"''No será necesario. Puede que si intentaras escapar fuera peor. Iré a verte en cuanto pueda, te recogeré pronto.''"<br />
<br />
"''Quieren operarme. Para instalarme algo, porque... dicen que ya han esperado demasiado. Lo van a hacer en menos de dos minutos.''"<br />
<br />
Ide pensó durante unos segundos. Fue a buscar su ropa. "''Dame un minuto. Si lo intentan, escapa.''"<br />
<br />
<br />
-Cuándo te volveré a ver -preguntó a Vima, despreocupadamente.<br />
<br />
Ella esbozó una especie de media sonrisa que transmitía una sabiduría sin edad. Su manera de moverse evidenciaba que se sentía igual de cómoda desnuda que vestida.<br />
<br />
-¿Quién sabe? -dijo con voz traviesa- Espero que pronto.<br />
<br />
-Me preguntaba... si harías algo por mí -apuntó él tímidamente. Ella rió, de buen humor.<br />
<br />
-Pregunta, hombre. Haré lo que pueda -una pequeña arruga se formó en su frente- si puedo.<br />
<br />
-Es mi antigua alumna. Me preguntaba si podías retrasar su implante. Mientras la tasas y llegamos a un acuerdo.<br />
<br />
<br />
Ella pareció un poco entristecida.<br />
<br />
-Oh, lo siento. Mi personal implanta a todo el personal en menos de quince minutos tras su compra. Norma de la casa, sabes -su expresión se dulcificó-. ¡Pero no te preocupes! Los implantes se pueden retirar fácilmente, y no dejan ninguna clase de huella o secuela.<br />
<br />
Ide observó que ella no parecía tener ningún interés en vestirse. La única prenda que recogió fue el cinturón del que pendía el sable de luz, y se lo ajustó a la cintura. Pasó la mano por delante de un sensor frente a uno de los vértices, y el hueco correspondiente al ascensor se iluminó.<br />
<br />
<br />
-¿Bajas primero? ¿O prefieres esperar aquí?<br />
<br />
-¿Esperar? -Ide levantó lo que hubiera sido una ceja.<br />
<br />
-A que termine la tasación.<br />
<br />
<br />
"''Maestro, vienen'' ahora"<br />
<br />
-Vima... -dijo, mirándola fijamente-. Llama a tu equipo de implantación. Acabo de percibir algo.<br />
<br />
==Imprevistos==<br />
<br />
Ella parecía confundida.<br />
<br />
-Pero...<br />
<br />
-Confía en mí, evitará problemas. Están... implantando a Arakosia. Ha estado inconsciente y se acaba de despertar. Y está asustada.<br />
<br />
-Yo... -algo pareció cerrarse en su mente. Volvió a subir la barrera- Está bien. Pero no desde aquí.<br />
<br />
Él dio un paso adelante, aún con la ropa en la mano.<br />
<br />
-Vima... -la miró fijamente-. Gracias. Por... por todo.<br />
<br />
Ella asintió sobriamente.<br />
<br />
-Espera aquí.<br />
<br />
"''Maestro, ya he escapado. Dime cuál es el punto de encuentro.''"<br />
<br />
-Volveré tan pronto como pueda.<br />
<br />
"''Me temo que he dañado gravemente a por lo menos dos de ellos.''"<br />
<br />
Vima sonrió.<br />
<br />
-Y te haré un buen, buen descuento en todo lo que dependa de mi k'shii... esto ha valido un buen montón de gubor... incluso se podría cobrar en sgin.<br />
<br />
"''La estructura de este hotel me ha cogido por sorpresa... al principio. Pero en realidad, me beneficia. Más de la mitad del edificio está hueca. Más espacio para mí.''"<br />
<br />
"''Quédate escondida por ahora''."<br />
<br />
Se acercó a Vima, aún mirándola.<br />
<br />
-Sabes que no lo he hecho por eso -se acercó para coger su mano-.<br />
<br />
-Ya lo sé, guapo -dijo Vima mientras guiñaba un ojo-. Era un cumplido, al estilo Nar Shaddaa.<br />
<br />
Él sonrió.<br />
<br />
-Estaré aquí, si me necesitas o si hay algún problema.<br />
<br />
-Bien. Siéntete libre de pedir cualquier cosa o servicio que desees -la expresión de su cara se volvió a un tiempo salvaje y atractiva-. Cualquier cosa... la podemos compartir cuando yo regrese.<br />
<br />
Enderezó su espalda, que crujió levemente. Se quedó parada en la sección iluminada de suelo, que bajó. Su cuerpo desnudo parecía saludar a Ide mientras desaparecía por la abertura del suelo, antes de que ésta se cerrase.<br />
<br />
==Comunicaciones==<br />
<br />
"''¿Maestro?"''<br />
<br />
"''Arakosia.''"<br />
<br />
"''A lo mejor no es el momento apropiado para preguntar esto, pero... eh... a veces confundo cosas que suceden en mis sueños con cosas que suceden en la realidad, y... no tengo muy claro si algunas de las cosas que recuerdo... son ciertas.''"<br />
<br />
"''Ah, supongo que te refieres a lo de ayer.''"<br />
<br />
"''Es que... lo que recuerdo se parece mucho a los sueños que suelo tener, pero... ahora tengo agujetas, maestro, en todo el cuerpo, y..."''<br />
<br />
''"Te drogaron. La especia roja... te introduce en un éxtasis sexual. Y te produce síndrome de abstinencia. Y... lo que recuerdas es la terapia de choque para evitar la dependencia. Decidí que... era mejor así, a usar a unos extraños."''<br />
<br />
<br />
El enlace transmitió una mezcla de sensaciones difícil de analizar, algo a lo que Ide comenzaba a acostumbrarse. Supo que luego, al meditar sobre ello, podría conocer su reacción con más precisión.<br />
<br />
<br />
''"Yo... ¿lo repetiremos?"''<br />
<br />
''"Bueno... en el Templo no... aunque... espero que esto no nos lleve a ti y a mí al Lado Oscuro...''". Ide sonrió, pero no tenía claro si era posible transmitir humor mediante los enlaces telepáticos.<br />
<br />
"''No... no lo parecía... he estado allí, y esto era... sólo me había sentido así al pelear, o en meditación profunda. He aprendido mucho, lo recuerdo. Creo... que puedo utilizar lo que he aprendido.''"<br />
<br />
"''Utiliza lo que yo te he enseñado. Lo que has aprendido tendremos que... bueno. Revisarlo. No está mal que investigues tu propia conexión con la Fuerza, pero a veces...''"<br />
<br />
<br />
Ide tuvo un flash. De Galmia. De Kwyna aprendiendo sola, con el holocrón. Se fue enseguida, pero no supo discriminar si Arakosia lo había percibido o no.<br />
<br />
<br />
"''Es mejor que lo desarrollemos un poco, tranquilamente, durante el entrenamiento.''"<br />
<br />
"''Sentí la Fuerza, maestro. Fluyendo por mi cuerpo. Fui consciente de cómo el funcionamiento de mi cuerpo interaccionaba con la Fuerza. Pocas veces me siento tan centrada... como ahora, que peleo para salvar mi vida. Estoy intentando no matar a nadie, aunque ellos están intentando matarme a mí. ¿Es eso correcto?''"<br />
<br />
"''Eh... sí. Lo importante es eliminar las sensaciones. Pensar sólo en la Fuerza.''"<br />
<br />
"''Oh, sí. Ahora estoy muy bien. Me siento... en paz...''"<br />
<br />
<br />
Ide analizó a su aprendiz, en la distancia, mediante el enlace en la Fuerza que los unía. Era... como una sucesión de tonos cristalinos, como un concierto de campanas tubulares. Irradiaba tranquilidad.<br />
<br />
<br />
"''Por cierto, maestro... no sé si es importante, pero... siento...''"<br />
<br />
<br />
Ella no se atrevía a verbalizar... algo. Sintió un lejano eco de vergüenza.<br />
<br />
<br />
''"Di, Arakosia."''<br />
<br />
''"Soy consciente de una... excitación física de mi cuerpo, en estos momentos. No sé qué hacer al respecto."''<br />
<br />
''"Es parte de los efectos de la especia roja. Me temo que es algo que tendrás que solucionar tú misma en tu escondite."''<br />
<br />
''"Sí, maestro. Creo que acabo de matar a alguien, sin querer. Ha caído por un desnivel."''<br />
<br />
''"¿Que has hecho qué?"'' Ide no sabía muy bien qué estaba pasando. ''"¿No decías que estabas escondida?".''<br />
<br />
''"En los sistemas ocultos. Pero han mandado patrullas para localizarme y dañarme. Creo que la idea es que, cuando un esclavo huye, se le hace tanto daño que éste nunca vuelve a intentarlo. Muchos de estos seres... quieren hacer eso. Por eso son un poco más descuidados."''<br />
<br />
''"¿Puedes seguir oculta?" ''Ide se dio cuenta al tiempo de lo estúpido de la pregunta. Ella había pasado toda su vida ocultándose. Era su especialidad.<br />
<br />
"''Si no tienen a nadie capaz de buscarme con la Fuerza, sí. Si tienen a alguien... depende de lo bueno que sea."''<br />
<br />
"''Quédate escondida en el edificio. Sea lo que sea, lo solucionaremos. La Fuerza nos guiará. Avísame si te ves en peligro.''"<br />
<br />
''"Sí, maestro."''<br />
<br />
<br />
Ide empezó a vestirse. Se acercó a las paredes de transpariacero, y se sentó en pose de meditación.<br />
<br />
==Visiones==<br />
<br />
No pudo concentrarse, perdía el foco constantemente. Pensaba en Arakosia saltando, corriendo y ocultándose, peleando cuando una de las patrullas daba con ella; mientras se dejaba llevar por su instinto para encontrar un lugar cómodo y seguro.<br />
<br />
Y en Vima y su posible reacción. El pánico que mostraban todos los que la conocían era un referente claro de lo que era capaz.<br />
<br />
Ide suspiró, y abrió los ojos. En el exterior, el tráfico caótico de Nar Shaddaa se desparramaba en todas direcciones desde el Palacio del Dolor. En el interior de un vehículo, hubo un movimiento violento y un resplandor; y la mitad del parabrisas se volvió roja. El vehículo hizo un extraño, y luego se reincorporó al tráfico como si no hubiera pasado nada.<br />
<br />
En una de las azoteas, dos humanoides luchaban. La sensación de distancia era engañosa, e Ide se dio cuenta de que los cristales eran del tipo "ojo de águila"; hechos de un material transparente conectado a un ordenador, que reconocía dónde se estaba mirando y modificaba su forma para aumentar el grado de detalle.<br />
<br />
Uno de los humanoides le rompió un tobillo al otro, que cayó. El otro apenas se sostenía en pie. Se alejó, arrastrándose apenas, hasta el borde del tejado, y cogió una bolsa de plástico vacía. Comenzó a llenarla de cosas que parecían pequeñas y pesadas, y de vez en cuando levantaba la bolsa con un brazo, con gesto apreciativo.<br />
<br />
Renqueó hacia el humanoide caido, que había conseguido, mientras tanto, darse la vuelta para quedar boca arriba. Hablaron un poco. De repente, el que estaba de pie movió la bolsa de plástico con una trayectoria circular, por encima de su cabeza, y luego de arriba abajo sobre el caído. Y luego lo hizo de nuevo, otra vez, y otra...<br />
<br />
Ide se sintió una punzada en el estómago. Todo parecía girar en torno al dolor y la muerte en este planeta.<br />
<br />
Volvió a cerrar los ojos para volver a intentar meditar.<br />
<br />
En esta ocasión no se dejó distraer.<br />
<br />
Ella estaba desnuda y en cuclillas sobre una delgada guía de metal, por encima de un abismo insondable. Un poco por encima de ella había una pasarela por la que se alejaba una patrulla de búsqueda. Dos de ellos querían matarla rápidamente. Los otros cuatro querían hacerle sentir muchísimo dolor, y luego capturarla. Un pequeño charco de líquido transparente se había acumulado alrededor de su pie derecho, e Ide vio que había un reguero que se podía rastrear hasta la entrepierna.<br />
<br />
{{flashback | <br />
<br />
"Te drogaron. La especia roja... te introduce en un éxtasis sexual. Y te produce síndrome de abstinencia. Y... lo que recuerdas es la terapia de choque para evitar la dependencia. Decidí que... era mejor así, a usar a<br />
unos extraños."}}<br />
<br />
Ide detuvo el flujo temporal durante unos instantes. Luego lo movió lentamente hacia delante, para estar seguro de que no se perdía nada.<br />
<br />
{{flashback | Gozo. "Era verdad. Lo hemos hecho de verdad. No era el mejor de los sueños... era mejor que en los sueños. Es porque era verdad. Por eso lo sentía con tanta claridad, como ahora, que es como aire fresco, que huele tan bien... y sentí revelaciones, sentí que la Fuerza podía canalizarse por mi cuerpo sin esfuerzo, dejando que la energía se remanse; manteniendo la armonía, dejando que la Fuerza se guíe, siendo el surco por donde la Fuerza se derrama..."<br />
<br />
Duda. "¿Y si esto no es correcto? ¿Y si Ide tiene problemas por haber hecho esto? ¿Y si, por mi culpa, nos obligan a separarnos? ¿Y si lo castigan por mi culpa? ¿Y si nos expulsan? ¿Y si nos matan?"<br />
<br />
Confianza. "Ide sabrá lo que hacer. Ide hará lo correcto. Ide pensará en mí. Ide me dirá qué, Ide me dirá cómo, Ide me dirá cuándo. Ide buscará mi bien."<br />
<br />
Esperanza. "He tenido sexo, y ha sido la primera vez en mi vida que ha sido sin miedo y sin dolor. Ha estado muy bien. Ha sido maravilloso, y he aprendido mucho. ¿Podremos repetirlo? ¿Podremos repetirlo mucho? Tantas cosas que aprender, tantas cosas que demostrar... hay cosas que he experimentado, sin querer experimentarlas; y ahora me alegro de haberlas experimentado, porque puedo convertirlas en algo bueno; porque puedo aprender de ellas, y aún no sé cómo; y la respuesta está en su cuerpo y en el mío, y pronto, pronto... ojalá que pronto..."}}<br />
<br />
Ide perdió un poco de foco. "De todas formas", pensó, "creo que eso era todo".<br />
El ascensor volvió a activarse. El suelo se abrió y Vima, todavía desnuda, apareció en la Joya Gloriosa. Su rostro era impenetrable, y luego se hendió en una media sonrisa.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
-¿No has pedido nada? ¿Ni a nadie? -suspiró teatralmente. Luego, viendo el gesto levemente tenso de Ide, su tono pasó a uno más formal- Eh... tu padawan se ha escapado. Parece que tu premonición respecto al equipo de implantación era acertada.<br />
<br />
-Vaya... espero que no te esté causando muchos problemas -respondió él, aún algo tenso. Había esperado que llegara hecha una furia, así que cualquier cosa era mejor.<br />
<br />
-Eh... -sonrió, mientras hacía rodar sus ojos hacia arriba- Bueno, a mí no muchos, pero está haciendo una criba entre mis hombres más prescindibles.<br />
<br />
-Parece que sabes sacar beneficio hasta de las situaciones adversas -sonrió él, algo más tranquilo.<br />
<br />
-Cualquiera puede hacerlo -dijo ella, mientras desabrochaba de nuevo su cinturón-. La clave es saber que hay un beneficio potencial en toda situación.<br />
<br />
Ide no supo qué decir en ese momento. Arakosia estaba huyendo, y Vima no parecía darle importancia. Supuso que ella estaba segura de que tarde o temprano la iba a encontrar. La pregunta seguía siendo qué haría con su padawan después.<br />
<br />
Ella se echó a su lado. Ide notó que lo que había tomado por perfume (por lo bien que olía, por perfume caro), era en realidad el olor corporal de Vima.<br />
<br />
-Da la impresión de que no te importe que una de tus esclavas esté huyendo...<br />
<br />
Ella se rió, de buen humor. Se acurrucó junto a Ide, mientras posaba su mano sobre el pecho surcado de cicatrices.<br />
<br />
-Bueno, es un poco molesto, pero... pff... me ha pasado tantas veces...<br />
<br />
-Eso, o que tienes cosas mejores en las que pensar -respondió él, con una media sonrisa, mientras le apartaba un mechón de la frente.<br />
<br />
-Será eso -dijo ella, con humor-. Bueno, y que hay un protocolo muy probado para encontrar gente evadida. No hemos tenido fugas en más de setenta años -dijo despreocupadamente.<br />
<br />
-¿Ah sí? Pues has de saber que Arakosia tiene una habilidad especial para esconderse. Eso sí que se le da bien -rió-. Estuvo tanto tiempo haciéndolo... ¿Cuánto tiempo crees que se te resistirá?<br />
<br />
-Pues, si usa la Fuerza para esconderse... -hizo un cálculo rápido- ...en ocho horas más, reconfigurarán las habitaciones al modo "búsqueda fácil". El hotel será un poco menos... hum... hospitalario para los huéspedes, y el espacio libre estará todo junto. Y luego vienen los perros akk.<br />
<br />
-Ya veo...<br />
<br />
-Y luego... se pueden configurar las habitaciones para ir reduciendo el espacio donde es posible esconderse -dijo, con una sonrisa-. Todo lo que sea necesario. La principal ventaja con la que ella cuenta, es que la quiero viva... y que está sin tasar.<br />
<br />
-Qué despliegue de medios. También podrías pedirle ayuda a su maestro, encontrarla, tasarla, y ahorrarnos disgustos a todos -aún sonreía, aunque no estaba seguro de si Vima tenía intención de dejar pasar la irreverencia tan fácilmente.<br />
<br />
Ella se tomó un tiempo para responder, en el que acarició despacio el pecho de Ide.<br />
<br />
-No hay ningún disgusto para tomar. De momento, está cribando a mis lacayos más prescindibles. Los que queden serán mejores -dijo, despreocupadamente-. La ordalía que está atravesando también sirve para tasarla... parcialmente.<br />
<br />
-Y de paso aumentar su valor, para luego sacarle más a su pobre maestro, que la quiere de vuelta... -le rozó el brazo, y subió hasta casi el hombro. La miraba fijamente.<br />
<br />
Ella rió de nuevo.<br />
<br />
==Video de una fuga==<br />
<br />
-Mmm... sí, todo son ventajas... -dijo con voz melosa- ¿Quieres ver la grabación del video de seguridad, donde se escapa?<br />
<br />
Él sonrió ampliamente a modo de respuesta, y asintió levemt. Ella habló, con voz alta y clara:<br />
<br />
-Control Central, reproducir video. Título Dolor Arakosia Uno.<br />
<br />
<br />
La sala volvió a oscurecerse, y sobre la mesa se proyecto un holovídeo. Era una sala médica, y en ella había varios tanques de bacta. Casi todos estaban vacíos, y en uno de ellos flotaba Arakosia.<br />
<br />
Bajo los párpados cerrados, sus ojos se movieron. Se agitó levemente. Un monitor junto a su tanque comenzó a parpadear.<br />
<br />
Una especie de droide (médico, supuso Ide, aunque no reconoció el modelo, parecido a un taburete) se acercó rápidamente. Se paró frente al monitor, y se marchó por la puerta.<br />
<br />
Regresó con un grupo de tres humanoides, vestidos con ropa de trabajo. En las manos llevaban varios instrumentos, que dejaron en una pequeña bandeja junto al tanque.<br />
<br />
Manipularon el monitor, con práctica y confianza, y cierto aburrimiento.<br />
<br />
El tanque de bacta comenzó a vaciarse. Se vació. Arakosia quedó hecha un ovillo en el suelo.<br />
<br />
<br />
Abrieron el tanque, y la sujetaron para colocarla en la mesa de operaciones en el centro de la habitación. La manipulaban como un peso muerto. Uno de ellos sujetó una máquina grande, y la dirigió a la cara de Arakosia.<br />
<br />
Ella se movió tan rápido que la grabadora no lo registró. El hombre voló dos metros hacia atrás y chocó contra un tanque vacío. La máquina quedó un momento en el aire, pero ella la pateó contra otro de los técnicos.<br />
<br />
Él la sujetó con ambas manos, mientras su compañero dirigía un arma contra Arakosia.<br />
<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Si hay algo que se le da bien, es escapar -intervino.<br />
<br />
-Ya veo -dijo ella, apreciativamente.<br />
<br />
<br />
<br />
Ella sujetó el arma al mismo tiempo, y no se molestó en forcejear para arrebatársela. La desvió lejos de sí, para que no pudiera dispararle, y lanzó su mano engarfiada contra el rostro del hombre. El movimiento no se podía apreciar claramente, pero el grito del hombre fue desgarrador, y la sangre comenzó a correr a chorros por las mejillas. El segundo técnico se quedó sobrecogido por la visión, y reaccionó tarde, accionando la máquina, que lanzó una nube de gas.<br />
<br />
Ella se movió sin soltar su presa, y al moverse se podía ver cómo tenía dos dedos de la mano izquierda dentro de las cuencas de los ojos, y giró sobre sí misma para lanzar al hombre, que seguía aullando, contra la nube. La aspiró entera, y cayó al suelo inconsciente.<br />
<br />
<br />
<br />
El técnico que quedaba y Arakosia se miraron durante un momento, y él disparó el arma una vez más. Ella no se movió, y la nube impactó contra su rostro. No tuvo ningún efecto.<br />
<br />
El técnico dejó caer el anestesiador, y extrajo un arma; pero al mismo tiempo Arakosia lanzó contra la cara del hombre lo que llevaba en la mano, algo pequeño y pringoso que chocó con fuerza, cegándolo al romperse. Ella saltó justo detrás, y lo golpeó con tanta fuerza que su cuerpo se arqueó con fuerza mientras volaba por el aire.<br />
<br />
<br />
No dedicó ni un momento a ver cómo caía. Su mirada se posó brevemente por todos los objetos de la sala, y se dirigió hacia un contenedor metálico, de un metro por medio metro. Lo golpeó con la mano cerrada. No se abrió. Lo golpeó de nuevo. Observó la muesca que quedaba, y cogió el contenedor cerrado. La puerta se abrió de nuevo, y entró un hombre armado (tras él se veía más gente, pero el video estaba centrado en la sala de reanimación). <br />
<br />
<br />
Disparó dos veces, y Arakosia paró los disparos con el contenedor. Luego pateó una máquina caída en el suelo, desviando el arma mientras saltaba contra el hombre. Lo golpeó con el recipiente metálico en la cara, cayó a sus pies, lanzó un puñetazo contra la entrepierna, saltó en vertical y empujó con ambas piernas contra el pecho del guardia, que chocó contra sus compañeros. Ella saltó contra el batiburrillo de guardias.<br />
<br />
<br />
La habitación quedó vacía, excepto por el técnico dentro del tanque de bacta, el hombre anestesiado y sin ojos del suelo y el que había chocado contra la pared y el suelo de la esquina. No había movimiento en la escena, excepto por los charcos de sangre, que se extendían rápidamente.<br />
<br />
Vima sonreía.<br />
<br />
==Cosas sobre Vima==<br />
<br />
-Esa chica tiene potencial...<br />
<br />
-Sabe improvisar. Es rápida pensando. Sabía que podía llegar lejos cuando la tomé como discípula -dijo él, descansando en cada palabra.<br />
<br />
-Hm-hmm -murmuró Vima mientras asentía. Ide sintió que volvía a bajar sus defensas. La visión de la sangre extendiéndose por el suelo la había excitado.<br />
<br />
Él aprovechó para buscar en ella. Estaba preocupado por lo que podía pasarle a Arakosia, una vez fuera capturada. Y por lo que le podía pasar durante la captura.<br />
<br />
-Tienes... una afinidad especial por ciertas cosas, por lo que veo -dijo él, volviendo a mirarla y rozándole la cara.<br />
<br />
-Mi afinidad es por mi entorno. Creé el Palacio del Dolor pensando en esa afinidad.<br />
<br />
Ide comprobó, desolado, que la Fuerza le transmitía muchas sensaciones, muchos pensamientos superficiales, pero no podía acceder a las capas más profundas del pensamiento. O al menos no sin alertarla. Y los resultados de un intento fallido podían ser... desastrosos.<br />
<br />
Ahora que pensaba sobre ello, Ide no recordaba haber oído hablar de ningún jedi con una técnica semejante. Aunque los caamasi podían guardar y transferir "archivos" de recuerdo, llamados memnii, y los jedi podían recibirlos. Quizá un jedi caamasi pudiera... o probablemente no.<br />
<br />
Ide reflexionó, buscando otra vía de acción.<br />
<br />
==Pensamientos==<br />
<br />
-Espero que tu entorno no se vaya a comer a mi aprendiz... es un sitio hostil para un jedi como ella... o como yo... -dijo él. Empezó a pasarle la mano por la espalda, mientras seguía concentrado en sus pensamientos... quizá mencionar a Arakosia le hiciera pensar en ella...<br />
<br />
-Mmm... -dijo ella. Por su mente pasaron un montón de imágenes en rápida sucesión:<br />
<br />
{{flashback | Tumbada boca abajo en una camilla, levanta la vista y ve a un twi'lek azul muy atractivo, desnudo de cintura para arriba; que sonríe amablemente. Ella sabe que la odia con todo su corazón.<br />
Cuando llegó a Nar Shaddaa, llevaba todas sus posesiones atadas al cuerpo: una pequeña bolsa más pequeña que un puño y un sable de luz pegado a su zona lumbar. Intentaron violarla, matarla o esclavizarla - pequeños flashes de cada escena- seis veces antes de que cayera la noche.<br />
<br />
La primera vez que negoció con un hutt, él le ofreció un puesto. Ella le ofreció un trato. Él se rió. Ella no.<br />
<br />
La siguiente vez, habían pasado tres años. El hutt parecía más delgado. Él habló. Ella sólo sonrió sarcásticamente. Él gritó. Ella no dijo nada.<br />
<br />
Todos los años que pasó temiendo que su maestro la encontrara. Hasta que tomó la decisión de no volver a tener miedo, y fue a buscarlo.<br />
<br />
En el planeta Chelloa ya no quedaba nada. Nunca supo lo que había pasado. En su pecho, la sensación de algo inacabado sería algo a lo que acabaría por acostumbrarse.<br />
<br />
En una habitación muy brillante, un alienígena le dice que no está seguro de la especie de su padre. Al parecer, sus células no se degradan, o lo hacen tan despacio que no hay forma de saberlo con certeza. La sensación en su pecho sigue ahí, nunca se ha ido, pero la conversación con el científico hace que sea dolorosamente consciente de que probablemente no hay nadie en el universo con quien pueda identificarse.<br />
<br />
Esa chica... se parece a una que fue secuestrada hace más de quinientos años. Se parece un poco. }}<br />
<br />
La mirada de Vima parecía fija en algo lejano. Ide no modificó su postura. Siguió allí con ella, tocándola suavemente, escuchándola sin que ella lo supiera. Esperando que ella diera el siguiente paso. En cierto sentido, esa habitación, la calma, y los pensamientos de Vima, eran parte de su relación con ella. Ide no supo decir si estaba empezando a gustarle.<br />
<br />
{{flashback| Y de aquella chica... qué se había hecho de ella. Y cómo.<br />
<br />
Dolor, tortura, un entrenamiento inhumano, para volverla sobrehumana, para hacer de ella un poder en la galaxia...<br />
<br />
Abrazar el dolor, aprender la tortura, hacer de las emociones un instrumento bien afinado para aumentar la capacidad de usar la Fuerza. Hasta que se graduó...<br />
<br />
El combate contra aquel droide asesino casi la mató, pero su maestro parecía satisfecho: `Has dado tus primeros pasos en un camino infinito´ le dijo.<br />
<br />
Y tanto. Pero no conducía a donde tú querías, maestro... sino a donde quise yo. Seguro que los antiguos sith no estaban pensando en esto, precisamente.}}<br />
<br />
Vima sonrió cuando sus pensamientos la llevaron a este punto.<br />
<br />
{{flashback| A esa chica que hay abajo... nadie le ha dado la opción de tomar su propio camino. Secuestrada por unos y otros... Yo podría hacer por ella lo que mi maestro hizo por mí... no lo que quería hacer, lo que hizo. Podría hacerla poderosa y libre.<br />
<br />
Y ella, al volver la vista atrás, pensará: 'Ella evitó que me convirtiera en un instrumento en esta guerra entre sith y jedi'.<br />
Pero tengo que ver si vale para esto. Para esto sirve esta cacería. Y su maestro... }}<br />
<br />
Acarició distraídamente la nuca de Ide.<br />
<br />
{{flashback| Ojalá pueda quedarse un tiempo aquí. Al fin y al cabo, nunca he oído que los jedi tengan un límite de tiempo para sus misiones. O que tengan que volver al templo.<br />
<br />
Él también podría aprender muchas cosas aquí. Y yo de él... me pregunto qué es lo que podría enseñarme.<br />
<br />
Por lo pronto... me excita. No sé si mi maestro hubiera estado orgulloso de mí por lo que voy a hacer ahora... voy a dejarme llevar por mis emociones, pero no para hacer daño a nadie. Más bien al contrario. }}<br />
<br />
Sonrió más ampliamente, mientras se inclinaba para besar apasionadamente a Ide. Su cabeza comenzó a bajar. Ide le devolvió la sonrisa, y acto seguido se dejó también llevar por sus emociones.<br />
<br />
<br />
==Meditaciones==<br />
<br />
Un tiempo después, ella reposaba contra el hueco en el hombro de Ide. Una alarma sonó suavemente.<br />
<br />
-¿Te buscan? -inquirió él.<br />
<br />
-Vamos a ver -dijo ella, con voz divertida. Luego, con voz firme, dijo- Control central, activar ventana de comunicación entrante.<br />
<br />
El holograma de un twi'lek se reprodujo en mitad de la estancia.<br />
<br />
-Mi señora... el plazo de inscripción libre para el Hak'un Shapp está próximo a agotarse.<br />
<br />
-Bien. Has cumplido tu cometido. Fin de transmisión.<br />
<br />
El holograma desapareció.<br />
<br />
-No pueden vivir sin ti -bromeó él-.<br />
<br />
-Cuando les dejo que hagan lo que quieran, siempre acaban traicionándome -dijo con tono cansado-. Tengo que atarlos en corto...<br />
<br />
Él sonrió. Estaba buscando la forma apropiada de sacar de nuevo el tema de Arakosia, y el trato que antes él había sugerido.<br />
<br />
Su sentido de la diplomacia, acentuado por la Fuerza, le estaba avisando de un posible callejón sin salida. Si ella estaba empezando a ver que Arakosia podía más valiosa que la participación de un jedi en el Hak'un Shapp, podía interpretar la insistencia de Ide como un intento deliberado de engañarla.<br />
<br />
Pero ella tampoco se había decidido por retenerla. Era un ser poderoso y longevo, que no hacía tratos a la ligera, y que no tenía ninguna prisa.<br />
<br />
Ide se echó para atrás y se tumbó, acompañando poéticamente el retroceso en su plan. La verdad es que no estaba acostumbrado a negociar cosas para él. Su experiencia diplomática siempre había girado en torno a las necesidades de otros. Pero ahora con Arakosia... Arakosia era su aprendiz. Era algo suyo. Y la idea de perderla...<br />
<br />
Tragó saliva. Cerró los ojos, sumergiéndose en una ceguera momentánea para cambiar el rumbo de sus pensamientos. La Fuerza le ayudaría y le guiaría. Tenía que escuchar a la Fuerza. Como hacía sólo unos segundos, cuando le había insinuado que no debía apresurarse con Vima. En cualquier caso, ella no quería hacerles daño. Ni a él ni a Arakosia. Ella quería... ver libre a Arakosia, libre para elegir. <br />
<br />
No tenía muy claro por qué, pero igual una meditación posterior podría aclarar las cosas. Por otra parte y por otros motivos, también lo quería a él. No había motivo para preocuparse por ahora. Los sentimientos de Vima no podían desembocar en nada malo. O al menos eso parecía.<br />
<br />
Se quedó así, con el rostro ligeramente severo, las manos detrás de la nuca a modo de almohada improvisada, y los ojos cerrados.<br />
<br />
La sintió acercarse, por el peso sobre el suelo, por el movimiento del aire y su presencia en la Fuerza, centrada en él. La escuchó inclinarse sobre él, y calculaba que estaría a unos veinte centímetros de su cara.<br />
<br />
Luego oyó su voz, juguetona:</div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIIHumo y Vapor III2013-06-26T18:28:21Z<p>El Universo: /* Cosas sobre Vima */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26aGR, 20:25 horas.'''<br />
<br />
<br />
A medida que Ide se fue acercando a la Flor Esquiva, percibió un olor apetitoso. Poco antes de llegar se hizo obvio que Delia, o quien estuviera en la cocina, no se limitaba a preparar bebidas.<br />
<br />
Casi la mitad de las mesas estaban ocupadas con sintientes cenando; y tanto Delia como Sira servían las mesas.<br />
<br />
Ide se acercó a la barra, y aprovechando un breve momento de calma, habló con Delia, la cual se había acercado a la barra.<br />
<br />
-La idea era que Sira comiera algo, no que se pusiera a trabajar... -dijo Ide con humor.<br />
<br />
-No he podido retenerla -repuso Delia con una sonrisa-. Supongo que no está acostumbrada a permanecer quieta mientras los demás trabajan a su alrededor...<br />
<br />
Sira se aproximó a la barra, e inclinó la cabeza respetuosamente cuando vio a Ide. No dijo nada.<br />
<br />
-Yo pensaba que querrías comer algo... pero parece que has decidido echarle una mano a Delia -dijo, sonriendo-. Lo que te haga más feliz. -Miró a Delia-. ¿Crees que puede quedarse contigo, o levantará sospechas? No se me ocurre un lugar seguro donde pueda estar, mientras resuelvo... lo que tengo pendiente aquí.<br />
<br />
-Puede quedarse, desde luego... todo el mundo pensará que Vima me ha puesto un refuerzo, o que pronto va a reemplazarme... pero si me voy pronto de Nar Shaddaa, nada de eso importará -dijo, mientras posaba una mirada de desesperación contenida sobre Ide.<br />
<br />
-Vima me ha invitado a cenar. De hecho, debería notificar que estoy aquí de alguna forma, creo que me iban a avisar.<br />
<br />
Los ojos de Delia se abrieron considerablemente. Un pánico primordial creció en ella, sólo para ser ahogado por una férrea fuerza de voluntad. Con voz muy controlada dijo:<br />
<br />
-Si... quieres alejar la atención de Sira, será mejor que no llames desde aquí.<br />
<br />
-Cierto, cómo he podido ser tan tonto.<br />
<br />
No lo dijo, pero intuyó que el horror de Delia no se debía sólo a la posible sospecha que podría levantar.<br />
<br />
-Me iré a una de los balcones de las zonas de descanso -apuntó, mientras se levantaba del asiento-. Espero que sigáis bien por aquí. Si te enteras de algo sobre... bueno, él, avísame. Sira tiene mi número de comunicador.<br />
<br />
-Lo haré -su expresión parecía muy angustiada-. Ten mucho cuidado.<br />
<br />
-No te preocupes, sé cuidarme -dijo con una sonrisa, y salió del bar.<br />
<br />
==Contacto==<br />
<br />
Cuando llegó a uno de las zonas de descanso de las plantas intermedias avisó a la recepción de que estaba allí mediante uno de los terminales disponibles. Cuando lo hubo hecho, se acercó a una de las ventanas de transpariacero. No debían tardar mucho en avisar, ya era casi la hora de la cena.<br />
<br />
Efectivamente, la terminal se iluminó en menos de diez segundos. Apareció una figura humanoide, que no hizo sino decir: "Espere, por favor. Alguien llegará para acompañarlo en breve."<br />
<br />
No habían transcurrido ni cinco minutos cuando apareció de nuevo el mismo hombre bien vestido que le había recibido cuando bajó de su nave la última vez. Se inclinó cortésmente a modo de saludo.<br />
<br />
-¿Desea que le indique el camino a la Joya Gloriosa, señor?<br />
<br />
-Si es tan amable -respondió educadamente Ide.<br />
<br />
-Acompáñeme, por favor.<br />
<br />
Recorrieron un camino corto y estéticamente agradable, que incluía un par de turboascensores muy bien decorados; y en breve la vista que se apreciaba por las ventanas se volvió espectacular. Desde la parte superior del Palacio del Dolor el paisaje abarcaba una porción considerable de Nar Shaddaa, que, dada su heterogeneidad arquitectónica, daba la impresión de un todo homogéneo armonioso que se rompía en millones de detalles aparentemente incongruentes; como una gigantesca escultura fractal.<br />
<br />
Al parecer, la Joya Gloriosa ocupaba la última planta del Palacio. Era una estancia relativamente íntima, de unos cuatro por cuatro metros, a la que se accedía por un ascensor de dos plazas desde la planta inmediatamente inferior. Apenas tenía mobiliario.<br />
<br />
Una mesa, y dos sillas una frente a otra. En la mesa brillaba un candelabro, con cinco velas ardiendo suavemente; y en una de las sillas había una mujer que no aparentaba más de veinte años, vestía una camisa sencilla y bebía agua de una copa de cristal; mientras miraba atentamente por la ventana.<br />
<br />
Ide esperó a que ella hablara. Cuando lo hizo, fue con una voz cristalina y bien modulada. Ide no pudo evitar pensar que era espléndida voz de soprano.<br />
<br />
-Buenas noches -dijo mientras sonreía cálidamente-. Soy Vima Da'Motta. Tome asiento, por favor, si antes no desea disfrutar de las vistas.<br />
<br />
-Gracias, señora Da'Motta. Hay que reconocer que la Joya Gloriosa ofrece una vista privilegiada de Nar Shadda. Tiene usted un hermoso hotel.<br />
<br />
-Si lo desea, puede tutearme -repuso, mientras se encogía levemente de hombros-. Francamente, nunca le he dado mucha importancia al protocolo.<br />
<br />
-La verdad es que me resulta algo extraño hablar de usted a alguien tan joven -Ide mantuvo el tono afable, pero lo que le resultaba verdaderamente extraño era pensar que Vima Da'Motta tuviera una cara amable -.Llámame Ide, pues.<br />
<br />
Sonrió aún más ampliamente. Durante unos segundos parecía que no sabía qué decir.<br />
<br />
-Excelente. ¿Tienes ganas de cenar algo ligero, o prefieres algo más consistente?<br />
<br />
-No suelo cenar mucho. Comer mucho por las noches no me deja dormir bien.<br />
<br />
-Algo ligero, entonces... ¿comida calamariana?<br />
<br />
-No he tenido el gusto antes. Confío en tu buen gusto.<br />
<br />
-Pescado, una especie de galletas de algas... espero que te guste.<br />
<br />
Una sección circular de la mesa se abrió frente a ellos dos, y apareció un plato de algo que parecía ensalada de pescado, y que olía deliciosamente.<br />
<br />
-¡Al ataque! -dijo Vima, mientras cogía el tenedor. Se detuvo de repente, mientras miraba a Ide- Ah... ¿los jedi tenéis alguna costumbre especial para antes de comer, una oración o algo?<br />
<br />
-Oh, no, en absoluto. La Fuerza no necesita alabanzas ni consagraciones -sonrió, y cogió su tenedor.<br />
<br />
Vima parecía aliviada.<br />
<br />
-Oh, bien -dijo mientras pinchaba la ensalada. Ide comió, esperando que ella hablara.<br />
<br />
==Sorpresas==<br />
<br />
Durante unos minutos, ella no hizo sino comer y observar a Ide con curiosidad. Ide pudo oir una música, en el límite de lo audible, algo parecido a ópera. Ella pareció darse cuenta al mismo tiempo que Ide.<br />
<br />
-Sabes, la música cantada sin acompañamiento musical es una de las artes universales -dijo con voz animada-. Junto a la pictografía y la danza, creo. Luego los eruditos debaten sobre si la percusión debería ser considerada universal... y la narrativa, claro -hizo un gesto juguetón-. Siempre están debatiendo sobre la universalidad de la narrativa, y peleándose con los lingüistas.<br />
<br />
-Soy más una persona de ciencias que de humanidades, he de reconocer. No soy tan docto en estos temas... sin embargo aprendí de pequeño a tocar. Es el único arte al cual me encuentro vinculado.<br />
<br />
Ella parecía encantada.<br />
<br />
-¡Oh, es fantástico! Yo misma también aprecio mucho la música. El baile también, claro -hizo un gesto descuidado-, pero no tengo una verdadera base teórica para poder apreciarlo apropiadamente.<br />
<br />
-¿Tocas algún instrumento?<br />
<br />
-Canto -dijo mientras sonreía pícaramente-. Lo que suena, lo canté yo -dijo mientras se ruborizaba ligeramente-. Es... un descuido por parte de mi mayordomo. Ahora parece que quiero alardear o algo...<br />
<br />
-En absoluto. No es alardear mostrar cuando es apropiado aquello que uno sabe. La humildad extrema es casi tan mala como el orgullo descarado -se paró unos segundos-. Me gustaría oirte cantar.<br />
<br />
Ella se ruborizó.<br />
<br />
-Oh, no podría... -se quedó mirando a Ide unos segundos, como pidiéndole permiso.<br />
<br />
-Si ayuda, puedo cambiarte una pieza de mi flauta por una obra cantada por ti.<br />
<br />
-Bueno, bien... Entonces voy a levantarme.<br />
<br />
Se puso en pie despacio, e Ide pudo observar que no era muy alta ni robusta. Parecía una especie de muchacho, aunque algo en su complexión le recordaba a los padawan del templo.<br />
<br />
Y de su cadera derecha colgaba un sable de luz.<br />
<br />
==Intercambios==<br />
<br />
Cerró los ojos, e inspiró profundamente dos o tres veces. Cantó una nota, como para afinarse; y luego comenzó a cantar.<br />
<br />
Espectacularmente. La pieza, cantada a capella, estaba en un idioma que Ide no reconoció, pero la complejidad técnica no le pasó desapercibida. Posteriormente, fue la expresividad de la voz lo que le llamó la atención. Algo dentro de él no estaba preparado por completo para la avalancha de ternura que se derramaba en cada nota, para la lucha que se denotaba tras cada cambio repentino de registro.<br />
<br />
Acabó, de una forma que se asemejaba mucho al principio. De alguna forma, Ide percibió al final una riqueza de matices que no había notado la primera vez.<br />
<br />
Ella suspiró profundamente. Abrió los ojos de nuevo.<br />
<br />
-¿Te ha gustado?<br />
<br />
-Ha sido... inesperadamente hermoso y emotivo. Una bella ejecución, sí señor.<br />
<br />
Sonrió de nuevo. Parecía acalorada. Parecía incapaz de hablar. Se sentó despacio.<br />
<br />
-Muchas gracias -dijo con un hilo de voz.<br />
<br />
-Ha sido toda una grata sorpresa, sí señor. Reconozco que no esperaba encontrar esto esta noche.<br />
<br />
Ella enarcó una ceja, mientras miraba divertida a Ide.<br />
<br />
-Bueno, pensaba que me querías para hablar... no sé, de negocios, o algo parecido -sonrió ligeramente-. No esperaba encontrarme hablando de arte y música contigo.<br />
<br />
-Bueno -dijo con voz jocosa-, es un poco rudo, incluso aquí en el borde medio, ponerse a hablar de negocios en cuanto se sienta uno a la mesa...<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Creo que me toca... aunque sea poco apropiado. No sé si estaré a la altura.<br />
<br />
-Por favor -dijo ella con una ternura que no parecía fuera de lugar.<br />
<br />
Ide se levantó y se separó un poco de la mesa. Sacó su flauta, guardada en el estuche. Dejó la caja sobre la silla y la montó suavemente, sin prisa. Cuando estuvo armada, miró a Vima, y sonrió otra vez. Se colocó erguido, como si estuviera en un recital de verdad. Cerró los ojos, y se rindió a las ondulaciones de la Fuerza, como siempre que hacía cuando producía música.<br />
<br />
Comenzó la ejecución con un pasaje sencillo, de poca dificultad técnica pero que transmitía mucha emotividad. De alguna forma, toda su preocupación y su sentido del deber se podían percibir tras la melodía. A medida que se relajaba, sintió como la Fuerza lo inspiraba, complicando el pasaje principal, guiándolo en trémolos y escalas que se enlazaban sin que él mismo supiera muy bien cómo enlazarlas, hasta el último momento. Y enlazaban bien. De repente, Ide se dio cuenta de que había terminado.<br />
<br />
Vima aplaudía muy contenta:<br />
<br />
-¡Eso ha estado muy bien! ¿Todos los jedi saben tocar tan bien como tú, o es un talento singular tuyo?<br />
<br />
==Charla sobre jedi==<br />
<br />
-Bueno, todos los jedi saben hacer algunas cosas bastante bien, cuando se sintonizan con la Fuerza. Yo tuve esa bendición desde pequeño. No sirve para el combate, pero me proporciona momentos muy hermosos.<br />
<br />
-El combate está sobrevalorado -dijo ella con una breve carcajada-. ¡El combate es de bárbaros! -añadió, divertida- ¿No has pensado en dedicarte exclusivamente a la música?<br />
<br />
-No soy tan bueno... y en cualquier caso, ser jedi es un trabajo muy satisfactorio. Aunque tu especialidad no sea el combate -sonrió.<br />
<br />
-Satisfactorio y sacrificado, según tengo entendido.<br />
<br />
-No es un sacrificio lo que se ofrece de buena voluntad. Si lo miras así, somos todos voluntarios.<br />
<br />
-Bueno, si le explican a uno con todo lujo de detalles lo que podría pasar, supongo que sí. No es -dijo con voz inocente- como si adoctrinaran lactantes o algo.<br />
<br />
-Entramos... bueno... se suele entrar muy joven en el Templo. Pero no se obliga a nadie. Se entrena a los seres sensibles a la Fuerza, y según su evolución se les entrena como jedis, o se les enseña otro oficio en el que sus habilidades puedan ser útiles. Supongo que no es una demostración formal, pero no debe ser tan malo: para los chicos es todo un orgullo ser seleccionados como padawan -por un corto instante, a Ide se le torció la sonrisa, al recordar la fiesta de despedida que sus compañeros dieron a Arakosia.<br />
<br />
-Comprendo -dijo con voz reflexiva-. Y, si no es molestia preguntar, ¿qué hace un jedi tan agradable en Nar Shaddaa?<br />
<br />
==La vida en Nar Shaddaa==<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la consciencia de Ide. Recordó con quién estaba hablando, y el nombre de esta persona tan amable que le había invitado a cenar.<br />
<br />
-Buscar algo que se me ha perdido -dijo afablemente-. Reconozco que no es el sitio más... compatible con nuestras creencias y principios.<br />
<br />
-Debe de ser duro -dijo ella.<br />
<br />
-No creo que vivir en Nar Shaddaa sea fácil para nadie, si me permites la observación.<br />
<br />
-No lo es -dijo, con una súbita dureza-. Para nadie. Ni para los hutt.<br />
<br />
-Estoy seguro. He tenido la oportunidad de conocer a algunos, incluso de forma algo más personal. Siempre me ha dado la impresión de que toda la crueldad de este mundo proviene de un sencillo principio... ''matar o morir''.<br />
<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-De alguna forma... o algo peor -pareció reflexionar un instante-. Un rival muerto... está simplemente muerto. Otro vendrá a ocupar su lugar, y la lucha te habrá debilitado. Si quieres sobrevivir, tienes que esclavizar a tus rivales. Así, no sólo dejan de amenazarte, sino que trabajan para ti -reflexionó un instante-. Por supuesto, sería mejor convertirlos en aliados... pero en Nar Shaddaa no existe esa posibilidad.<br />
<br />
-Es quizá eso lo que me desconcierta y desconsuela a partes iguales -dijo el jedi con una mueca-. Sin embargo...<br />
<br />
-¿Sí?<br />
<br />
-Tú... no pareces pertenecer a este mundo -dijo Ide, con un uso consciente del verbo parecer-. Esta sala, este hotel, a ratos. Esta cena.<br />
<br />
-Bueno, no soy de aquí. Llegué cuando tenía más de treinta años -escrutó la expresión de sorpresa de Ide-. Supongo que no aparento mi edad.<br />
<br />
-En absoluto. Lo mostré claramente en mi segundo comentario de esta noche.<br />
<br />
-Pensé que era una frase de cortesía -dijo mientras sonreía.<br />
<br />
-No hace falta mentir para ser cortés -añadió el.<br />
<br />
-Bueno, supongo que podría haber algunas especies en la galaxia que me consideraran joven... -su cara se volvió reflexiva- ...aunque no me imagino cuáles podrían ser.<br />
<br />
-¿Y a qué te dedicabas antes, no es mucho preguntar?<br />
<br />
-Pues, hasta los doce años fui ayudante de laboratorio de mi madre. Ella fue una científica arkaniana de bastante éxito, sabes... y un poco paranoica. En cuanto tuve edad para ello, me dediqué a asistirla.<br />
<br />
-Y acabaste en Nar Shadda dirigiendo el Palacio del Dolor. No es una carrera científica estándar, eso está claro.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
==Historia antigua==<br />
<br />
-Poco después de mi decimosegundo cumpleaños, fui secuestrada. Veinte años más tarde llegué aquí -sonrió amargamente, como recordando un pasado poco agradable-. En ese momento, sólo buscaba un sitio donde esconderme. Pensé que me iría pronto de aquí, que volvería con mi madre.<br />
<br />
No dijo nada más. Su expresión mostraba un dolor a duras penas contenido. Por un momento, Ide no supo qué decir.<br />
<br />
-Esto confirma mi teoría. Nar Shaddaa no acoge a nadie con los brazos abiertos -sonrió-. No creo que haya más bárbaros que en Coruscant. Es sólo que el sistema de aquí los beneficia, en cierto sentido.<br />
<br />
-Toda la población local, o al menos todos menos uno, de un grupo de diez mil; está dispuesta a traicionar a alguien por una mínima mejora de su calidad de vida. Y el uno restante, si lo encuentras, habrá llegado a su edad actual por pura suerte -se rio brevemente-. Eso, o se acaba de bajar de la astronave.<br />
<br />
-Que lo hagan no quiere decir que deseen hacerlo. Puede que sea el único camino que conozcan. O eso, o que yo he tenido mucha suerte.<br />
En el centro de la mesa apareció una bandeja donde se alineaban, sin orden aparente, muchos tipos distintos de dulces, calientes y fríos. Sin embarazo alguno, Vima cogió uno caliente, le sopló y devoró la mitad de un bocado.<br />
<br />
-Esta mañana -continuó Ide, acercando su mano a algo que parecía un pastelito de crema- conocí a un pequeño alienígena, un chadra-fan que se llamaba Tilikit.<br />
<br />
-Mmm... muy bien -murmuró-. Maldición, me he quemado.<br />
<br />
Ide sonrió ligeramente, como pidiendo permiso para continuar. Ella hizo un gesto con la mano, mientras bebía un sorbo de agua.<br />
<br />
-No era nadie. Salí de un negocio, y me preguntó si necesitaba ayuda. A cambio sólo me pidió que lo llevara a mi planeta -Ide se detuvo unos instantes, como rememorando aquello.<br />
<br />
-Intentaba engañarte -dijo ella rápidamente-. En Nar Shaddaa, si alguien se acerca a alguien, es para comerciar o engañarlo.<br />
<br />
-No he tenido oportunidad de comprobarlo. Murió defendiendo a la esclava que pilotaba mi nave, cuando me atacaron unos mercenarios que Shawman&K'Rtahn mandaron para secuestrarnos a mí y a Arakosia.<br />
<br />
-Oh -dijo ella. No parecía muy afectada-. Y Arakosia es... ¿alguien que yo debería conocer?<br />
<br />
-Oh, es mi padawan. Fue... vendida, al Palacio del Dolor esta tarde -dijo amargamente.<br />
<br />
Vima parecía encantada.<br />
<br />
==Entrando en materia==<br />
<br />
-¡Vaya! ¿Y ella también sabe tocar? -preguntó con voz jubilosa.<br />
<br />
-No -sonrió Ide-. Acaba de empezar su entrenamiento. Apenas sabe manejar el sable de luz, y no ha tenido tiempo de aprender muchas cosas. Yo... la rescaté hace poco. La tenían presa.<br />
<br />
-¿Presa? -su expresión se volvió meditabunda- Curioso... ¿Y qué tipo de cosas sabe hacer?<br />
<br />
-Bueno... sabe... -Ide dudó unos segundos-. La verdad es que, por sí sola, puede apenas defenderse, y poco más. Mi tarea es de hecho convertirla en jedi -sonrió amargamente, consciente de que había usado el tiempo presente en su afirmación.<br />
<br />
-Vaya... ¿y tardarías mucho en convertirla en jedi?<br />
<br />
-Años. En el mejor de los casos -Ide tuvo una extraña sensación, al recordar el sable de luz que pendía de su cinto.<br />
<br />
-Y... ¿es importante para ti hacer eso?<br />
<br />
Ide tragó saliva y calló durante un momento.<br />
<br />
-Cómo decirlo... es... una parte de mí es ella, y lo que ella pueda llegar a ser.<br />
<br />
-Bueno, puedes quedarte en Nar Shaddaa el tiempo que consideres necesario para convertirla en jedi -dijo con expresión pensativa-. A cambio, te acogeré en mi Palacio sin coste alguno para ti.<br />
<br />
Ide sonrió y permaneció pensativo, sin responder. Sabía que Arakosia era el punto de inflexión de la conversación, el momento en el que Vima dejaría de ser amable y cálida.<br />
<br />
==Ofertas==<br />
<br />
-Bueno, piénsalo -dijo mientras se encogía de hombros.<br />
<br />
-No... bueno, siento decirte que no es posible convertirse en jedi en esas circunstancias. Es un entrenamiento igualmente espiritual y físico, y no es compatible en absoluto con la vida de un esclavo.<br />
<br />
-Oh,vaya... -parecía levemente decepcionada- Y si ella estuviera, digamos, exenta de servicio mientras dure su entrenamiento, ¿entonces podrías?<br />
<br />
-No se puede servir a la Orden Jedi y a otro señor a la vez, Vima. Como bien dijiste antes, es una vida sacrificada.<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-En fin... una lástima.<br />
<br />
Permaneció en silencio unos segundos. Cogió otro pequeño postre y se lo metió entero en la boca.<br />
<br />
-Me imaginaba que te agradaría la compra de mi aprendiz. Y entiendo que no tendrás el menor interés en vendérmela -dijo Ide como si fuera algo sin importancia.<br />
<br />
Ella hizo un ligero gesto de contrariedad.<br />
<br />
-No es eso, es que todavía no sé lo que vale... podría perder k'shii fácilmente... perdón, podría perder reputación... a veces me olvido de que no todo el mundo habla hutt.<br />
<br />
-Lo entiendo, es un término muy común. Sea como sea, me interesaría recuperarla, como te podrás imaginar.<br />
<br />
-Lo comprendo, lo comprendo -hizo un gesto apaciguador con ambas manos-. Sólo digo que aún no hemos terminado de tasarla. No puedo ponerle un precio hasta entonces, ¿comprendes? Me ariesgaría mucho.<br />
<br />
-Obviamente Arakosia no es una esclava normal. Y es capaz de hacer cosas increíbles. Pero quizás haya algo que con toda seguridad sea más útil que ella.<br />
<br />
-Seguro -dijo ella con ligereza-. Todavía estará sin pulir. Debe de haber ''cientos'' de esclavos más útiles que ella.<br />
<br />
-A lo mejor yo puedo hacer algo más útil que cualquier cosa que te pueda dar ella -comentó él.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
-¡Pero eso no va así! -dijo animadamente- La cuestión es que un esclavo hará su trabajo ''indefinidamente y sin recibir nada a cambio''. Y además sabes que cualquier inversión que hagas en él la puedes recuperar en un intervalo de tiempo sólo limitado por las necesidades biológicas del esclavo.<br />
<br />
-Sí, pero a lo mejor te compensa tener a un jedi a tu servicio en tu Hak'Un Shapp al precio de un esclavo de mediana utilidad -dijo él seriamente.<br />
<br />
==Contraofertas==<br />
<br />
Ella parecía un poco sorprendida.<br />
<br />
-Bueno, sería buena publicidad... -reflexionó- Las veces anteriores funcionó bastante bien. Y los jedi participantes casi siempre sobreviven, aunque no suelen ganar -sonrió, levemente ácida-. Sin ánimo de ofender, les falta crueldad -una mínima arruga apareció en su frente-. Pero sin tasar a tu padawan, no sé si sería un trato justo. ¿Necesitas conocer mi respuesta con premura?<br />
<br />
-Prefiero saberla libre cuanto antes mejor, pero toma el tiempo que necesites, faltaría más.<br />
<br />
-Habitualmente un par de horas suelen ser suficientes, si la colaboración es buena.<br />
<br />
-Quizás... pueda ayudarte. Verás, circula por la Holored una demostración de Arakosia que probablemente te enseñarán.<br />
<br />
-...sí? -su expresión quería decir: "y respecto a ella, quieres puntualizar que..."<br />
<br />
-¿Quizá podríamos verla ahora?<br />
<br />
-Claro. Control central, buscar video en HoloNet. Rastreo de nodo local, Nar Shaddaa; fecha y hora, últimos dos días, tema: Arakosia. Ordenar por número de visitas. Ver.<br />
<br />
Sobre la mesa se hizo un cubo de luz, al principio borroso, posteriormente fue dibujándose una habitación. Sobre la cama, Arakosia estaba desnuda y drogada, e Ide estaba a su lado.<br />
<br />
==Aclaraciones==<br />
<br />
Vima parecía muy interesada.<br />
<br />
-¡Caramba! Hubiera asegurado que era demasiado joven para relaciones sexuales extensas... -miró a su enlace informático de muñeca- y ésta es una edición de hora y media, con los mejores momentos de una grabación original, ¿''de diez horas''? -miró a Ide, con expresión entusiasmada- ¡Qué maravilla! ¿Y qué deseabas comentar?<br />
<br />
Un extraño pulso de calor recorrió la espina dorsal de Ide. Se tomó un tiempo tiempo para responder, en el cual sólo se le venía a la mente una frase: "Keel, maldita rata".<br />
<br />
-Sí... eso también. Pensaba que te ibas a encontrar primero con el vídeo de la fruta.<br />
<br />
-Es por el número de visitas, supongo. Nada atrae más que el sexo y la violencia. Probablemente el otro video no incluye sangre.<br />
<br />
-Esa noche Arakosia hizo cosas espectaculares. Y se deben principalmente a dos cosas. La primera es que la drogaron.<br />
<br />
-Pero la droga sólo levanta inhibiciones. Es de suponer que, en principio, ella sería capaz de llevar a cabo... hazañas similares sin necesidad de sustancias añadidas.<br />
<br />
-No siempre. Los estupefacientes, desde el momento en el que trasladan al individuo a un estado distinto de consciencia, pueden a veces amplificar la canalización de la Fuerza. O pueden hacer todo lo contrario.<br />
<br />
Como comprenderás, si fuera tan fácil obtener superpoderes, todos iríamos siempre por ahí con una bolsita de pastillas. Depende de la ocasión, y el contexto, las drogas pueden ser muy beneficiosas, o muy peligrosas. Lo cual me lleva al segundo factor que, en conjunción con el trance de la droga, proporcionó a Arakosia semejante habilidad.<br />
<br />
-Una conjunción de factores suelen ser malas noticias. ¿De qué se trata? ¿Ira descontrolada? ¿Abandono suicida?<br />
<br />
-Yo. Ide Kanor, su maestro y mentor. Y la devoción que siente hacia él -Ide pronunciaba severamente, con orgullo, pero sin que pareciera que estaba alardeando.<br />
<br />
-Oh, mejor. Quiero decir, ese no es un factor descontrolado. Aunque, claramente, disminuye su valor para cualquier comprador potencial... -dijo con expresión ecuánime.<br />
<br />
-Quería aclararte todo esto, para que no pensaras que te he intentado engañar cuando lo vieras -terminó Ide, juntando las manos en actitud conciliadora.<br />
<br />
-De acuerdo, lo tendremos en cuenta. ¿Deseas esperar aquí mientras tanto, o hay algún otro lugar... o algo que necesites hacer?<br />
<br />
-Pues sería muy agradable poder esperar en esta sala. Es... especialmente tranquila. A no ser que me dejes bajar a dar una vuelta por el Hak'un'Shapp -en el rostro del joven emergió una sonrisa pícara-. Tengo cierta curiosidad.<br />
<br />
Ella sonrió, con coquetería.<br />
<br />
-Bueno... está claro que no sabes exactamente de qué se trata... la mayor parte del tiempo es, como la vida misma, algo gris y aburrido. Y de repente -su voz cobró una energía vibrante- se desata un vórtice de emociones, que arrastran a sus participantes al éxtasis...<br />
<br />
Era como contemplar un volcán en sus ojos. Ide no recordaba cómo había llegado a estar tan cerca de ella. Percibió su energía en la Fuerza. Poderosa, entrenada... adaptada a su entorno, en sintonía con las sensaciones que emanaba la Luna del Contrabandista.<br />
<br />
==Déjà vu==<br />
<br />
Una sensación de ''déjà vu'' invadió a Ide. Se sentía en una especie de punto de inflexión, un punto desde el cual se puede desencadenar cualquier acontecimiento.<br />
<br />
-Parece que... -intervino Ide casi con un susurro, escudriñándola en la Fuerza- encuentras cierta armonía en el Hak'un'Shapp...<br />
<br />
El tiempo parecía fluir despacio, despacio...<br />
<br />
La miró, durante un instante, con ojos que trascendían la materia física. Había poder y habilidad, entrenados hacía mucho, oxidados bajo la costumbre de no utilizar lo aprendido, sepultados tras mucho uso inconsciente e intuitivo.<br />
<br />
-Intento... -dijo ella, con voz casi inaudible- Intento disfrutar de la armonía allá donde la encuentre...<br />
<br />
-Fluyes con la Fuerza... has sido entrenada -dijo él, extendiendo la mano como para tocar los jirones de su aura sobrenatural.<br />
<br />
Ella se estremeció en su sitio, sin decir nada. Su vello se erizó antes de que Ide lo tocara. Él dudó un segundo, y luego, lentamente, acercó su mano a la de ella. Estaba de pie, al lado de la silla en la que ella permanecía. Sin tocarla, ascendió por su brazo, como un curandero buscando energía vital, dejando que la única conexión entre ellos fuera, por poco, la Fuerza.<br />
<br />
Ella no reaccionaba con una técnica definida. Se limitaba a dejar que su cuerpo fuera atravesado por la Fuerza, sin hacer nada que no pudiera hacer de forma natural. Aceptó el toque de forma pasiva, dejándose hacer.<br />
<br />
-Pero fue hace tiempo... -añadió él, con los ojos cerrados, centrándose sólo en lo que percibía por su canal sensitivo sobrenatural. Cuando llegó al hombro, posó su mano. A través de la Fuerza le llegó, abrumadora, una sensación orgásmica. Pero ella no se movió.<br />
<br />
Sólo un suspiro hubiera permitido saber, a un observador casual, por qué sus párpados vibraban y su nuca transpiraba.<br />
<br />
Ide se giró, levantó la otra mano, y la posó sobre el otro hombro. Movió los dedos lentamente, como masajeando, limpiando el incipiente sudor que había aparecido en el cuello de ella, pero de una forma sutil y precavida. Seguía con los ojos cerrados, oyendo las reverberaciones de Vima, emitiendo su propia señal en la Fuerza para oirla reflejada en ella.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
Vima reaccionaba sin pensar. Tomó aire, y lo exhaló lentamente; cerró los ojos despacio. Estaba bajando sus defensas, Ide pudo sentir algunos de sus pensamientos al azar.<br />
<br />
"Que no se detenga, por favor, que no se detenga, lo necesito, lo necesito tanto, nadie era apropiado, todos querían mi k shii, nadie podía hacerlo como un igual, si hago algo puede arrepentirse, ojalá dejara de preguntar por la Época Oscura, quiero, quiero, oh, qué bueno. En el video no salía drogándose, pero ella tampoco, ¿podrá? ¿Podrá? Oh, por favor, que no sea de los que sólo lo hacen por amor, que no haya una regla jedi absurda, que no pase nada, que lo haga, pronto, que lo haga porque lo necesito tanto..."<br />
<br />
Él se detuvo unos segundos. Después, bajó una de sus manos un poco, colocándola al principio de sus pechos, y llevó la otra detrás, a la nuca, incrustando los dedos en su pelo. Al tiempo, se giró grácilmente y se puso en frente de ella, y, con la experiencia adquirida en los años de Galmia, en un segundo que se hizo eterno, se acercó y la besó.<br />
<br />
Ella volvió a estremecerse, una vez más.<br />
<br />
"Lo ha hecho otra vez. Y todavía estamos empezando. O eso espero. Que no acabe, por favor, que no acabe..."<br />
<br />
Pero él no se detuvo. Siguió, como en otros tiempos había hecho con su Reina, con la excitación sobrenatural que sólo sentía al unirse con otros usuarios de la Fuerza, como con Anakin, como con Arakosia el día anterior. Ide perdió la noción del tiempo. Se olvidó del Hak'un'Shapp, se nubló la visión de su objetivo, de Arakosia, de Morg, de Kurel, y durante un periodo no determinado de tiempo, sólo se permitió sentir la Fuerza, y Vima Da'Motta, la cruel emperatriz del Palacio del Dolor, ahora transformada y expuesta por la letanía de placeres que se sucedieron en la habitación.<br />
<br />
El atardecer sobre Nar Shaddaa se convirtió en noche, la noche casi en amanecer. Ninguno de los dos parecía acusar el peso del cansancio. En un momento determinado, Vima cedió voluntariamente; cuando se retiró, Ide vio sangre en la cara interna de sus muslos. Se dejó caer, agotada y feliz.<br />
<br />
==Interrupciones==<br />
<br />
Suspiró.<br />
<br />
En ese momento, Ide sintió algo extraño: sobre los cristales se notaba una extraña vibración, apenas musical...<br />
<br />
<br />
"''Arakosia''", pensó instantáneamente.<br />
<br />
"''¿Maestro? Estoy despierta, y no reconozco el lugar.''"<br />
<br />
"''No te preocupes, estás a salvo, en el Palacio del Dolor. No te pasará nada. Confía en mí.''"<br />
<br />
"''¿Debo escapar? ''Puedo'' escapar.''"<br />
<br />
"''No será necesario. Puede que si intentaras escapar fuera peor. Iré a verte en cuanto pueda, te recogeré pronto.''"<br />
<br />
"''Quieren operarme. Para instalarme algo, porque... dicen que ya han esperado demasiado. Lo van a hacer en menos de dos minutos.''"<br />
<br />
Ide pensó durante unos segundos. Fue a buscar su ropa. "''Dame un minuto. Si lo intentan, escapa.''"<br />
<br />
<br />
-Cuándo te volveré a ver -preguntó a Vima, despreocupadamente.<br />
<br />
Ella esbozó una especie de media sonrisa que transmitía una sabiduría sin edad. Su manera de moverse evidenciaba que se sentía igual de cómoda desnuda que vestida.<br />
<br />
-¿Quién sabe? -dijo con voz traviesa- Espero que pronto.<br />
<br />
-Me preguntaba... si harías algo por mí -apuntó él tímidamente. Ella rió, de buen humor.<br />
<br />
-Pregunta, hombre. Haré lo que pueda -una pequeña arruga se formó en su frente- si puedo.<br />
<br />
-Es mi antigua alumna. Me preguntaba si podías retrasar su implante. Mientras la tasas y llegamos a un acuerdo.<br />
<br />
<br />
Ella pareció un poco entristecida.<br />
<br />
-Oh, lo siento. Mi personal implanta a todo el personal en menos de quince minutos tras su compra. Norma de la casa, sabes -su expresión se dulcificó-. ¡Pero no te preocupes! Los implantes se pueden retirar fácilmente, y no dejan ninguna clase de huella o secuela.<br />
<br />
Ide observó que ella no parecía tener ningún interés en vestirse. La única prenda que recogió fue el cinturón del que pendía el sable de luz, y se lo ajustó a la cintura. Pasó la mano por delante de un sensor frente a uno de los vértices, y el hueco correspondiente al ascensor se iluminó.<br />
<br />
<br />
-¿Bajas primero? ¿O prefieres esperar aquí?<br />
<br />
-¿Esperar? -Ide levantó lo que hubiera sido una ceja.<br />
<br />
-A que termine la tasación.<br />
<br />
<br />
"''Maestro, vienen'' ahora"<br />
<br />
-Vima... -dijo, mirándola fijamente-. Llama a tu equipo de implantación. Acabo de percibir algo.<br />
<br />
==Imprevistos==<br />
<br />
Ella parecía confundida.<br />
<br />
-Pero...<br />
<br />
-Confía en mí, evitará problemas. Están... implantando a Arakosia. Ha estado inconsciente y se acaba de despertar. Y está asustada.<br />
<br />
-Yo... -algo pareció cerrarse en su mente. Volvió a subir la barrera- Está bien. Pero no desde aquí.<br />
<br />
Él dio un paso adelante, aún con la ropa en la mano.<br />
<br />
-Vima... -la miró fijamente-. Gracias. Por... por todo.<br />
<br />
Ella asintió sobriamente.<br />
<br />
-Espera aquí.<br />
<br />
"''Maestro, ya he escapado. Dime cuál es el punto de encuentro.''"<br />
<br />
-Volveré tan pronto como pueda.<br />
<br />
"''Me temo que he dañado gravemente a por lo menos dos de ellos.''"<br />
<br />
Vima sonrió.<br />
<br />
-Y te haré un buen, buen descuento en todo lo que dependa de mi k'shii... esto ha valido un buen montón de gubor... incluso se podría cobrar en sgin.<br />
<br />
"''La estructura de este hotel me ha cogido por sorpresa... al principio. Pero en realidad, me beneficia. Más de la mitad del edificio está hueca. Más espacio para mí.''"<br />
<br />
"''Quédate escondida por ahora''."<br />
<br />
Se acercó a Vima, aún mirándola.<br />
<br />
-Sabes que no lo he hecho por eso -se acercó para coger su mano-.<br />
<br />
-Ya lo sé, guapo -dijo Vima mientras guiñaba un ojo-. Era un cumplido, al estilo Nar Shaddaa.<br />
<br />
Él sonrió.<br />
<br />
-Estaré aquí, si me necesitas o si hay algún problema.<br />
<br />
-Bien. Siéntete libre de pedir cualquier cosa o servicio que desees -la expresión de su cara se volvió a un tiempo salvaje y atractiva-. Cualquier cosa... la podemos compartir cuando yo regrese.<br />
<br />
Enderezó su espalda, que crujió levemente. Se quedó parada en la sección iluminada de suelo, que bajó. Su cuerpo desnudo parecía saludar a Ide mientras desaparecía por la abertura del suelo, antes de que ésta se cerrase.<br />
<br />
==Comunicaciones==<br />
<br />
"''¿Maestro?"''<br />
<br />
"''Arakosia.''"<br />
<br />
"''A lo mejor no es el momento apropiado para preguntar esto, pero... eh... a veces confundo cosas que suceden en mis sueños con cosas que suceden en la realidad, y... no tengo muy claro si algunas de las cosas que recuerdo... son ciertas.''"<br />
<br />
"''Ah, supongo que te refieres a lo de ayer.''"<br />
<br />
"''Es que... lo que recuerdo se parece mucho a los sueños que suelo tener, pero... ahora tengo agujetas, maestro, en todo el cuerpo, y..."''<br />
<br />
''"Te drogaron. La especia roja... te introduce en un éxtasis sexual. Y te produce síndrome de abstinencia. Y... lo que recuerdas es la terapia de choque para evitar la dependencia. Decidí que... era mejor así, a usar a unos extraños."''<br />
<br />
<br />
El enlace transmitió una mezcla de sensaciones difícil de analizar, algo a lo que Ide comenzaba a acostumbrarse. Supo que luego, al meditar sobre ello, podría conocer su reacción con más precisión.<br />
<br />
<br />
''"Yo... ¿lo repetiremos?"''<br />
<br />
''"Bueno... en el Templo no... aunque... espero que esto no nos lleve a ti y a mí al Lado Oscuro...''". Ide sonrió, pero no tenía claro si era posible transmitir humor mediante los enlaces telepáticos.<br />
<br />
"''No... no lo parecía... he estado allí, y esto era... sólo me había sentido así al pelear, o en meditación profunda. He aprendido mucho, lo recuerdo. Creo... que puedo utilizar lo que he aprendido.''"<br />
<br />
"''Utiliza lo que yo te he enseñado. Lo que has aprendido tendremos que... bueno. Revisarlo. No está mal que investigues tu propia conexión con la Fuerza, pero a veces...''"<br />
<br />
<br />
Ide tuvo un flash. De Galmia. De Kwyna aprendiendo sola, con el holocrón. Se fue enseguida, pero no supo discriminar si Arakosia lo había percibido o no.<br />
<br />
<br />
"''Es mejor que lo desarrollemos un poco, tranquilamente, durante el entrenamiento.''"<br />
<br />
"''Sentí la Fuerza, maestro. Fluyendo por mi cuerpo. Fui consciente de cómo el funcionamiento de mi cuerpo interaccionaba con la Fuerza. Pocas veces me siento tan centrada... como ahora, que peleo para salvar mi vida. Estoy intentando no matar a nadie, aunque ellos están intentando matarme a mí. ¿Es eso correcto?''"<br />
<br />
"''Eh... sí. Lo importante es eliminar las sensaciones. Pensar sólo en la Fuerza.''"<br />
<br />
"''Oh, sí. Ahora estoy muy bien. Me siento... en paz...''"<br />
<br />
<br />
Ide analizó a su aprendiz, en la distancia, mediante el enlace en la Fuerza que los unía. Era... como una sucesión de tonos cristalinos, como un concierto de campanas tubulares. Irradiaba tranquilidad.<br />
<br />
<br />
"''Por cierto, maestro... no sé si es importante, pero... siento...''"<br />
<br />
<br />
Ella no se atrevía a verbalizar... algo. Sintió un lejano eco de vergüenza.<br />
<br />
<br />
''"Di, Arakosia."''<br />
<br />
''"Soy consciente de una... excitación física de mi cuerpo, en estos momentos. No sé qué hacer al respecto."''<br />
<br />
''"Es parte de los efectos de la especia roja. Me temo que es algo que tendrás que solucionar tú misma en tu escondite."''<br />
<br />
''"Sí, maestro. Creo que acabo de matar a alguien, sin querer. Ha caído por un desnivel."''<br />
<br />
''"¿Que has hecho qué?"'' Ide no sabía muy bien qué estaba pasando. ''"¿No decías que estabas escondida?".''<br />
<br />
''"En los sistemas ocultos. Pero han mandado patrullas para localizarme y dañarme. Creo que la idea es que, cuando un esclavo huye, se le hace tanto daño que éste nunca vuelve a intentarlo. Muchos de estos seres... quieren hacer eso. Por eso son un poco más descuidados."''<br />
<br />
''"¿Puedes seguir oculta?" ''Ide se dio cuenta al tiempo de lo estúpido de la pregunta. Ella había pasado toda su vida ocultándose. Era su especialidad.<br />
<br />
"''Si no tienen a nadie capaz de buscarme con la Fuerza, sí. Si tienen a alguien... depende de lo bueno que sea."''<br />
<br />
"''Quédate escondida en el edificio. Sea lo que sea, lo solucionaremos. La Fuerza nos guiará. Avísame si te ves en peligro.''"<br />
<br />
''"Sí, maestro."''<br />
<br />
<br />
Ide empezó a vestirse. Se acercó a las paredes de transpariacero, y se sentó en pose de meditación.<br />
<br />
==Visiones==<br />
<br />
No pudo concentrarse, perdía el foco constantemente. Pensaba en Arakosia saltando, corriendo y ocultándose, peleando cuando una de las patrullas daba con ella; mientras se dejaba llevar por su instinto para encontrar un lugar cómodo y seguro.<br />
<br />
Y en Vima y su posible reacción. El pánico que mostraban todos los que la conocían era un referente claro de lo que era capaz.<br />
<br />
Ide suspiró, y abrió los ojos. En el exterior, el tráfico caótico de Nar Shaddaa se desparramaba en todas direcciones desde el Palacio del Dolor. En el interior de un vehículo, hubo un movimiento violento y un resplandor; y la mitad del parabrisas se volvió roja. El vehículo hizo un extraño, y luego se reincorporó al tráfico como si no hubiera pasado nada.<br />
<br />
En una de las azoteas, dos humanoides luchaban. La sensación de distancia era engañosa, e Ide se dio cuenta de que los cristales eran del tipo "ojo de águila"; hechos de un material transparente conectado a un ordenador, que reconocía dónde se estaba mirando y modificaba su forma para aumentar el grado de detalle.<br />
<br />
Uno de los humanoides le rompió un tobillo al otro, que cayó. El otro apenas se sostenía en pie. Se alejó, arrastrándose apenas, hasta el borde del tejado, y cogió una bolsa de plástico vacía. Comenzó a llenarla de cosas que parecían pequeñas y pesadas, y de vez en cuando levantaba la bolsa con un brazo, con gesto apreciativo.<br />
<br />
Renqueó hacia el humanoide caido, que había conseguido, mientras tanto, darse la vuelta para quedar boca arriba. Hablaron un poco. De repente, el que estaba de pie movió la bolsa de plástico con una trayectoria circular, por encima de su cabeza, y luego de arriba abajo sobre el caído. Y luego lo hizo de nuevo, otra vez, y otra...<br />
<br />
Ide se sintió una punzada en el estómago. Todo parecía girar en torno al dolor y la muerte en este planeta.<br />
<br />
Volvió a cerrar los ojos para volver a intentar meditar.<br />
<br />
En esta ocasión no se dejó distraer.<br />
<br />
Ella estaba desnuda y en cuclillas sobre una delgada guía de metal, por encima de un abismo insondable. Un poco por encima de ella había una pasarela por la que se alejaba una patrulla de búsqueda. Dos de ellos querían matarla rápidamente. Los otros cuatro querían hacerle sentir muchísimo dolor, y luego capturarla. Un pequeño charco de líquido transparente se había acumulado alrededor de su pie derecho, e Ide vio que había un reguero que se podía rastrear hasta la entrepierna.<br />
<br />
{{flashback | <br />
<br />
"Te drogaron. La especia roja... te introduce en un éxtasis sexual. Y te produce síndrome de abstinencia. Y... lo que recuerdas es la terapia de choque para evitar la dependencia. Decidí que... era mejor así, a usar a<br />
unos extraños."}}<br />
<br />
Ide detuvo el flujo temporal durante unos instantes. Luego lo movió lentamente hacia delante, para estar seguro de que no se perdía nada.<br />
<br />
{{flashback | Gozo. "Era verdad. Lo hemos hecho de verdad. No era el mejor de los sueños... era mejor que en los sueños. Es porque era verdad. Por eso lo sentía con tanta claridad, como ahora, que es como aire fresco, que huele tan bien... y sentí revelaciones, sentí que la Fuerza podía canalizarse por mi cuerpo sin esfuerzo, dejando que la energía se remanse; manteniendo la armonía, dejando que la Fuerza se guíe, siendo el surco por donde la Fuerza se derrama..."<br />
<br />
Duda. "¿Y si esto no es correcto? ¿Y si Ide tiene problemas por haber hecho esto? ¿Y si, por mi culpa, nos obligan a separarnos? ¿Y si lo castigan por mi culpa? ¿Y si nos expulsan? ¿Y si nos matan?"<br />
<br />
Confianza. "Ide sabrá lo que hacer. Ide hará lo correcto. Ide pensará en mí. Ide me dirá qué, Ide me dirá cómo, Ide me dirá cuándo. Ide buscará mi bien."<br />
<br />
Esperanza. "He tenido sexo, y ha sido la primera vez en mi vida que ha sido sin miedo y sin dolor. Ha estado muy bien. Ha sido maravilloso, y he aprendido mucho. ¿Podremos repetirlo? ¿Podremos repetirlo mucho? Tantas cosas que aprender, tantas cosas que demostrar... hay cosas que he experimentado, sin querer experimentarlas; y ahora me alegro de haberlas experimentado, porque puedo convertirlas en algo bueno; porque puedo aprender de ellas, y aún no sé cómo; y la respuesta está en su cuerpo y en el mío, y pronto, pronto... ojalá que pronto..."}}<br />
<br />
Ide perdió un poco de foco. "De todas formas", pensó, "creo que eso era todo".<br />
El ascensor volvió a activarse. El suelo se abrió y Vima, todavía desnuda, apareció en la Joya Gloriosa. Su rostro era impenetrable, y luego se hendió en una media sonrisa.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
-¿No has pedido nada? ¿Ni a nadie? -suspiró teatralmente. Luego, viendo el gesto levemente tenso de Ide, su tono pasó a uno más formal- Eh... tu padawan se ha escapado. Parece que tu premonición respecto al equipo de implantación era acertada.<br />
<br />
-Vaya... espero que no te esté causando muchos problemas -respondió él, aún algo tenso. Había esperado que llegara hecha una furia, así que cualquier cosa era mejor.<br />
<br />
-Eh... -sonrió, mientras hacía rodar sus ojos hacia arriba- Bueno, a mí no muchos, pero está haciendo una criba entre mis hombres más prescindibles.<br />
<br />
-Parece que sabes sacar beneficio hasta de las situaciones adversas -sonrió él, algo más tranquilo.<br />
<br />
-Cualquiera puede hacerlo -dijo ella, mientras desabrochaba de nuevo su cinturón-. La clave es saber que hay un beneficio potencial en toda situación.<br />
<br />
Ide no supo qué decir en ese momento. Arakosia estaba huyendo, y Vima no parecía darle importancia. Supuso que ella estaba segura de que tarde o temprano la iba a encontrar. La pregunta seguía siendo qué haría con su padawan después.<br />
<br />
Ella se echó a su lado. Ide notó que lo que había tomado por perfume (por lo bien que olía, por perfume caro), era en realidad el olor corporal de Vima.<br />
<br />
-Da la impresión de que no te importe que una de tus esclavas esté huyendo...<br />
<br />
Ella se rió, de buen humor. Se acurrucó junto a Ide, mientras posaba su mano sobre el pecho surcado de cicatrices.<br />
<br />
-Bueno, es un poco molesto, pero... pff... me ha pasado tantas veces...<br />
<br />
-Eso, o que tienes cosas mejores en las que pensar -respondió él, con una media sonrisa, mientras le apartaba un mechón de la frente.<br />
<br />
-Será eso -dijo ella, con humor-. Bueno, y que hay un protocolo muy probado para encontrar gente evadida. No hemos tenido fugas en más de setenta años -dijo despreocupadamente.<br />
<br />
-¿Ah sí? Pues has de saber que Arakosia tiene una habilidad especial para esconderse. Eso sí que se le da bien -rió-. Estuvo tanto tiempo haciéndolo... ¿Cuánto tiempo crees que se te resistirá?<br />
<br />
-Pues, si usa la Fuerza para esconderse... -hizo un cálculo rápido- ...en ocho horas más, reconfigurarán las habitaciones al modo "búsqueda fácil". El hotel será un poco menos... hum... hospitalario para los huéspedes, y el espacio libre estará todo junto. Y luego vienen los perros akk.<br />
<br />
-Ya veo...<br />
<br />
-Y luego... se pueden configurar las habitaciones para ir reduciendo el espacio donde es posible esconderse -dijo, con una sonrisa-. Todo lo que sea necesario. La principal ventaja con la que ella cuenta, es que la quiero viva... y que está sin tasar.<br />
<br />
-Qué despliegue de medios. También podrías pedirle ayuda a su maestro, encontrarla, tasarla, y ahorrarnos disgustos a todos -aún sonreía, aunque no estaba seguro de si Vima tenía intención de dejar pasar la irreverencia tan fácilmente.<br />
<br />
Ella se tomó un tiempo para responder, en el que acarició despacio el pecho de Ide.<br />
<br />
-No hay ningún disgusto para tomar. De momento, está cribando a mis lacayos más prescindibles. Los que queden serán mejores -dijo, despreocupadamente-. La ordalía que está atravesando también sirve para tasarla... parcialmente.<br />
<br />
-Y de paso aumentar su valor, para luego sacarle más a su pobre maestro, que la quiere de vuelta... -le rozó el brazo, y subió hasta casi el hombro. La miraba fijamente.<br />
<br />
Ella rió de nuevo.<br />
<br />
==Video de una fuga==<br />
<br />
-Mmm... sí, todo son ventajas... -dijo con voz melosa- ¿Quieres ver la grabación del video de seguridad, donde se escapa?<br />
<br />
Él sonrió ampliamente a modo de respuesta, y asintió levemt. Ella habló, con voz alta y clara:<br />
<br />
-Control Central, reproducir video. Título Dolor Arakosia Uno.<br />
<br />
<br />
La sala volvió a oscurecerse, y sobre la mesa se proyecto un holovídeo. Era una sala médica, y en ella había varios tanques de bacta. Casi todos estaban vacíos, y en uno de ellos flotaba Arakosia.<br />
<br />
Bajo los párpados cerrados, sus ojos se movieron. Se agitó levemente. Un monitor junto a su tanque comenzó a parpadear.<br />
<br />
Una especie de droide (médico, supuso Ide, aunque no reconoció el modelo, parecido a un taburete) se acercó rápidamente. Se paró frente al monitor, y se marchó por la puerta.<br />
<br />
Regresó con un grupo de tres humanoides, vestidos con ropa de trabajo. En las manos llevaban varios instrumentos, que dejaron en una pequeña bandeja junto al tanque.<br />
<br />
Manipularon el monitor, con práctica y confianza, y cierto aburrimiento.<br />
<br />
El tanque de bacta comenzó a vaciarse. Se vació. Arakosia quedó hecha un ovillo en el suelo.<br />
<br />
<br />
Abrieron el tanque, y la sujetaron para colocarla en la mesa de operaciones en el centro de la habitación. La manipulaban como un peso muerto. Uno de ellos sujetó una máquina grande, y la dirigió a la cara de Arakosia.<br />
<br />
Ella se movió tan rápido que la grabadora no lo registró. El hombre voló dos metros hacia atrás y chocó contra un tanque vacío. La máquina quedó un momento en el aire, pero ella la pateó contra otro de los técnicos.<br />
<br />
Él la sujetó con ambas manos, mientras su compañero dirigía un arma contra Arakosia.<br />
<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Si hay algo que se le da bien, es escapar -intervino.<br />
<br />
-Ya veo -dijo ella, apreciativamente.<br />
<br />
<br />
<br />
Ella sujetó el arma al mismo tiempo, y no se molestó en forcejear para arrebatársela. La desvió lejos de sí, para que no pudiera dispararle, y lanzó su mano engarfiada contra el rostro del hombre. El movimiento no se podía apreciar claramente, pero el grito del hombre fue desgarrador, y la sangre comenzó a correr a chorros por las mejillas. El segundo técnico se quedó sobrecogido por la visión, y reaccionó tarde, accionando la máquina, que lanzó una nube de gas.<br />
<br />
Ella se movió sin soltar su presa, y al moverse se podía ver cómo tenía dos dedos de la mano izquierda dentro de las cuencas de los ojos, y giró sobre sí misma para lanzar al hombre, que seguía aullando, contra la nube. La aspiró entera, y cayó al suelo inconsciente.<br />
<br />
<br />
<br />
El técnico que quedaba y Arakosia se miraron durante un momento, y él disparó el arma una vez más. Ella no se movió, y la nube impactó contra su rostro. No tuvo ningún efecto.<br />
<br />
El técnico dejó caer el anestesiador, y extrajo un arma; pero al mismo tiempo Arakosia lanzó contra la cara del hombre lo que llevaba en la mano, algo pequeño y pringoso que chocó con fuerza, cegándolo al romperse. Ella saltó justo detrás, y lo golpeó con tanta fuerza que su cuerpo se arqueó con fuerza mientras volaba por el aire.<br />
<br />
<br />
No dedicó ni un momento a ver cómo caía. Su mirada se posó brevemente por todos los objetos de la sala, y se dirigió hacia un contenedor metálico, de un metro por medio metro. Lo golpeó con la mano cerrada. No se abrió. Lo golpeó de nuevo. Observó la muesca que quedaba, y cogió el contenedor cerrado. La puerta se abrió de nuevo, y entró un hombre armado (tras él se veía más gente, pero el video estaba centrado en la sala de reanimación). <br />
<br />
<br />
Disparó dos veces, y Arakosia paró los disparos con el contenedor. Luego pateó una máquina caída en el suelo, desviando el arma mientras saltaba contra el hombre. Lo golpeó con el recipiente metálico en la cara, cayó a sus pies, lanzó un puñetazo contra la entrepierna, saltó en vertical y empujó con ambas piernas contra el pecho del guardia, que chocó contra sus compañeros. Ella saltó contra el batiburrillo de guardias.<br />
<br />
<br />
La habitación quedó vacía, excepto por el técnico dentro del tanque de bacta, el hombre anestesiado y sin ojos del suelo y el que había chocado contra la pared y el suelo de la esquina. No había movimiento en la escena, excepto por los charcos de sangre, que se extendían rápidamente.<br />
<br />
Vima sonreía.<br />
<br />
==Cosas sobre Vima==<br />
<br />
-Esa chica tiene potencial...<br />
<br />
-Sabe improvisar. Es rápida pensando. Sabía que podía llegar lejos cuando la tomé como discípula -dijo él, descansando en cada palabra.<br />
<br />
-Hm-hmm -murmuró Vima mientras asentía. Ide sintió que volvía a bajar sus defensas. La visión de la sangre extendiéndose por el suelo la había excitado.<br />
<br />
Él aprovechó para buscar en ella. Estaba preocupado por lo que podía pasarle a Arakosia, una vez fuera capturada. Y por lo que le podía pasar durante la captura.<br />
<br />
-Tienes... una afinidad especial por ciertas cosas, por lo que veo -dijo él, volviendo a mirarla y rozándole la cara.<br />
<br />
-Mi afinidad es por mi entorno. Creé el Palacio del Dolor pensando en esa afinidad.<br />
<br />
Ide comprobó, desolado, que la Fuerza le transmitía muchas sensaciones, muchos pensamientos superficiales, pero no podía acceder a las capas más profundas del pensamiento. O al menos no sin alertarla. Y los resultados de un intento fallido podían ser... desastrosos.<br />
<br />
Ahora que pensaba sobre ello, Ide no recordaba haber oído hablar de ningún jedi con una técnica semejante. Aunque los caamasi podían guardar y transferir "archivos" de recuerdo, llamados memnii, y los jedi podían recibirlos. Quizá un jedi caamasi pudiera... o probablemente no.<br />
<br />
Ide reflexionó, buscando otra vía de acción.<br />
<br />
-Espero que tu entorno no se vaya a comer a mi aprendiz... es un sitio hostil para un jedi como ella... o como yo... -dijo él. Empezó a pasarle la mano por la espalda, mientras seguía concentrado en sus pensamientos... quizá mencionar a Arakosia le hiciera pensar en ella...<br />
<br />
-Mmm... -dijo ella. Por su mente pasaron un montón de imágenes en rápida sucesión:<br />
<br />
{{flashback | Tumbada boca abajo en una camilla, levanta la vista y ve a un twi'lek azul muy atractivo, desnudo de cintura para arriba; que sonríe amablemente. Ella sabe que la odia con todo su corazón.<br />
Cuando llegó a Nar Shaddaa, llevaba todas sus posesiones atadas al cuerpo: una pequeña bolsa más pequeña que un puño y un sable de luz pegado a su zona lumbar. Intentaron violarla, matarla o esclavizarla - pequeños flashes de cada escena- seis veces antes de que cayera la noche.<br />
<br />
La primera vez que negoció con un hutt, él le ofreció un puesto. Ella le ofreció un trato. Él se rió. Ella no.<br />
<br />
La siguiente vez, habían pasado tres años. El hutt parecía más delgado. Él habló. Ella sólo sonrió sarcásticamente. Él gritó. Ella no dijo nada.<br />
<br />
Todos los años que pasó temiendo que su maestro la encontrara. Hasta que tomó la decisión de no volver a tener miedo, y fue a buscarlo.<br />
<br />
En el planeta Chelloa ya no quedaba nada. Nunca supo lo que había pasado. En su pecho, la sensación de algo inacabado sería algo a lo que acabaría por acostumbrarse.<br />
<br />
En una habitación muy brillante, un alienígena le dice que no está seguro de la especie de su padre. Al parecer, sus células no se degradan, o lo hacen tan despacio que no hay forma de saberlo con certeza. La sensación en su pecho sigue ahí, nunca se ha ido, pero la conversación con el científico hace que sea dolorosamente consciente de que probablemente no hay nadie en el universo con quien pueda identificarse.<br />
<br />
Esa chica... se parece a una que fue secuestrada hace más de quinientos años. Se parece un poco. }}</div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIIHumo y Vapor III2013-06-26T18:25:47Z<p>El Universo: /* Video de una fuga */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26aGR, 20:25 horas.'''<br />
<br />
<br />
A medida que Ide se fue acercando a la Flor Esquiva, percibió un olor apetitoso. Poco antes de llegar se hizo obvio que Delia, o quien estuviera en la cocina, no se limitaba a preparar bebidas.<br />
<br />
Casi la mitad de las mesas estaban ocupadas con sintientes cenando; y tanto Delia como Sira servían las mesas.<br />
<br />
Ide se acercó a la barra, y aprovechando un breve momento de calma, habló con Delia, la cual se había acercado a la barra.<br />
<br />
-La idea era que Sira comiera algo, no que se pusiera a trabajar... -dijo Ide con humor.<br />
<br />
-No he podido retenerla -repuso Delia con una sonrisa-. Supongo que no está acostumbrada a permanecer quieta mientras los demás trabajan a su alrededor...<br />
<br />
Sira se aproximó a la barra, e inclinó la cabeza respetuosamente cuando vio a Ide. No dijo nada.<br />
<br />
-Yo pensaba que querrías comer algo... pero parece que has decidido echarle una mano a Delia -dijo, sonriendo-. Lo que te haga más feliz. -Miró a Delia-. ¿Crees que puede quedarse contigo, o levantará sospechas? No se me ocurre un lugar seguro donde pueda estar, mientras resuelvo... lo que tengo pendiente aquí.<br />
<br />
-Puede quedarse, desde luego... todo el mundo pensará que Vima me ha puesto un refuerzo, o que pronto va a reemplazarme... pero si me voy pronto de Nar Shaddaa, nada de eso importará -dijo, mientras posaba una mirada de desesperación contenida sobre Ide.<br />
<br />
-Vima me ha invitado a cenar. De hecho, debería notificar que estoy aquí de alguna forma, creo que me iban a avisar.<br />
<br />
Los ojos de Delia se abrieron considerablemente. Un pánico primordial creció en ella, sólo para ser ahogado por una férrea fuerza de voluntad. Con voz muy controlada dijo:<br />
<br />
-Si... quieres alejar la atención de Sira, será mejor que no llames desde aquí.<br />
<br />
-Cierto, cómo he podido ser tan tonto.<br />
<br />
No lo dijo, pero intuyó que el horror de Delia no se debía sólo a la posible sospecha que podría levantar.<br />
<br />
-Me iré a una de los balcones de las zonas de descanso -apuntó, mientras se levantaba del asiento-. Espero que sigáis bien por aquí. Si te enteras de algo sobre... bueno, él, avísame. Sira tiene mi número de comunicador.<br />
<br />
-Lo haré -su expresión parecía muy angustiada-. Ten mucho cuidado.<br />
<br />
-No te preocupes, sé cuidarme -dijo con una sonrisa, y salió del bar.<br />
<br />
==Contacto==<br />
<br />
Cuando llegó a uno de las zonas de descanso de las plantas intermedias avisó a la recepción de que estaba allí mediante uno de los terminales disponibles. Cuando lo hubo hecho, se acercó a una de las ventanas de transpariacero. No debían tardar mucho en avisar, ya era casi la hora de la cena.<br />
<br />
Efectivamente, la terminal se iluminó en menos de diez segundos. Apareció una figura humanoide, que no hizo sino decir: "Espere, por favor. Alguien llegará para acompañarlo en breve."<br />
<br />
No habían transcurrido ni cinco minutos cuando apareció de nuevo el mismo hombre bien vestido que le había recibido cuando bajó de su nave la última vez. Se inclinó cortésmente a modo de saludo.<br />
<br />
-¿Desea que le indique el camino a la Joya Gloriosa, señor?<br />
<br />
-Si es tan amable -respondió educadamente Ide.<br />
<br />
-Acompáñeme, por favor.<br />
<br />
Recorrieron un camino corto y estéticamente agradable, que incluía un par de turboascensores muy bien decorados; y en breve la vista que se apreciaba por las ventanas se volvió espectacular. Desde la parte superior del Palacio del Dolor el paisaje abarcaba una porción considerable de Nar Shaddaa, que, dada su heterogeneidad arquitectónica, daba la impresión de un todo homogéneo armonioso que se rompía en millones de detalles aparentemente incongruentes; como una gigantesca escultura fractal.<br />
<br />
Al parecer, la Joya Gloriosa ocupaba la última planta del Palacio. Era una estancia relativamente íntima, de unos cuatro por cuatro metros, a la que se accedía por un ascensor de dos plazas desde la planta inmediatamente inferior. Apenas tenía mobiliario.<br />
<br />
Una mesa, y dos sillas una frente a otra. En la mesa brillaba un candelabro, con cinco velas ardiendo suavemente; y en una de las sillas había una mujer que no aparentaba más de veinte años, vestía una camisa sencilla y bebía agua de una copa de cristal; mientras miraba atentamente por la ventana.<br />
<br />
Ide esperó a que ella hablara. Cuando lo hizo, fue con una voz cristalina y bien modulada. Ide no pudo evitar pensar que era espléndida voz de soprano.<br />
<br />
-Buenas noches -dijo mientras sonreía cálidamente-. Soy Vima Da'Motta. Tome asiento, por favor, si antes no desea disfrutar de las vistas.<br />
<br />
-Gracias, señora Da'Motta. Hay que reconocer que la Joya Gloriosa ofrece una vista privilegiada de Nar Shadda. Tiene usted un hermoso hotel.<br />
<br />
-Si lo desea, puede tutearme -repuso, mientras se encogía levemente de hombros-. Francamente, nunca le he dado mucha importancia al protocolo.<br />
<br />
-La verdad es que me resulta algo extraño hablar de usted a alguien tan joven -Ide mantuvo el tono afable, pero lo que le resultaba verdaderamente extraño era pensar que Vima Da'Motta tuviera una cara amable -.Llámame Ide, pues.<br />
<br />
Sonrió aún más ampliamente. Durante unos segundos parecía que no sabía qué decir.<br />
<br />
-Excelente. ¿Tienes ganas de cenar algo ligero, o prefieres algo más consistente?<br />
<br />
-No suelo cenar mucho. Comer mucho por las noches no me deja dormir bien.<br />
<br />
-Algo ligero, entonces... ¿comida calamariana?<br />
<br />
-No he tenido el gusto antes. Confío en tu buen gusto.<br />
<br />
-Pescado, una especie de galletas de algas... espero que te guste.<br />
<br />
Una sección circular de la mesa se abrió frente a ellos dos, y apareció un plato de algo que parecía ensalada de pescado, y que olía deliciosamente.<br />
<br />
-¡Al ataque! -dijo Vima, mientras cogía el tenedor. Se detuvo de repente, mientras miraba a Ide- Ah... ¿los jedi tenéis alguna costumbre especial para antes de comer, una oración o algo?<br />
<br />
-Oh, no, en absoluto. La Fuerza no necesita alabanzas ni consagraciones -sonrió, y cogió su tenedor.<br />
<br />
Vima parecía aliviada.<br />
<br />
-Oh, bien -dijo mientras pinchaba la ensalada. Ide comió, esperando que ella hablara.<br />
<br />
==Sorpresas==<br />
<br />
Durante unos minutos, ella no hizo sino comer y observar a Ide con curiosidad. Ide pudo oir una música, en el límite de lo audible, algo parecido a ópera. Ella pareció darse cuenta al mismo tiempo que Ide.<br />
<br />
-Sabes, la música cantada sin acompañamiento musical es una de las artes universales -dijo con voz animada-. Junto a la pictografía y la danza, creo. Luego los eruditos debaten sobre si la percusión debería ser considerada universal... y la narrativa, claro -hizo un gesto juguetón-. Siempre están debatiendo sobre la universalidad de la narrativa, y peleándose con los lingüistas.<br />
<br />
-Soy más una persona de ciencias que de humanidades, he de reconocer. No soy tan docto en estos temas... sin embargo aprendí de pequeño a tocar. Es el único arte al cual me encuentro vinculado.<br />
<br />
Ella parecía encantada.<br />
<br />
-¡Oh, es fantástico! Yo misma también aprecio mucho la música. El baile también, claro -hizo un gesto descuidado-, pero no tengo una verdadera base teórica para poder apreciarlo apropiadamente.<br />
<br />
-¿Tocas algún instrumento?<br />
<br />
-Canto -dijo mientras sonreía pícaramente-. Lo que suena, lo canté yo -dijo mientras se ruborizaba ligeramente-. Es... un descuido por parte de mi mayordomo. Ahora parece que quiero alardear o algo...<br />
<br />
-En absoluto. No es alardear mostrar cuando es apropiado aquello que uno sabe. La humildad extrema es casi tan mala como el orgullo descarado -se paró unos segundos-. Me gustaría oirte cantar.<br />
<br />
Ella se ruborizó.<br />
<br />
-Oh, no podría... -se quedó mirando a Ide unos segundos, como pidiéndole permiso.<br />
<br />
-Si ayuda, puedo cambiarte una pieza de mi flauta por una obra cantada por ti.<br />
<br />
-Bueno, bien... Entonces voy a levantarme.<br />
<br />
Se puso en pie despacio, e Ide pudo observar que no era muy alta ni robusta. Parecía una especie de muchacho, aunque algo en su complexión le recordaba a los padawan del templo.<br />
<br />
Y de su cadera derecha colgaba un sable de luz.<br />
<br />
==Intercambios==<br />
<br />
Cerró los ojos, e inspiró profundamente dos o tres veces. Cantó una nota, como para afinarse; y luego comenzó a cantar.<br />
<br />
Espectacularmente. La pieza, cantada a capella, estaba en un idioma que Ide no reconoció, pero la complejidad técnica no le pasó desapercibida. Posteriormente, fue la expresividad de la voz lo que le llamó la atención. Algo dentro de él no estaba preparado por completo para la avalancha de ternura que se derramaba en cada nota, para la lucha que se denotaba tras cada cambio repentino de registro.<br />
<br />
Acabó, de una forma que se asemejaba mucho al principio. De alguna forma, Ide percibió al final una riqueza de matices que no había notado la primera vez.<br />
<br />
Ella suspiró profundamente. Abrió los ojos de nuevo.<br />
<br />
-¿Te ha gustado?<br />
<br />
-Ha sido... inesperadamente hermoso y emotivo. Una bella ejecución, sí señor.<br />
<br />
Sonrió de nuevo. Parecía acalorada. Parecía incapaz de hablar. Se sentó despacio.<br />
<br />
-Muchas gracias -dijo con un hilo de voz.<br />
<br />
-Ha sido toda una grata sorpresa, sí señor. Reconozco que no esperaba encontrar esto esta noche.<br />
<br />
Ella enarcó una ceja, mientras miraba divertida a Ide.<br />
<br />
-Bueno, pensaba que me querías para hablar... no sé, de negocios, o algo parecido -sonrió ligeramente-. No esperaba encontrarme hablando de arte y música contigo.<br />
<br />
-Bueno -dijo con voz jocosa-, es un poco rudo, incluso aquí en el borde medio, ponerse a hablar de negocios en cuanto se sienta uno a la mesa...<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Creo que me toca... aunque sea poco apropiado. No sé si estaré a la altura.<br />
<br />
-Por favor -dijo ella con una ternura que no parecía fuera de lugar.<br />
<br />
Ide se levantó y se separó un poco de la mesa. Sacó su flauta, guardada en el estuche. Dejó la caja sobre la silla y la montó suavemente, sin prisa. Cuando estuvo armada, miró a Vima, y sonrió otra vez. Se colocó erguido, como si estuviera en un recital de verdad. Cerró los ojos, y se rindió a las ondulaciones de la Fuerza, como siempre que hacía cuando producía música.<br />
<br />
Comenzó la ejecución con un pasaje sencillo, de poca dificultad técnica pero que transmitía mucha emotividad. De alguna forma, toda su preocupación y su sentido del deber se podían percibir tras la melodía. A medida que se relajaba, sintió como la Fuerza lo inspiraba, complicando el pasaje principal, guiándolo en trémolos y escalas que se enlazaban sin que él mismo supiera muy bien cómo enlazarlas, hasta el último momento. Y enlazaban bien. De repente, Ide se dio cuenta de que había terminado.<br />
<br />
Vima aplaudía muy contenta:<br />
<br />
-¡Eso ha estado muy bien! ¿Todos los jedi saben tocar tan bien como tú, o es un talento singular tuyo?<br />
<br />
==Charla sobre jedi==<br />
<br />
-Bueno, todos los jedi saben hacer algunas cosas bastante bien, cuando se sintonizan con la Fuerza. Yo tuve esa bendición desde pequeño. No sirve para el combate, pero me proporciona momentos muy hermosos.<br />
<br />
-El combate está sobrevalorado -dijo ella con una breve carcajada-. ¡El combate es de bárbaros! -añadió, divertida- ¿No has pensado en dedicarte exclusivamente a la música?<br />
<br />
-No soy tan bueno... y en cualquier caso, ser jedi es un trabajo muy satisfactorio. Aunque tu especialidad no sea el combate -sonrió.<br />
<br />
-Satisfactorio y sacrificado, según tengo entendido.<br />
<br />
-No es un sacrificio lo que se ofrece de buena voluntad. Si lo miras así, somos todos voluntarios.<br />
<br />
-Bueno, si le explican a uno con todo lujo de detalles lo que podría pasar, supongo que sí. No es -dijo con voz inocente- como si adoctrinaran lactantes o algo.<br />
<br />
-Entramos... bueno... se suele entrar muy joven en el Templo. Pero no se obliga a nadie. Se entrena a los seres sensibles a la Fuerza, y según su evolución se les entrena como jedis, o se les enseña otro oficio en el que sus habilidades puedan ser útiles. Supongo que no es una demostración formal, pero no debe ser tan malo: para los chicos es todo un orgullo ser seleccionados como padawan -por un corto instante, a Ide se le torció la sonrisa, al recordar la fiesta de despedida que sus compañeros dieron a Arakosia.<br />
<br />
-Comprendo -dijo con voz reflexiva-. Y, si no es molestia preguntar, ¿qué hace un jedi tan agradable en Nar Shaddaa?<br />
<br />
==La vida en Nar Shaddaa==<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la consciencia de Ide. Recordó con quién estaba hablando, y el nombre de esta persona tan amable que le había invitado a cenar.<br />
<br />
-Buscar algo que se me ha perdido -dijo afablemente-. Reconozco que no es el sitio más... compatible con nuestras creencias y principios.<br />
<br />
-Debe de ser duro -dijo ella.<br />
<br />
-No creo que vivir en Nar Shaddaa sea fácil para nadie, si me permites la observación.<br />
<br />
-No lo es -dijo, con una súbita dureza-. Para nadie. Ni para los hutt.<br />
<br />
-Estoy seguro. He tenido la oportunidad de conocer a algunos, incluso de forma algo más personal. Siempre me ha dado la impresión de que toda la crueldad de este mundo proviene de un sencillo principio... ''matar o morir''.<br />
<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-De alguna forma... o algo peor -pareció reflexionar un instante-. Un rival muerto... está simplemente muerto. Otro vendrá a ocupar su lugar, y la lucha te habrá debilitado. Si quieres sobrevivir, tienes que esclavizar a tus rivales. Así, no sólo dejan de amenazarte, sino que trabajan para ti -reflexionó un instante-. Por supuesto, sería mejor convertirlos en aliados... pero en Nar Shaddaa no existe esa posibilidad.<br />
<br />
-Es quizá eso lo que me desconcierta y desconsuela a partes iguales -dijo el jedi con una mueca-. Sin embargo...<br />
<br />
-¿Sí?<br />
<br />
-Tú... no pareces pertenecer a este mundo -dijo Ide, con un uso consciente del verbo parecer-. Esta sala, este hotel, a ratos. Esta cena.<br />
<br />
-Bueno, no soy de aquí. Llegué cuando tenía más de treinta años -escrutó la expresión de sorpresa de Ide-. Supongo que no aparento mi edad.<br />
<br />
-En absoluto. Lo mostré claramente en mi segundo comentario de esta noche.<br />
<br />
-Pensé que era una frase de cortesía -dijo mientras sonreía.<br />
<br />
-No hace falta mentir para ser cortés -añadió el.<br />
<br />
-Bueno, supongo que podría haber algunas especies en la galaxia que me consideraran joven... -su cara se volvió reflexiva- ...aunque no me imagino cuáles podrían ser.<br />
<br />
-¿Y a qué te dedicabas antes, no es mucho preguntar?<br />
<br />
-Pues, hasta los doce años fui ayudante de laboratorio de mi madre. Ella fue una científica arkaniana de bastante éxito, sabes... y un poco paranoica. En cuanto tuve edad para ello, me dediqué a asistirla.<br />
<br />
-Y acabaste en Nar Shadda dirigiendo el Palacio del Dolor. No es una carrera científica estándar, eso está claro.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
==Historia antigua==<br />
<br />
-Poco después de mi decimosegundo cumpleaños, fui secuestrada. Veinte años más tarde llegué aquí -sonrió amargamente, como recordando un pasado poco agradable-. En ese momento, sólo buscaba un sitio donde esconderme. Pensé que me iría pronto de aquí, que volvería con mi madre.<br />
<br />
No dijo nada más. Su expresión mostraba un dolor a duras penas contenido. Por un momento, Ide no supo qué decir.<br />
<br />
-Esto confirma mi teoría. Nar Shaddaa no acoge a nadie con los brazos abiertos -sonrió-. No creo que haya más bárbaros que en Coruscant. Es sólo que el sistema de aquí los beneficia, en cierto sentido.<br />
<br />
-Toda la población local, o al menos todos menos uno, de un grupo de diez mil; está dispuesta a traicionar a alguien por una mínima mejora de su calidad de vida. Y el uno restante, si lo encuentras, habrá llegado a su edad actual por pura suerte -se rio brevemente-. Eso, o se acaba de bajar de la astronave.<br />
<br />
-Que lo hagan no quiere decir que deseen hacerlo. Puede que sea el único camino que conozcan. O eso, o que yo he tenido mucha suerte.<br />
En el centro de la mesa apareció una bandeja donde se alineaban, sin orden aparente, muchos tipos distintos de dulces, calientes y fríos. Sin embarazo alguno, Vima cogió uno caliente, le sopló y devoró la mitad de un bocado.<br />
<br />
-Esta mañana -continuó Ide, acercando su mano a algo que parecía un pastelito de crema- conocí a un pequeño alienígena, un chadra-fan que se llamaba Tilikit.<br />
<br />
-Mmm... muy bien -murmuró-. Maldición, me he quemado.<br />
<br />
Ide sonrió ligeramente, como pidiendo permiso para continuar. Ella hizo un gesto con la mano, mientras bebía un sorbo de agua.<br />
<br />
-No era nadie. Salí de un negocio, y me preguntó si necesitaba ayuda. A cambio sólo me pidió que lo llevara a mi planeta -Ide se detuvo unos instantes, como rememorando aquello.<br />
<br />
-Intentaba engañarte -dijo ella rápidamente-. En Nar Shaddaa, si alguien se acerca a alguien, es para comerciar o engañarlo.<br />
<br />
-No he tenido oportunidad de comprobarlo. Murió defendiendo a la esclava que pilotaba mi nave, cuando me atacaron unos mercenarios que Shawman&K'Rtahn mandaron para secuestrarnos a mí y a Arakosia.<br />
<br />
-Oh -dijo ella. No parecía muy afectada-. Y Arakosia es... ¿alguien que yo debería conocer?<br />
<br />
-Oh, es mi padawan. Fue... vendida, al Palacio del Dolor esta tarde -dijo amargamente.<br />
<br />
Vima parecía encantada.<br />
<br />
==Entrando en materia==<br />
<br />
-¡Vaya! ¿Y ella también sabe tocar? -preguntó con voz jubilosa.<br />
<br />
-No -sonrió Ide-. Acaba de empezar su entrenamiento. Apenas sabe manejar el sable de luz, y no ha tenido tiempo de aprender muchas cosas. Yo... la rescaté hace poco. La tenían presa.<br />
<br />
-¿Presa? -su expresión se volvió meditabunda- Curioso... ¿Y qué tipo de cosas sabe hacer?<br />
<br />
-Bueno... sabe... -Ide dudó unos segundos-. La verdad es que, por sí sola, puede apenas defenderse, y poco más. Mi tarea es de hecho convertirla en jedi -sonrió amargamente, consciente de que había usado el tiempo presente en su afirmación.<br />
<br />
-Vaya... ¿y tardarías mucho en convertirla en jedi?<br />
<br />
-Años. En el mejor de los casos -Ide tuvo una extraña sensación, al recordar el sable de luz que pendía de su cinto.<br />
<br />
-Y... ¿es importante para ti hacer eso?<br />
<br />
Ide tragó saliva y calló durante un momento.<br />
<br />
-Cómo decirlo... es... una parte de mí es ella, y lo que ella pueda llegar a ser.<br />
<br />
-Bueno, puedes quedarte en Nar Shaddaa el tiempo que consideres necesario para convertirla en jedi -dijo con expresión pensativa-. A cambio, te acogeré en mi Palacio sin coste alguno para ti.<br />
<br />
Ide sonrió y permaneció pensativo, sin responder. Sabía que Arakosia era el punto de inflexión de la conversación, el momento en el que Vima dejaría de ser amable y cálida.<br />
<br />
==Ofertas==<br />
<br />
-Bueno, piénsalo -dijo mientras se encogía de hombros.<br />
<br />
-No... bueno, siento decirte que no es posible convertirse en jedi en esas circunstancias. Es un entrenamiento igualmente espiritual y físico, y no es compatible en absoluto con la vida de un esclavo.<br />
<br />
-Oh,vaya... -parecía levemente decepcionada- Y si ella estuviera, digamos, exenta de servicio mientras dure su entrenamiento, ¿entonces podrías?<br />
<br />
-No se puede servir a la Orden Jedi y a otro señor a la vez, Vima. Como bien dijiste antes, es una vida sacrificada.<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-En fin... una lástima.<br />
<br />
Permaneció en silencio unos segundos. Cogió otro pequeño postre y se lo metió entero en la boca.<br />
<br />
-Me imaginaba que te agradaría la compra de mi aprendiz. Y entiendo que no tendrás el menor interés en vendérmela -dijo Ide como si fuera algo sin importancia.<br />
<br />
Ella hizo un ligero gesto de contrariedad.<br />
<br />
-No es eso, es que todavía no sé lo que vale... podría perder k'shii fácilmente... perdón, podría perder reputación... a veces me olvido de que no todo el mundo habla hutt.<br />
<br />
-Lo entiendo, es un término muy común. Sea como sea, me interesaría recuperarla, como te podrás imaginar.<br />
<br />
-Lo comprendo, lo comprendo -hizo un gesto apaciguador con ambas manos-. Sólo digo que aún no hemos terminado de tasarla. No puedo ponerle un precio hasta entonces, ¿comprendes? Me ariesgaría mucho.<br />
<br />
-Obviamente Arakosia no es una esclava normal. Y es capaz de hacer cosas increíbles. Pero quizás haya algo que con toda seguridad sea más útil que ella.<br />
<br />
-Seguro -dijo ella con ligereza-. Todavía estará sin pulir. Debe de haber ''cientos'' de esclavos más útiles que ella.<br />
<br />
-A lo mejor yo puedo hacer algo más útil que cualquier cosa que te pueda dar ella -comentó él.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
-¡Pero eso no va así! -dijo animadamente- La cuestión es que un esclavo hará su trabajo ''indefinidamente y sin recibir nada a cambio''. Y además sabes que cualquier inversión que hagas en él la puedes recuperar en un intervalo de tiempo sólo limitado por las necesidades biológicas del esclavo.<br />
<br />
-Sí, pero a lo mejor te compensa tener a un jedi a tu servicio en tu Hak'Un Shapp al precio de un esclavo de mediana utilidad -dijo él seriamente.<br />
<br />
==Contraofertas==<br />
<br />
Ella parecía un poco sorprendida.<br />
<br />
-Bueno, sería buena publicidad... -reflexionó- Las veces anteriores funcionó bastante bien. Y los jedi participantes casi siempre sobreviven, aunque no suelen ganar -sonrió, levemente ácida-. Sin ánimo de ofender, les falta crueldad -una mínima arruga apareció en su frente-. Pero sin tasar a tu padawan, no sé si sería un trato justo. ¿Necesitas conocer mi respuesta con premura?<br />
<br />
-Prefiero saberla libre cuanto antes mejor, pero toma el tiempo que necesites, faltaría más.<br />
<br />
-Habitualmente un par de horas suelen ser suficientes, si la colaboración es buena.<br />
<br />
-Quizás... pueda ayudarte. Verás, circula por la Holored una demostración de Arakosia que probablemente te enseñarán.<br />
<br />
-...sí? -su expresión quería decir: "y respecto a ella, quieres puntualizar que..."<br />
<br />
-¿Quizá podríamos verla ahora?<br />
<br />
-Claro. Control central, buscar video en HoloNet. Rastreo de nodo local, Nar Shaddaa; fecha y hora, últimos dos días, tema: Arakosia. Ordenar por número de visitas. Ver.<br />
<br />
Sobre la mesa se hizo un cubo de luz, al principio borroso, posteriormente fue dibujándose una habitación. Sobre la cama, Arakosia estaba desnuda y drogada, e Ide estaba a su lado.<br />
<br />
==Aclaraciones==<br />
<br />
Vima parecía muy interesada.<br />
<br />
-¡Caramba! Hubiera asegurado que era demasiado joven para relaciones sexuales extensas... -miró a su enlace informático de muñeca- y ésta es una edición de hora y media, con los mejores momentos de una grabación original, ¿''de diez horas''? -miró a Ide, con expresión entusiasmada- ¡Qué maravilla! ¿Y qué deseabas comentar?<br />
<br />
Un extraño pulso de calor recorrió la espina dorsal de Ide. Se tomó un tiempo tiempo para responder, en el cual sólo se le venía a la mente una frase: "Keel, maldita rata".<br />
<br />
-Sí... eso también. Pensaba que te ibas a encontrar primero con el vídeo de la fruta.<br />
<br />
-Es por el número de visitas, supongo. Nada atrae más que el sexo y la violencia. Probablemente el otro video no incluye sangre.<br />
<br />
-Esa noche Arakosia hizo cosas espectaculares. Y se deben principalmente a dos cosas. La primera es que la drogaron.<br />
<br />
-Pero la droga sólo levanta inhibiciones. Es de suponer que, en principio, ella sería capaz de llevar a cabo... hazañas similares sin necesidad de sustancias añadidas.<br />
<br />
-No siempre. Los estupefacientes, desde el momento en el que trasladan al individuo a un estado distinto de consciencia, pueden a veces amplificar la canalización de la Fuerza. O pueden hacer todo lo contrario.<br />
<br />
Como comprenderás, si fuera tan fácil obtener superpoderes, todos iríamos siempre por ahí con una bolsita de pastillas. Depende de la ocasión, y el contexto, las drogas pueden ser muy beneficiosas, o muy peligrosas. Lo cual me lleva al segundo factor que, en conjunción con el trance de la droga, proporcionó a Arakosia semejante habilidad.<br />
<br />
-Una conjunción de factores suelen ser malas noticias. ¿De qué se trata? ¿Ira descontrolada? ¿Abandono suicida?<br />
<br />
-Yo. Ide Kanor, su maestro y mentor. Y la devoción que siente hacia él -Ide pronunciaba severamente, con orgullo, pero sin que pareciera que estaba alardeando.<br />
<br />
-Oh, mejor. Quiero decir, ese no es un factor descontrolado. Aunque, claramente, disminuye su valor para cualquier comprador potencial... -dijo con expresión ecuánime.<br />
<br />
-Quería aclararte todo esto, para que no pensaras que te he intentado engañar cuando lo vieras -terminó Ide, juntando las manos en actitud conciliadora.<br />
<br />
-De acuerdo, lo tendremos en cuenta. ¿Deseas esperar aquí mientras tanto, o hay algún otro lugar... o algo que necesites hacer?<br />
<br />
-Pues sería muy agradable poder esperar en esta sala. Es... especialmente tranquila. A no ser que me dejes bajar a dar una vuelta por el Hak'un'Shapp -en el rostro del joven emergió una sonrisa pícara-. Tengo cierta curiosidad.<br />
<br />
Ella sonrió, con coquetería.<br />
<br />
-Bueno... está claro que no sabes exactamente de qué se trata... la mayor parte del tiempo es, como la vida misma, algo gris y aburrido. Y de repente -su voz cobró una energía vibrante- se desata un vórtice de emociones, que arrastran a sus participantes al éxtasis...<br />
<br />
Era como contemplar un volcán en sus ojos. Ide no recordaba cómo había llegado a estar tan cerca de ella. Percibió su energía en la Fuerza. Poderosa, entrenada... adaptada a su entorno, en sintonía con las sensaciones que emanaba la Luna del Contrabandista.<br />
<br />
==Déjà vu==<br />
<br />
Una sensación de ''déjà vu'' invadió a Ide. Se sentía en una especie de punto de inflexión, un punto desde el cual se puede desencadenar cualquier acontecimiento.<br />
<br />
-Parece que... -intervino Ide casi con un susurro, escudriñándola en la Fuerza- encuentras cierta armonía en el Hak'un'Shapp...<br />
<br />
El tiempo parecía fluir despacio, despacio...<br />
<br />
La miró, durante un instante, con ojos que trascendían la materia física. Había poder y habilidad, entrenados hacía mucho, oxidados bajo la costumbre de no utilizar lo aprendido, sepultados tras mucho uso inconsciente e intuitivo.<br />
<br />
-Intento... -dijo ella, con voz casi inaudible- Intento disfrutar de la armonía allá donde la encuentre...<br />
<br />
-Fluyes con la Fuerza... has sido entrenada -dijo él, extendiendo la mano como para tocar los jirones de su aura sobrenatural.<br />
<br />
Ella se estremeció en su sitio, sin decir nada. Su vello se erizó antes de que Ide lo tocara. Él dudó un segundo, y luego, lentamente, acercó su mano a la de ella. Estaba de pie, al lado de la silla en la que ella permanecía. Sin tocarla, ascendió por su brazo, como un curandero buscando energía vital, dejando que la única conexión entre ellos fuera, por poco, la Fuerza.<br />
<br />
Ella no reaccionaba con una técnica definida. Se limitaba a dejar que su cuerpo fuera atravesado por la Fuerza, sin hacer nada que no pudiera hacer de forma natural. Aceptó el toque de forma pasiva, dejándose hacer.<br />
<br />
-Pero fue hace tiempo... -añadió él, con los ojos cerrados, centrándose sólo en lo que percibía por su canal sensitivo sobrenatural. Cuando llegó al hombro, posó su mano. A través de la Fuerza le llegó, abrumadora, una sensación orgásmica. Pero ella no se movió.<br />
<br />
Sólo un suspiro hubiera permitido saber, a un observador casual, por qué sus párpados vibraban y su nuca transpiraba.<br />
<br />
Ide se giró, levantó la otra mano, y la posó sobre el otro hombro. Movió los dedos lentamente, como masajeando, limpiando el incipiente sudor que había aparecido en el cuello de ella, pero de una forma sutil y precavida. Seguía con los ojos cerrados, oyendo las reverberaciones de Vima, emitiendo su propia señal en la Fuerza para oirla reflejada en ella.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
Vima reaccionaba sin pensar. Tomó aire, y lo exhaló lentamente; cerró los ojos despacio. Estaba bajando sus defensas, Ide pudo sentir algunos de sus pensamientos al azar.<br />
<br />
"Que no se detenga, por favor, que no se detenga, lo necesito, lo necesito tanto, nadie era apropiado, todos querían mi k shii, nadie podía hacerlo como un igual, si hago algo puede arrepentirse, ojalá dejara de preguntar por la Época Oscura, quiero, quiero, oh, qué bueno. En el video no salía drogándose, pero ella tampoco, ¿podrá? ¿Podrá? Oh, por favor, que no sea de los que sólo lo hacen por amor, que no haya una regla jedi absurda, que no pase nada, que lo haga, pronto, que lo haga porque lo necesito tanto..."<br />
<br />
Él se detuvo unos segundos. Después, bajó una de sus manos un poco, colocándola al principio de sus pechos, y llevó la otra detrás, a la nuca, incrustando los dedos en su pelo. Al tiempo, se giró grácilmente y se puso en frente de ella, y, con la experiencia adquirida en los años de Galmia, en un segundo que se hizo eterno, se acercó y la besó.<br />
<br />
Ella volvió a estremecerse, una vez más.<br />
<br />
"Lo ha hecho otra vez. Y todavía estamos empezando. O eso espero. Que no acabe, por favor, que no acabe..."<br />
<br />
Pero él no se detuvo. Siguió, como en otros tiempos había hecho con su Reina, con la excitación sobrenatural que sólo sentía al unirse con otros usuarios de la Fuerza, como con Anakin, como con Arakosia el día anterior. Ide perdió la noción del tiempo. Se olvidó del Hak'un'Shapp, se nubló la visión de su objetivo, de Arakosia, de Morg, de Kurel, y durante un periodo no determinado de tiempo, sólo se permitió sentir la Fuerza, y Vima Da'Motta, la cruel emperatriz del Palacio del Dolor, ahora transformada y expuesta por la letanía de placeres que se sucedieron en la habitación.<br />
<br />
El atardecer sobre Nar Shaddaa se convirtió en noche, la noche casi en amanecer. Ninguno de los dos parecía acusar el peso del cansancio. En un momento determinado, Vima cedió voluntariamente; cuando se retiró, Ide vio sangre en la cara interna de sus muslos. Se dejó caer, agotada y feliz.<br />
<br />
==Interrupciones==<br />
<br />
Suspiró.<br />
<br />
En ese momento, Ide sintió algo extraño: sobre los cristales se notaba una extraña vibración, apenas musical...<br />
<br />
<br />
"''Arakosia''", pensó instantáneamente.<br />
<br />
"''¿Maestro? Estoy despierta, y no reconozco el lugar.''"<br />
<br />
"''No te preocupes, estás a salvo, en el Palacio del Dolor. No te pasará nada. Confía en mí.''"<br />
<br />
"''¿Debo escapar? ''Puedo'' escapar.''"<br />
<br />
"''No será necesario. Puede que si intentaras escapar fuera peor. Iré a verte en cuanto pueda, te recogeré pronto.''"<br />
<br />
"''Quieren operarme. Para instalarme algo, porque... dicen que ya han esperado demasiado. Lo van a hacer en menos de dos minutos.''"<br />
<br />
Ide pensó durante unos segundos. Fue a buscar su ropa. "''Dame un minuto. Si lo intentan, escapa.''"<br />
<br />
<br />
-Cuándo te volveré a ver -preguntó a Vima, despreocupadamente.<br />
<br />
Ella esbozó una especie de media sonrisa que transmitía una sabiduría sin edad. Su manera de moverse evidenciaba que se sentía igual de cómoda desnuda que vestida.<br />
<br />
-¿Quién sabe? -dijo con voz traviesa- Espero que pronto.<br />
<br />
-Me preguntaba... si harías algo por mí -apuntó él tímidamente. Ella rió, de buen humor.<br />
<br />
-Pregunta, hombre. Haré lo que pueda -una pequeña arruga se formó en su frente- si puedo.<br />
<br />
-Es mi antigua alumna. Me preguntaba si podías retrasar su implante. Mientras la tasas y llegamos a un acuerdo.<br />
<br />
<br />
Ella pareció un poco entristecida.<br />
<br />
-Oh, lo siento. Mi personal implanta a todo el personal en menos de quince minutos tras su compra. Norma de la casa, sabes -su expresión se dulcificó-. ¡Pero no te preocupes! Los implantes se pueden retirar fácilmente, y no dejan ninguna clase de huella o secuela.<br />
<br />
Ide observó que ella no parecía tener ningún interés en vestirse. La única prenda que recogió fue el cinturón del que pendía el sable de luz, y se lo ajustó a la cintura. Pasó la mano por delante de un sensor frente a uno de los vértices, y el hueco correspondiente al ascensor se iluminó.<br />
<br />
<br />
-¿Bajas primero? ¿O prefieres esperar aquí?<br />
<br />
-¿Esperar? -Ide levantó lo que hubiera sido una ceja.<br />
<br />
-A que termine la tasación.<br />
<br />
<br />
"''Maestro, vienen'' ahora"<br />
<br />
-Vima... -dijo, mirándola fijamente-. Llama a tu equipo de implantación. Acabo de percibir algo.<br />
<br />
==Imprevistos==<br />
<br />
Ella parecía confundida.<br />
<br />
-Pero...<br />
<br />
-Confía en mí, evitará problemas. Están... implantando a Arakosia. Ha estado inconsciente y se acaba de despertar. Y está asustada.<br />
<br />
-Yo... -algo pareció cerrarse en su mente. Volvió a subir la barrera- Está bien. Pero no desde aquí.<br />
<br />
Él dio un paso adelante, aún con la ropa en la mano.<br />
<br />
-Vima... -la miró fijamente-. Gracias. Por... por todo.<br />
<br />
Ella asintió sobriamente.<br />
<br />
-Espera aquí.<br />
<br />
"''Maestro, ya he escapado. Dime cuál es el punto de encuentro.''"<br />
<br />
-Volveré tan pronto como pueda.<br />
<br />
"''Me temo que he dañado gravemente a por lo menos dos de ellos.''"<br />
<br />
Vima sonrió.<br />
<br />
-Y te haré un buen, buen descuento en todo lo que dependa de mi k'shii... esto ha valido un buen montón de gubor... incluso se podría cobrar en sgin.<br />
<br />
"''La estructura de este hotel me ha cogido por sorpresa... al principio. Pero en realidad, me beneficia. Más de la mitad del edificio está hueca. Más espacio para mí.''"<br />
<br />
"''Quédate escondida por ahora''."<br />
<br />
Se acercó a Vima, aún mirándola.<br />
<br />
-Sabes que no lo he hecho por eso -se acercó para coger su mano-.<br />
<br />
-Ya lo sé, guapo -dijo Vima mientras guiñaba un ojo-. Era un cumplido, al estilo Nar Shaddaa.<br />
<br />
Él sonrió.<br />
<br />
-Estaré aquí, si me necesitas o si hay algún problema.<br />
<br />
-Bien. Siéntete libre de pedir cualquier cosa o servicio que desees -la expresión de su cara se volvió a un tiempo salvaje y atractiva-. Cualquier cosa... la podemos compartir cuando yo regrese.<br />
<br />
Enderezó su espalda, que crujió levemente. Se quedó parada en la sección iluminada de suelo, que bajó. Su cuerpo desnudo parecía saludar a Ide mientras desaparecía por la abertura del suelo, antes de que ésta se cerrase.<br />
<br />
==Comunicaciones==<br />
<br />
"''¿Maestro?"''<br />
<br />
"''Arakosia.''"<br />
<br />
"''A lo mejor no es el momento apropiado para preguntar esto, pero... eh... a veces confundo cosas que suceden en mis sueños con cosas que suceden en la realidad, y... no tengo muy claro si algunas de las cosas que recuerdo... son ciertas.''"<br />
<br />
"''Ah, supongo que te refieres a lo de ayer.''"<br />
<br />
"''Es que... lo que recuerdo se parece mucho a los sueños que suelo tener, pero... ahora tengo agujetas, maestro, en todo el cuerpo, y..."''<br />
<br />
''"Te drogaron. La especia roja... te introduce en un éxtasis sexual. Y te produce síndrome de abstinencia. Y... lo que recuerdas es la terapia de choque para evitar la dependencia. Decidí que... era mejor así, a usar a unos extraños."''<br />
<br />
<br />
El enlace transmitió una mezcla de sensaciones difícil de analizar, algo a lo que Ide comenzaba a acostumbrarse. Supo que luego, al meditar sobre ello, podría conocer su reacción con más precisión.<br />
<br />
<br />
''"Yo... ¿lo repetiremos?"''<br />
<br />
''"Bueno... en el Templo no... aunque... espero que esto no nos lleve a ti y a mí al Lado Oscuro...''". Ide sonrió, pero no tenía claro si era posible transmitir humor mediante los enlaces telepáticos.<br />
<br />
"''No... no lo parecía... he estado allí, y esto era... sólo me había sentido así al pelear, o en meditación profunda. He aprendido mucho, lo recuerdo. Creo... que puedo utilizar lo que he aprendido.''"<br />
<br />
"''Utiliza lo que yo te he enseñado. Lo que has aprendido tendremos que... bueno. Revisarlo. No está mal que investigues tu propia conexión con la Fuerza, pero a veces...''"<br />
<br />
<br />
Ide tuvo un flash. De Galmia. De Kwyna aprendiendo sola, con el holocrón. Se fue enseguida, pero no supo discriminar si Arakosia lo había percibido o no.<br />
<br />
<br />
"''Es mejor que lo desarrollemos un poco, tranquilamente, durante el entrenamiento.''"<br />
<br />
"''Sentí la Fuerza, maestro. Fluyendo por mi cuerpo. Fui consciente de cómo el funcionamiento de mi cuerpo interaccionaba con la Fuerza. Pocas veces me siento tan centrada... como ahora, que peleo para salvar mi vida. Estoy intentando no matar a nadie, aunque ellos están intentando matarme a mí. ¿Es eso correcto?''"<br />
<br />
"''Eh... sí. Lo importante es eliminar las sensaciones. Pensar sólo en la Fuerza.''"<br />
<br />
"''Oh, sí. Ahora estoy muy bien. Me siento... en paz...''"<br />
<br />
<br />
Ide analizó a su aprendiz, en la distancia, mediante el enlace en la Fuerza que los unía. Era... como una sucesión de tonos cristalinos, como un concierto de campanas tubulares. Irradiaba tranquilidad.<br />
<br />
<br />
"''Por cierto, maestro... no sé si es importante, pero... siento...''"<br />
<br />
<br />
Ella no se atrevía a verbalizar... algo. Sintió un lejano eco de vergüenza.<br />
<br />
<br />
''"Di, Arakosia."''<br />
<br />
''"Soy consciente de una... excitación física de mi cuerpo, en estos momentos. No sé qué hacer al respecto."''<br />
<br />
''"Es parte de los efectos de la especia roja. Me temo que es algo que tendrás que solucionar tú misma en tu escondite."''<br />
<br />
''"Sí, maestro. Creo que acabo de matar a alguien, sin querer. Ha caído por un desnivel."''<br />
<br />
''"¿Que has hecho qué?"'' Ide no sabía muy bien qué estaba pasando. ''"¿No decías que estabas escondida?".''<br />
<br />
''"En los sistemas ocultos. Pero han mandado patrullas para localizarme y dañarme. Creo que la idea es que, cuando un esclavo huye, se le hace tanto daño que éste nunca vuelve a intentarlo. Muchos de estos seres... quieren hacer eso. Por eso son un poco más descuidados."''<br />
<br />
''"¿Puedes seguir oculta?" ''Ide se dio cuenta al tiempo de lo estúpido de la pregunta. Ella había pasado toda su vida ocultándose. Era su especialidad.<br />
<br />
"''Si no tienen a nadie capaz de buscarme con la Fuerza, sí. Si tienen a alguien... depende de lo bueno que sea."''<br />
<br />
"''Quédate escondida en el edificio. Sea lo que sea, lo solucionaremos. La Fuerza nos guiará. Avísame si te ves en peligro.''"<br />
<br />
''"Sí, maestro."''<br />
<br />
<br />
Ide empezó a vestirse. Se acercó a las paredes de transpariacero, y se sentó en pose de meditación.<br />
<br />
==Visiones==<br />
<br />
No pudo concentrarse, perdía el foco constantemente. Pensaba en Arakosia saltando, corriendo y ocultándose, peleando cuando una de las patrullas daba con ella; mientras se dejaba llevar por su instinto para encontrar un lugar cómodo y seguro.<br />
<br />
Y en Vima y su posible reacción. El pánico que mostraban todos los que la conocían era un referente claro de lo que era capaz.<br />
<br />
Ide suspiró, y abrió los ojos. En el exterior, el tráfico caótico de Nar Shaddaa se desparramaba en todas direcciones desde el Palacio del Dolor. En el interior de un vehículo, hubo un movimiento violento y un resplandor; y la mitad del parabrisas se volvió roja. El vehículo hizo un extraño, y luego se reincorporó al tráfico como si no hubiera pasado nada.<br />
<br />
En una de las azoteas, dos humanoides luchaban. La sensación de distancia era engañosa, e Ide se dio cuenta de que los cristales eran del tipo "ojo de águila"; hechos de un material transparente conectado a un ordenador, que reconocía dónde se estaba mirando y modificaba su forma para aumentar el grado de detalle.<br />
<br />
Uno de los humanoides le rompió un tobillo al otro, que cayó. El otro apenas se sostenía en pie. Se alejó, arrastrándose apenas, hasta el borde del tejado, y cogió una bolsa de plástico vacía. Comenzó a llenarla de cosas que parecían pequeñas y pesadas, y de vez en cuando levantaba la bolsa con un brazo, con gesto apreciativo.<br />
<br />
Renqueó hacia el humanoide caido, que había conseguido, mientras tanto, darse la vuelta para quedar boca arriba. Hablaron un poco. De repente, el que estaba de pie movió la bolsa de plástico con una trayectoria circular, por encima de su cabeza, y luego de arriba abajo sobre el caído. Y luego lo hizo de nuevo, otra vez, y otra...<br />
<br />
Ide se sintió una punzada en el estómago. Todo parecía girar en torno al dolor y la muerte en este planeta.<br />
<br />
Volvió a cerrar los ojos para volver a intentar meditar.<br />
<br />
En esta ocasión no se dejó distraer.<br />
<br />
Ella estaba desnuda y en cuclillas sobre una delgada guía de metal, por encima de un abismo insondable. Un poco por encima de ella había una pasarela por la que se alejaba una patrulla de búsqueda. Dos de ellos querían matarla rápidamente. Los otros cuatro querían hacerle sentir muchísimo dolor, y luego capturarla. Un pequeño charco de líquido transparente se había acumulado alrededor de su pie derecho, e Ide vio que había un reguero que se podía rastrear hasta la entrepierna.<br />
<br />
{{flashback | <br />
<br />
"Te drogaron. La especia roja... te introduce en un éxtasis sexual. Y te produce síndrome de abstinencia. Y... lo que recuerdas es la terapia de choque para evitar la dependencia. Decidí que... era mejor así, a usar a<br />
unos extraños."}}<br />
<br />
Ide detuvo el flujo temporal durante unos instantes. Luego lo movió lentamente hacia delante, para estar seguro de que no se perdía nada.<br />
<br />
{{flashback | Gozo. "Era verdad. Lo hemos hecho de verdad. No era el mejor de los sueños... era mejor que en los sueños. Es porque era verdad. Por eso lo sentía con tanta claridad, como ahora, que es como aire fresco, que huele tan bien... y sentí revelaciones, sentí que la Fuerza podía canalizarse por mi cuerpo sin esfuerzo, dejando que la energía se remanse; manteniendo la armonía, dejando que la Fuerza se guíe, siendo el surco por donde la Fuerza se derrama..."<br />
<br />
Duda. "¿Y si esto no es correcto? ¿Y si Ide tiene problemas por haber hecho esto? ¿Y si, por mi culpa, nos obligan a separarnos? ¿Y si lo castigan por mi culpa? ¿Y si nos expulsan? ¿Y si nos matan?"<br />
<br />
Confianza. "Ide sabrá lo que hacer. Ide hará lo correcto. Ide pensará en mí. Ide me dirá qué, Ide me dirá cómo, Ide me dirá cuándo. Ide buscará mi bien."<br />
<br />
Esperanza. "He tenido sexo, y ha sido la primera vez en mi vida que ha sido sin miedo y sin dolor. Ha estado muy bien. Ha sido maravilloso, y he aprendido mucho. ¿Podremos repetirlo? ¿Podremos repetirlo mucho? Tantas cosas que aprender, tantas cosas que demostrar... hay cosas que he experimentado, sin querer experimentarlas; y ahora me alegro de haberlas experimentado, porque puedo convertirlas en algo bueno; porque puedo aprender de ellas, y aún no sé cómo; y la respuesta está en su cuerpo y en el mío, y pronto, pronto... ojalá que pronto..."}}<br />
<br />
Ide perdió un poco de foco. "De todas formas", pensó, "creo que eso era todo".<br />
El ascensor volvió a activarse. El suelo se abrió y Vima, todavía desnuda, apareció en la Joya Gloriosa. Su rostro era impenetrable, y luego se hendió en una media sonrisa.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
-¿No has pedido nada? ¿Ni a nadie? -suspiró teatralmente. Luego, viendo el gesto levemente tenso de Ide, su tono pasó a uno más formal- Eh... tu padawan se ha escapado. Parece que tu premonición respecto al equipo de implantación era acertada.<br />
<br />
-Vaya... espero que no te esté causando muchos problemas -respondió él, aún algo tenso. Había esperado que llegara hecha una furia, así que cualquier cosa era mejor.<br />
<br />
-Eh... -sonrió, mientras hacía rodar sus ojos hacia arriba- Bueno, a mí no muchos, pero está haciendo una criba entre mis hombres más prescindibles.<br />
<br />
-Parece que sabes sacar beneficio hasta de las situaciones adversas -sonrió él, algo más tranquilo.<br />
<br />
-Cualquiera puede hacerlo -dijo ella, mientras desabrochaba de nuevo su cinturón-. La clave es saber que hay un beneficio potencial en toda situación.<br />
<br />
Ide no supo qué decir en ese momento. Arakosia estaba huyendo, y Vima no parecía darle importancia. Supuso que ella estaba segura de que tarde o temprano la iba a encontrar. La pregunta seguía siendo qué haría con su padawan después.<br />
<br />
Ella se echó a su lado. Ide notó que lo que había tomado por perfume (por lo bien que olía, por perfume caro), era en realidad el olor corporal de Vima.<br />
<br />
-Da la impresión de que no te importe que una de tus esclavas esté huyendo...<br />
<br />
Ella se rió, de buen humor. Se acurrucó junto a Ide, mientras posaba su mano sobre el pecho surcado de cicatrices.<br />
<br />
-Bueno, es un poco molesto, pero... pff... me ha pasado tantas veces...<br />
<br />
-Eso, o que tienes cosas mejores en las que pensar -respondió él, con una media sonrisa, mientras le apartaba un mechón de la frente.<br />
<br />
-Será eso -dijo ella, con humor-. Bueno, y que hay un protocolo muy probado para encontrar gente evadida. No hemos tenido fugas en más de setenta años -dijo despreocupadamente.<br />
<br />
-¿Ah sí? Pues has de saber que Arakosia tiene una habilidad especial para esconderse. Eso sí que se le da bien -rió-. Estuvo tanto tiempo haciéndolo... ¿Cuánto tiempo crees que se te resistirá?<br />
<br />
-Pues, si usa la Fuerza para esconderse... -hizo un cálculo rápido- ...en ocho horas más, reconfigurarán las habitaciones al modo "búsqueda fácil". El hotel será un poco menos... hum... hospitalario para los huéspedes, y el espacio libre estará todo junto. Y luego vienen los perros akk.<br />
<br />
-Ya veo...<br />
<br />
-Y luego... se pueden configurar las habitaciones para ir reduciendo el espacio donde es posible esconderse -dijo, con una sonrisa-. Todo lo que sea necesario. La principal ventaja con la que ella cuenta, es que la quiero viva... y que está sin tasar.<br />
<br />
-Qué despliegue de medios. También podrías pedirle ayuda a su maestro, encontrarla, tasarla, y ahorrarnos disgustos a todos -aún sonreía, aunque no estaba seguro de si Vima tenía intención de dejar pasar la irreverencia tan fácilmente.<br />
<br />
Ella se tomó un tiempo para responder, en el que acarició despacio el pecho de Ide.<br />
<br />
-No hay ningún disgusto para tomar. De momento, está cribando a mis lacayos más prescindibles. Los que queden serán mejores -dijo, despreocupadamente-. La ordalía que está atravesando también sirve para tasarla... parcialmente.<br />
<br />
-Y de paso aumentar su valor, para luego sacarle más a su pobre maestro, que la quiere de vuelta... -le rozó el brazo, y subió hasta casi el hombro. La miraba fijamente.<br />
<br />
Ella rió de nuevo.<br />
<br />
==Video de una fuga==<br />
<br />
-Mmm... sí, todo son ventajas... -dijo con voz melosa- ¿Quieres ver la grabación del video de seguridad, donde se escapa?<br />
<br />
Él sonrió ampliamente a modo de respuesta, y asintió levemt. Ella habló, con voz alta y clara:<br />
<br />
-Control Central, reproducir video. Título Dolor Arakosia Uno.<br />
<br />
<br />
La sala volvió a oscurecerse, y sobre la mesa se proyecto un holovídeo. Era una sala médica, y en ella había varios tanques de bacta. Casi todos estaban vacíos, y en uno de ellos flotaba Arakosia.<br />
<br />
Bajo los párpados cerrados, sus ojos se movieron. Se agitó levemente. Un monitor junto a su tanque comenzó a parpadear.<br />
<br />
Una especie de droide (médico, supuso Ide, aunque no reconoció el modelo, parecido a un taburete) se acercó rápidamente. Se paró frente al monitor, y se marchó por la puerta.<br />
<br />
Regresó con un grupo de tres humanoides, vestidos con ropa de trabajo. En las manos llevaban varios instrumentos, que dejaron en una pequeña bandeja junto al tanque.<br />
<br />
Manipularon el monitor, con práctica y confianza, y cierto aburrimiento.<br />
<br />
El tanque de bacta comenzó a vaciarse. Se vació. Arakosia quedó hecha un ovillo en el suelo.<br />
<br />
<br />
Abrieron el tanque, y la sujetaron para colocarla en la mesa de operaciones en el centro de la habitación. La manipulaban como un peso muerto. Uno de ellos sujetó una máquina grande, y la dirigió a la cara de Arakosia.<br />
<br />
Ella se movió tan rápido que la grabadora no lo registró. El hombre voló dos metros hacia atrás y chocó contra un tanque vacío. La máquina quedó un momento en el aire, pero ella la pateó contra otro de los técnicos.<br />
<br />
Él la sujetó con ambas manos, mientras su compañero dirigía un arma contra Arakosia.<br />
<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Si hay algo que se le da bien, es escapar -intervino.<br />
<br />
-Ya veo -dijo ella, apreciativamente.<br />
<br />
<br />
<br />
Ella sujetó el arma al mismo tiempo, y no se molestó en forcejear para arrebatársela. La desvió lejos de sí, para que no pudiera dispararle, y lanzó su mano engarfiada contra el rostro del hombre. El movimiento no se podía apreciar claramente, pero el grito del hombre fue desgarrador, y la sangre comenzó a correr a chorros por las mejillas. El segundo técnico se quedó sobrecogido por la visión, y reaccionó tarde, accionando la máquina, que lanzó una nube de gas.<br />
<br />
Ella se movió sin soltar su presa, y al moverse se podía ver cómo tenía dos dedos de la mano izquierda dentro de las cuencas de los ojos, y giró sobre sí misma para lanzar al hombre, que seguía aullando, contra la nube. La aspiró entera, y cayó al suelo inconsciente.<br />
<br />
<br />
<br />
El técnico que quedaba y Arakosia se miraron durante un momento, y él disparó el arma una vez más. Ella no se movió, y la nube impactó contra su rostro. No tuvo ningún efecto.<br />
<br />
El técnico dejó caer el anestesiador, y extrajo un arma; pero al mismo tiempo Arakosia lanzó contra la cara del hombre lo que llevaba en la mano, algo pequeño y pringoso que chocó con fuerza, cegándolo al romperse. Ella saltó justo detrás, y lo golpeó con tanta fuerza que su cuerpo se arqueó con fuerza mientras volaba por el aire.<br />
<br />
<br />
No dedicó ni un momento a ver cómo caía. Su mirada se posó brevemente por todos los objetos de la sala, y se dirigió hacia un contenedor metálico, de un metro por medio metro. Lo golpeó con la mano cerrada. No se abrió. Lo golpeó de nuevo. Observó la muesca que quedaba, y cogió el contenedor cerrado. La puerta se abrió de nuevo, y entró un hombre armado (tras él se veía más gente, pero el video estaba centrado en la sala de reanimación). <br />
<br />
<br />
Disparó dos veces, y Arakosia paró los disparos con el contenedor. Luego pateó una máquina caída en el suelo, desviando el arma mientras saltaba contra el hombre. Lo golpeó con el recipiente metálico en la cara, cayó a sus pies, lanzó un puñetazo contra la entrepierna, saltó en vertical y empujó con ambas piernas contra el pecho del guardia, que chocó contra sus compañeros. Ella saltó contra el batiburrillo de guardias.<br />
<br />
<br />
La habitación quedó vacía, excepto por el técnico dentro del tanque de bacta, el hombre anestesiado y sin ojos del suelo y el que había chocado contra la pared y el suelo de la esquina. No había movimiento en la escena, excepto por los charcos de sangre, que se extendían rápidamente.<br />
<br />
Vima sonreía.<br />
<br />
==Cosas sobre Vima==<br />
<br />
-Esa chica tiene potencial...<br />
<br />
-Sabe improvisar. Es rápida pensando. Sabía que podía llegar lejos cuando la tomé como discípula -dijo él, descansando en cada palabra.<br />
<br />
-Hm-hmm -murmuró Vima mientras asentía. Ide sintió que volvía a bajar sus defensas. La visión de la sangre extendiéndose por el suelo la había excitado.<br />
<br />
Él aprovechó para buscar en ella. Estaba preocupado por lo que podía pasarle a Arakosia, una vez fuera capturada. Y por lo que le podía pasar durante la captura.<br />
-Tienes... una afinidad especial por ciertas cosas, por lo que veo -dijo él, volviendo a mirarla y rozándole la cara.<br />
-Mi afinidad es por mi entorno. Creé el Palacio del Dolor pensando en esa afinidad.<br />
Ide comprobó, desolado, que la Fuerza le transmitía muchas sensaciones, muchos pensamientos superficiales, pero no podía acceder a las capas más profundas del pensamiento. O al menos no sin alertarla. Y los<br />
resultados de un intento fallido podían ser... desastrosos.<br />
Ahora que pensaba sobre ello, Ide no recordaba haber oído hablar de ningún jedi con una técnica semejante. Aunque los caamasi podían guardar y transferir "archivos" de recuerdo, llamados memnii, y los jedi podían<br />
recibirlos. Quizá un jedi caamasi pudiera... o probablemente no.<br />
Ide reflexionó, buscando otra vía de acción.<br />
-Espero que tu entorno no se vaya a comer a mi aprendiz... es un sitio hostil para un jedi como ella... o como yo... -dijo él. Empezó a pasarle la mano por la espalda, mientras seguía concentrado en sus<br />
pensamientos... quizá mencionar a Arakosia le hiciera pensar en ella...<br />
-Mmm... -dijo ella. Por su mente pasaron un montón de imágenes en rápida sucesión:</div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIIHumo y Vapor III2013-06-26T18:24:37Z<p>El Universo: /* Visiones */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26aGR, 20:25 horas.'''<br />
<br />
<br />
A medida que Ide se fue acercando a la Flor Esquiva, percibió un olor apetitoso. Poco antes de llegar se hizo obvio que Delia, o quien estuviera en la cocina, no se limitaba a preparar bebidas.<br />
<br />
Casi la mitad de las mesas estaban ocupadas con sintientes cenando; y tanto Delia como Sira servían las mesas.<br />
<br />
Ide se acercó a la barra, y aprovechando un breve momento de calma, habló con Delia, la cual se había acercado a la barra.<br />
<br />
-La idea era que Sira comiera algo, no que se pusiera a trabajar... -dijo Ide con humor.<br />
<br />
-No he podido retenerla -repuso Delia con una sonrisa-. Supongo que no está acostumbrada a permanecer quieta mientras los demás trabajan a su alrededor...<br />
<br />
Sira se aproximó a la barra, e inclinó la cabeza respetuosamente cuando vio a Ide. No dijo nada.<br />
<br />
-Yo pensaba que querrías comer algo... pero parece que has decidido echarle una mano a Delia -dijo, sonriendo-. Lo que te haga más feliz. -Miró a Delia-. ¿Crees que puede quedarse contigo, o levantará sospechas? No se me ocurre un lugar seguro donde pueda estar, mientras resuelvo... lo que tengo pendiente aquí.<br />
<br />
-Puede quedarse, desde luego... todo el mundo pensará que Vima me ha puesto un refuerzo, o que pronto va a reemplazarme... pero si me voy pronto de Nar Shaddaa, nada de eso importará -dijo, mientras posaba una mirada de desesperación contenida sobre Ide.<br />
<br />
-Vima me ha invitado a cenar. De hecho, debería notificar que estoy aquí de alguna forma, creo que me iban a avisar.<br />
<br />
Los ojos de Delia se abrieron considerablemente. Un pánico primordial creció en ella, sólo para ser ahogado por una férrea fuerza de voluntad. Con voz muy controlada dijo:<br />
<br />
-Si... quieres alejar la atención de Sira, será mejor que no llames desde aquí.<br />
<br />
-Cierto, cómo he podido ser tan tonto.<br />
<br />
No lo dijo, pero intuyó que el horror de Delia no se debía sólo a la posible sospecha que podría levantar.<br />
<br />
-Me iré a una de los balcones de las zonas de descanso -apuntó, mientras se levantaba del asiento-. Espero que sigáis bien por aquí. Si te enteras de algo sobre... bueno, él, avísame. Sira tiene mi número de comunicador.<br />
<br />
-Lo haré -su expresión parecía muy angustiada-. Ten mucho cuidado.<br />
<br />
-No te preocupes, sé cuidarme -dijo con una sonrisa, y salió del bar.<br />
<br />
==Contacto==<br />
<br />
Cuando llegó a uno de las zonas de descanso de las plantas intermedias avisó a la recepción de que estaba allí mediante uno de los terminales disponibles. Cuando lo hubo hecho, se acercó a una de las ventanas de transpariacero. No debían tardar mucho en avisar, ya era casi la hora de la cena.<br />
<br />
Efectivamente, la terminal se iluminó en menos de diez segundos. Apareció una figura humanoide, que no hizo sino decir: "Espere, por favor. Alguien llegará para acompañarlo en breve."<br />
<br />
No habían transcurrido ni cinco minutos cuando apareció de nuevo el mismo hombre bien vestido que le había recibido cuando bajó de su nave la última vez. Se inclinó cortésmente a modo de saludo.<br />
<br />
-¿Desea que le indique el camino a la Joya Gloriosa, señor?<br />
<br />
-Si es tan amable -respondió educadamente Ide.<br />
<br />
-Acompáñeme, por favor.<br />
<br />
Recorrieron un camino corto y estéticamente agradable, que incluía un par de turboascensores muy bien decorados; y en breve la vista que se apreciaba por las ventanas se volvió espectacular. Desde la parte superior del Palacio del Dolor el paisaje abarcaba una porción considerable de Nar Shaddaa, que, dada su heterogeneidad arquitectónica, daba la impresión de un todo homogéneo armonioso que se rompía en millones de detalles aparentemente incongruentes; como una gigantesca escultura fractal.<br />
<br />
Al parecer, la Joya Gloriosa ocupaba la última planta del Palacio. Era una estancia relativamente íntima, de unos cuatro por cuatro metros, a la que se accedía por un ascensor de dos plazas desde la planta inmediatamente inferior. Apenas tenía mobiliario.<br />
<br />
Una mesa, y dos sillas una frente a otra. En la mesa brillaba un candelabro, con cinco velas ardiendo suavemente; y en una de las sillas había una mujer que no aparentaba más de veinte años, vestía una camisa sencilla y bebía agua de una copa de cristal; mientras miraba atentamente por la ventana.<br />
<br />
Ide esperó a que ella hablara. Cuando lo hizo, fue con una voz cristalina y bien modulada. Ide no pudo evitar pensar que era espléndida voz de soprano.<br />
<br />
-Buenas noches -dijo mientras sonreía cálidamente-. Soy Vima Da'Motta. Tome asiento, por favor, si antes no desea disfrutar de las vistas.<br />
<br />
-Gracias, señora Da'Motta. Hay que reconocer que la Joya Gloriosa ofrece una vista privilegiada de Nar Shadda. Tiene usted un hermoso hotel.<br />
<br />
-Si lo desea, puede tutearme -repuso, mientras se encogía levemente de hombros-. Francamente, nunca le he dado mucha importancia al protocolo.<br />
<br />
-La verdad es que me resulta algo extraño hablar de usted a alguien tan joven -Ide mantuvo el tono afable, pero lo que le resultaba verdaderamente extraño era pensar que Vima Da'Motta tuviera una cara amable -.Llámame Ide, pues.<br />
<br />
Sonrió aún más ampliamente. Durante unos segundos parecía que no sabía qué decir.<br />
<br />
-Excelente. ¿Tienes ganas de cenar algo ligero, o prefieres algo más consistente?<br />
<br />
-No suelo cenar mucho. Comer mucho por las noches no me deja dormir bien.<br />
<br />
-Algo ligero, entonces... ¿comida calamariana?<br />
<br />
-No he tenido el gusto antes. Confío en tu buen gusto.<br />
<br />
-Pescado, una especie de galletas de algas... espero que te guste.<br />
<br />
Una sección circular de la mesa se abrió frente a ellos dos, y apareció un plato de algo que parecía ensalada de pescado, y que olía deliciosamente.<br />
<br />
-¡Al ataque! -dijo Vima, mientras cogía el tenedor. Se detuvo de repente, mientras miraba a Ide- Ah... ¿los jedi tenéis alguna costumbre especial para antes de comer, una oración o algo?<br />
<br />
-Oh, no, en absoluto. La Fuerza no necesita alabanzas ni consagraciones -sonrió, y cogió su tenedor.<br />
<br />
Vima parecía aliviada.<br />
<br />
-Oh, bien -dijo mientras pinchaba la ensalada. Ide comió, esperando que ella hablara.<br />
<br />
==Sorpresas==<br />
<br />
Durante unos minutos, ella no hizo sino comer y observar a Ide con curiosidad. Ide pudo oir una música, en el límite de lo audible, algo parecido a ópera. Ella pareció darse cuenta al mismo tiempo que Ide.<br />
<br />
-Sabes, la música cantada sin acompañamiento musical es una de las artes universales -dijo con voz animada-. Junto a la pictografía y la danza, creo. Luego los eruditos debaten sobre si la percusión debería ser considerada universal... y la narrativa, claro -hizo un gesto juguetón-. Siempre están debatiendo sobre la universalidad de la narrativa, y peleándose con los lingüistas.<br />
<br />
-Soy más una persona de ciencias que de humanidades, he de reconocer. No soy tan docto en estos temas... sin embargo aprendí de pequeño a tocar. Es el único arte al cual me encuentro vinculado.<br />
<br />
Ella parecía encantada.<br />
<br />
-¡Oh, es fantástico! Yo misma también aprecio mucho la música. El baile también, claro -hizo un gesto descuidado-, pero no tengo una verdadera base teórica para poder apreciarlo apropiadamente.<br />
<br />
-¿Tocas algún instrumento?<br />
<br />
-Canto -dijo mientras sonreía pícaramente-. Lo que suena, lo canté yo -dijo mientras se ruborizaba ligeramente-. Es... un descuido por parte de mi mayordomo. Ahora parece que quiero alardear o algo...<br />
<br />
-En absoluto. No es alardear mostrar cuando es apropiado aquello que uno sabe. La humildad extrema es casi tan mala como el orgullo descarado -se paró unos segundos-. Me gustaría oirte cantar.<br />
<br />
Ella se ruborizó.<br />
<br />
-Oh, no podría... -se quedó mirando a Ide unos segundos, como pidiéndole permiso.<br />
<br />
-Si ayuda, puedo cambiarte una pieza de mi flauta por una obra cantada por ti.<br />
<br />
-Bueno, bien... Entonces voy a levantarme.<br />
<br />
Se puso en pie despacio, e Ide pudo observar que no era muy alta ni robusta. Parecía una especie de muchacho, aunque algo en su complexión le recordaba a los padawan del templo.<br />
<br />
Y de su cadera derecha colgaba un sable de luz.<br />
<br />
==Intercambios==<br />
<br />
Cerró los ojos, e inspiró profundamente dos o tres veces. Cantó una nota, como para afinarse; y luego comenzó a cantar.<br />
<br />
Espectacularmente. La pieza, cantada a capella, estaba en un idioma que Ide no reconoció, pero la complejidad técnica no le pasó desapercibida. Posteriormente, fue la expresividad de la voz lo que le llamó la atención. Algo dentro de él no estaba preparado por completo para la avalancha de ternura que se derramaba en cada nota, para la lucha que se denotaba tras cada cambio repentino de registro.<br />
<br />
Acabó, de una forma que se asemejaba mucho al principio. De alguna forma, Ide percibió al final una riqueza de matices que no había notado la primera vez.<br />
<br />
Ella suspiró profundamente. Abrió los ojos de nuevo.<br />
<br />
-¿Te ha gustado?<br />
<br />
-Ha sido... inesperadamente hermoso y emotivo. Una bella ejecución, sí señor.<br />
<br />
Sonrió de nuevo. Parecía acalorada. Parecía incapaz de hablar. Se sentó despacio.<br />
<br />
-Muchas gracias -dijo con un hilo de voz.<br />
<br />
-Ha sido toda una grata sorpresa, sí señor. Reconozco que no esperaba encontrar esto esta noche.<br />
<br />
Ella enarcó una ceja, mientras miraba divertida a Ide.<br />
<br />
-Bueno, pensaba que me querías para hablar... no sé, de negocios, o algo parecido -sonrió ligeramente-. No esperaba encontrarme hablando de arte y música contigo.<br />
<br />
-Bueno -dijo con voz jocosa-, es un poco rudo, incluso aquí en el borde medio, ponerse a hablar de negocios en cuanto se sienta uno a la mesa...<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Creo que me toca... aunque sea poco apropiado. No sé si estaré a la altura.<br />
<br />
-Por favor -dijo ella con una ternura que no parecía fuera de lugar.<br />
<br />
Ide se levantó y se separó un poco de la mesa. Sacó su flauta, guardada en el estuche. Dejó la caja sobre la silla y la montó suavemente, sin prisa. Cuando estuvo armada, miró a Vima, y sonrió otra vez. Se colocó erguido, como si estuviera en un recital de verdad. Cerró los ojos, y se rindió a las ondulaciones de la Fuerza, como siempre que hacía cuando producía música.<br />
<br />
Comenzó la ejecución con un pasaje sencillo, de poca dificultad técnica pero que transmitía mucha emotividad. De alguna forma, toda su preocupación y su sentido del deber se podían percibir tras la melodía. A medida que se relajaba, sintió como la Fuerza lo inspiraba, complicando el pasaje principal, guiándolo en trémolos y escalas que se enlazaban sin que él mismo supiera muy bien cómo enlazarlas, hasta el último momento. Y enlazaban bien. De repente, Ide se dio cuenta de que había terminado.<br />
<br />
Vima aplaudía muy contenta:<br />
<br />
-¡Eso ha estado muy bien! ¿Todos los jedi saben tocar tan bien como tú, o es un talento singular tuyo?<br />
<br />
==Charla sobre jedi==<br />
<br />
-Bueno, todos los jedi saben hacer algunas cosas bastante bien, cuando se sintonizan con la Fuerza. Yo tuve esa bendición desde pequeño. No sirve para el combate, pero me proporciona momentos muy hermosos.<br />
<br />
-El combate está sobrevalorado -dijo ella con una breve carcajada-. ¡El combate es de bárbaros! -añadió, divertida- ¿No has pensado en dedicarte exclusivamente a la música?<br />
<br />
-No soy tan bueno... y en cualquier caso, ser jedi es un trabajo muy satisfactorio. Aunque tu especialidad no sea el combate -sonrió.<br />
<br />
-Satisfactorio y sacrificado, según tengo entendido.<br />
<br />
-No es un sacrificio lo que se ofrece de buena voluntad. Si lo miras así, somos todos voluntarios.<br />
<br />
-Bueno, si le explican a uno con todo lujo de detalles lo que podría pasar, supongo que sí. No es -dijo con voz inocente- como si adoctrinaran lactantes o algo.<br />
<br />
-Entramos... bueno... se suele entrar muy joven en el Templo. Pero no se obliga a nadie. Se entrena a los seres sensibles a la Fuerza, y según su evolución se les entrena como jedis, o se les enseña otro oficio en el que sus habilidades puedan ser útiles. Supongo que no es una demostración formal, pero no debe ser tan malo: para los chicos es todo un orgullo ser seleccionados como padawan -por un corto instante, a Ide se le torció la sonrisa, al recordar la fiesta de despedida que sus compañeros dieron a Arakosia.<br />
<br />
-Comprendo -dijo con voz reflexiva-. Y, si no es molestia preguntar, ¿qué hace un jedi tan agradable en Nar Shaddaa?<br />
<br />
==La vida en Nar Shaddaa==<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la consciencia de Ide. Recordó con quién estaba hablando, y el nombre de esta persona tan amable que le había invitado a cenar.<br />
<br />
-Buscar algo que se me ha perdido -dijo afablemente-. Reconozco que no es el sitio más... compatible con nuestras creencias y principios.<br />
<br />
-Debe de ser duro -dijo ella.<br />
<br />
-No creo que vivir en Nar Shaddaa sea fácil para nadie, si me permites la observación.<br />
<br />
-No lo es -dijo, con una súbita dureza-. Para nadie. Ni para los hutt.<br />
<br />
-Estoy seguro. He tenido la oportunidad de conocer a algunos, incluso de forma algo más personal. Siempre me ha dado la impresión de que toda la crueldad de este mundo proviene de un sencillo principio... ''matar o morir''.<br />
<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-De alguna forma... o algo peor -pareció reflexionar un instante-. Un rival muerto... está simplemente muerto. Otro vendrá a ocupar su lugar, y la lucha te habrá debilitado. Si quieres sobrevivir, tienes que esclavizar a tus rivales. Así, no sólo dejan de amenazarte, sino que trabajan para ti -reflexionó un instante-. Por supuesto, sería mejor convertirlos en aliados... pero en Nar Shaddaa no existe esa posibilidad.<br />
<br />
-Es quizá eso lo que me desconcierta y desconsuela a partes iguales -dijo el jedi con una mueca-. Sin embargo...<br />
<br />
-¿Sí?<br />
<br />
-Tú... no pareces pertenecer a este mundo -dijo Ide, con un uso consciente del verbo parecer-. Esta sala, este hotel, a ratos. Esta cena.<br />
<br />
-Bueno, no soy de aquí. Llegué cuando tenía más de treinta años -escrutó la expresión de sorpresa de Ide-. Supongo que no aparento mi edad.<br />
<br />
-En absoluto. Lo mostré claramente en mi segundo comentario de esta noche.<br />
<br />
-Pensé que era una frase de cortesía -dijo mientras sonreía.<br />
<br />
-No hace falta mentir para ser cortés -añadió el.<br />
<br />
-Bueno, supongo que podría haber algunas especies en la galaxia que me consideraran joven... -su cara se volvió reflexiva- ...aunque no me imagino cuáles podrían ser.<br />
<br />
-¿Y a qué te dedicabas antes, no es mucho preguntar?<br />
<br />
-Pues, hasta los doce años fui ayudante de laboratorio de mi madre. Ella fue una científica arkaniana de bastante éxito, sabes... y un poco paranoica. En cuanto tuve edad para ello, me dediqué a asistirla.<br />
<br />
-Y acabaste en Nar Shadda dirigiendo el Palacio del Dolor. No es una carrera científica estándar, eso está claro.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
==Historia antigua==<br />
<br />
-Poco después de mi decimosegundo cumpleaños, fui secuestrada. Veinte años más tarde llegué aquí -sonrió amargamente, como recordando un pasado poco agradable-. En ese momento, sólo buscaba un sitio donde esconderme. Pensé que me iría pronto de aquí, que volvería con mi madre.<br />
<br />
No dijo nada más. Su expresión mostraba un dolor a duras penas contenido. Por un momento, Ide no supo qué decir.<br />
<br />
-Esto confirma mi teoría. Nar Shaddaa no acoge a nadie con los brazos abiertos -sonrió-. No creo que haya más bárbaros que en Coruscant. Es sólo que el sistema de aquí los beneficia, en cierto sentido.<br />
<br />
-Toda la población local, o al menos todos menos uno, de un grupo de diez mil; está dispuesta a traicionar a alguien por una mínima mejora de su calidad de vida. Y el uno restante, si lo encuentras, habrá llegado a su edad actual por pura suerte -se rio brevemente-. Eso, o se acaba de bajar de la astronave.<br />
<br />
-Que lo hagan no quiere decir que deseen hacerlo. Puede que sea el único camino que conozcan. O eso, o que yo he tenido mucha suerte.<br />
En el centro de la mesa apareció una bandeja donde se alineaban, sin orden aparente, muchos tipos distintos de dulces, calientes y fríos. Sin embarazo alguno, Vima cogió uno caliente, le sopló y devoró la mitad de un bocado.<br />
<br />
-Esta mañana -continuó Ide, acercando su mano a algo que parecía un pastelito de crema- conocí a un pequeño alienígena, un chadra-fan que se llamaba Tilikit.<br />
<br />
-Mmm... muy bien -murmuró-. Maldición, me he quemado.<br />
<br />
Ide sonrió ligeramente, como pidiendo permiso para continuar. Ella hizo un gesto con la mano, mientras bebía un sorbo de agua.<br />
<br />
-No era nadie. Salí de un negocio, y me preguntó si necesitaba ayuda. A cambio sólo me pidió que lo llevara a mi planeta -Ide se detuvo unos instantes, como rememorando aquello.<br />
<br />
-Intentaba engañarte -dijo ella rápidamente-. En Nar Shaddaa, si alguien se acerca a alguien, es para comerciar o engañarlo.<br />
<br />
-No he tenido oportunidad de comprobarlo. Murió defendiendo a la esclava que pilotaba mi nave, cuando me atacaron unos mercenarios que Shawman&K'Rtahn mandaron para secuestrarnos a mí y a Arakosia.<br />
<br />
-Oh -dijo ella. No parecía muy afectada-. Y Arakosia es... ¿alguien que yo debería conocer?<br />
<br />
-Oh, es mi padawan. Fue... vendida, al Palacio del Dolor esta tarde -dijo amargamente.<br />
<br />
Vima parecía encantada.<br />
<br />
==Entrando en materia==<br />
<br />
-¡Vaya! ¿Y ella también sabe tocar? -preguntó con voz jubilosa.<br />
<br />
-No -sonrió Ide-. Acaba de empezar su entrenamiento. Apenas sabe manejar el sable de luz, y no ha tenido tiempo de aprender muchas cosas. Yo... la rescaté hace poco. La tenían presa.<br />
<br />
-¿Presa? -su expresión se volvió meditabunda- Curioso... ¿Y qué tipo de cosas sabe hacer?<br />
<br />
-Bueno... sabe... -Ide dudó unos segundos-. La verdad es que, por sí sola, puede apenas defenderse, y poco más. Mi tarea es de hecho convertirla en jedi -sonrió amargamente, consciente de que había usado el tiempo presente en su afirmación.<br />
<br />
-Vaya... ¿y tardarías mucho en convertirla en jedi?<br />
<br />
-Años. En el mejor de los casos -Ide tuvo una extraña sensación, al recordar el sable de luz que pendía de su cinto.<br />
<br />
-Y... ¿es importante para ti hacer eso?<br />
<br />
Ide tragó saliva y calló durante un momento.<br />
<br />
-Cómo decirlo... es... una parte de mí es ella, y lo que ella pueda llegar a ser.<br />
<br />
-Bueno, puedes quedarte en Nar Shaddaa el tiempo que consideres necesario para convertirla en jedi -dijo con expresión pensativa-. A cambio, te acogeré en mi Palacio sin coste alguno para ti.<br />
<br />
Ide sonrió y permaneció pensativo, sin responder. Sabía que Arakosia era el punto de inflexión de la conversación, el momento en el que Vima dejaría de ser amable y cálida.<br />
<br />
==Ofertas==<br />
<br />
-Bueno, piénsalo -dijo mientras se encogía de hombros.<br />
<br />
-No... bueno, siento decirte que no es posible convertirse en jedi en esas circunstancias. Es un entrenamiento igualmente espiritual y físico, y no es compatible en absoluto con la vida de un esclavo.<br />
<br />
-Oh,vaya... -parecía levemente decepcionada- Y si ella estuviera, digamos, exenta de servicio mientras dure su entrenamiento, ¿entonces podrías?<br />
<br />
-No se puede servir a la Orden Jedi y a otro señor a la vez, Vima. Como bien dijiste antes, es una vida sacrificada.<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-En fin... una lástima.<br />
<br />
Permaneció en silencio unos segundos. Cogió otro pequeño postre y se lo metió entero en la boca.<br />
<br />
-Me imaginaba que te agradaría la compra de mi aprendiz. Y entiendo que no tendrás el menor interés en vendérmela -dijo Ide como si fuera algo sin importancia.<br />
<br />
Ella hizo un ligero gesto de contrariedad.<br />
<br />
-No es eso, es que todavía no sé lo que vale... podría perder k'shii fácilmente... perdón, podría perder reputación... a veces me olvido de que no todo el mundo habla hutt.<br />
<br />
-Lo entiendo, es un término muy común. Sea como sea, me interesaría recuperarla, como te podrás imaginar.<br />
<br />
-Lo comprendo, lo comprendo -hizo un gesto apaciguador con ambas manos-. Sólo digo que aún no hemos terminado de tasarla. No puedo ponerle un precio hasta entonces, ¿comprendes? Me ariesgaría mucho.<br />
<br />
-Obviamente Arakosia no es una esclava normal. Y es capaz de hacer cosas increíbles. Pero quizás haya algo que con toda seguridad sea más útil que ella.<br />
<br />
-Seguro -dijo ella con ligereza-. Todavía estará sin pulir. Debe de haber ''cientos'' de esclavos más útiles que ella.<br />
<br />
-A lo mejor yo puedo hacer algo más útil que cualquier cosa que te pueda dar ella -comentó él.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
-¡Pero eso no va así! -dijo animadamente- La cuestión es que un esclavo hará su trabajo ''indefinidamente y sin recibir nada a cambio''. Y además sabes que cualquier inversión que hagas en él la puedes recuperar en un intervalo de tiempo sólo limitado por las necesidades biológicas del esclavo.<br />
<br />
-Sí, pero a lo mejor te compensa tener a un jedi a tu servicio en tu Hak'Un Shapp al precio de un esclavo de mediana utilidad -dijo él seriamente.<br />
<br />
==Contraofertas==<br />
<br />
Ella parecía un poco sorprendida.<br />
<br />
-Bueno, sería buena publicidad... -reflexionó- Las veces anteriores funcionó bastante bien. Y los jedi participantes casi siempre sobreviven, aunque no suelen ganar -sonrió, levemente ácida-. Sin ánimo de ofender, les falta crueldad -una mínima arruga apareció en su frente-. Pero sin tasar a tu padawan, no sé si sería un trato justo. ¿Necesitas conocer mi respuesta con premura?<br />
<br />
-Prefiero saberla libre cuanto antes mejor, pero toma el tiempo que necesites, faltaría más.<br />
<br />
-Habitualmente un par de horas suelen ser suficientes, si la colaboración es buena.<br />
<br />
-Quizás... pueda ayudarte. Verás, circula por la Holored una demostración de Arakosia que probablemente te enseñarán.<br />
<br />
-...sí? -su expresión quería decir: "y respecto a ella, quieres puntualizar que..."<br />
<br />
-¿Quizá podríamos verla ahora?<br />
<br />
-Claro. Control central, buscar video en HoloNet. Rastreo de nodo local, Nar Shaddaa; fecha y hora, últimos dos días, tema: Arakosia. Ordenar por número de visitas. Ver.<br />
<br />
Sobre la mesa se hizo un cubo de luz, al principio borroso, posteriormente fue dibujándose una habitación. Sobre la cama, Arakosia estaba desnuda y drogada, e Ide estaba a su lado.<br />
<br />
==Aclaraciones==<br />
<br />
Vima parecía muy interesada.<br />
<br />
-¡Caramba! Hubiera asegurado que era demasiado joven para relaciones sexuales extensas... -miró a su enlace informático de muñeca- y ésta es una edición de hora y media, con los mejores momentos de una grabación original, ¿''de diez horas''? -miró a Ide, con expresión entusiasmada- ¡Qué maravilla! ¿Y qué deseabas comentar?<br />
<br />
Un extraño pulso de calor recorrió la espina dorsal de Ide. Se tomó un tiempo tiempo para responder, en el cual sólo se le venía a la mente una frase: "Keel, maldita rata".<br />
<br />
-Sí... eso también. Pensaba que te ibas a encontrar primero con el vídeo de la fruta.<br />
<br />
-Es por el número de visitas, supongo. Nada atrae más que el sexo y la violencia. Probablemente el otro video no incluye sangre.<br />
<br />
-Esa noche Arakosia hizo cosas espectaculares. Y se deben principalmente a dos cosas. La primera es que la drogaron.<br />
<br />
-Pero la droga sólo levanta inhibiciones. Es de suponer que, en principio, ella sería capaz de llevar a cabo... hazañas similares sin necesidad de sustancias añadidas.<br />
<br />
-No siempre. Los estupefacientes, desde el momento en el que trasladan al individuo a un estado distinto de consciencia, pueden a veces amplificar la canalización de la Fuerza. O pueden hacer todo lo contrario.<br />
<br />
Como comprenderás, si fuera tan fácil obtener superpoderes, todos iríamos siempre por ahí con una bolsita de pastillas. Depende de la ocasión, y el contexto, las drogas pueden ser muy beneficiosas, o muy peligrosas. Lo cual me lleva al segundo factor que, en conjunción con el trance de la droga, proporcionó a Arakosia semejante habilidad.<br />
<br />
-Una conjunción de factores suelen ser malas noticias. ¿De qué se trata? ¿Ira descontrolada? ¿Abandono suicida?<br />
<br />
-Yo. Ide Kanor, su maestro y mentor. Y la devoción que siente hacia él -Ide pronunciaba severamente, con orgullo, pero sin que pareciera que estaba alardeando.<br />
<br />
-Oh, mejor. Quiero decir, ese no es un factor descontrolado. Aunque, claramente, disminuye su valor para cualquier comprador potencial... -dijo con expresión ecuánime.<br />
<br />
-Quería aclararte todo esto, para que no pensaras que te he intentado engañar cuando lo vieras -terminó Ide, juntando las manos en actitud conciliadora.<br />
<br />
-De acuerdo, lo tendremos en cuenta. ¿Deseas esperar aquí mientras tanto, o hay algún otro lugar... o algo que necesites hacer?<br />
<br />
-Pues sería muy agradable poder esperar en esta sala. Es... especialmente tranquila. A no ser que me dejes bajar a dar una vuelta por el Hak'un'Shapp -en el rostro del joven emergió una sonrisa pícara-. Tengo cierta curiosidad.<br />
<br />
Ella sonrió, con coquetería.<br />
<br />
-Bueno... está claro que no sabes exactamente de qué se trata... la mayor parte del tiempo es, como la vida misma, algo gris y aburrido. Y de repente -su voz cobró una energía vibrante- se desata un vórtice de emociones, que arrastran a sus participantes al éxtasis...<br />
<br />
Era como contemplar un volcán en sus ojos. Ide no recordaba cómo había llegado a estar tan cerca de ella. Percibió su energía en la Fuerza. Poderosa, entrenada... adaptada a su entorno, en sintonía con las sensaciones que emanaba la Luna del Contrabandista.<br />
<br />
==Déjà vu==<br />
<br />
Una sensación de ''déjà vu'' invadió a Ide. Se sentía en una especie de punto de inflexión, un punto desde el cual se puede desencadenar cualquier acontecimiento.<br />
<br />
-Parece que... -intervino Ide casi con un susurro, escudriñándola en la Fuerza- encuentras cierta armonía en el Hak'un'Shapp...<br />
<br />
El tiempo parecía fluir despacio, despacio...<br />
<br />
La miró, durante un instante, con ojos que trascendían la materia física. Había poder y habilidad, entrenados hacía mucho, oxidados bajo la costumbre de no utilizar lo aprendido, sepultados tras mucho uso inconsciente e intuitivo.<br />
<br />
-Intento... -dijo ella, con voz casi inaudible- Intento disfrutar de la armonía allá donde la encuentre...<br />
<br />
-Fluyes con la Fuerza... has sido entrenada -dijo él, extendiendo la mano como para tocar los jirones de su aura sobrenatural.<br />
<br />
Ella se estremeció en su sitio, sin decir nada. Su vello se erizó antes de que Ide lo tocara. Él dudó un segundo, y luego, lentamente, acercó su mano a la de ella. Estaba de pie, al lado de la silla en la que ella permanecía. Sin tocarla, ascendió por su brazo, como un curandero buscando energía vital, dejando que la única conexión entre ellos fuera, por poco, la Fuerza.<br />
<br />
Ella no reaccionaba con una técnica definida. Se limitaba a dejar que su cuerpo fuera atravesado por la Fuerza, sin hacer nada que no pudiera hacer de forma natural. Aceptó el toque de forma pasiva, dejándose hacer.<br />
<br />
-Pero fue hace tiempo... -añadió él, con los ojos cerrados, centrándose sólo en lo que percibía por su canal sensitivo sobrenatural. Cuando llegó al hombro, posó su mano. A través de la Fuerza le llegó, abrumadora, una sensación orgásmica. Pero ella no se movió.<br />
<br />
Sólo un suspiro hubiera permitido saber, a un observador casual, por qué sus párpados vibraban y su nuca transpiraba.<br />
<br />
Ide se giró, levantó la otra mano, y la posó sobre el otro hombro. Movió los dedos lentamente, como masajeando, limpiando el incipiente sudor que había aparecido en el cuello de ella, pero de una forma sutil y precavida. Seguía con los ojos cerrados, oyendo las reverberaciones de Vima, emitiendo su propia señal en la Fuerza para oirla reflejada en ella.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
Vima reaccionaba sin pensar. Tomó aire, y lo exhaló lentamente; cerró los ojos despacio. Estaba bajando sus defensas, Ide pudo sentir algunos de sus pensamientos al azar.<br />
<br />
"Que no se detenga, por favor, que no se detenga, lo necesito, lo necesito tanto, nadie era apropiado, todos querían mi k shii, nadie podía hacerlo como un igual, si hago algo puede arrepentirse, ojalá dejara de preguntar por la Época Oscura, quiero, quiero, oh, qué bueno. En el video no salía drogándose, pero ella tampoco, ¿podrá? ¿Podrá? Oh, por favor, que no sea de los que sólo lo hacen por amor, que no haya una regla jedi absurda, que no pase nada, que lo haga, pronto, que lo haga porque lo necesito tanto..."<br />
<br />
Él se detuvo unos segundos. Después, bajó una de sus manos un poco, colocándola al principio de sus pechos, y llevó la otra detrás, a la nuca, incrustando los dedos en su pelo. Al tiempo, se giró grácilmente y se puso en frente de ella, y, con la experiencia adquirida en los años de Galmia, en un segundo que se hizo eterno, se acercó y la besó.<br />
<br />
Ella volvió a estremecerse, una vez más.<br />
<br />
"Lo ha hecho otra vez. Y todavía estamos empezando. O eso espero. Que no acabe, por favor, que no acabe..."<br />
<br />
Pero él no se detuvo. Siguió, como en otros tiempos había hecho con su Reina, con la excitación sobrenatural que sólo sentía al unirse con otros usuarios de la Fuerza, como con Anakin, como con Arakosia el día anterior. Ide perdió la noción del tiempo. Se olvidó del Hak'un'Shapp, se nubló la visión de su objetivo, de Arakosia, de Morg, de Kurel, y durante un periodo no determinado de tiempo, sólo se permitió sentir la Fuerza, y Vima Da'Motta, la cruel emperatriz del Palacio del Dolor, ahora transformada y expuesta por la letanía de placeres que se sucedieron en la habitación.<br />
<br />
El atardecer sobre Nar Shaddaa se convirtió en noche, la noche casi en amanecer. Ninguno de los dos parecía acusar el peso del cansancio. En un momento determinado, Vima cedió voluntariamente; cuando se retiró, Ide vio sangre en la cara interna de sus muslos. Se dejó caer, agotada y feliz.<br />
<br />
==Interrupciones==<br />
<br />
Suspiró.<br />
<br />
En ese momento, Ide sintió algo extraño: sobre los cristales se notaba una extraña vibración, apenas musical...<br />
<br />
<br />
"''Arakosia''", pensó instantáneamente.<br />
<br />
"''¿Maestro? Estoy despierta, y no reconozco el lugar.''"<br />
<br />
"''No te preocupes, estás a salvo, en el Palacio del Dolor. No te pasará nada. Confía en mí.''"<br />
<br />
"''¿Debo escapar? ''Puedo'' escapar.''"<br />
<br />
"''No será necesario. Puede que si intentaras escapar fuera peor. Iré a verte en cuanto pueda, te recogeré pronto.''"<br />
<br />
"''Quieren operarme. Para instalarme algo, porque... dicen que ya han esperado demasiado. Lo van a hacer en menos de dos minutos.''"<br />
<br />
Ide pensó durante unos segundos. Fue a buscar su ropa. "''Dame un minuto. Si lo intentan, escapa.''"<br />
<br />
<br />
-Cuándo te volveré a ver -preguntó a Vima, despreocupadamente.<br />
<br />
Ella esbozó una especie de media sonrisa que transmitía una sabiduría sin edad. Su manera de moverse evidenciaba que se sentía igual de cómoda desnuda que vestida.<br />
<br />
-¿Quién sabe? -dijo con voz traviesa- Espero que pronto.<br />
<br />
-Me preguntaba... si harías algo por mí -apuntó él tímidamente. Ella rió, de buen humor.<br />
<br />
-Pregunta, hombre. Haré lo que pueda -una pequeña arruga se formó en su frente- si puedo.<br />
<br />
-Es mi antigua alumna. Me preguntaba si podías retrasar su implante. Mientras la tasas y llegamos a un acuerdo.<br />
<br />
<br />
Ella pareció un poco entristecida.<br />
<br />
-Oh, lo siento. Mi personal implanta a todo el personal en menos de quince minutos tras su compra. Norma de la casa, sabes -su expresión se dulcificó-. ¡Pero no te preocupes! Los implantes se pueden retirar fácilmente, y no dejan ninguna clase de huella o secuela.<br />
<br />
Ide observó que ella no parecía tener ningún interés en vestirse. La única prenda que recogió fue el cinturón del que pendía el sable de luz, y se lo ajustó a la cintura. Pasó la mano por delante de un sensor frente a uno de los vértices, y el hueco correspondiente al ascensor se iluminó.<br />
<br />
<br />
-¿Bajas primero? ¿O prefieres esperar aquí?<br />
<br />
-¿Esperar? -Ide levantó lo que hubiera sido una ceja.<br />
<br />
-A que termine la tasación.<br />
<br />
<br />
"''Maestro, vienen'' ahora"<br />
<br />
-Vima... -dijo, mirándola fijamente-. Llama a tu equipo de implantación. Acabo de percibir algo.<br />
<br />
==Imprevistos==<br />
<br />
Ella parecía confundida.<br />
<br />
-Pero...<br />
<br />
-Confía en mí, evitará problemas. Están... implantando a Arakosia. Ha estado inconsciente y se acaba de despertar. Y está asustada.<br />
<br />
-Yo... -algo pareció cerrarse en su mente. Volvió a subir la barrera- Está bien. Pero no desde aquí.<br />
<br />
Él dio un paso adelante, aún con la ropa en la mano.<br />
<br />
-Vima... -la miró fijamente-. Gracias. Por... por todo.<br />
<br />
Ella asintió sobriamente.<br />
<br />
-Espera aquí.<br />
<br />
"''Maestro, ya he escapado. Dime cuál es el punto de encuentro.''"<br />
<br />
-Volveré tan pronto como pueda.<br />
<br />
"''Me temo que he dañado gravemente a por lo menos dos de ellos.''"<br />
<br />
Vima sonrió.<br />
<br />
-Y te haré un buen, buen descuento en todo lo que dependa de mi k'shii... esto ha valido un buen montón de gubor... incluso se podría cobrar en sgin.<br />
<br />
"''La estructura de este hotel me ha cogido por sorpresa... al principio. Pero en realidad, me beneficia. Más de la mitad del edificio está hueca. Más espacio para mí.''"<br />
<br />
"''Quédate escondida por ahora''."<br />
<br />
Se acercó a Vima, aún mirándola.<br />
<br />
-Sabes que no lo he hecho por eso -se acercó para coger su mano-.<br />
<br />
-Ya lo sé, guapo -dijo Vima mientras guiñaba un ojo-. Era un cumplido, al estilo Nar Shaddaa.<br />
<br />
Él sonrió.<br />
<br />
-Estaré aquí, si me necesitas o si hay algún problema.<br />
<br />
-Bien. Siéntete libre de pedir cualquier cosa o servicio que desees -la expresión de su cara se volvió a un tiempo salvaje y atractiva-. Cualquier cosa... la podemos compartir cuando yo regrese.<br />
<br />
Enderezó su espalda, que crujió levemente. Se quedó parada en la sección iluminada de suelo, que bajó. Su cuerpo desnudo parecía saludar a Ide mientras desaparecía por la abertura del suelo, antes de que ésta se cerrase.<br />
<br />
==Comunicaciones==<br />
<br />
"''¿Maestro?"''<br />
<br />
"''Arakosia.''"<br />
<br />
"''A lo mejor no es el momento apropiado para preguntar esto, pero... eh... a veces confundo cosas que suceden en mis sueños con cosas que suceden en la realidad, y... no tengo muy claro si algunas de las cosas que recuerdo... son ciertas.''"<br />
<br />
"''Ah, supongo que te refieres a lo de ayer.''"<br />
<br />
"''Es que... lo que recuerdo se parece mucho a los sueños que suelo tener, pero... ahora tengo agujetas, maestro, en todo el cuerpo, y..."''<br />
<br />
''"Te drogaron. La especia roja... te introduce en un éxtasis sexual. Y te produce síndrome de abstinencia. Y... lo que recuerdas es la terapia de choque para evitar la dependencia. Decidí que... era mejor así, a usar a unos extraños."''<br />
<br />
<br />
El enlace transmitió una mezcla de sensaciones difícil de analizar, algo a lo que Ide comenzaba a acostumbrarse. Supo que luego, al meditar sobre ello, podría conocer su reacción con más precisión.<br />
<br />
<br />
''"Yo... ¿lo repetiremos?"''<br />
<br />
''"Bueno... en el Templo no... aunque... espero que esto no nos lleve a ti y a mí al Lado Oscuro...''". Ide sonrió, pero no tenía claro si era posible transmitir humor mediante los enlaces telepáticos.<br />
<br />
"''No... no lo parecía... he estado allí, y esto era... sólo me había sentido así al pelear, o en meditación profunda. He aprendido mucho, lo recuerdo. Creo... que puedo utilizar lo que he aprendido.''"<br />
<br />
"''Utiliza lo que yo te he enseñado. Lo que has aprendido tendremos que... bueno. Revisarlo. No está mal que investigues tu propia conexión con la Fuerza, pero a veces...''"<br />
<br />
<br />
Ide tuvo un flash. De Galmia. De Kwyna aprendiendo sola, con el holocrón. Se fue enseguida, pero no supo discriminar si Arakosia lo había percibido o no.<br />
<br />
<br />
"''Es mejor que lo desarrollemos un poco, tranquilamente, durante el entrenamiento.''"<br />
<br />
"''Sentí la Fuerza, maestro. Fluyendo por mi cuerpo. Fui consciente de cómo el funcionamiento de mi cuerpo interaccionaba con la Fuerza. Pocas veces me siento tan centrada... como ahora, que peleo para salvar mi vida. Estoy intentando no matar a nadie, aunque ellos están intentando matarme a mí. ¿Es eso correcto?''"<br />
<br />
"''Eh... sí. Lo importante es eliminar las sensaciones. Pensar sólo en la Fuerza.''"<br />
<br />
"''Oh, sí. Ahora estoy muy bien. Me siento... en paz...''"<br />
<br />
<br />
Ide analizó a su aprendiz, en la distancia, mediante el enlace en la Fuerza que los unía. Era... como una sucesión de tonos cristalinos, como un concierto de campanas tubulares. Irradiaba tranquilidad.<br />
<br />
<br />
"''Por cierto, maestro... no sé si es importante, pero... siento...''"<br />
<br />
<br />
Ella no se atrevía a verbalizar... algo. Sintió un lejano eco de vergüenza.<br />
<br />
<br />
''"Di, Arakosia."''<br />
<br />
''"Soy consciente de una... excitación física de mi cuerpo, en estos momentos. No sé qué hacer al respecto."''<br />
<br />
''"Es parte de los efectos de la especia roja. Me temo que es algo que tendrás que solucionar tú misma en tu escondite."''<br />
<br />
''"Sí, maestro. Creo que acabo de matar a alguien, sin querer. Ha caído por un desnivel."''<br />
<br />
''"¿Que has hecho qué?"'' Ide no sabía muy bien qué estaba pasando. ''"¿No decías que estabas escondida?".''<br />
<br />
''"En los sistemas ocultos. Pero han mandado patrullas para localizarme y dañarme. Creo que la idea es que, cuando un esclavo huye, se le hace tanto daño que éste nunca vuelve a intentarlo. Muchos de estos seres... quieren hacer eso. Por eso son un poco más descuidados."''<br />
<br />
''"¿Puedes seguir oculta?" ''Ide se dio cuenta al tiempo de lo estúpido de la pregunta. Ella había pasado toda su vida ocultándose. Era su especialidad.<br />
<br />
"''Si no tienen a nadie capaz de buscarme con la Fuerza, sí. Si tienen a alguien... depende de lo bueno que sea."''<br />
<br />
"''Quédate escondida en el edificio. Sea lo que sea, lo solucionaremos. La Fuerza nos guiará. Avísame si te ves en peligro.''"<br />
<br />
''"Sí, maestro."''<br />
<br />
<br />
Ide empezó a vestirse. Se acercó a las paredes de transpariacero, y se sentó en pose de meditación.<br />
<br />
==Visiones==<br />
<br />
No pudo concentrarse, perdía el foco constantemente. Pensaba en Arakosia saltando, corriendo y ocultándose, peleando cuando una de las patrullas daba con ella; mientras se dejaba llevar por su instinto para encontrar un lugar cómodo y seguro.<br />
<br />
Y en Vima y su posible reacción. El pánico que mostraban todos los que la conocían era un referente claro de lo que era capaz.<br />
<br />
Ide suspiró, y abrió los ojos. En el exterior, el tráfico caótico de Nar Shaddaa se desparramaba en todas direcciones desde el Palacio del Dolor. En el interior de un vehículo, hubo un movimiento violento y un resplandor; y la mitad del parabrisas se volvió roja. El vehículo hizo un extraño, y luego se reincorporó al tráfico como si no hubiera pasado nada.<br />
<br />
En una de las azoteas, dos humanoides luchaban. La sensación de distancia era engañosa, e Ide se dio cuenta de que los cristales eran del tipo "ojo de águila"; hechos de un material transparente conectado a un ordenador, que reconocía dónde se estaba mirando y modificaba su forma para aumentar el grado de detalle.<br />
<br />
Uno de los humanoides le rompió un tobillo al otro, que cayó. El otro apenas se sostenía en pie. Se alejó, arrastrándose apenas, hasta el borde del tejado, y cogió una bolsa de plástico vacía. Comenzó a llenarla de cosas que parecían pequeñas y pesadas, y de vez en cuando levantaba la bolsa con un brazo, con gesto apreciativo.<br />
<br />
Renqueó hacia el humanoide caido, que había conseguido, mientras tanto, darse la vuelta para quedar boca arriba. Hablaron un poco. De repente, el que estaba de pie movió la bolsa de plástico con una trayectoria circular, por encima de su cabeza, y luego de arriba abajo sobre el caído. Y luego lo hizo de nuevo, otra vez, y otra...<br />
<br />
Ide se sintió una punzada en el estómago. Todo parecía girar en torno al dolor y la muerte en este planeta.<br />
<br />
Volvió a cerrar los ojos para volver a intentar meditar.<br />
<br />
En esta ocasión no se dejó distraer.<br />
<br />
Ella estaba desnuda y en cuclillas sobre una delgada guía de metal, por encima de un abismo insondable. Un poco por encima de ella había una pasarela por la que se alejaba una patrulla de búsqueda. Dos de ellos querían matarla rápidamente. Los otros cuatro querían hacerle sentir muchísimo dolor, y luego capturarla. Un pequeño charco de líquido transparente se había acumulado alrededor de su pie derecho, e Ide vio que había un reguero que se podía rastrear hasta la entrepierna.<br />
<br />
{{flashback | <br />
<br />
"Te drogaron. La especia roja... te introduce en un éxtasis sexual. Y te produce síndrome de abstinencia. Y... lo que recuerdas es la terapia de choque para evitar la dependencia. Decidí que... era mejor así, a usar a<br />
unos extraños."}}<br />
<br />
Ide detuvo el flujo temporal durante unos instantes. Luego lo movió lentamente hacia delante, para estar seguro de que no se perdía nada.<br />
<br />
{{flashback | Gozo. "Era verdad. Lo hemos hecho de verdad. No era el mejor de los sueños... era mejor que en los sueños. Es porque era verdad. Por eso lo sentía con tanta claridad, como ahora, que es como aire fresco, que huele tan bien... y sentí revelaciones, sentí que la Fuerza podía canalizarse por mi cuerpo sin esfuerzo, dejando que la energía se remanse; manteniendo la armonía, dejando que la Fuerza se guíe, siendo el surco por donde la Fuerza se derrama..."<br />
<br />
Duda. "¿Y si esto no es correcto? ¿Y si Ide tiene problemas por haber hecho esto? ¿Y si, por mi culpa, nos obligan a separarnos? ¿Y si lo castigan por mi culpa? ¿Y si nos expulsan? ¿Y si nos matan?"<br />
<br />
Confianza. "Ide sabrá lo que hacer. Ide hará lo correcto. Ide pensará en mí. Ide me dirá qué, Ide me dirá cómo, Ide me dirá cuándo. Ide buscará mi bien."<br />
<br />
Esperanza. "He tenido sexo, y ha sido la primera vez en mi vida que ha sido sin miedo y sin dolor. Ha estado muy bien. Ha sido maravilloso, y he aprendido mucho. ¿Podremos repetirlo? ¿Podremos repetirlo mucho? Tantas cosas que aprender, tantas cosas que demostrar... hay cosas que he experimentado, sin querer experimentarlas; y ahora me alegro de haberlas experimentado, porque puedo convertirlas en algo bueno; porque puedo aprender de ellas, y aún no sé cómo; y la respuesta está en su cuerpo y en el mío, y pronto, pronto... ojalá que pronto..."}}<br />
<br />
Ide perdió un poco de foco. "De todas formas", pensó, "creo que eso era todo".<br />
El ascensor volvió a activarse. El suelo se abrió y Vima, todavía desnuda, apareció en la Joya Gloriosa. Su rostro era impenetrable, y luego se hendió en una media sonrisa.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
-¿No has pedido nada? ¿Ni a nadie? -suspiró teatralmente. Luego, viendo el gesto levemente tenso de Ide, su tono pasó a uno más formal- Eh... tu padawan se ha escapado. Parece que tu premonición respecto al equipo de implantación era acertada.<br />
<br />
-Vaya... espero que no te esté causando muchos problemas -respondió él, aún algo tenso. Había esperado que llegara hecha una furia, así que cualquier cosa era mejor.<br />
<br />
-Eh... -sonrió, mientras hacía rodar sus ojos hacia arriba- Bueno, a mí no muchos, pero está haciendo una criba entre mis hombres más prescindibles.<br />
<br />
-Parece que sabes sacar beneficio hasta de las situaciones adversas -sonrió él, algo más tranquilo.<br />
<br />
-Cualquiera puede hacerlo -dijo ella, mientras desabrochaba de nuevo su cinturón-. La clave es saber que hay un beneficio potencial en toda situación.<br />
<br />
Ide no supo qué decir en ese momento. Arakosia estaba huyendo, y Vima no parecía darle importancia. Supuso que ella estaba segura de que tarde o temprano la iba a encontrar. La pregunta seguía siendo qué haría con su padawan después.<br />
<br />
Ella se echó a su lado. Ide notó que lo que había tomado por perfume (por lo bien que olía, por perfume caro), era en realidad el olor corporal de Vima.<br />
<br />
-Da la impresión de que no te importe que una de tus esclavas esté huyendo...<br />
<br />
Ella se rió, de buen humor. Se acurrucó junto a Ide, mientras posaba su mano sobre el pecho surcado de cicatrices.<br />
<br />
-Bueno, es un poco molesto, pero... pff... me ha pasado tantas veces...<br />
<br />
-Eso, o que tienes cosas mejores en las que pensar -respondió él, con una media sonrisa, mientras le apartaba un mechón de la frente.<br />
<br />
-Será eso -dijo ella, con humor-. Bueno, y que hay un protocolo muy probado para encontrar gente evadida. No hemos tenido fugas en más de setenta años -dijo despreocupadamente.<br />
<br />
-¿Ah sí? Pues has de saber que Arakosia tiene una habilidad especial para esconderse. Eso sí que se le da bien -rió-. Estuvo tanto tiempo haciéndolo... ¿Cuánto tiempo crees que se te resistirá?<br />
<br />
-Pues, si usa la Fuerza para esconderse... -hizo un cálculo rápido- ...en ocho horas más, reconfigurarán las habitaciones al modo "búsqueda fácil". El hotel será un poco menos... hum... hospitalario para los huéspedes, y el espacio libre estará todo junto. Y luego vienen los perros akk.<br />
<br />
-Ya veo...<br />
<br />
-Y luego... se pueden configurar las habitaciones para ir reduciendo el espacio donde es posible esconderse -dijo, con una sonrisa-. Todo lo que sea necesario. La principal ventaja con la que ella cuenta, es que la quiero viva... y que está sin tasar.<br />
<br />
-Qué despliegue de medios. También podrías pedirle ayuda a su maestro, encontrarla, tasarla, y ahorrarnos disgustos a todos -aún sonreía, aunque no estaba seguro de si Vima tenía intención de dejar pasar la irreverencia tan fácilmente.<br />
<br />
Ella se tomó un tiempo para responder, en el que acarició despacio el pecho de Ide.<br />
<br />
-No hay ningún disgusto para tomar. De momento, está cribando a mis lacayos más prescindibles. Los que queden serán mejores -dijo, despreocupadamente-. La ordalía que está atravesando también sirve para tasarla... parcialmente.<br />
<br />
-Y de paso aumentar su valor, para luego sacarle más a su pobre maestro, que la quiere de vuelta... -le rozó el brazo, y subió hasta casi el hombro. La miraba fijamente.<br />
<br />
Ella rió de nuevo.<br />
<br />
==Video de una fuga==<br />
<br />
-Mmm... sí, todo son ventajas... -dijo con voz melosa- ¿Quieres ver la grabación del video de seguridad, donde se escapa?<br />
<br />
Él sonrió ampliamente a modo de respuesta, y asintió levemt. Ella habló, con voz alta y clara:<br />
<br />
-Control Central, reproducir video. Título Dolor Arakosia Uno.<br />
<br />
La sala volvió a oscurecerse, y sobre la mesa se proyecto un holovídeo. Era una sala médica, y en ella había varios tanques de bacta. Casi todos estaban vacíos, y en uno de ellos flotaba Arakosia.<br />
<br />
Bajo los párpados cerrados, sus ojos se movieron. Se agitó levemente. Un monitor junto a su tanque comenzó a parpadear.<br />
<br />
Una especie de droide (médico, supuso Ide, aunque no reconoció el modelo, parecido a un taburete) se acercó rápidamente. Se paró frente al monitor, y se marchó por la puerta.<br />
<br />
Regresó con un grupo de tres humanoides, vestidos con ropa de trabajo. En las manos llevaban varios instrumentos, que dejaron en una pequeña bandeja junto al tanque.<br />
<br />
Manipularon el monitor, con práctica y confianza, y cierto aburrimiento.<br />
<br />
El tanque de bacta comenzó a vaciarse. Se vació. Arakosia quedó hecha un ovillo en el suelo.<br />
<br />
Abrieron el tanque, y la sujetaron para colocarla en la mesa de operaciones en el centro de la habitación. La manipulaban como un peso muerto. Uno de ellos sujetó una máquina grande, y la dirigió a la cara de Arakosia.<br />
<br />
Ella se movió tan rápido que la grabadora no lo registró. El hombre voló dos metros hacia atrás y chocó contra un tanque vacío. La máquina quedó un momento en el aire, pero ella la pateó contra otro de los técnicos.<br />
<br />
Él la sujetó con ambas manos, mientras su compañero dirigía un arma contra Arakosia.<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Si hay algo que se le da bien, es escapar -intervino.<br />
<br />
-Ya veo -dijo ella, apreciativamente.<br />
<br />
Ella sujetó el arma al mismo tiempo, y no se molestó en forcejear para arrebatársela. La desvió lejos de sí, para que no pudiera dispararle, y lanzó su mano engarfiada contra el rostro del hombre. El movimiento no se podía apreciar claramente, pero el grito del hombre fue desgarrador, y la sangre comenzó a correr a chorros por las mejillas. El segundo técnico se quedó sobrecogido por la visión, y reaccionó tarde, accionando la máquina, que lanzó una nube de gas.<br />
<br />
Ella se movió sin soltar su presa, y al moverse se podía ver cómo tenía dos dedos de la mano izquierda dentro de las cuencas de los ojos, y giró sobre sí misma para lanzar al hombre, que seguía aullando, contra la nube. La aspiró entera, y cayó al suelo inconsciente.<br />
<br />
El técnico que quedaba y Arakosia se miraron durante un momento, y él disparó el arma una vez más. Ella no se movió, y la nube impactó contra su rostro. No tuvo ningún efecto.<br />
<br />
El técnico dejó caer el anestesiador, y extrajo un arma; pero al mismo tiempo Arakosia lanzó contra la cara del hombre lo que llevaba en la mano, algo pequeño y pringoso que chocó con fuerza, cegándolo al romperse. Ella saltó justo detrás, y lo golpeó con tanta fuerza que su cuerpo se arqueó con fuerza mientras volaba por el aire.<br />
<br />
No dedicó ni un momento a ver cómo caía. Su mirada se posó brevemente por todos los objetos de la sala, y se dirigió hacia un contenedor metálico, de un metro por medio metro. Lo golpeó con la mano cerrada. No se abrió. Lo golpeó de nuevo. Observó la muesca que quedaba, y cogió el contenedor cerrado. La puerta se abrió de nuevo, y entró un hombre armado (tras él se veía más gente, pero el video estaba centrado en la sala de reanimación). <br />
<br />
Disparó dos veces, y Arakosia paró los disparos con el contenedor. Luego pateó una máquina caída en el suelo, desviando el arma mientras saltaba contra el hombre. Lo golpeó con el recipiente metálico en la cara, cayó a sus pies, lanzó un puñetazo contra la entrepierna, saltó en vertical y empujó con ambas piernas contra el pecho del guardia, que chocó contra sus compañeros. Ella saltó contra el batiburrillo de guardias.<br />
<br />
La habitación quedó vacía, excepto por el técnico dentro del tanque de bacta, el hombre anestesiado y sin ojos del suelo y el que había chocado contra la pared y el suelo de la esquina. No había movimiento en la escena, excepto por los charcos de sangre, que se extendían rápidamente.<br />
<br />
Vima sonreía.<br />
<br />
==Cosas sobre Vima==<br />
<br />
-Esa chica tiene potencial...<br />
<br />
-Sabe improvisar. Es rápida pensando. Sabía que podía llegar lejos cuando la tomé como discípula -dijo él, descansando en cada palabra.<br />
<br />
-Hm-hmm -murmuró Vima mientras asentía. Ide sintió que volvía a bajar sus defensas. La visión de la sangre extendiéndose por el suelo la había excitado.<br />
<br />
Él aprovechó para buscar en ella. Estaba preocupado por lo que podía pasarle a Arakosia, una vez fuera capturada. Y por lo que le podía pasar durante la captura.<br />
-Tienes... una afinidad especial por ciertas cosas, por lo que veo -dijo él, volviendo a mirarla y rozándole la cara.<br />
-Mi afinidad es por mi entorno. Creé el Palacio del Dolor pensando en esa afinidad.<br />
Ide comprobó, desolado, que la Fuerza le transmitía muchas sensaciones, muchos pensamientos superficiales, pero no podía acceder a las capas más profundas del pensamiento. O al menos no sin alertarla. Y los<br />
resultados de un intento fallido podían ser... desastrosos.<br />
Ahora que pensaba sobre ello, Ide no recordaba haber oído hablar de ningún jedi con una técnica semejante. Aunque los caamasi podían guardar y transferir "archivos" de recuerdo, llamados memnii, y los jedi podían<br />
recibirlos. Quizá un jedi caamasi pudiera... o probablemente no.<br />
Ide reflexionó, buscando otra vía de acción.<br />
-Espero que tu entorno no se vaya a comer a mi aprendiz... es un sitio hostil para un jedi como ella... o como yo... -dijo él. Empezó a pasarle la mano por la espalda, mientras seguía concentrado en sus<br />
pensamientos... quizá mencionar a Arakosia le hiciera pensar en ella...<br />
-Mmm... -dijo ella. Por su mente pasaron un montón de imágenes en rápida sucesión:</div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIIHumo y Vapor III2013-06-26T18:14:02Z<p>El Universo: /* Comunicaciones */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26aGR, 20:25 horas.'''<br />
<br />
<br />
A medida que Ide se fue acercando a la Flor Esquiva, percibió un olor apetitoso. Poco antes de llegar se hizo obvio que Delia, o quien estuviera en la cocina, no se limitaba a preparar bebidas.<br />
<br />
Casi la mitad de las mesas estaban ocupadas con sintientes cenando; y tanto Delia como Sira servían las mesas.<br />
<br />
Ide se acercó a la barra, y aprovechando un breve momento de calma, habló con Delia, la cual se había acercado a la barra.<br />
<br />
-La idea era que Sira comiera algo, no que se pusiera a trabajar... -dijo Ide con humor.<br />
<br />
-No he podido retenerla -repuso Delia con una sonrisa-. Supongo que no está acostumbrada a permanecer quieta mientras los demás trabajan a su alrededor...<br />
<br />
Sira se aproximó a la barra, e inclinó la cabeza respetuosamente cuando vio a Ide. No dijo nada.<br />
<br />
-Yo pensaba que querrías comer algo... pero parece que has decidido echarle una mano a Delia -dijo, sonriendo-. Lo que te haga más feliz. -Miró a Delia-. ¿Crees que puede quedarse contigo, o levantará sospechas? No se me ocurre un lugar seguro donde pueda estar, mientras resuelvo... lo que tengo pendiente aquí.<br />
<br />
-Puede quedarse, desde luego... todo el mundo pensará que Vima me ha puesto un refuerzo, o que pronto va a reemplazarme... pero si me voy pronto de Nar Shaddaa, nada de eso importará -dijo, mientras posaba una mirada de desesperación contenida sobre Ide.<br />
<br />
-Vima me ha invitado a cenar. De hecho, debería notificar que estoy aquí de alguna forma, creo que me iban a avisar.<br />
<br />
Los ojos de Delia se abrieron considerablemente. Un pánico primordial creció en ella, sólo para ser ahogado por una férrea fuerza de voluntad. Con voz muy controlada dijo:<br />
<br />
-Si... quieres alejar la atención de Sira, será mejor que no llames desde aquí.<br />
<br />
-Cierto, cómo he podido ser tan tonto.<br />
<br />
No lo dijo, pero intuyó que el horror de Delia no se debía sólo a la posible sospecha que podría levantar.<br />
<br />
-Me iré a una de los balcones de las zonas de descanso -apuntó, mientras se levantaba del asiento-. Espero que sigáis bien por aquí. Si te enteras de algo sobre... bueno, él, avísame. Sira tiene mi número de comunicador.<br />
<br />
-Lo haré -su expresión parecía muy angustiada-. Ten mucho cuidado.<br />
<br />
-No te preocupes, sé cuidarme -dijo con una sonrisa, y salió del bar.<br />
<br />
==Contacto==<br />
<br />
Cuando llegó a uno de las zonas de descanso de las plantas intermedias avisó a la recepción de que estaba allí mediante uno de los terminales disponibles. Cuando lo hubo hecho, se acercó a una de las ventanas de transpariacero. No debían tardar mucho en avisar, ya era casi la hora de la cena.<br />
<br />
Efectivamente, la terminal se iluminó en menos de diez segundos. Apareció una figura humanoide, que no hizo sino decir: "Espere, por favor. Alguien llegará para acompañarlo en breve."<br />
<br />
No habían transcurrido ni cinco minutos cuando apareció de nuevo el mismo hombre bien vestido que le había recibido cuando bajó de su nave la última vez. Se inclinó cortésmente a modo de saludo.<br />
<br />
-¿Desea que le indique el camino a la Joya Gloriosa, señor?<br />
<br />
-Si es tan amable -respondió educadamente Ide.<br />
<br />
-Acompáñeme, por favor.<br />
<br />
Recorrieron un camino corto y estéticamente agradable, que incluía un par de turboascensores muy bien decorados; y en breve la vista que se apreciaba por las ventanas se volvió espectacular. Desde la parte superior del Palacio del Dolor el paisaje abarcaba una porción considerable de Nar Shaddaa, que, dada su heterogeneidad arquitectónica, daba la impresión de un todo homogéneo armonioso que se rompía en millones de detalles aparentemente incongruentes; como una gigantesca escultura fractal.<br />
<br />
Al parecer, la Joya Gloriosa ocupaba la última planta del Palacio. Era una estancia relativamente íntima, de unos cuatro por cuatro metros, a la que se accedía por un ascensor de dos plazas desde la planta inmediatamente inferior. Apenas tenía mobiliario.<br />
<br />
Una mesa, y dos sillas una frente a otra. En la mesa brillaba un candelabro, con cinco velas ardiendo suavemente; y en una de las sillas había una mujer que no aparentaba más de veinte años, vestía una camisa sencilla y bebía agua de una copa de cristal; mientras miraba atentamente por la ventana.<br />
<br />
Ide esperó a que ella hablara. Cuando lo hizo, fue con una voz cristalina y bien modulada. Ide no pudo evitar pensar que era espléndida voz de soprano.<br />
<br />
-Buenas noches -dijo mientras sonreía cálidamente-. Soy Vima Da'Motta. Tome asiento, por favor, si antes no desea disfrutar de las vistas.<br />
<br />
-Gracias, señora Da'Motta. Hay que reconocer que la Joya Gloriosa ofrece una vista privilegiada de Nar Shadda. Tiene usted un hermoso hotel.<br />
<br />
-Si lo desea, puede tutearme -repuso, mientras se encogía levemente de hombros-. Francamente, nunca le he dado mucha importancia al protocolo.<br />
<br />
-La verdad es que me resulta algo extraño hablar de usted a alguien tan joven -Ide mantuvo el tono afable, pero lo que le resultaba verdaderamente extraño era pensar que Vima Da'Motta tuviera una cara amable -.Llámame Ide, pues.<br />
<br />
Sonrió aún más ampliamente. Durante unos segundos parecía que no sabía qué decir.<br />
<br />
-Excelente. ¿Tienes ganas de cenar algo ligero, o prefieres algo más consistente?<br />
<br />
-No suelo cenar mucho. Comer mucho por las noches no me deja dormir bien.<br />
<br />
-Algo ligero, entonces... ¿comida calamariana?<br />
<br />
-No he tenido el gusto antes. Confío en tu buen gusto.<br />
<br />
-Pescado, una especie de galletas de algas... espero que te guste.<br />
<br />
Una sección circular de la mesa se abrió frente a ellos dos, y apareció un plato de algo que parecía ensalada de pescado, y que olía deliciosamente.<br />
<br />
-¡Al ataque! -dijo Vima, mientras cogía el tenedor. Se detuvo de repente, mientras miraba a Ide- Ah... ¿los jedi tenéis alguna costumbre especial para antes de comer, una oración o algo?<br />
<br />
-Oh, no, en absoluto. La Fuerza no necesita alabanzas ni consagraciones -sonrió, y cogió su tenedor.<br />
<br />
Vima parecía aliviada.<br />
<br />
-Oh, bien -dijo mientras pinchaba la ensalada. Ide comió, esperando que ella hablara.<br />
<br />
==Sorpresas==<br />
<br />
Durante unos minutos, ella no hizo sino comer y observar a Ide con curiosidad. Ide pudo oir una música, en el límite de lo audible, algo parecido a ópera. Ella pareció darse cuenta al mismo tiempo que Ide.<br />
<br />
-Sabes, la música cantada sin acompañamiento musical es una de las artes universales -dijo con voz animada-. Junto a la pictografía y la danza, creo. Luego los eruditos debaten sobre si la percusión debería ser considerada universal... y la narrativa, claro -hizo un gesto juguetón-. Siempre están debatiendo sobre la universalidad de la narrativa, y peleándose con los lingüistas.<br />
<br />
-Soy más una persona de ciencias que de humanidades, he de reconocer. No soy tan docto en estos temas... sin embargo aprendí de pequeño a tocar. Es el único arte al cual me encuentro vinculado.<br />
<br />
Ella parecía encantada.<br />
<br />
-¡Oh, es fantástico! Yo misma también aprecio mucho la música. El baile también, claro -hizo un gesto descuidado-, pero no tengo una verdadera base teórica para poder apreciarlo apropiadamente.<br />
<br />
-¿Tocas algún instrumento?<br />
<br />
-Canto -dijo mientras sonreía pícaramente-. Lo que suena, lo canté yo -dijo mientras se ruborizaba ligeramente-. Es... un descuido por parte de mi mayordomo. Ahora parece que quiero alardear o algo...<br />
<br />
-En absoluto. No es alardear mostrar cuando es apropiado aquello que uno sabe. La humildad extrema es casi tan mala como el orgullo descarado -se paró unos segundos-. Me gustaría oirte cantar.<br />
<br />
Ella se ruborizó.<br />
<br />
-Oh, no podría... -se quedó mirando a Ide unos segundos, como pidiéndole permiso.<br />
<br />
-Si ayuda, puedo cambiarte una pieza de mi flauta por una obra cantada por ti.<br />
<br />
-Bueno, bien... Entonces voy a levantarme.<br />
<br />
Se puso en pie despacio, e Ide pudo observar que no era muy alta ni robusta. Parecía una especie de muchacho, aunque algo en su complexión le recordaba a los padawan del templo.<br />
<br />
Y de su cadera derecha colgaba un sable de luz.<br />
<br />
==Intercambios==<br />
<br />
Cerró los ojos, e inspiró profundamente dos o tres veces. Cantó una nota, como para afinarse; y luego comenzó a cantar.<br />
<br />
Espectacularmente. La pieza, cantada a capella, estaba en un idioma que Ide no reconoció, pero la complejidad técnica no le pasó desapercibida. Posteriormente, fue la expresividad de la voz lo que le llamó la atención. Algo dentro de él no estaba preparado por completo para la avalancha de ternura que se derramaba en cada nota, para la lucha que se denotaba tras cada cambio repentino de registro.<br />
<br />
Acabó, de una forma que se asemejaba mucho al principio. De alguna forma, Ide percibió al final una riqueza de matices que no había notado la primera vez.<br />
<br />
Ella suspiró profundamente. Abrió los ojos de nuevo.<br />
<br />
-¿Te ha gustado?<br />
<br />
-Ha sido... inesperadamente hermoso y emotivo. Una bella ejecución, sí señor.<br />
<br />
Sonrió de nuevo. Parecía acalorada. Parecía incapaz de hablar. Se sentó despacio.<br />
<br />
-Muchas gracias -dijo con un hilo de voz.<br />
<br />
-Ha sido toda una grata sorpresa, sí señor. Reconozco que no esperaba encontrar esto esta noche.<br />
<br />
Ella enarcó una ceja, mientras miraba divertida a Ide.<br />
<br />
-Bueno, pensaba que me querías para hablar... no sé, de negocios, o algo parecido -sonrió ligeramente-. No esperaba encontrarme hablando de arte y música contigo.<br />
<br />
-Bueno -dijo con voz jocosa-, es un poco rudo, incluso aquí en el borde medio, ponerse a hablar de negocios en cuanto se sienta uno a la mesa...<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Creo que me toca... aunque sea poco apropiado. No sé si estaré a la altura.<br />
<br />
-Por favor -dijo ella con una ternura que no parecía fuera de lugar.<br />
<br />
Ide se levantó y se separó un poco de la mesa. Sacó su flauta, guardada en el estuche. Dejó la caja sobre la silla y la montó suavemente, sin prisa. Cuando estuvo armada, miró a Vima, y sonrió otra vez. Se colocó erguido, como si estuviera en un recital de verdad. Cerró los ojos, y se rindió a las ondulaciones de la Fuerza, como siempre que hacía cuando producía música.<br />
<br />
Comenzó la ejecución con un pasaje sencillo, de poca dificultad técnica pero que transmitía mucha emotividad. De alguna forma, toda su preocupación y su sentido del deber se podían percibir tras la melodía. A medida que se relajaba, sintió como la Fuerza lo inspiraba, complicando el pasaje principal, guiándolo en trémolos y escalas que se enlazaban sin que él mismo supiera muy bien cómo enlazarlas, hasta el último momento. Y enlazaban bien. De repente, Ide se dio cuenta de que había terminado.<br />
<br />
Vima aplaudía muy contenta:<br />
<br />
-¡Eso ha estado muy bien! ¿Todos los jedi saben tocar tan bien como tú, o es un talento singular tuyo?<br />
<br />
==Charla sobre jedi==<br />
<br />
-Bueno, todos los jedi saben hacer algunas cosas bastante bien, cuando se sintonizan con la Fuerza. Yo tuve esa bendición desde pequeño. No sirve para el combate, pero me proporciona momentos muy hermosos.<br />
<br />
-El combate está sobrevalorado -dijo ella con una breve carcajada-. ¡El combate es de bárbaros! -añadió, divertida- ¿No has pensado en dedicarte exclusivamente a la música?<br />
<br />
-No soy tan bueno... y en cualquier caso, ser jedi es un trabajo muy satisfactorio. Aunque tu especialidad no sea el combate -sonrió.<br />
<br />
-Satisfactorio y sacrificado, según tengo entendido.<br />
<br />
-No es un sacrificio lo que se ofrece de buena voluntad. Si lo miras así, somos todos voluntarios.<br />
<br />
-Bueno, si le explican a uno con todo lujo de detalles lo que podría pasar, supongo que sí. No es -dijo con voz inocente- como si adoctrinaran lactantes o algo.<br />
<br />
-Entramos... bueno... se suele entrar muy joven en el Templo. Pero no se obliga a nadie. Se entrena a los seres sensibles a la Fuerza, y según su evolución se les entrena como jedis, o se les enseña otro oficio en el que sus habilidades puedan ser útiles. Supongo que no es una demostración formal, pero no debe ser tan malo: para los chicos es todo un orgullo ser seleccionados como padawan -por un corto instante, a Ide se le torció la sonrisa, al recordar la fiesta de despedida que sus compañeros dieron a Arakosia.<br />
<br />
-Comprendo -dijo con voz reflexiva-. Y, si no es molestia preguntar, ¿qué hace un jedi tan agradable en Nar Shaddaa?<br />
<br />
==La vida en Nar Shaddaa==<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la consciencia de Ide. Recordó con quién estaba hablando, y el nombre de esta persona tan amable que le había invitado a cenar.<br />
<br />
-Buscar algo que se me ha perdido -dijo afablemente-. Reconozco que no es el sitio más... compatible con nuestras creencias y principios.<br />
<br />
-Debe de ser duro -dijo ella.<br />
<br />
-No creo que vivir en Nar Shaddaa sea fácil para nadie, si me permites la observación.<br />
<br />
-No lo es -dijo, con una súbita dureza-. Para nadie. Ni para los hutt.<br />
<br />
-Estoy seguro. He tenido la oportunidad de conocer a algunos, incluso de forma algo más personal. Siempre me ha dado la impresión de que toda la crueldad de este mundo proviene de un sencillo principio... ''matar o morir''.<br />
<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-De alguna forma... o algo peor -pareció reflexionar un instante-. Un rival muerto... está simplemente muerto. Otro vendrá a ocupar su lugar, y la lucha te habrá debilitado. Si quieres sobrevivir, tienes que esclavizar a tus rivales. Así, no sólo dejan de amenazarte, sino que trabajan para ti -reflexionó un instante-. Por supuesto, sería mejor convertirlos en aliados... pero en Nar Shaddaa no existe esa posibilidad.<br />
<br />
-Es quizá eso lo que me desconcierta y desconsuela a partes iguales -dijo el jedi con una mueca-. Sin embargo...<br />
<br />
-¿Sí?<br />
<br />
-Tú... no pareces pertenecer a este mundo -dijo Ide, con un uso consciente del verbo parecer-. Esta sala, este hotel, a ratos. Esta cena.<br />
<br />
-Bueno, no soy de aquí. Llegué cuando tenía más de treinta años -escrutó la expresión de sorpresa de Ide-. Supongo que no aparento mi edad.<br />
<br />
-En absoluto. Lo mostré claramente en mi segundo comentario de esta noche.<br />
<br />
-Pensé que era una frase de cortesía -dijo mientras sonreía.<br />
<br />
-No hace falta mentir para ser cortés -añadió el.<br />
<br />
-Bueno, supongo que podría haber algunas especies en la galaxia que me consideraran joven... -su cara se volvió reflexiva- ...aunque no me imagino cuáles podrían ser.<br />
<br />
-¿Y a qué te dedicabas antes, no es mucho preguntar?<br />
<br />
-Pues, hasta los doce años fui ayudante de laboratorio de mi madre. Ella fue una científica arkaniana de bastante éxito, sabes... y un poco paranoica. En cuanto tuve edad para ello, me dediqué a asistirla.<br />
<br />
-Y acabaste en Nar Shadda dirigiendo el Palacio del Dolor. No es una carrera científica estándar, eso está claro.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
==Historia antigua==<br />
<br />
-Poco después de mi decimosegundo cumpleaños, fui secuestrada. Veinte años más tarde llegué aquí -sonrió amargamente, como recordando un pasado poco agradable-. En ese momento, sólo buscaba un sitio donde esconderme. Pensé que me iría pronto de aquí, que volvería con mi madre.<br />
<br />
No dijo nada más. Su expresión mostraba un dolor a duras penas contenido. Por un momento, Ide no supo qué decir.<br />
<br />
-Esto confirma mi teoría. Nar Shaddaa no acoge a nadie con los brazos abiertos -sonrió-. No creo que haya más bárbaros que en Coruscant. Es sólo que el sistema de aquí los beneficia, en cierto sentido.<br />
<br />
-Toda la población local, o al menos todos menos uno, de un grupo de diez mil; está dispuesta a traicionar a alguien por una mínima mejora de su calidad de vida. Y el uno restante, si lo encuentras, habrá llegado a su edad actual por pura suerte -se rio brevemente-. Eso, o se acaba de bajar de la astronave.<br />
<br />
-Que lo hagan no quiere decir que deseen hacerlo. Puede que sea el único camino que conozcan. O eso, o que yo he tenido mucha suerte.<br />
En el centro de la mesa apareció una bandeja donde se alineaban, sin orden aparente, muchos tipos distintos de dulces, calientes y fríos. Sin embarazo alguno, Vima cogió uno caliente, le sopló y devoró la mitad de un bocado.<br />
<br />
-Esta mañana -continuó Ide, acercando su mano a algo que parecía un pastelito de crema- conocí a un pequeño alienígena, un chadra-fan que se llamaba Tilikit.<br />
<br />
-Mmm... muy bien -murmuró-. Maldición, me he quemado.<br />
<br />
Ide sonrió ligeramente, como pidiendo permiso para continuar. Ella hizo un gesto con la mano, mientras bebía un sorbo de agua.<br />
<br />
-No era nadie. Salí de un negocio, y me preguntó si necesitaba ayuda. A cambio sólo me pidió que lo llevara a mi planeta -Ide se detuvo unos instantes, como rememorando aquello.<br />
<br />
-Intentaba engañarte -dijo ella rápidamente-. En Nar Shaddaa, si alguien se acerca a alguien, es para comerciar o engañarlo.<br />
<br />
-No he tenido oportunidad de comprobarlo. Murió defendiendo a la esclava que pilotaba mi nave, cuando me atacaron unos mercenarios que Shawman&K'Rtahn mandaron para secuestrarnos a mí y a Arakosia.<br />
<br />
-Oh -dijo ella. No parecía muy afectada-. Y Arakosia es... ¿alguien que yo debería conocer?<br />
<br />
-Oh, es mi padawan. Fue... vendida, al Palacio del Dolor esta tarde -dijo amargamente.<br />
<br />
Vima parecía encantada.<br />
<br />
==Entrando en materia==<br />
<br />
-¡Vaya! ¿Y ella también sabe tocar? -preguntó con voz jubilosa.<br />
<br />
-No -sonrió Ide-. Acaba de empezar su entrenamiento. Apenas sabe manejar el sable de luz, y no ha tenido tiempo de aprender muchas cosas. Yo... la rescaté hace poco. La tenían presa.<br />
<br />
-¿Presa? -su expresión se volvió meditabunda- Curioso... ¿Y qué tipo de cosas sabe hacer?<br />
<br />
-Bueno... sabe... -Ide dudó unos segundos-. La verdad es que, por sí sola, puede apenas defenderse, y poco más. Mi tarea es de hecho convertirla en jedi -sonrió amargamente, consciente de que había usado el tiempo presente en su afirmación.<br />
<br />
-Vaya... ¿y tardarías mucho en convertirla en jedi?<br />
<br />
-Años. En el mejor de los casos -Ide tuvo una extraña sensación, al recordar el sable de luz que pendía de su cinto.<br />
<br />
-Y... ¿es importante para ti hacer eso?<br />
<br />
Ide tragó saliva y calló durante un momento.<br />
<br />
-Cómo decirlo... es... una parte de mí es ella, y lo que ella pueda llegar a ser.<br />
<br />
-Bueno, puedes quedarte en Nar Shaddaa el tiempo que consideres necesario para convertirla en jedi -dijo con expresión pensativa-. A cambio, te acogeré en mi Palacio sin coste alguno para ti.<br />
<br />
Ide sonrió y permaneció pensativo, sin responder. Sabía que Arakosia era el punto de inflexión de la conversación, el momento en el que Vima dejaría de ser amable y cálida.<br />
<br />
==Ofertas==<br />
<br />
-Bueno, piénsalo -dijo mientras se encogía de hombros.<br />
<br />
-No... bueno, siento decirte que no es posible convertirse en jedi en esas circunstancias. Es un entrenamiento igualmente espiritual y físico, y no es compatible en absoluto con la vida de un esclavo.<br />
<br />
-Oh,vaya... -parecía levemente decepcionada- Y si ella estuviera, digamos, exenta de servicio mientras dure su entrenamiento, ¿entonces podrías?<br />
<br />
-No se puede servir a la Orden Jedi y a otro señor a la vez, Vima. Como bien dijiste antes, es una vida sacrificada.<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-En fin... una lástima.<br />
<br />
Permaneció en silencio unos segundos. Cogió otro pequeño postre y se lo metió entero en la boca.<br />
<br />
-Me imaginaba que te agradaría la compra de mi aprendiz. Y entiendo que no tendrás el menor interés en vendérmela -dijo Ide como si fuera algo sin importancia.<br />
<br />
Ella hizo un ligero gesto de contrariedad.<br />
<br />
-No es eso, es que todavía no sé lo que vale... podría perder k'shii fácilmente... perdón, podría perder reputación... a veces me olvido de que no todo el mundo habla hutt.<br />
<br />
-Lo entiendo, es un término muy común. Sea como sea, me interesaría recuperarla, como te podrás imaginar.<br />
<br />
-Lo comprendo, lo comprendo -hizo un gesto apaciguador con ambas manos-. Sólo digo que aún no hemos terminado de tasarla. No puedo ponerle un precio hasta entonces, ¿comprendes? Me ariesgaría mucho.<br />
<br />
-Obviamente Arakosia no es una esclava normal. Y es capaz de hacer cosas increíbles. Pero quizás haya algo que con toda seguridad sea más útil que ella.<br />
<br />
-Seguro -dijo ella con ligereza-. Todavía estará sin pulir. Debe de haber ''cientos'' de esclavos más útiles que ella.<br />
<br />
-A lo mejor yo puedo hacer algo más útil que cualquier cosa que te pueda dar ella -comentó él.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
-¡Pero eso no va así! -dijo animadamente- La cuestión es que un esclavo hará su trabajo ''indefinidamente y sin recibir nada a cambio''. Y además sabes que cualquier inversión que hagas en él la puedes recuperar en un intervalo de tiempo sólo limitado por las necesidades biológicas del esclavo.<br />
<br />
-Sí, pero a lo mejor te compensa tener a un jedi a tu servicio en tu Hak'Un Shapp al precio de un esclavo de mediana utilidad -dijo él seriamente.<br />
<br />
==Contraofertas==<br />
<br />
Ella parecía un poco sorprendida.<br />
<br />
-Bueno, sería buena publicidad... -reflexionó- Las veces anteriores funcionó bastante bien. Y los jedi participantes casi siempre sobreviven, aunque no suelen ganar -sonrió, levemente ácida-. Sin ánimo de ofender, les falta crueldad -una mínima arruga apareció en su frente-. Pero sin tasar a tu padawan, no sé si sería un trato justo. ¿Necesitas conocer mi respuesta con premura?<br />
<br />
-Prefiero saberla libre cuanto antes mejor, pero toma el tiempo que necesites, faltaría más.<br />
<br />
-Habitualmente un par de horas suelen ser suficientes, si la colaboración es buena.<br />
<br />
-Quizás... pueda ayudarte. Verás, circula por la Holored una demostración de Arakosia que probablemente te enseñarán.<br />
<br />
-...sí? -su expresión quería decir: "y respecto a ella, quieres puntualizar que..."<br />
<br />
-¿Quizá podríamos verla ahora?<br />
<br />
-Claro. Control central, buscar video en HoloNet. Rastreo de nodo local, Nar Shaddaa; fecha y hora, últimos dos días, tema: Arakosia. Ordenar por número de visitas. Ver.<br />
<br />
Sobre la mesa se hizo un cubo de luz, al principio borroso, posteriormente fue dibujándose una habitación. Sobre la cama, Arakosia estaba desnuda y drogada, e Ide estaba a su lado.<br />
<br />
==Aclaraciones==<br />
<br />
Vima parecía muy interesada.<br />
<br />
-¡Caramba! Hubiera asegurado que era demasiado joven para relaciones sexuales extensas... -miró a su enlace informático de muñeca- y ésta es una edición de hora y media, con los mejores momentos de una grabación original, ¿''de diez horas''? -miró a Ide, con expresión entusiasmada- ¡Qué maravilla! ¿Y qué deseabas comentar?<br />
<br />
Un extraño pulso de calor recorrió la espina dorsal de Ide. Se tomó un tiempo tiempo para responder, en el cual sólo se le venía a la mente una frase: "Keel, maldita rata".<br />
<br />
-Sí... eso también. Pensaba que te ibas a encontrar primero con el vídeo de la fruta.<br />
<br />
-Es por el número de visitas, supongo. Nada atrae más que el sexo y la violencia. Probablemente el otro video no incluye sangre.<br />
<br />
-Esa noche Arakosia hizo cosas espectaculares. Y se deben principalmente a dos cosas. La primera es que la drogaron.<br />
<br />
-Pero la droga sólo levanta inhibiciones. Es de suponer que, en principio, ella sería capaz de llevar a cabo... hazañas similares sin necesidad de sustancias añadidas.<br />
<br />
-No siempre. Los estupefacientes, desde el momento en el que trasladan al individuo a un estado distinto de consciencia, pueden a veces amplificar la canalización de la Fuerza. O pueden hacer todo lo contrario.<br />
<br />
Como comprenderás, si fuera tan fácil obtener superpoderes, todos iríamos siempre por ahí con una bolsita de pastillas. Depende de la ocasión, y el contexto, las drogas pueden ser muy beneficiosas, o muy peligrosas. Lo cual me lleva al segundo factor que, en conjunción con el trance de la droga, proporcionó a Arakosia semejante habilidad.<br />
<br />
-Una conjunción de factores suelen ser malas noticias. ¿De qué se trata? ¿Ira descontrolada? ¿Abandono suicida?<br />
<br />
-Yo. Ide Kanor, su maestro y mentor. Y la devoción que siente hacia él -Ide pronunciaba severamente, con orgullo, pero sin que pareciera que estaba alardeando.<br />
<br />
-Oh, mejor. Quiero decir, ese no es un factor descontrolado. Aunque, claramente, disminuye su valor para cualquier comprador potencial... -dijo con expresión ecuánime.<br />
<br />
-Quería aclararte todo esto, para que no pensaras que te he intentado engañar cuando lo vieras -terminó Ide, juntando las manos en actitud conciliadora.<br />
<br />
-De acuerdo, lo tendremos en cuenta. ¿Deseas esperar aquí mientras tanto, o hay algún otro lugar... o algo que necesites hacer?<br />
<br />
-Pues sería muy agradable poder esperar en esta sala. Es... especialmente tranquila. A no ser que me dejes bajar a dar una vuelta por el Hak'un'Shapp -en el rostro del joven emergió una sonrisa pícara-. Tengo cierta curiosidad.<br />
<br />
Ella sonrió, con coquetería.<br />
<br />
-Bueno... está claro que no sabes exactamente de qué se trata... la mayor parte del tiempo es, como la vida misma, algo gris y aburrido. Y de repente -su voz cobró una energía vibrante- se desata un vórtice de emociones, que arrastran a sus participantes al éxtasis...<br />
<br />
Era como contemplar un volcán en sus ojos. Ide no recordaba cómo había llegado a estar tan cerca de ella. Percibió su energía en la Fuerza. Poderosa, entrenada... adaptada a su entorno, en sintonía con las sensaciones que emanaba la Luna del Contrabandista.<br />
<br />
==Déjà vu==<br />
<br />
Una sensación de ''déjà vu'' invadió a Ide. Se sentía en una especie de punto de inflexión, un punto desde el cual se puede desencadenar cualquier acontecimiento.<br />
<br />
-Parece que... -intervino Ide casi con un susurro, escudriñándola en la Fuerza- encuentras cierta armonía en el Hak'un'Shapp...<br />
<br />
El tiempo parecía fluir despacio, despacio...<br />
<br />
La miró, durante un instante, con ojos que trascendían la materia física. Había poder y habilidad, entrenados hacía mucho, oxidados bajo la costumbre de no utilizar lo aprendido, sepultados tras mucho uso inconsciente e intuitivo.<br />
<br />
-Intento... -dijo ella, con voz casi inaudible- Intento disfrutar de la armonía allá donde la encuentre...<br />
<br />
-Fluyes con la Fuerza... has sido entrenada -dijo él, extendiendo la mano como para tocar los jirones de su aura sobrenatural.<br />
<br />
Ella se estremeció en su sitio, sin decir nada. Su vello se erizó antes de que Ide lo tocara. Él dudó un segundo, y luego, lentamente, acercó su mano a la de ella. Estaba de pie, al lado de la silla en la que ella permanecía. Sin tocarla, ascendió por su brazo, como un curandero buscando energía vital, dejando que la única conexión entre ellos fuera, por poco, la Fuerza.<br />
<br />
Ella no reaccionaba con una técnica definida. Se limitaba a dejar que su cuerpo fuera atravesado por la Fuerza, sin hacer nada que no pudiera hacer de forma natural. Aceptó el toque de forma pasiva, dejándose hacer.<br />
<br />
-Pero fue hace tiempo... -añadió él, con los ojos cerrados, centrándose sólo en lo que percibía por su canal sensitivo sobrenatural. Cuando llegó al hombro, posó su mano. A través de la Fuerza le llegó, abrumadora, una sensación orgásmica. Pero ella no se movió.<br />
<br />
Sólo un suspiro hubiera permitido saber, a un observador casual, por qué sus párpados vibraban y su nuca transpiraba.<br />
<br />
Ide se giró, levantó la otra mano, y la posó sobre el otro hombro. Movió los dedos lentamente, como masajeando, limpiando el incipiente sudor que había aparecido en el cuello de ella, pero de una forma sutil y precavida. Seguía con los ojos cerrados, oyendo las reverberaciones de Vima, emitiendo su propia señal en la Fuerza para oirla reflejada en ella.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
Vima reaccionaba sin pensar. Tomó aire, y lo exhaló lentamente; cerró los ojos despacio. Estaba bajando sus defensas, Ide pudo sentir algunos de sus pensamientos al azar.<br />
<br />
"Que no se detenga, por favor, que no se detenga, lo necesito, lo necesito tanto, nadie era apropiado, todos querían mi k shii, nadie podía hacerlo como un igual, si hago algo puede arrepentirse, ojalá dejara de preguntar por la Época Oscura, quiero, quiero, oh, qué bueno. En el video no salía drogándose, pero ella tampoco, ¿podrá? ¿Podrá? Oh, por favor, que no sea de los que sólo lo hacen por amor, que no haya una regla jedi absurda, que no pase nada, que lo haga, pronto, que lo haga porque lo necesito tanto..."<br />
<br />
Él se detuvo unos segundos. Después, bajó una de sus manos un poco, colocándola al principio de sus pechos, y llevó la otra detrás, a la nuca, incrustando los dedos en su pelo. Al tiempo, se giró grácilmente y se puso en frente de ella, y, con la experiencia adquirida en los años de Galmia, en un segundo que se hizo eterno, se acercó y la besó.<br />
<br />
Ella volvió a estremecerse, una vez más.<br />
<br />
"Lo ha hecho otra vez. Y todavía estamos empezando. O eso espero. Que no acabe, por favor, que no acabe..."<br />
<br />
Pero él no se detuvo. Siguió, como en otros tiempos había hecho con su Reina, con la excitación sobrenatural que sólo sentía al unirse con otros usuarios de la Fuerza, como con Anakin, como con Arakosia el día anterior. Ide perdió la noción del tiempo. Se olvidó del Hak'un'Shapp, se nubló la visión de su objetivo, de Arakosia, de Morg, de Kurel, y durante un periodo no determinado de tiempo, sólo se permitió sentir la Fuerza, y Vima Da'Motta, la cruel emperatriz del Palacio del Dolor, ahora transformada y expuesta por la letanía de placeres que se sucedieron en la habitación.<br />
<br />
El atardecer sobre Nar Shaddaa se convirtió en noche, la noche casi en amanecer. Ninguno de los dos parecía acusar el peso del cansancio. En un momento determinado, Vima cedió voluntariamente; cuando se retiró, Ide vio sangre en la cara interna de sus muslos. Se dejó caer, agotada y feliz.<br />
<br />
==Interrupciones==<br />
<br />
Suspiró.<br />
<br />
En ese momento, Ide sintió algo extraño: sobre los cristales se notaba una extraña vibración, apenas musical...<br />
<br />
<br />
"''Arakosia''", pensó instantáneamente.<br />
<br />
"''¿Maestro? Estoy despierta, y no reconozco el lugar.''"<br />
<br />
"''No te preocupes, estás a salvo, en el Palacio del Dolor. No te pasará nada. Confía en mí.''"<br />
<br />
"''¿Debo escapar? ''Puedo'' escapar.''"<br />
<br />
"''No será necesario. Puede que si intentaras escapar fuera peor. Iré a verte en cuanto pueda, te recogeré pronto.''"<br />
<br />
"''Quieren operarme. Para instalarme algo, porque... dicen que ya han esperado demasiado. Lo van a hacer en menos de dos minutos.''"<br />
<br />
Ide pensó durante unos segundos. Fue a buscar su ropa. "''Dame un minuto. Si lo intentan, escapa.''"<br />
<br />
<br />
-Cuándo te volveré a ver -preguntó a Vima, despreocupadamente.<br />
<br />
Ella esbozó una especie de media sonrisa que transmitía una sabiduría sin edad. Su manera de moverse evidenciaba que se sentía igual de cómoda desnuda que vestida.<br />
<br />
-¿Quién sabe? -dijo con voz traviesa- Espero que pronto.<br />
<br />
-Me preguntaba... si harías algo por mí -apuntó él tímidamente. Ella rió, de buen humor.<br />
<br />
-Pregunta, hombre. Haré lo que pueda -una pequeña arruga se formó en su frente- si puedo.<br />
<br />
-Es mi antigua alumna. Me preguntaba si podías retrasar su implante. Mientras la tasas y llegamos a un acuerdo.<br />
<br />
<br />
Ella pareció un poco entristecida.<br />
<br />
-Oh, lo siento. Mi personal implanta a todo el personal en menos de quince minutos tras su compra. Norma de la casa, sabes -su expresión se dulcificó-. ¡Pero no te preocupes! Los implantes se pueden retirar fácilmente, y no dejan ninguna clase de huella o secuela.<br />
<br />
Ide observó que ella no parecía tener ningún interés en vestirse. La única prenda que recogió fue el cinturón del que pendía el sable de luz, y se lo ajustó a la cintura. Pasó la mano por delante de un sensor frente a uno de los vértices, y el hueco correspondiente al ascensor se iluminó.<br />
<br />
<br />
-¿Bajas primero? ¿O prefieres esperar aquí?<br />
<br />
-¿Esperar? -Ide levantó lo que hubiera sido una ceja.<br />
<br />
-A que termine la tasación.<br />
<br />
<br />
"''Maestro, vienen'' ahora"<br />
<br />
-Vima... -dijo, mirándola fijamente-. Llama a tu equipo de implantación. Acabo de percibir algo.<br />
<br />
==Imprevistos==<br />
<br />
Ella parecía confundida.<br />
<br />
-Pero...<br />
<br />
-Confía en mí, evitará problemas. Están... implantando a Arakosia. Ha estado inconsciente y se acaba de despertar. Y está asustada.<br />
<br />
-Yo... -algo pareció cerrarse en su mente. Volvió a subir la barrera- Está bien. Pero no desde aquí.<br />
<br />
Él dio un paso adelante, aún con la ropa en la mano.<br />
<br />
-Vima... -la miró fijamente-. Gracias. Por... por todo.<br />
<br />
Ella asintió sobriamente.<br />
<br />
-Espera aquí.<br />
<br />
"''Maestro, ya he escapado. Dime cuál es el punto de encuentro.''"<br />
<br />
-Volveré tan pronto como pueda.<br />
<br />
"''Me temo que he dañado gravemente a por lo menos dos de ellos.''"<br />
<br />
Vima sonrió.<br />
<br />
-Y te haré un buen, buen descuento en todo lo que dependa de mi k'shii... esto ha valido un buen montón de gubor... incluso se podría cobrar en sgin.<br />
<br />
"''La estructura de este hotel me ha cogido por sorpresa... al principio. Pero en realidad, me beneficia. Más de la mitad del edificio está hueca. Más espacio para mí.''"<br />
<br />
"''Quédate escondida por ahora''."<br />
<br />
Se acercó a Vima, aún mirándola.<br />
<br />
-Sabes que no lo he hecho por eso -se acercó para coger su mano-.<br />
<br />
-Ya lo sé, guapo -dijo Vima mientras guiñaba un ojo-. Era un cumplido, al estilo Nar Shaddaa.<br />
<br />
Él sonrió.<br />
<br />
-Estaré aquí, si me necesitas o si hay algún problema.<br />
<br />
-Bien. Siéntete libre de pedir cualquier cosa o servicio que desees -la expresión de su cara se volvió a un tiempo salvaje y atractiva-. Cualquier cosa... la podemos compartir cuando yo regrese.<br />
<br />
Enderezó su espalda, que crujió levemente. Se quedó parada en la sección iluminada de suelo, que bajó. Su cuerpo desnudo parecía saludar a Ide mientras desaparecía por la abertura del suelo, antes de que ésta se cerrase.<br />
<br />
==Comunicaciones==<br />
<br />
"''¿Maestro?"''<br />
<br />
"''Arakosia.''"<br />
<br />
"''A lo mejor no es el momento apropiado para preguntar esto, pero... eh... a veces confundo cosas que suceden en mis sueños con cosas que suceden en la realidad, y... no tengo muy claro si algunas de las cosas que recuerdo... son ciertas.''"<br />
<br />
"''Ah, supongo que te refieres a lo de ayer.''"<br />
<br />
"''Es que... lo que recuerdo se parece mucho a los sueños que suelo tener, pero... ahora tengo agujetas, maestro, en todo el cuerpo, y..."''<br />
<br />
''"Te drogaron. La especia roja... te introduce en un éxtasis sexual. Y te produce síndrome de abstinencia. Y... lo que recuerdas es la terapia de choque para evitar la dependencia. Decidí que... era mejor así, a usar a unos extraños."''<br />
<br />
<br />
El enlace transmitió una mezcla de sensaciones difícil de analizar, algo a lo que Ide comenzaba a acostumbrarse. Supo que luego, al meditar sobre ello, podría conocer su reacción con más precisión.<br />
<br />
<br />
''"Yo... ¿lo repetiremos?"''<br />
<br />
''"Bueno... en el Templo no... aunque... espero que esto no nos lleve a ti y a mí al Lado Oscuro...''". Ide sonrió, pero no tenía claro si era posible transmitir humor mediante los enlaces telepáticos.<br />
<br />
"''No... no lo parecía... he estado allí, y esto era... sólo me había sentido así al pelear, o en meditación profunda. He aprendido mucho, lo recuerdo. Creo... que puedo utilizar lo que he aprendido.''"<br />
<br />
"''Utiliza lo que yo te he enseñado. Lo que has aprendido tendremos que... bueno. Revisarlo. No está mal que investigues tu propia conexión con la Fuerza, pero a veces...''"<br />
<br />
<br />
Ide tuvo un flash. De Galmia. De Kwyna aprendiendo sola, con el holocrón. Se fue enseguida, pero no supo discriminar si Arakosia lo había percibido o no.<br />
<br />
<br />
"''Es mejor que lo desarrollemos un poco, tranquilamente, durante el entrenamiento.''"<br />
<br />
"''Sentí la Fuerza, maestro. Fluyendo por mi cuerpo. Fui consciente de cómo el funcionamiento de mi cuerpo interaccionaba con la Fuerza. Pocas veces me siento tan centrada... como ahora, que peleo para salvar mi vida. Estoy intentando no matar a nadie, aunque ellos están intentando matarme a mí. ¿Es eso correcto?''"<br />
<br />
"''Eh... sí. Lo importante es eliminar las sensaciones. Pensar sólo en la Fuerza.''"<br />
<br />
"''Oh, sí. Ahora estoy muy bien. Me siento... en paz...''"<br />
<br />
<br />
Ide analizó a su aprendiz, en la distancia, mediante el enlace en la Fuerza que los unía. Era... como una sucesión de tonos cristalinos, como un concierto de campanas tubulares. Irradiaba tranquilidad.<br />
<br />
<br />
"''Por cierto, maestro... no sé si es importante, pero... siento...''"<br />
<br />
<br />
Ella no se atrevía a verbalizar... algo. Sintió un lejano eco de vergüenza.<br />
<br />
<br />
''"Di, Arakosia."''<br />
<br />
''"Soy consciente de una... excitación física de mi cuerpo, en estos momentos. No sé qué hacer al respecto."''<br />
<br />
''"Es parte de los efectos de la especia roja. Me temo que es algo que tendrás que solucionar tú misma en tu escondite."''<br />
<br />
''"Sí, maestro. Creo que acabo de matar a alguien, sin querer. Ha caído por un desnivel."''<br />
<br />
''"¿Que has hecho qué?"'' Ide no sabía muy bien qué estaba pasando. ''"¿No decías que estabas escondida?".''<br />
<br />
''"En los sistemas ocultos. Pero han mandado patrullas para localizarme y dañarme. Creo que la idea es que, cuando un esclavo huye, se le hace tanto daño que éste nunca vuelve a intentarlo. Muchos de estos seres... quieren hacer eso. Por eso son un poco más descuidados."''<br />
<br />
''"¿Puedes seguir oculta?" ''Ide se dio cuenta al tiempo de lo estúpido de la pregunta. Ella había pasado toda su vida ocultándose. Era su especialidad.<br />
<br />
"''Si no tienen a nadie capaz de buscarme con la Fuerza, sí. Si tienen a alguien... depende de lo bueno que sea."''<br />
<br />
"''Quédate escondida en el edificio. Sea lo que sea, lo solucionaremos. La Fuerza nos guiará. Avísame si te ves en peligro.''"<br />
<br />
''"Sí, maestro."''<br />
<br />
<br />
Ide empezó a vestirse. Se acercó a las paredes de transpariacero, y se sentó en pose de meditación.<br />
<br />
==Visiones==<br />
<br />
No pudo concentrarse, perdía el foco constantemente. Pensaba en Arakosia saltando, corriendo y ocultándose, peleando cuando una de las patrullas daba con ella; mientras se dejaba llevar por su instinto para encontrar un lugar cómodo y seguro.<br />
<br />
Y en Vima y su posible reacción. El pánico que mostraban todos los que la conocían era un referente claro de lo que era capaz.<br />
<br />
Ide suspiró, y abrió los ojos. En el exterior, el tráfico caótico de Nar Shaddaa se desparramaba en todas direcciones desde el Palacio del Dolor. En el interior de un vehículo, hubo un movimiento violento y un resplandor; y la mitad del parabrisas se volvió roja. El vehículo hizo un extraño, y luego se reincorporó al tráfico como si no hubiera pasado nada.<br />
<br />
En una de las azoteas, dos humanoides luchaban. La sensación de distancia era engañosa, e Ide se dio cuenta de que los cristales eran del tipo "ojo de águila"; hechos de un material transparente conectado a un ordenador, que reconocía dónde se estaba mirando y modificaba su forma para aumentar el grado de detalle.<br />
<br />
Uno de los humanoides le rompió un tobillo al otro, que cayó. El otro apenas se sostenía en pie. Se alejó, arrastrándose apenas, hasta el borde del tejado, y cogió una bolsa de plástico vacía. Comenzó a llenarla de cosas que parecían pequeñas y pesadas, y de vez en cuando levantaba la bolsa con un brazo, con gesto apreciativo.<br />
<br />
Renqueó hacia el humanoide caido, que había conseguido, mientras tanto, darse la vuelta para quedar boca arriba. Hablaron un poco. De repente, el que estaba de pie movió la bolsa de plástico con una trayectoria circular, por encima de su cabeza, y luego de arriba abajo sobre el caído. Y luego lo hizo de nuevo, otra vez, y otra...<br />
<br />
Ide se sintió una punzada en el estómago. Todo parecía girar en torno al dolor y la muerte en este planeta.<br />
<br />
Volvió a cerrar los ojos para volver a intentar meditar.<br />
<br />
En esta ocasión no se dejó distraer.<br />
<br />
Ella estaba desnuda y en cuclillas sobre una delgada guía de metal, por encima de un abismo insondable. Un poco por encima de ella había una pasarela por la que se alejaba una patrulla de búsqueda. Dos de ellos querían matarla rápidamente. Los otros cuatro querían hacerle sentir muchísimo dolor, y luego capturarla. Un pequeño charco de líquido transparente se había acumulado alrededor de su pie derecho, e Ide vio que había un reguero que se podía rastrear hasta la entrepierna.</div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIIHumo y Vapor III2013-06-26T18:13:31Z<p>El Universo: /* Comunicaciones */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26aGR, 20:25 horas.'''<br />
<br />
<br />
A medida que Ide se fue acercando a la Flor Esquiva, percibió un olor apetitoso. Poco antes de llegar se hizo obvio que Delia, o quien estuviera en la cocina, no se limitaba a preparar bebidas.<br />
<br />
Casi la mitad de las mesas estaban ocupadas con sintientes cenando; y tanto Delia como Sira servían las mesas.<br />
<br />
Ide se acercó a la barra, y aprovechando un breve momento de calma, habló con Delia, la cual se había acercado a la barra.<br />
<br />
-La idea era que Sira comiera algo, no que se pusiera a trabajar... -dijo Ide con humor.<br />
<br />
-No he podido retenerla -repuso Delia con una sonrisa-. Supongo que no está acostumbrada a permanecer quieta mientras los demás trabajan a su alrededor...<br />
<br />
Sira se aproximó a la barra, e inclinó la cabeza respetuosamente cuando vio a Ide. No dijo nada.<br />
<br />
-Yo pensaba que querrías comer algo... pero parece que has decidido echarle una mano a Delia -dijo, sonriendo-. Lo que te haga más feliz. -Miró a Delia-. ¿Crees que puede quedarse contigo, o levantará sospechas? No se me ocurre un lugar seguro donde pueda estar, mientras resuelvo... lo que tengo pendiente aquí.<br />
<br />
-Puede quedarse, desde luego... todo el mundo pensará que Vima me ha puesto un refuerzo, o que pronto va a reemplazarme... pero si me voy pronto de Nar Shaddaa, nada de eso importará -dijo, mientras posaba una mirada de desesperación contenida sobre Ide.<br />
<br />
-Vima me ha invitado a cenar. De hecho, debería notificar que estoy aquí de alguna forma, creo que me iban a avisar.<br />
<br />
Los ojos de Delia se abrieron considerablemente. Un pánico primordial creció en ella, sólo para ser ahogado por una férrea fuerza de voluntad. Con voz muy controlada dijo:<br />
<br />
-Si... quieres alejar la atención de Sira, será mejor que no llames desde aquí.<br />
<br />
-Cierto, cómo he podido ser tan tonto.<br />
<br />
No lo dijo, pero intuyó que el horror de Delia no se debía sólo a la posible sospecha que podría levantar.<br />
<br />
-Me iré a una de los balcones de las zonas de descanso -apuntó, mientras se levantaba del asiento-. Espero que sigáis bien por aquí. Si te enteras de algo sobre... bueno, él, avísame. Sira tiene mi número de comunicador.<br />
<br />
-Lo haré -su expresión parecía muy angustiada-. Ten mucho cuidado.<br />
<br />
-No te preocupes, sé cuidarme -dijo con una sonrisa, y salió del bar.<br />
<br />
==Contacto==<br />
<br />
Cuando llegó a uno de las zonas de descanso de las plantas intermedias avisó a la recepción de que estaba allí mediante uno de los terminales disponibles. Cuando lo hubo hecho, se acercó a una de las ventanas de transpariacero. No debían tardar mucho en avisar, ya era casi la hora de la cena.<br />
<br />
Efectivamente, la terminal se iluminó en menos de diez segundos. Apareció una figura humanoide, que no hizo sino decir: "Espere, por favor. Alguien llegará para acompañarlo en breve."<br />
<br />
No habían transcurrido ni cinco minutos cuando apareció de nuevo el mismo hombre bien vestido que le había recibido cuando bajó de su nave la última vez. Se inclinó cortésmente a modo de saludo.<br />
<br />
-¿Desea que le indique el camino a la Joya Gloriosa, señor?<br />
<br />
-Si es tan amable -respondió educadamente Ide.<br />
<br />
-Acompáñeme, por favor.<br />
<br />
Recorrieron un camino corto y estéticamente agradable, que incluía un par de turboascensores muy bien decorados; y en breve la vista que se apreciaba por las ventanas se volvió espectacular. Desde la parte superior del Palacio del Dolor el paisaje abarcaba una porción considerable de Nar Shaddaa, que, dada su heterogeneidad arquitectónica, daba la impresión de un todo homogéneo armonioso que se rompía en millones de detalles aparentemente incongruentes; como una gigantesca escultura fractal.<br />
<br />
Al parecer, la Joya Gloriosa ocupaba la última planta del Palacio. Era una estancia relativamente íntima, de unos cuatro por cuatro metros, a la que se accedía por un ascensor de dos plazas desde la planta inmediatamente inferior. Apenas tenía mobiliario.<br />
<br />
Una mesa, y dos sillas una frente a otra. En la mesa brillaba un candelabro, con cinco velas ardiendo suavemente; y en una de las sillas había una mujer que no aparentaba más de veinte años, vestía una camisa sencilla y bebía agua de una copa de cristal; mientras miraba atentamente por la ventana.<br />
<br />
Ide esperó a que ella hablara. Cuando lo hizo, fue con una voz cristalina y bien modulada. Ide no pudo evitar pensar que era espléndida voz de soprano.<br />
<br />
-Buenas noches -dijo mientras sonreía cálidamente-. Soy Vima Da'Motta. Tome asiento, por favor, si antes no desea disfrutar de las vistas.<br />
<br />
-Gracias, señora Da'Motta. Hay que reconocer que la Joya Gloriosa ofrece una vista privilegiada de Nar Shadda. Tiene usted un hermoso hotel.<br />
<br />
-Si lo desea, puede tutearme -repuso, mientras se encogía levemente de hombros-. Francamente, nunca le he dado mucha importancia al protocolo.<br />
<br />
-La verdad es que me resulta algo extraño hablar de usted a alguien tan joven -Ide mantuvo el tono afable, pero lo que le resultaba verdaderamente extraño era pensar que Vima Da'Motta tuviera una cara amable -.Llámame Ide, pues.<br />
<br />
Sonrió aún más ampliamente. Durante unos segundos parecía que no sabía qué decir.<br />
<br />
-Excelente. ¿Tienes ganas de cenar algo ligero, o prefieres algo más consistente?<br />
<br />
-No suelo cenar mucho. Comer mucho por las noches no me deja dormir bien.<br />
<br />
-Algo ligero, entonces... ¿comida calamariana?<br />
<br />
-No he tenido el gusto antes. Confío en tu buen gusto.<br />
<br />
-Pescado, una especie de galletas de algas... espero que te guste.<br />
<br />
Una sección circular de la mesa se abrió frente a ellos dos, y apareció un plato de algo que parecía ensalada de pescado, y que olía deliciosamente.<br />
<br />
-¡Al ataque! -dijo Vima, mientras cogía el tenedor. Se detuvo de repente, mientras miraba a Ide- Ah... ¿los jedi tenéis alguna costumbre especial para antes de comer, una oración o algo?<br />
<br />
-Oh, no, en absoluto. La Fuerza no necesita alabanzas ni consagraciones -sonrió, y cogió su tenedor.<br />
<br />
Vima parecía aliviada.<br />
<br />
-Oh, bien -dijo mientras pinchaba la ensalada. Ide comió, esperando que ella hablara.<br />
<br />
==Sorpresas==<br />
<br />
Durante unos minutos, ella no hizo sino comer y observar a Ide con curiosidad. Ide pudo oir una música, en el límite de lo audible, algo parecido a ópera. Ella pareció darse cuenta al mismo tiempo que Ide.<br />
<br />
-Sabes, la música cantada sin acompañamiento musical es una de las artes universales -dijo con voz animada-. Junto a la pictografía y la danza, creo. Luego los eruditos debaten sobre si la percusión debería ser considerada universal... y la narrativa, claro -hizo un gesto juguetón-. Siempre están debatiendo sobre la universalidad de la narrativa, y peleándose con los lingüistas.<br />
<br />
-Soy más una persona de ciencias que de humanidades, he de reconocer. No soy tan docto en estos temas... sin embargo aprendí de pequeño a tocar. Es el único arte al cual me encuentro vinculado.<br />
<br />
Ella parecía encantada.<br />
<br />
-¡Oh, es fantástico! Yo misma también aprecio mucho la música. El baile también, claro -hizo un gesto descuidado-, pero no tengo una verdadera base teórica para poder apreciarlo apropiadamente.<br />
<br />
-¿Tocas algún instrumento?<br />
<br />
-Canto -dijo mientras sonreía pícaramente-. Lo que suena, lo canté yo -dijo mientras se ruborizaba ligeramente-. Es... un descuido por parte de mi mayordomo. Ahora parece que quiero alardear o algo...<br />
<br />
-En absoluto. No es alardear mostrar cuando es apropiado aquello que uno sabe. La humildad extrema es casi tan mala como el orgullo descarado -se paró unos segundos-. Me gustaría oirte cantar.<br />
<br />
Ella se ruborizó.<br />
<br />
-Oh, no podría... -se quedó mirando a Ide unos segundos, como pidiéndole permiso.<br />
<br />
-Si ayuda, puedo cambiarte una pieza de mi flauta por una obra cantada por ti.<br />
<br />
-Bueno, bien... Entonces voy a levantarme.<br />
<br />
Se puso en pie despacio, e Ide pudo observar que no era muy alta ni robusta. Parecía una especie de muchacho, aunque algo en su complexión le recordaba a los padawan del templo.<br />
<br />
Y de su cadera derecha colgaba un sable de luz.<br />
<br />
==Intercambios==<br />
<br />
Cerró los ojos, e inspiró profundamente dos o tres veces. Cantó una nota, como para afinarse; y luego comenzó a cantar.<br />
<br />
Espectacularmente. La pieza, cantada a capella, estaba en un idioma que Ide no reconoció, pero la complejidad técnica no le pasó desapercibida. Posteriormente, fue la expresividad de la voz lo que le llamó la atención. Algo dentro de él no estaba preparado por completo para la avalancha de ternura que se derramaba en cada nota, para la lucha que se denotaba tras cada cambio repentino de registro.<br />
<br />
Acabó, de una forma que se asemejaba mucho al principio. De alguna forma, Ide percibió al final una riqueza de matices que no había notado la primera vez.<br />
<br />
Ella suspiró profundamente. Abrió los ojos de nuevo.<br />
<br />
-¿Te ha gustado?<br />
<br />
-Ha sido... inesperadamente hermoso y emotivo. Una bella ejecución, sí señor.<br />
<br />
Sonrió de nuevo. Parecía acalorada. Parecía incapaz de hablar. Se sentó despacio.<br />
<br />
-Muchas gracias -dijo con un hilo de voz.<br />
<br />
-Ha sido toda una grata sorpresa, sí señor. Reconozco que no esperaba encontrar esto esta noche.<br />
<br />
Ella enarcó una ceja, mientras miraba divertida a Ide.<br />
<br />
-Bueno, pensaba que me querías para hablar... no sé, de negocios, o algo parecido -sonrió ligeramente-. No esperaba encontrarme hablando de arte y música contigo.<br />
<br />
-Bueno -dijo con voz jocosa-, es un poco rudo, incluso aquí en el borde medio, ponerse a hablar de negocios en cuanto se sienta uno a la mesa...<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Creo que me toca... aunque sea poco apropiado. No sé si estaré a la altura.<br />
<br />
-Por favor -dijo ella con una ternura que no parecía fuera de lugar.<br />
<br />
Ide se levantó y se separó un poco de la mesa. Sacó su flauta, guardada en el estuche. Dejó la caja sobre la silla y la montó suavemente, sin prisa. Cuando estuvo armada, miró a Vima, y sonrió otra vez. Se colocó erguido, como si estuviera en un recital de verdad. Cerró los ojos, y se rindió a las ondulaciones de la Fuerza, como siempre que hacía cuando producía música.<br />
<br />
Comenzó la ejecución con un pasaje sencillo, de poca dificultad técnica pero que transmitía mucha emotividad. De alguna forma, toda su preocupación y su sentido del deber se podían percibir tras la melodía. A medida que se relajaba, sintió como la Fuerza lo inspiraba, complicando el pasaje principal, guiándolo en trémolos y escalas que se enlazaban sin que él mismo supiera muy bien cómo enlazarlas, hasta el último momento. Y enlazaban bien. De repente, Ide se dio cuenta de que había terminado.<br />
<br />
Vima aplaudía muy contenta:<br />
<br />
-¡Eso ha estado muy bien! ¿Todos los jedi saben tocar tan bien como tú, o es un talento singular tuyo?<br />
<br />
==Charla sobre jedi==<br />
<br />
-Bueno, todos los jedi saben hacer algunas cosas bastante bien, cuando se sintonizan con la Fuerza. Yo tuve esa bendición desde pequeño. No sirve para el combate, pero me proporciona momentos muy hermosos.<br />
<br />
-El combate está sobrevalorado -dijo ella con una breve carcajada-. ¡El combate es de bárbaros! -añadió, divertida- ¿No has pensado en dedicarte exclusivamente a la música?<br />
<br />
-No soy tan bueno... y en cualquier caso, ser jedi es un trabajo muy satisfactorio. Aunque tu especialidad no sea el combate -sonrió.<br />
<br />
-Satisfactorio y sacrificado, según tengo entendido.<br />
<br />
-No es un sacrificio lo que se ofrece de buena voluntad. Si lo miras así, somos todos voluntarios.<br />
<br />
-Bueno, si le explican a uno con todo lujo de detalles lo que podría pasar, supongo que sí. No es -dijo con voz inocente- como si adoctrinaran lactantes o algo.<br />
<br />
-Entramos... bueno... se suele entrar muy joven en el Templo. Pero no se obliga a nadie. Se entrena a los seres sensibles a la Fuerza, y según su evolución se les entrena como jedis, o se les enseña otro oficio en el que sus habilidades puedan ser útiles. Supongo que no es una demostración formal, pero no debe ser tan malo: para los chicos es todo un orgullo ser seleccionados como padawan -por un corto instante, a Ide se le torció la sonrisa, al recordar la fiesta de despedida que sus compañeros dieron a Arakosia.<br />
<br />
-Comprendo -dijo con voz reflexiva-. Y, si no es molestia preguntar, ¿qué hace un jedi tan agradable en Nar Shaddaa?<br />
<br />
==La vida en Nar Shaddaa==<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la consciencia de Ide. Recordó con quién estaba hablando, y el nombre de esta persona tan amable que le había invitado a cenar.<br />
<br />
-Buscar algo que se me ha perdido -dijo afablemente-. Reconozco que no es el sitio más... compatible con nuestras creencias y principios.<br />
<br />
-Debe de ser duro -dijo ella.<br />
<br />
-No creo que vivir en Nar Shaddaa sea fácil para nadie, si me permites la observación.<br />
<br />
-No lo es -dijo, con una súbita dureza-. Para nadie. Ni para los hutt.<br />
<br />
-Estoy seguro. He tenido la oportunidad de conocer a algunos, incluso de forma algo más personal. Siempre me ha dado la impresión de que toda la crueldad de este mundo proviene de un sencillo principio... ''matar o morir''.<br />
<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-De alguna forma... o algo peor -pareció reflexionar un instante-. Un rival muerto... está simplemente muerto. Otro vendrá a ocupar su lugar, y la lucha te habrá debilitado. Si quieres sobrevivir, tienes que esclavizar a tus rivales. Así, no sólo dejan de amenazarte, sino que trabajan para ti -reflexionó un instante-. Por supuesto, sería mejor convertirlos en aliados... pero en Nar Shaddaa no existe esa posibilidad.<br />
<br />
-Es quizá eso lo que me desconcierta y desconsuela a partes iguales -dijo el jedi con una mueca-. Sin embargo...<br />
<br />
-¿Sí?<br />
<br />
-Tú... no pareces pertenecer a este mundo -dijo Ide, con un uso consciente del verbo parecer-. Esta sala, este hotel, a ratos. Esta cena.<br />
<br />
-Bueno, no soy de aquí. Llegué cuando tenía más de treinta años -escrutó la expresión de sorpresa de Ide-. Supongo que no aparento mi edad.<br />
<br />
-En absoluto. Lo mostré claramente en mi segundo comentario de esta noche.<br />
<br />
-Pensé que era una frase de cortesía -dijo mientras sonreía.<br />
<br />
-No hace falta mentir para ser cortés -añadió el.<br />
<br />
-Bueno, supongo que podría haber algunas especies en la galaxia que me consideraran joven... -su cara se volvió reflexiva- ...aunque no me imagino cuáles podrían ser.<br />
<br />
-¿Y a qué te dedicabas antes, no es mucho preguntar?<br />
<br />
-Pues, hasta los doce años fui ayudante de laboratorio de mi madre. Ella fue una científica arkaniana de bastante éxito, sabes... y un poco paranoica. En cuanto tuve edad para ello, me dediqué a asistirla.<br />
<br />
-Y acabaste en Nar Shadda dirigiendo el Palacio del Dolor. No es una carrera científica estándar, eso está claro.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
==Historia antigua==<br />
<br />
-Poco después de mi decimosegundo cumpleaños, fui secuestrada. Veinte años más tarde llegué aquí -sonrió amargamente, como recordando un pasado poco agradable-. En ese momento, sólo buscaba un sitio donde esconderme. Pensé que me iría pronto de aquí, que volvería con mi madre.<br />
<br />
No dijo nada más. Su expresión mostraba un dolor a duras penas contenido. Por un momento, Ide no supo qué decir.<br />
<br />
-Esto confirma mi teoría. Nar Shaddaa no acoge a nadie con los brazos abiertos -sonrió-. No creo que haya más bárbaros que en Coruscant. Es sólo que el sistema de aquí los beneficia, en cierto sentido.<br />
<br />
-Toda la población local, o al menos todos menos uno, de un grupo de diez mil; está dispuesta a traicionar a alguien por una mínima mejora de su calidad de vida. Y el uno restante, si lo encuentras, habrá llegado a su edad actual por pura suerte -se rio brevemente-. Eso, o se acaba de bajar de la astronave.<br />
<br />
-Que lo hagan no quiere decir que deseen hacerlo. Puede que sea el único camino que conozcan. O eso, o que yo he tenido mucha suerte.<br />
En el centro de la mesa apareció una bandeja donde se alineaban, sin orden aparente, muchos tipos distintos de dulces, calientes y fríos. Sin embarazo alguno, Vima cogió uno caliente, le sopló y devoró la mitad de un bocado.<br />
<br />
-Esta mañana -continuó Ide, acercando su mano a algo que parecía un pastelito de crema- conocí a un pequeño alienígena, un chadra-fan que se llamaba Tilikit.<br />
<br />
-Mmm... muy bien -murmuró-. Maldición, me he quemado.<br />
<br />
Ide sonrió ligeramente, como pidiendo permiso para continuar. Ella hizo un gesto con la mano, mientras bebía un sorbo de agua.<br />
<br />
-No era nadie. Salí de un negocio, y me preguntó si necesitaba ayuda. A cambio sólo me pidió que lo llevara a mi planeta -Ide se detuvo unos instantes, como rememorando aquello.<br />
<br />
-Intentaba engañarte -dijo ella rápidamente-. En Nar Shaddaa, si alguien se acerca a alguien, es para comerciar o engañarlo.<br />
<br />
-No he tenido oportunidad de comprobarlo. Murió defendiendo a la esclava que pilotaba mi nave, cuando me atacaron unos mercenarios que Shawman&K'Rtahn mandaron para secuestrarnos a mí y a Arakosia.<br />
<br />
-Oh -dijo ella. No parecía muy afectada-. Y Arakosia es... ¿alguien que yo debería conocer?<br />
<br />
-Oh, es mi padawan. Fue... vendida, al Palacio del Dolor esta tarde -dijo amargamente.<br />
<br />
Vima parecía encantada.<br />
<br />
==Entrando en materia==<br />
<br />
-¡Vaya! ¿Y ella también sabe tocar? -preguntó con voz jubilosa.<br />
<br />
-No -sonrió Ide-. Acaba de empezar su entrenamiento. Apenas sabe manejar el sable de luz, y no ha tenido tiempo de aprender muchas cosas. Yo... la rescaté hace poco. La tenían presa.<br />
<br />
-¿Presa? -su expresión se volvió meditabunda- Curioso... ¿Y qué tipo de cosas sabe hacer?<br />
<br />
-Bueno... sabe... -Ide dudó unos segundos-. La verdad es que, por sí sola, puede apenas defenderse, y poco más. Mi tarea es de hecho convertirla en jedi -sonrió amargamente, consciente de que había usado el tiempo presente en su afirmación.<br />
<br />
-Vaya... ¿y tardarías mucho en convertirla en jedi?<br />
<br />
-Años. En el mejor de los casos -Ide tuvo una extraña sensación, al recordar el sable de luz que pendía de su cinto.<br />
<br />
-Y... ¿es importante para ti hacer eso?<br />
<br />
Ide tragó saliva y calló durante un momento.<br />
<br />
-Cómo decirlo... es... una parte de mí es ella, y lo que ella pueda llegar a ser.<br />
<br />
-Bueno, puedes quedarte en Nar Shaddaa el tiempo que consideres necesario para convertirla en jedi -dijo con expresión pensativa-. A cambio, te acogeré en mi Palacio sin coste alguno para ti.<br />
<br />
Ide sonrió y permaneció pensativo, sin responder. Sabía que Arakosia era el punto de inflexión de la conversación, el momento en el que Vima dejaría de ser amable y cálida.<br />
<br />
==Ofertas==<br />
<br />
-Bueno, piénsalo -dijo mientras se encogía de hombros.<br />
<br />
-No... bueno, siento decirte que no es posible convertirse en jedi en esas circunstancias. Es un entrenamiento igualmente espiritual y físico, y no es compatible en absoluto con la vida de un esclavo.<br />
<br />
-Oh,vaya... -parecía levemente decepcionada- Y si ella estuviera, digamos, exenta de servicio mientras dure su entrenamiento, ¿entonces podrías?<br />
<br />
-No se puede servir a la Orden Jedi y a otro señor a la vez, Vima. Como bien dijiste antes, es una vida sacrificada.<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-En fin... una lástima.<br />
<br />
Permaneció en silencio unos segundos. Cogió otro pequeño postre y se lo metió entero en la boca.<br />
<br />
-Me imaginaba que te agradaría la compra de mi aprendiz. Y entiendo que no tendrás el menor interés en vendérmela -dijo Ide como si fuera algo sin importancia.<br />
<br />
Ella hizo un ligero gesto de contrariedad.<br />
<br />
-No es eso, es que todavía no sé lo que vale... podría perder k'shii fácilmente... perdón, podría perder reputación... a veces me olvido de que no todo el mundo habla hutt.<br />
<br />
-Lo entiendo, es un término muy común. Sea como sea, me interesaría recuperarla, como te podrás imaginar.<br />
<br />
-Lo comprendo, lo comprendo -hizo un gesto apaciguador con ambas manos-. Sólo digo que aún no hemos terminado de tasarla. No puedo ponerle un precio hasta entonces, ¿comprendes? Me ariesgaría mucho.<br />
<br />
-Obviamente Arakosia no es una esclava normal. Y es capaz de hacer cosas increíbles. Pero quizás haya algo que con toda seguridad sea más útil que ella.<br />
<br />
-Seguro -dijo ella con ligereza-. Todavía estará sin pulir. Debe de haber ''cientos'' de esclavos más útiles que ella.<br />
<br />
-A lo mejor yo puedo hacer algo más útil que cualquier cosa que te pueda dar ella -comentó él.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
-¡Pero eso no va así! -dijo animadamente- La cuestión es que un esclavo hará su trabajo ''indefinidamente y sin recibir nada a cambio''. Y además sabes que cualquier inversión que hagas en él la puedes recuperar en un intervalo de tiempo sólo limitado por las necesidades biológicas del esclavo.<br />
<br />
-Sí, pero a lo mejor te compensa tener a un jedi a tu servicio en tu Hak'Un Shapp al precio de un esclavo de mediana utilidad -dijo él seriamente.<br />
<br />
==Contraofertas==<br />
<br />
Ella parecía un poco sorprendida.<br />
<br />
-Bueno, sería buena publicidad... -reflexionó- Las veces anteriores funcionó bastante bien. Y los jedi participantes casi siempre sobreviven, aunque no suelen ganar -sonrió, levemente ácida-. Sin ánimo de ofender, les falta crueldad -una mínima arruga apareció en su frente-. Pero sin tasar a tu padawan, no sé si sería un trato justo. ¿Necesitas conocer mi respuesta con premura?<br />
<br />
-Prefiero saberla libre cuanto antes mejor, pero toma el tiempo que necesites, faltaría más.<br />
<br />
-Habitualmente un par de horas suelen ser suficientes, si la colaboración es buena.<br />
<br />
-Quizás... pueda ayudarte. Verás, circula por la Holored una demostración de Arakosia que probablemente te enseñarán.<br />
<br />
-...sí? -su expresión quería decir: "y respecto a ella, quieres puntualizar que..."<br />
<br />
-¿Quizá podríamos verla ahora?<br />
<br />
-Claro. Control central, buscar video en HoloNet. Rastreo de nodo local, Nar Shaddaa; fecha y hora, últimos dos días, tema: Arakosia. Ordenar por número de visitas. Ver.<br />
<br />
Sobre la mesa se hizo un cubo de luz, al principio borroso, posteriormente fue dibujándose una habitación. Sobre la cama, Arakosia estaba desnuda y drogada, e Ide estaba a su lado.<br />
<br />
==Aclaraciones==<br />
<br />
Vima parecía muy interesada.<br />
<br />
-¡Caramba! Hubiera asegurado que era demasiado joven para relaciones sexuales extensas... -miró a su enlace informático de muñeca- y ésta es una edición de hora y media, con los mejores momentos de una grabación original, ¿''de diez horas''? -miró a Ide, con expresión entusiasmada- ¡Qué maravilla! ¿Y qué deseabas comentar?<br />
<br />
Un extraño pulso de calor recorrió la espina dorsal de Ide. Se tomó un tiempo tiempo para responder, en el cual sólo se le venía a la mente una frase: "Keel, maldita rata".<br />
<br />
-Sí... eso también. Pensaba que te ibas a encontrar primero con el vídeo de la fruta.<br />
<br />
-Es por el número de visitas, supongo. Nada atrae más que el sexo y la violencia. Probablemente el otro video no incluye sangre.<br />
<br />
-Esa noche Arakosia hizo cosas espectaculares. Y se deben principalmente a dos cosas. La primera es que la drogaron.<br />
<br />
-Pero la droga sólo levanta inhibiciones. Es de suponer que, en principio, ella sería capaz de llevar a cabo... hazañas similares sin necesidad de sustancias añadidas.<br />
<br />
-No siempre. Los estupefacientes, desde el momento en el que trasladan al individuo a un estado distinto de consciencia, pueden a veces amplificar la canalización de la Fuerza. O pueden hacer todo lo contrario.<br />
<br />
Como comprenderás, si fuera tan fácil obtener superpoderes, todos iríamos siempre por ahí con una bolsita de pastillas. Depende de la ocasión, y el contexto, las drogas pueden ser muy beneficiosas, o muy peligrosas. Lo cual me lleva al segundo factor que, en conjunción con el trance de la droga, proporcionó a Arakosia semejante habilidad.<br />
<br />
-Una conjunción de factores suelen ser malas noticias. ¿De qué se trata? ¿Ira descontrolada? ¿Abandono suicida?<br />
<br />
-Yo. Ide Kanor, su maestro y mentor. Y la devoción que siente hacia él -Ide pronunciaba severamente, con orgullo, pero sin que pareciera que estaba alardeando.<br />
<br />
-Oh, mejor. Quiero decir, ese no es un factor descontrolado. Aunque, claramente, disminuye su valor para cualquier comprador potencial... -dijo con expresión ecuánime.<br />
<br />
-Quería aclararte todo esto, para que no pensaras que te he intentado engañar cuando lo vieras -terminó Ide, juntando las manos en actitud conciliadora.<br />
<br />
-De acuerdo, lo tendremos en cuenta. ¿Deseas esperar aquí mientras tanto, o hay algún otro lugar... o algo que necesites hacer?<br />
<br />
-Pues sería muy agradable poder esperar en esta sala. Es... especialmente tranquila. A no ser que me dejes bajar a dar una vuelta por el Hak'un'Shapp -en el rostro del joven emergió una sonrisa pícara-. Tengo cierta curiosidad.<br />
<br />
Ella sonrió, con coquetería.<br />
<br />
-Bueno... está claro que no sabes exactamente de qué se trata... la mayor parte del tiempo es, como la vida misma, algo gris y aburrido. Y de repente -su voz cobró una energía vibrante- se desata un vórtice de emociones, que arrastran a sus participantes al éxtasis...<br />
<br />
Era como contemplar un volcán en sus ojos. Ide no recordaba cómo había llegado a estar tan cerca de ella. Percibió su energía en la Fuerza. Poderosa, entrenada... adaptada a su entorno, en sintonía con las sensaciones que emanaba la Luna del Contrabandista.<br />
<br />
==Déjà vu==<br />
<br />
Una sensación de ''déjà vu'' invadió a Ide. Se sentía en una especie de punto de inflexión, un punto desde el cual se puede desencadenar cualquier acontecimiento.<br />
<br />
-Parece que... -intervino Ide casi con un susurro, escudriñándola en la Fuerza- encuentras cierta armonía en el Hak'un'Shapp...<br />
<br />
El tiempo parecía fluir despacio, despacio...<br />
<br />
La miró, durante un instante, con ojos que trascendían la materia física. Había poder y habilidad, entrenados hacía mucho, oxidados bajo la costumbre de no utilizar lo aprendido, sepultados tras mucho uso inconsciente e intuitivo.<br />
<br />
-Intento... -dijo ella, con voz casi inaudible- Intento disfrutar de la armonía allá donde la encuentre...<br />
<br />
-Fluyes con la Fuerza... has sido entrenada -dijo él, extendiendo la mano como para tocar los jirones de su aura sobrenatural.<br />
<br />
Ella se estremeció en su sitio, sin decir nada. Su vello se erizó antes de que Ide lo tocara. Él dudó un segundo, y luego, lentamente, acercó su mano a la de ella. Estaba de pie, al lado de la silla en la que ella permanecía. Sin tocarla, ascendió por su brazo, como un curandero buscando energía vital, dejando que la única conexión entre ellos fuera, por poco, la Fuerza.<br />
<br />
Ella no reaccionaba con una técnica definida. Se limitaba a dejar que su cuerpo fuera atravesado por la Fuerza, sin hacer nada que no pudiera hacer de forma natural. Aceptó el toque de forma pasiva, dejándose hacer.<br />
<br />
-Pero fue hace tiempo... -añadió él, con los ojos cerrados, centrándose sólo en lo que percibía por su canal sensitivo sobrenatural. Cuando llegó al hombro, posó su mano. A través de la Fuerza le llegó, abrumadora, una sensación orgásmica. Pero ella no se movió.<br />
<br />
Sólo un suspiro hubiera permitido saber, a un observador casual, por qué sus párpados vibraban y su nuca transpiraba.<br />
<br />
Ide se giró, levantó la otra mano, y la posó sobre el otro hombro. Movió los dedos lentamente, como masajeando, limpiando el incipiente sudor que había aparecido en el cuello de ella, pero de una forma sutil y precavida. Seguía con los ojos cerrados, oyendo las reverberaciones de Vima, emitiendo su propia señal en la Fuerza para oirla reflejada en ella.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
Vima reaccionaba sin pensar. Tomó aire, y lo exhaló lentamente; cerró los ojos despacio. Estaba bajando sus defensas, Ide pudo sentir algunos de sus pensamientos al azar.<br />
<br />
"Que no se detenga, por favor, que no se detenga, lo necesito, lo necesito tanto, nadie era apropiado, todos querían mi k shii, nadie podía hacerlo como un igual, si hago algo puede arrepentirse, ojalá dejara de preguntar por la Época Oscura, quiero, quiero, oh, qué bueno. En el video no salía drogándose, pero ella tampoco, ¿podrá? ¿Podrá? Oh, por favor, que no sea de los que sólo lo hacen por amor, que no haya una regla jedi absurda, que no pase nada, que lo haga, pronto, que lo haga porque lo necesito tanto..."<br />
<br />
Él se detuvo unos segundos. Después, bajó una de sus manos un poco, colocándola al principio de sus pechos, y llevó la otra detrás, a la nuca, incrustando los dedos en su pelo. Al tiempo, se giró grácilmente y se puso en frente de ella, y, con la experiencia adquirida en los años de Galmia, en un segundo que se hizo eterno, se acercó y la besó.<br />
<br />
Ella volvió a estremecerse, una vez más.<br />
<br />
"Lo ha hecho otra vez. Y todavía estamos empezando. O eso espero. Que no acabe, por favor, que no acabe..."<br />
<br />
Pero él no se detuvo. Siguió, como en otros tiempos había hecho con su Reina, con la excitación sobrenatural que sólo sentía al unirse con otros usuarios de la Fuerza, como con Anakin, como con Arakosia el día anterior. Ide perdió la noción del tiempo. Se olvidó del Hak'un'Shapp, se nubló la visión de su objetivo, de Arakosia, de Morg, de Kurel, y durante un periodo no determinado de tiempo, sólo se permitió sentir la Fuerza, y Vima Da'Motta, la cruel emperatriz del Palacio del Dolor, ahora transformada y expuesta por la letanía de placeres que se sucedieron en la habitación.<br />
<br />
El atardecer sobre Nar Shaddaa se convirtió en noche, la noche casi en amanecer. Ninguno de los dos parecía acusar el peso del cansancio. En un momento determinado, Vima cedió voluntariamente; cuando se retiró, Ide vio sangre en la cara interna de sus muslos. Se dejó caer, agotada y feliz.<br />
<br />
==Interrupciones==<br />
<br />
Suspiró.<br />
<br />
En ese momento, Ide sintió algo extraño: sobre los cristales se notaba una extraña vibración, apenas musical...<br />
<br />
<br />
"''Arakosia''", pensó instantáneamente.<br />
<br />
"''¿Maestro? Estoy despierta, y no reconozco el lugar.''"<br />
<br />
"''No te preocupes, estás a salvo, en el Palacio del Dolor. No te pasará nada. Confía en mí.''"<br />
<br />
"''¿Debo escapar? ''Puedo'' escapar.''"<br />
<br />
"''No será necesario. Puede que si intentaras escapar fuera peor. Iré a verte en cuanto pueda, te recogeré pronto.''"<br />
<br />
"''Quieren operarme. Para instalarme algo, porque... dicen que ya han esperado demasiado. Lo van a hacer en menos de dos minutos.''"<br />
<br />
Ide pensó durante unos segundos. Fue a buscar su ropa. "''Dame un minuto. Si lo intentan, escapa.''"<br />
<br />
<br />
-Cuándo te volveré a ver -preguntó a Vima, despreocupadamente.<br />
<br />
Ella esbozó una especie de media sonrisa que transmitía una sabiduría sin edad. Su manera de moverse evidenciaba que se sentía igual de cómoda desnuda que vestida.<br />
<br />
-¿Quién sabe? -dijo con voz traviesa- Espero que pronto.<br />
<br />
-Me preguntaba... si harías algo por mí -apuntó él tímidamente. Ella rió, de buen humor.<br />
<br />
-Pregunta, hombre. Haré lo que pueda -una pequeña arruga se formó en su frente- si puedo.<br />
<br />
-Es mi antigua alumna. Me preguntaba si podías retrasar su implante. Mientras la tasas y llegamos a un acuerdo.<br />
<br />
<br />
Ella pareció un poco entristecida.<br />
<br />
-Oh, lo siento. Mi personal implanta a todo el personal en menos de quince minutos tras su compra. Norma de la casa, sabes -su expresión se dulcificó-. ¡Pero no te preocupes! Los implantes se pueden retirar fácilmente, y no dejan ninguna clase de huella o secuela.<br />
<br />
Ide observó que ella no parecía tener ningún interés en vestirse. La única prenda que recogió fue el cinturón del que pendía el sable de luz, y se lo ajustó a la cintura. Pasó la mano por delante de un sensor frente a uno de los vértices, y el hueco correspondiente al ascensor se iluminó.<br />
<br />
<br />
-¿Bajas primero? ¿O prefieres esperar aquí?<br />
<br />
-¿Esperar? -Ide levantó lo que hubiera sido una ceja.<br />
<br />
-A que termine la tasación.<br />
<br />
<br />
"''Maestro, vienen'' ahora"<br />
<br />
-Vima... -dijo, mirándola fijamente-. Llama a tu equipo de implantación. Acabo de percibir algo.<br />
<br />
==Imprevistos==<br />
<br />
Ella parecía confundida.<br />
<br />
-Pero...<br />
<br />
-Confía en mí, evitará problemas. Están... implantando a Arakosia. Ha estado inconsciente y se acaba de despertar. Y está asustada.<br />
<br />
-Yo... -algo pareció cerrarse en su mente. Volvió a subir la barrera- Está bien. Pero no desde aquí.<br />
<br />
Él dio un paso adelante, aún con la ropa en la mano.<br />
<br />
-Vima... -la miró fijamente-. Gracias. Por... por todo.<br />
<br />
Ella asintió sobriamente.<br />
<br />
-Espera aquí.<br />
<br />
"''Maestro, ya he escapado. Dime cuál es el punto de encuentro.''"<br />
<br />
-Volveré tan pronto como pueda.<br />
<br />
"''Me temo que he dañado gravemente a por lo menos dos de ellos.''"<br />
<br />
Vima sonrió.<br />
<br />
-Y te haré un buen, buen descuento en todo lo que dependa de mi k'shii... esto ha valido un buen montón de gubor... incluso se podría cobrar en sgin.<br />
<br />
"''La estructura de este hotel me ha cogido por sorpresa... al principio. Pero en realidad, me beneficia. Más de la mitad del edificio está hueca. Más espacio para mí.''"<br />
<br />
"''Quédate escondida por ahora''."<br />
<br />
Se acercó a Vima, aún mirándola.<br />
<br />
-Sabes que no lo he hecho por eso -se acercó para coger su mano-.<br />
<br />
-Ya lo sé, guapo -dijo Vima mientras guiñaba un ojo-. Era un cumplido, al estilo Nar Shaddaa.<br />
<br />
Él sonrió.<br />
<br />
-Estaré aquí, si me necesitas o si hay algún problema.<br />
<br />
-Bien. Siéntete libre de pedir cualquier cosa o servicio que desees -la expresión de su cara se volvió a un tiempo salvaje y atractiva-. Cualquier cosa... la podemos compartir cuando yo regrese.<br />
<br />
Enderezó su espalda, que crujió levemente. Se quedó parada en la sección iluminada de suelo, que bajó. Su cuerpo desnudo parecía saludar a Ide mientras desaparecía por la abertura del suelo, antes de que ésta se cerrase.<br />
<br />
==Comunicaciones==<br />
<br />
"''¿Maestro?"''<br />
<br />
"''Arakosia.''"<br />
<br />
"''A lo mejor no es el momento apropiado para preguntar esto, pero... eh... a veces confundo cosas que suceden en mis sueños con cosas que suceden en la realidad, y... no tengo muy claro si algunas de las cosas que recuerdo... son ciertas.''"<br />
<br />
"''Ah, supongo que te refieres a lo de ayer.''"<br />
<br />
"''Es que... lo que recuerdo se parece mucho a los sueños que suelo tener, pero... ahora tengo agujetas, maestro, en todo el cuerpo, y..."''<br />
<br />
''"Te drogaron. La especia roja... te introduce en un éxtasis sexual. Y te produce síndrome de abstinencia. Y... lo que recuerdas es la terapia de choque para evitar la dependencia. Decidí que... era mejor así, a usar a unos extraños."''<br />
<br />
El enlace transmitió una mezcla de sensaciones difícil de analizar, algo a lo que Ide comenzaba a acostumbrarse. Supo que luego, al meditar sobre ello, podría conocer su reacción con más precisión.<br />
<br />
''"Yo... ¿lo repetiremos?"''<br />
<br />
''"Bueno... en el Templo no... aunque... espero que esto no nos lleve a ti y a mí al Lado Oscuro...''". Ide sonrió, pero no tenía claro si era posible transmitir humor mediante los enlaces telepáticos.<br />
<br />
"''No... no lo parecía... he estado allí, y esto era... sólo me había sentido así al pelear, o en meditación profunda. He aprendido mucho, lo recuerdo. Creo... que puedo utilizar lo que he aprendido.''"<br />
<br />
"''Utiliza lo que yo te he enseñado. Lo que has aprendido tendremos que... bueno. Revisarlo. No está mal que investigues tu propia conexión con la Fuerza, pero a veces...''"<br />
<br />
Ide tuvo un flash. De Galmia. De Kwyna aprendiendo sola, con el holocrón. Se fue enseguida, pero no supo discriminar si Arakosia lo había percibido o no.<br />
<br />
"''Es mejor que lo desarrollemos un poco, tranquilamente, durante el entrenamiento.''"<br />
<br />
"''Sentí la Fuerza, maestro. Fluyendo por mi cuerpo. Fui consciente de cómo el funcionamiento de mi cuerpo interaccionaba con la Fuerza. Pocas veces me siento tan centrada... como ahora, que peleo para salvar mi vida. Estoy intentando no matar a nadie, aunque ellos están intentando matarme a mí. ¿Es eso correcto?''"<br />
<br />
"''Eh... sí. Lo importante es eliminar las sensaciones. Pensar sólo en la Fuerza.''"<br />
<br />
"''Oh, sí. Ahora estoy muy bien. Me siento... en paz...''"<br />
<br />
Ide analizó a su aprendiz, en la distancia, mediante el enlace en la Fuerza que los unía. Era... como una sucesión de tonos cristalinos, como un concierto de campanas tubulares. Irradiaba tranquilidad.<br />
<br />
"''Por cierto, maestro... no sé si es importante, pero... siento...''"<br />
<br />
Ella no se atrevía a verbalizar... algo. Sintió un lejano eco de vergüenza.<br />
<br />
''"Di, Arakosia."''<br />
''"Soy consciente de una... excitación física de mi cuerpo, en estos momentos. No sé qué hacer al respecto."''<br />
<br />
''"Es parte de los efectos de la especia roja. Me temo que es algo que tendrás que solucionar tú misma en tu escondite."''<br />
<br />
''"Sí, maestro. Creo que acabo de matar a alguien, sin querer. Ha caído por un desnivel."''<br />
<br />
''"¿Que has hecho qué?"'' Ide no sabía muy bien qué estaba pasando. ''"¿No decías que estabas escondida?".''<br />
<br />
''"En los sistemas ocultos. Pero han mandado patrullas para localizarme y dañarme. Creo que la idea es que, cuando un esclavo huye, se le hace tanto daño que éste nunca vuelve a intentarlo. Muchos de estos seres... quieren hacer eso. Por eso son un poco más descuidados."''<br />
<br />
''"¿Puedes seguir oculta?" ''Ide se dio cuenta al tiempo de lo estúpido de la pregunta. Ella había pasado toda su vida ocultándose. Era su especialidad.<br />
<br />
"''Si no tienen a nadie capaz de buscarme con la Fuerza, sí. Si tienen a alguien... depende de lo bueno que sea."''<br />
<br />
"''Quédate escondida en el edificio. Sea lo que sea, lo solucionaremos. La Fuerza nos guiará. Avísame si te ves en peligro.''"<br />
<br />
''"Sí, maestro."''<br />
<br />
Ide empezó a vestirse. Se acercó a las paredes de transpariacero, y se sentó en pose de meditación.<br />
<br />
==Visiones==<br />
<br />
No pudo concentrarse, perdía el foco constantemente. Pensaba en Arakosia saltando, corriendo y ocultándose, peleando cuando una de las patrullas daba con ella; mientras se dejaba llevar por su instinto para encontrar un lugar cómodo y seguro.<br />
<br />
Y en Vima y su posible reacción. El pánico que mostraban todos los que la conocían era un referente claro de lo que era capaz.<br />
<br />
Ide suspiró, y abrió los ojos. En el exterior, el tráfico caótico de Nar Shaddaa se desparramaba en todas direcciones desde el Palacio del Dolor. En el interior de un vehículo, hubo un movimiento violento y un resplandor; y la mitad del parabrisas se volvió roja. El vehículo hizo un extraño, y luego se reincorporó al tráfico como si no hubiera pasado nada.<br />
<br />
En una de las azoteas, dos humanoides luchaban. La sensación de distancia era engañosa, e Ide se dio cuenta de que los cristales eran del tipo "ojo de águila"; hechos de un material transparente conectado a un ordenador, que reconocía dónde se estaba mirando y modificaba su forma para aumentar el grado de detalle.<br />
<br />
Uno de los humanoides le rompió un tobillo al otro, que cayó. El otro apenas se sostenía en pie. Se alejó, arrastrándose apenas, hasta el borde del tejado, y cogió una bolsa de plástico vacía. Comenzó a llenarla de cosas que parecían pequeñas y pesadas, y de vez en cuando levantaba la bolsa con un brazo, con gesto apreciativo.<br />
<br />
Renqueó hacia el humanoide caido, que había conseguido, mientras tanto, darse la vuelta para quedar boca arriba. Hablaron un poco. De repente, el que estaba de pie movió la bolsa de plástico con una trayectoria circular, por encima de su cabeza, y luego de arriba abajo sobre el caído. Y luego lo hizo de nuevo, otra vez, y otra...<br />
<br />
Ide se sintió una punzada en el estómago. Todo parecía girar en torno al dolor y la muerte en este planeta.<br />
<br />
Volvió a cerrar los ojos para volver a intentar meditar.<br />
<br />
En esta ocasión no se dejó distraer.<br />
<br />
Ella estaba desnuda y en cuclillas sobre una delgada guía de metal, por encima de un abismo insondable. Un poco por encima de ella había una pasarela por la que se alejaba una patrulla de búsqueda. Dos de ellos querían matarla rápidamente. Los otros cuatro querían hacerle sentir muchísimo dolor, y luego capturarla. Un pequeño charco de líquido transparente se había acumulado alrededor de su pie derecho, e Ide vio que había un reguero que se podía rastrear hasta la entrepierna.</div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIIHumo y Vapor III2013-06-26T18:11:26Z<p>El Universo: /* Comunicaciones */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26aGR, 20:25 horas.'''<br />
<br />
<br />
A medida que Ide se fue acercando a la Flor Esquiva, percibió un olor apetitoso. Poco antes de llegar se hizo obvio que Delia, o quien estuviera en la cocina, no se limitaba a preparar bebidas.<br />
<br />
Casi la mitad de las mesas estaban ocupadas con sintientes cenando; y tanto Delia como Sira servían las mesas.<br />
<br />
Ide se acercó a la barra, y aprovechando un breve momento de calma, habló con Delia, la cual se había acercado a la barra.<br />
<br />
-La idea era que Sira comiera algo, no que se pusiera a trabajar... -dijo Ide con humor.<br />
<br />
-No he podido retenerla -repuso Delia con una sonrisa-. Supongo que no está acostumbrada a permanecer quieta mientras los demás trabajan a su alrededor...<br />
<br />
Sira se aproximó a la barra, e inclinó la cabeza respetuosamente cuando vio a Ide. No dijo nada.<br />
<br />
-Yo pensaba que querrías comer algo... pero parece que has decidido echarle una mano a Delia -dijo, sonriendo-. Lo que te haga más feliz. -Miró a Delia-. ¿Crees que puede quedarse contigo, o levantará sospechas? No se me ocurre un lugar seguro donde pueda estar, mientras resuelvo... lo que tengo pendiente aquí.<br />
<br />
-Puede quedarse, desde luego... todo el mundo pensará que Vima me ha puesto un refuerzo, o que pronto va a reemplazarme... pero si me voy pronto de Nar Shaddaa, nada de eso importará -dijo, mientras posaba una mirada de desesperación contenida sobre Ide.<br />
<br />
-Vima me ha invitado a cenar. De hecho, debería notificar que estoy aquí de alguna forma, creo que me iban a avisar.<br />
<br />
Los ojos de Delia se abrieron considerablemente. Un pánico primordial creció en ella, sólo para ser ahogado por una férrea fuerza de voluntad. Con voz muy controlada dijo:<br />
<br />
-Si... quieres alejar la atención de Sira, será mejor que no llames desde aquí.<br />
<br />
-Cierto, cómo he podido ser tan tonto.<br />
<br />
No lo dijo, pero intuyó que el horror de Delia no se debía sólo a la posible sospecha que podría levantar.<br />
<br />
-Me iré a una de los balcones de las zonas de descanso -apuntó, mientras se levantaba del asiento-. Espero que sigáis bien por aquí. Si te enteras de algo sobre... bueno, él, avísame. Sira tiene mi número de comunicador.<br />
<br />
-Lo haré -su expresión parecía muy angustiada-. Ten mucho cuidado.<br />
<br />
-No te preocupes, sé cuidarme -dijo con una sonrisa, y salió del bar.<br />
<br />
==Contacto==<br />
<br />
Cuando llegó a uno de las zonas de descanso de las plantas intermedias avisó a la recepción de que estaba allí mediante uno de los terminales disponibles. Cuando lo hubo hecho, se acercó a una de las ventanas de transpariacero. No debían tardar mucho en avisar, ya era casi la hora de la cena.<br />
<br />
Efectivamente, la terminal se iluminó en menos de diez segundos. Apareció una figura humanoide, que no hizo sino decir: "Espere, por favor. Alguien llegará para acompañarlo en breve."<br />
<br />
No habían transcurrido ni cinco minutos cuando apareció de nuevo el mismo hombre bien vestido que le había recibido cuando bajó de su nave la última vez. Se inclinó cortésmente a modo de saludo.<br />
<br />
-¿Desea que le indique el camino a la Joya Gloriosa, señor?<br />
<br />
-Si es tan amable -respondió educadamente Ide.<br />
<br />
-Acompáñeme, por favor.<br />
<br />
Recorrieron un camino corto y estéticamente agradable, que incluía un par de turboascensores muy bien decorados; y en breve la vista que se apreciaba por las ventanas se volvió espectacular. Desde la parte superior del Palacio del Dolor el paisaje abarcaba una porción considerable de Nar Shaddaa, que, dada su heterogeneidad arquitectónica, daba la impresión de un todo homogéneo armonioso que se rompía en millones de detalles aparentemente incongruentes; como una gigantesca escultura fractal.<br />
<br />
Al parecer, la Joya Gloriosa ocupaba la última planta del Palacio. Era una estancia relativamente íntima, de unos cuatro por cuatro metros, a la que se accedía por un ascensor de dos plazas desde la planta inmediatamente inferior. Apenas tenía mobiliario.<br />
<br />
Una mesa, y dos sillas una frente a otra. En la mesa brillaba un candelabro, con cinco velas ardiendo suavemente; y en una de las sillas había una mujer que no aparentaba más de veinte años, vestía una camisa sencilla y bebía agua de una copa de cristal; mientras miraba atentamente por la ventana.<br />
<br />
Ide esperó a que ella hablara. Cuando lo hizo, fue con una voz cristalina y bien modulada. Ide no pudo evitar pensar que era espléndida voz de soprano.<br />
<br />
-Buenas noches -dijo mientras sonreía cálidamente-. Soy Vima Da'Motta. Tome asiento, por favor, si antes no desea disfrutar de las vistas.<br />
<br />
-Gracias, señora Da'Motta. Hay que reconocer que la Joya Gloriosa ofrece una vista privilegiada de Nar Shadda. Tiene usted un hermoso hotel.<br />
<br />
-Si lo desea, puede tutearme -repuso, mientras se encogía levemente de hombros-. Francamente, nunca le he dado mucha importancia al protocolo.<br />
<br />
-La verdad es que me resulta algo extraño hablar de usted a alguien tan joven -Ide mantuvo el tono afable, pero lo que le resultaba verdaderamente extraño era pensar que Vima Da'Motta tuviera una cara amable -.Llámame Ide, pues.<br />
<br />
Sonrió aún más ampliamente. Durante unos segundos parecía que no sabía qué decir.<br />
<br />
-Excelente. ¿Tienes ganas de cenar algo ligero, o prefieres algo más consistente?<br />
<br />
-No suelo cenar mucho. Comer mucho por las noches no me deja dormir bien.<br />
<br />
-Algo ligero, entonces... ¿comida calamariana?<br />
<br />
-No he tenido el gusto antes. Confío en tu buen gusto.<br />
<br />
-Pescado, una especie de galletas de algas... espero que te guste.<br />
<br />
Una sección circular de la mesa se abrió frente a ellos dos, y apareció un plato de algo que parecía ensalada de pescado, y que olía deliciosamente.<br />
<br />
-¡Al ataque! -dijo Vima, mientras cogía el tenedor. Se detuvo de repente, mientras miraba a Ide- Ah... ¿los jedi tenéis alguna costumbre especial para antes de comer, una oración o algo?<br />
<br />
-Oh, no, en absoluto. La Fuerza no necesita alabanzas ni consagraciones -sonrió, y cogió su tenedor.<br />
<br />
Vima parecía aliviada.<br />
<br />
-Oh, bien -dijo mientras pinchaba la ensalada. Ide comió, esperando que ella hablara.<br />
<br />
==Sorpresas==<br />
<br />
Durante unos minutos, ella no hizo sino comer y observar a Ide con curiosidad. Ide pudo oir una música, en el límite de lo audible, algo parecido a ópera. Ella pareció darse cuenta al mismo tiempo que Ide.<br />
<br />
-Sabes, la música cantada sin acompañamiento musical es una de las artes universales -dijo con voz animada-. Junto a la pictografía y la danza, creo. Luego los eruditos debaten sobre si la percusión debería ser considerada universal... y la narrativa, claro -hizo un gesto juguetón-. Siempre están debatiendo sobre la universalidad de la narrativa, y peleándose con los lingüistas.<br />
<br />
-Soy más una persona de ciencias que de humanidades, he de reconocer. No soy tan docto en estos temas... sin embargo aprendí de pequeño a tocar. Es el único arte al cual me encuentro vinculado.<br />
<br />
Ella parecía encantada.<br />
<br />
-¡Oh, es fantástico! Yo misma también aprecio mucho la música. El baile también, claro -hizo un gesto descuidado-, pero no tengo una verdadera base teórica para poder apreciarlo apropiadamente.<br />
<br />
-¿Tocas algún instrumento?<br />
<br />
-Canto -dijo mientras sonreía pícaramente-. Lo que suena, lo canté yo -dijo mientras se ruborizaba ligeramente-. Es... un descuido por parte de mi mayordomo. Ahora parece que quiero alardear o algo...<br />
<br />
-En absoluto. No es alardear mostrar cuando es apropiado aquello que uno sabe. La humildad extrema es casi tan mala como el orgullo descarado -se paró unos segundos-. Me gustaría oirte cantar.<br />
<br />
Ella se ruborizó.<br />
<br />
-Oh, no podría... -se quedó mirando a Ide unos segundos, como pidiéndole permiso.<br />
<br />
-Si ayuda, puedo cambiarte una pieza de mi flauta por una obra cantada por ti.<br />
<br />
-Bueno, bien... Entonces voy a levantarme.<br />
<br />
Se puso en pie despacio, e Ide pudo observar que no era muy alta ni robusta. Parecía una especie de muchacho, aunque algo en su complexión le recordaba a los padawan del templo.<br />
<br />
Y de su cadera derecha colgaba un sable de luz.<br />
<br />
==Intercambios==<br />
<br />
Cerró los ojos, e inspiró profundamente dos o tres veces. Cantó una nota, como para afinarse; y luego comenzó a cantar.<br />
<br />
Espectacularmente. La pieza, cantada a capella, estaba en un idioma que Ide no reconoció, pero la complejidad técnica no le pasó desapercibida. Posteriormente, fue la expresividad de la voz lo que le llamó la atención. Algo dentro de él no estaba preparado por completo para la avalancha de ternura que se derramaba en cada nota, para la lucha que se denotaba tras cada cambio repentino de registro.<br />
<br />
Acabó, de una forma que se asemejaba mucho al principio. De alguna forma, Ide percibió al final una riqueza de matices que no había notado la primera vez.<br />
<br />
Ella suspiró profundamente. Abrió los ojos de nuevo.<br />
<br />
-¿Te ha gustado?<br />
<br />
-Ha sido... inesperadamente hermoso y emotivo. Una bella ejecución, sí señor.<br />
<br />
Sonrió de nuevo. Parecía acalorada. Parecía incapaz de hablar. Se sentó despacio.<br />
<br />
-Muchas gracias -dijo con un hilo de voz.<br />
<br />
-Ha sido toda una grata sorpresa, sí señor. Reconozco que no esperaba encontrar esto esta noche.<br />
<br />
Ella enarcó una ceja, mientras miraba divertida a Ide.<br />
<br />
-Bueno, pensaba que me querías para hablar... no sé, de negocios, o algo parecido -sonrió ligeramente-. No esperaba encontrarme hablando de arte y música contigo.<br />
<br />
-Bueno -dijo con voz jocosa-, es un poco rudo, incluso aquí en el borde medio, ponerse a hablar de negocios en cuanto se sienta uno a la mesa...<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Creo que me toca... aunque sea poco apropiado. No sé si estaré a la altura.<br />
<br />
-Por favor -dijo ella con una ternura que no parecía fuera de lugar.<br />
<br />
Ide se levantó y se separó un poco de la mesa. Sacó su flauta, guardada en el estuche. Dejó la caja sobre la silla y la montó suavemente, sin prisa. Cuando estuvo armada, miró a Vima, y sonrió otra vez. Se colocó erguido, como si estuviera en un recital de verdad. Cerró los ojos, y se rindió a las ondulaciones de la Fuerza, como siempre que hacía cuando producía música.<br />
<br />
Comenzó la ejecución con un pasaje sencillo, de poca dificultad técnica pero que transmitía mucha emotividad. De alguna forma, toda su preocupación y su sentido del deber se podían percibir tras la melodía. A medida que se relajaba, sintió como la Fuerza lo inspiraba, complicando el pasaje principal, guiándolo en trémolos y escalas que se enlazaban sin que él mismo supiera muy bien cómo enlazarlas, hasta el último momento. Y enlazaban bien. De repente, Ide se dio cuenta de que había terminado.<br />
<br />
Vima aplaudía muy contenta:<br />
<br />
-¡Eso ha estado muy bien! ¿Todos los jedi saben tocar tan bien como tú, o es un talento singular tuyo?<br />
<br />
==Charla sobre jedi==<br />
<br />
-Bueno, todos los jedi saben hacer algunas cosas bastante bien, cuando se sintonizan con la Fuerza. Yo tuve esa bendición desde pequeño. No sirve para el combate, pero me proporciona momentos muy hermosos.<br />
<br />
-El combate está sobrevalorado -dijo ella con una breve carcajada-. ¡El combate es de bárbaros! -añadió, divertida- ¿No has pensado en dedicarte exclusivamente a la música?<br />
<br />
-No soy tan bueno... y en cualquier caso, ser jedi es un trabajo muy satisfactorio. Aunque tu especialidad no sea el combate -sonrió.<br />
<br />
-Satisfactorio y sacrificado, según tengo entendido.<br />
<br />
-No es un sacrificio lo que se ofrece de buena voluntad. Si lo miras así, somos todos voluntarios.<br />
<br />
-Bueno, si le explican a uno con todo lujo de detalles lo que podría pasar, supongo que sí. No es -dijo con voz inocente- como si adoctrinaran lactantes o algo.<br />
<br />
-Entramos... bueno... se suele entrar muy joven en el Templo. Pero no se obliga a nadie. Se entrena a los seres sensibles a la Fuerza, y según su evolución se les entrena como jedis, o se les enseña otro oficio en el que sus habilidades puedan ser útiles. Supongo que no es una demostración formal, pero no debe ser tan malo: para los chicos es todo un orgullo ser seleccionados como padawan -por un corto instante, a Ide se le torció la sonrisa, al recordar la fiesta de despedida que sus compañeros dieron a Arakosia.<br />
<br />
-Comprendo -dijo con voz reflexiva-. Y, si no es molestia preguntar, ¿qué hace un jedi tan agradable en Nar Shaddaa?<br />
<br />
==La vida en Nar Shaddaa==<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la consciencia de Ide. Recordó con quién estaba hablando, y el nombre de esta persona tan amable que le había invitado a cenar.<br />
<br />
-Buscar algo que se me ha perdido -dijo afablemente-. Reconozco que no es el sitio más... compatible con nuestras creencias y principios.<br />
<br />
-Debe de ser duro -dijo ella.<br />
<br />
-No creo que vivir en Nar Shaddaa sea fácil para nadie, si me permites la observación.<br />
<br />
-No lo es -dijo, con una súbita dureza-. Para nadie. Ni para los hutt.<br />
<br />
-Estoy seguro. He tenido la oportunidad de conocer a algunos, incluso de forma algo más personal. Siempre me ha dado la impresión de que toda la crueldad de este mundo proviene de un sencillo principio... ''matar o morir''.<br />
<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-De alguna forma... o algo peor -pareció reflexionar un instante-. Un rival muerto... está simplemente muerto. Otro vendrá a ocupar su lugar, y la lucha te habrá debilitado. Si quieres sobrevivir, tienes que esclavizar a tus rivales. Así, no sólo dejan de amenazarte, sino que trabajan para ti -reflexionó un instante-. Por supuesto, sería mejor convertirlos en aliados... pero en Nar Shaddaa no existe esa posibilidad.<br />
<br />
-Es quizá eso lo que me desconcierta y desconsuela a partes iguales -dijo el jedi con una mueca-. Sin embargo...<br />
<br />
-¿Sí?<br />
<br />
-Tú... no pareces pertenecer a este mundo -dijo Ide, con un uso consciente del verbo parecer-. Esta sala, este hotel, a ratos. Esta cena.<br />
<br />
-Bueno, no soy de aquí. Llegué cuando tenía más de treinta años -escrutó la expresión de sorpresa de Ide-. Supongo que no aparento mi edad.<br />
<br />
-En absoluto. Lo mostré claramente en mi segundo comentario de esta noche.<br />
<br />
-Pensé que era una frase de cortesía -dijo mientras sonreía.<br />
<br />
-No hace falta mentir para ser cortés -añadió el.<br />
<br />
-Bueno, supongo que podría haber algunas especies en la galaxia que me consideraran joven... -su cara se volvió reflexiva- ...aunque no me imagino cuáles podrían ser.<br />
<br />
-¿Y a qué te dedicabas antes, no es mucho preguntar?<br />
<br />
-Pues, hasta los doce años fui ayudante de laboratorio de mi madre. Ella fue una científica arkaniana de bastante éxito, sabes... y un poco paranoica. En cuanto tuve edad para ello, me dediqué a asistirla.<br />
<br />
-Y acabaste en Nar Shadda dirigiendo el Palacio del Dolor. No es una carrera científica estándar, eso está claro.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
==Historia antigua==<br />
<br />
-Poco después de mi decimosegundo cumpleaños, fui secuestrada. Veinte años más tarde llegué aquí -sonrió amargamente, como recordando un pasado poco agradable-. En ese momento, sólo buscaba un sitio donde esconderme. Pensé que me iría pronto de aquí, que volvería con mi madre.<br />
<br />
No dijo nada más. Su expresión mostraba un dolor a duras penas contenido. Por un momento, Ide no supo qué decir.<br />
<br />
-Esto confirma mi teoría. Nar Shaddaa no acoge a nadie con los brazos abiertos -sonrió-. No creo que haya más bárbaros que en Coruscant. Es sólo que el sistema de aquí los beneficia, en cierto sentido.<br />
<br />
-Toda la población local, o al menos todos menos uno, de un grupo de diez mil; está dispuesta a traicionar a alguien por una mínima mejora de su calidad de vida. Y el uno restante, si lo encuentras, habrá llegado a su edad actual por pura suerte -se rio brevemente-. Eso, o se acaba de bajar de la astronave.<br />
<br />
-Que lo hagan no quiere decir que deseen hacerlo. Puede que sea el único camino que conozcan. O eso, o que yo he tenido mucha suerte.<br />
En el centro de la mesa apareció una bandeja donde se alineaban, sin orden aparente, muchos tipos distintos de dulces, calientes y fríos. Sin embarazo alguno, Vima cogió uno caliente, le sopló y devoró la mitad de un bocado.<br />
<br />
-Esta mañana -continuó Ide, acercando su mano a algo que parecía un pastelito de crema- conocí a un pequeño alienígena, un chadra-fan que se llamaba Tilikit.<br />
<br />
-Mmm... muy bien -murmuró-. Maldición, me he quemado.<br />
<br />
Ide sonrió ligeramente, como pidiendo permiso para continuar. Ella hizo un gesto con la mano, mientras bebía un sorbo de agua.<br />
<br />
-No era nadie. Salí de un negocio, y me preguntó si necesitaba ayuda. A cambio sólo me pidió que lo llevara a mi planeta -Ide se detuvo unos instantes, como rememorando aquello.<br />
<br />
-Intentaba engañarte -dijo ella rápidamente-. En Nar Shaddaa, si alguien se acerca a alguien, es para comerciar o engañarlo.<br />
<br />
-No he tenido oportunidad de comprobarlo. Murió defendiendo a la esclava que pilotaba mi nave, cuando me atacaron unos mercenarios que Shawman&K'Rtahn mandaron para secuestrarnos a mí y a Arakosia.<br />
<br />
-Oh -dijo ella. No parecía muy afectada-. Y Arakosia es... ¿alguien que yo debería conocer?<br />
<br />
-Oh, es mi padawan. Fue... vendida, al Palacio del Dolor esta tarde -dijo amargamente.<br />
<br />
Vima parecía encantada.<br />
<br />
==Entrando en materia==<br />
<br />
-¡Vaya! ¿Y ella también sabe tocar? -preguntó con voz jubilosa.<br />
<br />
-No -sonrió Ide-. Acaba de empezar su entrenamiento. Apenas sabe manejar el sable de luz, y no ha tenido tiempo de aprender muchas cosas. Yo... la rescaté hace poco. La tenían presa.<br />
<br />
-¿Presa? -su expresión se volvió meditabunda- Curioso... ¿Y qué tipo de cosas sabe hacer?<br />
<br />
-Bueno... sabe... -Ide dudó unos segundos-. La verdad es que, por sí sola, puede apenas defenderse, y poco más. Mi tarea es de hecho convertirla en jedi -sonrió amargamente, consciente de que había usado el tiempo presente en su afirmación.<br />
<br />
-Vaya... ¿y tardarías mucho en convertirla en jedi?<br />
<br />
-Años. En el mejor de los casos -Ide tuvo una extraña sensación, al recordar el sable de luz que pendía de su cinto.<br />
<br />
-Y... ¿es importante para ti hacer eso?<br />
<br />
Ide tragó saliva y calló durante un momento.<br />
<br />
-Cómo decirlo... es... una parte de mí es ella, y lo que ella pueda llegar a ser.<br />
<br />
-Bueno, puedes quedarte en Nar Shaddaa el tiempo que consideres necesario para convertirla en jedi -dijo con expresión pensativa-. A cambio, te acogeré en mi Palacio sin coste alguno para ti.<br />
<br />
Ide sonrió y permaneció pensativo, sin responder. Sabía que Arakosia era el punto de inflexión de la conversación, el momento en el que Vima dejaría de ser amable y cálida.<br />
<br />
==Ofertas==<br />
<br />
-Bueno, piénsalo -dijo mientras se encogía de hombros.<br />
<br />
-No... bueno, siento decirte que no es posible convertirse en jedi en esas circunstancias. Es un entrenamiento igualmente espiritual y físico, y no es compatible en absoluto con la vida de un esclavo.<br />
<br />
-Oh,vaya... -parecía levemente decepcionada- Y si ella estuviera, digamos, exenta de servicio mientras dure su entrenamiento, ¿entonces podrías?<br />
<br />
-No se puede servir a la Orden Jedi y a otro señor a la vez, Vima. Como bien dijiste antes, es una vida sacrificada.<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-En fin... una lástima.<br />
<br />
Permaneció en silencio unos segundos. Cogió otro pequeño postre y se lo metió entero en la boca.<br />
<br />
-Me imaginaba que te agradaría la compra de mi aprendiz. Y entiendo que no tendrás el menor interés en vendérmela -dijo Ide como si fuera algo sin importancia.<br />
<br />
Ella hizo un ligero gesto de contrariedad.<br />
<br />
-No es eso, es que todavía no sé lo que vale... podría perder k'shii fácilmente... perdón, podría perder reputación... a veces me olvido de que no todo el mundo habla hutt.<br />
<br />
-Lo entiendo, es un término muy común. Sea como sea, me interesaría recuperarla, como te podrás imaginar.<br />
<br />
-Lo comprendo, lo comprendo -hizo un gesto apaciguador con ambas manos-. Sólo digo que aún no hemos terminado de tasarla. No puedo ponerle un precio hasta entonces, ¿comprendes? Me ariesgaría mucho.<br />
<br />
-Obviamente Arakosia no es una esclava normal. Y es capaz de hacer cosas increíbles. Pero quizás haya algo que con toda seguridad sea más útil que ella.<br />
<br />
-Seguro -dijo ella con ligereza-. Todavía estará sin pulir. Debe de haber ''cientos'' de esclavos más útiles que ella.<br />
<br />
-A lo mejor yo puedo hacer algo más útil que cualquier cosa que te pueda dar ella -comentó él.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
-¡Pero eso no va así! -dijo animadamente- La cuestión es que un esclavo hará su trabajo ''indefinidamente y sin recibir nada a cambio''. Y además sabes que cualquier inversión que hagas en él la puedes recuperar en un intervalo de tiempo sólo limitado por las necesidades biológicas del esclavo.<br />
<br />
-Sí, pero a lo mejor te compensa tener a un jedi a tu servicio en tu Hak'Un Shapp al precio de un esclavo de mediana utilidad -dijo él seriamente.<br />
<br />
==Contraofertas==<br />
<br />
Ella parecía un poco sorprendida.<br />
<br />
-Bueno, sería buena publicidad... -reflexionó- Las veces anteriores funcionó bastante bien. Y los jedi participantes casi siempre sobreviven, aunque no suelen ganar -sonrió, levemente ácida-. Sin ánimo de ofender, les falta crueldad -una mínima arruga apareció en su frente-. Pero sin tasar a tu padawan, no sé si sería un trato justo. ¿Necesitas conocer mi respuesta con premura?<br />
<br />
-Prefiero saberla libre cuanto antes mejor, pero toma el tiempo que necesites, faltaría más.<br />
<br />
-Habitualmente un par de horas suelen ser suficientes, si la colaboración es buena.<br />
<br />
-Quizás... pueda ayudarte. Verás, circula por la Holored una demostración de Arakosia que probablemente te enseñarán.<br />
<br />
-...sí? -su expresión quería decir: "y respecto a ella, quieres puntualizar que..."<br />
<br />
-¿Quizá podríamos verla ahora?<br />
<br />
-Claro. Control central, buscar video en HoloNet. Rastreo de nodo local, Nar Shaddaa; fecha y hora, últimos dos días, tema: Arakosia. Ordenar por número de visitas. Ver.<br />
<br />
Sobre la mesa se hizo un cubo de luz, al principio borroso, posteriormente fue dibujándose una habitación. Sobre la cama, Arakosia estaba desnuda y drogada, e Ide estaba a su lado.<br />
<br />
==Aclaraciones==<br />
<br />
Vima parecía muy interesada.<br />
<br />
-¡Caramba! Hubiera asegurado que era demasiado joven para relaciones sexuales extensas... -miró a su enlace informático de muñeca- y ésta es una edición de hora y media, con los mejores momentos de una grabación original, ¿''de diez horas''? -miró a Ide, con expresión entusiasmada- ¡Qué maravilla! ¿Y qué deseabas comentar?<br />
<br />
Un extraño pulso de calor recorrió la espina dorsal de Ide. Se tomó un tiempo tiempo para responder, en el cual sólo se le venía a la mente una frase: "Keel, maldita rata".<br />
<br />
-Sí... eso también. Pensaba que te ibas a encontrar primero con el vídeo de la fruta.<br />
<br />
-Es por el número de visitas, supongo. Nada atrae más que el sexo y la violencia. Probablemente el otro video no incluye sangre.<br />
<br />
-Esa noche Arakosia hizo cosas espectaculares. Y se deben principalmente a dos cosas. La primera es que la drogaron.<br />
<br />
-Pero la droga sólo levanta inhibiciones. Es de suponer que, en principio, ella sería capaz de llevar a cabo... hazañas similares sin necesidad de sustancias añadidas.<br />
<br />
-No siempre. Los estupefacientes, desde el momento en el que trasladan al individuo a un estado distinto de consciencia, pueden a veces amplificar la canalización de la Fuerza. O pueden hacer todo lo contrario.<br />
<br />
Como comprenderás, si fuera tan fácil obtener superpoderes, todos iríamos siempre por ahí con una bolsita de pastillas. Depende de la ocasión, y el contexto, las drogas pueden ser muy beneficiosas, o muy peligrosas. Lo cual me lleva al segundo factor que, en conjunción con el trance de la droga, proporcionó a Arakosia semejante habilidad.<br />
<br />
-Una conjunción de factores suelen ser malas noticias. ¿De qué se trata? ¿Ira descontrolada? ¿Abandono suicida?<br />
<br />
-Yo. Ide Kanor, su maestro y mentor. Y la devoción que siente hacia él -Ide pronunciaba severamente, con orgullo, pero sin que pareciera que estaba alardeando.<br />
<br />
-Oh, mejor. Quiero decir, ese no es un factor descontrolado. Aunque, claramente, disminuye su valor para cualquier comprador potencial... -dijo con expresión ecuánime.<br />
<br />
-Quería aclararte todo esto, para que no pensaras que te he intentado engañar cuando lo vieras -terminó Ide, juntando las manos en actitud conciliadora.<br />
<br />
-De acuerdo, lo tendremos en cuenta. ¿Deseas esperar aquí mientras tanto, o hay algún otro lugar... o algo que necesites hacer?<br />
<br />
-Pues sería muy agradable poder esperar en esta sala. Es... especialmente tranquila. A no ser que me dejes bajar a dar una vuelta por el Hak'un'Shapp -en el rostro del joven emergió una sonrisa pícara-. Tengo cierta curiosidad.<br />
<br />
Ella sonrió, con coquetería.<br />
<br />
-Bueno... está claro que no sabes exactamente de qué se trata... la mayor parte del tiempo es, como la vida misma, algo gris y aburrido. Y de repente -su voz cobró una energía vibrante- se desata un vórtice de emociones, que arrastran a sus participantes al éxtasis...<br />
<br />
Era como contemplar un volcán en sus ojos. Ide no recordaba cómo había llegado a estar tan cerca de ella. Percibió su energía en la Fuerza. Poderosa, entrenada... adaptada a su entorno, en sintonía con las sensaciones que emanaba la Luna del Contrabandista.<br />
<br />
==Déjà vu==<br />
<br />
Una sensación de ''déjà vu'' invadió a Ide. Se sentía en una especie de punto de inflexión, un punto desde el cual se puede desencadenar cualquier acontecimiento.<br />
<br />
-Parece que... -intervino Ide casi con un susurro, escudriñándola en la Fuerza- encuentras cierta armonía en el Hak'un'Shapp...<br />
<br />
El tiempo parecía fluir despacio, despacio...<br />
<br />
La miró, durante un instante, con ojos que trascendían la materia física. Había poder y habilidad, entrenados hacía mucho, oxidados bajo la costumbre de no utilizar lo aprendido, sepultados tras mucho uso inconsciente e intuitivo.<br />
<br />
-Intento... -dijo ella, con voz casi inaudible- Intento disfrutar de la armonía allá donde la encuentre...<br />
<br />
-Fluyes con la Fuerza... has sido entrenada -dijo él, extendiendo la mano como para tocar los jirones de su aura sobrenatural.<br />
<br />
Ella se estremeció en su sitio, sin decir nada. Su vello se erizó antes de que Ide lo tocara. Él dudó un segundo, y luego, lentamente, acercó su mano a la de ella. Estaba de pie, al lado de la silla en la que ella permanecía. Sin tocarla, ascendió por su brazo, como un curandero buscando energía vital, dejando que la única conexión entre ellos fuera, por poco, la Fuerza.<br />
<br />
Ella no reaccionaba con una técnica definida. Se limitaba a dejar que su cuerpo fuera atravesado por la Fuerza, sin hacer nada que no pudiera hacer de forma natural. Aceptó el toque de forma pasiva, dejándose hacer.<br />
<br />
-Pero fue hace tiempo... -añadió él, con los ojos cerrados, centrándose sólo en lo que percibía por su canal sensitivo sobrenatural. Cuando llegó al hombro, posó su mano. A través de la Fuerza le llegó, abrumadora, una sensación orgásmica. Pero ella no se movió.<br />
<br />
Sólo un suspiro hubiera permitido saber, a un observador casual, por qué sus párpados vibraban y su nuca transpiraba.<br />
<br />
Ide se giró, levantó la otra mano, y la posó sobre el otro hombro. Movió los dedos lentamente, como masajeando, limpiando el incipiente sudor que había aparecido en el cuello de ella, pero de una forma sutil y precavida. Seguía con los ojos cerrados, oyendo las reverberaciones de Vima, emitiendo su propia señal en la Fuerza para oirla reflejada en ella.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
Vima reaccionaba sin pensar. Tomó aire, y lo exhaló lentamente; cerró los ojos despacio. Estaba bajando sus defensas, Ide pudo sentir algunos de sus pensamientos al azar.<br />
<br />
"Que no se detenga, por favor, que no se detenga, lo necesito, lo necesito tanto, nadie era apropiado, todos querían mi k shii, nadie podía hacerlo como un igual, si hago algo puede arrepentirse, ojalá dejara de preguntar por la Época Oscura, quiero, quiero, oh, qué bueno. En el video no salía drogándose, pero ella tampoco, ¿podrá? ¿Podrá? Oh, por favor, que no sea de los que sólo lo hacen por amor, que no haya una regla jedi absurda, que no pase nada, que lo haga, pronto, que lo haga porque lo necesito tanto..."<br />
<br />
Él se detuvo unos segundos. Después, bajó una de sus manos un poco, colocándola al principio de sus pechos, y llevó la otra detrás, a la nuca, incrustando los dedos en su pelo. Al tiempo, se giró grácilmente y se puso en frente de ella, y, con la experiencia adquirida en los años de Galmia, en un segundo que se hizo eterno, se acercó y la besó.<br />
<br />
Ella volvió a estremecerse, una vez más.<br />
<br />
"Lo ha hecho otra vez. Y todavía estamos empezando. O eso espero. Que no acabe, por favor, que no acabe..."<br />
<br />
Pero él no se detuvo. Siguió, como en otros tiempos había hecho con su Reina, con la excitación sobrenatural que sólo sentía al unirse con otros usuarios de la Fuerza, como con Anakin, como con Arakosia el día anterior. Ide perdió la noción del tiempo. Se olvidó del Hak'un'Shapp, se nubló la visión de su objetivo, de Arakosia, de Morg, de Kurel, y durante un periodo no determinado de tiempo, sólo se permitió sentir la Fuerza, y Vima Da'Motta, la cruel emperatriz del Palacio del Dolor, ahora transformada y expuesta por la letanía de placeres que se sucedieron en la habitación.<br />
<br />
El atardecer sobre Nar Shaddaa se convirtió en noche, la noche casi en amanecer. Ninguno de los dos parecía acusar el peso del cansancio. En un momento determinado, Vima cedió voluntariamente; cuando se retiró, Ide vio sangre en la cara interna de sus muslos. Se dejó caer, agotada y feliz.<br />
<br />
==Interrupciones==<br />
<br />
Suspiró.<br />
<br />
En ese momento, Ide sintió algo extraño: sobre los cristales se notaba una extraña vibración, apenas musical...<br />
<br />
<br />
"''Arakosia''", pensó instantáneamente.<br />
<br />
"''¿Maestro? Estoy despierta, y no reconozco el lugar.''"<br />
<br />
"''No te preocupes, estás a salvo, en el Palacio del Dolor. No te pasará nada. Confía en mí.''"<br />
<br />
"''¿Debo escapar? ''Puedo'' escapar.''"<br />
<br />
"''No será necesario. Puede que si intentaras escapar fuera peor. Iré a verte en cuanto pueda, te recogeré pronto.''"<br />
<br />
"''Quieren operarme. Para instalarme algo, porque... dicen que ya han esperado demasiado. Lo van a hacer en menos de dos minutos.''"<br />
<br />
Ide pensó durante unos segundos. Fue a buscar su ropa. "''Dame un minuto. Si lo intentan, escapa.''"<br />
<br />
<br />
-Cuándo te volveré a ver -preguntó a Vima, despreocupadamente.<br />
<br />
Ella esbozó una especie de media sonrisa que transmitía una sabiduría sin edad. Su manera de moverse evidenciaba que se sentía igual de cómoda desnuda que vestida.<br />
<br />
-¿Quién sabe? -dijo con voz traviesa- Espero que pronto.<br />
<br />
-Me preguntaba... si harías algo por mí -apuntó él tímidamente. Ella rió, de buen humor.<br />
<br />
-Pregunta, hombre. Haré lo que pueda -una pequeña arruga se formó en su frente- si puedo.<br />
<br />
-Es mi antigua alumna. Me preguntaba si podías retrasar su implante. Mientras la tasas y llegamos a un acuerdo.<br />
<br />
<br />
Ella pareció un poco entristecida.<br />
<br />
-Oh, lo siento. Mi personal implanta a todo el personal en menos de quince minutos tras su compra. Norma de la casa, sabes -su expresión se dulcificó-. ¡Pero no te preocupes! Los implantes se pueden retirar fácilmente, y no dejan ninguna clase de huella o secuela.<br />
<br />
Ide observó que ella no parecía tener ningún interés en vestirse. La única prenda que recogió fue el cinturón del que pendía el sable de luz, y se lo ajustó a la cintura. Pasó la mano por delante de un sensor frente a uno de los vértices, y el hueco correspondiente al ascensor se iluminó.<br />
<br />
<br />
-¿Bajas primero? ¿O prefieres esperar aquí?<br />
<br />
-¿Esperar? -Ide levantó lo que hubiera sido una ceja.<br />
<br />
-A que termine la tasación.<br />
<br />
<br />
"''Maestro, vienen'' ahora"<br />
<br />
-Vima... -dijo, mirándola fijamente-. Llama a tu equipo de implantación. Acabo de percibir algo.<br />
<br />
==Imprevistos==<br />
<br />
Ella parecía confundida.<br />
<br />
-Pero...<br />
<br />
-Confía en mí, evitará problemas. Están... implantando a Arakosia. Ha estado inconsciente y se acaba de despertar. Y está asustada.<br />
<br />
-Yo... -algo pareció cerrarse en su mente. Volvió a subir la barrera- Está bien. Pero no desde aquí.<br />
<br />
Él dio un paso adelante, aún con la ropa en la mano.<br />
<br />
-Vima... -la miró fijamente-. Gracias. Por... por todo.<br />
<br />
Ella asintió sobriamente.<br />
<br />
-Espera aquí.<br />
<br />
"''Maestro, ya he escapado. Dime cuál es el punto de encuentro.''"<br />
<br />
-Volveré tan pronto como pueda.<br />
<br />
"''Me temo que he dañado gravemente a por lo menos dos de ellos.''"<br />
<br />
Vima sonrió.<br />
<br />
-Y te haré un buen, buen descuento en todo lo que dependa de mi k'shii... esto ha valido un buen montón de gubor... incluso se podría cobrar en sgin.<br />
<br />
"''La estructura de este hotel me ha cogido por sorpresa... al principio. Pero en realidad, me beneficia. Más de la mitad del edificio está hueca. Más espacio para mí.''"<br />
<br />
"''Quédate escondida por ahora''."<br />
<br />
Se acercó a Vima, aún mirándola.<br />
<br />
-Sabes que no lo he hecho por eso -se acercó para coger su mano-.<br />
<br />
-Ya lo sé, guapo -dijo Vima mientras guiñaba un ojo-. Era un cumplido, al estilo Nar Shaddaa.<br />
<br />
Él sonrió.<br />
<br />
-Estaré aquí, si me necesitas o si hay algún problema.<br />
<br />
-Bien. Siéntete libre de pedir cualquier cosa o servicio que desees -la expresión de su cara se volvió a un tiempo salvaje y atractiva-. Cualquier cosa... la podemos compartir cuando yo regrese.<br />
<br />
Enderezó su espalda, que crujió levemente. Se quedó parada en la sección iluminada de suelo, que bajó. Su cuerpo desnudo parecía saludar a Ide mientras desaparecía por la abertura del suelo, antes de que ésta se cerrase.<br />
<br />
==Comunicaciones==<br />
<br />
"''¿Maestro?"<br />
<br />
"Arakosia."<br />
<br />
"A lo mejor no es el momento apropiado para preguntar esto, pero... eh... a veces confundo cosas que suceden en mis sueños con cosas que suceden en la realidad, y... no tengo muy claro si algunas de las cosas que recuerdo... son ciertas."<br />
<br />
"Ah, supongo que te refieres a lo de ayer."<br />
<br />
"Es que... lo que recuerdo se parece mucho a los sueños que suelo tener, pero... ahora tengo agujetas, maestro, en todo el cuerpo, y..."''<br />
<br />
''"Te drogaron. La especia roja... te introduce en un éxtasis sexual. Y te produce síndrome de abstinencia. Y... lo que recuerdas es la terapia de choque para evitar la dependencia. Decidí que... era mejor así, a usar a unos extraños."''<br />
<br />
El enlace transmitió una mezcla de sensaciones difícil de analizar, algo a lo que Ide comenzaba a acostumbrarse. Supo que luego, al meditar sobre ello, podría conocer su reacción con más precisión.<br />
<br />
''"Yo... ¿lo repetiremos?"<br />
<br />
"Bueno... en el Templo no... aunque... espero que esto no nos lleve a ti y a mí al Lado Oscuro...''". Ide sonrió, pero no tenía claro si era posible transmitir humor mediante los enlaces telepáticos.<br />
<br />
"''No... no lo parecía... he estado allí, y esto era... sólo me había sentido así al pelear, o en meditación profunda. He aprendido mucho, lo recuerdo. Creo... que puedo utilizar lo que he aprendido.''"<br />
<br />
"''Utiliza lo que yo te he enseñado. Lo que has aprendido tendremos que... bueno. Revisarlo. No está mal que investigues tu propia conexión con la Fuerza, pero a veces...''"<br />
Ide tuvo un flash. De Galmia. De Kwyna aprendiendo sola, con el holocrón. Se fue enseguida, pero no supo discriminar si Arakosia lo había percibido o no.<br />
"''Es mejor que lo desarrollemos un poco, tranquilamente, durante el entrenamiento."<br />
"Sentí la Fuerza, maestro. Fluyendo por mi cuerpo. Fui consciente de cómo el funcionamiento de mi cuerpo interaccionaba con la Fuerza. Pocas veces me siento tan centrada... como ahora, que peleo para salvar mi vida. Estoy intentando no matar a nadie, aunque ellos están intentando matarme a mí. ¿Es eso correcto?"<br />
"Eh... sí. Lo importante es eliminar las sensaciones. Pensar sólo en la Fuerza."<br />
"Oh, sí. Ahora estoy muy bien. Me siento... en paz...'''"<br />
Ide analizó a su aprendiz, en la distancia, mediante el enlace en la Fuerza que los unía. Era... como una sucesión de tonos cristalinos, como un concierto de campanas tubulares. Irradiaba tranquilidad.<br />
"''Por cierto, maestro... no sé si es importante, pero... siento...''"<br />
<br />
Ella no se atrevía a verbalizar... algo. Sintió un lejano eco de vergüenza.<br />
<br />
''"Di, Arakosia."<br />
"Soy consciente de una... excitación física de mi cuerpo, en estos momentos. No sé qué hacer al respecto."<br />
<br />
"Es parte de los efectos de la especia roja. Me temo que es algo que tendrás que solucionar tú misma en tu escondite."<br />
<br />
"Sí, maestro. Creo que acabo de matar a alguien, sin querer. Ha caído por un desnivel."<br />
<br />
"¿Que has hecho qué?"'' Ide no sabía muy bien qué estaba pasando. ''"¿No decías que estabas escondida?".<br />
<br />
"En los sistemas ocultos. Pero han mandado patrullas para localizarme y dañarme. Creo que la idea es que, cuando un esclavo huye, se le hace tanto daño que éste nunca vuelve a intentarlo. Muchos de estos seres... quieren hacer eso. Por eso son un poco más descuidados."<br />
<br />
"¿Puedes seguir oculta?" ''Ide se dio cuenta al tiempo de lo estúpido de la pregunta. Ella había pasado toda su vida ocultándose. Era su especialidad.<br />
<br />
"''Si no tienen a nadie capaz de buscarme con la Fuerza, sí. Si tienen a alguien... depende de lo bueno que sea."<br />
<br />
"Quédate escondida en el edificio. Sea lo que sea, lo solucionaremos. La Fuerza nos guiará. Avísame si te ves en peligro."<br />
"Sí, maestro."''<br />
<br />
Ide empezó a vestirse. Se acercó a las paredes de transpariacero, y se sentó en pose de meditación.<br />
<br />
==Visiones==<br />
<br />
No pudo concentrarse, perdía el foco constantemente. Pensaba en Arakosia saltando, corriendo y ocultándose, peleando cuando una de las patrullas daba con ella; mientras se dejaba llevar por su instinto para encontrar un lugar cómodo y seguro.<br />
<br />
Y en Vima y su posible reacción. El pánico que mostraban todos los que la conocían era un referente claro de lo que era capaz.<br />
<br />
Ide suspiró, y abrió los ojos. En el exterior, el tráfico caótico de Nar Shaddaa se desparramaba en todas direcciones desde el Palacio del Dolor. En el interior de un vehículo, hubo un movimiento violento y un resplandor; y la mitad del parabrisas se volvió roja. El vehículo hizo un extraño, y luego se reincorporó al tráfico como si no hubiera pasado nada.<br />
<br />
En una de las azoteas, dos humanoides luchaban. La sensación de distancia era engañosa, e Ide se dio cuenta de que los cristales eran del tipo "ojo de águila"; hechos de un material transparente conectado a un ordenador, que reconocía dónde se estaba mirando y modificaba su forma para aumentar el grado de detalle.<br />
<br />
Uno de los humanoides le rompió un tobillo al otro, que cayó. El otro apenas se sostenía en pie. Se alejó, arrastrándose apenas, hasta el borde del tejado, y cogió una bolsa de plástico vacía. Comenzó a llenarla de cosas que parecían pequeñas y pesadas, y de vez en cuando levantaba la bolsa con un brazo, con gesto apreciativo.<br />
<br />
Renqueó hacia el humanoide caido, que había conseguido, mientras tanto, darse la vuelta para quedar boca arriba. Hablaron un poco. De repente, el que estaba de pie movió la bolsa de plástico con una trayectoria circular, por encima de su cabeza, y luego de arriba abajo sobre el caído. Y luego lo hizo de nuevo, otra vez, y otra...<br />
<br />
Ide se sintió una punzada en el estómago. Todo parecía girar en torno al dolor y la muerte en este planeta.<br />
<br />
Volvió a cerrar los ojos para volver a intentar meditar.<br />
<br />
En esta ocasión no se dejó distraer.<br />
<br />
Ella estaba desnuda y en cuclillas sobre una delgada guía de metal, por encima de un abismo insondable. Un poco por encima de ella había una pasarela por la que se alejaba una patrulla de búsqueda. Dos de ellos querían matarla rápidamente. Los otros cuatro querían hacerle sentir muchísimo dolor, y luego capturarla. Un pequeño charco de líquido transparente se había acumulado alrededor de su pie derecho, e Ide vio que había un reguero que se podía rastrear hasta la entrepierna.</div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIIHumo y Vapor III2013-06-26T18:10:47Z<p>El Universo: </p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26aGR, 20:25 horas.'''<br />
<br />
<br />
A medida que Ide se fue acercando a la Flor Esquiva, percibió un olor apetitoso. Poco antes de llegar se hizo obvio que Delia, o quien estuviera en la cocina, no se limitaba a preparar bebidas.<br />
<br />
Casi la mitad de las mesas estaban ocupadas con sintientes cenando; y tanto Delia como Sira servían las mesas.<br />
<br />
Ide se acercó a la barra, y aprovechando un breve momento de calma, habló con Delia, la cual se había acercado a la barra.<br />
<br />
-La idea era que Sira comiera algo, no que se pusiera a trabajar... -dijo Ide con humor.<br />
<br />
-No he podido retenerla -repuso Delia con una sonrisa-. Supongo que no está acostumbrada a permanecer quieta mientras los demás trabajan a su alrededor...<br />
<br />
Sira se aproximó a la barra, e inclinó la cabeza respetuosamente cuando vio a Ide. No dijo nada.<br />
<br />
-Yo pensaba que querrías comer algo... pero parece que has decidido echarle una mano a Delia -dijo, sonriendo-. Lo que te haga más feliz. -Miró a Delia-. ¿Crees que puede quedarse contigo, o levantará sospechas? No se me ocurre un lugar seguro donde pueda estar, mientras resuelvo... lo que tengo pendiente aquí.<br />
<br />
-Puede quedarse, desde luego... todo el mundo pensará que Vima me ha puesto un refuerzo, o que pronto va a reemplazarme... pero si me voy pronto de Nar Shaddaa, nada de eso importará -dijo, mientras posaba una mirada de desesperación contenida sobre Ide.<br />
<br />
-Vima me ha invitado a cenar. De hecho, debería notificar que estoy aquí de alguna forma, creo que me iban a avisar.<br />
<br />
Los ojos de Delia se abrieron considerablemente. Un pánico primordial creció en ella, sólo para ser ahogado por una férrea fuerza de voluntad. Con voz muy controlada dijo:<br />
<br />
-Si... quieres alejar la atención de Sira, será mejor que no llames desde aquí.<br />
<br />
-Cierto, cómo he podido ser tan tonto.<br />
<br />
No lo dijo, pero intuyó que el horror de Delia no se debía sólo a la posible sospecha que podría levantar.<br />
<br />
-Me iré a una de los balcones de las zonas de descanso -apuntó, mientras se levantaba del asiento-. Espero que sigáis bien por aquí. Si te enteras de algo sobre... bueno, él, avísame. Sira tiene mi número de comunicador.<br />
<br />
-Lo haré -su expresión parecía muy angustiada-. Ten mucho cuidado.<br />
<br />
-No te preocupes, sé cuidarme -dijo con una sonrisa, y salió del bar.<br />
<br />
==Contacto==<br />
<br />
Cuando llegó a uno de las zonas de descanso de las plantas intermedias avisó a la recepción de que estaba allí mediante uno de los terminales disponibles. Cuando lo hubo hecho, se acercó a una de las ventanas de transpariacero. No debían tardar mucho en avisar, ya era casi la hora de la cena.<br />
<br />
Efectivamente, la terminal se iluminó en menos de diez segundos. Apareció una figura humanoide, que no hizo sino decir: "Espere, por favor. Alguien llegará para acompañarlo en breve."<br />
<br />
No habían transcurrido ni cinco minutos cuando apareció de nuevo el mismo hombre bien vestido que le había recibido cuando bajó de su nave la última vez. Se inclinó cortésmente a modo de saludo.<br />
<br />
-¿Desea que le indique el camino a la Joya Gloriosa, señor?<br />
<br />
-Si es tan amable -respondió educadamente Ide.<br />
<br />
-Acompáñeme, por favor.<br />
<br />
Recorrieron un camino corto y estéticamente agradable, que incluía un par de turboascensores muy bien decorados; y en breve la vista que se apreciaba por las ventanas se volvió espectacular. Desde la parte superior del Palacio del Dolor el paisaje abarcaba una porción considerable de Nar Shaddaa, que, dada su heterogeneidad arquitectónica, daba la impresión de un todo homogéneo armonioso que se rompía en millones de detalles aparentemente incongruentes; como una gigantesca escultura fractal.<br />
<br />
Al parecer, la Joya Gloriosa ocupaba la última planta del Palacio. Era una estancia relativamente íntima, de unos cuatro por cuatro metros, a la que se accedía por un ascensor de dos plazas desde la planta inmediatamente inferior. Apenas tenía mobiliario.<br />
<br />
Una mesa, y dos sillas una frente a otra. En la mesa brillaba un candelabro, con cinco velas ardiendo suavemente; y en una de las sillas había una mujer que no aparentaba más de veinte años, vestía una camisa sencilla y bebía agua de una copa de cristal; mientras miraba atentamente por la ventana.<br />
<br />
Ide esperó a que ella hablara. Cuando lo hizo, fue con una voz cristalina y bien modulada. Ide no pudo evitar pensar que era espléndida voz de soprano.<br />
<br />
-Buenas noches -dijo mientras sonreía cálidamente-. Soy Vima Da'Motta. Tome asiento, por favor, si antes no desea disfrutar de las vistas.<br />
<br />
-Gracias, señora Da'Motta. Hay que reconocer que la Joya Gloriosa ofrece una vista privilegiada de Nar Shadda. Tiene usted un hermoso hotel.<br />
<br />
-Si lo desea, puede tutearme -repuso, mientras se encogía levemente de hombros-. Francamente, nunca le he dado mucha importancia al protocolo.<br />
<br />
-La verdad es que me resulta algo extraño hablar de usted a alguien tan joven -Ide mantuvo el tono afable, pero lo que le resultaba verdaderamente extraño era pensar que Vima Da'Motta tuviera una cara amable -.Llámame Ide, pues.<br />
<br />
Sonrió aún más ampliamente. Durante unos segundos parecía que no sabía qué decir.<br />
<br />
-Excelente. ¿Tienes ganas de cenar algo ligero, o prefieres algo más consistente?<br />
<br />
-No suelo cenar mucho. Comer mucho por las noches no me deja dormir bien.<br />
<br />
-Algo ligero, entonces... ¿comida calamariana?<br />
<br />
-No he tenido el gusto antes. Confío en tu buen gusto.<br />
<br />
-Pescado, una especie de galletas de algas... espero que te guste.<br />
<br />
Una sección circular de la mesa se abrió frente a ellos dos, y apareció un plato de algo que parecía ensalada de pescado, y que olía deliciosamente.<br />
<br />
-¡Al ataque! -dijo Vima, mientras cogía el tenedor. Se detuvo de repente, mientras miraba a Ide- Ah... ¿los jedi tenéis alguna costumbre especial para antes de comer, una oración o algo?<br />
<br />
-Oh, no, en absoluto. La Fuerza no necesita alabanzas ni consagraciones -sonrió, y cogió su tenedor.<br />
<br />
Vima parecía aliviada.<br />
<br />
-Oh, bien -dijo mientras pinchaba la ensalada. Ide comió, esperando que ella hablara.<br />
<br />
==Sorpresas==<br />
<br />
Durante unos minutos, ella no hizo sino comer y observar a Ide con curiosidad. Ide pudo oir una música, en el límite de lo audible, algo parecido a ópera. Ella pareció darse cuenta al mismo tiempo que Ide.<br />
<br />
-Sabes, la música cantada sin acompañamiento musical es una de las artes universales -dijo con voz animada-. Junto a la pictografía y la danza, creo. Luego los eruditos debaten sobre si la percusión debería ser considerada universal... y la narrativa, claro -hizo un gesto juguetón-. Siempre están debatiendo sobre la universalidad de la narrativa, y peleándose con los lingüistas.<br />
<br />
-Soy más una persona de ciencias que de humanidades, he de reconocer. No soy tan docto en estos temas... sin embargo aprendí de pequeño a tocar. Es el único arte al cual me encuentro vinculado.<br />
<br />
Ella parecía encantada.<br />
<br />
-¡Oh, es fantástico! Yo misma también aprecio mucho la música. El baile también, claro -hizo un gesto descuidado-, pero no tengo una verdadera base teórica para poder apreciarlo apropiadamente.<br />
<br />
-¿Tocas algún instrumento?<br />
<br />
-Canto -dijo mientras sonreía pícaramente-. Lo que suena, lo canté yo -dijo mientras se ruborizaba ligeramente-. Es... un descuido por parte de mi mayordomo. Ahora parece que quiero alardear o algo...<br />
<br />
-En absoluto. No es alardear mostrar cuando es apropiado aquello que uno sabe. La humildad extrema es casi tan mala como el orgullo descarado -se paró unos segundos-. Me gustaría oirte cantar.<br />
<br />
Ella se ruborizó.<br />
<br />
-Oh, no podría... -se quedó mirando a Ide unos segundos, como pidiéndole permiso.<br />
<br />
-Si ayuda, puedo cambiarte una pieza de mi flauta por una obra cantada por ti.<br />
<br />
-Bueno, bien... Entonces voy a levantarme.<br />
<br />
Se puso en pie despacio, e Ide pudo observar que no era muy alta ni robusta. Parecía una especie de muchacho, aunque algo en su complexión le recordaba a los padawan del templo.<br />
<br />
Y de su cadera derecha colgaba un sable de luz.<br />
<br />
==Intercambios==<br />
<br />
Cerró los ojos, e inspiró profundamente dos o tres veces. Cantó una nota, como para afinarse; y luego comenzó a cantar.<br />
<br />
Espectacularmente. La pieza, cantada a capella, estaba en un idioma que Ide no reconoció, pero la complejidad técnica no le pasó desapercibida. Posteriormente, fue la expresividad de la voz lo que le llamó la atención. Algo dentro de él no estaba preparado por completo para la avalancha de ternura que se derramaba en cada nota, para la lucha que se denotaba tras cada cambio repentino de registro.<br />
<br />
Acabó, de una forma que se asemejaba mucho al principio. De alguna forma, Ide percibió al final una riqueza de matices que no había notado la primera vez.<br />
<br />
Ella suspiró profundamente. Abrió los ojos de nuevo.<br />
<br />
-¿Te ha gustado?<br />
<br />
-Ha sido... inesperadamente hermoso y emotivo. Una bella ejecución, sí señor.<br />
<br />
Sonrió de nuevo. Parecía acalorada. Parecía incapaz de hablar. Se sentó despacio.<br />
<br />
-Muchas gracias -dijo con un hilo de voz.<br />
<br />
-Ha sido toda una grata sorpresa, sí señor. Reconozco que no esperaba encontrar esto esta noche.<br />
<br />
Ella enarcó una ceja, mientras miraba divertida a Ide.<br />
<br />
-Bueno, pensaba que me querías para hablar... no sé, de negocios, o algo parecido -sonrió ligeramente-. No esperaba encontrarme hablando de arte y música contigo.<br />
<br />
-Bueno -dijo con voz jocosa-, es un poco rudo, incluso aquí en el borde medio, ponerse a hablar de negocios en cuanto se sienta uno a la mesa...<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Creo que me toca... aunque sea poco apropiado. No sé si estaré a la altura.<br />
<br />
-Por favor -dijo ella con una ternura que no parecía fuera de lugar.<br />
<br />
Ide se levantó y se separó un poco de la mesa. Sacó su flauta, guardada en el estuche. Dejó la caja sobre la silla y la montó suavemente, sin prisa. Cuando estuvo armada, miró a Vima, y sonrió otra vez. Se colocó erguido, como si estuviera en un recital de verdad. Cerró los ojos, y se rindió a las ondulaciones de la Fuerza, como siempre que hacía cuando producía música.<br />
<br />
Comenzó la ejecución con un pasaje sencillo, de poca dificultad técnica pero que transmitía mucha emotividad. De alguna forma, toda su preocupación y su sentido del deber se podían percibir tras la melodía. A medida que se relajaba, sintió como la Fuerza lo inspiraba, complicando el pasaje principal, guiándolo en trémolos y escalas que se enlazaban sin que él mismo supiera muy bien cómo enlazarlas, hasta el último momento. Y enlazaban bien. De repente, Ide se dio cuenta de que había terminado.<br />
<br />
Vima aplaudía muy contenta:<br />
<br />
-¡Eso ha estado muy bien! ¿Todos los jedi saben tocar tan bien como tú, o es un talento singular tuyo?<br />
<br />
==Charla sobre jedi==<br />
<br />
-Bueno, todos los jedi saben hacer algunas cosas bastante bien, cuando se sintonizan con la Fuerza. Yo tuve esa bendición desde pequeño. No sirve para el combate, pero me proporciona momentos muy hermosos.<br />
<br />
-El combate está sobrevalorado -dijo ella con una breve carcajada-. ¡El combate es de bárbaros! -añadió, divertida- ¿No has pensado en dedicarte exclusivamente a la música?<br />
<br />
-No soy tan bueno... y en cualquier caso, ser jedi es un trabajo muy satisfactorio. Aunque tu especialidad no sea el combate -sonrió.<br />
<br />
-Satisfactorio y sacrificado, según tengo entendido.<br />
<br />
-No es un sacrificio lo que se ofrece de buena voluntad. Si lo miras así, somos todos voluntarios.<br />
<br />
-Bueno, si le explican a uno con todo lujo de detalles lo que podría pasar, supongo que sí. No es -dijo con voz inocente- como si adoctrinaran lactantes o algo.<br />
<br />
-Entramos... bueno... se suele entrar muy joven en el Templo. Pero no se obliga a nadie. Se entrena a los seres sensibles a la Fuerza, y según su evolución se les entrena como jedis, o se les enseña otro oficio en el que sus habilidades puedan ser útiles. Supongo que no es una demostración formal, pero no debe ser tan malo: para los chicos es todo un orgullo ser seleccionados como padawan -por un corto instante, a Ide se le torció la sonrisa, al recordar la fiesta de despedida que sus compañeros dieron a Arakosia.<br />
<br />
-Comprendo -dijo con voz reflexiva-. Y, si no es molestia preguntar, ¿qué hace un jedi tan agradable en Nar Shaddaa?<br />
<br />
==La vida en Nar Shaddaa==<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la consciencia de Ide. Recordó con quién estaba hablando, y el nombre de esta persona tan amable que le había invitado a cenar.<br />
<br />
-Buscar algo que se me ha perdido -dijo afablemente-. Reconozco que no es el sitio más... compatible con nuestras creencias y principios.<br />
<br />
-Debe de ser duro -dijo ella.<br />
<br />
-No creo que vivir en Nar Shaddaa sea fácil para nadie, si me permites la observación.<br />
<br />
-No lo es -dijo, con una súbita dureza-. Para nadie. Ni para los hutt.<br />
<br />
-Estoy seguro. He tenido la oportunidad de conocer a algunos, incluso de forma algo más personal. Siempre me ha dado la impresión de que toda la crueldad de este mundo proviene de un sencillo principio... ''matar o morir''.<br />
<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-De alguna forma... o algo peor -pareció reflexionar un instante-. Un rival muerto... está simplemente muerto. Otro vendrá a ocupar su lugar, y la lucha te habrá debilitado. Si quieres sobrevivir, tienes que esclavizar a tus rivales. Así, no sólo dejan de amenazarte, sino que trabajan para ti -reflexionó un instante-. Por supuesto, sería mejor convertirlos en aliados... pero en Nar Shaddaa no existe esa posibilidad.<br />
<br />
-Es quizá eso lo que me desconcierta y desconsuela a partes iguales -dijo el jedi con una mueca-. Sin embargo...<br />
<br />
-¿Sí?<br />
<br />
-Tú... no pareces pertenecer a este mundo -dijo Ide, con un uso consciente del verbo parecer-. Esta sala, este hotel, a ratos. Esta cena.<br />
<br />
-Bueno, no soy de aquí. Llegué cuando tenía más de treinta años -escrutó la expresión de sorpresa de Ide-. Supongo que no aparento mi edad.<br />
<br />
-En absoluto. Lo mostré claramente en mi segundo comentario de esta noche.<br />
<br />
-Pensé que era una frase de cortesía -dijo mientras sonreía.<br />
<br />
-No hace falta mentir para ser cortés -añadió el.<br />
<br />
-Bueno, supongo que podría haber algunas especies en la galaxia que me consideraran joven... -su cara se volvió reflexiva- ...aunque no me imagino cuáles podrían ser.<br />
<br />
-¿Y a qué te dedicabas antes, no es mucho preguntar?<br />
<br />
-Pues, hasta los doce años fui ayudante de laboratorio de mi madre. Ella fue una científica arkaniana de bastante éxito, sabes... y un poco paranoica. En cuanto tuve edad para ello, me dediqué a asistirla.<br />
<br />
-Y acabaste en Nar Shadda dirigiendo el Palacio del Dolor. No es una carrera científica estándar, eso está claro.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
==Historia antigua==<br />
<br />
-Poco después de mi decimosegundo cumpleaños, fui secuestrada. Veinte años más tarde llegué aquí -sonrió amargamente, como recordando un pasado poco agradable-. En ese momento, sólo buscaba un sitio donde esconderme. Pensé que me iría pronto de aquí, que volvería con mi madre.<br />
<br />
No dijo nada más. Su expresión mostraba un dolor a duras penas contenido. Por un momento, Ide no supo qué decir.<br />
<br />
-Esto confirma mi teoría. Nar Shaddaa no acoge a nadie con los brazos abiertos -sonrió-. No creo que haya más bárbaros que en Coruscant. Es sólo que el sistema de aquí los beneficia, en cierto sentido.<br />
<br />
-Toda la población local, o al menos todos menos uno, de un grupo de diez mil; está dispuesta a traicionar a alguien por una mínima mejora de su calidad de vida. Y el uno restante, si lo encuentras, habrá llegado a su edad actual por pura suerte -se rio brevemente-. Eso, o se acaba de bajar de la astronave.<br />
<br />
-Que lo hagan no quiere decir que deseen hacerlo. Puede que sea el único camino que conozcan. O eso, o que yo he tenido mucha suerte.<br />
En el centro de la mesa apareció una bandeja donde se alineaban, sin orden aparente, muchos tipos distintos de dulces, calientes y fríos. Sin embarazo alguno, Vima cogió uno caliente, le sopló y devoró la mitad de un bocado.<br />
<br />
-Esta mañana -continuó Ide, acercando su mano a algo que parecía un pastelito de crema- conocí a un pequeño alienígena, un chadra-fan que se llamaba Tilikit.<br />
<br />
-Mmm... muy bien -murmuró-. Maldición, me he quemado.<br />
<br />
Ide sonrió ligeramente, como pidiendo permiso para continuar. Ella hizo un gesto con la mano, mientras bebía un sorbo de agua.<br />
<br />
-No era nadie. Salí de un negocio, y me preguntó si necesitaba ayuda. A cambio sólo me pidió que lo llevara a mi planeta -Ide se detuvo unos instantes, como rememorando aquello.<br />
<br />
-Intentaba engañarte -dijo ella rápidamente-. En Nar Shaddaa, si alguien se acerca a alguien, es para comerciar o engañarlo.<br />
<br />
-No he tenido oportunidad de comprobarlo. Murió defendiendo a la esclava que pilotaba mi nave, cuando me atacaron unos mercenarios que Shawman&K'Rtahn mandaron para secuestrarnos a mí y a Arakosia.<br />
<br />
-Oh -dijo ella. No parecía muy afectada-. Y Arakosia es... ¿alguien que yo debería conocer?<br />
<br />
-Oh, es mi padawan. Fue... vendida, al Palacio del Dolor esta tarde -dijo amargamente.<br />
<br />
Vima parecía encantada.<br />
<br />
==Entrando en materia==<br />
<br />
-¡Vaya! ¿Y ella también sabe tocar? -preguntó con voz jubilosa.<br />
<br />
-No -sonrió Ide-. Acaba de empezar su entrenamiento. Apenas sabe manejar el sable de luz, y no ha tenido tiempo de aprender muchas cosas. Yo... la rescaté hace poco. La tenían presa.<br />
<br />
-¿Presa? -su expresión se volvió meditabunda- Curioso... ¿Y qué tipo de cosas sabe hacer?<br />
<br />
-Bueno... sabe... -Ide dudó unos segundos-. La verdad es que, por sí sola, puede apenas defenderse, y poco más. Mi tarea es de hecho convertirla en jedi -sonrió amargamente, consciente de que había usado el tiempo presente en su afirmación.<br />
<br />
-Vaya... ¿y tardarías mucho en convertirla en jedi?<br />
<br />
-Años. En el mejor de los casos -Ide tuvo una extraña sensación, al recordar el sable de luz que pendía de su cinto.<br />
<br />
-Y... ¿es importante para ti hacer eso?<br />
<br />
Ide tragó saliva y calló durante un momento.<br />
<br />
-Cómo decirlo... es... una parte de mí es ella, y lo que ella pueda llegar a ser.<br />
<br />
-Bueno, puedes quedarte en Nar Shaddaa el tiempo que consideres necesario para convertirla en jedi -dijo con expresión pensativa-. A cambio, te acogeré en mi Palacio sin coste alguno para ti.<br />
<br />
Ide sonrió y permaneció pensativo, sin responder. Sabía que Arakosia era el punto de inflexión de la conversación, el momento en el que Vima dejaría de ser amable y cálida.<br />
<br />
==Ofertas==<br />
<br />
-Bueno, piénsalo -dijo mientras se encogía de hombros.<br />
<br />
-No... bueno, siento decirte que no es posible convertirse en jedi en esas circunstancias. Es un entrenamiento igualmente espiritual y físico, y no es compatible en absoluto con la vida de un esclavo.<br />
<br />
-Oh,vaya... -parecía levemente decepcionada- Y si ella estuviera, digamos, exenta de servicio mientras dure su entrenamiento, ¿entonces podrías?<br />
<br />
-No se puede servir a la Orden Jedi y a otro señor a la vez, Vima. Como bien dijiste antes, es una vida sacrificada.<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-En fin... una lástima.<br />
<br />
Permaneció en silencio unos segundos. Cogió otro pequeño postre y se lo metió entero en la boca.<br />
<br />
-Me imaginaba que te agradaría la compra de mi aprendiz. Y entiendo que no tendrás el menor interés en vendérmela -dijo Ide como si fuera algo sin importancia.<br />
<br />
Ella hizo un ligero gesto de contrariedad.<br />
<br />
-No es eso, es que todavía no sé lo que vale... podría perder k'shii fácilmente... perdón, podría perder reputación... a veces me olvido de que no todo el mundo habla hutt.<br />
<br />
-Lo entiendo, es un término muy común. Sea como sea, me interesaría recuperarla, como te podrás imaginar.<br />
<br />
-Lo comprendo, lo comprendo -hizo un gesto apaciguador con ambas manos-. Sólo digo que aún no hemos terminado de tasarla. No puedo ponerle un precio hasta entonces, ¿comprendes? Me ariesgaría mucho.<br />
<br />
-Obviamente Arakosia no es una esclava normal. Y es capaz de hacer cosas increíbles. Pero quizás haya algo que con toda seguridad sea más útil que ella.<br />
<br />
-Seguro -dijo ella con ligereza-. Todavía estará sin pulir. Debe de haber ''cientos'' de esclavos más útiles que ella.<br />
<br />
-A lo mejor yo puedo hacer algo más útil que cualquier cosa que te pueda dar ella -comentó él.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
-¡Pero eso no va así! -dijo animadamente- La cuestión es que un esclavo hará su trabajo ''indefinidamente y sin recibir nada a cambio''. Y además sabes que cualquier inversión que hagas en él la puedes recuperar en un intervalo de tiempo sólo limitado por las necesidades biológicas del esclavo.<br />
<br />
-Sí, pero a lo mejor te compensa tener a un jedi a tu servicio en tu Hak'Un Shapp al precio de un esclavo de mediana utilidad -dijo él seriamente.<br />
<br />
==Contraofertas==<br />
<br />
Ella parecía un poco sorprendida.<br />
<br />
-Bueno, sería buena publicidad... -reflexionó- Las veces anteriores funcionó bastante bien. Y los jedi participantes casi siempre sobreviven, aunque no suelen ganar -sonrió, levemente ácida-. Sin ánimo de ofender, les falta crueldad -una mínima arruga apareció en su frente-. Pero sin tasar a tu padawan, no sé si sería un trato justo. ¿Necesitas conocer mi respuesta con premura?<br />
<br />
-Prefiero saberla libre cuanto antes mejor, pero toma el tiempo que necesites, faltaría más.<br />
<br />
-Habitualmente un par de horas suelen ser suficientes, si la colaboración es buena.<br />
<br />
-Quizás... pueda ayudarte. Verás, circula por la Holored una demostración de Arakosia que probablemente te enseñarán.<br />
<br />
-...sí? -su expresión quería decir: "y respecto a ella, quieres puntualizar que..."<br />
<br />
-¿Quizá podríamos verla ahora?<br />
<br />
-Claro. Control central, buscar video en HoloNet. Rastreo de nodo local, Nar Shaddaa; fecha y hora, últimos dos días, tema: Arakosia. Ordenar por número de visitas. Ver.<br />
<br />
Sobre la mesa se hizo un cubo de luz, al principio borroso, posteriormente fue dibujándose una habitación. Sobre la cama, Arakosia estaba desnuda y drogada, e Ide estaba a su lado.<br />
<br />
==Aclaraciones==<br />
<br />
Vima parecía muy interesada.<br />
<br />
-¡Caramba! Hubiera asegurado que era demasiado joven para relaciones sexuales extensas... -miró a su enlace informático de muñeca- y ésta es una edición de hora y media, con los mejores momentos de una grabación original, ¿''de diez horas''? -miró a Ide, con expresión entusiasmada- ¡Qué maravilla! ¿Y qué deseabas comentar?<br />
<br />
Un extraño pulso de calor recorrió la espina dorsal de Ide. Se tomó un tiempo tiempo para responder, en el cual sólo se le venía a la mente una frase: "Keel, maldita rata".<br />
<br />
-Sí... eso también. Pensaba que te ibas a encontrar primero con el vídeo de la fruta.<br />
<br />
-Es por el número de visitas, supongo. Nada atrae más que el sexo y la violencia. Probablemente el otro video no incluye sangre.<br />
<br />
-Esa noche Arakosia hizo cosas espectaculares. Y se deben principalmente a dos cosas. La primera es que la drogaron.<br />
<br />
-Pero la droga sólo levanta inhibiciones. Es de suponer que, en principio, ella sería capaz de llevar a cabo... hazañas similares sin necesidad de sustancias añadidas.<br />
<br />
-No siempre. Los estupefacientes, desde el momento en el que trasladan al individuo a un estado distinto de consciencia, pueden a veces amplificar la canalización de la Fuerza. O pueden hacer todo lo contrario.<br />
<br />
Como comprenderás, si fuera tan fácil obtener superpoderes, todos iríamos siempre por ahí con una bolsita de pastillas. Depende de la ocasión, y el contexto, las drogas pueden ser muy beneficiosas, o muy peligrosas. Lo cual me lleva al segundo factor que, en conjunción con el trance de la droga, proporcionó a Arakosia semejante habilidad.<br />
<br />
-Una conjunción de factores suelen ser malas noticias. ¿De qué se trata? ¿Ira descontrolada? ¿Abandono suicida?<br />
<br />
-Yo. Ide Kanor, su maestro y mentor. Y la devoción que siente hacia él -Ide pronunciaba severamente, con orgullo, pero sin que pareciera que estaba alardeando.<br />
<br />
-Oh, mejor. Quiero decir, ese no es un factor descontrolado. Aunque, claramente, disminuye su valor para cualquier comprador potencial... -dijo con expresión ecuánime.<br />
<br />
-Quería aclararte todo esto, para que no pensaras que te he intentado engañar cuando lo vieras -terminó Ide, juntando las manos en actitud conciliadora.<br />
<br />
-De acuerdo, lo tendremos en cuenta. ¿Deseas esperar aquí mientras tanto, o hay algún otro lugar... o algo que necesites hacer?<br />
<br />
-Pues sería muy agradable poder esperar en esta sala. Es... especialmente tranquila. A no ser que me dejes bajar a dar una vuelta por el Hak'un'Shapp -en el rostro del joven emergió una sonrisa pícara-. Tengo cierta curiosidad.<br />
<br />
Ella sonrió, con coquetería.<br />
<br />
-Bueno... está claro que no sabes exactamente de qué se trata... la mayor parte del tiempo es, como la vida misma, algo gris y aburrido. Y de repente -su voz cobró una energía vibrante- se desata un vórtice de emociones, que arrastran a sus participantes al éxtasis...<br />
<br />
Era como contemplar un volcán en sus ojos. Ide no recordaba cómo había llegado a estar tan cerca de ella. Percibió su energía en la Fuerza. Poderosa, entrenada... adaptada a su entorno, en sintonía con las sensaciones que emanaba la Luna del Contrabandista.<br />
<br />
==Déjà vu==<br />
<br />
Una sensación de ''déjà vu'' invadió a Ide. Se sentía en una especie de punto de inflexión, un punto desde el cual se puede desencadenar cualquier acontecimiento.<br />
<br />
-Parece que... -intervino Ide casi con un susurro, escudriñándola en la Fuerza- encuentras cierta armonía en el Hak'un'Shapp...<br />
<br />
El tiempo parecía fluir despacio, despacio...<br />
<br />
La miró, durante un instante, con ojos que trascendían la materia física. Había poder y habilidad, entrenados hacía mucho, oxidados bajo la costumbre de no utilizar lo aprendido, sepultados tras mucho uso inconsciente e intuitivo.<br />
<br />
-Intento... -dijo ella, con voz casi inaudible- Intento disfrutar de la armonía allá donde la encuentre...<br />
<br />
-Fluyes con la Fuerza... has sido entrenada -dijo él, extendiendo la mano como para tocar los jirones de su aura sobrenatural.<br />
<br />
Ella se estremeció en su sitio, sin decir nada. Su vello se erizó antes de que Ide lo tocara. Él dudó un segundo, y luego, lentamente, acercó su mano a la de ella. Estaba de pie, al lado de la silla en la que ella permanecía. Sin tocarla, ascendió por su brazo, como un curandero buscando energía vital, dejando que la única conexión entre ellos fuera, por poco, la Fuerza.<br />
<br />
Ella no reaccionaba con una técnica definida. Se limitaba a dejar que su cuerpo fuera atravesado por la Fuerza, sin hacer nada que no pudiera hacer de forma natural. Aceptó el toque de forma pasiva, dejándose hacer.<br />
<br />
-Pero fue hace tiempo... -añadió él, con los ojos cerrados, centrándose sólo en lo que percibía por su canal sensitivo sobrenatural. Cuando llegó al hombro, posó su mano. A través de la Fuerza le llegó, abrumadora, una sensación orgásmica. Pero ella no se movió.<br />
<br />
Sólo un suspiro hubiera permitido saber, a un observador casual, por qué sus párpados vibraban y su nuca transpiraba.<br />
<br />
Ide se giró, levantó la otra mano, y la posó sobre el otro hombro. Movió los dedos lentamente, como masajeando, limpiando el incipiente sudor que había aparecido en el cuello de ella, pero de una forma sutil y precavida. Seguía con los ojos cerrados, oyendo las reverberaciones de Vima, emitiendo su propia señal en la Fuerza para oirla reflejada en ella.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
Vima reaccionaba sin pensar. Tomó aire, y lo exhaló lentamente; cerró los ojos despacio. Estaba bajando sus defensas, Ide pudo sentir algunos de sus pensamientos al azar.<br />
<br />
"Que no se detenga, por favor, que no se detenga, lo necesito, lo necesito tanto, nadie era apropiado, todos querían mi k shii, nadie podía hacerlo como un igual, si hago algo puede arrepentirse, ojalá dejara de preguntar por la Época Oscura, quiero, quiero, oh, qué bueno. En el video no salía drogándose, pero ella tampoco, ¿podrá? ¿Podrá? Oh, por favor, que no sea de los que sólo lo hacen por amor, que no haya una regla jedi absurda, que no pase nada, que lo haga, pronto, que lo haga porque lo necesito tanto..."<br />
<br />
Él se detuvo unos segundos. Después, bajó una de sus manos un poco, colocándola al principio de sus pechos, y llevó la otra detrás, a la nuca, incrustando los dedos en su pelo. Al tiempo, se giró grácilmente y se puso en frente de ella, y, con la experiencia adquirida en los años de Galmia, en un segundo que se hizo eterno, se acercó y la besó.<br />
<br />
Ella volvió a estremecerse, una vez más.<br />
<br />
"Lo ha hecho otra vez. Y todavía estamos empezando. O eso espero. Que no acabe, por favor, que no acabe..."<br />
<br />
Pero él no se detuvo. Siguió, como en otros tiempos había hecho con su Reina, con la excitación sobrenatural que sólo sentía al unirse con otros usuarios de la Fuerza, como con Anakin, como con Arakosia el día anterior. Ide perdió la noción del tiempo. Se olvidó del Hak'un'Shapp, se nubló la visión de su objetivo, de Arakosia, de Morg, de Kurel, y durante un periodo no determinado de tiempo, sólo se permitió sentir la Fuerza, y Vima Da'Motta, la cruel emperatriz del Palacio del Dolor, ahora transformada y expuesta por la letanía de placeres que se sucedieron en la habitación.<br />
<br />
El atardecer sobre Nar Shaddaa se convirtió en noche, la noche casi en amanecer. Ninguno de los dos parecía acusar el peso del cansancio. En un momento determinado, Vima cedió voluntariamente; cuando se retiró, Ide vio sangre en la cara interna de sus muslos. Se dejó caer, agotada y feliz.<br />
<br />
==Interrupciones==<br />
<br />
Suspiró.<br />
<br />
En ese momento, Ide sintió algo extraño: sobre los cristales se notaba una extraña vibración, apenas musical...<br />
<br />
<br />
"''Arakosia''", pensó instantáneamente.<br />
<br />
"''¿Maestro? Estoy despierta, y no reconozco el lugar.''"<br />
<br />
"''No te preocupes, estás a salvo, en el Palacio del Dolor. No te pasará nada. Confía en mí.''"<br />
<br />
"''¿Debo escapar? ''Puedo'' escapar.''"<br />
<br />
"''No será necesario. Puede que si intentaras escapar fuera peor. Iré a verte en cuanto pueda, te recogeré pronto.''"<br />
<br />
"''Quieren operarme. Para instalarme algo, porque... dicen que ya han esperado demasiado. Lo van a hacer en menos de dos minutos.''"<br />
<br />
Ide pensó durante unos segundos. Fue a buscar su ropa. "''Dame un minuto. Si lo intentan, escapa.''"<br />
<br />
<br />
-Cuándo te volveré a ver -preguntó a Vima, despreocupadamente.<br />
<br />
Ella esbozó una especie de media sonrisa que transmitía una sabiduría sin edad. Su manera de moverse evidenciaba que se sentía igual de cómoda desnuda que vestida.<br />
<br />
-¿Quién sabe? -dijo con voz traviesa- Espero que pronto.<br />
<br />
-Me preguntaba... si harías algo por mí -apuntó él tímidamente. Ella rió, de buen humor.<br />
<br />
-Pregunta, hombre. Haré lo que pueda -una pequeña arruga se formó en su frente- si puedo.<br />
<br />
-Es mi antigua alumna. Me preguntaba si podías retrasar su implante. Mientras la tasas y llegamos a un acuerdo.<br />
<br />
<br />
Ella pareció un poco entristecida.<br />
<br />
-Oh, lo siento. Mi personal implanta a todo el personal en menos de quince minutos tras su compra. Norma de la casa, sabes -su expresión se dulcificó-. ¡Pero no te preocupes! Los implantes se pueden retirar fácilmente, y no dejan ninguna clase de huella o secuela.<br />
<br />
Ide observó que ella no parecía tener ningún interés en vestirse. La única prenda que recogió fue el cinturón del que pendía el sable de luz, y se lo ajustó a la cintura. Pasó la mano por delante de un sensor frente a uno de los vértices, y el hueco correspondiente al ascensor se iluminó.<br />
<br />
<br />
-¿Bajas primero? ¿O prefieres esperar aquí?<br />
<br />
-¿Esperar? -Ide levantó lo que hubiera sido una ceja.<br />
<br />
-A que termine la tasación.<br />
<br />
<br />
"''Maestro, vienen'' ahora"<br />
<br />
-Vima... -dijo, mirándola fijamente-. Llama a tu equipo de implantación. Acabo de percibir algo.<br />
<br />
==Imprevistos==<br />
<br />
Ella parecía confundida.<br />
<br />
-Pero...<br />
<br />
-Confía en mí, evitará problemas. Están... implantando a Arakosia. Ha estado inconsciente y se acaba de despertar. Y está asustada.<br />
<br />
-Yo... -algo pareció cerrarse en su mente. Volvió a subir la barrera- Está bien. Pero no desde aquí.<br />
<br />
Él dio un paso adelante, aún con la ropa en la mano.<br />
<br />
-Vima... -la miró fijamente-. Gracias. Por... por todo.<br />
<br />
Ella asintió sobriamente.<br />
<br />
-Espera aquí.<br />
<br />
"''Maestro, ya he escapado. Dime cuál es el punto de encuentro.''"<br />
<br />
-Volveré tan pronto como pueda.<br />
<br />
"''Me temo que he dañado gravemente a por lo menos dos de ellos.''"<br />
<br />
Vima sonrió.<br />
<br />
-Y te haré un buen, buen descuento en todo lo que dependa de mi k'shii... esto ha valido un buen montón de gubor... incluso se podría cobrar en sgin.<br />
<br />
"''La estructura de este hotel me ha cogido por sorpresa... al principio. Pero en realidad, me beneficia. Más de la mitad del edificio está hueca. Más espacio para mí.''"<br />
<br />
"''Quédate escondida por ahora''."<br />
<br />
Se acercó a Vima, aún mirándola.<br />
<br />
-Sabes que no lo he hecho por eso -se acercó para coger su mano-.<br />
<br />
-Ya lo sé, guapo -dijo Vima mientras guiñaba un ojo-. Era un cumplido, al estilo Nar Shaddaa.<br />
<br />
Él sonrió.<br />
<br />
-Estaré aquí, si me necesitas o si hay algún problema.<br />
<br />
-Bien. Siéntete libre de pedir cualquier cosa o servicio que desees -la expresión de su cara se volvió a un tiempo salvaje y atractiva-. Cualquier cosa... la podemos compartir cuando yo regrese.<br />
<br />
Enderezó su espalda, que crujió levemente. Se quedó parada en la sección iluminada de suelo, que bajó. Su cuerpo desnudo parecía saludar a Ide mientras desaparecía por la abertura del suelo, antes de que ésta se cerrase.<br />
<br />
==Comunicaciones==<br />
<br />
"''¿Maestro?"<br />
<br />
"Arakosia."<br />
<br />
"A lo mejor no es el momento apropiado para preguntar esto, pero... eh... a veces confundo cosas que suceden en mis sueños con cosas que suceden en la realidad, y... no tengo muy claro si algunas de las cosas que recuerdo... son ciertas."<br />
<br />
"Ah, supongo que te refieres a lo de ayer."<br />
<br />
"Es que... lo que recuerdo se parece mucho a los sueños que suelo tener, pero... ahora tengo agujetas, maestro, en todo el cuerpo, y..."<br />
<br />
"Te drogaron. La especia roja... te introduce en un éxtasis sexual. Y te produce síndrome de abstinencia. Y... lo que recuerdas es la terapia de choque para evitar la dependencia. Decidí que... era mejor así, a usar a unos extraños."''<br />
<br />
El enlace transmitió una mezcla de sensaciones difícil de analizar, algo a lo que Ide comenzaba a acostumbrarse. Supo que luego, al meditar sobre ello, podría conocer su reacción con más precisión.<br />
<br />
''"Yo... ¿lo repetiremos?"<br />
<br />
"Bueno... en el Templo no... aunque... espero que esto no nos lleve a ti y a mí al Lado Oscuro...''". Ide sonrió, pero no tenía claro si era posible transmitir humor mediante los enlaces telepáticos.<br />
<br />
"''No... no lo parecía... he estado allí, y esto era... sólo me había sentido así al pelear, o en meditación profunda. He aprendido mucho, lo recuerdo. Creo... que puedo utilizar lo que he aprendido.''"<br />
<br />
"''Utiliza lo que yo te he enseñado. Lo que has aprendido tendremos que... bueno. Revisarlo. No está mal que investigues tu propia conexión con la Fuerza, pero a veces...''"<br />
Ide tuvo un flash. De Galmia. De Kwyna aprendiendo sola, con el holocrón. Se fue enseguida, pero no supo discriminar si Arakosia lo había percibido o no.<br />
"''Es mejor que lo desarrollemos un poco, tranquilamente, durante el entrenamiento."<br />
"Sentí la Fuerza, maestro. Fluyendo por mi cuerpo. Fui consciente de cómo el funcionamiento de mi cuerpo interaccionaba con la Fuerza. Pocas veces me siento tan centrada... como ahora, que peleo para salvar mi vida. Estoy intentando no matar a nadie, aunque ellos están intentando matarme a mí. ¿Es eso correcto?"<br />
"Eh... sí. Lo importante es eliminar las sensaciones. Pensar sólo en la Fuerza."<br />
"Oh, sí. Ahora estoy muy bien. Me siento... en paz...'''"<br />
Ide analizó a su aprendiz, en la distancia, mediante el enlace en la Fuerza que los unía. Era... como una sucesión de tonos cristalinos, como un concierto de campanas tubulares. Irradiaba tranquilidad.<br />
"''Por cierto, maestro... no sé si es importante, pero... siento...''"<br />
<br />
Ella no se atrevía a verbalizar... algo. Sintió un lejano eco de vergüenza.<br />
<br />
''"Di, Arakosia."<br />
"Soy consciente de una... excitación física de mi cuerpo, en estos momentos. No sé qué hacer al respecto."<br />
<br />
"Es parte de los efectos de la especia roja. Me temo que es algo que tendrás que solucionar tú misma en tu escondite."<br />
<br />
"Sí, maestro. Creo que acabo de matar a alguien, sin querer. Ha caído por un desnivel."<br />
<br />
"¿Que has hecho qué?"'' Ide no sabía muy bien qué estaba pasando. ''"¿No decías que estabas escondida?".<br />
<br />
"En los sistemas ocultos. Pero han mandado patrullas para localizarme y dañarme. Creo que la idea es que, cuando un esclavo huye, se le hace tanto daño que éste nunca vuelve a intentarlo. Muchos de estos seres... quieren hacer eso. Por eso son un poco más descuidados."<br />
<br />
"¿Puedes seguir oculta?" ''Ide se dio cuenta al tiempo de lo estúpido de la pregunta. Ella había pasado toda su vida ocultándose. Era su especialidad.<br />
<br />
"''Si no tienen a nadie capaz de buscarme con la Fuerza, sí. Si tienen a alguien... depende de lo bueno que sea."<br />
<br />
"Quédate escondida en el edificio. Sea lo que sea, lo solucionaremos. La Fuerza nos guiará. Avísame si te ves en peligro."<br />
"Sí, maestro."''<br />
<br />
Ide empezó a vestirse. Se acercó a las paredes de transpariacero, y se sentó en pose de meditación.<br />
<br />
==Visiones==<br />
<br />
No pudo concentrarse, perdía el foco constantemente. Pensaba en Arakosia saltando, corriendo y ocultándose, peleando cuando una de las patrullas daba con ella; mientras se dejaba llevar por su instinto para encontrar un lugar cómodo y seguro.<br />
<br />
Y en Vima y su posible reacción. El pánico que mostraban todos los que la conocían era un referente claro de lo que era capaz.<br />
<br />
Ide suspiró, y abrió los ojos. En el exterior, el tráfico caótico de Nar Shaddaa se desparramaba en todas direcciones desde el Palacio del Dolor. En el interior de un vehículo, hubo un movimiento violento y un resplandor; y la mitad del parabrisas se volvió roja. El vehículo hizo un extraño, y luego se reincorporó al tráfico como si no hubiera pasado nada.<br />
<br />
En una de las azoteas, dos humanoides luchaban. La sensación de distancia era engañosa, e Ide se dio cuenta de que los cristales eran del tipo "ojo de águila"; hechos de un material transparente conectado a un ordenador, que reconocía dónde se estaba mirando y modificaba su forma para aumentar el grado de detalle.<br />
<br />
Uno de los humanoides le rompió un tobillo al otro, que cayó. El otro apenas se sostenía en pie. Se alejó, arrastrándose apenas, hasta el borde del tejado, y cogió una bolsa de plástico vacía. Comenzó a llenarla de cosas que parecían pequeñas y pesadas, y de vez en cuando levantaba la bolsa con un brazo, con gesto apreciativo.<br />
<br />
Renqueó hacia el humanoide caido, que había conseguido, mientras tanto, darse la vuelta para quedar boca arriba. Hablaron un poco. De repente, el que estaba de pie movió la bolsa de plástico con una trayectoria circular, por encima de su cabeza, y luego de arriba abajo sobre el caído. Y luego lo hizo de nuevo, otra vez, y otra...<br />
<br />
Ide se sintió una punzada en el estómago. Todo parecía girar en torno al dolor y la muerte en este planeta.<br />
<br />
Volvió a cerrar los ojos para volver a intentar meditar.<br />
<br />
En esta ocasión no se dejó distraer.<br />
<br />
Ella estaba desnuda y en cuclillas sobre una delgada guía de metal, por encima de un abismo insondable. Un poco por encima de ella había una pasarela por la que se alejaba una patrulla de búsqueda. Dos de ellos querían matarla rápidamente. Los otros cuatro querían hacerle sentir muchísimo dolor, y luego capturarla. Un pequeño charco de líquido transparente se había acumulado alrededor de su pie derecho, e Ide vio que había un reguero que se podía rastrear hasta la entrepierna.</div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIIHumo y Vapor III2013-06-26T17:30:29Z<p>El Universo: /* Instrucciones */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26aGR, 20:25 horas.'''<br />
<br />
<br />
A medida que Ide se fue acercando a la Flor Esquiva, percibió un olor apetitoso. Poco antes de llegar se hizo obvio que Delia, o quien estuviera en la cocina, no se limitaba a preparar bebidas.<br />
<br />
Casi la mitad de las mesas estaban ocupadas con sintientes cenando; y tanto Delia como Sira servían las mesas.<br />
<br />
Ide se acercó a la barra, y aprovechando un breve momento de calma, habló con Delia, la cual se había acercado a la barra.<br />
<br />
-La idea era que Sira comiera algo, no que se pusiera a trabajar... -dijo Ide con humor.<br />
<br />
-No he podido retenerla -repuso Delia con una sonrisa-. Supongo que no está acostumbrada a permanecer quieta mientras los demás trabajan a su alrededor...<br />
<br />
Sira se aproximó a la barra, e inclinó la cabeza respetuosamente cuando vio a Ide. No dijo nada.<br />
<br />
-Yo pensaba que querrías comer algo... pero parece que has decidido echarle una mano a Delia -dijo, sonriendo-. Lo que te haga más feliz. -Miró a Delia-. ¿Crees que puede quedarse contigo, o levantará sospechas? No se me ocurre un lugar seguro donde pueda estar, mientras resuelvo... lo que tengo pendiente aquí.<br />
<br />
-Puede quedarse, desde luego... todo el mundo pensará que Vima me ha puesto un refuerzo, o que pronto va a reemplazarme... pero si me voy pronto de Nar Shaddaa, nada de eso importará -dijo, mientras posaba una mirada de desesperación contenida sobre Ide.<br />
<br />
-Vima me ha invitado a cenar. De hecho, debería notificar que estoy aquí de alguna forma, creo que me iban a avisar.<br />
<br />
Los ojos de Delia se abrieron considerablemente. Un pánico primordial creció en ella, sólo para ser ahogado por una férrea fuerza de voluntad. Con voz muy controlada dijo:<br />
<br />
-Si... quieres alejar la atención de Sira, será mejor que no llames desde aquí.<br />
<br />
-Cierto, cómo he podido ser tan tonto.<br />
<br />
No lo dijo, pero intuyó que el horror de Delia no se debía sólo a la posible sospecha que podría levantar.<br />
<br />
-Me iré a una de los balcones de las zonas de descanso -apuntó, mientras se levantaba del asiento-. Espero que sigáis bien por aquí. Si te enteras de algo sobre... bueno, él, avísame. Sira tiene mi número de comunicador.<br />
<br />
-Lo haré -su expresión parecía muy angustiada-. Ten mucho cuidado.<br />
<br />
-No te preocupes, sé cuidarme -dijo con una sonrisa, y salió del bar.<br />
<br />
==Contacto==<br />
<br />
Cuando llegó a uno de las zonas de descanso de las plantas intermedias avisó a la recepción de que estaba allí mediante uno de los terminales disponibles. Cuando lo hubo hecho, se acercó a una de las ventanas de transpariacero. No debían tardar mucho en avisar, ya era casi la hora de la cena.<br />
<br />
Efectivamente, la terminal se iluminó en menos de diez segundos. Apareció una figura humanoide, que no hizo sino decir: "Espere, por favor. Alguien llegará para acompañarlo en breve."<br />
<br />
No habían transcurrido ni cinco minutos cuando apareció de nuevo el mismo hombre bien vestido que le había recibido cuando bajó de su nave la última vez. Se inclinó cortésmente a modo de saludo.<br />
<br />
-¿Desea que le indique el camino a la Joya Gloriosa, señor?<br />
<br />
-Si es tan amable -respondió educadamente Ide.<br />
<br />
-Acompáñeme, por favor.<br />
<br />
Recorrieron un camino corto y estéticamente agradable, que incluía un par de turboascensores muy bien decorados; y en breve la vista que se apreciaba por las ventanas se volvió espectacular. Desde la parte superior del Palacio del Dolor el paisaje abarcaba una porción considerable de Nar Shaddaa, que, dada su heterogeneidad arquitectónica, daba la impresión de un todo homogéneo armonioso que se rompía en millones de detalles aparentemente incongruentes; como una gigantesca escultura fractal.<br />
<br />
Al parecer, la Joya Gloriosa ocupaba la última planta del Palacio. Era una estancia relativamente íntima, de unos cuatro por cuatro metros, a la que se accedía por un ascensor de dos plazas desde la planta inmediatamente inferior. Apenas tenía mobiliario.<br />
<br />
Una mesa, y dos sillas una frente a otra. En la mesa brillaba un candelabro, con cinco velas ardiendo suavemente; y en una de las sillas había una mujer que no aparentaba más de veinte años, vestía una camisa sencilla y bebía agua de una copa de cristal; mientras miraba atentamente por la ventana.<br />
<br />
Ide esperó a que ella hablara. Cuando lo hizo, fue con una voz cristalina y bien modulada. Ide no pudo evitar pensar que era espléndida voz de soprano.<br />
<br />
-Buenas noches -dijo mientras sonreía cálidamente-. Soy Vima Da'Motta. Tome asiento, por favor, si antes no desea disfrutar de las vistas.<br />
<br />
-Gracias, señora Da'Motta. Hay que reconocer que la Joya Gloriosa ofrece una vista privilegiada de Nar Shadda. Tiene usted un hermoso hotel.<br />
<br />
-Si lo desea, puede tutearme -repuso, mientras se encogía levemente de hombros-. Francamente, nunca le he dado mucha importancia al protocolo.<br />
<br />
-La verdad es que me resulta algo extraño hablar de usted a alguien tan joven -Ide mantuvo el tono afable, pero lo que le resultaba verdaderamente extraño era pensar que Vima Da'Motta tuviera una cara amable -.Llámame Ide, pues.<br />
<br />
Sonrió aún más ampliamente. Durante unos segundos parecía que no sabía qué decir.<br />
<br />
-Excelente. ¿Tienes ganas de cenar algo ligero, o prefieres algo más consistente?<br />
<br />
-No suelo cenar mucho. Comer mucho por las noches no me deja dormir bien.<br />
<br />
-Algo ligero, entonces... ¿comida calamariana?<br />
<br />
-No he tenido el gusto antes. Confío en tu buen gusto.<br />
<br />
-Pescado, una especie de galletas de algas... espero que te guste.<br />
<br />
Una sección circular de la mesa se abrió frente a ellos dos, y apareció un plato de algo que parecía ensalada de pescado, y que olía deliciosamente.<br />
<br />
-¡Al ataque! -dijo Vima, mientras cogía el tenedor. Se detuvo de repente, mientras miraba a Ide- Ah... ¿los jedi tenéis alguna costumbre especial para antes de comer, una oración o algo?<br />
<br />
-Oh, no, en absoluto. La Fuerza no necesita alabanzas ni consagraciones -sonrió, y cogió su tenedor.<br />
<br />
Vima parecía aliviada.<br />
<br />
-Oh, bien -dijo mientras pinchaba la ensalada. Ide comió, esperando que ella hablara.<br />
<br />
==Sorpresas==<br />
<br />
Durante unos minutos, ella no hizo sino comer y observar a Ide con curiosidad. Ide pudo oir una música, en el límite de lo audible, algo parecido a ópera. Ella pareció darse cuenta al mismo tiempo que Ide.<br />
<br />
-Sabes, la música cantada sin acompañamiento musical es una de las artes universales -dijo con voz animada-. Junto a la pictografía y la danza, creo. Luego los eruditos debaten sobre si la percusión debería ser considerada universal... y la narrativa, claro -hizo un gesto juguetón-. Siempre están debatiendo sobre la universalidad de la narrativa, y peleándose con los lingüistas.<br />
<br />
-Soy más una persona de ciencias que de humanidades, he de reconocer. No soy tan docto en estos temas... sin embargo aprendí de pequeño a tocar. Es el único arte al cual me encuentro vinculado.<br />
<br />
Ella parecía encantada.<br />
<br />
-¡Oh, es fantástico! Yo misma también aprecio mucho la música. El baile también, claro -hizo un gesto descuidado-, pero no tengo una verdadera base teórica para poder apreciarlo apropiadamente.<br />
<br />
-¿Tocas algún instrumento?<br />
<br />
-Canto -dijo mientras sonreía pícaramente-. Lo que suena, lo canté yo -dijo mientras se ruborizaba ligeramente-. Es... un descuido por parte de mi mayordomo. Ahora parece que quiero alardear o algo...<br />
<br />
-En absoluto. No es alardear mostrar cuando es apropiado aquello que uno sabe. La humildad extrema es casi tan mala como el orgullo descarado -se paró unos segundos-. Me gustaría oirte cantar.<br />
<br />
Ella se ruborizó.<br />
<br />
-Oh, no podría... -se quedó mirando a Ide unos segundos, como pidiéndole permiso.<br />
<br />
-Si ayuda, puedo cambiarte una pieza de mi flauta por una obra cantada por ti.<br />
<br />
-Bueno, bien... Entonces voy a levantarme.<br />
<br />
Se puso en pie despacio, e Ide pudo observar que no era muy alta ni robusta. Parecía una especie de muchacho, aunque algo en su complexión le recordaba a los padawan del templo.<br />
<br />
Y de su cadera derecha colgaba un sable de luz.<br />
<br />
==Intercambios==<br />
<br />
Cerró los ojos, e inspiró profundamente dos o tres veces. Cantó una nota, como para afinarse; y luego comenzó a cantar.<br />
<br />
Espectacularmente. La pieza, cantada a capella, estaba en un idioma que Ide no reconoció, pero la complejidad técnica no le pasó desapercibida. Posteriormente, fue la expresividad de la voz lo que le llamó la atención. Algo dentro de él no estaba preparado por completo para la avalancha de ternura que se derramaba en cada nota, para la lucha que se denotaba tras cada cambio repentino de registro.<br />
<br />
Acabó, de una forma que se asemejaba mucho al principio. De alguna forma, Ide percibió al final una riqueza de matices que no había notado la primera vez.<br />
<br />
Ella suspiró profundamente. Abrió los ojos de nuevo.<br />
<br />
-¿Te ha gustado?<br />
<br />
-Ha sido... inesperadamente hermoso y emotivo. Una bella ejecución, sí señor.<br />
<br />
Sonrió de nuevo. Parecía acalorada. Parecía incapaz de hablar. Se sentó despacio.<br />
<br />
-Muchas gracias -dijo con un hilo de voz.<br />
<br />
-Ha sido toda una grata sorpresa, sí señor. Reconozco que no esperaba encontrar esto esta noche.<br />
<br />
Ella enarcó una ceja, mientras miraba divertida a Ide.<br />
<br />
-Bueno, pensaba que me querías para hablar... no sé, de negocios, o algo parecido -sonrió ligeramente-. No esperaba encontrarme hablando de arte y música contigo.<br />
<br />
-Bueno -dijo con voz jocosa-, es un poco rudo, incluso aquí en el borde medio, ponerse a hablar de negocios en cuanto se sienta uno a la mesa...<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Creo que me toca... aunque sea poco apropiado. No sé si estaré a la altura.<br />
<br />
-Por favor -dijo ella con una ternura que no parecía fuera de lugar.<br />
<br />
Ide se levantó y se separó un poco de la mesa. Sacó su flauta, guardada en el estuche. Dejó la caja sobre la silla y la montó suavemente, sin prisa. Cuando estuvo armada, miró a Vima, y sonrió otra vez. Se colocó erguido, como si estuviera en un recital de verdad. Cerró los ojos, y se rindió a las ondulaciones de la Fuerza, como siempre que hacía cuando producía música.<br />
<br />
Comenzó la ejecución con un pasaje sencillo, de poca dificultad técnica pero que transmitía mucha emotividad. De alguna forma, toda su preocupación y su sentido del deber se podían percibir tras la melodía. A medida que se relajaba, sintió como la Fuerza lo inspiraba, complicando el pasaje principal, guiándolo en trémolos y escalas que se enlazaban sin que él mismo supiera muy bien cómo enlazarlas, hasta el último momento. Y enlazaban bien. De repente, Ide se dio cuenta de que había terminado.<br />
<br />
Vima aplaudía muy contenta:<br />
<br />
-¡Eso ha estado muy bien! ¿Todos los jedi saben tocar tan bien como tú, o es un talento singular tuyo?<br />
<br />
==Charla sobre jedi==<br />
<br />
-Bueno, todos los jedi saben hacer algunas cosas bastante bien, cuando se sintonizan con la Fuerza. Yo tuve esa bendición desde pequeño. No sirve para el combate, pero me proporciona momentos muy hermosos.<br />
<br />
-El combate está sobrevalorado -dijo ella con una breve carcajada-. ¡El combate es de bárbaros! -añadió, divertida- ¿No has pensado en dedicarte exclusivamente a la música?<br />
<br />
-No soy tan bueno... y en cualquier caso, ser jedi es un trabajo muy satisfactorio. Aunque tu especialidad no sea el combate -sonrió.<br />
<br />
-Satisfactorio y sacrificado, según tengo entendido.<br />
<br />
-No es un sacrificio lo que se ofrece de buena voluntad. Si lo miras así, somos todos voluntarios.<br />
<br />
-Bueno, si le explican a uno con todo lujo de detalles lo que podría pasar, supongo que sí. No es -dijo con voz inocente- como si adoctrinaran lactantes o algo.<br />
<br />
-Entramos... bueno... se suele entrar muy joven en el Templo. Pero no se obliga a nadie. Se entrena a los seres sensibles a la Fuerza, y según su evolución se les entrena como jedis, o se les enseña otro oficio en el que sus habilidades puedan ser útiles. Supongo que no es una demostración formal, pero no debe ser tan malo: para los chicos es todo un orgullo ser seleccionados como padawan -por un corto instante, a Ide se le torció la sonrisa, al recordar la fiesta de despedida que sus compañeros dieron a Arakosia.<br />
<br />
-Comprendo -dijo con voz reflexiva-. Y, si no es molestia preguntar, ¿qué hace un jedi tan agradable en Nar Shaddaa?<br />
<br />
==La vida en Nar Shaddaa==<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la consciencia de Ide. Recordó con quién estaba hablando, y el nombre de esta persona tan amable que le había invitado a cenar.<br />
<br />
-Buscar algo que se me ha perdido -dijo afablemente-. Reconozco que no es el sitio más... compatible con nuestras creencias y principios.<br />
<br />
-Debe de ser duro -dijo ella.<br />
<br />
-No creo que vivir en Nar Shaddaa sea fácil para nadie, si me permites la observación.<br />
<br />
-No lo es -dijo, con una súbita dureza-. Para nadie. Ni para los hutt.<br />
<br />
-Estoy seguro. He tenido la oportunidad de conocer a algunos, incluso de forma algo más personal. Siempre me ha dado la impresión de que toda la crueldad de este mundo proviene de un sencillo principio... ''matar o morir''.<br />
<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-De alguna forma... o algo peor -pareció reflexionar un instante-. Un rival muerto... está simplemente muerto. Otro vendrá a ocupar su lugar, y la lucha te habrá debilitado. Si quieres sobrevivir, tienes que esclavizar a tus rivales. Así, no sólo dejan de amenazarte, sino que trabajan para ti -reflexionó un instante-. Por supuesto, sería mejor convertirlos en aliados... pero en Nar Shaddaa no existe esa posibilidad.<br />
<br />
-Es quizá eso lo que me desconcierta y desconsuela a partes iguales -dijo el jedi con una mueca-. Sin embargo...<br />
<br />
-¿Sí?<br />
<br />
-Tú... no pareces pertenecer a este mundo -dijo Ide, con un uso consciente del verbo parecer-. Esta sala, este hotel, a ratos. Esta cena.<br />
<br />
-Bueno, no soy de aquí. Llegué cuando tenía más de treinta años -escrutó la expresión de sorpresa de Ide-. Supongo que no aparento mi edad.<br />
<br />
-En absoluto. Lo mostré claramente en mi segundo comentario de esta noche.<br />
<br />
-Pensé que era una frase de cortesía -dijo mientras sonreía.<br />
<br />
-No hace falta mentir para ser cortés -añadió el.<br />
<br />
-Bueno, supongo que podría haber algunas especies en la galaxia que me consideraran joven... -su cara se volvió reflexiva- ...aunque no me imagino cuáles podrían ser.<br />
<br />
-¿Y a qué te dedicabas antes, no es mucho preguntar?<br />
<br />
-Pues, hasta los doce años fui ayudante de laboratorio de mi madre. Ella fue una científica arkaniana de bastante éxito, sabes... y un poco paranoica. En cuanto tuve edad para ello, me dediqué a asistirla.<br />
<br />
-Y acabaste en Nar Shadda dirigiendo el Palacio del Dolor. No es una carrera científica estándar, eso está claro.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
==Historia antigua==<br />
<br />
-Poco después de mi decimosegundo cumpleaños, fui secuestrada. Veinte años más tarde llegué aquí -sonrió amargamente, como recordando un pasado poco agradable-. En ese momento, sólo buscaba un sitio donde esconderme. Pensé que me iría pronto de aquí, que volvería con mi madre.<br />
<br />
No dijo nada más. Su expresión mostraba un dolor a duras penas contenido. Por un momento, Ide no supo qué decir.<br />
<br />
-Esto confirma mi teoría. Nar Shaddaa no acoge a nadie con los brazos abiertos -sonrió-. No creo que haya más bárbaros que en Coruscant. Es sólo que el sistema de aquí los beneficia, en cierto sentido.<br />
<br />
-Toda la población local, o al menos todos menos uno, de un grupo de diez mil; está dispuesta a traicionar a alguien por una mínima mejora de su calidad de vida. Y el uno restante, si lo encuentras, habrá llegado a su edad actual por pura suerte -se rio brevemente-. Eso, o se acaba de bajar de la astronave.<br />
<br />
-Que lo hagan no quiere decir que deseen hacerlo. Puede que sea el único camino que conozcan. O eso, o que yo he tenido mucha suerte.<br />
En el centro de la mesa apareció una bandeja donde se alineaban, sin orden aparente, muchos tipos distintos de dulces, calientes y fríos. Sin embarazo alguno, Vima cogió uno caliente, le sopló y devoró la mitad de un bocado.<br />
<br />
-Esta mañana -continuó Ide, acercando su mano a algo que parecía un pastelito de crema- conocí a un pequeño alienígena, un chadra-fan que se llamaba Tilikit.<br />
<br />
-Mmm... muy bien -murmuró-. Maldición, me he quemado.<br />
<br />
Ide sonrió ligeramente, como pidiendo permiso para continuar. Ella hizo un gesto con la mano, mientras bebía un sorbo de agua.<br />
<br />
-No era nadie. Salí de un negocio, y me preguntó si necesitaba ayuda. A cambio sólo me pidió que lo llevara a mi planeta -Ide se detuvo unos instantes, como rememorando aquello.<br />
<br />
-Intentaba engañarte -dijo ella rápidamente-. En Nar Shaddaa, si alguien se acerca a alguien, es para comerciar o engañarlo.<br />
<br />
-No he tenido oportunidad de comprobarlo. Murió defendiendo a la esclava que pilotaba mi nave, cuando me atacaron unos mercenarios que Shawman&K'Rtahn mandaron para secuestrarnos a mí y a Arakosia.<br />
<br />
-Oh -dijo ella. No parecía muy afectada-. Y Arakosia es... ¿alguien que yo debería conocer?<br />
<br />
-Oh, es mi padawan. Fue... vendida, al Palacio del Dolor esta tarde -dijo amargamente.<br />
<br />
Vima parecía encantada.<br />
<br />
==Entrando en materia==<br />
<br />
-¡Vaya! ¿Y ella también sabe tocar? -preguntó con voz jubilosa.<br />
<br />
-No -sonrió Ide-. Acaba de empezar su entrenamiento. Apenas sabe manejar el sable de luz, y no ha tenido tiempo de aprender muchas cosas. Yo... la rescaté hace poco. La tenían presa.<br />
<br />
-¿Presa? -su expresión se volvió meditabunda- Curioso... ¿Y qué tipo de cosas sabe hacer?<br />
<br />
-Bueno... sabe... -Ide dudó unos segundos-. La verdad es que, por sí sola, puede apenas defenderse, y poco más. Mi tarea es de hecho convertirla en jedi -sonrió amargamente, consciente de que había usado el tiempo presente en su afirmación.<br />
<br />
-Vaya... ¿y tardarías mucho en convertirla en jedi?<br />
<br />
-Años. En el mejor de los casos -Ide tuvo una extraña sensación, al recordar el sable de luz que pendía de su cinto.<br />
<br />
-Y... ¿es importante para ti hacer eso?<br />
<br />
Ide tragó saliva y calló durante un momento.<br />
<br />
-Cómo decirlo... es... una parte de mí es ella, y lo que ella pueda llegar a ser.<br />
<br />
-Bueno, puedes quedarte en Nar Shaddaa el tiempo que consideres necesario para convertirla en jedi -dijo con expresión pensativa-. A cambio, te acogeré en mi Palacio sin coste alguno para ti.<br />
<br />
Ide sonrió y permaneció pensativo, sin responder. Sabía que Arakosia era el punto de inflexión de la conversación, el momento en el que Vima dejaría de ser amable y cálida.<br />
<br />
==Ofertas==<br />
<br />
-Bueno, piénsalo -dijo mientras se encogía de hombros.<br />
<br />
-No... bueno, siento decirte que no es posible convertirse en jedi en esas circunstancias. Es un entrenamiento igualmente espiritual y físico, y no es compatible en absoluto con la vida de un esclavo.<br />
<br />
-Oh,vaya... -parecía levemente decepcionada- Y si ella estuviera, digamos, exenta de servicio mientras dure su entrenamiento, ¿entonces podrías?<br />
<br />
-No se puede servir a la Orden Jedi y a otro señor a la vez, Vima. Como bien dijiste antes, es una vida sacrificada.<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-En fin... una lástima.<br />
<br />
Permaneció en silencio unos segundos. Cogió otro pequeño postre y se lo metió entero en la boca.<br />
<br />
-Me imaginaba que te agradaría la compra de mi aprendiz. Y entiendo que no tendrás el menor interés en vendérmela -dijo Ide como si fuera algo sin importancia.<br />
<br />
Ella hizo un ligero gesto de contrariedad.<br />
<br />
-No es eso, es que todavía no sé lo que vale... podría perder k'shii fácilmente... perdón, podría perder reputación... a veces me olvido de que no todo el mundo habla hutt.<br />
<br />
-Lo entiendo, es un término muy común. Sea como sea, me interesaría recuperarla, como te podrás imaginar.<br />
<br />
-Lo comprendo, lo comprendo -hizo un gesto apaciguador con ambas manos-. Sólo digo que aún no hemos terminado de tasarla. No puedo ponerle un precio hasta entonces, ¿comprendes? Me ariesgaría mucho.<br />
<br />
-Obviamente Arakosia no es una esclava normal. Y es capaz de hacer cosas increíbles. Pero quizás haya algo que con toda seguridad sea más útil que ella.<br />
<br />
-Seguro -dijo ella con ligereza-. Todavía estará sin pulir. Debe de haber ''cientos'' de esclavos más útiles que ella.<br />
<br />
-A lo mejor yo puedo hacer algo más útil que cualquier cosa que te pueda dar ella -comentó él.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
-¡Pero eso no va así! -dijo animadamente- La cuestión es que un esclavo hará su trabajo ''indefinidamente y sin recibir nada a cambio''. Y además sabes que cualquier inversión que hagas en él la puedes recuperar en un intervalo de tiempo sólo limitado por las necesidades biológicas del esclavo.<br />
<br />
-Sí, pero a lo mejor te compensa tener a un jedi a tu servicio en tu Hak'Un Shapp al precio de un esclavo de mediana utilidad -dijo él seriamente.<br />
<br />
==Contraofertas==<br />
<br />
Ella parecía un poco sorprendida.<br />
<br />
-Bueno, sería buena publicidad... -reflexionó- Las veces anteriores funcionó bastante bien. Y los jedi participantes casi siempre sobreviven, aunque no suelen ganar -sonrió, levemente ácida-. Sin ánimo de ofender, les falta crueldad -una mínima arruga apareció en su frente-. Pero sin tasar a tu padawan, no sé si sería un trato justo. ¿Necesitas conocer mi respuesta con premura?<br />
<br />
-Prefiero saberla libre cuanto antes mejor, pero toma el tiempo que necesites, faltaría más.<br />
<br />
-Habitualmente un par de horas suelen ser suficientes, si la colaboración es buena.<br />
<br />
-Quizás... pueda ayudarte. Verás, circula por la Holored una demostración de Arakosia que probablemente te enseñarán.<br />
<br />
-...sí? -su expresión quería decir: "y respecto a ella, quieres puntualizar que..."<br />
<br />
-¿Quizá podríamos verla ahora?<br />
<br />
-Claro. Control central, buscar video en HoloNet. Rastreo de nodo local, Nar Shaddaa; fecha y hora, últimos dos días, tema: Arakosia. Ordenar por número de visitas. Ver.<br />
<br />
Sobre la mesa se hizo un cubo de luz, al principio borroso, posteriormente fue dibujándose una habitación. Sobre la cama, Arakosia estaba desnuda y drogada, e Ide estaba a su lado.<br />
<br />
==Aclaraciones==<br />
<br />
Vima parecía muy interesada.<br />
<br />
-¡Caramba! Hubiera asegurado que era demasiado joven para relaciones sexuales extensas... -miró a su enlace informático de muñeca- y ésta es una edición de hora y media, con los mejores momentos de una grabación original, ¿''de diez horas''? -miró a Ide, con expresión entusiasmada- ¡Qué maravilla! ¿Y qué deseabas comentar?<br />
<br />
Un extraño pulso de calor recorrió la espina dorsal de Ide. Se tomó un tiempo tiempo para responder, en el cual sólo se le venía a la mente una frase: "Keel, maldita rata".<br />
<br />
-Sí... eso también. Pensaba que te ibas a encontrar primero con el vídeo de la fruta.<br />
<br />
-Es por el número de visitas, supongo. Nada atrae más que el sexo y la violencia. Probablemente el otro video no incluye sangre.<br />
<br />
-Esa noche Arakosia hizo cosas espectaculares. Y se deben principalmente a dos cosas. La primera es que la drogaron.<br />
<br />
-Pero la droga sólo levanta inhibiciones. Es de suponer que, en principio, ella sería capaz de llevar a cabo... hazañas similares sin necesidad de sustancias añadidas.<br />
<br />
-No siempre. Los estupefacientes, desde el momento en el que trasladan al individuo a un estado distinto de consciencia, pueden a veces amplificar la canalización de la Fuerza. O pueden hacer todo lo contrario.<br />
<br />
Como comprenderás, si fuera tan fácil obtener superpoderes, todos iríamos siempre por ahí con una bolsita de pastillas. Depende de la ocasión, y el contexto, las drogas pueden ser muy beneficiosas, o muy peligrosas. Lo cual me lleva al segundo factor que, en conjunción con el trance de la droga, proporcionó a Arakosia semejante habilidad.<br />
<br />
-Una conjunción de factores suelen ser malas noticias. ¿De qué se trata? ¿Ira descontrolada? ¿Abandono suicida?<br />
<br />
-Yo. Ide Kanor, su maestro y mentor. Y la devoción que siente hacia él -Ide pronunciaba severamente, con orgullo, pero sin que pareciera que estaba alardeando.<br />
<br />
-Oh, mejor. Quiero decir, ese no es un factor descontrolado. Aunque, claramente, disminuye su valor para cualquier comprador potencial... -dijo con expresión ecuánime.<br />
<br />
-Quería aclararte todo esto, para que no pensaras que te he intentado engañar cuando lo vieras -terminó Ide, juntando las manos en actitud conciliadora.<br />
<br />
-De acuerdo, lo tendremos en cuenta. ¿Deseas esperar aquí mientras tanto, o hay algún otro lugar... o algo que necesites hacer?<br />
<br />
-Pues sería muy agradable poder esperar en esta sala. Es... especialmente tranquila. A no ser que me dejes bajar a dar una vuelta por el Hak'un'Shapp -en el rostro del joven emergió una sonrisa pícara-. Tengo cierta curiosidad.<br />
<br />
Ella sonrió, con coquetería.<br />
<br />
-Bueno... está claro que no sabes exactamente de qué se trata... la mayor parte del tiempo es, como la vida misma, algo gris y aburrido. Y de repente -su voz cobró una energía vibrante- se desata un vórtice de emociones, que arrastran a sus participantes al éxtasis...<br />
<br />
Era como contemplar un volcán en sus ojos. Ide no recordaba cómo había llegado a estar tan cerca de ella. Percibió su energía en la Fuerza. Poderosa, entrenada... adaptada a su entorno, en sintonía con las sensaciones que emanaba la Luna del Contrabandista.<br />
<br />
==Déjà vu==<br />
<br />
Una sensación de ''déjà vu'' invadió a Ide. Se sentía en una especie de punto de inflexión, un punto desde el cual se puede desencadenar cualquier acontecimiento.<br />
<br />
-Parece que... -intervino Ide casi con un susurro, escudriñándola en la Fuerza- encuentras cierta armonía en el Hak'un'Shapp...<br />
<br />
El tiempo parecía fluir despacio, despacio...<br />
<br />
La miró, durante un instante, con ojos que trascendían la materia física. Había poder y habilidad, entrenados hacía mucho, oxidados bajo la costumbre de no utilizar lo aprendido, sepultados tras mucho uso inconsciente e intuitivo.<br />
<br />
-Intento... -dijo ella, con voz casi inaudible- Intento disfrutar de la armonía allá donde la encuentre...<br />
<br />
-Fluyes con la Fuerza... has sido entrenada -dijo él, extendiendo la mano como para tocar los jirones de su aura sobrenatural.<br />
<br />
Ella se estremeció en su sitio, sin decir nada. Su vello se erizó antes de que Ide lo tocara. Él dudó un segundo, y luego, lentamente, acercó su mano a la de ella. Estaba de pie, al lado de la silla en la que ella permanecía. Sin tocarla, ascendió por su brazo, como un curandero buscando energía vital, dejando que la única conexión entre ellos fuera, por poco, la Fuerza.<br />
<br />
Ella no reaccionaba con una técnica definida. Se limitaba a dejar que su cuerpo fuera atravesado por la Fuerza, sin hacer nada que no pudiera hacer de forma natural. Aceptó el toque de forma pasiva, dejándose hacer.<br />
<br />
-Pero fue hace tiempo... -añadió él, con los ojos cerrados, centrándose sólo en lo que percibía por su canal sensitivo sobrenatural. Cuando llegó al hombro, posó su mano. A través de la Fuerza le llegó, abrumadora, una sensación orgásmica. Pero ella no se movió.<br />
<br />
Sólo un suspiro hubiera permitido saber, a un observador casual, por qué sus párpados vibraban y su nuca transpiraba.<br />
<br />
Ide se giró, levantó la otra mano, y la posó sobre el otro hombro. Movió los dedos lentamente, como masajeando, limpiando el incipiente sudor que había aparecido en el cuello de ella, pero de una forma sutil y precavida. Seguía con los ojos cerrados, oyendo las reverberaciones de Vima, emitiendo su propia señal en la Fuerza para oirla reflejada en ella.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
Vima reaccionaba sin pensar. Tomó aire, y lo exhaló lentamente; cerró los ojos despacio. Estaba bajando sus defensas, Ide pudo sentir algunos de sus pensamientos al azar.<br />
<br />
"Que no se detenga, por favor, que no se detenga, lo necesito, lo necesito tanto, nadie era apropiado, todos querían mi k shii, nadie podía hacerlo como un igual, si hago algo puede arrepentirse, ojalá dejara de preguntar por la Época Oscura, quiero, quiero, oh, qué bueno. En el video no salía drogándose, pero ella tampoco, ¿podrá? ¿Podrá? Oh, por favor, que no sea de los que sólo lo hacen por amor, que no haya una regla jedi absurda, que no pase nada, que lo haga, pronto, que lo haga porque lo necesito tanto..."<br />
<br />
Él se detuvo unos segundos. Después, bajó una de sus manos un poco, colocándola al principio de sus pechos, y llevó la otra detrás, a la nuca, incrustando los dedos en su pelo. Al tiempo, se giró grácilmente y se puso en frente de ella, y, con la experiencia adquirida en los años de Galmia, en un segundo que se hizo eterno, se acercó y la besó.<br />
<br />
Ella volvió a estremecerse, una vez más.<br />
<br />
"Lo ha hecho otra vez. Y todavía estamos empezando. O eso espero. Que no acabe, por favor, que no acabe..."<br />
<br />
Pero él no se detuvo. Siguió, como en otros tiempos había hecho con su Reina, con la excitación sobrenatural que sólo sentía al unirse con otros usuarios de la Fuerza, como con Anakin, como con Arakosia el día anterior. Ide perdió la noción del tiempo. Se olvidó del Hak'un'Shapp, se nubló la visión de su objetivo, de Arakosia, de Morg, de Kurel, y durante un periodo no determinado de tiempo, sólo se permitió sentir la Fuerza, y Vima Da'Motta, la cruel emperatriz del Palacio del Dolor, ahora transformada y expuesta por la letanía de placeres que se sucedieron en la habitación.<br />
<br />
El atardecer sobre Nar Shaddaa se convirtió en noche, la noche casi en amanecer. Ninguno de los dos parecía acusar el peso del cansancio. En un momento determinado, Vima cedió voluntariamente; cuando se retiró, Ide vio sangre en la cara interna de sus muslos. Se dejó caer, agotada y feliz.<br />
<br />
==Interrupciones==<br />
<br />
Suspiró.<br />
<br />
En ese momento, Ide sintió algo extraño: sobre los cristales se notaba una extraña vibración, apenas musical...<br />
<br />
<br />
"''Arakosia''", pensó instantáneamente.<br />
<br />
"''¿Maestro? Estoy despierta, y no reconozco el lugar.''"<br />
<br />
"''No te preocupes, estás a salvo, en el Palacio del Dolor. No te pasará nada. Confía en mí.''"<br />
<br />
"''¿Debo escapar? ''Puedo'' escapar.''"<br />
<br />
"''No será necesario. Puede que si intentaras escapar fuera peor. Iré a verte en cuanto pueda, te recogeré pronto.''"<br />
<br />
"''Quieren operarme. Para instalarme algo, porque... dicen que ya han esperado demasiado. Lo van a hacer en menos de dos minutos.''"<br />
<br />
Ide pensó durante unos segundos. Fue a buscar su ropa. "''Dame un minuto. Si lo intentan, escapa.''"<br />
<br />
<br />
-Cuándo te volveré a ver -preguntó a Vima, despreocupadamente.<br />
<br />
Ella esbozó una especie de media sonrisa que transmitía una sabiduría sin edad. Su manera de moverse evidenciaba que se sentía igual de cómoda desnuda que vestida.<br />
<br />
-¿Quién sabe? -dijo con voz traviesa- Espero que pronto.<br />
<br />
-Me preguntaba... si harías algo por mí -apuntó él tímidamente. Ella rió, de buen humor.<br />
<br />
-Pregunta, hombre. Haré lo que pueda -una pequeña arruga se formó en su frente- si puedo.<br />
<br />
-Es mi antigua alumna. Me preguntaba si podías retrasar su implante. Mientras la tasas y llegamos a un acuerdo.<br />
<br />
<br />
Ella pareció un poco entristecida.<br />
<br />
-Oh, lo siento. Mi personal implanta a todo el personal en menos de quince minutos tras su compra. Norma de la casa, sabes -su expresión se dulcificó-. ¡Pero no te preocupes! Los implantes se pueden retirar fácilmente, y no dejan ninguna clase de huella o secuela.<br />
<br />
Ide observó que ella no parecía tener ningún interés en vestirse. La única prenda que recogió fue el cinturón del que pendía el sable de luz, y se lo ajustó a la cintura. Pasó la mano por delante de un sensor frente a uno de los vértices, y el hueco correspondiente al ascensor se iluminó.<br />
<br />
<br />
-¿Bajas primero? ¿O prefieres esperar aquí?<br />
<br />
-¿Esperar? -Ide levantó lo que hubiera sido una ceja.<br />
<br />
-A que termine la tasación.<br />
<br />
<br />
"''Maestro, vienen'' ahora"<br />
<br />
<br />
-Vima... -dijo, mirándola fijamente-. Llama a tu equipo de implantación. Acabo de percibir algo.</div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIIHumo y Vapor III2013-06-26T17:30:01Z<p>El Universo: /* Contacto */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26aGR, 20:25 horas.'''<br />
<br />
<br />
A medida que Ide se fue acercando a la Flor Esquiva, percibió un olor apetitoso. Poco antes de llegar se hizo obvio que Delia, o quien estuviera en la cocina, no se limitaba a preparar bebidas.<br />
<br />
Casi la mitad de las mesas estaban ocupadas con sintientes cenando; y tanto Delia como Sira servían las mesas.<br />
<br />
Ide se acercó a la barra, y aprovechando un breve momento de calma, habló con Delia, la cual se había acercado a la barra.<br />
<br />
-La idea era que Sira comiera algo, no que se pusiera a trabajar... -dijo Ide con humor.<br />
<br />
-No he podido retenerla -repuso Delia con una sonrisa-. Supongo que no está acostumbrada a permanecer quieta mientras los demás trabajan a su alrededor...<br />
<br />
Sira se aproximó a la barra, e inclinó la cabeza respetuosamente cuando vio a Ide. No dijo nada.<br />
<br />
-Yo pensaba que querrías comer algo... pero parece que has decidido echarle una mano a Delia -dijo, sonriendo-. Lo que te haga más feliz. -Miró a Delia-. ¿Crees que puede quedarse contigo, o levantará sospechas? No se me ocurre un lugar seguro donde pueda estar, mientras resuelvo... lo que tengo pendiente aquí.<br />
<br />
-Puede quedarse, desde luego... todo el mundo pensará que Vima me ha puesto un refuerzo, o que pronto va a reemplazarme... pero si me voy pronto de Nar Shaddaa, nada de eso importará -dijo, mientras posaba una mirada de desesperación contenida sobre Ide.<br />
<br />
-Vima me ha invitado a cenar. De hecho, debería notificar que estoy aquí de alguna forma, creo que me iban a avisar.<br />
<br />
Los ojos de Delia se abrieron considerablemente. Un pánico primordial creció en ella, sólo para ser ahogado por una férrea fuerza de voluntad. Con voz muy controlada dijo:<br />
<br />
-Si... quieres alejar la atención de Sira, será mejor que no llames desde aquí.<br />
<br />
-Cierto, cómo he podido ser tan tonto.<br />
<br />
No lo dijo, pero intuyó que el horror de Delia no se debía sólo a la posible sospecha que podría levantar.<br />
<br />
-Me iré a una de los balcones de las zonas de descanso -apuntó, mientras se levantaba del asiento-. Espero que sigáis bien por aquí. Si te enteras de algo sobre... bueno, él, avísame. Sira tiene mi número de comunicador.<br />
<br />
-Lo haré -su expresión parecía muy angustiada-. Ten mucho cuidado.<br />
<br />
-No te preocupes, sé cuidarme -dijo con una sonrisa, y salió del bar.<br />
<br />
==Contacto==<br />
<br />
Cuando llegó a uno de las zonas de descanso de las plantas intermedias avisó a la recepción de que estaba allí mediante uno de los terminales disponibles. Cuando lo hubo hecho, se acercó a una de las ventanas de transpariacero. No debían tardar mucho en avisar, ya era casi la hora de la cena.<br />
<br />
Efectivamente, la terminal se iluminó en menos de diez segundos. Apareció una figura humanoide, que no hizo sino decir: "Espere, por favor. Alguien llegará para acompañarlo en breve."<br />
<br />
No habían transcurrido ni cinco minutos cuando apareció de nuevo el mismo hombre bien vestido que le había recibido cuando bajó de su nave la última vez. Se inclinó cortésmente a modo de saludo.<br />
<br />
-¿Desea que le indique el camino a la Joya Gloriosa, señor?<br />
<br />
-Si es tan amable -respondió educadamente Ide.<br />
<br />
-Acompáñeme, por favor.<br />
<br />
Recorrieron un camino corto y estéticamente agradable, que incluía un par de turboascensores muy bien decorados; y en breve la vista que se apreciaba por las ventanas se volvió espectacular. Desde la parte superior del Palacio del Dolor el paisaje abarcaba una porción considerable de Nar Shaddaa, que, dada su heterogeneidad arquitectónica, daba la impresión de un todo homogéneo armonioso que se rompía en millones de detalles aparentemente incongruentes; como una gigantesca escultura fractal.<br />
<br />
Al parecer, la Joya Gloriosa ocupaba la última planta del Palacio. Era una estancia relativamente íntima, de unos cuatro por cuatro metros, a la que se accedía por un ascensor de dos plazas desde la planta inmediatamente inferior. Apenas tenía mobiliario.<br />
<br />
Una mesa, y dos sillas una frente a otra. En la mesa brillaba un candelabro, con cinco velas ardiendo suavemente; y en una de las sillas había una mujer que no aparentaba más de veinte años, vestía una camisa sencilla y bebía agua de una copa de cristal; mientras miraba atentamente por la ventana.<br />
<br />
Ide esperó a que ella hablara. Cuando lo hizo, fue con una voz cristalina y bien modulada. Ide no pudo evitar pensar que era espléndida voz de soprano.<br />
<br />
-Buenas noches -dijo mientras sonreía cálidamente-. Soy Vima Da'Motta. Tome asiento, por favor, si antes no desea disfrutar de las vistas.<br />
<br />
-Gracias, señora Da'Motta. Hay que reconocer que la Joya Gloriosa ofrece una vista privilegiada de Nar Shadda. Tiene usted un hermoso hotel.<br />
<br />
-Si lo desea, puede tutearme -repuso, mientras se encogía levemente de hombros-. Francamente, nunca le he dado mucha importancia al protocolo.<br />
<br />
-La verdad es que me resulta algo extraño hablar de usted a alguien tan joven -Ide mantuvo el tono afable, pero lo que le resultaba verdaderamente extraño era pensar que Vima Da'Motta tuviera una cara amable -.Llámame Ide, pues.<br />
<br />
Sonrió aún más ampliamente. Durante unos segundos parecía que no sabía qué decir.<br />
<br />
-Excelente. ¿Tienes ganas de cenar algo ligero, o prefieres algo más consistente?<br />
<br />
-No suelo cenar mucho. Comer mucho por las noches no me deja dormir bien.<br />
<br />
-Algo ligero, entonces... ¿comida calamariana?<br />
<br />
-No he tenido el gusto antes. Confío en tu buen gusto.<br />
<br />
-Pescado, una especie de galletas de algas... espero que te guste.<br />
<br />
Una sección circular de la mesa se abrió frente a ellos dos, y apareció un plato de algo que parecía ensalada de pescado, y que olía deliciosamente.<br />
<br />
-¡Al ataque! -dijo Vima, mientras cogía el tenedor. Se detuvo de repente, mientras miraba a Ide- Ah... ¿los jedi tenéis alguna costumbre especial para antes de comer, una oración o algo?<br />
<br />
-Oh, no, en absoluto. La Fuerza no necesita alabanzas ni consagraciones -sonrió, y cogió su tenedor.<br />
<br />
Vima parecía aliviada.<br />
<br />
-Oh, bien -dijo mientras pinchaba la ensalada. Ide comió, esperando que ella hablara.<br />
<br />
==Sorpresas==<br />
<br />
Durante unos minutos, ella no hizo sino comer y observar a Ide con curiosidad. Ide pudo oir una música, en el límite de lo audible, algo parecido a ópera. Ella pareció darse cuenta al mismo tiempo que Ide.<br />
<br />
-Sabes, la música cantada sin acompañamiento musical es una de las artes universales -dijo con voz animada-. Junto a la pictografía y la danza, creo. Luego los eruditos debaten sobre si la percusión debería ser considerada universal... y la narrativa, claro -hizo un gesto juguetón-. Siempre están debatiendo sobre la universalidad de la narrativa, y peleándose con los lingüistas.<br />
<br />
-Soy más una persona de ciencias que de humanidades, he de reconocer. No soy tan docto en estos temas... sin embargo aprendí de pequeño a tocar. Es el único arte al cual me encuentro vinculado.<br />
<br />
Ella parecía encantada.<br />
<br />
-¡Oh, es fantástico! Yo misma también aprecio mucho la música. El baile también, claro -hizo un gesto descuidado-, pero no tengo una verdadera base teórica para poder apreciarlo apropiadamente.<br />
<br />
-¿Tocas algún instrumento?<br />
<br />
-Canto -dijo mientras sonreía pícaramente-. Lo que suena, lo canté yo -dijo mientras se ruborizaba ligeramente-. Es... un descuido por parte de mi mayordomo. Ahora parece que quiero alardear o algo...<br />
<br />
-En absoluto. No es alardear mostrar cuando es apropiado aquello que uno sabe. La humildad extrema es casi tan mala como el orgullo descarado -se paró unos segundos-. Me gustaría oirte cantar.<br />
<br />
Ella se ruborizó.<br />
<br />
-Oh, no podría... -se quedó mirando a Ide unos segundos, como pidiéndole permiso.<br />
<br />
-Si ayuda, puedo cambiarte una pieza de mi flauta por una obra cantada por ti.<br />
<br />
-Bueno, bien... Entonces voy a levantarme.<br />
<br />
Se puso en pie despacio, e Ide pudo observar que no era muy alta ni robusta. Parecía una especie de muchacho, aunque algo en su complexión le recordaba a los padawan del templo.<br />
<br />
Y de su cadera derecha colgaba un sable de luz.<br />
<br />
==Intercambios==<br />
<br />
Cerró los ojos, e inspiró profundamente dos o tres veces. Cantó una nota, como para afinarse; y luego comenzó a cantar.<br />
<br />
Espectacularmente. La pieza, cantada a capella, estaba en un idioma que Ide no reconoció, pero la complejidad técnica no le pasó desapercibida. Posteriormente, fue la expresividad de la voz lo que le llamó la atención. Algo dentro de él no estaba preparado por completo para la avalancha de ternura que se derramaba en cada nota, para la lucha que se denotaba tras cada cambio repentino de registro.<br />
<br />
Acabó, de una forma que se asemejaba mucho al principio. De alguna forma, Ide percibió al final una riqueza de matices que no había notado la primera vez.<br />
<br />
Ella suspiró profundamente. Abrió los ojos de nuevo.<br />
<br />
-¿Te ha gustado?<br />
<br />
-Ha sido... inesperadamente hermoso y emotivo. Una bella ejecución, sí señor.<br />
<br />
Sonrió de nuevo. Parecía acalorada. Parecía incapaz de hablar. Se sentó despacio.<br />
<br />
-Muchas gracias -dijo con un hilo de voz.<br />
<br />
-Ha sido toda una grata sorpresa, sí señor. Reconozco que no esperaba encontrar esto esta noche.<br />
<br />
Ella enarcó una ceja, mientras miraba divertida a Ide.<br />
<br />
-Bueno, pensaba que me querías para hablar... no sé, de negocios, o algo parecido -sonrió ligeramente-. No esperaba encontrarme hablando de arte y música contigo.<br />
<br />
-Bueno -dijo con voz jocosa-, es un poco rudo, incluso aquí en el borde medio, ponerse a hablar de negocios en cuanto se sienta uno a la mesa...<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Creo que me toca... aunque sea poco apropiado. No sé si estaré a la altura.<br />
<br />
-Por favor -dijo ella con una ternura que no parecía fuera de lugar.<br />
<br />
Ide se levantó y se separó un poco de la mesa. Sacó su flauta, guardada en el estuche. Dejó la caja sobre la silla y la montó suavemente, sin prisa. Cuando estuvo armada, miró a Vima, y sonrió otra vez. Se colocó erguido, como si estuviera en un recital de verdad. Cerró los ojos, y se rindió a las ondulaciones de la Fuerza, como siempre que hacía cuando producía música.<br />
<br />
Comenzó la ejecución con un pasaje sencillo, de poca dificultad técnica pero que transmitía mucha emotividad. De alguna forma, toda su preocupación y su sentido del deber se podían percibir tras la melodía. A medida que se relajaba, sintió como la Fuerza lo inspiraba, complicando el pasaje principal, guiándolo en trémolos y escalas que se enlazaban sin que él mismo supiera muy bien cómo enlazarlas, hasta el último momento. Y enlazaban bien. De repente, Ide se dio cuenta de que había terminado.<br />
<br />
Vima aplaudía muy contenta:<br />
<br />
-¡Eso ha estado muy bien! ¿Todos los jedi saben tocar tan bien como tú, o es un talento singular tuyo?<br />
<br />
==Charla sobre jedi==<br />
<br />
-Bueno, todos los jedi saben hacer algunas cosas bastante bien, cuando se sintonizan con la Fuerza. Yo tuve esa bendición desde pequeño. No sirve para el combate, pero me proporciona momentos muy hermosos.<br />
<br />
-El combate está sobrevalorado -dijo ella con una breve carcajada-. ¡El combate es de bárbaros! -añadió, divertida- ¿No has pensado en dedicarte exclusivamente a la música?<br />
<br />
-No soy tan bueno... y en cualquier caso, ser jedi es un trabajo muy satisfactorio. Aunque tu especialidad no sea el combate -sonrió.<br />
<br />
-Satisfactorio y sacrificado, según tengo entendido.<br />
<br />
-No es un sacrificio lo que se ofrece de buena voluntad. Si lo miras así, somos todos voluntarios.<br />
<br />
-Bueno, si le explican a uno con todo lujo de detalles lo que podría pasar, supongo que sí. No es -dijo con voz inocente- como si adoctrinaran lactantes o algo.<br />
<br />
-Entramos... bueno... se suele entrar muy joven en el Templo. Pero no se obliga a nadie. Se entrena a los seres sensibles a la Fuerza, y según su evolución se les entrena como jedis, o se les enseña otro oficio en el que sus habilidades puedan ser útiles. Supongo que no es una demostración formal, pero no debe ser tan malo: para los chicos es todo un orgullo ser seleccionados como padawan -por un corto instante, a Ide se le torció la sonrisa, al recordar la fiesta de despedida que sus compañeros dieron a Arakosia.<br />
<br />
-Comprendo -dijo con voz reflexiva-. Y, si no es molestia preguntar, ¿qué hace un jedi tan agradable en Nar Shaddaa?<br />
<br />
==La vida en Nar Shaddaa==<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la consciencia de Ide. Recordó con quién estaba hablando, y el nombre de esta persona tan amable que le había invitado a cenar.<br />
<br />
-Buscar algo que se me ha perdido -dijo afablemente-. Reconozco que no es el sitio más... compatible con nuestras creencias y principios.<br />
<br />
-Debe de ser duro -dijo ella.<br />
<br />
-No creo que vivir en Nar Shaddaa sea fácil para nadie, si me permites la observación.<br />
<br />
-No lo es -dijo, con una súbita dureza-. Para nadie. Ni para los hutt.<br />
<br />
-Estoy seguro. He tenido la oportunidad de conocer a algunos, incluso de forma algo más personal. Siempre me ha dado la impresión de que toda la crueldad de este mundo proviene de un sencillo principio... ''matar o morir''.<br />
<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-De alguna forma... o algo peor -pareció reflexionar un instante-. Un rival muerto... está simplemente muerto. Otro vendrá a ocupar su lugar, y la lucha te habrá debilitado. Si quieres sobrevivir, tienes que esclavizar a tus rivales. Así, no sólo dejan de amenazarte, sino que trabajan para ti -reflexionó un instante-. Por supuesto, sería mejor convertirlos en aliados... pero en Nar Shaddaa no existe esa posibilidad.<br />
<br />
-Es quizá eso lo que me desconcierta y desconsuela a partes iguales -dijo el jedi con una mueca-. Sin embargo...<br />
<br />
-¿Sí?<br />
<br />
-Tú... no pareces pertenecer a este mundo -dijo Ide, con un uso consciente del verbo parecer-. Esta sala, este hotel, a ratos. Esta cena.<br />
<br />
-Bueno, no soy de aquí. Llegué cuando tenía más de treinta años -escrutó la expresión de sorpresa de Ide-. Supongo que no aparento mi edad.<br />
<br />
-En absoluto. Lo mostré claramente en mi segundo comentario de esta noche.<br />
<br />
-Pensé que era una frase de cortesía -dijo mientras sonreía.<br />
<br />
-No hace falta mentir para ser cortés -añadió el.<br />
<br />
-Bueno, supongo que podría haber algunas especies en la galaxia que me consideraran joven... -su cara se volvió reflexiva- ...aunque no me imagino cuáles podrían ser.<br />
<br />
-¿Y a qué te dedicabas antes, no es mucho preguntar?<br />
<br />
-Pues, hasta los doce años fui ayudante de laboratorio de mi madre. Ella fue una científica arkaniana de bastante éxito, sabes... y un poco paranoica. En cuanto tuve edad para ello, me dediqué a asistirla.<br />
<br />
-Y acabaste en Nar Shadda dirigiendo el Palacio del Dolor. No es una carrera científica estándar, eso está claro.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
==Historia antigua==<br />
<br />
-Poco después de mi decimosegundo cumpleaños, fui secuestrada. Veinte años más tarde llegué aquí -sonrió amargamente, como recordando un pasado poco agradable-. En ese momento, sólo buscaba un sitio donde esconderme. Pensé que me iría pronto de aquí, que volvería con mi madre.<br />
<br />
No dijo nada más. Su expresión mostraba un dolor a duras penas contenido. Por un momento, Ide no supo qué decir.<br />
<br />
-Esto confirma mi teoría. Nar Shaddaa no acoge a nadie con los brazos abiertos -sonrió-. No creo que haya más bárbaros que en Coruscant. Es sólo que el sistema de aquí los beneficia, en cierto sentido.<br />
<br />
-Toda la población local, o al menos todos menos uno, de un grupo de diez mil; está dispuesta a traicionar a alguien por una mínima mejora de su calidad de vida. Y el uno restante, si lo encuentras, habrá llegado a su edad actual por pura suerte -se rio brevemente-. Eso, o se acaba de bajar de la astronave.<br />
<br />
-Que lo hagan no quiere decir que deseen hacerlo. Puede que sea el único camino que conozcan. O eso, o que yo he tenido mucha suerte.<br />
En el centro de la mesa apareció una bandeja donde se alineaban, sin orden aparente, muchos tipos distintos de dulces, calientes y fríos. Sin embarazo alguno, Vima cogió uno caliente, le sopló y devoró la mitad de un bocado.<br />
<br />
-Esta mañana -continuó Ide, acercando su mano a algo que parecía un pastelito de crema- conocí a un pequeño alienígena, un chadra-fan que se llamaba Tilikit.<br />
<br />
-Mmm... muy bien -murmuró-. Maldición, me he quemado.<br />
<br />
Ide sonrió ligeramente, como pidiendo permiso para continuar. Ella hizo un gesto con la mano, mientras bebía un sorbo de agua.<br />
<br />
-No era nadie. Salí de un negocio, y me preguntó si necesitaba ayuda. A cambio sólo me pidió que lo llevara a mi planeta -Ide se detuvo unos instantes, como rememorando aquello.<br />
<br />
-Intentaba engañarte -dijo ella rápidamente-. En Nar Shaddaa, si alguien se acerca a alguien, es para comerciar o engañarlo.<br />
<br />
-No he tenido oportunidad de comprobarlo. Murió defendiendo a la esclava que pilotaba mi nave, cuando me atacaron unos mercenarios que Shawman&K'Rtahn mandaron para secuestrarnos a mí y a Arakosia.<br />
<br />
-Oh -dijo ella. No parecía muy afectada-. Y Arakosia es... ¿alguien que yo debería conocer?<br />
<br />
-Oh, es mi padawan. Fue... vendida, al Palacio del Dolor esta tarde -dijo amargamente.<br />
<br />
Vima parecía encantada.<br />
<br />
==Entrando en materia==<br />
<br />
-¡Vaya! ¿Y ella también sabe tocar? -preguntó con voz jubilosa.<br />
<br />
-No -sonrió Ide-. Acaba de empezar su entrenamiento. Apenas sabe manejar el sable de luz, y no ha tenido tiempo de aprender muchas cosas. Yo... la rescaté hace poco. La tenían presa.<br />
<br />
-¿Presa? -su expresión se volvió meditabunda- Curioso... ¿Y qué tipo de cosas sabe hacer?<br />
<br />
-Bueno... sabe... -Ide dudó unos segundos-. La verdad es que, por sí sola, puede apenas defenderse, y poco más. Mi tarea es de hecho convertirla en jedi -sonrió amargamente, consciente de que había usado el tiempo presente en su afirmación.<br />
<br />
-Vaya... ¿y tardarías mucho en convertirla en jedi?<br />
<br />
-Años. En el mejor de los casos -Ide tuvo una extraña sensación, al recordar el sable de luz que pendía de su cinto.<br />
<br />
-Y... ¿es importante para ti hacer eso?<br />
<br />
Ide tragó saliva y calló durante un momento.<br />
<br />
-Cómo decirlo... es... una parte de mí es ella, y lo que ella pueda llegar a ser.<br />
<br />
-Bueno, puedes quedarte en Nar Shaddaa el tiempo que consideres necesario para convertirla en jedi -dijo con expresión pensativa-. A cambio, te acogeré en mi Palacio sin coste alguno para ti.<br />
<br />
Ide sonrió y permaneció pensativo, sin responder. Sabía que Arakosia era el punto de inflexión de la conversación, el momento en el que Vima dejaría de ser amable y cálida.<br />
<br />
==Ofertas==<br />
<br />
-Bueno, piénsalo -dijo mientras se encogía de hombros.<br />
<br />
-No... bueno, siento decirte que no es posible convertirse en jedi en esas circunstancias. Es un entrenamiento igualmente espiritual y físico, y no es compatible en absoluto con la vida de un esclavo.<br />
<br />
-Oh,vaya... -parecía levemente decepcionada- Y si ella estuviera, digamos, exenta de servicio mientras dure su entrenamiento, ¿entonces podrías?<br />
<br />
-No se puede servir a la Orden Jedi y a otro señor a la vez, Vima. Como bien dijiste antes, es una vida sacrificada.<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-En fin... una lástima.<br />
<br />
Permaneció en silencio unos segundos. Cogió otro pequeño postre y se lo metió entero en la boca.<br />
<br />
-Me imaginaba que te agradaría la compra de mi aprendiz. Y entiendo que no tendrás el menor interés en vendérmela -dijo Ide como si fuera algo sin importancia.<br />
<br />
Ella hizo un ligero gesto de contrariedad.<br />
<br />
-No es eso, es que todavía no sé lo que vale... podría perder k'shii fácilmente... perdón, podría perder reputación... a veces me olvido de que no todo el mundo habla hutt.<br />
<br />
-Lo entiendo, es un término muy común. Sea como sea, me interesaría recuperarla, como te podrás imaginar.<br />
<br />
-Lo comprendo, lo comprendo -hizo un gesto apaciguador con ambas manos-. Sólo digo que aún no hemos terminado de tasarla. No puedo ponerle un precio hasta entonces, ¿comprendes? Me ariesgaría mucho.<br />
<br />
-Obviamente Arakosia no es una esclava normal. Y es capaz de hacer cosas increíbles. Pero quizás haya algo que con toda seguridad sea más útil que ella.<br />
<br />
-Seguro -dijo ella con ligereza-. Todavía estará sin pulir. Debe de haber ''cientos'' de esclavos más útiles que ella.<br />
<br />
-A lo mejor yo puedo hacer algo más útil que cualquier cosa que te pueda dar ella -comentó él.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
-¡Pero eso no va así! -dijo animadamente- La cuestión es que un esclavo hará su trabajo ''indefinidamente y sin recibir nada a cambio''. Y además sabes que cualquier inversión que hagas en él la puedes recuperar en un intervalo de tiempo sólo limitado por las necesidades biológicas del esclavo.<br />
<br />
-Sí, pero a lo mejor te compensa tener a un jedi a tu servicio en tu Hak'Un Shapp al precio de un esclavo de mediana utilidad -dijo él seriamente.<br />
<br />
==Contraofertas==<br />
<br />
Ella parecía un poco sorprendida.<br />
<br />
-Bueno, sería buena publicidad... -reflexionó- Las veces anteriores funcionó bastante bien. Y los jedi participantes casi siempre sobreviven, aunque no suelen ganar -sonrió, levemente ácida-. Sin ánimo de ofender, les falta crueldad -una mínima arruga apareció en su frente-. Pero sin tasar a tu padawan, no sé si sería un trato justo. ¿Necesitas conocer mi respuesta con premura?<br />
<br />
-Prefiero saberla libre cuanto antes mejor, pero toma el tiempo que necesites, faltaría más.<br />
<br />
-Habitualmente un par de horas suelen ser suficientes, si la colaboración es buena.<br />
<br />
-Quizás... pueda ayudarte. Verás, circula por la Holored una demostración de Arakosia que probablemente te enseñarán.<br />
<br />
-...sí? -su expresión quería decir: "y respecto a ella, quieres puntualizar que..."<br />
<br />
-¿Quizá podríamos verla ahora?<br />
<br />
-Claro. Control central, buscar video en HoloNet. Rastreo de nodo local, Nar Shaddaa; fecha y hora, últimos dos días, tema: Arakosia. Ordenar por número de visitas. Ver.<br />
<br />
Sobre la mesa se hizo un cubo de luz, al principio borroso, posteriormente fue dibujándose una habitación. Sobre la cama, Arakosia estaba desnuda y drogada, e Ide estaba a su lado.<br />
<br />
==Aclaraciones==<br />
<br />
Vima parecía muy interesada.<br />
<br />
-¡Caramba! Hubiera asegurado que era demasiado joven para relaciones sexuales extensas... -miró a su enlace informático de muñeca- y ésta es una edición de hora y media, con los mejores momentos de una grabación original, ¿''de diez horas''? -miró a Ide, con expresión entusiasmada- ¡Qué maravilla! ¿Y qué deseabas comentar?<br />
<br />
Un extraño pulso de calor recorrió la espina dorsal de Ide. Se tomó un tiempo tiempo para responder, en el cual sólo se le venía a la mente una frase: "Keel, maldita rata".<br />
<br />
-Sí... eso también. Pensaba que te ibas a encontrar primero con el vídeo de la fruta.<br />
<br />
-Es por el número de visitas, supongo. Nada atrae más que el sexo y la violencia. Probablemente el otro video no incluye sangre.<br />
<br />
-Esa noche Arakosia hizo cosas espectaculares. Y se deben principalmente a dos cosas. La primera es que la drogaron.<br />
<br />
-Pero la droga sólo levanta inhibiciones. Es de suponer que, en principio, ella sería capaz de llevar a cabo... hazañas similares sin necesidad de sustancias añadidas.<br />
<br />
-No siempre. Los estupefacientes, desde el momento en el que trasladan al individuo a un estado distinto de consciencia, pueden a veces amplificar la canalización de la Fuerza. O pueden hacer todo lo contrario.<br />
<br />
Como comprenderás, si fuera tan fácil obtener superpoderes, todos iríamos siempre por ahí con una bolsita de pastillas. Depende de la ocasión, y el contexto, las drogas pueden ser muy beneficiosas, o muy peligrosas. Lo cual me lleva al segundo factor que, en conjunción con el trance de la droga, proporcionó a Arakosia semejante habilidad.<br />
<br />
-Una conjunción de factores suelen ser malas noticias. ¿De qué se trata? ¿Ira descontrolada? ¿Abandono suicida?<br />
<br />
-Yo. Ide Kanor, su maestro y mentor. Y la devoción que siente hacia él -Ide pronunciaba severamente, con orgullo, pero sin que pareciera que estaba alardeando.<br />
<br />
-Oh, mejor. Quiero decir, ese no es un factor descontrolado. Aunque, claramente, disminuye su valor para cualquier comprador potencial... -dijo con expresión ecuánime.<br />
<br />
-Quería aclararte todo esto, para que no pensaras que te he intentado engañar cuando lo vieras -terminó Ide, juntando las manos en actitud conciliadora.<br />
<br />
-De acuerdo, lo tendremos en cuenta. ¿Deseas esperar aquí mientras tanto, o hay algún otro lugar... o algo que necesites hacer?<br />
<br />
-Pues sería muy agradable poder esperar en esta sala. Es... especialmente tranquila. A no ser que me dejes bajar a dar una vuelta por el Hak'un'Shapp -en el rostro del joven emergió una sonrisa pícara-. Tengo cierta curiosidad.<br />
<br />
Ella sonrió, con coquetería.<br />
<br />
-Bueno... está claro que no sabes exactamente de qué se trata... la mayor parte del tiempo es, como la vida misma, algo gris y aburrido. Y de repente -su voz cobró una energía vibrante- se desata un vórtice de emociones, que arrastran a sus participantes al éxtasis...<br />
<br />
Era como contemplar un volcán en sus ojos. Ide no recordaba cómo había llegado a estar tan cerca de ella. Percibió su energía en la Fuerza. Poderosa, entrenada... adaptada a su entorno, en sintonía con las sensaciones que emanaba la Luna del Contrabandista.<br />
<br />
==Déjà vu==<br />
<br />
Una sensación de ''déjà vu'' invadió a Ide. Se sentía en una especie de punto de inflexión, un punto desde el cual se puede desencadenar cualquier acontecimiento.<br />
<br />
-Parece que... -intervino Ide casi con un susurro, escudriñándola en la Fuerza- encuentras cierta armonía en el Hak'un'Shapp...<br />
<br />
El tiempo parecía fluir despacio, despacio...<br />
<br />
La miró, durante un instante, con ojos que trascendían la materia física. Había poder y habilidad, entrenados hacía mucho, oxidados bajo la costumbre de no utilizar lo aprendido, sepultados tras mucho uso inconsciente e intuitivo.<br />
<br />
-Intento... -dijo ella, con voz casi inaudible- Intento disfrutar de la armonía allá donde la encuentre...<br />
<br />
-Fluyes con la Fuerza... has sido entrenada -dijo él, extendiendo la mano como para tocar los jirones de su aura sobrenatural.<br />
<br />
Ella se estremeció en su sitio, sin decir nada. Su vello se erizó antes de que Ide lo tocara. Él dudó un segundo, y luego, lentamente, acercó su mano a la de ella. Estaba de pie, al lado de la silla en la que ella permanecía. Sin tocarla, ascendió por su brazo, como un curandero buscando energía vital, dejando que la única conexión entre ellos fuera, por poco, la Fuerza.<br />
<br />
Ella no reaccionaba con una técnica definida. Se limitaba a dejar que su cuerpo fuera atravesado por la Fuerza, sin hacer nada que no pudiera hacer de forma natural. Aceptó el toque de forma pasiva, dejándose hacer.<br />
<br />
-Pero fue hace tiempo... -añadió él, con los ojos cerrados, centrándose sólo en lo que percibía por su canal sensitivo sobrenatural. Cuando llegó al hombro, posó su mano. A través de la Fuerza le llegó, abrumadora, una sensación orgásmica. Pero ella no se movió.<br />
<br />
Sólo un suspiro hubiera permitido saber, a un observador casual, por qué sus párpados vibraban y su nuca transpiraba.<br />
<br />
Ide se giró, levantó la otra mano, y la posó sobre el otro hombro. Movió los dedos lentamente, como masajeando, limpiando el incipiente sudor que había aparecido en el cuello de ella, pero de una forma sutil y precavida. Seguía con los ojos cerrados, oyendo las reverberaciones de Vima, emitiendo su propia señal en la Fuerza para oirla reflejada en ella.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
Vima reaccionaba sin pensar. Tomó aire, y lo exhaló lentamente; cerró los ojos despacio. Estaba bajando sus defensas, Ide pudo sentir algunos de sus pensamientos al azar.<br />
<br />
"Que no se detenga, por favor, que no se detenga, lo necesito, lo necesito tanto, nadie era apropiado, todos querían mi k shii, nadie podía hacerlo como un igual, si hago algo puede arrepentirse, ojalá dejara de preguntar por la Época Oscura, quiero, quiero, oh, qué bueno. En el video no salía drogándose, pero ella tampoco, ¿podrá? ¿Podrá? Oh, por favor, que no sea de los que sólo lo hacen por amor, que no haya una regla jedi absurda, que no pase nada, que lo haga, pronto, que lo haga porque lo necesito tanto..."<br />
<br />
Él se detuvo unos segundos. Después, bajó una de sus manos un poco, colocándola al principio de sus pechos, y llevó la otra detrás, a la nuca, incrustando los dedos en su pelo. Al tiempo, se giró grácilmente y se puso en frente de ella, y, con la experiencia adquirida en los años de Galmia, en un segundo que se hizo eterno, se acercó y la besó.<br />
<br />
Ella volvió a estremecerse, una vez más.<br />
<br />
"Lo ha hecho otra vez. Y todavía estamos empezando. O eso espero. Que no acabe, por favor, que no acabe..."<br />
<br />
Pero él no se detuvo. Siguió, como en otros tiempos había hecho con su Reina, con la excitación sobrenatural que sólo sentía al unirse con otros usuarios de la Fuerza, como con Anakin, como con Arakosia el día anterior. Ide perdió la noción del tiempo. Se olvidó del Hak'un'Shapp, se nubló la visión de su objetivo, de Arakosia, de Morg, de Kurel, y durante un periodo no determinado de tiempo, sólo se permitió sentir la Fuerza, y Vima Da'Motta, la cruel emperatriz del Palacio del Dolor, ahora transformada y expuesta por la letanía de placeres que se sucedieron en la habitación.<br />
<br />
El atardecer sobre Nar Shaddaa se convirtió en noche, la noche casi en amanecer. Ninguno de los dos parecía acusar el peso del cansancio. En un momento determinado, Vima cedió voluntariamente; cuando se retiró, Ide vio sangre en la cara interna de sus muslos. Se dejó caer, agotada y feliz.<br />
<br />
==Instrucciones==<br />
<br />
Suspiró.<br />
<br />
En ese momento, Ide sintió algo extraño: sobre los cristales se notaba una extraña vibración, apenas musical...<br />
<br />
<br />
"''Arakosia''", pensó instantáneamente.<br />
<br />
"''¿Maestro? Estoy despierta, y no reconozco el lugar.''"<br />
<br />
"''No te preocupes, estás a salvo, en el Palacio del Dolor. No te pasará nada. Confía en mí.''"<br />
<br />
"''¿Debo escapar? ''Puedo'' escapar.''"<br />
<br />
"''No será necesario. Puede que si intentaras escapar fuera peor. Iré a verte en cuanto pueda, te recogeré pronto.''"<br />
<br />
"''Quieren operarme. Para instalarme algo, porque... dicen que ya han esperado demasiado. Lo van a hacer en menos de dos minutos.''"<br />
<br />
Ide pensó durante unos segundos. Fue a buscar su ropa. "''Dame un minuto. Si lo intentan, escapa.''"<br />
<br />
<br />
-Cuándo te volveré a ver -preguntó a Vima, despreocupadamente.<br />
<br />
Ella esbozó una especie de media sonrisa que transmitía una sabiduría sin edad. Su manera de moverse evidenciaba que se sentía igual de cómoda desnuda que vestida.<br />
<br />
-¿Quién sabe? -dijo con voz traviesa- Espero que pronto.<br />
<br />
-Me preguntaba... si harías algo por mí -apuntó él tímidamente. Ella rió, de buen humor.<br />
<br />
-Pregunta, hombre. Haré lo que pueda -una pequeña arruga se formó en su frente- si puedo.<br />
<br />
-Es mi antigua alumna. Me preguntaba si podías retrasar su implante. Mientras la tasas y llegamos a un acuerdo.<br />
<br />
<br />
Ella pareció un poco entristecida.<br />
<br />
-Oh, lo siento. Mi personal implanta a todo el personal en menos de quince minutos tras su compra. Norma de la casa, sabes -su expresión se dulcificó-. ¡Pero no te preocupes! Los implantes se pueden retirar fácilmente, y no dejan ninguna clase de huella o secuela.<br />
<br />
Ide observó que ella no parecía tener ningún interés en vestirse. La única prenda que recogió fue el cinturón del que pendía el sable de luz, y se lo ajustó a la cintura. Pasó la mano por delante de un sensor frente a uno de los vértices, y el hueco correspondiente al ascensor se iluminó.<br />
<br />
<br />
-¿Bajas primero? ¿O prefieres esperar aquí?<br />
<br />
-¿Esperar? -Ide levantó lo que hubiera sido una ceja.<br />
<br />
-A que termine la tasación.<br />
<br />
<br />
"''Maestro, vienen'' ahora"<br />
<br />
<br />
-Vima... -dijo, mirándola fijamente-. Llama a tu equipo de implantación. Acabo de percibir algo.</div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIIHumo y Vapor III2013-06-26T17:29:30Z<p>El Universo: /* Decisión */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26aGR, 20:25 horas.'''<br />
<br />
<br />
A medida que Ide se fue acercando a la Flor Esquiva, percibió un olor apetitoso. Poco antes de llegar se hizo obvio que Delia, o quien estuviera en la cocina, no se limitaba a preparar bebidas.<br />
<br />
Casi la mitad de las mesas estaban ocupadas con sintientes cenando; y tanto Delia como Sira servían las mesas.<br />
<br />
Ide se acercó a la barra, y aprovechando un breve momento de calma, habló con Delia, la cual se había acercado a la barra.<br />
<br />
-La idea era que Sira comiera algo, no que se pusiera a trabajar... -dijo Ide con humor.<br />
<br />
-No he podido retenerla -repuso Delia con una sonrisa-. Supongo que no está acostumbrada a permanecer quieta mientras los demás trabajan a su alrededor...<br />
<br />
Sira se aproximó a la barra, e inclinó la cabeza respetuosamente cuando vio a Ide. No dijo nada.<br />
<br />
-Yo pensaba que querrías comer algo... pero parece que has decidido echarle una mano a Delia -dijo, sonriendo-. Lo que te haga más feliz. -Miró a Delia-. ¿Crees que puede quedarse contigo, o levantará sospechas? No se me ocurre un lugar seguro donde pueda estar, mientras resuelvo... lo que tengo pendiente aquí.<br />
<br />
-Puede quedarse, desde luego... todo el mundo pensará que Vima me ha puesto un refuerzo, o que pronto va a reemplazarme... pero si me voy pronto de Nar Shaddaa, nada de eso importará -dijo, mientras posaba una mirada de desesperación contenida sobre Ide.<br />
<br />
-Vima me ha invitado a cenar. De hecho, debería notificar que estoy aquí de alguna forma, creo que me iban a avisar.<br />
<br />
Los ojos de Delia se abrieron considerablemente. Un pánico primordial creció en ella, sólo para ser ahogado por una férrea fuerza de voluntad. Con voz muy controlada dijo:<br />
<br />
-Si... quieres alejar la atención de Sira, será mejor que no llames desde aquí.<br />
<br />
-Cierto, cómo he podido ser tan tonto.<br />
<br />
No lo dijo, pero intuyó que el horror de Delia no se debía sólo a la posible sospecha que podría levantar.<br />
<br />
-Me iré a una de los balcones de las zonas de descanso -apuntó, mientras se levantaba del asiento-. Espero que sigáis bien por aquí. Si te enteras de algo sobre... bueno, él, avísame. Sira tiene mi número de comunicador.<br />
<br />
-Lo haré -su expresión parecía muy angustiada-. Ten mucho cuidado.<br />
<br />
-No te preocupes, sé cuidarme -dijo con una sonrisa, y salió del bar.<br />
<br />
==Contacto==<br />
<br />
Cuando llegó a uno de las zonas de descanso de las plantas intermedias avisó a la recepción de que estaba allí mediante uno de los terminales disponibles. Cuando lo hubo hecho, se acercó a una de las ventanas de transpariacero. No debían tardar mucho en avisar, ya era casi la hora de la cena.<br />
<br />
Efectivamente, la terminal se iluminó en menos de diez segundos. Apareció una figura humanoide, que no hizo sino decir: "Espere, por favor. Alguien llegará para acompañarlo en breve."<br />
<br />
No habían transcurrido ni cinco minutos cuando apareció de nuevo el mismo hombre bien vestido que le había recibido cuando bajó de su nave la última vez. Se inclinó cortésmente a modo de saludo.<br />
<br />
-¿Desea que le indique el camino a la Joya Gloriosa, señor?<br />
<br />
-Si es tan amable -respondió educadamente Ide.<br />
<br />
-Acompáñeme, por favor.<br />
<br />
Recorrieron un camino corto y estéticamente agradable, que incluía un par de turboascensores muy bien decorados; y en breve la vista que se apreciaba por las ventanas se volvió espectacular. Desde la parte superior del Palacio del Dolor el paisaje abarcaba una porción considerable de Nar Shaddaa, que, dada su heterogeneidad arquitectónica, daba la impresión de un todo homogéneo armonioso que se rompía en millones de detalles aparentemente incongruentes; como una gigantesca escultura fractal.<br />
<br />
Al parecer, la Joya Gloriosa ocupaba la última planta del Palacio. Era una estancia relativamente íntima, de unos cuatro por cuatro metros, a la que se accedía por un ascensor de dos plazas desde la planta inmediatamente inferior. Apenas tenía mobiliario.<br />
<br />
Una mesa, y dos sillas una frente a otra. En la mesa brillaba un candelabro, con cinco velas ardiendo suavemente; y en una de las sillas había una mujer que no aparentaba más de veinte años, vestía una camisa sencilla y bebía agua de una copa de cristal; mientras miraba atentamente por la ventana.<br />
<br />
Ide esperó a que ella hablara. Cuando lo hizo, fue con una voz cristalina y bien modulada. Ide no pudo evitar pensar que era espléndida voz de soprano.<br />
<br />
-Buenas noches -dijo mientras sonreía cálidamente-. Soy Vima Da'Motta. Tome asiento, por favor, si antes no desea disfrutar de las vistas.<br />
<br />
-Gracias, señora Da'Motta. Hay que reconocer que la Joya Gloriosa ofrece una vista privilegiada de Nar Shadda. Tiene usted un hermoso hotel.<br />
<br />
-Si lo desea, puede tutearme -repuso, mientras se encogía levemente de hombros-. Francamente, nunca le he dado mucha importancia al protocolo.<br />
<br />
-La verdad es que me resulta algo extraño hablar de usted a alguien tan joven -Ide mantuvo el tono afable, pero lo que le resultaba verdaderamente extraño era pensar que Vima Da'Motta tuviera una cara amable -.Llámame Ide, pues.<br />
<br />
Sonrió aún más ampliamente. Durante unos segundos parecía que no sabía qué decir.<br />
<br />
-Excelente. ¿Tienes ganas de cenar algo ligero, o prefieres algo más consistente?<br />
<br />
-No suelo cenar mucho. Comer mucho por las noches no me deja dormir bien.<br />
<br />
-Algo ligero, entonces... ¿comida calamariana?<br />
<br />
-No he tenido el gusto antes. Confío en tu buen gusto.<br />
<br />
-Pescado, una especie de galletas de algas... espero que te guste.<br />
<br />
Una sección circular de la mesa se abrió frente a ellos dos, y apareció un plato de algo que parecía ensalada de pescado, y que olía deliciosamente.<br />
<br />
-¡Al ataque! -dijo Vima, mientras cogía el tenedor. Se detuvo de repente, mientras miraba a Ide- Ah... ¿los jedi tenéis alguna costumbre especial para antes de comer, una oración o algo?<br />
<br />
-Oh, no, en absoluto. La Fuerza no necesita alabanzas ni consagraciones -sonrió, y cogió su tenedor.<br />
<br />
Vima parecía aliviada.<br />
<br />
-Oh, bien -dijo mientras pinchaba la ensalada. Ide comió, esperando que ella hablara.<br />
<br />
==Sorpresas==<br />
<br />
Durante unos minutos, ella no hizo sino comer y observar a Ide con curiosidad. Ide pudo oir una música, en el límite de lo audible, algo parecido a ópera. Ella pareció darse cuenta al mismo tiempo que Ide.<br />
<br />
-Sabes, la música cantada sin acompañamiento musical es una de las artes universales -dijo con voz animada-. Junto a la pictografía y la danza, creo. Luego los eruditos debaten sobre si la percusión debería ser considerada universal... y la narrativa, claro -hizo un gesto juguetón-. Siempre están debatiendo sobre la universalidad de la narrativa, y peleándose con los lingüistas.<br />
<br />
-Soy más una persona de ciencias que de humanidades, he de reconocer. No soy tan docto en estos temas... sin embargo aprendí de pequeño a tocar. Es el único arte al cual me encuentro vinculado.<br />
<br />
Ella parecía encantada.<br />
<br />
-¡Oh, es fantástico! Yo misma también aprecio mucho la música. El baile también, claro -hizo un gesto descuidado-, pero no tengo una verdadera base teórica para poder apreciarlo apropiadamente.<br />
<br />
-¿Tocas algún instrumento?<br />
<br />
-Canto -dijo mientras sonreía pícaramente-. Lo que suena, lo canté yo -dijo mientras se ruborizaba ligeramente-. Es... un descuido por parte de mi mayordomo. Ahora parece que quiero alardear o algo...<br />
<br />
-En absoluto. No es alardear mostrar cuando es apropiado aquello que uno sabe. La humildad extrema es casi tan mala como el orgullo descarado -se paró unos segundos-. Me gustaría oirte cantar.<br />
<br />
Ella se ruborizó.<br />
<br />
-Oh, no podría... -se quedó mirando a Ide unos segundos, como pidiéndole permiso.<br />
<br />
-Si ayuda, puedo cambiarte una pieza de mi flauta por una obra cantada por ti.<br />
<br />
-Bueno, bien... Entonces voy a levantarme.<br />
<br />
Se puso en pie despacio, e Ide pudo observar que no era muy alta ni robusta. Parecía una especie de muchacho, aunque algo en su complexión le recordaba a los padawan del templo.<br />
<br />
Y de su cadera derecha colgaba un sable de luz.<br />
<br />
==Intercambios==<br />
<br />
Cerró los ojos, e inspiró profundamente dos o tres veces. Cantó una nota, como para afinarse; y luego comenzó a cantar.<br />
<br />
Espectacularmente. La pieza, cantada a capella, estaba en un idioma que Ide no reconoció, pero la complejidad técnica no le pasó desapercibida. Posteriormente, fue la expresividad de la voz lo que le llamó la atención. Algo dentro de él no estaba preparado por completo para la avalancha de ternura que se derramaba en cada nota, para la lucha que se denotaba tras cada cambio repentino de registro.<br />
<br />
Acabó, de una forma que se asemejaba mucho al principio. De alguna forma, Ide percibió al final una riqueza de matices que no había notado la primera vez.<br />
<br />
Ella suspiró profundamente. Abrió los ojos de nuevo.<br />
<br />
-¿Te ha gustado?<br />
<br />
-Ha sido... inesperadamente hermoso y emotivo. Una bella ejecución, sí señor.<br />
<br />
Sonrió de nuevo. Parecía acalorada. Parecía incapaz de hablar. Se sentó despacio.<br />
<br />
-Muchas gracias -dijo con un hilo de voz.<br />
<br />
-Ha sido toda una grata sorpresa, sí señor. Reconozco que no esperaba encontrar esto esta noche.<br />
<br />
Ella enarcó una ceja, mientras miraba divertida a Ide.<br />
<br />
-Bueno, pensaba que me querías para hablar... no sé, de negocios, o algo parecido -sonrió ligeramente-. No esperaba encontrarme hablando de arte y música contigo.<br />
<br />
-Bueno -dijo con voz jocosa-, es un poco rudo, incluso aquí en el borde medio, ponerse a hablar de negocios en cuanto se sienta uno a la mesa...<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Creo que me toca... aunque sea poco apropiado. No sé si estaré a la altura.<br />
<br />
-Por favor -dijo ella con una ternura que no parecía fuera de lugar.<br />
<br />
Ide se levantó y se separó un poco de la mesa. Sacó su flauta, guardada en el estuche. Dejó la caja sobre la silla y la montó suavemente, sin prisa. Cuando estuvo armada, miró a Vima, y sonrió otra vez. Se colocó erguido, como si estuviera en un recital de verdad. Cerró los ojos, y se rindió a las ondulaciones de la Fuerza, como siempre que hacía cuando producía música.<br />
<br />
Comenzó la ejecución con un pasaje sencillo, de poca dificultad técnica pero que transmitía mucha emotividad. De alguna forma, toda su preocupación y su sentido del deber se podían percibir tras la melodía. A medida que se relajaba, sintió como la Fuerza lo inspiraba, complicando el pasaje principal, guiándolo en trémolos y escalas que se enlazaban sin que él mismo supiera muy bien cómo enlazarlas, hasta el último momento. Y enlazaban bien. De repente, Ide se dio cuenta de que había terminado.<br />
<br />
Vima aplaudía muy contenta:<br />
<br />
-¡Eso ha estado muy bien! ¿Todos los jedi saben tocar tan bien como tú, o es un talento singular tuyo?<br />
<br />
==Charla sobre jedi==<br />
<br />
-Bueno, todos los jedi saben hacer algunas cosas bastante bien, cuando se sintonizan con la Fuerza. Yo tuve esa bendición desde pequeño. No sirve para el combate, pero me proporciona momentos muy hermosos.<br />
<br />
-El combate está sobrevalorado -dijo ella con una breve carcajada-. ¡El combate es de bárbaros! -añadió, divertida- ¿No has pensado en dedicarte exclusivamente a la música?<br />
<br />
-No soy tan bueno... y en cualquier caso, ser jedi es un trabajo muy satisfactorio. Aunque tu especialidad no sea el combate -sonrió.<br />
<br />
-Satisfactorio y sacrificado, según tengo entendido.<br />
<br />
-No es un sacrificio lo que se ofrece de buena voluntad. Si lo miras así, somos todos voluntarios.<br />
<br />
-Bueno, si le explican a uno con todo lujo de detalles lo que podría pasar, supongo que sí. No es -dijo con voz inocente- como si adoctrinaran lactantes o algo.<br />
<br />
-Entramos... bueno... se suele entrar muy joven en el Templo. Pero no se obliga a nadie. Se entrena a los seres sensibles a la Fuerza, y según su evolución se les entrena como jedis, o se les enseña otro oficio en el que sus habilidades puedan ser útiles. Supongo que no es una demostración formal, pero no debe ser tan malo: para los chicos es todo un orgullo ser seleccionados como padawan -por un corto instante, a Ide se le torció la sonrisa, al recordar la fiesta de despedida que sus compañeros dieron a Arakosia.<br />
<br />
-Comprendo -dijo con voz reflexiva-. Y, si no es molestia preguntar, ¿qué hace un jedi tan agradable en Nar Shaddaa?<br />
<br />
==La vida en Nar Shaddaa==<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la consciencia de Ide. Recordó con quién estaba hablando, y el nombre de esta persona tan amable que le había invitado a cenar.<br />
<br />
-Buscar algo que se me ha perdido -dijo afablemente-. Reconozco que no es el sitio más... compatible con nuestras creencias y principios.<br />
<br />
-Debe de ser duro -dijo ella.<br />
<br />
-No creo que vivir en Nar Shaddaa sea fácil para nadie, si me permites la observación.<br />
<br />
-No lo es -dijo, con una súbita dureza-. Para nadie. Ni para los hutt.<br />
<br />
-Estoy seguro. He tenido la oportunidad de conocer a algunos, incluso de forma algo más personal. Siempre me ha dado la impresión de que toda la crueldad de este mundo proviene de un sencillo principio... ''matar o morir''.<br />
<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-De alguna forma... o algo peor -pareció reflexionar un instante-. Un rival muerto... está simplemente muerto. Otro vendrá a ocupar su lugar, y la lucha te habrá debilitado. Si quieres sobrevivir, tienes que esclavizar a tus rivales. Así, no sólo dejan de amenazarte, sino que trabajan para ti -reflexionó un instante-. Por supuesto, sería mejor convertirlos en aliados... pero en Nar Shaddaa no existe esa posibilidad.<br />
<br />
-Es quizá eso lo que me desconcierta y desconsuela a partes iguales -dijo el jedi con una mueca-. Sin embargo...<br />
<br />
-¿Sí?<br />
<br />
-Tú... no pareces pertenecer a este mundo -dijo Ide, con un uso consciente del verbo parecer-. Esta sala, este hotel, a ratos. Esta cena.<br />
<br />
-Bueno, no soy de aquí. Llegué cuando tenía más de treinta años -escrutó la expresión de sorpresa de Ide-. Supongo que no aparento mi edad.<br />
<br />
-En absoluto. Lo mostré claramente en mi segundo comentario de esta noche.<br />
<br />
-Pensé que era una frase de cortesía -dijo mientras sonreía.<br />
<br />
-No hace falta mentir para ser cortés -añadió el.<br />
<br />
-Bueno, supongo que podría haber algunas especies en la galaxia que me consideraran joven... -su cara se volvió reflexiva- ...aunque no me imagino cuáles podrían ser.<br />
<br />
-¿Y a qué te dedicabas antes, no es mucho preguntar?<br />
<br />
-Pues, hasta los doce años fui ayudante de laboratorio de mi madre. Ella fue una científica arkaniana de bastante éxito, sabes... y un poco paranoica. En cuanto tuve edad para ello, me dediqué a asistirla.<br />
<br />
-Y acabaste en Nar Shadda dirigiendo el Palacio del Dolor. No es una carrera científica estándar, eso está claro.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
==Historia antigua==<br />
<br />
-Poco después de mi decimosegundo cumpleaños, fui secuestrada. Veinte años más tarde llegué aquí -sonrió amargamente, como recordando un pasado poco agradable-. En ese momento, sólo buscaba un sitio donde esconderme. Pensé que me iría pronto de aquí, que volvería con mi madre.<br />
<br />
No dijo nada más. Su expresión mostraba un dolor a duras penas contenido. Por un momento, Ide no supo qué decir.<br />
<br />
-Esto confirma mi teoría. Nar Shaddaa no acoge a nadie con los brazos abiertos -sonrió-. No creo que haya más bárbaros que en Coruscant. Es sólo que el sistema de aquí los beneficia, en cierto sentido.<br />
<br />
-Toda la población local, o al menos todos menos uno, de un grupo de diez mil; está dispuesta a traicionar a alguien por una mínima mejora de su calidad de vida. Y el uno restante, si lo encuentras, habrá llegado a su edad actual por pura suerte -se rio brevemente-. Eso, o se acaba de bajar de la astronave.<br />
<br />
-Que lo hagan no quiere decir que deseen hacerlo. Puede que sea el único camino que conozcan. O eso, o que yo he tenido mucha suerte.<br />
En el centro de la mesa apareció una bandeja donde se alineaban, sin orden aparente, muchos tipos distintos de dulces, calientes y fríos. Sin embarazo alguno, Vima cogió uno caliente, le sopló y devoró la mitad de un bocado.<br />
<br />
-Esta mañana -continuó Ide, acercando su mano a algo que parecía un pastelito de crema- conocí a un pequeño alienígena, un chadra-fan que se llamaba Tilikit.<br />
<br />
-Mmm... muy bien -murmuró-. Maldición, me he quemado.<br />
<br />
Ide sonrió ligeramente, como pidiendo permiso para continuar. Ella hizo un gesto con la mano, mientras bebía un sorbo de agua.<br />
<br />
-No era nadie. Salí de un negocio, y me preguntó si necesitaba ayuda. A cambio sólo me pidió que lo llevara a mi planeta -Ide se detuvo unos instantes, como rememorando aquello.<br />
<br />
-Intentaba engañarte -dijo ella rápidamente-. En Nar Shaddaa, si alguien se acerca a alguien, es para comerciar o engañarlo.<br />
<br />
-No he tenido oportunidad de comprobarlo. Murió defendiendo a la esclava que pilotaba mi nave, cuando me atacaron unos mercenarios que Shawman&K'Rtahn mandaron para secuestrarnos a mí y a Arakosia.<br />
<br />
-Oh -dijo ella. No parecía muy afectada-. Y Arakosia es... ¿alguien que yo debería conocer?<br />
<br />
-Oh, es mi padawan. Fue... vendida, al Palacio del Dolor esta tarde -dijo amargamente.<br />
<br />
Vima parecía encantada.<br />
<br />
==Entrando en materia==<br />
<br />
-¡Vaya! ¿Y ella también sabe tocar? -preguntó con voz jubilosa.<br />
<br />
-No -sonrió Ide-. Acaba de empezar su entrenamiento. Apenas sabe manejar el sable de luz, y no ha tenido tiempo de aprender muchas cosas. Yo... la rescaté hace poco. La tenían presa.<br />
<br />
-¿Presa? -su expresión se volvió meditabunda- Curioso... ¿Y qué tipo de cosas sabe hacer?<br />
<br />
-Bueno... sabe... -Ide dudó unos segundos-. La verdad es que, por sí sola, puede apenas defenderse, y poco más. Mi tarea es de hecho convertirla en jedi -sonrió amargamente, consciente de que había usado el tiempo presente en su afirmación.<br />
<br />
-Vaya... ¿y tardarías mucho en convertirla en jedi?<br />
<br />
-Años. En el mejor de los casos -Ide tuvo una extraña sensación, al recordar el sable de luz que pendía de su cinto.<br />
<br />
-Y... ¿es importante para ti hacer eso?<br />
<br />
Ide tragó saliva y calló durante un momento.<br />
<br />
-Cómo decirlo... es... una parte de mí es ella, y lo que ella pueda llegar a ser.<br />
<br />
-Bueno, puedes quedarte en Nar Shaddaa el tiempo que consideres necesario para convertirla en jedi -dijo con expresión pensativa-. A cambio, te acogeré en mi Palacio sin coste alguno para ti.<br />
<br />
Ide sonrió y permaneció pensativo, sin responder. Sabía que Arakosia era el punto de inflexión de la conversación, el momento en el que Vima dejaría de ser amable y cálida.<br />
<br />
==Ofertas==<br />
<br />
-Bueno, piénsalo -dijo mientras se encogía de hombros.<br />
<br />
-No... bueno, siento decirte que no es posible convertirse en jedi en esas circunstancias. Es un entrenamiento igualmente espiritual y físico, y no es compatible en absoluto con la vida de un esclavo.<br />
<br />
-Oh,vaya... -parecía levemente decepcionada- Y si ella estuviera, digamos, exenta de servicio mientras dure su entrenamiento, ¿entonces podrías?<br />
<br />
-No se puede servir a la Orden Jedi y a otro señor a la vez, Vima. Como bien dijiste antes, es una vida sacrificada.<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-En fin... una lástima.<br />
<br />
Permaneció en silencio unos segundos. Cogió otro pequeño postre y se lo metió entero en la boca.<br />
<br />
-Me imaginaba que te agradaría la compra de mi aprendiz. Y entiendo que no tendrás el menor interés en vendérmela -dijo Ide como si fuera algo sin importancia.<br />
<br />
Ella hizo un ligero gesto de contrariedad.<br />
<br />
-No es eso, es que todavía no sé lo que vale... podría perder k'shii fácilmente... perdón, podría perder reputación... a veces me olvido de que no todo el mundo habla hutt.<br />
<br />
-Lo entiendo, es un término muy común. Sea como sea, me interesaría recuperarla, como te podrás imaginar.<br />
<br />
-Lo comprendo, lo comprendo -hizo un gesto apaciguador con ambas manos-. Sólo digo que aún no hemos terminado de tasarla. No puedo ponerle un precio hasta entonces, ¿comprendes? Me ariesgaría mucho.<br />
<br />
-Obviamente Arakosia no es una esclava normal. Y es capaz de hacer cosas increíbles. Pero quizás haya algo que con toda seguridad sea más útil que ella.<br />
<br />
-Seguro -dijo ella con ligereza-. Todavía estará sin pulir. Debe de haber ''cientos'' de esclavos más útiles que ella.<br />
<br />
-A lo mejor yo puedo hacer algo más útil que cualquier cosa que te pueda dar ella -comentó él.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
-¡Pero eso no va así! -dijo animadamente- La cuestión es que un esclavo hará su trabajo ''indefinidamente y sin recibir nada a cambio''. Y además sabes que cualquier inversión que hagas en él la puedes recuperar en un intervalo de tiempo sólo limitado por las necesidades biológicas del esclavo.<br />
<br />
-Sí, pero a lo mejor te compensa tener a un jedi a tu servicio en tu Hak'Un Shapp al precio de un esclavo de mediana utilidad -dijo él seriamente.<br />
<br />
==Contraofertas==<br />
<br />
Ella parecía un poco sorprendida.<br />
<br />
-Bueno, sería buena publicidad... -reflexionó- Las veces anteriores funcionó bastante bien. Y los jedi participantes casi siempre sobreviven, aunque no suelen ganar -sonrió, levemente ácida-. Sin ánimo de ofender, les falta crueldad -una mínima arruga apareció en su frente-. Pero sin tasar a tu padawan, no sé si sería un trato justo. ¿Necesitas conocer mi respuesta con premura?<br />
<br />
-Prefiero saberla libre cuanto antes mejor, pero toma el tiempo que necesites, faltaría más.<br />
<br />
-Habitualmente un par de horas suelen ser suficientes, si la colaboración es buena.<br />
<br />
-Quizás... pueda ayudarte. Verás, circula por la Holored una demostración de Arakosia que probablemente te enseñarán.<br />
<br />
-...sí? -su expresión quería decir: "y respecto a ella, quieres puntualizar que..."<br />
<br />
-¿Quizá podríamos verla ahora?<br />
<br />
-Claro. Control central, buscar video en HoloNet. Rastreo de nodo local, Nar Shaddaa; fecha y hora, últimos dos días, tema: Arakosia. Ordenar por número de visitas. Ver.<br />
<br />
Sobre la mesa se hizo un cubo de luz, al principio borroso, posteriormente fue dibujándose una habitación. Sobre la cama, Arakosia estaba desnuda y drogada, e Ide estaba a su lado.<br />
<br />
==Aclaraciones==<br />
<br />
Vima parecía muy interesada.<br />
<br />
-¡Caramba! Hubiera asegurado que era demasiado joven para relaciones sexuales extensas... -miró a su enlace informático de muñeca- y ésta es una edición de hora y media, con los mejores momentos de una grabación original, ¿''de diez horas''? -miró a Ide, con expresión entusiasmada- ¡Qué maravilla! ¿Y qué deseabas comentar?<br />
<br />
Un extraño pulso de calor recorrió la espina dorsal de Ide. Se tomó un tiempo tiempo para responder, en el cual sólo se le venía a la mente una frase: "Keel, maldita rata".<br />
<br />
-Sí... eso también. Pensaba que te ibas a encontrar primero con el vídeo de la fruta.<br />
<br />
-Es por el número de visitas, supongo. Nada atrae más que el sexo y la violencia. Probablemente el otro video no incluye sangre.<br />
<br />
-Esa noche Arakosia hizo cosas espectaculares. Y se deben principalmente a dos cosas. La primera es que la drogaron.<br />
<br />
-Pero la droga sólo levanta inhibiciones. Es de suponer que, en principio, ella sería capaz de llevar a cabo... hazañas similares sin necesidad de sustancias añadidas.<br />
<br />
-No siempre. Los estupefacientes, desde el momento en el que trasladan al individuo a un estado distinto de consciencia, pueden a veces amplificar la canalización de la Fuerza. O pueden hacer todo lo contrario.<br />
<br />
Como comprenderás, si fuera tan fácil obtener superpoderes, todos iríamos siempre por ahí con una bolsita de pastillas. Depende de la ocasión, y el contexto, las drogas pueden ser muy beneficiosas, o muy peligrosas. Lo cual me lleva al segundo factor que, en conjunción con el trance de la droga, proporcionó a Arakosia semejante habilidad.<br />
<br />
-Una conjunción de factores suelen ser malas noticias. ¿De qué se trata? ¿Ira descontrolada? ¿Abandono suicida?<br />
<br />
-Yo. Ide Kanor, su maestro y mentor. Y la devoción que siente hacia él -Ide pronunciaba severamente, con orgullo, pero sin que pareciera que estaba alardeando.<br />
<br />
-Oh, mejor. Quiero decir, ese no es un factor descontrolado. Aunque, claramente, disminuye su valor para cualquier comprador potencial... -dijo con expresión ecuánime.<br />
<br />
-Quería aclararte todo esto, para que no pensaras que te he intentado engañar cuando lo vieras -terminó Ide, juntando las manos en actitud conciliadora.<br />
<br />
-De acuerdo, lo tendremos en cuenta. ¿Deseas esperar aquí mientras tanto, o hay algún otro lugar... o algo que necesites hacer?<br />
<br />
-Pues sería muy agradable poder esperar en esta sala. Es... especialmente tranquila. A no ser que me dejes bajar a dar una vuelta por el Hak'un'Shapp -en el rostro del joven emergió una sonrisa pícara-. Tengo cierta curiosidad.<br />
<br />
Ella sonrió, con coquetería.<br />
<br />
-Bueno... está claro que no sabes exactamente de qué se trata... la mayor parte del tiempo es, como la vida misma, algo gris y aburrido. Y de repente -su voz cobró una energía vibrante- se desata un vórtice de emociones, que arrastran a sus participantes al éxtasis...<br />
<br />
Era como contemplar un volcán en sus ojos. Ide no recordaba cómo había llegado a estar tan cerca de ella. Percibió su energía en la Fuerza. Poderosa, entrenada... adaptada a su entorno, en sintonía con las sensaciones que emanaba la Luna del Contrabandista.<br />
<br />
==Déjà vu==<br />
<br />
Una sensación de ''déjà vu'' invadió a Ide. Se sentía en una especie de punto de inflexión, un punto desde el cual se puede desencadenar cualquier acontecimiento.<br />
<br />
-Parece que... -intervino Ide casi con un susurro, escudriñándola en la Fuerza- encuentras cierta armonía en el Hak'un'Shapp...<br />
<br />
El tiempo parecía fluir despacio, despacio...<br />
<br />
La miró, durante un instante, con ojos que trascendían la materia física. Había poder y habilidad, entrenados hacía mucho, oxidados bajo la costumbre de no utilizar lo aprendido, sepultados tras mucho uso inconsciente e intuitivo.<br />
<br />
-Intento... -dijo ella, con voz casi inaudible- Intento disfrutar de la armonía allá donde la encuentre...<br />
<br />
-Fluyes con la Fuerza... has sido entrenada -dijo él, extendiendo la mano como para tocar los jirones de su aura sobrenatural.<br />
<br />
Ella se estremeció en su sitio, sin decir nada. Su vello se erizó antes de que Ide lo tocara. Él dudó un segundo, y luego, lentamente, acercó su mano a la de ella. Estaba de pie, al lado de la silla en la que ella permanecía. Sin tocarla, ascendió por su brazo, como un curandero buscando energía vital, dejando que la única conexión entre ellos fuera, por poco, la Fuerza.<br />
<br />
Ella no reaccionaba con una técnica definida. Se limitaba a dejar que su cuerpo fuera atravesado por la Fuerza, sin hacer nada que no pudiera hacer de forma natural. Aceptó el toque de forma pasiva, dejándose hacer.<br />
<br />
-Pero fue hace tiempo... -añadió él, con los ojos cerrados, centrándose sólo en lo que percibía por su canal sensitivo sobrenatural. Cuando llegó al hombro, posó su mano. A través de la Fuerza le llegó, abrumadora, una sensación orgásmica. Pero ella no se movió.<br />
<br />
Sólo un suspiro hubiera permitido saber, a un observador casual, por qué sus párpados vibraban y su nuca transpiraba.<br />
<br />
Ide se giró, levantó la otra mano, y la posó sobre el otro hombro. Movió los dedos lentamente, como masajeando, limpiando el incipiente sudor que había aparecido en el cuello de ella, pero de una forma sutil y precavida. Seguía con los ojos cerrados, oyendo las reverberaciones de Vima, emitiendo su propia señal en la Fuerza para oirla reflejada en ella.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
Vima reaccionaba sin pensar. Tomó aire, y lo exhaló lentamente; cerró los ojos despacio. Estaba bajando sus defensas, Ide pudo sentir algunos de sus pensamientos al azar.<br />
<br />
"Que no se detenga, por favor, que no se detenga, lo necesito, lo necesito tanto, nadie era apropiado, todos querían mi k shii, nadie podía hacerlo como un igual, si hago algo puede arrepentirse, ojalá dejara de preguntar por la Época Oscura, quiero, quiero, oh, qué bueno. En el video no salía drogándose, pero ella tampoco, ¿podrá? ¿Podrá? Oh, por favor, que no sea de los que sólo lo hacen por amor, que no haya una regla jedi absurda, que no pase nada, que lo haga, pronto, que lo haga porque lo necesito tanto..."<br />
<br />
Él se detuvo unos segundos. Después, bajó una de sus manos un poco, colocándola al principio de sus pechos, y llevó la otra detrás, a la nuca, incrustando los dedos en su pelo. Al tiempo, se giró grácilmente y se puso en frente de ella, y, con la experiencia adquirida en los años de Galmia, en un segundo que se hizo eterno, se acercó y la besó.<br />
<br />
Ella volvió a estremecerse, una vez más.<br />
<br />
"Lo ha hecho otra vez. Y todavía estamos empezando. O eso espero. Que no acabe, por favor, que no acabe..."<br />
<br />
Pero él no se detuvo. Siguió, como en otros tiempos había hecho con su Reina, con la excitación sobrenatural que sólo sentía al unirse con otros usuarios de la Fuerza, como con Anakin, como con Arakosia el día anterior. Ide perdió la noción del tiempo. Se olvidó del Hak'un'Shapp, se nubló la visión de su objetivo, de Arakosia, de Morg, de Kurel, y durante un periodo no determinado de tiempo, sólo se permitió sentir la Fuerza, y Vima Da'Motta, la cruel emperatriz del Palacio del Dolor, ahora transformada y expuesta por la letanía de placeres que se sucedieron en la habitación.<br />
<br />
El atardecer sobre Nar Shaddaa se convirtió en noche, la noche casi en amanecer. Ninguno de los dos parecía acusar el peso del cansancio. En un momento determinado, Vima cedió voluntariamente; cuando se retiró, Ide vio sangre en la cara interna de sus muslos. Se dejó caer, agotada y feliz.<br />
<br />
==Contacto==<br />
<br />
Suspiró.<br />
<br />
En ese momento, Ide sintió algo extraño: sobre los cristales se notaba una extraña vibración, apenas musical...<br />
<br />
<br />
"''Arakosia''", pensó instantáneamente.<br />
<br />
"''¿Maestro? Estoy despierta, y no reconozco el lugar.''"<br />
<br />
"''No te preocupes, estás a salvo, en el Palacio del Dolor. No te pasará nada. Confía en mí.''"<br />
<br />
"''¿Debo escapar? ''Puedo'' escapar.''"<br />
<br />
"''No será necesario. Puede que si intentaras escapar fuera peor. Iré a verte en cuanto pueda, te recogeré pronto.''"<br />
<br />
"''Quieren operarme. Para instalarme algo, porque... dicen que ya han esperado demasiado. Lo van a hacer en menos de dos minutos.''"<br />
<br />
Ide pensó durante unos segundos. Fue a buscar su ropa. "''Dame un minuto. Si lo intentan, escapa.''"<br />
<br />
<br />
-Cuándo te volveré a ver -preguntó a Vima, despreocupadamente.<br />
<br />
Ella esbozó una especie de media sonrisa que transmitía una sabiduría sin edad. Su manera de moverse evidenciaba que se sentía igual de cómoda desnuda que vestida.<br />
<br />
-¿Quién sabe? -dijo con voz traviesa- Espero que pronto.<br />
<br />
-Me preguntaba... si harías algo por mí -apuntó él tímidamente. Ella rió, de buen humor.<br />
<br />
-Pregunta, hombre. Haré lo que pueda -una pequeña arruga se formó en su frente- si puedo.<br />
<br />
-Es mi antigua alumna. Me preguntaba si podías retrasar su implante. Mientras la tasas y llegamos a un acuerdo.<br />
<br />
<br />
Ella pareció un poco entristecida.<br />
<br />
-Oh, lo siento. Mi personal implanta a todo el personal en menos de quince minutos tras su compra. Norma de la casa, sabes -su expresión se dulcificó-. ¡Pero no te preocupes! Los implantes se pueden retirar fácilmente, y no dejan ninguna clase de huella o secuela.<br />
<br />
Ide observó que ella no parecía tener ningún interés en vestirse. La única prenda que recogió fue el cinturón del que pendía el sable de luz, y se lo ajustó a la cintura. Pasó la mano por delante de un sensor frente a uno de los vértices, y el hueco correspondiente al ascensor se iluminó.<br />
<br />
<br />
-¿Bajas primero? ¿O prefieres esperar aquí?<br />
<br />
-¿Esperar? -Ide levantó lo que hubiera sido una ceja.<br />
<br />
-A que termine la tasación.<br />
<br />
<br />
"''Maestro, vienen'' ahora"<br />
<br />
<br />
-Vima... -dijo, mirándola fijamente-. Llama a tu equipo de implantación. Acabo de percibir algo.</div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIIHumo y Vapor III2013-06-26T17:28:55Z<p>El Universo: /* Decisión */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26aGR, 20:25 horas.'''<br />
<br />
<br />
A medida que Ide se fue acercando a la Flor Esquiva, percibió un olor apetitoso. Poco antes de llegar se hizo obvio que Delia, o quien estuviera en la cocina, no se limitaba a preparar bebidas.<br />
<br />
Casi la mitad de las mesas estaban ocupadas con sintientes cenando; y tanto Delia como Sira servían las mesas.<br />
<br />
Ide se acercó a la barra, y aprovechando un breve momento de calma, habló con Delia, la cual se había acercado a la barra.<br />
<br />
-La idea era que Sira comiera algo, no que se pusiera a trabajar... -dijo Ide con humor.<br />
<br />
-No he podido retenerla -repuso Delia con una sonrisa-. Supongo que no está acostumbrada a permanecer quieta mientras los demás trabajan a su alrededor...<br />
<br />
Sira se aproximó a la barra, e inclinó la cabeza respetuosamente cuando vio a Ide. No dijo nada.<br />
<br />
-Yo pensaba que querrías comer algo... pero parece que has decidido echarle una mano a Delia -dijo, sonriendo-. Lo que te haga más feliz. -Miró a Delia-. ¿Crees que puede quedarse contigo, o levantará sospechas? No se me ocurre un lugar seguro donde pueda estar, mientras resuelvo... lo que tengo pendiente aquí.<br />
<br />
-Puede quedarse, desde luego... todo el mundo pensará que Vima me ha puesto un refuerzo, o que pronto va a reemplazarme... pero si me voy pronto de Nar Shaddaa, nada de eso importará -dijo, mientras posaba una mirada de desesperación contenida sobre Ide.<br />
<br />
-Vima me ha invitado a cenar. De hecho, debería notificar que estoy aquí de alguna forma, creo que me iban a avisar.<br />
<br />
Los ojos de Delia se abrieron considerablemente. Un pánico primordial creció en ella, sólo para ser ahogado por una férrea fuerza de voluntad. Con voz muy controlada dijo:<br />
<br />
-Si... quieres alejar la atención de Sira, será mejor que no llames desde aquí.<br />
<br />
-Cierto, cómo he podido ser tan tonto.<br />
<br />
No lo dijo, pero intuyó que el horror de Delia no se debía sólo a la posible sospecha que podría levantar.<br />
<br />
-Me iré a una de los balcones de las zonas de descanso -apuntó, mientras se levantaba del asiento-. Espero que sigáis bien por aquí. Si te enteras de algo sobre... bueno, él, avísame. Sira tiene mi número de comunicador.<br />
<br />
-Lo haré -su expresión parecía muy angustiada-. Ten mucho cuidado.<br />
<br />
-No te preocupes, sé cuidarme -dijo con una sonrisa, y salió del bar.<br />
<br />
==Contacto==<br />
<br />
Cuando llegó a uno de las zonas de descanso de las plantas intermedias avisó a la recepción de que estaba allí mediante uno de los terminales disponibles. Cuando lo hubo hecho, se acercó a una de las ventanas de transpariacero. No debían tardar mucho en avisar, ya era casi la hora de la cena.<br />
<br />
Efectivamente, la terminal se iluminó en menos de diez segundos. Apareció una figura humanoide, que no hizo sino decir: "Espere, por favor. Alguien llegará para acompañarlo en breve."<br />
<br />
No habían transcurrido ni cinco minutos cuando apareció de nuevo el mismo hombre bien vestido que le había recibido cuando bajó de su nave la última vez. Se inclinó cortésmente a modo de saludo.<br />
<br />
-¿Desea que le indique el camino a la Joya Gloriosa, señor?<br />
<br />
-Si es tan amable -respondió educadamente Ide.<br />
<br />
-Acompáñeme, por favor.<br />
<br />
Recorrieron un camino corto y estéticamente agradable, que incluía un par de turboascensores muy bien decorados; y en breve la vista que se apreciaba por las ventanas se volvió espectacular. Desde la parte superior del Palacio del Dolor el paisaje abarcaba una porción considerable de Nar Shaddaa, que, dada su heterogeneidad arquitectónica, daba la impresión de un todo homogéneo armonioso que se rompía en millones de detalles aparentemente incongruentes; como una gigantesca escultura fractal.<br />
<br />
Al parecer, la Joya Gloriosa ocupaba la última planta del Palacio. Era una estancia relativamente íntima, de unos cuatro por cuatro metros, a la que se accedía por un ascensor de dos plazas desde la planta inmediatamente inferior. Apenas tenía mobiliario.<br />
<br />
Una mesa, y dos sillas una frente a otra. En la mesa brillaba un candelabro, con cinco velas ardiendo suavemente; y en una de las sillas había una mujer que no aparentaba más de veinte años, vestía una camisa sencilla y bebía agua de una copa de cristal; mientras miraba atentamente por la ventana.<br />
<br />
Ide esperó a que ella hablara. Cuando lo hizo, fue con una voz cristalina y bien modulada. Ide no pudo evitar pensar que era espléndida voz de soprano.<br />
<br />
-Buenas noches -dijo mientras sonreía cálidamente-. Soy Vima Da'Motta. Tome asiento, por favor, si antes no desea disfrutar de las vistas.<br />
<br />
-Gracias, señora Da'Motta. Hay que reconocer que la Joya Gloriosa ofrece una vista privilegiada de Nar Shadda. Tiene usted un hermoso hotel.<br />
<br />
-Si lo desea, puede tutearme -repuso, mientras se encogía levemente de hombros-. Francamente, nunca le he dado mucha importancia al protocolo.<br />
<br />
-La verdad es que me resulta algo extraño hablar de usted a alguien tan joven -Ide mantuvo el tono afable, pero lo que le resultaba verdaderamente extraño era pensar que Vima Da'Motta tuviera una cara amable -.Llámame Ide, pues.<br />
<br />
Sonrió aún más ampliamente. Durante unos segundos parecía que no sabía qué decir.<br />
<br />
-Excelente. ¿Tienes ganas de cenar algo ligero, o prefieres algo más consistente?<br />
<br />
-No suelo cenar mucho. Comer mucho por las noches no me deja dormir bien.<br />
<br />
-Algo ligero, entonces... ¿comida calamariana?<br />
<br />
-No he tenido el gusto antes. Confío en tu buen gusto.<br />
<br />
-Pescado, una especie de galletas de algas... espero que te guste.<br />
<br />
Una sección circular de la mesa se abrió frente a ellos dos, y apareció un plato de algo que parecía ensalada de pescado, y que olía deliciosamente.<br />
<br />
-¡Al ataque! -dijo Vima, mientras cogía el tenedor. Se detuvo de repente, mientras miraba a Ide- Ah... ¿los jedi tenéis alguna costumbre especial para antes de comer, una oración o algo?<br />
<br />
-Oh, no, en absoluto. La Fuerza no necesita alabanzas ni consagraciones -sonrió, y cogió su tenedor.<br />
<br />
Vima parecía aliviada.<br />
<br />
-Oh, bien -dijo mientras pinchaba la ensalada. Ide comió, esperando que ella hablara.<br />
<br />
==Sorpresas==<br />
<br />
Durante unos minutos, ella no hizo sino comer y observar a Ide con curiosidad. Ide pudo oir una música, en el límite de lo audible, algo parecido a ópera. Ella pareció darse cuenta al mismo tiempo que Ide.<br />
<br />
-Sabes, la música cantada sin acompañamiento musical es una de las artes universales -dijo con voz animada-. Junto a la pictografía y la danza, creo. Luego los eruditos debaten sobre si la percusión debería ser considerada universal... y la narrativa, claro -hizo un gesto juguetón-. Siempre están debatiendo sobre la universalidad de la narrativa, y peleándose con los lingüistas.<br />
<br />
-Soy más una persona de ciencias que de humanidades, he de reconocer. No soy tan docto en estos temas... sin embargo aprendí de pequeño a tocar. Es el único arte al cual me encuentro vinculado.<br />
<br />
Ella parecía encantada.<br />
<br />
-¡Oh, es fantástico! Yo misma también aprecio mucho la música. El baile también, claro -hizo un gesto descuidado-, pero no tengo una verdadera base teórica para poder apreciarlo apropiadamente.<br />
<br />
-¿Tocas algún instrumento?<br />
<br />
-Canto -dijo mientras sonreía pícaramente-. Lo que suena, lo canté yo -dijo mientras se ruborizaba ligeramente-. Es... un descuido por parte de mi mayordomo. Ahora parece que quiero alardear o algo...<br />
<br />
-En absoluto. No es alardear mostrar cuando es apropiado aquello que uno sabe. La humildad extrema es casi tan mala como el orgullo descarado -se paró unos segundos-. Me gustaría oirte cantar.<br />
<br />
Ella se ruborizó.<br />
<br />
-Oh, no podría... -se quedó mirando a Ide unos segundos, como pidiéndole permiso.<br />
<br />
-Si ayuda, puedo cambiarte una pieza de mi flauta por una obra cantada por ti.<br />
<br />
-Bueno, bien... Entonces voy a levantarme.<br />
<br />
Se puso en pie despacio, e Ide pudo observar que no era muy alta ni robusta. Parecía una especie de muchacho, aunque algo en su complexión le recordaba a los padawan del templo.<br />
<br />
Y de su cadera derecha colgaba un sable de luz.<br />
<br />
==Intercambios==<br />
<br />
Cerró los ojos, e inspiró profundamente dos o tres veces. Cantó una nota, como para afinarse; y luego comenzó a cantar.<br />
<br />
Espectacularmente. La pieza, cantada a capella, estaba en un idioma que Ide no reconoció, pero la complejidad técnica no le pasó desapercibida. Posteriormente, fue la expresividad de la voz lo que le llamó la atención. Algo dentro de él no estaba preparado por completo para la avalancha de ternura que se derramaba en cada nota, para la lucha que se denotaba tras cada cambio repentino de registro.<br />
<br />
Acabó, de una forma que se asemejaba mucho al principio. De alguna forma, Ide percibió al final una riqueza de matices que no había notado la primera vez.<br />
<br />
Ella suspiró profundamente. Abrió los ojos de nuevo.<br />
<br />
-¿Te ha gustado?<br />
<br />
-Ha sido... inesperadamente hermoso y emotivo. Una bella ejecución, sí señor.<br />
<br />
Sonrió de nuevo. Parecía acalorada. Parecía incapaz de hablar. Se sentó despacio.<br />
<br />
-Muchas gracias -dijo con un hilo de voz.<br />
<br />
-Ha sido toda una grata sorpresa, sí señor. Reconozco que no esperaba encontrar esto esta noche.<br />
<br />
Ella enarcó una ceja, mientras miraba divertida a Ide.<br />
<br />
-Bueno, pensaba que me querías para hablar... no sé, de negocios, o algo parecido -sonrió ligeramente-. No esperaba encontrarme hablando de arte y música contigo.<br />
<br />
-Bueno -dijo con voz jocosa-, es un poco rudo, incluso aquí en el borde medio, ponerse a hablar de negocios en cuanto se sienta uno a la mesa...<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Creo que me toca... aunque sea poco apropiado. No sé si estaré a la altura.<br />
<br />
-Por favor -dijo ella con una ternura que no parecía fuera de lugar.<br />
<br />
Ide se levantó y se separó un poco de la mesa. Sacó su flauta, guardada en el estuche. Dejó la caja sobre la silla y la montó suavemente, sin prisa. Cuando estuvo armada, miró a Vima, y sonrió otra vez. Se colocó erguido, como si estuviera en un recital de verdad. Cerró los ojos, y se rindió a las ondulaciones de la Fuerza, como siempre que hacía cuando producía música.<br />
<br />
Comenzó la ejecución con un pasaje sencillo, de poca dificultad técnica pero que transmitía mucha emotividad. De alguna forma, toda su preocupación y su sentido del deber se podían percibir tras la melodía. A medida que se relajaba, sintió como la Fuerza lo inspiraba, complicando el pasaje principal, guiándolo en trémolos y escalas que se enlazaban sin que él mismo supiera muy bien cómo enlazarlas, hasta el último momento. Y enlazaban bien. De repente, Ide se dio cuenta de que había terminado.<br />
<br />
Vima aplaudía muy contenta:<br />
<br />
-¡Eso ha estado muy bien! ¿Todos los jedi saben tocar tan bien como tú, o es un talento singular tuyo?<br />
<br />
==Charla sobre jedi==<br />
<br />
-Bueno, todos los jedi saben hacer algunas cosas bastante bien, cuando se sintonizan con la Fuerza. Yo tuve esa bendición desde pequeño. No sirve para el combate, pero me proporciona momentos muy hermosos.<br />
<br />
-El combate está sobrevalorado -dijo ella con una breve carcajada-. ¡El combate es de bárbaros! -añadió, divertida- ¿No has pensado en dedicarte exclusivamente a la música?<br />
<br />
-No soy tan bueno... y en cualquier caso, ser jedi es un trabajo muy satisfactorio. Aunque tu especialidad no sea el combate -sonrió.<br />
<br />
-Satisfactorio y sacrificado, según tengo entendido.<br />
<br />
-No es un sacrificio lo que se ofrece de buena voluntad. Si lo miras así, somos todos voluntarios.<br />
<br />
-Bueno, si le explican a uno con todo lujo de detalles lo que podría pasar, supongo que sí. No es -dijo con voz inocente- como si adoctrinaran lactantes o algo.<br />
<br />
-Entramos... bueno... se suele entrar muy joven en el Templo. Pero no se obliga a nadie. Se entrena a los seres sensibles a la Fuerza, y según su evolución se les entrena como jedis, o se les enseña otro oficio en el que sus habilidades puedan ser útiles. Supongo que no es una demostración formal, pero no debe ser tan malo: para los chicos es todo un orgullo ser seleccionados como padawan -por un corto instante, a Ide se le torció la sonrisa, al recordar la fiesta de despedida que sus compañeros dieron a Arakosia.<br />
<br />
-Comprendo -dijo con voz reflexiva-. Y, si no es molestia preguntar, ¿qué hace un jedi tan agradable en Nar Shaddaa?<br />
<br />
==La vida en Nar Shaddaa==<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la consciencia de Ide. Recordó con quién estaba hablando, y el nombre de esta persona tan amable que le había invitado a cenar.<br />
<br />
-Buscar algo que se me ha perdido -dijo afablemente-. Reconozco que no es el sitio más... compatible con nuestras creencias y principios.<br />
<br />
-Debe de ser duro -dijo ella.<br />
<br />
-No creo que vivir en Nar Shaddaa sea fácil para nadie, si me permites la observación.<br />
<br />
-No lo es -dijo, con una súbita dureza-. Para nadie. Ni para los hutt.<br />
<br />
-Estoy seguro. He tenido la oportunidad de conocer a algunos, incluso de forma algo más personal. Siempre me ha dado la impresión de que toda la crueldad de este mundo proviene de un sencillo principio... ''matar o morir''.<br />
<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-De alguna forma... o algo peor -pareció reflexionar un instante-. Un rival muerto... está simplemente muerto. Otro vendrá a ocupar su lugar, y la lucha te habrá debilitado. Si quieres sobrevivir, tienes que esclavizar a tus rivales. Así, no sólo dejan de amenazarte, sino que trabajan para ti -reflexionó un instante-. Por supuesto, sería mejor convertirlos en aliados... pero en Nar Shaddaa no existe esa posibilidad.<br />
<br />
-Es quizá eso lo que me desconcierta y desconsuela a partes iguales -dijo el jedi con una mueca-. Sin embargo...<br />
<br />
-¿Sí?<br />
<br />
-Tú... no pareces pertenecer a este mundo -dijo Ide, con un uso consciente del verbo parecer-. Esta sala, este hotel, a ratos. Esta cena.<br />
<br />
-Bueno, no soy de aquí. Llegué cuando tenía más de treinta años -escrutó la expresión de sorpresa de Ide-. Supongo que no aparento mi edad.<br />
<br />
-En absoluto. Lo mostré claramente en mi segundo comentario de esta noche.<br />
<br />
-Pensé que era una frase de cortesía -dijo mientras sonreía.<br />
<br />
-No hace falta mentir para ser cortés -añadió el.<br />
<br />
-Bueno, supongo que podría haber algunas especies en la galaxia que me consideraran joven... -su cara se volvió reflexiva- ...aunque no me imagino cuáles podrían ser.<br />
<br />
-¿Y a qué te dedicabas antes, no es mucho preguntar?<br />
<br />
-Pues, hasta los doce años fui ayudante de laboratorio de mi madre. Ella fue una científica arkaniana de bastante éxito, sabes... y un poco paranoica. En cuanto tuve edad para ello, me dediqué a asistirla.<br />
<br />
-Y acabaste en Nar Shadda dirigiendo el Palacio del Dolor. No es una carrera científica estándar, eso está claro.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
==Historia antigua==<br />
<br />
-Poco después de mi decimosegundo cumpleaños, fui secuestrada. Veinte años más tarde llegué aquí -sonrió amargamente, como recordando un pasado poco agradable-. En ese momento, sólo buscaba un sitio donde esconderme. Pensé que me iría pronto de aquí, que volvería con mi madre.<br />
<br />
No dijo nada más. Su expresión mostraba un dolor a duras penas contenido. Por un momento, Ide no supo qué decir.<br />
<br />
-Esto confirma mi teoría. Nar Shaddaa no acoge a nadie con los brazos abiertos -sonrió-. No creo que haya más bárbaros que en Coruscant. Es sólo que el sistema de aquí los beneficia, en cierto sentido.<br />
<br />
-Toda la población local, o al menos todos menos uno, de un grupo de diez mil; está dispuesta a traicionar a alguien por una mínima mejora de su calidad de vida. Y el uno restante, si lo encuentras, habrá llegado a su edad actual por pura suerte -se rio brevemente-. Eso, o se acaba de bajar de la astronave.<br />
<br />
-Que lo hagan no quiere decir que deseen hacerlo. Puede que sea el único camino que conozcan. O eso, o que yo he tenido mucha suerte.<br />
En el centro de la mesa apareció una bandeja donde se alineaban, sin orden aparente, muchos tipos distintos de dulces, calientes y fríos. Sin embarazo alguno, Vima cogió uno caliente, le sopló y devoró la mitad de un bocado.<br />
<br />
-Esta mañana -continuó Ide, acercando su mano a algo que parecía un pastelito de crema- conocí a un pequeño alienígena, un chadra-fan que se llamaba Tilikit.<br />
<br />
-Mmm... muy bien -murmuró-. Maldición, me he quemado.<br />
<br />
Ide sonrió ligeramente, como pidiendo permiso para continuar. Ella hizo un gesto con la mano, mientras bebía un sorbo de agua.<br />
<br />
-No era nadie. Salí de un negocio, y me preguntó si necesitaba ayuda. A cambio sólo me pidió que lo llevara a mi planeta -Ide se detuvo unos instantes, como rememorando aquello.<br />
<br />
-Intentaba engañarte -dijo ella rápidamente-. En Nar Shaddaa, si alguien se acerca a alguien, es para comerciar o engañarlo.<br />
<br />
-No he tenido oportunidad de comprobarlo. Murió defendiendo a la esclava que pilotaba mi nave, cuando me atacaron unos mercenarios que Shawman&K'Rtahn mandaron para secuestrarnos a mí y a Arakosia.<br />
<br />
-Oh -dijo ella. No parecía muy afectada-. Y Arakosia es... ¿alguien que yo debería conocer?<br />
<br />
-Oh, es mi padawan. Fue... vendida, al Palacio del Dolor esta tarde -dijo amargamente.<br />
<br />
Vima parecía encantada.<br />
<br />
==Entrando en materia==<br />
<br />
-¡Vaya! ¿Y ella también sabe tocar? -preguntó con voz jubilosa.<br />
<br />
-No -sonrió Ide-. Acaba de empezar su entrenamiento. Apenas sabe manejar el sable de luz, y no ha tenido tiempo de aprender muchas cosas. Yo... la rescaté hace poco. La tenían presa.<br />
<br />
-¿Presa? -su expresión se volvió meditabunda- Curioso... ¿Y qué tipo de cosas sabe hacer?<br />
<br />
-Bueno... sabe... -Ide dudó unos segundos-. La verdad es que, por sí sola, puede apenas defenderse, y poco más. Mi tarea es de hecho convertirla en jedi -sonrió amargamente, consciente de que había usado el tiempo presente en su afirmación.<br />
<br />
-Vaya... ¿y tardarías mucho en convertirla en jedi?<br />
<br />
-Años. En el mejor de los casos -Ide tuvo una extraña sensación, al recordar el sable de luz que pendía de su cinto.<br />
<br />
-Y... ¿es importante para ti hacer eso?<br />
<br />
Ide tragó saliva y calló durante un momento.<br />
<br />
-Cómo decirlo... es... una parte de mí es ella, y lo que ella pueda llegar a ser.<br />
<br />
-Bueno, puedes quedarte en Nar Shaddaa el tiempo que consideres necesario para convertirla en jedi -dijo con expresión pensativa-. A cambio, te acogeré en mi Palacio sin coste alguno para ti.<br />
<br />
Ide sonrió y permaneció pensativo, sin responder. Sabía que Arakosia era el punto de inflexión de la conversación, el momento en el que Vima dejaría de ser amable y cálida.<br />
<br />
==Ofertas==<br />
<br />
-Bueno, piénsalo -dijo mientras se encogía de hombros.<br />
<br />
-No... bueno, siento decirte que no es posible convertirse en jedi en esas circunstancias. Es un entrenamiento igualmente espiritual y físico, y no es compatible en absoluto con la vida de un esclavo.<br />
<br />
-Oh,vaya... -parecía levemente decepcionada- Y si ella estuviera, digamos, exenta de servicio mientras dure su entrenamiento, ¿entonces podrías?<br />
<br />
-No se puede servir a la Orden Jedi y a otro señor a la vez, Vima. Como bien dijiste antes, es una vida sacrificada.<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-En fin... una lástima.<br />
<br />
Permaneció en silencio unos segundos. Cogió otro pequeño postre y se lo metió entero en la boca.<br />
<br />
-Me imaginaba que te agradaría la compra de mi aprendiz. Y entiendo que no tendrás el menor interés en vendérmela -dijo Ide como si fuera algo sin importancia.<br />
<br />
Ella hizo un ligero gesto de contrariedad.<br />
<br />
-No es eso, es que todavía no sé lo que vale... podría perder k'shii fácilmente... perdón, podría perder reputación... a veces me olvido de que no todo el mundo habla hutt.<br />
<br />
-Lo entiendo, es un término muy común. Sea como sea, me interesaría recuperarla, como te podrás imaginar.<br />
<br />
-Lo comprendo, lo comprendo -hizo un gesto apaciguador con ambas manos-. Sólo digo que aún no hemos terminado de tasarla. No puedo ponerle un precio hasta entonces, ¿comprendes? Me ariesgaría mucho.<br />
<br />
-Obviamente Arakosia no es una esclava normal. Y es capaz de hacer cosas increíbles. Pero quizás haya algo que con toda seguridad sea más útil que ella.<br />
<br />
-Seguro -dijo ella con ligereza-. Todavía estará sin pulir. Debe de haber ''cientos'' de esclavos más útiles que ella.<br />
<br />
-A lo mejor yo puedo hacer algo más útil que cualquier cosa que te pueda dar ella -comentó él.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
-¡Pero eso no va así! -dijo animadamente- La cuestión es que un esclavo hará su trabajo ''indefinidamente y sin recibir nada a cambio''. Y además sabes que cualquier inversión que hagas en él la puedes recuperar en un intervalo de tiempo sólo limitado por las necesidades biológicas del esclavo.<br />
<br />
-Sí, pero a lo mejor te compensa tener a un jedi a tu servicio en tu Hak'Un Shapp al precio de un esclavo de mediana utilidad -dijo él seriamente.<br />
<br />
==Contraofertas==<br />
<br />
Ella parecía un poco sorprendida.<br />
<br />
-Bueno, sería buena publicidad... -reflexionó- Las veces anteriores funcionó bastante bien. Y los jedi participantes casi siempre sobreviven, aunque no suelen ganar -sonrió, levemente ácida-. Sin ánimo de ofender, les falta crueldad -una mínima arruga apareció en su frente-. Pero sin tasar a tu padawan, no sé si sería un trato justo. ¿Necesitas conocer mi respuesta con premura?<br />
<br />
-Prefiero saberla libre cuanto antes mejor, pero toma el tiempo que necesites, faltaría más.<br />
<br />
-Habitualmente un par de horas suelen ser suficientes, si la colaboración es buena.<br />
<br />
-Quizás... pueda ayudarte. Verás, circula por la Holored una demostración de Arakosia que probablemente te enseñarán.<br />
<br />
-...sí? -su expresión quería decir: "y respecto a ella, quieres puntualizar que..."<br />
<br />
-¿Quizá podríamos verla ahora?<br />
<br />
-Claro. Control central, buscar video en HoloNet. Rastreo de nodo local, Nar Shaddaa; fecha y hora, últimos dos días, tema: Arakosia. Ordenar por número de visitas. Ver.<br />
<br />
Sobre la mesa se hizo un cubo de luz, al principio borroso, posteriormente fue dibujándose una habitación. Sobre la cama, Arakosia estaba desnuda y drogada, e Ide estaba a su lado.<br />
<br />
==Aclaraciones==<br />
<br />
Vima parecía muy interesada.<br />
<br />
-¡Caramba! Hubiera asegurado que era demasiado joven para relaciones sexuales extensas... -miró a su enlace informático de muñeca- y ésta es una edición de hora y media, con los mejores momentos de una grabación original, ¿''de diez horas''? -miró a Ide, con expresión entusiasmada- ¡Qué maravilla! ¿Y qué deseabas comentar?<br />
<br />
Un extraño pulso de calor recorrió la espina dorsal de Ide. Se tomó un tiempo tiempo para responder, en el cual sólo se le venía a la mente una frase: "Keel, maldita rata".<br />
<br />
-Sí... eso también. Pensaba que te ibas a encontrar primero con el vídeo de la fruta.<br />
<br />
-Es por el número de visitas, supongo. Nada atrae más que el sexo y la violencia. Probablemente el otro video no incluye sangre.<br />
<br />
-Esa noche Arakosia hizo cosas espectaculares. Y se deben principalmente a dos cosas. La primera es que la drogaron.<br />
<br />
-Pero la droga sólo levanta inhibiciones. Es de suponer que, en principio, ella sería capaz de llevar a cabo... hazañas similares sin necesidad de sustancias añadidas.<br />
<br />
-No siempre. Los estupefacientes, desde el momento en el que trasladan al individuo a un estado distinto de consciencia, pueden a veces amplificar la canalización de la Fuerza. O pueden hacer todo lo contrario.<br />
<br />
Como comprenderás, si fuera tan fácil obtener superpoderes, todos iríamos siempre por ahí con una bolsita de pastillas. Depende de la ocasión, y el contexto, las drogas pueden ser muy beneficiosas, o muy peligrosas. Lo cual me lleva al segundo factor que, en conjunción con el trance de la droga, proporcionó a Arakosia semejante habilidad.<br />
<br />
-Una conjunción de factores suelen ser malas noticias. ¿De qué se trata? ¿Ira descontrolada? ¿Abandono suicida?<br />
<br />
-Yo. Ide Kanor, su maestro y mentor. Y la devoción que siente hacia él -Ide pronunciaba severamente, con orgullo, pero sin que pareciera que estaba alardeando.<br />
<br />
-Oh, mejor. Quiero decir, ese no es un factor descontrolado. Aunque, claramente, disminuye su valor para cualquier comprador potencial... -dijo con expresión ecuánime.<br />
<br />
-Quería aclararte todo esto, para que no pensaras que te he intentado engañar cuando lo vieras -terminó Ide, juntando las manos en actitud conciliadora.<br />
<br />
-De acuerdo, lo tendremos en cuenta. ¿Deseas esperar aquí mientras tanto, o hay algún otro lugar... o algo que necesites hacer?<br />
<br />
-Pues sería muy agradable poder esperar en esta sala. Es... especialmente tranquila. A no ser que me dejes bajar a dar una vuelta por el Hak'un'Shapp -en el rostro del joven emergió una sonrisa pícara-. Tengo cierta curiosidad.<br />
<br />
Ella sonrió, con coquetería.<br />
<br />
-Bueno... está claro que no sabes exactamente de qué se trata... la mayor parte del tiempo es, como la vida misma, algo gris y aburrido. Y de repente -su voz cobró una energía vibrante- se desata un vórtice de emociones, que arrastran a sus participantes al éxtasis...<br />
<br />
Era como contemplar un volcán en sus ojos. Ide no recordaba cómo había llegado a estar tan cerca de ella. Percibió su energía en la Fuerza. Poderosa, entrenada... adaptada a su entorno, en sintonía con las sensaciones que emanaba la Luna del Contrabandista.<br />
<br />
==Déjà vu==<br />
<br />
Una sensación de ''déjà vu'' invadió a Ide. Se sentía en una especie de punto de inflexión, un punto desde el cual se puede desencadenar cualquier acontecimiento.<br />
<br />
-Parece que... -intervino Ide casi con un susurro, escudriñándola en la Fuerza- encuentras cierta armonía en el Hak'un'Shapp...<br />
<br />
El tiempo parecía fluir despacio, despacio...<br />
<br />
La miró, durante un instante, con ojos que trascendían la materia física. Había poder y habilidad, entrenados hacía mucho, oxidados bajo la costumbre de no utilizar lo aprendido, sepultados tras mucho uso inconsciente e intuitivo.<br />
<br />
-Intento... -dijo ella, con voz casi inaudible- Intento disfrutar de la armonía allá donde la encuentre...<br />
<br />
-Fluyes con la Fuerza... has sido entrenada -dijo él, extendiendo la mano como para tocar los jirones de su aura sobrenatural.<br />
<br />
Ella se estremeció en su sitio, sin decir nada. Su vello se erizó antes de que Ide lo tocara. Él dudó un segundo, y luego, lentamente, acercó su mano a la de ella. Estaba de pie, al lado de la silla en la que ella permanecía. Sin tocarla, ascendió por su brazo, como un curandero buscando energía vital, dejando que la única conexión entre ellos fuera, por poco, la Fuerza.<br />
<br />
Ella no reaccionaba con una técnica definida. Se limitaba a dejar que su cuerpo fuera atravesado por la Fuerza, sin hacer nada que no pudiera hacer de forma natural. Aceptó el toque de forma pasiva, dejándose hacer.<br />
<br />
-Pero fue hace tiempo... -añadió él, con los ojos cerrados, centrándose sólo en lo que percibía por su canal sensitivo sobrenatural. Cuando llegó al hombro, posó su mano. A través de la Fuerza le llegó, abrumadora, una sensación orgásmica. Pero ella no se movió.<br />
<br />
Sólo un suspiro hubiera permitido saber, a un observador casual, por qué sus párpados vibraban y su nuca transpiraba.<br />
<br />
Ide se giró, levantó la otra mano, y la posó sobre el otro hombro. Movió los dedos lentamente, como masajeando, limpiando el incipiente sudor que había aparecido en el cuello de ella, pero de una forma sutil y precavida. Seguía con los ojos cerrados, oyendo las reverberaciones de Vima, emitiendo su propia señal en la Fuerza para oirla reflejada en ella.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
Vima reaccionaba sin pensar. Tomó aire, y lo exhaló lentamente; cerró los ojos despacio. Estaba bajando sus defensas, Ide pudo sentir algunos de sus pensamientos al azar.<br />
<br />
"Que no se detenga, por favor, que no se detenga, lo necesito, lo necesito tanto, nadie era apropiado, todos querían mi k shii, nadie podía hacerlo como un igual, si hago algo puede arrepentirse, ojalá dejara de preguntar por la Época Oscura, quiero, quiero, oh, qué bueno. En el video no salía drogándose, pero ella tampoco, ¿podrá? ¿Podrá? Oh, por favor, que no sea de los que sólo lo hacen por amor, que no haya una regla jedi absurda, que no pase nada, que lo haga, pronto, que lo haga porque lo necesito tanto..."<br />
<br />
Él se detuvo unos segundos. Después, bajó una de sus manos un poco, colocándola al principio de sus pechos, y llevó la otra detrás, a la nuca, incrustando los dedos en su pelo. Al tiempo, se giró grácilmente y se puso en frente de ella, y, con la experiencia adquirida en los años de Galmia, en un segundo que se hizo eterno, se acercó y la besó.<br />
<br />
Ella volvió a estremecerse, una vez más.<br />
<br />
"Lo ha hecho otra vez. Y todavía estamos empezando. O eso espero. Que no acabe, por favor, que no acabe..."<br />
<br />
Pero él no se detuvo. Siguió, como en otros tiempos había hecho con su Reina, con la excitación sobrenatural que sólo sentía al unirse con otros usuarios de la Fuerza, como con Anakin, como con Arakosia el día anterior. Ide perdió la noción del tiempo. Se olvidó del Hak'un'Shapp, se nubló la visión de su objetivo, de Arakosia, de Morg, de Kurel, y durante un periodo no determinado de tiempo, sólo se permitió sentir la Fuerza, y Vima Da'Motta, la cruel emperatriz del Palacio del Dolor, ahora transformada y expuesta por la letanía de placeres que se sucedieron en la habitación.<br />
<br />
El atardecer sobre Nar Shaddaa se convirtió en noche, la noche casi en amanecer. Ninguno de los dos parecía acusar el peso del cansancio. En un momento determinado, Vima cedió voluntariamente; cuando se retiró, Ide vio sangre en la cara interna de sus muslos. Se dejó caer, agotada y feliz.<br />
<br />
==Decisión==<br />
<br />
Suspiró.<br />
<br />
En ese momento, Ide sintió algo extraño: sobre los cristales se notaba una extraña vibración, apenas musical...<br />
<br />
<br />
"''Arakosia''", pensó instantáneamente.<br />
<br />
"''¿Maestro? Estoy despierta, y no reconozco el lugar.''"<br />
<br />
"''No te preocupes, estás a salvo, en el Palacio del Dolor. No te pasará nada. Confía en mí.''"<br />
<br />
"''¿Debo escapar? ''Puedo'' escapar.''"<br />
<br />
"''No será necesario. Puede que si intentaras escapar fuera peor. Iré a verte en cuanto pueda, te recogeré pronto.''"<br />
<br />
"''Quieren operarme. Para instalarme algo, porque... dicen que ya han esperado demasiado. Lo van a hacer en menos de dos minutos.''"<br />
<br />
Ide pensó durante unos segundos. Fue a buscar su ropa. "''Dame un minuto. Si lo intentan, escapa.''"<br />
<br />
<br />
-Cuándo te volveré a ver -preguntó a Vima, despreocupadamente.<br />
<br />
Ella esbozó una especie de media sonrisa que transmitía una sabiduría sin edad. Su manera de moverse evidenciaba que se sentía igual de cómoda desnuda que vestida.<br />
<br />
-¿Quién sabe? -dijo con voz traviesa- Espero que pronto.<br />
<br />
-Me preguntaba... si harías algo por mí -apuntó él tímidamente. Ella rió, de buen humor.<br />
<br />
-Pregunta, hombre. Haré lo que pueda -una pequeña arruga se formó en su frente- si puedo.<br />
<br />
-Es mi antigua alumna. Me preguntaba si podías retrasar su implante. Mientras la tasas y llegamos a un acuerdo.<br />
<br />
<br />
Ella pareció un poco entristecida.<br />
<br />
-Oh, lo siento. Mi personal implanta a todo el personal en menos de quince minutos tras su compra. Norma de la casa, sabes -su expresión se dulcificó-. ¡Pero no te preocupes! Los implantes se pueden retirar fácilmente, y no dejan ninguna clase de huella o secuela.<br />
<br />
Ide observó que ella no parecía tener ningún interés en vestirse. La única prenda que recogió fue el cinturón del que pendía el sable de luz, y se lo ajustó a la cintura. Pasó la mano por delante de un sensor frente a uno de los vértices, y el hueco correspondiente al ascensor se iluminó.<br />
<br />
<br />
-¿Bajas primero? ¿O prefieres esperar aquí?<br />
<br />
-¿Esperar? -Ide levantó lo que hubiera sido una ceja.<br />
<br />
-A que termine la tasación.<br />
<br />
<br />
"''Maestro, vienen'' ahora"<br />
<br />
<br />
-Vima... -dijo, mirándola fijamente-. Llama a tu equipo de implantación. Acabo de percibir algo.</div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIIHumo y Vapor III2013-06-26T17:28:18Z<p>El Universo: /* Decisión */</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26aGR, 20:25 horas.'''<br />
<br />
<br />
A medida que Ide se fue acercando a la Flor Esquiva, percibió un olor apetitoso. Poco antes de llegar se hizo obvio que Delia, o quien estuviera en la cocina, no se limitaba a preparar bebidas.<br />
<br />
Casi la mitad de las mesas estaban ocupadas con sintientes cenando; y tanto Delia como Sira servían las mesas.<br />
<br />
Ide se acercó a la barra, y aprovechando un breve momento de calma, habló con Delia, la cual se había acercado a la barra.<br />
<br />
-La idea era que Sira comiera algo, no que se pusiera a trabajar... -dijo Ide con humor.<br />
<br />
-No he podido retenerla -repuso Delia con una sonrisa-. Supongo que no está acostumbrada a permanecer quieta mientras los demás trabajan a su alrededor...<br />
<br />
Sira se aproximó a la barra, e inclinó la cabeza respetuosamente cuando vio a Ide. No dijo nada.<br />
<br />
-Yo pensaba que querrías comer algo... pero parece que has decidido echarle una mano a Delia -dijo, sonriendo-. Lo que te haga más feliz. -Miró a Delia-. ¿Crees que puede quedarse contigo, o levantará sospechas? No se me ocurre un lugar seguro donde pueda estar, mientras resuelvo... lo que tengo pendiente aquí.<br />
<br />
-Puede quedarse, desde luego... todo el mundo pensará que Vima me ha puesto un refuerzo, o que pronto va a reemplazarme... pero si me voy pronto de Nar Shaddaa, nada de eso importará -dijo, mientras posaba una mirada de desesperación contenida sobre Ide.<br />
<br />
-Vima me ha invitado a cenar. De hecho, debería notificar que estoy aquí de alguna forma, creo que me iban a avisar.<br />
<br />
Los ojos de Delia se abrieron considerablemente. Un pánico primordial creció en ella, sólo para ser ahogado por una férrea fuerza de voluntad. Con voz muy controlada dijo:<br />
<br />
-Si... quieres alejar la atención de Sira, será mejor que no llames desde aquí.<br />
<br />
-Cierto, cómo he podido ser tan tonto.<br />
<br />
No lo dijo, pero intuyó que el horror de Delia no se debía sólo a la posible sospecha que podría levantar.<br />
<br />
-Me iré a una de los balcones de las zonas de descanso -apuntó, mientras se levantaba del asiento-. Espero que sigáis bien por aquí. Si te enteras de algo sobre... bueno, él, avísame. Sira tiene mi número de comunicador.<br />
<br />
-Lo haré -su expresión parecía muy angustiada-. Ten mucho cuidado.<br />
<br />
-No te preocupes, sé cuidarme -dijo con una sonrisa, y salió del bar.<br />
<br />
==Contacto==<br />
<br />
Cuando llegó a uno de las zonas de descanso de las plantas intermedias avisó a la recepción de que estaba allí mediante uno de los terminales disponibles. Cuando lo hubo hecho, se acercó a una de las ventanas de transpariacero. No debían tardar mucho en avisar, ya era casi la hora de la cena.<br />
<br />
Efectivamente, la terminal se iluminó en menos de diez segundos. Apareció una figura humanoide, que no hizo sino decir: "Espere, por favor. Alguien llegará para acompañarlo en breve."<br />
<br />
No habían transcurrido ni cinco minutos cuando apareció de nuevo el mismo hombre bien vestido que le había recibido cuando bajó de su nave la última vez. Se inclinó cortésmente a modo de saludo.<br />
<br />
-¿Desea que le indique el camino a la Joya Gloriosa, señor?<br />
<br />
-Si es tan amable -respondió educadamente Ide.<br />
<br />
-Acompáñeme, por favor.<br />
<br />
Recorrieron un camino corto y estéticamente agradable, que incluía un par de turboascensores muy bien decorados; y en breve la vista que se apreciaba por las ventanas se volvió espectacular. Desde la parte superior del Palacio del Dolor el paisaje abarcaba una porción considerable de Nar Shaddaa, que, dada su heterogeneidad arquitectónica, daba la impresión de un todo homogéneo armonioso que se rompía en millones de detalles aparentemente incongruentes; como una gigantesca escultura fractal.<br />
<br />
Al parecer, la Joya Gloriosa ocupaba la última planta del Palacio. Era una estancia relativamente íntima, de unos cuatro por cuatro metros, a la que se accedía por un ascensor de dos plazas desde la planta inmediatamente inferior. Apenas tenía mobiliario.<br />
<br />
Una mesa, y dos sillas una frente a otra. En la mesa brillaba un candelabro, con cinco velas ardiendo suavemente; y en una de las sillas había una mujer que no aparentaba más de veinte años, vestía una camisa sencilla y bebía agua de una copa de cristal; mientras miraba atentamente por la ventana.<br />
<br />
Ide esperó a que ella hablara. Cuando lo hizo, fue con una voz cristalina y bien modulada. Ide no pudo evitar pensar que era espléndida voz de soprano.<br />
<br />
-Buenas noches -dijo mientras sonreía cálidamente-. Soy Vima Da'Motta. Tome asiento, por favor, si antes no desea disfrutar de las vistas.<br />
<br />
-Gracias, señora Da'Motta. Hay que reconocer que la Joya Gloriosa ofrece una vista privilegiada de Nar Shadda. Tiene usted un hermoso hotel.<br />
<br />
-Si lo desea, puede tutearme -repuso, mientras se encogía levemente de hombros-. Francamente, nunca le he dado mucha importancia al protocolo.<br />
<br />
-La verdad es que me resulta algo extraño hablar de usted a alguien tan joven -Ide mantuvo el tono afable, pero lo que le resultaba verdaderamente extraño era pensar que Vima Da'Motta tuviera una cara amable -.Llámame Ide, pues.<br />
<br />
Sonrió aún más ampliamente. Durante unos segundos parecía que no sabía qué decir.<br />
<br />
-Excelente. ¿Tienes ganas de cenar algo ligero, o prefieres algo más consistente?<br />
<br />
-No suelo cenar mucho. Comer mucho por las noches no me deja dormir bien.<br />
<br />
-Algo ligero, entonces... ¿comida calamariana?<br />
<br />
-No he tenido el gusto antes. Confío en tu buen gusto.<br />
<br />
-Pescado, una especie de galletas de algas... espero que te guste.<br />
<br />
Una sección circular de la mesa se abrió frente a ellos dos, y apareció un plato de algo que parecía ensalada de pescado, y que olía deliciosamente.<br />
<br />
-¡Al ataque! -dijo Vima, mientras cogía el tenedor. Se detuvo de repente, mientras miraba a Ide- Ah... ¿los jedi tenéis alguna costumbre especial para antes de comer, una oración o algo?<br />
<br />
-Oh, no, en absoluto. La Fuerza no necesita alabanzas ni consagraciones -sonrió, y cogió su tenedor.<br />
<br />
Vima parecía aliviada.<br />
<br />
-Oh, bien -dijo mientras pinchaba la ensalada. Ide comió, esperando que ella hablara.<br />
<br />
==Sorpresas==<br />
<br />
Durante unos minutos, ella no hizo sino comer y observar a Ide con curiosidad. Ide pudo oir una música, en el límite de lo audible, algo parecido a ópera. Ella pareció darse cuenta al mismo tiempo que Ide.<br />
<br />
-Sabes, la música cantada sin acompañamiento musical es una de las artes universales -dijo con voz animada-. Junto a la pictografía y la danza, creo. Luego los eruditos debaten sobre si la percusión debería ser considerada universal... y la narrativa, claro -hizo un gesto juguetón-. Siempre están debatiendo sobre la universalidad de la narrativa, y peleándose con los lingüistas.<br />
<br />
-Soy más una persona de ciencias que de humanidades, he de reconocer. No soy tan docto en estos temas... sin embargo aprendí de pequeño a tocar. Es el único arte al cual me encuentro vinculado.<br />
<br />
Ella parecía encantada.<br />
<br />
-¡Oh, es fantástico! Yo misma también aprecio mucho la música. El baile también, claro -hizo un gesto descuidado-, pero no tengo una verdadera base teórica para poder apreciarlo apropiadamente.<br />
<br />
-¿Tocas algún instrumento?<br />
<br />
-Canto -dijo mientras sonreía pícaramente-. Lo que suena, lo canté yo -dijo mientras se ruborizaba ligeramente-. Es... un descuido por parte de mi mayordomo. Ahora parece que quiero alardear o algo...<br />
<br />
-En absoluto. No es alardear mostrar cuando es apropiado aquello que uno sabe. La humildad extrema es casi tan mala como el orgullo descarado -se paró unos segundos-. Me gustaría oirte cantar.<br />
<br />
Ella se ruborizó.<br />
<br />
-Oh, no podría... -se quedó mirando a Ide unos segundos, como pidiéndole permiso.<br />
<br />
-Si ayuda, puedo cambiarte una pieza de mi flauta por una obra cantada por ti.<br />
<br />
-Bueno, bien... Entonces voy a levantarme.<br />
<br />
Se puso en pie despacio, e Ide pudo observar que no era muy alta ni robusta. Parecía una especie de muchacho, aunque algo en su complexión le recordaba a los padawan del templo.<br />
<br />
Y de su cadera derecha colgaba un sable de luz.<br />
<br />
==Intercambios==<br />
<br />
Cerró los ojos, e inspiró profundamente dos o tres veces. Cantó una nota, como para afinarse; y luego comenzó a cantar.<br />
<br />
Espectacularmente. La pieza, cantada a capella, estaba en un idioma que Ide no reconoció, pero la complejidad técnica no le pasó desapercibida. Posteriormente, fue la expresividad de la voz lo que le llamó la atención. Algo dentro de él no estaba preparado por completo para la avalancha de ternura que se derramaba en cada nota, para la lucha que se denotaba tras cada cambio repentino de registro.<br />
<br />
Acabó, de una forma que se asemejaba mucho al principio. De alguna forma, Ide percibió al final una riqueza de matices que no había notado la primera vez.<br />
<br />
Ella suspiró profundamente. Abrió los ojos de nuevo.<br />
<br />
-¿Te ha gustado?<br />
<br />
-Ha sido... inesperadamente hermoso y emotivo. Una bella ejecución, sí señor.<br />
<br />
Sonrió de nuevo. Parecía acalorada. Parecía incapaz de hablar. Se sentó despacio.<br />
<br />
-Muchas gracias -dijo con un hilo de voz.<br />
<br />
-Ha sido toda una grata sorpresa, sí señor. Reconozco que no esperaba encontrar esto esta noche.<br />
<br />
Ella enarcó una ceja, mientras miraba divertida a Ide.<br />
<br />
-Bueno, pensaba que me querías para hablar... no sé, de negocios, o algo parecido -sonrió ligeramente-. No esperaba encontrarme hablando de arte y música contigo.<br />
<br />
-Bueno -dijo con voz jocosa-, es un poco rudo, incluso aquí en el borde medio, ponerse a hablar de negocios en cuanto se sienta uno a la mesa...<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Creo que me toca... aunque sea poco apropiado. No sé si estaré a la altura.<br />
<br />
-Por favor -dijo ella con una ternura que no parecía fuera de lugar.<br />
<br />
Ide se levantó y se separó un poco de la mesa. Sacó su flauta, guardada en el estuche. Dejó la caja sobre la silla y la montó suavemente, sin prisa. Cuando estuvo armada, miró a Vima, y sonrió otra vez. Se colocó erguido, como si estuviera en un recital de verdad. Cerró los ojos, y se rindió a las ondulaciones de la Fuerza, como siempre que hacía cuando producía música.<br />
<br />
Comenzó la ejecución con un pasaje sencillo, de poca dificultad técnica pero que transmitía mucha emotividad. De alguna forma, toda su preocupación y su sentido del deber se podían percibir tras la melodía. A medida que se relajaba, sintió como la Fuerza lo inspiraba, complicando el pasaje principal, guiándolo en trémolos y escalas que se enlazaban sin que él mismo supiera muy bien cómo enlazarlas, hasta el último momento. Y enlazaban bien. De repente, Ide se dio cuenta de que había terminado.<br />
<br />
Vima aplaudía muy contenta:<br />
<br />
-¡Eso ha estado muy bien! ¿Todos los jedi saben tocar tan bien como tú, o es un talento singular tuyo?<br />
<br />
==Charla sobre jedi==<br />
<br />
-Bueno, todos los jedi saben hacer algunas cosas bastante bien, cuando se sintonizan con la Fuerza. Yo tuve esa bendición desde pequeño. No sirve para el combate, pero me proporciona momentos muy hermosos.<br />
<br />
-El combate está sobrevalorado -dijo ella con una breve carcajada-. ¡El combate es de bárbaros! -añadió, divertida- ¿No has pensado en dedicarte exclusivamente a la música?<br />
<br />
-No soy tan bueno... y en cualquier caso, ser jedi es un trabajo muy satisfactorio. Aunque tu especialidad no sea el combate -sonrió.<br />
<br />
-Satisfactorio y sacrificado, según tengo entendido.<br />
<br />
-No es un sacrificio lo que se ofrece de buena voluntad. Si lo miras así, somos todos voluntarios.<br />
<br />
-Bueno, si le explican a uno con todo lujo de detalles lo que podría pasar, supongo que sí. No es -dijo con voz inocente- como si adoctrinaran lactantes o algo.<br />
<br />
-Entramos... bueno... se suele entrar muy joven en el Templo. Pero no se obliga a nadie. Se entrena a los seres sensibles a la Fuerza, y según su evolución se les entrena como jedis, o se les enseña otro oficio en el que sus habilidades puedan ser útiles. Supongo que no es una demostración formal, pero no debe ser tan malo: para los chicos es todo un orgullo ser seleccionados como padawan -por un corto instante, a Ide se le torció la sonrisa, al recordar la fiesta de despedida que sus compañeros dieron a Arakosia.<br />
<br />
-Comprendo -dijo con voz reflexiva-. Y, si no es molestia preguntar, ¿qué hace un jedi tan agradable en Nar Shaddaa?<br />
<br />
==La vida en Nar Shaddaa==<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la consciencia de Ide. Recordó con quién estaba hablando, y el nombre de esta persona tan amable que le había invitado a cenar.<br />
<br />
-Buscar algo que se me ha perdido -dijo afablemente-. Reconozco que no es el sitio más... compatible con nuestras creencias y principios.<br />
<br />
-Debe de ser duro -dijo ella.<br />
<br />
-No creo que vivir en Nar Shaddaa sea fácil para nadie, si me permites la observación.<br />
<br />
-No lo es -dijo, con una súbita dureza-. Para nadie. Ni para los hutt.<br />
<br />
-Estoy seguro. He tenido la oportunidad de conocer a algunos, incluso de forma algo más personal. Siempre me ha dado la impresión de que toda la crueldad de este mundo proviene de un sencillo principio... ''matar o morir''.<br />
<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-De alguna forma... o algo peor -pareció reflexionar un instante-. Un rival muerto... está simplemente muerto. Otro vendrá a ocupar su lugar, y la lucha te habrá debilitado. Si quieres sobrevivir, tienes que esclavizar a tus rivales. Así, no sólo dejan de amenazarte, sino que trabajan para ti -reflexionó un instante-. Por supuesto, sería mejor convertirlos en aliados... pero en Nar Shaddaa no existe esa posibilidad.<br />
<br />
-Es quizá eso lo que me desconcierta y desconsuela a partes iguales -dijo el jedi con una mueca-. Sin embargo...<br />
<br />
-¿Sí?<br />
<br />
-Tú... no pareces pertenecer a este mundo -dijo Ide, con un uso consciente del verbo parecer-. Esta sala, este hotel, a ratos. Esta cena.<br />
<br />
-Bueno, no soy de aquí. Llegué cuando tenía más de treinta años -escrutó la expresión de sorpresa de Ide-. Supongo que no aparento mi edad.<br />
<br />
-En absoluto. Lo mostré claramente en mi segundo comentario de esta noche.<br />
<br />
-Pensé que era una frase de cortesía -dijo mientras sonreía.<br />
<br />
-No hace falta mentir para ser cortés -añadió el.<br />
<br />
-Bueno, supongo que podría haber algunas especies en la galaxia que me consideraran joven... -su cara se volvió reflexiva- ...aunque no me imagino cuáles podrían ser.<br />
<br />
-¿Y a qué te dedicabas antes, no es mucho preguntar?<br />
<br />
-Pues, hasta los doce años fui ayudante de laboratorio de mi madre. Ella fue una científica arkaniana de bastante éxito, sabes... y un poco paranoica. En cuanto tuve edad para ello, me dediqué a asistirla.<br />
<br />
-Y acabaste en Nar Shadda dirigiendo el Palacio del Dolor. No es una carrera científica estándar, eso está claro.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
==Historia antigua==<br />
<br />
-Poco después de mi decimosegundo cumpleaños, fui secuestrada. Veinte años más tarde llegué aquí -sonrió amargamente, como recordando un pasado poco agradable-. En ese momento, sólo buscaba un sitio donde esconderme. Pensé que me iría pronto de aquí, que volvería con mi madre.<br />
<br />
No dijo nada más. Su expresión mostraba un dolor a duras penas contenido. Por un momento, Ide no supo qué decir.<br />
<br />
-Esto confirma mi teoría. Nar Shaddaa no acoge a nadie con los brazos abiertos -sonrió-. No creo que haya más bárbaros que en Coruscant. Es sólo que el sistema de aquí los beneficia, en cierto sentido.<br />
<br />
-Toda la población local, o al menos todos menos uno, de un grupo de diez mil; está dispuesta a traicionar a alguien por una mínima mejora de su calidad de vida. Y el uno restante, si lo encuentras, habrá llegado a su edad actual por pura suerte -se rio brevemente-. Eso, o se acaba de bajar de la astronave.<br />
<br />
-Que lo hagan no quiere decir que deseen hacerlo. Puede que sea el único camino que conozcan. O eso, o que yo he tenido mucha suerte.<br />
En el centro de la mesa apareció una bandeja donde se alineaban, sin orden aparente, muchos tipos distintos de dulces, calientes y fríos. Sin embarazo alguno, Vima cogió uno caliente, le sopló y devoró la mitad de un bocado.<br />
<br />
-Esta mañana -continuó Ide, acercando su mano a algo que parecía un pastelito de crema- conocí a un pequeño alienígena, un chadra-fan que se llamaba Tilikit.<br />
<br />
-Mmm... muy bien -murmuró-. Maldición, me he quemado.<br />
<br />
Ide sonrió ligeramente, como pidiendo permiso para continuar. Ella hizo un gesto con la mano, mientras bebía un sorbo de agua.<br />
<br />
-No era nadie. Salí de un negocio, y me preguntó si necesitaba ayuda. A cambio sólo me pidió que lo llevara a mi planeta -Ide se detuvo unos instantes, como rememorando aquello.<br />
<br />
-Intentaba engañarte -dijo ella rápidamente-. En Nar Shaddaa, si alguien se acerca a alguien, es para comerciar o engañarlo.<br />
<br />
-No he tenido oportunidad de comprobarlo. Murió defendiendo a la esclava que pilotaba mi nave, cuando me atacaron unos mercenarios que Shawman&K'Rtahn mandaron para secuestrarnos a mí y a Arakosia.<br />
<br />
-Oh -dijo ella. No parecía muy afectada-. Y Arakosia es... ¿alguien que yo debería conocer?<br />
<br />
-Oh, es mi padawan. Fue... vendida, al Palacio del Dolor esta tarde -dijo amargamente.<br />
<br />
Vima parecía encantada.<br />
<br />
==Entrando en materia==<br />
<br />
-¡Vaya! ¿Y ella también sabe tocar? -preguntó con voz jubilosa.<br />
<br />
-No -sonrió Ide-. Acaba de empezar su entrenamiento. Apenas sabe manejar el sable de luz, y no ha tenido tiempo de aprender muchas cosas. Yo... la rescaté hace poco. La tenían presa.<br />
<br />
-¿Presa? -su expresión se volvió meditabunda- Curioso... ¿Y qué tipo de cosas sabe hacer?<br />
<br />
-Bueno... sabe... -Ide dudó unos segundos-. La verdad es que, por sí sola, puede apenas defenderse, y poco más. Mi tarea es de hecho convertirla en jedi -sonrió amargamente, consciente de que había usado el tiempo presente en su afirmación.<br />
<br />
-Vaya... ¿y tardarías mucho en convertirla en jedi?<br />
<br />
-Años. En el mejor de los casos -Ide tuvo una extraña sensación, al recordar el sable de luz que pendía de su cinto.<br />
<br />
-Y... ¿es importante para ti hacer eso?<br />
<br />
Ide tragó saliva y calló durante un momento.<br />
<br />
-Cómo decirlo... es... una parte de mí es ella, y lo que ella pueda llegar a ser.<br />
<br />
-Bueno, puedes quedarte en Nar Shaddaa el tiempo que consideres necesario para convertirla en jedi -dijo con expresión pensativa-. A cambio, te acogeré en mi Palacio sin coste alguno para ti.<br />
<br />
Ide sonrió y permaneció pensativo, sin responder. Sabía que Arakosia era el punto de inflexión de la conversación, el momento en el que Vima dejaría de ser amable y cálida.<br />
<br />
==Ofertas==<br />
<br />
-Bueno, piénsalo -dijo mientras se encogía de hombros.<br />
<br />
-No... bueno, siento decirte que no es posible convertirse en jedi en esas circunstancias. Es un entrenamiento igualmente espiritual y físico, y no es compatible en absoluto con la vida de un esclavo.<br />
<br />
-Oh,vaya... -parecía levemente decepcionada- Y si ella estuviera, digamos, exenta de servicio mientras dure su entrenamiento, ¿entonces podrías?<br />
<br />
-No se puede servir a la Orden Jedi y a otro señor a la vez, Vima. Como bien dijiste antes, es una vida sacrificada.<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-En fin... una lástima.<br />
<br />
Permaneció en silencio unos segundos. Cogió otro pequeño postre y se lo metió entero en la boca.<br />
<br />
-Me imaginaba que te agradaría la compra de mi aprendiz. Y entiendo que no tendrás el menor interés en vendérmela -dijo Ide como si fuera algo sin importancia.<br />
<br />
Ella hizo un ligero gesto de contrariedad.<br />
<br />
-No es eso, es que todavía no sé lo que vale... podría perder k'shii fácilmente... perdón, podría perder reputación... a veces me olvido de que no todo el mundo habla hutt.<br />
<br />
-Lo entiendo, es un término muy común. Sea como sea, me interesaría recuperarla, como te podrás imaginar.<br />
<br />
-Lo comprendo, lo comprendo -hizo un gesto apaciguador con ambas manos-. Sólo digo que aún no hemos terminado de tasarla. No puedo ponerle un precio hasta entonces, ¿comprendes? Me ariesgaría mucho.<br />
<br />
-Obviamente Arakosia no es una esclava normal. Y es capaz de hacer cosas increíbles. Pero quizás haya algo que con toda seguridad sea más útil que ella.<br />
<br />
-Seguro -dijo ella con ligereza-. Todavía estará sin pulir. Debe de haber ''cientos'' de esclavos más útiles que ella.<br />
<br />
-A lo mejor yo puedo hacer algo más útil que cualquier cosa que te pueda dar ella -comentó él.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
-¡Pero eso no va así! -dijo animadamente- La cuestión es que un esclavo hará su trabajo ''indefinidamente y sin recibir nada a cambio''. Y además sabes que cualquier inversión que hagas en él la puedes recuperar en un intervalo de tiempo sólo limitado por las necesidades biológicas del esclavo.<br />
<br />
-Sí, pero a lo mejor te compensa tener a un jedi a tu servicio en tu Hak'Un Shapp al precio de un esclavo de mediana utilidad -dijo él seriamente.<br />
<br />
==Contraofertas==<br />
<br />
Ella parecía un poco sorprendida.<br />
<br />
-Bueno, sería buena publicidad... -reflexionó- Las veces anteriores funcionó bastante bien. Y los jedi participantes casi siempre sobreviven, aunque no suelen ganar -sonrió, levemente ácida-. Sin ánimo de ofender, les falta crueldad -una mínima arruga apareció en su frente-. Pero sin tasar a tu padawan, no sé si sería un trato justo. ¿Necesitas conocer mi respuesta con premura?<br />
<br />
-Prefiero saberla libre cuanto antes mejor, pero toma el tiempo que necesites, faltaría más.<br />
<br />
-Habitualmente un par de horas suelen ser suficientes, si la colaboración es buena.<br />
<br />
-Quizás... pueda ayudarte. Verás, circula por la Holored una demostración de Arakosia que probablemente te enseñarán.<br />
<br />
-...sí? -su expresión quería decir: "y respecto a ella, quieres puntualizar que..."<br />
<br />
-¿Quizá podríamos verla ahora?<br />
<br />
-Claro. Control central, buscar video en HoloNet. Rastreo de nodo local, Nar Shaddaa; fecha y hora, últimos dos días, tema: Arakosia. Ordenar por número de visitas. Ver.<br />
<br />
Sobre la mesa se hizo un cubo de luz, al principio borroso, posteriormente fue dibujándose una habitación. Sobre la cama, Arakosia estaba desnuda y drogada, e Ide estaba a su lado.<br />
<br />
==Aclaraciones==<br />
<br />
Vima parecía muy interesada.<br />
<br />
-¡Caramba! Hubiera asegurado que era demasiado joven para relaciones sexuales extensas... -miró a su enlace informático de muñeca- y ésta es una edición de hora y media, con los mejores momentos de una grabación original, ¿''de diez horas''? -miró a Ide, con expresión entusiasmada- ¡Qué maravilla! ¿Y qué deseabas comentar?<br />
<br />
Un extraño pulso de calor recorrió la espina dorsal de Ide. Se tomó un tiempo tiempo para responder, en el cual sólo se le venía a la mente una frase: "Keel, maldita rata".<br />
<br />
-Sí... eso también. Pensaba que te ibas a encontrar primero con el vídeo de la fruta.<br />
<br />
-Es por el número de visitas, supongo. Nada atrae más que el sexo y la violencia. Probablemente el otro video no incluye sangre.<br />
<br />
-Esa noche Arakosia hizo cosas espectaculares. Y se deben principalmente a dos cosas. La primera es que la drogaron.<br />
<br />
-Pero la droga sólo levanta inhibiciones. Es de suponer que, en principio, ella sería capaz de llevar a cabo... hazañas similares sin necesidad de sustancias añadidas.<br />
<br />
-No siempre. Los estupefacientes, desde el momento en el que trasladan al individuo a un estado distinto de consciencia, pueden a veces amplificar la canalización de la Fuerza. O pueden hacer todo lo contrario.<br />
<br />
Como comprenderás, si fuera tan fácil obtener superpoderes, todos iríamos siempre por ahí con una bolsita de pastillas. Depende de la ocasión, y el contexto, las drogas pueden ser muy beneficiosas, o muy peligrosas. Lo cual me lleva al segundo factor que, en conjunción con el trance de la droga, proporcionó a Arakosia semejante habilidad.<br />
<br />
-Una conjunción de factores suelen ser malas noticias. ¿De qué se trata? ¿Ira descontrolada? ¿Abandono suicida?<br />
<br />
-Yo. Ide Kanor, su maestro y mentor. Y la devoción que siente hacia él -Ide pronunciaba severamente, con orgullo, pero sin que pareciera que estaba alardeando.<br />
<br />
-Oh, mejor. Quiero decir, ese no es un factor descontrolado. Aunque, claramente, disminuye su valor para cualquier comprador potencial... -dijo con expresión ecuánime.<br />
<br />
-Quería aclararte todo esto, para que no pensaras que te he intentado engañar cuando lo vieras -terminó Ide, juntando las manos en actitud conciliadora.<br />
<br />
-De acuerdo, lo tendremos en cuenta. ¿Deseas esperar aquí mientras tanto, o hay algún otro lugar... o algo que necesites hacer?<br />
<br />
-Pues sería muy agradable poder esperar en esta sala. Es... especialmente tranquila. A no ser que me dejes bajar a dar una vuelta por el Hak'un'Shapp -en el rostro del joven emergió una sonrisa pícara-. Tengo cierta curiosidad.<br />
<br />
Ella sonrió, con coquetería.<br />
<br />
-Bueno... está claro que no sabes exactamente de qué se trata... la mayor parte del tiempo es, como la vida misma, algo gris y aburrido. Y de repente -su voz cobró una energía vibrante- se desata un vórtice de emociones, que arrastran a sus participantes al éxtasis...<br />
<br />
Era como contemplar un volcán en sus ojos. Ide no recordaba cómo había llegado a estar tan cerca de ella. Percibió su energía en la Fuerza. Poderosa, entrenada... adaptada a su entorno, en sintonía con las sensaciones que emanaba la Luna del Contrabandista.<br />
<br />
==Déjà vu==<br />
<br />
Una sensación de ''déjà vu'' invadió a Ide. Se sentía en una especie de punto de inflexión, un punto desde el cual se puede desencadenar cualquier acontecimiento.<br />
<br />
-Parece que... -intervino Ide casi con un susurro, escudriñándola en la Fuerza- encuentras cierta armonía en el Hak'un'Shapp...<br />
<br />
El tiempo parecía fluir despacio, despacio...<br />
<br />
La miró, durante un instante, con ojos que trascendían la materia física. Había poder y habilidad, entrenados hacía mucho, oxidados bajo la costumbre de no utilizar lo aprendido, sepultados tras mucho uso inconsciente e intuitivo.<br />
<br />
-Intento... -dijo ella, con voz casi inaudible- Intento disfrutar de la armonía allá donde la encuentre...<br />
<br />
-Fluyes con la Fuerza... has sido entrenada -dijo él, extendiendo la mano como para tocar los jirones de su aura sobrenatural.<br />
<br />
Ella se estremeció en su sitio, sin decir nada. Su vello se erizó antes de que Ide lo tocara. Él dudó un segundo, y luego, lentamente, acercó su mano a la de ella. Estaba de pie, al lado de la silla en la que ella permanecía. Sin tocarla, ascendió por su brazo, como un curandero buscando energía vital, dejando que la única conexión entre ellos fuera, por poco, la Fuerza.<br />
<br />
Ella no reaccionaba con una técnica definida. Se limitaba a dejar que su cuerpo fuera atravesado por la Fuerza, sin hacer nada que no pudiera hacer de forma natural. Aceptó el toque de forma pasiva, dejándose hacer.<br />
<br />
-Pero fue hace tiempo... -añadió él, con los ojos cerrados, centrándose sólo en lo que percibía por su canal sensitivo sobrenatural. Cuando llegó al hombro, posó su mano. A través de la Fuerza le llegó, abrumadora, una sensación orgásmica. Pero ella no se movió.<br />
<br />
Sólo un suspiro hubiera permitido saber, a un observador casual, por qué sus párpados vibraban y su nuca transpiraba.<br />
<br />
Ide se giró, levantó la otra mano, y la posó sobre el otro hombro. Movió los dedos lentamente, como masajeando, limpiando el incipiente sudor que había aparecido en el cuello de ella, pero de una forma sutil y precavida. Seguía con los ojos cerrados, oyendo las reverberaciones de Vima, emitiendo su propia señal en la Fuerza para oirla reflejada en ella.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
Vima reaccionaba sin pensar. Tomó aire, y lo exhaló lentamente; cerró los ojos despacio. Estaba bajando sus defensas, Ide pudo sentir algunos de sus pensamientos al azar.<br />
<br />
"Que no se detenga, por favor, que no se detenga, lo necesito, lo necesito tanto, nadie era apropiado, todos querían mi k shii, nadie podía hacerlo como un igual, si hago algo puede arrepentirse, ojalá dejara de preguntar por la Época Oscura, quiero, quiero, oh, qué bueno. En el video no salía drogándose, pero ella tampoco, ¿podrá? ¿Podrá? Oh, por favor, que no sea de los que sólo lo hacen por amor, que no haya una regla jedi absurda, que no pase nada, que lo haga, pronto, que lo haga porque lo necesito tanto..."<br />
<br />
Él se detuvo unos segundos. Después, bajó una de sus manos un poco, colocándola al principio de sus pechos, y llevó la otra detrás, a la nuca, incrustando los dedos en su pelo. Al tiempo, se giró grácilmente y se puso en frente de ella, y, con la experiencia adquirida en los años de Galmia, en un segundo que se hizo eterno, se acercó y la besó.<br />
<br />
Ella volvió a estremecerse, una vez más.<br />
<br />
"Lo ha hecho otra vez. Y todavía estamos empezando. O eso espero. Que no acabe, por favor, que no acabe..."<br />
<br />
Pero él no se detuvo. Siguió, como en otros tiempos había hecho con su Reina, con la excitación sobrenatural que sólo sentía al unirse con otros usuarios de la Fuerza, como con Anakin, como con Arakosia el día anterior. Ide perdió la noción del tiempo. Se olvidó del Hak'un'Shapp, se nubló la visión de su objetivo, de Arakosia, de Morg, de Kurel, y durante un periodo no determinado de tiempo, sólo se permitió sentir la Fuerza, y Vima Da'Motta, la cruel emperatriz del Palacio del Dolor, ahora transformada y expuesta por la letanía de placeres que se sucedieron en la habitación.<br />
<br />
El atardecer sobre Nar Shaddaa se convirtió en noche, la noche casi en amanecer. Ninguno de los dos parecía acusar el peso del cansancio. En un momento determinado, Vima cedió voluntariamente; cuando se retiró, Ide vio sangre en la cara interna de sus muslos. Se dejó caer, agotada y feliz.<br />
<br />
==Decisión==<br />
<br />
Suspiró.<br />
<br />
En ese momento, Ide sintió algo extraño: sobre los cristales se notaba una extraña vibración, apenas musical...<br />
<br />
<br />
"''Arakosia''", pensó instantáneamente.<br />
<br />
"''¿Maestro? Estoy despierta, y no reconozco el lugar.''"<br />
<br />
"''No te preocupes, estás a salvo, en el Palacio del Dolor. No te pasará nada. Confía en mí.''"<br />
<br />
"''¿Debo escapar? ''Puedo'' escapar.''"<br />
<br />
"''No será necesario. Puede que si intentaras escapar fuera peor. Iré a verte en cuanto pueda, te recogeré pronto.''"<br />
<br />
"''Quieren operarme. Para instalarme algo, porque... dicen que ya han esperado demasiado. Lo van a hacer en menos de dos minutos.''"<br />
<br />
Ide pensó durante unos segundos. Fue a buscar su ropa. "''Dame un minuto. Si lo intentan, escapa.''"<br />
<br />
<br />
-Cuándo te volveré a ver -preguntó a Vima, despreocupadamente.<br />
<br />
Ella esbozó una especie de media sonrisa que transmitía una sabiduría sin edad. Su manera de moverse evidenciaba que se sentía igual de cómoda desnuda que vestida.<br />
<br />
-¿Quién sabe? -dijo con voz traviesa- Espero que pronto.<br />
<br />
-Me preguntaba... si harías algo por mí -apuntó él tímidamente-.<br />
<br />
<br />
Ella rió, de buen humor.<br />
<br />
-Pregunta, hombre. Haré lo que pueda -una pequeña arruga se formó en su frente- si puedo.<br />
<br />
-Es mi antigua alumna. Me preguntaba si podías retrasar su implante. Mientras la tasas y llegamos a un acuerdo.<br />
<br />
<br />
Ella pareció un poco entristecida.<br />
<br />
-Oh, lo siento. Mi personal implanta a todo el personal en menos de quince minutos tras su compra. Norma de la casa, sabes -su expresión se dulcificó-. ¡Pero no te preocupes! Los implantes se pueden retirar fácilmente, y no dejan ninguna clase de huella o secuela.<br />
<br />
Ide observó que ella no parecía tener ningún interés en vestirse. La única prenda que recogió fue el cinturón del que pendía el sable de luz, y se lo ajustó a la cintura. Pasó la mano por delante de un sensor frente a uno de los vértices, y el hueco correspondiente al ascensor se iluminó.<br />
<br />
<br />
-¿Bajas primero? ¿O prefieres esperar aquí?<br />
<br />
-¿Esperar? -Ide levantó lo que hubiera sido una ceja.<br />
<br />
-A que termine la tasación.<br />
<br />
<br />
"''Maestro, vienen'' ahora"<br />
<br />
<br />
-Vima... -dijo, mirándola fijamente-. Llama a tu equipo de implantación. Acabo de percibir algo.</div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIIHumo y Vapor III2013-06-26T17:27:24Z<p>El Universo: Página creada con «'''16 de Abril de 26aGR, 20:25 horas.''' A medida que Ide se fue acercando a la Flor Esquiva, percibió un olor apetitoso. Poco antes de llegar se hizo obvio que Delia, o...»</p>
<hr />
<div>'''16 de Abril de 26aGR, 20:25 horas.'''<br />
<br />
<br />
A medida que Ide se fue acercando a la Flor Esquiva, percibió un olor apetitoso. Poco antes de llegar se hizo obvio que Delia, o quien estuviera en la cocina, no se limitaba a preparar bebidas.<br />
<br />
Casi la mitad de las mesas estaban ocupadas con sintientes cenando; y tanto Delia como Sira servían las mesas.<br />
<br />
Ide se acercó a la barra, y aprovechando un breve momento de calma, habló con Delia, la cual se había acercado a la barra.<br />
<br />
-La idea era que Sira comiera algo, no que se pusiera a trabajar... -dijo Ide con humor.<br />
<br />
-No he podido retenerla -repuso Delia con una sonrisa-. Supongo que no está acostumbrada a permanecer quieta mientras los demás trabajan a su alrededor...<br />
<br />
Sira se aproximó a la barra, e inclinó la cabeza respetuosamente cuando vio a Ide. No dijo nada.<br />
<br />
-Yo pensaba que querrías comer algo... pero parece que has decidido echarle una mano a Delia -dijo, sonriendo-. Lo que te haga más feliz. -Miró a Delia-. ¿Crees que puede quedarse contigo, o levantará sospechas? No se me ocurre un lugar seguro donde pueda estar, mientras resuelvo... lo que tengo pendiente aquí.<br />
<br />
-Puede quedarse, desde luego... todo el mundo pensará que Vima me ha puesto un refuerzo, o que pronto va a reemplazarme... pero si me voy pronto de Nar Shaddaa, nada de eso importará -dijo, mientras posaba una mirada de desesperación contenida sobre Ide.<br />
<br />
-Vima me ha invitado a cenar. De hecho, debería notificar que estoy aquí de alguna forma, creo que me iban a avisar.<br />
<br />
Los ojos de Delia se abrieron considerablemente. Un pánico primordial creció en ella, sólo para ser ahogado por una férrea fuerza de voluntad. Con voz muy controlada dijo:<br />
<br />
-Si... quieres alejar la atención de Sira, será mejor que no llames desde aquí.<br />
<br />
-Cierto, cómo he podido ser tan tonto.<br />
<br />
No lo dijo, pero intuyó que el horror de Delia no se debía sólo a la posible sospecha que podría levantar.<br />
<br />
-Me iré a una de los balcones de las zonas de descanso -apuntó, mientras se levantaba del asiento-. Espero que sigáis bien por aquí. Si te enteras de algo sobre... bueno, él, avísame. Sira tiene mi número de comunicador.<br />
<br />
-Lo haré -su expresión parecía muy angustiada-. Ten mucho cuidado.<br />
<br />
-No te preocupes, sé cuidarme -dijo con una sonrisa, y salió del bar.<br />
<br />
==Contacto==<br />
<br />
Cuando llegó a uno de las zonas de descanso de las plantas intermedias avisó a la recepción de que estaba allí mediante uno de los terminales disponibles. Cuando lo hubo hecho, se acercó a una de las ventanas de transpariacero. No debían tardar mucho en avisar, ya era casi la hora de la cena.<br />
<br />
Efectivamente, la terminal se iluminó en menos de diez segundos. Apareció una figura humanoide, que no hizo sino decir: "Espere, por favor. Alguien llegará para acompañarlo en breve."<br />
<br />
No habían transcurrido ni cinco minutos cuando apareció de nuevo el mismo hombre bien vestido que le había recibido cuando bajó de su nave la última vez. Se inclinó cortésmente a modo de saludo.<br />
<br />
-¿Desea que le indique el camino a la Joya Gloriosa, señor?<br />
<br />
-Si es tan amable -respondió educadamente Ide.<br />
<br />
-Acompáñeme, por favor.<br />
<br />
Recorrieron un camino corto y estéticamente agradable, que incluía un par de turboascensores muy bien decorados; y en breve la vista que se apreciaba por las ventanas se volvió espectacular. Desde la parte superior del Palacio del Dolor el paisaje abarcaba una porción considerable de Nar Shaddaa, que, dada su heterogeneidad arquitectónica, daba la impresión de un todo homogéneo armonioso que se rompía en millones de detalles aparentemente incongruentes; como una gigantesca escultura fractal.<br />
<br />
Al parecer, la Joya Gloriosa ocupaba la última planta del Palacio. Era una estancia relativamente íntima, de unos cuatro por cuatro metros, a la que se accedía por un ascensor de dos plazas desde la planta inmediatamente inferior. Apenas tenía mobiliario.<br />
<br />
Una mesa, y dos sillas una frente a otra. En la mesa brillaba un candelabro, con cinco velas ardiendo suavemente; y en una de las sillas había una mujer que no aparentaba más de veinte años, vestía una camisa sencilla y bebía agua de una copa de cristal; mientras miraba atentamente por la ventana.<br />
<br />
Ide esperó a que ella hablara. Cuando lo hizo, fue con una voz cristalina y bien modulada. Ide no pudo evitar pensar que era espléndida voz de soprano.<br />
<br />
-Buenas noches -dijo mientras sonreía cálidamente-. Soy Vima Da'Motta. Tome asiento, por favor, si antes no desea disfrutar de las vistas.<br />
<br />
-Gracias, señora Da'Motta. Hay que reconocer que la Joya Gloriosa ofrece una vista privilegiada de Nar Shadda. Tiene usted un hermoso hotel.<br />
<br />
-Si lo desea, puede tutearme -repuso, mientras se encogía levemente de hombros-. Francamente, nunca le he dado mucha importancia al protocolo.<br />
<br />
-La verdad es que me resulta algo extraño hablar de usted a alguien tan joven -Ide mantuvo el tono afable, pero lo que le resultaba verdaderamente extraño era pensar que Vima Da'Motta tuviera una cara amable -.Llámame Ide, pues.<br />
<br />
Sonrió aún más ampliamente. Durante unos segundos parecía que no sabía qué decir.<br />
<br />
-Excelente. ¿Tienes ganas de cenar algo ligero, o prefieres algo más consistente?<br />
<br />
-No suelo cenar mucho. Comer mucho por las noches no me deja dormir bien.<br />
<br />
-Algo ligero, entonces... ¿comida calamariana?<br />
<br />
-No he tenido el gusto antes. Confío en tu buen gusto.<br />
<br />
-Pescado, una especie de galletas de algas... espero que te guste.<br />
<br />
Una sección circular de la mesa se abrió frente a ellos dos, y apareció un plato de algo que parecía ensalada de pescado, y que olía deliciosamente.<br />
<br />
-¡Al ataque! -dijo Vima, mientras cogía el tenedor. Se detuvo de repente, mientras miraba a Ide- Ah... ¿los jedi tenéis alguna costumbre especial para antes de comer, una oración o algo?<br />
<br />
-Oh, no, en absoluto. La Fuerza no necesita alabanzas ni consagraciones -sonrió, y cogió su tenedor.<br />
<br />
Vima parecía aliviada.<br />
<br />
-Oh, bien -dijo mientras pinchaba la ensalada. Ide comió, esperando que ella hablara.<br />
<br />
==Sorpresas==<br />
<br />
Durante unos minutos, ella no hizo sino comer y observar a Ide con curiosidad. Ide pudo oir una música, en el límite de lo audible, algo parecido a ópera. Ella pareció darse cuenta al mismo tiempo que Ide.<br />
<br />
-Sabes, la música cantada sin acompañamiento musical es una de las artes universales -dijo con voz animada-. Junto a la pictografía y la danza, creo. Luego los eruditos debaten sobre si la percusión debería ser considerada universal... y la narrativa, claro -hizo un gesto juguetón-. Siempre están debatiendo sobre la universalidad de la narrativa, y peleándose con los lingüistas.<br />
<br />
-Soy más una persona de ciencias que de humanidades, he de reconocer. No soy tan docto en estos temas... sin embargo aprendí de pequeño a tocar. Es el único arte al cual me encuentro vinculado.<br />
<br />
Ella parecía encantada.<br />
<br />
-¡Oh, es fantástico! Yo misma también aprecio mucho la música. El baile también, claro -hizo un gesto descuidado-, pero no tengo una verdadera base teórica para poder apreciarlo apropiadamente.<br />
<br />
-¿Tocas algún instrumento?<br />
<br />
-Canto -dijo mientras sonreía pícaramente-. Lo que suena, lo canté yo -dijo mientras se ruborizaba ligeramente-. Es... un descuido por parte de mi mayordomo. Ahora parece que quiero alardear o algo...<br />
<br />
-En absoluto. No es alardear mostrar cuando es apropiado aquello que uno sabe. La humildad extrema es casi tan mala como el orgullo descarado -se paró unos segundos-. Me gustaría oirte cantar.<br />
<br />
Ella se ruborizó.<br />
<br />
-Oh, no podría... -se quedó mirando a Ide unos segundos, como pidiéndole permiso.<br />
<br />
-Si ayuda, puedo cambiarte una pieza de mi flauta por una obra cantada por ti.<br />
<br />
-Bueno, bien... Entonces voy a levantarme.<br />
<br />
Se puso en pie despacio, e Ide pudo observar que no era muy alta ni robusta. Parecía una especie de muchacho, aunque algo en su complexión le recordaba a los padawan del templo.<br />
<br />
Y de su cadera derecha colgaba un sable de luz.<br />
<br />
==Intercambios==<br />
<br />
Cerró los ojos, e inspiró profundamente dos o tres veces. Cantó una nota, como para afinarse; y luego comenzó a cantar.<br />
<br />
Espectacularmente. La pieza, cantada a capella, estaba en un idioma que Ide no reconoció, pero la complejidad técnica no le pasó desapercibida. Posteriormente, fue la expresividad de la voz lo que le llamó la atención. Algo dentro de él no estaba preparado por completo para la avalancha de ternura que se derramaba en cada nota, para la lucha que se denotaba tras cada cambio repentino de registro.<br />
<br />
Acabó, de una forma que se asemejaba mucho al principio. De alguna forma, Ide percibió al final una riqueza de matices que no había notado la primera vez.<br />
<br />
Ella suspiró profundamente. Abrió los ojos de nuevo.<br />
<br />
-¿Te ha gustado?<br />
<br />
-Ha sido... inesperadamente hermoso y emotivo. Una bella ejecución, sí señor.<br />
<br />
Sonrió de nuevo. Parecía acalorada. Parecía incapaz de hablar. Se sentó despacio.<br />
<br />
-Muchas gracias -dijo con un hilo de voz.<br />
<br />
-Ha sido toda una grata sorpresa, sí señor. Reconozco que no esperaba encontrar esto esta noche.<br />
<br />
Ella enarcó una ceja, mientras miraba divertida a Ide.<br />
<br />
-Bueno, pensaba que me querías para hablar... no sé, de negocios, o algo parecido -sonrió ligeramente-. No esperaba encontrarme hablando de arte y música contigo.<br />
<br />
-Bueno -dijo con voz jocosa-, es un poco rudo, incluso aquí en el borde medio, ponerse a hablar de negocios en cuanto se sienta uno a la mesa...<br />
<br />
Ide sonrió.<br />
<br />
-Creo que me toca... aunque sea poco apropiado. No sé si estaré a la altura.<br />
<br />
-Por favor -dijo ella con una ternura que no parecía fuera de lugar.<br />
<br />
Ide se levantó y se separó un poco de la mesa. Sacó su flauta, guardada en el estuche. Dejó la caja sobre la silla y la montó suavemente, sin prisa. Cuando estuvo armada, miró a Vima, y sonrió otra vez. Se colocó erguido, como si estuviera en un recital de verdad. Cerró los ojos, y se rindió a las ondulaciones de la Fuerza, como siempre que hacía cuando producía música.<br />
<br />
Comenzó la ejecución con un pasaje sencillo, de poca dificultad técnica pero que transmitía mucha emotividad. De alguna forma, toda su preocupación y su sentido del deber se podían percibir tras la melodía. A medida que se relajaba, sintió como la Fuerza lo inspiraba, complicando el pasaje principal, guiándolo en trémolos y escalas que se enlazaban sin que él mismo supiera muy bien cómo enlazarlas, hasta el último momento. Y enlazaban bien. De repente, Ide se dio cuenta de que había terminado.<br />
<br />
Vima aplaudía muy contenta:<br />
<br />
-¡Eso ha estado muy bien! ¿Todos los jedi saben tocar tan bien como tú, o es un talento singular tuyo?<br />
<br />
==Charla sobre jedi==<br />
<br />
-Bueno, todos los jedi saben hacer algunas cosas bastante bien, cuando se sintonizan con la Fuerza. Yo tuve esa bendición desde pequeño. No sirve para el combate, pero me proporciona momentos muy hermosos.<br />
<br />
-El combate está sobrevalorado -dijo ella con una breve carcajada-. ¡El combate es de bárbaros! -añadió, divertida- ¿No has pensado en dedicarte exclusivamente a la música?<br />
<br />
-No soy tan bueno... y en cualquier caso, ser jedi es un trabajo muy satisfactorio. Aunque tu especialidad no sea el combate -sonrió.<br />
<br />
-Satisfactorio y sacrificado, según tengo entendido.<br />
<br />
-No es un sacrificio lo que se ofrece de buena voluntad. Si lo miras así, somos todos voluntarios.<br />
<br />
-Bueno, si le explican a uno con todo lujo de detalles lo que podría pasar, supongo que sí. No es -dijo con voz inocente- como si adoctrinaran lactantes o algo.<br />
<br />
-Entramos... bueno... se suele entrar muy joven en el Templo. Pero no se obliga a nadie. Se entrena a los seres sensibles a la Fuerza, y según su evolución se les entrena como jedis, o se les enseña otro oficio en el que sus habilidades puedan ser útiles. Supongo que no es una demostración formal, pero no debe ser tan malo: para los chicos es todo un orgullo ser seleccionados como padawan -por un corto instante, a Ide se le torció la sonrisa, al recordar la fiesta de despedida que sus compañeros dieron a Arakosia.<br />
<br />
-Comprendo -dijo con voz reflexiva-. Y, si no es molestia preguntar, ¿qué hace un jedi tan agradable en Nar Shaddaa?<br />
<br />
==La vida en Nar Shaddaa==<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la consciencia de Ide. Recordó con quién estaba hablando, y el nombre de esta persona tan amable que le había invitado a cenar.<br />
<br />
-Buscar algo que se me ha perdido -dijo afablemente-. Reconozco que no es el sitio más... compatible con nuestras creencias y principios.<br />
<br />
-Debe de ser duro -dijo ella.<br />
<br />
-No creo que vivir en Nar Shaddaa sea fácil para nadie, si me permites la observación.<br />
<br />
-No lo es -dijo, con una súbita dureza-. Para nadie. Ni para los hutt.<br />
<br />
-Estoy seguro. He tenido la oportunidad de conocer a algunos, incluso de forma algo más personal. Siempre me ha dado la impresión de que toda la crueldad de este mundo proviene de un sencillo principio... ''matar o morir''.<br />
<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-De alguna forma... o algo peor -pareció reflexionar un instante-. Un rival muerto... está simplemente muerto. Otro vendrá a ocupar su lugar, y la lucha te habrá debilitado. Si quieres sobrevivir, tienes que esclavizar a tus rivales. Así, no sólo dejan de amenazarte, sino que trabajan para ti -reflexionó un instante-. Por supuesto, sería mejor convertirlos en aliados... pero en Nar Shaddaa no existe esa posibilidad.<br />
<br />
-Es quizá eso lo que me desconcierta y desconsuela a partes iguales -dijo el jedi con una mueca-. Sin embargo...<br />
<br />
-¿Sí?<br />
<br />
-Tú... no pareces pertenecer a este mundo -dijo Ide, con un uso consciente del verbo parecer-. Esta sala, este hotel, a ratos. Esta cena.<br />
<br />
-Bueno, no soy de aquí. Llegué cuando tenía más de treinta años -escrutó la expresión de sorpresa de Ide-. Supongo que no aparento mi edad.<br />
<br />
-En absoluto. Lo mostré claramente en mi segundo comentario de esta noche.<br />
<br />
-Pensé que era una frase de cortesía -dijo mientras sonreía.<br />
<br />
-No hace falta mentir para ser cortés -añadió el.<br />
<br />
-Bueno, supongo que podría haber algunas especies en la galaxia que me consideraran joven... -su cara se volvió reflexiva- ...aunque no me imagino cuáles podrían ser.<br />
<br />
-¿Y a qué te dedicabas antes, no es mucho preguntar?<br />
<br />
-Pues, hasta los doce años fui ayudante de laboratorio de mi madre. Ella fue una científica arkaniana de bastante éxito, sabes... y un poco paranoica. En cuanto tuve edad para ello, me dediqué a asistirla.<br />
<br />
-Y acabaste en Nar Shadda dirigiendo el Palacio del Dolor. No es una carrera científica estándar, eso está claro.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
==Historia antigua==<br />
<br />
-Poco después de mi decimosegundo cumpleaños, fui secuestrada. Veinte años más tarde llegué aquí -sonrió amargamente, como recordando un pasado poco agradable-. En ese momento, sólo buscaba un sitio donde esconderme. Pensé que me iría pronto de aquí, que volvería con mi madre.<br />
<br />
No dijo nada más. Su expresión mostraba un dolor a duras penas contenido. Por un momento, Ide no supo qué decir.<br />
<br />
-Esto confirma mi teoría. Nar Shaddaa no acoge a nadie con los brazos abiertos -sonrió-. No creo que haya más bárbaros que en Coruscant. Es sólo que el sistema de aquí los beneficia, en cierto sentido.<br />
<br />
-Toda la población local, o al menos todos menos uno, de un grupo de diez mil; está dispuesta a traicionar a alguien por una mínima mejora de su calidad de vida. Y el uno restante, si lo encuentras, habrá llegado a su edad actual por pura suerte -se rio brevemente-. Eso, o se acaba de bajar de la astronave.<br />
<br />
-Que lo hagan no quiere decir que deseen hacerlo. Puede que sea el único camino que conozcan. O eso, o que yo he tenido mucha suerte.<br />
En el centro de la mesa apareció una bandeja donde se alineaban, sin orden aparente, muchos tipos distintos de dulces, calientes y fríos. Sin embarazo alguno, Vima cogió uno caliente, le sopló y devoró la mitad de un bocado.<br />
<br />
-Esta mañana -continuó Ide, acercando su mano a algo que parecía un pastelito de crema- conocí a un pequeño alienígena, un chadra-fan que se llamaba Tilikit.<br />
<br />
-Mmm... muy bien -murmuró-. Maldición, me he quemado.<br />
<br />
Ide sonrió ligeramente, como pidiendo permiso para continuar. Ella hizo un gesto con la mano, mientras bebía un sorbo de agua.<br />
<br />
-No era nadie. Salí de un negocio, y me preguntó si necesitaba ayuda. A cambio sólo me pidió que lo llevara a mi planeta -Ide se detuvo unos instantes, como rememorando aquello.<br />
<br />
-Intentaba engañarte -dijo ella rápidamente-. En Nar Shaddaa, si alguien se acerca a alguien, es para comerciar o engañarlo.<br />
<br />
-No he tenido oportunidad de comprobarlo. Murió defendiendo a la esclava que pilotaba mi nave, cuando me atacaron unos mercenarios que Shawman&K'Rtahn mandaron para secuestrarnos a mí y a Arakosia.<br />
<br />
-Oh -dijo ella. No parecía muy afectada-. Y Arakosia es... ¿alguien que yo debería conocer?<br />
<br />
-Oh, es mi padawan. Fue... vendida, al Palacio del Dolor esta tarde -dijo amargamente.<br />
<br />
Vima parecía encantada.<br />
<br />
==Entrando en materia==<br />
<br />
-¡Vaya! ¿Y ella también sabe tocar? -preguntó con voz jubilosa.<br />
<br />
-No -sonrió Ide-. Acaba de empezar su entrenamiento. Apenas sabe manejar el sable de luz, y no ha tenido tiempo de aprender muchas cosas. Yo... la rescaté hace poco. La tenían presa.<br />
<br />
-¿Presa? -su expresión se volvió meditabunda- Curioso... ¿Y qué tipo de cosas sabe hacer?<br />
<br />
-Bueno... sabe... -Ide dudó unos segundos-. La verdad es que, por sí sola, puede apenas defenderse, y poco más. Mi tarea es de hecho convertirla en jedi -sonrió amargamente, consciente de que había usado el tiempo presente en su afirmación.<br />
<br />
-Vaya... ¿y tardarías mucho en convertirla en jedi?<br />
<br />
-Años. En el mejor de los casos -Ide tuvo una extraña sensación, al recordar el sable de luz que pendía de su cinto.<br />
<br />
-Y... ¿es importante para ti hacer eso?<br />
<br />
Ide tragó saliva y calló durante un momento.<br />
<br />
-Cómo decirlo... es... una parte de mí es ella, y lo que ella pueda llegar a ser.<br />
<br />
-Bueno, puedes quedarte en Nar Shaddaa el tiempo que consideres necesario para convertirla en jedi -dijo con expresión pensativa-. A cambio, te acogeré en mi Palacio sin coste alguno para ti.<br />
<br />
Ide sonrió y permaneció pensativo, sin responder. Sabía que Arakosia era el punto de inflexión de la conversación, el momento en el que Vima dejaría de ser amable y cálida.<br />
<br />
==Ofertas==<br />
<br />
-Bueno, piénsalo -dijo mientras se encogía de hombros.<br />
<br />
-No... bueno, siento decirte que no es posible convertirse en jedi en esas circunstancias. Es un entrenamiento igualmente espiritual y físico, y no es compatible en absoluto con la vida de un esclavo.<br />
<br />
-Oh,vaya... -parecía levemente decepcionada- Y si ella estuviera, digamos, exenta de servicio mientras dure su entrenamiento, ¿entonces podrías?<br />
<br />
-No se puede servir a la Orden Jedi y a otro señor a la vez, Vima. Como bien dijiste antes, es una vida sacrificada.<br />
Vima suspiró.<br />
<br />
-En fin... una lástima.<br />
<br />
Permaneció en silencio unos segundos. Cogió otro pequeño postre y se lo metió entero en la boca.<br />
<br />
-Me imaginaba que te agradaría la compra de mi aprendiz. Y entiendo que no tendrás el menor interés en vendérmela -dijo Ide como si fuera algo sin importancia.<br />
<br />
Ella hizo un ligero gesto de contrariedad.<br />
<br />
-No es eso, es que todavía no sé lo que vale... podría perder k'shii fácilmente... perdón, podría perder reputación... a veces me olvido de que no todo el mundo habla hutt.<br />
<br />
-Lo entiendo, es un término muy común. Sea como sea, me interesaría recuperarla, como te podrás imaginar.<br />
<br />
-Lo comprendo, lo comprendo -hizo un gesto apaciguador con ambas manos-. Sólo digo que aún no hemos terminado de tasarla. No puedo ponerle un precio hasta entonces, ¿comprendes? Me ariesgaría mucho.<br />
<br />
-Obviamente Arakosia no es una esclava normal. Y es capaz de hacer cosas increíbles. Pero quizás haya algo que con toda seguridad sea más útil que ella.<br />
<br />
-Seguro -dijo ella con ligereza-. Todavía estará sin pulir. Debe de haber ''cientos'' de esclavos más útiles que ella.<br />
<br />
-A lo mejor yo puedo hacer algo más útil que cualquier cosa que te pueda dar ella -comentó él.<br />
<br />
Ella sonrió levemente.<br />
<br />
-¡Pero eso no va así! -dijo animadamente- La cuestión es que un esclavo hará su trabajo ''indefinidamente y sin recibir nada a cambio''. Y además sabes que cualquier inversión que hagas en él la puedes recuperar en un intervalo de tiempo sólo limitado por las necesidades biológicas del esclavo.<br />
<br />
-Sí, pero a lo mejor te compensa tener a un jedi a tu servicio en tu Hak'Un Shapp al precio de un esclavo de mediana utilidad -dijo él seriamente.<br />
<br />
==Contraofertas==<br />
<br />
Ella parecía un poco sorprendida.<br />
<br />
-Bueno, sería buena publicidad... -reflexionó- Las veces anteriores funcionó bastante bien. Y los jedi participantes casi siempre sobreviven, aunque no suelen ganar -sonrió, levemente ácida-. Sin ánimo de ofender, les falta crueldad -una mínima arruga apareció en su frente-. Pero sin tasar a tu padawan, no sé si sería un trato justo. ¿Necesitas conocer mi respuesta con premura?<br />
<br />
-Prefiero saberla libre cuanto antes mejor, pero toma el tiempo que necesites, faltaría más.<br />
<br />
-Habitualmente un par de horas suelen ser suficientes, si la colaboración es buena.<br />
<br />
-Quizás... pueda ayudarte. Verás, circula por la Holored una demostración de Arakosia que probablemente te enseñarán.<br />
<br />
-...sí? -su expresión quería decir: "y respecto a ella, quieres puntualizar que..."<br />
<br />
-¿Quizá podríamos verla ahora?<br />
<br />
-Claro. Control central, buscar video en HoloNet. Rastreo de nodo local, Nar Shaddaa; fecha y hora, últimos dos días, tema: Arakosia. Ordenar por número de visitas. Ver.<br />
<br />
Sobre la mesa se hizo un cubo de luz, al principio borroso, posteriormente fue dibujándose una habitación. Sobre la cama, Arakosia estaba desnuda y drogada, e Ide estaba a su lado.<br />
<br />
==Aclaraciones==<br />
<br />
Vima parecía muy interesada.<br />
<br />
-¡Caramba! Hubiera asegurado que era demasiado joven para relaciones sexuales extensas... -miró a su enlace informático de muñeca- y ésta es una edición de hora y media, con los mejores momentos de una grabación original, ¿''de diez horas''? -miró a Ide, con expresión entusiasmada- ¡Qué maravilla! ¿Y qué deseabas comentar?<br />
<br />
Un extraño pulso de calor recorrió la espina dorsal de Ide. Se tomó un tiempo tiempo para responder, en el cual sólo se le venía a la mente una frase: "Keel, maldita rata".<br />
<br />
-Sí... eso también. Pensaba que te ibas a encontrar primero con el vídeo de la fruta.<br />
<br />
-Es por el número de visitas, supongo. Nada atrae más que el sexo y la violencia. Probablemente el otro video no incluye sangre.<br />
<br />
-Esa noche Arakosia hizo cosas espectaculares. Y se deben principalmente a dos cosas. La primera es que la drogaron.<br />
<br />
-Pero la droga sólo levanta inhibiciones. Es de suponer que, en principio, ella sería capaz de llevar a cabo... hazañas similares sin necesidad de sustancias añadidas.<br />
<br />
-No siempre. Los estupefacientes, desde el momento en el que trasladan al individuo a un estado distinto de consciencia, pueden a veces amplificar la canalización de la Fuerza. O pueden hacer todo lo contrario.<br />
<br />
Como comprenderás, si fuera tan fácil obtener superpoderes, todos iríamos siempre por ahí con una bolsita de pastillas. Depende de la ocasión, y el contexto, las drogas pueden ser muy beneficiosas, o muy peligrosas. Lo cual me lleva al segundo factor que, en conjunción con el trance de la droga, proporcionó a Arakosia semejante habilidad.<br />
<br />
-Una conjunción de factores suelen ser malas noticias. ¿De qué se trata? ¿Ira descontrolada? ¿Abandono suicida?<br />
<br />
-Yo. Ide Kanor, su maestro y mentor. Y la devoción que siente hacia él -Ide pronunciaba severamente, con orgullo, pero sin que pareciera que estaba alardeando.<br />
<br />
-Oh, mejor. Quiero decir, ese no es un factor descontrolado. Aunque, claramente, disminuye su valor para cualquier comprador potencial... -dijo con expresión ecuánime.<br />
<br />
-Quería aclararte todo esto, para que no pensaras que te he intentado engañar cuando lo vieras -terminó Ide, juntando las manos en actitud conciliadora.<br />
<br />
-De acuerdo, lo tendremos en cuenta. ¿Deseas esperar aquí mientras tanto, o hay algún otro lugar... o algo que necesites hacer?<br />
<br />
-Pues sería muy agradable poder esperar en esta sala. Es... especialmente tranquila. A no ser que me dejes bajar a dar una vuelta por el Hak'un'Shapp -en el rostro del joven emergió una sonrisa pícara-. Tengo cierta curiosidad.<br />
<br />
Ella sonrió, con coquetería.<br />
<br />
-Bueno... está claro que no sabes exactamente de qué se trata... la mayor parte del tiempo es, como la vida misma, algo gris y aburrido. Y de repente -su voz cobró una energía vibrante- se desata un vórtice de emociones, que arrastran a sus participantes al éxtasis...<br />
<br />
Era como contemplar un volcán en sus ojos. Ide no recordaba cómo había llegado a estar tan cerca de ella. Percibió su energía en la Fuerza. Poderosa, entrenada... adaptada a su entorno, en sintonía con las sensaciones que emanaba la Luna del Contrabandista.<br />
<br />
==Déjà vu==<br />
<br />
Una sensación de ''déjà vu'' invadió a Ide. Se sentía en una especie de punto de inflexión, un punto desde el cual se puede desencadenar cualquier acontecimiento.<br />
<br />
-Parece que... -intervino Ide casi con un susurro, escudriñándola en la Fuerza- encuentras cierta armonía en el Hak'un'Shapp...<br />
<br />
El tiempo parecía fluir despacio, despacio...<br />
<br />
La miró, durante un instante, con ojos que trascendían la materia física. Había poder y habilidad, entrenados hacía mucho, oxidados bajo la costumbre de no utilizar lo aprendido, sepultados tras mucho uso inconsciente e intuitivo.<br />
<br />
-Intento... -dijo ella, con voz casi inaudible- Intento disfrutar de la armonía allá donde la encuentre...<br />
<br />
-Fluyes con la Fuerza... has sido entrenada -dijo él, extendiendo la mano como para tocar los jirones de su aura sobrenatural.<br />
<br />
Ella se estremeció en su sitio, sin decir nada. Su vello se erizó antes de que Ide lo tocara. Él dudó un segundo, y luego, lentamente, acercó su mano a la de ella. Estaba de pie, al lado de la silla en la que ella permanecía. Sin tocarla, ascendió por su brazo, como un curandero buscando energía vital, dejando que la única conexión entre ellos fuera, por poco, la Fuerza.<br />
<br />
Ella no reaccionaba con una técnica definida. Se limitaba a dejar que su cuerpo fuera atravesado por la Fuerza, sin hacer nada que no pudiera hacer de forma natural. Aceptó el toque de forma pasiva, dejándose hacer.<br />
<br />
-Pero fue hace tiempo... -añadió él, con los ojos cerrados, centrándose sólo en lo que percibía por su canal sensitivo sobrenatural. Cuando llegó al hombro, posó su mano. A través de la Fuerza le llegó, abrumadora, una sensación orgásmica. Pero ella no se movió.<br />
<br />
Sólo un suspiro hubiera permitido saber, a un observador casual, por qué sus párpados vibraban y su nuca transpiraba.<br />
<br />
Ide se giró, levantó la otra mano, y la posó sobre el otro hombro. Movió los dedos lentamente, como masajeando, limpiando el incipiente sudor que había aparecido en el cuello de ella, pero de una forma sutil y precavida. Seguía con los ojos cerrados, oyendo las reverberaciones de Vima, emitiendo su propia señal en la Fuerza para oirla reflejada en ella.<br />
<br />
==Reacciones==<br />
<br />
Vima reaccionaba sin pensar. Tomó aire, y lo exhaló lentamente; cerró los ojos despacio. Estaba bajando sus defensas, Ide pudo sentir algunos de sus pensamientos al azar.<br />
<br />
"Que no se detenga, por favor, que no se detenga, lo necesito, lo necesito tanto, nadie era apropiado, todos querían mi k shii, nadie podía hacerlo como un igual, si hago algo puede arrepentirse, ojalá dejara de preguntar por la Época Oscura, quiero, quiero, oh, qué bueno. En el video no salía drogándose, pero ella tampoco, ¿podrá? ¿Podrá? Oh, por favor, que no sea de los que sólo lo hacen por amor, que no haya una regla jedi absurda, que no pase nada, que lo haga, pronto, que lo haga porque lo necesito tanto..."<br />
<br />
Él se detuvo unos segundos. Después, bajó una de sus manos un poco, colocándola al principio de sus pechos, y llevó la otra detrás, a la nuca, incrustando los dedos en su pelo. Al tiempo, se giró grácilmente y se puso en frente de ella, y, con la experiencia adquirida en los años de Galmia, en un segundo que se hizo eterno, se acercó y la besó.<br />
<br />
Ella volvió a estremecerse, una vez más.<br />
<br />
"Lo ha hecho otra vez. Y todavía estamos empezando. O eso espero. Que no acabe, por favor, que no acabe..."<br />
<br />
Pero él no se detuvo. Siguió, como en otros tiempos había hecho con su Reina, con la excitación sobrenatural que sólo sentía al unirse con otros usuarios de la Fuerza, como con Anakin, como con Arakosia el día anterior. Ide perdió la noción del tiempo. Se olvidó del Hak'un'Shapp, se nubló la visión de su objetivo, de Arakosia, de Morg, de Kurel, y durante un periodo no determinado de tiempo, sólo se permitió sentir la Fuerza, y Vima Da'Motta, la cruel emperatriz del Palacio del Dolor, ahora transformada y expuesta por la letanía de placeres que se sucedieron en la habitación.<br />
<br />
El atardecer sobre Nar Shaddaa se convirtió en noche, la noche casi en amanecer. Ninguno de los dos parecía acusar el peso del cansancio. En un momento determinado, Vima cedió voluntariamente; cuando se retiró, Ide vio sangre en la cara interna de sus muslos. Se dejó caer, agotada y feliz.<br />
<br />
==Decisión==<br />
<br />
Suspiró.<br />
<br />
En ese momento, Ide sintió algo extraño: sobre los cristales se notaba una extraña vibración, apenas musical...<br />
<br />
"''Arakosia''", pensó instantáneamente.<br />
<br />
"''¿Maestro? Estoy despierta, y no reconozco el lugar.''"<br />
<br />
"''No te preocupes, estás a salvo, en el Palacio del Dolor. No te pasará nada. Confía en mí.''"<br />
<br />
"''¿Debo escapar? ''Puedo'' escapar.''"<br />
<br />
"''No será necesario. Puede que si intentaras escapar fuera peor. Iré a verte en cuanto pueda, te recogeré pronto.''"<br />
<br />
"''Quieren operarme. Para instalarme algo, porque... dicen que ya han esperado demasiado. Lo van a hacer en menos de dos minutos.''"<br />
<br />
Ide pensó durante unos segundos. Fue a buscar su ropa. "''Dame un minuto. Si lo intentan, escapa.''"<br />
<br />
-Cuándo te volveré a ver -preguntó a Vima, despreocupadamente.<br />
<br />
Ella esbozó una especie de media sonrisa que transmitía una sabiduría sin edad. Su manera de moverse evidenciaba que se sentía igual de cómoda desnuda que vestida.<br />
<br />
-¿Quién sabe? -dijo con voz traviesa- Espero que pronto.<br />
<br />
-Me preguntaba... si harías algo por mí -apuntó él tímidamente-.<br />
<br />
Ella rió, de buen humor.<br />
<br />
-Pregunta, hombre. Haré lo que pueda -una pequeña arruga se formó en su frente- si puedo.<br />
<br />
-Es mi antigua alumna. Me preguntaba si podías retrasar su implante. Mientras la tasas y llegamos a un acuerdo.<br />
<br />
Ella pareció un poco entristecida.<br />
<br />
-Oh, lo siento. Mi personal implanta a todo el personal en menos de quince minutos tras su compra. Norma de la casa, sabes -su expresión se dulcificó-. ¡Pero no te preocupes! Los implantes se pueden retirar fácilmente, y no dejan ninguna clase de huella o secuela.<br />
<br />
Ide observó que ella no parecía tener ningún interés en vestirse. La única prenda que recogió fue el cinturón del que pendía el sable de luz, y se lo ajustó a la cintura. Pasó la mano por delante de un sensor frente a uno de los vértices, y el hueco correspondiente al ascensor se iluminó.<br />
<br />
-¿Bajas primero? ¿O prefieres esperar aquí?<br />
<br />
-¿Esperar? -Ide levantó lo que hubiera sido una ceja.<br />
<br />
-A que termine la tasación.<br />
<br />
"''Maestro, vienen'' ahora"<br />
<br />
-Vima... -dijo, mirándola fijamente-. Llama a tu equipo de implantación. Acabo de percibir algo.</div>El Universohttp://wiki.subtrama.net/index.php?title=Humo_y_Vapor_IIHumo y Vapor II2013-06-26T16:11:39Z<p>El Universo: /* Seguridad hutt */</p>
<hr />
<div>16 de Abril de 26 aGR; 18:30<br />
Volvieron a la atmósfera tan rápido como la twi'lek podía pilotar. Aunque inmerso en sus pensamientos y las sensaciones que iban y venían sobre su padawan, se paró a examinarla unos segundos. Había explotado, cuando el mercenario la tenía sujeta con el cuchillo. Que Ide supiera, sólo había una forma de estallar de esa manera, y ya la había visto antes en un usuario de la Fuerza.<br />
<br />
Ella misma seguía asustada por lo que acababa de experimentar, y parecía muy confusa. Y seguía pilotando, volcándose en la conducción como única manera de mantener la cordura. Pero Ide la veía con otros ojos.<br />
<br />
Ella estaba pilotando ''mediante la Fuerza''. Y también estaba inmersa en un shock emocional.<br />
<br />
Pero ya se encargaría de esto más tarde. Ahora tenía que ver a su padawan.<br />
<br />
==Llegada==<br />
<br />
El tiempo base para llegar era de cuarenta minutos, pero ella consiguió reducirlo a treinta mediante algunas maniobras de dudoso buen gusto, que no produjeron víctimas de puro milagro.<br />
Poco antes de llegar, Ide vio la columna de humo que surgía del techo hundido de la mansión Wolkan. Fue entonces cuando se empezó a preocupar de verdad.<br />
Aterrizaron en el mismo hangar donde Ide había aparcado al llegar allí por primera vez, y que era de las pocas partes que conservaba la estructura más o menos intacta. Nadie salió a recibirlos.<br />
Ide caminó fuera de la nave, con premura pero sin perder la precaución, con el sable de luz en la mano, aunque apagado. Agudizó el oído, no se escuchaban sonidos de combate. Con la Fuerza no podía percibir a Arakosia, pero ella siempre había sido, por naturaleza, difícil de percibir.<br />
MN-44, con un brazo menos y varias marcas de blaster sobre su torso, se acercó cojeando a Ide.<br />
-Cielos, ''Emeene''... ¿qué ha pasado aquí?<br />
-¿Señor Kanor? No puedo verlo bien, mis fotoreceptores están dañados... hemos sido atacados, señor.<br />
-¿Dónde está Keel? ¿Y Arakosia?<br />
-El amo Wolkan se ha encerrado en su búnker, y no tiene intención de salir hasta que piense que el entorno es seguro. La chica que lo acompañaba a usted desapareció en el fragor del combate.<br />
De repente, Ide se acordó de algo más. Cogió su intercomunicador y se lo llevó a la boca.<br />
-¿Lionel? Lionel, aquí Ide, contesta.<br />
Un chorro de estática fue la única respuesta. Ide no acababa de tener claro si había percibido la voz de Lionel en medio de la estática, o si había sido su mente, intentando convencerle de que así había sido.<br />
<br />
==Control de daños==<br />
<br />
Marcó en el comunicador el número de Keel. Una voz airada contestó.<br />
-¡Ahora qué!<br />
-¿Ahora qué? ¿Qué está pasando aquí? Me han intentado matar mientras estaba en el gremio de cazarrecompensas... ¿qué significa todo esto?<br />
-¡Que qué significa qué! ¡Han intentado matarme! ¡En mi propia casa!<br />
-¿Sabes quién es el responsable?<br />
-¡Mercenarios, creo! ¡No lo sé! ¡Cuando el que sea quiera reclamar el ''k'shii'', lo sabremos! ¡Mierda! ¡He perdido más de cincuenta esclavos! Por cierto, siento haberte dejado sin piloto.<br />
<br />
A Ide le dio un vuelco el corazón.<br />
-¿Perdona?<br />
-La twi'lek. Lo siento, he activado el código de su implante hace un rato. Ha sido al activar la marea de carne... pero veo que has llegado bien, así que no ha sido un gran contratiempo.<br />
La chica, de pie al lado de Ide, se puso pálida. Con la mirada aturdida, se sentó en el suelo.<br />
-Eh, bueno, ahora tenemos otros asuntos que tratar. Yo, por ejemplo, tengo que encontrar a mi aprendiz. Llámame si necesitas algo, pero por lo que veo sabes cuidarte solo. -Miró a MN-44-. Deberías hacer algo con MN, parece algo dañado.<br />
<br />
-Anda la leche, ¿sigue vivo? Estee... ya lo mandaré reparar cuando salga y tal...<br />
-Descuida. Te veo luego.<br />
Cogió a la twi'lek del brazo y se dirigió a la nave. Cuando llegó a la nave, ella se dejó caer sobre sus rodillas y comenzó a sollozar.<br />
-Disculpa la pregunta, pero... al activar Keel tu implante, ¿no debías haber muerto?<br />
<br />
Ella negó con la cabeza, sin dejar de llorar.<br />
<br />
-Pero Keel piensa que has muerto -ella asintió-. Entonces, si Keel piensa que has muerto, es porque debías haber muerto, pero que algo falló en ese instante. A no ser que algo se me escape -ella asintió-. También, en lugar de asentir sin decir nada, podrías decirme qué pasa. O podemos jugar al juego del jedi que busca la verdad sin que la twi'lek hable.<br />
<br />
==Respuestas==<br />
<br />
Ella se giró a medias, sin atreverse a mirar a Ide a los ojos. Con un hilo de voz contestó:<br />
-¿Je...di?<br />
Ide tuvo un momento de duda, pero luego creyó entender.<br />
-¿Sabes quién soy? -ella negó con la cabeza. Ide sonrió -. ¿Sabes quién es Keel? -ella asintió, con un escalofrío-. Pues te voy a dar una buena noticia: creo que eres una twi'lek libre, sobre todo porque tu amo piensa que has muerto, y tu implante ha fallado cuando él intentó activarlo.<br />
Ella se calmó un poco. Habló con la voz deformada por haber llorado, pero más calmada.<br />
-El implante no falló por eso -dijo en voz baja-. Falló porque Keel no era mi propietario.<br />
-Ahora sí que no entiendo nada. Él piensa que tú has muerto...<br />
-Porque él dio la orden de activar mi implante. Pero como él no era mi propietario, no se activó.<br />
-¿Y a quién perteneces?<br />
-A ti, amo -miró a otro lado, como si no soportara mirarlo a los ojos- Mi código está en tu cristal de pago.<br />
-Entiendo. Osea, que te compré cuando gestionaste el alquiler del carguero, por eso me salió tan caro...<br />
<br />
Ella lo miró extrañada.<br />
<br />
-No, el precio de la nave es correcto. Y es de segunda mano. Mi... coste es un porcentaje pequeño de lo que se gastó en aquella nave.<br />
-¿Segunda mano? ¿Lo he comprado? ¿Te compré a ti y a la nave? - Ide estaba sinceramente sorprendido.<br />
-Y a muy buen precio, si me permite decírselo, amo.<br />
Guardó silencio durante unos segundos.<br />
-Entonces supongo que ya me puedes decir tu nombre.<br />
-Un esclavo no tiene nombre, amo. Puede llamarme como guste...<br />
-Ya, lo que pasa es que tú no eres mi esclava. Te voy a liberar en cuanto sepa cómo quitarte esa cosa de la activación.<br />
-Es que yo no quiero ser liberada -miró a Ide, que la observaba con el desconcierto pintado en el rostro- ¿Libre? ¿Con este cuerpo? ¿En Nar Shaddaa? Ni hablar. Como propiedad, tengo mis derechos.<br />
-Oh, bueno, yo pensaba más bien que te vinieras a Coruscant.<br />
Los ojos de ella se agrandaron con sorpresa, pero no se atrevía a creer.<br />
<br />
==Los detalles después==<br />
<br />
-Bueno -siguió Ide-, los detalles podemos discutirlos después. Ahora necesitaría que me ayudaras a encontrar a mi aprendiz, y de paso a terminar la misión que tengo que hacer aquí.<br />
-Mientras tanto, y según la legislación de Nar Shaddaa, soy de tu propiedad -sonrió-. No puede ser peor que Keel Wolkan -escupió el nombre con desprecio.<br />
-Estoy seguro de que no -dijo, devolviéndole la sonrisa-.<br />
-Y, ahora, ¿cómo puedo serte de utilidad, amo?<br />
-Para empezar podrías dejar de llamarme amo.<br />
-¿Señor, quizá? ¿El nombre de pila? A algunos amos les gusta...<br />
-Ide está bien.<br />
-Ide -repitió ella en voz baja-. Es bonito. Necesitarás un apelativo para denominarme, Ide. Y ahora que soy de tu propiedad, contestaré a todas tus preguntas. ¿Quieres saber cómo me llamaba? ¿Quieres saber qué me gusta en la cama?<br />
<br />
Ide movió los ojos hacia arriba. Le encantaría charlar y animar a la chica, pero ahora tenía algo que hacer.<br />
<br />
-Vamos, me puedes contar todo eso mientras rescatamos a mi ayudante -sonrió, y subió la rampa de acceso.<br />
-Claro, si no he desconectado la energía de la nave -se encogió de hombros- por si había problemas. Pero, ¿hacia dónde vamos?<br />
-Hacia el sitio del que nunca debí alejarme. Al Palacio del Dolor.<br />
Ide vio como un escalofrío recorría la espalda de la twi'lek, pero ésta no dijo nada. Caminó hasta el puesto del piloto, y partieron dejando una estela de humo y vapor.<br />
<br />
==Un trayecto corto==<br />
<br />
La chica parecía haber pensado, inicialmente, que iban al Palacio del Dolor a alojarse. Por eso le contó brevemente lo que había venido a hacer a Nar Shadda, y los problemas que habían surgido con su piloto durante la investigación en el Palacio del Dolor. Le contó además, la sospecha que tenía de que tanto el ataque en el Gremio como la destrucción de la casa de Keel fueran obra de Vima Da'Motta.<br />
<br />
Ella asintió respetuosamente, intercalando comentarios apropiados a la historia de Ide, pero sin hacer ninguna pregunta. Cuando Ide guardó silencio, la escuchó susurrar "marea de carne".<br />
<br />
-Todavía no sé tu nombre -intervino Ide -. El que tenías antes de ser esclava.<br />
-Sira Levora -dijo ella con un tono extraño- Bueno, en realidad es Siral'evora, pero en básico se dice así.<br />
El joven no dijo nada, pero sonrió.<br />
<br />
==De nuevo en el Palacio del Dolor==<br />
<br />
La masa piramidal que era el Palacio del Dolor volvió a aparecer en la distancia. Por alguna razón, bajo el sol parcialmente eclipsado que empezaba a ponerse, bajo el cielo rojizo, a Ide le pareció aún más amenazador que la primera vez que lo vio.<br />
Una protrusión del edificio, cerca de la cima, se extendió para recibirles. Este, comprendió Ide, es un hangar de lujo.<br />
<br />
Bajaron de la nave, y un hombre enfundado en un traje formal los recibió con un ademán moderado y una sonrisa comedida.<br />
-¿Ide Kanor? -dijo educadamente.<br />
-En efecto. Cuánto honor, no sabía que tendría recepción oficial -dijo Ide, con un tono algo ambivalente entre lo formal y el sarcasmo.<br />
-Por supuesto, señor. Es usted un cliente importante. ¿Desea que lo conduzca a sus aposentos? El trayecto puede resultar complicado...<br />
-Entiendo.<br />
-La señora DaMot'ta lamenta no poder recibirlo en persona, pero estará encantada de cenar con usted esta noche en la Joya Gloriosa. Puede, mientras tanto, retirarse a sus aposentos, o disfrutar de nuestra muy variada oferta en ocio y restauración. Los pozos de carne, en concreto, son exquisitos.<br />
-Gracias, creo que esperaré en mi habitación. Por cierto, ¿cómo es que me esperaban? -preguntó, despreocupadamente.<br />
-Todos nuestros clientes tienen incluído un punto de desembarco con el precio de la habitación, señor. Y yo mismo tengo la labor de recibirle a usted y de proporcionarle cualquier información o servicio que pueda necesitar -sonrió enigmáticamente.<br />
<br />
Ide le devolvió la sonrisa. Aunque no tenia claro a qué venía tanto protocolo, se hacía una ligera idea. En cualquier caso, prefirió no preguntar más.<br />
<br />
El hombre, con un lenguaje corporal a medio camino entre el mayordomo y el ayuda de cámara, hizo un ademán que indicaba "sígame, por favor", y se dispuso a guiarlo hacia su habitación.<br />
<br />
El trayecto fue sorprendentemente corto y visualmente agradable. Ide reconoció los símbolos en la puerta de la habitación, aunque (reflexionó) no estaba del todo seguro de poderlos trazar si quisiera.<br />
<br />
==Indagaciones e invitaciones==<br />
<br />
En el interior, Ide se encontró de nuevo con la considerable extensión de espacio que era la habitación doble, decorada con notable buen gusto, con los hologramas de las paredes mostrando una tarde agradable en Alderaan. El selector holográfico se activó al entrar Ide por la puerta, mostrando de nuevo a la misma mascota humanoide que le había dado la bienvenida en la ocasión anterior.<br />
<br />
-¡Hola de nuevo, señor! -saludó con voz animada- ¡Me alegro mucho de volver a verle!<br />
-Hola, Kenter.<br />
-¿Hay algo que pueda hacer que su estancia resulte más agradable?<br />
-Pues me gustaría que comprobaras si la chica que me acompañaba ayer ha vuelto al hotel.<br />
-Veré lo que puedo hacer, señor -se volvió, mientras parecía concentrarse unos instantes-. Ahora se encuentra inscrita entre el personal de la Señora del Dolor. Pendiente de terminar cuidados médicos. Pendiente de evaluación física. Pendiente de asignación de destino -dijo en tono monocorde- ¿Desea alguna otra cosa, señor?<br />
-El... ¿personal, has dicho? Me gustaría verla, si fuese posible -dijo Ide, intentando mantener el tono educado.<br />
-Por supuesto, señor -dijo Kenter, servicialmente. Su imagen se difuminó, y se convirtió en la de una habitación espaciosa, llena de máquinas, donde tres droides médicos trabajaban afanosamente en Arakosia, que parecía ser la única paciente. Ella permanecía inconsciente, en el interior de una especie de cámara bañada con luz o líquido (la imagen era poco clara) de color dorado.<br />
<br />
-¿Y cuándo dices que ingresó aquí? -siguió Ide.<br />
-Me temo que esa información no la conozco, señor -reflexionó un instante- Supongo que hace poco, porque la evaluación física, asignada como tarea pendiente, es una de las primeras cosas que se realizan cuando alguien entra a formar parte de nuestra pequeña familia -sonrió.<br />
-Bueno, entonces me gustaría hablar con alguien responsable del nuevo personal. No entiendo por qué mi acompañante ha ingresado como miembro del hotel.<br />
-¿Holopresencia, señor? ¿O desea una entrevista en persona?<br />
-En persona, por favor -Ide estaba haciendo un esfuerzo por mantener la compostura-. Es un tema delicado, no entiendo qué está pasando aquí.<br />
-Comprendo -asintió el holograma animado-. Me temo que eso tardará un poco más. Nuestro hogar es un lugar grande...<br />
-Supongo que podrá ser antes de la cena.<br />
-Por supuesto, señor. Serán entre veinte y veinticinco minutos.<br />
-Estupendo. Esperaré aquí.<br />
<br />
Kenter no se desvaneció.<br />
<br />
-Parece contrariado, señor. ¿Hay algo que pueda hacer por usted? ¿Licor, especia, mujeres?<br />
-No, gracias, Kenter -interrumpió Ide-. Esperaré aquí hasta que pueda entrevistarme con el responsable del ingreso de Arakosia.<br />
-Como desee, señor. Permaneceré atento, por si necesita algo -se desvaneció.<br />
Ide se dirigió a la cama, y sin musitar una palabra más, adoptó postura de meditación. Necesitaba atar cabos, aunque todo apuntaba, cada vez más claramente, a que detrás de esta jugada estaba la misma Vima Da'Motta.<br />
<br />
==Espera, meditación==<br />
<br />
Ide cerró los ojos, y dejó su mente tan en calma como le fue capaz. Intuía que probablemente un jedi más experimentado lo lograría con mayor facilidad, pero al final consiguió aquietarse lo suficiente. O eso creía.<br />
Dejó vagar su percepción hacia el pasado, guiándola con suave firmeza al momento en el que creyó percibir la presencia de Arakosia, cuando estaba en aquel hangar...<br />
''...se vio a sí mismo, de pie junto a la nave que en aquel momento pensaba alquilada, el alienígena recién desintegrado, algunas de sus moléculas aún en el aire, y la sensación de vibrato que le llegaba desde la distancia. Ahora lo identificaba. Era la impronta de Arakosia en la Fuerza. Aun inconsciente, se había sentido en peligro. Y lo que había estado a punto de percibir no era sino el vínculo maestro-aprendiz, que él conocía tan bien... desde el lado del aprendiz.'' Seguramente la próxima vez que lo percibiera sería capaz de identificarlo con mayor precisión.<br />
...con la facilidad de la práctica, fluyó hacia adelante para ir al punto en el que el mercenario había tomado a Sira como rehén. ''Ella estaba llorando y temblando, y de repente...''<br />
Ide estudió sus recuerdos centésima a centésima.<br />
''...ella había cerrado los ojos con fuerza, y se había estremecido de puro pánico. Y la Fuerza había respondido. La explosión había brotado de ella. Y la expresión de su cara... no se lo esperaba, ni lo comprendía.'' Y seguía aterrorizada. Pero era una usuaria de la Fuerza, sin ningún género de dudas. O, mejor dicho, tenía el ''potencial'' para serlo.<br />
Justo cuando Ide iba a dirigir sus pensamientos a su aprendiz, aún en la sala de reconocimiento, llamaron a la puerta. Abrió los ojos.<br />
-Adelante -dijo, sin moverse, aún en pose de meditación.<br />
<br />
==Recursos Humanos==<br />
<br />
El que entró en la habitación había sido un hombre en otros tiempos. Ahora parecía más máquina. Tanto su ojo derecho como gran parte de su cráneo y su brazo izquierdo eran robóticos. La expresión de su cara era de hastío, pero sus modales eran impecables. Hizo un ademán pidiendo permiso antes de entrar en la habitación, y una vez dentro no se sentó hasta que Ide se lo hubo indicado. Aun así, inclinó levemente la cabeza antes de sentarse.<br />
<br />
-Cuénteme -dijo, sin más.<br />
-Entenderá -siguió Ide, con la misma claridad con la que él había empezado- que me encuentre algo extrañado por lo que ha sucedido. Mi acompañante ha sido ingresada en su hotel como miembro del equipo - enfatizó la última palabra-, según me ha podido informar el asistente holográfico.<br />
-Me temo que no comprendo de quién está hablando. ¿Podría ser un poco más específico, por favor?<br />
-Arakosia. La joven humana que tienen actualmente en observación médica.<br />
-Ah, sí. La hemos adquirido esta misma tarde a muy buen precio, a unos tratantes de esclavos de plena confianza -sus ojos se quedaron fijos un momento, como si mirara a algo muy lejano- Así es como ha entrado a<br />
formar parte de nuestro personal -su mirada recuperó parte de la viveza perdida- ¿Desea algo más?<br />
-Bueno, a ser posible, saber quién les ha vendido a mi aprendiz, la misma que era una humana libre esta misma tarde antes de que la secuestraran de donde estaba alojada.<br />
-Shawman&K'Rtahn, tratantes. Le puedo dar su dirección o su código de comunicador, si lo desea.<br />
Ide tomó aire.<br />
-Aunque claro, supongo que bajo las leyes de Nar Shadda, este individuo tendrá plena potestad sobre lo que haya ''adquirido'' al destruir y arrasar la casa Keel Wolkan, que es donde estaba Arakosia recuperándose. Y que, ahora que la ha vendido, no tiene potestad sobre ella. Y que cortarle la cabeza no anularía la transacción. ¿Me equivoco mucho? -Ide estaba considerablemente molesto por esta, por decirlo de alguna forma, ''inconveniencia''.<br />
-Su análisis de la situación es correcto, señor -su mirada se volvió reflexiva-. Aunque usted recuperaría parte del k shii perdido. Si lo desea, podemos venderle una esclava similar, de perfil guardaespaldas-concubina, un poco más joven...<br />
-No, no es sustituible. Necesito recuperar a Arakosia.<br />
-Si desea recuperar a esa chica en concreto, me temo que el asunto excede a mis competencias. Yo sólo manejo al personal existente, no tengo ningún papel en la entrada o salida de personal.<br />
-¿Tengo que hablar entonces con su superior?<br />
-Supongo que eso tendría que discutirlo con la señora Vima DaMot'Ta. Suele ser complicado, ya que no concede citas, pero... supongo es que es usted afortunado, ya que tiene una cita concertada con ella esta<br />
noche.<br />
-Me imaginaba que tendría que hablar directamente con ella. Le agradezco su ayuda.<br />
-¿Desea algún servicio que le ayude a hacer pasar el tiempo con mayor velocidad mientras espera?<br />
-No, gracias. Tengo un par de asuntos que resolver antes de la cena.<br />
-Entonces me retiro a mis quehaceres -dijo el cyborg, mientras se levantaba.<br />
-Muchas gracias por su atención.<br />
<br />
==Comunicándose con Keel==<br />
<br />
Ide se despidió del tipo, y sin dilación marcó el número de comunicador de Keel Wolkan. Tardó en contestar, y cuando lo hizo no había imagen, sólo una voz que parecía llena de dolor. O de droga.<br />
-Nnhh...-dijo la voz-que-parecía-de-Keel<br />
-Shawman&K'Rtahn. ¿Te suena ese nombre? -dijo Ide, obviando el estado de Wolkan.<br />
-¿Mmm? ¿Kanor?<br />
-Sí. Shawman&K'Rtahn. Han vendido a mi aprendiz a Vima Da'Motta. No sé si estás lo suficientemente lúcido como para atar cabos.<br />
-Una pareja de tratantes. Mi competencia más directa -suspiró-. ¿Qué quieres saber?<br />
-Cómo que qué quiero saber. Lo que te quiero decir es que deben haber sido ellos los que atacaron tu casa, si se han apoderado de mi aprendiz para venderla.<br />
-Ya... -dijo, con poca decisión- Debería haberlo supuesto -parecía dubitativo- Em... pues gracias por el dato, tio.<br />
-Lo que me gustaría saber es por qué sabían que yo estaba en Nar Shadda, y por qué me seguían. Me atacaron al mismo tiempo ocho mercenarios. ¿Tienes algo que contar, Keel?<br />
-Yo... no te comprendo... Tras la exhibición que hicísteis, supongo que bastante gente con el potencial de atacarme sabría de vuestra existencia...<br />
<br />
Ide se quedó bloqueado un momento.<br />
<br />
-Mierda -soltó.<br />
-Yo estoy intentando olvidar todo este asunto a base de especia rosa... -suspiró de nuevo- la especia rosa es buena...<br />
-Supongo que no arreglará nada que descabece a estos dos tíos. Al menos, no me devolverá a Arakosia.<br />
-Bueno, si vas y le dices a todo el mundo que lo haces de mi parte, te daré dos mil gubor. Piénsalo.<br />
-Tanto kshii por dos mil gubor... sabes negociar, Wolkan.<br />
-Bueno, me pareció una oferta justa...<br />
-Me lo pensaré, pero no me interesa el dinero. Me interesa mi aprendiz. ¿Cómo de poderosos son estos tipos?<br />
-Eh... pues más o menos como yo...<br />
-Gracias por la información. Te dejo, tengo que hacer un par de cosas antes de cenar. Cuidate, Wolkan.<br />
<br />
Miró las paredes de su habitación. Se maldijo por haber dejado sola a su aprendiz. Pero maldecirse no iba a arreglar nada, así que se fue a la Flor Esquiva. Ya que no podía hacer nada hasta hablar con Vima Da'Motta, al menos recogería toda la información que pudiera.<br />
<br />
==Regreso a la Flor Esquiva==<br />
<br />
Al parecer, en el Palacio del Dolor era tremendamente fácil llegar al lugar donde uno quisiera ir, o así se lo pareció a Ide.<br />
Llegó a la Flor Esquiva, que parecía estar bastante más animada que la otra vez. Aunque claro, la otra vez había sido por la mañana temprano. Seguía oliendo vagamente a especias, y seguía siendo rica en sofás, pero la música que tocaba Oloruu era más vivaz, y había prácticamente una persona (o pareja, o pequeño grupo) en cada sofá. También flotaba en el ambiente una cierta sensación plácida, no exenta de un extraño regusto amargo.<br />
<br />
Delia hizo un gesto de reconocimiento desde la barra. Comenzó a llenar un vaso con vino de Alderaan y esperó a que Ide y Sira se acercaran a hablar con ella.<br />
<br />
-Parece que no me voy a librar de hablar con tu jefa -dijo él, mientras tomaba asiento. Ella hizo un gesto de simpatía indeterminada.<br />
-Hablar no compromete a nada -dijo ella. Dejó pasar un par de segundos-. ¿Has encontrado al androide ese que buscabas?<br />
-No, pero tengo alguna pista. El problema es que en el camino he perdido a mi aprendiz. La han secuestrado y vendido. Adivina quién es su nueva dueña.<br />
-¿La Señora del Dolor, quizá?<br />
-Bingo. Unos tipejos atacaron la casa donde estaba... descansando. Keel Wolkan, no sé si te sonará.<br />
<br />
Se mostró levemente sorprendida.<br />
<br />
-Em... sí, es relativamente conocido.<br />
-Pues le han asestado un buen golpe.<br />
-Mala cosa... es una rata cobarde y cruel, muy capaz de usar a sus esclavos como campo de minas... pobres chicas.<br />
-Ah, a eso se refería con lo de marea de carne...<br />
-Sí, a eso. Se implanta un explosivo un poco más potente, y se hacen detonar los esclavos más cercanos a tu enemigo -comentó en un tono distante, pero asqueado- ...pobres chicas... -repitió mientras miraba a Sira con una huella de dolor compartido.<br />
-Una se salvó. La que me dejó como piloto. La compré sin querer -dijo Ide, intentando desviar el tema mientras Sira se ruborizaba en verde oscuro y apartaba la mirada.<br />
-Le salvaste la vida, tú -sonrió-. ¿No hay una tradición de cuidar de las vidas que uno salva? ¿O era al revés?<br />
-No lo sé. Mi orden nos insta a proteger a los desamparados, siempre que sea posible -el jedi sonrió, siendo consciente de lo que Delia estaba pensando.<br />
Delia le devolvió la sonrisa, con una calidez que no había visto a ningún nativo de Nar Shaddaa.<br />
-Te entiendo -no dijo nada más. Parecía tocada por sentimientos profundos, y siguió limpiando el vaso durante medio minuto, sin decir nada ni mirar a Ide directamente.<br />
<br />
Ide estuvo a punto de contarle que pensaba negociar con Vima para liberarla, y que pensaba que iba a ser difícil puesto que parecía valiosa, pero pensó que era mejor pasar por algunos temas de forma tangencial.<br />
<br />
-Creo que han cogido a Lionel -dijo, mirándola fijamente.<br />
Ella frunció el ceño.<br />
-No debió haberse quedado tanto.<br />
-Lo mandé a orbitar con la nave. Pero parece que no fue suficiente. No me contesta, y eso es mala señal -miró su vino. En cierto modo, se sentía responsable.<br />
-No sabría decir... a mí nunca me contesta -dijo con rabia.<br />
-Bueno. La gente cambia. Las cosas cambian. Hace tres horas mi aprendiz era mi aprendiz y ahora es una esclava de Vima. Esta noche puede que sea diferente.<br />
-Me pregunto para qué la querrá. ¿Ella era el objetivo de una operación completa o sólo fue un extra?<br />
-Digamos que... anoche... se hizo valer. Hizo una exhibición en casa de Keel. Llamamos la atención -ella hizo un gesto de sorpresa-. Fui un tonto. Nos siguieron la pista, y atacaron en casa de Keel. Ocho<br />
mercenarios me atacaron a mí mientras estaba en el Gremio de Cazarecompensas. Yo pude deshacerme de ellos, pero mi aprendiz no -levantó la mirada. No supo decir si estaba preocupado o la echaba de menos,<br />
pero no se permitió pensarlo mucho.<br />
Delia pareció acordarse de algo de repente. Extrajo un pequeño visor plano de un lateral de la barra y lo giró para que sólo pudieran verlo Ide y ella.<br />
-Un momento -dijo mientras manipulaba unos controles-. Apareció la imagen de Arakosia desnuda, haciendo girar su espada a gran velocidad para destrozar una oleada de fruta. Se notaba que la imagen se estaba desarrollando a cámara lenta en la velocidad a la que caían los trozos de fruta una vez cortados.- ¿Esta es ella?<br />
<br />
Ide no dijo nada durante unos momentos.<br />
<br />
-Debí habérmelo figurado -dijo con amargura-. Debo ser el jedi más tonto de toda la Orden.<br />
<br />
-Bueno, esto responde a mi pregunta anterior -dijo ella, sin hacer caso al comentario de Ide-. Ya sabemos para qué la quiere Vima.<br />
-Tiene todo el sentido.<br />
<br />
En un instante, Ide pasó de la frustración a la esperanza. "Lo que Vima no sabe es que eso no era Arakosia moviéndose, sino la droga actuando". Y justo cuando terminó la frase mental, se dio cuenta de lo que haría Vima si supiera que era la especia roja la que la hizo canalizar la Fuerza así.<br />
<br />
-Pues claro que lo tiene. La quiere para el Hak'un Shapp.<br />
<br />
Ide abrió mucho los ojos y habló con una pesada y profusa determinación.<br />
<br />
-Ya sé lo que voy a hacer. Sira, quédate aquí -ella asintió.<br />
<br />
Se despidió de Delia y se dirigió a su habitación.<br />
<br />
==Tratos con Fenel Fodel==<br />
<br />
Apenas hubo abierto la puerta, Kenter se volvió a materializar:<br />
-¡Saludos, noble señor! ¿Cómo puedo hacerlo más feliz?<br />
-Holocomunicación con el responsable de personal -dijo sin casi dejar terminar a Kenter-. El tipo que vino antes y ni siquiera se presentó.<br />
-Su nombre es Fenel Fodel. Lo llamaré en seguida.<br />
<br />
Tras unos diez segundos, la cara del ciborg apareció en el holocomunicador.<br />
<br />
-Necesito que me hagas un favor.<br />
-Dígame su problema y veré qué puedo hacer.<br />
-¿Tiene Arakosia ya el implante?<br />
-Me temo que los informes médicos relativos al personal son privados, señor.<br />
-Entiendo que es un no -se aventuró a decir-. Si oficialmente fuera una esclava, no tendrías problema en comunicarlo -hizo una pequeña pausa.<br />
-No tengo ningún problema en comunicarlo, más allá de la incomodidad que a veces supone para un cliente encontrarse a nuestro servicio a un... antiguo conocido -hizo un gesto de incomodidad-. Pero no se confunda. Es nuestra.<br />
-Necesito que postpongas la inserción. Sólo hasta esta noche, después de que negocie con Vima.<br />
-Mi deber es implantarla cuanto antes, si los informes médicos son favorables. Aunque la naturaleza de mi trabajo incluye cierta... flexibilidad a la hora de estimar parámetros intangibles, como la naturaleza favorable de un informe técnico -pareció concentrarse durante un instante-. Sin embargo, la Señora del Dolor parece haberse tomado un interés personal en este caso, y no creo que viera una... dilación intencionada por mi parte con buenos ojos. Representaría para mí un riesgo considerable.<br />
-Cuánto quieres -preguntó Ide con apenas entonación interrogativa.<br />
-No quiero dinero. Quiero irme de Nar Shaddaa.<br />
-Cuánto vales -repuso, como si la primera pregunta no hubiera existido.<br />
-Soy un agente libre, pero me retienen... compromisos ineludibles. Necesito que me saque de aquí alguien a quien no le importe la ira de Vima.<br />
-Uhm -Ide se quedó dubitativo. Algo pareció endurecerse en Fenel Fodel-. A mí no me importa, mientras consiga lo que he venido a buscar -el ciborg se relajó nuevamente, y esbozó la más mínima de las sonrisas. Asintió. -Será sólo una hora. Voy a ver a Vima en la cena, y tras la cena todo estará resuelto. De una manera u otra -sentenció.<br />
-Ten cuidado -dijo mientras asentía sobriamente.<br />
<br />
==Dinero y datos==<br />
<br />
Cuando se despidieron, Ide se dirigió a Kenter.<br />
<br />
-Kenter, ¿podrías comprobarme cuánto dinero queda en este cristal? -dijo Ide, mientras introducía el cristal en la ranura disponible.<br />
-¡Por supuesto, señor! -dijo con una cordialidad que a Ide comenzaba a cansarle- En este momento cuenta con 22714 gubor y 170 fleber.<br />
-Ahá. ¿Y sabes cómo anda el cambio medio de Gubor-Sgin?<br />
-El cambio medio oscila, señor, pero más o menos seis sgin hacen un gubor. Por supuesto, la tasa de cambio es tremendamente variable, y ya que muchos de los cambios de moneda se hacen electrónicamente, las tasas de cambio con varios decimales no son extrañas.<br />
<br />
"''Parece entonces que Sira hizo efectivamente un buen trato con la nave''", pensó Ide cuando hizo cuentas mentalmente. El carguero había costado unos 1.600 gubor. La realidad es que Ide no tenía muy claro cuánto significaba esa cantidad, pero lo que sí le pareció era que le quedaba una proporción bastante buena de dinero.<br />
<br />
De repente se acordó de Sira. Cogió su comunicador y escribió un mensaje. "Vete a la Flor Esquiva. Allí encontrarás a Delia. Dile que eres la que se salvó, y espérame allí. Lo que necesites comer y beber lo pagaré yo." <br />
Entretanto esperaba que llegara la hora de la cena decidió bajar a ver, en persona, qué era eso del Hak'un'Shap. Se quedó parado un segundo, y con decisión, salió por la puerta.<br />
No dio ni dos pasos cuando se dio cuenta de que no sabía dónde ir. Suspiró.<br />
<br />
-Kenter -dijo, con pesadumbre. Kenter tenía lo mismo de útil que de irritante.<br />
<br />
-¿Sí, señor?<br />
<br />
-¿Podrías decirme por favor dime dónde se celebra el Hak'un'Shapp?<br />
<br />
-Se celebra en los niveles 1 a 50, señor. Se pueden seguir los encuentros desde cualquier consola del hotel, y también se puede apostar desde cualquier lugar.<br />
<br />
-Gracias, pero prefiero verlo. Además, así veo si conozco a alguno de los participantes.<br />
<br />
-Nadie lo ve con sus propios ojos, señor, excepto los participantes. Los niveles 1 a 50 están llenos de cámaras para retransmitirlo todo con la mayor fidelidad. En cuanto a la identidad de los participantes... no veo en qué es diferente verlo en vivo de ver una holografía con detalle 1:1. ¿Desea rastrear a algún participante en concreto?<br />
<br />
-Pues la verdad es que conozco a Morg. No me importaría verlo.<br />
<br />
-¿Desea saber qué tal le va, señor? ¿O prefiere el holograma que se hizo al inscribirse?<br />
<br />
-Muéstrame ambos.<br />
<br />
-Por supuesto -dijo Kenter.<br />
<br />
De inmediato se activó un holoproyector en la pared opuesta a la cama, mostrando un droide bastante alto y ancho, de unos dos metros y medio. Permaneció unos segundos así, y luego sus extremidades se desplegaron, para llegar a medir tres mertos y medio. Transmitía una sensación de ser grandote e inofensivo que (como bien sabía Ide) no se correspondía con la realidad.<br />
<br />
La imagen se desvaneció, para dar paso a una representación seudobidimensional, que mostraba a Morg en una habitación. Un rótulo bajo la escena decía: "¡Momentos estelares de Morg!"<br />
<br />
La cámara giró para mostrar a un alienígena peludo y grandote, con brazaletes de esclavo, que llevaba una especie de vara, de punta energética. El alienígena fintó un par de veces, antes de que Morg consiguiera coger la vara con su articulación extendida. La retrajo con un movimiento brusco, y el alienígena chocó contra el droide. Se golpeó y cayó al suelo. Morg lo pisó sin mucho énfasis en la cabeza, que se deshizo.<br />
<br />
Corte de escena. Morg está en una posición de pelea, con un brazo extendido, y un humanoide envuelto en lo que parecen ser vendajes carga contra él, aparentemente desarmado. De repente, el homanoide extrae un sable de luz e intenta cortarle una extremidad a Morg. Éste retrae la extremidad y salta hacia atrás, mientras se extienden varios apéndices de su cuerpo metálico. Uno de los apéndices estalla, llenándolo todo de humo. La imagen cambia a termográfico. El humanoide gira sobre sí mismo para defenderse de algo, vuelve a girar. Un brazo de droide, muy frio, lo apresa de los dos brazos y se los arranca. Luego coge su cabeza y la aprieta de forma rápida y desapasionada, haciendo que estalle.<br />
<br />
Ide hizo memoria, para intentar recordar si había oído de algún Jedi que fuera a Nar'Shadda últimamente y que hubiera muerto. No le sonaba. Aunque, claro, hacía menos de un mes que había regresado al Templo.<br />
<br />
-¿Quién era el del sable, Kenter? -preguntó Ide.<br />
-Exen Nithan. Proviniente de Korriban. Profesión reconocida: asesino. Cazarrecompensas. Iba muy bien en los preliminares. Hasta ese momento, claro.<br />
-¿Cómo va Morg?<br />
-Subiendo en la clasificación, señor. No tiene demasiados fans, pero tampoco tiene demasiados enemigos. Probablemente se clasifique para el Hak'un'Shapp.<br />
-Quisiera que le dejaras un mensaje de mi parte.<br />
-Puedo ponerlo en su cuenta, señor, pero no le garantizo que lo vaya a leer. La cantidad de mensajes que reciben los participantes es astronómica. Aunque, claro, dada la naturaleza robótica de Morg...<br />
-Seguro que le interesa lo que tengo que decirle. Te dicto.<br />
<br />
==Mensajes==<br />
<br />
Sobre la nariz de Kenter aparecieron unas pequeñas gafas. En sus manos apareció un pequeño datapad.<br />
-Asunto, Garin. Remitente, Kanor, de Coruscant. Mensaje -Ide se paró unos segundos, para pensarse bien el texto-. Sé por qué estás haciendo esto. Conocí a su padre. Tuvo problemas y huyó de Coruscant. Me pidió que cuidara de él. Te busqué en Horuz, pero habían saboteado tu secuencia de emergencia y acabaste aquí. -Se paró, no sabía si seguir dando detalles o dejarlo para cuando respondiera-. Este es mi buzón. Espero tu respuesta.<br />
-Ya está enviado, señor.<br />
-¿Está luchando ahora?<br />
-No, señor. Descansando. Gasta casi todos sus hak en "tiempo privado". Eso es una mala táctica, porque sus fans preferirían verlo... Ya tenemos respuesta al mensaje.<br />
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Ide sonrió. Sabía que no tardaría en responder.<br />
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-Léemela.<br />
-"Introduzca código de anulación". Ni remite, ni asunto...<br />
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Entonces recordó que Tu'Ala le había dado las coordenadas, pero no un código de anulación. Si había cambiado el destino, con toda probabilidad había cambiado el código. Ide sacó su hololibro, para abrir el canal seguro para hablar con el Templo.<br />
<br />
Uno de los (ya familiares para Ide) ayudantes informáticos apareció en pantalla. Era 3-Tru, el especialista en seguridad.<br />
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-Saludos, 3-Tru. Necesito mandar un mensaje a la expadawan Tu'Ala.<br />
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-¿Mensaje, no comunicación directa? -dijo en tono profesional.<br />
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-Mensaje.<br />
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-Tecléelo en su interfaz.<br />
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Ide escribió. "Los he encontrado. El robot tiene un código de desactivación. Espero que se te ocurriera cambiarlo y que te acuerdes. Contactar con Garin será más complicado." Pensó unos segundos, y escribió otro párrafo. "Espero que estés bien. De verdad. Iré a verte cuando pueda." Y envió el texto.<br />
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La respuesta llegó cinco minutos después:<br />
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"Te daré el código a cambio de una promesa solemne, por tu vida, tu honor de jedi y la Fuerza que lo sostiene todo."<br />
<br />
Respondió. "Como pudiste ver, soy un jedi de palabra. Habla."<br />
<br />
"Quiero que me prometas, por lo anterioremente dicho, que cuando vengas a verme tendremos sexo. Relaciones sexuales completas."<br />
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"Pensaba que me ibas a pedir algo complicado de hacer."<br />
<br />
"Es algo muy complicado, si el otro no quiere. No puedo tomarlo ni exigirlo, sólo pedirlo."<br />
<br />
"Por mi vida, mi honor de jedi y por la Fuerza que todo lo sostiene, tienes mi palabra, y la convicción de que no supondrá esfuerzo alguno." Ide sonrió al escribir esto, pero lo envió así.<br />
<br />
"Contaré las horas. Desde ahora me declaro en abstinencia, hasta que nos veamos :D ."<br />
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Ide esperó que el canal no estuviera vigilado. Aunque, dado su historial, no era de esperar que nadie en el Templo se alarmara.<br />
Kenter permanecía erguido, alerta, en espera de más órdenes. Para variar, estaba callado. Ide se quedó pensando unos segundos. No sabía si enviar el código ahora, o hacerlo después. Y, en cualquier caso, no sabía lo que pasaría cuando introdujera el código.<br />
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-Kenter, ¿sabes si Morg tiene algún combate hoy?<br />
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-Nadie lo sabe, señor -repuso el hombrecillo, con cara de circunstancias-. Como ya le he dicho, gasta casi todos sus hak en "tiempo de privacidad". Y dada su naturaleza robótica, tampoco gasta mucho en mantenimiento... así que el momento de su siguiente combate es entre ahora y dentro de veintiocho horas.<br />
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-Bien. Necesito que le envíes otro mensaje.<br />
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-Será un placer, señor.<br />
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-Mismo asunto que el anterior. Escribe. "Tengo el código, pero necesito asegurarme de que Kurel estará bien. ¿Qué harás cuando se desactive la secuencia de emergencia?".<br />
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Cuando vio el mensaje escrito, tuvo la vaga impresión de que la respuesta sería "Introduzca código de anulación", sin remite, ni asunto.<br />
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-Ya hay respuesta, señor. La leo: "El estado de salud de Kurel está al noventa y siete por ciento, y me encuentro en disposición de afirmar que permanecerá entre el noventa y cinco y el cien por cien; al menos en las próximas seis semanas. Introduzca código de anulación."<br />
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Ide no sabía si anular la secuencia de emergencia ahora. O esperar a tener resuelto lo de Arakosia. Y lo de Delia. Y lo de Lionel. Quizás podría presionar a Vima, si tuviera control sobre Morg.<br />
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-Responde, Kenter. "No has respondido a mi pregunta. Qué pasará con Kurel, y contigo, cuando introduzca el código. Y en cualquier caso, no te voy a enviar el código por una red no segura. Te lo daré en persona. Supongo que habrás sido lo suficientemente listo como para rastrear desde dónde te he enviado este mensaje."<br />
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-"Remitente irrastreable debido a la configuración del sistema. Respuesta a la pregunta planteada excede parámetros de seguridad. Introduzca código de seguridad."<br />
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Ide dictó a Kenter de nuevo. "Habitación [...], en el Palacio del Dolor. No transferiré el código por una red privada. Si no piensas venir, proporcióname un buzón de la HoloRed donde pueda mandarte el código."<br />
<br />
"No dispongo de acceso a HoloNet. No puedo abandonar el Hak'Un Shapp."<br />
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Ide no se fiaba de que alguien estuviera vigilando las comunicaciones, y que, intencionadamente podría intervenir el mensaje y no permitir que llegara a Morg. Por eso, intencionadamente, envió un código erróneo.<br />
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-Kenter, envía la siguiente secuencia. -Dictó el código, errando en algunos números a propósito. Si Morg respondía, sería prueba inequívoca de que le había llegado el mensaje.<br />
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"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
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Miró la respuesta algo atónito. No tenía ningún sentido que se bloqueara el sistema tras un intento erróneo. Aunque al menos sabía que nadie estaba interviniendo el canal.<br />
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-Kenter, envía otro mensaje. -Esta vez, dictó el código correctamente, y lo repasó dos veces-. Además, crea un alias oculto en el remitente. Habrá bloqueado la anterior dirección.<br />
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Cuando llegó el siguiente mensaje, Ide lo contempló, sin acabar de creérselo:<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
Una idea cruzó fugazmente la mente de Ide. ''A lo mejor no era Morg'' el que estaba enviando los mensajes de "Código incorrecto". Envió una tercera clave, ligeramente modificada respecto de la correcta que le había enviado Tu'Ala. Además escribió a la chica por el canal abierto en su Hololibro: "¿Estás segura de que esa es la clave?".<br />
<br />
"Código incorrecto. Descenso del estatus de fiabilidad. No volveremos a comunicarnos."<br />
<br />
==Seguridad hutt==<br />
<br />
El mensaje de Tu'Ala tardó un poco más en llegar: "Claro, por supuesto, yo misma lo cambié. Es culpa de alguien pequeño y rojo. Tendrás que decírselo en persona, antes de mañana por la tarde."<br />
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Respondió a Tu'Ala. "¿Alguien pequeño y rojo? ¿Mañana por la tarde? ¿Qué tiene que ver eso con el código que Morg ha rechazado?"<br />
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"Sabes, no puedo ajustar mis visiones proféticas desde aquí. Por el ysalamiri, sabes. Hablo de memoria, esto es algo que vi una vez. Pero creo que no es Morg el que está rechazando el código."<br />
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"''Estupendo''", pensó Ide, "''ahora además de alguien interfiriendo la comunicación tenemos una visión profética''".<br />
Abrió su Hololibro de nuevo. Escribió un pequeño programa, de apenas diez líneas de código, que generaba variaciones del código de seguridad. Lo conectó a la consola de Kenter.<br />
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-Kenter, envía la salida de este programa a ''Morg''. Cada diez segundos. Una clave por mensaje.<br />
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"''Si quieres tener la clave, vas a tener que encontrarla entre todas las que vas a recibir, y luego discutirlo con Morg''", pensó.<br />
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Desde Kenter manó una especie de murmullo, al comenzar a mandar variaciones del código. Al mismo tiempo, con una voz muy suave le dijo a Ide: "Esta es una tarea infinita, señor..."<br />
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-No te preocupes, no durará mucho -dijo Ide con una media sonrisa-. Envía unos cuantos mensajes más, luego aumentaremos la frecuencia. Cuando haya enviado unas cuatro mil claves, será suficiente.<br />
<br />
-Sí, señor -dijo Kenter, con voz cansada.<br />
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-Si enrutas mi Hololibro al sistema de mensajería, yo mismo puedo configurar los envíos, y no tendrás que dedicar procesador a esta tarea.<br />
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-No... autorizado... no se preocupe por mí, señor.<br />
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Ide comenzó a escribir en su hololibro, modificando el programa.<br />
<br />
Kenter se sentó, y tenía la expresión perdida. Cuando volvió a hablar, su voz era casi inaudible:<br />
<br />
-Cuatro... mil... claves... será... suficiente...<br />
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Ide cambió el límite, y la cara de Kenter se congeló en un rictus de horror. Modificó el programa para que siguiera generando claves, cada vez con más frecuencia. Si conseguía saturar el buffer de Kenter... quizá...<br />
<br />
Diez segundos más tarde, la imagen de Kenter se inmovilizó. Seguía sentado, con la mirada perdida; e Ide se dio cuenta de que estaba perfectamente inmóvil. Probablemente al saturarse el buffer había sobreescrito algún otro sector de memoria, conjeturó Ide. En cualquier caso, estaba claramente fuera de combate. Intentó entonces acceder directamente a la red privada de comunicaciones, y descubrió que la IA era responsable de la seguridad de red de la habitación, que había caído.<br />
<br />
Ide accedió sin ningún problema. Por otra parte, debía haber centenares, o miles, de IAs similares a Kenter, cada una controlando una zona específica. Probó a marcar un mensaje dirigido a Morg, con otra clave falsa, para intentar seguir la traza. Comprobó que había una dirección por la que pasaban todos los mensajes que salían de la habitación. El mensaje dirigido a Morg no volvió a salir de esa dirección. En cambio, mandó un mensaje a Ide. Ni se molestó en abrirlo. Ya sabía lo que decía.<br />
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Probó a enviar un mensaje de ánimo a Morg, suplantando la dirección de otra de las habitaciones del hotel. Algo así como "Apostaré por ti, lo estás haciendo fenomenal, ¡eres extraordinario!". Lo siguió por su ruta en la red, y observó que realizaba el mismo recorrido. Salvo que el mensaje de vuelta era "Gracias, apreciado admirador. La próxima vez que le arranque los miembros a alguien, lo haré en tu honor.".<br />
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"''Así que ninguno de mis mensajes ha llegado a Morg...''". Repasó la correspondencia. Pero su interlocutor sabía de Kurel, no podía ser... salvo que el interlocutor intermedio funcionara como una especie de censor... que abriera todos los mensajes y sólo dejara pasar los que viera más convenientes. Por la velocidad con la que respondía, Ide intuyó que se trataba de un filtro electrónico. Que era, probablemente, el que había repetido el mensaje de Morg en la segunda clave. Y en la tercera. Y en la cuatro mil. Si quería saltarse el filtro... tendría que enviar un mensaje que no estuviera en las reglas de bloqueo. Mencionar a Kurel había<br />
funcionado. Y a Horuz. Así que redactó un mensaje con un remitente distinto, se consignó a la Fuerza, y cruzó los dedos para que el filtro no lo retuviera.<br />
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Remitente: "Ide". Asunto: "Kurel". Mensaje: "El hijo de Zhur Garin, que fue traido aquí desde Horuz, debe ser trasladado al Templo Jedi de Coruscant, por deseo expreso de él mismo." El mensaje no llegó más allá del interlocutor intermedio. El mensaje de vuelta decía: "No tengo problema con eso. Introduzca código de seguridad."<br />
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Ide se quedó mirando su Hololibro. Tuvo otra obvia revelación. Las reglas no se limitarían a aprender los mensajes que Morg hubiera rechazado. Además, jamás dejarían pasar un mensaje que contuviera un código de desbloqueo de un droide.<br />
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Aún quedaba el problema de los pocos miles de claves que había enviado. Si un observador humano decidía probarlas, probablemente podrían obtener el control de Morg en pocas horas. Siempre que el supervisor, el cual Ide estaba seguro que existía, no decidiera que era un ataque aleatorio para obtener el control de Morg...<br />
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Aprovechando la brecha abierta, Ide instaló su programa en el terminal donde antes se había estado ejecutando Kenter. Lo ejecutó para que siguiera enviando claves. Observó, desde la monitorización que hacía desde su Hololibro, cómo el filtro las respondía automáticamente. Creó un pequeño filtro, que descartaba las respuestas estándar, y que avisaba y detenía el envío en caso de obtener una respuesta distinta.<br />
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Cuando terminó era casi la hora de la cena. Desconectó su Hololibro y dejó su sistema funcionando.<br />
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Obviamente, Kenter no sería capaz de avisarlo, así que cogió sus cosas y se dirigió a la Flor Esquiva.<br />
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<br />
<<Continúa en [[Humo y Vapor III]]>></div>El Universo