Diario de Las Implacables

De Subtrama
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Extractos de los diarios de los miembros de Las Implacables, sobre lo acontecido en Dwänholf en los años 988 y 989.

Diario de Karl Holzstein, Puerto Rúe, 15/1/989

Ayer llegamos a Puerto Rúe tras abordar con éxito el Salsa Picante y al barco fantasma que lo protegía. Dux nos ha cedido el barco. Es un tipo raro, primero nos informa del asunto del barco de Tsukihara y ahora nos lo regala. Me pregunto qué estará tramando. En cualquier caso parece que no le gusta el tal Valdeumbrío, y eso a nosotros nos conviene.

Hemos buscado a un capitán para que dirija el barco y contrate una tripulación. Lucius nos recomendó a un viejo que encontramos en la taberna muy borracho. Se llama Arión. Le interrogamos y parecía un buen hombre. Por lo visto bebe para olvidar que ya nadie lo contrata. Se le iluminó la cara cuando lo contratamos, y prometió no volver a beber. En cualquier caso, Leire fue a comprarle un brebaje para el síndrome de abstinencia, por si las moscas. En el burdel vende pócimas exóticas.

Esta noche Maira ha convocado una reunión con los Reyes Piratas. Quiere organizarlos para que ataquen las rutas de abastecimiento de Valdeumbrío, ahora que nos hemos cargado el navío fantasma. Y mañana salimos para comerciar con el Salsa Picante. A Billy no le va a gustar. Cada vez que llegamos a Puerto Rúe las señoritas lo encierran en el burdel y no lo dejan salir. Aunque algo me dice que a él, esto último, no le importa en demasía.

Diario de Maira Morrigan, Gaakrock, 16/2/989 - 14/03/2010

Exploramos la forma de atacar al ejército del Duque de Valdeumbrío apostado en Puerto Ánfora, pero desistimos en el empeño. Tras asesinar accidentalmente al jefe del Gremio de la Espada, y ser juzgados por ello, decidimos finalmente atacar la flota pirata que, haciéndose pasar por el akaryu, robaba los barcos de Puerto Ánfora con propósitos aún desconocidos. Abordamos un barco y lo utilizamos para infiltrarnos en la aldea de Gaakrock, que les servía de guarida, donda tuvo lugar una batalla campal de la que salimos victoriosos. Finalmente los efectivos enemigos supervivientes - unos 180 hombre - se postraron ante nosotras a unas cuatrocientas millas al oeste de Puerto Ánfora. No tenemos noticias sobre el hermano menor del Marques del Cierzo.

Diario de Maira Morrigan, Pantano Negro, 26/2/989 - 21/03/2010

En Gaakrock encontramos treinta y cinco barcos robados que habían sido modificados para incorporarles cañones. Interrogando al mayordomo del hermano menor del Marqués del Cierzo descubrimos que éste había partido al Pantanto Negro, junto con un guerrero venido de Hendel, con la misión de recuperar algún tipo de artefacto para el Duque de Valdeumbrío. Proveímos de 300 armas a los campesinos que, educadamente pero sin excesivas muestras de gratitud, nos informaron de su intención de abandonar la aldea si cualquier ejército se acercaba, escarmentados por el ejemplo de la Masacre de Slever.

Navegamos hasta Puerto Ánfora donde devolvimos los barcos robados y entregamos a los prisioneros enemigos (excepto a tres magos naúticos, renegados de su clan en Hauffman, a quienes reclutamos). En una reunión breve con Barion Montego decidimos postergar la construcción de la muralla hasta que la ciudad se hiciese con la correspondiente batería de cañones, para lo cual le recomendamos encarecidamente acudir a Skala. Con sabias palabras, Karl y yo le convencimos además de que iniciase conversaciones diplomáticas con Raymond Scallieri, con el fin de establecer provechosas relaciones comerciales, y de insinuar los contactos del Duque de Valdeumbrío con potencias extranjeras, entre las cuales se intuye a su detestada Phaion. Tras esto decidimos partir al Pantano Negro para contactar con el heredero del Cierzo y, quizá, interceptar el artefacto perseguido por el Duque.

Tras una semana llegamos al pantano, refugio de cuerpos insepultos y de los correspondientes fantasmas. Precisamente el espectro de un antepasado de Lucius Abercombrie nos pidió informarle de que su espada familiar se enuentra hundida en la proximidades de la isla Abercrombie.

La actividad sobrenatural se incrementó repentinamente al anochecer, momento en el que empezaron a aparecer cohortes de no-muertos hostiles. Poco después descubirmos la presencia de elementales que atacaban a dichos no-muertos. Uno de ellos, de nombre Shgrash, nos explicó que fueron invocados por hombres con la única misión de contener a los malignos entes, y nos recomendó detener nuestra marcha hasta el amanecer. También indicó que nuestro destino más probable era una torre situada al sur.

Al día siguiente reiniciamos la marcha y llegamos a la Torre de Energía Azul.

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